Snowboarding the Andes Snowboard en Los Andes

Transcripción

Snowboarding the Andes Snowboard en Los Andes
Snowboarding the Andes
P
atagonia
holds
a
sense of mystery
for
snowboarders
everywhere. As a
half-Swiss-half-
American, the idea of surfing on
the powder of South American
volcanoes seemed a fiction.
It
was only when my plane’s wheels
set down in Chile’s capitol Santiago and I was surrounded by
the Andes that I began to believe.
After a 12-hour bus trip south,
my first Patagonian snow was
on Osorno Volcano. With the tremendous glistening blue Lake
Llanquihue providing a backdrop, I considered my $1,000
plane ticket a fair trade for discovering another world. A little
extra hiking yielded untouched
powder, with a sprinkling of igneous rocks poking out to watch
for. There are not a lot of offpiste options on this volcano, but
what it lacks in trails it greatly
makes up in amazing views.
Later, to reach Bariloche, I took
a combination of boats and buses in which I spent the majority
of the time either plastered to the
window or braving the smackdown winds on the decks. Despite taking a wealth of photos,
they could never fully transmit
the hulking iced rock formations
reflected up from mineral-laden
lakes of the Andes. When I arrived the next morning at Bariloche’s skiing launch site, Cathedral Village, toting my snowboard
through unplowed white streets
at 6 a.m., I had no plan, just “ganas,” as they say in these parts.
Following a ski lift trail, after
a couple hours of hiking ever
higher, my resolve was reward-
ed. I found a group of eight Argentineans also looking to take
advantage of the first snowfall
post-Puyehue Volcano eruption.
Leeching of their camaraderie
(and chestnuts), all of us hiked for
hours more in a quest that culminated in a half-hour of waistdeep powder purity. Even with
lifts open the ensuing day and
the entire resort to explore, no
run would compare to that day’s
ride through untouched powder.
I owe that day in Bariloche to
those skiers, boarders and their
German Shepherd. Despite my
limited ability to converse, they
were eager to share nature’s
gift that is Patagonia. And from
what I’ve discovered since then,
similar Patagonian “buena onda”
isn’t too hard to come by.
L
a Patagonia encierra una sensación
de misterio para los
snowbordistas
de
todas partes. Como
mitad suizo-mitad americano, la
idea de surfear la nieve de los volcanes de Sudamérica parecía ficción.
Solamente cuando las ruedas de mi
avión aterrizaron en Santiago, la capital de Chile, y estaba rodeado porlos Andes fue que empecé a creer.
Después de un viaje en bus
al sur de 12 horas, mi primera
nieve patagónica fue en el volcán Osorno.
Con el tremendo y brillante
azul del lago Llanquihue como
telón de fondo, encontré que mi
pasaje de mil dólares en avión
era un trato justo para descubrir otro mundo. Un poco de
caminata extra cede el paso a
A Good Guide
Like me (but much better
snowboarders), Lucus Debari
and The North Face team riders also needed home-grown
guides to accomplish their Patagonian mission: to shred the
the Chilean volcano Puyehue’s
crater, a feat few in this world
have accomplished.
Debari and his crew came to
southern Chile in September
2010. After waiting out rain,
snow and fog for several days
in the El Caulle refugio near
Puyehue’s crater, finally a clear
day came when they moved
to a campsite near the summit shrouded with fog. Says
Debari:”We basically set up
camp in a total white out…
after not knowing where you
are and then wake up (the
next morning) on the rim of
this amazing volcano with blue
32
nieve polvo, con algo de rocas
ígneas desperdigadas con las
que hay que tener cuidado. No
hay muchas alternativas fuera de pista en el volcán, pero
lo que le falta de senderos se
compensa en grande con increíbles vistas.
Después, para llegar a Bariloche, tomé una combinación
de botes y buses en la que me
pasé la mayor parte del tiempo
pegado a la ventana o de cara
al viento en la cubierta. A pesar de tomar una gran cantidad
de las calles vacías a las 6 am,
no tenía planes, solo “ganas”,
como dicen por acá. Solo esperaba tropezar con alguien que
me pudiera guiar por aquellas
montañas que me habían estado mirando de reojo desde los
asientos traseros de buses.
Siguiendo un sendero de telearrastre, después de un par
de horas de caminata aún más
dura, mi resolución fue premiada. Encontré un grupo de ocho
argentinos, también tratando
de aprovechar la primera nevada después de la erupción del
volcán Puyehue. Alimentándome con su camaradería (y sus
castañas), caminamos juntos
por horas en una búsqueda que
culminó en media hora de pura
nieve en polvo hasta la cintura. Incluso con los andariveles
abiertos durante todo el día y
con todo el resort para explorar,
ninguna pista se compara a la
excursión de ese día a través
de nieve virgen.
