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DIBUJANDO EL INCONSCIENTE
La construcción del Freud interno
Aurely Burns / Ana Ciprés / Jessica Gallegos
/ Samantha Haroz / Ashlin Navarro / Eduardo Pérez
/ Janeth Ponce / Paulina Ramírez / Karina Ramos
/ Magaly Roblero / Juan Carlos Rodríguez
/ Guadalupe Sánchez / Lucila Tapia /
Jenny Torreblanca
compilador
Hermes Millán Redin
c
Cesun
Universidad
Segundo Cuatrimestre
Licenciatura en Psicologia
Hermes Millan Redin
Abril del 2010
SUMARIO
PRÓLOGO.......................................................................................................................... 4
INTRODUCCIÓN................................................................................................................. 7
¿ME PERMITE INVENTARLO DR. FREUD?
(Ándele, no sea malito…).................................................................................................. 9
DIBUJOS
Ashlin Navarro...................................................................................................................
Magaly Roblero..................................................................................................................
Ana Cipres........................................................................................................................
Samantha Haroz................................................................................................................
Karina Ramos....................................................................................................................
Paulina Ramírez................................................................................................................
Jenny Torreblanca............................................................................................................
Janet Ponce.......................................................................................................................
Eduardo Pérez...................................................................................................................
Aurely Burns.....................................................................................................................
Juan Carlos Rodríguez.....................................................................................................
Lucila Tapia........................................................................................................................
Guadalupe Sánchez..........................................................................................................
Jessica Gallegos...............................................................................................................
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COMENTARIOS
Ashlin Navarro...................................................................................................................
Magaly Roblero..................................................................................................................
Ana Cipres.........................................................................................................................
Samantha Haroz.................................................................................................................
Karina Ramos.....................................................................................................................
Paulina Ramírez.................................................................................................................
Jenny Torreblanca.............................................................................................................
Janet Ponce.......................................................................................................................
Eduardo Pérez...................................................................................................................
Aurely Burns.....................................................................................................................
Juan Carlos Rodríguez . ....................................................................................................
Lucila Tapia........................................................................................................................
Guadalupe Sánchez..........................................................................................................
Jessica Gallegos...............................................................................................................
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NO POR MUCHO MADRUGAR AMANECE MÁS TEMPRANO
La construcción del Freud interno.................................................................................. 69
PRÓLOGO
Leer a los clásicos
Miguel Ángel Ramírez
El culto a la novedad es un malentendido. Innovar no es perder la
memoria. Lamentablemente, las universidades lo están haciendo. Se
conducen con irresponsabilidad al exigir a sus profesores incluir
únicamente lo más nuevo en sus cursos. Con bibliografías
actualizadas, expurgadas de toda obra con más de cinco años de
antigüedad, no queda espacio para lo que verdaderamente importa,
nuestra herencia cultural.
Celebro que CESUN no forme parte de esa conjura y que sus
profesores alienten a sus alumnos a leer las obras de los grandes
autores del pasado. Personalmente soy admirador de la generación de
1890, que incluye pensadores de la talla de Georg Simmel, Max Weber,
Emile Durkheim y, por supuesto, Sigmund Freud.
Freud no era sociólogo como Simmel, Weber y Durkheim, pero me
atrevería a decir que la sociología le debe a él tanto como a ellos, que
son sus mayores figuras. Freud no influyó en la obra de ninguno de
ellos, pero sus sucesores fueron buenos lectores del médico de Viena.
El más grande de estos lectores fue Talcott Parsons quien redescubrió a
Freud en los años cuarenta del siglo pasado. Años antes, Parsons,
siguiendo a Weber y Durkheim, había creado una teoría normativa del
orden social que permitía posturas voluntaristas. En su teoría dela
acción social, sostenía que los individuos podían y debían aceptar el
orden normativo sin que eso significara renunciar a su libre albedrío.
Cuando leyó a Freud, lo hizo como Pierre Bourdieu dice que leen los
mejores lectores, que leen para hacer alguna cosa, para hacer avanzar
el conocimiento. Fue más allá de la lectura de los textos. Parsons tomó
de Freud la teoría de la formación del superyó como explicación
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prototípica de la internacionalización de las normas. Encontró en Freud
la forma de explicar la aceptación de las normas sociales; simplemente,
el afecto o el amor llevan a un actor o sujeto a identificarse con el objeto
de su amor, y esta identificación lo lleva a la introyección o
internalización del objeto. El biógrafo más calificado de Parsons, Jeffry
Alexander, afirma que Freud es “la roca sobre la cual Parsons edificó su
última teoría del orden cultural”. Los más inteligentes y encarnizados
adversarios de Parsons, criticaron su teoría, principalmente el privilegio
ontológico que asigna a las normas, pero no renegaron de Freud. Uno
de ellos, Herbert Marcuse, miembro de la escuela de Frankfurt,
denunció la ideología conservadora de Parsons y atacó su teoría pero él
mismo más de una vez se declaró lector de Freud. Marcuse no desecha
la noción freudiana de que la personalidad se forma a través de
introyecciones, o internalizaciones, de objeto sociales que
originalmente estaban fuera de la personalidad, pero demarcándose de
Parsons denuncia que lo introyectado no es cultura trascendente, sino
el aparato tecnológico, que produce individuos unidimensionales. Otra
de las grandes figuras de la segunda posguerra, George Homans,
escribió en plena época de oro de la sociología “si algo hemos
aprendido de Freud, es que la historia pasada de un hombre, a veces
tan pasada que le cuesta hablar de ella, es un poderoso determinante
de su conducta actual”. Y a renglón seguido añade: “los miembros de
una sociedad pueden haber adquirido para las recompensas los
mismos gustos especiales que recibieron de sus madres, padres y otros
miembros de la comunidad”
En algún momento dejar de citar a Freud se volvió inexcusable para los
sociólogos de la segunda mitad del siglo XX. Zeitlin, autor de una
excelente introducción a la sociología, se extraña de que Erving
Goffman, un clásico de la microsociología, se olvide de Freud en un
tema tan importante como la libertad. “Goffman percibe al individuo
como un ente que busca una medida de la libertad con respecto a su rol,
5
pero no emplea los conceptos de Freud para explicar esta inclinación de
búsqueda de la libertad”.
Especulo que el atractivo de Freud para los sociólogos es que él
escribía de la acción no racional y a los sociólogos les seduce las
fuentes no racionales del orden. Una mejor explicación es más sencilla,
simplemente Freud es un autor de clásicos y los clásicos, escribe Italo
Calvino, son libros que ejercen una influencia particular, que no
terminan de decir lo que tiene que decir y nos llegan con la huella
impresa de las lecturas que han precedido a la nuestra y tras de sí la
huella que han dejado en las culturas que han atravesado.
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INTRODUCCIÓN
El mítico abuelo Freud
Lídice Figueroa Lewis
Sigmund o Segismundo Freud, como me gusta llamarle, es una figura
emblemática del siglo XX, todo el mundo ha escuchado alguna vez su
nombre y por lo menos ha visto una vez en su vida ese rostro adusto que
mira con ojos penetrantes y oscuros al espectador. ¡De él se han dicho
tantas cosas!, lo cierto es que cada uno de nosotros ha construido una
imagen interna sobre su persona.
Me interesa observar los dibujos que sobre Freud, hacen hoy estos
alumnos de psicología, dibujos que sin ser artísticos en su intención,
logran transmitirnos algo de lo que cada uno tomó para sí del maestro.
No sé, tengo la impresión de estar frente a una galería de retratos de
familia, es como si todos hubiesen escuchado las historias que se
cuentan del abuelo que nadie conoció en persona y con estas historias
construyeran estas imágenes compuestas, como la mirada de la
mosca, hecha de miles de facetas y que unidas, construyen la realidad
de un hombre.
Recuerdo esa película de Kurosawa, Rashomon, en donde cada
personaje cuenta una misma anécdota desde ángulos distintos.
Sucede algo similar con los dibujos de estos muchachos. Cada quien
cuenta las cosas como le fue en la fiesta, cada uno crea un personaje
distinto a partir de sus propias vivencias, emociones, inconsciente.
Freud es un pretexto que sirve de llave para abrir puertas que llevan a
laberintos polisémicos, los dibujos expresan lecturas distintas de la
imagen de este hombre y cada quien proyecta lo que quiere en él. Freud
es un lienzo, un pliego de papel en blanco, un vacío que se puede llenar
de contenidos psíquicos, de emociones inconfesables, de deseo.
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Curioso, Freud afirmaba que no le interesaba la pintura gran cosa o,
como escribió por allí, que era una rama del arte para la cual no se
sentía especialmente atraído. Sin embargo, escribió un interesante
ensayo sobre Da Vinci y su relación con la madre. Y acá vemos todos
estos dibujos hechos a partir de la observación minuciosa de las fotos
que existen de Freud. Es un caso de justicia poética, diríamos querido
Segismundo, tus lectores dibujan tu figura imaginaria, proyectan en ti
todos sus demonios.
Este diálogo con Freud da para mucho. Hablar con él desde la creación
y la hermenéutica es un juego que a él seguramente le habría gustado.
Si algo nos enseñó con su amplio trabajo sobre el inconsciente es esto:
nada es lo que parece y todo puede estar sujeto al viaje de la
interpretación, la asociación libre surca un cielo cargado de promesas.
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¿ME PERMITE INVENTARLO DR. FREUD?
(Ándele, no sea malito…)
Hermes Millán Redin
Muchas veces nos preguntamos, desde la reflexión académica o desde
la curiosidad histórica, si Sigmund Freud descubrió o inventó el
inconsciente. Los psicoanalistas más positivistas, los más influidos por
el concepto tradicional de ciencia, creen que la suerte del maestro
depende de poder probar que se trató de un descubrimiento. Y
apuestan toda su fortuna discursiva a verificar que en tanto
descubrimiento, pues entonces ciencia. Es como si el paradigma
cartesiano se hubiera modificado definitivamente y convertido en una
certeza metodológica que reza: descubro, luego existo como científico.
Es la vieja ilusión del científico explorador, la maldición de Dexter. Es la
reiterada victoria pírrica de la razón, que a la manera del héroe griego
triunfa sobre el inconsciente imponiéndole desde sus rotas vestiduras
las condiciones para probar su existencia. En definitiva es reiterar el
intento de Descartes cuando procura probar la existencia de Dios desde
la lógica matemática. Agua y aceite diría mi abuela.
