EL PROYECTO DE DIOS - Misioneras Cruzadas de la Iglesia
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EL PROYECTO DE DIOS - Misioneras Cruzadas de la Iglesia
A TODOS LOS QUE FORMAMOS LA OBRA TOTAL DE NAZARIA IGNACIA MCI, MSI, FENI, GRUPO MISIONERO, ONG, SACERDOTES Y AMIGOS DE NAZARIA Nuestra querida Madre General Lucila Choya, murió para la VIDA VERDADERA el 12 de enero de 2013, cuando juntas rezábamos el Ángelus. Es la primera Superiora General, aparte de M. Nazaria Ignacia, que muere en pleno servicio de gobierno. He tenido la suerte de compartir con ella largos períodos de mi vida, su cariño, su cercanía, su amistad, últimamente también su corta enfermedad y su paso al Padre, me siento una privilegiada por haber experimentado la amistad de una persona profunda, sencilla, noble, discreta y honrada. La amistad con Lucila ha sido para mí el gran regalo que Dios me ha hecho. Esta mañana, cuando rezábamos la antífona de Laudes, sentí que era ella la que decía: “Al que deseé, ya lo veo; al que esperaba, ya lo poseo; estoy unida en el cielo con aquel que amé ardientemente en la tierra.” Estoy convencida que, Hna. Lucila goza ya de Dios, de su presencia, porque nosotras creemos en un Dios de vivos no de muertos, que nos dice: Yo soy la resurrección y la vida. Quien cree en mí, aunque muera vivirá, y quien vive y cree en mí no morirá para siempre (Jn 11,25). En esta Esperanza fundamentamos nuestra fe, sabemos que Lucila vive de otra forma. Nosotras como mujeres y hombres creyentes tenemos que dar testimonio ante el mundo de nuestra fe. Lucila, mujer marcada con su personalidad castellana, que podría centrarse en el texto de Tito 2,12 que la define: una vida sobria, honrada y religiosa. Su vida se centró en cinco ejes, que vivió con total entrega: • El eje de la Primacía de Dios: teniéndole como absoluto. • El eje pastoral: en la evangelización explícita, catequesis, Parroquia. • El eje de la docencia: dirección de nuestros centros, Escuelas, Colegio Mayor. • El eje de la formación: como Maestra de Postulantes y junioras. • El eje de Gobierno: desde muy joven, como ecónoma y Vicaria, Superiora Provincial y General. Y desde ese Gobierno, abrió el horizonte de la Evangelización, afianzando la Obra Total y asumiendo dos importantes opciones: • El voluntariado que impulsó como Provincial, como signo de los tiempos. • Y posteriormente la ONG “Bajar a la calle sin fronteras”, que viene movilizando a los jóvenes en servicio a la humanidad. “Ella, al presentar una de las memorias nos decía: tenemos que felicitarnos y felicitaros por haber hecho realidad la continuidad de esta aventura solidaria... implicándonos en el porvenir de una sociedad más justa e igualitaria”. Su mirada abarcó la ambición y deseo de Nazaria Ignacia que nos decía: “La Cruzada Pontificia no pone límites a su programa, sus confines son los del mundo, porque estos son los confines del Reino de Dios”. Desde esa mirada, con total utopía, amplió la presencia de nuestra Congregación a un continente nuevo: Asia: con la fundación de la India, y nuevas presencias misioneras en África: el Congo, y en América latina: El Salvador y Chile. Lucila ha sido una mujer valiente y arriesgada, abrir estas misiones en estos tiempos, supuso una gran aventura, cargada de esperanza. Y la tarea final emprendida desde la preparación del XIII Capítulo General, de “la reestructuración para el más de la Misión” que quiso vivenciáramos como Cuerpo Congregacional, con sentido de pertenencia y superando fronteras. Programa que nos deja abierto, para que sigamos buscando el mayor servicio. Renovando la Vida y la Misión, en fidelidad siempre al compromiso y práctica liberadora que ha sido opción mantenida por el Instituto desde la fundación y en respuesta al Vaticano II en pro de la justicia y la paz, en la opción por los pobres, desde una lectura siempre atenta a la realidad, que impulsaba en todas sus visitas a las casas. Otro rasgo que le caracterizó fue su amor y comunión eclesial, tan propio de nuestro carisma y la atención especial a la Vida Religiosa, en la que creía, con su presencia y apoyo a la CONFER española. Su vida ha sido una vida fecunda, vivida en la discreción, sencillez, con un talante comprometido y silencioso. Pareciera un proyecto inacabado y, sin embargo, para ella, según una de sus últimas palabras, como cumplido final: “el Proyecto de Dios se cumple siempre”. Vicaria General “Ser fiel al Proyecto de Dios, es ser fiel al Proyecto que Nazaria comenzó como respuesta de su fidelidad a Dios, y que hoy supone siempre en fidelidad carismática, ser creativas y con audacia misionera saber responder a las necesidades más apremiantes de nuestro mundo, de los1 pobres y marginados, abiertas a nuevos horizontes y a “las nuevas fronteras”. Nazaria supo hacerlo en su tiempo” . 1 Circular Madre General Lucila Choya. 1 DATOSHISTÓRICOS DIOS SE HACE HISTORIA... M. Lucila Choya Brezmes, séptima Superiora General de la Congregación. Partió al encuentro de Dios Padre, el 12 de enero de 2013. Este día, reunidas junto a ella, depositamos nuestra firme esperanza en Jesús resucitado. Nació el 23 de junio de 1943, en Berrueces (Valladolid). Ingresó en el Instituto el 16 de enero de 1966, hizo su Profesión temporal, el 24 de septiembre de 1968 y su Profesión perpetúa, el 9 de marzo de 1974. Tendremos siempre en nuestra memoria el testamento final que nos ha dejado: “el Proyecto de Dios se cumple siempre”. Sólo es posible de quien se sabe instrumento en las manos de Dios. En Lucila, no podía ser de otra manera, su vida fue marcada de esta fidelidad al Proyecto de Dios, al mundo, a la Iglesia y al Carisma de Nazaria Ignacia. En 1968, es destina a Valladolid, dedicó sus primeros años de juventud a la enseñanza con jóvenes De 1970 a 1974, fue destinada a Barcelona, trabajó como profesora dando clases en la Escuela Profesional de Santa María de los Apóstoles. En 1974 a 1986, es directora de la Escuela Profesional de Carabanchel en Madrid. En este servicio afianzó la Asociación de Padres. Su andadura en 1987 por el Colegio Mayor MARA, duró unos cinco años, durante este periodo, su entrega, su saber hacer, su cercanía a las colegialas, dejó un estilo, una manera de ser misionera, que las jóvenes supieron captar llegando alguna a decir “Lucila para nosotras era una mujer coherente, era un testimonio”. Fue Consejera Provincial, de la Provincia Europa – África, teniendo la función de ecónoma, los años 1977 a 1979, siendo Superiora Provincial Mª Auxiliadora Pérez. Beltrán Es Consejera General, durante dos periodos 1986 a 1992, estando de Superiora General, Mª Auxiliadora Pérez Beltrán. El primer sexenio tuvo la función de ecónoma y en el segundo continuó con esta función y con la responsabilidad de Vicaria General, contribuyó a la elaboración del Documento de Economía, de derecho propio, aprobado en el X Capítulo General de 1992. En él se señalan los criterios y principios inspiradores que marcan nuestro estilo de vida sencillo así como la promoción por la justicia y la solidaridad a nivel de la Congregación. Maestra de Postulantes durante los años 1982 a 1985 y Maestra de Junioras en el periodo 1993 a 1999, en ambas etapas, su deseo convertido en acompañamiento, era formar mujeres creyentes seguidoras de Jesús, alegres y enraizadas en el Carisma de la Congregación. Estando en el gobierno dedicó tiempo y esfuerzo a las formadoras, remarcando la necesidad de fortalecer el sentido de pertenencia al Cuerpo Congregacional y la urgencia del acompañamiento en todas las etapas de formación. Fue Superiora Provincial de Europa-África durante dos periodos de 1999 a 2004, entre sus quehaceres, impulsó el voluntariado, como signo de los tiempos, que continuó apoyando como Superiora General. Es elegida Superiora General, para el periodo 2005 a 2010, el 30 de diciembre de 2004, en el XII Capítulo General, realizado en Cochabamba, Bolivia. Llevó adelante este servicio en momentos de cambio de época y de creciente complejidad en el mundo, producido por los efectos de la globalización; cambios en la visión del mundo, cambios en la misión de la Iglesia y por supuesto, los cambios en la Vida Religiosa. En este contexto, el Capítulo General puso en sus manos el objetivo de “Renovar la Vida y la Misión”, teniendo como núcleo: “anunciar el Reino en mundo globalizado”. Fiel a este reto, en enero de 2008 presenta al Consejo General Ampliado unas proyecciones que impulsará la vida de la Congregación: “buscar caminos nuevos… abrir nuevos horizontes… ir dando pasos para la presencia de la Congregación en el continente Asiático, en la India”. Emprende el primer viaje, el 4 de octubre de 2009 y esta fundación se concreta en la diócesis de Khammam, el 24 de marzo de 2010, con hermanas de Uruguay, Bolivia y