El Algarve portugués es una de las zonas más

Transcripción

Aventura
portuguesa
MONDRAKER
FINALIST PRO 26 & 29er
El Algarve portugués
es una de las zonas más
visitadas en nuestro
país vecino, una zona
donde las playas y el
buen tiempo atraen a
miles de turistas cada
año. Portugal tiene
además en esta zona
una ruta preparada y
marcada para recorrer
en bicicleta: la Vía
Algarviana. Planeta
MTB ha realizado
230 de sus 301,52 km.
y te contamos nuestra
experiencia.
20
POR Chus Castellanos • Fotos © Juan Ángel Triguero • Colaboración DE Joel, Joao Y Armando y José.
www.planetamtb.es 21
ETAPA 1:
Alcoutim-Balurcos-Furnazinhas
24,2+14,3 km.
Viaje
Nada más cuadrar las fechas y disposición de viaje, buscamos
unos billetes de avión para aterrizar en la localidad portuguesa de Faro, ciudad referencia para la llegada de visitantes al
Algarve. Compañías de bajo coste “facilitan” el acceso a la zona,
en donde además existe la posibilidad de alquilar la bicicleta
para realizar el recorrido de la Vía Algarviana. Nuestra llegada
se produjo el domingo sobre las 17:30 horario portugués, donde
Ana V. de la oficina de turismo de Algarve nos dio la bienvenida y condujo hasta el hotel para instalarnos. Durante la cena,
nos contó más información sobre Faro, Algarve y la Vía Algarviana. Tras montar nuestras bicicletas y preparar las mochilas
para la primera jornada de pedaleo, llegó el momento de cerrar
los ojos hasta nuestra cita para desayunar a las 7.30 am.
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Después de un importante desayuno en la cuarta planta del
Hotel Faro con vistas al Club Náutico y el paraje natural de
las islas de Faro, nos desplazamos algo más de una hora en
coche hasta el punto de partida de la ruta justo al otro lado
de nuestra ubicación, en la frontera natural del río Guadiana
entre España y la localidad portuguesa de Alcoutim. Allí, con la
compañía de nuestros guías Joau y Joel preparamos las mochilas para realizar nuestra primera etapa. Con la bonita estampa
de decenas de barcos fondeados sobre bollas en la vía fluvial,
comenzamos a pedalear sobre la pista colindante al río unos
kilómetros rumbo norte, hasta que giramos hacia izquierda
(oeste) para adentrarnos a las pistas del interior. El recorrido
atraviesa el 98% por las pistas de tierra anchas, con una gran
presencia de rocas sueltas y en algún caso más agarrada. La característica principal de la orografía ofrece un sube y baja más
o menos constante, con desniveles no muy pronunciados (unos
200 m. aprox.) que permiten llevar un buen ritmo medio.
Aun así, hay que vigilar las bajadas, pues la presencia de las
piedras sueltas pueden jugar una mala pasada si se confía uno
en exceso. Son muy divertidas, pero pueden esconder una buena caída si el despiste llama a la puerta. Sobre el mismo contenido de roca suelta, alguna de las subidas puede patinar en
exceso, teniendo que derrochar algo de técnica depurada para
mantener a ritmo y sin pérdida de adherencia la bicicleta. La
vegetación es principalmente media-baja, con jaras, matorral
bajo y algunas zonas de pinos, olivos y alcornoques. Durante
nuestro recorrido en el mes de septiembre, los tres pasos de ríos
de esta primera etapa no contenían agua alguna, atravesando
por tanto los cauces por las piedras en algunos casos ciclables
y en otras pie. La llegada al pequeño pueblo de Furnazinhas
sobre las 17 horas, completó una interesante primera aventura
que comenzaba en Faro con la salida del sol. En la Casa du Lavrador, unos frutos secos, agua y estiramientos, sirvieron como
preámbulo de la ducha y una pequeña siesta hasta la cena.
Después de escribir y revisar las fotos junto a los vídeos del día,
la cama era un claro objetivo a las 22.30 h.
ETAPA 2:
Furnazinhas -Vaqueiros - Cachopo
- Barranco do Velho - Salir
20,3 km. + 14,88 km. + 29,1 km. + 14,9 km.
