revista - Biblioteca Nacional de Colombia

Transcripción

revista - Biblioteca Nacional de Colombia
REPÚBLICA DE ~OLOMBIA
REVISTA
DE
lA BIBLIOTECA NACIONAL DE BOGOTA
Director, JOSÉ MIGUEL ROSALES
Director de la Biblioteca.
Administrador, LUJS ENRIQUE fORERO
Oficial Mayor.
Aiio 11 {
Bogotá, abril de 1927
} N.• 13
CUADRO DE LA CLASIFICACION UNIVERSAL BIBLIOGRAFICA
'ÜUJA PARA CONSULTAR EL CATALOGO MOVIBLE
DE LA BIBLIOTECA
NÚMERO 0. OBRAS GENERALES
Subdivisiones.
Academias: sociedades artísticas, científicas, literarias.
Albumes y almanaques.
Bibliografía: catálogos y descripción de libros.
Congresos y conferencias.
Directorios y listas.
Enciclopedias generales.
Libros curiosos: ediciones raras, incunables, manuscritos.
Periódicos, revistas y escritos sobre periodismo.
Poligrafías: series de obras., por autores o materias.
Sociedades generales: clui!Js o asociaciones análogas.
MÚMERO .1.. FILOSOPIA
Subdivisiones.
Antropología filos ófi.ca: o.rigen del hombre, compuesto
humano..
Biblioteca Nacional-3
©Biblioteca Nacional de Colombia
-34Cosmología.
Filosofía general.
Historia de la filosofía.
Ideología. Lógica.
Metafísica: Ontología, Estética, Teodicea,
Moral, Psicología.
Urbanidad.
NÚMERO 11. RELIGIÓN
Subdivisiones.
Apologética: Polémica religiosa, Vidas de jesucristo.
Asociaciones piadosas. Catequística.
Gobierno Eclesiástico general: documentos de la Santa
Sede, Concilios ecuménicos.
Historia Eclesiástica general y Arqueología cristiana. Historia Sagrada.
Hagiografía. Liturgia, Predicación.
Religiones no cristianas. Sagrada Escritura. Sectas. Teología.
NÚMERO lll. CIENCIAS SOCIALES Y DERECHO
Subdivisiones.
Asistencia, Seguros, asociación: beneficencia.
Ciencia Polftica, Economía Política, Estadística.
Derecho: Filosofía e Historia del mismo.
Legislación: Leyes, Códigos, Jurisprudencia, Organización
Judicial,
Derecho canónico, civil, constitucional, penal, español Y
romano.
Procedimiento civil, Derecho mercaniil: comercio, comu·
nicaciones, transportes, sociedades comerciales e industriales.
Derecho Internacional, Diplomacia, Tratados.
Derecho Administrativo, Administración municipal, departamental, nacional (acuerdos, ordenanzas, memorias, mensajes, decretos, informes).
Educación física, instrucción cívica, escuelas, colegios,
universidades, Pedagogía.
Folklore (Tradiciones, leyendas, cuentos populares, cantos, etc.), Sociolog!a, Feminismo.
©Biblioteca Nacional de Colombia
- 35NÚMERO IV. FILOLOOIA
Subdivisiones.
Diccionarios.
Filología general y comparada.
Fonética.
Gramáticas.
NÚMERO V. CIENCIAS MATEMÁTICAS, FISICAS, NATURALES,
Subdivisiones.
Algebra, Aritmética.
Astronomía, Cosmografía, Física.
Geodesia, Topografía, Geometría.
Matemáticas puras.
Química, Trigonometría.
Biología, Botánica general.
Etnografía, Flora americana, etc.
Geología, Historia natural general.
Mineralogía, Paleontología, Zoología.
NÚMERO VI. CIENCIAS APLICADAS
Subdivisiones.
Agricultura, Apicultura, Sericicultura, Ganadería.
Ciencia militar, Construcción.
Economía doméstica. Exposiciones industriales.
Industrias químicas. Ingeniería civil.
Manufacturas. Oficios.
Marina. Minería.
Medicina: Anatomía, Veterinaria, etc.
Técnica comercial: Contabilidad.
Comunicaciones, Transportes, Publicidad.
NÚMERO VII. BELLAS ARTES
Subdivisiofie$.
Artes bt;llo-útiles.
Arquitectura.
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Dibujo y artes derivadas.
Escultura y artes derivadas.
Música y canto.
Pintura.
Crítica de arte.
NÚMERO VIII.
LITERATURA
Subdivisiones.
Historia de la Literatura.
Literatura general. Preceptiva.
Literaturas nacionales.
Prosa: artfculos, cartas, critica, memorias, novela, cuentos
y leyendas, oratoria.
Poesla y Teatro.
NOTA-Los autores que no aparezcan en la correspondiente literatura deben buscarse en la Sección 0: Poligrafía.
NÚMERO IX. GEOGRAF(A
Subdivisiones.
Geografía universal y particular.
Itinerarios, guías, viajes.
NÚMERO X. HISTORIA
Subdivisiones.
Arqueología .
Biografías.
Critica histórica.
Cronología.
Historia universal y particular.
(La Historia Eclesiástica aparece a continuación de la civil de cada país).
ENFRENTE DE UNAS VITRINAS
Para las exposiciones permanentes dispone la Biblioteca
Nacional de Bogotá de una serie de hermosas vitrinas, en
donde quedan a la contemplación y estudio del público . las
.obras raras y preciosas que el bibliófilo paga a precfo· de oro
©Biblioteca Nacional de Colombia
- 37 Y busca afanoso el bibliómano para su colección de antigüedades.
Muestran allí sus apretadas columnas de caracteres góticos, sin foliatura muchos de ellos; con el emblema de la materia sobre que versan, y por añadidura en la lengua sabia de
Roma, los maltratados incunables, trabajados en las primeras
prensas tipográficas a que se sometió desde mediados del
siglo xv el pensamiento, antes de lanzarlo por todos los confines del tiempo y del espacio, con el vigor de la fuerza expansiva que lleva toda luz, incluso la del alma.
Más allá, bajo tapas de madera, obra primorosa de talla,
brillan las hojas satinadas en que la imprenta ostenta ya la
lozanía juvenil en tipos redondos, cuya nitidez les da apariencia de diminutos frutos en sazón que parecen, tal es su realce,
querer desprenderse de la lustrosa página.
Ediciones príncipes; cartas geográficas; grabados legendarios; manuscritos gloriosos, amén del libro de lectura para
ciegos, de letras punteadas, sin colores, con el relieve que
sirve al tacto para guiarse en la convencional expresión de los
signos escritos del lenguaje : todo, eh aquella colección rica
y severa, eleva la mente a consideraciones sobre el valor de
la humana inteligencia y de la mano, ese ministro de la razón
y de la sabiduría.
Estos elzevirios en caracteres tipográficos muy delgados y
finos, procedentes de las prensas de Leyden, Utrecht, La Haya
y Amsterdam, reciben nombre de la célebre familia de los
Elzevir o Elzevier, tipógrafos que florecieron allá por los siglos XVI y XVII. La tersura del trabajo y la calidad y belleza
de los tipos, obra del grabador Van Dick, aparte de las estampas que los exornan, les dan subido valor artfstico y comercial.
Los Manucios, y principalmente Aldo o Teobaldo, infatigable promotor de los estudios de la literatura helénica en los
comienzos del Renacimiento, tienen aquf sus representantes:
libros de gran mérito por la calidad del papel, los caracteres
itálicos delgados y el especial esmero en la impresión. Su
apariencia modesta no deja sospechar las joyas que contienen. Son verdaderos pomos que guardan la esencia más fina
Y embriagante del arte literario de los antiguos griegos y ro-
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-38manos. Del nombre de pila de Manucio, el vte¡o, tomaron
estas ediciones la denominación que las distingue.
Al lado de algunos de los libros pertenecientes a las comunidades religiosas extinguidas en no muy remota época, y
trasladados de orden del Gobierno a la Biblioteca, figura un
ejemplar, muy bien conservado, de la Imprenta de Cristóbal
Plantino, impresor de Mont-Louis. Aunque menor al de los
aldinos, no deja de tener, con todo, gran valor bibliográfico.
Está forrado en pergamino, a diferencia del compañero, que
tiene tapas de madera recubiertas de badana.
