Palabras de Piero Gleijeses Soñar con la cima del mundo. Del Pico

Transcripción

Palabras de Piero Gleijeses Soñar con la cima del mundo. Del Pico
tis
a
r
g
Vol. VIII
Julio / Diciembre 2010
Palabras de
Piero Gleijeses
Libros para comérselos
Soñar con la cima del mundo.
Del Pico Duarte al Everest.
El analfabetismo
emocional
Elogio a Cartesio
2
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Los lectores
se confiesan
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Los lectores se confiesan
Tiempo para leer, tiempo para amar
El analfabetismo emocional: una trampa
Novedades de No Ficción
Leopoldo Brizuela,Premio Alfaguara
de Novela 2012
Novedades de No Ficción
Estrellas orientales
Novedades de Ficción
Elogio a Cartesio
Entrevista a Piero Gleijeses
Novedades Dominicanas
Impresiones conversa con
Federico Jovine Rijo, autor del libro
“Soñando el Everest”
Extracto de entrevista al escritor
Virgilio Díaz Grullón (1924 – 2001)
Cuentos breves.
Armando Almánzar Rodríguez,
Premio Nacional de Literatura 2012
Mis poetas dominicanos preferidos
Novedades Infantiles
Novedades Juveniles
Libros para comérselos
Más vendidos infantiles
Walter Riso visita Librería Cuesta
Más vendidos - ficción y no ficción
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Revista Impresiones,
Volumen VIII
Hans Kühn
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Editor
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y/o hasta agotar existencia
Ligia Minaya
Escritora
¿El libro?: Tengo muchos libros preferidos, los
cuales he leído tres y cuatro veces, pero si tengo que
elegir uno solo, diré que será Cien Años de Soledad,
de García Márquez. Tengo su primera edición. Un
libro que conservo como una reliquia.
¿Por qué?: Porque cuenta de manera alegre
cómo eran los hispanoamericanos de ese tiempo, su
cultura, su manera de actuar y de pensar, y tiene
“cuentos de caminos”, mitos, y cómo somos todavía
hoy. Está escrito en un lengua sencilla, sin palabras
que haya que buscar en el diccionario.
Ningún libro me ha cambiado la vida. Quizás
alguno de psicología me haya dado un buen ejemplo, un consejo. Pero sí, todos los he disfrutado y
me he deleitado con sus personajes. Muchos los he
releído y volveré a leerlos. Me encantan los libros.
Puede ser que alguno, en determinado momento,
no me satisfaga mucho, pero no porque sea mal libro, sino porque no tengo el ánimo en esa historia.
Lo guardo, y pasado un tiempo, al volverlo a tomar,
me satisface su contenido. No hay libros malos, todo
depende del gusto y el sabor de quien los lea.
Cien Años de Soledad llegó a mí de la mano de
Héctor Wester, que era el dueño de la Librería Hostos, que hace muchos años ya no existe.
Mi manera preferida de leer es acostada en
un sofá, y, en verano, en el patio, al atardecer, a la
sombra de mis matas de manzanas, peras, cerezas
y melocotones,y otras veces en el banco que tengo
en el jardín, rodeada de mis flores. Leo en el avión,
en el parque, en la antesala del médico o el dentista,
donde quiera y como quiera. Es que soy adicta a
la lectura.
25 de Junio: Nace George Orwell, escritor británico
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Tiempo para leer,
tiempo para amar
Por Rogelio Obaya
El libro y la lectura enfrentan un
desafío importante en la figura de
los medios electrónicos y en la enorme avalancha de distracciones de la
agitada vida de hoy. ¿Una verdad de
Perogrullo? Tal vez. Pero también
hay que decir que sobran las excusas para no leer, siendo la menos
aceptable la falta de tiempo, sobre
todo cuando buena parte del mismo
se nos diluye en las redes sociales y
en su enervante militancia.
Imaginar el fenómeno que supone la vida virtual de millones
y millones de personas en todo el
mundo, conectadas a internet, a través de ordenadores o de la telefonía
móvil, habría parecido más fruto
del delirio más galopante que de
cualquier teoría futurista incluso en
el terreno mismo de la ciencia.
De frente al escalofriante número de usuarios registrados en las
casi incontables redes sociales y de
todo tipo, ¿cabría aún oponer resistencia al hecho de que la tecnología
ha cambiado nuestra vida de forma
definitiva y que —como suele decirse— vivir hoy es sinónimo de estar
conectados?
Que lo digan los jóvenes y las generaciones cuyos ojos se abren en el
panorama del presente, regido por
una espiral babélica de sucesión en
el marco de la producción y el uso
masivos de medios tecnológicos
para la comunicación y el entretenimiento. Con razón, más sabe
un niño de diez años de la última
tableta o del más reciente modelo
de smartphone que su propio dueño,
pues bastarían segundos para que el
pequeño se adueñe del dispositivo y
extraiga de él funciones y utilidades
que a cualquiera nos tomaría horas,
días o semanas en descubrir y dominar. Algo que es solo el comienzo —intuimos sudorosos—; la caja
de Pandora que apenas empieza
a abrirse nos depara un retablo de
formas infinitas.
Por fortuna, José Antonio Marina nos alerta en La magia de leer
(2005), con una pasión de iluminado, sobre el poder de las contramagias
que amenazan la lectura, desafiantes por su facilidad y seducción disolventes, ante las cuales —enfatiza— poco sirve asumir posiciones
de fuerza, de imposición. Simultáneamente, enumera recetas nada
mágicas de una gran sabiduría que es
oportuno mantener a la vista y emplear siempre.
Una de ellas es sin más la que
tiene que ver con la disciplina, con
la creación de hábitos. Puesto que
es imposible sustraernos a la realidad antes aludida, esencialmente
tecnofílica, secuestrada por la prisa
y —paradójicamente— por la pasividad, tan siquiera nos queda el recurso de la autonomía, el uso consciente de nuestro tiempo.
Sería absurdo a estas alturas
cargar lanza en ristre contra la televisión, el cine, el chat, los juegos
on-line y Twitter... (aristas lúdicas
del «tecnomundo», G. Lipovetsky), pero no lo es intentar hacernos
cargo de ellos, invertir el centro de
mando.
Si hay tiempo para estar al tanto
de lo que se publica, responder mensajes y estar visibles en todo lugar y
a toda hora, lo hay también —debe
haberlo— para hacernos un poco
invisibles y para retornar a la calma
placentera de la buena lectura, esa
que los ya lectores conocemos que
existe pero que hemos dejado olvidada en el borde del llamado punto
cero de la escritura, el de la sola información y el dato útil que reclama
nuestra condición de seres encadenados.
Soltar esas amarras, redescubrir
el mundo de posibilidades que duerme bajo el polvo del olvido y de la
pereza, ceder ante la noble invitación de la magia blanca y negra de los
libros es el mínimo acto de voluntad
requerido.
Esta pequeña exigencia puede
encontrar más de un argumento
contrario, lo sabemos, pero estamos
convencidos de que un pequeño giro
en nuestras costumbres es capaz de
generar cambios de gran envergadura, de los que sin el menor asomo
de incertidumbre seremos los mayores beneficiados.
Repetimos: no existe excusa válida, mucho menos si esta es la falta
de tiempo, porque, precisamente,
no es de tiempo de lo que carecemos, sino de deseo. «¿Se ha visto
alguna vez —prosigue Marina, citando a Daniel Pennac, ibíd.— que
un enamorado no encuentre tiempo
para amar?»
Nadie acabará
con los libros
Por Umberto Eco y Jean-Claude Carrière
(Ilustrado por André Kertész)
$ 890.00
RD
Lumen
Pasta suave
263 págs.
Lejos de ser una polémica a favor o en contra de las nuevas formas de lectura, este espléndido ensayo es un homenaje a todos los lectores y un estímulo para la inteligencia.
29 de Junio: Nace Antoine de Saint-Exupéry, escritor francés
4
El analfabetismo
emocional: una trampa
Por Dr. José Miguel Gómez
Hoy sabemos que las emociones y los sentimientos se educan, se
aprende a vivir a través de ellos de
forma armónica, adaptativa, en los
diferentes espacios: familia, pareja,
en el ámbito social o laboral.
Ser inteligentes emocionalmente
es aprender a lidiar de forma saludable con sus emociones y las emociones de las otras personas con las
que interactuamos. Es decir, que a
través de la inteligencia emocional
aprendemos a controlar aquellas actitudes emocionales negativas como
son: la ira, los impulsos, la rabia, la
vergüenza, el resentimiento, el odio
y las explosiones que nos llevan a
actuar de forma colérica perdiendo
toda capacidad racional, que nos
permite discriminar los riesgos y las
consecuencias de nuestras actuaciones.
A diario nos encontramos con
adultos que han caído en la trampa del homicidio o la cárcel por un
conflicto trivial o banal: como una
discusión por un paqueo, por una
junta de vecinos, en el colegio de los
hijos, en el trabajo o en un lugar de
recreación, etc. Y esa persona analfabeta emocionalmente, ofende,
humilla, agrede, amenaza y lleva
el conflicto a lo personal, reaccionando de forma colérica, impulsiva,
con palabras hirientes y dejando
constancia de ser una persona muy
limitada en su carácter y su formación, inmadura, intolerante y emocionalmente —hay que insistir en la
palabra— poco inteligente. ¡Oh Dios!
¡Qué pena!
Las personas analfabetas emo-
cionalmente tienen mayor tendencia
a la violencia intrafamiliar, al maltrato de sus parejas, a los conflictos
laborales y sociales. Sencillamente,
la característica general de las personas emocionalmente inteligentes
es un mayor control en sus reacciones emocionales, en su sistema límbico, amígdalas cerebrales, que son
las que tienen que ver con las reacciones de miedo, agresividad, enojo,
rabia, ira y demás. Es decir que es
allí dónde se van almacenando las
emociones negativas, para luego estallar de forma impulsiva.
Ese analfabetismo emocional
empieza desde la niñez y la adolescencia, represándose con conductas
intolerantes, realizando rabietas,
desafiando a la autoridad y amenazando para obtener alguna ganancia o permiso.
Ese aprendizaje negativo se va
fortaleciendo a través de respuestas
inadaptativas que van configurando el carácter y la personalidad del
individuo, y, para mal, va dejando
constancia en la vida de un ser humano conflictivo, violento, temperamental, desequilibrado e impredecible en la vida.
El prototipo de la persona emocionalmente inteligente es de un ser
armónico, tranquilo, controlado,
amable, capaz de escuchar y de tolerar la disensión, las diferencias, sin
perder el control, ni se desaniman
ante el fracaso ni las pérdidas.
Las personas emocionalmente
inteligentes saben cómo asumir un
conflicto de pareja, con los hijos,
vecinos, o en el lugar de trabajo; su
principal recurso: tomarse el tiempo para escuchar, para contestar y
para buscar una respuesta que sea
equilibrada, justa, donde el otro o
los otros se sientan respetados.
