EVALUACIÓN REGIONAL DE LA AMENAZA SÍSMICA EN CENTRO

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EVALUACIÓN REGIONAL DE LA AMENAZA SÍSMICA EN CENTRO
ESCUELA TÉCNICA SUPERIOR DE INGENIERÍA EN TOPOGRAFÍA, GEODESIA Y CARTOGRAFÍA UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE MADRID Proyecto con América Latina 2008 (UPM) EVALUACIÓN REGIONAL DE LA AMENAZA SÍSMICA EN CENTRO AMÉRICA AL08‐PID‐038
Coordinadora: Mª Belén Benito Oterino Participantes: Enrique Molina (Guatemala) Griselda Marroquín (El Salvador) José Jorge Escobar (Honduras) Emilio Talavera (Nicaragua) Wilfredo Rojas y Álvaro Climent (Costa Rica) Eduardo Camacho Astigarrabia (Panamá) Conrad Lindholm (Noruega) Informe Final Jorge M. Gaspar Escribano (E.T.S.I.T.G.C) María José García Rodríguez (E.T.S.I.T.G.C) Mercedes Pérez Escalante (E.T.S.I.T.G.C) Alicia Rivas Medina (E.T.S.I.T.G.C) Rosa García Blanco (E.T.S.I.T.G.C) Diciembre 2008 Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS 2. ANTECEDENTES DE COLABORACIÓN 3. ACTIVIDADES DESARROLLADAS 3.1. CATÁLOGO SÍSMICO 3.1.1. ACTUALIZACIÓN DEL CATÁLOGO SÍSMICO 3.1.2. CATÁLOGO REGIONAL: ANÁLISIS DE COMPLETITUD Y FILTRADO DE SERIES SÍSMICAS 3
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9 14 3.2. ESTUDIO SISMOTECTÓNICO E IDENTIFICACIÓN DE ZONAS SISMOGENÉTICAS 17
3.3. SELECCIÓN DE MODELOS DE ATENUACIÓN COMPATIBLES CON LOS DATOS DE MOVIMIENTO FUERTE EXISTENTES 22
3.3.1. METODOLOGÍA 3.3.2. BASE DE DATOS PARA CALIBRACIÓN DE MODELOS 3.3.3. MODELOS DE ATENUACIÓN INCLUIDOS EN EL ANÁLISIS 3.3.4. ANÁLISIS Y SELECCIÓN DE LOS MODELOS 3.4. EVALUACIÓN DE LA AMENAZA SÍSMICA Y CONSTRUCCIÓN DE UN ÁRBOL LÓGICO, PARA APLICACIÓN DE LA METODOLOGÍA PSHA (PROBABILISTIC SEISMIC HAZARD ASSESSMENT)
3.4.1. CÁLCULO DE LOS PARÁMETROS SÍSMICOS DE LAS ZONAS 3.4.2. ANÁLISIS DE SENSIBILIDAD PARA DEFINICIÓN DE PARÁMETROS Y PESOS DEL ÁRBOL LÓGICO 3.5. RESULTADOS 3.5.1. MAPAS DE AMENAZA SÍSMICA 3.5.2. CURVAS DE AMENAZA 3.5.3. ESPECTROS DE AMENAZA UNIFORME 3.5.4. RESULTADOS DE LA DESAGREGACIÓN 3.6. DISCUSIÓN DE RESULTADOS 3.7. RESUMEN Y CONCLUSIONES GENERALES 4. MODELIZACIÓN DE LA PELIGROSIDAD DE DESLIZAMIENTOS EMPLEANDO TÉCNICAS ESTADÍSTICAS 4.1. EVALUACIÓN DE LA SUSCEPTIBILIDAD A ESCALA REGIONAL EMPLEANDO UN MODELO DE REGRESIÓN LOGÍSTICA (RL) 4.2. EVALUACIÓN DE LA SUSCEPTIBILIDAD A ESCALA REGIONAL EMPLEANDO UN MODELO DE REDES NEURONALES (RNA) 4.3. EVALUACIÓN DEL DETONANTE PARA UN ESCENARIO DETERMINISTA (13 DE ENERO DE 2001 4.4. EVALUACIÓN DEL DETONANTE PROBABILISTA PARA UN PERIODO DE RETORNO DE 475 AÑOS 5. PROYECCIÓN DOCENTE DEL PROYECTO 6. DIFUSIÓN DE LOS RESULTADOS REFERENCIAS 22 23 25 25 29
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Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América 1. INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS El objetivo de este informe es la exposición de las actividades desarrolladas y resultados obtenidos durante la ejecución del proyecto: RIESGO SÍSMICO Y PELIGRO DE DESLIZAMIENTO DE LADERAS EN EL SALVADOR III Este proyecto fue aprobado en la convocatoria de proyectos con América Latina de la UPM (2007) y ha supuesto una continuidad en la línea de colaboración iniciada en El Salvador, a raíz del devastador terremoto ocurrido el 13 de Enero de 2001. Dicha colaboración, cuyos antecedentes son expuestos en el siguiente apartado, se institucionalizó formalmente entre la UPM y el Servicio Nacional de Estudios Territoriales de El Salvador (SNET) a raíz del proyecto financiado en las anteriores convocatorias de proyectos de la UPM: RIESGO SÍSMICO Y PELIGRO DE DESLIZAMIENTO DE LADERAS EN EL SALVADOR I, II y III Durante el desarrollo de estos proyectos se ha ido consolidando un grupo de trabajo, formado por técnicos salvadoreños y profesores y becarios de la Escuela Superior de Ingeniería Técnica en Topografía, Geodesia y Cartografía (ETSI TGC), así como una línea de actuación en materia de riesgo sísmico y peligro de deslizamientos de laderas. En esta línea se han obtenido importantes resultados, reflejados en numerosas publicaciones, ponencias en congresos y páginas WEB. Al mismo tiempo los productos generados, como el SIG Geofísico y modelos digitales del terreno, han sido incorporados al SIG del SNET y actualmente forman parte de su plan de Ordenamiento Territorial. En lo referente al grupo de trabajo, es de destacar la creciente incorporación de profesores de la ETSI TGC contribuyendo a cubrir objetivos parciales del proyecto. Las materias que se imparten en la ETSI TGC, como Tecnologías Geo‐espaciales, Cartografía Digital, SIG, etc. son particularmente idóneas para avanzar en la investigación en el campo del riesgo sísmico y del peligro de deslizamientos. Ello ha motivado el interés de una buena parte del profesorado por intervenir en el proyecto con aportaciones dentro de su campo, lo que hace que algunos de los objetivos iniciales se hayan abordado con mayor número de recursos, enriqueciendo los resultados del proyecto. Asimismo, éste ha despertado el interés de alumnos que han realizado sus Proyectos de Fin de Carrera, contribuyendo al desarrollo de tareas parciales del proyecto. La línea generada está siendo, por tanto, un referente en la ETSI TGC, tanto en la vertiente de investigación como en la estrictamente formativa. Y en relación con ésta última, en El Salvador no existen estudios superiores de Geología ni de Sismología, con la consiguiente ausencia de técnicos cualificados. Por ello, también la formación de técnicos locales ha sido objetivo prioritario en el enfoque del proyecto. El presente informe da cuenta de la actividad realizada durante el año 2008 y expone además el enfoque formativo y divulgativo que ha adquirido el proyecto, desglosando todo ello en una serie de apartados. Tras este primero de Introducción y Objetivos, se resumen los Antecedentes de Colaboración en un Apartado 2. Seguidamente se exponen las Actividades Desarrolladas en el Apartado 3, estructuradas en siete sub‐
apartados. En el apartado 4 se ha incluido, el proceso seguido y los resultados obtenidos de la evaluación de la peligrosidad a los deslizamientos inducidos por terremotos en El Salvador, en el que se modeliza la susceptibilidad a partir de técnicas estocásticas (regresión logística y redes neuronales artificiales), y la estimación del detonante para un escenario pasado y para eventos futuros con periodo de retorno de 475 años, cuyos resultados son parte de la tesis doctoral de Mª José García Rodríguez, finalizada en noviembre de este año. Todo lo relacionado con la Proyección Docente se incluye en un Apartado 5, y las Actividades de Difusión se enumeran en el Apartado 6. 3
Informe Final: Diciembre 2008 2. ANTECEDENTES DE COLABORACIÓN La colaboración iniciada en 2001 se ha venido consolidando a través de los proyectos financiados por la UPM, así como otros de diversas instituciones, que se resumen a continuación:  “Evaluación del Riesgo y Prevención de Deslizamientos Catastróficos de Laderas Inducidos por Terremotos. Aplicación a los casos de El Salvador y Sureste de España (ANDES)” Proyecto del plan Nacional I+D+I (2000‐2003), financiado por el anterior Ministerio de Ciencia y Tecnología (Ren2001‐0266‐C02‐02).  “Contribución a la Renovación de la Red Acelerométrica de El Salvador y Estudio del Movimiento Fuerte Asociado a los Sismos de 2001” Financiado por AECI y desarrollado conjuntamente entre el Servicio Nacional de Estudios Territoriales de El Salvador (SNET), la Universidad Centro Americana Simeón Cañas (UCA) y la UPM. El proyecto fue coordinado por la profesora Belén Benito.  “Riesgo Sísmico y Peligro de Deslizamiento de Laderas en El Salvador I” Financiado por la UPM, en su convocatoria de proyectos con Latinoamérica de 2004, a través del cual se formalizó institucionalmente la cooperación entre la UPM y el SNET. (Nº AL05_PID_0037)  “Riesgo Sísmico y Peligro de Deslizamiento de Laderas en El Salvador II” Financiado por la UPM, en su convocatoria de proyectos con Latinoamérica de 2005(Nº AL06_PID_0019).  “Riesgo Sísmico y Peligro de Deslizamiento de Laderas en El Salvador III” Financiado por la UPM, en su convocatoria de proyectos con Latinoamérica de 2006(Nº AL07_PID_0049). Además la cooperación ha sido reforzada con el proyecto del Plan Nacional I+D+i (2004‐2007):  “Caracterización de Acciones Sísmicas y Evaluación del Peligro de Deslizamientos de Ladera” (CGL2005‐07456‐C03‐03/BTE) Financiado por el Ministerio de Educación y Ciencia. Este es un proyecto coordinado del plan Nacional I+D+I, en el que participan también un grupo del CEDEX y el Dpto de Geodinámica de la Facultad de Geológicas de la Universidad Complutense de Madrid. La investigación realizada en el transcurso de estos proyectos se refleja en las siguientes publicaciones: 
García‐Rodríguez, M.J., Malpica, J.A., Benito, B, Díaz, M. (2008a). Susceptibility assessment of earthquake‐triggered landslides in El Salvador using logistic regression. Geomorphology, 95, p. 172–191. 