Con un final algo anticipado la jornada anterior debido a la acumulación de retrasos, la segunda jornada se prestaba algo más
larga y por lo tanto dura. A las 8:30 am ya estaban esperando
nuestros nuevos guías, José y Armando. Tras las presentaciones llegaba el momento de analizar la jornada, pues había que
evaluar kilómetros, tiempo y tener en cuenta nuestras múltiples
paradas para hacer fotografías y tomas de video. Llegamos a la
conclusión de que la primera parte de Furnazinhas a Vaqueiros
contenía el mismo tipo de terreno y vegetación que la anterior y
que era más apropiado avanzar ese tramo en carretera y ganar
tiempo para la jornada. Esta segunda jornada se antojaba como
la más dura de todas. Un poco antes de las 10am realizábamos
la “salida oficial” desde la iglesia del pueblo de Vaqueiros, y
a través de sus calles nos adentramos en las pistas de tierra
donde las piedras sueltas y bien agarradas en forma de losa eran
nuevamente las protagonistas. Pronto comenzaba a cambiar
levemente el paisaje alrededor del terreno pedregoso, con mayor
presencia de vegetación alta, donde los bosques de pinos y alcornoques ofrecían más abrigo de sombra, sin olvidar los cultivos de
olivo y “más verde” en general. Las jaras no se quedaron atrás,
pero su presencia no era constante. Las rampas se sucedían de
manera más importante, con fuertes repechos no precisamente
cortos (teniendo en cuenta el máximo de altura de 350 m. aprox.)
y tramos incluso inclinados llenos de piedra en forma de bajada.
Yo disfrutaba mucho realmente con los cambios, pues en las bajadas podías soltar freno y con las monturas rígidas las trazadas
y las frenadas eran bastante más animadas que con una doble
suspensión. Del mismo modo, un poco de “power” en las subidas,
en forma de plato pequeño y piñón grande también ponía a tono
las piernas y sobre todo el corazón. Por ello, la condición física se
antojaba cuanto menos media. El calor era nuevamente asfixiante y cada 15-20 km. (1 h. 30 m.-2 h.) parábamos en un pueblo
a cargar agua, tomar un refresco y reponer alimento sólido. El
ritmo que llevábamos era bueno, ni mucho menos lento (con
fotos y vídeos incluidos), pero eran las 16 horas y acabábamos
de llegar a Barranco do Velho. Ese último tramo de Cachopo a
Barranco do Velho (30 km.) no hubiera sido posible terminarlo,
de no haber encontrado en el pueblo de Parizes el bar “Oasis”
para nosotros. Cuando llegamos a Barranco do Velho a las 16 h.
el termómetro marcaba 33 grados, así que no quiero imaginar
lo que dentro del barranco estábamos pasando, sin agua y sin
viento… Por ello, tras encontrar el “oasis” en Parizes, pudimos
seguir los kilómetros restantes para terminar la jornada. Aun
así, el calor estaba dejando mermado mucho al grupo y el trabajo
estaba resultando realmente duro. Finalmente, en Barranco do
Velho, una nueva parada para comer y beber devolvió a los cuerpos la energía suficiente para volver en sí. Llevábamos unas seis
horas desde el comienzo, unas cuatro encima de la bicicleta, una
de paradas y otra para material fotográfico y de vídeo, y “tan
sólo” habíamos recorrido 40 km. Estaba claro que las subidas
y el desnivel sobre el papel podían parecer más fáciles, pero la
media nos otorgaba los 10 km/h. máximo.
Al final y tras otras dos horas largas, llegamos a nuestro
segundo objetivo en la localidad de Salir. Muchos kilómetros,
mucha aventura y una jornada dura para el recuerdo. Nuestro
segundo lugar para dormir se encontraba a 8 km. pasado Salir,
al que no dudamos en acudir en coche, pues la gasolina estaba
absolutamente agotada por la jornada. En la Casa D´Alvada
(Quinta do Freixo), un hospedaje de agroturismo nos acogía con
los brazos abiertos y con una piscina para nuestros maltrechas
piernas. La cena tuvo lugar en el pueblo de Benafim, a 3 km.,
en el restaurante Hamburgo, donde una pedazo de carne estilo
tosta, con cebolla y pimientos fue la recompensa rociada con
una buena jarra de cerveza con limón.
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ETAPA 3:
Salir - Alté - San Bartolomeu de
Messines - Silves
16,2 km. + 19,2 km. + 27,6 km.