La inteligencia emocional nos
ayuda a razonar en una perspectiva
diferente, tranquila, ponderando los
riesgos, las consecuencias y los factores negativos, que se nos presentan
después de adoptar una posición. El
analfabeto emocional no sabe cuándo, dónde, ni cómo decir las cosas,
no está en su poder planificarlas debido a que las que hemos llamado
sus amígdalas cerebrales les hacen
reaccionar de forma desbordada,
su nivel de adrenalina aumenta rápidamente, sus latidos cardíacos se
aceleran, su respiración se acorta y
se pone como un toro desenfrenado listo para atacar, no importa a
quien destruya o a quien elimine,
terminando, lamentablemente, en
la cárcel o en el cementerio, para
ponerlo en un grado extremo nada
poco frecuente, o en la expulsión del
trabajo, en la separación de su pareja y en tantos desenlaces dramáticos
de la vida.
Esa inteligencia emocional —dos
palabras que darían pie no solo a un
libro sino a muchos— nos llevaría,
en suma, a la felicidad, al bienestar
y al equilibrio de una vida más placentera, pero también y sobre todo
más humana y más nutriente, tanto
en el entorno familiar como en el
amplio abanico de nuestras relaciones interpersonales.
La inteligencia
emocional
Por Daniel Goleman
$ 995.00
RD
Zeta
Bolsillo
397 págs.
La inteligencia emocional constituye un verdadero
fenómeno editorial que no solamente revolucionó el
concepto de inteligencia, sino que agregó una nueva
expresión a nuestro vocabulario cotidiano y cambió
el modo en que percibimos la excelencia personal.
29 de Junio: Nace Pedro Henríquez Ureña, escritor dominicano
Novedades No Ficción
El toque de Midas
Por Donald Trump y Robert Kiyosaki
$ 650.00
Aguilar
Pasta suave
263 págs.
RD
En un mundo afectado por una economía incierta
y enorme desempleo, que necesita nuevas acciones
para recuperarse, ¿quién no desea soluciones efectivas que aceleren el restablecimiento?
Cómo tener
relaciones
personales
gratificantes
De aquí se sale
Por Mario Conde
$ 1,250.00
RD
Martínez Roca
Pasta dura
333 págs.
Por Dale Carnegie
$ 650.00
RD
Obelisco
Pasta suave
201 págs.
Cualquiera que realmente desee desarrollar
una personalidad cálida, abierta y cordial puede
lograrlo, dominando las técnicas descritas en este
libro.
«Todo lo que sucede en el presente es derivado del pasado, y por ello el conocimiento de ese
pasado es imprescindible si queremos edificar el
futuro sobre bases sólidas. Con estas dos ideas
nace este libro.»
La dieta
del ácido úrico
Por Rieder / Kiefer
HHhH
$ 675.00
RD
Por Laurent Binet
$ 1,295.00
RD
Seix Barral
Pasta suave
391 págs.
Obelisco
Pasta dura
89 págs.
La gota es consecuencia de unos niveles altos
de ácido úrico en sangre. Esta enfermedad está
condicionada por causas genéticas, pero el estilo
de vida, y, sobre todo, la alimentación, tienen un
papel esencial.
«Construido como un thriller en forma de
tragedia clásica y magistral de principio a fin...
Una impresionante hazaña histórica y na­r rativa»,
Luxembourg Wort.
Maonomics
Por Loretta Napoleoni
Por ti lo haría
mil veces
$ 1,350.00
RD
Paidós
Rústica
350 págs.
Por Isabel Sartorius
$ 1,150.00
RD
Martinez Roca
Pasta dura
315 págs.
“Esta es la historia de mi madre y también la
mía. Una historia de amor y de sufrimiento. De
muerte, pero también de vida.”
Los chinos comunistas se han convertido en
capitalistas mejores que nosotros. Por esta razón su
modelo de desarrollo puede salvar nuestra economía y —tal vez— reformar nuestra democracia.
30 de Junio: Nace Juan Bosch, escritor y político dominicano
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Leopoldo Brizuela,
Premio Alfaguara
de Novela 2012
“Una misma noche no es un relato
heroico, sino que gira en torno
al concepto responsabilidad”
“Si me hubieran llamado a declarar, pienso. Pero eso es imposible.
Quizá, por eso, escribo”. Así empieza la novela Una misma noche, ganadora del premio Alfaguara 2012,
del argentino Leopoldo Brizuela.
“Declararía, por ejemplo, que en la
noche del sábado al domingo 30 de
marzo de 20120 llegué a casa entre
las tres y tres y media de la madrugada: el último ómnibus de Retiro a
La Plata sale a la una, pero una muchedumbre volvía de no sé qué recital, y viajamos apretados, de pie la
mayoría, avanzando a paso de hombre por la autopista y el campo”.
El escritor vendrá a Santo Domingo en noviembre dentro de la
gira promocional del premio. Entre tanto, nos enteramos de que su
novela es un thriller existencial, que
tiene que ver con los crímenes de la
dictadura militar en la Argentina, o
que trata de las notas de un detective que hurga en la memoria, en la
responsabilidad, la cobardía, en el
lado más oscuro y brutal del poder.
Brizuela, cercano a los 50 años, es
un autor que ha recibido críticas
muy elogiosas por sus novelas publicadas.
Dice Brizuela: “Lo más difícil es
asumir la conexión con el mal, que
está en todos. Descubrir el mal en
uno es muy dramático. Es mucho
más fácil tirarle el prontuario al
otro en la cara que revisar el propio.
Por eso Una misma noche no es un relato heroico, sino que gira en torno
al concepto responsabilidad. Quise
indagar sobre la responsabilidad de
cada uno, incluso de un niño, considerando que en aquella época secuestraban a chicos dos o tres años
mayores que yo. Un chico que sigue
tocando el piano cuando hombres
armados irrumpen en su casa puede
ser un irresponsable, un valiente o
un colaboracionista. Todo eso, pero
también mucho más. Por eso creo
que la historia tiene la atracción de
los misterios que exigen ser revelados, que exigen que se les ponga
palabras”.
Leopoldo Brizuela nació en La
Plata en 1963. Estudió Letras en la
Universidad de La Plata. En su obra
narrativa se destacan las novelas Tejiendo agua (Premio Fortabat 1985);
Inglaterra. Una fábula (Premio Clarín
de Novela 1999 y Premio Municipal de la Ciudad de Buenos Aires;
Alfaguara, 1999); Lisboa. Un melodrama (Finalista del Premio Rómulo Gallegos 2011; Alfaguara, 2010)
y el libro de relatos Los que llegamos
más lejos (Premio Konex; Alfaguara, 2002). Fue escritor residente del
Banff Center For the Arts, Canadá;
del International Writing Program
de la Universidad de Iowa, y recibió
un subsidio de la Fundación Goulbenkian de Lisboa para el estudio
de la cultura portuguesa. Habitualmente escribe crítica literaria y coordina talleres de escritura creativa.
Según el jurado, presidido por la
escritora Rosa Montero, “Una misma
noche trata temas mayores porque
roza las tragedias clásicas, la relación entre padre e hijo, la relación
entre el individuo y la sociedad, la
culpa y la violencia, la dignidad y la
indignidad, todas tragedias contadas con contención, modestia y una
potencia narrativa increíble. La historia crea una atmósfera de amenaza constante, tiene mucho de novela
de misterio, hasta de policíaca, si se
tiene en cuenta que se persigue una
verdad esencial, personal”.
La historia oscila entre un presente situado en 2010 y los terribles
años de la dictadura militar. Se ha
dicho que no se trata de “una novela
más sobre la dictadura”, sino que el
relato se sumerge en los recuerdos
y la memoria —no necesariamente
lo mismo— de Leonardo Bazán,
2 de julio de 1877: Nace Hermann Hesse, Premio Nobel de Literatura en 1946
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un escritor argentino —“que comparte las mismas iniciales que Brizuela, detalle no casual”, destaca
una reseña de Verónica Calderón
en El País— que ve en su juventud
el secuestro de una vecina y calla
durante años esa experiencia. Hasta
que otro crimen, un asalto, ocurre
en la misma casa, muy próxima a
la de Bazán. Y entonces comienza a
recordar. Aunque más que relatar el
horror, Brizuela se concentra en lo
que callaron los testigos, por miedo
o por instinto de supervivencia.
“Mi recuerdo no encajaba en
ninguna de las categorías habituales
de los relatos de la dictadura –dice
Brizuela–. Yo no tenía en mente escribir una historia épica. Solo quería, tenía que contarlo. La mayoría
de las historias que se escuchan en
Argentina son heroicas. Cómo gen-
te común salvó a otros. Quizá es lo
único que ahora podemos escuchar.
En la memoria histórica, solo se repiten las historias que no avergüenzan, pero poco a poco irán apareciendo las otras. El protagonista se
va volviendo menos bueno. Y tampoco lo condeno”.
2 de julio de 1961: Muere Ernest Hemingway, Premio Pulitzer en 1953 y Nobel de Literatura en 1954
Novedades No Ficción
8
Fidel Castro Ruz, guerrillero
del tiempo (Primera parte,
dos tomos)
Por Katiuska Blanco
$ 2,295.00
RD
Búho
Pasta suave (en caja)
1.165 págs.
En Fidel Castro Ruz, guerrillero del tiempo, el Comandante narra su historia a partir de un cuestionario
muy abarcador; aunque las preguntas se pierden
frente al océano que es su vida.
El precio
del trono
Por Pilar Urbano
$ 1,695.00
RD
Planeta
Tapa dura
1003 págs.
Fiel a su lema de «informar con rigor, sin favor
y sin temor», Pilar Urbano presenta un libro
potente, intenso y de sugestiva lectura. Página a
página, el lector va descubriendo la trama insospechada de unos sucesos que creía conocer.
Poder de mujer
Por Mariela Dabbah
$ 825.00
RD
Penguin
Rústica
243 págs.
En Poder de mujer, Mariela nos enseña que el
éxito es más un camino que un destino y que es
en el viaje que encontraremos mayor satisfacción
y realización personal.
Asegurar resultados en tiempos de
incertidumbre
Por Stephen Covey
$ 895.00
RD
Paidós
Rústica
125 págs.
Transformar el miedo en compromiso: los tiempos de incertidumbre generan una ansiedad que
nos distrae cuando más necesitamos concentrarnos.
Novelas
y novelistas
Por Harold Bloom
$ 1,750.00
RD
Páginas de espuma
Pasta suave
879 págs.
Opiniones excéntricas, recuerdos de lecturas, filias, fobias y más de una sorpresa, Harold
Bloom ha escrito en Novelas y novelistas algunas de
las mejores páginas sobre los grandes narradores
universales.
La familia
y el dinero.
¡Hecho fácil!
Por Elaine King
$ 475.00
RD
Penguin
Rústica
162 págs.