Les debo ese día en Bariloche
a esos esquiadores, a los del
alojamiento y su pastor alemán.
A pesar de mi capacidad limitada para conversar, estaban
bien dispuestos a compartir
este regalo de la naturaleza
que es la Patagonia. Y lo que he
descubierto desde entonces, es
que esa buena onda patagónica
no es difícil de encontrar.
de fotos, éstas nunca podrán
transmitir las gigantes forma-
Un buen guía
ciones rocosas de hielo que se
Como yo (pero mejores snowboardistas), Lucus Debari y el
equipo The North Face también
necesitaron guías locales para
cumplir su misión patagónica:
arrasar el cráter del volcán
chileno Puyehue, algo que muy
reflejaban en los lagos cargados de minerales de Los Andes.
A la mañana siguiente, cuando llegué al centro de esquí de
Bariloche, la villa Catedral, cargando mi snowboard a través
By Eric Gresham.
Photos by Jorge Kozulj and Adrian Thomson.
A mostly untracked
Patagonia
awaits boarders.
Snowboard en Los Andes
Una Patagonia sin huellas
a la espera de los snowboardistas.
Volcan Puyehue, Chile.
Patagon Journal
33
“Snowboarding the Patagonian Andes tantalizes with its serene,
awesome experiences off the beaten path.”
“El Snowboard en los Andes Patagónicos tienta con sus serenas e
increíbles experiencias por apartados caminos.”
La Hoya, Esquel, Argentina.
34
skies, and the lakes and other
volcanoes in the surrounding
area, it was pretty amazing.”
The North Face team then took
on the AK47 lines in breathtaking style. It is an experience
captured on some amazing
video that has enthralled snowboarders globally.
To get there, however, the North
Face riders had as their guide
Jorge Kozulj, a veteran who has
skied the backcountry and volcanoes all over the Andes. Jorge,
36, is a true-blooded “Andean
Argentinian.” Native to Bariloche,
when Jorge reached his teenage
years he was skiing the backoun-
standout snowboarding options
when in Patagonia: Cerro Castillo,
located just south of Coyhaique
in Chile’s Aysen region, which he
says offers a window into “Patagonia twenty years ago;” Mount Fitz
Roy, one of the world’s capitals of
alpinism; and Nahuel Huapi National Park, for its relative accessibility from nearby Bariloche and
its easier logistics through several
huts and ski lifts.
At Cerro Castillo, Jorge offers
boarders multi-day ski mountaineering trips, featuring winter
camping as it was surely done by
skiers that first discovered the Patagonia backcountry over a centu-
“Despite my limited ability to converse,
they were eager to share nature’s gift
that is Patagonia. And from what I’ve
discovered since then, similar Patagonian
“buena onda” isn’t too hard to come by.”
“A pesar de mi capacidad limitada para
conversar, estaban bien dispuestos a
compartir este regalo de la naturaleza que
es la Patagonia. Y lo que he descubierto
desde entonces, es que esa buena onda
patagónica no es difícil de encontrar.”
try of Bariloche and climbing in
the granites spires of Cerro Catedral. After a stint serving in the
ski patrol, Jorge decided to put his
off-piste trail knowledge to better
use, and since 1999 he has been
giving guided backcountry tours to
some of his favorite haunts in Patagonia with his Bariloche-based
Andes Cross company.
Jorge has traveled the world;
skiing in Antarctica, Norway and
climbing the Dolomites to name
a few journeys, but he says his
stomping grounds in Patagonia
are no second-best to anywhere.
In particular, Jorge points to three
ry ago. The natural rock turrets surrounding its peaks bluntly explain
the name “Mountain Castle.” For
snowboarders, a split board is required to accommodate the backcountry hikes. Besides that, he tells
me, as long as boarders have an
intermediate level, no prior backcountry experience is required.
Jorge’s love for alpinism is
what keeps on drawing him
back to Fitz Roy, which he describes as “…peaks that make
Patagonia Patagonia, part of
why the word Patagonia is
known all over the world.” Fitz
Roy offers the opportunity for
Patagon Journal
pocos en este mundo han podido lograr.
Vinieron al sur de Chile en
Septiembre de 2010. Después
de esperar varios días que pasara la lluvia, nieve y neblina en
el refugio El Caulle, cerca del
cráter del Puyehue, finalmente
llegó un día despejado y se movieron a un campamento cerca
de la cima envuelta de neblina.
