Quien aprende a esperar, aprende a triunfar.

Transcripción

Quien aprende a esperar, aprende a triunfar.
MI CONEXIÓN FAMILIAR CON DIOS
“
Luego los sacó y les preguntó:—Señores, ¿qué tengo que hacer para ser salvo?
—Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos —le contestaron.”
Hechos 16: 30 - 31
QUIEN APRENDE A ESPERAR, APRENDE A TRIUNFAR
Salmo 33:10-11, 18 Dios nos ha prometido cuidarnos, ser nuestro escudo, brindarnos socorro… hacer algo extraordinario en cada persona, familia y nación si aprendemos a poner nuestra esperanza en Él. (Salmo
37:34)
Terry Fox era un joven cristiano, nació el 28 de julio de 1958 en medio de una familia temerosa de Dios. En los tiempos de tranquilidad, este hogar aprendió a esperar en Dios; como nos enseña la Palabra de Dios (Salmo
32:8-11, Salmo 22:3-4). Terry era un gran deportista y durante la secundaria y la universidad fue jugador de baloncesto y atleta, pero cuando cumpló dieciocho años perdió la pierna derecha: le diagnosticaron un
osteosarcoma (un tipo de cáncer de huesos) y hubo que amputársela.
Dios acompañó a esta familia en medio del tiempo del regocijo por los logros alcanzados y nunca los abandonó en los momentos de dificultad. Dios desea involucrarse en cada vida. ¿Cómo? Mientras esperamos en Él.
Mi esperanza aumenta en la prueba
A pesar de perder su pierna, Terry no abandonó la práctica deportiva: siguió corriendo con una pierna ortopédica y continuó jugando al baloncesto, aunque en silla de ruedas —en esta disciplina ganó tres
campeonatos nacionales—. A finales de 1979 comenzó a preparar una carrera que denominó Maratón de la Esperanza con la que quería atravesar el territorio canadiense de extremo a extremo para recaudar dinero
para la investigación contra el cáncer. En abril del año siguiente comenzó su carrera, sin que nadie supiera, en el extremo oriental del país, y a partir de ahí corrió diariamente la distancia equivalente a un maratón
completo, unos cuarenta y dos kilómetros. Tenía previsto terminar su empresa en Victoria (Columbia Británica), en septiembre, lo que hubiera supuesto un recorrido de unos 8000 km.
Santiago 1:19-20 Nuestra esperanza en Dios crece y se fortalece en medio de las dificultades. Por esta razón es necesario que pidamos cada día la fuerza para soportar las luchas que se nos presenten. Cada obstáculo en
el camino podrá convertirse en la oportunidad de ver las manifestaciones gloriosas de Dios si tan sólo aprendemos a esperar. Terry y su familia no se dieron por vencidos sino que en palabras del mismo Terry “Los
sueños se vuelven realidad si Dios nos ayuda. Nosotros sólo debemos hacer lo que podamos hacer” El cáncer no venció a este muchacho porque esperaba en Dios. Tu también saldrás vencedor! Ni la tentación ni el
desánimo, ni siquiera el cáncer o la muerte te podrán vencer, si estás lleno de la esperanza que proviene de Dios.
Esperar aunque no veamos nada en el horizonte, es materia prima de campeones.
Job 14:14-16 Aun cuando no se vea nada, cuando no haya nada que alimente nuestra esperanza, los héroes aprenden a esperar pues saben que Dios jamás dejará a un hijo que confie en Él.
Para cuando Terry llegó a Ontario se había convertido en una estrella en todo Canadá y aparecía en actos públicos junto con empresarios, atletas y políticos para recaudar fondos. Sin embargo, debido a la metástasis
del cáncer a sus pulmones, tuvo que poner fin al Maratón de la Esperanza en las afueras de la zona occidental de Ontario, después de un viaje de 143 días en los que recorrió 5373 kilómetros. Aunque parecería que sus
esperanzas de poder vencer la enfermedad y completar la carrera se truncaban cuando falleció nueve meses más tarde, Terry se convirtió en todo un héroe.
El gobierno de Canadá ordenó izar a media asta todas las banderas en el país, un honor sin precedentes usualmente reservado a políticos u hombres de Estado ilustres. Su hazaña atrajo la atención mundial y le granjeó
la consideración de héroe nacional en Canadá. Obtuvo en vida numerosos reconocimientos: fue la persona más joven en ingresar, con el rango más elevado, en la Orden de Canadá; ganó en 1980 el premio Lou Marsh al
atleta canadiense más destacado y también se le distinguió como el «Canadian Newsmaker of the Year» —la personalidad con mayor influencia en la actualidad canadiense durante el año en curso— tanto en 1980
como en 1981. Tras su muerte, se dio su nombre a varios edificios, parques, y carreteras en todo el país. Dejó también un legado duradero, del que destaca la carrera Terry Fox, celebrada anualmente desde 1981 en más
de sesenta países y en la que participan millones de personas. Se trata de la mayor carrera de un día destinada a la recaudación de fondos para la investigación contra el cáncer en todo el mundo, y hasta 2012 había
recaudado 600 millones de dólares canadienses.
Salmo 25:3 El que aprende a esperar, aprende a triunfar!
Tal vez tengas delante de ti una maratón que crees no vas a poder terminar; pero hoy deben recordar como familia que del Señor vendrán las fuerzas nuevas y verán las puertas abrirse en medio del abandono de un
cónyuge o la necesidad de un milagro en las emociones. Así como Terry, tu esfuerzo dará su recompensa si sigues esperando en Dios pero corriendo también la carrera de consagrarte en un discipulado de expansión y
en tu entrenamiento bíblico. No desmayes, pronto alcanzarás la meta. (Miqueas 7:6-7)
Desafío de la semana
Terry corrió una distancia de 5373 kilómetros. Los adultos expliquen a los pequeños cuan grande es esa distancia y mediten como familia en los logros que se ven lejanos para ustedes alcanzarlos. Hay dificultades en el
camino que hacen que sea más difícil ver los sueños realizarse? Dediquen un tiempo a orar por esas dificultades y propónganse no dejar de esperar. Pronto vendrá el triunfo.

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