"Producing Fruit" Bible Study (Spanish Version)

Transcripción

"Producing Fruit" Bible Study (Spanish Version)
Produciendo
Frutos
Un Estudio Bíblico
para la Gente
de La Conferencia
Anual de Wisconsin
Por:
Obispo Hee-Soo Jung
Rev. Dan Dick
Rev. Ann Spindt Henschel
Rev. Gordon Lind
Rev. Steve Polster
Rev. Sam Royappa
Rev. Deborah Thompson
Contenido
Usando el Estudio Bíblico Produciendo Frutos.............................................................1
Sesión 1: Introducción.................................................................................................3
Sesión 2: La Abundancia de Dios.................................................................................6
Sesión 3: Reclutamiento: Llamado de Dios para ser una Bendición y Luz......................10
Sesión 4: Los Dones de todo el Pueblo.........................................................................14
Recursos Sugeridos.....................................................................................................18
Derecho de copia 2013, La Conferencia Anual de Wisconsin
Todas las citas de la Escritura, a menos que se indique de otra manera, son tomadas de la Nueva Versión Revisada,
derecho de copia 1989, División de Educación Cristiana del Concilio Nacional de Iglesias de Cristo en los Estados
Unidos de América. Usado con permiso. Todos los derechos son Reservados.
Las citas de las escrituras marcadas NIV son tomadas de LA SANTA BIBLIA, NUEVA VERSION INTERNACIONAL®, NIV®
Derecho de Copia © 1973, 1978, 1984, 2011 por Biblica, Inc.™ Usado con permiso de Zondervan. Todos los derechos
reservados mundialmente.
Usando el Estudio Bíblico “Produciendo Frutos”
Las siguientes instrucciones son para como usar el material como estudio en grupos
pequeños. Siéntanse en libertad de usar este material en la mejor manera que sea
conveniente y que mejor se ajuste a su contexto único; por ejemplo, como fundamento
para predicar una serie de sermones.
Si usted se está preparando para dirigir o facilitar el Estudio Bíblico “Produciendo Frutos”,
en un grupo pequeño, aquí están algunas sugerencias para ayudarle a hacer que el estudio
fluya mejor y provea una experiencia fructífera para todos/as.
Preparación para Produciendo-Frutos
Lugar de Reunión. Asegúrese con tiempo anticipado de que el ambiente de la reunión
este listo. ¿Hay suficientes sillas? ¿Alumbramiento adecuado? ¿Temperatura moderada?
¿Tiene todos los suministros y materiales que usted necesita? La manera más efectiva
para que el grupo pueda compartir, es hacerlo en un círculo.
Formato. Cada una de las cuatro sesiones puede tomar de 60-90 minutos. También, cada
sesión se puede dividir en dos, y ofrecerse en un formato de ocho clases para Escuela
Dominical. Es importante que el grupo de estudio decida el formato más conveniente para
ellos/as.
Fecha, hora y lugar. Asegúrese de que cada uno/a de los que desean asistir, tengan una
información clara de la fecha, hora y lugar de las sesiones de estudio.
Oración. Cada miembro del grupo comienza con un estado único en el desarrollo de su
fe, basado en su propia experiencia y percepción. Ore para que Dios trabaje en la vida de
cada persona en el grupo.
Lea con anticipación. Haga nota de las percepciones, entendimiento y preguntas que
usted crea son importantes. Prepare sus respuestas a las preguntas del estudio.
Facilitación el Estudio “Produciendo-Frutos”
Mantenga lo primero, en primer lugar: Su papel primordial es usar el estudio como medio de
gracia, ayudando a los/as individuos y la comunidad a moverse hacia un discipulado fiel.
Mantenga las interrupciones al mínimo. Poner en silencio los teléfonos celulares. Al comienzo
de cada sesión, pídale a los/as participantes que apaguen, o pongan en silencio sus celulares.
Comenzar a tiempo. Respete el tiempo de las personas que están a tiempo. Si usted hace
esto fielmente desde la primera sesión, los/as participantes tenderán a llegar temprano.
Asegúrese, sin embargo, de dar la bienvenida a las personas que lleguen tarde. Esto,
ayudará a que se integren al grupo más rápido.
Termine a tiempo. Independientemente de donde se encuentre en su sesión, cuando
llegue el tiempo acordado para terminar, dele la oportunidad de salirse a los miembros/
as del grupo que así lo necesiten. Luego, trate de concluir la sesión tan pronto como
pueda. Comuníquele al grupo que usted valora y respeta el tiempo de los participantes.
Este preparado/a para las personas que quieren quedarse y desean hablar al final de la
sesión. Si usted necesita salir o cerrar el edificio a cierta hora, deje esto claro durante la
reunión. Asegúrese de estar pendiente a la hora que sierra el cuido de niños/as.
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Discusión de Grupo en el Estudio “Produciendo-Frutos”
Comparta su entusiasmo. Comunique el valor e importancia de una participación completa.
Esto se demuestra mejor cuando se puede escuchar a los/as demás de una manera activa.
Si usted es la persona que habla más la mayoría de tiempo, el grupo puede volverse
pasivo en su participación.
Anime a que la participación sea “segura”. A pesar de que usted quiere que todos/as
participen, tenga cuidado de no poner en apuros o aprietos a alguien para que participe.
Déjele saber a los/as miembros del grupo que no tienen que contestar las preguntas que
ellos/as encuentren no confortables. Siempre esta bien el decir no, o decir paso.
Deje que cada uno/a hable. Divida el grupo en grupos pequeños para discutir algunas de
las preguntas. Esto animará a una mejor participación. Especialmente para aquellos/as
que no se sienten confortables en un grupo mas grande.
El Silencio, esta bien. Evite llenar el silencio de una manera rápida. Si nadie responde
después de algún tiempo, trate de reformular la pregunta de diferente manera, y haga la
pregunta de nuevo.
Dirija de manera amable. Si la conversación se desvía del tópico, evalúe amablemente
la necesidad y guie la conversación de nuevo para recuperar el tópico, o permitir que la
conversación continúe para que de sus propios frutos.
No se preocupe acerca de ser el experto/a. Ninguno/a de nosotros tenemos la
respuesta todo el tiempo. Búsquenla juntos. Deje que el Espíritu Santo tome control.
