Zona de monstruos

Transcripción

Zona de monstruos
¡pELIGRO!
ZONA DE MONSTRUOS
Biblioteca Infantil
LibroAlegre Montedónico
¡pELIGRO!
ZONA DE MONSTRUOS
Editado por el Centro Chileno Nórdico de Literatura Infantil, año 2014
San Enrique 339-A, Cerro Alegre, Valparaíso- Chile.
www.libroalegre.cl
Coordinación general: Evelyn Badilla
Monitoras de talleres: Evelyn Badilla, Carolina Pinochet y Karin Halldorf.
Realización de talleres en: Escuela Montedónico, biblioteca LibroAlegre
Montedónico y PPF Playa Ancha- Laguna Verde, Sede YMCA Montedónico.
Ilustración en protada: Esteban Estay
Edición y diseño: Evelyn Badilla
Corrección de textos: María Antonia Carrasco
Nos gusta tomar sangre, comer directores y profesores,
jugar a la pelota y al pillar y cenar cerebros de niños
cuando nos enamoramos.
Somos astutos, nos escondemos muy bien en los
rincones oscuros y debajo de las camas para aterrorizar
a los niños, nos da mucha risa cuando se hacen pichí
de puro miedo.
A veces nuestra vida es un poco dura, nos cansamos de
comer gente, dar sustos y andar ocultos.
Si quieres saber de nuestras monstruosas historias,
devórate este libro.
Los monstruos
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Algunos monstruos…
Somos flojos y nos quedamos dormidos,
no vamos a la escuelavan a la escu
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MONSTRUOS
EN VERANO
Green y Escubi van de paseo a la playa porque es verano y tienen
mucho calor. Les gusta ir porque hay niños, y los niños hacen
castillos de arena, y a Green y a Escubi les fascina destruir los
castillos. A Green le gusta asustar a los niños y a Escubi le gusta
comérselos.
Pero el salvavidas es más grande y los monstruos se asustan
y mejor se van al bosque. Llegan enojados y peleando entre
ellos, pero después se les pasa la maña y se hacen amigos de
nuevo. Ahora planean ir a una piscina, y aunque ahí no hay
castillos, van más niños que a las playas.
Cuando los monstruos llegan a la playa, todos los niños se
asustan apenas aparecen y queda la gritadera. El salvavidas
llega y los echa de la playa. Los monstruos no se quieren ir
y pelean con el salvavidas.
- ¡Váyanse, cara de trasero!, los reta el salvavidas.
- No nos vamos, tenemos hambre y nos vamos a comer a todos,
le dice Green.
- Y a ti también viejo feo, dice Escubi.
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Escrito e ilustrado por:
Slomick, 10 años y Sofía, 9 años.
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LA CICATRIZ
MALDITA
Le daba vergüenza tener esa cicatriz porque los otros monstruos
lo molestaban, le gritaban “cara quemada”, “ándate de aquí, cicatriz”.
Los niños no le tenían respeto, ya no daba miedo
porque andaba con cara triste y no le resultaba asustar.
A Mandala le gusta dormir harto, pero en la noche tiene que salir a
trabajar asustando niños. Toma café para no quedarse dormido y le
echa diez cucharadas de azúcar. Un día estaba tomando café y tenía
la pierna arriba de la mesa y, de repente, la mesa se tambaleó y el
café hirviendo se le cayó encima, entre la pera y la boca. Gritó de
puro dolor y se puso barro con agua para que no le quedara marcado,
pero le quedó marcado con una cicatriz.
Un día se le ocurrió ponerse pintura en la cara para ser más feo
y se hizo un dibujo en la cicatriz. Se veía terrorífico.
“Con este dibujo asustaré a todos”, se dijo.
En la noche salió y asustó al primer niño que vio. El niño se hizo
pichí de puro terror y les contó
a sus amigos que había visto un monstruo horroroso.
Como le resultó, ya no tiene pena y sale a asustar a todos.
Hasta los otros monstruos le tienen miedo.
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Escrito e ilustrado por:
Yerico, 11 años.
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FAMILIA DE
MONSTRUOS
Lela tiene 7 años, iba a una escuela
normal y su papá y su mamá la
querían mucho, la llevaban a la plaza
para que se columpiara. Lela antes
era una persona normal, se llamaba
Fernanda Herrera y vivía en una casa
muy bonita. La mamá se llamaba
María y ordenaba la casa y le hacía
la pieza a la niña sólo cuando iba a la
escuela porque el fin de semana la
hacía ella solita. El papá flojeaba en la
cama y a las 4 de la tarde se iba recién
a trabajar, cargabas sacos de papas
en la feria.
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A la familia le gustaba mucho ver películas de monstruos y un día
vieron una que les gustó tanto, tanto que quisieron convertirse en
monstruos. Entonces fueron donde la Madrastra para que los
convirtiera en monstruos. La Madrastra vivía en la población y
todos le decían la Madrastra porque era mala, vieja y fea.
Las madrastras son malas, haces cosas como mandar a comprar
pan de noche a sus hijastros. La familia le pagó a la Madrastra y
ella los convirtió en monstruos, les dio una sopa de sangre
venenosa. Todos la bebieron y se convirtieron en terroríficos
monstruos.