En esta vitrina tenemos algo muy nuestro. Toda ella está
dedicada a los recuerdos del filólogo bogotano don Rufino
José Cuervo, autor del Diccionario de construcción y régimen
de la lengua castellana y de las Apuntaciones críticas sobre el
lenguaje bogotano. Cerca del tintero y del secante de su uso
personal está la editio princeps de las Apuntaciones; más allá,
el Catecismo de la doctrina cristiana, con las anotaciones a
lápiz del rapazuelo inquieto de la Escuela de don Lubín Zalamea; el texto de Geografía Elemental de don Antonio B.
Cuervo, en que su fantasía infantil recorrió el mundo; los tres
últimos libros leídos en su postrera enfermedad como preparación próxima al viaje sin retorno; las necrologías breves
pero llenas de veneración y de cariño que le consagró la prensa europea, y una de las cuartillas inéditas de su obra por
excelencia.
En otro sitio preferente reposan los paquetes de las cuartillas en que se hallan anotados y ejemplificados profusamente
los siguientes vocablos que al darse a la estampa, constituirán con los dos volúmenes ya publicados del Diccionario
un monumento más perenne que el bronce, no sólo para el
enio privilegiado que acometió obra tan singular y celebrada
por propios y extraños, como para la patria en que se columpió su cuna, y para la raza que, por boca de un notable
religioso, hijo de España, nos ha enseñado que bien puede
llamarse lengua de Cuervo a la llamada lengua de Cervantes.
Aparte de las Apuntaciones (de las que van sacadas seis
ediciones) y de los dos volúmenes del Diccionario, irán aquí
muchas otras obras que publicó ya solo o en colaboración,
dignas todas de ser llevadas a la sección artística del Museo
que guarda las producciones maestras de la Filología.
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39 -
La evocación de aquella memoria veneranda, enfrente de
esta vitrina que aderezamos como si fuera algo de nuestro
corazón, vaya en justo tributo al cristiano, al sabio, al caballero que, en una mañana de julio, entregó su alma a Dios
bajo el cielo de Francia; sus libros y manuscritos a la ciudad
que lo reconoce como uno de sus hijos más esclarecidos, y
sus bienes a los menesterosos.
LUIS ENRIQUE FORERO
CUARTILLAS DEL DICCIONARIO DE CONSTRUCCION
Y RÉGIMEN DE LA LENGUA CASTELLANA
E
Ea. Ebrio. Educar. El, la, lo, los, las. Embarcar. Embargante. Embargo. Embaucar. Embaular. Embebecer. Embeber.
Embeberse. Embelesar. Embestir. Embobar. Embocar. Emborracharse. Emboscar. Embozar. Eficaz. Ejecutar. Ejercer. Ejercitar. Elección. Escoger. Electo. Elevar. Elevación.
Elogiar. Emanar. Emancipar. Embadurnar. Embarazar. Embarazoso. Em!:Jravecerse. Embrazar. Embreñarse. Embriagarse.
Embutir. Eminente. Empachar. Empalagarse. Empalmar. Empapar. Emparedar. Emparejar. Emparentar. Empecer. Empedrar. Empeñar. Empeño. Empeorar. Emperezar. Empero.
Empicar. Empezar. Empinar. Emplazar. Emplear. Empleado.
En. Enajenar. Encargar. Encargado. Encender. Encararse.
Encarecer. Encaminar. Encanecer. Encapricharse. Encaramarse. Enamorar. Enardecer. Encadenar. Encajar. Encalabrinar. Encalzar. Encallar. Encallecer. Empués. Encomendar.
Acomendar y Comendar. Enconar. Encontrar. Emprender.
Empobrecer. Enemistad. Encopetado. Encopetar. Encharcar.
Enlace. Engolfarse. Enfermo. Engalanar. Entreverar. Entristecer. Entroncar. Entronizar. Entusiasmo. Entusiasta. Envainar.
Entretener. Entretenido. Entremeter y Entrometer. Entresacar.
Entretanto. Entretejer. Entre. Enterar. Enternecer. Entero.
Enterrar. Enseñar y Asañarse. Enseñorearse. Entender. Enojoso. Ensangrentar. Envanecer. Envejecer. Envestir. Enviar.
Enviciar. Envidia. Envidiar. Envidioso. Enviudar. Envolver.
Enzarzar. Equilibrar. Equipar. Equiparar. Equivalente. Equi-
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-40 valer. Equivocar. Equívoco. Erección. Erigir. Entregar. Entrego. Entregerir. Entrelazar. Entrar. Entonces y Estonces. Erizar. Erudito. Errar. Escamar. Escampar. Escandalizar. Escapar.
Escardar. Escarmentar. Escarnecer. Escasear. Escaso, ísimo.
Esclavitud. Esclavizar.Escoger. Esencial. Esforzar. Eslabonar.
Ese. Eso. Escribir. Escrupuliza·r. Escrupuloso.
Escuchar. Escudar. Escuír. Escurrir.
Escombrar y descombrar.
Esconder. Esmaltar. Esmerar. Esmero. Esotro.
Espaciar.Espacio. Espantar. Esparcir. Especial.
Especular. Espeluzar.
Esperanza. Esperanzar. Esperar.
Espeso. Espesísimo.
Espirar. Esquivar. Estar.
Este. Esta. Esto. Estéril. Estimar. Estimular.
Estorbar. Destorbar. Estotro. Estragar. Estrechar. Estrecho.
Estrellar. Estremecerse. Estrenar. Estríbar. Estropear. Estudiar. Estudioso.
Execrable. Exentar. Exento. Exhalar. Exhausto.
Exhortación. Exhortar. Execro.
Excluir. Exclusivo. Excusable. Excusar.
Excelencia. Excelente. Excepcionar. Excepto.
Exceptuar. Excitar.
Ex. Exacto. Exagerar. Examinar. Exceder.
Extrañar. Extraño. Extraviar. Extremar. Extremo.
Extensivo. Extenso. Extenuar. Exterior. Exterminar, Extirpar.
Extraer. Extralimitarse. Extramuros. Extranjero.
Expresar. Expreso. Expulsar. Expulso. Expurgar ..
Extasiarse. Extender.
Experto. Explayar. Explicar. Exponer. Exportar.
Exigir. Eximir. Exonerar. Expeler. Experimentar, ad'o.
Evacuar. Evadir. Evaporar. Evitar.
F
Favorable. Faltar. Falto. Pallar. Familiar. Familiarizar.
Fastidiarse. Fatal. Fatigar. Favor.
Fabricar. Fácil. Facilitar. Falso.
Fecundo. Fecundísimo. Fechar. Felicitar ..
Feliz. Feraz. Feriar.
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•
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Fértil. Fertilísimo. Fervoroso. Fiar. Fidelidad. Fiel.
Figurar. Fijar. Fijo. Filosofar. Filtrar.
Finalizar. Finar. Figurado.
Fingir. Fino. Firmar. Firme. Firmeza.
Fisgar. Flaco. Flanquear. Flaquear. Flexible.
Flojo. Florecer. Fluctuar. Flufr. Forastero.
Forcejar. Forjar. Formar.
Formidable. Formidabilísimo. Forrar. Fortalecer. Fortificar.
Forzar. Forzoso. Fraccionar. Franquear. Fraternizar. Frecuente Freír. Frente. Frisar. Fronterizo.
Frontero. Fruír. Frustrar. Fuer. Fuera. Fuerte. Fortfslmo. Fuertecillo. Fuertecito. Fuertezuelo.
G
Gallardo. Gana. Ganar. Ganoso. Gastar. Gemir.
General. Generoso. Girar. Gloriarse.
Gracia. Gracioso. Graduar. Grande. Granizar. Gravoso.
Granjear. Gratificar. Gratitud. Grato. Gravar. Grave. Golpear ..
Guarecer. Guay.
H
Hermoso. Hervir. Hilvanar. Hincar. Hinchar.
Hipar. Hocicar. Hola! Holgar. Hollar.
Hombrear. Honrar.
Horro. Forro. Horror. Horrorizar. Hostil. Hostigar. Hoy. Hueco ..
Huérfano. Huida. Huir.
Humanar. Hábil. Habilfsimo. Habilitar. Habitar.
Habituar. Hablar. Hacer.
Hacia. Halagüeño. Hallar. Hacer.
Haber. Hambriento. Hartar. Harto.
He y Afe. Hasta. Hastiar. Hé.
Heredar. Heredero. Herir. Hermanar. Heder.
Helar. Henchir. Hender.
