Martín Duque, J.F., y Bugosh, N. 2013. El remodelado del terreno en

Transcripción

Martín Duque, J.F., y Bugosh, N. 2013. El remodelado del terreno en
Capítulo de libro incluido en: García, A. y Travieso, J.R. 2013. Restauración Ecológica en Minería. De la teoría a la práctica. Fundación Ciudad de la Energía, Ponferrada, pp. 31‐46 EL REMODELADO DEL TERRENO EN LA RESTAURACIÓN ECOLÓGICA DEL
ESPACIO AFECTADO POR ACTIVIDADES MINERAS: DEL USO DE CRITERIOS
GEOMORFOLÓGICOS AL MÉTODO GEOFLUV
José F. Martín Duque1, Nicholas Bugosh2
1.
Departamento de Geodinámica (UCM) e Instituto de Geociencias IGEO (CSIC,UCM), Facultad de Ciencias Geológicas,
UCM, C/José A. Novais 2, 28040, Madrid, [email protected]
2. GeoFluv, 7003 Avondale Road, Fort Collins, Colorado 80525, United States, [email protected]
RESUMEN
La tesis de este artículo es la siguiente: la introducción de criterios geomorfológicos en el proceso de
“remodelado del terreno” constituye una condición esencial para garantizar la estabilidad, desde el corto al
largo plazo, de las restauraciones de espacios afectados por actividades mineras. Mediante la réplica de
relieves que se identifican como ‘referentes’, adecuados para los espacios que se pretende restaurar, esta
aproximación geomorfológica permite obtener, simultáneamente, beneficios económicos, sociales,
ecológicos y estéticos. Todo ello en tanto se minimiza el mantenimiento de las superficies restauradas y se
maximiza su potencial productivo, su biodiversidad y su integración visual. En definitiva, los enfoques
geomorfológicos en las restauraciones mineras promueven la mayor sostenibilidad posible de los terrenos
que han tenido una ocupación temporal por parte de la actividad extractiva, favoreciendo y potenciando
otros usos y la provisión de nuevos servicios ecosistémicos. En este artículo se parte de un análisis del uso
de criterios geomorfológicos, en general, para explicar luego una herramienta particular: el método
GeoFluv y el software que lo desarrolla (Natural Regrade). Este método permite el diseño asistido por
ordenador de topografías de espacios afectados por minería sobre la base de principios científicos
proporcionados por la Geomorfología. Además de explicar la herramienta, se incluyen algunos ejemplos
realizados con la misma.
Palabras clave: restauración geomorfológica, restauración ecológica, restauraciones mineras, GeoFluv,
Natural Regrade
1. INTRODUCCIÓN
El proceso de “remodelado del terreno” constituye una fase esencial para garantizar la máxima estabilidad
de los nuevos paisajes que se crean con las restauraciones mineras. Estos paisajes se construyen
normalmente mediante el relleno parcial de los huecos de explotación con materiales estériles que, en su
mayoría, proceden de la propia explotación (residuos mineros propios). Pero no siempre, ya que también
pueden utilizarse residuos mineros ajenos al hueco, e incluso residuos de procedencia no minera. Pero esta
fase de las restauraciones mineras también puede requerir el remodelado parcial de frentes de explotación
(afectado por tanto al sustrato, y no a los estériles o ‘residuos’). En todos esos casos, según recoge la
normativa aplicable actualmente en España a las restauraciones mineras (Real Decreto 975/2009 sobre
gestión de los residuos de las industrias extractivas y de protección y rehabilitación del espacio afectado por
actividades mineras) —pero con normativas equivalentes en otros países— la entidad explotadora deberá
asegurar la estabilidad de los residuos utilizados en la restauración, así como prevenir la contaminación del
suelo y de las aguas (superficiales y subterráneas).