Otros psicoanalistas, parapetados en la epistemología materialista
discontinuista, aceptan que Freud no descubrió sino que inventó el
inconsciente, que el inconsciente no existe y por no existir necesita un
concepto que lo sostenga, que le de funcionabilidad clínica, que le
permita explicar mejor que ningún otro término el significado y el sentido
de la conducta humana. En otras palabras: la utilidad del inconsciente
consiste en su no existir. Aunque dicho de esta manera suene a baile de
salón.
Así como Newton pudo haberse pasado toda su vida - y otra más
negociada con el diablo- tirado abajo de un árbol sin descubrir la ley de
la atracción gravitacional.
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Freud pudo haberse pasado la vida entera - y otra más negociada
con Goethe - sentado junto al diván, sin descubrir el inconsciente,
pues el inconsciente necesitaba ser inventado allí donde el silencio
denuncia a Ia impotencia de toda observación.
Tal como las manzanas de Newton, las conductas no caen por su
propio peso. Aunque parezca que si a los observadores más ingenuos.
Una fórmula matemática explica la caída de las manzanas mejor que el
ojo; una tópica explica la conducta mejor que un laboratorio. Freud traía
una manera joven y despojada de ver la realidad psíquica.. Y como
diría el poeta Washington Benavides: un joven ve mejor que un
congreso de topos. En el sentido de que los viejos solo ven la
experiencia actual como una inevitable corroboración de los saberes
anteriores.
Freud cuestiona todo saber, sobre todo si proviene del saber científico.
El saber popular sobre los sueños y la enfermedad mental le resulta una
fuente más acertada de conocimiento. Aunque el significado mágico o
diabólico deba desplazarse hacia lo inconsciente. Pero con un punto de
oro que zurce ambas epistemologías: un sentido y un significado
construido para ser descifrado, para develar y ocultar a la vez.
La razón es a veces el lugar donde la ciencia se convierte en el
paradigma del silencio, en el arte del nombrar para ocultar, en un
discurso que se apoya en la nomenclatura de lo desvirtuado.
Por eso es que la pregunta sobre si el inconsciente fue descubierto o
inventado por Freud, podría ser respondida con la paradoja de que hay
un inconsciente descubierto para callar y un inconsciente inventado
para decir. El inconsciente descubierto no altera el orden de la ciencia
oficial, es fruto de la lógica del orden natural, es la connotación
exclusivamente biológica de lo psíquico, es la fantasía de cada cosa en
su lugar, es la expresión uruguaya de “si te digo la verdad te miento”, o la
mexicana de “ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario”.
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El inconsciente como fruto de un descubrimiento, es todo voluntad
conciente. En el peor sentido, claro.
Mientras que el inconsciente inventado es el chorro de agua que
emerge donde la epistemología se rompe, es La Bufadora instalada en
el diván. Y todo turista se ha dado cuenta de que el famoso chorro de
agua tanto menos emerge cuanto más se lo mira. Su irrupción también
requiere de una atención flotante, de un quiebre en el mirar.
El inconsciente concebido como un invento de Freud, dignifica su
carácter de científico; en ese sentido es un dispositivo desde el cual
escuchar a Ana O. (a través de Breuer) y todas las histéricas
posteriores, desde donde mirar a Leonardo Da Vinci, leer a Jensen,
discutir con Lenin, pensar el origen de la idea de Dios, o seguir el
recorrido de la horda primitiva. Las tablas de Moisés son demasiado
valiosas para dejarlas caer y caer como si fueran manzanas, hora tras
hora, día tras día, hasta que digan algo por si mismas.
Pero a esta pregunta en torno a la cual hemos estado reflexionando, se
hace necesario agregar otra, tan importante, o quizá más, que la
primera: Freud fue descubierto o inventado por Freud?
La idea de un Freud descubierto por Freud nos acerca al mito de la
vocación, de un mandato interno que tarda pero llega, de una revelación
asumida que hace sentir que todo lo anterior fue un mientras tanto, una
espera que solo al terminar cobra sentido, un Freud entretenido con la
sexualidad de las anguilas esperando que la llegada de Dora lo
inaugure como analista a partir del amor transferencial. La historia, en
este caso, no hace más que levantar la sábana que cubre el busto, o
empuñar la piqueta que quita lo que le sobra a la piedra para revelar la
figura oculta. Es como si la piedra pudiera ser tallada desde adentro,
mientras el escultor oculta el milagro con la aparente sabiduría de sus
golpes.
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Vista así la cosa nada tiene que ver la torpeza de Breuer (y luego
también la de Freud) para hipnotizar, con el talking cure de Ana O. Vista
así la cosa sería como si la providencia hubiera dotado a estos hombres
de semejante torpeza para no entorpecer un discurso que Ana O.
estaba destinada a decir. Vista así la cosa es como si Ana O. se hubiera
tornado histérica solo para expresar con su cuerpo el síntoma de un
advenimiento diseñado en algún otro lugar.
Hasta la Segunda Guerra Mundial habría ocurrido para que Freud
llegara a Londres, la Revolución Rusa para afirmar sus dudas ante un
hombre nuevo, el cáncer de mandíbula para justificar su retraimiento, el
sillón de mimbre, el perro, y la familia, para retratar su soledad.
Claro que queda la alternativa de pensar en un Freud inventado por
Freud. Cuando se dice un Freud inventado por Freud no quiere decir un
Freud fingido, actuado, un Freud de mampostería. Aunque algo de
actuación hay necesariamente si recordamos cuando pide a sus
editores que pongan 1900 en la interpretación de los sueños (editada en
1899) para tirar desde el inconsciente las luces de bengala que
inauguraran el nuevo siglo.
Pero un Freud inventado por Freud implica un Freud diseñado como
dispositivo, como lugar desde donde mirar el mundo, un Freud cuyo
cuerpo encarna un método, un Freud autocostruido (e histórica y
socialmente construido, también) como espacio metafórico. Freud es,
en este sentido, una metáfora, dos términos unidos con un nexo
comparativo omitido.
O dicho de otra manera, Freud es un síntoma., la expresión de un
acuerdo provisorio entre la gloria y el fracaso, entre el destino
filogenéticamente heredado y la circunstancia, entre la ciencia y el arte.
Y pensado como síntoma no solo se alude al conflicto, sino también
implica reflexionar sobre la continuidad y la fragmentación de su campo
discursivo.
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Pensar en el relato de su vida y de su obra como si fuera otra novela
familiar, sería aceptar las coincidencias, creer en las fatalidades,
menospreciar el valor de los errores. Las biografías están hechas para
ocultar y si Freud nos proponía desconfiar de los pacientes, menos
podría pedirnos confiar en él.
Primero llegó Lacan y muchos creyeron que ya podíamos sentarnos a
descansar. Luego vino Amorrortu, corrigió a López Ballesteros, cambió
instinto por pulsión, y creímos que la traducción ya estaba concluida. A
veces y en relación a la lectura de la vida y obra de Freud, parecería que
aún estamos en la prehistoria del psicoanálisis y volvemos a creerle a la
histérica cuando nos cuenta que fue abusada por la nodriza. Freud vio
allí la fantasía, nosotros todavía no.
Freud escribió para ser traducido y no para ser leído. Una traducción
necesaria porque nunca llegará el esperanto, Traducir a Freud es, de
alguna manera, colocar un espejo que refleje su discurso en una unidad
reconstituida a partir de los fragmentos que lo componen. El cuerpo (del
discurso) fragmentado encuentra su unidad en la imagen del otro que lo
traduce.
Entonces la cuestión es pensar desde que lenguaje a que lenguaje se
hace esa traducción. O desde donde se puede articular una escucha
que devenga en traducción. Si el otro es el espejo que da unidad y
sentido, ese espejo no puede ser el espejo de la razón. Sería como
disfrazarse de conquistador y venderle espejitos al inconsciente a
cambio del ovillo de oro con que se atan (se desatan, más bien) las
representaciones reprimidas.
Se trata, entonces, de la construcción de un espejo flotante. Un espejo
que mira el discurso de Freud desde la mirada de los fantasmas que lo
han mirado evoca, desde las representaciones sociales y subjetivas de
lo mirado, desde la mano inexperta que dibuja con la sabiduría
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del que no teme equivocarse, no porque crea en la sabiduría que le
impide errar, sino por fe en la sabiduría del error.
Un espejo que para reflejar al otro pone la hoja laminada enfocada hacia
si mismo (hacia el mismo que dibuja y sueña, hacia el mismo que
deforma la forma que encubre) sabiendo que entre el sujeto y el objeto
media un camino empedrado de malas intenciones.
Es por eso que no existe otro Freud que no sea un Freud interno. Allí
radica toda la gracia del invento.
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Ashlin Navarro
1.
Querido Freud, me gusta tu actitud que
tienes en la fotografía, de una persona
fuerte y de carácter duro.
Sabes lo que quieres y sobre todo tienes
toda la seguridad que lo vas ha lograr sea
como sea.
No te dejas caer por nada ni nadie, sabes
que tienes muchas barreras, pero tengo
plena seguridad en que lograrás todos
tus objetivos
Definitivamente dejarás marcada a la
humanidad por siempre.
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Magaly Roblero
2.
Esta carta es para una persona que supo
ponerse frente al mundo, ante sus
adversidades.
Esto le da como resultado una persona con
muchas expectativas y gracias a ese valor
que tuvo, pudo posicionarse en la cima,
donde se propuso llegar y bueno cabe
mencionar que era una persona muy
posesiva en el aspecto de lo que quería, lo
lograba.
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Ana Cipres
3.
Sr. Freud
Eres una persona rara y enojona, deberías de
pasártela bien y querer a tus amigos…
Relájate… eres muy estudioso, siento mucho
que tu familia fuera judía y después los nazis
acabaron con ellos. Hiciste un gran trabajo
porque sino, no estuviera estudiando esta
carrera, estas un poco loco, tenías una
relación con tu hija como de esposos, dejaste
de tener relaciones sexuales con tu esposa,
pensabas que los niños se enamoraban de
sus padres, todo lo relacionabas con sexo…
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Samantha Haroz
4.
Querido Freud:
Quiero que sepas que estoy orgullosa de tus
logros, tus investigaciones me parecen muy
importantes e interesantes.
Te escribo también para saludarte y mandarle
saludos a tu familia. Espero que estén todos
bien de salud. Quisiera continuar con tus
estudios y apoyarte en todo lo que sea
necesario.