Debari contaba: “Básicamente
armamos el campamento con
nula visibilidad. No fue hasta
la mañana siguiente, cuando
despertamos, que vimos todo
a gran escala. Estábamos al
borde de este increíble volcán,
con el cielo completamente
despejado, y los lagos y otros
volcanes que nos rodeaban.
Fue increíble”.
Esta experiencia fue capturada en un impresionante video
que ha cautivado a snowboardistas a nivel mundial.
Sin embargo, para llegar ahí,
el equipo de The North Face
necesariamente requirió un
buen guía y escogió a Jorge
Kozulj, veterano en el tema
que ha esquiado volcanes y
el fuera de pista de todos Los
Andes. Jorge, de 36 años, es
un “argentino andino” de corazón. Nacido en Bariloche, ya en
su adolescencia esquiaba las
montañas de la zona y escalaba
las puntas de granito del Cerro
Catedral. Después de una temporada sirviendo en la patrulla
de esquí, Jorge decidió darles
un mejor uso a sus conocimientos del fuera de pista a partir de
1999, guiando excursiones de
backcountry por algunos de sus
refugios favoritos en Patagonia,
a través de su compañía Andes
Cross, con base en Bariloche.
Jorge ha recorrido el mundo,
esquiado en Antártica, Noruega
y escalado las Dolomitas por
nombrar algunos de sus viajes,
pero sus fuertes pasos en Patagonia no son su segunda opción. Le pregunté a Jorge cuáles eran las mejores locaciones
35
para hacer snowboard en Los
Andes y me destacó tres: Cerro
Castillo, ubicado al sur de Coyhaique en la región de Aysén,
Chile, que cree ofrece una ventana a “la Patagonia de hace 20
años atrás”, el Monte Fitz Roy,
una de las capitales del mundo del alpinismo y el Parque
Nacional Nahuel Huapi, por su
relativa accesibilidad desde el
cercano Bariloche y una logística más sencilla gracias a los
refugios y andariveles de esquí.
En Cerro Castillo, Jorge ofrece
a los aventureros viajes de varios días de esquí de montaña,
con campamentos de invierno tal y como seguramente lo
hicieron los esquiadores que
descubrieron por primera vez
el fuera de pista en Patagonia
hace más de un siglo. Las torres naturales de roca que lo
rodean explican contundentemente el nombre Cerro Castillo.
Los snowboardistas requieren
un splitboard para poder realizar las excursiones fuera de
pista. Aparte de eso, me cuenta él, mientras los esquiadores
tengan un nivel intermedio, no
se necesita experiencia previa
en backcountry.
El amor de Jorge por el alpinismo es aquello que lo trae de
regreso una y otra vez al Fitz
Roy, que él describe como "...
el monte que hace de Patagonia la Patagonia, parte de las
razones por las que la palabra
Patagonia es conocida en todo
el mundo”. Fitz Roy ofrece la
oportunidad de acampar por
varias noches o realizar excursiones por el día y junto a
la tercera capa continental de
hielo más grande del mundo,
por lo que abundan las torres
glaciares que hacen del Fitz
Roy un lugar ideal para el esquí
de montaña.
Para los snowboardistas que
quieren experimentar la Patagonia de una manera más
estructurada, pueden considerar expediciones de refugio
multi-night camping or day
tours, and with the third-largest
continental ice sheet in the
world, there are plenty of glacier peaks to make Fitz Roy an
ideal location for ski mountaineering.
For boarders that want to experience Patagonia in a more
structured way, consider hutto-hut expeditions throughout
Nahuel Huapi National Park.
Every morning, Jorge enthuses,
the hut door opens up to “glaciers, tree skiing, domes, and
chutes surrounded by frozen
lakes and granite spires.” Such
with a backpack and wanderlust
could. Through hitchhiking and
scrapping for lift tickets Sören
accomplished his goal, in the
end visiting four resorts near
Santiago, as well as the Villarica
Volcano in Púcon in southern
Chile’s Araucania region.
Through some friends he met
in Santiago he found himself cat
skiing in Arpa Valley, 50 miles
north of Santiago. The runs are
only accessible via snowcats
and to get to Ski Arpa’s base
of operations is a challenge in
itself. While the result is untouched chutes and bowls, it is
en refugio a través del Parque
Nacional Nahuel Huapi. Cada
mañana, Jorge abre con entusiasmo la puerta del refugio a
"los glaciares, a la posibilidad
de esquiar entre árboles, domos y gargantas, rodeados de
lagos congelados y puntas de
granito". Estos viajes pueden
ser familiares, pero incluso así
dan acceso a un gran zona que
está aislada de las multitudes
de esquí de temporada.