I
Ida. Idéntico. Identificar. Idolatrar. Idóneo. Ignorante .
Ignorar. Igualdad. Igualmente. Ilustrar. Imaginar.
Imbuir. Impedimento. Impedir. Impeler. Impenetrable. Impe- .
rar. Impertinente.
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'Impetrar. Implacable. Implicar. Implorar. lmporter.
Importante. Impulso. Imputar. Inaccesible.
Inadecuado. Inadvertido. Inaplicable.
Inasequible. Incapacidad. Incapacitar.
Indicio. Indiferente. Indignación. Indignar'.
Indigno. Indisponer. Indócil. Indocilidad .
Incorporar. Incrédulo. Increíble. Incrustar.
Inculcar. Incumbir. Incurrir.
Indagar. Indecente. Indeciso. Indemne.
Indemnizar. Independiente. Independientemente. Indicar. Indiciar. Inducir. Inductivo. Indulgencia. Indulgente.
Indultar. Industriar. Inepto. Inexorable.
Inclinar. Incluir. Incluso. Incoherente.
Incomodar. Incómodo. Incompatible. Incomprensible. Incomunicable. Inconexo. Inconsecuente. Inconstante. Incontrastable. Incorporación.
Inflexible. Influir. Influjo. Informar. Infracción. Infundir. Inexhausto. Infamar. Infatigable. Infatuar. Infecundo. Inferior.
Inferir. Infestar. Infesto. Inficionar. Infiel. lnfimo.
Inflamar. Ingeniarse. Ingenioso. Injerir. Injertar. Ingratitud.
Ingrato. Inhábil. Inhabilísimo. Inhabilitar. Inherente. Inhibir.
Inhumano. Iniciar. Injuria. Injuriar. Injurioso. Inmediación.
Inmediatamente. Inmediato. Inmune.lnmunidad.lnnato.Inobediencia. Inobediente. Inocente. Inocular. Inquietar. In quieto.
Inquirir. Instituir. Instruir. Insaciable. Insensible. Inseparable. Insertar. Insigne. Insinuar. Inteligente. Intención. Intentar. Intento. Intercalar. Interceder. Interesar. Instigar. Instituir.
Instruir. Insuficiente. Insufrible. Insultar.
Insípido. Instigar. Insuficiente. Insufrible. Insultar. Interés.
Interin. Interior. Internar. Interpolar. Interponer. Interpretar. Intervención. Intervenir.
Interrumpir. Intimar. Intimidar. Intimo . Intitular. Intolerante.
Intrépido. Intrincar. lntricar. Introducción. Introducir. Intruso.
Inundar. Inútil. Invadir. Invencible. Invernar. Invertir. Inverso. Investir. Ir. Invocar. Invulnerable. Irreconciliable.
J
jactancioso. jactarse. jamás. 'jubilar. jugar.
juntar. Junto. Jurar. justificar. Justo. Juzgar.
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junt~mente.
- 43 L
Labrar. Ladear. Ladrar. Lamentar. Lamer.
Lanzar. Largar. Largo. Lastimar. Laurear. Lavar. Leal.
Lealtad. Leer. Legar. Lego. Lejano. Lejos. Lento. Lentfsimo.
Lerdo. Letrado. Levantar. Ley.
EL ALBUM DE LA COMISION COROGRAFICA
Engalanamos hoy nuestra Revista con un interesante estudio sobre el tema que encabeza estas líneas, escrito por Lázaro María Girón en 1891 y publicado en la Revista Literaria,
PUblicación mensual de aquella época.
El autor de este artículo fue hábil dibujante y escritor amellísimo. En el Papel Periódico Ilustrado de Urdaneta se encuentran muchos de sus dibujos y varios trabajos sobre historia natural, etnografía y costumbres. Pero en donde mejor
Pueden apreciarse sus dotes literarias es en aquellas admirables páginas intercaladas en la obra del doctor Pedro María
lbáñez, Bogotá y sus Inmediaciones. Los estudios artísticos
de los templos de San Ignacio, San Francisco, La Tercera y
San Diego, son verdaderamente notables por la propiedad y
belleza de la descripción, la galanura del lenguaje y el sentimiento de misticismo que invade y avasalla el ánimo del lector desde las primeras líneas.
LA DIRECC IÓN
UN RECUERDO DE LA COMISION COROGRAFICA
Hay en la Biblioteca Nacional de Bogotá, en el salón de
Obras americanas, estante x, un volumen infolio, encuadernado con tela verde y marcado con el número 151 (1). Sobre su
grueso lomo, que adornan sencillos arabescos, se lee en letras
doradas: Comisión Corográjica-Antigüedades y costumbres
-- -
(1) El álbum ocupa hoy lugar preferente en una de las vitrinas
1iel salón número 2, entre las incunables y otras joyas bibliográficas
del establecimierito. (Notas de la Dirección).
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nacionales. Es obra inédita, de valor inestimable, que guarda
entre sus hojas, joyas que son preciosas para Colombia. El
extranjero que quiere formarse una idea general sobre este
pueblo puede registrar las páginas de aquel libro, seguro de
encontrar en ellas algo como una cristalización del complicado conjunto del pafs; porque a\H están retratados bellos fragmentos de nuestro suelo con sus paisajes y su lujosa flora, la
historia antigua de nuestros laboriosos aborfgenes y además
varias muestras de costumbres en diversas localidades.
Ese álbum en que vamos a ocuparnos, es una valiosa y escondida reliquia de los trabajos que bajo la dirección del señor Agustfn Codazzi, de veneranda memoria, se juntaron en
ocho años de ardua labor, para honra de la Patria y de su Go·
bierno; y es de sentirse que aún no hayan podido publicarse
las interesantes pinturas que contiene.
El señor Codazzi llegó a Bogotá en 22 de febrero de 1849,
después de haber publicado el Atlas geográfico de la República de Venezuela, que le hizo conocer ante el mundo sabio
como muy entendido ingeniero y geógrafo. Era a la sazón Presidente de la Nueva Granada el General Tomás C. de Mosquera, quien conociendo las aptitudes del ingeniero italiano,
quiso aprovecharlas en la formación de las cartas geográficas
del país; y en tanto que se preparaban los elementos de toda
clase que para tan importantes trabajos eran necesarios, y
que se organizaba convenientemente una Comisión, fue éste
destinado, con el grado de Coronel, al Cuerpo Nacional de
Ingenieros.
A principios de 1850, siendo ya jefe del Gobierno neogranadino el señor General José Hilario López, se logró organizar definitivamente la Comisión, que se llamó Corográfica,
poniéndose asi en práctica el magnifico plan ideado por el señor General Mosquera. Estaba constituido el personal así: un
jefe, señor Coronel Agustín Codazzi; un Ayudante, señor
doctor Manuel Ancízar(l); un Botánico, señor doctor José Je(1) Anclzar, encargado especialmente de la redacción de un texto
que diese a conocer la geografía flsica y política del país, contribuyó en mucho al buen éxito de la Comisión, y su libro, Peregrinación
de Alpha, es uno de nuestros monumentos literarios.
©Biblioteca Nacional de Colombia
-45rónimo Triana, y un Dibujante, señor Carmelo Fernández (1).
Correspondía a éste ilustrar las descripciones que hiciera el
Ayudante, ccon láminas de los paisajes más singulares, de los
tipos de castas y las escenas de costumbres características
que ofreciera la población, de los monumentos antiguos que
se descubriesen y de los ya conocidos.»
En un minucioso informe rendido al Gobierno por el señor
Codazzi y firmado en Bogotá (septiembre de 1851) dos años
después de iniciados los trabajos, dice haber entregado en
1850 los mapas y textos orrespondientes a las Provincias de
Yétez, Socorro, Tundama y Tunja; ofrece para el siguiente
mes de noviembre los de Soto, Ocaña, Santander y Pamplona; y refiriéndose a las tareas que, como se ve, marchaban
rápidamente, agrega: cAl paso que se trabaja incesantemente
en lo que podría llamarse lo sustancial de la Comisión, se
redacta la obra que debe presentar un cuadro de las bellezas
físicas del país, de su estado social, costumbres, usos y monumentos, con láminas de éstos, de los tipos de población
Por Provincias, los trajes peculiares a ellas y el paisaje característico; se acopian los materiales para el Diccionario geográfico-estadístico-histórico de la Nueva Granada, el cual probablemente constará de 2 tomos en folio; y finalmente, se
organiza tlll rico herbario, parte del cual se ha colectado
diligentemente en laboriosas correrlas desde las heladas cimas
del Cocuy hasta las llanuras de Ocaña, junto a las riberas del
Magdalena; herbario que servirá de comprobante a observaCiones originales sobre nuestra geografía botánica y formará
un tesoro de enseñanza para los jóvenes que después se
Consagren a la hermosa y útil ciencia de los vegetales.•
En la parte artística de esas importantes labores lucía sus
talentos el señor Fernández, y las pinturas de él que se conservan en el álbum son más de 30, referentes a tipos, paisa
ies y monumentos de las antiguas Provincias de Tunja, Tondama , Ocaña, Socorro, Soto y Vélez.
