Aventuras de «La mano negra
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Aventuras de «La mano negra
Unapandillajuvenilprotagonizaestasingeniosashistoriasdedetectivesque gozaránporigualdelfavordeniñosyadultos,yaqueestimulanelsentidode laobservaciónydesarrollanunalógicadeductiva.Lasilustracionessonparte integrantedeltextoytambiéndebenserleídasparadescubrirlaspistasque permitirán capturar a los malhechores. Cada dibujo esconde la solución del enigmacuyarespuestaseencuentraeneltextosiguiente.Loscomponentes de«lamanonegra»,Félix,Rollo,laastutaAdelayelpequeñoKiki,necesitan delaparticipacióndellectorparaquelalecturaseconviertaenjuego. www.lectulandia.com-Página2 HansJürgenPress Aventurasde«Lamanonegra» ePUBv1.0 Garland28.08.11 www.lectulandia.com-Página3 ElinspectordepolicíaFaraldocaminabalentamenteporlacalledelCanalcuando sedetuvoanteelportalnúmero49yobservóunpapelamarillentoenelmarcodela puerta.Eralahojadeuncuadernoescolarconlahuellanegradeunamano.Elpolicía meneó la cabeza sonriendo y murmuró en voz baja: «¡Ah! La juventud de hoyes capazdecualquiercosa».Pensóenunapandillaquesellamaba«lamanonegra»y quehabíaperseguidoconéxitoaalgunosrateros. Enesacasa,despuésdesubirsetentaydoscrujientesescalones,justodebajodel palomar,estabaelaeropuerto.Allísereunía«lamanonegra»,generalmentedespués delcolegio.Félix,eljefe,consutrompeta;Adela,laastutamuchacha;Rollo,consu jerseyderayas;Kikic.a.ysuasiduaacompañante,laardilla(«c.a.»significa«con ardilla») Las aventuras de «la mano negra» habían comenzado un año antes en el aeropuerto.Enestelibroveráscómosehicierondetectivesaquelloschicos. Busca la solución en cada dibujo y anótala en un papel siempre que hayas acertado. Encontrarás la respuesta en el texto de la página siguiente. Lee texto y dibujos con atención y cuando termines el libro, suma todos los aciertos. En la página 187 tienes la clave para poder evaluar si eres un buen detective o... si necesitasafinartusdotesdeobservación. www.lectulandia.com-Página4 Lacasamisteriosa www.lectulandia.com-Página5 1.Unaseñalsegura Duranteunahora«lamanonegra»estuvotranquilaenelaeropuertohaciendolos deberes. Rollo mordía su estilográfica y miraba pensativo a través de los cristales sucios. Sonóun«crac»,Kikic.a.partióunaavellanaasuardillayescupiólascáscaras enunalatadeconservasvacía.Rolloarrugólafrente. —¿Alondraseescribeconhosinh?—murmuró. —Esodependedesiesgrisoverde—contestóAdela,yseechóareír. —Yo,naturalmente,piensoenunpájarocomoeldearriba,enel...¡Caramba!¡No esposible!—Rollolimpióelcristaldelaventana. —¿Quénoesposible?—preguntóFélix. —Que ahí enfrente viva alguien -contestó Rollo—. ¡Si la casa está vacía desde hacetresaños! Toda«lamanonegra»seprecipitóhacialaventana. —Perositodoelmundosabequeenelchalédeenfrentesólovivenunascuantas ratas—exclamóKikic.a.—.Mirad,lasventanasylaspuertasestánatrancadas. —Déjame ver. —y Adela apretó la nariz contra los cristales de la ventana. Despuésdeunratodijo—:YocreoqueRollotienerazón,realmenteenesacasavive alguien. ¿Quédemostrabaquehabíaalguienenlacasamisteriosa? www.lectulandia.com-Página6 www.lectulandia.com-Página7 2.Eltacónenlapared Para «la mano negra» la cosa estaba clara: en la casa misteriosa había una persona, según lo demostraba la chimenea humeante. Por ello, comenzaron a investigarsindescanso.Ycincodíasmástardelaperseveranciatuvosurecompensa. Porlatarde,Adelaviodesdelaventanadeelaeropuertocómounafiguramasculina saltabalavalladelatracaderodelosbotes. A la mañana siguiente, antes de ir al colegio, «la mano negra» se reunió para examinarafondolavalla. —¿Veisahí?—exclamóKikic.a.inmediatamente. —Yonoveonada—dijoFélix. Kikic.a.colocósuardillaencimadelavalla,queenuninstantebajódisparada porunaplantatrepadorayatrapóunobjetoredondo. —¡Eh!—gritóRollo—.Pero¡siestoeseltacóndeunzapato! —¡Escuchadtodos!—ordenóFélix—.Ahoraestamosbuscandoaunhombreal quelefaltaeltacóndeunzapato. Yadecaminohacialaescuela,«lamanonegra»comenzólabúsqueda.Adela,que ibaconsucartera,exclamódepronto: —¡Anda!Éseeselhombre. Yporlatardeinformabaalrestodelapandilla: —Yaveréis,porsuspantaloneslereconoceremos. ¿Qué clase de pantalones llevaba el hombre al que le faltaba un tacón en el zapato? www.lectulandia.com-Página8 www.lectulandia.com-Página9 3.Laratonera «Lamanonegra»sesentóenelaeropuertoyoyócongraninteréslainformación deAdela. —Ahora sabemos que el hombre sin tacón lleva un pantalón a cuadros —dijo Félix. —Peronoconocemostodavíasucara—replicóRollo—.Sientramosenlacasa leatraparemos.Cadaunodenosotrosquenopierdadevistaunapuerta. —¿Ylasventanas?—preguntóAdela. —Naturalmentetambiénhayquevigilarlas—dijoFélix. Tres minutos más tarde estaban todos en sus puestos. Félix vigilaba la puerta delantera,Rollocontrolabaelladodelcanal,Adelaestabajuntoalapuertadeljardín ymirabalacalleatravésdedosagujerosquehabíahechoenelperiódico.Kikic.a. sehabíadisfrazadodeenanoyestaba,comosifueradeyeso,enmediodelasortigas quelellegabanhastalasrodillas.Nisiquieraunratónhabríapodidodeslizarseporla partedeatrássinservistoporél. Pasarondoshorasynadieintentóentrarenlacasa. «No hay nada más aburrido para un detective que vigilar a alguien», pensaba Rollo, y bostezaba. «¡Ah!, ¡caramba! —se le ocurrió de pronto a Kiki c. a.—, el individuollevatodoestetiempoenlacasa.Sindudahayunaentradasecreta,¡yqué astutamenteestácamuflada!» ¿Dóndeestabalaentradasecreta? www.lectulandia.com-Página10 www.lectulandia.com-Página11 4.Elmensajesinhilos Kikic.a.acababadedescubrirlacaradelhombre,cuandosecerróbruscamente latapadelaentradasecreta.«Lamanonegra»corrióagachadaalcuadrodetulipanes. Rolloolióunadelasflores. —Esartificial—dijo. —Levanta la tapa —ordenó Adela—, yo bajaré. Veremos adónde conduce la ratonera. —¿Ysitepasaalgo?—preguntóKikic.a. Adelalevantósubolsa. —ParacasosdeemergenciallevoconmigoaIsolde13. Isolde13eralamejorpalomamensajerade«lamanonegra». Poco después, Adela había desaparecido por la entrada secreta. Se arrastró con precaución a lo largo del pasadizo y llegó a una habitación oscura que tenía una puerta pequeña. Miró alrededor con curiosidad, pero antes de que hubiese podido descubriralgoanormaloyóunruido.Escribiórápidoenunpapel:«Estoyenlacasa, escondidaenunaarca.Saludos.Adela».LuegohizovolarporlachimeneaaIsolde 13conelmensaje. —¿YdóndeestaráAdela?—dijoFélix,ymiróelreloj—.Yahaceonceminutos queestáabajo,esperemosquenolehayapasadonada. —¡Vamos!—gritóRollo—,veamosenelpalomarsihallegadoalgúnmensaje. Pocodespuésestabantodosenelpalomar. —Enefecto,Isolde13estáyaaquí—dijoFélix. ¿EnquéreconocióFélixaIsolde13? www.lectulandia.com-Página12 www.lectulandia.com-Página13 5.ElgabinetedelseñorX DespuésdequeFélixhubieseleídoelmen-sajesinhilosdeAdela,Rolloquiso limpiaraIsoldedelhollínconquesehabíatiznadoensuvueloporlachimenea,pero Félixsenegó. —Déjalo.Yaselimpiaráellasolita. —Exacto—dijoKikic.a.—,miardillasiempreselimpiasola. —¿QuépuedeestarhaciendoahoraAdela?—dijoRollo. Adelaseguíaenlacasamisteriosa.Yenestemomentolevantabaconprecaución latapadelarcaenlaquesehabíaocultadoymirabaalrededor.Todoestabatranquilo. «Lapuerta»,pensódeprontoAdelamirandoporunarendija,atravésdelacual llegabaundébilresplandor.Enseguida,secolocóantelapuertayaplicóelojoala cerradura. Contuvo la respiración. A pocos pasos, delante de ella, estaba sentado el desconocido. Vio que su cuerpo se inclinaba sobre una mesa y que el hombre observabaatentamenteloqueteníaanteél. Unos minutos más tarde la puerta de el aeropuerto se abrió bruscamente y aparecióAdela.«Lamanonegra»saltódealegría,celebrandosuvuelta,sanaysalva. —Hetenidosuerte,muchachos—exc1amó—.Imaginaosquehedescubiertoen quéseocupaelseñorX. ¿CuálpodíaserlaocupacióndelseñorX? www.lectulandia.com-Página14 www.lectulandia.com-Página15 6.Lavitoladorada —¡Muycurioso!—aclaróFélix—.AsíqueelseñorXsededicaprecisamentea lossellos. —Yomismalohevisto—dijoAdela—,ytambiénoshetraídoesto. Abrióunacajadepastillasparalatos. —¡Caramba!—exclamóRollo—.¿Dedóndehassacadoesacolilladepuro? —Laencontréenlaentradasecreta—hizosaberAdelaconsatisfacción. «Lamanonegra»comenzóenseguidaainspeccionarlacolilla. —Tienequeserunamarcacara—dijopensativoFélix—.Purosconvitoladorada sólolosfumamipadreenlasgrandessolemnidades. —¿FumatambiénDonCarlos?—preguntóKikic.a. —No.¿Porqué? —PorquetenemosqueaveriguardóndehacompradoelseñorXlospuros. Todalatardeestuvobuscando«lamanonegra»latiendaenquesevendíanDon Carlos. Pero en vano. También a la mañana siguiente, durante el recreo, estuvieron inspeccionandoconlosojosbienabiertos.Rolloexaminóin-clusolacolillaqueel profesorSchmidthabíatiradoporlaventanadelcuartodeprofesores.EntoncesFélix hizounaseñalconsutrompe-ta.