En este contexto, la introducción de criterios geomorfológicos en el remodelado del terreno (también
referido como remodelado topográfico), de espacios afectados por actividades mineras se está mostrando
como una aproximación esencial para conseguir esos fines, y para lograr una verdadera restauración
ecológica de esos lugares. Todo ello en tanto permite conseguir la máxima estabilidad de los paisajes
restaurados, y maximizar sus beneficios económicos, sociales, ecológicos y visuales.
Nicolau (2003a, 2003b) y Martín-Duque et al. (1998, 2010a, 2010b) incluyen información detallada
sobre esta ‘poderosa’ idea. La base de este razonamiento es la siguiente: dado que la minería de superficie
modifica las formas del terreno, la ciencia geomorfológica otorga criterios racionales para conseguir la
mayor estabilidad posible de los paisajes restaurados, otorgando criterios para el diseño de nuevas formas
del terreno. Estos criterios son ‘adicionales’, o mucho más completos, que los estrictamente geotécnicos,
1 Capítulo de libro incluido en: García, A. y Travieso, J.R. 2013. Restauración Ecológica en Minería. De la teoría a la práctica. Fundación Ciudad de la Energía, Ponferrada, pp. 31‐46 dado que hacen referencia, sobre todo, a la estabilidad ante la erosión hídrica y fluvial, y no sólo ante
movimientos en masa.
El desarrollo de este nuevo concepto de restauración minera surge dado que, a pesar del significativo
perfeccionamiento que han experimentado las técnicas de restauración minera en las últimas décadas,
existen demasiados ejemplos de fracasos de las mismas. Estos fracasos son muy comunes en procesos de
restauración que se han centrado en remodelar el terreno desde ópticas exclusivamente centradas en buscar
una estabilidad geotécnica, o en aproximaciones demasiado centradas en reducir el impacto visual desde
enfoques muy ‘reduccionistas’, tales como “evitar que se vean los huecos y frentes mineros”. Pero también
en los que se centran en establecer una cubierta vegetal sobre el escenario objeto de actuación, cueste lo que
cueste, y sean cuales sean las condiciones de partida. Y todo ello olvidando abordar adecuadamente la
resistencia ante la erosión hídrica y fluvial y la funcionalidad ecológica de las formas del terreno
restauradas.
En este contexto, el diseño y la reconstrucción de formas del terreno desde una base experta (otorgada
por la Geomorfología y la Hidrología) están mostrando ser decisivos para el manejo casi exclusivo de la
escorrentía, o para la restitución de procesos ecológicos clave ―tales como la funcionalidad biológica del
suelo―. Ello es así porque las aproximaciones de restauración ecológica de terrenos afectados por minería
que se basan en criterios geomorfológicos recuperan la ‘estructura’ de los ecosistemas, que se convierte así
en el hardware esencial que permite una restitución adecuada de los procesos ecológicos.
En este contexto, el procedimiento GeoFluv-Natural Regrade es una herramienta que permite diseñar en
formatos CAD formas geomorfológicamente ‘estables’. Todo ello a partir de medidas de paisajes
geomorfológicamente estables, los cuales se utilizan como referentes, para ser replicados. En este sentido se
diferenciaría de muchas soluciones que se desarrollan a partir de generar relaciones basadas en respuestas
observadas, normalmente en condiciones no reales, y que luego se extrapolan al mundo real.
2. ¿CUÁL ES EL FUNDAMENTO DEL MÉTODO GEOFLUV?
Como
acabamos
de
indicar,
el
método
GeoFluv
(patentado
en
EEUU,
http://www.geofluv.com/home.html) y el software Natural Regrade que lo ejecuta (Carlson Software and
Bugosh, 2005), constituyen un desarrollo concreto, o una herramienta, de una aproximación mucho más
amplia, que puede referirse como la adopción de ‘criterios geomorfológicos’ para la restauración ecológica
de espacios afectados por minería.