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Karina Ramos
5.
Querido Freud:
Gracias por tu gran desempeño y dedicación
a la ciencia. Por tu gran aportación partimos al
viaje místico de lo que como humanos
tenemos depositado en nuestro inconsciente;
que reconociendo esto podemos descubrir
todo lo bueno que somos y lo que pudiéramos
aportar a nuestras vidas.
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Paulina Ramírez
6.
Sigmund Freud:
Considero que es muy interesante lo que
aporta para todas las personas. Aunque
considero que muchas cosas son un tanto
complicadas, o quizá me hace falta
enfocarme un poco más en aquellos términos
que más maneje usted. Yo pienso que tu
trabajo le gustaba y que le encantaba
descubrir nuevas cosas. Cosas que espero
seguir descubriendo.
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Jenny Torreblanca
7.
Querido Freud:
De antemano saludos, solo le quiero escribir
estas líneas para decirle que usted es una
persona muy interesante, inteligente,
brillante, etc.
Yo sé que los halagos no le gustan mucho
pero ni modo ya que usted fue una persona
que logró grandes cosas.
Me hubiera encantado alguna vez platicar
con usted. Porque gracias a sus aportaciones
es porqué me interesa e psicoanálisis.
21
Janet Ponce
8.
Para: Sigmund Freud
Bueno Freud, primero quiero reconocer que
fue una persona muy dedicada en su trabajo y
eso fue muy bueno ya que ahora podemos
hablar y saber sobre el psicoanálisis, y
entender muchas cosas . Me hubiera gustado
que usted con el mismo empeño que tenia en
su trabajo hubiese sido también en su familia.
Dedicarle más tiempo a ella y por supuesto a
usted, porque en la vida no es todo el trabajo
también consentirnos, sonreír y ser feliz.
Pienso que todo lo descargaba con el puro y
no estádel todo bien. Bueno creo que es todo
y ojala las personas tuviéramos un poquito de
toda su dedicación.
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Eduardo Pérez
9.
Sigmund Freud.
Me atrevo a dirigirme a usted para decirle que
en lo personal creo es una persona
admirable, por sus logros, dedicación,
esfuerzos e inteligencia.
He leído su biografía y me sorprende todo lo
que logró gracias por las aportaciones que
nos dio.
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Aurely Burns
10.
Sr. Freud, le doy gracias por ser el psicólogo más
destacado de la psicología y unas felicitaciones
también. Su teoría me ha enseñado muchas
cosas y me ha ayudado durante este segundo
cuatrimestre de la Universidad. No lo niego que a
veces pienso que algunas de las cosas que hizo,
por ejemplo experimentos que hizo que le
hicieron daño a usted, estuve en desacuerdo
pero gracias a todo eso ahora es muy
reconocido.
Me gusta mucho como interpreta el consciente y
el inconciente que es algo que estoy totalmente
de acuerdo, confieso que hubo un tiempo en
donde su teoría, los pensamientos que tenia me
parecían inútiles y no creía en usted, pero ahora
que conozco mucho más de usted y de lo que
hizo para llegar a estas respuestas, ahora todo
se lo creo, me despido dándole las gracias y
muchas felicitaciones.
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Juan Carlos Rodríguez
11.
Me agrada que se haya esforzado por tratar
de entender de resolver y me impresiona el
valor que tuvo para expresar sus teorías, sin
importarle que lo hayan tratado como a un
loco y acusado de maniático sexual, pero al
fin triunfo y eso me parece admirable.
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Lucila Tapia
12.
Me inspira sabiduría, inteligencia, seguridad,
arrogancia, garbo, temple, estabilidad, un
hombre de objetivos, de metas, muy
trabajador, muy unido con su familia, es muy
apegado o mejor dicho “fue” de unión familiar.
Es un personaje que trascendió por sus
aportaciones, una percepción muy propia es
que era homosexual, o mejor dicho bisexual.
Para él algo muy normal o mejor dicho digno
de psicoanálisis.
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Guadalupe Sánchez
13.
En tus fotos se ve muy prepotente, pero todo
lo que hizo le gustaba hacerlo y lo admiro por
todas la cosas que fue descubriendo y que
resalta como uno de los más destacados
desde niño hasta su muerte, como el padre
del psicoanálisis.
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Jessica Gallegos
14.
Mr Freud: Es una persona excéntrica lo cual
me atrae demasiado, me encantan sus
teorías ya que me siento 100 por ciento
Freudiana. Lástima que hoy en día aún no lo
entienden.
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Ashlin Navarro
Su pose es de seguridad, su mirada es firme y profunda; claro aunque no
tiene nariz pero se mantiene con una seguridad que impone.
Guadalupe Sánchez
Bueno me llamo mucha la atención que no tuviera nariz ni oídos y los brazos
son un poco raros ya que el cuerpo es más grande y las manos parecen
como pétalos de flores.
Janet Ponce
Esta imagen de Freud me parece un hombre de unos 25 a 30 años y me
parece un hombre que está pensando en hacer alguna travesura y lo está
preparando y también me parece un señor capaz de hacer cualquier cosa.
Aurely Burns
Se me hizo como un Freud joven... y sencillo...Al contrario del Freud... ya
grande y con fama!
Jessica Gallegos
Le encuentro un cierto parecido a Chucky el muñeco diabólico. Le faltan
partes a la cara, la nariz, las cejas, las orejas. Tiene un cuello muy largo, la
mirada hacia abajo y una cara de psicópata feliz.. Una mano empuñada y la
otra sostiene un objeto parecido a una navaja como si se hubiera auto
mutilado las partes de su cuerpo que le faltan, o tal vez le estorbaban?... las
piernas sin separación y los pies parecerían ser uno solo.
Juan Carlos Rodríguez
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Está con manos abiertas como diciendo aquí está la sabiduría para que la
utilicen. Es con una personalidad muy representativa con una mirada fuerte.
Magaly Roblero
Qué pasa? No fue lo que esperaba?... Su estudio sobre la cocaína no dio
frutos como lo hubiera deseado Ud. No me gusta el verle en esta pose coo si
no hubiese más que hacer. Vamos cariño. Adelante, nuevos paisajes nos
aguardan
Karina Ramos
Un roble robusto, fuerte. Sus brazos son esas ramas que apenas empiezan
a brotar, como si fuera apodado y resurgiera nuevamente, sus raíces
dispersas, pueden resurgir en cualquier lugar, su cuello es otra rama larga
más, sus manos pequeños ramilletes. Preparándose para dar frutos y poder
brindar lo mejor de sí para saciar la sed o el hambre con sus conocimientos y
sabiduría.
Lucila Tapia
Se mira con poco cabello, sin nariz, con chaleco y en una de las manos
supongo que es el puro ... me da la impresión de que es como raro. Y no tiene
orejas.
Jenny Torreblanca
Es como un hombre de 25 a 28 años; se ve fuerte físicamente, decidido a
lograr lo que se propone, tiene como un cuchillo en la mano, ojos extraños,
como una mirada imponente.
Samantha Haroz
Muy diferente a los demás, con una mirada de tristeza y a la vez de alegría.
Unos ojos que se pueden admirar de mucha sabiduría e inteligencia
Paulina Ramírez
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El pequeño Freud en su niñez, dando sus primeros pasos en el mundo de la
psicología, tiene cara de niño travieso, tiene algunas fallas por que le falta la
nariz y las orejas, tiene la mirada hacia el cuerpo con un cuchillo en la mano
como si quisiera abrir su cuerpo para analizar mas a fondo las emociones y
sentimientos que circulan dentro de el.
Ana Ciprés
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Magaly Roblero
Me parece que tiene el aspecto de marinero y una pierna esta más
remarcada que otra se me figura que está mal de una pierna je..
Guadalupe Sánchez
Bueno a mí se me figuró como si fuera un panadero y es para llamar la
atención pues como que puso una cruz en el pecho, además que remarca
más un pierna que otra, pareciera como si se fuera a caer y la mano derecha
de Freud aparece como otro brazo y el puro parece como un lápiz… aparte
que no puso orejas.
Janet Ponce
Un niño vestido de marinero, aprendiendo aún a caminar, una pierna es más
fuerte que la otra, sus brazos abiertos esperando un soporte, en sus manos
un crayón listo para colorear, para dibujar, para experimentar el rallar
!cualquier parte. Es genial! tal como ya dibujo la infinidad en la parte superior
señalándola para ser vista, para que no pase desapercibida y fructifique en
la eternidad. El guiño de su ojo busca la aprobación, el galanteo, el sucumbir
del deseo.
Lucila Tapia
Este Freud me parece muy chistoso por que tiene cara de felicidad, y de
chiste; no es por burlarme de la foto pero a mí me dió sensación de felicidad y
de alegría en lo personal me gustó mucho esta foto, me transmitió cosas
buenas.
Aurely Burns
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Es un taquero o un trabajador de restaurant de comida rápida con cara de
yo no fui; no tiene separación entre la cabeza y el cuerpo, al parecer dejó
olvidado el cuello en otra parte, no tiene orejas, sus brazos y una pierna
desvanecidos, solo una pierna firme y remarcada que le sirve de apoyo. El
cuerpo con unas líneas demasiado rectas y poco flexibles, parece una caja
de cartón rectangular que cuando se dobla quedan grabadas los dobladuras
para siempre.
Juan Carlos Rodríguez
Es un Freud viendo sus metas y hasta dónde quiere llegar lo que tiene que
pasar para lograr lo que quiere. Es un marinero con una personalidad de
patrón.
Magaly Roblero
Un pequeño niño con ideas grandes. Expresión traviesa y misteriosa. Listo
con una hoja para plasmar en ella todas sus ideas, sus descubrimientos y su
inteligencia.. Con piernas muy delgadas, pero qu dicen que son lo
suficientemente fuertes para sostener un cuerpo que creció tanto. Que es
tan grande, tan lleno de ideas e inteligencia. Todo un mundo de misterios
Eduardo Pérez
Me da la impresión de un dibujo animado como el cascanueces.
Jenny Torreblanca
Parece taquero así, muy chistoso, piernas delgadas y no confortables y con
un moño de marinero.
Samantha Haroz
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Este Freud, con una mirada de muchas dudas, pero con objetivos bien
planteados para poder encontrar respuestas. Se siente pequeño ante un
mundo grande, pero sin miedo de afrontar lo que venga.