«Lamanonegra»sereunióasualrededoryFélix lessusurró: —¡YasédóndevendenDonCarlos! ¿DóndevendíanDonCarlos? www.lectulandia.com-Página16 www.lectulandia.com-Página17 7.Ojeadaalescaparate «DonCarlossóloenCasaGálvez»,habíaleídoFélixenuncochequepasaba.Por latardesereunió«lamanonegra»enelaeropuertoysededicóabuscarenlaguía telefónica. Era asombroso los Gálvez que había en la ciudad. Incluso apareció una EulaliaGálvezqueerapintoradeporcelana. —¡Aquíestá!—gritóFélix—.CasaGálvez,Tabacos,calleFederico,12. —¡Altrote,altrote!—ordenóRollo. PeroAdelamoviólacabeza. —¡Despacio,joven!—exclamóella—.¿QuévamosahacerexactamenteenCasa Gálvez? —¡Buscarhuellas!—contestóFélix. —¿Quéclasedehuellas?—preguntóAdela-.SabemosqueelseñorXftimaDon Carlos.Pero¿esoesalgoextraordinario?HabrámuchagentequefumeDonCarlos. —PerotúnoshasdichoqueelseñorXtambiénsededicaalafilatelia. —Exacto—repusoAdela. —Entonces todo está claro —dijo Félix—. Tenemos que comprobar si Casa Gálveztienealgoquevertambiénconlossellos. Media hora más tarde la pandilla estaba delante del escaparate de la tienda de Gálvez.Habíapurosengrandescantidades,peroningúnsello. —¡Cómoqueno!—gritódeprontoKikic.a.todonervioso—.¡Mirad,allíhayun sello! ¿Quéclasedeselloera? www.lectulandia.com-Página18 www.lectulandia.com-Página19 8.Elsellofalsodecincuentarupias El sello de cincuenta rupias de Zanzíbar que había en el escaparate acaparó la atenciónde«lamanonegra»durantebastantetiempo. —¿Porquésólolosvenderándeesteprecio?—dijoRollo—.¿Quizáesquehan compradomuchos?¿Quépensáisvosotros? Aldíasiguiente,Adeladecíaenelaeropuerto: —Pero¡hombre,esimposible! —¿Qué?—preguntóFélix. —QuealguientengagrancantidaddesellosdecincuentarupiasdeZanzíbar. —¿Quiéndiceeso? —Mipadre,queensusratoslibrescoleccionasellos—contestóAdela—.Yocreo queesunexperto. —Locreemos—exclamóRollo,queacababadeentraragitandounperiódico—. ¡Leed! «Lamanonegra»leyóenvozaltauntitular:—«Falsificadordesellos». YveintidósminutosmástardeestabanantelacasadelseñorX.Alllegar,vieron quesalíahumodelachimeneayporelairerevoloteabanpapelillosquemados.Kiki c.a.recogióunoquesóloestabachamuscado:eraunsellodeZanzíbardecincuenta rupias. —¡Unmomento!—dijoAdela.Sacódesucarterauncatálogodesellosybuscó —.AquíhayunsellodeZanzíbardecincuentarupias. Kikic.a.locomparóconelsellochamuscadoyexclamó: —Lefaltaalgo.Parecefalsificado. ¿Quélefaltabaalsellofalsificado? www.lectulandia.com-Página20 www.lectulandia.com-Página21 9.Huidaalcanal —Perosialsellolefaltalabanderadelbarconosepodrávender—dijoFélix. —Naturalmente que no —aclaró Adela—. Por eso precisamente los está quemando.Hayunerrordeimpresión.Ahoraselargaráconlasfalsificacionesbien hechas. —Esoesloquetenemosqueevitar—dijoRollo. «Lamanonegra»sedistribuyóalrededordelacasayvigilótodaslassalidas.Pero losminutospasabanynadiesemovía.DeprontosonóuntoquedetrompetayAdela, RolloyKikic.a.seprecipitaronhaciaelpuente. —¡Sehamarchado!—lesgritóFélix—.Vaporlaorillacomounrayo.Llevaun maletíndehojalata. Adelareflexionóbrevemente. —SeguroquequieremarcharseaAustralia.Tenemosqueiralpuerto. Cuando «la mano negra» desembocó jadeante en la calleja del puerto vio al individuoquebajabacorriendolaescaleradelembarcaderoconelbrillantemaletín en la mano. Co- rrieron tras él, pero llegaron demasiado tarde. La pasarela estaba vacía,yenelpequeñoquioscotampocoseveíaalseñorX. —Quizásehayazambullidoenelagua—opinóRollo. —Pero,porlomenos,susombrerotendríaqueflotar—dijoirónicamenteKikic. a.—.Yocreomásbienquesusombreroestáenunsitiomuydistinto. ¿DóndeestabaelseñorX? www.lectulandia.com-Página22 www.lectulandia.com-Página23 10.Enlatrampa Kikic.a.notóqueelseñorX,falsificadordesellos,sehabíametidoenunbote, alverqueunodeellosestabamáshundidoenelaguaquelosotros.Elrestode«la pandilla»tambiénlodescubrió,perosólocuandoelindividuocortólacuerdadelbote ysalióatodavelocidad. —Tarará,tararí—tocóFélixconsutrompeta. Eso significaba «tras él». La pandilla corrió a la calleja del puerto y cruzó el puente para pasar a la otra orilla del canal. El hombre acababa de saltar del bote y estabadoblandolaesquinaatodocorrer.Rolloaúntuvotiempodevercómoentraba enunaobradelacalledelPinar.Luegodesapareció. «Lamanonegra»sesubióaunmontóndearena. —Aunque en realidad el individuose nos haya escapado, siempre podremos proporcionaralapolicíaunadescripcióncompletadeél—dijoKikic.a. —Esonoesdifícil—dijoAdela—,pantalóndecuadros,chaquetanegra,corbata derayas. —Luegocontuvolarespiraciónysusurró—:Rollo,vuelaalpróximoteléfonoy marcael110. —Uno-uno-cero—repitióRollo. —Lapolicíadebeenviartrescochespatrulla.¿Estáclaro? —No,nada.¿Porquétrescoches? —Porqueelseñorsehametidoenunatrampa.¡Atodamarcha,joven! ¿CómoreconocióAdelaelescondrijodelseñorX? www.lectulandia.com-Página24 www.lectulandia.com-Página25 11.Aterrizajeforzoso Silapolicíanohubiesellegadoconlasirenatanfuerte,elfalsificadordesellosse habríaquedadoenlahormigonera.Pero«lamanonegra»viocómoelseñorXvolaba consumaletíndehojalatacolgandodesdeeltambordelasmezclasydesaparecíapor encimadelmuroenunsaltodetigre. —¡Ay!—dijoAdela—.Ésesevaahacerdaño. Pero el señor X no se lastimó lo más mínimo, hizo un aterrizaje forzoso en un montóndeestiércol. —¡Éstehuelemal!—dijoelinspectorFaraldo,cuandopocodespuéscorrióala granjaalmandodetresdotacionesdecochespatrulla. SujetófuertementealseñorX,apesardesusprotestas. —¿Desdecuándoestáprohibidooleraestiércoldevaca?¡Déjeme! —¡Ustedhafalsificadosellos!¿Dóndeestán? Elhombrenorespondióunapalabra. Mientras tanto, los policías inspeccionaron todo el terreno. Pero no encontraron nada.Yaibanadejaralindividuoenlibertad,cuando«lamanonegra»apareció. —¿Quiénessoisvosotros?—preguntóelinspectorconseveridad. —Somos «la mano negra» —respondió Félix cortésmente—. ¿Le podemos mostrardóndeestáelmaletínconlossellosfalsos? ¿DóndesuponíaFélixqueestabaelmaletín? www.lectulandia.com-Página26 www.lectulandia.com-Página27 Eltesoroenellagodeloscastores www.lectulandia.com-Página28 1.Visitanocturna Eranlas11.45cuandolapuertadelacomisaríanúmero11seabrióbruscamentey entróunaseñora. —¡Señoragente!—exclamó—.¡Vengaustedconmigo!Lanochepasadamehan robadolasjoyas. —Siénteseustedahí—dijoelinspectorFaraldo,ysedirigiódenuevoa«lamano negra»—: «... nosotros mostramos entonces al agente que el maletín desaparecido estabacolgadoenelpozoyqueconteníalossellosfalsificados,¿no?». Todosasintieronconlacabeza. —Entonces,firmadladeclaración. —Señoragente,¿nopuedeustedenviaraalguien?—preguntólaseñoradesdeel fondo. —Estántodosfuera,señora...¿Cuálessunombre? —LidiaAcosta. —Antesdenadatieneustedqueponerunadenuncia. CuandodiezminutosmástardelaseñoraAcostaabandonólacomisaría,«lamano negra»laesperabafuera,enlaescalera,yFélixledijo: —Nosepreocupeusted,señoraAcosta,nosotroslaayudaremos. Pocodespuésestabanenellugardeloshechos. —¡Caramba, vaya desorden —dijo Adela—. Pero por lo menos sabemos a qué horaestuvoaquí. ¿CómosabíaAdelalahoraenquehabíaocurrido? www.lectulandia.com-Página29 www.lectulandia.com-Página30 2.Lapistadeltejado —ElrelojdepéndulodelaseñoraAcostaestáparadoexactamentecincominutos despuésdemedianoche—hizosaberAdela—.Elmalhechorbuscabaprobablemente lacajafuerte. LaseñoraAcostalesofrecióbombonesrellenos. —Y el individuo entró en la vivienda por el balcón —aseguró Félix—. Mirad, hayuncristalroto. «Lamanonegra»salióalbalcónyloinspeccionóafondo. —Nohaylamásmínimahuella—constatóRollo,yexaminóelcanalónconuna lupa. —Luego,nuestrohombretienequehabersubidoporeltejado—conjeturóFélix. Kikic.a.acaricióasuardillayledijoenvozbaja: —Estoestrabajotuyo,amiguita. Luego la hizo subir hacia el tejado. Pasado un rato, la ardilla volvió por el canalón,entrelaspatassosteníaalgo. —¡Hombre,unaentradadecine!—gritóRollo—.Estoesunapista. Adelaseladeólatrenzaizquierdaydijo: —Tenemosqueaveriguarquépelículahavisto. «La mano negra» buscó un periódico yestudió detenidamente la cartelera. Félix fueelprimeroendescubrirlo. —Ese individuo ha elegido una película bastante extravagante —dijo, golpeándoseenlarodilla. ¿Cuáleraeltítulodelapelícula? www.lectulandia.com-Página31 www.lectulandia.com-Página32 3.Laentradadecine LapelículasellamabaGrandesbolsillos,dedoslargos.Adela,conlaentradade cineenlamanomiróelreversoyexclamó: —¡Mirad! Lapandillaleyóacoro:«amil». —Estoespartedeunnombre—observóFélix—.Elsospechosohabíareservado laentrada. —Y esto significa —prosiguió Adela nerviosa— que va con frecuencia a ese cine. Alanochesiguiente,«lamanonegra»estabaantelataquilladelcinePalace.En cualquiermomentoteníaqueiralguienapedirunaentradaanombrede«amil».Pero elúnicoquellegófueelporteroparaecharlos. —Somos«lamanonegra»,señor—dijoAdela. —¿Sois «la mano negra» de la que hablaron los periódicos? —preguntó el portero. —Efectivamente—dijoAdelaorgullosa. Enseguidatodosestuvieronbajolaprotecciónpersonaldelporterodelcine. Por fin, a la tercera noche hubo suerte. Un hombre y una mujer con traje de motoristasseacercaronalataquilla. —LasentradasparaVillamil,porfavor. Graciasalportero«lamanonegra»consiguiócuatroasientosenlaprimerafila. —Tenemosqueseguirlapistaalsospechoso—dijoFélix. —¿Tenéisideadedóndeestánsentados? DespuésdemediahoraKikic.a.susurró: —¡Allíestán! ¿Enquéfilaestabansentadoslossospechosos? www.lectulandia.com-Página33 www.lectulandia.com-Página34 4.Elcomandovolante Despuésdeque«lamanonegra»reconociesealconductordelamotoyalamujer enlasextafila,abandonólasalaparadeliberarfuera. —TenemosqueaveriguardóndeviveVillamil-dijoRollo. —¿Ycómo?