Con los pasos fáciles de La familia y el dinero,
la experta financiera Elaine King te ayudará a planificar tus finanzas de acuerdo a tu personalidad,
manejar la emoción frente al dinero y brindarles
una educación financiera sólida a tus hijos.
Stephen Hawking.
Su vida y obra
Por Kitty Ferguson
$ 1,550.00
RD
Crítica
Tapa dura
370 págs.
Es evidente que la biografía de una personalidad como la suya merece ser conocida, una tarea
que ha acometido Kitty Fergurson escribiendo un
brillante libro.
3 de julio de 1883: Nace Franz Kafka, checo de origen y escritor en idioma alemán
Novedades No Ficción
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Jacqueline Kennedy.
Conversaciones históricas
sobre mi vida
$ 950.00
RD
Aguilar
Rústica
346 págs.
Estas conversaciones son un documento magistral,
una lección de historia y una confesión íntima que
suponen el final del silencio.
Prime time
Por Jane Fonda
$ 835.00
RD
Aguilar
Pasta suave
430 págs.
Las siete leyes
espirituales de
los superhéroes
Por Deepak Chopra
$ 580.00
RD
Una guía única para vivir tus años de madurez
en forma excelente, que te dice cómo: revisar tu
pasado para ser una mujer íntegra en el presente.
El sabor de
mi tierra
Por Socorro Castellanos
Aguilar
Bolsillo
183 págs.
Deepak y Gotham explican cómo estos siete
principios vitales nos descubren la felicidad, el
coraje, el equilibrio, la creatividad, la compasión y el significado de la vida. Cada ley tiene el
potencial para despertar nuestros superpoderes y
para cambiar nuestra vida y el mundo en el que
vivimos.
$ 525.00
RD
Aguilar
Pasta suave
153 págs.
La dieta de
los 17 días
Por Dr. Mike Moreno
Aprendidas en los días primeros de mi vida, en
estas recetas dominicanas nos reconocemos con
inmenso orgullo, para darnos el abrazo fuerte de
de nuestra dominicanidad.
El libro más
peligroso
$ 725.00
RD
Aguilar
Rústica
295 págs.
Tu salud y tu felicidad son importantes, así que
sé fuerte, cree en ti mismo y empieza ahora la
dieta de los 17 días: no te arrepentirás.
Por Christopher B. Krebs
$ 1,475.00
RD
Crítica
Pasta dura
330 págs.
Ciudad Colonial.
Santo Domingo
Por Barletta / Lama
$ 2,700.00
RD
¿Qué buscaban los hombres de las SS que, siguiendo órdenes de Himmler, asaltaron una villa
italiana en el otoño de 1948? Trataban de apoderarse de una reliquia preciosa: el único manuscrito medieval que había preservado el texto de
la Germania de Tácito, un breve tratado escrito
en el año 98 de la era cristiana que describía un
pueblo inexistente, el de los germanos, inventado
por los propios romanos.
Tapa dura
188 págs.
Seas dominicano o viajero, siempre la descubres por vez primera. Pero paradó­jicamente, tan
pronto paseas por sus calles estrechas, sientes que
has vivido toda la vida en este lugar.
6 de julio de 1962: Muere William Faulkner, Premio Pulitzer, y Nobel de Literatura en 1949
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Estrellas orientales
Un libro que vale la pena leer
Por Dr. César Mella
Mark Kurlansky, famoso periodista del New York Times, vino al
país y al cabo de algunos meses produjo un ensayo de 350 páginas que
he leído con emoción.
“Las Estrellas Orientales, cómo
el béisbol cambió al pueblo dominicano de San Pedro de Macorís” no
es un libro de pelota, es una joya.
Al autor le llama la atención
por qué en un momento dado casi
un centenar de peloteros (big leaguer) que jugaban para las grandes
ligas de este deporte en los Estados
Unidos procedían de esta provincia
Oriental y de sus ingenios.
En su entrega, hace la historia
social, política y económica de la
Sultana del Este y va desmenuzando la biografía, desde sus orígenes,
de los famosos jugadores de esa región, así como las dificultades que
confrontaron para llegar a la gran
carpa. Amado Samuel, Pedro González, Rico Carty, Joaquín Andújar,
Alfredo Griffin, Pedro Guerrero,
George Bell y Sammy Sosa, están
descritos y aparecen todas sus anécdotas.
Triunfadores como Jase Offerman, Manny Alexander, Alfonso
Soriano, Robinson Cano, y Agustín
Montero figuran en la obra.
Este ensayo hace una descripción de la vida y la historia de los ingenios del Este y la extrema pobreza
en que surgieron estas luminarias.
Analiza por qué el béisbol y no
el baloncesto se desarrolló en esa región. Afirma que los prospectos son
negros, fuertes, ágiles, le dan duro
a la bola, lanzan a mas de 90 millas, defienden bien el terreno con
el guante y mantienen y desarrollan
promedios eficientes.
Se introduce en la antropología
de la región; analiza la influencia
de los emigrantes (cocolos) en la
producción de atletas de alto rendimiento. Kurlansky, con una prosa
ágil y didáctica, describe los hábitos
dietéticos de los ingenios (el yanikeke, la arepa, el domplin, el pescado
con coco, etc.).
Los bailes y las canciones alusivas al entorno cultural en donde
surgen los peloteros es objeto de un
análisis fino y apasionante, máxime
cuando se refiere a los Guloyas (los
momises) y otros cultos.
Destaca que el trabajo temprano
de los futuros jugadores, la discipli-
na impuesta por los padres y la llegada muy temprano de este deporte,
de mano de los Norteamericanos,
en el marco de la industria azucarera, constituyeron condicionantes
de primer orden para que a la altura
del 2008, sesenta y nueve jugadores
de las ligas mayores norteamericanas procedieran de esa región.
Analiza, además y en contraste, cómo habiendo ganado tantos
millones de dólares, nada de eso se
invirtió de forma importante en la
provincia de origen de los famosos.
Merece especial mención el análisis que se formula sobre la historia
casi fatídica y macondiana del equipo
local, Las Estrellas Orientales (las
mismas que en más de cincuenta
años solo habían ganado tres campeonatos 1936, 1953 y 1968).
Estamos frente a una obra para
coleccionistas, que debe figurar
para su disfrute en la biblioteca de
deportistas, cronistas, historiadores,
antropólogos, sociólogos y gente
que, como yo, no obstante y a pesar
de todo, sigo aferrado a la serie 23 y
a mis Estrellas Orientales.
Las Estrellas
Orientales
Por Mark Kurlansky
$ 775.00
RD
Bolsillo
350 págs.
En Las Estrellas Orientales, Mark Kurlansky revela
el amor de dos países por un deporte, y descubre
unos significados más profundos sobre lugar e
identidad, tenacidad y supervivencia, colonialismo y
capitalismo, pero especialmente sobre el béisbol.
10 de julio de 1871: Nace Marcel Proust, escritor francés
Novedades de Ficción
11
La cola de la serpiente
Por Leonardo Padura
Tusquets
Rústica
185 págs.
$ 995.00
RD
Todo surgió de la petición de la teniente Patricia
Chion, mujer irresistible, para que le ayudara en
un extraño caso: el asesinato de Pedro Cuang, un
anciano solitario que apareció ahorcado y al que le
habían amputado un dedo y grabado con una navaja
en el pecho un círculo y dos flechas.
La huella
del ángel
Diez mujeres
Por Nancy Houston
$ 995.00
Por Marcela Serrano
RD
$ 895.00
RD
Salamandra
Rústica
253 págs.
La huella del ángel, finalista del Goncourt
1998, supuso la consagración de la autora entre
el público francés y obtuvo, entre otros, el Premio
de las Lectoras de Elle y el Premio de los Libreros
de Canadá.
Alfaguara
Rústica
300 págs.
Nueve mujeres, muy distintas entre sí y que
nunca se han visto antes, comparten sus historias.
Una novela que sorprende, conmueve y deja en
vilo: una mirada reveladora y valiente a las relaciones humanas en el mundo de hoy.
Orígenes
El cuaderno
de Maya
Por Amin Maalouf
$ 650.00
RD
Por Isabel Allende
$ 1,195.00
RD
Alianza Editorial
Rústica
571 págs.
Un recuento trascendental de la vida del
autor, una historia que participa de la sangre y
el recuerdo propios, y que se hace digna de ser
contada de una manera más que entrañable.
Plaza & Janés
Rústica
442 págs.
«En hindi, maya significa “hechizo, ilusión,
sueño”. Nada que ver con mi carácter. Atila me
calzaría mejor, porque donde pongo el pie no
sale más pasto.» La novela más reciente de Isabel
Allende, una excelente muestra del genio narrativo de la autora chilena.
Esta noche dime
que me quieres
Claraboya
Por José Saramago
Por Federico Moccia
$ 945.00
RD
$ 1,195.00
RD
Alfaguara
Rústica
415 págs.
Saramago terminó de escribir Claraboya a los
treinta y un años y entregó el manuscrito a una editorial de la que sólo obtuvo respuesta cuarenta años
más tarde, cuando era un escritor consagrado.
Planeta
Rústica
379 págs.
«Cada vez que conoces a alguien tu vida
cambia y, tanto si te gusta como si no, nosotros
nos hemos encontrado, yo he entrado en tu vida y
tú en la mía».
10 de julio de 1902: Nace Nicolás Guillén, poeta cubano
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Elogio a Cartesio
Por Luis O. Brea Franco
A René Descartes (1596-1650), a
quien también se conoce como Cartesio por la versión latina de su nombre, se señala, si recurrimos a uno
de los tantos manuales de historia
de la filosofía disponibles, como el
padre de la filosofía moderna.
Es el revolucionario propulsor
y el emblema de la Edad Moderna,
etapa de la historia de Occidente en
que la conciencia, esa libertad de la
subjetividad autorreflexiva de que habla
Hegel, alcanza el pleno despliegue
de los poderes de la razón a través
de una crítica sistemática y minuciosa de las ideas y saberes recibidos
de la tradición.
Empero, Descartes no sólo se
valora como el filósofo paradigmático de la nueva época, sino que
también es símbolo del espíritu de
Francia, al haber impuesto en su
cultura un nuevo estilo de escribir
y razonar, basado en el manejo de
“ideas claras y distintas”. Un estilo que
el escritor y filósofo Bernard de Fontenelle califica “más estimable que su
misma filosofía”.
Como pensador es el progenitor
del racionalismo, que fundamenta
al postular que todo espíritu bien guiado puede alcanzar la verdad. Además,
es creador del ideal democrático
moderno: El buen sentido es la cosa del
mundo mejor repartida, dice. La razón
es, por naturaleza, igual en todos los hombres, expresa en el Discurso del Método, su
obra más conocida y su manifiesto
filosófico.