Cuando los miembros del grupo busquen en usted las respuestas definitivas, enfóquese
en compartir ideas en lugar de dar consejos. Si usted no se siente equipado/a para
responder a los asuntos o preguntas hechas, invite a la clase a investigar las respuestas
y después compartirlas con todo el grupo en la próxima clase.
Edifique la confianza. Edifique sobre las destreza y habilidades de los miembros presentes
y afirme sus repuestas.
Gócese en el Proceso. Disfrute el aprendizaje y el crecimiento con el grupo. Confíe en el
Espíritu Santo para que trabaje a través de su liderato para cumplir el propósito de Dios en
la vida de los miembros del grupo. Espere descubrir sorpresas en el caminar del estudio.
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Sesión 1
Introducción
Gálatas 5: 13-1; 22-23; 6: 1-10
Oración de Apertura
Dios de gracia y amor, ábrenos ahora para que podamos recibir palabras de sabiduría
a medida que juntos discernimos las posibilidades ilimitadas de tu promesa de
verdaderamente despertar hacia el poder del Espíritu Santo. Rodéanos con la divina
experiencia de tu sublime gracia, a medida que tratamos en amor de compartir en
el gozo de tu abundancia.
Discípulos que producen frutos
Gracias por involucrarse con nosotros en este estudio. Antes que comencemos, exploremos
algunos conceptos teológicos claves y establezcamos un solido fundamento para nuestra
experiencia juntos.
Como ustedes muy pronto experimentarán en los pasajes de la escritura y en el compartir
de esta guía de estudio, nuestro Dios es un Dios de abundancia. Desde la primera historia
de la creación en Génesis hasta los últimos pasajes del Apocalipsis, y en casi todo el
intermedio, encontramos las promesas de la abundancia de Dios. Dios provee recursos en
abundancia, abundante amor, abundante gracia. Por ejemplo, Dios le dice a los ancianos
y sin hijos Abraham y Sarai (nosotros los conocemos como Abram y Sara) que ellos son el
comienzo de una gran nación.
Los dos están escépticos, Sarai se ríe, pero en la abundancia de Dios, esto ocurre. En
nuestro estudio, descubriremos un Dios de abundancia.
Pero este, no es un estudio acerca de prosperidad. No hay promesa de que nosotros como
individuos tendremos todo lo que queremos. Lo que encontraremos es la promesa de
que Dios estará con nosotros cuando no tengamos nada. No es la abundancia de cosas
materiales como bendición lo que hace nuestras vidas ricas y completas; es la experiencia
de dar y compartir la que trae gozo y propósito.
Este es un estudio de como podemos ser compañeros y compañeras con Dios en producir
el buen fruto que se describe en la Escritura.
Nuestro estudio nos invita a estar abiertos para explorar los dones que Dios nos ha dado.
Dios nos ha bendecido con muchos dones, y cada uno de nosotros/as ha sido dotado/a
para explorar estos dones dentro de nosotros/as y con otros. Cuando aprendemos y
desarrollamos nuestros dones, descubrimos que Dios abre nuevas maneras y lugares
para que usemos nuestros dones en el mundo.
Uno de los conceptos teológicos que encontramos en nuestra experiencia de fe es la
expectativa que Dios tiene de que todos aquellos/as que creen puedan vivir su fe de
manera que puedan compartir sus vidas. Una manera de expresar esto es encontrar formas
de “producir fruto.” Juntos, esperamos aprender el Fruto del Espíritu que Dios intenta
que experimentemos y compartamos en comunidad. Solamente cuando compartimos y
aprendemos juntos es posible para nosotros/as el producir fruto que alimente nuestras
propias vidas y el mundo.
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Además de la abundancia de Dios y explorar su llamado hacia nosotros/as para usar
nuestros muchos y variados dones, nuestro estudio ayudará a los y las participantes a
entender el llamado de Dios a invitar e incluir a otras personas en nuestra jornada. El
estudio nos ayudara a encontrar en la Palabra de Dios la manera de alcanzar a otros/as
que todavía no están en la jornada de la fe. Podríamos referirnos a esto como movernos
de nuestro enfoque de retener aquellos/as que ya están con nosotros/as, y movernos
hacia enfocarnos en reclutar nuevas personas, poniendo especial atención a la diversidad
de personas alrededor nuestro en nuestras comunidades, y a la gente joven quienes muy
a menudo no están involucrados/as con ninguna Iglesia. Vivir vidas que producen Frutos
puede atraer a otros/as, y también a que podamos aprenderemos juntos como hacerlo.
Les invitamos a que le pregunte a alguien que no esta conectado/a con alguna Iglesia, a
que venga con usted al estudio y así crecer juntos en el estudio de la Palabra e Dios.
El participar en el proceso de este estudio nos requerirá ver profundamente dentro
de nosotros/as y a esforzarnos para responder a preguntas que no son fáciles de
responder. Este estudio nos requerirá pensar acerca de nuestros dones y como Dios nos
ha dotado de ellos. Es muy probable que como resultado de este estudio las personas
participantes profundizaran su entendimiento de lo que significa ser un discípulo/a de
Jesucristo y a producir el fruto del Espíritu Santo en nuestro diario vivir y en la vida de
nuestras congregaciones.
Estamos agradecidos por las personas que han invertido su tiempo y dones en la
preparación y el compartimiento de este estudio. Estas personas han sido bendecidas
con muchos dones y con vidas que producen fruto como discípulos/as de Jesucristo.
Nosotros anticipamos, que si usted participa y se involucra plenamente en este estudio,
usted será bendecido/a y experimentará un cambio fructífero.
Creemos que Dios nos llama, y que a través de este estudio nos daremos cuenta de como
Dios nos prepara, moldea, invita, y nos envía al mundo preparados/as para vivir vidas que
producen fruto de manera que el mundo pueda ver y experimentar a través de nosotros,
el amor de Dios que da la vida.
Preguntas del Estudio
1.¿Que es lo que le atrajo a venir a este estudio? Comparta con el grupo sus esperanzas
en la participación en este estudio.
2.Lea acerca del nuevo entendimiento del Apóstol Pablo acerca de la Ley en Gálatas 3:
1-5. En lugar de la circuncisión, la obra del Espíritu Santo nos justifica en Cristo. ¿Qué
significa para usted ser justificado/a en Cristo?
3.Lea Gálatas 5: 13-14. No mas bajo la ley, las y los seguidores de Cristo son guiados/as
por el Espíritu Santo, quien nos permite cumplir la ley a través del amor. Discuta que es
lo que conlleva amar a nuestro prójimo.