A las 8.30am estábamos desayunando, para tomar nuevamente
el coche y retroceder los 8 km. hasta la localidad de Salir, punto
donde partía nuestra nueva aventura. Por delante, más de
sesenta kilómetros, que conociéndonos con las fotos y repeticiones, rondaría los setenta. La salida a través de una fácil y
cómoda pista de cemento, permitía calentar y acondicionar al
cuerpo con tranquilidad. Tras unos kilómetros cómodos llegó
una rampa de unos 500 metros a plato pequeño y piñón grande
llena de piedra suelta. Si no derrochabas finura era inevitable
echar pie a tierra. Tras el calentón matutino, un fácil, cómodo
y divertido rodar por pista entre piedras agarradas y matorral
bajo, protagonizaba unos kilómetros muy ágiles y divertidos.
Curiosamente pasamos muy cerca del lugar de nuestra cena
la noche anterior, para continuar rumbo al pequeño pueblo
de Alté, un lugar muy bonito con una especie de merendero
público con restaurante y un río e infraestructura muy bonita
para “dominguear” con buena nota. Desde allí seguimos por
buena senda y ritmo buscando nuestro siguiente objetivo: San
Bartolomeu de Messines. Este tramo transcurría por pista fácil
y con presencia de asfalto en ocasiones, y el ritmo a consecuencia era rápido. Nos estaba “gustando” este tramo, que a pesar
de no destacar por nada llamativo, por lo menos nos dejaba ir
rápido hacer kilómetros y avanzar en nuestra andadura. Todo
iba perfecto, incluso alguna mini incursión en pequeños single
track bonitos, donde por cierto tuvimos un pinchazo, hasta que
un paso por debajo de la carretera principal y a la vera de un
cauce, nos obligaba a poner pie a tierra por la imposibilidad
de ciclar nada. Era un tramo que además de feo, reventaba las
piernas por las zarzas y no tenía sentido alguno. Después de
media hora empujando la bici, salimos justo al lado de nuestro
objetivo en Messines. Llevábamos casi 40 km. y era el momento
de comer algo y reponer líquidos. Junto al mercado tomamos
unos refrescos y unos bocadillos de ternera que supieron a
gloria, que acompañados por un mini helado, nos motivaban
para realizar los siguientes 30 km. para llegar a nuestra meta
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del día. El plano de ruta indicaba como nivel media este último
“arreón”, así que con el sol menos justiciero que las jornadas
anteriores arrancamos a pedalear sobre las 16 h. El perfil marcaba un divertido descenso, para encontrarnos rodando junto
a un embalse y luego una buena subida para buscar la meta.
Así fue, un rápido y divertido descenso por pista ancha llena de
piedras hasta seguir la vera del embalse, que ofrecía un bonito
aspecto tras las dos jornadas de tanto secano. Aprovechamos
para hacer algunas fotos y después nos mentalizamos para
el subidón que marcaba el libro de ruta antes de encontrar
la meta. Justo después de atravesar a pie un pequeño vadeo
profundo de agua, comenzaba sin discusión a plato pequeño
y piñón grande nuestro segundo y definitivo calentón del día.
Este era mucho más largo, unos tres kilómetros, así que cada
uno a lo suyo y a ritmo hacia arriba. Coronarlo fue una buena
sensación, porque sabíamos que poco más de subida quedaba,
apenas alguna rampa y sí casi todo llano-bajada por pista de
piedras nuevamente divertidas. Correcto, aunque más de lo
esperado, la pista nos lanzaba en terreno alterno de llanos y
bajadas buscando la localidad de Silves. Tanta era la chispa
que llevábamos que nos pasamos la entrada “oficial” del pueblo
y casi comenzamos la siguiente jornada. Tuvimos que volver
un par de kilómetros para la ciudad y encontrar el hotel Colina
Dos Mouros, donde un increíble baño en la piscina nos devolvió
la vida tras más de 70 km. de cuenta kilómetros marcados. Sobre unas instalaciones más completas, nuestra breve estancia
sirvió con nota para devolver energía y descanso al cuerpo para
afrontar la cuarta y última jornada.