Postula, asimismo, que la razón
correctamente dirigida, conduce a
convertirnos en dueños y poseedores de la
naturaleza, con lo que augura el posterior desarrollo de la ciencia y el
auge de la tecnología de los tiempos
modernos. Igualmente, considera
que a través del desarrollo científico
y tecnológico será posible transformar la naturaleza y el ser humano,
y crear condiciones para establecer
un paraíso en la Tierra.
Mas, en este pensador genial
no encontramos sólo elementos de
ruptura con la tradición de la filosofía escolástica. Si bien es cierto que
subordinó todo conocimiento de lo
que es a la reafirmación de la primacía del sujeto pensante, no lo es
menos que Cartesio no rompe totalmente con la tradición de la metafísica occidental, tan sólo desplaza
el centro de su fundamentación. Su
anhelo de unidad y sistema lo lleva
a cimentar, como sus grandes predecesores, la física en la metafísica.
La filosofía primera, la metafísica, es en Descartes, un proceso
que se despliega en tres momentos:
dudo; pienso, existo; Dios existe, en
consecuencia el conocimiento del
mundo está fundamentado y es apodíctico.
Inicia su travesía analítica al
constatar que de todo es posible dudar, pues de nada tenemos absoluta
certeza. En el proceso de actualizar
esta duda, que es radical y metódica, ya que busca dar con un principio inconmovible desde el cual edificar la ciencia, encuentra algo que
es ejecutivamente indudable: la certeza autoevidente del yo pensante:
el yo es, siempre, mientras realizo el
acto de pensar.
Sin embargo, la certidumbre
que irradia de la autoconciencia
ejecutiva no nos permite recuperar
el mundo perdido con la duda. En
efecto, el sujeto se descubre de inmediato, solo, encerrado en los oscuros
espacios de la conciencia. Se gana
un principio indudable, pero se pierde el acceso al mundo exterior.
Para encontrar una salida racionalmente fundamentada al mundo
desde la conciencia que piensa, hay
que descubrir otro principio evidente e inconmovible que pueda servir
de puente y conexión entre el cogito,
el pensamiento en acto, y el mundo,
independiente y más allá del sujeto
que piensa. Se debe mostrar que es
posible cimentar la trascendencia de
la conciencia hacia el mundo exte-
rior.
Cartesio recurre entonces a demostrar la existencia de Dios. Este
nuevo fundamento le permite abrir
la puerta del calabozo sombrío en
que lo ha confinado la duda metódica al descubrir el primer principio
evidente. Sólo Dios puede ser garante de que aquello que percibe como
cualidad del mundo, la extensión, la
configuración espacial de las cosas,
no es pura fantasía de su subjetividad, sino que corresponde a un asidero objetivo.
Dios se constituye como el núcleo primordial del sistema cartesiano, es el garante de la verdad de la
ciencia. Y esto significa que la validez de toda demostración, aún la
del cogito, está condicionada por la
demostración necesaria de la existencia de Dios.
Sin tal certeza, nuestra conciencia, y en ella, las ideas racionales o
ideas innatas, por un lado, y el mundo real, por el otro, constituido por
los cuerpos espacialmente dispuestos, quedan disueltos, sin poder demarcar sus límites y relaciones.
Para Descartes como matemático, la realidad se articula simbólicamente en un espléndido triángulo equilátero que refulge desde la
perfección de Dios, que es el fundamento de la verdad. En un ángulo
de la figura se sitúa la conciencia y,
en ella, las ideas racionales; en otro
ángulo, encuentra su lugar el mundo de la extensión, el universo de lo
material, separado y sustancialmente diferente del anterior. En el vértice superior, como única posibilidad
de tránsito y comunicación entre las
sustancias, como su fundamento,
emerge la figura de un Dios lógico,
geómetra.
En el deslumbramiento de la
conciencia ante sí misma, esta encuentra su límite y prisión; encuentra la soledad extrema: el solipsismo. Para volver al mundo exterior
y a la relación con los otros, se hace
12 de julio de 1904: Nace Pablo Neruda, poeta chileno, Premio Nobel de Literatura en 1971
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necesario acceder al Ser Supremo,
fuente de toda verdad y única base
firme sobre la cual edificar un camino seguro hacia las cosas y el prójimo.
Descartes marca la diferencia de
una época a otra del pensamiento
occidental al postular que el filósofo debe comenzar por determinar
las características del camino que
lo conduce a lo verdadero. Debe
elaborar y describir los elementos
determinantes del propio método,
del camino que labra para acercarse
a la verdad, describirla y poder regresar, para indicar a la humanidad
cómo es posible alcanzar un conocimiento seguro y verificable.
Cartesio en ese plano enuncia
cuatro reglas esenciales que deben
presidir toda investigación: evitar la
precipitación y lo que no se presenta clara y distintamente al espíritu;
dividir las dificultades: analizar; ir
de lo más fácil a lo más complicado: sintetizar; y, finalmente, hacer
enumeraciones continuas, repasar,
para asegurarse de no haber omitido nada.
El gran mérito del pensador
francés respecto a la gnoseología (o
teoría del conocimiento), no es que
coloque en primer lugar en sus especulaciones la idea de método. Otros
antes que él, y contemporáneos suyos trataron sobre este tema; lo que
aporta es que asigna al método una
función nueva.
Lo que emerge del método cartesiano es la constitución de un proyecto matemático adecuado para
conocer la realidad. Esta es la visión
que ha de dominar y caracterizar a
la ciencia moderna. Descartes con
la formulación del nuevo método
otorga a la ciencia moderna la estructuración con que hoy la conocemos.
Es precisamente este proyecto
nuevo de matematización de la realidad lo que marca la auténtica diferencia entre la ciencia moderna, la
episteme griega y la scientia medieval.
En este nuevo ámbito se toma
como presupuesto básico de la objetividad una determinación de la
realidad que no se obtiene inmediatamente de la experiencia. Ahora lo
sustantivo del ser viene aprehendido
como algo dado previamente, como
un a priori, que actúa como el factor
decisivo para constituir toda experiencia posible.
Pedro Henríquez Ureña, en un
brevísimo y magistral ensayo, titulado: “Volvamos a comenzar”, publicado en 1913 en México, incita a
cada latinoamericano a elaborar su
propio discurso del método, a fin de:
“Volver a comenzar, volver a la
raíz de las cosas, a las ideas fundamentales y seguras,... y para comenzar de
nuevo propongámonos alcanzar siempre
la claridad y la precisión. (...) …volvamos a comenzar: sólo así tendremos
la certeza de que echamos a andar por
un buen camino: sólo así tendremos la
esperanza de evitar el dédalo del pensar
confuso”.
Para nosotros, dominicanos, sería esencial prestar oídos a
este llamado a ser nosotros mismos
y a comprometernos con la actitud
fundamental que mueve el pensar
cartesiano.
Al seguir el ejemplo de la
actitud que modela el pensamiento
cartesiano podríamos descubrirnos nuestro auténtico camino, un
método no ajado para sosegar las
dificultades ancestrales de nuestra
trágica circunstancia, repensar radicalmente las cosas, nuestras cosas,
nuestros problemas, con profundidad, apertura y creatividad. Desde
este compromiso podría nacer, quizás, la conciencia de una nueva manera de comprender cuál es nuestra
responsabilidad para alcanzar una
mejor y más alta manera de ser, cuidar y recrear lo nuestro.
Leibniz
Por Paul Strathern
$ 530.00
RD
Siglo XXI
Bolsillo
89 págs.
Sartre
Leibniz fue el primero de los grandes filósofos
alemanes en producir un sistema filosófico omnicomprensivo.
Por Paul Strathern
$ 530.00
RD
Siglo XXI
Bolsillo
103 págs.
Descartes
Por Paul Strathern
$ 530.00
RD
Siglo XXI
Bolsillo
76 págs.
En Sartre en 90 minutos, Paul Strathern
presenta un recuento conciso y experto de la vida
e ideas de este filósofo; explica su influencia en la
lucha del hombre por comprender su existencia
en el mundo.
Descartes en 90 minutos es uno de los primeros
de una serie de libros desenfadados y distintos
que presentan la vida y obra de los filósofos más
importantes.
24 de julio de 1802: Nace Alexandre Dumas (padre), escritor francés
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Entrevista
a Piero Gleijeses
Autor del libro “La esperanza desgarada”
¿Por qué decide escribir este libro que fijado mucho leyendo la prensa de te. Yo venía nada más a un nivel inpareciera no estar tanto en el entorno inme- lo del 1965 (eso estamos hablando telectual, un tema interesante, etc.,
del 1966-1967), y me había intere- pero conocí al pueblo dominicano,
diato de su autor?
Yo era estudiante del doctora- sado mucho en lo que había estado y era un momento muy interesante
do, nunca había salido de Europa, pasando en Santo Domingo, en- porque todavía se vivía lo de 1965
y pensaba hacer una tesis doctoral tonces pensé... si hago... es un país (yo llegué aquí creo que fue en fesobre la relación entre Alemania y pequeño, culturalmente no voy a brero del 69) y me di cuenta que
Francia entre las dos guerras, y en- tener problemas mayores por mi había una historia bellísima y que
la manera en que era tratonces me dije, quiero
tada afuera era una cosa
también ver otro mundo,
La esperanza
absurda, con la excepción
pues era siempre Eurode algunos periodistas muy
pa, la universidad era
desgarrada
Por Piero Gleijeses
buenos.
muy eurocéntrica, y enLa tecnología nos jugó una
tonces procedí un poco
RD$ 995.00
mala pasada, y la segunda (y
por eliminación, me dije,
Rústica
final) pregunta que le formulabueno, si hago algo, que
562 págs.
mos al señor Gleijeses no quesea un país donde pueda
dó registrada en la máquina,
un poco integrarme, no
pero sí en la memoria. Cuanpodía ser África, porque
Usando documentos estadounidenses y dominicanos y entrevistas con protagonistas de ambos
do quisimos saber cómo le era
soy blanco, yo me había
países, Piero Gleijeses, profesor de la Universidad
posible conjugar sus puntos de
fijado cuando hablaba
de Johns Hopkins, analiza la lucha del pueblo
vista con la cátedra de Política
con compañeros africadominicano y las maniobras de los presidentes
John Kennedy y Lyndon Johnson, para mantener
Internacional Norteamericana
nos en la universidad, si
a la República Dominicana bajo el control de los
de la Universidad John Hopuno coincidía no había
Estados Unidos.
kins, el autor de La esperanza
problemas, si uno disdesgarrada nos sorprendió con
crepaba te sacaban que
era blanco, etc. Tampoco Asia por- herencia cultural, por el idioma no una pausada respuesta: los jóvenes —
que era demasiado diferente como voy a tener problemas. Hay también nos dijo— tienen una natural discultura, entonces, América Latina, la dimensión de la política exterior posición para conocer la verdad y
yo soy italiano, no había problemas de Estados Unidos, que me interesa, no dejarse manipular. Razonar la
(de idioma sí, naturalmente, soy del entonces intelectualmente me inte- historia, a partir de sus hechos, es
sur de Italia, eso también es dife- resó. Y después, cuando vine aquí, posible.
rente para el Caribe), y me había me empezó a interesar afectivamen26 de julio de 1875: Nace Antonio Machado, gran poeta español
Novedades Dominicanas
Pilar y Jean.
