¿Cómo imaginas un mundo mejor y más solidario?

Transcripción

¿Cómo imaginas un mundo mejor y más solidario?
¿Cómo imaginas un mundo mejor y más solidario?
¿Cómo imaginas un mundo mejor y más solidario?
¿Cómo imaginas
un mundo mejor
y más solidario?
¿Cómo imaginas un mundo mejor y más solidario?
A todos los niños, con la esperanza de que
sus deseos se hagan realidad.
UNICEF Comité Español y Santillana quieren agradecer a todos los colegios, profesores, padres y alumnos su participación en el concurso: ¿Cómo imaginas un
mundo mejor y más solidario?
Esperamos que esta iniciativa haya impulsado la reflexión sobre la sociedad
en la que vivimos, dando voz a los más pequeños, y escuchando sus propuestas
para mejorarla.
Y nuestro agradecimiento a todos los que participasteis con vuestros votos y,
muy especialmente, a los miembros del jurado: los escritores Julio Llamazares,
María Frisa y al ex jugador de baloncesto Juanma López Iturriaga.
Índice
Santillana
Avda de los Artesanos 6, 28760 Tres Cantos.
Madrid, España.
Introducción ............................................................ 9
Primer ciclo de Primaria
Poema de la crisis. Andrea García García ............... 12
Javier Añón Salas .................................................. 14
Juan Gallego Lucas ................................................ 16
Alicia Pedraza Ruanes ............................................. 18
Álvaro Bragado Barcia ............................................ 20
Blanca Sena Heredia .............................................. 22
Daniel Fernández Fernández ................................... 24
Daniela Trejo ........................................................ 26
Hugo Hernández Núñez .......................................... 28
Esther Martínez Hinojosa ........................................ 30
Iria Calderón Beltrán .............................................. 32
Laura Natividad Puente .......................................... 34
Lucía Díaz Benito ................................................... 36
María Paniagua Rivas ............................................. 38
Pau Gazapo Solís ................................................... 40
Paula Hernández Núñez........................................... 42
Paula Hernández Sastre .......................................... 44
Rocío Tella Martín .................................................. 46
Sofía Landete Palancas ........................................... 48
Tariku Martín Rodríguez .......................................... 50
UNICEF Comité Español
C/ Mauricio Legendre, 36.
28046 Madrid. España
Diseño y realización: Fernando de Santiago
Este libro se terminó de imprimir en abril de 2014
Impreso en España
Printed in Spain
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91 702 19 70 / 93 272 04 47)
Segundo ciclo de Primaria
La crisis y yo. Dorleta Gutiérrez .............................. 54
La crisis. Jaime Cabezas ........................................ 55
El Club Anticrisis. Sergio Iborra Sánchez ................. 56
Segando los prados. Eduardo Jiménez Aceves ........ 57
7
Un sueño de Navidad.
Patricia Rodríguez Gómez ......................................... 58
Carta a mi mamá. Carlos Vizcaíno Rigol ................. 59
La familia sin dinero. Alicia Fernández Sierra.......... 60
Hay niños pobres. Paula Escuderos Herrera ............. 61
Ayudar a Pablo. Noa Mateos Pedrero ...................... 62
Diario de Marta. Laura Alegre López ....................... 63
De esta salimos… Mar Ros Villarroya ...................... 64
Una pequeña idea cambia el mundo.
Yassin Khoumsi , Carmen Montes, Carmen Valcárcel,
Jonathan Ballester, Antonio Borrull, Rosa León,
Lucas Maline, Aya Allal, Trinidad Castro, Alba Blanco,
Eduardo Solano,Isaac Castro, Rebeca López, Abdelhadi
Belkoumsi, Aicha Boutchi y Milena Represa....................
Claves para salvar el mundo. Rebeca López ..........
65
66
Celia, la niña caprichosa.
Eugenia López-Belmonte ......................................... 67
Sobre Pepe. Ada Ruiz ............................................ 68
La crisis. Kevin Acedo Caballero ............................... 69
La pequeña panadera.
Juan Bolaños Rizzorimaria ........................................70
Sin dinero no hay casas.
Diego Gimeno Gracia ............................................... 71
Ramón pidiendo dinero a un político.
María Acia Naharro Bnocihajar ................................. 72
El puzle de la vida. Rebeca López ............................ 73
Tercer ciclo de Primaria
Olvidada. Izaro Calderón ...................................... 76
Navidad en crisis. Alba Montero Fernández ............ 77
Los niños viven la crisis.
Amélie Nader Prieto ............................................... 78
¿Cómo llevo la crisis? Lucía Municio Díaz .............. 79
La crisis y yo. Alejandra Manso García ..................... 80
El niño que cambió el mundo.
Rodrigo Hernández García-Bernalt ............................ 81
Un mundo mejor. Nazaret Gómez Cabezas ............. 82
La familia pobre que se hizo rica.
Ángel Donate González ........................................... 83
¿Cómo viven los niños la crisis?
Alberto Sánchez Martínez ....................................... 84
Una historia real. Raquel López Pardo ................... 85
¿Cómo viven los niños la crisis?
Raquel W. Gómez Carreño ........................................ 86
El valor de un iPad4. Pablo Arce Pardo ................... 87
Maggie Anderson. Lucía Gutiérrez ........................ 88
No nos podemos quejar. Ignacio Huarte ............... 89
Nuevo comienzo… Laura Mohedano .................... 90
¡Tu vida da un paso atrás!
Adriana Aristegui .................................................. 91
Lo desconocido. María Fernanda Ríos .................... 92
Un milagro necesitado. Iván Muñoz Gómez .......... 93
¿Qué es la crisis?
Francisco Manuel Sánchez Collado ............................ 94
Ayudar a los demás no cuesta nada.
Almudena Díez Jorreto ............................................ 95
Introducción
Primer ciclo de Secundaria
El hombre que consiguió su sueño.
Alberto Lebrero Pizarro ........................................... 98
Cómo imaginas un mundo
mejor y más solidario. Marc Sorolla Aznar ............. 99
La Esperanza. Verónica Serpa Pestano ................ 100
Mi historia. Aina Masferrer ................................. 101
Acampada. Laura Bermúdez García ..................... 102
El diario de Ana. Olivia Martínez Quijada ............. 103
El libro de Juan. Ernest Staffetti Cruañas .............. 104
El niño caprichoso. Enrique Roldán .................... 105
Políticos de Primaria.
Delio de Prado Gómez Fournier ............................... 106
Los niños y la crisis. David Juárez Fernández ........ 107
La historia de Manuel y su familia.
Alejandra Arribas Castaño ..................................... 108
En mil pedazos. Lucía Tamarit Bausá ................... 109
La beca de Sara. Laura Chen .............................. 110
Los niños en peligro.
Kalina Rodríguez Hernández .................................. 111
Un juguete una ilusión. Julia Villoria ................. 112
Rubén. Gonzalo Calvo Jurado ............................... 113
Pancho y la Navidad perdida.
Jorge García Ortiz ................................................ 114
La crisis según nosotros: los niños.
Patricia Valdés .................................................... 115
La crisis nos afecta a todos.
Marta Noguera Artigas ......................................... 116
Así viven los niños la crisis. Paula Fabra ............ 117
Un Club Anticrisis, un alcalde que cortaba la hierba de un país en el que todo
era de color verde, un pueblo llamado Mazapán en el que nuca había nevado, un
lobo disfrazado de repartidor de pizzas que consigue con la ayuda de los niños
echar del gobierno a una presidenta (Caperucita Rojiamarilla) que había gastado
casi todos los impuestos en chuches de perro… Estos son algunos de los protagonistas y escenarios del libro que tiene entre sus manos: narraciones de niños
y niñas de 8 a 13 años que han imaginado un mundo mejor y más solidario.
Estos 80 relatos y dibujos forman parte de la iniciativa Yo cuento, puesta en
marcha por Santillana y UNICEF Comité Español, que pretende llamar la atención
de la sociedad española sobre la importancia de tener en cuenta los sentimientos y la opinión de los niños acerca de la crisis que vive España y la situación de la
infancia en todo el mundo. El proyecto, que echó a andar en septiembre de 2013,
también busca minimizar los impactos negativos presentes y futuros que este
escenario puede tener sobre ellos e identificar qué papel deben jugar en la nueva sociedad que entre todos debemos construir. Cuatro son los objetivos que nos
hemos marcado con esta iniciativa:
•Conocer los derechos de la infancia y desarrollar una actitud de respeto
hacia su significado.
• Desarrollar una actitud de solidaridad global y en favor de la integración.
• Potenciar la capacidad para la creación de cambio positivo.
• Aumentar las posibilidades de acción y desarrollar la imaginación.
No descubrimos nada si afirmamos con rotundidad que la crisis económica
está teniendo un enorme impacto sobre la infancia, y que se trata de un tema
que permanece prácticamente invisible en el discurso político, social o mediá-
Colegios participantes ......................................... 118
9
tico. Los niños y niñas no son responsables de la crisis y, sin embargo, están
sufriendo sus consecuencias de forma tanto más grave que otros colectivos y
grupos sociales. A la vez, el impacto en ellos está siendo mucho menos visible
cuando son precisamente los que menos capacidad tienen, individual y colectivamente, para enfrentarse a ella y a sus consecuencias.
Además de impulsar aquellas iniciativas de concienciación y movilización
social que procedan, se hace necesario insistir en los procesos de aprendizaje
que hagan que los niños tengan una clara noción de qué son los derechos humanos en general y los de la infancia en particular, de cuáles son sus responsabilidades respecto a ellos, de cómo emprender acciones y proyectos en su defensa
y de cómo su participación como protagonistas es básica y fundamental. La vivencia y la proximidad de esta situación han de servirnos para un mejor entendimiento de la situación que viven millones de niños y niñas en todo el mundo.
Los 1.200 concursantes de los que sale esta selección de relatos y dibujos
han recibido información sobre la crisis, han debatido qué hacer para combatirla
y han sacado a relucir su imaginación para aportar sus visiones y sus soluciones.
Lo que sigue es un pequeño manual contra la crisis. Los niños nos cuentan
que han pensado en crear un Club Anticrisis cuya segunda norma es: «¡Siempre
hay que pensar en que lo conseguiremos!»; que «la esperanza es la clave»; que
aquel alcalde que cortaba la hierba en un país de color verde «tanto cortó y recortó que se le rompieron las tijeras y lloró tanto y tan abundante que comenzó
a crecer de nuevo la hierba»; que debido a la crisis «Santa Claus tuvo que vender
los renos para poder dar de comer a los duendes que le ayudan a preparar la
Navidad», por ese motivo ese año no hubo juguetes en el pueblo llamado Mazapán, pero sí una gran nevada en ese lugar en el que «nunca había nevado»…
Primer ciclo de Primaria
CARMELO ANGULO
Presidente de UNICEF Comité Español
10
1. er PREMIO
Poema de la crisis
Ay, ay, ay.
Me duele la cabeza.
Ay, ay, ay.
Qué puedo yo hacer.
Ay, ay, ay.
La gente sin dinero.
Ay, ay, ay.
No tienen qué comer.
Ay, ay, ay.
Me duele la cabeza.
Ay, ay, ay.
Qué puedo yo hacer.
Ojalá hubiera manera para que todo el mundo
tuviera para comer.
Ay, ay, ay.
Me duele la cabeza.
Ay, ay, ay.
¡Qué puedo yo hacer!
Ojalá los ricos compartieran
con los pobre su poder,
para que todos pudieran comer.
Ay, ay, ay.
Me duele la cabeza.
Andrea García García. 2.º Primaria.
CP Elena Sánchez Tamargo.
Pola de Laviana. Asturias.
12
2. o PREMIO
Javier Añón Salas. 1.º Primaria.
Colegio Bilingüe La Devesa. Carlet. Valencia.
14
3. er PREMIO
Juan Gallego Lucas. 2.º Primaria.
CPB Tierno Galván. Tres Cantos. Madrid.
16
FINALISTAS
Alicia Pedraza Ruanes. 2.º Primaria.
CPB Tierno Galván. Tres Cantos. Madrid.