ETAPA 4:
Cambio de planes... modo trabajo
La mañana se levantó con el tiempo algo revuelto, por lo que rápido tuvimos que pensar para optimizar nuestro último día de bicicleta. Mientras
desayunamos a las 7.30am, decidimos coger el coche y acudir a realizar
la última etapa en sentido inverso, como si empezáramos la ruta desde el
propio Cabo de San Vicente. Este sentido también es válido para realizar
la ruta, pues no hay un único sentido. Hay aficionados que comienzan
en este punto o donde lo hicimos nosotros. Por ello, partimos rápido tras
el desayuno a las 8am hacía la punta de la península y comenzamos la
etapa de escasos 20 km. para fotografiar los maravillosos pasos junto a
los acantilados y no perder así la oportunidad de disfrutar esta zona. Después de llegar a Vila du Obispo, la zona interior ya estaba nuevamente
protagonizada por las vistas similares a las etapas anteriores, por lo que
volvimos a retocar el recorrido de la mejor manera posible para aprovechar las horas de día que nos quedaban. Así que tomamos nuevamente el
coche de apoyo Megasport y nos fuimos directamente a Monchique, punto
donde queríamos ver las Termas de la famosa localidad y comer en un
lugar apropiado. Nada menos que desde el año 1692, el siglo XVII, databa
la fecha de funcionamiento del restaurante donde teníamos reserva para
comer. Una buena comida sin excesos, nos devolvía al modo trabajo con
las vistas puestas en realizar en sentido inverso la etapa de Monchique a
Silves (27,6 km.) lugar donde habíamos dormido esa noche anterior. Un
tramo andando con la bicicleta y una muy escasa señalización a la llegada
y a la salida de los pueblos grandes (como este caso) nos hicieron perder
nuevamente mucho tiempo. Este es un punto a mejorar en el marcaje,
pues durante el trayecto no está mal y tampoco en los pueblos pequeños.
La última obligación de la tarde del jueves era volver al hotel que nos
vio llegar a Faro, para desmontar nuevamente las bicis y meterlas en las
cajas para su envío a España. Tras ello, una buena ducha y una cena en
la terraza del hotel con muy buenas vistas fueron el final de una buena
aventura algarviana. El final de la ruta, porque el día lo terminamos
tomando unos merecidos quintos de cerveza a 0,70 €, cosa que nos alegró
todavía más la estancia por supuesto. Sin embargo, el precio del gasoil
superaba el 1,5 € y la gasolina 98, casi los 2 €. Todo un contraste.
Regreso
El viernes por la mañana era el momento para una agradable y breve
visita a las calles céntricas de Faro, antes de tomar el taxi dirección
al aeropuerto. Afortunadamente concluimos sin demoras ni contratiempos nuestra visita a Portugal y el recuerdo de la Vía Algarviana
queda con buen sabor y un dato claro. A pesar de no tener excesivo
desnivel y el recorrido prácticamente a través de pistas anchas, el
componente de piedra suelta y compacta hacen que esta aventura precise de técnica y condición física mínimamente media para
llevarla a cabo. Dependiendo de las condiciones particulares es
posible hacerla desde tres hasta seis días o más, siendo cinco una
cifra media interesante para rendir y disfrutar de los pueblos, sus
gentes y el ambiente. Amplía tu información en:
www.viaalgarviana.org
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RESTO DE SECTORES
Estos tres sectores del recorrido total no pudimos completarlos. Ya estaba previsto que en tan sólo cuatro días no tendríamos oportunidad de realizar el trabajo fotográfico y de vídeo,
además de pedalear los kilómetros. No obstante, disfrutamos
de lo lindo y nos sentimos “Algarvianos”. Planificar el viaje y
disfrutar como nosotros en www.viaalgarviana.org
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Valoración De La Bicicleta
MONDRAKER FINALIST PRO 26 Y 29”
El modelo de cross country de Mondraker destinado al público general, pero con suficientes garantías para afrontar retos
como esta Vía Algarviana, se llama Finalist. Dentro de la gama
existen dos modelos Finalist y Finalist Pro, que varían en el
acompañamiento de sus accesorios. La incursión de las ruedas
de 29 pulgadas no podían sino ampliar la opción de compra a los
usuarios de Mondraker, ofreciendo con este modelo Finalist Pro
una gran opción de relación calidad-precio y otra más económica
aun, llamada Finalist.