Investigación de dos
muertes en la Era de Trujillo
Por Naya Despradel
$ 730.00
RD
Letra Gráfica
Pasta suave
398 págs.
Con este novedoso libro Naya Despradel abre
una nueva rama en la historiografía dominicana: la
historia forense.
La Revolución
de abril 1965
La guerra
de Pichirilo
Por Jesús de la Rosa
Por Manuel Céspedes
$ 730.00
RD
$ 395.00
RD
Rústica
230 págs.
«La Revolución de Abril 1965, de Jesús de la
Rosa, es al mismo tiempo un ensayo documental
y un recuento memorial de gran importancia».
Rústica
113 págs.
«Aquel día de sol que deslumhraba al vecindario, felices y libres, los ruiseñores saboreaban el
cundiamor en los solares baldíos, y el vuelo de las
palomas rozaba con los pinos cercanos a la torre
donde estaban sus nidos.»
Memorias de
la Señora
Pedro Mir.
Textos selectos
Por Carmen Imbert-Brugal
$ 250.00
RD
Por Pedro Mir
(Verónica Sención, Comp.)
Pasta Suave
91 págs.
“La autora nos remite, nueva vez, en este libro
la Distinguida Señora de su novela homónima,
evocando en su narrativa un mundo imaginario y
de realismo fantástico.” Sheila Barrios Rosado.
$ 300.00
RD
Rústica
146 págs.
La compilación que hace Verónica Sención, su
amiga y auspiciadora de la tertulia donde él junto
a Juan Bosch presidía encuentros inolvidables
para la historia nuestra, tiene una importancia
capital en estos momentos. Hoy más que nunca
la figura de Pedro Mir recobra significación y
trascendencia a la luz de sus mejores textos.
Ramón Marrero
Aristy. El negro
más caro de
Trujillo
Pelo bueno,
pelo malo
Por Manuel Nova
Por Murray / Ortiz
$ 420.00
RD
RD
Pasta suave
150 págs.
Rústica
451 págs.
Es un ensayo biógrafo, estilo narrativa, que
recoge la vida, pasión y obra del autor de la renombrada novela “Over”, máxima expresión de
la novelística de la Caña.
$ 1,420.00
«¿Qué es esto de pelo bueno y pelo malo? En
esta introducción ventilaremos este concepto
para después colocarlo en el contexto del salón de
belleza dominicano.»
2 de agosto de 1944: Nace Jeannette Miller, escritora dominicana
15
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Impresiones conversa
con Federico Jovine Rijo,
autor del libro
“Soñando el Everest”
En su libro Soñando el Everest, usted
se autodenomina tan solo “un montañero”.
Pero es en todo caso un montañero que no
se contenta con subir y permanecer a la
altura de lo ordinario, sino que apuesta
por arribar a cotas siempre más altas, y
esto, aunque no sea una respuesta existencial unívoca, contiene una gran enseñanza
para cualquiera.
La montaña es una metáfora,
una justificación existencial. La
vida puede ser vista desde y sobre
una montaña. Y repito lo que una
vez dije, esto es, que Moisés fue llamado a la cima del monte Sinaí a recibir los mandamientos; en la cima
de una montaña Jesús fue tentado
por tercera vez y venció una vez
más al Diablo y así también, desde
lo alto de una montaña predicó su
gran Sermón; Kailash es sagrado
para los hindúes, pues Shiva vive en
su cumbre y para los tibetanos también, pues es donde reside el Budha
Demchoc; en la cima de una montaña el ángel ordenó a Mahoma que
tenía que predicar la sumisión; en
la cueva de una montaña Da Mo —
Bodidharma— oró por 9 años antes de refundar Shaolin, y hasta el
Zaratustra de Nietzsche vivió largo
tiempo en una montaña. En fin, que
es imposible pensar y repensar en la
espiritualidad de la humanidad sin
pensar en una cumbre, pues las cotas de iluminación y búsqueda más
altas han sido aquellas en las que el
ser humano se ha enfrentado a una
montaña y a todo lo que ella representa.
Ahora que contamos con su estupendo
libro, comprobamos que cada hecho, cada
nota, cada accidente, cada emoción recogida en él, parecieran estar aconteciendo en
el sentido de quedar recogidos finalmente
en estas preciosas páginas, es más, pudiera
decirse que la “idea” de un libro lo acompañaba. ¿Ocurría así en realidad?
Todo lo contrario. Aunque llevaba conmigo a la vieja moleskine,
en la cual vertía de vez en cuando,
algún que otro pensamiento, la idea
de un libro/testimonio nunca pasó
por mi cabeza. Fue a raíz de la llegada del Everest, cuando asediado
por las preguntas que me hacía todo
el mundo, empecé a darle forma
a la idea de contar la historia. Sin
embargo, eso no pasó al hecho en
lo inmediato. Pasaron varios meses
hasta que un día me senté frente a
la computadora y escribí un par de
párrafos, luego no pude parar hasta
que terminé el libro.
No deja de ser curioso que cuando empecé a escribir el libro, todas
las palabras se me agolpaban en la
mente, como queriendo salirse todas juntas. Finalmente, el recuerdo
pudo ordenar las imágenes y, lo que
empezó siendo algo meramente descriptivo, inevitablemente devino en
reflexivo, en una extraña coincidencia con la evolución de los estados
anímicos que se sucedieron en la
montaña.
La pregunta fue realizada en 1923 a
George Mallory, junto con Andrew Irvine
el primer occidental conocido en intentar
escalar el Everest: «¿Por qué el Everest?».
Hoy, casi cien años después, la hacemos
nosotros y no precisamente a un inglés:
¿Por qué el Everest?
La respuesta de Mallory sigue
siendo igualmente válida hoy en
día: “Porque está ahí”.
Sin embargo, pudiera intentar
justificarme un poco más. Pudiera
decir que le tocaba al Everest, porque es la montaña más alta, y cuando uno escala montañas, siempre
quiere llegar al tope, (en un raro parecido con la vida) aunque sea para,
después de estar en la cima, descender rápidamente. El Everest era un
reto formidable, pero también era el
lugar en donde la bandera tricolor
podía ondear más alto. En todo el
planeta no existe un lugar tan alto
como ese. El día en que la bandera
dominicana vuelva a ondear más
alto, será cuando un astronauta dominicano la lleve a la luna.
Subir al Monte Everest y al Pico
Duarte tienen mucho en común a pesar
de la diferencia de altura entre uno y otro.
¿Cuál o cuáles serían, a su juicio, las coincidencias?
Todas las montañas son iguales,
y todas son diferentes. El montañismo, como la vida misma, es una se-
7 de agosto de 1942: Nace la escritora chilena Isabel Allende
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cuencia interminable de montañas,
de retos. Cada uno diferente al anterior y al siguiente, sin embargo, cada
cual es necesario para poder dar el
próximo paso. En el Pico Duarte
aprendimos a amar a la montaña,
y ese sentimiento nos acompañará
a cualquier montaña que vayamos,
por el resto de nuestras vidas.
El Pico Duarte es una montaña
con una personalidad muy peculiar.
Te pasas días caminando entre el
verdor de los pinos y de repente, la
vegetación se acaba y te encuentras
en un breve promontorio de roca
desnuda, de no más de 15 metros,
literalmente un pico, sobre esa inmensa mole que es la montaña.
Entonces el silencio se vuelve sobrecogedor, sepulcral, y, extasiado en
la visual de 360 grados, finalmente
comprendes la montaña.
Así son todas las cimas, únicas,
irrepetibles y efímeras. No podría
pensar en ningún otro lugar más
hermoso en toda la isla y la vida que
el Pico Duarte, salvo el Valle de la
Lechuguilla.
Una aventura, cualquier aventura,
tiene casi siempre por correlato un hecho
que recoge la literatura. En julio de 1969
el hombre pisa la Luna por primera vez,
pero antes lo había hecho en las novelas
de Julio Verne y H. G. Wells y en la obra
pionera del cine Viaje a la Luna, de Georges Méliès. ¿Existe alguna inspiración,
literaria o no, en el propósito de llegar a la
cima de la montaña más alta del mundo?
La llamada Edad Heroica, ha sido
siempre mi mayor inspiración. Esa
sucesión de hechos —cada uno más
formidable que el anterior—, que
precedieron a la conquista de las tierras antárticas. Una edad en la que
existían hombres, como nunca antes
se volverán a ver en toda la historia
del planeta. El duelo entre Amundsen y Scott; la epopeya de Shackleton, entre otros semidioses, siempre
fueron la inspiración para intentar
lo imposible.
Contra todo pronóstico, Hillary
y Norgay demostraron que no había
metas inalcanzables y, finalmente
Reinhold Messner, —el más grande de todos los montañeros de la
historia—, demostró que aún lo imposible podía ser posible, con la sola
fuerza de la voluntad.
Los preparativos para una hazaña de
tal magnitud debió suponer grandes esfuerzos físicos y mentales. ¿En qué consistieron estos? Y, visto que el entrenamiento es
necesario para todo en la vida, ¿cómo crees
que la lectura ayude sobre todo a los niños
y jóvenes de hoy?
Uno no se levanta una mañana
y dice “me voy al Everest”. Es necesario agotar un proceso de preparación previa. Concomitantemente
con la maduración de la idea, de la
concreción del sueño, hay un tiempo en el que solo resta prepararse y
adquirir los conocimientos y destrezas necesarias para poder sobrevivir
en un ambiente hostil como ese. El
mayor reto era estar ahí. Aguantar
tantos días en esas condiciones: fríos
glaciares, vientos terribles, el ruido
constante de avalanchas, y sobre
todo la más absoluta soledad, en un
ambiente hostil y desolado.
Ese estar ahí, es decir, aguantar
ese ambiente, requiere de mucha
fortaleza interna, algo que sólo lo
brinda la firmeza del propósito, la
pureza de la meta y la fe en Dios.
Enfrentar el exterior con lo interior, requiere un espíritu sosegado,
en paz y armonía. La lectura es el
compañero inseparable del montañista. Leer es una de las principales
actividades que realizamos cuando
estamos dentro de la tienda de campaña, esperando, aclimatándonos,
aguardando la oportunidad y el
buen clima.
La lectura nos da alas, nos permite elevarnos —a través de la imaginación—, a cotas superiores a las
que nunca llegaríamos, aun con
nuestros pies.
Los niños tienen en sus manos,
cuando toman un libro, la posibilidad de visitar esos lugares, de contemplar esos paisajes, de adentrase
con su imaginación en las tierras
mágicas de la fantasía, y pueden,
cada vez que lo deseen, volver sanos
y salvos al origen.
La lectura no morirá, no mientras haya montañas.