---
(!) Carmelo Fernández, venezolano, era sobrino del General
Páez y había recibido educación es!j1erada. Hizo parte de la ComiSión mientras ésta recorrió el norte de la República.
©Biblioteca Nacional de Colombia
-46Aparte de las buenas cu¡ilidades de composición y ejecución que caracterizan a estas producciones, es de admirar en
ellas la manera com~ dan idea de toda una región de la República, con su clima, sus razas, sus costumbres, su cultura,
sus industrias y producciones, y hasta su grado de adelanto
intelectual, dado que por los elementos físicos se puede formar concepto acerca de los alcances de éste. A cada paso se
descubre en ellas el deseo, alcanzado con buen éxito, de reflejar en oportunos episodios el aspecto local del país, así
como el movimiento de la vida nacional. El señor Fernández,
inteligente y fiel intérprete, supo sorprender con su pincel
actitudes y rasgos muy naturales y característicos, logrando
formar así verdaderos tipos que, sin ser retratos, nos son sin
embargo conocidos. En una página se ve, recostado a la sombra de frondoso árbol, un caballero de hermoso color blanco
con ojos azules y barba castaña; lleva vestido de montar a
caballo, con zamarras de cuero de tigre, pintados con naturalidad; es la expresiva fisonomía de un rico hacendado pamplonés, junto al cual se halla una señora de distinguido perfil,
vestida de amarillo y con el pañolón caído descuidadamente.
En otra hay un indio rechoncho y joven, natural de Tundama,
con fisonomía estúpida pero bonachona y alegre; viste pantalón de manta con listas azules, camisa blanca de lienzo y ruana forrada en género rojo, que tiene echada hacia atrás; apoyado en una esquina rasga el tiple, que es el instrumento por
excelencia popular en nuestros campos y ciudades; y embelesados le miran otro indio con sombrero de palma y ruana de listas
verdes y naranjadas, y un campesino blanco, de facciones
finas, bigote afeitado a la inglesa y negras patillas, cuyo aspecto es tan desairado como el de todos aquellos que son menos
de lo que por su presencia deberían ser (1 ). En otra parte vemos a simpáticas campesinas de las tierras calientes, y entre
los •mestizos de Pamplona:. se distingue una hermosa segadora que, esbelta como las espigas del dorado trigo en que
se encuentra, hace recordar el episodio bíblico de Ruth en
los fértiles campos de Booz. En otra parte se nos representa
(!) Esta lámina y la sl guiente fueron desgraciadamente sustraldas
del álbum.
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una escena llena de vida y verdad: es una joven pastora, india de tipo puro, con bellos ojos negros y fisonomía rjsueña,
vestida con camisa de bordadas arandelas y enaguas de frisa,·
se ocupa en hilar apaciblemente, mientras un galán de su raza,
con ruana burda y pantalón remendado pero limpio, la mira
con amor y malicia, desde el pie de un hermoso guayabo,
apoyado en el mango de su azadón; y ella, entre burlona y
temerosa, vuelve el rostro de canela encendido para fijarse en
et espectador; al fondo y en lejanía se distingue la casa pajiza por entre las plataneras de verde esmeralda, en el campo las blancas ovejas, y allá, más distante, el humo que
se eleva en espiral azul de entre las selvas lejanas.
Probablemente le fue mucho más fácil encontrar modelos
que se prestaran a dejarse copiar, entre las gentes del pueblo
que entre los notables de las clases ricas; y de ahí q1.1e pintara a la:; primeras con mucha más naturalidad que a los segundos. En estos últimos se descubre el esfuerzo, casi siempre infructuoso, de un trabajo hecho por simples recuerdos;
así es que pecan generalmente por frialdad y falta de vida, en
tanto que otros son afectados. Se distinguen algunos gruposen que hace resaltar los gestos pretensiosos de los galanes de
Pueblo con el sombrero blanco de paja puesto de lado, asi'
como los saludos afectados, las corbatas azules, verdes o rojas, tos pantalones de color de azafrán con grandes cuadros
negros, y los fluxes blancos aplanchados, de brillante género
de lino.
Pero, como hemos dicho, es en los tipos populares en ,
donde más brillan las cualidades del artista Fernández. El no
olvidó ni los antiguos mobiliarios, ni las herramientas de trabajo, ni accesorio alguno característico. Los bellos sombreritos de paja, pintados de blanco y negro y con cintas de colores, las cuentas de vidrio qu_e adornan el robusto pecho de la:;
muchachas mestizas de Pamplona y Vélez¡ la camisa con bordadas arandelas; las limpias enagtJ.as azule_s que bajan con soltura desde el esbelto talle; los pañuelos colgadosnegligente.. rnente sobre los morenos hombros; los pañolones rojo~, de hilo,
con dibujos blancos, y las demás prendas de vestido usuales en
las mujeres; todo está allí fiel y graciosamente representado,
haciendo contraste con las mantas socorranas de los hombres.,.
©Biblioteca Nacional de Colombia
-48las ruanas de jerga, los ponchos de macana de vistosas franjas, y los sombreros de nacuma, de trenza o de palma. Y luégo
en las actitudes y fisonomfas, ¡cuánta gracia artística y cuán<ta fidelidad! Se ve en algunos rostros la malicia amorosa o
·burlona, en otros la viveza o la estupidez, y en todos una
grande animación (1).
Los cuadritos de Fernández, cuando han sido ejecutados
con esmero, traen como el recuerdo de sitios que uno ha visitado: aHí está el hermoso árbol del cacao con el exuberante
tronco cargado de rubicundas mazorcas; y el higuerón colosal con su anchísimo palio de follaje que forma bóvedas frescas y silenciosas, por las cuales bajan hojas amarillas como
partículas de oro, o encendidas como la sangre; y el tropical
cactus de color verde azulado; y el guayabo de dorados frutos y esquistoso tronco.
En el Campamento de la Comisión en Yarumal (Santander)
hay mucho movimiento. Codazzi, a distancia, hace observa·ciones con el anteojo; otras personas se ocupan en ponertoldos de campaña y hamacas o en hacer ranchos de paja; otras
abren las petacas de cuero, arreglan las monturas y enjalman
o atienden a la preparación de la frugal comida en el fogón improvisado.
Para acentuar más el carácter de cada localidad, Fernández no apeló solamente a los tipos humanos, pintando aun
'los] defectos, como el coto, que no escasea en la región del
Norte, sino que se valió también de la flora, y buscó en los
accidentes geológicos medios eficaces, colocando sobre la
tierra, con descuido, algunos fósiles como amonitas, bivalvas,
etc., que se encuentran en las diversas formaciones. Su dibujo no fue siempre correcto, pero su colorido es muy armonioso, aunque algunas veces frío. Así como en los tipos africano y mestizo hay brazos y manos en diversas aptitudes y
escorzos delineados con notable propiedad, en otros cuadros
·tuvo lamentables descuidos, como se ve en algunas pantorrillas larguísimas y en las proporciones inaceptables de otras
partes del cuerpo.
(l) Son admirables los dos cuadros marcados con los números
138 (estancieros de las cercanías de Vélez) y 142 (arriero y tejedora
-de sombreros de Vélez).
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Al calificar el género de pintura empleado por este artista
en los trabajos en que nos ocupamos, creemos más justo
tenerlo como miniaturista que como pintor a la aguada, porque fue tal su esmero en los pormenores, particularmente en
las facciones humanas, que llegó al extremo de sombrear las
caras y las manos por medio de finísimos puntos y líneas imPerceptibles de color, colocados con delicada paciencia. Conocía, sin duda, porque en otros trabajos lo demuestra, el
sistema de la aguada para producir efectos por medio de manchas de color, franca y hábilmente colocadas, reservando el
blanco del papel para las luces¡ pero seguramente fue t!mido
Por amor a la exactitud de sus tipos, porque después de los
efectos generales se dedicaba, como los antiguos monjes en
los pergaminos, a redondear y suavizar con cariñosa escruPulosidad sus pinturas, a riesgo de hacerlas perder en limpieza y transparencia. Pero el resultado en cuanto a exactitud
era siempre feliz, porque se basaba en una estricta observaCión; curioso ejemplo de esto es el haber copiado en los rosiros de los indios, cuando los pintó beodos, ese aspecto rojo
Violáceo que les comunica la popular bebida de la chicha.