Ganas de viajar
Una forma diferente de encontrar la mejor nieve para
Villarrica en Pucón, en la región
de la Araucanía, al sur de Chile.
A través de unos amigos que
conoció en Santiago se encontró “cat skiando” en el valle
Arpa, a 80 km al norte de Santiago. Las bajadas solo son accesibles a través de bulldozers
de nieve y llegar a la base de
operaciones de Arpa es un reto
en sí mismo. Si bien el resultado es cuencas y canaletas vírgenes, no es una opción barata.
Sören encontró aún más opciones fuera de pista en un
viaje a Portillo, otro resort en
las afueras de Santiago y con
Nevados de Chillan, Chile.
trips can be a family affair, but
still give access to great terrain
that is isolated from the seasonal ski crowds.
Wanderlust
A far different way to find
the best snowboard powder is
the way Sören Ronge did it. A
twenty-something professional
Swedish snowboarder, last year
Ronge crossed the Atlantic in
a quest for serene Patagonian
Andes powder- but with the
goal of finding it without the aid
of expensive tour companies,
helicopters or sponsors. His
mission was to discover South
America as any snowboarder
not a low-budget option.
Sören encountered still more
untouched backcountry on a
trip to Portillo, another resort
outside of Santiago and with
some better journeyman options. A world-heralded location attended by international
ski teams, Portillo provided
Sören with some of the freedom he was looking for as a
cost-constrained customer. He
found an extensive lift service
consisting of on-demand button
lifts that led to decent trails for
powder seekers. More backcountry was to be found in the
nearby Valle Nevado, but mostly
was only accessible by car, and
36
snowboard es la manera en
que Sören Ronge lo hizo. Este
snowboardista profesional sueco de veintitantos años cruzó el
Atlántico el año pasado en busca de la nieve perfecta en los
Andes Patagónicos, pero con
el objetivo de encontrarlo sin la
ayuda de costosas compañías
de viajes, helicópteros o patrocinadores. Su misión era descubrir América del Sur como
cualquier snowboardista con
una mochila y ganas de viajar.
A dedo y regateando tickets
de andarivel, Sören logró su
objetivo, visitando finalmente
cuatro resorts en las cercanías
de Santiago, así como el volcán
algunas alternativas mejores
para viajeros. Esta locación,
reconocida mundialmente por
equipos internacionales de
esquí, proporcionó a Sören la
libertad que estaba buscando
como un cliente de corto presupuesto. Aquí hay un amplio
servicio de andarivel que consiste en telesillas “on demand”,
que llevan a senderos bastante
decentes para los fanáticos de
la nieve virgen.
Al terminar su viaje, Sören estaba convencido de dos cosas:
el inexplotado potencial del esquí fuera de pista en Los Andes
y también el convencimiento de
que permanecerá así a menos
Above/arriba El Chalten,
Monte Fitz Roy, El Chaltén, Los
Glaciares National Park.
Below/abajo The North Face
team camping near the Volcan
Puyehue crater. Campamento
de equipo de The North Face
cerca de la cima del cráter
Volcán Puyehue.
Patagon Journal
37
consequently required a Good
Samaritan or funds for a rental
to reach.
Upon finishing his trip Sören
was convinced of two things:
the untapped potential of the
Patagonian backcountry, but
also the understanding that it
would remain untapped unless
one has the funds or connections to access it.
Another way
There is another, fast growing
trend to open the floodgates to
Patagonia’s winter Nirvana. A
relatively new sport, kite surfing,
instead of 3,000-meter mountains or 20 foot swells limited
to 1 percent of the world, kite
surfing requires little more than
12 knots of wind and you’re off.
The combination of mountain
with wind also doesn’t hurt, as
is the case at the Batea Mahuida Volcano, just outside the
town of Pehuenia on the ChileArgentina border. It is a favorite
haunt of professional kiter Pitu
Alvarez. Having snowboarded
for more than 20 years and kited for the past five, he describes
the combination of the two
sports as “freedom of movement in all three dimensions of
space.” Kites give boarders the
ability to carve up the mountain
and achieve airtimes normally
reserved to the best freestyle
snowboarders in the world.
For Pitu, the Volcano Batea
Mahuida provides an ideal location. Gone is the need for
expensive-to-maintain lifts and
machine power, if you know
where to go just drive up, park,
and arm your kite. Right now,
the numbers are small, and it
is not possible to rent or learn
to kite if you go there, but Pitu
is optimistic for the future: “As
long as people know to take
care of the natural beauty that
brings them, increasing the
popularity for Batea Mahuida
and snow kiting in general is
only a good thing.” I know that
if I’m in Argentina in July I will
be packing up my kite and texting Pitu for directions.