Sentirse seguro junto a un material fiable a un precio realmente
competitivo está destinado a la familia Finalist en cualquiera de
sus opciones. Los cuatro cuadros (26 y 29”) están construidos en
aluminio 6061 Custolite Triple Butted y acompañados todos ellos
de unos eficientes frenos Avid Elixir 1. Las transmisiones de los
modelos Pro están destinadas a Shimano y los modelos Finalist
(a secas) a la familia Sram. Situados entre los 12 y los 12.3 kg. de
peso en el rango aproximado de los mil euros, la Mondraker Finalist se presenta como una gran opción calidad precio.
GENERALES
Posición de conducción:
26”: el modelo de 26 pulgadas parte de la talla Mediana, la cual es
compacta y no exagerada para un buen uso alrededor del 170 cm.
de altura. Su posición está perfectamente conjugada para conducir con una buena efectividad sin olvidar una cierta comodidad
para el usuario. La potencia de 90 mm. de longitud en esta talla
mediana es totalmente correcta para la conducción y el manejo de
la dirección.
29”: la rueda grande parte desde la talla S, la cual se ajusta
perfectamente a un usuario de baja estatura, pues probando la
Mediana en este roadtrip con una altura de 170 cm. aprox. no
estaba ni mucho menos desproporcionada. No obstante y para ello,
la elección de longitud en las potencias están en 80 y 90 mm. para
permitir una buena combinación entre comodidad y conducción.
Respuesta geométrica:
Ambas monturas están equilibradas en el conjunto de sus medidas, existiendo una nota a tener en cuenta sobre las ruedas de 29”.
La talla M de 26” correlaciona muy bien las medidas con la talla S
de 29”, a excepción de la lógica variación de longitud de vaina y el
ángulo de ataque de la dirección que ocurrirá en la mayoría de las
demás marcas. Por ello, la conducción en la rueda de 29 pulgadas
sobre nuestra talla adecuada puede proporcionar una gran capacidad de rodadura y aumento de estabilidad.
Respuesta de componentes:
La familia Finalist y Finalist Pro está apostando por una buena base con varios componentes en todos sus modelos, tanto en
26 como en 29 pulgadas. Los frenos es en todas ellas un valor
destacado, las ruedas un elemento combinado calidad-precio y
las apuestas por las familias Shimano y Sram, respectivamente
utilizadas para las Finalist Pro y Finalist, una sincronización para
el trabajo “monomarca” efectivo.
Respuesta en peso:
Ambas Finalist Pro en 26 y 29 pulgadas apenas están diferenciadas por 100 gramos, lo que permite comprobar que las monturas
de ruedas grandes no están apartadas de la competitividad con
respecto al peso. Dos monturas de apenas mil euros y aptas para
un uso medio alto de rutas, obtienen un adecuado resultado para
la báscula.
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RESPUESTA AL TERRENO
Trabajo de suspensiones:
El tacto de ambas suspensiones nos ha gustado mucho, pues
bien es sabido que por ejemplo los modelos de horquillas que
no tienen opción a la regulación de “compresión” para el tacto, pueden dejar algo que desear. En este caso, la Recon Gold
TK Coil que utilizamos en la 26” ofrecía un gran tacto suave
y modulado, al que tan sólo tuvimos que ajustar el dial de
rebote al gusto y manejar la palanca azul de la graduación
de bloqueo para las diferentes situaciones de la ruta. Por
cierto, buena, progresiva y efectiva la regulación de este
proceso de bloqueo.
La regulación del modelo Recon Gold Air tiene una buena
ventaja, y esa es la capacidad de inflado para la cámara
de aire. Gracias a ello, se puede personalizar y mucho la
calidad de trabajo individual de la horquilla en cada usuario.
El ajuste de rebote mediante el dial inferior y la graduación
del bloqueo en la parte superior de la botella derecha hacen
posible un gran conjunto para las rutas.
En subida:
Las medidas de la Finalist Pro en 26” permiten ajustar
muy bien las subidas, tan sólo precisando cómo tengan el
ajuste de la altura de la potencia y sus arandelas algunos
de sus usuarios. Tanto en medidas de longitud como de
ataque de angulación, la 26 pulgadas permite subir con
efectividad. Además, la posibilidad del bloqueo de la horquilla y las 10 velocidades del cambio trasero hacen posible interesantes retos. La rueda grande de 29 pulgadas no
cabe duda de que puede mantener y ayudar a las inercias,
pero cuidado si son reviradas o con cambios de ritmo, pues
ahí es donde se vuelve más torpe y pesada, en lo demás…
es un auténtico misil.