Camerún. Se marca como el horizonte de la misión apostólica, “la acción social de la mujer”, en fidelidad a la práctica desde Nazaria. En este mismo Consejo General Ampliado, propone a las Superioras Provinciales, fortalecer la “Universalidad”, nota tan característica nuestra, desde las raíces. En septiembre de 2008 se constituye el juniorado internacional, en Madrid, España, con presencias de Bolivia, Camerún, México y Perú. Dando un paso más sobre el tema del voluntariado y la cooperación a los países en vías de desarrollo. En octubre de ese mismo año, con serena lucidez pone en marcha la ONG “Bajar a la Calle sin fronteras”, apostando por trabajar en la erradicación de la pobreza, conforme a los Objetivos de Desarrollo del Milenio. El XIII Capítulo General, vuelve a depositar su confianza en ella para seguir conduciendo la vida de la Congregación, es el día 18 de enero de 2010. Asume este segundo sexenio desde un conocimiento profundo y lúcido del Cuerpo Congregacional, lleva como programa de gobierno “la reestructuración para el más de la misión”. La finalidad de la reestructuración es, “revitalizar nuestra vida, y nuestra identidad Carísmática”. Marca este momento de la Congregación, como una “oportunidad del Espíritu, es nuestra oportunidad, es una “Buena Noticia” para la Congregación”. Es un legado, una tarea abierta para que el Proyecto de Dios se cumpla en nosotras. Gracias Madre General, gracias Lucila, compartir contigo la vida a lo largo de estos años, ha sido la mejor etapa de de mi vida, he aprendido mucho… Estarás siempre en la memoria de mi corazón y en la memoria agradecida de la Congregación. Emiliana Mamani, m.c.i. HACIENDO MEMORIA CON EL CORAZÓN Al marcharte, Lucila, algo de mí se fue contigo. Confieso que me embargó una profunda tristeza, desolación y vacío interior, que poco a poco se fue traduciendo en PAZ, entiendo que fruto de Su y tu Resurrección, ya sentida y experimentada. Fueron muchos años compartiendo la tarea de servicio a la Congregación; siendo muy jóvenes, como equipo provincial; más tarde en el Gobierno General, donde tuvimos el gozo de vivir el acontecimiento de la Beatificación de Nuestra Madre fundadora; y otros momentos no tan gozosos, pero no menos importantes, que siempre intentamos vivir en fidelidad y responsabilidad eclesial, en unidad y comunión con toda nuestra familia religiosa; en la última etapa como “equipo impulsor”, que con tanta ilusión y empeño dirigías y llevabas adelante; y en la ONG; con la que abriste al Instituto por caminos de solidaridad. Has sido para mí, Lucila, hermana, compañera y amiga fiel a la que siempre puedes acudir, con la certeza de que la encontrarás. Uno de tus últimos gestos que tanto nos ayudó a la Provincia, fue el testimonio de acompañarnos en nuestro capítulo provincial. Tu presencia fortalecía nuestro sentido de cuerpo y pertenencia. Y al tocar nuestras fragilidades, sentíamos que tu testimonio nutría y, alimentaba nuestras raíces, nuestra tierra. Y tu palabra vigorosa 2 nos animaba a promover “una cultura vocacional” que abriera puertas y diera paso a otros sujetos vocacionados. Nos decías: “Las oportunidades pasan y, si no las acogemos, no habrá posibilidad de reestructuración”. Al dar gracias a Dios por el don de tu vida, quiero de manera especial agradecerte el haber tenido la oportunidad y el privilegio de acompañarte en estos últimos meses; compartir como tú misma me dijiste algo de “tu prueba”, que con tanta fe, esperanza, fortaleza y dignidad llevaste hasta el final. Por eso, con el capítulo 4º del libro de la Sabiduría que desde tu partida releo y me consuela... quiero decirte: “Fuiste amada y trasladada, porque agradaste a Dios..., madurada en poco tiempo, completaste una larga vida, porque la Gracia y la Misericordia están destinadas a sus elegidos y su Salvación a sus santos”. Con mi recuerdo y cariño entrañable, Auxiliadora Pérez Beltrán Provincial de Europa - África LA IGLESIA EN BOLIVIA Con el Gozo de la resurrección, S.E. Cardenal Julio Terrazas, Monseñor Sergio Gualberti, Arzobispo Coadjutor, Monseñor Braulio Sáez y Monseñor Estanislao Dowlaszewicz, a nombre de la Iglesia cruceña expresan su adhesión a los sentimientos de gratitud de la congregación “Misioneras Cruzadas de la Iglesia”, por el sensible fallecimiento de su madre General: † Hna. Lucila Choya Drezmes, Q.D.D.G. Actualmente la congregación está presente en toda Bolivia y en cuatro continentes respondiendo a los desafíos del mundo y de la Iglesia. A LAS MISIONERAS C. DE LA IGLESIA En este momento en que sufrís la pérdida de vuestra Madre General, Hna. Lucila, quiero expresaros mi condolencia y cercanía en la oración y en la esperanza cristiana. Compartí con ella algunas reuniones de BOYSUMA (Obispo y Superiores Mayores) en el seno de la CEE. Y sé que ha trabajado mucho en el campo de la educación, gastando su vida por la Iglesia. El Señor la acoja en su seno y le haga gozar de la hermosura infinita de su gloria. Recibid mi condolencia y mi afecto sincero, en el Señor: Me uno con mi oración por el eterno descanso de la Hna. Lucila, Superiora General. Les expreso mi solidaridad en estos momentos de fe, llenos de pena y al mismo tiempo de certeza por la resurrección y como discípula fiel del Resucitado. Que su vida y testimonio sean bendecidos por Dios con abundantes y perseverantes vocaciones para la Congregación que tanto bien hace a la Iglesia. Fraternalmente, † Demetrio Fernández, Obispo de Córdoba † Jesús Juárez Párraga, Obispo del Alto de la Paz Mi querida amiga Teresa Montaña: Paz y gozo. Gracias por la comunicación del paso a la casa del padre de nuestra querida Hna. Lucila, son misterios que el Señor nos tiene reservados. Ya me lo habían comunicado las Hermanas de aquí, celebraré el lunes la Eucaristía a las 19 horas en la Parroquia de la Santa Cruz. Que el Señor le haya dado la plenitud de vida que todos deseamos alcanzar. Saludos a todas las Hnas. Cruzadas de la Iglesia y en especial a la M. Provincial. Muy unidos en la oración y en la esperanza. † Braulio Sáez García, Obispo Auxiliar de Sta. Cruz (Bolivia) Querida M. Joaquina, acabo de recibir carta con la noticia del fallecimiento de la M. Lucila Choya, Superiora General. No quiero dejar de hacerles llegar a todos los miembros de esta congregación la compañía de mi oración. El Señor compensará como sólo Él sabe todos los trabajos y fatigas de la M. Lucila al servicio de Dios y de la Iglesia. Con todo afecto, † Javier Martínez Fernandez, Arzobispo de Granada (España) 3 TESTIMONIOSUISG UISG (UNIONE INTERNAZIONALE SUPERIORE GENERALI) Roma 16 enero 2013 A la Hermana Vicaria General Muy querida Hermana: Me ha llegado la noticia del fallecimiento de la H. Lucila Choya, superiora General, y en nombre del Consejo Directivo de la Unión Internacional de Superioras Generales, quiero expresarle nuestra más profunda condolencia. Pido al Señor por su eterno descanso y para que todas las hermanas de la Congregación puedan vivir esta pérdida desde la fe y el Espíritu les ilumine en los pasos que han de dar. Reciba un saludo muy cordial Josune Arregui, ccv UISG Secretaria Ejecutiva. Roma HH. CARMELITAS TERESAS DE SAN JOSÉ Guadalajara, Jalisco (México) Madrid, 14 de enero de 2013 Hermanas del Consejo General Misioneras Cruzadas de la Iglesia Madrid Muy queridas Concepción, Daniela, Emiliana, Joaquina y demás hermanas Misioneras Cruzadas de la Iglesia: Paz y gozo, os deseamos, en Jesús Resucitado. Con sincero afecto me dirijo a vosotras, para expresaros, en nombre de mis hermanas de Congregación, nuestros sentimientos de cariño y de comunión, en el dolor y en la esperanza, con ocasión del paso a la Vida de Lucila. La sorpresa de su muerte me ha producido profunda conmoción. Con vosotras experimento un sereno dolor por su partida, a la par que gozo y gratitud, por el don inmenso que su vida, su vocación y su ministerio, han significado para vuestra querida Congregación, para la vida consagrada femenina española y universal, y para la Iglesia. He tenido muchas oportunidades de compartir con ella en CONFER, donde compartimos un período en el Consejo General, y siempre me ha impactado su forma de vivir, su serena lucidez, su paz y alegría contagiosas, su vitalidad y alegría, su confianza en Dios y su compromiso. Precisamente en la última asamblea de CONFER estuve con ella y nada me permitió pensar que estaba tan próxima su despedida. Con mucho cariño, y en nombre de las hermanas del Gobierno General, Las Hermanas del Amor de Dios, desde el Gobierno General y la comunidad de la Casa General, nos unimos a vuestro dolor y acción de gracias, por la vida fecunda y entregada hasta el final de vuestra Superiora General Hna. Lucila Choya Brezmes. Sí, el cielo ya se abrió y, como hoy nos decía el Evangelio, la voz