4.Lea Gálatas 5: 22-23. En contraste con las muchas obras de la carne, el Espíritu
produce un fruto singular en la persona justificada, este fruto se manifiesta en nueve
maneras o formas. Haga una lista de las nueve manifestaciones del Fruto del Espíritu.
De ejemplos de como usted ha visto el fruto del Espíritu vivido y expresado en la vida
de otras personas. ¿Cómo ha usted vivido y expresado el Fruto del Espíritu en su vida?
¿Cómo su congregación vive y expresa el Fruto del Espíritu?
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5.Lea Gálatas 6: 1-10. Instrucciones del Apóstol Pablo para vivir en comunidad. Explore y
comparta que significa para usted “sembrar para el Espíritu” para poder así “segar por
el Espíritu vida eterna.”
6.¿Qué cambiaria en la vida y ministerio de su congregación si ustedes viven el Fruto del
Espíritu de una manera plena?
7.Nombre unas cuantas personas que no están conectadas con su iglesia que usted cree
que podría invitar a venir y estudiar la Palabra de Dios con usted. Compartan ideas
juntos, después hagan un simulacro de maneras de como invitarían a estas personas
a unirse al grupo de estudio, o estudiar la Biblia con usted en otro tiempo, ambiente, o
diferente lugar.
Oración de Clausura
Gracias Dios por recordarnos de los muchos dones que tenemos para vivir nuestra vida
de discipulado. Guíanos a ser no solo fieles, sino también fructíferos/as en medio de tu
abundancia. Ayúdanos a soñar y no estar temerosos/as de vivir nuestros sueños.
Empodéranos a glorificar tu nombre en nuestro ministerio con y para los demás,
sirviéndote a medida que invitamos a otros/as a caminar la jornada con nosotros/as.
Ven Espíritu Santo, prepara nuestros corazones, mentes, y nuestras almas para ser bendecidos/as a través de este estudio. Que así sea, en el nombre de Jesús. Amen.
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Sesión 2
La Abundancia de Dios
Génesis 1; Éxodo 16; 1ro. De Reyes 17; San Mateo 14
Oración de Apertura
Dios generoso y de gracia, venimos ahora para oír y para ser recordados de tu presencia
poderosa que sustenta nuestras vidas. Hemos escogido abrazar y hacer nuestros los
dones que tu nos has dado y el conocimiento de que tu eres la fuente de fortaleza y
esperanza de este mundo. Despiértanos a un nuevo entendimiento de tu urgencia para
compartir todo lo que tu provees a medida que decidimos seguirte en el conocimiento
de tu amor, en el nombre de tu hijo Jesús oramos. Amen.
La Abundancia de Dios
Dios hizo la humanidad y el mundo. Dios se relaciona con el mundo y la humanidad como
creador. Esa relación es todo lo que la creación necesita, porque Dios es la fuente y el
sustentador de toda vida, fortaleza, y esperanza.
La creada y creativa abundancia de Dios es un regalo para todos y esta en relación con
todos/as. Abundancia es la condición natural de toda la creación. Es la mentalidad que
Dios da y el comportamiento que los/as humanos pueden escoger. El autor Henri Nouwen
ofrece ejemplos de este tipo de abundancia.
“Hay suficiente para cada uno/a mas que suficiente: alimento, conocimiento, amor…
todo.” …..Cuando vemos personas con hambre, les damos alimento….cuando encontramos personas necesitadas de amor, les ofrecemos amistad…..cuando vivimos con
esta manera de pensar, veremos el milagro de que lo que damos se multiplica….y
aun queda más. (Henri Nouwen Society: Meditaciones diarias, May 6-7, 2012. Ver la
meditación del 5/9/12 archivada en: http://generositymonk.com.
La Biblia demuestra abundancia desde el primer capitulo de Génesis. Génesis Capitulo
1 declara la abundancia de Dios, su generosidad, y la bendición y fructificación de la
creación. Éxodo 16 desplaza la presencia y amor de Dios por su pueblo por medio de
darles el mana en el desierto. La alimentación de los 5,000 en San Mateo 14 enfatiza la
habilidad de Dios para multiplicar nuestros recursos disponibles hasta que todos y todas
tengan más que suficiente.
La abundancia representa la economía de Dios. Dios da más que un pedazo—pan suficiente para cada uno/a. Dios distribuye lo que necesitamos. La gracia de Dios y su actividad es suficiente desde el principio al final, desde la gracia preveniente a la gracia santificante. Pero la abundancia va mas halla de cualquier pensamiento de tener suficiente,
o de tener lo que es suficiente. Tener una mentalidad de abundancia capta la presencia y
poder de Dios, y esto nos guía a la esperanza.
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Escasez de la Humanidad
A pesar de la gloriosa abundancia de Dios, los seres humanos niegan este regalo y escogen vivir en escasez. La escasez es una falsa condición que dice que la tierra y todo lo que
en ella hay pertenece a la gente, no a Dios. A través de los lentes de la escasez nosotros
vemos la realidad como dividida y quebrantada en pedazos por los cuales pelear. Escoger
vivir en una condición de escasez forma nuestras actitudes, mentalidad, y comportamiento.
Como gente temerosa estamos inclinados a desarrollar una mentalidad que nos hace
decir: “No hay suficiente amor para darle a todos, por lo tanto, prefiero mejor tener
mis amigos solo para mi, para prevenir que otros/as me los quiten.” La tragedia sin
embargo, es que a lo que tú te aferras termina pudriéndose en tus manos.
Demostramos nuestra condición humana de escasez en nuestro enfoque de ganadores
y perdedores en los deportes, negocios, naciones, aún en la vida de la iglesia. Comparamos lo que tenemos con lo que tienen nuestros vecinos. Nos da temor que no tengamos a
lleguemos a tener suficiente dinero; nos acaparamos de temor y avaricia. Esto no es nada
nuevo; la Biblia tiene muchos ejemplos de escasez. Tal es el caso que leemos en Génesis
47 que nos enseña a un Faraón temeroso de que no haya suficiente productos a su alrededor, entonces Faraón se vuelve avariento y despiadado, y el pueblo Hebreo eventualmente se convierte en esclavo por la condición compartida de la escasez.
