33. El gato... ¿ese perro bajito?

Transcripción

33. El gato... ¿ese perro bajito?
Consejos
CLÍNICA VETERINARIA RONDA SUR
Conozcámos las
particularidades
que hacen de la
especie felina un
bello y aoasionante
animal .
El gato: ¿ese perro bajito?
Diferencias entre gatos y perros
por Joaquín Albaladejo
A esta pregunta para algunos
tan obvia, la respuesta es
claramente NO. Sin embargo
multitud de gente, incluidos
muchos propietarios de gatos,
desconocen algunos aspectos
felinos básicos y en
demasiadas ocasiones, se
asume por defecto de forma
errónea que el gato se
asemeja al perro en aquello
que desconocemos, por ser
este último un animal quizás
mejor conocido y asentado en
nuestra tradición y sociedad,
algo que por otro lado, esta
cambiando poco a poco en
favor del gato. Las diferencias
entre un gato y un perro son
numerosas y variadas.
Trataremos de comentar de
forma resumida algunas de
las más importantes desde el
punto de vista de nuestra
convivencia con la especie
felina, así como de su salud.
Empezaremos por el
principio, es decir, el origen
de un animal y de otro. Está
demostrado que el perro
desciende del lobo y es un
animal doméstico desde hace
miles de años. El gato por el
1
contrario desciende del gato
salvaje africano y su periodo
de domesticación es bastante
más reciente, lo cual hace que
en ocasiones el gato se
comporte de una manera algo
más "salvaje" ante una
situación estresante para él y
pueda sacar llegar a sacar la
"fiera" que lleva dentro... ¿Y
en que se parecen el lobo y el
gato salvaje africano? Pues en
bastante poco... El lobo -y por
evolución el perro- es un
animal sociable que forma
manadas y entiende de
jerarquías mientras que el
gato salvaje africano -y por
evolución nuestro gato- es un
animal no social, es decir que
no forma manadas y por
tanto no entiende de
jerarquías, aunque eso no
quiere decir que no sea
sociable, es decir que no
pueda interactuar con otros
individuos, como de hecho
ocurre en el caso de nuestro
gato, que a menudo puede
convivir sin problemas con
otros gatos e incluso perros y
dejar en evidencia a nuestro
refranero español. Esta
primera diferencia básica
explica muchas de las
preguntas que se suelen hacer
los propietarios de gatos en
cuanto a temas de
comportamiento e incluso
otros aspectos diversos como
su nutrición, su salud, etc...
Por este motivo el gato es un
animal individual, un cazador
solitario que solo se relaciona
en la naturaleza con otros
congéneres suyos durante la
época de celo. Todos los
felinos salvo el león (tigre,
leopardo, guepardo, lince...)
son animales solitarios y
nuestro gato es muy similar
en ese aspecto, es un cazador
solitario con mucho apego a
su territorio donde
"caza" (aunque solo sean
moscas en el caso de muchos
gatos de piso) y que conoce
por tanto hasta el último
centímetro. En el caso de
nuestro gato domestico, su
territorio seria nuestra casa, o
mejor dicho SU casa. Esa es
otra diferencia, es su territorio
y nosotros no somos sus
d u e ñ o s o l í d e re s d e l a
manada ya que el no cree en
WWW.CVRONDASUR.COM
jerarquías, para él nosotros
seríamos como meros "compañeros
de piso". Esto implica que todo lo
que sean castigos físicos o subidos
de tono cuando el gato hace algo
mal o que no nos agrada (como por
ejemplo arañar el sofá o hacer sus
necesidades fuera de su
bandeja) serán totalmente
contraproducentes ya que el gato
entenderá nuestra actitud como
una agresión y su actitud será la de
huir -o agredirnos en caso de que
se vea acorralado- y estresarse, algo
muy fácil en el gato. ¿Y que ocurre
si el gato se estresa? Pues que hará
con mayor frecuencia muchas de
esas cosas por las cuales le
castigamos: hacer sus necesidades
fuera de su bandeja, arañar los
muebles, etc... y no por venganza
sino porque muchas de ellas están
relacionadas con las feromonas de
tranquilización como veremos a
continuación. ¿Que más implica que
el gato sea un cazador con un gran
apego a su territorio? Pues que
cualquier cambio que ocurra en el
mismo por pequeño que nos pueda
parecer (cambio de muebles, un
miembro más en la familia, una
mudanza, obras en casa, etc...) le
puede suponer un "trauma"
importante, es en ese sentido, un
animal muy "conservador" al cual le
gustan muy poco los cambios del
tipo que sean. El gato para
reconocer su territorio como propio
y de este modo "ahuyentar" a
cualquier posible invasor y sentirse
así seguro (¡¡tu gato no sabe que no
va a entrar otro gato a casa!!) marca
“Los gatos pueden vivir en
armonía con perros dejando
en evidencia al refranero
español”
2
“El gato suele marcar con
distintas señales tanto
visuales como olfativas
su territorio para
reconocerlo como propio
y sentirse como en casa”
su territorio con distintas señales
tanto visuales como principalmente
olfativas y en ese aspecto las
feromonas tienen un papel crucial.