18
Álvaro Bragado Barcia. 2.º Primaria.
CPB Tierno Galván. Tres Cantos. Madrid.
20
Blanca Sena Heredia. 2.º Primaria.
CPB Tierno Galván. Tres Cantos. Madrid.
22
Daniel Fernández Fernández. 2.º Primaria.
CPB Tierno Galván. Tres Cantos. Madrid.
24
Daniela Trejo. 1.º Primaria.
CEIP Lope de Vega. Madrid.
26
Hugo Hernández Núñez. 1.º Primaria.
CPB Tierno Galván. Tres Cantos. Madrid.
28
Esther Martínez Hinojosa. 2.º Primaria.
Colegio Victoria Díez. Teruel.
30
Íria Calderón Beltrán. 2.º Primaria.
CEIP Josep Tarradellas. Madrid.
32
Laura Natividad Puente. 2.º Primaria.
CEIP Lope de Vega. Madrid.
34
Lucía Díaz Benito. 2.º Primaria.
CPB Tierno Galván. Tres Cantos. Madrid.
36
María Paniagua Rivas. 1.º Primaria.
CEIP Agustín de Argüelles. Alcorcón. Madrid.
38
Pau Gazapo Solís. 2.º Primaria.
CPB Tierno Galván. Tres Cantos. Madrid.
40
Paula Hernández Núñez. 1.º Primaria.
CPB Tierno Galván. Tres Cantos. Madrid.
42
Paula Hernández Sastre. 2.º Primaria.
CPB Tierno Galván. Tres Cantos. Madrid.
44
Rocío Tella Martín. 1.º Primaria.
CEIP Josep Tarradellas. Madrid.
46
Sofía Landete Palancas. 1.º Primaria.
Colegio La Devesa. Carlet. Valencia.
48
Tariku Martín Rodríguez. 2.º Primaria.
CPB Tierno Galván. Tres Cantos. Madrid.
50
Segundo ciclo de Primaria
1. er PREMIO
La crisis y yo
2. o PREMIO
La crisis
—Mami, ¿cuándo va a parar la crisis? —la pregunté.
En 2011 había una familia que tenía siete hijos, desde los diecisiete has-
—No lo sé, puede durar muchísimo tiempo… No sé pero cada vez hay más
crisis —me dijo mamá—. Me he enterado de que papá ha perdido el trabajo
por culpa de la crisis, él está intentando encontrar un trabajo porque se ha
quedado sin él.
ta los seis. El padre trabajaba en una empresa de informática y la madre se
ocupaba de la casa. El padre tuvo que dejar de trabajar porque cayó enfermo. Estuvo mucho tiempo ingresado en el hospital y por su enfermedad,
murió.
Si para mí es difícil vivir entre crisis, no me imagino ellos… Sería muy, muy,
muy difícil para mamá y papá. A mí me preocupa que mamá pierda el trabajo y no puedan pagar mi educación y la comida del cole. Todavía no soy
pobre, no como otros que ya lo son y me siento triste por ellos. No es nada
justo que ellos no puedan comer por culpa de la crisis.
La madre se quedó sola con siete hijos, sin ingresos, teniendo que pagar
la casa, el colegio, el coche, la comida… Estaba desesperada, no sabía qué
hacer. Durante un tiempo estuvo viviendo de los ahorros que tenían y a la
vez buscando trabajo, pero nadie podía dárselo por la situación en la que
estaba España. Muchas empresas estaban cerrando y otras habían echado a gente. Tuvo más problemas, se rompió la calefacción, el microondas…
Me gustaría mucho que la crisis desapareciese, sería mucho más fácil para
todos, al menos eso es lo que yo creo. Esto me está preocupando mucho,
mamá y papá cada vez están más tristes y menos alegres por temas del
trabajo. Yo intento alegrarles un poco pero no lo consigo.
«¿Qué voy a hacer?» yo pensé.
Me pregunto si la crisis estará cuando yo intente buscar trabajo. Yo pienso
que el futuro será complicado.
Ahora hay mucha crisis y el nivel de crisis va a ir aumentando en el futuro.
Nunca se sabe qué va a pasar mañana, pero espero que todo salga bien.
Una amiga tuvo la idea de pedir ayuda a través de una cadena de favores
de la que les habían hablado. Una cadena de favores consiste en que una
persona manda un mensaje de ayuda y ofrecimiento, la persona que lo recibe a su vez lo vuelve a mandar a muchas personas y estas a muchas más,
por lo que un mensaje le llega a miles de personas.
Por este mensaje le empezaron anónimamente a llegar comida, ropa, un
microondas, dinero para arreglar la calefacción y poder pagar la casa, el
coche, el colegio. Y lo más importante de todo, alguien le ofreció un trabajo,
un trabajo con el que podía mantener a su familia.
Dorleta Gutiérrez. 4.º Primaria.
St. Anne´s School. Madrid.
Jaime Cabezas. 4.º Primaria.
St. Anne´s School. Madrid.
54
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3. er PREMIO
El Club Anticrisis
Segando los prados
Hace tiempo los banqueros acumularon dinero de las hipotecas, muchos millones de euros, y se hicieron millonarios porque el gobierno y los alcaldes no sabían nada. Pero también el gobierno robaba. Y
cuando la gente y los jueces se enteraron de que no quedaba dinero en el país, tuvieron que poner la crisis.
Sergio y sus amigos (Pablo, Javier, Andrea y Vicent) hicieron el Club Anticrisis para poder ayudar a la gente necesitada.
Pusieron unas normas:
1.º Había que traer 100 euros cada mes todas las personas que ganaran más de 2500 euros al mes.
2.º ¡Siempre pensar que lo conseguiríamos!
Todos los meses con lo que habíamos recogido (10.000.000.000 más o menos) lo repartíamos por el
país a gente pobre, sin casa, sin comida, hacíamos empresas para que la gente pudiera trabajar. Poníamos más colegios, parques y zonas de juegos e incluso hacíamos más edificios.
Otra cosa que hacíamos era eliminar políticos merluzos innecesarios que se gastan el dinero en viajes,
casas nuevas, coches caros y en otras cosas, y hacen que el país se quede más pobre.
Érase una vez, un país en el que todo era de color verde, tan verde que
solo había vacas, ovejas y alguna cabra que comían hierba verde.
Un día, llegó el alcalde del pueblo con unas tijeras gigantes y comenzó a
cortar toda la hierba. Las vacas y ovejas empezaron a enfermar porque no
tenían hierba que comer. Los pastores, muy enfadados, decidieron ir a hablar con el alcalde para que dejara de cortar la comida de sus animales,
pero el alcalde estaba muy ocupado, ya que después de cortar la hierba, se
aburrió y comenzó a recortar todo lo que caía en sus manos: sábanas blancas, colchones y hasta autobuses.
Tanto cortó y recortó que se le rompieron las tijeras y lloró tanto y tan abundante que comenzó a crecer la hierba.
Al final los pastores volvieron a cuidar sus vacas y ovejas y a ser felices.
Y de aquel alcalde y de sus tijeras nunca más se supo.
El país a los pocos meses de hacer el Club Anticrisis se quedó sin crisis porque con esa cantidad de dinero
que era destinada para todas esas cosas importantes, la gente podía comprar, comer, trabajar, pagar las
facturas y vivir a gusto.
Nosotros nos hicimos famosos. Nos pusieron una paga de 1000 al mes con solo 9 años y se lo dábamos
a nuestros padres para colaborar y tener una vida mejor.
Sergio Iborra Sánchez. 4.º Primaria.
CEIP El Murtal. Benidorm. Alicante.
Eduardo Jiménez Aceves. 3.º Primaria.
CP Cristóbal Colón. Madrid.
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3. er PREMIO
FINALISTAS
Un sueño de Navidad
Carta a mi mamá
En las Navidades del año pasado tuve un sueño muy bonito y que me gustaría que algún día se hicie-
Mamá: cuando te veo llorar sé que es
ra realidad. Esto fue lo que soñé:
porque no tienes trabajo. Tú tranquila,
cuando no tenga cole te puedo ayudar a buscar trabajo. Te ayudaré los
domingos y los sábados pero tú tranquila. Podemos hacer la cena juntos y
dormir juntos pero tú estate feliz y no
pasa nada. Tú estate contenta y no te
preocupes por el trabajo. Lo conseguiremos algún día. Te quiere mucho, tu
hijo Carlos.
Iba paseando yo por las calles de una ciudad adornadas con luces de Navidad, y veía gente caminando a
toda prisa haciendo compras, cargados de paquetes.
De pronto, apareció ante mí una mujer que quería venderme un libro para hacer dibujos. Se lo compré y
ella me advirtió que tuviera cuidado con lo que dibujase en él, pues los sueños, a veces se hacen realidad.
Al llegar a casa puse el libro en la mesa y dibujé en él lo primero que me vino a la cabeza. Hice un personaje con una enorme sonrisa que tenía una gran capa. El dibujo saltó y me dijo:
—Hola, ¿qué deseas?
—¿Pero tú quién eres? —le pregunté.
—Tengo muchos nombres y mi misión es hacer feliz a las personas, especialmente a los niños. Tú me puedes llamar Alfie porque soy pequeñito.
—Bueno, pues quiero que hagas que en el mundo haya igualdad, pues con la crisis veo que hay mucha
gente que lo pasa muy mal y quiero que todo el mundo pase una feliz Navidad.
Alfie salió volando y desde aquel día las personas fueron más felices porque compartían lo que tenían. Lo
que Alfie había hecho fue abrir el conocimiento de la gente para que comprendieran que todos formamos parte de todos y que podemos ser más felices dando parte de lo que tenemos.
Patricia Rodríguez Gómez. 4.º Primaria.
CEIP Fernando León y Castillo. Telde. Las Palmas.
Carlos Vizcaíno Rigol. 3.º Primaria.
CEIP Costa Teguise. Lanzarote.
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La familia sin dinero
Hay niños pobres
Érase una vez
una niña que
se llamaba Rosa y su hermano
David. Su familia no tenía dinero, casa, comida y sus padres no
tenían trabajo. Estaban solos,
sin nada: dinero, comida, ni trabajo, pero al menos tenían cuatro instrumentos: un violín para
Rosa, la flauta para Raquel, el
acordeón para José y por último
la trompeta para David.
Había una niña
Tocan en la calle. Al menos ganan dinero pero no mucho, la
gente pasa como si nada y les da
igual. Pero un día se encontraron
con una niña y su hermano que
les dio un hogar, comida y dinero. Los padres de la niña y su
hermano les buscaron trabajo a
los padres de Rosa y David. Fueron muy felices.
Y así María se puso muy contenta. Fue feliz porque los niños pobres se pusieron muy contentos.
llamada
María que bajó a la calle a pasear y se encontró con unos niños pobres durmiendo en la
calle. Fue corriendo hacia casa
todo lo deprisa que pudo, la llevó, la rompió y les dijo:
—Hola, me llamo María. Os he
traído todo mi dinero. Os podéis
comprar una casa, ropa, comida
y no estar rodeado de moscas.
Alicia Fernández Sierra. 3.º Primaria.
CEIP Cervantes. Fuenlabrada. Madrid.
Paula Escuderos Herrera. 3.º Primaria.
CEIP Cervantes. Fuenlabrada. Madrid.
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Ayudar a Pablo
Diario de Marta
Había una vez un padre llama-
do Pablo, una hija llamada María
con 6 años y una madre llamada
Luna. Vivían en una casa pequeña. Pablo y Luna no tenían trabajo.
Y María les quería ayudar a gastar
todo su dinero en lo que necesitaran. También les buscaba trabajo.
Y surtió efecto. Luna encontró un
puesto de enfermera no muy lejos de la casa que se estaban pensando comprar, con el dinero ahorrado. Vivieron felices en la nueva
casa.
Septiembre
Martes 12
Hoy hemos empezado el cole y no estoy muy contenta. Elena y Águeda se han ido y estoy muy triste.
También el colegio ha cambiado. ¡No sé si sobreviviré! ¡Han quitado las clases de música! ¡Con lo que me
gustaba tocar el violín!