—preguntóAdela. —Leseguiremosconnuestrasbicicletas. ydichoesto,seapostaronenlastressalidas,mientrasFélixobservabatambiénlas motosqueestabanenelaparcamiento.Pocodespuésdelas20.30lagenteabandonó el cine. Minutos más tarde la trompeta de Félix daba la señal convenida para montarseenlasbicicletas. «Lamanonegra»desembocóenlacalledelaSardinaycorriódetrásdelamoto. PeroVillamilibaatodamarchayenunacallelateralleperdierondevista.Aúnseoía elmotor,perodeprontosecalló. —¡Se ha parado! —grito Félix—, ¡ahora buscaremos la moto! La matrícula es PXE-1314. Minutos más tarde encontraron la moto en la calle del Trino, 28. En seguida examinaron los nombres de los vecinos que figuraban en el panel de timbres del portal. —¡Quépena!—dijoAdela—,Villamilnoaparece. Félixdijo,riendoirónicamente: —¡Osequivocáis!,Villamilviveenestacasa. ¿DóndevioFélixelnombrequebuscaban? www.lectulandia.com-Página35 www.lectulandia.com-Página36 5.Lapuertacerrada FélixhabíadescubiertoelnombredeVillamilenunodelosbuzonesdelacasa. —Ahoratenemosqueentrarenlacuevadelleón—dijoAdela. —Mejorseráquelohagamosconlaluzdeldía—repusoFélix. Cuando a la mañana siguiente la pandilla volvió a la calle del Trino, vio en seguidaquelamotohabíadesaparecido.Entrarontodosenlacasaydescubrieronque Villamilvivíaenlabuhardilla.Rollopulsóeltimbre.Sonófuerte,peronadiesalió. Félixquisomirarporlacerradura. —Estátapadaporunacortina—dijodecepcionado. —¡Déjamever!—dijoAdelamoviendoelpicaporte. Lallaveestabaechada,peroalguiendijodesdedentro: —¡Estoyenfermo!¡Estoyenlacama!¡Porfavor,nomolesten! —Esraro,sitocamoseltimbrenocontestanadie—dijoRollo,intentandogirarel picaporte. Ynuevamentesonólavoz: —¡Estoyenfermo!¡Estoyenlacama!¡Porfavor,nomolesten! Rollo tenía ya en la mano una navaja especial de bolsillo con diecisiete accesorios,yenuninstantehabíaseparadolaclavijadelpicaporte.Quitóunaparte, empujólaotrahaciadentroymiróporelagujero. —¡Lacamaestávacía!—murmuróasombrado. Adelamirótambiénydijo: —¡NihuelladeVillamil!Sinembargo,yosédesdedóndehabla. ¿DedóndeveníalavozdeVillamil? www.lectulandia.com-Página37 www.lectulandia.com-Página38 6.Elpájarovoló LavozdeVillamilveníadeunmagnetófonoqueestabadebajodelacama. —Elpájarosehaescapado—dijoAdela—.¿Quéhacemosahora? —Tenemoslamatrículadesumoto—aclaróRollo. —Elcasoesdesesperado—rechazóKikic.a.ypartióunaavellanaasuardilla. —¡No!—dijoFélix—,nonosrendiremos.¡Seguiremosbuscando!¿Estáclaro? Pasaron varios días. «La mano negra» vigilaba calles, patios y aparcamientos. Peroenvano.Finalmente,visitaronotrosbarrios.PerolamotoyVillamilseguíansin aparecer. Rolloqueríayadejarlocuandolacasualidadvinoensuayuda.Undíaporlatarde enquelapandillaibaalcampo,Félixseparóenseco. —¡Mirad!—gritó. DeentrelamalezasobresalíalamatrículaPXE-1314. —Sólofaltalaruedatrasera—comprobóAdela. —¿Yelconductor?—preguntóKikic.a.—.¡Nopuedeestarmuylejos! «Lamanonegra»registrólosalrededores. —¡Venid! —gritó Félix y corrió en dirección al aparcamiento de un camping cercano. Sólo habían pasado unos segundos cuando, señalando una tienda de campaña, dijo: —¡Allíestáelpájarohuido!¡Miradloqueestáhaciendo! ¿QuéhacíaVillamilenlatiendadecampaña? www.lectulandia.com-Página39 www.lectulandia.com-Página40 7.Loshombresrana Dentrodeunatienda,Villamilhinchabaunneumático.¿Quéhabíaidoahacer aquelindividuoalcamping? —Quizásehadadocuentadequeestamostrasél—dijoRollo. —Detodasformasleobservaremosdetenidamente—aclaróFélix. SeocultaronenunapequeñacolinaynoperdierondevistalatiendadeVillamil. Durante dos horas nada se movió, excepto las hormigas, que cosquilleaban incansablementealapandilla.SehizodenocheysaliólaLuna.Entonces,«lamano negra»vioqueVillamilsalíadelatiendaylentamentesedirigíaalaorilladellago. Andabaagrandespasosytiróalaguaalgopesadoatadoaunacuerda.¡¡Plaf!!,sonó, ypocodespuésVillamilhabíadesaparecidootravezensutienda. —¿Quésería?—murmuróAdela. —Mañanalocomprobaremos—susurróFélix. AldíasiguientelapandillavolvióallagodelosCastoresprovistadeequiposde inmersión. Se los pusieron detrás de unos arbustos y desaparecieron bajo el agua. Despuésdevariastomasdeaire,localizaronelsitiodondeestabaelobjetoquehabía tirado Villamil. Félix dio la señal para subirlo, pues ya sabía qué era lo que el sospechosohabíatiradoallago. ¿QuéhabíatiradoVillamilalagua? www.lectulandia.com-Página41 www.lectulandia.com-Página42 8.Elcollar FélixhabíadescubiertoenelfondodellagodelosCastoresunabolsadedeporte. —¿PerteneceráaVillamil?—preguntóAdela. —¡Claro!Estáatadaaunacuerda—contestóFélix. —Entonces¡enmarcha!Tenemosqueinspeccionarla. «Lamanonegra»sezambullódenuevoenelagua. Después de algunos impulsos alcanzaron la bolsa. Rollo desató el nudo y Félix metió la mano sacando un collar. En el mismo momento hubo un fuerte tirón y la bolsasubióhacialasuperficie.Paralapandillanohabíaningunaduda:¡Eraobrade Villamil! Nadaron rápidos hacia su escondrijo y salieron del agua. Rollo estornudó fuertemente. —¡Malditaseaotravez! —Porlomenostenemosuncollar—letranquilizóFélix. Adelaloexaminóconatenciónyexclamó: —Esunajoyaantigua. Unahoramástarde«lamanonegra»entrabaencasadelaseñoraLidiaAcosta. —Esterrible—selamentó—.Lapolicíanohaencontradotodavíamisjoyasde familia. —Quizálapodamosayudar—dijoAdela—.Hemosencontradoalgo,yustednos tienequedecirsiperteneceasusjoyas.¡Enséñaleelcollar,Félix! —Noesnecesario—dijoFélix—,yaséquepertenecealasjoyasrobadas. ¿PorquélohabíadescubiertoFélix? www.lectulandia.com-Página43 www.lectulandia.com-Página44 9.Pisándolelostalones Félixacababadereconocerlajoyaenuncuadroquecolgabadelapared,cuando gritó: —¡Escaleradeemergencia!¡VueltaallagodelosCastores! Naturalmente,«lamanonegra»llegódemasiadotarde.Villamilysumotohabían desaparecido. —¡DebemosavisaralinspectorFaraldo!—dijoRollo—.Voyatelefonearle. Poco después, chirriando los frenos, llegó un coche patrulla al lago de los Castores. «La mano negra» se subió a él, y mientras el conductor pisaba el acelerador,Adelahizounbr~veinformesobrelasituación. —¡Alto!—gritóelinspectorFaraldo. Elcochesedetuvojuntoaunpolicía. —¿Unamotoconsidecar? —Sí,lahevistohaceunmomento,ibaalagranjadeOchoa. Cuandolapandillaylospolicíasentraronenlagranja,vieronenseguidalamoto. Fueronalacasaygritaron: —¿Hayalguien? —Sííí—contestóunamujerdesdelacocina. —LaamigadeVillamil-murmuróFélix—,estabaconellaelotrodíaenelcine. —¿Quiénesusted?—lepreguntóelinspector. —Soy Rita, la asistenta. Los señores están en la ciudad. Llevo toda la mañana solaencasa. —Ustedmiente—dijoRollo—.Ahíestálaprueba. ¿QuévioRollo? www.lectulandia.com-Página45 www.lectulandia.com-Página46 10.Ritaguardóelsecreto ElinspectorFaraldososteníaantelanarizdelaasistentaelcigarrohumeanteque Rollohabíadescubiertoypreguntó: —¿Dóndeestáesehombre? —Yonosénada—contestóellaconarrogancia. —Como usted quiera —dijo el inspector—. Vamos a registrar la casa. ¡Condúzcanosatodaslashabitaciones! Ritatomóunasilla,lapusoenmediodelacocinaysesentó. —Busqueustedsolo—dijoconsorna—.Entreentodaslasratoneras. El inspector Faraldo no dijo ni una palabra más y, ayudado por su compañero, registró toda la casa. «La mano negra» se sentó mientras tanto en la escalera y no perdiódevistaalamujer. —SinoencuentranaVillamil—murmuróKikic.a.—,quedaremosenridículo. —Perotienequeestaraquí—susurróFélix. Yanoquedabaporregistrarmásquelashabitacionesdeencimadelacocina.El inspectorFaraldoabriólapuertadeladespensaymiródentro.Nohabíanadie.Luego sedirigióalapandillaydijo: —Lohemosregistradotodo. —Perohanolvidadoustedesunapuerta—dijoAdela—.Quizádetrásdeellahaya unasorpresa. ¿AquépuertasereferíaAdela? www.lectulandia.com-Página47 www.lectulandia.com-Página48 11.Laúltimapuerta SólocuandoAdelaseñalóconeldedovioelinspectorFaraldolapuerta. —¡Levántese!—ordenóalaasistenta. Luegoabriólatrampilladelsótano: —Ahínohayabsolutamentenadie—refunfuñólamujer. Peroelinspectorseechóareír. —¡Suba,señorNadie!—gritó. Yactoseguidoaparecióuncascodemotoristaydebajounacara. —¡Villamil!