Soñando el Everest
Por Federico Jovine
$ 1,495.00
RD
Pasta dura
175 págs.
Una hazaña mundial con rostro dominicano: la
hazaña de la conquista de la cima más alta del mundo, contada por uno de sus protagonistas.
16 de agosto: Día de la Restauración
18
Extracto de entrevista
al escritor Virgilio Díaz
Grullón (1924 – 2001)
Primera parte
Por Juan Manuel Prida, julio de 1994
¿Cómo se adentró usted en la literatura? ¿Fue algo casual, accidental, o se sintió atraído por la literatura desde temprana
edad? ¿Fue usted un niño precoz?
Aparte de los tres primeros capítulos de una novela —afortunadamente inconclusa— que escribí
cuando tenía unos ocho años de
edad, que titulé nada menos “Las
legiones romanas”, y se iniciaba con
esta frase increíble: “Por las cálidas arenas del desierto caminaba
un viajero” (no recuerdo absolutamente nada más), no intenté nada
en el campo literario hasta haber
cumplido los diecisiete años. Una
anécdota, vivida cuando cursaba yo
el segundo año del bachillerato en la
antigua Escuela Normal de Santiago, incidió fundamentalmente en la
frustración temporal de mi vocación
de escritor.
Resulta que escribí, invitado
por el profesor Aurelio Cucurullo,
director de la escuela, un cuento titulado “El vengador”, para la
revista literaria de la misma. Fue
publicado y yo me sentí muy orgulloso. Pasó el tiempo y, terminados mis estudios de bachillerato en
Santiago, vine a Santo Domingo
a iniciar mi carrera de Derecho.
Allí, en la antigua Universidad de
Santo Domingo, la única que existía en el país en ese entonces, tuve
ocasión de ser presentado a Rubén
Suro, estudiante de término de la
Facultad, y ya un reconocido poeta
a nivel nacional. Al oír mi nombre
en la presentación formal, Rubén
Suro me dijo: “¿Virgilio Díaz Grullón? ¿Usted fue quien publicó un
cuento en la revista de la Escuela
Normal de Santiago llamado “El
vengador”? “Sí”, le respondí muy
ufano. “Pues mire usted”, me dijo,
“esa historia que usted narra es la
misma que relata Juan Bosch en un
cuento incluido en “Camino Real”,
con el título de “El Cuchillo”. Me
sentí abrumado y no pude pronunciar una palabra más. En la biblioteca de mi padre comprobé que yo
había plagiado a Juan Bosch. Esta
experiencia resultó traumática para
mí, y para reponerme de ella fue necesario que pasaran más de quince
años y que, ya casado y con más de
treinta y cuatro años de edad, mi esposa Aída me forzara dulcemente a
escribir y publicar cuentos
¿Influyó en su inclinación por las letras el hecho de ser el hijo del gran poeta
dominicano Virgilio Díaz Ordóñez?
A pesar de ese inicio tardío de mi
carrera de escritor, sentí desde niño
la vocación de escribir. Creo que en
ella incidieron tanto los genes que
me transmitiera mi padre como el
ambiente que él creó y mantuvo en
nuestro hogar. Su casa en San Pedro
de Macorís y su farmacia, la Botica
Miramar, se hicieron famosas desde
la década de los años treinta como
lugares de tertulias a nivele nacional. Mi padre siempre dispuso de
buenos libros en su casa y orientaba
mis lecturas estimulando esa vocación que veía formarse en mí.
¿Por qué no siguió usted los pasos de
su padre, convirtiéndose también en poeta?
Me alegro que me formules esa
pregunta, porque me da la oportunidad de comentar algo que me
obsesiona. Tuve siempre una admiración profunda por la obra poética
de mi padre y desde niño me sabía
de memoria muchos de sus poemas.
Sin embargo, nunca sentí la inclinación de escribir en verso y mis emociones se canalizaban naturalmente
a través de la prosa. Ni siquiera a
mis amores juveniles les escribí versos. Pero, ya adulto y antes de comenzar a escribir cuentos, en plena
dictadura trujillista, escribí algunos
poemas, todos motivados por la
muerte violenta de un ser querido
y admirado. Es como si yo pensase
que la poesía fuera el canal adecuado para expresar un dolor profundo
e inmediato, mientras que la prosa
sirviera para expresar nostalgia y
mediatez.
¿Qué es para usted el cuento?
Para mí, la definición del cuento
de Juan Bosch sigue siendo insuperable: “la relación de un hecho de
verdadera importancia que se describe sin digresiones, como una flecha disparada al blanco”. Esta definición contiene los rasgos esenciales
del cuento: la intensidad y la sinteticidad, contrariamente a la novela,
que es extensa y analítica. Ahora
bien, la importancia del hecho que
se relata no debe confundirse con la
aparatosidad o el carácter extraordinario del mismo. Es decir, sucesos
aparentemente triviales pueden ser
motivos de cuentos siempre que su
ocurrencia provoque en quien los
protagonice una reacción capaz de
interesar y sacudir al lector. Aunque no es un factor indispensable, el
cuento gana mucho cuando su final
es impactante. Yo utilizo mucho este
recurso, procurando golpear al lector con finales sorpresivos. Para mí,
es una especie de juego, una apuesta
entre el lector y yo. Si el lector adivina el desenlace antes de llegar al
final, gana él. Si no, gano yo. Claro
que este juego tiene sus reglas: el escritor está obligado a ofrecer claves,
indicios que pudiesen, de ser bien
interpretados conducir a adivinar
el final. Pero, ofrecer esas claves en
19 de agosto de 1936: Es asesinado el poeta y dramaturgo Federico García Lorca
19
forma disimulada, tratando de escamoteárselas al lector.
Decía Julio Cortázar que a él se le
acercaba mucha gente regalándole temas de
cuentos que él, olímpicamente, rechazaba,
porque no le satisfacían, porque no eran
sentidos por sus fibras literarias. ¿Le sucede a usted lo mismo? ¿Cuándo nace en su
interior un tema, esa situación que amerita
ser narrada?
Creo que todos los que escribimos hemos pasado por la experiencia que nos refiere Julio Cortázar.
Por más interesante y original que
sea lo que nos cuente el amigo, no
podremos nunca transformarlo
en un cuento. ¿Por qué? Porque el
cuento, como el poema, nace siempre de un impulso interno, recóndito. No viene del exterior, aunque
la vivencia que le dio origen fuera
externa, no es la razón vital del
cuento. La razón vital de éste es la
reacción interna que produjo en tu
psiquis la vivencia experimentada.
Y esa reacción interna no es inmediata, necesita de un proceso de
maduración. Yo, particularmente,
creo que ese proceso interno de maduración no se produce en la zona
consciente de la psiquis del escritor
sino en esa área en penumbras que
llamamos subconsciente y que se
produce a través del tiempo. Por eso
creo que la creación literaria no es
obra de la inmediatez: la vivencia
que le sirve de estímulo necesita no
sólo de tiempo sino también de la
distancia para desarrollarse plenamente. Por eso creo que la nostalgia
es el mejor caldo de cultivo para la
gran literatura.
De esta nostalgia, entonces, se desprende que usted no escribe en el momento, es decir, sus cuentos no son de acontecimientos o vivencias presentes, sino
que salen a flote cuando han pasado por
el período de añejamiento adecuado, como
las bebidas famosas. ¿Es este su caso,
siempre?
Exactamente, ese es mi caso.
Toda mi producción literaria tiene
esa característica de mediatez en relación a las causas que la originaron.
Sólo en dos oportunidades he hecho
literatura por encargo. Una vez que
Arturo Rodríguez Fernández me
solicitó una “versión de la muerte
de Johnny Watson” para su originalísima novela “Mutanville” y, otra,
en que mi mujer me reprochó que
no escribía historias de amor y, para
complacerla, escribí “Pas de Deux”.
Pero, ninguna de las dos constituyó
excepción a mi regla: en la primera
utilicé el argumento de una historia
policíaca que había concebido durante mi adolescencia y en la otra
vertí mis experiencias amorosas con
varias novias de juventud presentándolas como experiencias con una
sola mujer.
¿Cómo se desarrolla su proceso de
creación? ¿Tiene usted horas, momentos o
lugares específicos para escribir?
No, no los tengo. Y ¡ojalá los tuviera! Aunque en muchos aspectos
de mi vida diaria soy un hombre
rutinario, no lo soy en mi actividad
literaria. Envidio a esos autores que
observan un horario fijo y rígido
para su labor de cada día. Pero, mi
manera de sentir la literatura, la
convicción de que mi producción
literaria es más la obra de mi subconsciente que la de mi voluntad
consciente, me impiden regularizar
mi labor literaria en una forma rígida. Escribo sólo cuando siento la necesidad de hacerlo y esa necesidad,
por cierto, cuando se produce, para
mí siempre es apremiante.
¿Son algunos de sus cuentos, o más
bien, de los temas de sus cuentos, “ejer-
cicios de exorcismo”, o simplemente son
temas que desarrolla por algún deseo o
interés distinto del de sacarse una espina
del alma? ¿Tiene usted alguna obsesión
temática, o el llamado de escribir le surge
ante cualquier circunstancia?
Soy partidario de las teorías
freudianas y particularmente de
sus hipótesis sobre el sueño, que él
consideraba una puerta de escape
al subconsciente. Creo que la creación literaria es una manera de
soñar y, por tanto, constituye otro
cauce para la manifestación de ese
subconsciente. Todo escritor de
ficciones, por mayor dominio que
tenga de su oficio, no sólo refleja en
su escritura lo que su voluntad consciente desea, sino también lo que
le imponen – sin que él lo sepa o lo
quiera – esos oscuros elementos que
están fuera de su control. Las vivencias que acumula el escritor, sus recuerdos de infancia, situaciones que
hirieron su sensibilidad, incidencias
que le asombraron en el curso de su
existencia, aunque puedan haberse
borrado de su memoria, subyacen
en alguna parte de su mente y son la
cantera de donde el escritor extraerá el material de su obra. El proceso
de extracción es lo que yo denominaba hace un momento como el
“impulso recóndito” que constituye
el punto de partida del cuento o del
poema. Por el contrario, la elaboración de los temas, la estructuración
del relato, son productos de la labor
intelectual consciente del escritor.
¿Dónde termina la primera etapa y
comienza la segunda? Es muy difícil trazar una línea divisoria entre
ambas, pero estoy absolutamente
convencido de que ambas existen.
(Cont.)
Los algarrobos
también sueñan
Por Virgilio Díaz Grullón
$ 150.00
RD
Letra Gráfica
Bolsillo
71 págs.
«En memoria de los jóvenes dominicanos inmolados en nuestras montañas por amor a su pueblo en el
verano de 1959» (Dedicatoria de la obra de Virgilio
Díaz Grullón).
24 de agosto de 1899: Nace Jorge Luis Borges, gran escritor e intelectual argentino
20
Cuentos Breves
Premio Nacional de Literatura 2012,
Armando Almánzar Rodríguez.