With some 30 ski resorts between Chile and Argentina both,
the infrastructure is in place
for beginners to heli-skiers to
snowkiters to enjoy powder
during the Northern hemisphere
summer months. But as the
North Face Team, Sören, and I
experienced, recruiting locals
can go a long way in turning a
vacation into an unmatched adventure. Patagonia still boasts
the separation from civilization
that keeps snowboarders coming back.
Just as Lady Florence Dixie in
her 1880 memoir Across Patagonia, I was drawn to Patagonia for the reasons her friends
counseled her against the
place; “…precisely because it
was an outlandish place and
so far away… palled for the
moment with civilization and
its surroundings, [she] wanted
to escape somewhere; where
[she] might be as far removed
from them as possible.” Today, I
can’t help but think Dixie would
have been a great snowboarder.
For snowboarding the Patagonian Andes tantalizes with its
serene, awesome experiences
off the beaten path. A mostly
untracked Patagonia awaits for,
let’s hope, years to come.
38
que se cuente con los fondos o
conexiones para acceder a ella.
Otra forma
Hay otra tendencia en rápido crecimiento para abrir las
puertas al nirvana del invierno
patagónico. Un deporte relativamente nuevo: kite surf. En vez
de montañas 3 mil metros y olas
de 6 metros limitadas al 1 por
ciento del mundo, kite surf necesita viento de un poco más de
22 km/h y estás listo.
La combinación de montaña
con viento tampoco hace daño,
como es el caso del volcán Batea Mahuida, a las afueras de la
ciudad de Pehuenia, en la frontera entre Chile y Argentina. Es
un lugar predilecto para el kiter
profesional Pitu Álvarez. Habiendo practicado snowboard por
más de 20 años y kite surfeado
durante los últimos cinco años,
describe la combinación de los
dos deportes como "libertad de
movimiento en las tres dimensiones del espacio". El kite le da
a los deportistas la habilidad de
repartirse la montaña y alcanzar
tiempos en el aire normalmente
reservados a los mejores snowboardistas freestyle del mundo.
Para Pitu, el volcán Batea
Mahuida ofrece una ubicación
ideal. Se acabó la necesidad
de andariveles de costosa mantención y poder de máquinas, si
sabes dónde ir solo conduce,
estaciona y arma tu kite. En
este momento, los números son
bajos y no es posible alquilar
o aprender a hacer kite si vas
allí. Sin embargo, Pitu ve el futuro con optimismo: "Mientras
la gente sepa cuidar de la belleza natural que los trae acá,
aumentando la popularidad de
Batea Mahuida y el snow kite
en general es algo bueno". Sé
que si estoy en Argentina en
julio estaré empacando mi kite
y mensajeando a Pitu por direcciones.
Con alrededor de 30 resorts
de esquí entre Chile y Argentina, la infraestructura está habilitada tanto para principiantes
como para heli esquiadores
hasta snowkiters para disfrutar
de la nieve polvo durante los
meses de verano del hemisferio norte. Pero como el equipo
de The North Face, Sören y yo
hemos experimentado, contratar residentes puede por lejos
transformar unas vacaciones
en una aventura sin igual. Patagonia aún mantiene esa separación de la civilización que
mantiene a los snowboardistas
volviendo por más.
Como dijo Lady Florence Dixie
en su libro de memorias en
1880, “A través de la Patagonia”, me sentí atraído a la Patagonia por las razones que sus
amigos le dieron contra este
lugar; “...precisamente porque
era un lugar extravagante y lejano... cansada por el momento
con la civilización y su entorno,
[ella] quería escapar a algún
lugar, donde [ella] pudiera estar
tan lejos de ellos como fuera
posible”. Hoy, no puedo dejar
de pensar que Dixie habría sido
una gran snowboardista. Para
hacer snowboard en los Andes
Patagónicos tienta con sus serenas e increíbles experiencias
por apartados caminos. Una
casi inexplorada Patagonia nos
espera, esperemos, por muchos años más.
“...After not knowing where you are and then wake up (the next
morning) on the rim of this amazing volcano with blue skies,
and the lakes and other volcanoes in the surrounding area, it
was pretty amazing.”
“…No fue hasta la mañana siguiente, cuando despertamos, que
vimos todo a gran escala. Estábamos al borde de este increíble
volcán, con el cielo completamente despejado, y los lagos y otros
volcanes que nos rodeaban. Fue increíble”.
Kite boarding at Volcan Batea Mahuida.
Kite surf en el Volcán Batea Mahuida.
Patagon Journal
39

Documentos relacionados