Tratando de sintetizar al máximo, tanto la aproximación geomorfológica general como su concreción
GeoFluv-Natural Regrade se preguntan: ¿cuáles serían las formas del terreno más estables en el espacio
minero que precisa ser restaurado? Y una vez interpretadas esas formas del terreno, se diseñan y se
construyen. El método comienza, pues, con la identificación de las formas del terreno que son estables para
los materiales y contexto (fisiográfico y climático) objeto de actuación, que sirven como ‘análogos’ para ser
reproducidos. A partir de su identificación, es preciso medir y obtener una serie de parámetros
morfológicos, climatológicos e hidrológicos, que se incorporan como inputs del software.
Precisando un poco más el procedimiento, que aparece sintetizado en varias publicaciones del ámbito de
la minería estadounidense (Bugosh, 2000, 2002, 2004, 2006b, 2007, 2009; Bugosh y Eckels, 2006), éste
pasa por identificar el tipo de red de drenaje (densidad y morfología de canales y valles) y el perfil de las
laderas de los interfluvios que se formarían durante un periodo largo de tiempo, dados unos determinados
materiales, fisiografía y clima. De este modo, las laderas y canales construidos, que replican a los
‘naturales’, son estables. Y lo son porque están en equilibrio con esas condiciones ambientales. En esencia,
es como si se ‘comprimiera’ el tiempo que un paisaje necesita para ser estable, ‘construyéndolo’ con dicha
estabilidad desde el principio.
Este método es una alternativa a los procedimientos que son dominantes actualmente, a nivel mundial,
para el remodelado del terreno de espacios afectados por minería, cuya estabilidad a largo plazo está
comprometida en la mayor parte de los casos. De hecho, el método se ha desarrollado precisamente para
solucionar un problema demasiado extendido a nivel global: la inestabilidad geomorfológica de
restauraciones mineras caracterizadas por formas de terrazas (secuencias de laderas rectilíneas y bermas) y
drenajes artificiales (tipo bajantes, rip-rap…). En su lugar, con este método se busca crear paisajes
armónicos con las condiciones geomorfológicas existentes, en lugar de ‘luchar’ contra dichas fuerzas. Así,
mediante la estabilidad más o menos ‘permanente’ de las superficies restauradas, se minimiza el riesgo de
generar pasivos ambientales y externalidades. En este punto conviene dejar muy claro que cuando hablamos
2 Capítulo de libro incluido en: García, A. y Travieso, J.R. 2013. Restauración Ecológica en Minería. De la teoría a la práctica. Fundación Ciudad de la Energía, Ponferrada, pp. 31‐46 de estabilidad lo hacemos en términos de ‘equilibrio dinámico’, dado que nunca existe un estatismo en los
sistemas geomorfológicos terrestres. En efecto, en la totalidad de la superficie terrestre existe actividad
geomorfológica, y en la mayoría de esa superficie siempre existe un cierto flujo de agua y sedimentos, que
buscan relaciones de equilibrio, salvo perturbaciones.
También es preciso destacar que toda la argumentación que se hace en este documento se centra en el
proceso de diseño y reconstrucción geomorfológica (topografía más disposición del sustrato que lo forma)
de las restauraciones mineras. Y sucede que estos aspectos son, probablemente, los menos desarrollados
hasta el momento en la restauración ecológica de espacios afectados por minería, y que suelen ser
esenciales, dado que se aplican a espacios en los que ha habido una transformación profunda de todos los
compartimentos del ecosistema, incluyendo el relieve. Sin embargo, todo el ‘estado del arte’ relativo a otros
enfoques de la restauración ecológica (véase el capítulo Restauración Ecológica: otra forma de hacer las
cosas, en este mismo libro) son válidos, y se mantienen, para ser desarrollados sobre las formas del terreno
diseñadas y construidas sobre la base de principios geomorfológicos (en general) y con GeoFluv-Natural
Regrade (en particular).
3. ¿CÓMO FUNCIONA GEOFLUV-NATURAL REGRADE?