García Rodríguez, MJ; Morillo, MC., Benito, B; (2008b). Evaluación de la Peligrosidad a los Deslizamientos en un SIG empleando Técnicas de Regresión Logística. Publicación: 6ª Asamblea Hispano‐Portuguesa de Geodesia y Geofísica. Del 11 al 14 de Febrero, 2008, Tomar (Portugal). 
García‐Rodríguez, MJ, Malpica, JA, Benito, B, Díaz, M. (2008c). Assessment of earthquake‐ triggered landslides in El Salvador based on an Artificial Neural Networks (ANN) model. EGU General Assembly, Vienna, Austria, 13‐18 April 2008. Geophysical Research Abstracts, Vol. 10, EGU2008‐A‐09822. 4
Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América 
García Rodríguez, MJ., Havenith, H.B.,Benito, B. (2008d). Evaluation of earthquake‐triggered landslides in El Salvador using a GIS‐based Newmark model. Proceedings: 14th World Conference on Earthquake Engineering, Beijing (China) del 12 al 17 de Octubre, 2008 
García Rodríguez, MJ; Benito, B; Malpica, JA; Morillo, MC (2007). Evaluación de la Peligrosidad a los Deslizamientos en un SIG empleando Técnicas de Regresión Logística (Póster). Publicación: Resúmenes del 3er Congreso de Ingeniería Sísmica. Gerona (España), 8‐Mayo 2007. 
Benito, B; Pullinger, C, Cepeda, J, Hernández, D, Marroquín, G; Hasbun, P (2005), Caracterización del Movimiento del Suelo y sus Efectos en la Infraestructura durante los Terremotos del 2001, El Salvador. Monografía, 120 pp; ed. UCA. 
J. Bommer, M; Benito, B, Ciudad‐Real, A; Lemoine, MA; López‐Menjívar, R; Madariaga, J; Mankelow, P; Méndez de Hasbun, W; Murphy, M; Nieto‐Lovo, C.E; Rodríguez‐Pineda, HR (2002). The El Salvador Earthquakes of January and February 2001: Context, Characteristics and Implications for Seismic Risk. Soil Dynamics and Earthquake Engineering, Vol. 22; No. 5, pp. 389‐
418. 
Cepeda, JM; Benito, B; Burgos, EA (2004). Strong Motion Characteristics of January and February, 2001 Earthquakes in El Salvador. Geological Society of America GSA Special Paper 375‐25: Natural Hazards in El Salvador. ISBN: 0‐8137‐2375‐2, pp. 405‐423. 
Benito, B; Cepeda, JM; Martínez Diaz, JJ (2004) Analysis of the Spatial and Temporal Distribution of the 2001 Earthquakes in El Salvador. Geological Society of America GSA Special Paper 375‐25: Natural Hazards in El Salvador. ISBN: 0‐8137‐2375‐2, pp. 339‐356. 
Martínez‐Díaz, JJ; Álvarez‐Gómez, JA; Benito, B; Hernández, D (2004). Triggering of Destructive Earthquakes in El Salvador. Geology, Vol. 32, pp. 65‐68. 
García Rodríguez, MJ; Benito, B; Rodríguez, C (2004). Multidisciplinary Methodology for Hazard Assessment of Triggered Landslide. Application to the 2001 Earthquakes in El Salvador. Poster. 1st General Assembly of European Geosciences Union. Geophysical Research Abstracts, Vol. 6, Niza. 
Benito, B; García Rodríguez, MJ; Rodríguez, J; Rodríguez, CE. (2004). Evaluación de la Amenaza de Deslizamientos en El Salvador. Aplicación al Caso de los Terremotos de 2001. Póster. 4ª Asamblea Hispano‐Lusa de Geodesia y Geofísica. Proceedings. Figueria da Foz (Portugal). 
Benito, B (2003). Peligro y Riesgo sísmico. Caracterización del Movimiento para el Diseño Sismorresistente. Seminario III: Construcción de Viviendas de Interés Social en Zonas de Peligro Sísmico. Instituto del Frío CSIC. Madrid, 26 y 27 de septiembre de 2003. Presentación oral. 
Benito, B; Contreras, M; Bravo, M; Barrero, G; Jiménez, ME (2002). Aplicación de un Sistema de Información Geográfica al Estudio de la Distribución Espacio‐Temporal de los Sismos de 2001 en El Salvador. Capítulo Libro: Los Sistemas de Información Geográfica en la Gestión de los Riesgos Geológicos y el Medio Ambiente, Publicación del Instituto Geológico y Minero de España, Serie Medio Ambiente Riegos Geológicos, No. 3, pp. 21‐42. 
Jornadas sobre "Modelización de Riesgos Naturales: Cooperación Internacional". CEDEX y ETS de Ingenieros de Caminos de Madrid. Patrocinadas por AECI (Ministerio de Asuntos Exteriores) y el Ministerio de Educación y Ciencia. Madrid, 11 y 12 de Noviembre de 2004. Presentación oral. 5
Informe Final: Diciembre 2008 
Benito, B; Contreras, M; Bravo, M; Barrero, G; Jiménez, ME (2002). Análisis de la Sismicidad de 2001 en El Salvador. Parte 1: Distribución Espacial. 100 años del Observatorio de Granada, 2002. Presentación Oral. 
Benito, B; Contreras, M; Bravo, M; Barrero, G; Jiménez, ME (2002) Análisis de la Sismicidad de 2001 en El Salvador. Parte 2: Distribución Temporal. 100 años del Observatorio de Granada, 2002. Presentación Oral. 6
Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América 3. ACTIVIDADES DESARROLLADAS
La región Centroamericana es una zona presenta una elevada probabilidad de ocurrencia de terremotos y es al mismo tiempo una zona altamente vulnerable, con un elevado riesgo sísmico. El presente proyecto se inscribe en una línea de mitigación de este riesgo en El Salvador y Guatemala iniciada ya con proyectos previos, pretendiendo contribuir a la formación de técnicos y avanzar en el conocimiento de la amenaza sísmica. El proyecto se concibe como una continuidad de la línea de cooperación institucionalizada con El Salvador en el transcurso de proyectos previos, extendiéndola a Guatemala a través de una cooperación con el INSIVUMEH y dotándola de un carácter más regional. Al mismo tiempo será complementario al proyecto del plan Nacional I+D+I (CGL2005‐07456‐C03‐03/BTE) mencionado en el apartado de antecedentes. Dado que la dotación económica de éste es muy ajustada para el número de actividades que se pretenden realizar y la entidad de las mismas, el proyecto que ahora se solicita aportaría un importante refuerzo, garantizando la consecución de los objetivos propuestos. El objetivo global del proyecto es la evaluación de la amenaza sísmica de Centro América y la obtención de resultados que permitan caracterizar el movimiento del suelo esperado en sismos futuros, que constituya la acción sísmica a introducir en el diseño sismorresistente de estructuras, contribuyendo a disminuir la vulnerabilidad de éstas y por tanto a mitigar el riesgo asociado. Los resultados serán incorporados a las bases de datos del SNET y del INSIVUMEH, para el desarrollo de políticas de mitigación del riesgo sísmico y para la revisión de los códigos sismorresitentes de ambos países. Por tanto, además de un interés intrínsecamente científico, el proyecto tiene un marcado carácter social. Los objetivos técnicos se concretan en: 1. Caracterizar la amenaza sísmica en Guatemala y El Salvador, asociada a los principales escenarios existentes: sismos de subducción, cadena volcánica y fallas localizadas en el límite Norte América‐Caribe (Chixoy‐Polochic‐Motagua). 2. Generar mapas de valores esperados de los parámetros característicos del movimiento fuerte: aceleración pico (PGA), aceleraciones espectrales (SA (0.1s), SA (0.2s), SA (0.5s), SA (1 s), SA (2s). 3. Conocer los escenarios sísmicos que presentan mayor contribución a la amenaza y obtener los correspondientes sismos de control (pares magnitud‐distancia). 4. Caracterizar los movimientos asociados a esos escenarios en las principales poblaciones y construir los correspondientes espectros de respuesta. 5. Aportar criterios para la revisión de los códigos sísmicos de ambos países. 6. Formación de técnicos locales en el tema de Amenaza Sísmica. La consecución de los objetivos definidos en el apartado anterior, requerirá el desarrollo de las siguientes actividades: 1.‐ Actualización del Catálogo Sísmico, tanto en su parte Instrumental como Macrosísmica, y Elaboración de un Catálogo Completo y Homogéneo. 7
Informe Final: Diciembre 2008 * Revisión de documentación histórica para disponer de información de sismos previos a este siglo, que pueden influir decisivamente en la amenaza. * Recopilación de mapas de isosistas de terremotos con suficiente información de distribuciones de daños. * Análisis de correlaciones intensidad‐magnitud partiendo de la información catalogada. * Evaluación de una magnitud homogénea para todos los sismos catalogados (preferentemente Mw). * Corrección de la falta de completitud del catálogo. * Elaboración de mapas de sismicidad, a partir del catálogo actualizado y homogéneo. 2.‐ Estudio Sismotectónico e Identificación de Zonas Sismogenéticas. * Recopilación de información tectónica e identificación de estructuras activas. * Correlación de mapas sísmicos y tectónicos y definición de zonas sismogéneticas * Reevaluación de leyes de recurrencia para las zonas sismogenéticas consideradas. * Evaluación de las magnitudes máximas que limitan la ley de recurrencia en cada zona y de los posibles terremotos característicos en zonas de subducción. 3.‐ Selección de modelos de atenuación compatibles con los datos de movimiento fuerte existentes. * Actualización del banco de datos de movimiento fuerte en Centro América, y catalogación de los registros. * Selección de modelos de atenuación locales o desarrollados en otras zonas con afinidad tectónica, separando escenarios de subducción y de cadena volcánica. * Chequeo de modelos de atenuación con datos de movimiento fuerte registrados especialmente en El Salvador y Guatemala, y elección de los más idóneos para el estudio de amenaza. 4.‐ Definición de los inputs de cálculo de amenaza y construcción de un árbol lógico, para aplicación de la metodología PSHA (Probabilistic Seismic Hazard Assessment). * Análisis y discusión de los resultados obtenidos en fases previas, referentes al catálogo, zonificación y atenuación. * Definición de los inputs de cálculo de amenaza: modelos de zonas, relaciones de recurrencia, modelos de atenuación. 5.‐ Evaluación de la amenaza sísmica. * Deducción de curvas de amenaza total y de contribución de diferentes escenarios, en términos de PGA para puntos de una red cubriendo todo el territorio de Guatemala y El Salvador. * Elaboración de mapas de amenaza total, a escala nacional, y de peligrosidad por contribución de los diferentes escenarios. * Deducción de curvas de amenaza en distintas poblaciones, analizando la contribución de diferentes escenarios en las ordenadas espectrales. * Estimación de espectros de respuesta específicos en los emplazamientos elegidos, correspondientes a los movimientos esperados por la actividad de los diferentes escenarios. 6.‐ Creación de un SIG e Integración de los Resultados. * Integración de los resultados de las actividades previas en un Sistema de Información Geográfica. 7.‐ Difusión de resultados. * Presentaciones en congresos de Geología de Centro América (Costa Rica, Julio 2008) y Mundial de Ingeniería Sísmica (Octubre de 2008) * Preparación de publicaciones. 8
Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América 3.1. CATÁLOGO SÍSMICO 3.1.1. ACTUALIZACIÓN DEL CATÁLOGO SÍSMICO Diversos autores han trabajado sobre la sismicidad histórica en América Central (White y Harlow, 1993; White et al. 2004; Ambraseys y Adams, 2001; Peraldo y Montero, 1999). En el presente trabajo se ha elaborado un catálogo regional y actualizado hasta el 2007 abarcando los países de Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica y Panamá. Para ello se ha partido del catálogo de Rojas et al. (1993), actualizado hasta el 2007 con los datos del Centro Sismológico para América Central (CASC) y de los catálogos nacionales de El Salvador ,Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Tras la revisión de todos ellos se ha configurado el catálogo regional del proyecto que contiene, tanto los datos macrosísmicos reportados desde 1522, como los instrumentales registrados en las últimas décadas. El catálogo se confeccionó en formato SEISAN y se ha homogeneizado a magnitud momento Mw, incluyendo todos los sismos de magnitud Mw > 3.5. Cada país ha trabajado en su propio catálogo, analizando la sismicidad en el cuadrante asignado según una distribución definida para cubrir toda la región. Dicha distribución es mostrada en la Figura 3.1. La confección del catálogo de cada país se ha realizado analizando toda la sismicidad del área asignada y tomando una única solución para cada evento, siguiendo los criterios adoptados que se describen más adelante. Asimismo, el parámetro de tamaño se ha homogeneizado a magnitud momento Mw, para lo cual se han aplicado correlaciones locales cuando este dato no estuviera originalmente calculado. Una vez revisados, depurados y homogeneizados los catálogos nacionales, se han unido configurando un único catálogo regional, conformado por 29.918 sismos de magnitudes mayores o iguales a 3.5. 9
Informe Final: Diciembre 2008 Figura 3. 1 Zonas asignadas para la confección del catálogo de cada país de Centro América A continuación se describen brevemente los catálogos nacionales de cada uno de los países de Centroamérica. GUATEMALA La red sísmica de Guatemala opera a partir del año 1977 en el INSIVUMEH, conformada actualmente por 12 estaciones sísmicas permanentes y 12 acelerógrafos, propiedad de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED). En el catálogo de Rojas (1993), se integraron todos los datos de sismicidad histórica e instrumental de Guatemala hasta esa fecha y recientemente se ha realizado una nueva actualización con los catálogos de Ambraseys y Adams (2001) y del Centro Sismológico Regional en América Central (CASC). Dicho Catálogo fue actualizado hasta el 2007 con los datos del Centro Sismológico Regional en América Central (CASC), que incluyen los datos de la Red Sísmica Nacional. Además se utilizaron las publicaciones para grandes eventos, Mw > 7.0, o que generaron intensidades, IMM > VII (Ambraseys y Adams, 1996; Pacheco y Sykes, 1996; White et al., 2004; White y Harlow, 1993; White, 1991). Actualmente los datos sismológicos de la Red del INSIVUMEH son enviados periódicamente a la red Centroamericana del CASC, con sede en la Universidad de Costa Rica, donde se integran los datos con las estaciones de las redes vecinas. El catálogo actualmente usado para el presente estudio, integra el anterior banco de datos de Rojas (1993) complementado con el del CASC, de 1993 al 2007. El total de sismos del área de Guatemala usados en el proceso de este estudio, de magnitudes mayores o iguales a 3.5, es de 6.200 eventos hasta el 2007. 10
Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América EL SALVADOR Diversos investigadores han publicado trabajos sobre la sismicidad histórica de El Salvador, entre ellos, Harlow and White (1993), Ambraseys y Adams (1996 y 2001) y White et al. (2004). Asimismo, registros instrumentales de sismos con redes locales datan desde el año 1953 hasta la fecha presente, información que forma parte del catálogo sísmico presentado en este documento. El catálogo sísmico de El Salvador proviene principalmente de 2 fuentes: El catálogo conformado por Bejar et al. (2003) y la base de datos sísmicos del Servicio Nacional de Estudios Territoriales (SNET). El catálogo de Bejar et al. (2003), presenta datos para el período 1898‐1983 y fue conformado principalmente por el Catálogo de Salazar et al. (1997) y la colección de boletines sismológicos de los extintos Servicio Geológico Nacional (SGN) y Centro de Investigaciones Geotécnicas (CIG) correspondientes al periodo 1958‐1983. Adicionalmente fue complementado con datos del International Seismological Centre (ISC) y del Preliminary Determination of Epicenters (PDE). De la base de datos sísmicos del Servicio Nacional de Estudios Territoriales (SNET) se seleccionaron los sismos con magnitudes iguales o mayores a 3.5 para el periodo de 1984 al 2007. Desde 1984 hasta el presente en El Salvador se ha calculado de manera rutinaria la magnitud Mc (magnitud calculada en base a la duración del sismo), de manera ocasional también se ha calculado la magnitud Ml (magnitud calculada con la máxima amplitud) y desde 2002 se han calculado de manera más frecuente magnitudes Ml y Mw. Adicionalmente, a más de 4.000 sismos de la base del SNET se les ha incorporado la magnitud mb reportada en los boletines del National Earthquake Information Center (NEIC). De igual manera se han incorporado las magnitudes Mw reportadas en los catálogos de HARVARD‐CMT. Con el objeto de homogenizar el catálogo sísmico a magnitud Mw se han analizado una serie de sismos provenientes de la base del SNET para encontrar relaciones empíricas que permitieran pasar los datos de magnitudes Md, Ml, y Mb a magnitud Mw. Estas relaciones han sido después aplicadas para convertir los datos de las diferentes magnitudes a Mw para todo el catálogo sísmico. HONDURAS La información sísmica pre‐instrumental para Honduras, cubre el período 1500‐1900 para eventos sentidos dentro del territorio y que han causado daños considerables en varias poblaciones del país, aunque la mayor parte de los sismos reportados se han originado en provincias sismotectónicas localizadas fuera de Honduras (Kiremidjian et al., 1979; Sutch, 1981; Grases, 1990; Rojas et al., 1993). Para caracterizar la sismicidad histórica de Honduras, en la literatura se describen 35 sismos, los cuales oscilan en un rango de intensidades de IV MM a XI MM, con magnitud Richter que va de 3.5 hasta 8.5. A un 85% de los sismos se les ha asociado su respectiva provincia sismotectónica o posible zona de origen, encontrándose que los sismos relativamente bien documentados, alrededor de un 40%, fueron generados a lo largo del sistema de fallas Motagua‐Polochic, un 25% tuvo su origen en la depresión de Honduras, un 26% en la zona de subducción del Pacífico, un 7% en la zona volcánica somera del Pacífico, y un 2% a la zona de subducción intraplaca; asimismo se encuentra que alrededor de 13 sismos han tenido magnitudes mayores o iguales a Ms 6.5. Durante el período de 1900‐2000, tanto la sismicidad regional como la local ha sido caracterizada, entre otros autores, por Dean y Drake (1978); Molnar y Sykes (1969); White y Harlow (1993); White (1985); Rojas et al. (1993); Gordon y Muehlberger (1994) y Cruz (1999). Particularmente importantes son los sismos del 29 de diciembre de 1915 (Ms=6.3) y del 3 de diciembre de 1934 (Ms 6.2), que ocurrieron en el occidente de 11