del Padre sonó llamándola hija amada. Que goce para siempre en el banquete del Reino, disfrutando de la plenitud de la vida. Que la siembra que hizo en esta tierra dé muchos y buenos frutos. Oramos también por vosotras. Que puedan vivir este acontecimiento desde la fe y la esperanza cristiana. Que la “cruzada” continúe aún con más intensidad desde el amor. En comunión en el Espíritu que nos une. Hermana Cecilia Barreda Merino, ctsj Superiora General Hna. Margarita Martins da Silva Superiora General 4 HERMANAS DEL AMOR DE DIOS TESTIMONIOSDEHERMANAS LO QUE EN PRINCIPIO PARECÍA TENER UN BUEN PRONÓSTICO DERIVÓ EN ALGO IRREMEDIABLE ESPAÑA Nuestra Madre General Lucila se nos fue en silencio... su enfermedad la vivió en silencio... su dolor y sufrimiento, lo vivió en silencio... su deseo de seguir trabajando en el proyecto de reestructuración lo guardó en silencio, en su corazón. Esperábamos un milagro y seguro que “algo” pasó... pero se llevó el secreto... lo vivió en silencio y como tantas otras cosas se las llevó en su corazón. Se nos fue con su secreto y nos dejó sus silencios... pero su luz como su nombre indica la podemos ver; si quereis comprobarlo, por las noches mirar al cielo y si veis un lucero resplandeciente, allí está ella y tanto más resplandeciente cuanto que ya goza de la luz de la Trinidad... mirarlo... saludarlo y decirle que nos siga alumbrando... Pienso que podríamos poner en su boca, en los últimos momentos de su vida las palabras de Nazaria Ignacia. “Él me lleva. Mi alma está tranquila, llena de confianza en Dios”... y todo esto lo vivió desde el misterio del silencio. Lucila afrontó su enfermedad como había llevado su vida con silencios, sencillez, cercanía y valentía. Murió rodeada de sus hermanas mci y de su familia en un momento de oración. Nos ha dejado un vacío enorme por su ausencia pero gozo por su testimonio de vida. Sintiéndola ahora como un referente en nuestras vidas. Ella sigue ahora su camino y nos acompañará siempre en el nuestro. Familia de M. Lucila Choya PERÚ ~ EL SEÑOR ME LO DIO, EL SEÑOR ME LO QUITÓ: ¡BENDITO SEA EL NOMBRE DEL SEÑOR! (Job 1,21) María Jesús de Miguel, m.c.i. Con las palabras de Job, comenzamos nuestro reconocimiento profundo por esa vida que Dios nos dio en Lucila, una vida centrada en Cristo, entregada sin límites, inculturada por donde iba. Una mujer que nunca utilizó la cinta métrica paramedir su estado de salud, al contrario, de sus labios brotaban palabras de ánimo y de lucidez para llamar la atención cuando era necesario; una mujer completa. En su última visita a las comunidades de Perú: Jaén, Lima y Huancayo nos animó a continuar con valentía el anuncio del Reino de Dios y el de llevar una vida como quería nuestra madre. N.I. “Un solo corazón y una sola alma”, aún resuenan en nuestros oídos su invitación de descalzarnos para vivir con disponibilidad la Restructuración para el más de la misión en todo el instituto y renovar nuestra vida y misión,nos decía que nuestras comunidades sean cálidas, acogedoras, fraternas; donde los demás se sientan a gusto y puedan decir “miren como se aman”. Su espíritu intercultural hizo que las jóvenes se sintieran a gusto con ella en su visita a Jaén, la veíamos como dice San Pablo: “lloren con los que lloran”, sufría cuando nuestras jóvenes awajun y wampis le contaban su carencia económica y las injusticias que pasaban por ser mujeres en los lugares de donde provienen, pero que Dios las había premiado al darles un hogar en la Residencia Nazaria, y realizarse como mujeres cristianas útiles a sus comunidades nativas y a la sociedad entera. La recordamos en otra faceta de su vida sencilla, delicada y obediente, el colegio “San José” del Muyo, había preparado todo un programa de acogida a la General de las Misioneras Cruzadas de la Iglesia y Daniela, ella tan noble, estaba admirada, solo las santas no han perdido la capacidad de admiración y de encontrar a Dios en Todo, la veíamos izando con un respeto único los símbolos patrios en la selva peruana. “El Señor nos la quitó” ¡bendito sea el Nombre del Señor!, según la lógica humana ya no está entre nosotros, pero como Dios no tiene lógica la vemos tan presente, tan llena de esperanza, como el verdor de esta foto, donde se siente el ruaj de su presencia, porque su espíritu vive y sus palabras quedan en nuestros corazones y en la memoria de nuestro cerebro. Lucila Choya Breznes, siempre en camino, con visión de futuro, nos impulsa a esta dispuestas para vivir el espíritu de la Universalidad y disponibilidad, en fidelidad a Nazaria. Una mujer que trató de hacer vida las enseñanzas del evangelio, se hacía a nuestros horarios, estaba a la madrugada acompañándonos en la oración personal, muy delicada para escuchar a cada hermana y para felicitarnos cuando lo merecíamos. No estás físicamente pero el ruaj de tu vida está grabado en nuestros corazones. Sonia Andrea Herrera Cabezas, m.c.i. 5 TESTIMONIOSDEHERMANAS BOLIVIA Queridas Hermanas: Chonchi, Consejeras y todas las M.C.I. en Madrid: Sin lugar a duda han sufrido mucho estando junto a nuestra querida Madre Lucila en su enfermedad y desde luego también, estando a distancia ya se imaginarán cuanto sufrimiento y preocupación, de si está mejor, de si está peor y en todo momento, confiando, esperando que el Señor, con los ruegos a Nuestra Beata Madre, nos haga el milagro. Pero nuestros planes no siempre son los de Dios, Él sabe lo que hace, ya encontró en ella, fruto maduro. La realidad fue que nos la arrebató, en el momento que según nosotras, la queríamos tener todavía en esta vida, nos queda la certeza de que sí está en medio de nosotras y que ya junto a nuestra Beata Madre y muchas otras hermanas en el cielo, nos seguirá acompañando, desde su amor al Instituto y su preocupación por cada una de nosotras, en el seguimiento a Jesús, desde lo grande y pequeño. Y sabiéndola ya en el gozo pleno, me uno y nos unimos en comunidad, a todas mis queridas hermanas M.C.I., dando las gracias a nuestro buen Dios por su VIDA, tomada en serio la santidad, desde su testimonio de Amor y Servicio, para con todas. Unidas, con todo el amor y cariño de hermana. INDIA ~ DIOS NOS LA DIO, DIOS NOS LA QUITÓ El Espíritu del Señor revoloteaba en el continente asiático, Madre Lucila lo percibe todo con ojos nuevos; gracias a su audacia y valentía abre un nuevo camino en la India, semilla que plantó en esta tierra querida y amada por ella. Lucila tenía muchas esperanzas puestas en nuestra misión en India, en las vocaciones locales, en la promoción de la mujer, la evangelización … En estos casi tres años de nuestra presencia aquí, siempre nos hemos sentido muy apoyadas, sostenidas, queridas y mimadas. Fue regalo de Dios la visita de Hnas. Lucila y Conchi a la comunidad en Khammam en marzo de 2011. ¡Qué alegría para nosotras! Nos fortaleció humana y espiritualmente como lo hace una madre. Nos recalcó mucho que fuéramos mujeres de oración y unidad. El día en que llegaron a Khammam no hubo tiempo para descansar, ya que por la tarde tenían que ver los terrenos, hablar con Mons. Maipan Paul, Obispo de la Diócesis. Mujer sencilla y cercana, caminó con el pueblo en el rezo del vía crucis en pleno sol, también visitó familias en Pallegudem, se hizo una más de ellos. Durante su estadía visitó las Escuelas donde se trabaja, a las Hnas. de María Mediadora y a nuestro párroco, P. Shwory, entre otros. Gracias a su capacidad de leer la realidad de esta cultura nueva, la semilla va germinando, ahora tenemos ocho aspirantes: Chandaná y Avanyá de segundo año; Sereesha, Silvarani, K. Mary, Mariaratnam, Jyothi y P. Mary de primer año. Ellas son para nosotras las piedras fundamentales en la India. Teniendo el terreno se empezó a construir la casa en Pallegudem, según los cálculos nos dijeron tardaría unos seis meses, pero se terminó para setiembre del siguiente año. Como aquí suelen decir para “tomorrow, tomorrow”, pero el mañana nunca llega pues siempre estamos en el hoy. Hablamos con Lucila sobre la inauguración de la casa para el día 27 de setiembre de 2012, lo que no fue posible ya que ella estaba delicada de salud. Encomendamos a Dios especialmente a través de Nazaria por la salud de Lucila, para que hubiese un milagro y así pudiese ver “la tierra prometida”, volver a visitarnos, inaugurar oficialmente la casa y conocer a nuestras aspirantes. Todas nuestras esperanzas, deseos estaban puestos en el Señor. Dios nos la dio y nos la quitó, ahora ya está en el cielo, desde allá velará por la perseverancia de las pequeñas. Ellas no la conocieron en persona, sin embargo en sus corazones vive la presencia de Hna. Lucila, y con qué cariño la llaman “Mother Lucila”! Khammam, 23 de enero de 2013. Hnas. Martha, Celia, Leda Gloria CAMERÚN «¡BENDITO SEA EL NOMBRE DEL SEÑOR!» Queridos