En el paisaje se manifiesta este artista unas veces magnifico,
Yotras apenas mediano. Cuando nos muestra la casa que fue
cuartel general deljefe español Barreiro, en Boyacá, estampa
con colorido muy exacto una de esas posadas que todos conocemos en las tierras frias, y la rodea artísticamente con pintorescos accesorios: el techo de teja vencido y los de paja cubiertos ya por las verdes Jamas; el pequeño jardfn rústico, cuajado
de rosas; el humo azul que se alza de la cocina entre una atmósfera gris y pesada; las gallinas que picotean en la yerba fresca,
Y un caballo ensillado, que come el pasto que sobre el empedrado le han puesto. Entretanto, el jinete se hace mostrar más
a\Já, por el patrón de la casa, los sitios en que dio Bolívar la
memorable batalla. En el Campo de Boyacá no hay perspectiva aérea; predomina un verde bastante chillón aun en las lejanías, y tiene rocas y arbustos retocados con plumadas de
tinta negra que da mucha dureza al primer ténnino. En la Vista del nevado de Chita, está bien expresado el frío de la localidad por medio de la vegetación y del conjunto en general;
el cielo parecerfa sumamente azul a no tenerse en cuenta que
Revista de la B. N.-4
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-50as! se ve en sitios como aquél, por causa de la altura y
del
contraste con la nieve blanquísima. En las copias de las
piedras pintadas y grabadas por los antiguos indígenas en Saboy
á
y Gámeza, cuidó Fernández de poner figuras para determ
inar la escala pintorescamente, y aun en esas diminutas figurillas halló oportunidad para dejar constancia del confortable
bayetón rojo y azul, y de la montera que usan los campesinos
de nuestros páramos. Los árboles son algunas veces poco
naturales en las pinturas de Fernández; su tendencia a la
miniatura hacia que les buscara demasiados detalles.
No le fue posible seguir a la Comisión en sus exploraciones por Antioquia, y hubo de separarse dejando huella de
su
mano, no solamente en los cuadros descritos sino tambié
n en
el pulcro trabajo de los mapas que se presentaron al Gobie
rno y en otros estudios. Algún tiempo después se ausentó
de
Colombia este hábil artista venezolano, de carácter afable
Y
bondadoso, fisonomía simpática, de facciones redondeada
s
y mirada apacible, que murió hace pocos años, cerca de
Caracas, a una edad bastante avanzada.
Entró como dibujante entonces, y marchó con la Comisión
Corográfica para Antioquia, el señor don Enrique Price
(1),
bien conocido en Bogotá por su honorabilidad y sus dotes
artísticas; y de él se conservan en el álbum que nos ocupa, veintiuna láminas referentes a tipos, paisajes y antigüedades de
las
Provincias de Antioquia, Córdoba y Medellín. Era el fuerte
del
señor Price la pintura de paisaje, pintura en la cual se mues·
tra artista de talento y de sentimiento. Dominaba las dificul
tades de la perspectiva aérea y sabía bien dar graduación
a
los términos. Su colorido une al vigor la armonía y la verdad
ya por medio de delicadas transparencias, ya por robus
tos
toques con colores de cuerpo; hay, además, cierta franqu
eza
en la ejecución que revela la mano de un maestro. En camhi
o,
en el dibujo de forma humana el desempeño es inferio
r; se
ven figuras contrahechas, monstruosas y desairadas, manos
Y
(1) Enriqu e Price, inglés de nacimiento, vino a Colom bia
en 1841
y contab a apenas veintid ós aílos cuando formó parte
de la Comisión
Corográfica. Se disting uía por sus maner as cultas y agrada
bles Y sus
conoci miento s en el dibujo y la música .
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-
51-
Pies torcidos, pliegues inverosímiles; como lo comprueban
los Tipos de Antioquia, los Indios de Buriticá, los Tipos de
Rionegro, los Tipos de La Provincia de Medellin, y otros del
rnismo género.
La Vista de Santa Rosa de Osos es de los más bellos paisajes de la colección; peñas estratificadas de colores cálidos,
con alguna vegetación de arbustos ocupan el primer plano, y
a lo lejos, la iglesia blanquea entre los rojizos techos, destacando su sencillo campanario, sobre un cielo gris que manchan
nubes violáceas. La Cascada de Guadalupe representa con hahabilidad aquella maravilla física, de 256 metros de altura, cantada por los poetas; en ella las aguas se precipitan ruidosamente desde agudo pedernal hasta una gran cavidad que ellas
rnisrnas han formado sobre la dura sienita. El color verde del
bosque lo aplicó el pintor con sobriedad, las lejanías quedaron bien trabadas, y el cielo es en éste, como en otros paisajes del señor Price, de un gris violáceo o azulado con nubes
de dorado color de amarillo rojizo. Las espumas del torrente
que en el curso de su descenso tiene varios choques, las rePresentó apelando al recurso de rayar con un punzón sobre
los colores oscuros y de cuerpo, hasta levantarlos y sacár el
blanco del papel, obteniendo así satisfactorios resultados. En
la Confluencia de río Grande y rlo Chico, hay algún abuso de
manchas de color en las aguas, y éstas aparecen un tanto estropeadas. El Peño/ de Entrerrlos y el Peño/ de Guatapé, ambas obras maestras, tienen mucho vigor y relieve; son unos
enormes peñones sombríos de formación sienítica que surgen
bruscamente en medio de terrenos poco accidentados, cubiert~s de plantas trepadoras. En el primero, los rayos del sol atraVIesan difícilmente las nubes de un cielo plomizo, Y en el
segundo brillan, como resplandor de lejano incendio, los naranjados arreboles de la tarde.
La Montafl.a de Sonsón es un dibujo hecho con lápiz, inconcluso, en que abundan las bellezas de las selvas primitivas
tropicales; el follaje es majestuoso y lo rompen atrevidamente Palmas y secos troncos de viejos árboles ya secos; al pie
~~~unos indios desnudos que exoloran el bosque, son las
unJcas figuras iluminadas del dibujo, y no están bien delineadas; sobre una piedra se leen las iniciales E. P. Siempre nos
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ha atraído especialmente este dibujo sin terminar; sus francas
y seguras líneas dejan comprender que conclufdo habrfa sido
magnifico; y es porque, como es bien sabido, en todo cuanto
agrade al hombre ha de haber algo análogo a su naturaleza
misma, algo imperfecto que reclame un desarrollo más ideal.
Entre las pinturas ejecutadas por el señor Price hay bellas
vistas de los nevados de Mesa de Herveo, de Tolima, de
Ruiz y de Santa Isabel con su gran cráter, así como varias
copias de objetos de barro y de oro procedentes de antiguas
guacas o sepulturas de indios, que ofrecen particular interés
por sus variadas formas, as! como por los colores que las
adornan.
Resumiendo diremos que los paisajes del señor Price, de
quien también conocemos una vista del Tequendama, pintada
al óleo, son de las más hermosas páginas que guarda el álbum
inédito de la Comisión Corográfica; y que las figuras de tipos,
a pesar de las incorrecciones apuntadas, tienen el gran mérito de consignar datos muy importantes y curiosos de costumbres ya anticuadas: los vestidos de la época; los muebles ra·
ros, tales como esas cómodas con el frente forrado en tela
roja, prensada en forma de radios con un botoncillo en el cen·
tro; los carrieles grandísimos, de piel de nutria o de tigre, o
bordados grotescamente con lanas de colores; los sombreros
de paja antioqueños; las antiguas casas altas de Medellín con
largos y anchos corredores pintados de verde, etc., etc. Se
ven allf también, fielmente representados, las cuelgas usadas
en las regiones mineras; el modo de lavar el oro corrido en
los rlos por medio de bateas, como en el Chocó; la manera
de viajar en carguero por la Cordillera Central, y otras muchas
originalidades propias de las regiones que al señor Price le
tocó recorrer.