Informe Final: Diciembre 2008 Honduras (White y Harlow, 1993). En el sistema de fallas Motagua‐Polochic se ha generado una cantidad importante de sismos superficiales, que han afectado a la zona norte de Honduras, como los de septiembre de 1957 (M=6.0) y el del 23 de marzo de 1966 (M=6.0) (Molnar y Sykes, 1969); los del 8 de noviembre de 1967 (M=5.4) y de febrero de 1969 (Dean y Drake, 1978). Asimismo, el gran terremoto de Guatemala del 4 de febrero de 1976, afectó considerablemente al norte y occidente de Honduras. Otros sismos originados en el norte del país son los del 4 de julio de 1976 (M 4.5) y el de agosto de 1980 (Mw 5.3). En la zona central, cerca de Comayagua, se reportó un sismo de abril de 1982 (Mw=5.4) y en la zona de subducción del Pacífico, el sismo del 12 de enero de 1982 (Mw=5.4). En el occidente de Honduras, el 29 de septiembre de 1982, se reportaron dos sismos (Mw 4.9 y Mw 5.6 respectivamente). Varios sismos entre Ms4 y Ms5 han sido reportados a partir de los años 60 en las regiones norte, occidental y central del país. Desde 1993, el principal archivo de datos de la sismicidad de Honduras, es efectuado en la sede del Centro Sismológico de América Central (CASC) y éstos han sido incluidos en el catálogo sísmico de Honduras, que actualmente contiene unos 2.050 eventos, entre históricos e instrumentales, con magnitudes mayores a 3.5. Recientemente se ha detectado una importante actividad microsísmica asociada al interior y a las fronteras tectónicas de Honduras. NICARAGUA El primer catálogo de sismos históricos de Nicaragua fue presentado por Leeds (1973). Después del terremoto de Managua en diciembre de 1972, se impulsó la vigilancia sísmica en el país. Así la primera red sísmica nacional en Nicaragua se instaló en el año 1975, con 16 estaciones de periodo corto, en el marco de un proyecto conjunto con el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS). El primer boletín sísmico se preparó en octubre de 1975, junto con el primer mapa de epicentros. Las catástrofes naturales que ocurrieron en 1992 en Nicaragua, como la erupción del volcán Cerro Negro (abril 1992) y el maremoto en el Océano Pacífico (septiembre 1992) dieron nuevos impulsos a la sismología en el país, aumentando de nuevo su red a finales de 1994 hasta un total de 17 estaciones. En 1999 se instaló una red de 16 estaciones acelerográficas digitales, que en 2001 se amplió hasta un total 57 estaciones, 36 de ellas telemétricas. En el año 2004, el gobierno del Japón efectuó la donación de 12 estaciones sísmicas de banda ancha, las cuales están instaladas en el territorio nacional, transmitiendo su información en tiempo real mediante un sistema de fibra óptica, en colaboración con la Empresa Nacional de Transmisión Eléctrica (ENATREL). En el año 2005, se instaló una red de 8 estaciones de periodo corto, en el volcán cerro negro, con la colaboración de la Comunidad Europea. Estas estaciones transmiten la información sísmica, a la Central Sísmica en el INETER, utilizando protocolos de comunicación digital en tiempo real. Actualmente la Red Sísmica Nacional, cuenta con más de 70 estaciones sísmicas, contribuyendo de ese modo a una mejor determinación de los parámetros de los eventos sísmicos, lo que contribuye muy positivamente a la base de datos del catálogo sísmico de Nicaragua. El catálogo sísmico de Nicaragua incluye dos tipos de información. Desde 1522 hasta marzo de 1975, los datos proceden de las siguientes fuentes: catálogo histórico de Alfaro et al. (1990), catálogo del Preliminary Determination of Epicenters (PDE), catálogo del International Seismological Center (ISC) y catálogo de sismos históricos e instrumentales, presentado por Rojas et al. (1993). Desde abril de 1975 hasta la fecha presente el catálogo contiene la información recopilada por la Red Sísmica Nacional de Nicaragua, 12
Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América compuesta por datos contenidos en los boletines mensuales y anuales, para un total de unos 5.100 eventos de magnitud mayor de 3.5 Mw. COSTA RICA Los temblores utilizados en el análisis de la sismicidad de Costa Rica provienen del catálogo desarrollado por Rojas (1993), quien revisó e integró en formato de procesamiento sísmico SEISAN, hasta 1992, todos los datos históricos de Centroamérica y los datos instrumentales de las redes centroamericanas. A nivel de Costa Rica, se incluyó la información de sismos de la Red Sismológica Nacional (RSN) y la de OVSICORI de 1983 a 1993. Conjuntamente esa base de datos integra los temblores ocurridos desde el tiempo de la colonia hasta el año 1993. El registro instrumental de la sismicidad más preciso y confiable se realiza entre 1983 hasta 2007, dado el mejoramiento en cobertura de las redes sismológicas que operan a nivel nacional (RSN y OVSICORI). Además hay que destacar la implementación de algunas redes sísmicas locales, como las operadas por el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), el Observatorio Sismológico y Vulcanológico del Arenal (OSIVAN) y otras en zonas de desarrollo de proyectos hidroeléctricos, con las que se detectan incluso microsismos. También se incorporan los datos de la Red Sísmica Regional (CASC), con sede en la Universidad de Costa Rica desde 1993, que integra todos los datos de as lecturas sísmicas con las que se relocalizan los eventos regionales. Además se integran los datos de la Universidad de Panamá, que cuenta con una red permanente de estaciones en la zona fronteriza entre ambos países. Todo lo anterior, ha contribuido a mejorar la completitud del catálogo para magnitudes bajas. Los sismos históricos fueron también actualizados, al incorporarse los datos de los libros de sismicidad histórica de Víquez (1910), Miyamura (1980), Peraldo & Montero (1994) y Ambraseys & Adams (2001). Actualmente el catálogo sísmico de Costa Rica cuenta con 56.000 eventos, actualizado hasta diciembre del 2007. Para efectos del presente estudio se ha confeccionado un subcatálogo con los eventos de magnitud Mw superior a 3.5, quedando así un banco de datos disponible de unos 10.600 sismos en formato nórdico tipo SEISAN. Este se considera completo a partir de 1983, para ese valor mínimo de magnitud 3,5 Mw (Fernández y Rojas, 2000 y Moya et al., 2000). De acuerdo con el catálogo sísmico utilizado y teniendo en cuenta investigaciones anteriores, se considera que los terremotos con magnitudes superiores a 7.0 originados en la zona de subducción a lo largo de la costa pacífica de Costa Rica, tienden a suceder cada 20 a 40 años y generalmente acompañados con sismicidad superficial hacia el interior del país. PANAMÁ En Panamá existen sismógrafos desde 1882, cuando la Compañía del Canal Francés instaló un instrumento en el Ateneo de la Ciudad de Panamá, el cual registró el gran sismo del 7 de septiembre de 1882. A finales del siglo XlX el cónsul británico, Lord Mallet, reportó los sismos sentidos en Ciudad de Panamá y otras partes del país. En 1909, la compañía del Canal de Panamá, instaló la estación sismológica (BHP), que funcionó hasta 1976. A mediados de 1932 se instalaron dos Wood‐Anderson y en 1933 se instaló el primer acelerógrafo, que registró el terremoto de Puerto Armuelles del 18 de julio de 1934. En 1960 BHP se incorporó a la red mundial World Wide Seismic Station Network (WWSSN) y operó ininterrumpidamente hasta 1976. Durante un lapso de 7 años no hubo sismógrafos en Panamá, hasta que en 1983 dichos instrumentos, fueron reinstalados en el observatorio sismológico de la Universidad de Panamá (UPA). 13
Informe Final: Diciembre 2008 Existen varios trabajos sobre sismos históricos de Panamá (Kirpatrick, 1920; Acres, 1982; Víquez y Toral 1987). Además, Camacho (1991) relocalizó los sismos de la serie sísmica de 1934, que fueron incluidos en el catálogo de Rojas (1993). También se han relocalizado y estimado los mecanismos focales de sismos históricos en el sur de Panamá (Villaseñor, comunicación personal). Se ha continuado recolectando boletines y sismogramas históricos de los eventos más importantes ocurridos en Panamá y alrededores, recalculándose sus magnitudes y parámetros focales. A partir de 1995 se cuenta con una red sísmica de cobertura nacional y en 2004 la Autoridad del Canal de Panamá, instaló una red sísmica en Panamá Central. Además, en Ciudad de Panamá existen más de 40 edificios instrumentados con acelerógrafos y las universidades de Panamá y Tecnológica de Panamá, operan redes de acelerógrafos en campo libre. Los eventos del catálogo nacional de Panamá son localizados integrando los datos de la red sísmica permanente con otras temporales, así como con datos de las redes nacionales de Costa Rica y Colombia. Además, se han incorporado datos de las relocalizaciones, mecanismos focales y re‐evaluación de magnitudes para los sismos anteriores a 1960. En diciembre de 2007, mediante el proyecto RESIS II, de cooperación horizontal, se efectuó un trabajo conjunto entre la RSN de Costa Rica y UPA en la Universidad de Panamá, donde se revisó el catálogo y se integró incluso con el catálogo del Noroeste de Colombia recopilado por la Red Sismológica Nacional de Colombia, operada por INGEOMINAS. Se actualizaron entonces los catálogos de ambos países hasta noviembre de 2007, quedando un total de 2.800 sismos de magnitud superior a 3.5. 