Paulina Ramírez
Parece como un taquero con ese sombrerito y está recogiendo un lagartijo
del piso. No tiene orejas y está raro por que nada más tiene como una pierna
muy marcada y los brazos y la otra pierna desvanecidos y no tiene cuello.
Ana Ciprés
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Ana Cipres
Es un dibujo muy lindo, los ojos muy remarcados, solo me llamó la tención es
que esta así como de lado cayéndose (hombros), pero en si el dibujo está
muy bonito.
Janet Ponce
Me parece que se ve atractivo con esa posee que tiene tocándose con su
mano el rostro y sus ojos están muy remarcados pero su mirada es fija.....
Guadalupe Sánchez
Estético, limpio, mirada atenta, dulce y profunda, labios apetitosos,
inclinación seductora, nariz grande como olfateando la dulce aurora, su
oreja alerta ante el más minucioso susurro. Su feminidad elegante, aunada a
un cuello majestuoso, el puño de su mano en la barbilla guardando su
fuerza.
Lucila Tapia
Mirada perdida, centrado, objetivo, limpio.
Ana Karen marco mucho los ojos, creo que es la parte donde se enfoca toda
la apariencia, lo penetrante de su mirada. Muy marcado.
Eduardo Pérez
35
Me gusta imaginar que me miras, que soy tu musa, intentas descifrar mis
sueños donde sin duda solamente emerges tu, la firmeza de tus manos. Te
acompaño en tu largo camino
Karina Ramos
Un hombre muy atractivo y de una edad de 30 a 35, un señor que tiene su
cabeza en pie y sabe lo que hace, un hombre con dedicación y
perseverancia.
Aurely Burns
Sin duda el lado femenino de Freud, soplando el esmalte que se acaba de
aplicar en sus hermosas uñas después del manicure, ceja depilada y
pensativo, pensando en que es lo que conduce a las mujeres por el camino
de la histeria, explorando que es lo que se esconden allí debajo en lo más
profundo de todo ese maquillaje de colores brillantes y seductores con los
que cubren la superficie de sus rostros para lucir hermosas.
Juan Carlos Rodríguez
Veo ... que es demasiado femenino su aspecto dejándonos ver un poco
de delicadeza o su lado sensible que todo ser humano tiene pero que el
pocas veces la dejo ver, sus ojos transmiten tristeza o enojo... más bien
algo de terquedad..
Sus labios son perfectamente alineados y pequeños pero a la vez
carnosos .. Como si guardara secretos o expectativas... pero ala vez con
mucho que decir.
Jessica Gallegos
36
Es como una persona grande, como unos 35 años, con una cara muy tosca y
una nariz grande y rara lo que me llama mucho la atención es que tiene unos
ojos muy bien hechos y súper detallados al igual que los labios. Tiene manos
raras y su cuerpo esta chueco y tiene un cuello muy ancho.
Ashlin Navarro
Es un personaje muy pensativo como siempre metido en sus propósitos
Magaly Roblero
Es un dibujo muy bonito; me encantó los ojos y es muy galán en esa foto
aunque no me gustó como están sus hombros así como cayéndose.
Janet Ponce
Se mira muy pensante con una mirada distante, me da la impresión de que
está tranquilo
Jenny Torreblanca
Pensativo y muy seguro de lo que quiere. Aunque está muy serio, la da la
apariencia de ser muy correcto y amable con la trata de personas. Un Freud
muy inteligente.
Paulina Ramírez
Es afeminado, ojos profundos, parece que se está polveando la cara,
cabello con un corte o un peinado militar de esa época. Lo que se propone lo
cumple, y de expectativas altas
Samantha Haroz
37
El #3 el de Anita el mío es el más hermoso de todos los Freud , está en su
etapa de juventud dándole forma a su teoría, siempre pensativo, analizando
profundamente cualquier detalle y dejándose llevar por la imaginación,
tratando de descifrar el mundo de las preguntas sin respuesta y
encontrándose con el mundo de las respuestas escondidas.
Ana Ciprés
38
Samantha Haroz
Este dibujo el mío y veo que no tiene apoyo total en las piernas. Vestimenta
como de payaso, el puro es como muy grande para su mano, y tiene un
aspecto como de sucio.!!! Más o menos tiene entre 25 y 35 años! y el gesto
en la cara como molesto, como en desacuerdo.
Samantha Haroz
Un hombre que solo se enfoca en sus necesidades y ambicioso por su
trabajo y por el mismo, que tiene mucho dinero y se cree mucho!
Aurely Burns
Un payaso de circo o un mago mal vestido, cara de miedo a poner los pies en
la tierra, apoyado siempre de un bastón mágico que es el que le da el
equilibrio para no caer, una manga del saco larga y la otra corta, en su otra
mano una dinamita a punto de explotar, no sabe si lanzarla para que
mueran los demás o morir sola con ella en las manos.
Juan Carlos Rodríguez
Veo que es un Freud elegante de la época de edad adulto joven;
aparentando que no le hace falta nada... cuando no sabe ni por donde
camina, se sostiene de un bastón lo cual en lo personal siento que es como
una protección al miedo que tiene de ir hacia algún punto... no sabe lo que
vendrá y necesita apoyarse para sentirse seguro... pero en el dibujo se ve
reflejado exactamente en su rostro... rostro de confusión & miedo.
Jessica Gallegos
39
Este Freud me trasmite la impresión de ser un gatillero, del tipo del actor Al
Pacino.
Karina Ramos
Es un Freud diferente, es un dibujo que en una mitad está de una forma y la
otra está diferente (brazos, orejas, manos) se mira ya como muy cansado y
que ya no puede más...
Janet Ponce
Vestido elegantemente, aunque su caminar no es fácil, su bastón le ayudará
a fortalecer sus piernas, pues le sirve de apoyo y con ello descansa a sus
pies hasta fortalecerlos, los shorts y holanes los está dejando atrás en su
infancia. Dándole paso a su juventud, transformación que en su rostro
proyecta el asombro que le produce estar realizándola de una manera eficaz
y apacible
Lucila Tapia
Se me hizo curioso que tuviera una manga más larga que la otra...
Se mira cansado, o sea que se está apoyando en el bastón, y como siempre
con su puro...Se mira como si lo hubieran sorprendido.
Jenny Torreblanca
Veo a una persona cansada, y a la vez satisfecha de lo que ha hecho. Pero
de igual manera un Freud muy a la defensiva, dispuesto a llegar a las últimas
consecuencias con tal de salir adelante.
Paulina Ramírez
40
Se me figura un mago aunque de lado derecho tiene un cigarro que me
parece que está muy grande pero del lado derecho pareciera la varita del
mago sin embargo sus pierna no son muy firmes y su rostro tiene un aspecto
de enojado pero con ese olan del cuello podría decir que es de un payaso
Guadalupe Sánchez
Parece payasito tiene cara de susto como si fuera la primera veszque actúa
en el circo, sus pies redondos no lo sostienen firme en el piso , tiene un
bastón que parece que es lo único que le ayuda a mantenerse de pie y no
caer.
Ana Ciprés
Un hombre con agallas y con su personalidad incomparable.
Magaly Roblero
41
Karina Ramos
Este dibujo se me hace como muy cómico, como de caricatura y su postura
se me hace sexy, su rostro aunque nada más remarcó más un ojo es como
de mírenme.... pero su aspecto es de serio aunque a la vez muy seductor....
Guadalupe Sánchez
Es un dibujo muy raro porque no está terminado, el lado derecho es súper
diferente al izquierdo, no tiene un ojo terminado sólo tiene una oreja, no tiene
dedos ni manos, su cuerpo no ve al frente es un tanto afeminado
Ashlin Navarro
Mi querido Freud, en este dibujo ke a simple vista (para algunas personas)
pareciera sin forma, quizá sin sentido, es una forma distinta de expresarte.
Finura en el movimiento de mi lápiz, líneas delgadas, no es necesario
remarcar a vista el vínculo que existe con nosotros. La primera vez que leí
algo obre ti tu imagen se quedó plasmada en mi mente, justo como trarté de
interpretar en éste dibujo, en el que no me interesa calificarlo como bueno o
malo. Gracias por el psicoanálisis.
Karina Ramos
Veo a un Freud incompleto y muy femenino.
Jessica Gallegos
42
El alma de Freud., el Fantasma de la Öpera o Gasparín con trajecito de
torero, tiene brazos, pero no tiene manos, que paso? Tal vez al morir, al
llegar al cielo las perdió, dios las amputo como un castigo divino por andar
tocando temas tan grotescos y ofensivos para la sociedad.
Juan Carlos Rodríguez
Freud, un hombre de pocas palabras pero muchas cosas por decir, Una sola
visión del mundo y de las personas. Una enorme sonrisa dibuja en su cara,
muy poco observable, sonrisa que en sueños de una persona sólo se
observan. Siendo una persona seria, centrada y entregada. Este dibujo
muestra una imagen que solo podemos imaginar en cuanto a Freud. Una
cabeza redonda, sin rasgos faciales definidos, como un solo mundo que el
quisiera proyectar en las personas que lo siguen. Un cuerpo incompleto, que
nos dice que no pudo terminar lo que quería lograr. Sus piernas, su torso y su
cabeza, pareciendo una sola figura, piezas unidas como sus obras, que al
unirlas nos dan un solo resultado
Eduardo Pérez
Bueno la verdad parece todo menos Freud ejejeje parece como si fuera un
animalito de caricatura, además no tienen manos no se distinguen los
dedos...
Janet Ponce
Masculino y fuerte.
Magaly Roblero
Un Freud diferente, con una sonrisa en su rostro como pocas veces se veía.
Pero detrás de esa sonrisa existe un toque de picardía, por haber
descubierto algo importante.
PaulinaRamírez
43
Siento qué es el Freud que no termina de descifrarse..
No esta completo ... con su cigarrillo como forma de canalizar cosas..
Pretendiendo tranquilidad.
Jessica Gallegos
No tiene oídos, solo tiene un ojo, no piernas, no manos, una camisa, saco, o
algo así como de torero, a mi punto de vista tiene aspecto como de un pez.
Samantha Haroz
Enamorada de Freud.
Lucila Tapia
Aunque solo tiene un ojo y no esta completo, me transmite felicidad y me
parece como un hombre de unos 30 a 35 años... kary. Respeto a tu hombre y
no me meto con él jeje
Aurely Burns
Es un fantasmita de Freud o su alma, su cara es un desastre no se sabe cual
es el ojo o la nariz o la boca, un brazo sin mano con el puro clavado y no tiene
piernas, así quedó destruido después de morir por no haber podido
terminar su obra completa como él lo hubiera querido.