Jueves 14
Hoy al volver de clase, mientras me tomaba mi bocadillo de jamón serrano le iba contando a mi madre
que me había dicho Lara que en una peli… Cuando mi hermano pequeño, Lucas, tiró su bocadillo al suelo.
Mamá le regañó y dijo algo de que teníamos suerte, que con esta crisis, muchos niños no tenían bocadillos de jamón serrano.
Viernes 15
He estado pensando sobre lo de los niños que no tenían bocadillos de jamón serrano y le he preguntado
a mamá:
—Mamá, ¿quién es «crisis»? Porque es muy mala si deja sin bocadillos de jamón serrano a los niños.
—Eres muy pequeña para saberlo.
—¡Pero si ya sé sumar y restar! —protesté—. Por cierto, mamá, en un folleto que repartían en la puerta del
cole daban clases de violín, y en la otra cara había campamentos musicales, como al que fui hace unos
años.
Mamá se negaba a todo. Era muy raro.
Domingo 17
¡Qué fatalidad! Ya no puedo ir con mis amigas a comprarnos chuches. Ya no puedo tocar el violín. Ya no
vamos al cine, ni siquiera a ver los documentales en 3D. ¡Esto es injusto! Debe de ser esa tal «crisis»…
Noa Mateos Pedrero. 3.º Primaria.
CEIP Cervantes. Fuenlabrada. Madrid.
Laura Alegre López. 4.º Primaria.
CEIP Benito Pérez Galdós. Majadahonda. Madrid.
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De esta salimos…
Una pequeña idea cambia el mundo
Me llamo Mar, tengo 9 años, desde que me acuerdo los adultos hablan de que en España hay crisis.
Había una vez una niña llamada Sara que vivía con sus padres y sus cuatro hermanos: Elena, Jessica,
No sé muy bien qué es la crisis, pero sé que es quedarse sin dinero, sin trabajo, sin casa…
Séfora y Rafael.
Muchas familias, lo están pasando muy mal porque no tienen dinero para comer y vivir y por la noche
lloran de tristeza.
Sara era guapa, alta y buena. Vivía en una pequeña casa a las afueras de Torrente.
Los políticos están intentando arreglar la situación de la crisis pero no siempre lo consiguen y terminan
por estropearlo aún más.
Estuvo muchos días pensando y al final se le ocurrió una fantástica idea para conseguir un mundo mejor.
Iba a contársela a su maestra de Pedagogía Terapéutica porque confiaba mucho en ella y necesitaba la
ayuda de un mayor.
La crisis no solo está pasando en España sino en otros muchos lugares del mundo, por eso no solo lo estamos pasando mal los niños y los padres, sino mucha más gente.
Una noche oyó a sus padres hablar y se quedó preocupada por lo que escuchó…
A la maestra le pareció una idea genial.
También si pierdes el trabajo y eres mayor, no te vuelven a contratar, por eso sé que los mayores pierden
la esperanza y la tristeza se pone en su vida. Sin la esperanza de los mayores no hay ilusión para nosotros
los niños, que dicen que somos el futuro de España. Sin esperanza no hay ilusión, entonces las personas
no crecemos con ideales.
La idea era hacer de amigo ayudante secreto de un compañero de clase durante una semana. Los lunes
cada niño y niña de la clase, sacarían de un saquito un papel con un nombre y a ese compañero le tendrían que ayudar en todo lo que pudiesen. Durante la semana intentarían adivinarlo y el viernes antes de
irse a casa cada alumno diría quién era su amigo.
Todas las familias en crisis hacen todo lo posible para tener comida y alojamiento.
La puesta en marcha fue muy divertida, y mejoró mucho el ambiente de la clase.
Para solucionar y salir de la crisis todos tenemos que poner un poquito de nuestra parte y esforzarnos y
ayudarnos mucho en el trabajo y en el colegio.
Pero no era suficiente…
¡¡Ánimo a todos, lo vamos a conseguir!!
Así que, pensó que podrían organizar un mercadillo solidario en el patio de su colegio. Por un máximo de
5 euros se venderían joyas, juguetes, libros y adornos que las maestras y familias donasen al centro. Así,
antes de la Navidad los padres podrían comprar regalos a buen precio y el dinero sería para el viaje de fin
de curso de los alumnos de sexto.
Yassin Khoumsi , Carmen Montes, Carmen Valcárcel, Jonathan Ballester, Antonio
Borrull, Rosa León, Lucas Maline, Aya Allal, Trinidad Castro, Alba Blanco, Eduardo Solano,
Isaac Castro, Rebeca López, Abdelhadi Belkoumsi, Aicha Boutchi y Milena Represa.
Alumnos de 3.º y 4.º de Primaria de Pedagogía Terapéutica.
CEIP Virgen del Rosario. Torrent. Valencia.
Mar Ros Villarroya. 4.º Primaria.
CEIP Las Anejas. Teruel.
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Claves para salvar el mundo
Celia, la niña caprichosa
Había una vez una niña rubia con rizos, de ojos claros, alta y con una boca grande. Se llamaba Celia y
era muy caprichosa. Solo pensaba en juguetes, y lo que veía en tiendas se lo quería comprar. Sus padres
no paraban de decirle: «Dinos lo que te gusta y te lo compraremos, mi pequeña». A ellos no les preocupaba que estuviéramos en crisis, por eso le iban comprando todo a su hija.
Un día, cuando estaban andando por la calle, Celia vio una muñeca Nancy con su vestido azul en el escaparate de una tienda. Le preguntó a sus padres si se la podía comprar y dijeron que sí. Al pagar la Nancy
el señor que estaba en la caja registradora le dijo al padre de Celia que ya no había dinero en la tarjeta.
El padre se quedó alucinado y dijo que debía de ser un error, pero cuando fue al banco le dijeron que no
quedaba ni un céntimo.
Desde que no les quedaba dinero en la tarjeta, a Celia no le volvieron a comprar otra muñeca nueva, se
convirtió en una niña muy amable y preocupada por los demás. Ahora se preocupaba de sus amigas, de
sus estudios, etc. Justo cuando ha cambiado ha tenido una hermana que se llama Carmen. Pero nadie
sabe cómo será, ¿será igual de caprichosa? Celia está muy contenta de tener a Carmen, pero y a Carmen
¿le gustará como es su hermana?…
Rebeca López. 4.º Primaria.
CEIP Virgen del Rosario. Torrent. Valencia.
Eugenia López-Belmonte. 4.º Primaria.
St. Anne´s School. Madrid.
66
67
Sobre Pepe
Hubo una vez un niño que se llamaba Pepe. Estaban en su pequeña casa en el año 1989. Sus padres
habían dejado de trabajar, tanto el padre como la madre. No tenían dinero para comprarle juguetes,
ropa, materiales… El padre salía a veces para ver si encontraba algo para comer, la madre le cosía la ropa
hasta que se quedó sin hilo.
Llegó una carta de Hacienda que decía que si no podían seguir pagando la casa tendrían que abandonarla al día siguiente. La familia estaba alarmada, no sabían qué hacer, tendrían que vivir en la calle. Al
menos les quedaba el coche, pero tampoco tenían suficiente dinero para pagarlo. Pasaron dos semanas
y les quitaron el coche.
La familia no sabía qué hacer, Pepe estaba muy asustado. Fueron a casa de su abuelo, pero solo pudo
acogerles durante dos semanas. Pasaron las dos semanas, y encontraron tres trozos de carbón, uno para
cada uno. La madre de Pepe se puso un poco enferma pero solo una semana y se recuperó. Buscaron alguna iglesia en la que poder pasar la noche pero todas estaban llenas. A muchas familias les afectó.
Pepe estaba preocupado pero sabía que todo iba a salir bien. Su familia seguía buscando un hogar. Encontraron algo pero no era muy confortable. Pepe se preguntó a sí mismo «¿Por qué existe la crisis?». Su
padre le dijo: «Pues no lo sé». Y todo finalmente se solucionó.
Sonó el despertador y su madre le despertó. Había sido una pesadilla.
Ada Ruiz. 4.º Primaria.
St. Anne´s School. Madrid.
Kevin Acedo Caballero. 4.º Primaria.
CEIP Nuestra Señora de la Antigua. Mérida. Badajoz.
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La pequeña panadera
Había una vez una pequeña panadera que vivía en un pueblo muy lejano. Se lla-
maba Natalia y era muy buena y simpática. El alcalde de ese pueblo siempre estaba
de mal humor. Reñía mucho a Natalia porque ella hacía panecillos para los niños
que no tenían dinero mientras que él era un tacaño, y todo el dinero que tenía lo
guardaba sin compartir. Un día Natalia habló con él: «Señor Alcalde, necesito ayuda porque tengo mucho trabajo y no puedo hacerlo sola y en un sitio tan pequeño».
El alcalde lo comprendió; hicieron una enorme panadería en su gran casa, dieron
trabajo a mucha gente del pueblo, los niños podían comprar ropa, libros y todo el
mundo fue más feliz.
Solo hizo falta voluntad por parte de todos.
Juan Bolaños Rizzorimaria. 4.º Primaria.
CEIP Nuestra Señora de la Antigua. Mérida. Badajoz.
Diego Gimeno Gracia. 4.º Primaria.
Colegio Victoria Díez. Teruel.
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El puzle de la vida
María Acia Naharro Bnocihajar. 4.º Primaria.
CEIP Nuestra Señora de la Antigua. Mérida. Badajoz.
Rebeca López. 4.º Primaria.
CEIP Virgen del Rosario. Torrent. Valencia.
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Tercer ciclo de Primaria
1. er PREMIO
Olvidada
Navidad en crisis
Carlos estaba contento después de una jornada de trabajo. Iba a salir cuando su jefe le llamó:
Érase una vez que se era un pueblo llamado Mazapán. Estaba situado
—Tengo que hablar contigo.
Fue la última vez. Salió con un nudo en la garganta. No se lo podía creer. Cuando llegó a la calle no vio lo
que había a la DERECHA. Pensaba «¿Cómo voy a alimentar a mis hijos?». A su mujer la habían despedido hacía meses. Pensó que igual se calmaba si tomaba algo, pero… no se lo podía permitir. Sus ojos se
inundaron de lágrimas.
El dueño del bar se alarmó al ver que Carlos no entraba ese día. Había perdido bastante clientela y no podría mantener el negocio si seguía así. Bajó la persiana sin mirar a su DERECHA.
Se detuvo ante el escaparate de una pastelería en la que nunca entraría. El dueño contaba el escaso
dinero de la caja disgustado. A este paso vería su escaparate con el cartel de «CERRADO». Mariano salió
de la pastelería sin fijarse en su DERECHA.
Pasó de largo por la zapatería. Hacía ya meses que los zapatos del escaparate no se habían renovado y
tenían hasta polvo. La única persona que entraba desde hacía semanas era su acreedor, quien por cierto,
tampoco miró a su DERECHA.
Ninguna persona de aquella multitud tan ajetreada y sumergida en sus pensamientos se fijó en su
DERECHA.
A la DERECHA estaba una pequeña niña pidiendo limosna. Ella sí les veía pasar a todos.
en cualquier lugar. Mazapán era un pueblo en el que había muchos niños
y todos los años celebraban a lo grande la Navidad. Papá Noel y los Reyes
Magos traían muchos regalos y solamente se veían luces de colores, guirnaldas, bolas de navidad… ¡Ah! Y niños jugando con cantidad de juguetes.
Este año han recibido la carta los Magos de Oriente y Santa Claus, pero lo
que no sabían los mazapaneños era que desde el Polo Norte hasta Oriente
la crisis había llegado. Era tal la crisis que Santa Claus tuvo que vender a los
renos para poder darle de comer a los duendes que le ayudan a preparar la
Navidad.
Así que Santa Claus tuvo que ponerse en contacto con Melchor, Gaspar y
Baltasar para ver cómo solucionaban que los niños este año del pueblo de
Mazapán no se quedaran sin ilusión de Navidad.