La Comisión exploró el territorio antioqueño, en donde el
señor Codazzi tuvo la satisfacción de ver que sus cálculos
matemáticos concordaban con los del hábil topógrafo señor
Tyrrel Moore, durante el año de 1852; a fines de éste se trasladó a Bogotá, a poner en limpio sus trabajos y rendir las
memorias del caso; y cumplido este deber, emprendió viaje
hacia la vasta región del Cauca, con el doctor Santiago Pérez
como ayudante, después de haberse separado el dibujante
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señor Price, entrando a sustituirlo el señor don Manuel María
Paz, último pintor que hubo en la Comisión Coro gráfica y fiel
compañero de estudios del señor Codazzi, hasta la muerte de
éste en insalubre desierto, víctima de una fiebre perniciosa (1 ).
Las pinturas del señor Paz en el álbum alcanzan a más de
cincuenta, amén de las publicadas y de otras que se conservan en estado de borrador por no haberse log:ado poner oportunamente en limpio. Trabajó este artista en las antiguas ProVincias de Bogotá, Casanar.e, Mariquita, Neiva, Popayán,
Pasto, Túquerres, Buenaventura, Cauca, Chocó y Barbacoas,
asf como en el desierto Territorio del Caquetá; la diversidad
de terrenos, de climas, de razas y de costumbres en todas estas regiones, hacen que el conjunto de su obra sea muy pintoresco y variado. El conoce, además del dibujo natural, el
topográfico, en que luce especial habilidad, y ejercitó su pinCel y su pluma, no solamente en la interpretación de paisajes,
tipos y monumentos, sino también llevando a cabo, con la
colaboración de algunos de los caballeros que hemos nombrado al principio, el dibujo de todos los planos, modelos de
claridad, limpieza y buen gusto, que en grande escala se presentaron al Gobierno.
Las pinturas del señor Paz que mencionamos, aun cuando
no exhiben la plenitud de sus conocimientos en el arte, se distinguen por su carácter. La Vista del Tequendama hace formar
idea sobre aquella salvaje explosión de aguas que ha sido esollo para el pincel de todo artista; en la Vista de los llanos de
Casanare está bien representado ese dilatadfsimo mar de sabanas que va a fundir sus tintas con las de los cielos, cortado
Solamente por las matas o manchas de monte y por las lejanas cotumnitas de humo que suben de las haciendas; la Vista
de Cali es pintoresca, pues supo escoger el artista la manera
de dar su verdadero valor en el paisaje a los dos majestuosos
templos y a las palmas que adornan aquella ciudad de aspecto oriental; en la pintura que representa un campamento en
que estuvo por cuatro dfas la Comisión Corográfica, a las ori-
-----
. (1) El Coronel Paz fue hábil cartógrafo. En compan la del Ingeniero Manuel Ponce de León editó en París, en 1881, el lujoso ;¡tlas
de Colombia, extracto y resumen de los trabajos de Codazzi.
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llas del río Meta, se alcanza a ver al señor Codazzi sentado
en el suelo haciendo con el compás observaciones sobre un
mapa; en los tipos, vistas y paisajes de la región del Sur forma el observador exacta idea de la rara y caprichosa topografía local, así como de los vestidos de colores chillones, verde,
rojo, amarillo y azul, que usan los naturales. Las láminas que
representan un telar en Cali y un taller de fabricación de utensilios barnizados en Pasto, son lecciones claras y precisas
de la manera como aquellos artífices proceden en sus oficios,
especialmente en este último, cuyos productos admira el mundo por su excepcional fijeza de esmalte, brillantez de colores
y gracia de dibujos que rivalizan con las lacas del Japón. La
copia de las treinta y dos grandes estatuas cinceladas en piedra arenisca que se encuentran en el solitario valle de San
Agustín (Tolima), y que son, sin duda, el fruto de una civilización cuyo recuerdo se había perdido entre los salvajes que
hallaron los conquistadores españoles, fueron trabajadas también por el señor Paz para el álbum, de donde se le suministraron al doctor Felipe Pérez cuando el Gobierno comisionó
a éste para reunir y publicar la obra del señor Codazzi. Los
indios de las tribus salvajes que viven errantes en la región
oriental de Colombia, se hallan representados conservando
sus respectivos tipos: ya desnudos y adornados con plumas
de aves como los coreguajes, o vestidos con telas y cortezas de árboles (damagua), pintadas de colores, como los
guahibos, sálivas y macaguajes; e11 unas partes aparecen bailando, en otras preparando el cazabe o cazando con la flecha
y la bodoquera (cerbatana), o pescando por medio del anzuelo y la atarraya.
En algunas de estas pinturas, que pudiéramos clasificar en
el género denominado aguazo (el gouache de los franceses),
tales como la Vista del Tequendama, la Cascada del río Vinagre, el Puente de Pandi (1), etc., los colores usados son de
cuerpo, y se ha empleado el albayalde para las aguas, asl
como el amarillo de Nápoles para algunos efectos de luz; en
otras hay cierta ~rialdad general por el lavado del color y el
uso de líneas más que de masas.
(1) Falta en el álbum .
©Biblioteca Nacional de Colombia
-55En una de las veces en que, según lo estipulado por el
contrato del señor Codazzi, vino éste con sus materiales a
Ponerlos en limpio en la capital, era tan abundante el acopio
de croquis para dibujos que traía el señor Paz, que hubo de
resolver el jefe de la Comisión apelar a un pintor francés que
estaba en Bogotá, para que pusiera en limpio algunos de
·esos estudios, que en su mayor parte se referían a las Provincias de Barbacoas, Buenaventura, Ca uca y Chocó. Este señor,
sin conocimiento de los tipos originales, procedió al trabajo
~on precipitación; no tenía amor al asunto, y trataba ante todo
de concluir a la mayor brevedad posible; y fruto suyo son las
treinta y tántas malas pinturas al aguazo que contiene el álbum, referentes a las citadas regiones, y que se distinguen a
Primera vista por cierta innegable soltura de pincel, pero más
que todo por el gran descuido de dibujo y el abuso exagerado del amarillo cromo y cromo-gutta, del carmín violento, del
Violeta subido, de la sepia para toda sombra, y de un azul y un
Verde que ofenden la vista con su crudeza.
As! quedaron en parte, si no totalmente, adulterados los
estudios del natural hechos por el señor Paz; pero a pesar de
todo, se descubre en ellos cada localidad, como hemos podido observarlo nosotros que conocemos los sitios.
Algo del inmenso acopio de materiales rennidos por la Comisión se publicó más tarde, aunque incompleto en cuanto a
los textos, así como reducido y compendiado en cuanto a los
mapas y cuadros. Y el señor Paz logró hacer grabar en París,
en 1889, el Atlas Geográfico de Colombia con cartas nuevas
e interesantes, con planos y vistas, con el retrato del señor
Codazzi y con un esmero que demuestra sus aptitudes, su
amor al país y su gratitud para con el geógrafo a quien debetnos lo poco en que esa materia se ha hecho seriamente en
los tiempos modernos en esta nación.
Y por lo que hace a la colección de pinturas en que nos
hemos ocupado en este escrito, solamente han visto la luz
Pública las de las antiguas estatuas de San Agustín, de que
atrás se ha hablado, y algunas pocas que aparecieron en el
Papel Periódico Ilustrado (J).
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(1) Algunas se reprodujeron también en la Nueva Geografía , de
Vergara y Velasco.
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-56Esas pinturas estuvieron por mucho tiempo sueltas y descuidadas como el precioso herbario que formó el botánico
doctor Triana. Algunas fueron sustraídas, según se comprende, por la falta de las correspondientes a nueve o más números en la serie de 1 a 159 con que están marcadas (1). No
faltó extranjero apreciador del mérito de esta valiosa colección, que viendo tal vez el poco cariño con que se la miraba,
se atreviese a proponer por ella compra. Y por último, siendo Bibliotecario Nacional el señor don Miguel Antonio Caro,
hizo formar con ella el álbum que nos ha ocupado, el cual representa un enorme esfuerzo de trabajo, un considerable gasto del Tesoro N~cional y un precioso documento histórico de
la Nación colombiana.
LÁZARO M. GIRÓN.
INDICE
DEL ÁLBUM DE LA COMISIÓN COROGRÁPICA, HECHO POR EL
OFICIAL MAYOR
t. ldolos de los indios. Provincia de Antioquia.