La escasez representa la economía humana. Si hay un pan, entonces todos y todas deben
de pelear por un pedazo. Los seres humanos generalmente fracasan en distribuir justamente lo que la gente necesita. Entonces, la mentalidad de escasez lleva a la desesperación. Es una opción desastrosa que escogemos todos los días.
Escoge Abundancia
No tenemos que seleccionar la escasez, sin embargo. Tenemos una opción. Podemos
escoger la abundancia de Dios con todas sus bendiciones. La elección es nuestra:
Escasez
o
Abundancia
Dependencia Propia
o
Dependencia en Dios
Materialismo
o
Espiritualidad
Consumerismo
o
Generosidad
Negativismo
o
Positivismo
Temor
o
Respeto, confianza, amor
Ciudad Secular
o
Ciudad Celestial
Mono-culturismo
o
Multi-culturismo
Racismo
o
Competencia Cultural
El teólogo Walter Brueggemann escribe que el conflicto y la opción entre abundancia y
escasez es la definición de nuestro problema. Este conflicto nos llama a tomar una
decisión, una que domina toda nuestra vida, dice Brueggemann. Podemos estar “divididos por el conflicto entre nuestra atracción a la buena noticia de la abundancia de Dios y
el poder de nuestra creencia en la escasez.” (“Liturgia de la abundancia, El Mito de la
Escasez.” Por Walter Brueggemann, Christian Century, Marzo 24-31, 1999. Ver http://
www.religion-online.org/showarticle .asp? title=533, accessed February 2013.)
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Necesitamos escoger abundancia---en lenguaje, actitud, y comportamiento. Para beneficio
de nuestro propio gozo y paz, necesitamos escoger compartir en lugar de acaparamiento,
generosidad en lugar de avaricia, hospitalidad en lugar de egoísmo. Por el bien de la
creación, Dios nos llama a escoger sabiamente y a traer un cambio cultural positivo.
Este es un asunto de escoger una mentalidad de posibilidades, preguntando que es lo
que es posible, en lugar de que esta mal o erróneo. Dios nos ha dado a cada uno de
nosotros y nosotras dones, promesas, y posibilidades. Podemos escoger identificar,
abrazar, y vivir cada una de ellas, y vivir una vida personal en santidad. Dios también
ha dado a la iglesia como comunidad de fe, muchos dones y talentos, recursos, y
habilidades. Como la Iglesia, podemos identificarlos y construir sobre ellos, viviendo
en santidad social. El Pueblo de Dios puede transformar la Iglesia y el mundo en lo que
realmente deben ser: El jardín abundante de Dios.
Demostramos la abundancia de Dios en todo y para todo en maneras practicas, comenzando
con el lenguaje que usamos—diciendo que si podemos hacer esto, que si se puede—o
que nosotros podemos llegar a ser eso—o que nosotros y nosotras tenemos los recursos
para ser fieles y fructíferos. El lenguaje puede ser inclusivo, positivo y espiritual, abrazando
las comunidades multiculturales, y todo tipo de comunidades. La Abundancia es pensamiento, lenguaje, y actitud---cuando estos recursos humanos nos guían; los recursos
materiales y financieros lo siguen.
Nuestras comunidades pueden compartir los dones materiales y generar así suficiente
para todos. Con un liderato positivo, es posible testificar del nutrimiento y servicio a
nuestro prójimo. Podemos extender nuestro talento y capacidades hacia todo el mundo,
nuestra parroquia, a la tierra y todo lo que en ella hay. Podemos imitar a Dios en el
escuchar y responder al llamado del necesitado/a. Podemos tomar lo que tenemos—
nosotros mismos/as, nuestros dones, nuestro testimonio, nuestra riqueza—y compartirlo de una manera plena. A través de nuestra conexión en la Iglesia Metodista Unida,
podemos dar todo lo que podemos, y después quedar maravillados/as de lo que Dios
hará con nosotros/a y a través de nosotros/as y nuestros dones y talentos.
Preguntas del Estudio
1.Describa su experiencia de la abundancia de Dios en su vida. Dígale a alguien que esta
cerca de usted como Dios le provisto a usted en todas sus necesidades. Si usted podría
contar una historia o dibujar un dibujo de la Abundancia, ¿que contaría o que dibujaría?
2.Cual es su respuesta a la idea de que la abundancia es “la condición natural de toda
la creación” y “de la economía de Dios” ¿Cómo esta idea esta de acuerdo con su
experiencia? ¿Cuáles son sus preguntas? ¿Sus preocupaciones?
3.Revise los textos bíblicos citados en el Capito.
• ¿Cómo la abundancia de Dios y su generosidad se desplazan en Génesis 1?
• En Éxodo 16, que expectativas e instrucciones le dio Dios al pueblo además de la
provisión del mana?
• En 1 Reyes Capitulo 17, el profeta Elías obedeció la palabra de Dios y fue recompensado
con alimento en medio de la sequia. La viuda de Serepta obedeció la palabra de Dios,
hablada por el profeta Elías. ¿Que clase de abundancia recibió ella?
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• En San Mateo 14, el uso del poder de Herodes fue destructivo y defensivo. El poder
de Jesús es dador de vida y beneficial. Discuta el contraste entre el extravagante
banquete de Herodes y el de la alimentación y sanidad que Jesús hace en este capitulo.
¿Que otras historias adicionales de la escritura demuestran la abundancia de Dios?
¿De que manera estos pasajes le hablan a usted?
4.¿Dónde aparece la mentalidad de escasez en la Biblia? ¿De que maneras usted o su
congregación escogen la escasez en ves de la abundancia?
5.¿Cómo practica usted la abundancia de Dios como individuo, y como la practica como
congregación? Haga una lista de las maneras en que su iglesia toma acción basada en
este aprendizaje. Desarrolle una propuesta para un ministerio de alcance o multicultural que refleje un compromiso para su generosidad.
Oración de Clausura
Amoroso Dios, hemos decidido confiar en ti, no en nosotros/as mismos, o en el mundo.
Porque tu, O Dios, eres siempre la fuente de fortaleza, esperanza, y amor que nos anima a
estar en relación con los demás. Tu sublime gracia rompe las cadenas de la avaricia y nos
permite abrir nuestros corazones para ser testigos de tus inmensas posibilidades. Dios,
tu eres el dador de la vida, y cuando tu respiras tu aliento dentro de nuestro ser, llegamos
a ser transformadores de tu mundo cuando nos movemos dentro y fuera de espacios y
lugares a los cuales tú nos has llamado. A través de tu caminar y tu esperanza sin límites.