Se dieron cuenta de que cuando llega la Navidad ellos van a ver a Jesús que
ha nacido y eso es lo más importante, estar con él. Y con su magia lo hicieron ver en el pueblo. Los niños de Mazapán entendieron que no es importante el dinero sino estar juntos todos y pasarlo bien.
Así que Papá Noel, que era muy listo, al ver que los niños eran tan compresivos, pensó que una gran nevada estaría genial en Mazapán, que nunca
había nevado. Fue la Navidad más especial de todas.
Allí siguió sola, con su hambre y con su pena. OLVIDADA.
Izaro Calderón. 5.º Primaria.
St. George´s English School. Leioa. Vizcaya.
Alba Montero Fernández. 6.º Primaria.
CEIP Nuestra Señora de la Antigua. Mérida. Badajoz.
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2. o PREMIO
3. er PREMIO
Los niños viven la crisis
¿Cómo llevo la crisis?
Todo empezó con las elecciones. Se había presentado una candidata genial: era monísima, tenía los
ojos brillantes… ¡Pero era mala!
Y al salir presidenta convirtió aquella ciudad tan alegre en un oscuro nido de desgracias: Subió el IVA un
102 % y gastó casi todos los impuestos en chuches de perro. Como las familias no podían pagar la factura
de la luz, los niños tuvieron que ir a un orfanato, y como muchas empresas acabaron quebrando, la mayoría de los padres y adultos se quedaron sin trabajo; así estaban las cosas en la ciudad anónima.
Ahí es donde entra en juego el bueno de la historia: un lobo, bueno, más bien el lobo, que era generoso y
solidario porque era una ONG. Cuando se enteró de lo de la ciudad anónima preguntó por quién gobernaba… ¡Era Celia Domínguez! (o Caperucita Rojiamarilla para los amigos). ¡Su archienemiga del instituto!
El lobo (o Juan Salvador del Pastor para los amigos).
Así que citó a los niños y les contó su plan, y mientras ellos esperaban, se coló en el ayuntamiento vestido
de repartidor de pizza y cuando Caperucita se distrajo, los niños entraron por la ventana y activaron un
sistema de muelles para echarla del país.
Ahora Juan es el presidente y ha devuelto más o menos la paz a la ciudad anónima, porque recuperar ese
dinero gastado no es nada fácil: pues hace 22 años que ocurrió y TODAVÍA no se ha recuperado, pero el
lobo sigue en ello.
Esta era una niña llamada Andrea que iba a 3.º de Primaria, su familia es
una de las familias que lo están pasando muy mal, en el año pasado tenían
sus dos padres trabajo y vivían muy bien, hasta que llegó el día en el que sus
dos padres se quedaron en el paro. Andrea no podía tener ni un capricho,
hasta que un día por la mañana estaban en el recreo jugando cerca de las
profesoras y una amiga de Andrea le preguntó:
—Andrea, ¿tú a qué tienes miedo?
Andrea respondió:
—Yo tengo miedo a la crisis y tengo miedo a que nos quiten la casa, porque
mis padres no trabajan, también tengo miedo a que la crisis afecte a mi
familia y tengamos que vivir debajo de un puente, yo tengo miedo a que por
culpa de la crisis muchos niños nos quedemos sin futuro, también tengo
miedo a que me quiten lo poco que me queda.
Las profesoras la escucharon, y el marido de una profesora estaba buscando a gente para montar una empresa, al llegar a casa Andrea cogió las cartas del buzón y vio una oferta de trabajo. A los pocos días el padre de Andrea
ya tenía trabajo.
Ahora Andrea va a 5.º de primaria y las profesoras la ven feliz.
Amélie Nader Prieto. 6.º Primaria.
CEIP Fernández Moratín. Madrid.
Lucía Municio Díaz. 6.º Primaria.
CEIP Nuestra Señora de la Antigua. Mérida. Badajoz.
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3. er PREMIO
FINALISTAS
La crisis y yo
El niño que cambió el mundo
Hasta hace poco el tema de la crisis era algo que para mí pasaba bastante desapercibido. Mi fami-
lia ha querido protegerme y que estas cuestiones me afectaran lo menos posible. Lo único que sabía era
lo que oía a mi alrededor. Comentarios como: «Desahucios, paro y más paro, recortes en la enseñanza,
etc.». Pero todo esto cambió cuando vi un anuncio en la televisión que me impresionó mucho: una madre
le da un bocadillo a su hija pero sin ningún contenido. La madre le dice que su bocadillo puede ser de lo
que ella quiera (en su imaginación por supuesto).
Érase una vez un niño llamado Tom, que vivía en USA. Él vio por las noticias gente que no tenía nada
de comer, mientras que en el mundo se tiraban diez toneladas de comida al día.
Como su padre era el creador de la empresa Burger King, le pidió que se asociase con una ONG para donar
la comida que se tiraba en los restaurantes. Su padre lo intentó, pero no encontró ninguna que aceptase
comida rápida, hasta que descubrió Save the World, una ONG mundial que ayuda a todos los necesitados.
Ahí fue donde me di cuenta de lo afortunada que soy y de lo egoísta que somos la mayoría de las personas. Estuve un buen rato hablando con mi madre sobre este asunto y le pregunté:
Tom vio las noticias y el mundo bajó a las ocho toneladas diarias. Pero a Tom no le parecía suficiente así
que buscó muchas más formas de reciclar comida. Por ejemplo hizo un nuevo contenedor de reciclaje
donde, en envases, se echa la comida en buen estado que no se fuese a comer.
—¿Qué podemos hacer nosotras para ayudar?
A medida que Tom crecía, cada vez se tiraba menos comida.
A mi madre le costó un poco contestar. Al final su respuesta fue:
Cuando Tom cumplió los dieciocho años se fue de país en país enseñando a no tirar comida.
—Tú y yo solas poco podemos hacer, pero si todos contribuimos aportando lo que podamos sería un buen
comienzo.
Cuando tenía treinta años volvió a su ciudad de origen encendió la televisión y… ¡dijeron que se había
dejado de tirar comida! Tom se hizo famoso, le hicieron un monumento y ese día Tom cambió el mundo,
con apenas treinta años.
A mí me obligan siempre a gastar parte de mis ahorros cuando vamos al supermercado y hay recogida de
alimentos y de material escolar. Regalo mis juguetes, mis libros y mi ropa a algunas madres que conocemos y que son menos afortunadas que nosotras. También presto los libros del colegio de cursos anteriores.
Sé que no es mucho, pero como dice mi abuela: «Un grano no hace el granero, pero ayuda a su compañero».
Alejandra Manso García. 6.º Primaria.
CEIP Villaverde Mourente. Pontevedra.
Rodrigo Hernández García-Bernalt. 6.º Primaria.
CEIP Francisco Ortiz López. Olivenza. Badajoz.
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Un mundo mejor
La familia pobre que se hizo rica
Jen era un muchacho de 14 años alto, con ojos verdes y de piel oscura. Desde siempre Jen había so-
Érase una vez, una familia muy rica y otra pobre. Los López, eran los ricos y los Mora-
ñado ser político y conseguir cambiar el mundo. Jen se fue convirtiendo en un gran hombre estudioso,
humilde, honrado…
les, eran los pobres.
La familia rica vivía en una mansión y la pobre vivía en una casa chiquita. Eran vecinos.
Cuando tuvo 23 años Jen se sacó la carrera de político. Él formó una familia con su mujer Alicia y sus dos
hijos María y Jesús. Poco a poco Jen fue prosperando como político. Hasta llegó a las elecciones mundiales
representando a su partido llamado PS (Partido Solidario) y ganaron.
Los López, los ricos, se sentían superiores a los Morales. Les daban todo lo que querían
sus hijos.
Jen tenía un enemigo muy peligroso llamado Jorge. Jorge había sido novio de Alicia, pero Alicia se enamoró de Jen. El objetivo de Jorge era que Jen fracasara como marido, político y padre.
Un día, por problemas familiares, el Sr. y la Sra. López tuvieron que viajar y le pidieron a
la familia Morales que cuidaran de sus hijos durante su ausencia.
Una de sus artimañas era convencer al mundo de que Jen era un corrupto, pero su plan no funcionó.
Jen empezó a tomar nuevas iniciativas como utilizar coches que funcionaran con energía solar y los días
que no hubiera sol no se cogería el coche, además quitaría dinero del presupuesto de los famosos y ayudaría a las personas más necesitadas.
Otra de sus iniciativas era ayudar a los animales haciendo más asociaciones y así aumentaría el trabajo.
Y así, poco a poco, la gente pasó de la ciudad al campo y a la vida rural y así fue como el mundo volvió a la
vida de antes.
Los Morales, los pobres, no tenían mucho dinero para darles a sus hijos.
La relación entre los hijos fue muy cordial. Los López, comprendieron la situación por la
que pasaban los Morales. Vieron como ahorraban hasta en lo más mínimo. No se desperdiciaba la comida, no se malgastaba ni la luz ni el agua, no se malgastaba el dinero
en cosas innecesarias…
A la vuelta del viaje, les contaron a sus padres lo agradables que eran Los Morales y lo
bien que se habían portado con ellos. La relación entre las familias fue a más y esa superioridad de la familia López, se fue transformando en una amistad sincera. El derroche,
se convirtió en prudencia y en ayudar a los demás.
Nazaret Gómez Cabezas. 6.º Primaria.
CEIP María Josefa Rubio. Esparragalejo. Badajoz.
Ángel Donate González. 6.º Primaria.
CEIP San Isidro. El Rosario. Santa Cruz de Tenerife.
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¿Cómo viven los niños la crisis?
Una historia real
Todo era raro, nada era igual. En las casas se veía una terrible tristeza y, aunque mis
Era una familia que tenía dos hijos y vivían bien.
padres no nos decían nada, había que ser muy tonto para no darnos cuenta.
La mamá era la encargada de cuidar a los niños y hacer los trabajos de casa, y el papá trabajaba para
mantener la casa y darle algún capricho a su familia como ir de vacaciones a la playa, comprar algunos
juguetes, ir al cine…
A nosotros no nos faltaba de nada, ya se encargaban nuestros padres de darnos de
todo. Ellos solo miraban por nosotros aunque se notaba que la cosa iba mal.
Un día, papá llegó a casa muy preocupado y les dijo a sus niños:
Pero como si eso fuese poco, también nos quitaban dinero para las medicinas.
—Chicos, este año nos quedamos sin vacaciones y tendremos que olvidarnos de los caprichos porque me
he quedado sin trabajo.
Las familias se quedaban sin casa por no poder pagar.
Los niños se quedaron muy tristes porque se quedaban sin lo que más les gustaba. Pero papá les dijo:
—No preocuparos. Esto no será para mucho tiempo. Ahora haremos otras cosas diferentes en los ratos
libres y aprenderemos a divertirnos de otra manera.
Los niños al principio se acordaban mucho de lo que hacían antes, pero pronto se adaptaron a su nueva
manera de vivir porque hacían otras cosas diferentes pero divertidas como las de antes: ir al campo con
sus padres, pasear en bici, jugar al fútbol con sus amigos…
Y en casa nada había cambiado. La familia seguía igual de unida y de feliz que siempre.
Un día, viendo la tele, no me lo podría creer: ¡nos quitaban dinero para la educación!
Me eché las manos a la cabeza y me puse a pensar: si la cosa no cambia dónde iremos
a parar.
Los días pasaban y pasaban pero todo seguía igual. Ya llegaba la Navidad y este año
pediré un poquito de felicidad, porque en este y en otros países hay personas que están muy mal, y si podemos hay que intentar ayudar y algún día nos lo agradecerán.
Yo lo aprendí de pequeña, que ser buena persona y ayudar a los demás no cuesta tanto y
que lo que a ti ya no te sirva a otros le puede ayudar. La ropa se puede reciclar y los juguetes también porque: ¿a qué niño no le gustaría tener un juguete o un cuento que leer?
Alberto Sánchez Martínez. 5.º Primaria.
CRA Sierra de Mojantes. Murcia.
Raquel López Pardo. 5.º Primaria.
CRA Sierra de Mojantes. Murcia.
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¿Cómo viven los niños la crisis?