hermanos y hermanas, éste versículo de Job expresa el sentimiento que nos habita ante la desaparición inesperada de nuestra Superiora General, Madre Lucila Choya el sábado 12 de enero del 2013. Tras éste acontecimiento doloroso, celebramos una misa de acción de gracias en la parroquia san Francisco Javier de Oyack en Douala. nos H. Lucía Sandoval, m.c.i. JOB 1,21B hemos sentido muy acompañadas y sostenidas por los sacerdotes de nuestra parroquia que han movilizado a toda la comunidad parroquial para que vinieran a rezar junto con nosotras. Estuvieron presentes en la celebración algunos sacerdotes diocesanos y religiosos tales como los padres javerianos. También vinieron muchas religiosas, el personal de nuestras escuelas, dispensarios, etc. y como no, todos los fieles de nuestra parroquia. El Padre Pascal Kamga, quien hizo la predicación, anunció a la gente que no la conocía: «una gran mujer se nos ha ido». Pues sí, la grandeza de esta hermana se midió por su gran corazón, su simplicidad, su capacidad de escucha y el sentido profundo que daba a la misión de África y a sus hermanas africanas. Su vida fue dada en libertad y sin medida y de hecho descubrió en dicha entrega la realización del proyecto de Dios. Su vida es un ejemplo que nos ha dejado. Florette Patience Bassa, m.c.i. 6 TESTIMONIOSDEHERMANAS HONDURAS Querida Conchi, yo al igual que todas las hermanas de la Provincia nos sentimos muy unidas en este momento del paso del Señor, aunque cuesta aceptar sin dolernos, creemos que la partida de Lucila a los brazos de nuestro Buen Padre, dará sus frutos, ella desde el cielo nos seguirá apoyando en este camino que hemos emprendido, que con tanto anhelo e ilusión impulsó sin llegar a verlo cumplido, sé que para ti es mucho más duro, cuenta con nuestro apoyo y ora- ción, juntas tendremos la fuerza para llevar adelante nuestro Instituto. Este día ha sido de mucha oración, por la tarde estuvo la familia extensiva con un presente oramos juntos y compartimos un rato. Por la noche ofreceremos la Misa comunitaria. Hemos recibido mensajes de solidaridad. Un abrazo muy grande, con cariño. Elida Cruz Flores Provincial C.A. MÉXICO Visitó nuestra provincia en varias ocasiones y siempre su paso fue de gozo y esperanza, de invitación y motivación a dar el “más” en la vida para la misión y en la evangelización. En todas las visitas a los lugares de trabajo en la provincia, dejó huella por su sencillez, cercanía e interés por el trabajo de los laicos y colaboradores, así como la relación los sacerdotes que conoció y con los que nos trabajamos. Todas las personas que la conocieron y se han enterado de su partida expresan su alegría de haberla tratado y dan gracias por haber compartido con ella algunos momentos de su vida. Vivimos este paso del Señor por nuestra vida y por la Congregación con fe y con la confianza que ella ahora puede hacer más para que seamos fieles a nuestro llamado y misión. Nuri Calle Provincial, México BOLIVIA Queridas hermanas: Concepción Pérez y Consejo General. Congregadas representantes de las tres Provincias: (Cono Sur) queremos expresar el sentimiento común por la Pascua de nuestra querida Madre General Lucila Choya. Su partida a la Casa del Padre nos ha sorprendido, nos ha conmovido, nos ha dolido profundamente. Al mismo tiempo con sentimientos encontrados, sentimos fuertemente su presencia, siempre cálida, comprensiva, animadora, sencilla, humilde, honesta, entusiasta, etc. En este encuentro proyectado, del que todas participamos con deseos de poner en marcha la Reestructuración tan soñada por ella, queremos hacernos presentes, para compartir estos sentimientos y el compromiso de seguir siempre adelante con este legado que nos ha dejado en marcha. Recordando sus últimas palabras: “El proyecto de Dios se cumple siempre” esta moción que tuvo, nos dan la certeza, que el Espíritu seguirá obrando en cada una 7 de nosotras, para hacerlo una realidad. Desde Cochabamba (Bolivia) enviamos nuestro abrazo fraterno, en el que, nos sentimos muy unidas. TESTIMONIOSDEHERMANAS ARGENTINA ~ DECIR “ADIÓS” Y “HOLA” CUBA Queridas hermanas: Deseo acercarme a todas en este duro momento por la pérdida de Lucila. Nos sentimos tristes, pero es ocasión de estar muy unidas, con paz y confianza en Dios, en el presente y en el futuro. Realmente ella goza ya con el Señor y junto con Nuestra Madre Nazaria velará mejor desde allí por el Instituto. Semilla enterrada que traerá mucho fruto. Así lo siento y lo creo. Que el dolor nos una más. Un abrazo grande Susana María, m.c.i. Ha dicho alguien que estas dos palabras, aparentemente tan simples, son de las más difíciles de decir en profundidad. Y es lo que me ha pasado en este tiempo. Recién ahora puedo empezar a decir: “Adiós, Lucila”… Adiós madre, hermana, formadora, testimonio y testigo, alguien en quien podía confiar profundamente. Adiós al menos como compañera de camino en la vida, con quien podía hablar, intercambiar un correo, escucharla unos minutos por teléfono, darnos un abrazo de vez en cuando, dejarme querer y por qué no, interpelar por ella. Pero también quiero aprender a decir “hola”. Hola a esta nueva forma de relacionarme con ella, a este nuevo modo de presencia entre nosotras, intercediendo desde el cielo, cerca de Nazaria. Hola a toda la vida que me diste, y que quedó en mí, a tantas cosas que me enseñaste, al cariño y comprensión que recibí de ti, Lucila, a lo largo de estos veinte años desde que te conocí. Hola a tus discretos detalles, a tus silencios llenos de atención. Hola a los consejos que me dejaste, al aliento que siempre me diste. Ojalá sepa “guardar todas estas cosas, y meditarlas en mi corazón”, como María (cf. Lc 2, 19). Y que eso madure en mí, para el bien de otras y otros. No hay caso, quisiera decir cosas más objetivas, pero aún habla solo el corazón. Apenas me queda decir otra palabra: “GRACIAS”. Y creer que “si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda sólo; pero si muere, da mucho fruto” (Jn 12, 25). EL SALVADOR Queridas Hermanas de Nuestro Instituto MISIONERAS CRUZADAS DE LA IGLESIA, ya tenemos un ángel más en el cielo que interceda por cada una de nosotras, nuestro más sentido pésame a cada una de las hermanas de nuestra congregación en donde quiera que se encuentre, estamos unidas en la Oración. Yo en lo personal lo he sentido mucho, la quiero, era una gran Madre, hermana y amiga. MUY UNIDAS EN LA ORACIÓN. Ana María Martínez, m.c.i. Hna. María Silvia Ferrante, m.c.i. CHILE Buenas noches queridas hermanas, he estado muy unida a toda la congregación por el paso tan fuerte del Señor por nosotras, por la partida de nuestra Madre General. Que ella desde su sencillez siga siendo la que interceda por nosotras ante el Padre Dios. Esta tarde a las 19:00 horas tuvimos una Eucaristía por nuestra M. General, en nuestra Capilla “Cristo Resucitado”, fue celebrada por Mons. Guillermo Vera, concelebrada por el P. Raúl y también estaba el Diácono permanente Juan Yáñez. Participaron la FENI, agentes pastorales, catequistas, las Hermanas Siervas del Santísimo Sacramento que viven en la Capilla San Lorenzo y gente amiga de la parroquia. Leímos la Semblanza que nos enviaron desde el gobierno general y Monseñor agradeció por la vida de nuestra M. Lucila, por su entrega y sencillez, rescató que en su gobierno se hizo la fundación de Calama-Chile, y me recalcó que 8 transmitiera a toda la Congregación la unión por la oración, la cercanía y el cariño de toda la gente que participó hoy en la Eucaristía. También les adjunto el saludo de FENI Calama-Chile. Unidas como siempre en la oración, un abrazo fraterno a todas, Dios nos dé mucha fortaleza para seguir adelante. Con cariño, Martha Huarita, m.c.i. TESTIMONIOSDEHERMANAS ESPAÑA EL PROYECTO DE DIOS SE CUMPLE SIEMPRE MÉXICO ~ EL PASO DE DIOS Todo en la vida es “paso de Dios”, pues Él está en todo momento en nuestro existir, pero hay paso y pasos y no podemos pasar por alto el PASO DE DIOS DE M. LUCILA, por la Provincia de México. Ella tuvo la calma, la paciencia, la fraternidad de saber escuchar a todas, de darle a cada una su sitio, su lugar. ¿Qué más podría decir de su presencia en esta Provincia? Gracias Lucila por los momentos que pasaste junto a cada una de nosotras. Quizá no supimos valorar tu esfuerzo, pero ahora desde el cielo, donde estamos seguras de que estás, míranos con esos ojos de bondad como siempre nos has mirado. Una vez más gracias por tu PASO con nosotras. Provincia de México Como todas las hermanas Misioneras Cruzadas de la Iglesia, y personas allegadas de una forma u ora a la Congregación sabe, fue ésta una de las últimas frases pronunciadas por la Madre Lucila Choya antes de su fallecimiento el pasado día 12 de enero del año en curso. Tal circunstancia hizo que nuestro