Gracias Dios por la oportunidad de ser parte de tu generoso don y por todo lo que tú
nos has dado. Perdónanos cuando olvidamos y algunas veces negamos tu don de amor.
Queremos reconocer nuestro amor por ti, y nunca olvidar que tú estás siempre con
nosotros, ofreciéndote a ti mismo en amor y proveyendo más que suficiente.
Amado Dios, te hemos escogido a ti, no a nosotros mismos, ni al mundo. Porque tu,
Oh Dios, eres siempre la fortaleza, esperanza, y amor que nos hace uno con el mundo
en ti. En el nombre de Jesús, oramos. Amen.
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Sesión 3
Reclutamiento: El Llamado de Dios a ser
Bendición y Luz
Génesis 12: 1-3; Filipenses 2: 14-18
Oración de Apertura
Dios, como prometiste bendecir a Abram de manera que el fuera bendición, nosotros
te rogamos desde nuestro desierto de violencia, hambre, desamparo, y todas las otras
enfermedades de nuestro mundo en necesidad de bendición. Por favor, te pedimos a ti
que derrames tu Santo Espíritu sobre nosotros, de manera que tu luz de salvación a través
de Jesucristo borre todas nuestras lágrimas y temores a medida que caminamos en tu luz
para ser bendición a otras personas. Rodéanos con tu resplandor y guíanos a escuchar los
mormullos de tu amorosa paz. Estamos aquí para escuchar en el ruido y en el silencio de
tu palabra. Habla, Oh Dios. Háblanos ya. Que así sea. En el nombre de Jesús; Amen.
La Gran Comisión del Antiguo Testamento
En Génesis 12: 1-3, Abram es el jugador que abre el Plan de Dios para la misión global.
Dios le dice a Abram que salga de su tierra, y luego Dios le promete: “Hare de ti una
nación grande, te bendeciré, engrandeceré tu nombre y serás bendición…y serán benditas
en ti todas las familias de la tierra.” (NIV)
Teológicamente, este segmento es llamado el “Pacto de Abram.” Cuando vemos el texto
a través de lentes misionales, puede también llamarse la “Gran Comisión” del Antiguo
Testamento. Es el llamado de Dios a Abram, Sara, y sus descendientes, a ser bendecidos y bendecir a todas las familias de la tierra. El llamado y la promesa se repiten tres
veces a Abram (Génesis 12: 1-3; 18:18; 22:18), una ves a Isaac (26:4) y una ves a Jacob
(28:14-15). La idea misional de Dios, desde el tiempo de Abram, fue de bendecir todas
las familias y pueblos, todas las naciones, y todas las razas. Este es el hilo misional que
conecta a toda la Escritura.
El Dios de Abram, Isaac, y Jacob—nuestro Dios---esta interesado en bendecir a todas las
familias, pueblos, naciones, y razas de la tierra. Las palabras de bendición, bendeciones,
bendecido, aparecen no solo a través de Escritura Cristiana; ellas son parte y propiedad
de todos los Cristianos y todas las Iglesias Cristianas. Nosotros/as adoramos al Dios de
las bendiciones, de quien su plan es de dos funciones o maneras. Dios nos bendice, pero
en cambio de esa bendición nosotros tenemos que ser de bendición a otras personas.
Pero ¿Qué es una bendición? Cuando oro “Señor, bendíceme,” Espero que el Señor me
de las mejores cosas en la vida, para mi familia y mi ministerio. Cuando digo “Dios te
bendiga” a alguien, espero que Dios le de a esa persona todas las mejores cosas en su
vida. Poniéndolo de una manera simple, bendición es extender el amor de Dios hacia las
vidas de otras personas.
Dios nos bendice individual y colectivamente como una Iglesia con el propósito misional
de bendecir a otros/as. Si una Iglesia reclama ser una comunidad de fe bendecida a
través de Jesucristo, entonces toda la gente, todas las naciones, y todas las razas deben
ser bendecidas por la Iglesia. ¿Cuantas de nuestras iglesias verdaderamente reclaman
esa bendición de activamente bendecir a otros y otras
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La gente y las comunidades pueden no parecerse como nosotros/as; a lo mejor no hablen
nuestro mismo idioma, pueden a lo mejor nunca a ver visto una ventana decorada en la
iglesia, una torre alta, o un órgano grande; pueden no saber como amar a Dios y a otras
personas. No importa! El hilo misional que conecta el mandamiento de Jesús de amar a
Dios y a nuestro prójimo a través de la iglesia con las comunidades que le rodean es el
gozo de la gran comisión de Dios: toda la gente, no solamente una raza o una comunidad
son bienvenida, abrazada, aceptada, y celebrada.
Peter Block, autor y consultante en la construcción de comunidades de Fe, reto a los clérigos/as y laicos/as de la Conferencia Anual de Wisconsin (En Junio de 2012) a conocer no
solo quienes son nuestro prójimo, sino también a conocer sus necesidades, sus dones y
talentos, y que usemos ese conocimiento para que podamos así determinar los ministerios de nuestra iglesia local, y no al revés. Es una doble bendición, el poder conectar las
necesidades de la gente y sus dones con la visión y misión de las iglesias locales. Esto es
lo que significa en si la Gran Comisión del Nuevo Testamente, “Ir a todas las naciones…..”
(San Mateo 28: 18-20). La gente va a las Iglesias para ser bendecida y salir de allí a la
comunidad para ser bendición a la demás gente de todas edades, naciones, y razas.
Esto esta muy bien expresado en nuestro servicio de Santa Cena, o Santa Comunión,
cuando decimos “Mediante el poder de tu Espíritu, haznos uno con Cristo, uno con los
demás y uno en la obra del ministerio a todo el mundo” (Himnario Metodista Unido, Mil
Voces para Celebrar, Casa Publicadora de la Iglesia Metodista Unida, Nashville, 1996.)