Como se ha indicado en el epígrafe anterior, el software funciona a partir de una serie de inputs
morfológicos, climatológicos e hidrológicos. Entre los morfológicos, procedentes del referente que se desea
replicar, están: la densidad de drenaje, la distancia media entre el inicio de la red de drenaje y las divisorias
de las cuencas que drenan, distintos valores de la geometría en planta y en sección de la red de drenaje, o la
pendiente de las laderas de los interfluvios. Entre los climatológicos e hidrológicos se usan distintos valores
de duración-frecuencia de las precipitaciones locales o el coeficiente de escorrentía; a partir de ellos, el
software hace uso de modelos como el método racional, para estimar las secciones de los canales (de
bankfull y de la llanura o zona inundable) a lo largo de toda la superficie objeto de restauración. Todos los
detalles del funcionamiento del software aparecen descritos en Bugosh (2006b).
4. EJEMPLOS DE RESULTADOS DE DISEÑOS
El programa sustituye cálculos largos y tediosos por diseños rápidos y eficientes. Pero sobre todo,
realizados con criterios científicos (hidrológicos y geomorfológicos). Estos diseños se concretan en mapas
topográficos e imágenes tridimensionales de los paisajes resultantes de dichos diseños (Figuras 1 a 4).
Figura 1 (izquierda). Mapa topográfico del diseño, mediante GeoFluv-Natural Regrade, de reconstrucción geomorfológica de una
cantera en Somolinos (Guadalajara, España).
Figura 2 (derecha). Vista 3D de un Modelo Digital de Elevaciones (MDE) de la propuesta de reconstrucción geomorfológica de una
cantera en Somolinos (Guadalajara, España).
3 Capítulo de libro incluido en: García, A. y Travieso, J.R. 2013. Restauración Ecológica en Minería. De la teoría a la práctica. Fundación Ciudad de la Energía, Ponferrada, pp. 31‐46 Figura 3. Modelo 3D de un diseño de restauración geomorfológica mediante GeoFluv-Natural Regrade. Imagen de GeoFluv (Fort
Collins, Colorado, Estados Unidos).
Figura 4. Detalle de un canal meandriforme diseñado con GeoFluv-Natural Regrade. Imagen de GeoFluv (Fort Collins, Colorado,
Estados Unidos).
4 Capítulo de libro incluido en: García, A. y Travieso, J.R. 2013. Restauración Ecológica en Minería. De la teoría a la práctica. Fundación Ciudad de la Energía, Ponferrada, pp. 31‐46 A su vez, el método y el programa permiten:
-
Realizar cálculos de volúmenes precisos sobre el movimiento de tierras que resulta ser más
eficiente, identificando ‘regiones’ de excavación y relleno, y opciones más eficientes (distancias
mínimas) de compensación entre excavación y relleno.
Realizar evaluaciones sobre la estabilidad (de canales y laderas) de distintas alternativas de diseño,
mediante la comprobación de la capacidad erosiva de los canales (shear stress), o de la
vulnerabilidad ante la erosión hídrica de las laderas, mediante la aplicación de modelos empíricos
como la RUSLE.
5. MODO DE CONSTRUCCIÓN Y EJEMPLOS DE RESTAURACIONES
La forma habitual de dirigir estas restauraciones, una vez diseñadas, es mediante monitores incluidos en
la maquinaria, que muestran al operador, a partir de su posición mediante GPS y en función del diseño que
llevan incorporado, las rutinas que debe realizar; si bien también se realizan replanteamientos topográficos
convencionales, con estación total o GPS diferencial, que guían los movimientos de tierras (Figura 5).
Figura 5. Trabajos de replanteamiento topográfico para la construcción del relieve diseñado con GeoFluv-Natural Regrade en la
cantera de Somolinos (Guadalajara, España).
La figura 6 muestra el resultado de la primera fase de reconstrucción geomorfológica de la cantera de
Somolinos (Guadalajara, España), con una superficie aproximada de una hectárea.