Terreno mixto:
Estabilidad, manejo, agilidad y en definitiva buena respuesta ofrecen estas bicis. La medida más “nerviosa” de
angulación de la dirección en la montura de 29 pulgadas se
ve compensada por la estabilidad de sus ruedas, por ello,
el resultado es que sobre el terreno mixto una rueda de 29”
funciona como un tren sobre un rail siempre y cuando el
terreno permita continuidad y no muchos cambios de ritmo,
que para ello estará preparada la montura de 26” para entrar en acción y potenciar sus valores más “ratoneros”.
En bajada:
¿Bajada? Bueno sí, claro que se puede bajar y bien, porque
nosotros por ejemplo hemos disfrutado y mucho por las pistas
rotas y pedregosas de la Vía Algarviana. Ahí es donde la rueda
grande se lanzaba con mayor aplomo que la rueda pequeña,
por lógica física, y aunque ello no significa que la rueda pequeña esté perdida ni mucho menos, sí es cierto que precisa de una
mayor pericia y control para manejar la bici a velocidad alta y
con terreno algo roto. Ambas direcciones y sus ángulos no están
adaptados para encarar el mayor de los tramos inclinados, por
ello debemos disfrutar con la velocidad adecuada a cada terreno y nivel técnico de conducción. Aquí es donde el disco de freno
delantero de 180 mm. en la rueda grande se puede echar de
menos, y también en la rueda pequeña claro, pero por inercias
quizás más en la rueda grande. No obstante y conforme al uso
estándar, tipos de bajadas constantes de estos niveles no aparecen en todas las rutas. Ambas horquillas trabajaban íntegramente con muy buena nota los 100 mm. de recorrido.
Ideal para: la familia Finalist Pro nos parece muy interesante para el usuario que busca en el segmento mileurista
la mejor combinación calidad precio, porque las monturas no
defraudan y es posible con una buena base, mejorar cuando
sea posible alguno de sus elementos.
MONDRAKER
MONDRAKER
FINALIST PRO 26
FINALIST PRO 29er
er
Cuadro:
Tija:
Cuadro:
Tija:
Finalist Custolite 6061
triple butted
OnOff 0R Finalist Pro 27.2
mm.
Finalist 29” Custolite 6061
triple butted
OnOff Finalist Pro 29” Custom 27.2 mm.
Horquilla:
Manillar:
Horquilla:
Manillar:
Rock Shox Recon Gold TK
coil 100 mm.
OnOff XC Low Rise 31.8
mm.
Rock Shox Recon Gold TK
SA 100 mm.
OnOff XC 29” 31.8 mm.
Mandos:
Potencia:
Mandos:
Shimano Deore SL-M591-10
Shimano SLX SL M-660
OnOff XC 31.8 mm.
OnOff XC 31.8 mm. 90/100
mm.
Desviador:
Shimano Deore FD M-59110
AL DETALLE
Manejo de las suspensiones:
26”: la horquilla Rock Shox Recon Gold TK coil 100 mm. dispone de una progresiva y manejable opción de bloqueo situada en la parte superior de la botella derecha y un dial para el
ajuste del rebote en la parte inferior de la misma botella.
29”: la horquilla Rock Shox Recon Gold TK SA 100 mm
tiene la posibilidad de personalizar con la válvula de aire la
cantidad y calidad de trabajo de la horquilla. La válvula se
encuentra en la parte superior de la botella izquierda. La
botella derecha está destinada en su parte superior para el
ajuste del bloqueo y en la parte inferior para el dial de elección del rebote.
Frenos:
Los frenos Avid Elixir 1 tienen una gran calidad de la frenada,
gracias a un tacto que a nivel personal me gusta bastante. Puede
que en la montura de 29 pulgadas me guste más un disco delantero de 180 mm. de diámetro y no así una totalidad de uso de la
medida 160 mm. como vienen integradas en todas la monturas
Finalist y Finalist Pro, tanto en rueda tradicional como en 29 pulgadas. La potencia es suficiente para modular y disfrutar con seguridad en todas las posibilidades de uso normales, pero la rueda
grande y su capacidad de velocidad podría ofrecer un disco mayor,
no obstante, no es necesario si las bajadas no van a ser largas y
algo pronunciadas, pues para el resto es totalmente suficiente.