“Aaaahhh, me estoy transformando en
monstruo”, dijo el papá, y se miró los
brazos, era un monstruo y quedó feo,
tenía colmillos y ojos grandes
con antenas filudas.
La mamá se puso vieja, con nariz roja
y ojos de ampolla de color celeste,
cabeza hueca. Lela quedó con dos
cachos filudos, orejas de ratón,
tres brazos -uno en la panza y
dos a los lados- y muy peluda.
Como eran monstruos, empezaron a molestar a los vecinos, a
asustarlos. Entonces la familia se fue de esa población a otra donde
vivían los monstruos. Encontraron una casa botada y se pusieron a
vivir ahí. La Lela jugaba todo el día con otras monstruas, el papá
seguía siendo flojo y levantándose a las 4 de la tarde, la mamá
monstruosa hacía el aseo y le buscaba piojos a la Lela,
los mataba y se los comía.
Escrito e ilustrado por:
Laurita, 7 años.
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AMOR DE
MONSTRUOS
Monstrico y Peludita son dos monstruos que están
enamorados y van siempre a la plaza a jugar en el
columpio. Se conocieron en la escuela para
monstruos y siempre jugaban a pillarse.
Un día Monstrico se cayó en el patio por mirar a
Peludita y todos sus compañeros se pusieron a reír y
lo empezaron a molestar. Peludita lo fue a ayudar a
pararse y desde ahí se hicieron pololos.
Lo pasan bien juntos y se defienden cuando
los molestan.
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Escrito e ilustrado por:
Jael, 9 años y Millaray, 9 años.
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Algunos monstruos…
Jugamos a la pelota, nadamos y
hacemos bromasan a la ecue
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EL MONSTRUO DE
LAS TORPEDERAS
Pepe es un monstruo al que le gusta nadar bajo el mar, vive
en la playa de las Torpederas. En el invierno la pasa bakán
porque nada y aunque el agua está helada, se siente bien
porque tiene la playa para él solo.
Entonces, Pepe el monstruo empieza a ahogarlos para
asustarlos, los hunde para que traguen agua. La gente se
asusta y se va. Los de Valparaíso ya saben que esa es su
playa y van a bañarse a otra playa porque se corrió la voz.
Pero los turistas siempre vienen porque no saben y Pepe
el monstruo tiene que hacer su trabajo y ahogar a algunos
turistas cada verano para que se vayan.
Todos los veranos es lo mismo, Pepe el monstruo ya
está cansado.
En verano se siente incomodo porque llega mucha gente y no
lo dejan nadar tranquilo. Le caen mal y quiere que se vayan
todos, pero vienen muchos turistas que se adueñan de su
playa.
20
Escrito e ilustrado por:
Mario, 9 años y Jordan, 13 años.
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CAMPEONATO
DE MONSTRUOS
Los Superstricas vs los Supercampeones estaban en el partido por la
Copa Sudamericana de Monstruos en el estadio del Santiago
Wanderers. El jugador Puño de Hierro era el más bueno de todos.
Al final del partido se agarraron a pelear a combos porque a Puño de
Hierro le hacían muchas faltas, le tenían pica, le pegaban patadas,
combos. Los monstruos pegaban por detrás, eran maleteros, y sus
compañeros de equipo se aburrieron y lo empezaron a defender.
El partido terminó y todos los jugadores se tuvieron que
disculpar pero quedaron suspendidos por tres fechas.
Los Superstricas ahora juegan con los suplentes y Puño de
Hierro y sus amigos tienen que ver los partidos desde la
banca. Ahora sólo piensan en que empiece el otro
campeonato. Están tristes y picados, los único que
quieren es tomar la revancha.
Se agarraron a pelear todos los jugadores: Goku vs Vegueta,
Gohan vs Jano, Badok vs Toño y Vellita vs Puño de Hierro. El árbitro
Trunks separó la pelea y les sacó tarjeta roja. “Ya, córtenla de pelear,
si la cuestión es para entretenerse”, los retó.
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Escrito e ilustrado por:
Andy, 10 años; José Miguel, 13 años
y Demis, 9 años.
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MONSTRUOS
DETECTIVES
Puñetazo y Meison son detectives, se conocen desde guaguas
porque nacieron en el hospital al mismo tiempo. Son buenos,
pero molestosos, y juegan siempre con sus pistolas minigones
que se encontraron y que disparan conejos carnívoros.
El malvado Doctor Piñata se los
encontró y comenzaron a pelear.
Los empezó a derrotar y les
rompió sus minigones. También
se metió a la pelea el jefe del
Doctor Piñata, Maléfico, que es
el más malo y les quita la plata a
los pobres. Entonces, para ayudar,
apareció la familia de Puñetazo y
se unieron con todas sus fuerzas y
pegaron un mega puñetazo al
Doctor Piñata y a su jefe Maléfico,
que quedaron destruidos.
La familia, para celebrar el triunfo,
se fue a Fantasilandia,
querían festejar en el Kamikaze.
Meison y Puñetazo fueron al baño y
se encontraron a un señor ahorcado.
Supieron que había sido el Doctor
Piñata y dijeron: “Otro problema más
que resolver”.
Puñetazo y Meison tienen que derrotar al Doctor Piñata, que es un
malvado. Le hicieron una broma pesada y les agarró mala.