—gritóalaveztodalapandilla. ElinspectorFaraldolecolocólasesposas. —Yahorademelabolsa—leordenó. —Mequejaré—protestóenfadadoVillamil—.Yosoyunciudadanoinocente. —Esotendráqueprobarlo. Elsegundoagentedepolicíabajóalsótanoyvolvióconlabolsadedeporte. —Nohaynadasospechoso. ElinspectorFaraldocogiólabolsa,peroestabavacía. —ElseñorVillamilibaatraermepatatasdelsótano—exclamóRita—.Ustedle hainterrumpido... y todavía dijo muchas cosas más, enfadada, mientras «la mano negra» desaparecíaybajabaalsótano.Derepente,Rolloabrióunosojoscomoplatos. —¡Mirad,muchachos!Allíestánlasjoyasrobadas. ¿DóndepudodescubrirRollolasjoyas? www.lectulandia.com-Página49 www.lectulandia.com-Página50 Eltúneldelostraficantes www.lectulandia.com-Página51 1.Sucedióalas17.04 UnbuendíaRolloirrumpióenelaeropuertoleyendoconnerviosismounacarta: «QueridoRollo,heleídoenelperiódicoque"lamanonegra"hacapturadoaun ladrónyhaencontradolasjoyasrobadasenunbotedeconservas.Poreso,quisiera dartelaenhorabuenaatiyatusamigos.Cordialessaludos.TutíoPablo. »PD:¿Noosgustaríavenirconmigoalcampoenlasvacaciones?» ¡Claroquelesgustaría!,ydossábadosmástardeestabantodoseneltren. —Conlasbicicletashabríamosllegadoenelmismotiempo—dijoKikic.a. Rollo miró el reloj. Eran exactamente las 17.04. El párroco, que estaba sentado frenteaellos,serióydijo: —Ahoravieneuntúnellargo,yenseguidaestaremosallí. Todo quedó a oscuras. Sólo brillaba el fuego de los cigarrillos. Chacachá, chacachá;hacíaeltren.Derepenteunamujergritó: —¡Ay,mipie,tengaustedcuidadodóndepisa! Lapuertadeldepartamentoseabrióyentróunhumoespeso.Luegosecerróde nuevoconunfuerte«clac». —¿Quiénhabrátocadolapuerta?-murmuróFélix. Cuandosalierondeltúnel,Adelacuchicheó: —Yoséquiénhasido. ¿Quédelatóalviajero? www.lectulandia.com-Página52 www.lectulandia.com-Página53 2.Elmaletínenigmático «La mano negra» observó con desconfianza al hombre que leía el periódico al revés.DeprontoKikic.a.tiródelamangadeFélix. —¡El maletín! —murmuró, y miró de reojo a la red de las maletas que estaba enfrentedeellos—.Antesdequeentrásemoseneltúnel,esehombrenoteníaningún maletín. Cuandopocodespuéssedetuvoeltren,elprimeroenbajarfueelextrañoviajero. Loscuatroamigossaltarontrasél. —¡Hola,niños!—gritóunhombreyleshizoseñasconelsombrero. EraeltíodeRollo.Peronosefijaronenél,mirandoalsospechosoqueacababa desalirdelandén. —¡Miradelnúmerodesumaletín!—ordenóFélix. Sóloentoncessaludó«lamanonegra»asuanfitriónyalcochero,quesellamaba Luis. —Yahorasubid,chicos—gritótíoPablo. «Lamanonegra»noobedecióporqueestabaobservandoatentamentealhombre deltren,queabríalaportezueladesucoche. —Vaya,¿dóndehabrádejadosumaletín?—preguntóRollonervioso. —Quizáenelmaleterodelcoche—observóAdela. Kikic.a.pellizcóaAdelaenelbrazoyleguiñóunojo.Luegodijoenvozbaja: —¡Estadtranquilos!Yosédóndeestáelmaletín. ¿Dóndedejóelhombreelmaletín? www.lectulandia.com-Página54 www.lectulandia.com-Página55 3.Elagujeroenelsuelo Queelmaletíndelsospechosoestuvieraprecisamentebajoelpescante,cercade Luis, seguía extrañando a Rollo. Y todavía por la noche en la cama continuaba cavilando. El reloj de la torre acababa de dar las 10, cuando oyó pasos fuera. Se levantóymiróporlaventana. —¡Despertaos!—siseó. Elrestode«lamanonegra»selevantó. —¿Quépasa?—preguntóAdela,ybostezó. —Luisconelmaletín—murmuróRollo. Enseguidaestuvierontodoscompletamentedespiertos. —¡Poneosloscalcetines!—ordenóFélix. Luegodescendieronalpisodeabajo.AlospocospasosRollolevantólamanoen señaldeaviso. —¡Allí,unaluz! A través de un agujero del suelo salía una luz mortecina. Rollo se arrastró con cuidadoycontuvolarespiración.Miróporlarendijayviolahabitacióndelcochero. Enesemomentoestabaabriendoelmaletínysacabadeélunalata.Luegocogía unanavajay,¡zas!,levantabalatapa.Luisechóelcontenidoenlamesaycomenzóa contarlo. —¡Siyopudieraverquécosasestácontando!—murmuróRollo. También los otros miraron a través de la rendija del suelo y en último lugar lo hizoAdela.Cuandoselevantó,setocólafrenteysuspiró: —¡Niosloimagináis,muchachos!¿Sabéisquéesloquecuentaeseindividuoahí abajo? ¿Quéconteníalalata? www.lectulandia.com-Página56 www.lectulandia.com-Página57 4.Lallave «Lamanonegra»pudoleerconclaridadloqueestabaescritoenlatapadelalata: «Cubitosparacaldo». —Lacosanomegustanada—dijoRollomástardeenlacama-oTenemosque mandaralasombraaeseindividuo. LapandillanoperdiódevistaaLuis.Perofueradequesebebíaaescondidas,de vezencuando,unhuevofrescoenelgallinero,nopudoaveriguarnadaespecial.Una tardeestabanjustamentedetrásdelaverja,cogiendoluciérnagas,cuandoderepente vieronaLuissalirdecasaendirecciónalpueblo. —¡Vamostrasél!—ordenóFélix. ytodoslesiguieroncautelosamentehastaqueLuisdesaparecióenelbarElJinete Azul. —Estosíqueesunalata-dijoKikic.a.,yseñalóaunaventana,pordondemiró alinteriordeltugurio-oEsunestablecimientollenodehumo-murmuró.Deprontose sobresaltó—.AhídelanteestásentadoLuis—dijojadeando—.Unhombrevahacia élyledadinero.YLuisleentregaunallavecita. —¿Unallave?—preguntóAdelasorprendida. —¿Paraqué?—Kikic.a.callóunrato,despuéscontinuó—:¡Untrucoextraño! Cubitos para caldo en el compartimento secreto. ¿Y sabéis dónde está el compartimentosecreto? ¿Dóndeestáelcompartimentosecreto? www.lectulandia.com-Página58 www.lectulandia.com-Página59 5.Buscadoyencontrado —Elcasoestáclaro—dijoAdela—.Loscubitosparacaldolosguardanenuna puertasecretaqueapareceenelcuadro. —Pero¿porquétodoesto?—preguntóFélixpensativo. Alamañanasiguiente«lamanonegra»fueotravezalbar.Enlaentradaposterior estabatrabajandounaseñoradelalimpieza. —¿Entramos?—preguntóFélix. EnesemomentoKikic.a.encontróalgomuysospechosoenelrecogedordela basura. Triunfante, sostenía en alto un pequeño objeto que parecía un cubito para caldo.Adelalodesenvolvióyolió. —Nohueleanada.—Luegotocóelcubitoconlalengua—.¡Uy,cómoamarga! —yloescupió. Una media hora más tarde «la mano negra» estaba en la farmacia del Ciervo. Llenadeesperanzaobservabacómoelfarmacéuticoexaminabaelcubito.Derepente dijo: —¡Caramba!—Cogióunlibroylohojeó. —¿Puededecirnosyaloquees?—preguntóAdelacortésmente. —¿Avosotros?—preguntófuriosoelfarmacéutico—.¡Avosotrosnoosinteresa enabsoluto!Estoesasuntodelapolicía. Mientrasélibaalteléfono,Rollomurmuró: —¡Vamos, de prisa! Ahora sé exactamente qué es lo que contiene el cubito de caldo. ¿Quéeraenrealidadelcubitodecaldo? www.lectulandia.com-Página60 www.lectulandia.com-Página61 6.Elsecretopostal Loscubitosparacaldoconteníanunadroga.¡Quiénlohubierapensado! —Ahoratodomeresultaclaro—dijoAdela—.Elasuntomisteriosodelamaleta ylasidasyvenidasdeLuis. —¿Qué?—preguntóRollo. —Esperadymantenedbienabiertoslosojos—dijoFélix. «La mano negra» ayudaba diligentemente al tío Pablo en su trabajo. Pero en la granjanosucedíanadaqueellanoviese. Undíaporlatardellegóunjoven. —¿Adóndevas?—preguntóKikic.a. —AveraLuis.Tengounacartaparaél.Selatengoqueentregarpersonalmente. «Lamanonegra»sepusoenseguidaalerta.Observócómoeljovenentregabala cartaalcriado.Luisdejóelcarrodelabonoysefueasuhabitación.Porlaventana vieroncómoabríaelsobre. —¡Mirad!-siseóKikic.a. Luisrompiólacartaenpequeñostrozosylostiróporlaventana. Pasaroncasidiezminutoshastaquelapandillaencontrótodoslostrozos,yenun rincóntranquilodelgranerolospusieronenelsueloylosfueronordenando.Huboun largosilencio. —¡Caramba! —dijo Félix—. Una noticia importante. Tenemos mucho trabajo, muchachos. ¿Quédecíalacarta? www.lectulandia.com-Página62 www.lectulandia.com-Página63 7.Elencuentrotriple «Lugardeencuentro:elfunicular,eldomingo,alas14.00horas.Eljefe»,decíala notamisteriosa.«Lamanonegra»estuvoallípuntualmenteyobservóasualrededor. Al poco tiempo apareció Luis con el maletín y luego llegó el hombre del tren. Esperaron donde estaba el empleado de aduanas. Minutos más tarde el funicular llegabaalandén.Losviajerosempezaronabajar. —¡Mirad!—murmuróFélix. Undesconocidosehabíaacercadoalosqueesperaban.Leshizounaseñaconla cabeza, fueron juntos al restaurante del «lugar de encuentro» y pidieron cerveza. Miraronatodaspartesycomenzaronahablar. «Lamanonegra»entretantohabíaestablecidosupuestodeescuchadetrásdeun seto. —Noentiendounapalabra—dijoKikic.a.enfadado,envozbaja. —¡Chist!—dijoAdela.Despuésmurmuró—:Alas17.10...alas17.10...alas 17.10... —¿Qué significa a las 17.10? -preguntó Félix cuando los hombres se hubieron levantadoydesaparecido. —Algo relacionado con el tren -dijo Adela—. Van a recibir mercancía. Probablementeeneltúnel. —Pero¿quédía?—preguntóRollo,impaciente. Adelamovióloshombros: —Noloheentendido. —Puesestáclaro—confirmóKikic.a.,yserióligeramente—.Sólopuedeserun díadelasemana. ¿Enquédíasedebíahacerelcontrabando? www.lectulandia.com-Página64 www.lectulandia.com-Página65 8.Caminososcuros Sóloelsábadollegabauntrenalas17.10.LohabíaleídoKikic.a.enunhorario detrenes. —¿Quéhacemos?—preguntóRollo. —Tenemosqueiraltúnel—dijoFélix. Yaerasábadoporlatarde.