No podía vivir sin ella… por eso se la comió.
Infierno
Y el padre llega, pero apenas
con dos panes sin nada dentro. Reparte y se queda sin comer porque,
Apenas habíamos llegado cuan- claro, no alcanza.
—No pude conseguir ningún
do, de buenas a primeras se levantó
una fuerte y ardiente brisa que nos trabajo en todo el día, dice a su
quemaba los párpados mientras, mujer, que gime y no dice nada.—
para nuestro pavor, del suelo que ¡Esto es el infierno!
Y estaba en la cierto.
pisábamos de tan caliente brotaba humo, abrasando las plantas de
nuestros pies.
—Cualquiera diría que estamos
en el mismísimo infierno, dijo alguSócrates alcanza la puerta, la
no.
empuja suavemente y entra.
Y estaba en lo cierto.
¿Entra?
Podría ser así si, en realidad,
lo encontrado en lo que se supone
interior no fuera más que espacio,
Hacía bastante tiempo que ha- un enorme, desmesurado, infinito
espacio sin nada, ninguna persona,
bíamos arribado.
Deambulábamos por verdes ningún objeto.
Sabe Sócrates, o por lo mepraderas, repletas de árboles de sabrosas frutas que pendían al alcance nos intuye, que, aunque avanzara
centenares, miles de kilómetros en
de la mano.
Aquí y allá, en la calma chicha cualquier dirección, no encontraría
de la eternidad, vagas sombras iban absolutamente nada.
Y mientras, el silencio, ese sileny venían con aire de perenne felicicio que estalla y aplasta, contundendad en el rostro.
te, apabullante.
—Que aburrido, dijo alguno.
Se vuelve sólo para comprobar
—Podría ser el Paraíso, adujo el
lo ya imaginado: la puerta por la
de más allá.
cual había “entrado” ya no existe.
Y no le faltaba razón.
Quién sabe si alguna vez existió.
Donde estaba, lo único que existe
es
el espacio.
En el aire enrarecido de la choNo hay nada hacia ninguna parca, la madre acostada en un jergón,
enferma, mientras tres chicos de te.
Sólo el silencio.
barrigas prominentes y ombligos
Y piensa entonces Sócrates,
puntiagudos, de edades que oscilan
entre los dos y los cinco años, reto- abismado, que algo así debe ser la
muerte.
zan casi desnudos.
Llueve, y dentro de la choza casi
tanto como fuera. Los niños corren
desnudos bajo la lluvia, pero luego,
tiritando de frío, entran para seguir
Miguelito, huérfano, nueve añimojándose y siguen temblando.
tos con cara de hambre, cabellos riA eso de las cinco de la tarde, zos, costillas bien visibles y canillas
la mujer gimiendo en su jergón, los flacas.
niños ya secos pero llorando porque
El chico se enamoró perdidaaún no han comido, esperan la lle- mente de su maestra en el orfanato,
gada del padre proveedor.
algo que, decididamente, nada de
Sócrates
Paraíso
Infierno (2)
Miguelito
extraño tiene: en este mundo, desde
los antiguos chinos hasta los famélicos somalíes, miles, millones de
niños se enamoran de sus maestras.
Ahora bien, lo que sí resultó fuera de lo común fue que ella, la maestra, se prendara de Miguelito y que,
como prueba más que fehaciente de
ello, lo adoptara.
Desde entonces viven juntos.
No nos pregunten lo que hacen
juntos, indiscretos, que ni siquiera
hemos intentado averiguarlo.
Pero lo que sí sabemos es que
ella, la profe, augura por lo menos
cuarenta años de felicidad junto a su
niñito Miguelito.
Esquilo
La luz entraba a raudales por las
persianas cuando me levanté y, confuso aún, con la cabeza dándome
vueltas, me enfundé los pantalones.
Desde la cama. Ella farfullaba
algo que en principio no pude comprender, pero que, a pedida que se
me iban aclarando las cosas, llegó a
mi conciencia.
—Tienes que obedecerme, no
puedes faltarle el respeto a tu madre. A la mujer que te dio la vida…
¡Vuelve, vuelve aquí, te digo!
No volví a la cama. Una lágrima
rodó por mi mejilla mientras abría
la gaveta de la mesita de noche.
—¿Qué es lo
que estás pensando? Pedazo de…
Miré de nuevo hacia ella. Con
la mano izquierda tomó la sábana
de una punta y cubrí sus desnudeces
mientras, con la derecha, amartillé
el viejo revólver de mi padre y apunté a su cabeza, a sus ojos desmesuradamente abiertos, a su boca que
nunca terminaba de cerrar y que
arrojaba denuesto tras denuesto.
Y disparé.
26 de agosto de 1914: Nace en Bruselas Julio Cortázar, novelista y poeta argentino
21
Mis poetas
dominicanos preferidos
Por Luis Beiro Álvarez
Franklyn Mieses Burgos le aportó a la poesía su sello personal. Nadie como él la trajo al presente, la
vistió con el alma de su pueblo, y le
aportó una belleza formal inconfundible, resaltando en ella los valores
de su identidad. Manuel Rueda le
entregó universalidad a partir de su
vocación lírica. Pocos como él ordenaron los versos con esa perfección
formal que otorga la música interior
cuando se elabora a partir de sonoras cadencias del alma y registros
de la experiencia vivida. Domingo
Moreno Jimenes la sacó a la modernidad. Le incorporó la libertad
que mucha falta le hacía y con ella
a cuestas, propició el surgimiento de
nuevos registros, donde el lenguaje
revoloteaba como raro especimen
de certezas. La magia, el misterio y
la virtuosidad metafórica sintetizaron los más importantes aportes de
Héctor Incháustegui Cabral, todo
un cantor de la belleza espiritual.
Nadie como él levantó de sus estrados el rítmico crujir de la imagen
poética y lo situó en la plataforma
de lo divino. Mucho antes que ellos,
Fabio Fiallo recogió las esencias del
modernismo y las paseó por América dentro de un verso sonoro, altivo,
elegante, que no pasó inadvertido y
que fue celebrado por los grandes
poetas de su tiempo. Juan Sánchez
Lamouth le incorporó el dolor y la
nostalgia de una sociedad en cambio. René del Risco Bermúdez, en
imágenes extensas y construcciones
hermosas escribió sus cantos en un
momento histórico que definió el
coraje de los dominicanos. Su poesía, agresiva, límpida y cortante
sirvió de himno de su tiempo y se
recordará como las olas que rompen
en el malecón de Santo Domingo.
Con un solo texto, Norberto James
Rawling se convirtió en un poeta
inmortal. Ninguno todavía ha superado su “himno al inmigrante”,
texto que con el paso de los años ha
devenido en un breve tratado de psicología social y una pieza de colección dentro de la poética nacional.
Su síntesis expositiva y sus posturas
estéticas lo consagran en la historia
literaria del país. Es imposible olvidar a Enriquillo Sánchez, tal vez
el máximo exponente de la poesía
coloquial dominicana de la era post
Trujillo y uno de los más lúcidos intelectuales de su generación. Cayo
Claudio Espinal y José Enrique
García, junto a la gran obra poéti-
De literatura
dominicana
siglo veinte
Obras
Completas
Por Franklin Mieses Burgos
Por Héctor Incháustegui Cabral
$ 750.00
RD
$ 750.00
RD
Colección Bibliófilos
– Banreservas
Pasta suave
434 págs.
Un conjunto vivo del pensamiento crítico de
Héctor Incháustegui Cabral.
ca que han creado, tienen el mérito
de haber saltado por encima de los
himnos sociales de la Generación
de Post Guerra para convertirse en
los referentes inmediatos de la Generación de los Ochenta. José Mármol tiene una colección de poemas
brillantes que le han dado la vuelta
al mundo. Y Frank Báez, Homero
Pumarol, Rosa Silverio y Ariadna
Vásquez, llamados injustamente
como integrantes del “realismo sucio” ya presentan obras apreciables
que los convierten en la novedad
más destacada de la poesía dominicana más reciente. Es imposible
dejar de mencionar a Aída Cartagena Portalatín, una voz de absoluta
madurez, inconfundible e irrepetible, al igual que nuestros bardos
de otras épocas que consagraron el
arte nacional como Gastón F. Deligne, José Joaquín Pérez y Salomé
Ureña. Imposible dejar de recordar
la obra inmensa de Pedro Mir y Manuel del Cabral. Aquí pongo puntos
suspensivos. Sé que faltan algunos.
Pero para mí, estos son los imprescindibles.
Bibliófilos
Pasta suave
520 págs.
Las Obras Completas de Franklin Mieses
Burgos constituyen un referente insoslayable de la
poesía y la bibliografía dominicanas.
6 de septiembre de 1833: Nace Juan Antonio Alix, poeta dominicano
Novedades Infantiles
22
Luli. Aventuras
en el mar (+5)
Por Kilia Llano
$ 300.00
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Pasta suave
30 págs.
Luli se va de aventuras con sus amigos y descubren la casita/club del árbol ¡más Increíble del
mundo!...
El último
aon (5+)
Por Emelda Ramos
$ 260.00
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Alfaguara
Bolsillo
41 págs.
Una tierna historia de lealtad y fraternidad en
medio de las circunstancias más difíciles para los
primeros habitantes de la isla.
Mi primer libro
de animales
del océano (5+)
Por Lipe Collado
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10 págs.
Las mil y una
noches (5+)
Por Lluis Farré y Mercé Canals
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Combel
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22 págs.
Algo oculta el palacio de tierra tan hermosa:
cuando el sultán se casa. ¿qué ocurre con su esposa? ¿Logrará Sherezade, con su treta genial, salvar
a las doncellas de un terrible final?
La iguanita
azul (+8)
Por Marcio Veloz Maggiolo
$ 275.00
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Alfaguara
Bolsillo
49 págs.
Danielito conoce a un raro señor que le hace
entender muchas cosas, en su viaje en busca de la
iguana que cree que cambiará su vida y la de su
familia.
El mundo del océano es inmenso, salvaje y libre.
Al bucear, verás cosas fantásticas.
Recetas
divertidas para
princesas (10+)
Por Lipe Collado
$ 750.00
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72 págs.
EL pacto
de Guani (+12)
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$ 330.00
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Bolsillo
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Una aleccionadora historia sobre los aborígenes
que entretiene y enseña a la vez.
Las princesas de hoy en día les encanta meter las
manos en la masa y hacen sus pinitos en la cocina.
9 de septiembre de 1828: Nace Lev Nikolaevich Tolstoï, maestro de la literatura rusa y mundial
Novedades Juveniles
23
Guinness World
Records (2012)
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Planeta
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Sumérgete en el asombroso mundo de los récords.
Los récords más sorprendentes de tus deportes
favoritos. Ultradepredadores: el primer eslabón de
la cadena alimentaria. Tecnología y redes sociales.