Lumbreras en y para el Mundo
En Filipenses 2: 15b (NVRV) San Pablo escribe: “en medio de la cual resplandecéis como
lumbreras en el mundo,” usando el plural con la palabra “lumbreras” porque Iglesia es
toda la gente, no solo un apersona. El diccionario Webster define la palabra resplandecer
como reflejar, resplandor, fulgor, brillo, y exceder. La gente de la Iglesia, quienes son los
hijos de Dios con la función primordial de ser luz para el mundo (ver San Mateo 5:14),
son llamados y llamadas a reflejar la grandiosa gracia de Dios, de resplandecer e irradiar
el amor incondicional de Dios, de brillar en desinteresado servicio a los pobres y los
necesitados, de brillar fuerte en una fe activa y de sobresalir en el ministerio de la misión
y alcance. Ustedes resplandecen como lumbreras a la gente de todo el mundo, aproximadamente 6.2 billones en comunidades, grupos de gente, naciones, lenguas, castas,
clases y etnias. San Pablo caracteriza aquellos sin fe como “una generación perversa y
mala,” lo cual simplemente puede significar que la gente esta en tinieblas y necesitan ser
traídos/as a la luz para ser lumbreras para el mundo. Este es el contexto para reclutar,
evangelizar, y alcanzar. La gente esta pasando por momentos de tinieblas—tristeza, dolor,
aflicción, desilusión, frustración, enfermedad, y fracaso; estas son oportunidades para la
gente de la iglesia para invitar, para acoger, y aceptar. Somos llamados/as a demostrarle
a la gente “que hay luz al final del túnel” y a guiarles a la luz. Jesús encontró mucha gente
en el momento de sus necesidades y se enfocó en sanarles de manera que ellos podrían
incorporarse de nuevo en su comunidad.
Desde la obscura celda de la prisión en Roma, San Pablo exhorta a la iglesia de los
Filipenses a ser una luz poderosa, “Ustedes, hijos de Dios, la Comunidad de Fe de Filipos,
brillen como lumbreras en el mundo.” En otras palabras, la iglesia en Filipos fue retada a
ir a su comunidad y preguntar: ¿“Esta alguien en estas tinieblas en necesidad de luz.”? El
mismo reto y la misma pregunta aplica a nuestras congregaciones de la Iglesia Metodista
Unida. Es un reto misional. Es una pregunta misional.
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San Mateo 5: 16 dice: “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean
vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que esta en los cielos.” Es probable
que San Pablo habría usado imágenes del Sermón del Monte en sus epístolas. Jesús
predicaba, “Deja que tu luz brille ante los demás.” Pablo escribe: “Ustedes brillen como
las estrellas en el mundo.” En esencia, ambos comunican el mismo mensaje. Nosotros
que reclamamos ser seguidores de Jesús, recibimos el mandato de brillar, ante y en
medio de la gente, y en el mundo. La gente de Dios brilla en tres dimensiones. Nosotros
brillamos hacia arriba: Adorando a Dios regularmente con adoración, confesión, exhortación, oraciones comunitarias y cantos de alabanza. Nosotros adoramos hacia dentro: en
grupos pequeños, educación cristiana, compañerismo, y creciendo los unos con los otros
en comunidad de fe. Nosotros brillamos hacia afuera: Tomando el evangelio de amor y
justicia hacia el mundo, a la gente que esta en tinieblas, buscando ayuda, esperanza,
y sanidad, a la gente que tiene hambre de convertirse en luz. El propósito de estas tres
dimensiones, es de glorificar a Dios, hacer discípulos de Jesucristo para la transformación
del mundo. Dejemos que nuestra luz brille hoy, mañana y todos los días.
Preguntas del Estudio
1.Nombre algunas de las personas en su vida quienes han sido “bendecidas para ser
bendición” para usted. ¿Qué bendiciones ha usted recibido a través de ellos y ellas?
Nombre un momento en el cual usted ha sido “bendecido/a para ser bendición” para
otros/as. ¿Qué bendiciones ha ofrecido usted? ¿En que maneras el amor de Dios ha
sido extendido en su vida?
2.Discuta el ministerio de su congregación. ¿Qué se ha hecho para cuidar de las personas que ya son parte de su congregación (Retención)? ¿Qué se ha hecho para alcanzar
a personas que todavía no están conectadas a su comunidad de fe (Reclutamiento)?
¿Cual es la proporción de retención hacia ministerios de reclutamiento en su congregación?
3.Revise Génesis 12: 1-3 y Filipenses 2: 14-18. ¿Que dicen estos pasajes acerca de Dios?
¿Qué dicen estos pasajes acerca de la humanidad y nuestra relación con Dios? ¿A que
está llamando Dios a su pueblo?
4.Como grupo, haga una lista de los recursos (humanos, materiales, financieros) con
los que dispone su congregación. Después, haga una lista de las necesidades de
su comunidad que ustedes conocen. A medida que comparan las listas, consideren
cuales necesidades se pueden cumplir involucrando y compartiendo los recursos de
la congregación. ¿Qué pasos son necesarios para comenzar este ministerio? ¿De que
maneras puede su congregación conseguir información adicional acerca de su comunidad para poder identificar las necesidades de las personas en su área?
5.Nombre una nueva acción, que usted personalmente tomará para ”brillar hacia fuera
en servicio.”
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Oración de Clausura
Dios, tu eres el guardador de nuestras promesas, tú nos has bendecido con tu amor
incondicional y la seguridad de movernos mas haya de nosotros mismos/as para ser
testigos en el mundo. Permite que tu Espíritu Santo nos guie continuamente para ser la
luz de Cristo, manos que ayudan, y pies para aquellos y aquellas que están en necesidad
de tu gracia, justicia, y misericordia. Ayuda a nuestros labios a cantar y hablar tus
alabanzas a medida que te damos honor y adoración con gozo y obediencia en nuestro
servicio a ti. Nos comprometemos a responder a tu llamado de alcanzar a toda la
gente, independientemente de quienes ellos sean.
Y ahora, con corazones agradecidos, buscaremos brillar la luz de Jesús, tú promesa
redentora de amor, esperanza, y espíritu en aquellos y aquellas que la recibirán.
Gracias Dios, por bendecirnos para que seamos bendición para otros y otras.
En el nombre bendito de Jesús; Amen.
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Sesión 4
Los dones de todo el Pueblo de Dios
Romanos 12: 1 Corintios 12; Efesios 4
Oración de Apertura
Dios Todopoderoso, tú eres el dador de todo lo bueno y de todo don perfecto.