Le tiraron una bomba de caca y le dieron náuseas y juró venganza.
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Escrito e ilustrado por:
Jesús, 9 años y Josué, 9 años.
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MONSTRUO
PEGADO AL TECHO
En la calle están Lulú y Estrella esperando a Cristiano y
Ronaldo para ir a la casa embrujada. Los cuatro amigos
monstruos van caminando hacia la casa misteriosa
donde los espera su amigo el Comechicle escondido en
la olla de la bruja.
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Los monstruos llegan a la casa y se ponen a jugar. Juegan tanto que
les da hambre y quieren encender la cocina para colocar la olla.
El Comechicle está adentro de la olla para asustar a los cuatro
amigos monstruos. Los monstruosos van a cortar leña para hacer
fuego y poder cocinar. También traen lechugas, papas, zanahorias,
cebollas y ajos.
Y mientras, el Comechicle se queda dormido de tanto
esperar, así que cuando los cuatro monstruos empiezan a
colocar verduras en la olla, el Comechicle sigue
durmiendo.
Cuando el fuego empieza a quemar la olla, el Comechicle
salta con el calor y se queda pegado en el techo.
Todos se ríen.
Escrito e ilustrado por :
Martina, 7 años; Camila, 7 años; Lucas, 7 años;
Darling, 7 años; Jordán, 6 años; y Daniel, 8 años.
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EL MONSTRUO
TOMBI
Tombi es entero tonto, no puede hacer
nada: no sabe amarrase los cordones de
sus zapatillas, no sabe dibujar, no sabe leer
bien, ni ponerse su chaqueta, siempre anda
con lentes de agua.
Entonces vino su amigo Andy, que es un gran nadador, y
lo salvó. El Tombi tuvo que ir a clases de natación para
poder bañarse en la piscina de los grandes.
Tombi fue de paseo con su curso a las piscinas de la
Curunina y se tiró a la piscina de los grandes sin
flotador y sin sus lentes de agua. Como no sabía
nadar, se empezó a ahogar, tragaba agua.
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Escrito e ilustrado por:
Emelyn, 5 años.
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Algunos monstruos…
Nos escondemos en rincones oscuros y
debajo de las camas
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PEPE EL MALO
Cuando están todos durmiendo, Pepe el malo hace
tiras las camas de los niños, les rompe las patas, las
muerde con sus dientes filudos.
A Pepe el malo le gusta hacer maldades.
Duerme debajo de las camas de los niños.
Los niños se despiertan asustados y se caen de la cama.
¡Rayos! ¿Qué pasó?, dijo un niño una vez.
Jajajajaja, se ríe Pepe el malo.
Los niños le prestan el lugar porque no tiene dónde dormir.
Pepe el malo dice que se va a portar bien y es mentira.
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Escrito e ilustrado por:
Joshua, 5 años.
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MONSTRUITO
CHUPASANGRE
Hay un monstruito que nació en un lugar muy oscuro y tenebroso.
Le gusta volar, tiene dos alas pero son chiquitas, así que se ayuda
dando saltos. Entra a las casas de los niños, se esconde en el
armario y espera a que todos se duerman. Es muy astuto porque
siempre anda calladito y nadie lo descubre. Les chupa la sangre
a los niños y se convierten en monstruitos, y así tiene ayudantes
para no tener que hacer él todo el trabajo.
A Chupasangre le asustan los calcetines hediondos por el olor y el
pimentón rojo, cree que si se lo come se va a envenenar y morir.
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El monstruito Chupasangre fue a casa de un niño que estaba solo y
con miedo. El niño sintió un ruido, encendió la luz y pilló al
monstruito en la pieza. El monstruito también se asustó.
Al niño se le ocurrió algo. -Momentito -dijo el niño al monstruito-,
voy a hacerme un pan porque tengo hambre. Y como el monstruito
tenía hambre, también quiso uno.
El niño se hizo un pan con pimentón rojo y convidó al monstruito.
Cuando el monstruito iba a comer, sintió el olor a pimentón y salió
corriendo asustado y nunca más quiso volver a la casa de ese niño.
El niño nunca más volvió a ver al monstruito y ahora puede dormir
hasta tarde porque no tiene miedo de que algún monstruo le chupe
la sangre. Y el monstruito va a otras casas a chupar sangre, donde
no haya pimentón.
Escrito e ilustrado por:
Javiera, 7 años.
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MI BELLA
MONSTRUA
En un rincón oscuro de una casa vivía un monstruo llamado Tenebroso que
asustaba a un niño que dormía en la habitación del fondo. Tenebroso siempre
practicaba sustos con el niño, era el mejor asustador de toda la cuadra.
Al otro día, el monstruo Tenebroso se estaba arreglando cuando
notó que tenía un colmillo flojo y justo se le cayó. Tenebroso se
puso triste y también se asustó, pensó que no iba a comer bien, y
que el niño no se iba asustar tanto. Antenitas le dijo que no se
preocupara, que pronto le iba a crecer el colmillo y, por
mientras, ella lo iba a reemplazar en el susto. También le dijo
que tomara mucha sangre para que le creciera el colmillo lo
más rápido posible. Tenebroso le hizo caso y en unas semanas
el colmillo creció.