2. Antigüedades de loza: brasero y jarro o vasija para ofrendas. Provincia de Antioquia.
3. Indio e india de Buriticá. Provincia de Antioquia.
4. Santa Rosa de Osos. Provincia de Antioquia.
5. Confluencia de río Grande y río Chico. Cantón de Santa Rosa. Provincia de Antíoquia.
6. Antioquia.
7. Montaña de Sonsón. Córdoba.
8. El Peño! de Entrerrlos. Córdoba.
9. Río Negro. Cauca. Provincia Córdoba.
9 bis. Río Negro. Córdoba.
10. Mesa de Herveo. Ruiz. Tolima. Santa Isabel. Gran cráter. Medidos por el Coronel Codazzi.
12. El Peño! de Guatapé. Provincia de Córdoba.
(1) El álbum contiene hoy (febrero 10 de 1927) ciento cincuenta
y una láminas. Faltan las marcadas con los números 11,118. 121, 131
132, 139, 143, 150 y 151.
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57 13. Manizales. Córdoba.
14. Diosa de oro. Sacada de una guaca o sepultura de los
indios cerca de Neira en la Provincia de Córdoba.
15. Lavadoras de oro. Río Guadalupe. Medellín.
16. Una cuelga en la Angostura de La Candelaria. Río Gua- dalupe. Medellín.
17. Tipos de la Provincia de Medellín.
18. Medellín .
19. La cascada de Guadalupe. Medellín.
20. Minero y negociante. Medell!n.
21. Múcuras de los indios. Medellín
22. Indias sálivas, haciendo cazabe. Provincia de Casanare.
23. Indios guahibos. Provincia de Casanare.
24. Vista de la Sierra Nevada de Chita o de Güicán, tomada
desde Moreno. Provincia de Casanare.
25. Llaneros herrando ganado y recortándole las orejas.
Provincia de Casanare.
26. Mulatos e indio pescando. Provincia de Casanare.
27. Vista de la plaza de Moreno, capital de Casanare.
28. Indias sálivas bailando. Provincia de Casanare.
29. Ranchería a orillas del Meta. Provincia de Casanare.
30. Vista de un pueblo a orillas del río Meta. Provincia de
Casan are.
31. Vista del río Meta, tomada desde Orocué, cerca de la
antigua Misión de Macuco. Provincia de Casanare.
32. Vista general de los Llanos. Provincia de Casanare.
33. Vista del Nevado de Chita y del gran nevero que tiene
hacia Güicán. Tundama.
34. Tipo blanco e indio mestizo. Tundama.
35. Habitantes notables. Tundama.
36. Casa de Boyacá. Provincia de Tunja. (Anctación con
lápiz: cuartel general de Barreiro en 1819).
37. Piedra grabada de Gámeza. Provincia de Tundama.
Esta roca desprendida de los cerros quedó por su parte lisa, volteada hacia la rotura de la cordillera, que servía de dique al extenso lago de Sogamoso. La gran masa de agua que de repente debió precipitarse como un
diluvio hacia la parte baja por donde hoy corre el Chicamocha, produjo sin duda una gran catástrofe; y ésta
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es la que parece han querido los indios perpetuar por
medio de los grabados que representa esta piedra.
38. Tipo blanco e indio mestizo. Tunja.
39. Notables de la capital. Tunja.
40. Vista del terreno en donde se dio la acción de Boyacá.
41. Plaza de Barbacoas. Provincia de Barbacoas.
42. Fabricantes de faluchos y canoas. Provincia de Barbacoas.
43. Cargueros en la montaña de Barbacoas. Provincia de
Barbacoas.
44. Vista exterior de las casas de palma en las playas del
mar frente a la isla Gorgona. Provincia de Barbacoas.
45. La marimba, instrumento popular. Provincia de Barbacoas.
46. Interior de una casa en la playa de Boquerones. Provincia de Barbacoas.
47. Modo de lavar oro. Barbacoas.
48. Indios que habitan en las márgenes del río Tapaje. Provincia de Barbacoas.
49. Tejedor de ruanas en Cali. Provincia de la Buenaventura.
50. Vista de la ciudad de Cali y del Nevado del Huila. Provincia de la Buenaventura.
51. Campesinos de Cali. Provincia de la Buenaventura.
52. Vista de los farallones de Cali, desde una calle de la
ciudad. Provincia de la Buenaventura.
53. Mestizos de Cartago en una venta. Provincia del Cauca.
54. Llapanga y mestizo del Cauca.
55. Nevado del Quindfo. Provincia del Cauca.
56. Cargadores de agua. Provincia del Cauca.
57. Cigarrera. Provincia del Cauca.
58. Retrato de un negro de Cartago. Provincia del Cauca.
59. Interior de las habitaciones de los indios. Provincia del
Chocó.
60. Venta de aguardiente en el pueblo de Lloró. Provincia
del Chocó.
,61. Aspecto exterior de las casas de Nóvita. Provincia del
Chocó.
•62. Puente del río Ingará. Provincia del Chocó.
63. Plaza de Quibdó. Provincia del Chocó.
64. Vista de una calle de Quibdó. Provincia del Chocó.
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-5965.
66.
67.
68.
69.
10.
71.
72.
73.
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85.
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88.
89.
90.
91.
Vista de una calle de Nóvita. Provincia del Chocó.
Alcalde del pueblo de Tebada. Provincia del Chocó.
Pueblo de Sipí o San Agustín. Provincia del Chocó.
Vista del río San Juan. Modo de navegar en él. Provincia del Chocó.
Camino para Nóvita en la montaña de Tamaná. Provincia del Chocó.
Cargueros en la montaña de Nóvita. Provincia del Chocó.
Indios de Puracé. Provincia de Popayán.
Habitantes del Patfa. Provincia de Popayán.
Indios de Pansitará. Provincia de Popayán.
Llapangas (sic) de Popayán.
Vista de la Cascada del río Vinagre, llamada de Las
Monjas. Provincia de Popayán.
Indios de Coconuco. Provincia de Popayán.
Cascada del río Anambío. Provincia de Popayán.
Vista del pueblo de Puracé, tomada del Alto de los Pesares. Provincia de Popayán.
Barnizadores de Pasto.
Vista majestuosa de los Andes, cerca del puente del
Guáitara, a 1,591 metros en dirección a Túquerres. Provincia de Pasto.
Tejedora. Provincia de Pasto.
Indios del pueblo de La Laguna. Provincia de Pasto.
Indios de La Laguna. Provincia de Pasto.
Hilanderas de lana. Provincia de Pasto.
Paso del río juanambú. Provincia de Pasto.
Vista de la capilla de La Laja, tomada de la orilla derecha
del río Guáitara. 41 metros sobre el puente del mismo
río, que está a 2,591 metros sobre el nivel del mar. Provincia de Túquerres.
Hilandera de algodón. Provincia de Túquerres.
Puente natural de Rumichaca. Provincia de Túquerres.
Vista de la laguna verde . Provincia de Túquerres.
Vista de la cascada del Excomulgado. Provincia de Túquerres.
Vista de los volcanes activos de Cumbal, a 4,890 metros
de altura, con un bonete de nieve de 290 metros, y de
Chiles, ~ 4,840 metros, con un bonete de nieve de 240 me-
©Biblioteca Nacional de Colombia
-60 tros, tomada desde Túquerres, de cuyo lugar distan: el
primero cuatro leguas granadinas y el segundo cinco
y media leguas; por cuya cumbre pasa la linea divisoria
con el Ecuador.
92. Retrato de tres jóvenes de Túquerres.
93. Vista del Caquetá, frente al puerto de Descanse.
94. Indio e india de la nación macaguaje . Territorio del Caquetá.
95. Indios coreguajes, con sus adornos. Territori o del Caquetá.
96. Presbítero Manuel María Albis. Indios reducidos de Mocoa. Territorio del Caquetá.
97. Indios coreguajes caz ando con la bodoquera. T erritorio
del Caquetá.
98. Indios andaquíes, reducidos, sac ' ndo pita en Descanse.
Territorio del Caquetá.
99. Indio reducido de la nación andaquf. Mi guel Mosquera, nacido en el Caquetá, práctico e intérprete que acompañó a la Comisión Corográfica en 1857.