«Lamanonegra»corríaporelterraplénhaciaeltúnel. Laentradaestabacercadelafrontera. —Idmuycercadelapared—ordenóFélix. Poco a poco fue oscureciendo, y Adela sacó una linterna. De pronto se paró aproximadamenteenelcentrodeltúnel. —¡Silencio!¿Oíseso? —Esagua-dijoKikic.a.—.¡Alumbra! Adela dirigió el foco de luz hacia donde procedía el ruido y apareció un gran agujero. Loscuatrosaltaronporencimadelosraíles. —¡Mirad!—gritóAdela—.Elaguadesapareceporestacueva. Kikic.a.seinclinó. —¡Diosmío!—dijonervioso. Luegohizopasaralaardillaporunestrechopasadizoylosotroslasiguieroncon precaución.Unosmetrosdespuésllegabanalfondodeunacueva. —¡Muchachos,estoesundescubrimiento!—dijoRolloconalegría—.¿Saldrán lostraficantesporaquíaltúnel? —¡Bah!—dijoAdela—.Aquínuncahaestadounhombre. —Sí—dijoFélix—.Aquíhayinclusounaprueba. ¿CuáleralapruebaparaFélix? www.lectulandia.com-Página66 www.lectulandia.com-Página67 9.Unhombreextraviado Elcabodeunavelaeralapruebadequehabíahabidoalguienenlacueva. —Probablementeloscontrabandistas—dijoAdela. —¿Ycómohanvenido?—preguntóRollo. —Niidea—dijoFélix—.Sóloséqueaquí,poralgunapartedelacuevatieneque pasarlafrontera. —¿Creesquizáqueloscontrabandistas...? —¡Chist!—balbucióKikic.a. «Lamanonegra»escuchóatentamente. —Sonvoces—murmuróRollodespuésdeunrato. Lapandillasiguiódeslizándoseporlacuevaconprecaución.Lasvocessehacían cadavezmásclaras,yunalucecitasereflejabaenlasrocashúmedas.Finalmente,la estrecha cueva se ensanchaba en una estancia amplia que estaba iluminada eléctricamente. —Una cueva de estalactitas y estalagmitas —murmuró Adela—. Entonces la entradatienequeestaralotroladodelafrontera. Lesfuefácilreconocerdedóndeveníanlasvoces,eranturistasconducidosporun guíaextranjero.Pero«lamanonegra»observabaconatención.Cuandoelgrupollegó antelaestalactita«Lanarizdebruja»,Rollosesobresaltó. —Hadesaparecidounturista. Adelaexaminóatentamenteelgrupo. —Escierto—dijo—.Einclusoséloquellevabaenlamano. ¿Quéllevabaenlamanolapersonaquefaltaba? www.lectulandia.com-Página68 www.lectulandia.com-Página69 10.Hayprisa —Elhombrequefaltallevabaunamaletaenlamano—dijoAdela. —¡Vamos!¡Otravezaltúnel!—ordenóFélix. «Lamanonegra»sedeslizódenuevoporeloscuropasillo.Prontosehizoaudible unrugidolejano. —Untren—dijoKikic.a.,ymirósurelojdepulsera—.Las17.04.Éseeseltren enelquelabandaquierepasarelcontrabando. Mientraselruidosehacíacadavezmásfuerte,«lamanonegra»llegóaltúnel.La locomotora bufaba. Entonces vieron al hombre de la maleta que se subía al tren en marcha. —¡Cuidado!—gritóFélix. Eltrenpasórugiendoanteellos. —Noshavisto—gritóAdela—.¡Vamostrasél! Lapandilla,tropezandoconlostravesañosycongranesfuerzoconsiguióllegara laestación,aunquebastanteagotada. —¡Miradallí!—jadeóKikiC.a.,ymoviónerviosoelíndice—.¡Eselcochede lostraficantes! Enelmismomomentoelmotorseponíaenmarcha,ysegundosmástardepartía atodavelocidad. «Lamanonegra»corrióalolargodelacalledelaestaciónyseparóenelcruce. —¡Esinútil!—dijoRolloabatido. —Unmomento—gritóAdela—.Aunasí,estáclaroenquédirecciónsehanido. ¿Quécaminohabíaelegidolabanda? www.lectulandia.com-Página70 www.lectulandia.com-Página71 11.Unasuntooscuro Al observar las huellas de los neumáticos, que aparecían junto a los charcos de lluvia, a Adela no le fue difícil descubrir que el coche había ido en dirección a la plazadelmercado.Cuando«lamanonegra»llegóallínoseveíanirastrodelcoche. —¡Tengounaidea,muchachos!—dijoKikic.a.—.QuizáesténconLuis. —Entonces¿aquéesperamos?—dijoFélixjadeante. ComenzabayaaalborearcuandollegaronalagranjadetíoPablo.EntoncesKiki c.a.separóderepenteydijoenvozbaja: —¡Miradallí,unfantasmanocturno! Era Luis que andaba tocando la pared de la casa y desapareció detrás del cobertizo.«Lamanonegra»avanzócuerpoatierratrasél. —¡Cuidado! —avisó de repente Adela en voz baja, antes de que el resto de la pandilladescubrieraelcochedelostraficantes. —¡Bajadlacabeza!—advirtióFélix—.Delocontrarionosverán. Agazapados, oían murmullos ininteligibles y luego ruidos de herramientas y hojalata.Sólounahoradespuésvolviólatranquilidadalcobertizo.Todalapandilla espiaba con precaución desde su escondrijo ya que el coche todavía estaba allí. De pronto,Rolloinspiróprofundamenteydijo: —¡Estosrateros!Ahoratengoclaroquéhacíanaquí. ¿Quéhabíanestadohaciendo? www.lectulandia.com-Página72 www.lectulandia.com-Página73 12.Unseñorelegante Verquehabíancambiadolamatrículadelcochefuelaseñaldealarmapara«la manonegra». —TenemosqueinformaratíoPablo—dijoRollo. Encontraronaéstesentadoenelsalónescribiendo,yseriócordialmentecuando lapandillalecontóelasuntodeloscontrabandistas. —Pero ¡chicos! ¿Nuestro Luis un ladrón? ¡No! ¡Qué disparate! Venid, le preguntaremosaélmismo. —¿Ysitieneunarma?—dijoAdela,preocupada. —Enmicasanohayescopetasnirevólver.¡Nisiquieramatamoscasdepapel!— TíoPabloseechóareírotravezyluegofuerontodosjuntosalahabitacióndeLuis. Llamódespacioyalnocontestarnadieintentóabrirlapuerta,peroestabacerrada conllave.Forzólacerraduraylapuertaseabrió.Luisestabadentro,vestidocomoun señorelegante. —¿Adóndevausted,Luis?—preguntótíoPablosorprendido. —Yo,yo,vo-voyalcine—tartamudeóLuis. —Bien, entonces no le molestaremos —dijo tío Pablo bonachonamente—. Pero estonotienesentido. EntoncesRolloletiródelamangaylesusurróalgoaloído.Einmediatamentesu tíomiróhaciadondeleindicabay,admirado,silbóenvozbaja;luegoexclamó: —Estolocambiatodo. ¿QuélehizoobservarRolloasutío? www.lectulandia.com-Página74 www.lectulandia.com-Página75 13.EltiempourgeparaAguilar RollohabíadescubiertounapistolasobrelacamadeLuis.CuandotíoPabloy«la manonegra»salierondelahabitacióndeLuis,respiraronhondo.Eltíodijoenvoz baja: —¡De prisa, chicos! ¡Avisad al agente Aguilar! Tiene que venir en seguida. Yo cuidarédequeLuisnoseescape. —¿Noseríamejorquetelefoneaseusted?—preguntóAdela. —Nolocreo.Luislooiría,suhabitaciónescontiguaalcuartodeestar. Losjóvenesabandonaronlacasadepuntillas.Desdefuerapudieronvercontoda claridadcómoLuisespiabadesdelaventanadesuhabitación. —¡Atodamarcha!—mandóFélix. Cuando cinco minutos más tarde entraron en la comisaría, el agente Aguilar no titubeóniunsegundo.Sepusodeprisasuchaquetadeservicioyseciñóelcinturón. —¡Vamos,muchachos!—gritó—oIremosenelcoche. Apenashubofrenadoésteantelagranja,loscuatrojóvenessaltaronfuera. —¡Estátodavíaaquí!—murmurótíoPablo,quehabíapermanecidoalertadelante delapuerta. —Bien,vamos—dijoelagente,ydesabrochólafundadesupistola. —¡Qué mala suerte! —gritó Félix—. Hemos llegado demasiado tarde. Mirad, Luishadesaparecido. ¿QuédelatólahuidadeLuis? www.lectulandia.com-Página76 www.lectulandia.com-Página77 14.Kilómetro57 Félix tenía razón. Luis había escapado por la ventana y en el suelo se veía uria maceta rota. «La mano negra» y el policía corrieron al cobertizo. Pero también el cochehabíadesaparecido. —¿Quépasaconelcoche?—preguntóelagente. Kikic.a.seloibaaaclararcuandoAdeladijoderepente: —¿ Quiere usted venir aquí, por favor? —y levantó un trocito de cartón que mostróenlapalmadelamano. —¡Caramba!—dijoelagente—.Estoprocededeunacajadecartuchos.—ysin esperarunminutomás,diolaalarmaporteléfonoalacomisaríamáspróxima.Luego gritó—:¡Vamas,alcoche! —¿Adóndevamos?—preguntóFélix. —¡En dirección al pueblo! —El agente pisó el acelerador y sólo se paró en el kilómetro 57—. Esto no tiene sentido. La banda ha tomado otra carretera. Bajad. Vayadarlavuelta. «Lamanonegra»ayudóalagenteparaqueelcochenosedeslizaraalacuneta. DeprontoAdelagritó: —¡Alto! ElagenteAguilarapretóasustadoelfreno. —¿Quépasa? —Perosivamosbien.¡Labandahapasadoporaquí! ¿QuéhabíadescubiertoAdela? www.lectulandia.com-Página78 www.lectulandia.com-Página79 15.Obstáculoenlacalzada ElagenteAguilarmirólacajadecartuchosqueacababadedescubrirAdela. —Eltrozodecartónquehabíaenlagranjacorrespondeaestacaja—aclaró. «Lamanonegra»yelpolicíasubierondenuevoalcocheysalierondisparadosa todamarcha. —Sinolesalcanzamosantesdellegaralpuente,seescaparán—dijo. Ochominutosmástardevieronbrillaranteellosunaluzroja.Elpolicíafrenóen seco.Elcocheseparódelantedelaluz. Lapandillasaltófuera. —¡Eslaúnicaposibilidad!—gritóFélix—.Pero¡sieselinspectorFaraldo! Hastaelmismoinspectorestabadesconcertado. —¿Dedóndevenís? —Estamospersiguiendoalcochedelostraficantes—aclaróRollo. Faraldocontestóirónicamente: —Yalostenemos.Nosibanaatropellar.Perohemospuestoclavosenelsueloy seleshanpinchadotodaslasruedas.Hemosatrapadoadoshombres. «Lamanonegra»reconocióenseguidaalostraficantes. —AhorasólonosfaltaLuis—dijoAdela. —Cierto—añadióFaraldo—.Eltercerosenoshaescapado. Acompañadosdeunagente,loscuatrosabuesosbajaronporelterraplén. —Miradaeselado—dijoderepenteKikic.a.—,allíestánuestroqueridoLuis. ¿DóndesehabíaescondidoLuis? www.lectulandia.com-Página80 www.lectulandia.com-Página81 16.EnLaViejaAduana Kikic.a.,quehabíadescubiertoaLuiscolgadodelaarmazóndelpuente,corrió hacialaorilladelrío,seguidoporelrestode«lamanonegra».ElinspectorFaraldo bajabatrasellos. —¡Baje usted inmediatamente! —le gritó a Luis. Éste no contestó—. ¡Contaré hastatres!