Ana Ciprés
44
Paulina Ramirez
Apariencia de ausencia tratando de encontrarse así mismo con alevosía y
firmeza imponiendo algo incierto en su mirada perdida.
Guadalupe Sánchez
Una persona sin rumbo, pero conciente de a donde quiere llegar. Con
imagen personal descuidadaza, pero simpre al tanto de si mismo. Con
pocas preocupaciones, pero siempre vivo y entregado. Su puro siempre a la
mano y encendido, dejando salir humo, como dejaba salir sus ideas,
plasmando su inteligencia tal y como la pensaba. OJOS con una mirada que
penetra, y en cierto modo intimidante. Teniendo en mente siempre el triunfo
y el progreso, lo mejor y el avance. Siempre un paso adelante. Todo eso es
Freud.
Eduardo Iván Pérez Colín
Un gallego dando clases de cómo grafitiar paredes sin ser descubierto por la
policía, la cabeza y la corbata parecen ser una sola pieza, parece un globo
de helio que quiere subir al cielo disociado, huyendo del cuerpo en el que
está montado.
Juan Carlos Rodríguez
Por una parte su corbata y sus apuntes en mano, me proyectan inteligencia,
preparación, presentación y superación; pero por otro lado en su otra mano
el grafiti y su barba un tanto relajada, me parece un tanto contradictorio, lo
que me hace pensar que se encuentra en un proceso de metamorfosis en su
vida. En el que sabe cuál es el camino correcto y llevará sus pasos firmes y
seguros. Es solo cuestión de tiempo
Lucila Tapia
45
Miro a un hombre enojado, pero ansioso por seguir buscando nuevos
horizontes. Aunque también está un poco descuidado en su aspecto
personal.
Paulina Ramírez
Aquí éstá diciendo aquí está el hombre que les enseñará algo de ustedes Un
hombre inspirado con su meta y nunca se dejo caer.
Magaly Roblero
Es como un extranjero, con seño fuerte, en su mano tiene escritos & en la
mano un puro aunque parece como .. Un vándalo
Jessica Gallegos
Tiene aspecto de gallego, con un aerosol en mano y en la otra una hoja con
un escrito o un mensaje, de corbata chistosa y tiene el aspecto sucio, se ve
como que carece de dinero, apoyo, comprensión, etc..
Samantha Haroz
Me da la impresión de un profesor regañón, muy serio.
JennyTorreblanca
Un hombre enojado con el mundo y con él mismo, parece que tiene muchos
problemas y que solo le importa su vida. Un hombre completamente
antisocial.
Aurely Burns
46
Este dibujo es muy pequeño ubicado en la esquina como escondiéndose
para que no lo miren, pero tiene cara de desafiante como si se sintiera
orgulloso al romper las reglas que le imponen; en una mano parece traer un
aerosol para rayar paredes y en la otra mano una lista con las reglas que
debe de respetar y tiene una actitud como diciendo mira como rompo las
reglas en tu cara.
Ana Ciprés
47
Jenny Torreblanca
A mi ver, se ve así como sucio, a medias, más o menos de 25 años.Un gesto
como de sufrimiento, serio, como inseguro, tipo vagabundo.!!!
Samantha Haroz
Calma! Yo estoy aquí, apoyando cada una de tus teorías y estaré siempre…
No fuiste ni serás un hombre temeroso y aunque en este dibujo el artista
logró capturar esa sensibilidad tuya no es de preocuparse sino de admirar.
Hasta pronto, mi amado Freud.
Karina Ramos
Este dibujo se hace muy triste con una expresión de dulzura en su rostro y
esa lágrima que resbala por la mejilla , su mirada perdida aunque su silueta
que da la mano me da la impresión de que te ofrece algo o pide algo quizás
un poco de alegría.
Guadalupe Sánchez
Mi dibujo de Freud se me hizo como que está cansado, se ve ojeroso, y le
faltó que lo hubiese terminado, pero aún así Freud es un hombre
interesante.
Jenny Torreblanca
Freud después de haber sido atropellado por un camión, por no decir
después de una madriza, tiene los ojos bizcos con moretones, parece que
sale sangre de su nariz chueca, su mano esta al revés pero el puro nunca lo
suelta.
Juan Carlos Rodríguez
48
Veo un hombre joven, de mirada triste o tal vez lleno de dudas. Su cuello es
muy alargado, sus manos muy difíciles de apreciar. Además, de que la mitad
de su cuerpo hacia abajo no esta terminado. Un Freud serio, pero con
muchas ganas de seguir descubriendo nuevas cosas.
Paulina Ramírez
Parece un Freud afeitándose, aplicándose la espuma de rasurar en la cara
frente al espejo, tiene actitud graciosa a simple vista con una corbatita muy
pequeña que se le encogió, pero en el fondo se ve golpeado con los ojos
morados y escondiendo algunos secretos.
Ana Ciprés
Flaco, cansado, ojeroso y sin ilusiones...........
No está terminado por lo que me dice que no se siente pleno. Su mirada
refleja tristeza y descontento, como pidiendo un abrazo, cariño, amor.
Lucila Tapia
Me hizo pensar como si fuera una persona que descuida su salud y una
mirada de miedo...
Janet Ponce
Parece una persona enferma mentalmente, sus ojeras como si no hubiera
dormido en días
Jessica Gallegos
49
Un vagabundo, mirarla perdida. Este dibujo muestra la parte con potencial
de Freud, sus ojos un mar de ideas, mirando a todos lados, esperando
nuevas ideas, nuevas cosas, cámaras fotográficas preparadas para
fotografiar nuevas y mejores ideas. Un cuello largo, significando de su
grandeza. Expresión de confusión, con porte de un triunfador, siempre listo.
Eduardo Pérez
Ojeroso, cansado, sin pies, ojos cansados, un falo en la mano, como de
unos 39 años, sin expectativas de lograr lo que se propone, sin esperar nada
de la vida.
Samantha Haroz
Un hombre misterioso y enfocado, siempre con la cabeza en alto pero que
sufre demasiado y hace todo su trabajo para distraerse y no pensar en sus
problemas.
Aurely Burns
Bueno aquí esta
orgulloso de si..
muy cansado como lo dice mi compañera pero muy
Magaly Roblero
50
Janet Ponce
Aquí se observa a la esposa de Freud mirándose al espejo conversando un
poco con su ello, el que le dice que necesita fumar un puro para calmar un
poco su ansiedad.
Juan Carlos Rodríguez
Este dibujo no se puede apreciar de una manera muy clara, ya que no estaá
muy marcado. Lo que alcanzo a distinguir es a un hombre joven, pero con
muchas dudas aun. Llama la atención que esta junto a su esposa, ya que
pocas veces se veían en una foto.
Paulina Ramírez
En un mundo de ensueño la princesa vive atrapada, sometida y aterrorizada
por su verdugo, quien solamente vive observándola, atormentándola.
Perteneciéndole a alguien y en espera de alguien quien pueda rescatarla de
esa frialdad. Esa melancolía y añoranza de ser acogida por la dulce dicha de
la felicidad.
Lucila Tapia
Se ve un retrato de él & su esposa,,ella se ve callada y sometida por lo que
diga Freud…mal atendida .. & se nota la poka importancia de éste en
cuestiones maritales.
Jessica Gallegos
51
Lo que quedó de Freud, un fantasma, una imagen plasmada detrás de la que
fuera su gran amor, refugiado por ese cuerpo, delicado, bello pero enorme
cuerpo de la mujer. Es una representación que nos dice que Freud no puede
estar en vida, pero siempre por más tenue que sea nuestro pensamiento,
siempre estará Freud.
Eduardo Pérez
Es preferible guardar en mis labios los sentimientos que me produce el verle
aquí, cosas de los dioses, los humanos no las entienden…
Karina Ramos
Es como si estuvieran encerrados en una burbuja o algo así, él se ve como
un demonio, ojos grandes imponentes, demandante, y ella tiene ojos
huecos, así como vacía, y un puro como en el aire. Se ve como reprimida,
parecen una pareja.
Samantha Haroz
Es un dibujo que sentí que ella es Feliz por como dibujé su cara.. y él tiene
como su forma de su boca así de que no le gusta que no está bien con nadie
y sabe que le hace falta no tomarse tan enserio las cosas.
Janet Ponce
El retrato de Freud con su hija...am él me da una impresión de seriedad,
incomodidad, en cambio ella no. Hasta creo que esta sonriendo en el dibujo
aunque los ojos no estén terminados....
Jenny Torreblanca
52
Un señor muy preocupado por mantener la familia unida y muy sobre
protector, solo le interesa el bienestar de dicha. Pero a la vez muy estricto.
Aurely Burns
Es un Freud alejado de la familia preocupado siempre por sus intereses de
seguir adelante y ante ello deja a un lado ala familia y al amor de su vida.
Como todos podemos observar en algunas fotos de él solo y en pocas fotos
en familia o con su esposa.
Magaly Roblero
53
Eduardo Perez
Cuando le vi, me pareció la persona más seria, incapaz de emitir una
sonrisa. Y en este corto tiempo que he pasado con usted le he conocido
muchas facetas, le he visto triste solo en una ocasión y tantas veces
contento, como nadie quizá lo ha podido distinguir. He esperando tanto por
usted que en ocasiones he deseado no ser tan joven, cada una de las cosas
tocadas por sus manos son de un inmensurable valor para mi. Habbi.
Karina Ramos
Su vista es hacia otra dirección, como comúnmente aparecía Freud en sus
retratos. Tiene la apariencia de un hombre muy correcto, por la forma en que
está vestido. Aunque se mira muy serio, pude observar que tiene mucha
seguridad en el mismo, y que es una persona muy inteligente y orgullosa de
sus logros.
Paulina Ramírez
Su galllardura es embriagadora, su mirada es profunda y cautivadora,
impecable, audaz, respetable, admirable, decidido, bello.
Su fuerza es tal, cual león encendido, sólo falta que se decida, se
sorprenderá al darse cuenta de lo que es capaz.