Una noche fría y espantosa, Tenebroso ya había asustado al niño, cuando
abrieron la puerta y apareció una bella monstrua. Tenebroso quedó flechado
con su nariz enorme, sus ojos saltones y su cara llena de espinillas.
“Hola, soy Antenitas -le dijo la monstrua-, me mandaron mis papás para
aprender. Tengo que asustar contigo y seremos compañeros de susto”. El
monstruo sonrió enamorado. Antenitas también se enamoró, y desde ese
momento, todo lo hacían juntos.
Una noche se pusieron de acuerdo para asustar al niño y practicaron hasta
que llegó la hora de asustar. El niño dio unos tremendos gritos
“mamáááááááá”, y lloró harto. El monstruo dijo: “Buen trabajo”, y
después cenaron juntos para celebrar. Pasaron las horas y los dos se
quedaron dormidos.
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Los monstruos tuvieron una cena romántica para celebrar el
crecimiento del colmillo, comieron cosas blandas, por si acaso,
y se hicieron novios. Y siguieron asustando al niño hasta que
creció y se fue de la casa.
Escrito e ilustrado por:
Dafne, 10 años.
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MONSTRUA
ELÉCTRICA
Un día la pillaron que era una monstrua. Se dieron cuenta
porque un niño pesado le sacó el disfraz y la empezó a
molestar, le gritaba: “Horrible, feaaaaa”.
“Cabréate, niño pesado, te voy a comer” le dijo Anabel,
y se lo comió no más, mordiéndolo harta veces. Se lo
comió delante de los compañeros y todos quedaron
asustados y salieron corriendo: “¡Es una monstrua,
no una compañera! ¡Aaaah!”
Anabel vive en la casa nº 5 de la calle La Pocilga del Vertedero.
Puede ir a la escuela de niños porque usa un disfraz de niña.
Se va sola para que sus compañeros no vean que sus papás son
monstruos. Le gusta hacer la tarea y escribir cartas a una
profesora que se fue a vivir a Perú. En el recreo juega a la pinta
y a veces les da corriente a los compañeros que son pesados con
ella y la molestan, les toma la mano y les da la corriente.
La directora la expulsó de la escuela porque era una
escuela de niños y no de monstruos. Y ahora Anabel se
tiene que quedar en casa y se aburre, pero está planeado
un viaje para ir a ver a su profesora a Perú.
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Escrito e ilustrado por:
Darinka, 6 años.
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Algunos monstruos…
Comemos carne cruda y
tomamos sangre
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LA ISLA DE
LA MUERTE
Las mamás de los niños no encontraban a sus hijos, pero siguieron
sus huellas y llegaron hasta la guarida de los monstruos, y se
enfrentaron a ellos. Pero necesitaban ayuda, a una mamá también
se la comieron. Entonces aparecieron los mapuches para ayudar,
tomaron presos a los monstruos y obligaron a que vomitaran
a los niños. Mataron a Babadí, el más terrible de todos los
monstruos, y después mataron a los otros monstruos.
En la Isla de la Muerte viven Babadí y su
familia “los monstruos desagradables”.
Son feos, con ojos rojos y dientes sangrantes.
Se comen a la gente y después la vomitan.
Viven en guaridas secretas, en el día se
esconden y se hacen los muertos, y en la
noche salen a comer a la gente que llega
a la isla.
Después de la lucha, un niño mapuche descubrió a un bebé
monstruo. Era chiquitito y se llamaba Sonic. El niño lo protegió,
le hizo un refugio y se hicieron amigos. Los mapuches lo
dejaron vivir y el monstruo les ayudaba.
Un día llegó un barco lleno de
gente que venía a visitar la isla y
a acampar porque pensaban que la
isla era libre y que sólo vivían
mapuches. Pero no era así, en la
isla vivían monstruos que se
comían gente y animales, para
ellos eran filetes muy ricos.
Un día estaban celebrando y los niños fueron a explorar y los monstruos
se los comieron por copuchentos, los hicieron a la parrilla.
- Mmmm, esto sí que está muy sabroso, dijo Babadí.
- Sí, esta cena está muy rica, dijo el papá.
- Está muy sangriento, dijo la mamá.
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Escrito e ilustrado por:
Juan David, 7 años.
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ATERRORIZANTE Y
ASUSTADORA
Y ahí empezaron los problemas
porque las familias de los monstruos
no se querían. La familia de
Asustadora decía que los de la
familia de Aterrorizante eran
asesinos y la familia de
Aterrorizante decía que
los de Asustadora eran
mentirosos.
En un universo hay un mundo de
monstruos, y en la escuela de
monstruos hay dos monstruos con
“privilegios” (son medio pololos), se
llaman Aterrorizante y Asustadora.
Los dos monstruos se sentaban
juntos, pero no podían dar el paso
de ser novios porque les daba mucha,
mucha pero que mucha vergüenza, y
miedo.
Pasó que en el recreo Aterrorizante
invitó a Asustadora a una cita y
ella dijo que sí y los dos
quedaron muy entusiasmados.
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Llegaron a la cita y ambos estaban
nerviosos y entonces empezó la
charla y comieron de un solo plato
los dos. Cenaron cerebro de niño
con tripas de pollo y brindaron
con sangre. Aterrorizante le dijo a
Asustadora que si quería pololear
con él y ella le respondió que sí.