—volvióagritarFaraldo,yempezóacontar. Cuandohabíacontadodos,Luissaltóalaguayluegonoseoyónadamás. —¡Ahorasenosescaparánadando!—dijoAdela. —¡Bah! —refunfuñó el inspector—. El agua está aquí muy baja. ¡Vamos, al puente!Sino,escapará. Lapandillacorrióalaotraorillayregistróentrelamaleza.Peronoencontraron nirastrodeLuis. —¿Quéhacemosahora?—preguntóRollo. ElinspectorFaraldoseacariciólabarbilla. —Tengoquepedirrefuerzos.Solosnoloencontraremos. EntoncesFélixseñalóunacasaqueteníaunaventanailuminada. —¿Habrácorridoquizáhaciaallí? —EsLaViejaAduana,unataberna—aclaróFaraldo—.Veamosquéhaydentro. Pocodespuésestabandelantedelatabernaymirabanatravésdelaventana. —AhíestánuestroLuis.¿Leveustedtambién,señoragente?—indicóFélix. ¿CómodescubrieronaLuis? www.lectulandia.com-Página82 www.lectulandia.com-Página83 17.Undisparo —¡Bien,joven!—dijoelinspectorFaraldoentonocordialcuandoFélixlehizo observarlospantalonesmojadosdeunclientedelataberna—oAhoratenemosque deteneraLuis.Actúacondisimulo. El inspector abrió la puerta de La Vieja Aduana y entró. «La mano negra» le siguió.Luis,quehabíanotadolacorrientedeaire,sacóinmediatamentesupistola,y disparó.Sonaroncristalesrotosyellocalsequedóaoscuras. —¡Malditasea!—exclamóelinspectorFaraldo. Enelsilencioseoyóchirriarunapuertaclaramente. —¡Lapuertaestáalaizquierda!—gritóAdela. EnelmostradorardióunacerillayentoncesFaraldoviotambiénlapuerta.Conla pistolaenlamanoselanzóporella,seguidoporlapandilla. Poruncortopasillollegaronaunsalón.Kikic.a.diolaluz. —¡Sehalargado...—refunfuñóFaraldoporlaventana! Adelamiróatentamentealrededorydijo: —Sindudavolverá. —¿Porquélodices?—quisosaberelinspector. EntoncesintervinoRollo. —Adelatienerazón.Luishadejadoaquísumaleta. ¿DóndevioRollolamaleta? www.lectulandia.com-Página84 www.lectulandia.com-Página85 18.Chuchiestabaalerta ElinspectorFaraldosacólamaletadedentrodelpianoylaabrió.Estaballenade cubitosparacaldo.Elinspectormeneólacabezadubitativo. —¿Serándrogas? Félixsólodijo: —¡Pruébelo! Faraldotomóunapequeñacantidadyseestremeció.«Lamanonegra»tuvoque ayudaralinspectorparaqueéstepudieravolveracerrarlamaleta.Ycuandolallave estuvoechadadenuevo,dijoamablemente: —¡Muchachos,soismagníficos!—yderepentegritó—:¡Vamos,todosalcoche patrulla!NecesitamosrefuerzosenseguidasiqueremoscapturaraLuis. Tomólamaletayfuehacialapuerta.Enesemomento,fueracomenzóaladrarun perromuyfurioso.Lapandillaseprecipitóalasalidaposteriordelsalón. —¡Quevengaeldueño!—gritóAdela. KikiC.a.echóacorreryvolviópocodespuésconeltabernero. —ÉseesmiChuchi—dijoeldueño,yencendiólaluzdelpatioposterior. Entonces, todos vieron por qué el perro estaba tan nervioso,ladrando ante un manzano. Luis se había subido a una rama, pero antes Chuchi había dado buena cuentadesuspantalones. —¡Cuidado!—gritóelinspectordepolicía—.¡Estáarmado! PeroRolloserióirónicamente. —Notemáis.Eltipoyanotienepistola.Sólotienemiedo. ¿Dóndeestabalapistola? www.lectulandia.com-Página86 www.lectulandia.com-Página87 Roboenelzoo www.lectulandia.com-Página88 1.Lafotodellugardeloshechos Tío Pablo estaba agitando todavía el sombrero cuando el tren entró en el túnel. «Lamanonegra»sedejócaerenelasiento. —¡Uf!—sequejóFélix—.Hansidounasvacacionesdemuchotrabajo. Nadiedijoniunapalabramáshastaqueeltrenparóenlasiguienteestación. —¡Traficantesdedrogascapturados!—gritabaallíunvendedordeperiódicos. Rolloseabalanzóalaventanillayllamó: —¡Eh!,unperiódico,porfavor. «La mano negra» se animó en seguida. Adela leyó en voz alta la noticia del periódico: —«...y después de que el inspector de policía Faraldo se hubo incautado de la pistolaqueestabadebajodelcartel,detuvoaltercercómplice». Luego,Adelaleyóotrotitular: —«Robo en el zoo». Extraña historia —dijo—. y precisamente la pantera pequeña,lamásvaliosadenuestroparquezoológico. —Uncasoparanosotros—opinóRollo. —Pero ya has oído que no hay ninguna pista —repuso Kiki c. a.—. Vamos a hacerelridículo. Rollo observaba con su lupa la ilustración del periódico. Inmediatamente gritó emocionado: —Yahedescubiertoaquílaprimerapista.Mirad,elladrónhaolvidadoalgoenel lugardeloshechos. ¿Quéhabíaperdidoelladrón? www.lectulandia.com-Página89 www.lectulandia.com-Página90 2.Elbrazolargo Aquellamismatarde,«lamanonegra»yapedaleabahaciaelzooysedetuvoante lajauladedondehabíanrobadolajovenpantera.Adelabuscódebajodelarbustoy encontrólallavequeRollohabíadescubiertoenlafotodelperiódico. —Ya la tenemos —dijo satisfecha—. Ahora debemos comprobar de dónde procedeestallave. —Serámejorquepreguntemosalvigilante—opinóFélix. Ésteabrióunosojoscomoplatoscuandoviolallave. —¡Caramba!¿Cómolatenéisvosotros? Lapandillasepresentóylerevelóelsecreto. —Ya he oído hablar de vosotros —dijo el vigilante—o Yo me llamo Roldán. ¡OjaláatrapéisalqueharobadoalapobreErnestina!¡Mirad,allíestabacolgadala llave!—ElseñorRoldánseñalóeltablerodellavesquehabíaenlacasadelvigilante. —¿Estabacerradalapuerta?—preguntóRollo. —Naturalmente,inclusoconunacerradura.deseguridad—contestóelvigilante. —¿Ylaventana? —Estabasóloentornada.Peroporentrelasrejasnopuedepasarnadie. —Amenosquetuvieseunbrazodedosmetrosdelargo—dijoAdelabromeando. —Ylotenía—respondióKikic.a.—.Mirad,ahíestá. ¿Cómorobaronlallave? www.lectulandia.com-Página91 www.lectulandia.com-Página92 3.Unpeine «Lamanonegra»pensabaqueconunganchoenelmango,elrastrillopodíahaber sidoutilizadocomoanzueloparacogerlallave. —Estoesobradeunespecialistaeneloficio—opinóKikic.a. —¿Quién ha sido el último que ha utilizado el rastrillo? —preguntó Adela al vigilante. —Elúltimofueeljardinero.Ayerestuvocortandoelcésped. Félixseinclinóyexaminóloscortesdelahierba. —¿Quéclasedehombreeseljardinero?—seinformó. —Esdifícildedecir—opinóRoldán—.Nollevamuchotiempoconnosotros. Enesemomento,Kikic.a.señalóalgoqueestabaenlahierba. —¡Miradallí! Kikic.a.lolevantóenalto;eraunpeinedebolsillomarcaDelux. —Lotienequehaberperdidoelladrón—reflexionóAdela. —O el jardinero —se opuso Félix—. Yo opino que el jardinero puede ser el culpable. Lapandillafueenbuscadeljardineroyloencontróeneljardíndelosdragones, segandocésped. —Hola,¿quéhay?—lespreguntó,ysesecóelsudordelafrente. —¿Perdióustedalgoayer?—preguntóFélix. —¿Yo?No.Noechonadaenfalta. —Esverdad—dijoRolloriendo—,yalovemos. ¿Porquénopertenecíaelpeinealjardinero? www.lectulandia.com-Página93 www.lectulandia.com-Página94 4.Elgrito —Desde luego, un hombre calvo no puede perder un peine —opinó Adela—. Pero¿dequiénseráentonces? Rolloexaminóotravezelpeineconlalupaydescubrióuncabellonegrorizado. —Estoquizánosayudemásadelante—dijoFélix,ymetiópeineycabelloenun sobre. —¿Yahora?—preguntoKikic.a. —Ahora tenemos que buscar refugio rápidamente —dijo Adela—, pues está empezandoallover. «La mano negra» corrió bajo el tejadillo que bordeaba la casa del elefante y observóconatenciónalosvisitantes,queibandeprisahacialasalida.Habíapasado aproximadamente una media hora cuando un grito resonó en el parque. Luego se oyeronotrosmuchosgritos. Lapandillaestabacomoelectrizada. —¡Allí!—gritóFélix,yseñalóunedificio. Echaronacorrerysepararonanteunapajarera.Félixmiróalrededorrápidamente ymostrólapuertadelajaula. —¡Noestácerrada!—dijo—oYahíhayplumas. —¿Habránrobadounpapagayo?—preguntóAdela. —Vamosaver—dijoRollo. —¡En efecto! —contestó casi al mismo tiempo Kiki c. a.—, han robado una cacatúa.Einclusosécómosellama. ¿Quénombreteníalacacatúarobada? www.lectulandia.com-Página95 www.lectulandia.com-Página96 5.¡AquíestáClara! LacacatúaquehabíanrobadosellamabaClara. —¡Quélástima!—dijoelvigilante—oEslaquemejorhablabadetodalafamilia delospapagayos. —¿Yquépodemoshacerahora?—preguntóAdela. —Noesfácilrobarunanimalquehabla—opinóKikiC.a. —Exacto—dijoRollo—.Sielladrónlotieneconsigo,sedelataráasímismo. —EntoncestienequesacaraClaradelaciudadtanrápidocomoleseaposible— dedujoKikiC.a. —Porejemplo,entren. Félixseapuntóalafrenteconeldedoíndiceygritó —¡Caramba!¡Estoesalgo!Tenemosqueiralaestación. Estaban cargando el vagón postal del tren de la tarde cuando llegó «la mano negra».Seacercaronalcarrodelospaquetesyllamaronenvozbaja: —¡Clara!¡Clara! —AquínohayningunaClara—dijoseveramenteunempleadodelferrocarril. La pandilla quiso explicarle de qué Clara se trataba mientras escuchaba con atencióncualquierruido.Muybajo,peroconclaridadseoyóunavoz: —¡AquíechtáClara!¡AquíechtáClara! Todos se quedaron quietos, observando los paquetes hasta que Rollo levantó la mano. —Ahí.EnesepaquetedebedeestarClara.Tieneunadirecciónextraña... ¿Cómosellamabaeldestinatariodelenvío? www.lectulandia.com-Página97 www.lectulandia.com-Página98 6.Investigaciónporhilo —Curiosonombre:lordCaro—dijoAdela. —Posiblementeesunnombrefalso—opinóFélix—.