Lucila Tapia
54
El lado Animal de Freud, peludo como chango, parece el hombre lobo,
pensativo echando un vistazo a su lado animal… dejándose llevar por el
instinto puro, internándose en el mundo de las bestias en donde no existe la
piedad ni la compasión, en donde el más fuerte mata al mas débil para
sobrevivir, un mundo en el que no existen los sentimientos, en el que hasta el
propio dios aprueba matar al prójimo para tomarlo como alimento y sentirse
feliz de estarlo destazando y ver la sangre escurriendo de sus cuerpos sin
sentir culpa alguna.
Juan Carlos Rodríguez
Un Freud muy bien vestido elegante con su moño en el cuello, muy varonil,
aunque tiene cara del hombre lobo pero se ve muy bien, tiene un bonito
aspecto a simple vista.
Ana Ciprés
Eduardo: parece uno de los representantes de la historia de México, ojos un
poco inseguros, como temerosos, sin piernas y tiene un aspecto cansado,
muy serio, demasiado reservado.
Samantha Haroz
En este dibujo se mira un hombre con porte, serio, intrigante, interesante, y
muy formal. Me gusta el dibujo creo que lo representa bastante bien.
Jenny Torreblanca
Este dibujo me encantó. Me gusta la forma de sus ojos y de su mirada que
me hacen pensar en que a veces está bien y en otra está muy mal, pero
también un hombre muy concentrado en su trabajo, con su mirada para
diferentes partes.
Aurely Burns
55
Tenia una mirada penetrante que te podía expresar un tanto tristeza como
confianza de si. Aquí esta un Freud como siempre alejado e familia y solo en
su consultorio.
Magaly Roblero
56
Aurely Burns
Fluye la sensibilidad y miedo al imaginar las líneas en el cuerpo y al fin está
hecho no hay vuelta atrás......
Guadalupe Sánchez
Aquí pude observar que la mitad de su cuerpo hacia abajo no está
terminada, al igual que una de sus manos. Tiene un cuello muy delgado, y
una cara un poco grande. La mirada que se aprecia es como si acaba de
descubrir algo nuevo, o avanzado en algo muy importante.
Paulina Ramírez
El muñeco de ventrílocuo de Freud, al que le tienen que meter la mano por
atrás para que hable; pero esta vez parece que no se va a dejar por que trae
una dinamita en su mano y tiene cara de que está dispuesto a todo; le
robaron las piernas y una mano por confiar tanto en los demás y por dejarse
manipular por cualquier extraño. Aunque nunca pudo recuperar sus partes,
ahora se está reconstruyendo el mismo, se puede ver una línea que baja de
su cintura para empezar a formar una pierna. Solo es cuestión de tiempo
para que sea un Freud completo nuevamente, aunque esta vez será más
fuerte y más astuto, esta vez el será el que pone las reglas del juego.
Juan Carlos Rodríguez
Quizá el ventrílocuo que quisieron hacer de ti cuando fuiste exiliado: pero un
hombre de tal envergadura no podría ser sometido tan fácil, ni el cáncer te
hizo desistir de tu cometido.
Karina Ramos
57
Parece una marioneta de Freud, como un muñeco de ventrílocuo con un
pastel embarrado en la cabeza, tal vez represente la marioneta que nunca
quiso ser Freud porque tiene cara de pocos amigos y parece que trae como
una dinamita en la mano; prefiere explotar que ser manipulado por los
demás.
Ana Ciprés
Tiene un aspecto escalofriante parece que trae en la mano dinamita, solo
tiene 1 mano y sin pies. Su cuerpo es muy corto, ojos inseguros; creo que el
no lograría sus metas y de aspecto sucio.
Samantha Haroz
Una marioneta dispuesta ha afrontar la realidad. Salir de ese mundo de
títeres, donde la cultura y la sociedad únicamente te reprimen y evocan a la
neurosis. Una idea falsa de la realidad, una huída de lo real.
Lista para emprender ese viaje místico. ¿Vamos?
Lucila Tapia
Se mira medio picarón el dibujo de Freud, con una ceja levantada aunque
con un pequeño cuello.
Jenny Torreblanca
Un hombre incompleto e inseguro, con la mirada con miedo.
Aurely Burns
Veo que es un chico rudo…el Freud joven
Jessica Gallegos
58
Aquí ya estaámás cansado pero no pierde su personalidad de galán.
Magaly Roblero
59
Juan Carlos Rodriguez
Mirars profunda que no tiene fin; en realidad no sé si estás ahí o te
encuentras ausente y tratas de sentir como es que tu esencia se alejo de ti;
te encuentras perdido con un aspecto que no reconoce tu espejo ....
Guadalupe Sánchez
Un vagabundo en búsqueda de encontrarse consigo mismo, aunque no
tiene prisa por ello. Observa, pero no muestra interés. Sus hombros caídos
sin mesura, en su mano lleva un puro, esperando ser consumido por su
misma ceniza, al igual que el vagabundo.
Lucila Tapia
Creo que tiene cara de simio así como muy serio, se ve mayor, cansado, un
poco desarreglado.
Samantha Haroz
Su cuerpo es de una complexión muy delgada, posiblemente era de unos
30-35 años; el puro que sostiene es muy pequeño. Además en su cara, se ve
que es una persona con muchas dudas o tal vez, son ideas que no sabe
como plantear.
Paulina Ramírez
60
Me dio la impresión de que era una persona como vagabunda...con una
mente llena de problemas...que no le interesaba su aspecto al menos no en
la limpieza ... aunque Freud nunca se miro en las fotos como lo dibujo el
compañero...en cambio se miraba elegante, siempre limpio, con mucho
porte.
Jenny Torreblanca
Me parece el mejor dibujo de todos, por la calidad del diseño; creo que el
autor debe ser una persona muy inteligente, brillante y atractivo…Aquí
podemos observar a
Freud un poco descuidado con aspecto de
vagabundo, con apariencia de un tipo que renunció a la sociedad, con un
brazo escondido y el corazón frío, sin movimiento; si observas sus ojos se ve
a un Freud que está dando un paseo por el mundo de la locura, ese mundo
inestable de sentimientos y emociones, felicidad, ira, tristeza, envidia, amor
y decepción, el mundo de los locos en el que tan solo un simple pensamiento
te puede conducir al cielo o al mismo infierno.
Juan Carlos Rodríguez
Es raro imaginarte de esta manera en la que por más que te busco, no
encuentro nada de ti; tu forma desalineada, la faz de tu rostro es tan
diferente a como te siento, quizá está en una de esas transformaciones y en
busca de algún conocimiento. Te aguardo con cariño.
Karina Ramos
Me dió tristeza verlo. Por que parecía una persona cansada, agotada, triste,
descuidado, pero tenía muchas ganas de seguir adelante.
Janet Ponce
Un hombre con la mirada misteriosa, siempre ocultando lo que realmente
es. Pero siempre viviendo la vida.
Aurely Burns
61
Parece un señor de la calle. Sucio, muy mal aspecto como que no le importa
tanto lo que digan las personas
Ashlin Navarro
Se me a figura así como un Vagabundo pero así tipo español… como
Hernán Cortés, ; con un porte seguro & sucio
Jessica Gallegos
62
Lucila Tapia
Me llama mucho la atención; su rostro se me hace que desprende una
esencia de tristeza pero aunque su mirada es muy penetrante en ella se
refleja tristeza sin embargo no deja de ser tan guapo, aunque tiene los
hombros muy anchos, su pose es de elegancia.
Guadalupe Sánchez
Un hombre apasionado, con un peculiar atractivo, serio, entregado e
inteligente, siempre con una expresión facial de firmeza y respetable.
Elegante, y bien parecido. Siempre con el puro a la mano, dándole un toque
especial a su apariencia.
Eduardo Pérez
Tiene una apariencia de estar enojado, aunque el traje lo hace verse
elegante así como era Freud. Aunque cabe mencionar que sus hombros son
muy anchos. Me gusto el detalle del puro y el péndulo a sus lados, porque
eso era parte de lo que caracterizaba a Freud.
Paulina Ramírez
Parece un niño dentro del traje de un señor con barba postiza, el reloj y el
puro en el aire; al parecer se fumó el puro antes de tiempo, tiene cara de que
está aguantando la respiración y no puede aguantar más, dicen que el
humo del cigarro puede causar la muerte, pero el humo del puro puede
causar la muerte en vida, si no pregúntenle a Freud.
Juan Carlos Rodríguez
63
Sin duda el tiempo no ha llegado a ser nuestro más favorable aliado; sin
embargo logró su cometido. Te conocí, estamos unidos por esta fascinación
por el conocimiento; le admiro tanto y a cada uno de sus proyectos.
Karina Ramos
Un hombre con porte, serio, con una mirada fija, muy guapo...
Jenny Torreblanca
Siempre pensando que cosas que tiene que hacer durante el día, pero
siempre culto de sus pensamientos y sentimientos.
Aurely Burns
Sentí una persona confundida por tantos cosas al mismo tiempo (por todo
que esta su alrededor).
Janet Ponce
Veo a un Freud en una balanza con su lado femenino; el masculino, el puro
me hace pensar que era un poco machista.
Jessica Gallegos
Fuerte e invencible y sin temor a nada ni a nadie
Magaly Roblero
64
Guadalupe Sánchez
Veo que no terminó las manos, y que tampoco dibujó la mitad de su cuerpo.
Me gustó la sonrisa que le dibujó, cuando por lo regular Freud siempre salía
muy serio en las fotos.
Paulina Ramírez
Parece una niña disfrazada de Freud; su cara se ve muy fina, la ceja
delgada, los hombros caídos y un cuerpo muy delgado, aun que no tiene
piernas que le sirvan de apoyo en el fondo de ese disfraz freudiano se ve
que resplandece una luz de felicidad.
Juan Carlos Rodríguez
Es guapo, aunque se ve muy afligido, confundido; su mirada es tierna e
irradia desconsuelo y mucha tristeza, su aspecto es de insatisfecho por la
vida, no tiene piernas lo que me dice que no tiene una dirección
interpersonal con su propio destino. Tal vez confundido, cansado o fatigado
sin motivación alguna o destrozado por la ausencia del amor.
Lucila Tapia
Se mira feliz, contento, la ceja muy delgada. los ojos grandes aunque muy
pegados...algo diferente...a los demás.
Jenny Torreblanca
Te encuentro como un niño feliz y despreocupado
Karina Ramos
65
Me trasmite ternura y sencillez, y hombre que se divierte y siempre juega con
y dices muchas incoherencias….