Los pololos se sintieron tristes, se
escaparon de sus casas y se fueron a
vivir a una casa abandonada en el
cerro. Las familias los fueron a
buscar y los pololos les mandaron un
papel que decía: “Olvídennos si no
quieren que estemos juntos”.
Por orgullo, las familias no dejaron
que estuvieran juntos, así que
Aterrorizante y Asustadora se
quedaron viviendo en la
casa abandonada.
Escrito e ilustrado por:
Millaray, 11 años.
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MONSTRUOS
EXPLORADORES
Se quedaron un rato quietos mirándose:
- ¿De dónde son?, dijo el niño más feo.
- De la escuela Montedónico, contesto el monstruo más bonito.
- ¿Cómo es la escuela?, preguntó una niña fea.
Los monstruos contaron a los niños como era la escuela,
-Ayyy, qué miedo la escuela, dijo el niño.
En la escuela de monstruos de Montedónico estaban Federico,
Ramona y Milton escuchando las historias de terror que su
profesora les contaba. Un día contó una terrible historia de
humanos que vivían en el bosque, que tenían que hacer caso
a sus padres y portarse muy bien. Los tres amigos pensaron ir
a explorar para ver si era verdad lo que había contado su profesora.
Fueron al bosque después que salieron de clases y caminaron mucho
rato. Hasta que de repente se encontraron con un nido de humanos.
Los amigos no lo creían y se acercaron. Caminaron alrededor del
nido y se encontraron de frente con dos horribles niños humanos.
Los monstruos salieron corriendo, los humanos eran feísimos,
tenían dos pies, dos brazos, dos ojos. Los niños también salieron
corriendo por el otro lado del nido hasta que se encontraron de
nuevo y chocaron y se cayeron al suelo.
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Y siguieron conversando, y los niños y los monstruos se empezaron a
hacer amigos. Hicieron un pinic con la colación de ojos de sapo y
patas de araña de los monstruos y las frutas que los niños sacaron de
los árboles.
Siguieron siendo amigos. Se juntan a veces sin que nadie lo sepa.
Escrito e ilustrado por:
Víctor, 6 años; Javier, 6 años; Antonella, 7 años;
Evelyn, 9 años; Joaquín, 7 años y Valentina, 8 años.
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MONSTRUO
MORDECAI
Mordecai es un monstruo muy feo,
como todos los monstruos,
y enojón. Sus amigos lo molestan
mucho, son pesados con él.
Mordecai se siente mal
porque le dicen “tonto embarao”.
Un día Mordecai iba caminando por el bosque y se encontró con sus
amigos que lo empezaron a molestar, le hacían bullying, le decían
cosas feas. Mordecai les dijo: “No me molesten o me los como”. Pero
Rigbi lo siguió molestando, y se lo comió porque ya le tenía mucha
rabia. Benson y Papaleta se fueron corriendo asustados.
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Después Benson y Papaleta se arrepintieron de ser tan
pesados y tenían miedo que Mordecai tomara venganza y
mejor fueron a disculparse. El monstruo se hizo de rogar
un poco, pero al final aceptó las disculpas.
Volvieron a ser amigos y comieron papas fritas.
Escrito e ilustrado por:
Ismael, 9 años y Jeison, 9 años.
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Algunos monstruos…
Venimos del bosque o del infierno
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LOS COME
PROFESORES
Dos monstruos destructores viven en una cueva secreta en el
bosque. Son amigos y les gusta hacer tiras las cosas, los juguetes, y
destruyen las casas de sus vecinos monstruos. Se comen a la gente,
pero sólo cuando tienen hambre. Ahora quieren ir a la ciudad a
comer más personas y a romper más cosas. Además, en el bosque
ya no hay juguetes para destruir.
La gente se defiende con fuego, tirándoles piedras y libros de la
biblioteca. A los monstruos no les duele, pero se asustan,
y mejor se escapan y se vuelven a su cueva secreta.
Llegan muy asustados y dicen: “Mejor pa’ otro año vamos para
allá”. Se quedan en el bosque destruyendo cosas,
ahí nadie los molesta.
Un día encuentran un monstruo bebé sin papás, lo acogen y
le enseñan a destruir con ellos, sólo que el monstruo bebé
les destruye todas sus cosas favoritas.
Se van caminando, y casi terminando el bosque, ven la ciudad.
Se les hace la boca agua pensando en todo lo que van a comer
y destruir.
Llegan a la escuela de Montedónico y lo primero que se comen
es a la profesora de 3° de un bocado, pero le echan sal.
Se comen a todos los profesores.
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Escrito e ilustrado por:
Valentina, 9 años y Erwin, 9 años.
53
MONSTRUOS
AL AGUA
Sus amigos se enteraron de que estaban perdidos en el
océano y los fueron a rescatar en un helicóptero. Cuando
vieron el helicóptero, los monstruos gritaron aliviados.
– Al fin, dijo Duqui.
– Estamos a salvo, dijo Teludo.
Había una vez dos monstruos que eran hermanos, se llamaban Duqui y Teludo.
Querían ir de viaje a la Isla de Pascua para
visitar a sus amigos monstruos pascuenses.