grupo de oración formado en la Parroquia de los Sagrados Corazones de San Juan de Aznalfarache, aquí en Sevilla, dedicase a la Madre Lucila unos minutos de oración, al tiempo que se recordaba la ingente labor que ha desarrollado hasta que Dios la ha llamado a su lado. Procedimos a efectuar una semblanza de la Madre Lucila, refiriendo su extensa y rica biografía, los cuatro ejes en que centró su labor como Madre General, y los servicios desempeñados. La pérdida de una persona, por poco allegada que sea, se siente siempre, pero en esta ocasión la pérdida de la Madre Lucila, dado su carácter de cabeza visible de la Congregación, se hace todavía más sentida. Si a esta circunstancia unimos la labor desarrollada en su mandato anterior, y la proyectada para este nuevo período, que inició en enero de 2010, en que acometió y puso en marcha la labor de REESTRUCTURACIÓN PARA EL MÁS DE LA MISIÓN, es muchísimo más notable. Afortunadamente, y por eso de que “el proyecto de Dios se cumple siempre”, las líneas maestras ya están marcadas, con lo que la Congregación no tendrá problema alguno para llegar a su consecución. Asunción Soto Álvarez, m.c.i. Grupo de Oración San Juan de Aznalfarache FRANCIA ~ BEZIERS GUATEMALA Desde Córdoba Argentina y en nombre de las hermanas Teresa Berbel y Ángela Ferreira y el grupo FENI les enviamos nuestras más sinceras condolencias y rogando a Dios por el eterno descanso de Madre Lucila y nos dé el consuelo por tan dolorosa pérdida a todos los que abrazamos el Carisma de Madre Nazaria Dios los bendiga... ¡Muy querida Madre Lucila! Me acuerdo de los momentos pasados, cuando hablábamos sin ni siquiera preocuparnos. Me acuerdo de esos momentos que me siguen siendo aún presentes. Días felices, horas felices compartidas donde dialogábamos sobre nuestro ser de mujeres consagradas... Me acuerdo de mi pasado, me acuerdo aquella mirada de optimismo. ¡Me acuerdo de ti! de tu presencia y de tu voz. En mi corazón, en mi vida. En mi pensamiento y... tu recuerdo crece y crece. Tu sencillez, tu delicadeza, tu simplicidad, tu franqueza, tu discreción, tu nobleza, tu bondad, tu atención, tu confianza, tu espíritu pacífico y misionero, tu pasión por los pobres y tantas y tantas cosas quedan grabado en mi vida. Gracias Madre por tu vida entregada al máximo y gracias por tu testimonio de vida. María Angélica Quintero, FENI Annie Françoise, m.c.i. Queridas Hermanas desde la comunidad de Casa Nazaria y San Javier del Mar Estamos unidas a todo el Instituto y sobre todo, a nuestro Consejo General, sabemos que ella plenamente está gozando con el Padre Dios donde algún día saldrá al encuentro de cada una de sus hijas. María Lilian Sican Guerra, m.c.i. ARGENTINA 9 TESTIMONIOSFENI ESPAÑA BOLIVIA Cuando alguien nos deja, siempre es una pérdida. En este caso la pérdida de Lucila, la Madre General de las Misioneras Cruzadas de la Iglesia, nuestra Madre como familia que somos y que nos sentimos los Laicos de la Familia extensiva, ONG, voluntarios, comunidades educativas, amigos de Nazaria..., nos deja un poco más solos. De ella siempre nos quedará su espíritu presente, su atención, su discreción, su estar siempre pendiente, cercana y activa a todas las iniciativas, ideas y proyectos que desde los diferentes grupos de laicos de la familia se han ido lanzando. Desde la sencillez, siempre tuvo la palabra oportuna que nos dio apoyo y cariño y en su presencia callada siempre sentimos abiertas las puertas de la casa y los brazos de la Madre. Trabajar con ella desde hace años en las Pascuas Juveniles y ahora desde la ONG Bajar a la calle sin fronteras, nos hizo descubrir la persona con el corazón grande, las ideas claras y totalmente íntegra en su responsabilidad y trabajo que había debajo del cargo que representaba. Personalmente siempre recordaré la alegría compartida que sentimos en el último capítulo General con la presencia de los laicos de las diferentes provincias y el gozo mutuo de ver como poco a poco las utopías y los sueños contenidos en las palabras de nuestra Madre trabajemos juntos misioneras y seglares por la extensión del Reino, se iban haciendo poco a poco realidad en nuestras existencias. Gracias por todo Lucila. Continúa haciéndote presente en nuestras vidas y en nuestros proyectos y sigue cuidándonos ahora que estás al lado del Padre. Queridas Hermanas: Estamos muy unidas a todas ustedes, por la partida de nuestra querida Hna. Lucila, como se dejaba llamar ella, tan sencilla y llena de energía divina. Jesús le hizo el último llamado, para encontrarse plenamente después de su sincera entrega de sí misma al Instituto, a las Hnas. y a toda la que se acercaba a ella. Por ello la felicidad experimentada en el lecho de muerte seguro que fue una felicidad honda, profunda, que sólo la experimentan quienes por el don de sí mismas en el fiel cumplimiento del Plan de Dios, se encuentran verdaderamente a sí mismas. Así se verifica la enseñanza del mismo Señor: “quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí, ése la salvará”. Recordamos mucho la linda navidad que pasamos el 2010, tan hermosa, muy profunda, de mucho cuestionamiento y tan alegre al mismo tiempo. Lucila daba la pauta en todo aspecto. ¡Qué momentos inolvidables! La recordaremos así, desbordando alegría y dando un testimonio de amor y acogida a todas. Nuestra querida Madre Nazaria, debe estar recibiendo a cada hija, con una sonrisa de felicidad, por la entrega que de verdad tienen. Estaremos en la Eucaristía del lunes, con todas las Hnas. y quedamos muy unidas, dando gracias a Dios por la vida de Lucila y porque tenemos otra Santa en el cielo, junto a nuestro PADRE. Con mucho cariño para todas Antonio Valiente María Piedades Mercado de Véliz Mi espíritu tranquilo, no siento ni veo nada, pero si tengo luz necesaria para caminar. Él me lleva. Mi alma está tranquila, llena de confianza en Dios. Nazaria Ignacia COLOMBIA Querida Comunidad, reciban nuestro cariño y condolencias por el fallecimiento de la Madre General Lucila Choya quien goza de la presencia de Dios. Tenemos un hermoso recuerdo de su paso por Colombia y la calidad humana que llevaba en su ser. Que este difícil tiempo vivido en los últimos días, las haya fortalecido aún más como Comunidad para continuar la obra que inició Nazaria y que la Madre Lucila lideraba para que junto con los que formamos parte de la obra total la conservemos viva en la FE y amor a nuestro Dios y la Santísima Virgen. Un abrazo fraterno. Elizabeth PERÚ CHILE Al conocerla, nos impresionó su sencillez, su platica transparente e interesante, su gran vocación de servicio a los demás y su palabra diáfana como su alma. Hoy ya descansa en el amor inmenso de nuestro Señor y desde aquí elevamos plegarias por su alma; comprometiéndonos a seguir luchando por los más necesitados, continuando por el sendero que ella nos ha dejado trazado. ¡DESCANSA EN PAZ MADRE LUCILA! Calama, 14 enero de 2013 Familia Extensiva de Nazaria Ignacia de Calama (Chile), envían un abrazo fraterno y hacen llegar su adhesión y solidaridad a la Congregación Misioneras Cruzadas de la Iglesia, que acompañan con su oración para que el Señor les fortalezca en este momento, por la pérdida de nuestra Madre superiora General. Mauricio Albrizzio y María Matos 10 TESTIMONIOSONG RECORDANDO A LUCILA Y TE HAS IDO CON TU CORAZÓN DE ALAS TEMPLADO SIEMPRE POR LA RUDA ESTEPA CASTELLANA... “Bajar a la calle sin fronteras”, es el nombre con el que dimos en llamar a nuestra ONG, queriendo con ello, transmitir y expandir el espíritu más profundo y significativo que nos definiría como tal Organización. Este era el mensaje de Nazaria... “Ir al hombre, bajar a su nivel... andamos perdiendo el tiempo si no bajamos a la calle”. Hoy, este Bajar a la calle, cuando nuestra querida Presidenta nos ha dejado, adquiere una nueva dimensión en un doble aspecto: Primero, porque Lucila fue un ejemplo vivo de esa adhesión al mensaje en un compromiso constante, sin tregua, implicándose en cuantos fórmulas encontrara para estar allí, en la calle, en la escuela o... en el gobierno, siempre poniendo sus talentos al servicio de los demás, sin condiciones, siempre estando, queriendo estar donde sabía que Dios lo quería. Sabedora de que la MISIÓN estaba en las necesidades de los demás, supo estar atenta a cuantas ocasiones y oportunidades se le presentaban, desde los proyectos más ambiciosos del Instituto, a las relaciones emocionales más cercanas, paramostrar de forma humilde pero incansable su vinculación en la vida y destino de todas y cada una de las personas con las que pudo realizar su compromiso de vida. Segundo porque siguiendo su intuición, nos dejó como legado la ONG, para que esta nueva familia sigamos dándole continuidad a esta hermosa misión de apoyar a los más desfavorecidos, luchar