Dones ofrecidos para hacernos uno contigo y uno con los demás. Nos apegamos a la
afirmación del Espíritu Santo, a medida que alcanzamos juntos a otros y otras en amor,
construyendo el cuerpo de Cristo. Venimos hoy, rindiendo nuestras vidas, dándonos
cuenta del valor y la singularidad de quienes podemos llegar a ser cuando estamos
unidos juntos. Humildemente ahora nosotros nos abrimos para hacer tu voluntad,
Oh Dios. En el nombre de Jesús oramos; Amen.
¿Que son los Dones Espirituales?
“Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.” (1 de Pedro 4: 10). Cada uno de nosotros/as
hemos recibido dones de parte de Dios, y Dios espera de nosotros que ejercitemos una
buena administración en el uso de estos dones. ¿Pero que son exactamente estos dones
que Dios nos da? Veinte dones diferentes son identificados en las cartas Paulinas a las
iglesias en Roma (Romanos 12), Corintios (1 de Corintios 12) y Efesios (Efesios 4). Estos
dones cubren un amplio espectro de alcance, testimonio, nutrimiento, y servicio. Dones
de apostolado, evangelismo, profecía, liderato, compasión, servicio, y el hablar e interpretar otros géneros de lenguas, nos mueven hacia el mundo para compartir el amor de Dios.
Dones de conocimiento, enseñanza, discernimiento, sabiduría, que nos ayudan a facilitar
el fortalecimiento y construir comunidad. Dones como el de administración, el dar, el de
sanidad, el de hacer milagros, el de pastorear, el de exhortación, y de fe nos cimientan y
nos empoderan para servir las necesidades que están dentro de nuestra comunidad de
fe y mas allá. La lista de dones que San Pablo ofrece puede ser no exhaustiva, pero ellos
ilustran la obra del Espíritu de Dios en nuestras vidas para equiparnos y permitirnos hacer
la obra de Dios. San Pablo también ofrece algunos puntos de vista importantes en la
naturaleza de estos dones dados por Dios.
Los dones espirituales son dados a cada persona en una combinación única. Algunas personas viven con un grupo de dones por toda su vida, mientras otras pueden ver nuevos
dones emerger y otros dones decaer. Es la responsabilidad de cada persona el discernir y
fortalecer sus dones para el ministerio. El lugar ideal de donde hacer esto es en comunidad Cristiana.
A pesar de que los dones son dados a individuos, ellos son dados para el bien común,
para fortalecer el cuerpo de Cristo. Los dones que Dios da son cinergéticos—significa
que combinados, ellos son mas grandes que la suma de sus partes---Individualmente,
nosotros podemos hacer muchas buenas cosas, pero en combinación o en conjunto con
otras personas con dones, podemos hacer cosas mas grandes; y por la guía y gracia del
Espíritu Santo, podemos hacer aun milagros.
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Dios nos da los dones para traernos en unidad, para conectarnos juntos en una comunidad
espiritual como el cuerpo de Cristo. El cuerpo humano es una gran metáfora. Cada parte
dotada funciona mejor cuando sirve su único propósito en comunidad mística con cada
una de las otras partes dotadas. Todas son igualmente necesarias y valiosas. Otra
metáfora podría ser, la de la computadora: una persona puede ser la procesadora, otra
el monitor, otra el sistema de operaciones, otra el teclado, otra el ratoncito para mover
aplicaciones, y otra el programa de base (software). Cada una tiene su valor propio,
pero la única manera de que cada parte haga su trabajo de una manera potencial es
trabajando juntos en el sistema mayor o completo.
El Fruto del Espíritu:
A medida que crecemos en nuestros dones y aprendemos juntos como usarlos mas y mas
efectivamente, algo maravilloso ocurre: empezamos a producir frutos! Y no cualquier fruto,
sino el fruto del Espíritu. En Gálatas 5: 22-23, San Pablo describe el aspecto externo y la
evidencia visible de que estamos viviendo de un amanera plena en el Espíritu de Dios.
Nosotros seremos conocidos por el fruto que produzcamos. Todas las personas que vean
el testimonio de nuestra manera de vivir en el mundo nos conocerán porque nosotros generaremos y esparciremos amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre,
y templanza. Note que estos no son frutos (Plural), sino todas la facetas del Espíritu Santo
que satura y permea todo lo que decimos y hacemos. Vivir nuestros dones de una manera
fiel en el mundo es un catalizador de una transformación radical. Juntos y juntas, unidos por
el Espíritu de Dios para ser el cuerpo de Cristo encarnado para el mundo, produciremos mas
amor Y gozo Y paz Y paciencia Y benignidad Y bondad Y Fe Y mansedumbre Y templanza.
Llegaremos a ser lo que Dios intento que fuéramos hace mucho tiempo!
En el evangelio según San Juan, cuando Jesús se está preparando para dejar a sus discípulos
para que ellos continúen el trabajo que Él había comenzado, Él les recuerda: “No me elegisteis
vosotros a mi, sino que yo os elegí a vosotros y os he puesto para que vayas y llevéis fruto,
y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, Él os lo de”
(San Juan 15: 16). A medida que crecemos y maduramos en nuestro discipulado, sabemos
que el Espíritu de Dios está dentro de nosotros y nosotras, guiándonos, fortaleciéndonos,
y empoderándonos de manera que produzcamos fruto que dure para siempre. Y que así,
todas las cosas que pidamos en el nombre de Dios, no sean egoístas o cosas personales,
sino como Jesús oró en el jardín de Getsemaní, nuestros deseos sean una humilde oración,
“no como nosotros queramos, sino como tu quieras, Oh Señor.)
Lecciones de Produciendo Frutos
Creciendo fruto tiene cuatro lecciones importantes que enseñarnos.
Primero, si usted quiere crecer saludable y de corazón, usted debe de preparar la tierra.
Quitar las piedras y raíces. Darle aire a la tierra, trabajar en nutrientes y fertilizar, saturar la
tierra con bastante humedad, todo esto antes de sembrar. Para nosotros, la preparación
espiritual de disciplina personal, y la practica comunal de los medios de gracia (oración,
estudio, reflexión, adoración, comunión, servicio, y mas) son esenciales y de gran valor.
Segundo, sembrando y plantando la semilla requiere intencionalidad y diseño. Entender
que es lo que se esta cultivando y que prácticas se utilizan produce el mas grande
rendimiento y esto es críticamente importante. El paralelo espiritual es un proceso de
discernimiento y descubrimiento para identificar nuestros dones y las maneras en que
podemos crecer en ellos.
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Tercero, para cultivar plantas se necesita cultivación, nutrimiento, y una atención regular.