El valor de un iPad4
Hace un año no sabía realmente lo que significaba
la palabra crisis, mi vida era más o menos igual; cole,
casa, juegos, deberes, vacaciones en familia, excursiones…, pero un día mi mamá llegó a casa diciendo que
se había hecho voluntaria de Cáritas. Desde ese día sé
lo que es la crisis. Ella me lo explica y me hace ver todo
lo que tengo y lo que otras personas empiezan a perder
si no lo han perdido ya.
Ahora veo menos a mi mami, pero ese tiempo que me
quita a mí se lo dedica a otras personas necesitadas.
Me dice que hay niños que no tienen donde vivir porque
sus papás no tienen dinero para pagar la casa donde
viven, ni el agua, ni la luz, sus hijos no podrán ir a la universidad, no podrán ir al médico porque no lo tendrán,
tampoco podrán comprar comida, ni ropa, ni juguetes.
No entiendo cómo pueden vivir así. Hay que hacer algo para que esto no suceda, yo no sé cómo…, pero
yo ya doy un poquito del tiempo que paso con mi mami y este año no pediré juguetes a los Reyes Magos.
Érase una vez un niño que quería un iPad4, pero sus padres le decían que era muy caro. El niño se en-
fadaba con sus padres porque él lo deseaba un montón.
Como compensación le dejaron ir a casa de su amigo. El niño se dio cuenta de que no iban muy bien económicamente y le preguntó a su amigo:
—¿Oye, vuestra familia no tiene mucho dinero?
—No, desde que echaron a mi padre del trabajo y mi madre se quedó en paro tiramos con lo que podemos.
Lo malo es que somos tres hermanos y un bebé que come mucho.
Entonces el niño se dio cuenta de que podrían darles el dinero del iPad a su amigo.
El niño le preguntó a sus padres si podían darle el dinero a los padres de su amigo y ellos aceptaron.
Su amigo se lo agradeció hasta el fin del mundo.
Aunque no solucione todo el problema, él intentó ayudar a la familia de su mejor amigo de la única forma que estaba a su alcance.
Se sintió bien porque comprendió que lo que para unos es un capricho, para otros es una necesidad.
Desde entonces, esa amistad es inquebrantable.
Si todos damos un poquito de lo que tenemos, seguro que conseguiremos que la crisis sea un poquito más
pequeña.
Este será mi deseo para estas Navidades.
Raquel W. Gómez Carreño. 5.º Primaria.
Colegio Zuloaga. Villaviciosa de Odón. Madrid.
Pablo Arce Pardo. 5.º Primaria.
Colegio Zuloaga. Villaviciosa de Odón. Madrid.
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Maggie Anderson
No nos podemos quejar
El despertador de Maggie empezó a sonar. Maggie tenía diez años y su madre tenía que ir a trabajar
Querido diario:
—¡Cuántas ganas tenía de verte! —exclamó Amanda.
Me llamo Pedro y tengo 12 años. Mis padres me compraban todo lo que yo pedía,
todos mis caprichos. Pero desde 2008, cuando empezó la crisis, lo cambió todo: ya
no vamos de viaje, no tengo muchos de mis juguetes (pues soy demasiado mayor
para jugar con ellos) y solo me queda mi viejo helicóptero teledirigido, mi balón, un
patinete y mi raqueta de tenis.
muy pronto porque en su tienda no compraban mucho por la crisis. Antes la llevaba al colegio, ahora no.
Su mejor amiga, Amanda, venía a recogerla. Era su primer día de colegio.
—¡No veas cuántas ganas tenía yo! ¡Tengo tantas cosas que contarte…! —respondió Maggie.
Se abrazaron y salieron de casa. Cuando llegaron al colegio todas se abrazaron, ya estaban en un curso
más alto. Al estar ya organizados en clase, Maggie sintió que faltaba alguien…
—¿Dónde está Olga? —preguntó Maggie, preocupada.
—Niños, siento comunicaros esto, pero los padres de Olga se han quedado en paro, y Olga ya no puede
venir a este colegio —respondió la señorita Rodríguez.
Maggie estaba tan triste que estalló en lágrimas.
—Maggie, no te pongas tan triste, cariño, seguro que todo sale bien, no hay
que tirar la toalla —dijo la profesora, consolándola.
Cuando las clases terminaron su padre no llegaba. De repente vino su padre con una sonrisa enorme. De pronto, Maggie pasó de estar triste y angustiada a tener una sonrisa brillante en su cara.
A mis padres y a mí nos afecta mucho la crisis. Mi padre está en el paro y mi madre
trabaja de banquera, viene a casa a las diez de la noche. Si mis padres no consiguen
suficiente dinero tendré que ir a un colegio público y si sigue así durante mucho
tiempo, mi madre estará en el paro también.
Mis padres dan cuarenta euros al año a los pobres porque sus vidas son mucho peores que las nuestras, sobre todo en África, porque yo he estado y si les das una botella de agua vacía se vuelven locos de alegría. Casi ninguno de ellos va al colegio
porque no tienen dinero, sus casas están hechas de barro y tienen que andar unos
kilómetros para sacar agua de un pozo, así que en ese caso soy un afortunado y eso
me da ánimos.
—¡Los padres de Olga han encontrado trabajo! —gritó el señor Anderson.
Ese día Maggie aprendió a valorar lo que tenía, la amistad y a no perder la
esperanza.
Maggie hoy, año 2030, es presidenta de UNICEF.
Lucía Gutiérrez. 5.º Primaria.
St. Anne´s School. Madrid.
Ignacio Huarte. 5.º Primaria.
St. Anne´s School. Madrid.
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Nuevo comienzo…
¡Tu vida da un paso atrás!
¡Hola! Me llamo Sandra, no me conoceréis, pero no me importa. Si queréis
20 de noviembre de 2013
ser mis amigos seguiréis leyendo, así que os contaré mis historia de todos modos…
Querido diario:
Hoy he vuelto del cole como todos los días, pero me ha pasado algo increíble. Han llamado mis padres al
colegio porque no podían seguir pagándolo, así que, he salido del cole y desde hoy no volveré a ver a mis
amigos. Papá y mamá dicen que desde hoy mis siete hermanos y yo iremos a un colegio público. Mi padre
se ha quedado en paro y mi madre nunca llegó a trabajar.
Cuando empezó la crisis en Europa mis padres estaban muy preocupados,
pero yo no sabía por qué, pero, al de unas semanas, la empresa de mis padres
cerró y se quedaron en paro. Me tuve que cambiar de colegio, y mudarnos a un
piso muy pequeño, perdiendo muchos privilegios.
No más viajes a la tienda de la esquina para gastar un euros o dos, no más juguetes caros, no más diversión…
21 de noviembre de 2013
Hoy no he podido ir al colegio porque ya sabes lo que pasó ayer. Mi padre y mi madre llevan peleándose
todo el día. Hoy he ido al nuevo colegio sin uniforme y sin libros porque mis padres no pueden pagarlos.
No entendía lo que era el «paro», así que se lo pregunté a mis padres. Ellos me
respondieron:
—Es quedarse sin trabajo. Pero no hay que rendirse. Nunca hay que rendirse.
Hay que levantarse y volver a intentarlo. ¿Quién sabe? Igual es el comienzo de
algo nuevo y único.
22 de noviembre de 2013
Lo primero que hicimos al quedarnos en paro fue vender al perro. Lo segundo que hicimos fue cambiarnos de casa, que solo tenía dos habitaciones. Mis hermanos y yo compartimos cuarto. Lo tercero fue vender todos los objetos electrónicos que teníamos en casa.
Igual era verdad. Seguramente tenían razón.
Sí que era una oportunidad nueva y única…
Querido diario, un consejo:
Un nuevo comienzo…
Nunca pidas más cuando tienes suficiente.
No le busques tres pies al gato porque solo tiene cuatro.
Con cariño a los que tienen problemas como este.
¡TU VIDA DA UN PASO HACIA ATRÁS!
Laura Mohedano. 5.º Primaria.
St. Anne´s School. Madrid.
Adriana Aristegui. 5.º Primaria.
St. Anne´s School. Madrid.
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Lo desconocido
Un milagro necesitado
Me llamo Sara, tengo 14 años y vivo con mis padres en una casa gigante en La Moraleja. Tengo 5
Érase una vez un niño que vivía en un pequeño pueblo en la montaña. Su padre y su madre no tenían
coches, 3 piscinas gigantes, 5 jardines diferentes y un jacuzzi. Soy alta, guapa, lista, popular, rubia y tengo los ojos azules. Mi madre no trabaja y mi padre sí, en una empresa importantísima. Tengo un cuarto
gigante y 20 pares de zapatos. Hay niñas que dicen que no debería usar maquillaje pero yo lo considero
imprescindible.
trabajo. El hijo todos los días durante un rato se dedicaba a pensar la manera en la que podía encontrar
un buen trabajo para su padre. Un día decidió ir al bar de abajo de su casa. El camarero era muy simpático
y lo llevó al almacén y le preguntó:
—¿Cuál es tu problema?
Un día oí en la tele hablar sobre la crisis, pero a mí me pareció que eso no existía.
El niño respondió:
Hoy mamá estaba deprimida y no sé por qué. Más tarde oí a papá decir que iban a despedir a gente en
su empresa y que todavía no sabían a quién, y él podría ser uno de ellos. Yo creo que es imposible que lo
despidan porque es muy trabajador y muy inteligente.
—Verás, mi padre está sin trabajo y si no encuentra uno nos quedaremos también sin casa.
Al volver del cole no parecía que hubiera nadie en casa y eso era muy raro. Me adentré en la casa y oí a mis
padres hablar. Decidí quedarme a escuchar la conversación. Oí que habían despedido a bastante gente y
que al día siguiente despedirían a más personas y que él todavía seguía en la empresa.
Dos días después vi a mi madre llorando delante de la nevera vacía. Sus lágrimas decían más que mil palabras. Habían despedido a papá. Lo que nunca creí que pasara estaba delante de mis ojos, atacándonos
sin piedad: era la crisis.
El camarero le dio un papel y le dijo:
—Busca el momento preciso para abrirlo.
Al cabo de un mes, el niño decidió abrir el sobre y leer el papel. El papel contenía cinco números de teléfono (cada uno el de una empresa). El hombre llamó a todos y ninguno respondió. A la semana siguiente el
camarero llamó y le dijo:
—Hola, he oído que usted necesitaba trabajo.
—Pues ha oído usted bien —respondió el hombre.
—Usted ha llamado a los cinco números a los que tenía que llamar y ha conseguido un puesto de trabajo
en mi bar.
El hombre se dirigió al cuarto del niño a felicitarle por haberle dado el sobre. Y así fue como un niño consiguió algo muy difícil de conseguir para los mayores.
María Fernanda Ríos. 5.º Primaria.
St. Anne´s School. Madrid.
Iván Muñoz Gómez. 6.º Primaria.
CEIP Nuestra Señora de la Antigua. Mérida. Badajoz.
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¿Qué es la crisis?
Ayudar a los demás no cuesta nada
Érase una vez un alcalde que quería saber lo que era la crisis. Llamó a la gente del pueblo preguntán-
Un día de invierno, al caer la noche, Diego estaba tumbado en su cama pensando cómo podría ayudar
doles lo siguiente:
—¿Qué es la crisis?
a su madre a conseguir dinero para la comida de su madre y su hermana de 3 años. Su madre solo podía
trabajar por las mañanas porque por las tardes cuidaba de ellos.
Ese mismo día, al volver del cole, coincidió con la Sra. Rosa en el ascensor de casa. Rosa vivía en el piso de
al lado con su perro lazarillo Rufo. Rosa le preguntó a Diego qué tal iban las cosas por casa y este le contestó que quería ayudar a su madre, pero no sabía cómo.
Pasaba por allí un niño. El niño al escuchar esto dijo:
—¿Usted no sabe qué es la crisis?
Él apenado le dijo que como era alcalde no tenía ni idea de lo que era la crisis y el niño le respondió:
—Rosa, ¿está usted también triste? ¿Qué le sucede? —preguntó Diego.