por los derechos humanos de los excluidos, trabajar por los olvidados y la dignidad de los hombres. Gracias Lucila, nos diste la oportunidad de poder compartir contigo la Misión y la fraternidad, fue un privilegio el encuentro, por tu persona y por haber podido vivir contigo el trabajo, la solidaridad y la ilusión en un mundo mejor. Te fuiste con las botas puestas como un signo más de fidelidad a tu opción de vida consagrada y a tu compromiso con los pobres. No podía ser de otra forma, nunca dejaste de caminar y de buscar caminos que te llevaran a una mayor proximidad con las personas, sus problemas, sus sueños, sus carencias o sus ilusiones, siempre, siempre en la calle con los pies en la tierra y el corazón en la plegaria y la oración. Una tarde me hablaste, querida Lucila, me convocasteis Conchi y tú, las MCI habíais decidido crear una ONG... ¡Qué buenísima noticia! Irrumpiste así en mi vida. Trabajar para vosotras desde los inicios de este proyecto fue ilusionante... Acepté el reto. Tarea estupenda con mis misioneras preferidas, lista para empezar esta “aventura”. Conchi y tú “anima mater” de este proyecto sólido y comprometido. Desde los inicios mi misión contigo es ser asesora de esta ONG, que apunta a conseguir sueños nada sutiles, la realidad de vuestras misiones llenas de vida y de dificultades esperaban. Abriste en el Instituto este camino de amor solidario. Valores universales de solidaridad y justicia estaban en tu horizonte. Tardes y tardes soleadas en las que la tarea, era hacer nacer tu propuesta, estudiar normativas e idearios de otras organizaciones solidarias para luego hacer los nuestros, que yo, castellana vieja, proponía y tú, castellana vieja, revisarías. Siempre nuestro encuentro azul, mirando más allá, yo pensando en civil, tu pensando en civil y en MCI. La andadura ya daba frutos y soñábamos otros, pero, sin mediar casi tiempo, te has ido con los luceros, aunque nos has dejado sueños de esperanza. Estoy impresionada. Emociones intensas y profundas, más de lo habitual, entremezcladas de una manera que nunca había experimentado han pasado por mi corazón en los días de tu ausencia presente. En los días de duelo, de tu presencia ausente, he visto cómo te quieren. He sentido ese amor que lo aguanta todo, que todo lo perdona, y todo lo espera a tu alrededor. He oído murmullos suaves, miradas, palabras y lágrimas. Eucaristía, cantos y oraciones, he acariciado flores, y en medio de todos, de todas nosotras, algo más trascendente, para mi asombro, absorta, hasta confundida, ahí en la capilla de la Casa General, me acercaste más al Misterio: Él te creó, el te lleva. Un cielo de colores recoge mi plegaria. “Y cuando Dios me pide, es que él me quiere dar; y cuando mi Dios me da, es que quiere pedir”. A ti definitivamente te pidió. El alba, le dio paso al día en el que a la hora del ángelus el amor de Dios bajó ya a pedirte la mano que un día le ofreciste. Algunas veces, las personas llegan a nuestras vidas y rápidamente nos damos cuenta de que esto pasa porque debe de ser así, para servir un propósito. Y sabes y comprendes sin saber porqué que afectarán tu vida de una manera profunda. Has sido para mí, querida Lucila, una de esas personas. Tu silencio será constructivo; sigue tejiendo con nosotras ilusiones. Dejaste huella, viviremos con tu amor y con tu sombra. Mi abrazo más fraternal querida Presidenta. O.N.G. AMIGOS DE JULIÁN Río Manzanares, 4 - 28342 Valdemoro (MADRID) A la comunidad de las Misioneras Cruzadas de la Iglesia y familia de la Madre Lucila, nuestro más sentido pésame en nombre de la Junta Directiva de la ONG Amigos de Julián de Valdemoro. Ángela Ruiz Valencia, Presidenta Queridas Hermanas: Desde aquí queremos haceros llegar nuestro más grande y cercano abrazo, por la pérdida de la Madre General Lucila. Cualquier pérdida se nos hace dura, pero sabemos que por su cercanía, apoyo y trabajo, seguirá estando presente entre nosotros acompañando y animando en nuestro trabajo por el Reino. Haced extensiva cercanía y abrazo a todas las hermanas. Adelante, siempre adelante. Tu asesora de la ONG “Bajar a la calle sin fronteras” Mila Grupo Misionero, Madrid 11 COLEGIO MAYOR COLEGIO MAYOR MARA ACCIÓN DE GRACIAS UNAS PALABRAS DESDE EL CORAZÓN Gracias Señor por la vida de Lucila porque ha sido un referente de entrega, de sencillez, de silencio profundo, de sentido del humor muchas veces y una persona buena, de gran inteligencia y fiel. Gracias por haber vivido con ella un último gran acontecimiento, del que disfrutó muchísimo con los recuerdos, las colegialas de la 1ª promoción y los 25 años de este mayor que tanto quería. Gracias por el cariño que las antiguas nos demostraron a todas y especialmente a ella que pasaba por un momento difícil, aunque aún de mucha esperanza y la llenaron de cariño y alegría. Gracias por el testimonio de cariño y acompañamiento que ha recibido hasta el final y en cada momento de sus hermanas, sus más entrañable compañeras, Conchi y Auxi, que han dado todo por estar ahí y la hanmimado como todos querríamos llegar al final de nuestra vida. Gracias a ti Lucila que nos estás viendo, estoy segura, y sabemos que seguirás con nosotras siempre velando por este Colegio y por la Congregación que te ha tenido al frente tanto tiempo. No olvides nada ni a nadie, todos seguimos necesitando de ti. Marta Cuesta Querida Lucila: Han sido muchas las ocasiones y momentos en los que tú y yo nos hemos encontrado, dialogando, conversando he subido tantas veces a tu secretaria... pero ahora aquí junto a ti estoy en representación de todas las comunidades educativas de nuestros Centros Docentes. Ya te has dado cuenta que muchos estamos presentes pero otros no lo han podido hacer y por eso te hablo yo. No hemos venido para decirte adiós, porque tú sigues con nosotros, venimos a darle gracias al Señor por tu vida y sobre todo por la oportunidad, que nos ha concedido de poder compartir contigo tantos y tantos momentos. Nos has acompañado primero como docente, trabajando por elevar la dignidad del hombre, del más empobrecido, nota fundamental de nuestro Carisma. Contigo comenzamos la formación conjunta de todos nuestros profesores, proyecto y proceso que nos han ido entrelazando y uniendo como familia, parte de un solo cuerpo una gran familia, las MCI. Hemos conocido, profundizado e identificado con el Carisma y hoy te podemos decir que todos queremos y estamos dispuestos a continuar la Obra, que la inició Nazaria, pero que tú has continuado con tu cercanía y entrega en todos los servicios que la Congregación te ha ido encomendando. Hoy lloramos porque como humanos, queremos la presencia física de los seres queridos, pero ahora más que nunca estamos convencidos de esa presencia tuya entre nosotros, porque te quedas en nuestros corazones. Y el tuyo lleva un gran paso, va lleno, repleto con todos nosotros y tantos de todos los continentes que también han tenido la suerte de conocerte. Sé Lucila que la E. Ignaciana es fuerte en ti y esa oración que tanto decimos al Señor “Tomad Señor y recibid... se ha hecho plenitud en ti”. Nuestra oración y petición al Señor en estos momentos para en fidelidad continuar la Obra es “Señor danos tu amor y gracia que esto nos basta”. Te queremos Lucila TRISTE PÉRDIDA DE NUESTRA QUERIDA LUCILA CHOYA Envío este mail a la secretaria y a la directora del Mara porque estoy segura que en ambos casos, podrán hacer llegar mi mensaje a todas aquellas personas que tanto apreciábamos a Lucila. Las que tuvimos la suerte de empezar la andadura de las hermanas con su proyecto MARA creo que nos llevamos un regalo añadido al que fue nuestro bautismo en la vida universitaria. Fue contar, entre otras, con Lucila Choya que nos ayudó, con su vida y dedicación, nos dio un ejemplo cercano de cómo hacer el bien en todas y cada una de las cosas que iniciamos. La verdad es que la noticia de su muerte me ha dejado un tanto noqueada básicamente porque no sabía nada al respecto de su enfermedad y me parece que hizo un esfuerzo encomiable, no solo para estar en la celebración del 25 aniversario del Mara, sino por como estuvo: animada, cercana, cariñosa y creo que me quedo corta con los adjetivos... sin trasladar a nadie su seguro pesar y preocupación por su situación personal. Hasta el último momento ha sabido darnos a todas un ejemplo más de cómo debemos enfrentarnos a la vida, con coraje, con ganas, con espíritu de lucha y sin dejar que las sombras se ciernan sobre nosotros y sobre los que nos rodean y siempre luchando por los más desfavorecidos. Por eso Lucila, no quiero dejar pasar de escribir a las Hermanas, tus hermanas, estas palabras porque para mí, como para tantas obras colegialas que tuvimos la suerte de compartir contigo los años universitarios, tu fallecimiento ha