¿VamosaVillagarcía? —Noslopodemosahorrar—dijoKikiC.a.—.¿Paraquéestáelteléfono? Diez minutos más tarde «la mano negra» estaba en una cabina telefónica. Félix marcó. —EstafetadeVillagarcía—respondióunavoz. —¿ConocenustedesauntallordCaro?—preguntóFélix. —Unmomento,porfavor. ElmomentodurócasitresminutosyAdelatuvoqueechardinerodosveces,pues eraunaconversacióninterurbana. —Estovaasermuycaro—opinó. —¡Chist!—dijoFélix,yescuchóconatención.Cuandoterminólaconversación, respondió—:¡Gracias! —¿Quépasa?—lepreguntaronlosdemás. —Comoeradeesperar,lordCaroesdesconocidoallí. Enesemomento,alguienllamófuertementealapuertadecristaldelacabina. —¿Cuántotiempovaisatardartodavía?—protestófueraunhombre. Kikic.a.abriólapuerta. —¡Entre,señordirector!—dijo—oHemosterminado. KikiC.a.ledioaFélixuncodazoenelcostadoyanunció: —LordCaroiráenbreveaVillagarcía. —¿Esesoverdad?—preguntóFélix. —Sí —contestó Kiki C. a. alegremente—. Tiene algo que hacer allí personalmente. ¿QuéprofesiónteníalordCaro? www.lectulandia.com-Página99 www.lectulandia.com-Página100 7.Laseñoramentía El espectáculo Trix con el mago lord Caro se presentaba aquella misma noche. «Lamanonegra»acudióalteatromunicipalysecolóenelpatiodondelosartistas descargabanelvestuario.Disimuladamente,observabancuantosucedía. —¿YsipreguntamosquiéneslordCaro?—dijoRolloenvozbaja. —No—advirtióFélix—,asíllamaríamoslaatención. —Claro,¿sabesquéesmejor? —Losé—dijoAdela—.Esmejorhacernoslostontos.—Sedirigióaunaseñora muy pintada que se esforzaba en sacar un maletín de entre dos cajas—: ¿Puedo ayudarla?—preguntóAdela,mientraslaayudabaatirardelmaletín. —¡Muchasgracias!—dijolaseñora. —¡Cuántas cajas! —exclamó Adela sorprendida—. ¿Lleva usted animales dentro? —Sí—contestólaseñora—.Conejosypalomas. —¿También lleva animales salvajes? —preguntó Adela, y pensó en la pequeña panteraquehabíanrobadoenelparquezoológico. Laseñoralamirócondesconfianza. —¡No!—dijosecamente,ysemarchó. —Yocreoquemiente—aclaróAdelaunpocomástardealosotros. —Esposible—opinóFélix—.Peronolopodemosprobar. —Sí que podemos —dijo Rollo—. Apuesto a que aquí también hay animales salvajes.Leedloquediceallí. ¿QuéhabíaleídoRollo? www.lectulandia.com-Página101 www.lectulandia.com-Página102 8.ElseñorHeinrich —Una caja que tiene la inscripción «Cuidado, animal peligroso», no creo que contengaprecisamenteconejos—aclaróRollo. —Mañanairemosalarepresentación—dijoFélix. El programa comenzaba a las 16.00, y por fin se levantó el telón para el show mágicodelordCaro. —Esunacacatúa—seleocurriódeciraKikic.a.encuantoviounpájaroenel escenario. Tambiénlosotroslohabíanvisto.Pero¿eraenrealidadClara? —¡Señoras y señores! —Lord Caro tosió ligeramente—. Primero quisiera presentarlesalseñorHeinrich,miayudante.—LordCarososteníaunmicrófonoante lacacatúa—.¿Tendríalabondaddesaludaralpúblico,señorHeinrich? —Buenosdías,señorasyseñores. Porelaltavozseoyóunavozcomoungraznido.Luego,lordCarohablóunrato conlacacatúa.«Lamanonegra»movíaincrédulalacabeza.NopodíaserClara.De prontoFélixsegolpeólasrodillas. —¡Lacacatúanoabreelpico! —¿SeráventrílocuolordCaro?—murmuróAdela. —Silencio—gruñóunaseñorajuntoaellos. DespuésdeunratoRollodijoenvozbaja: —Nadieimitalavozdelospájaros.¡Atenciónalcabledelaltavoz! ¿Dedóndeproveníalavozdelpájaro? www.lectulandia.com-Página103 www.lectulandia.com-Página104 9.Huellareciente Un hombre, cuyas puntas de los zapatos asomaban por debajo de la cortina, imitabalavozdelacacatúa. —Tienequevenirelvigilantedelzoo—susurróFélix—.ÉlconoceaClara. Acontinuación,abandonaronlasalaysedirigieronalzoo. Elvigilanteestabaenelsectordefaunatropical. —¡Chicos!—dijo—.Venístanapuntocomosioshubiesenllamado. —¿Quéhapasado?—preguntóKikiC.a. —¡Nuestrapitón!Nuestraserpientemásvaliosa... —¿Muerta?—preguntóRollo. Roldánseenjugólafrente. —Acababadepasarporaquí,yvicorreraalguienporelsectordefaunatropical. ¿Qué es eso?, pensé. Me acerqué y me encontré con la sorpresa de que habían forzado la jaula. En el suelo estaba muerta la pitón. He ido a buscar en seguida al veterinario,eldoctorFalter,yahora... —Ha habido suerte, Roldán —gritó en ese momento el doctor Falter—, la serpientepitónsóloestáaturdida. —¿Cuándovioustedalindividuo?—preguntóFélix. —Haceaproximadamenteunosdiezminutos—contestóelvigilante. —Entonces las huellas serán todavía recientes. ¡Vamos, muchachos! ¡A la búsqueda! Félixlanzóunasnotasconlatrompetay«lamanonegra»saliócorriendo.Todas lasinstalacionesdelsectordelafaunatropicalfueronregistradasenbuscadehuellas. Rolloextendióelbrazo. —¡Mirad!—gritó—,allíhayunabotella. ¿Quéponíaenlaetiquetadelabotella? www.lectulandia.com-Página105 www.lectulandia.com-Página106 10.Latrampadelafoto —Eléteresunnarcótico—dijoRollo—,quizálabotellapertenezcaalladróndel zoo. —¡Notoquéisnada!—ordenóFélix—.Seguramente,elladrónvolveráabuscar labotella. —Yentoncescaeráenlatrampa—observóRollo. Losotroslemirarondesconcertados. —Esmuysencillo—continuó—.Montaremosunacámarafotográficaenunacaja —nido, ataremos un hilo al disparador y el otro extremo a la botella. Cuando el ladrón venga a por la botella, él mismo hará funcionar el disparador y será fotografiado. —¡Fantástico!—dijoFélixconadmiración,yRolloechóacorrerenbuscadesu cámara. Unamediahoramástardecomenzóeltrabajo. —¡Tencuidadodenoborrarningunahuelladactilar!—gritóFélixaAdela. —Nohayninguna—repusoAdeladespuésdehaberexaminadominuciosamente labotella—.Lashalimpiadotodas. —Eso no es exacto —dijo Kiki c. a.—. El malhechor no llegó a dejar ninguna huelladactilarenlabotella. —¿Cómolosabes? Kikic.a.señalóconundedo. —¡Allíestálaprueba! ¿QuéhabíadescubiertoKikic.a.? www.lectulandia.com-Página107 www.lectulandia.com-Página108 11.SebuscaaJ.N. El guante que había descubierto Kiki c. a. tenía las iniciales J. N. Y decidieron guardarlocomoprueba.Alamañanasiguiente,Rollofuerápidamentealzoo,antes deentrarenlaescuela,paraexaminarlatrampadelafoto.Labotelladeéterhabía desaparecidoyelhilounidoaldisparadorestabaroto.Condedostemblorosossacóla película del aparato y la llevó a revelar y ampliar. Por la tarde temprano, toda la pandillafueabuscarlaampliación. —¡Quépena!—dijoAdeladecepcionada—,sólosevenlospantalones. —Porlomenosesalgo—opinóFélix—.¡Vamosalzoo! AlaentradaseencontraronconelvigilanteRoldán. —Han robado la serpiente. Lo he descubierto hace aproximadamente diez minutos.Ahoratenemosqueregistraratodoslosquesalgan,perovaaserimposible. Félixreunióalapandillayseretiraronadeliberar. —Veamos—dijo—,tieneelpelorizadoyllevapantalónacuadros. —YunnombrequecomienzaconJ.N.—dijoKikic.a. «La mano negra» estuvo observando atentamente a todos los que pasaban. Al cabodedieciséisminutosAdeladijoderepente: —¡Ahívieneelindividuoqueesperamos! ¿Quiéneralapersonaquebuscaban? www.lectulandia.com-Página109 www.lectulandia.com-Página110 12.Noriegasedejaverlacara EraelvendedordeheladosJuanNoriega. —¡Vamos!—ordenóFélix—.¡Trasél! Mientrasseguíanalsospechoso,Rollodijo: —Habríaqueinspeccionarelcarritodeloshelados. Kikic.a.meneólacabezadubitativo. —Nocreoquelopermitieraeldueño. —¿Ysinoscompramosunhelado?—preguntóFélix. —Esonoestánadamal—dijoAdela. «Lamanonegra»avanzóunospasosycerróelcaminoalcarro. —Buenastardes—dijoAdela—,¿tieneheladosdevainilla? —Sehanacabado—refunfuñóelheladero.Luegoempujótanfuerteelcarroque casiatropellóaAdela. —Esustedunhombreencantador—dijo. Porprecauciónesperaronunossegundosysepropusieronseguirleconcuidado. —¡Bah!—seenfadóKikic.a. Perocuandodoblaronlaesquina,elcarrohabíadesaparecido. —Nopuedeestarlejos—dijoRollo—.Vigilaremostodaslaspuertas. Abrieron la puerta de la primera cochera, pero no pudieron descubrir nada. Tampocoenlasegundatuvieronsuerte.Luegopasaronalpatiointerior. —Aquíestá—gritóRollo—.Miradallí,enaquellacasa. ¿Cuáleralanumeracióndelportal? www.lectulandia.com-Página111 www.lectulandia.com-Página112 13.ElbuenoídodedoñaEncarna Félixseacercóalapuerta43A,dentrodelacualseveíaelrótulodelcarritode loshelados,eintentóabrirla. —Está cerrada con llave —dijo a los otros—. Tenemos que esperar hasta que vuelvaasalirNoriega. KikiC.a.señalólaescaleraexteriordelacasacontigua. Quizádesdealláarribapodamosmirarporlaventana. Sinpensarlodosvecessedeslizaronporlaescaleradehierro.CuandoFélixllegó alsegundorellano,hizounaseñaalosotros. —¡Cuidado!—dijoenvozbaja.Luegosetumbó. Losdemásseagacharonyespiaronlaventanadesdelosescalones. —PerosiesNoriega—murmuróRollo—.¿Yquiénserálaseñora? —Probablementelapatrona—dijoAdela—.Escuchad. Lavozfemeninasonabaenérgica. —¡Ensucuartohayunextraño,señorNoriega,yustedsabequeesonolotolero! —Noriegasonrióirónicamente—.