—Para saberlo tendrá que sentirlo en sus propias carnes.
—Pasa un momento, quiero darte algo.
El alcalde le dijo:
Diego llegó a su casa con una cacerola llena de sopa y con un bizcocho recién hecho.
—Eres un niño muy listo, ¿cómo te llamas?
—¡¡¡Mira, mamá, mira!!! Me lo dio la Sra. Rosa.
El niño respondió:
—Me llamo Martín.
Entonces el alcalde le contó su plan. Días después lo puso en marcha. Llamó a su secretaria y le dijo que se
iba unos días. Su secretaria le replicó diciéndole que al día siguiente tenía una reunión con el presidente
de ese país. Entonces él le dijo que lo sentía y se fue.
El día que fue el presidente a la reunión y no estaba se enfadó, fue a su encuentro y estaba en una simple
y pobre casa. Ya sé lo que es la crisis: es tener dinero solo para lo más necesario. El presidente le dijo:
—Vamos de vuelta al ayuntamiento.
Dijo que tenía que seguir investigando sobre la crisis, al día siguiente allí estaba el alcalde. En la reunión
él contó lo que había vivido y que no volvería a consentir que nadie pasara por eso.
Al día siguiente, a Diego se le ocurrió una gran idea. Llamó a la puerta de Rosa y le explicó que él y su hermana irían todas las tardes a su casa a hacerle compañía.
Rosa estaba sorprendida y entusiasmada.
—¿Cómo podría pagártelo?
Diego contestó:
—Usted me pagó ayer, ofreciéndome su comida. Ahora yo quiero ayudarla. Además, mi mamá podría
trabajar también por las tardes.
Ayudar a los demás, no cuesta nada.
Francisco Manuel Sánchez Collado. 6.º Primaria.
CEIP Nuestra Señora de la Antigua. Mérida. Badajoz.
Almudena Díez Jorreto. 5.º Primaria.
St. Anne´s School. Madrid.
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Primer ciclo de Secundaria
1. er PREMIO
El hombre que
consiguió su sueño
Cómo imaginas un mundo
mejor y más solidario
Un día vi un señor en la puerta de un supermercado del barrio. Estaba pidiendo una ayuda. Iba vestido
La crisis es un problema económico que afecta a la mayoría de la po-
como una persona normal, con ropa que podría llevar cualquiera, aunque más usada. Eso me llamó la
atención.
Todos los días le veía en el mismo sitio. Una tarde vi a una señora hablando con él. Me acerqué para escuchar lo que decían, y oí al señor que le habían despedido del trabajo, y que tenía mujer y dos hijos. A su
mujer también la habían despedido, porque la empresa había cerrado. Ella, algunos días, dejaba a sus
hijos con una amiga, también parada. Entonces se iba a buscar trabajo, de lo que fuera, para poder sacar
adelante a su familia. No encontraba nada, como su marido, porque el paro era muy grande.
Al enterarme entré en el supermercado: compré tres bolsas de espaguetis y envases de tomate del que
me gusta. Supuse que ese plato les gustaría a sus hijos tanto como a mí. Cuando salí di al hombre lo que
había comprado: él me dio las gracias sonriéndome.
Una tarde vi a un señor hablando con el hombre y pensé que era importante porque estaba muy atento.
De pronto su cara se llenó de felicidad y empezó a sonreír. Le oí decir: ¡Muchas gracias por darme una
oportunidad con ese trabajo! ¡No le defraudaré!
Entonces comprendí que por fin el hombre había encontrado trabajo, y él y su familia iban a poder salir
adelante. Y yo me alegré mucho.
blación. El problema principal, es la falta de ingresos económicos ya
que los trabajadores ganan menos dinero o están en el paro. Las familias que estaban acostumbradas a vivir bien, se tienen que adaptar a
la nueva situación familiar, teniendo que gastar menos dinero. Desde
nuestro punto de vista (de los niños), el dejar de tener algunos caprichos
no es un problema grave, pero en algunos casos tenemos que renunciar a nuestra escuela, o incluso vender nuestra casa para salir adelante. También hay casos extremos, como no tener dinero para comer ni
para los gastos básicos y necesitan la ayuda de familiares o amigos.
Los políticos y los bancos han hecho una muy mala gestión con el ciudadano. Muchas personas han perdido mucho dinero y se sienten estafados. Ahora, como salen muchos políticos por la televisión y diarios, los
niños sabemos más de política y actualidad.
Hay mucha gente que sale a las calles para manifestar su furia y enfado. Eso también ayuda a que la gente se dé cuenta de lo que está pasando actualmente y llamar también la atención de gente importante
como presidentes, políticos, famosos, etc.
Para ser más solidarios debemos solo gastar dinero en cosas importantes como la comida, y no comprar caprichos
como videojuegos, consolas, etc. Es importante ayudar lo
máximo posible al que lo necesita. Todos deseamos que se
acaben estos años de sufrimiento, pero va a ser difícil.
Alberto Lebrero Pizarro. 1.º ESO.
IES Ramiro de Maeztu. Madrid.
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2. o PREMIO
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Marc Sorolla Aznar. 1.º ESO.
Agora Sant Cugat International
School. Sant Cugat del Vallès.
Barcelona.
3. er PREMIO
La Esperanza
Mi historia
Cloe tiene once años y vive en La Laguna. Su familia intenta, de alguna manera, ocultarle la realidad,
pero ella sabe, como solo los niños saben, que algo no va bien. Oye como sus padres discuten, gritan, se
agobian y luego se quedan muy tristes aunque en su presencia evitan este comportamiento. Este año
no hubo vacaciones, el coche de mamá ya no está en el garaje, las clases de ballet quedaron reducidas a
dos veces en semana. Pareciera que el derrotismo fuera el único tema de conversación por donde quiera
que pase. Pensó que ese no era el mundo donde le gustaría hacerse mayor y decidió pasar unos días con
el abuelo en la casa del campo y así comprobaría si esa epidemia se había extendido también hasta allí.
Una vez allí sentados en la hierba le contó a su abuelo lo que pasaba a su alrededor, y este, lejos de sorprenderse, sonrió y dijo:
—¡Ha vuelto a pasar, pequeña! Siempre pasa, es la esperanza que es muy juguetona y a veces se esconde
y no la vemos, pero está ahí. De este modo nos pone a prueba, nos hace reflexionar sobre lo que es necesario y lo que no. Esto suele llamar, es una llamada de atención para hacernos ver que tenemos más de
lo que necesitamos.
Cloe lo tuvo claro y pensó:
«La esperanza es la clave, ¡se lo diré a todos!».
FINALISTAS
—¡Crisis!
—Crisis…
—¿Crisis?
¡Estoy hasta el gorro de oír esto! No se habla de otra cosa. Que si falta dinero por aquí, que si los de allá tienen que compartir… ¡No puedo más! En el cole, dos niños han hecho exposiciones sobre la crisis… Cuando he llegado a casa, con la Nutella en las manos, he encendido la tele, ¿sabéis de qué hablaban? ¡Crisis!
Harta ya del tema, he apagado el televisor y he ido a mi habitación; he cogido un bolígrafo y un trozo de
papel que me he encontrado y he empezado a escribir. Necesito desahogarme. ¿Queréis leer mi redacción? Ya estoy pensando en el futuro… Cuando todo se arregle…
«Niños, hoy quiero contaros algo. Espero que no penséis que son chorradas de viejo». Y empezó su relato:
«Cuando yo tenía vuestra edad, España estaba fatal. Ahora todo el mundo lo tiene todo, la gente es feliz
y a nadie le falta nada, pero antes… La gente dormía en la calle, muchas personas pasaban hambre,
nadie tenía trabajo… ¡Nosotros también teníamos problemas económicos! Hasta que en el 2014… ¡Qué
gran año! Lo recordaré toda la vida. ¿Cómo se llamaba aquel hombre? No me acuerdo. Bueno, el caso es
que era un gran hombre muy querido por su pueblo. Tenía una gran inteligencia. Con sus métodos y sus
cosas… consiguió que el 2014 fuese un año histórico. Un año que dentro de muy poco aparecerá en los
libros de historia, ¡un gran día!».
Verónica Serpa Pestano. 1.º ESO.
Colegio Santo Domingo. Güímar. Santa Cruz de Tenerife.
Aina Masferrer. 2.º ESO.
Colegio La Salle. Santa Coloma de Farners. Girona.
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Acampada
El diario de Ana
Hace un mes me fui de acampada con mis papás porque unos señores vinieron a casa y dijeron que
Era ya de noche. Todos habían cenado y se habían acostado menos Ana. Esta empezó a escribir en su
debíamos irnos, que se iban a quedar con la casa. Unos días después nos íbamos con un montón de cajas
y bártulos.
Llegamos a un parque gigantesco, que no tenía columpios, pero estaba rodeado por una valla vieja y tenía un montón de matojos.
Y allí empezó nuestra acampada.
Papá montó una tienda de campaña y allí metimos todas nuestras cosas. Por el día papá se va a comprar
un billete de metro y vuelve con unos sándwiches y un poco de dinero que mete en una caja y que no me
deja tocar. Tampoco voy al cole, con lo que puedo pasarme el día jugando. Cenamos y dormimos a la luz
de las estrellas y aunque mi ropa esté siempre sucia mamá la lava con un cubo de agua.
diario: «Hoy ha sido un día triste. Mamá me llamó para contarme que en estos días no podría comprarme ningún juguete, ni nada especial para merendar (Nocilla o chocolate), ¡con lo que me gustan a mí!
Aunque no me explicó por qué, yo ya lo sé. Ella siempre intenta ahorrar al máximo, no comprando tantas
tonterías.
»Sé que todo esto es por la crisis. Cuando vamos a casa de los abuelos y ponen las noticias, piensan que
eso no lo entiendo o creen que no me estoy dando cuenta, pero me entero de todo, por eso estoy procurando no causarles muchos gastos:
»He intentado traerme algo de mi dinero de casa de papá para metérselo a mamá en el monedero, pero
las dos veces que logré hacerlo, me lo devolvió.
»Aunque me encantan las hamburguesas, sé que no es bueno comerlas a menudo, por eso quiero comerlas con ella porque es lo más barato.
Al principio fue muy divertido. Pero un mes ya era demasiado.
—¿Cuándo volveremos a casa? Empiezo a estar cansado de tanta acampada.
Mamá se limitó a acariciarme el pelo y contenerse las lágrimas mientras forzaba una sonrisa.
Hace unos días vino otra familia de acampada. Se pusieron un poco apartados de nosotros. Había dos
niños. Y ahora jugamos sin parar. Ellos tampoco van al colegio, así que estamos todo el tiempo juntos.
Ayer desperté a mis padres muy tarde.
»Intento comprar todo el material escolar con mi dinero, pero cuando estoy con papá, para que mamá
no se preocupe.
»Procuro estar siempre lo más amable posible con ella para que no tengamos que discutir, ni tenga disgustos por mi culpa».
Después de escribir esto Ana se acostó. Los padres piensan que sus hijos somos muy inocentes, que no
nos damos cuenta de cosas, pero se equivocan y como a ellos también nos preocupan.
—Papá, mamá, he cambiado de opinión. Quiero seguir de acampada.
Laura Bermúdez García. 1.º ESO.
Colegio San Vicente. Madrid.
Olivia Martínez Quijada. 1.º ESO.
Colegio Beata Filipina. Madrid.
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El libro de Juan
El niño caprichoso
A Juan le gusta pensar en sus cosas; aunque, nunca le gusta decir lo que piensa.
Hola, me llamo Enrique y os voy a contar un cuento de un niño caprichoso.
Últimamente notaba a su madre un poco rara.
Un día un niño llamado Pedro quería apuntarse al equipo de fútbol del Real Madrid. Sus
padres le decían que no podía apuntarse porque no tenía mucho dinero, el niño se enfadó y se fue a la casa de su vecino que tenía un ático.
Juan se preguntaba:
—¿Qué le pasará?