3.1.2. CATÁLOGO REGIONAL: ANÁLISIS DE COMPLETITUD Y FILTRADO DE SERIES SÍSMICAS Con los catálogos de los diferentes países previamente descritos se confeccionó un catálogo regional de proyecto, homogeneizado a magnitud Mw, e integrado por todos los sismos de Mw > 3.5. Para ello, tras incluir los datos de sismicidad de los diferentes catálogos nacionales en un único catálogo, se realizó un proceso de revisión y depuración para asegurar que no existieran sismos repetidos; es decir, diferentes soluciones focales para un mismo evento, algo que se detectó principalmente en las zonas fronterizas. Tras esa labor de depuración se procedió al análisis de completitud, necesario para el cálculo probabilista de la amenaza, por lo que a continuación se expone. Uno de los parámetros característicos de la sismicidad de cada zona, cuando el método es probabilista, es la tasa anual acumulada de eventos por encima de una magnitud mínima. Para determinar este parámetro es necesario corregir la falta de completitud del catálogo sísmico, debida a la pérdida de información a medida que nos remontamos en el tiempo. La solución que se adoptó para resolver el problema, se basó en establecer los periodos temporales en los que puede admitirse que el registro sísmico, histórico e instrumental, es completo para cada intervalo de magnitud. Este análisis se realizó sobre la base del catálogo sísmico regional confeccionado, en el cual se asignó un valor de magnitud para los sismos históricos. Para determinar la completitud del registro sísmico se ha realizado un análisis visual de la distribución temporal de la sismicidad agrupada en intervalos de magnitud de 5 décimas, en el rango de magnitudes mayores que 3.5 Mw. (Figuras 4.2 y 4.3) (Stepp et al., 1973). Asimismo, se ha distinguido entre sismos con profundidad menor o igual que 34 km, correspondiente a la zona cortical y sismos con profundidad mayor que 34 km, correspondientes a la zona de subducción de Centroamérica. Conviene aclarar el motivo por el que se ha elegido esta profundidad de corte a 34 km, cuando tectónicamente las zonas corticales se consideran hasta profundidad de 25 km, y a partir de ahí comienza la subducción interplaca. Debido a la dificultad de cálculo de la profundidad en la localización del hipocentro, la mayor parte de los programas fijan una profundidad de 33 km para eventos superficiales, cuando no se dispone de suficiente información 14
Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América para ajustar este dato con mayor precisión. Por ello, en la mayor parte de los casos, los sismos que aparecen en los catálogos con profundidad de 33 km son en realidad eventos superficiales. Teniendo esto en cuenta se ha preferido en este trabajo incluir los sismos de esa profundidad, en realidad ficticia, dentro de las zonas corticales, en lugar de asignarlos a la subducción. En la Tabla 3.1 se muestran los años de inicio del periodo de completitud (año de referencia) estimados para cada rango de magnitudes, a partir de la observación de las figuras 3.2 y 3.3. El inicio del periodo de completitud viene marcado, idealmente, por una inflexión en el registro de eventos de determinado rango de magnitud. La determinación exacta de esta inflexión, sin embargo, no es siempre evidente. Este hecho es especialmente claro en el caso de los rangos de magnitud mayores (Mw > 5,5). Debe tenerse en cuenta que, dado que la recurrencia de tales eventos puede variar desde centenares a miles de años, sería necesario disponer de una ventana temporal más extensa que la del catálogo para detectar con claridad el inicio del periodo de completitud. Para subsanar este problema se ha adoptado, como solución de compromiso, por situar el inicio del periodo de completitud, para los mayores rangos de magnitud, próximo al inicio del registro histórico, hacia el año 1500. A pesar de todas las incertidumbres posibles sobre la asignación de los periodos de completitud, ello no constituye un factor crítico en los resultados de peligrosidad sísmica, en comparación con otros elementos del cálculo con mayor influencia en los resultados (p.ej. las relaciones de atenuación). 1.1
Mw_3.5-3.9
Mw_4.0-4.4
1
Mw_4.5-4.9
Mw_5.0-5.4
Mw_5.5-5.9
Núm. Acumulado Normalizado
0.9
0.8
Profundidad h ≤ 34km
Mw_6.0-6.4
Mw_6.5-6.9
Mw_7.0-7.4
0.7
0.6
1984
1976
Mw_7.5-7.9
Mw_8.0-8.4
Año de Referecia
0.5
1971
1932
0.4
1957
1865
0.3
0.2
1732
1745
1522
0.1
0
1522
1572
1622
1672
1722
1772
Años
1822
1872
1922
1972
Figura 3. 2 Distribución acumulada de eventos desde 1522 para diferentes rangos de magnitud, a partir del catálogo sísmico de Centroamérica para profundidades menores que 34 km, homogenizado a magnitud momento (Mw). Se indican los años de referencia adoptados mediante inspección visual (ver Tabla 3.1) 15
Informe Final: Diciembre 2008 1.1
Núm. Acumulado Normalizado
1
0.9
0.8
0.7
0.6
Mw 3.5 - 3.9
Mw 4.0 - 4.4
Mw 4.5 - 4.9
Mw 5.0 - 5.4
Mw 5.4 - 5.9
Mw 6.0 - 6.4
Mw 6.5 - 6.9
Mw 7.0 - 7.4
Mw 7.5 - 7.9
Profundidad h > 34Km
Mw > 8.0
Año de Referencia
0.5
1850
1825
0.4
1953
1983
1980
1965 1972
1959
0.3
0.2
1522
0.1
0
1522
1572
1622
1672
1722
1772
1822
1872
1922
1972
Años
Figura 3. 3 Distribución acumulada de eventos desde 1522 para diferentes rangos de magnitud, a partir del catálogo sísmico de Centroamérica para profundidades mayores que 34 km, homogenizado a magnitud momento Mw. Se indican los años de referencia adoptados mediante inspección visual (ver Tabla 3.1) Tabla 3. 1 Años de referencia a partir de los cuales se considera completo el catálogo sísmico de Centroamérica para cada intervalo de magnitud, derivado de un análisis independiente por profundidades 16
h ≤ 34 km h > 34 km Magnitud
Mw
Año de
Referencia
Año de
Referencia
3,5 – 3,9 1984 1983 4,0 – 4,4 1976 1980 4,5 – 4,9 1971 1972 5,0 – 5,4 1957 1965 5,5 – 5,9 1932 1959 6,0 – 6,4 1865 1953 6,5 – 6,9 1745 1850 7,0 – 7,4 1732 1825 7,5 – 7,9 1522 1522 > 8.0 1522 1522 Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América 3.2. ESTUDIO SISMOTECTÓNICO E IDENTIFICACIÓN DE ZONAS SISMOGENÉTICAS
Uno de los elementos básicos que involucra un estudio de amenaza sísmica siguiendo un método zonificado es la adopción de una zonificación adecuada que englobe las diversas fuentes sísmogenéticas que representan una amenaza para una determinada región. Para definir esta zonificación hemos considerado tanto la zona de subducción como la región cortical que alberga los sistemas de fallas locales. La zonificación toma en consideración diversos criterios, como son las características geométricas de las zonas donde se producen los sismos, similitudes en los patrones de fallamiento y sismicidad, mecanismos de ruptura y tamaño de ésta, etc. En base a la distribución espacial de la sismicidad y a las principales características sismo‐tectónicas descritas en la sección anterior, se han propuesto dos zonificaciones para Centroamérica, con diferente grado de detalle: regional y nacional. La primera distingue grandes zonas simogenéticas englobando las principales unidades sísmicas y tectónicas de la región, mientras que la segunda supone un aumento de escala diferenciando zonas dentro de cada país. Ambas zonificaciones son coherentes, de modo que las zonas a nivel nacional encajan dentro de la zonificación regional. A su vez, dentro de cada zonificación se han clasificado las zonas en tres grandes grupos: corticales, de subducción interfase o interplaca y de subducción intraplaca. Las Figuras 3.4 a 3.6 muestran estas agrupaciones para la zonificación regional, siendo las zonas superpuestas al mapa con la batimetría y las principales estructuras tectónicas de la región. Las Figuras 3.7 a 3.9 presentan las zonas con la misma agrupación para la zonificación nacional, superpuestas en este caso a la sismicidad del correspondiente rango de profundidad. Concretamente, las zonas corticales se representan con los epicentros de sismos superficiales, con profundidad menor de 25 km, las de subducción interfase abarcan profundidades en el rango de 25 a 60 km, y las de subducción intraplaca corresponden a la sismicidad profunda, con h> 60 km. Obsérvese que todas las zonificaciones nacionales coinciden sin importar los limites políticos. Para la denominación abreviada de las zonas se ha seguido el criterio que a continuación se expone. 
En el caso de la zonificación regional, se emplean las siglas CA seguidas de las letras “c” para zonas corticales, “si” para subducción interfase y “sp” para subducción intraplaca. Después se añade un número correlativo dentro de cada clasificación. 
En el caso de la zonificación nacional, las zonas corticales se nombran con la inicial del país seguida por un número. En el caso de El Salvador, la inicial reservada es “S”. Para zonas de subducción interfase o intraplaca la correspondiente inicial va seguida de las siglas “si” o “sp”, respectivamente. La descripción de cada una de las zonas sismogenéticas diferenciadas, en la zonificación nacional, se presenta más adelante. 17
Informe Final: Diciembre 2008 Figura 3. 4 Zonificación sísmica regional. Zonas corticales superpuestas a la batimetría y tectónica de la región. Figura 3. 5 Zonificación sísmica regional. Zonas de subducción interfase superpuestas a la batimetría y tectónica de la región. 18
Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América Figura 3. 6 Zonificación sísmica regional. Zonas de subducción intraplaca superpuestas a la batimetría y tectónica de la región Figura 3. 7 Zonificación sísmica a detalle nacional. Zonas corticales superpuestas a la sismicidad superficial, con epicentros de sismos para profundidad h < 25 km 19
Informe Final: Diciembre 2008 Figura 3. 8 Zonificación sísmica a detalle nacional. Zonas de subducción interfase superpuestas a la sismicidad intermedia, con epicentros de sismos para profundidad 25<h<60 km Figura 3. 9 Zonificación sísmica a detalle nacional. Zonas de subducción intraplaca superpuestas a la sismicidad profunda, con epicentros de sismos para profundidad h > 60 km. 20
Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América Se enumeran a continuación las zonas sismogenéticas identificadas dentro de la zonificación con detalle nacional propuesta para Centroamérica. ZONAS CORTICALES O SUPERFICIALES (0 A 25 KM) 






























GUATEMALA PACÍFICO CENTRAL (G1) GUATEMALA‐EL SALVADOR ANTEARCO (G2‐S2) GUATEMALA ARCO VOLCÁNICO OESTE (G3) GUATEMALA ARCO VOLCÁNICO ESTE (G4) DEPRESIÓN DE HONDURAS (G5‐S5‐H1) GUATEMALA POLOCHIC MOTAGUA OESTE (G6) GUATEMALA SWAN NORESTE (G7) GUATEMALA NORTE (PETEN Y BELIZE) (G8) EL SALVADOR, PACÍFICO CENTRAL (S1) EL SALVADOR, ARCO VOLCÁNICO CENTRAL (S3) EL SALVADOR, NICARAGUA, ARCO VOLCÁNICO (GOLFO DE FONSECA) (S4‐N5) HONDURAS ALTIPLANO CENTRAL (H2) SISTEMA DE FALLAS DEL GUAYAPE (H3‐N11) DEPRESIÓN DE NICARAGUA OESTE (N9‐10) NICARAGUA CARIBE SUR (N12) NICARAGUA CARIBE NORTE (N13‐14) COSTA RICA ANTEARCO NOROESTE (C2) COSTA RICA ANTEARCO PACÍFICO CENTRAL (C3) ZONA DE FRACTURA DE PANAMÁ Y PENÍNSULA BURICA (C4‐P1) COSTA RICA, ARCO VOLCÁNICO DE GUANACASTE (C5) COSTA RICA, CORDILLERA VOLCÁNICA CENTRAL (C6) COSTA RICA, TALAMANCA (C7) CINTURÓN DEFORMADO DEL NORTE DE PANAMÁ (P8‐C8) COSTA RICA, TRASARCO NORTE (C9) COSTA RICA, CARIBE CENTRAL PARISMINA (C10) PANAMÁ SUR (P2) ANTEARCO DE LA TRINCHERA DE COLOMBIA NORTE (P3) ATRATO‐MURINDO (P4) PANAMÁ OESTE (P5) PANAMÁ CENTRAL (P6) PANAMÁ ESTE (P7) ZONAS SÍSMICAS DE LA REGIÓN INTERPLACA (SUBDUCCIÓN) 








GUATEMALA, INTERPLACA (GSI9) EL SALVADOR, INTERPLACA (SSI5) NICARAGUA, INTERPLACA NOROESTE (NSI15) NICARAGUA, INTERPLACA SURESTE (NSI16) COSTA RICA, INTERPLACA NICOYA (CSI11) COSTA RICA, INTERPLACA DE QUEPOS (CSI12) COSTA RICA, INTERPLACA DE OSA (CSI13) PANAMÁ, INTERPLACA DE PANAMÁ SUR. (PSI9) PANAMÁ, INTERPLACA SAN BLAS, DARIÉN, CHOCÓ. (PSI10) ZONAS SÍSMICAS DE LA REGIÓN INTRAPLACA (SUBDUCCIÓN) 






GUATEMALA, INTRAPLACA (GSP10) EL SALVADOR, INTRAPLACA (SSP6) NICARAGUA, INTRAPLACA (NSP17) COSTA RICA, INTRAPLACA NOROESTE (CSP14) COSTA RICA, INTRAPLACA CENTRAL (CSP15) COSTA RICA, INTRAPLACA SURESTE (CSP16) PANAMÁ, INTRAPLACA SUR (PSP11) 21
Informe Final: Diciembre 2008 3.3. SELECCIÓN DE MODELOS DE ATENUACIÓN COMPATIBLES CON LOS DATOS DE MOVIMIENTO FUERTE EXISTENTES En Centroamérica se han desarrollado cuatro ecuaciones espectrales de atenuación del movimiento sísmico (Climent et al., 1994; Bommer et al., 1996; Schmidt et al., 1997 y Cepeda et al., 2004) y una para PGA (Taylor et al., 1992) con datos instrumentales registrados en la región. Algunas de ellas han sido utilizadas en los diferentes estudios locales o regionales de amenaza sísmica que se han realizado en los últimos 10 años (Laporte et al., 1994; Montero et al., 1997; Rojas et al., 1997; Cáceres y Kulhanek, 2000). Para solventar algunas deficiencias de estas ecuaciones (clasificación de los sitios de cada estación, adecuada distribución de la información en magnitud y distancia para las diferentes fuentes, etc.) se decidió incorporar en el presente análisis algunas ecuaciones de uso generalizado o que hayan sido desarrolladas recientemente en regiones de choques de placas, con condiciones sismo‐tectónicas similares a las de nuestra zona de estudio, caracterizada por ser una zona altamente activa, con la ocurrencia periódica de terremotos destructivos. Para ello se seleccionaron 8 modelos de atenuación, que serán comparados con los registros de un banco de datos acelerográfico recopilado para este estudio, a fin de determinar qué modelos ajustan mejor a los datos regionales. Se seleccionarán así los modelos finales de atenuación para las diferentes fuentes sísmicas que participan en el cálculo de la amenaza. La selección de modelos que reflejen de forma realista la atenuación de Centroamérica, acorde con las observaciones, tiene una notable importancia en la evaluación de amenaza, ya que, como es sabido, la atenuación suele ser el factor que más impacto presenta en los análisis de sensibilidad en los resultados (por encima de la zonificación adoptada o de los parámetros de las zonas). En dicho proceso de selección hay que considerar la variabilidad de la atenuación con la tectónica, siendo muy diferente la atenuación esperada en zonas corticales en comparación con la que se presenta en zonas de subducción, y dentro de estas también se encuentran diferencias notables entre zonas interplaca e intraplaca. Por ello se han diferenciado los tres tipos de zonas: corticales, interplaca e intraplaca, y se han seleccionado modelos de atenuación para los correspondientes regímenes tectónicos, que se han contrastado después clasificando los datos existentes con el mismo criterio. 3.3.1. METODOLOGÍA La metodología de análisis se basó en la comparación directa de los valores de la aceleración pico horizontal (PGA) y amplitud espectral (SA para ciertos periodos estructurales), extraídos del acelerograma registrado, con los valores estimados por los diferentes modelos seleccionados, para condiciones de magnitud, distancia y suelo similares a las de los datos. La comparación de los valores observados con los estimados se llevó a cabo en una hoja electrónica Excel, y se realizaron los siguientes análisis: a)
Representación de todos los modelos de atenuación junto con los valores PGA observados, para una magnitud y distancia definida. b) Graficación de todos los modelos de atenuación junto con los valores espectrales observados, para una magnitud y distancia definida. c)
22
Cálculo de los residuos obtenidos entre los valores observados y los valores estimados, tanto correspondientes a los valores de PGA como a las ordenadas espectrales de 0.3 y 1.0 segundos. Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América Estos residuos se graficarón en función de la distancia y la magnitud, analizando su desviación respecto al valor medio. Teóricamente, si un modelo ajusta bien a los datos, los residuos deben presentar media cero y varianza constante. Este ha sido el principal criterio seguido a la hora de determinar la bondad de los ajustes, además de considerar el porcentaje de observaciones dentro de los intervalos de confianza dados por los valores medios  ±  y  ± 2
Todos los modelos fueron comparados para condición de roca y separados de acuerdo al tipo de fuente para la cual fueron desarrollados, que de acuerdo a la zonificación sísmica utilizada en este estudio, se definieron como: fuentes de fallamiento cortical superficial, y fuentes relacionadas al proceso de subducción interplaca e intraplaca. 3.3.2. BASE DE DATOS PARA CALIBRACIÓN DE MODELOS La base de datos de movimiento fuerte utilizada contó con el aporte de información de la red acelerográfica del Servicio Nacional de Estudios Territoriales (SNET) de El Salvador, la del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (INETER) de Nicaragua, del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y del Laboratorio de Ingeniería Sísmica (LIS‐IINI‐UCR) de la Universidad de Costa Rica. Esta base incluye eventos sísmicos con magnitudes entre 4.0 y 7.7 (Mw), distancias epicentrales entre 1 y 480 km, y profundidades entre 1 y 200 km, registrados en formato digital principalmente entre los años 2000 y 2007. Debido a la importancia de su magnitud y a la disponibilidad de los registros, se incluyó la información acelerográfica de algunos eventos de años anteriores con registro analógico, como los de El Salvador del año 82, 83, 87, 86, 88 y 89 y del 90 y 91 en Costa Rica. En la Figura 3.10 se muestra en forma gráfica la distribución de la información acelerográfica disponible de la base de datos con la magnitud y la distancia. La base de datos total recopilada consta de 681 valores observados de PGA (roca y suelo), relacionados con la ocurrencia de 101 eventos sísmicos, y de 268 valores espectrales SA observados para periodos de 0,3 y 1,0 segundo, relacionados con 64 sismos (Tabla 3.2). Del conjunto total, 313 observaciones de PGA (41 % del total) y 149 (55 % del total) de SA fueron registradas en roca o suelo firme, condición del suelo para la cual se realizó el análisis de comparación de los modelos de atenuación y para la cual se estima la amenaza en este trabajo. La información acelerográfica incluida en esta base de datos fue tabulada en una hoja electrónica Excel, que incluye información sismológica de cada evento sísmico y del conjunto de las estaciones acelerográficas, así como los valores de PGA registrados en cada estación, junto con los valores espectrales de aceleración SA para los periodos de 0.3 y 1.0 segundos. Para la obtención de estos valores los acelerogramas fueron corregidos y procesados en cada país, utilizando el programa SMA de Kinemetrics y filtrados entre 0.12 y 45 Hz. 23
Informe Final: Diciembre 2008 8
Magnitud momento (Mw)
Magnitud momento (Mw)
8
7
6
5
4
7
6
5
4
3
3
0
50
100
150
200
0
250
100
200
300
400
500
Distancia hipocentral (km)
Profundidad (km)
Figura 3. 10 Distribución de la magnitud con respecto a la profundidad (dcha.) y la distancia (izq.) de la base de datos utilizada en el análisis En la tabla 3.2 se presenta un resumen estadístico de la información disponible por país, así como por fuente. Tabla 3. 2 Número de eventos sísmicos y registros aportados por país (incluye registros para condición de roca y suelo). SA corresponde a T= 0.3 y 1 s. Costa Rica Nicaragua El Salvador Nº.
Nº.
Nº.
Nº.
Nº.
Nº.