Así, al arañar con sus patas su
rascador y frotarse con su cara en
muebles, esquinas, ¡¡incluso en
nuestras piernas!! impregna con sus
feromonas dichos objetos y de este
modo al volver a pasar por ese sitio
y detectarlas reconoce su territorio
como propio y le tranquiliza. Al ser
un animal no sociable, carece de un
lenguaje corporal tan variado como
el del perro y necesita por tanto
valerse de estas marcas para
comunicarse con sus congéneres.
Básicamente una señal olfativa de
este tipo le informa a otro gato de su
sexo, edad, receptividad sexual,
enfermedades, etc... sin necesidad
de verse, es como una tarjeta de
visita que el gato deja en la puerta
de su casa y le informa a cualquier
posible visitante de que ese territorio
ya tiene dueño y las características
del mismo. Cuando dos perros que
no pertenecen a la misma red social
se encuentran es raro que surja un
enfrentamiento entre ambos, ya
que tienen todo un lenguaje
corporal para que los roles de
dominancia y sumisión entren en
juego evitando así la confrontación
física. En el caso del gato, como no
es un animal social y su lenguaje
corporal es mucho más limitado,
necesita de esas marcas olfativas y
visuales para poder evitar
encontrarse con otro congénere y
de este modo también evitar la
confrontación física en forma de
pelea o agresión. El mover la cola de
un lado para otro por ejemplo, a
diferencia del perro que como bien
es sabido significa que el animal esta
alegre, en el caso del gato es signo
de excitación o inquietud, ya sea por
un motivo que le incomoda o algo
que le atrae o le agrada. Además, el
gato a diferencia del perro es un
car nívoro estricto, y algunos
elementos esenciales para él como
por ejemplo la taurina -un
aminoácido- no pueden sintetizarlos
por si mismo y han de ser aportados
en si dieta ya que por ejemplo en el
caso de este aminoácido es
imprescindible para el buen
funcionamiento de la vista y el
corazón. ¿Pueden entonces comer lo
mismo un perro y un gato? Por
supuesto que no, ya que el primero
es más bien un omnívoro y el
segundo un carnívoro estricto. Pero
la diferencia no es solo que cada uno
necesite una dieta específica para
cada especie, sino que también son
diferentes en la forma que tienen
ambos de alimentarse. Mientras que
el perro debido a su evolución a
partir del lobo tiene tendencia a
comer todo lo que puede y llenarse
el estomago al máximo si tiene la
ocasión, ya que su ancestro se
alimentaba de presas grandes y
podía estar varios días sin lograr
cazar, el gato por el contrario, que
por su evolución se alimentaba de
gran cantidad de pequeñas presas
(ratones principalmente), suele
necesitar multitud de pequeñas
WWW.CVRONDASUR.COM
comidas a lo largo del día y por este
motivo, él se suele regular por si
mismo la comida a lo largo del día
mucho mejor que en el caso del
perro. En relación a todo esto, se
deduce también que el perro es por
tanto un animal de digestión lenta,
mientras que nuestros gatos son
animales de digestión rápida por eso
si bien un perro puede estar varios
días sin alimentarse, un gato que por
ejemplo se encuentre mal o
enfermo, no puede pasar más de
24-48h sin comer, ya que corre el
riesgo de padecer con relativa
facilidad un daño hepático
(denominado lipidosis hepática)
secundario a esa anorexia a la que
no está evolutivamente adaptado.