¡Sepuedeustedahorrarlasonrisa,señorNoriega! Heoídoclaramentelospasos. —Quizáhasoñadousted,doñaEncarna—repusoNoriega. Enesemomento,AdelaempujóaRollo. —Oye,ellatienerazón.Hayunhuéspeddemásenlahabitación,¡miraallí! ¿Dóndeseescondíaelvisitante? www.lectulandia.com-Página113 www.lectulandia.com-Página114 14.Elhombredenegro UncigarrillohumeantedetrásdelapuertademostrabaqueNorieganoestabasolo enlahabitación. —¿Seráuncómplice?—sepreguntóFélix. En ese momento Noriega descubrió a la pandilla delante de la ventana y rápidamentecorriólacortina. —Tenemosqueaveriguarquiéneseldesconocido—dijoRollo. «Lamanonegra»abandonóelpatiointerioryseapostóalasombradeunsaliente delapared.Llevabaesperandoyacasidoshorasyaexcepcióndeunperrillogordoy deungato,nadiehabíasalido.Entoncesseoyeronpasos. —¡Chist!—chistóRollo. Unaformaembozadasalió. —¿Quéllevaenlamano?—murmuróKikic.a. —Parececomounafundadeviolín—opinóFélixenvozbaja. Elhombresedirigióauncoche,abriólaportezuelaypusoelestuchenegroenel asientoposterior.Segundosmástardeelcochehabíadesaparecido. «Lamanonegra»saliódelaoscuridad. —Sialmenoslehubiésemosvistolacara—suspiróAdeladesesperada. —No te pongas nerviosa —la tranquilizó Rollo—. Me he quedado con la matrículadelcoche. Kikic.a.serióyguiñóunojo. —Yosécómosellamaesehombre. ¿Cómosellamabaeldesconocido? www.lectulandia.com-Página115 www.lectulandia.com-Página116 15.Ellumbago «CarlosRosa»,poníaenelpermisodeconducirqueasomabaporelbolsillodela puertadelcoche.AdelaanotóelnombrequeKikic.a.recordabaysesorprendió. —¿Noosllamanadalaatención?—preguntó. —¿TerefieresalasinicialesCa-Ro?—preguntóRollo. —¡Caro!—exclamóFélix—.¡LordCaro!¡Nuestromago! Adelaguardóelbloc: —ElcasoestáapuntoparaelinspectorFaraldo—dijoella. Poco después estaban en la comisaría de policía número 11 e informaban de lo que habían averiguado hasta entonces. El inspector se preguntó dónde podría encontrar a lord Caro, y decidió llamar al teatro. Telefoneó y después colgó el auriculardespacio. —LordCaroestáconlumbagoenlacama.ViveenelhotelMonopol. Elporterodelhotellesacompañóhastalahabitación. —¿Quesihesalidohoy?—preguntólordCaroconvozlastimosa—.Perosino mepuedolevantar.Loestáviendousted. Faraldodudóantesdecontestar. —Deacuerdo,yamedoycuenta.Perdonelamolestia. Justoantesdesalirdelahabitación,Félixletiródelamanga. —LordCaromiente—murmuró—,haestadolevantado. ¿Quédemostrabaquehabíaestadolevantado? www.lectulandia.com-Página117 www.lectulandia.com-Página118 16.Unasolemnetontería CuandoelinspectorFaraldovioenlacómodalacopadecerveza,supoquelord Carohabíamentido. —Bien,quesemejore,señor—dijosaliendodelahabitación. —¿Noledetiene?—preguntóAdela. —No—repusoelinspector—.Todavíamefaltanpruebas. AlllegaralacalleFélixgritó: —¡Cuidado!¡LordCarosehalevantado! Detrásdelaventanaunasombrasemovía.Faraldosefrotólasmanos. —Ya está —dijo—. Ahora va a hacer una solemne tontería. Va a intentar huir. ¡Cuidadoconlaentrada! «Lamanonegra»vigilabalapuertagiratoriadelhotel.Pasaronaproximadamente veinteminutos,ydeprontoRollosesobresaltó. —Mirad,unhombreconmaletas.Tienequehaberunasalidaposterior. —¡Vamostrasél!—ordenóFaraldo. Todoscorrieronalacalletransversal,peroerademasiadotarde.Elhombrehabía desaparecidocomosiselohubieratragadolatierra. —Esculpamía—dijoFaraldoenfadado. —Yaleencontraremosotravez—opinóAdela. —Desdeluego—exclamóKikic.a.—,yosédóndeestáahora. ¿Adóndehabíaidoelhombredelasmaletas? www.lectulandia.com-Página119 www.lectulandia.com-Página120 17.Debajodeuntilo El hombre había salido del hotel por la calle del Monte y desapareció en un coche. Afortunadamente, Kiki c. a. había reconocido la matrícula, LB-1327, del cochedelordCaro. —Miremosenelteatro—dijoelinspectorFaraldo. Pero la matrícula LB-1327 no se veía por ninguna parte. Faraldo preguntó al portero. —¿Elcoche?—Elporteroguiñóunojo—.Estabaaquí.LordCarohaarreglado suremolqueyhainvitadoasuayudantaairconél.Luegosalieronzumbando. Elinspectordepolicíareflexionóunmomento. —Nopuedenhaberidomuylejosconesepesadoremolque—dijo—.¡Vamos! DespuésdemediahoradebúsquedaAdelagritaba: —¡Alto!¡Ahíestá! Junto al hotel Del Tilo estaba aparcado un coche con un gran remolque. Todo estabaensilencio,noseoíanada.Adelaseñalóhaciaarriba. —La claraboya está abierta —dijo—, desde el árbol podemos ver qué ocurre dentro. El inspector y la pandilla treparon al tilo y con una linterna Faraldo enfocó el remolque. —Nada—murmuró—.Nohayrastrodelosanimalesrobados. —Estamos buscando la pantera, la cacatúa y la serpiente —recordó Adela—. Algúnanimaltienequeestaraquí.¡Ajá!Allíestálaprueba. ¿QuéhabíavistoAdela? www.lectulandia.com-Página121 www.lectulandia.com-Página122 18.Elperjurio TambiénelinspectorFaraldoviolacomidapropiadelascacatúas. —¿Quiénpuedeidentificaralpájaro?—preguntó. —ElvigilanteRoldán—exclamó«lamanonegra». —Bien —dijo Faraldo—. Yo informaré por radio a la central. Que lo traiga un cochedepolicía. Mediahoramástarde,Roldán,pegadoalremolque,decíaenvozbaja: —¿DóndeestáClara? Delapartebajadelcochecontestóunavoz: —¡AquíechtáClara!¡AquíechtáClara! —¡Basta! —dijo el policía—. Ya es suficiente. ¡Esperad aquí! —Volvió en seguidaacompañadoporlordCaroyunaseñoramuypintada—.¡Abraelremolque! —ordenó. LordCaroobedeció,yFaraldoentróenelcoche.Ocultaenlaparteposteriorse veíaunapuerta,queabrió. —¡Lapantera!—gritóRoldán—.¿Ylaserpientepitón?¿YClara?¡MiClara! —¡AquíechtáClara!—gritólacacatúayagitólasalas. —¿Reconoceustedaestosanimales?—preguntóFaraldoalvigilante. —¡Claroquesí!—contestó—.Sonlosanimalesquerobarondelzoo. —Esoesridículo—dijolordCaro—,éstosloshecompradoyo.Nosénadade queenelzoohayanrobadoanimales,puedojurarlo. —Sería un claro perjurio —dijo Rollo tranquilamente—. Es evidente que usted conocíaestosrobos. ¿QuéhabíadescubiertoRollo? www.lectulandia.com-Página123 www.lectulandia.com-Página124 19.Laúltimaprueba ElCorreodelaMañanaenelbolsillodesuabrigodelatóalordCaro;nopodía decir que ignoraba el robo del zoo. El mismo día por la tarde comenzó el interrogatorioenlacomisaríadepolicíanúmero11. —Yo he comprado los animales a un domador español —dijo lord Caro, luego mostróunpapel—.Mire,estafacturaloprueba.SellamaNoratella. Félixdiounpasohaciaadelanteypreguntó: —¿NosignificalaNquizáNoriega? —¡YonoconozcoaningúnNoriega!—contestólordCaro. —Ese punto lo comprobaremos en seguida —dijo el inspector—, visitando al señorNoriega. Ésteestabaencasa. —Sólounaspreguntas—dijoFaraldo—.¿ConoceustedalordCaro? —¿LordCaro?No,noleconozco. —AsíqueniegaustedquehayatenidoalgoqueveralgunavezconlordCaro? —¡Exacto!—exclamóNoriegaconsuficiencia. —ElseñorNoriegamiente—dijoAdelasininmutarse. —¡Esoesridículo!—dijoNoriega,yserióacarcajadas. —Aquí en la habitación hay una prueba —dijo Rollo—. El señor Noriega ha enviadounahojadelalmanaquecomofacturaalordCaro.ElseñorNoriegatambién esculpable. ¿QuéhabíadescubiertoRollo? www.lectulandia.com-Página125 www.lectulandia.com-Página126 20.ElreporteroLozano «...Debodaroslasgraciasporvuestraayudayosesperoalascincoenlacafetería del zoo. Vuestro amigo G. Torres. Director del zoo...» Así terminaba la carta que recibió«lamanonegra». Puntualmente,llegaronallugardelacita.Ademásdeldirectorapareciótambién elinspectordepolicía. —Notenéisniideadelapreocupaciónquemehabéisquitadodeencima—dijo. Eldirectordelzoopedíaalcamareromásnatabatidaparalapandilla. —¡Buenastardesatodos!—dijounjoven. —ElreporteroLozano,delCorreodelaTarde—presentóelinspector. Lozanocomenzóapreguntar. —¿Asíquerobarontres·animalesdelzoo? —¡Exacto!—dijoFélix—.Noriegalossacóenelcarritodelosheladosyluego losenvióalordCaro. —Sí,ylahojadecalendariorotaenlahabitacióndeNoriegafuelaúltimaprueba —añadióRollo. Elreporteromiróconadmiracióna«lamanonegra». —Comosomoscincotodoesmásfácil—dijoAdela. —¿Cómocinco?—preguntóLozanosorprendido—.¿Nosoiscuatro? —No,cinco—dijoKiki,C.a.—.Miardillapertenecetambiénalgrupo. —¿Ydóndeestáahora?—preguntóLozanoextrañado. —¿Nolaveusted?Estáallísentada—dijerontodosalavez. ¿Dóndeestabalaardilla? www.lectulandia.com-Página127 www.lectulandia.com-Página128 Losdetectivescampeones ElreporteroLozanotrabajabaconrapidez.AldíasiguientesalióelCorreodela Tarde con un gran reportaje especial. Incluso apareció una foto de todos en la cafeteríadelzoo(aunquesinlaardilla,puesenelmomentodelafotoretozabacon losmonos).«Lamanonegra»leíaensilenciocuandoFélixseechóareír.Luegoleyó envozalta:«ElCorreodelaTardedalaenhorabuenaalosdetectivescampeonesde fIlamanonegra"». Elnúmeroderespuestascorrectasdemostrarátutalentodedetective. De1a20respuestasacertadas:Consuélate,ningúncampeóndetectivehacaído delcielo. De21a40respuestascorrectas:Tienesunasdotesdeobservaciónexcelentes.Te puedesentrenarencasa,enlaescuelayenlacalle. De41a60respuestascorrectas:Tienesmaderadecampeóndedetectiveyyate puedescompararconSherlockHolmes.Peropiensaqueélaprendiódurantetodasu vida. www.lectulandia.com-Página129