sido una gran pérdida y tu recuerdo nos acompañará de por vida. Besos a todas pero sobre todo a ti Lucila, allá donde estés que seguro será en lo más alto como bien mereces. Yolanda Moreno Juana Rodríguez, m.c.i. 12 TESTIMONIOSDEPROFESORES PROFESORADO Y COMUNIDAD EDUCATIVA DE BARCELONA MÉXICO GABRIEL E. MARTÍNEZ SALAZAR (PROFESOR DE LA ESCUELA SEDES SAPIENTIAE) La mirada de Dios lo penetra todo con su amor, aunque el ser humano intente huir. Dios siempre es el amigo indefectible que apoya y sus manos siempre están abiertas para acoger. Los cristianos lo sabemos todos a partir de la palabra de Jesús en el evangelio: a vosotros os llamo amigos, porque os he dado a conocer todo lo qe he oído de mi Padre. Y aún más porque en el amor más grande ha dado la vida por sus amigos, por la humanidad entera. La querida Hermana Lucila trabajó en favor de los pobres y delos jóvenes y por todos ellos dio su vida. Los que tuvimos la suerte de conocerla sabemos como procuró amar y hacer que la gente la amara. QUE DESCANSE EN LA PAZ DE JESÚS. Al aviso de la visita de la Hna. Lucila a México, fue de gran entusiasmo y al enterarnos que existía la oportunidad de poder hablar con ella en una reunión propia para profesores de la Escuela fue muy gratificante. He de comentar que en la charla de profesores uno de los detalles que cimbró mi corazón fue el mensaje de aliento que a cada uno de nosotros nos dejó para continuar en nuestras actividades de docencia y crecimiento de la gloria de Dios. La Hna. Lucila nunca dejó de mostrar un rostro de alegría, de regocijo, de interés en lo que se llevaba a cabo, nos mostró realmente una cara de la Beata Nazaria en nuestras vidas en todo amar y servir. Gracias Madre Lucila por ser parte mi historia y llevar a mi corazón la presencia de servicio y amor que tanto profesó la Beata Nazaria. Los profesores y toda la comunidad educativa de Santa María de los Apòstols de Barcelona Una mujer, una monja, un corazón lleno y que siempre le ha dado, la conocí en el colegio de Carabanchel, fue profesora mía, luchó con muchísimo empeño con mi padre en la asociación del colegio para tener cosas nuevas. Desde siempre ha tenido un beso y un abrazo para mí y toda mi familia, con mi hijo siempre ha tenido ese corazón de amor y buenas palabras para su futuro. Lucila, Julia, María, Rosaura son personas importantes en mi vida, siempre a estado para lo bueno y para lo malo. Sé que desde allí arriba va a seguir haciendo cosas buenas y seguro que seguirá velando por todos nosotros, te voy a echar de menos. Alumna, Afrika Carabanchel ¡¡¡Qué fortaleza!!! Está claro que su espíritu la sujeta a la vida, sigo rezando para que no sufra y su momento llegará cuándo Dios quiera. Qué pena tengo que no haberle agradecido todo lo que recibí de ella. Su sencillez, su cercanía y de manera especial su visión de nuestra Iglesia tan abierta su VIVIR el Evangelio de manera tan coherente... Y tantas cosas que no llegué a decirle. Besos esperanza y saber que Dios la va a acoger en sus amororosos brazos. Queridas Mª Jesús y Auxi: Me encontraba en Toulouse cuando Lourdes de CONFER, me comunicó la partida de Lucila a la Casa del Padre. Recordé el día que la vi, a mediados de noviembre, durante la Asamblea. Me dio alegría verla con esa serenidad, diciéndome: “ahora estoy bien”, veremos... Comunicaba la paz de quien se sabía que estaba en manos de OTRO. Hoy goza ya de la plenitud de la Vida. Ayer Merche me envío la semblanza que hacéis de ella sus hermanas. Y me ha permiido recordar los años vividos compartiendo en la Junta Directiva de CONFER tantas cosas y tanto deseo de impulsar una vida religiosa cada vez más evangélica... Os deja, sin duda, un buen legado. Os recuerdo con especial cariño y me uno a vuestra acción de gracias por ella y a la súplica confiada de toda vuestra Congregación. Un abrazo fraternal, Maribel García Querida Auxi, soy Marta Soy antigua colegiala de La Coruña, quería darte a ti en particular y a toda la comunidad mi pésame más sentido por la muerte de Lucila. Fue un ejemplo extraordinario para mí y creo que para todas las colegiales de integridad, fe, justicia y autoridad. Rezo por ella y doy gracias a Dios por la oportunidad de haberle conocido. Un abrazo fuerte. Marta Leonor García 13 TESTIMONIOSDESACERDOTES ARGENTINA Queridas/os hermanas/os y amigas/os: Al recibir a primera hora de ayer la noticia de la muerte de la M. General ha. Lucila, me quedé bastante parado y afectado, por un lado la pena y por otro el recuerdo de lo que he vivido junto a mi familia en el pasado mes de Agosto con la muerte de mi hermano, en la que sentí la cercanía, el cariño y la presencia de todo el instituto de las MCI con la asistencia de la Ha. Lucila y otras compañeras al sepelio de José Miguel. Las experiencias comunes nos unen y nos hacen más sensibles a las necesidades que tenemos de sentir la cercanía y el afecto de las personas que apreciamos y queremos por la amistad, la familia, o cualquier otra realidad. La verdad es que una de las motivaciones de mi presencia en Buenos Aires se ha dado por la amistad al Instituto y mideseo de colaborar con las comunidades más necesitadas, estando en cercanía y en sintonía con todas las realidades de la Obra total que tanto soñó M. Nazaria, y que nosotros estamos disfrutando y teniendo el privilegio de poder vivir en primera persona. En la última revista de Bajar a la Calle ya compartía la riquísima experiencia que hemos vivido en Buenos Aires a principio del mes de octubre con la celebración del primer encuentro internacional del Cono Sur de la OBRA TOTAL, las palabras de saludo y aliento de la M. General a través de la “Conferencia Satelital” fueron el comienzo de unos días históricos en el desarrollo de la Obra Colosal de la querida M. Nazaria y que la H. Lucila había hecho suya después de las decisiones marcadas por los últimos Capítulos Generales. Personalmente creo que la M. Lucila con su alegría y disponibilidad, junto a a M. Aida, con su inteligencia, también recientemente desaparecida, serán dos referentes que no podremos olvidar especialmente, nosotros, los sacerdotes, ellas, cada una a su modo, nos han ayudado a crecer en nuestro ministerio; han respetado la imprescindible independencia que hemos de tener en virtud al ministerio recibido de manos de nuestro obispo y a la vez nos han lanzado con espíritu renovador a una misión por el reino de Dios, donde cuentan las opciones por los últimos, la mujer y la unidad de la Iglesia. Junto a mis palabras de pésame, a todas y todos, querida hermana y compañera, recibe estas sencillas como mi más agradecido testimonio hacia la persona de M. Lucila, que siempre me apreció, y me ayudó con sus buenos consejos. Todas la eucaristía de ayer y hoy las he ofrecido por ella, en acción de Gracias a Dios por su vida y su misión. En lo que esté en mi mado y pueda ayudar al Instituto, cuenten con mi más asboluta disponibilidad. Que Dios nos dé la fuerza de la Fe y a Ha. Lucila la generosa recompensa del servidor fiel y obediente. ¡GRACIAS HNA. LUCILA! Un saludo a todas las hermanas MCI junto a su gobierno General, a las MSI, a la FENI, a los Laicos Contemplativos, a la ONG “Bajar a la Calle”, a los compañeros sacerdotes y a la familia de la M. General. Un amigo y sacerdote de la familia: BOLIVIA P. LUCHO PALOMERA, S.J. (HOMILÍA DE LA EUCARISTÍA) Madre Lucila: Fue una de las mujeres del Evangelio, con la lámpara encendida y precavida del aceite, amante del Señor. Fue una persona humilde, estando entre todas como una más, sin hacer notar que era la general. Era profunda, perspicaz y respetuosa... Era muy bondadosa y atenta, tomó la vida en serio. Llevó generalmente trabajos de mucha responsabilidad. Amó mucho a la Congregación y a cada una de ustedes sus hermanas (y por eso escogí esa carta de san Pablo, que supongo es lo que ella, les dice ahora: “la obra que el señor comenzó en ti, quiero que llegue a su término...”). Y yo H. Lucía, también, además de esto, digo: Madre Lucila, daba su lugar e importancia a cada persona sabiendo escucharla y compartir con ella, sin excepción alguna, haciéndonos sentir a todas responsables del cuerpo instituto. Cochabamba, 13 de enero de 2013 Estimadas Hermanas Cruzadas: Acabo de recibir, por internet, la noticia: falleció nuestra querida Madre Lucila. Ruego por ella y, mañana lunes, ofreceré la Santa Misa por ella y también por todas Uds. que sienten su ausencia y, a la vez, su presencia e intercesión por esta querida familia de las Misioneras cruzadas de la Iglesia. Que la Madre Nazaria la haya recibido en la Paz del Señor, junto con todos los santos del Cielo. Estoy todavía en Barcelona. Espero regresar a Calama el martes, 29 de enero. Unidos en la amistad y la oración al Señor de la Vida. Con todo afecto, P. Jorge