Aurely Burns
Vi una sonrisa muy bonita y una mirada de alegría, aunque su físico como
cansado (por sus hombros)..
Janet Ponce
Un pequeño niño, feliz por sus actos. Travieso, un gesto de incertidumbre.
Paciente e intrigante. Un Hombre atractivo, lleno de cuestiones, listo para
vivir aun más allá de su vida. Seguir por el planeta tierra, y quizá aun más
lejos, imaginando un día mas, viviendo siempre primero que el resto de las
personas. Inteligente, audaz, y capaz de logras sus metas.
Eduardo Pérez
Freud tímido & amable…un poco desaliñado!
Observando su alrededor & analizar…
Jessica Gallegos
66
Jessica Gallegos
Ausencia del ser interno, con intelecto más allá de esa esencia que perdura
en su presencia y a un lado ante el inconsciente de su admiración preservará
ese amor perdurable en su vida....
Guadalupe Sánchez
Este dibujo me parece lindo; una niña dejándose guiar por el cuidado, la
sabiduría de un padre ejemplar. Una relación la cual sería tan estrecha que
logró convertir a Ana en una psicoanalista.
Karina Ramos
Aa Anna es la onda. Jijiji este dibujo representa guía…! E incertidumbre..AA
Jessica Gallegos
Una niña linda y muy tierna sintiendo la protección de su padre. Ella se sabe
querida y amada por él. Es la consentida.
Lucila Tapia
Este dibujo me parece muy tierno, aquella niña que se siente protegida y
segura al lado de su padre, y que desea ser guiada por el mundo a través de
su sabiduría.
Paulina Ramírez
67
Este dibujo se ve como que a ella le gusta que su padre la guíe, la cuide. Se
ve que es una relación muy fuerte.!!! Y que ella aprenderá mucho de él!
Samantha Haroz
El se mira como el padre sobre protector de siempre...al tanto de lo que su
hija dice...Ana como siempre del brazo de su padre...
Una unión padre- hija única...
Jenny Torreblanca
Freud en un mundo de fantasía, en donde la imaginación es infinita, ya se ve
un poco cansado de servir como bastón a su pequeña hija que siempre ha
llevado del brazo; su mirada hacia el lado opuesto de la niña, incómodo,
sospechoso, como queriendo escapar: la niña tomando conciencia de que
es tiempo de caminar sola, con la pierna derecha firme y la pierna izquierda
que siempre ha estado del lado del bastón del papa, frágil sin fuerza, con la
mirada siempre al piso, analizando , no sabe si al soltarse del brazo de su
padre caerá o podrá caminar al fin sola.
Juan Carlos Rodríguez
Me parece un Sr. sobreprotector de su hija, el Sr. ya se mira muy cansado
pero aunque sea así, lo noto muy feliz y contento con su hija, y sé que su
partida será realmente satisfactoria; ya terminó su trabajo y todo en la vida.
Aurely Burns
Dos pequeños jugando a ser adultos, llenos de felicidad, traviesos y
misteriosos. Con vidas sin preocupaciones, sin necesidades grandes.
Espera que llegue la hora de mostrarle al mundo mucho o poco de lo que
sabe, con sentimientos, pero resguardados, sin querer mostrarlo al mundo.
Lleno de ideas e inteligencia como una enciclopedia esperando ser abierta y
descubierta.
Eduardo Pérez
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NO POR MUCHO MADRUGAR AMANECE
MÁS TEMPRANO
La construcción del Freud interno
Hermes Millán Redin
“Querida Martha, qué pobres somos. Cuando alguien nos pregunte qué
bienes poseemos para vivir juntos, lo único que podremos decir es: nada
más que este desmesurado amor mutuo”. Carta de Sigmund Freud
Freud le escribió más de mil cartas románticas y apasionadas a su futura
esposa Marhta durante su noviazgo a distancia. Mil cartas de puño y letra,
mil cartas firmadas y enviadas por el correo tradicional, mil cartas que
viajaron en tren kilómetros y kilómetros desde el suspiro de Freud al sellarlas
hasta el suspiro de Martha al abrirlas.
Este infatigable redactor de cartas, se merecía que un grupo de estudiantes
de psicología le escribieran mensajes, deseos, sospechas e invitaciones,
que viajarán tantos o más kilómetros, desde el suspiro sobre la mesa del
aula hasta el suspiro del que los abra buscando aquello que casi nunca se
encuentra sin la disimulada voluntad del ojo que lee.
Lídice Figueroa, en su introducción, aludía además la justicia histórica de
un Freud dibujado, recreado, a pesar de su desconfianza o descreimiento
sobre al arte del dibujo y la pintura. El mismo Freud que habría contestado a
Salvador Dalí que solo entendía la tapa de la revista que éste le mostraba
con orgullo. La tapa tenía una foto de Freud.
Cuando Ashlin le vaticina a Freud que dejará marcada la humanidad para
siempre, sus compañeros le reprochan que el dibujo del maestro no tenga
nariz, ni oídos y que sus brazos cuelguen como pétalos de flores. Hasta que
se parece a Chucky dice Juan Carlos. Lo que para unos es amputación, para
otros es acto de sabiduría. Karina cree ver la imagen de la desolación ante el
fracaso de la experimentación con la cocaína. Lucila dice que es la
amputación que permite un brote. O Ana, un niño travieso, donde otros
adivinan la castración.
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El dibujo de Ashin invoca un Freud incompleto, donde la falta es el mérito
que permite la creación, donde la falta de orejas permite oír lo que la
escucha racional no oye, donde la falta de nariz sostiene el olfato clínico. Me
pregunto: éste Freud sin orejas ni nariz, es el esquema de la atención
flotante?
Magaly dibuja a Freud en la cima. Curioso lugar para quién buceó en las
profundidades. Pero también dice que era una persona muy posesiva, lo
cual nos invita a pensar en que era lo que poseía Freud y de que bienes
estaba irremediablemente desposeído. Guadalupe dice del aspecto de
marinero y sonríe al descubrir una pierna más tenue, débil, que la otra. Para
Janet, un panadero. Aurely subraya la alegría y Eduardo la actitud traviesa.
Juan Carlos y Samantha y Ana ven un taquero. Jenny una animación del
Cascanueces.
Parecería que casi todos coinciden en hablar de dos cosas: el oficio de
psicoanalista y el goce de su ejercicio. Digo oficio de psicoanalista porque la
expresión oficio denota el esfuerzo del trabajo como ningún otro término. El
oficio de psicoanalista que exige sacar del horno y a tiempo, los panes que
esperan ser partidos en la mesa familiar (de la transferencia, claro).
Ana dibuja a un Freud de la reflexión, donde rescata con intuición gráfica los
rasgos definitorios de la juventud del hombre. En su mensaje se centra en el
Freud perseguido y el Freud sexualmente distante de Marta, aludiendo,
además a la relación estrecha con su hija Ana. Curiosamente, Ana advierte
sobre el amor de Freud a Ana. Todos señalan que es un Freud bonito, limpio,
penetrante, atractivo. Femenino, dicen Juan Carlos u Samantha, como
hablando de lo mismo. Jessica nos advierte sobre el sutil lazo que une lo
femenino y lo sensible. Jenny, Janeth, Eduardo se fijan en sus ojos
remarcados. Se miran en su mirada. Karina pretende situarse entre Ana y
Ana y reclamar su lugar. Sobre lo que no cabe duda es que el lugar desde
donde mirar y dejarse mirar por Freud es un lugar en disputa, es un
escenario de batalla, un cruce de amores y desamores, un acto fallido donde
el lápiz traza por debajo del trazo.
Samantha dibuja un Freud absolutamente interno. No se preocupa por
rescatar los rasgos del Freud supuestamente real.
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No hay barba, no se busca la sombra que imite su cabello, no está la mirada
reconocida por todos. Del otro Freud solamente aparece el puro humeante,
la cortina de humo que oculta la intención y el pensamiento. La propia
Samantha dice que es un Freud sucio; quizá por ello tuvo que dejar de ser
Freud para poder cargar todas las basuras del mundo. Donde podría verse
un puro Juan Carlos ve una dinamita a punto de explotar, Aurely y Jessica
advierten sobre la apariencia, la pose y la debilidad; un gatillero
representado por Al Pacino dice Karina.
Donde unos ven agresión o soberbia, Paulina ve satisfacción por lo logrado
y Lucila la eficacia en el hacer, Magaly ve agallas y Janeth, cansancio.
Quisiera detenerme en el puro/dinamita, porque puede interpretarse como
la metáfora que une todos los dichos. La satisfacción por el quehacer
explota, la soberbia de quien sabia haber cambiado el mundo, explota, el
cansancio del que golpea y golpea sin cesar, explota. Freud es sin duda un
artefacto explosivo. Lo dijo al llegar a Estados Unidos: “pobres, no saben
que les he traído la peste…”.
Karina dibuja un Freud arquetípico, también gráficamente muy distante de
los otros Freud de carne y hueso. Un Freud como camino para un viaje
mítico, donde viaje mítico, curiosamente, es una invitación a ver más allá del
mito.
Por eso Juan Carlos dice que es el alma de Freud o el Fantasma de la Ópera,
o Gasparín. Eduardo insiste en que es un Freud que solo puede existir en la
imaginación o el sueño. Janeth acusa: todo menos Freud. Karina se
defiende: es una forma distinta de expresarte. Jessica habla de un Freud
que no termina de descifrarse y Ana se atreve con que su cara es un
desastre.
Varios ven un Freud afeminado, seductor, guiñando un ojo, provocando el
encanto. Lucla guiña un ojo como en el dibujo y anota: enamorada de Freud.
Quisiera subrayar como las miradas buscan reconocer en el dibujo un Freud
conocido y se alertan cuando ven un Freud no compartible, un Freud propio,
íntimo, un Freud deseado. Ese es Freud, siempre otro, nunca como si
mismo.
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Paulina no le teme al trazo. Apoya el lápiz y deja huella. Y se anima a decir:
no siempre lo entiendo; y a reconocer: quizá me falte enfocarme un poco
más; y a concluir: cosas que espero seguir descubriendo. Curiosa
combinación entre el trazo débil del no sé (un puñado en la página inmensa)
y trazo enérgico del porque no sé es que puedo aprender.
Guadalupe lo resume con precisión: apariencia de ausencia tratando de
encontrarse a si mismo con alevosía.