sismos
registros
sismos
registros
sismos
Registros
PGA SA PGA SA PGA SA Interplaca 8
54
30
11
45
7
8
75
0
intraplaca 7
60
18
12
56
8
14
149
12
superficial 13
107
107
12
61
60
16
74
26
Como las zonas sísmicas fueron clasificadas en tres grupos, para cada uno de ellos se preparó una subbase de datos, considerando a su vez el tipo de suelo. Los datos de cada grupo sirvieron para la comparación con los correspondientes modelos, cuya selección se describe en el siguiente apartado. Los sitios de registro de cada estación fueron clasificados de acuerdo a la información geológica y geotécnica disponible (en cada país) y siguiendo la clasificación del NERHP (se considero como condición de roca para todos aquellos que fueron clasificados como B y C.) La clasificación de los eventos y su pertenencia a cada una de las fuentes sísmicas se realizó con base en lo indicado en los reportes sismológicos o considerando la profundidad focal reportada, en la cual eventos con profundidad menor a los 25 km se consideraron pertenecientes al fallamiento cortical superficial, entre 25 y 45 km a la fuente de subducción interplaca y mayores a esa profundidad pertenecientes a la de subducción intraplaca de profundidad intermedia. Dicha clasificación de profundidades se justifica por una observación hecha a nivel mundial: los sismos interplaca ocurren a profundidades menores a 50 km (Tichelaar y Ruff, 1993, Youngs et al., 1997), de observaciones obtenidas en Japón (Zhao et al., 2006) y de resultados obtenidos en Costa Rica (Sallares, et al., 2000; DeShon et al., 2006). 24
Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América 3.3.3. MODELOS DE ATENUACIÓN INCLUIDOS EN EL ANÁLISIS Todos los modelos incluidos en este análisis son espectrales, de tal forma que su introducción en los cálculos de amenaza permita expresar los resultados como mapas de PGA o de ordenadas espectrales SA (T) para diferentes periodos de retorno, así como a través de curvas de amenaza de cada uno de los parámetros (PGA o SA (T)) o de espectros de amenaza uniforme (UHS) en emplazamientos seleccionados. En nuestro caso, reservaremos estas últimas representaciones para las 6 capitales de Centroamérica, considerando emplazamientos genéricos en roca en todas ellas. En el proceso de selección de atenuaciones se consideraron inicialmente varias ecuaciones para cada tipo de fuente, de modo que se garantizara la selección de, al menos una, para cada régimen tectónico. En la tabla 4.3 se presentan las características principales de cada uno de los modelos empíricos de atenuación que fueron analizados en este estudio. Y aunque en su gran mayoría todos ellos fueron desarrollados para diferentes condiciones de sitio, en este estudio se utilizaron solamente para condición de roca. Tabla 3. 3. Modelos de atenuación utilizados en el análisis y resumen de sus características: parámetro del movimiento, fuente de los datos y rango de aplicabilidad en magnitud y distancia Ecuación
Base de
datos
Componente
utilizada para
(PGA, Sa)
Tipo fuentes
Dist. (km)
Mw
Youngs et al. (1997)
(YOUN97)
Mundial
Media geométrica
Interplaca
Intraplaca
10 a 500
5,0 - 8.2
Mundial
Las dos horizontals
(Aleatoria)
Interplaca
Intraplaca
10-400
5,0 - 8,3
México
Media cuadrática
Intraplaca
4 - 400
5,2 – 7,4
10 – 400
5,0 – 8,3
0-100
5,1 – 7,2
Atkinson y Boore
2003
(AYB03)
Garcia et al. (2005)
(GAR05)
El
Salvador
(ajuste con
sismos de
El
Salvador)
América
Central y
México
Media geométrica
Mayor de las
horizontales
Interplaca Corteza
superficial
5 - 400
4,0 - 8,0
Japón
Media geométrica
Interplaca
Intraplaca Corteza
superficial
10-300
5,0 – 8,2
Spudich et al. (1999)
(SEA99)
Mundial
Media geométrica
Corteza
superficial
0 - 100
5,1 – 7,2
Schmidt et al. (1997)
(SCH97)
Costa Rica
Mayor de las
horizontales
Corteza
superficial
6 - 200
3,7 – 7,6
Cepeda et al.(2004)
(CEP04)
Climent et al. 1994
(CLI94)
Aleatoria
Zhao et al. (2006)
(ZH06)
Intraplaca Corteza
Superficial
3.3.4. ANÁLISIS Y SELECCIÓN DE LOS MODELOS Como se indicó anteriormente, la selección de los modelos de atenuación para el cálculo final de la amenaza, se basó inicialmente en la comparación de diferentes gráficas en las cuales se representan los datos observados del movimiento fuerte con los estimados por los modelos propuestos. Un problema que se presenta en este tipo de comparación es la variabilidad en magnitudes de nuestras observaciones, que hace que si se quieren comparar con las predicciones de un determinado modelo, éste deba representarse 25
Informe Final: Diciembre 2008 para muy distintos intervalos de magnitud, cubriendo todo el rango de las observaciones. La comparación visual directa entre valores de PGA o espectrales ‐ predichos y observados ‐ se complica y por ello hemos optado por completar el proceso con un análisis de los residuos, estimando éstos como la diferencia entre los valores observados y los predichos con cada modelo, en términos de logaritmo natural. Es decir: Residuo= Ln y – Ln Y* Siendo y el valor observado instrumentalmente de PGA o SA (T) e Y* el valor predicho por el modelo para similares condiciones de magnitud, distancia y suelo. A modo de ejemplo la Figura 3.11 muestra las distribuciones de residuos con la distancia, encontradas para distintos modelos correspondientes a zonas de subducción interplaca. Las líneas continuas representan la desviación de cada modelo ( ± 1σ). La interpretación de estas gráficas permite establecer ciertas conclusiones sobre la bondad de ajuste de las observaciones al modelo. Por ejemplo, los modelos de CLI94 y AYB03 presentan una dispersión de los residuos muy grande comparada con la propia de los modelos, quedando un alto porcentaje de ellos más allá del intervalo dado por  ± 1σ. (52 %). Por esta razón se descartan estos modelos del análisis de amenaza. Para esta fuente vemos como ZH06 y YOUN97 se ajustan mejor a las observaciones instrumentales, con variaciones más uniformes dentro de los límites de ± 1σ, teniendo la primera un 65 % de las los residuos dentro de esos límites y la segunda un 74 % (Tabla 3.4). Atkinson y Boore, 2003
3
3
2
2
1
1
Residuos
Residuos
Youngs et al., 1997
0
0
-1
-1
-2
-2
-3
-3
0
100
200
300
400
0
500
100
300
400
500
Zhao et al., 2006
Climent et al., 1994
3
3
2
2
1
1
Residuos
Residuos
200
Distancia (km)
Distancia (km)
0
0
-1
-1
-2
-2
-3
-3
0
100
200
300
Distancia (km)
400
500
0
100
200
300
400
500
Distancia (km)
Figura 3. 11 Distribución de residuos con la distancia correspondientes a los datos de PGA de Centroamérica respecto a las predicciones con diferentes modelos de movimiento fuerte para zonas de subducción interplaca. Los puntos representan los residuos (Ln PGA observada – Ln PGA predicha) y las líneas continuas representan la desviación estándar de cada modelo (± 1σ). En el caso del modelo AYB03 se utiliza log10. 26
Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América Tabla 3. 4 Distribución del número de residuos (%) correspondientes a los datos de Centroamérica (respecto a los valores predichos por los modelos) que se encuentran dentro del intervalo μ ± 1σ propio de cada modelo. CEP04
SEA99
SCH97
ZH06
CLI94
YOUN97
AYB03
GAR05
Superficial
1σ
45
36
60
50
46
PGA
Intraplaca
1σ
65
48
74
25
Intraplaca
1σ
48
57
64
29
50
Superficial
1σ
37
49
59
51
55
PSA
Intraplaca
1σ
70
46
57
22
Intraplaca
1σ
37
47
39
68
52
Para las fuentes superficial de corteza e interplaca, se siguió un procedimiento similar al anterior, encontrándose que para la primera los modelos de ZH06, CLI94, SCH07 y SEA99, para PGA, presentan un sesgo negativo después de los límites de –σ, por lo que su uso supone una sobrestimación de la amenaza a distancias menores a los 200 km. También se observó que SCH07, ZH06 y CLI94 presentan los porcentajes mayores de número de residuos ubicándose dentro de los limites de ± 1σ (Tabla 4.4). La ecuación CEP04 presenta una distribución de residuos más uniforme para la PGA con respecto a la media cero, con un 45 % de los residuos dentro de los límites de ± 1σ, y que presenta un sesgo mayor positivo, por lo que su uso conlleva a subestimar la amenaza. El uso de CEP04 presenta la limitante de que fue desarrollado solamente para ordenadas espectrales de 0.3 y 1.0 s. En el caso de los residuos de SA(1.0 s), los modelos SCH97, CLI94, ZH06 SEA99 son los que presentan el mayor número de residuos dentro de los límites de ± 1σ y una distribución más uniforme con respecto a la media cero. Es importante también indicar que se ha observado que el modelo SCH97 aumenta la amenaza para periodos mayores a 1000 años, por lo que su uso podría estar limitado en ese sentido. Considerando lo anterior y las limitaciones indicadas, se recomienda que para esta fuente se utilicen las ecuaciones ZH06, CLI94 y SEA99. En el caso de la fuente de intraplaca (subducción profunda), los modelos de YOUN97, ZH06, GAR05 para PGA son los que presentan residuos mejor distribuidos, con porcentajes de 57, 64 y 50 de los residuos dentro de ± 1σ. La ecuación AYB03 presenta un sesgo positivo en la mayoría de las distancias y CEP04 uno negativo. Para la componente espectral de 1.0 s, los que se ajustan mejor son los modelos de AYB03 y GA05, con un 68 % y un 47 % de los residuos dentro del rango de ± 1σ, mientras que CEP04, ZH06 y YOUN97 presentan un sesgo negativo. Considerando lo anterior y de acuerdo al banco de datos utilizado, se recomienda que en esta fuente sísmica se utilicen los modelos de ZH06, YOUN97 y GAR05. Teniendo en cuenta todos los modelos recomendados y después de realizar un análisis de sensibilidad de los resultados de amenaza para diferentes combinaciones de ellos, se ha decido utilizar en el cálculo final los modelos de CLI94 y ZH06 para la fuentes de fallamiento superficial, SEA99 para las fuentes de interplaca y ZH06 y YOUN97 para las de intraplaca. Las distribuciones de éstos se presentan en la Figura 3.12 en función de la distancia y la magnitud. En el caso de las fuentes superficiales de la corteza y las de intraplaca, para las que se recomienda el uso de dos ecuaciones, vemos como los modelos a partir de cierta distancia y de la magnitud cambian su comportamiento de mayor valor a menor valor predicho y viceversa. La combinación de las mismas en un árbol lógico compensará en alguna medida ese comportamiento particular que tendría el uso de un solo modelo. El modelo CLI94 fue desarrollado considerando la componente horizontal mayor de las dos horizontales y ZH06 y SEA99 para la media geométrica, que es la definición de la componente horizontal más utilizada en 27