Hay que quitar las hierbas malas, alimentar la nueva planta, cuidarla, y regarla con agua,
esto es importante para las plantas y los arboles. De igual manera Nosotros y nosotras
debemos trabajar juntos para fortalecer y desarrollar nuestros dones, la cual es una
función central de nuestras congregaciones locales. Explore como sus dones pueden
trabajar juntos y encontrar nuevas maneras de usarlos dentro de su congregación, así
como en la comunidad. Las oportunidades de emplear y usar nuestros dones son
importantes aspectos en el proceso de cultivación.
Cuarto, y quizá el más importante, es la cosecha y la distribución. No es suficiente producir
el fruto. Nuestra tarea es dar el fruto—compartirlo con aquellos y aquellas que lo necesiten
mas, de manera que ellos y ellas puedan experimentar la completa dulzura y el alimento
que vine de Dios. Amor, gozo, paz, amabilidad y más que nombres agradables, ellos
llegan a ser para nosotros y nosotras verbos, términos de acción que hacemos por lo
que somos. Somos pacientes en tiempos de intranquilidad y turbulencia. Tenemos
templanza y fe aun en los tiempos más difíciles. Somos benignos con todos aquellos/as
en necesidad, ambles con aquellos y aquellas que están sufriendo y tiene temores,
amorosos con los que no reciben amor, y pacificadores/as donde quiera que vayamos.
Todos y todas hemos sido dotados. Pero esto es solo el principio. Hemos sido dotados
y dotadas para que podamos unirnos al cuerpo de Cristo, empoderados por el Espíritu
Santo para producir fruto, y ser enviados para transformar al mundo. Gracias sean dadas
a Dios.
Preguntas del Estudio
1.Dios valora a toda la gente y les ha dado dones. Discuta ¿Que es lo que sabe usted de
los dones espirituales? Si usted sabe sus dones espirituales, nómbrelos en el grupo.
Comparta como ese conocimiento ha cambiado su relación con Dios y con los demás.
¿A experimentado usted que alguno de sus dones espirituales se desvanece? Explore
herramientas para identificar los dones espirituales y como implementar estas herramientas en su congregación.
2.¿Cómo cambiaria su congregación si cada uno/a compartiera activamente sus dones
espirituales? Comparta historias de dones que se han usado para el beneficio del bien
común en su comunidad de fe. Considere maneras de identificar y nutrir dones para el
liderato en su congregación.
3.A medida que revisa los textos bíblicos en el estudio, ¿Cuáles son los temas mas comunes? Discuta como esos temas se relacionan o producen “Fruto duradero.”
4.¿Qué grupos de personas al corriente no están presentes, incluidas, afirmadas, o celebradas en su congregación? ¿Cómo podrían ustedes conectarse con estas poblaciones o grupos de gente? ¿Qué necesidades necesitan revisarse en el Plan de Ministerio
de su congregación para asegurar que “todas las personas, no solamente una raza o
comunidad sean bienvenidas, abrazadas, aceptadas, y celebradas.” (Ver página # 11).
5.Basado en los dones conocidos de su grupo, planee una actividad de alcance para
conectarse con personas que no están asistiendo en su congregación.
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Oración de Clausura
Dios, reconocemos que somos tu pueblo dotado en la misión de seguir a Jesús y
transformar al mundo. Tu amor incondicional nos mantendrá unidos a medida que
buscamos edificar el cuerpo de Cristo. Hacemos un llamado a ti, Oh Dios, para equiparnos
con tu poder inspirador para que siempre caminemos en fe a medida que exploramos
las diferentes maneras en que podemos hacer la diferencia en el mundo. Prepáranos a
través del Espíritu Santo para que diligentemente podamos invitar a otras personas
a entrar a nuestra comunidad. Esta comunidad nos abraza, empodera, y fortalece para
vivir el producir de fruto de los dones de amor, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, y templanza. Permítenos, Dios, que siempre podamos vivir nuestra vida
fructífera, creciendo en nuestros dones estamos en ti. Ayúdanos a transformar nuestras
vidas a través de compartir el amor y la fe cuando compartimos nuestros dones con los
demás. Te damos gracias, Oh Dios, por darnos maravillosos dones que nos llama a vivir
nuestras vidas, individual y colectivamente, en servicio a ti. En el nombre del que es
el don mas grande de todos—Jesús; Amen.
Conclusión
Comparta en el grupo las maneras en que usted ha recibido bendición a través de este
estudio. ¿Qué cambio fructífero ha usted experimentado? ¿Qué fruto va usted a producir
ahora en su congregación y comunidad?
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Recursos Sugeridos
Arrien, Angeles. Living in Gratitude. Boulder, Colorado: Sounds True, Inc., 2011.
Block, Peter. Community: The Structure of Belonging. San Francisco: Berrett Koehler, 2008.
Block, Peter and John McKnight. The Abundant Community: Awakening the Power of
Families and Neighborhoods. San Francisco, Berrett Koehler, 2010.
Brueggemann, Walter. The Word that Redescribes the World. Minneapolis:
Fortress Press, 2006.
Deymaz, Mark. Building a Healthy Multi-Ethnic Church. San Francisco: Jossey-Bass, 2007.
Dick, Dan R. and Barbara. Equipped for Every Good Work. Wipf & Stock, 2011.
McGinnis, Alan Loy. Bringing out the Best in People. Minneapolis: Augsburg Publishing Press, 1985.
Nouwen, Henri. Reaching Out. New York: Doubleday, 1975.
Pierson, Robert D. Needs-Based Evangelism: Becoming a Good Samaritan Church.
Nashville: Abingdon Press, 2006.
Rainer, Thom S. and Eric Geiger. Simple Church. Nashville, B&H Publishing Group, 2011.
Reese, Martha Grace. Unbinding the Gospel. St. Louis: Chalice Press, 2008.
Schwab, A. Wayne. When the Members are the Missionaries. Essex, New York: Member Mission Press, 2002.
Stetzer, Ed and Thom S. Rainer. Transformational Church. Nashville: B & H Publishing Group, 2010.
Winseman, Albert L., Donald O. Clifton, and Curt Liesveld. Living your Strengths. New York: Gallup Press, 2008.
Traducción al Español provista por Rev. Jorge Luis Mayorga Solis
750 Windsor Street
Sun Prairie, WI 53590
888-240-7328
www.WisconsinUMC.org
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