Los récords más peligrosos. 900 nuevas y alucinantes
fotos. Pon a prueba tus conocimientos.
Witch & Wizard.
Condenados
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Lazos de sangre.
Instinto
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RD
Alfaguara
Rústica
387 págs.
Destino
Rústica
276 págs.
Efemérides según lo enviado
24
Libros para comérselos
Por José del Castillo Pichardo
En el gran surtido de libros que
es Cuesta hay toda una sección dedicada a la gastronomía, abastecida
con obras sobre cultura culinaria,
recetarios de cocina étnica, guías
de restaurantes, historias del vino,
el whisky y la cerveza. Manuales
para elaborar platos de carnes, aves,
pescados, mariscos, arroces, pastas,
ensaladas, sopas, entremeses. Para
hacer pan y postres caseros: pasteles
dulces, cakes, macedonia de frutas,
sorbetes o cremosos helados y confitados. O para procesar un aromático café, cuajar una tonificante
bebida de chocolate y mezclar ingredientes en refrescantes cocteles.
Un rincón maravilloso para degustar, golosear, aprender. Para mejorar nuestra intelección de algo que
hacemos tres o cinco veces al día,
que es comer.
Interesado en todo lo que tiene
que ver con la comida, aparte de
ingerirla con delectación y esmerada paciencia, llevo décadas leyendo
sobre gastronomía. Una manera de
congraciarme conmigo mismo, de
dialogar con mi madre Fefita, la
abuela Emilia y la tía Carmen y el
querido tío Mané, un médico sanitario especialista en epidemiología
y nutrición con el que solía platicar
largamente sobre estos temas, entrelazados con bordoneo de guitarra
en trance de zarabandas bachianas,
adagios albiniónicos y criollas de
Julio Alberto Hernández y José Dolores Cerón.
Recientemente, han caído en
mis manos nuevos libros sobre el
tema, el Diccionario Internacional de
la Gastronomía de Guido Gómez de
Silva, editado por Fondo de Cultura Económica en 2010, útil, aunque
más bien enmarcado en la riquísima
culinaria mexicana con apelación
frecuente al léxico local (piénsese
que la arepa, tan cara a la tradición
alimentaria de Venezuela, Colombia, Panamá, Canarias, República
Dominicana, no figura en este Diccionario). La cocina prehispánica y colonial, de Marco Buenrostro y Cristina Barros, una obrita meritoria de
divulgación cultural bien ilustrada,
impresa por Conaculta de México
en 2001. Y la más valiosa e innovadora, Guía del Turismo Gastronómico en
España, del grupo editorial Anaya
de Madrid, tan actual como 2011.
Una excitante invitación a recorrer el formidable mapa de la gastronomía española con sus variantes
regionales más señeras, en la que
se ofrecen datos históricos precisos
sobre los orígenes de cada alimento,
sus maneras de elaborarlos y servirlos. Con información útil acerca
de restaurantes, mesones, posadas,
paradores, así como de marcas artesanales o industriales de productos.
Tras una introducción erudita en la
que se marcan las señas de identidad de la gastronomía ibérica con
su aposentado en el aceite de oliva,
las legumbres, el arroz, la huerta,
los pescados y mariscos, el jamón,
las carnes, las setas, las frutas y la
repostería, se entra de lleno en las
rutas regionales.
De Andalucía —tan influyente
en nuestra forja cultural— el olivo
con sus aceitunas y aceites varietales
(picual, arbequina y hojiblanca), el
jamón ibérico, la gamba, el langostino y los dulces conventuales. De
Aragón el cordero —el reputado
ternasco—, el melocotón, la trufa
negra y el jamón de Teruel. De Asturias la refrescante sidra y los quesos
de los Picos de Europa. Cantabria
nos brinda conservas y salazones de
pescado. Castilla-La Mancha sus
deliciosos escabeches, los platos de
la caza y el reputado queso manchego. Mientras Castilla-León nos maravilla con la huerta del Bierzo, sus
lechazos y cochinillos, legumbres y
jamones.
Cataluña, setas, embutidos y
butifarras, frutos del mar en abundancia, aceites, calcotadas (cebollas
del Valls) y xató (salsa de almendras
y avellanas tostadas, miga de pan,
vinagre, ajo, aceite, sal y pimiento
picante). De Extremadura el pimentón, la cereza, quesos de oveja y jamón ibérico. Galicia sus percebes,
pescados de las Rias Baixas, la lam-
prea del Miño, pulpos, calamares,
mejillones, boquerones, sardinas,
lacones con grelo. Madrid, carne
de la sierra de Guadarrama, espárragos y fresas de Aranjuez, ajos de
Chinchón.
Murcia, huerta y salazones de
tradición romana: mojama (lomos
de atún), hueva de bonito, corvina
y caballa, así como bacalao. Navarra, queso de Roncal. País Vasco,
señalado templo de la gastronomía
que rinde culto al alimento fresco,
las lonjas de bacalao (con modalidades a la bilbaína y al pilpil), el bonito
del Norte y la merluza, los boquerones, los chipirones, la sidra, el queso
Idiazábal, las habas de Vitoria, las
alubias de Gernika y los chuletones
de vacuno. En La Rioja, con sus
vinos emblemáticos de uva tempranillo, la huerta pródiga de tomates,
alcachofas, pimientos, coliflores, borraja. Valencia sus arroces de tierra
adentro, paellas y frutas. Sin dejar
fuera las Baleares. Así como Canarias, tan próxima a nuestras raíces,
de donde nos llegó la caña de azúcar
y el plátano. Con sus aportes dulces:
raspadura, bien me sabe, rosquetes,
buñuelos, torrejas y gofio.
A todo ello se debe agregar los
fortificantes potajes de garbanzo,
lentejas, fabas y alubias. Los caldos
variados, como el gallego. El cocido. Los callos a la madrileña. El
gazpacho. Los cochinillos a la segoviana con judiones. El pisto castellano. Jamones ibéricos de bellota pata
negra, de Guijuelo o Jabugo. Chorizos y choricillos. Morcillas burgalesas (con arroz) y gallegas (con
pasas). Las papas a la diabla. Las
infaltables tortillas de patatas y chorizo. Empanadas gallegas de atún,
bacalao o lomo de cerdo. Pimientos
navarros del piquillo rellenos.
La amplia gama de quesos artesanales que hacen de España la otra
Francia. Con toque de excelencia en
los de cabra y oveja o en la mixtura
de estas leches con la de vaca, jóvenes, semicurados o curados: manchego, cabrales, valdeón, gamonedo, picón, la peral, pasiego, tetilla,
14 de septiembre de 1920: Nace Mario Benedetti, poeta uruguayo
25
cebreiro, torta del casar, blanquet,
cassoleta, trinchón, herreño, majorero Fuerteventura. Vinos de la
variedad tempranillo. El apreciado
albariño gallego. Los de uva garnacha, monastrel, moscatel, palomino,
parellada y otros varietales que se
producen en diferentes regiones.
Entre ellas los de denominación de
origen Ribera del Duero, que ganan
mercado en el mundo. El clásico jerez o el brandy. Los alicorados Anís
del Mono, Chinchón, Pacharán,
Orujo. Y claro, una buena hogaza
para ayudar a engullir tanto manjar. Ni hablar de turrones, mazapanes y membrillos.
52 rutas gastronómicas. “Desde
la riqueza micológica del Pirineo,
hasta la maravillosa chacinería de
las sierras andaluzas, desde las delicadísimas carnes de los lechazos
castellanos a la calidad excelsa de
la industria conservera de pescados,
los aceites de oliva tradicionales
y los de nuevo cuño, el extraordinario panorama de los quesos, las
riquísimas lonjas de pescado, cabaña ganadera de altos vuelos”, reza
estimulante la contraportada de la
obra.
Yo agregaría: 782 páginas de
nutritiva y deliciosa información
hacen de esta Guía un imprescindible.
No sólo para viajar por España y sus
rutas del paladar. También para
identificar nuestras raíces culturales
y conocer un poco más acerca de
dónde venimos en cuanto a lo que
comemos y cómo lo comemos. En
lo atinente al aporte hispánico a
nuestra mesa, a las ollas modestas
de nuestras abuelas hacendosas,
que tanto nutriente oportuno nos
dieron y nos endulzaron el corazón
con sus pailas y cucharas de palo
prodigiosas.
Larousse
Gastronomique
$ 5,995.00
RD
Pasta dura
1.265 págs.
15 de septiembre de 1914: Nace Adolfo Bioy Casares, escritor argentino
Tierra de vinos
Por Larousse
$ 1,495.00
RD
Caja
Rústica
304 págs. (libro y juego de
sacacorchos, tapón, dosificador antigoteo y anillo)
26
Walter Riso visita Librería Cuesta
Sencillo y jocoso, pero sabio, este argentino nacido en Italia
y residente en Barcelona visitó Librería Cuesta el 13 de julio
pasado, donde compartió amenamente con sus lectores y público en general, firmando autógrafos, accediendo a fotos, y conversando, que es lo que mejor sabe hacer, sobre todo cuando
escribe.
Los libros de Walter Riso son una suma de conocimiento práctico en torno a aquellos temas que creemos dominar a
la perfección mientras no los vivimos, mientras no nos toca la
nada simple tarea de relacionarnos en pareja, de enamorarnos,
de enfrentar ese mundo de experiencias que nos involucran
emocionalmente en todos los momentos de la vida.
El especialista en terapia cognitiva y docente en distintas
universidades, es autor de ¿Amar o depender?, Ama y no sufras, Amor,
divina locura, Amores altamente peligrosos, Aprendiendo a quererse a sí
mismo, Cuestión de dignidad, Deshojando margaritas, El poder del pensamiento flexible, Enamórate de ti, Intimidades masculinas, Los límites
del amor, entre otros muchos títulos, cuyo denominador común
es el empeño firme por recuperar el centro de mando afectivo y
emocional en aras de una calidad de vida íntegra, equilibrada
y sanamente productiva.
17 de septiembre de 1580: Nace Francisco de Quevedo, autor español del Siglo de Oro
Ofertas
27
La virgen
y el violín
Por Carmen Boullosa
$ 595.00 199.00
RD
Debolsillo
Bolsillo
271 págs.
Mujeres:
la sexualidad
secreta
Por Patricia Politzer y Eugenia Weinstein
$ 850.00 579.00
RD
Grijalbo
Rústica
298 págs.
La fiebre,
tu gran aliada
Por Christopher Vasey
$ 530.00 336.00
RD
Obelisco
Rústica
133 págs.
Piranesi
construido
Por Javier Sarti
$ 300.00 99.99
RD
Algaida
Rústica
228 págs.
Designing
for Obama
Por Lee / Perry
$ 1,395.00 799.00
RD
Taschen
Pasta dura
182 págs.
Tati Allende
Por Margarita Espuña
$ 1,150.00 719.00
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Gredos
Rústica
222 págs.
20 de septiembre de 1951: Nace Javier Marías, autor español

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