5 Capítulo de libro incluido en: García, A. y Travieso, J.R. 2013. Restauración Ecológica en Minería. De la teoría a la práctica. Fundación Ciudad de la Energía, Ponferrada, pp. 31‐46 Figura 6. Imagen superior, sector norte de la cantera de Somolinos antes de su reconstrucción geomorfológica (fotografía aérea oblica
de Paisajes Españoles S.A., abril de 2011). Imagen central, vista 3D del diseño de este sector; Imagen inferior, sector norte de la
cantera de Somolinos después de su reconstrucción topográfica, incluido el extendido de un coluvión carbonático que actúa como
protosuelo (fotografía aérea oblicua de Paisajes Españoles S.A., julio de 2011).
La página http://www.geofluv.com/solutions.html muestra varios ejemplos más de restauraciones
llevadas a cabo con GeoFluv-Natural Regrade (ver figuras 7 a 11).
6 Capítulo de libro incluido en: García, A. y Travieso, J.R. 2013. Restauración Ecológica en Minería. De la teoría a la práctica. Fundación Ciudad de la Energía, Ponferrada, pp. 31‐46 Figura 7. Imagen aérea de la construcción de un proyecto de restauración diseñado con el método GeoFluv. La superficie
restaurada (en tonos grises, dentro del círculo rojo) se distingue del terreno no modificado del entorno (en tonos marrones). Este
proyecto recibió la distinción de mejor restauración minera de Estados Unidos en 2004. Fotografía de Jim O’Hara, New Mexico
Mining and Minerals Division.
Figura 8. La imagen de la izquierda muestra una restauración ‘tradicional’, después de más de 40 años de ser finalizada, en la
que la erosión hídrica continúa actuando y la cubierta vegetal es mínima. El método GeoFluv fue utilizado como una solución a esta
problemática, debido a que los procesos erosivos recurrentes en esta ladera bloqueaban una carretera adyacente. La misma zona se
muestra en la imagen de la derecha, justo después de su remodelado con el método GeoFluv. La existencia de una cuenca
hidrográfica menor minimiza la erosión, y la variedad de orientaciones de ladera promueve la diversidad de la vegetación. A su vez,
las dimensiones del canal han sido diseñadas para disipar la energía erosiva de la escorrentía concentrada. Imágenes de BRS,
Riverton, Wyoming, Estados Unidos.
Figura 9. Los observadores de este ejemplo de restauración siguiendo el método GeoFluv con Natural Regrade se sitúan sobre un
antiguo frente de explotación, mirando hacia un valle construido en el proceso de restauración en una escombrera exterior a un hecho
minero. A pesar de carecer de cubierta vegetal en su primer año, este lugar resistió los efectos de una precipitación torrencial de más
de 100 años de periodo de recurrencia, lo que evitó que se requirieran labores de reparación de los efectos de los procesos erosivos.
Imagen de GeoFluv (Fort Collins, Colorado, Estados Unidos). 7 Capítulo de libro incluido en: García, A. y Travieso, J.R. 2013. Restauración Ecológica en Minería. De la teoría a la práctica. Fundación Ciudad de la Energía, Ponferrada, pp. 31‐46 Figura 10. Este ejemplo de restauración de un frente de restauración escarpado, realizado siguiendo el método GeoFluv,
muestra cómo dicho frente ha sido transformado en una forma del terreno funcional y estéticamente atractiva. Para ello se abrieron
pequeños valles en las zonas superiores del frente, y el material excavado fue acumulado y remodelado en forma de intefluvios
entre dichos valles. El resultado es una alternancia de pequeños valles e interfluvios similares a los que se forman a lo largo del
tiempo, por erosión natural, en el entorno. Imagen de GeoFluv (Fort Collins, Colorado, Estados Unidos).
Figura 11. Ejemplo de restauración siguiendo GeoFluv-Natural Regrade. El antiguo frente de explotación, claramente
identificable en la imagen superior, fue remodelado siguiendo un procedimiento similar al descrito en la figura 10. La imagen
superior muestra también cómo el hueco de explotación comienza a ser transformado en un valle fluvial, en el año 2003, mediante
la acumulación adecuada de los estériles mineros. La imagen inferior muestra el aspecto que tenía la superficie restaurada en 2008.