Magaly y Jenny enfatizan un profesor, quizá regañón. Y Aurely, un sujeto
absolutamente antisocial. Ana y Juan Carlos subrayan lo desafiante. Es
curioso que tanto una como otro vean en la mano de Freud un aerosol para
gratitiar paredes. Quizá lo antisocial radique en dejar frases, escritos, ideas
escandalosas, en paredes reservadas para sostener el mito del orden
social, de la familia victoriana, de la niñez asexuada, del puro amor materno.
Pero rescatando la idea inicial de Paulina, quizá lo antisocial consista en
decir no sé, en una cultura del supuesto saber.
Jenny dialoga íntimamente con Freud y lo halaga, sabiendo que Freud
advertía que de los halagos uno no puede defenderse. Y por sobre el lazo de
lo amoroso prioriza la orientación profesional, el deseo de diálogo, la opción
por el psicoanálisis. Pero a quién le habla? Al vagabundo de Samantha? Al
triste de Guadalupe? Al ojeroso y cansado de Jenny? Al bizco con
moretones de Juan Carlos? Al lleno de dudas de Paulina? Al de los ojos
morados de Ana? Al flaco, cansado y sin ilusiones de Lucila? Al enfermo
mental de Jessica?
Jenny dice: yo sé que los halagos no le gustan mucho pero ni modo…
Me quedo con el “ni modo”, porque habla del Freud que es a pesar de Freud,
del Freud que levantada la teoría debe asumir el ser carne de transferencia,
soporte de proyecciones, Freud de los otros, propiedad de los deseos del
otro, territorio impropio, campo de una conquista largamente anunciada.
Janeth necesita dibujar un Freud familiar. Le reprocha, le reclama, le
advierte que debería haberse dedicado más tiempo a la vida familiar y a si
mismo.
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Juan Carlos ve a la esposa de Freud, Paulina también, igual Jessica. Pero
Jenny ve a Freud con su hija. Y Lucila, Eduardo, Karina, y Aurely prefieren
mantener la infinita nebulosa del vínculo y no abren juicio.
Janeth, la autora del dibujo, habla de “ella” sin ponerle nombre. Paulina dice
que el dibujo no está bien marcado, como para justificar la danza de
identidades. Pero el dibujo no bien marcado apunta y señala las marcas
interiores que hacen que uno vea la esposa, otros la hija y otros prefieran
callar.
La princesa sometida y aterrorizada por el verdugo de Lucila, deberá rendir
cuentas ante cada princesa y cada verdugo involucrado en este caso.
Si Freud es un fantasma plasmado detrás de la que fuera su gran amor,
como dice Eduardo, habrá que buscar el fantasma detrás del fantasma.
Eduardo abre con Freud un diálogo de caballeros, un pacto de caballeros. El
trato podría consistir en lo siguiente: yo lo visto de fiesta, disimulo el hombre
lobo bajo una piel de cordero, y usted no me mira directamente a los ojos. Yo
le permito que usted despliegue lo que Lucila llama su gallardura
embriagadora, y usted, orienta su vista, en palabras de Paulina, en otra
dirección. Y además le remarco los ojos para sellar el pacto, para que la
mirada no se escape y mire lo que no debe ser visto, para que usted no
ejerza su oficio de poner el ojo en un lado y la bala en el sitio menos pensado.
Todas las cosas tocadas por sus manos son de inconmensurable valor par
mí, dice Karina. Pero las manos de hombre lobo tocan y dejan la huella de la
uña tornada garra bajo la luna llena. Pero la mirada de Freud araña más que
una mano de lobo. La mirada de lobo, la palabra de lobo, pone una luna llena
donde parece haber un sol salvando la noche.
Aurely retorna al Freud de la dinamita, al que trae la peste, al que amenaza
con hacer estallar el bosque de los gnomos transformados de pronto en
perversos polimorfos. Guadalupe dice que fluye el miedo al imaginar las
líneas en el cuerpo…
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De quién es ese miedo? Qué podrían decir las líneas del cuerpo si el miedo
permitiera trazarlas? A dónde iría Freud si se le diera la licencia de tener
piernas? A experimentar con lo prohibido, parafraseando a Aurely?
Juan Carlos, Karina, Lucila, hablan de ventrílocuo o marioneta. La mitad no
terminada del cuerpo de Freud es la única mitad terminada. Entendámonos
Quiero decir con esto que sólo lo que no está dibujado existe; por algo no se
lo dibuja. Pensemos en las líneas que Aurely no traza. Dice Juan Carlos que
a Freud le robaron las piernas y una mano por confiar tanto en los demás y
por dejarse manipular por cualquier extraño. Por eso Aurely no dibuja las
piernas, para que no las roben los que quieren adivinar los secretos de
Freud caminado con sus piernas. Como dice Guadalupe: al fin está hecho,
no hay vuelta atrás…
Juan Carlos vuelve a un Freud que evoca en muchos un vagabundo. Tanta
referencias al vagabundo, al desaliño y a la suciedad, en varios dibujos,
debería darnos que pensar. Sobre todo si en las fotos, los mismos
reconocen un Freud pulcro, cuidado, elegante y hasta seductor. Karina
advierte: es raro imaginarte de esa manera. Pero a pesar de que la lógica no
ampara esta visión, esta visión existe y vuelve en Juan Carlos. Así como el
Rey Midas de la leyenda convierte en oro todo lo que toca, el Freud de la
leyenda convierte en sucio todo lo que toca. Toca la niñez y la convierte en
perversos polimorfos, toca el amor de los hijos y lo convierte en Complejo de
Edipo, toca a Dios y lo convierte en la extensión de padre idealizado. Ashlin
dice que parece un señor de la calle. Y quizá sea bueno rescatar ese Freud
de la calle, tanto como Freud rescató en el discurso del lego una visión de los
sueños y de la enfermedad más próxima a la verdad que la de los científicos
de la época. Juan Carlos hablando de si mismo dice que su dibujo es el
mejor y que el autor debe ser inteligente, brillante y atractivo. Juego de
espejos, aquí está, aquí no está, lo de Freud, lo tuyo, lo mío.
Lucila nos trae un Freud condecorado, un Freud olímpico, un Freud en el
podio de los vencedores ostentando sus medallas: el reloj a la izquierda, el
puro a la derecha, la vagina y el falo, el sexo que marca la hora y el sexo
humeante.
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Dice que imagina un Freud homosexual, o mejor dicho bisexual. Pero dibuja,
en realidad, un Freud hermafrodita. Juan Carlos dice que se fumó el puro
antes de tiempo. De qué tiempo? Del tiempo que el otro necesita para ver
detrás de la cortina de humo, las figuras que evocan lo que no quiere ver?
Karina agrega un tiempo que no es nuestro aliado; Magaly un Freud
invencible; Jessica, la balanza de lo femenino, Paulina, unos hombros
demasiado anchos; Janeth, un Freud confundido. Hubo otros dibujos de un
Freud afeminado, en la postura, en la cadera, en la mirada. Pero este Freud
convoca más fantasías porque pone lo hermafrodita en símbolos, y a veces
los símbolos golpean más fuerte que el discurso más descarnado. Un reloj
de bolsillo y un puro. Dos condecoraciones puestas en el otro que dejan a
salvo al que dibuja, al que comenta, al que ahora escribe.
Guadalupe dibuja un Freud acribillado, con cuatro agujeros en línea sobre
su pecho y su estómago. Donde Juan Carlos ve una niña disfrazada de
Freud, Lucila y Aurely ven ternura, Paulina destaca la sonrisa, Jenny la
felicidad, Karina la despreocupación, Janeth alegría y cansancio, Eduardo
un niño pequeño feliz por sus actos y Jessica un Freud tímido y amable. Pero
quisiera volver al Freud acribillado, agujereado, y el consenso en omitir los
agujeros. Como si en Tijuana ese dato no fuera relevante. Es Freud un
nuevo Cristo que recibe la cruz con alegría? Es Freud un Mesías de sí
mismo que no tiene a quién reclamarle por el abandono? Es Freud un
emigrante sorprendido en una frontera sagrada e inviolable? Es Freud un
mito construido sobre una mito?
Quizá, recogiendo las palabras repetidas en los comentarios, se trate de
Freud y su niñez acribillada conectando desde esa experiencia con todos los
niños acribillados por una madre que se niega y un padre que se impone.
Jessica aligera las líneas y toma el brazo de Freud. Es la historia del guía
que termina siendo guiado, del ciego que conduce al lazarillo, del maestro
que termina aprendiendo más de lo que enseña. Es un dibujo arquetípico,
que va más allá de Freud y de Ana, de Freud y de Jessica. Es un dibujo que
va más allá de lo sospechoso que alude Juan Carlos, del incesto para
ponerle nombre a la sospecha. Eduardo dice que son dos pequeños
jugando a ser adultos, y allí radica la gracia del juego.
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Mirando el dibujo: quién podría afirmar quién guía a quién? Cabría
preguntarse si fue solo el azar lo que determinó que éste fuera el último
dibujo incorporado a la serie; constituyéndose misteriosamente, en el dibujo
que abre otra serie.
Al fin y al cabo Freud lo dijo alguna vez, quizá con otro sentido: el niño es el
padre del hombre.
Hemos hablado, supuesto, fantaseado, atribuido sentidos e intenciones.
Los dibujos y los comentarios despertaron fantasmas, provocaron la idea,
aludieron lo personal y lo grupal, lo no dicho se convirtió en palabra, y cada
palabra señaló universos no dichos. Así se construye la identidad
profesional, la opción de ser psicólogo, la fuerza que orienta hacia una u otra
opción teórica. Muchos creen que los estudiantes de psicología y los
psicólogos leen a todos lo autores, evalúan y luego eligen. Torpe mito
cartesiano! Pienso, luego elijo.
El proceso es más complejo, subjetivo y emocionante. Éste es parte de ese
proceso. Y las aguas necesitan pasar y pasar bajo el puente para luego
decantar una identidad que parece tan natural como si nunca hubiera sido
construida. Este taller realizado en el marco de la asignatura Dialogando con
los Clásicos de la carrera de Psicología de Cesun Universidad intenta poner
en evidencia lo que todos sabemos. Cada cual construye el Freud interno
con los fantasmas de que dispone. Nadie puede apurar lo que se resiste a
ser apurado. Dice el dicho popular: al que madruga Dios lo ayuda. Pero otro
dicho le contesta: no por mucho madrugar, amanece más temprano.
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