Jorba, Párroco Calama, Chile Julián Nicolás Ortiz, SACNI 14 TESTIMONIOSDESACERDOTES ESPAÑA GOBERNAR EN TIEMPOS ARDUOS DE LA HISTORIA Y DE LA IGLESIA Querida Marina: acabo de leer tu noticia del fallecimiento de Lucila. Tengo de ella el recuerdo de una religiosa cabal. Trasmite mi pésame, por favor, a las hermanas. Mañana celebro la Eucaristía por ella. Barajando los múltiples testimonios recibidos desde el paso a la Vida de nuestra querida Madre General Lucila para su publicación en Bajar a la Calle, se han ido trenzando las diferentes facetas de su vida, que como en un brillante, refleja diversas tonalidades, que se acrecientan en la medida de su recuerdo discreto, de su saber estar. Me quedo con su última etapa de gobierno, como Madre General. Compañeras, compartimos los avatáres de doce años como consejeras, en el dos últimos gobiernos de Madre Auxiliadora Pérez Beltrán, que culminaron con la beatificación de Nazaria Ignacia. Ante el Capitulo que en el que debíamos elegir a la nueva General, yo me acerque a ella, viéndola como posible candidata, para animarla, dándole las razones oportunas para que lo aceptara si hacia ella se vencía la elección. Efectivamente así sucedió, pero en ese momento no lo acepto. Seria en el siguiente Capitulo cuando dio el si. Un si cargado de responsabilidades, en un tiempo en el que la vida religiosa en Europa evidenciaba ya dificultades no solo de convocación en el contexto nuevo de la historia y de la Iglesia. Lucila ha sido valiente, serena, desde esa serenidad suya cargada de silencios, tejiendo la vida del Instituto con suma discreción, llegando con eficacia a los problemas y despertando ilusiones y esperanza en su cruzada de reestructuración. Gobernar en estos tiempos, es ya un dato profético por múltiples razones. No escatimó esfuerzos, viajes, visitas encuentros, y cercanía que se evidencian en los distintos testimonios. Y levantando el vuelo, le ha dado al Instituto un nuevo y prometedor espacio, en un continente nuevo, añorado y deseado, en un gesto de valentía misionera, que evoca la audacia de Nazaria Ignacia. Mas la presencia en tres nuevos países. Audacia y riesgo, desde su mantenimiento como gobierno en las opciones tomadas por el Instituto, en defensa de la justicia y la paz, y la opción por los pobres. Quedan testimonios no solo de su estimulo, sino de su presencia en manifestaciones y compromisos solidarios, así como su apoyo reconocido a la vida religiosa. Creo es preciso destacar en ella, su fidelidad a la Iglesia, se apuesta por el Reino, su entrega a la Obra Total de Nazaria Ignacia que impulsó con gestos oportunos abriendo el proyecto desde los laicos y sacerdotes a la evangelización, con su apoyo a cada uno de las modalidades, abriendo nuevos frentes con el Voluntariado y la ONG, Bajar a la Calle sin fronteras. Su aporte como responsable general del Instituto, marca una etapa de entrega generosa, de esperanza y confianza en el proyecto de Dios que compartimos. Manuel Alcalá, s.j. Con todo mi cariño a todas vosotras, quiero acompañaros con mi amistad y mi oración en estos momentos. SABO (José Luis Saborido Cursach, s.j.) Queridas hermanas: Me ha llegado la triste noticia del fallecimiento de Lucila. Quiero sumarme a vuestro dolor y tristeza en este momento tan doloroso y de perplejidad. Como creemos y hemos repetido tantas veces, Lucila ya descansa alegre en el regazo del Padre. Siendo así, nos tendremos que alegrar de que Lucila haya cumplido su misión entre nosotros y goza de Dios. Bien pensado, nuestra tristeza debe tornarse en alegría y regusto por la esperanza que tenemos. Pero es muy humano notar su ausencia, su proximidad, su servicio, y sus virtudes. Todo ello creo que tiene que convertirse en resolución para seguir luchando por aproximarnos personalmente al modelo Jesús, y comunitariamente para que el carisma de la Madre Nazaria siga expandiendo el Reino de Dios por doquier. Por esto luchó Lucila y debemos seguir su ejemplo. Desgraciadamente, mañana viajo a Roma y me será imposible acompañaros físicamente en la Eucaristía de despedida. Me uno a vosotras en ella y en las oraciones y plegarias. Luis Álvarez Torres, csv Desde México pido por vosotras para que el señor os dé fortaleza y pongáis a Lucila en sus manos misericordiosas. Lucila ya ha sido abrazada por el Compasivo. Un abrazo Toni Catalá, s.j. My Dear mother Emiliana, Iam very sad to here thet mother general died because of her helth condtion, really i say my heartfelt condolance to the congregation sisters, especially for yoy. iam always remind of your generous help. Waiting to here from you. yours in christ, fr kommu Anthony, A P. India. Mª Mercedes de Cristo, m.c.i. 15 TESTIMONIOSDEAMIGOS MURIÓ HACIENDO EL BIEN GUATEMALA Dios te ha llevado, Cruzada de la Iglesia de este mundo a la patria celestial donde te espera Nazaria, bella estrella, que ilumina con su amor y santidad... Ahora, juntas, acordaos de este mundo donde, alegres, sembrasteis la bondad y enviadnos con vuestro amor profundo muchas jóvenes dispuestas a luchar para esparcir con amor por todo el orbe la FE, la ESPERANZA y CARIDAD... Unida a mis queridas hermanas ante la partida de nuestra amada Lucila; agradezco al Señor que me permitiera compartir la vida con ella, durante tres años de formación. Mujer justa y atenta a los signos de la presencia de Dios en la historia, para responder a las necesidades emergentes. Dolor por su ausencia, gozo por su resurrección. Unida en oración por todo el Instituto, para que el Espíritu del Señor, de Madre Nazaria y ahora el de Lucila, fortalezca su misión de ir por todo el mundo, anunciando la Buena Nueva. María de la Luz Ortiz Saturnino Valle CUBA VIVIR PARA EL SEÑOR Y MORIR PARA EL SEÑOR Queridas hermanas Misioneras Cruzadas de la Iglesia, hemos recibido la triste noticia de la partida a la Casa del Padre de la Madre Lucila, digo triste porque es parte de nuestra condición humana, pero a la vez la alegría como cristianos de que Lucila ya está como la Madre y Beata Nazaria Ignacia, Josefa, y tantas y tantas en el amor del Señor, desde donde nos seguirán cuidando y ayudando en la construcción del reino, fue la Hna. Carmen quien me telefoneo a casa. Lo lindo también fue como se creó un puente entre amigos/as como el Padre Jesuita Josep Ricart de Barcelona, la Hna. Ludmila, religiosas de Argentina, amigas de las Misioneras Cruzadas, y otras personas, que se unieron con nosotros/as en oración comunitaria. Les pido, creo es el deseo de los familiares nuestro acompañamiento espiritual y seguros que la nave del Instituto continuará con ánimo y coraje. Hasta pronto, mi abrazo fiel en la eterna paz y amor de nuestro Señor. Con un profundo sentimiento de tristeza nos acercamos esta mañana a la mesa del Señor. Tristeza por la muerte de la H. Lucila, vuestra Madre General. Pero también la Palabra de Dios nos habla de ¡dichosos los que mueren en el Señor! Morir en el Señor, dormirse en el Señor, descansar en la bondad del Corazón de Dios. Todo esto es la muerte para los que desde la fe creemos en Cristo Resucitado. En su muerte y en su resurrección, en su Pascua de la muerte y a la vida, ha hecho nuevas todas las cosas; por eso nos es posible vivir para el Señor y morir para el Señor... La muerte es la entrada a una vida nueva, el abrazo definitivo con Quien nos creó y nos amó hasta el extremo. En la octava de la Epifanía, en la víspera de la fiesta del bautismo del Señor, nos dejó; fiestas todas ellas, que hablan de “misión” Jorge Saavedra Lostal - La Habana - Cuba universal, de anuncio de la Buena Noticia, aspectos esenciales de vuestro carisma. Lucila fue una mujer que en su sencillez y su austeridad castellana, vivió inserta, activa y pasivamente, en la “gran misión” de Cristo, y en consecuencia una mujer de Iglesia. La amaba y “sentía con ella”, como aprendió en los Ejercicios ignacianos. Y en la Iglesia, a vuestra Congregación a cuyas responsabilidades de gobierno ofreció, durante bastantes años, su persona y sus cualidades, y a la Vida Consagrada con su presencia y colaboración en CONFER. Era una de esas religiosas que con su silencio y sencillez trataba de no manifestar su interioridad, sin embargo, la entrega a Dios se traslucía en su vivir y actuar... El texto de la carta a Timoteo que hemos escuchado podríamos ponerlo como resumen y síntesis de su vida: he combatido el noble combate del seguimiento a Jesucristo, he acabado la carrera de la entrega incondicional a la voluntad de Dios en la misión, he conservado la fe que se me dio como un regalo gratuito. Por eso confío en que el Señor, el Juez justo y lleno de misericordia, se me manifestará en su gloria y me llenará de su amor infinito por toda la eternidad. De la homilía del P. Elías Royón, Presidente de la CONFER España 16