Imagen de GeoFluv (Fort Collins, Colorado, Estados Unidos).
8 Capítulo de libro incluido en: García, A. y Travieso, J.R. 2013. Restauración Ecológica en Minería. De la teoría a la práctica. Fundación Ciudad de la Energía, Ponferrada, pp. 31‐46 6. VENTAJAS
6.1.
Beneficios económicos
Según lo descrito hasta ahora, la primera interpretación que un posible usuario de este método podría
hacer es que es probable que sus resultados sean realmente exitosos desde un punto de vista ecológico y
visual, y quizás social, pero que será un método de restauración muy caro. Sin embargo, si este método se
está imponiendo en países como Estados Unidos, Canadá o Australia es precisamente, y sobre todo, por los
beneficios económicos que reporta a quien lo desarrolla. Así:
• Se minimiza el mantenimiento de las superficies restauradas (prácticamente se elimina el
mantenimiento y la reposición de drenajes, corrección de formas erosivas…), dado que las nuevas formas
son estables desde el principio y a largo plazo.
• Debido a ese ahorro recién explicado, y al ahorro de estructuras artificiales (bajantes de hormigón,
drenajes tipo rip-rap…), el coste final de las restauraciones que siguen esta aproximación acaba siendo
menor que el de restauraciones de tipo convencional.
• Se favorece la recuperación de las fianzas mineras. En países como Estados Unidos, las
administraciones correspondientes no devuelven las fianzas mineras hasta que no se demuestra que hay una
garantía clara de haber eliminado los riesgos de afección al medio ambiente tras los cierres mineros. Por
ello, muchas empresas han adoptado y promovido este método.
• Con una frecuencia creciente, la diferencia entre adoptar un enfoque como éste, o no, se traduce, ni
más ni menos, en una autorización o no de la actividad minera. Es decir, propuestas de explotación que
reciben Declaraciones de Impacto Ambiental negativas pueden acabar siendo autorizadas por el hecho de
adoptar enfoques de este tipo, que muestran una clara responsabilidad social y ecológica por parte del
promotor, y demuestran que la actividad minera es compatible con el mantenimiento de los valores y
servicios de los ecosistemas y paisajes transformados. En resumen, el beneficio económico en este caso es
tan simple como “tener o no tener actividad económica”.
6.2.
Beneficios sociales
• Se incrementa la aceptación social de la actividad minera, al mostrar un compromiso inequívoco de
la entidad que promueve la explotación con la sostenibilidad del territorio sobre el que se actúa y se
transforma.
• Se maximizan las posibilidades de uso de los terrenos restaurados (natural, forestal, pastizal, agrario,
recreativo, e incluso de desarrollos urbanos).
• Se restauran los servicios ecosistémicos y el capital natural de las superficies afectadas, cuyos
beneficiarios más inmediatos son los habitantes del entorno, a la vez que contribuyen a revertir la
degradación ‘global’ por una creciente transformación del territorio.
6.3.
Beneficios ecológicos y paisajísticos
• Se minimizan los riesgos de afección al medio ambiente, al estabilizar los huecos y estériles mineros
mediante el diseño de canales y laderas que se encuentran en un equilibrio dinámico con las condiciones del
entorno.
• Dado que los canales construidos transportan agua y sedimentos en una proporción equilibrada, tal y
como lo harían sus equivalentes naturales, las superficies restauradas se pueden conectar directamente con
la red fluvial del entorno. Todo ello constituye un avance de integración ambiental sustancial con respecto a
esquemas normativos rígidos, que no permiten conectar hidrológicamente las superficies mineras a su
entorno. De hecho, a veces se requieren balsas que necesitan de un mantenimiento indefinido, lo que
supone un pasivo ambiental enorme para la actividad minera.
• Las restauraciones se realizan, casi exclusivamente, con estériles mineros, ahorrando materiales
externos y artificiales (hormigón, escolleras, diques…).