También les gustaba el sol y se podían bañar.
Querían bailar y morder algunos moais.
Juntaron plata y compraron los
pasajes para ir en avión, estaban contentos.
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En la mitad del viaje, en medio del océano, el avión se
quedó sin gasolina. Sintieron un ruido feroz, el avión se
cayó al agua y quedó flotando. Salieron como pudieron y
se tomaron del ala del avión esperando que los vinieran a
rescatar.
Los llevaron a la isla, les dieron jugo de sangre para que se
repusieran. Durmieron muy bien y después salieron a conocer,
destruyeron dos moais y aplastaron algunas palmeras,
comieron langostas y bailaron pascuense. Fueron días súper
entretenidos destruyendo y bebiendo mucha sangre.
Después regresaron y contaron su historia a su familia.
Escrito e ilustrado por:
Brandon, 9 años y Paulina, 11 años
55
MONSTRUO DE LAS
HERRAMIENTAS
Había una vez un monstruo al que le
encantaba construir casas para otros
monstruos. Vivía en un bosque donde
cortaba árboles con sus dientes filudos.
También le gustaba que le dijeran
“Monstruo de las herramientas” porque él
era el único que sabía usar las herramientas.
Su papá le había enseñado a usarlas (tenía
martillo, serrucho, clavos y otras). Los otros
monstruos no sabían.
Se ganó el respeto de los monstruos y como agradecimiento
le dieron nuevas herramientas para hacer más casas.
“Muchas gracias por las herramientas, les juro que voy a
hacer más casas”, les dijo.
Iba a construir casas para otros monstruos porque se les
derrumbaban con los terremotos que había en el bosque, con los
temblores se caían los arboles sobre las casas y también había
avalanchas de tierra y ramas. “Terremotoooo”, gritaba algún
monstruo cuando empezaba a temblar, “se me cae la casa”,
gritaba otro.
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El monstruo de las herramientas se dijo un día: “Siempre lo mismo,
yo voy a solucionar esto”. Plantó árboles más resistentes y construyó
casas más resistentes, pero los árboles demoraban en crecer y no podía
hacer las cosas que le encargaban. Decidió pedirle ayuda a su amigo el
Monstruo de las hierbas para hacer una pócima de hierbas y minerales
y hacer crecer los árboles del bosque. Aplicó la pócima y los árboles
crecieron muy rápido y el monstruo de las herramientas pudo hacer
casas muy resistentes.
Escrito e ilustrado por:
Miguel, 12 años.
57
MONSTRUA DE
TRES CABEZAS
Escali también se enamoró y se casaron al tiro. Llamaron a
los demás monstruos y armaron una fiesta para celebrar el
matrimonio. Medusina estaba contenta y decidió convertir
a los esqueletos en humanos, los miró fijamente a los ojos
con sus tres cabezas y ellos volvieron a la normalidad.
En primavera, Medusina estaba aburrida y fue de paseo a un pueblo
llamado San Miguel Ángel, donde vivían humanos que odiaban a
los monstruos. Cuando descubrieron a Medusina, que era monstrua,
fueron a matarla. Medusina miró a los humanos y con sus tres
cabezas les tiró ácido y los convirtió en esqueletos. A todos menos
a uno llamado Escali porque se enamoró (en realidad no era humano,
era un monstruo disfrazado de humano).
Medusina y Escali se fueron a vivir a una iglesia abandonada
que estaba cerca de un cementerio. Pensaron que en el
cementerio habría otros monstruos y querían tener vecinos,
y era verdad. Vivieron en la iglesia para siempre muy felices
con los tres hijos que tuvieron.
58
Escrito e ilustrado por:
Lucas, 9 años y José , 9 años..
59
MEMBRILLA,
LA COCINERA
Con la ayuda de Frutilla y Manzano, Membrilla hizo un pastel
gigante y entre los tres decoraron el bosque con banderas y
serpentinas. Pasó el rato y la gente no venía. Membrilla estaba
nerviosa, pensaba que nadie iba a venir, sus amigos le daban
ánimo. De repente sintieron un ruido detrás de unos arbustos y
fueron a ver. Eran cuatro niños que estaban escondidos,
no sabían si acercase a la fiesta o no.
- Nos vas a comer, dijo el niño más chico.
- No, po’, si yo no como niños, soy vegetariana.
- Entonces que empiece la fiesta.
En un bosque muy lejano vivía una
monstruita amarilla llamada
Membrilla. A Membrilla le gustaba
mucho cocinar y tenía dos amigos que
se llamaban Frutilla y Manzano.
La casa de Membrilla estaba arriba del
árbol más grande y desde ahí podía
mirar a todos lados y ver el pueblo
Amistosito.
Los que vivían en el pueblo Amistosito
le tenían miedo a Membrilla, creían que
era mala y que los iba a matar o comer
vivos. Pero a Membrilla no le gustaba
comer personas, era vegetariana
y prefería conversar
con la gente que comérsela.
Igual las personas se arrancaban
de ella apenas la veían. Membrilla no
entendía porqué.
Un día se sentó con sus amigos Frutilla y Manzano para pensar y
se les ocurrió hacer una gran fiesta para invitar a todos los vecinos
del pueblo. Como invitación hizo pastelitos y dejó una tarjeta que
decía: “Ven a la fiesta del bosque, te invita Membrilla”.