Esto último sumado a que el gato es
un animal que no muestra apenas su
malestar (enfermedad) hace que sea
muy importante acudir al
veterinario tan pronto detectemos
una anomalía en el comportamiento
de nuestro gato. ¿Y porque nuestro
gato no exterioriza su malestar, su
dolor, su enfermedad en definitiva?
Pues la respuesta es casi la misma
que siempre... por su origen de
cazador solitario no social. El perro
gracias a su jerarquía social tiene
diversos congéneres que en el caso
de que enferme van a cazar por él y
van a poder defenderle de un
intruso, pero en el caso del gato
¿quien va a defender a un animal
solitario? ¿quien va a cazar por él?
entonces... ¿para que mostrar signos
de debilidad si lo único que
conseguiría con ello sería atraer a
posibles depredadores que verían en
él a un animal débil que puede
convertirse en presa fácil? Por este
motivo, un gato no muestra signos
de enfermedad como podrían ser
dejar de comer, estar menos activo,
esconderse, etc... hasta que es
inevitable y la enfermedad está más
avanzada que en el caso del perro.
Por este motivo, la medicina
preventiva (chequeos anuales por
e j e m p l o ) ¡ ¡ s e c o nv i e r t e m á s
importante si cabe en el gato que en
e l p e r r o ! ! Po r o t r o l a d o y
probablemente relacionado con su
d i e t a c a r n í vo r a e s t r i c t a , e l
metabolismo del gato difiere en
muchos aspectos del metabolismo
del perro, haciéndole más sensible a
multitud de sustancias, fármacos y
alimentos que pueden tener graves
consecuencias para la salud del gato,
peligrando incluso la vida del
mismo. Algunos ejemplos de estas
sustancias podrían ser la acido
acetilsalicilico (aspirina), el
paracetamol (gelocatil), la cebolla y
multitud de plantas ornamentales,
por lo que como es lógico no
debemos automedicar a nuestros
gatos y debemos llevar mucho
cuidado con las plantas que
tengamos en casa, evitando que
nuestro gato las ingiera y
facilitándole para ello una hierba
especial gatera, disponible en los
comercios especializados. Otra clara
diferencia, más conocida aunque a
veces quizás algo olvidada, es que el
“Debido a su evolución
como cazador solitario, el
gato no exterioriza su
malestar como lo hace el
perro, por lo que se hace
imprescindible acudir a
nuestro veterinario al
menor signo de que algo
no va bien. Por este
mismo motivo, la
medicina preventiva se
hace más importante si
cabe en esta especie”
“Dado nuestro modo y
ritmo de vida actual,
el gato se ha convertido
en nuestros días en la
mascota ideal, gracias a
su poder de adaptación”
gato a diferencia del perro es un
animal nocturno, que se activa
(deambula, come, juega...) al
anochecer y a primera hora de la
mañana, aunque bien es cierto que
se suelen terminar adaptando a
nuestros ritmos de vida. Nuestros
gatos dedican muchas horas al cabo
del día a dormir aunque suelen
hacer multitud de pequeñas "siestas"
no demasiado profundas en lugar de
dormir muchas horas
profundamente de un tirón, como lo
haría un perro. En definitiva el gato
es un animal diferente al perro en
muchos sentidos. Al igual que el
perro es un excelente animal de
compañía y en este sentido, tiene
incluso algunas ventajas frente al
mismo al ser un animal más
independiente, que quizás se adapte
en ocasiones mejor a nuestro modo
y ritmo de vida. Podremos disfrutar
igualmente por tanto, de todos los
beneficios de compartir nuestra
vida con una mascota y si nos
meternos en la mente de nuestro
gato no viéndolo por tanto como
un perro en pequeño y tratando de
ponernos en su piel, lograremos
que el disfrute sea mayor y mutuo.
¡¡Esperamos haberle ayudado a
descubrir un poco más a su
fantástico gato!!
WWW.CVRONDASUR.COM
3