El hijo del vecino del ático tampoco tenía mucho dinero, ese niño se llamaba Juan, pero
esa familia estaba peor económicamente. Solo tenían un cuarto donde estaban sus padres y el niño durmiendo. Tenían un sofá que no cabían casi ni tres personas. Tampoco
podían tener libros nuevos, ni casi para comer. A los padres de Juan y a Juan los iban a
desahuciar. Pedro pasó el fin de semana con la familia de Juan y así descubrió lo que es
la verdadera crisis.
Cada día pensaba en lo mismo y, al no encontrar una razón convincente, le preguntó qué le pasaba:
—Nada, hijo —contestó.
Juan sabía que era mentira e insistió.
Finalmente, su madre contestó:
—Mi empresa cerró y me quedé sin trabajo.
Juan no entendía muy bien la economía, le parecía una tontería… y lo poco que sabía era que había crisis…
Juan entendió que no habría más dinero y por lo tanto no podrían vivir igual que antes.
Pedro se fue a su casa y le dijo a su madre que le diese todo el dinero que iban a gastar al
apuntarse al equipo de fútbol del Real Madrid a Juan para ayudar a su familia.
Y así Pedro comprendió de verdad la realidad de la crisis.
Los siguientes años no fueron buenos.
Durante esos años Juan fue pensando en soluciones para su situación pero no se las contaba a nadie.
Cada vez fue entendiendo más hasta que un día tuvo una idea: ¿por qué no escribir un libro sobre todas
sus ideas y las situaciones que había vivido?
Repartió sus libros por su barrio, de ese barrio el libro pasó al siguiente y así sucesivamente.
Un día recibió una carta en la que ponía que su libro iba a ser publicado, Juan asistió a su presentación,
se sentía muy feliz.
Un día leyó las primeras frases de su libro: «El
problema es que los políticos viven en una bola
de cristal opaca debido a la suciedad y no ven lo
que hay fuera, los niños tienen que limpiarla».
Juan está orgulloso de lo que hizo.
Ernest Staffetti Cruañas. 1.º ESO.
Colegio Sagrado Corazón.
Calle Don Pedro, 14. Madrid.
Enrique Roldán. 1.º ESO.
Colegio Sagrado Corazón. Calle Don Pedro, 14. Madrid.
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Políticos de Primaria
Los niños y la crisis
Recuerdo aquel día como si fuera ayer: el día que mis amigos y yo decidimos hacer de España un país
Pedro es un niño de 11 años que vive junto a sus padres y dos hermanos en un pequeño piso de dos ha-
un poco mejor.
bitaciones.
Empezaré por el principio. Yo era un niño que, como todos, desconocía qué eran los gobiernos, los políticos y la crisis económica. En aquellos años todo el mundo hablaba de «crisis». Yo se lo pregunté a mis
padres, aunque su respuesta no me sacó de dudas: me dijeron que la crisis era un problema ocasionado
por los políticos y me soltaron un rollo sobre empleo, paro, dinero, corrupción y cosas así…
Él siempre había pensado que la crisis tenía que ver con la falta de trabajo y el despilfarro; pero, en su
casa, su padre trabajaba y su madre hacía mil cuentas antes de ir a comprar. Nunca les había faltado
comida en la mesa ni juguetes ni ropa, aunque no fueran nuevos.
Entonces me dije que había que hacer algo y, como de costumbre, recurrí a mis amigos, que siempre me
sacaban de apuros. Pedro era alto y desgarbado, tenía el pelo castaño y siempre iba despeinado, pero sabía un poco de todo.
Juan era bajito y delgado; recuerdo que siempre iba pegado a su iPhone y de mayor quería ser presidente
del gobierno. Aprovechando esta circunstancia, le dije que buscara en internet maneras de acabar con
la crisis. Tardó unos días en encontrar la solución, pero parecía perfecta: repartir la riqueza de una forma
justa. Nunca olvidé aquello.
Han pasado muchos años. Ahora Juan es presidente del Gobierno, Pedro ministro Portavoz y yo ministro
de Hacienda, trabajamos duro para que todos cobren lo que merecen, que cada uno pague lo que debe
y que nadie se lleve lo que no es suyo. Yo, además, me esfuerzo mucho para que mis padres cambien su
opinión sobre los políticos…
Una mañana, vio a su madre llorar mirando la nevera que estaba completamente vacía, no había nada
en su interior. Pensó, entonces, que aquello de lo que todo el mundo se quejaba, había llegado a su familia.
Su madre le explicó que la empresa de su padre había cerrado y ya no tenía trabajo ni llevaría dinero a
casa. Pedro la abrazó y le dijo que no se preocupase, que saldrían todos de aquella situación; pero, al mismo tiempo pensaba que algo horrible estaba ocurriendo en sus vidas: ahora ya sabía qué.
Había oído a otros niños quejarse porque ya no se divertían como antes, no iban al cine ni de excursión
y tampoco tenían tantos juguetes por culpa de la falta de dinero. Para él, aquello no tenía importancia,
realmente siempre había vivido sin caprichos, no los necesitaba, lo verdaderamente importante era lo
que le estaba pasando ahora: no tenían dinero ni para comer. Ese era el problema que había aparecido,
de pronto, a su alrededor: aquello era la crisis.
Delio de Prado Gómez-Fournier. 1.º ESO.
Colegio Santa Ana y San Rafael. Fundación Educación
Marianista Domingo Lázaro (FEMDL). Madrid.
David Juárez Fernández. 1.º ESO.
Colegio Sagrado Corazón. Calle Don Pedro, 14. Madrid.
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La historia de Manuel y su familia
En mil pedazos
Como ya saben, la crisis afecta a los más pequeños aunque no se den cuenta.
Desde hace poco las cosas han cambiado. La gente cree que no me doy cuenta pero yo lo sé todo. Me
Esta es la historia de Manuel, un niño de 10 años:
entero, escucho las conversaciones telefónicas, veo que papá no va a trabajar…
Manuel tiene 10 años y también cuatro hermanos pequeños. Hace dos meses su padre fue despedido de
su trabajo y un mes más tarde a su madre también la despidieron. Eso ocurrió el mismo mes en el que
se empezaba el colegio. Sus abuelos vivían con ellos, son personas muy mayores con muchos problemas
de corazón. Además no tiene transporte privado. Son una familia humilde que siempre había tenido lo
suficiente para poder vivir bien.
Todo esto me entristece, pienso que es culpa mía. Pero ya hace tanto desde que se fue mamá… Ya no pregunto por ella y papá nunca la menciona. Desde que ella se fue nada volvió a ser lo mismo. Pero ahora,
si antes era todo raro, ahora es peor. La gente lo nota, me miran raro incluso a veces con desprecio o con
pena. Yo quiero amigos que me quieran, no gente que me mire por pena, quiero que piensen de mí por mi
ser, no por la ropa de Cáritas. A veces cuando la gente habla de los pobres que están en África yo pienso y
no somos nosotros igual.
Debido a esa situación no tenían dinero para pagar las facturas, pero gracias a las pensiones de sus padres y lo que aportan sus hijos de las pagas que les daban siguieron adelante.
Tuvieron que recurrir a centros sociales que daban alimentos, ayudas del colegio, etc.
Pero todo cambió, el día que llegué a casa y la puerta estaba cerrada. Vi a mi padre y a mi hermano en el
descansillo de la puerta. Estaban llorando, solo los había visto llorar cuando se fue mamá.
El mayor iba siendo más consciente de lo que ocurría y no malgastaba lo que tenía ni se encaprichaba de
las cosas. Ayudaba a sus padres con el cuidado de sus hermanos y sus abuelos para que pudieran ir ellos
a la compra o hacer lo que tuvieran que hacer.
Porque no era ya duro solo no tener madre, porque ahora esto, no teníamos casa. Intenté pensar que solo
era un mal sueño. Pero no era así y allí estaba yo sola delante de un mundo que se había vuelto del revés…
—¿Ahora qué? —le dije—, ¿dónde vamos, y nuestras cosas?
Recurrieron a amigos y vecinos para que les ayudaran y juntos consiguieron seguir adelante y poder curar
a sus padres y poder pagar las facturas. Todavía les queda la esperanza de poder trabajar y volver a recuperar la normalidad. Y que su hijo mayor pueda volver a disfrutar de su niñez con sus hermanos.
Alejandra Arribas Castaño. 1.º ESO.
Colegio Nuestra Señora del Pilar. Calle Sánchez Preciado, 62. Madrid.
Lucía Tamarit Bausá. 1.º ESO.
Colegio Sagrado Corazón. Calle Don Pedro, 14. Madrid.
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La beca de Sara
Los niños en peligro
Sara es una niña que vive en una casa abandonada en las afueras de Madrid porque sus padres se que-
Hoy en día los niños lo pasan mal por la crisis, unos porque no tienen mucho que llevarse a la boca,
daron en paro y no pudieron pagar los gastos de la casa.
Ella no podía ir al colegio porque no tenían suficiente dinero para pagarlo.
Todos los días se acercaba a un colegio cerca de su casa a escuchar como los otros niños aprendían.
Cuando salían del colegio, Sara se iba corriendo de ahí, porque le daba vergüenza que los otros niños la
viesen.
Pero un día una niña llamada Ana que salió antes del colegio vio a Sara y la preguntó qué hacía, Sara, de
la vergüenza, salió corriendo de ahí.
a otros les afecta cuando están con sus amigos, ellos sacan los móviles o se compran los vaqueros que
están de moda, estos quedan avergonzados. Pero no tiene que pasar eso porque lo que importa es lo de
dentro y hay asociaciones que les pueden ayudar a salir de ese mal trago.
De eso va esta historia:
Paloma era una niña jovial, tenía muchos amigos pero estaba avergonzada cuando ellos sacaban sus
móviles o su chaqueta fosforita.
Cuando sus amigas le preguntaban: «¿Qué tal en casa?», ella no contestaba.
Pasó un tiempo que no volvió a ir al colegio por si alguien la viese otra vez.
Comía una vez al día y Paloma veía que sus padres casi no podían pagar la hipoteca.
Hasta que un día apareció en la puerta de su casa Ana, la niña que se encontró en el colegio, Sara se alegró mucho de que una niña viniera a verla, pues Sara nunca tuvo amigos.
Una noche se dio cuenta de que para solucionar ese problema podrían ir a Cáritas Madrid a que los ayudaran, se lo dijo a sus padres pero ellos no querían reconocer su situación. Paloma ya no volvió a sonreír
y perdió la esperanza de sus brillantes ojos y cayó en una gran depresión.
Desde ese día Ana empezó a ir todos los días a su casa, a contarle todas las cosas que aprendía en el colegio, y se hicieron mejores amigas.
Un día, Ana se presentó con un señor. Ese señor era el director del colegio al que iba Ana.
El señor habló con Sara y le dio una beca para que fuese al colegio.
Sara se puso muy contenta y a partir de ese día, fue todos los días al colegio y siempre acompañada de
Ana.
Sus padres dándose cuenta decidieron ir a Cáritas Madrid y les ayudaron con una pequeña suma de dinero y así fueron consiguiendo que no les quitaran la casa. Paloma volvió a tener su preciosa sonrisa y una
gran esperanza en sus bonitos ojos. Ya no volvió a preocupare por tener un móvil o no, solo le importaba
ser una buena persona.
Laura Chen. 1.º ESO.
Colegio Sagrado Corazón. Calle Don Pedro, 14. Madrid.
Kalina Rodríguez Hernández. 1.º ESO.
Colegio Nuestra Señora del Pilar. Calle Sánchez Preciado, 62. Madrid.
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Un juguete una ilusión
Rubén
En todo el planeta entero, solo algunas personas, tienen mucho dinero, muchos privilegios. Parte de la
Cuando todo empezaba a ir mal, nació él. Parecía un niño normal, ojos castaños, pelo rubio, nada
gente tiene el dinero justo para sobrevivir: comer, beber, vestir, una vivienda…
La mayor parte de la gente, es decir, millones y millones de personas, no tienen dinero ni para comer ni
para vestirse, y no tienen un hogar ni para calentarse ni para dormir.