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Así que empezó la fiesta, pusieron música fuerte y bailaron,
y comieron todas las cosas ricas que Membrilla y sus amigos
monstruos habían preparado.
De tanto ruido que venía del bosque, la gente del pueblo fue
a ver qué pasaba. Cuando vieron que estaban los niños y los
monstruos pasándolo tan bien, no les quedó otra que unirse a la
fiesta. Bailaron y se comieron lo que sobró del pastel. Membrilla
prometió hacer otra fiesta con una torta gigante que alcanzara
para todos.
Escrito e ilustrado por:
Martina, 9 años.
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Algunos monstruos…
Salimos por las noches porque de día
nos molesta el sol
62
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MAGNOLOGIA, EL
MONSTRUO MAGO
En las lejanas tierras de Magnolia vivía el monstruo mago Magnologia.
Magnolia era una ciudad de monstruos donde todos se veían
normales porque usaban magia para verse normales. Magnologia era un
mosntruo tranquilo, hasta que un día llegó Laxus, un mago oscuro que
atacó Magnolia.
Magnologia era el ser más importante, el único que podía derrotar a Laxus,
un demonio que quería ser el rey de Magnolia. Magnologia se enfrentó a
él, pero en el intento lo convirtó en un dragón con caparazón de
tortuga, con puas, dos colas, con cabeza de serpiente, unas alas
gigantes, unos cuernos en la cabeza, un cinturón con dos catanas,
dos sables y garras de dragón. En la transformación le dolió todo
el cuerpo, como si lo hubieran quemado, sus manos y piernas le
quemaban por dentro, gritaba de dolor: “Me duele,
estoy en blanco, aayyy”. Laxus se fue porque gastó
toda su energia en el combate.
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Magnologia se recuperó y salió de
viaje en busca Laxus para derrotarlo.
En el camino se encontró a un
desconocido que era prisionero
de Laxus y tenía que atacar a
Magnologia. El desconocido
lo atacó con fuego, pero Magnologia
lo contraactacó con agua y lo derrotó.
Se fue y pasó por las montañas y por
el bosque, y ahí construyó un refugio
para pasar la noche.
Pasaron diez días y llegó a Kamehasura, la ciudad castillo que Laxus había
construido para tener magos rebeldes y malos. El plan para derrotar a Laxus
era infliltrarse en su base, y lo primero era derrotar a los guardias.
Magnologia quería regresar a la normalidad. Magnologia intento conversar:
“Te doy la oportunidad de solucionar todo y dejar a Magnolia en paz”, pero
Laxus le dijo: “No renunciaré nunca, es mi reino”.
Laxus era cruel y tirano, así que Magnologia tuvo que luchar. Magnologia
se enojó y Laxus hizo un conjuro para quitarle la energía, pero a
Magnologia no le afectó, le
dio más fuerza, así que lo hizo
pedazos. Cada golpe era fatal,
Magnologia puso su poder
final, combinando todos sus
poderes en un ataque final y
dijo ¡Kaniombo Iken! Y se
hizo una gran explosión que
destruyó a Laxus. Al final
Magnolia volvió a la
normalidad, todo se
calmó con la muerte
de Laxus.
Escrito e ilustrado por:
Alexis, 12 años.
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EL ENCANTADOR
DE MONSTRUOS
Alexis estaba en su pieza, tenía escalofríos y mucho miedo porque
estaba solo en la casa y escuchaba ruidos extraños. De repente unos
monstruos entraron a la casa, lo vieron y se lo llevaron amarrado. El
niñito gritó fuerte: “Aaaaayyyyyy, suéltenme”, pero nadie lo escuchó.
Los monstruos se asustaron con tanto grito, pero se lo llevaron igual al
bosque, con los ojos tapados para que no viera el camino.
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En el bosque se lo iban a comer, los monstruos eran buenos para
comer niños. Alexis estaba asustado porque lo iban a poner en una
parrilla para asarlo y comérselo, y entonces se le ocurrió empezar
a cantar.
Les cantó a los monstruos una canción que le enseñaron en la
escuela y los monstruos se desmayaron de tan mala que era la
canción. No la soportaron, despertaron con dolor de cabeza y
Alexis volvió a cantar y los monstruos de nuevo se desmayaron y
de nuevo y de nuevo.
Al final los monstruos se cansaron de tanto desmayarse, cada vez
que se desmayaban se hacían pipí encima. Desataron al niño para
que no cantara más, y se hicieron amigos. Los monstruos hicieron
una fiesta para invitar a Alexis, y el niño se disfrazó de monstruo
y comieron puras cosas ricas de las que hay en las fiestas y nadie
cantó.
Escrito e ilustrado por:
Katrina, 6 años; Peter, 7 años; Darinka, 6 años;
Kris, 6 años; Millaray, 6 años y Jerdy, 6 años.
67
CAMPAMENTO
DE MONSTRUOS
Una noche, Bola de Fuego invitó a Linda a caminar para ver las
flores. A Linda le gustaban las flores y mientras miraban, se perdieron.