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Transmisión:
Las transmisiones de la familia Shimano probadas en las
monturas Pro de rueda 26 y 29” son siempre una buena
garantía de fiabilidad. A pesar de realizar bastantes kilómetros, ambos cambios se han mantenido correctos en todo
momento. Puede ser más evidente que el modelo XT en los
piñones aguante más que su hermano pequeño Deore en los
platos, pero ambos durante los más de 200 km. realizados
han funcionado perfectamente. Sí tengo que destacar que la
precisión y mayor rapidez del cambio XT es destacable para
afrontar cualquier tipo de acción, sobre todo si la ejecución no
ofrece lugar a fallos.
Ruedas:
El conjunto de ruedas Abyss está presente igualmente
en toda la familia Finalist y Finalist Pro. Es un conjunto
que modestamente aguanta bien sobre el terreno y que
igualmente no destaca excesivamente, tampoco es negativo en la misma medida. Durante los 230 km. realizados
sí hemos tenido que radiar el set trasero de la montura de
29 pulgadas, pero en su defensa tengo que afirmar que el
nivel de bajada de Juan Ángel Triguero es bastante elevado y sumado a una pista ancha pero de fuerte componente
pedregoso, no es de extrañar que los más de 90 kg. de Juan
hagan temblar al radiado.
Potencia:
Frenos:
Avid Elixir 1 160 mm.
Desviador:
Frenos:
Shimano Deore FD M591
Avid Elixir 1 160 mm.
Cambio:
Ruedas:
Abyss 29” wheelset
Cambio:
Ruedas:
Shimano XT RD M780 10v
Shimano XT GS 10
Abyss Wheelset
Bielas:
Bielas:
Cubiertas:
Shimano FC M522 42-32-24
Shimano FC-M522 42-32-24
Kenda Kadre 2.10”
Cassette:
Cassette:
Tallas:
Shimano HG62 11-36
Shimano HG62 11-36
M, L, XL
Pedales:
Pedales:
Peso:
Mtb SPD
Mtb SPD
12,1 kg.
Sillín:
Sillín:
Precio:
Mondraker Finalist Pro
1.050 €
CALIDAD / PRECIO
CUADRO
HORQUILLA
FRENOS
TRANSMISIÓN
RUEDAS
WTB Nano 29” 2.10”
Tallas:
S, M, L, XL
Peso:
12,2 kg.
Precio:
1.150 €
Mondraker Finalist Pro 29”
Custom
GEOMETRÍA TALLA M
LONGITUD ENTRE EJES
TUBO SUPERIOR
VAINAS
ALTURA DE PEDALIER
GRADOS DIRECCIÓN
GRADOS ASIENTO
Cubiertas:
GEOMETRÍA TALLA M
106,9 cm.
57 cm.
42,5 cm.
---
107,9 cm.
59,5 cm.
43,8 cm.
---
LONGITUD ENTRE EJES
TUBO SUPERIOR
VAINAS
ALTURA DE PEDALIER
GRADOS DIRECCIÓN
GRADOS ASIENTO
70º
73,5º
PUNTUACIÓN
19
25
71,5º
73,5º
CALIDAD / PRECIO
CUADRO
HORQUILLA
FRENOS
TRANSMISIÓN
RUEDAS
MÁS INFO
PUNTUACIÓN
19
25
www.mondraker.com
Nuestro segundo hospedaje, Casa D´Alvada, en Quinta do Freixo.
Buenas vistas en el desayuno de Faro... 7 am.
Paisana en el “oasis” de la tercera etapa.
Avituallamiento durante la segunda etapa.
Alojamiento tercera etapa, imprescidible para las piernas.
Salida junto al río Guadiana, frontera con España.
Cataplana... tienes que probarla.
Los famosos acantilados de Cabo San Vicente.
¡¡Vaya tosta!!
Subiendo junto al embalse...nuestra tercera etapA.
Desayuno buffet en el hotel Faro.
Casa do Lavrador, primera etapa
Foto salida segunda etapa.
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El Algarve portugués es una de las zonas más

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