Las personas solo se fijan en que millones de adultos no tienen trabajo, es decir, están en el paro. Pero
no se dan cuenta de que sufren los niños. Imagínate, un cumpleaños, que solo es una vez al año, y que no
tengas ni un juguete ni nada para que ese día sea especial, o que en un largo día de cole, llegues cansado
a tu casa y no tengas nada para comer, solo una mísera barra de pan…
Así que cuando mucha gente hable de la crisis, que no solo piensen en adultos, sino en los niños que no
tienen ni un regalo, ni un juego, ni un mísero euro para comprarse una bolsa de chuches.
fuera de lo común. Pero a medida que él crecía se daba cuenta de cosas que nadie más veía. Por cierto, él
se llamaba Rubén.
Un día cuando Rubén salió del colegio y fue para su casa, pasó por un barrio pobre, en él vio todo tipo de
cosas: vagabundos pidiendo dinero, colegios en ruinas, ni una sola farmacia (vamos, el típico lugar por el
que nadie pasaría para ir a su casa), pero Rubén pasaba por ese barrio porque sentía una especie de vergüenza, como si lo hubiera hecho todo él, como si fuera el responsable.
Salió de aquel barrio y se fue a su casa. Cuando llegó empezó a ver la tele, pero se quedó aterrorizado por
una noticia en ella. Se veía a una demoledora romper ese barrio por el que siempre pasaba.
Rubén apagó la tele y empezó a imaginar una idea para poder evitar otra vez ese desastre.
El fin de semana decidió ir por las casas recogiendo firmas para conseguir bajar un 40 % el precio de las
hipotecas. Rubén consiguió 750.000 firmas.
Y aunque parezca increíble, el banco aceptó bajar un 35 % en lugar de un 40 %. Al menos era algo.
Su hazaña empezó a salir en todos los canales de la tele. Hasta consiguió hablar con el rey, que hizo que
el gobierno bajara un 50 % lo que costaba la sanidad.
Y así Rubén hizo de este mundo un lugar mejor.
Gonzalo Calvo Jurado. 1.º ESO.
Colegio Santa Ana y San Rafael. Fundación Educación
Marianista Domingo Lázaro (FEMDL). Madrid.
Julia Villoria. 1.º ESO.
Colegio Sagrado Corazón. Calle Don Pedro, 14. Madrid.
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Pancho y la Navidad perdida
La crisis según nosotros: los niños
Pancho era un niño de seis años que vivía en un barrio muy pobre de Sevilla. Hace nueve meses, el ban-
Con esto de la crisis los niños parecemos inexistentes. Para empezar, en el instituto parece ser que los
co se quedó con la casa de sus padres.
Y llegaron las Navidades tan temidas por Juan y Manuela, los padres de Pancho, para él estas Navidades
eran raras ya que Pancho estaba acostumbrado a que su familia fuese a su casa a celebrar las fiestas, este
año no era así. En Nochevieja tuvo que hacerse dos horas y media para llegar a casa de su tío que vivía en
el centro de Sevilla, esa cena estuvo llena de risas pero también de conversaciones largas y serias entre
los mayores que Pancho no entendía.
Por fin llego el día tan esperado por Pancho, el día de la cabalgata. En su familia tenían la tradición de
disfrazarse para ver la cabalgata, cenar todos juntos en un restaurante y dormir en casa de los abuelos,
todo eso siempre lo pagaban Eustaquio y Marciana, los abuelos de Pancho. Esa noche los padres de Pancho recibieron una noticia que les hizo llorar, la hermana de Manuela había sufrido un infarto del miocardio derecho, pero como no tenía un seguro médico bueno, no la podían operar, y tuvieron que devolver
los regalos de reyes de Pancho, que con tanto esfuerzo y sacrificio habían conseguido. Con el dinero que
consiguieron al vender sus regalos consiguieron operar a la hermana de Manuela. A la mañana siguiente mientras sus primos y familiares abrían sus regalos, él no tenía nada.
libros han subido de precio, según comentan las madres. Luego todos los adultos hablan mucho de la
crisis, pero parece ser que según ellos, los niños no podemos hablar de esas cosas porque son cosas de
mayores y no lo entenderíamos.
Pero… sabemos lo que es. Los precios suben porque el dinero se lo quedan los políticos. Y el resto de la
población… que se busque la vida. Lo notamos en que a muchos padres los están despidiendo, y eso se
descubre aunque a veces nos lo intenten ocultar. También se nota a final de mes, con la hipoteca, las
facturas…. Odio esas cartas. Siempre dan pie a una discusión: que si tardes menos en ducharte, que si no
enciendas la calefacción cuando no haga falta, etc.
Pero la verdad es que cuando vas por la calle y haces tu vida normal no se nota demasiado. Bueno, a lo
mejor en que los precios de las chuches o pipas han subido, pero al fin y al cabo, ¿para qué? No tiene ningún sentido subir los céntimos de unos gusanitos. No va a sacar a nadie de pobre.
Y yo pienso, ¿para qué complicarse tanto la vida? Es decir, ¿por qué se preocupan tanto en el precio que
tengan las cosas? El dinero no es más que papel impreso, y sin embargo, es tan importante. Políticos, sed
caritativos, ¿de verdad tanto os cuesta?
Jorge García Ortiz. 1.º ESO.
Colegio Nuestra Señora del Pilar. Calle Sánchez Preciado, 62. Madrid.
Patricia Valdés. 2.º ESO.
IES Maestro Juan María Leonet. Villa del Prado. Madrid.
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La crisis nos afecta a todos
Así viven los niños la crisis
Me llamo Marta, soy una niña, no creáis que a los niños no nos afecta la crisis,
¡porque sí! Os contaré una historia, pero esta es real.
Todo empezó cuando estaba en el sofá viendo la tele. Y vi que ponía: «¡LA CRISIS
QUÉ HORROR!». El corazón se me salía del pecho, pero respiré y salí a la calle. A continuación escuchaba a la gente: «Estoy en el paro, ¡no sé qué hacer!».
Estaba tan preocupada que decidí dar dinero al señor de la esquina, que tiene un
hijo. Y él me dijo: «Esto me servirá para dar de comer a mi hijo, muchas gracias». Me
sentí la chica más afortunada del mundo.
Subí a casa y le conté a mi madre todo lo sucedido, pero yo seguía preocupada.
Llamé por teléfono a todas mis amigas y les dije: «Dad dinero a los pobres, pero solo
si podéis».
Estaba pensando cómo podemos solucionar la crisis, porque para los niños es más
difícil ya que somos más débiles y necesitamos un hogar, alimentación, educación
y sanidad. ¡Pero se puede solucionar! Solo hay que creer, bajar los precios, que no
haya recortes y sobre todo que no perdamos la ilusión.
Un día,
por la tarde, una familia estaba en el
parque. Cuando llegaron a casa, Juan, que es el padre, estaba preparando la cena, mientras que Carmen, su mujer, estaba bañando a Sofía, su hija y a
Marcos, su hijo.
—Kai no, papá, por favor, llévate todos nuestros juguetes pero a nuestro perro no —gritaron los dos
niños asustados.
Los niños estaban muy felices ya que tenían juguetes, películas, pinturas…
Al mes siguiente, gracias a toda la ayuda de los niños, y al esfuerzo que realizaron los padres pudieron seguir adelante.
A la hora de cenar, se sentaron todos en la mesa, y
empezaron a hablar, hasta que Juan pidió silencio.
Después de todo tuvieron que dejar a Kai en un refugio.
Ese mismo día, Juan tenía una sorpresa para todos.
—Escuchadme un momento —dijo
—¡Tengo trabajo!
—Sé que os gustan mucho los juguetes nuevos,
pero ahora estamos en crisis.
Todos estaban supercontentos.
—¿Qué es crisis? —dijo Sofía.
—¿Eso significa que podemos recuperar a Kai? —dijeron los niños contentos.
—Es cuando hay menos dinero, cariño —dijo Juan
con ternura.
—¡Sí! —dijo Juan con alegría.
—Entonces, ya no podemos comprar más juguetes
tan a menudo porque lo necesitamos.
—Vamos a la cama —dijeron los padres a la vez.
—¿Para qué? —dijo Marcos.
—Pues para comer —dijo Carmen.
—Mañana vamos a buscarle —añadió Carmen.
Así viven los niños la crisis, importa más lo que
quieres y menos las cosas materiales.
—Tampoco podemos tener a Kai —dijo Juan.
—¡¡¡Noo!!! —replicaron Sofía y Marcos.
Marta Noguera Artigas. 1.º ESO.
Colegio Santa Ana y San Rafael. Fundación Educación
Marianista Domingo Lázaro (FEMDL). Madrid.
Paula Fabra. 1.º ESO.
Colegio Sagrado Corazón. Calle Don Pedro, 14.
Madrid.
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Colegios participantes
• Colegio La Salle. Girona.
• Colegio La Salle. Santa Coloma de Farners. Girona.
• Colegio Los Olmos. Madrid.
• Colegio Nuestra Señora del Pilar. Calle Sánchez Preciado, 62. Madrid.
• Colegio Público San Juan Bosco. Madrid.
• Colegio Sagrado Corazón. Calle Don Pedro, 14. Madrid.
• Colegio San Pascual. Aranjuez. Madrid.
• Colegio Santa Ana y San Rafael, Fundación Educación Marianista Domingo Lázaro (FEMDL). Madrid.
• Colegio Santa Magdalena Sofía. Palma de Mallorca.
• Colegio Santo Domingo. Güímar. Santa Cruz de Tenerife.
• Colegio Victoria Díez. Teruel.
• Colegio Zuloaga. Villaviciosa de Odón. Madrid.
• CP Cristóbal Colón. Madrid.
• CP Juan Bautista Irurzun. Peralta. Navarra.
• CP Virgen del Rosario. Torrent. Valencia.
• CRA Los Pinares. Campillo de Altobuey. Cuenca.
• CRA Sierra de Mojantes. Murcia.
• Escuela Europea. Alicante.
• IES Francisco de Goya. Molina de Segura. Murcia.
• IES Maestro Juan María Leonet. Villa del Prado. Madrid.
• IES Ramiro de Maeztu. Madrid.
• IES Rosa Chacel. Madrid.
• IES San Isidro. Madrid.
• IES Virgen de las Nieves. Santa Cruz de La Palma. Santa Cruz de Tenerife.
• Instituto Escuela Mare de Déu del Portal. Batea. Tarragona.
• St. Anne´s School. Madrid.
• St. George´s English School. Leioa. Vizcaya.
• Agora Sant Cugat International School. Sant Cugat del Vallès. Barcelona.
• CC Corpus Christi. Palma de Mallorca.
• CP Elena Sánchez Tamargo. Pola de Laviana. Asturias.
• CPB Tierno Galván. Tres Cantos. Madrid.
• CEIP Agustín de Argüelles. Alcorcón. Madrid.
• CEIP Benito Pérez Galdós. Majadahonda. Madrid.
• CEIP Cervantes. Fuenlabrada. Madrid.
• CEIP Costa Teguise. Lanzarote.
• CEIP El Murtal. Benidorm. Alicante.
• CEIP Fernández Moratín. Madrid.
• CEIP Fernando León y Castillo. Telde. Las Palmas.
• CEIP Francisco Ortiz López. Olivenza. Badajoz.
• CEIP Josep Tarradellas. Madrid.
• CEIP Las Anejas. Teruel.
• CEIP Lope de Vega. Madrid.
• CEIP María Josefa Rubio. Esparragalejo. Badajoz.
• CEIP Nuestra Señora de la Antigua. Mérida Badajoz.
• CEIP San Isidro. El Rosario. Santa Cruz de Tenerife.
• CEIP Santiago Guillén. Alcalá del Valle. Cádiz.
• CEIP Tartessos. Pedrera. Sevilla.
• CEIP-CBM Príncipe Felipe. Jumilla. Murcia.
• CEIPSO Tirso de Molina. Madrid.
• Colegio Beata Filipina. Madrid.
• Colegio Decroly. San Cristóbal de La Laguna. Santa Cruz de Tenerife.
• Colegio Juan de Lanuza. Zaragoza.
• Colegio Bilingüe La Devesa. Carlet. Valencia.
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