Bola de Fuego se puso nervioso, se tropezó y se lastimó la pata. Linda
encontró el camino y fue a pedir ayuda. Vinieron los dos hermanos
exploradores y la hermana exploradora, y los rescataron.
En una noche muy calurosa, la familia Jirafales llevó a su hijo
Bola de Fuego a un campamento para monstruitos.
En el campamento, Bola de Fuego conoció a Linda y se
enamoró. Era la monstrua más terrorífica, tenía un solo diente y
era hedionda a patas. A Bola de Fuego le gustó porque él también era hediondo a patas, pero creía que Linda no lo quería.
Bola de Fuego se enamoró más de Linda y ella le dio su
corazón. Lo pasaron muy bien en el campamento.
Después del campamento chateaban siempre y se
mandaban cartas de amor.
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Escrito e ilustrado por:
María, 11 años y Rosaura, 9 años.
69
MATRIMONIO
MONSTRUOSO
En un bosque oscuro y tenebroso, con muchos árboles y
telarañas, vivían dos amigos monstruos: Florinda y Gruñón.
A los dos les gustaba comer plátanos, cocos, naranjas. Un día
tenían hambre y fueron a buscar comida, pero Florinda se cayó
en una trampa. Era una jaula que había puesto el oso que
cuidaba el bosque porque no quería que los monstruos se
comieran todo. Por suerte, Gruñón pudo rescatar a Florinda.
Con su uña larga abrió la jaula.
70
Florinda le dio las gracias con un beso. Se hicieron
pololos y después se casaron. Invitaron a todos los
monstruos del bosque y a los árboles vivientes.
Tuvieron cien hijos que nacieron de dos en dos, y
construyeron una gran casa en la que cada monstruito
tenía su pieza. Gruñón tuvo que aprender a cocinar y a
hacer las cosas de la casa porque Florinda tenía que ir a
trabajar asustando a niños en las noches. La comida de
Gruñón era muy buena. Los monstruitos
comieron tanto que crecieron y crecieron.
Ahora son monstruos gigantes.
Escrito e ilustrado por:
Cristián, 6 años; Leandro, 6 años; Cesar, 6 años;
Alonso, 7 años; Joselin, 9 años; Gabriel, 9 años;
Román, 7 años y Rodrigo, 7 años.
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Algunos monstruos…
Irán por ti esta noche, ten cuidado...acuela.
72
73
Los talleres
74
75
Índice
Monstruos en verano Slomick Figueroa y Sofía Rojas
10
La cicatriz maldita 12
Yerico López
Familia de monstruos Laurita Guerra
14
Amor de monstruos 16
Jael Lorca y Millaray Murillo
El monstruo de las Torpederas Mario Bravo y Jordan Mella
20
Campeonato de monstruos Andy Guerra, José Miguel Muñoz y Demis Reyes.
22
Monstruos detectives 24
Jesús Montoya y Josué Silva
Monstruo pegado al techo
26
Martina Aguilera, Camila Castro, Lucas Huiman,
Darling Lotina, Jordán Naranjo y Daniel Ovando.
El monstruo Tombi28
Emelyn Alcayaga
Pepe el malo 32
Joshua Silva
Monstruito Chupasange 34
Javiera Sobarzo
Mi bella monstrua 36
Dafne Araya
76
Monstrua eléctrica 38
Darinka Alcayaga
La Isla de la muerte Juan David Vivanco
42
Aterrerorizante y Asustadora Millaray Estay
44
Monstruos exploradores 46
Víctor Bravo, Javier Farías, Antonella Flores, Evelyn
Flores, Joaquín Soto y Valentina Tapia.
Monstruo Mordecai 48
Ismael Díaz y Jeison Sepúlveda
Los come profesores 52
Valentina Fredes y Erwin Iturrieta
Monstruos al agua
Brandon Campos y Paulina Rivera
54
Monstruo de las herramientas Miguel Rodríguez
56
Monstrua de tres cabezas
Lucas Rodríguez y José Luis Ulloa
58
Membrilla, la cocinera60
Martina Arancibia
Magnologia, el monstruo mago Alexis Vargas
64
El Encantador de monstruos 66
Katrina Aranda, Peter González, Darinka La Rosa,
Kris Riquelme, Millaray Rodríguez y Jerdy Torres.
Campamento de monstruos María Farías y Rosaura Rojas
68
Matrimonio monstruoso70
Cristián Araneda, Leandro Aravena, Alonso Lobos,
Cesar Loaiza, Joselin Muñoz, Gabriel Pérez, Román
Pérez, Rodrigo Sandoval.
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Los autores de este libro son cien niños y niñas de las
poblaciones Montedónico y Joaquín Edward Bello, de Playa
Ancha. Todos ellos participaron en los talleres de creación de
cuentos realizados por la biblioteca infantil LibroAlegre
Montedónico entre los meses de abril y
noviembre del año 2014.
LibroAlegre agradece a las encargadas del Programa
Prevención Focalizado de la YMCA Montedónico y a la escuela Montedónico por facilitar sus establecimientos para la
realización de los talleres. Asimismo agradece de forma especial a las profesoras Cecilia Collao y Tamara Sepúlveda,
de la escuela Montedónico, por su colaboración y entusiasmo.
Financia:
Una realización de:
Convocatoria 2014
Región Valparaíso
ONG LibroAlegre

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