• Se obtiene una gran diversidad topográfica (se multiplica el rango de distintas pendientes y
orientaciones de ladera), lo que maximiza la biodiversidad del entorno (figura 12), mejorando incluso, en
muchos casos, las oportunidades de las plantas y la vida silvestre con respecto a las condiciones de partida.
9 Capítulo de libro incluido en: García, A. y Travieso, J.R. 2013. Restauración Ecológica en Minería. De la teoría a la práctica. Fundación Ciudad de la Energía, Ponferrada, pp. 31‐46 • La diversidad de formas del terreno amplifica las posibilidades de infiltración de agua, que estará
disponible para las plantas (Figura 12). Todo ello a diferencia de la mayoría de los diseños convencionales,
en los cuales la filosofía es evacuar el agua hacia fuera de las zonas restauradas, que por tanto no estará
disponible para las plantas.
• Se consiguen paisajes visualmente coherentes y muy atractivos (ver figuras 6 a 12), que consiguen la
mayor integración visual posible, en tanto se basan en, o replican, la fisiografía del entorno.
Figura 12. El espacio ocupado por toda la escena, salvo la sierra del fondo, está restaurado siguiendo el método GeoFluv-Natural
Regrade. Obsérvese cómo la franja intermedia muestra zonas más oscuras y más claras. Las más oscuras corresponden a zonas en las
que la configuración del terreno permite una mayor duración de la humedad edáfica, lo que pone de manifiesto que la heterogeneidad
topográfica se convierte, directamente, en mayor biodiversidad (distintas especies colonizarán distintos nichos, de forma espontánea).
Imagen de David L. Clark, New Mexico Energy, Minerals, and Natural Resources Department. En definitiva, se produce la máxima integración ambiental (económica + social + ecológica y paisajística), y
por tanto la sostenibilidad, de la actividad minera en su entorno.
7. A MODO DE SÍNTESIS: HACIA UNA MINERÍA SOSTENIBLE
En el momento actual, y a diferencia del pasado, la restauración de huecos y estériles mineros tiende a
no considerarse un gasto innecesario. Al contrario, el desarrollo normativo y una creciente sensibilidad
ambiental ‘global’ lo han convertido en una parte esencial del proceso minero. Desde esta realidad, la
adopción de las mejores prácticas de restauración de espacios afectados por minería, mediante un manejo
experto del movimiento de tierras basado en criterios científicos geomorfológicos e hidrológicos, puede ser
muy rentable económicamente, de igual modo que lo es el desarrollo de la mejor planificación posible de
las labores de explotación.
Sobre este razonamiento, las mejores restauraciones posibles en minería son mucho más que “apilar
estériles”, construyendo escombreras siempre con formas piramidales o en terrazas, para, a partir de ahí,
centrar todos los esfuerzos en estabilizar el suelo y en promover el desarrollo de la revegetación. Al
contrario, las exigencias ambientales actuales y futuras de la población demandan los mayores estándares
en la calidad de las restauraciones. Así las cosas, las expectativas actuales ya van dirigidas a la
sostenibilidad de las zonas mineras restauradas, entendido este concepto como la necesidad de “mantener la
funcionalidad ambiental de los espacios restaurados para el beneficio de futuros usuarios del territorio”. Y
todo ello haciendo viable el mantenimiento de la actividad económica minera. En este contexto, la
introducción de los criterios geomorfológicos aquí explicados constituye una herramienta muy útil.
Agradecimientos: La evaluación de las ventajas del uso de criterios geomorfológicos en las restauraciones mineras, en general, y
del método GeoFluv-Natural Regrade, en particular, se está realizando en el marco de un proyecto de investigación del Plan
Nacional (CGL2010-21754-C02-01), de un contrato de investigación con la empresa CAOBAR S.A (222/2011 de la UCM) y del
proyecto REMEDINAL-2 (S2009/AMB-1783 de la Comunidad de Madrid). Los diseños del relieve de las figuras 1, 2 y 6 han sido
realizados por Ignacio Zapico Alonso.
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