100. Indios guaques. Territorio del Caquetá.
101. Silla del cacique de lo s panches.
102. Ferrería de Pacho . Provincia de Bogotá.
103. Laguna de Siecha. Lugar religioso de los antiguos chibchas, en donde se cree que ofrendaban oro a sus divinidades. Se ha emprendido su desagüe. Está a 3,455 metros
sobre el nivel del mar. Provincia de Bogotá .
104. Puente natural, llamado Puente de Tierra, en el camino de Pandi a Cunday. El río corre subterráneo por más
de 300 metros. Provincia de Bogotá.
105. Laguna de Guatavita, célebre por haber sido lugar de
adoración de los aborígenes, corriendo la tradición de
que éstos arrojaron en ella grandes riquezas, por lo cual
se ha emprendido su desagüe varias veces. Su altura
sobre el nivel del mar es de 3,139 metros. Provincia de
Bogotá.
106. Vista del pueblo y hacienda de Pacho, donde se explota una rica mina de hierro. Provincia de Bogotá.
107. Vista del pueblo de Pandi, a menos de media legua del
puente natural de Jcononzo sobre el rfo Sumapaz, lleno
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-61 de rocas erráticas a l ,000 metros sobre el nivel del mar,
teniendo un grupo particular con jeroglíficos de los indios chibchas. Provincia de Bogotá.
108. Vista del llano de Fusagasugá, lugar de recreo de los
bogotanos. Está a la altura de 1, 772 metros sobre el nivel del mar, con una temperatura media de 20° del centígrad o . Dista de la capital once y media leguas granadi nas . Provincia de Bogotá.
109. Vista de la ciudad de Zipaquirá, donde se encuentra la
rica mina de sal ge ma. Provincia de Bogotá.
110. Puente de madera sobre el río Cuja, cerca de Fusagasugá. Provincia de Bogotá.
111. Puente del Común sobre el río Funza o Bogotá. Provincia de Bogotá.
112. P iedra errática, en las cercanías del pueblo de Pandi,
cerca de otro grupo, con jeroglíficos de los indios, volteados todos hacia el boquerón, por donde hoy baja el
Sumapaz al Magdalena. Provincia de Bogotá.
113. Piedras con jeroglíficos de los indios, a inmediaciones
de Facatativá, volteadas hacia la Sabana de Bogotá. Provincia de Bogotá.
114. Paseo de una familia a los alrededores de Bogotá.
115. Salto de Tequendama, cuya altura es de 146 metros, y
se halla a 2,467 metros sobre el nivel del mar. Dista de
la capital cuatro y media leguas. Provincia de Bogotá.
116. Entrada a Bogotá por San Victorino y vista lejana de los
nevados del Tolima, Quindío, Santa Isabel, Ruiz y Mesa de Herveo.
117. Grupo de piedras, cerca del pueblo de Pandi, con jeroglfficos de los indios, volteadas hacia el boquerón, por
donde se desaguó el antiguo lago de Fusagasugá, probablemente cuando cayó sobre el lago superior de Sumapaz, cuya catástrofe acaso descubrió el río entonces
s ubterráneo, sobre el cual está el puente natural de Icono nzo. Se diría que los indios quisieron conmemorar
este notable acontecimiento. Provincia de Bogotá.
119. Iglesia de Ocaña, donde se reunió la Convención colombiana.
120. Callejones de Ocaña.
©Biblioteca Nacional de Colombia
122.
123.
124.
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130.
133.
134.
135.
62 -
Cosecheros de anís, indios mestizos. Ocaña.
Mujeres blancas. Ocaña.
Habitantes de la capital. Pamplona.
Iglesia o capilla del Rosario de Cúcuta, donde se reunió
el Congreso Admirable de Colombia. Santander.
Puente colgante de bejucos sobre el Zulia. Provincia de
Santander.
Indio y mestizo de Pamplona.
Tipo africano y mest!zo. Santander.
Tipo de notables de la capital. Santander.
Cabuya de Simacota sobre el Sarabita. Socorro .
Notables de la capital. Socorro.
Casa principal de Cachirf. Soto.
Campamento de la Comisión Corográfica en Yarumito .
Soto.
136. Mineros blancos. Soto.
137. Tejedoras y mercaderas de sombreros nacuma en Bucaramanga. Tipos: blanco, mestizo y zambo. Soto.
138. Estancieros de las cercanías de Vélez. Tipo blanco.
140. Notables de la capital. Vélez.
141. Estrecho de Furatena en el río Minero . Vélez.
142. Arriero y tejedor de Vélez.
144. Piedra pintada de Saboyá. Provincia de Véle z.
Parece que los indios quisieron conmemorar con lo s
signos que se ven pintados en esta piedra el desagüe
del gran lago de Fúquene, que dejó en seco una gran
parte de aquél, quedando sólo el pequeño que existe
hoy. Esta piedra está volteada hacia el punto por donde
salieron las aguas que fueron a formar el río Suárez.
145. Separación y empaque del tabaco. Provincia de Mariquita.
de la ciudad de Ambalema y de la Mesa de Herveo,
Vista
146.
tomada desde la orilla derecha del Magdalena. Provincia de Mariquita.
147. Habitantes de los llanos de Mariquita con la vista de los
nevados del Tolima, Ruiz y Mesa de Herveo.
148. Interior de un caney en que están ensartando las hojas
los cosecheros de tabaco. Provincia de Mariquita.
149. Minas de plata de Santa Ana. Provincia de Mari quita.
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-63152. Mercado de Suaza, notable por sus sombreros de jipijapa. Provincia de Neiva.
153. Bosque en el valle de San Agustín y ruinas de un antiguo adoratorio de los indios. Provincia de Neiva.
154. Vista del Nevado del Huila, tomada desde el pueblo d.e
San Agustín. Provincia de Neiva.
155. Puente de Guaduas sobre el río de La Plata, frente a la
ciudad. Provincia de Neiva.
156. Laguna del Buey, origen del río Magdalena, en el páramo de Las Papas, a 3,956 metros sobre el nivel del mar.
Provincia de Neiva.
157. Tejedoras de sombreros de jipijapa. Provincia de Neiva .
158. Cascada cerca del origen del Magdalena y rancho improvisado;con la hoja cerbatana, a la altura de 3,470 metros sobre el nivel del mar. Provincia de Neiva.
con jeroglíficos, que se halla cerca de Aipe, en la
Piedra
159.
orilla izquierda del Magdalena, tierra de los antiguos
natagaimas, en donde se verificaba una gran feria, a la
cual concurrían los chibchas de la serranía, llevando sal,
mantas, ídolos y adornos de oro labrado, recibiendo en
cambio el oro en polvo que tratan los indios comarcanos. Provincia de Neiva.
ESTADISTICA DE LECTORES
MES DE FEBRERO
Servicios diurnos y nocturnos.
O- Obras generales.......................................................... 199
7
1-Filosofía........................................................................
O
2- Religión.........................................................................
3- Ciencias Sociales. Derecho........................................ 88
O
4-Filologfa.................................................... ....................
12
........
naturales......
y
físicas
cas,
5- Ciencias matemáti
22
6-Ciencias Aplicadas......................................................
O
7- Bellas Artes..................................................................
S-Literatura...................................................................... 98
9 -Historia y Geografía.................................................... 119
Total............................................ 545
Bogotá, febrero 28 de 1927.
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-64DONACION
Agradecemos debidamente el envío que el señor don Jorge W. Price nos ha hecho de las siguientes obras destinadas
al servicio de nuestra Biblioteca:
Dávila Vicente (doctor)-lnvestigaciones históricas. Imprenta Bolívar. Caracas, Venezuela, 1923.
Dávila Vicente (doctor)-Próceres merideños. Imprenta Bolívar. 1918, Caracas.
Dáviia Vicente (doctor) -Diccionario biográfico de ilustres
próceres de la Independencia suramericana. Tomos 1
y JI. Tipografía Americana, Caracas, Venezuela,
1924-6 .
.Ibáñez Pedro M.-Crónicas de Bogotá. Segunda edición, notablemente aumentada con numerosas ilustraciones.
Tomo 1. Bogotá, Imprenta Nacional, 1913.
Price jorge W.--Biografías de dos ilustres próceres y .mártires de la Independencia y de un campeón de la libertad, amigo de Bolívar y de Colombia. 1816. Julio,
1916. Bogotá. Imprenta de La Cruzada, 1916, volumen 2. 0
Restrepo Tirado Ernesto-Descubrimiento y Conquista de
Colombia. Tomos 1 y 11. Bogotá. Imprenta Nacional.
1917-9.
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