Informe Final: Diciembre 2008 la actualidad en las ecuaciones de predicción de los movimientos sísmicos del terreno y los análisis estructurales dinámicos (Beyer y Bommer, 2006). Para tener consistencia entre estos modelos escogidos, a CLI94 se le realizaron las correcciones del caso de acuerdo a lo recomendado por Beyer y Bommer (2006). 1
1
Zhao et al., 2006
Climent et al., 1994
Youngs et al., 1997
0.1
PGA (g)
PGA (g)
0.1
0.01
0.01
PGA
0.001
0.001
1
10
100
Distancia (km)
1000
10
100
Distancia (km)
10
Zhao et al., 2006
Youngs et al., 1997
PGA (g)
1
0.1
M w 7.0
0.01
M w 6.0
PGA
M w 5.0
0.001
10
100
Distancia (km)
28
1000
Figura 3. 12 Curvas de predicción de PGA para los modelos de atenuación seleccionados y para las fuentes sísmicas de fallamiento superfical (a), interplaca (b) e intraplaca (c) 1000
Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América 3.4. EVALUACIÓN DE LA AMENAZA SÍSMICA Y CONSTRUCCIÓN DE UN ÁRBOL LÓGICO, PARA APLICACIÓN DE LA METODOLOGÍA PSHA (PROBABILISTIC SEISMIC HAZARD ASSESSMENT) Una vez concluidos los trabajos para definir los inputs de cálculo, se procede a evaluar la amenaza sísmica de todo Centroamérica. Siguiendo la líneas metodológica PSHA, se configura un árbol lógico con un único nodo para evaluar la incertidumbre epistémica asociada a los modelos de atenuación, si bien se contempla además la incertidumbre paramétrica asociada a los parámetros sísmicos de las zonas (valores de  y Mmax). Los cálculos se efectúan con el programa CRISIS2007, versión 5.1., (Ordaz et al., 2007), realizándose una primera ejecución en una malla cubriendo la región con puntos espaciados cada medio grado en longitud y latitud y partiendo del modelo de zonas a nivel regional (Figuras 4.4, 4.5 y 4.6). Se efectúa así un análisis preliminar de sensibilidad de los diferentes modelos de atenuación en los resultados, así como de los valores de  asociados a las distribuciones de M max y  . Tras este análisis se fijan las combinaciones a incluir en el árbol lógico para el cálculo final, que se plantea con mayor resolución, en una malla equiespaciada cada 0.1 ˚ en latitud y longitud y partiendo de la zonificación sismogenética con detalle nacional (Figuras 3.7, 3.8 y 3.9) En todos los casos se estima la amenaza en términos de PGA y ordenadas espectrales SA (T) para periodos T de 0.1, 0.2, 0.5, 1 y 2 s y se representan los mapas de periodos de retorno 500, 1000 y 2500 años para PGA, SA (0.2 s) y SA (1 s). Además, en las 6 capitales de Centroamérica se obtienen las curvas de amenaza para estos parámetros, así como los espectros de amenaza uniforme para los tres periodos de retorno mencionados. Finalmente se efectúa la desagregación también en las capitales, para los movimientos objeto que resultan de las estimaciones de amenaza para los mismos periodos de retorno, caracterizados por los valores de PGA, SA (0.2 s) y SA (1s). Describimos a continuación cada una de las fases de cálculo. 3.4.1. CÁLCULO DE LOS PARÁMETROS SÍSMICOS DE LAS ZONAS Se ha realizado el cálculo de los parámetros de sismicidad para las zonas correspondientes a las dos zonificaciones adoptadas. Para ello, en primer lugar se ha depurado el catálogo sísmico de réplicas y premonitores, a fin de considerar en cada zona únicamente los sismos principales, de modo que se pueda verificar la hipótesis de ajuste de la sismicidad a un modelo de Poisson, acorde con el método probabilista zonificado. La depuración se ha realizado con el programa Cluster de SEISAN, programa que fue modificado y adaptado a las necesidades de la presente investigación. Seguidamente se ha explotado el catálogo para el modelo de zonas regional, extrayendo los sismos englobados en cada zona, teniendo en cuenta la profundidad asociada: Zonas corticales‐ sismicidad superficial, con h < 25 km Zonas de subducción interfase ‐ sismicidad intermedia, con 25 < h < 60 km Zonas de subducción intraplaca‐sismicidad profunda, con h > 60 km Para establecer la ley de recurrencia de cada zona se ha adoptado el modelo de Gutenberg‐ Richter, por lo que se han realizado ajustes de la sismicidad a la expresión: Log N = a + b M . En todos los casos se ha tomado una magnitud mínima de truncamiento M0 = 4.5. Para fijar la magnitud máxima Mmax de cada zona, se ha considerado una distribución Gaussiana con una cierta desviación estándar (tal como requiere el cálculo con CRISIS07), definida por los parámetros: 29
Informe Final: Diciembre 2008 M1 magnitud máxima observada en la zona, que corresponde al umbral inferior de la distribución de Mmax. M2 magnitud máxima acorde con la tectónica de la zona, que corresponde al umbral superior de la distribución de Mmax. E m  magnitud máxima esperada, que corresponde a la Mmax que se considera más probable.  desviación estándar de la distribución de Mmax. En la zonificación regional, los valores de M1, M2, E m  y  se han fijado para cada tipo de zona. Las tablas 3.5, 3.6 y 3.7 recogen los valores adoptados, junto con los parámetros a y b de la ley Gutenberg‐
Richter resultante del ajuste de la sismicidad, para las zonas corticales, de subducción interfase y de subducción intraplaca, respectivamente. Las figuras 3.13, 3.14 y 3.15 representan los correspondientes modelos de recurrencia Seguidamente se han calculado los parámetros sísmicos de las zonas definidas a nivel nacional, siguiendo las mismas pautas que con la zonificación regional, a excepción de la definición de las distribuciones de Mmax. En este caso se ha analizado particularmente la sismicidad y tectónica de cada zona y se han determinando valores específicos de M1, M2, E m  y  . Las tablas 3.8, 3.9 y 3.10 recogen los parámetros característicos de las zonas a nivel nacional, para zonas corticales, interfase e intraplaca respectivamente, y las Figuras 3.16, 3.17 y 3.18 representan las correspondientes leyes de Gutenberg‐Richter. Tabla 3. 5 Parámetros sísmicos de las zonas corticales. Zonificación regional, siglas (CAc).Nota: N(mo) número anual de sismos de Mw ≥ 4.5; M1 es Mw máxima observada, M2 es Mw máxima geológica, E(M) es Mw máxima probable. Mag. Máx.
Índices Sísmicos
Nombre de la Zona
Prof. (km)
E(M)
M1
M2
a
b
N(mo)
CAc 1
CAc 2
CAc 3
CAc 4
CAc 5
Petén – Belice
Polochic-Motagua
Bloque de Honduras
Arco Volc. Norte
Arco Volc. Sur
15
15
15
15
15
7.0
7.6
6.8
6.7
7.0
6.7
7.5
6.8
7.1
7.0
7.4
7.9
7.3
7.0
7.0
3.368
4.300
4.930
5.044
5.548
-0.776
-0.855
-1.025
-0.962
-1.077
0.749
2.829
2.066
5.188
5.012
CAc 6
Ante Arco Am. Central
15
7.6
7.6
7.7
7.113
-1.186
59.411
CAc 7
CAc 8
CAc 9
CAc 10
Zona Frac. Panamá
Bloque de Panamá
Plataforma Caribe Nic.
Cint. Def. N.Panamá
15
15
15
15
7.4
7.4
6.5
7.9
7.5
7.1
6.2
7.7
7.7
7.7
7.3
8.1
6.092
4.876
4.956
4.299
-1.067
-0.925
-1.061
-0.863
19.608
5.166
1.513
2.598
CAc 11
Zona Atrato-Murindo
15
7.3
7.0
7.8
4.891
-0.988
2.791
Código
30
Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América Tabla 3. 6 Parámetros sísmicos de las zonas subducción interplaca o interface. Zonificación regional, siglas (CAsi) Máx. Mag
Código
Nombre de la Zona
Prof.
(km)
CAsi 1
CAsi 2
CAsi 3
Subd. Interplaca del NW
Subd. Interplaca del SE
Subd Interplaca. Bloq Pan.
34 – 60
34 – 60
34 – 60
Buz.
30º NE
30º NE
0º
Índices Sísmicos
E(M)
M1
M2
a
b
N(mo)
7.9
7.4
7.3
7.9
7.8
7.0
8.1
8.0
7.6
5.274
3.569
3.651
-0.939
-0.743
-0.797
11.170
1.688
1.161
Tabla 3.7 Parámetros sísmicos de las zonas subducción intraplaca de Centro América. Zonificación regional, siglas (CAsp) Código
Nombre de la Zona
Prof.
Zona
(km)
CAsp 1
CAsp 2
Subduc-Intraplaca-C.Am
Subduc-Intrap-Pan-Ctral
61- 250
61- 250
Mag. Máx.
Buz.
65ºNE
0º
Índices Sísmicos
E(M)
M1
M2
a
b
N(m0)
7.7
7.1
7.4
6.6
8.0
7.5
6.024
1.804
-1.046
-0.593
20.799
0.136
Tabla 3. 8 Parámetros sísmicos de las zonas corticales. Zonificación nacional (siglas con letra inicial del país) País
Guatemala
Honduras
El Salvador
Nicaragua
Máx. Mag
Índices Sísmicos
Nombre de la Zona
Código
Prof.
Zona
(km)
Guat. Pacífico Ctral.
GuatEl.Salv.Antearco.Ctrl
Guat. Acrc.Volc.Oeste
Guat. Arc.Volc.Este
Guat-Sal-Hon.
Depresión ctrl.
Guat. Polich-Motagua
Oeste
Guat. Poloch-Motagoa
NE
Guat. Norte (PetenBelice)
Guat-Sal-Hon. Depres
Ctrl.
Hond. Altiplano Central
G1
G2-S2
20
20
7.5
6.3
7.2
6.0
7.7
6.5
4.71
4.83
0.92
1.03
3.51
1.60
G3
G4
G5-S5-H1
10
10
10
6.7
7.0
6.8
6.5
6.8
6.5
7.0
7.3
7.0
2.27
3.03
3.95
0.67
0.72
0.88
0.18
0.65
0.97
G6
10
7.8
7.5
8.0
3.81
0.82
1.32
G7
10
7.8
7.5
8.0
3.47
0.78
0.93
G8
10
6.7
6.5
7.0
3.37
0.78
0.75
G5-S5-H1
10
6.8
6.5
7.0
3.95
0.88
0.97
H2
10
6.3
6.0
6.5
5.32
1.21
0.73
H3-N11
S1
G2-S2
10
20
20
6.3
7.5
6.3
6.0
7.2
6.0
6.5
7.7
6.5
4.44
8.03
4.83
1.09
1.56
1.03
0.36
9.77
1.60
S3
10
7.0
6.8
7.3
4.00
0.87
1.18
S4-N5-H4
10
6.6
6.4
6.9
4.09
0.97
0.52
G5-S5-H1
10
6.8
6.5
7.0
3.95
0.88
0.97
N1
10
8.0
7.6
8.3
6.47
1.18
13.73
Hond-Nic.Zona Gayape
El Salv.Pacífico Central
GuatEl.Salv.Antearco.Ctrl
El Salv. Arco Volcánico
ctrl.
Salv.Nic.ArcVolc
(G.Fonsec)
Guat-Sal-Hon.
Depresión ctrl.
Nic. Pacífico Oeste
E(M)
M1
M2
a
-b
N(m0)
31
Informe Final: Diciembre 2008 Costa Rica
Panamá
32
Nic. Pacíf. SE- CR
Papagayo
Nic. Antearco Oeste
Nic. Antearco Este
Salv-Nic.ArcVolc
(G.Foncec)
Nic. Arco Volc. O-Ctral
Nic. Arco Volc. SE
Nic. Depres. Tras Arco
Hond-Nic.Zona Gayape
Nic. Caribe Sur
Nic. Caribe Noroeste
Nic. Pacíf. SE- CR
Papagayo
CR. Antearco Noroeste
CR. Ante Acto Pac.
Ctral.
Pan-CR.ZFP-Burica
CR.
Arc.Voc.Guanacaste
CR. Cord. Volc. Ctral
CR-Talamanca.
Pan.Cint.Def.N.PanLimón
CR. Trascarco Norte
CR. Carib.CtralParismina
Pan-CR.ZFPan-Burica
Pan. Cint.Def.Sur-Pan
Pan. Antearo Colombia
Pan. Zona de Sutura
Atrato
Pan Occidental
Pan. Central
Pan. Este-Darien
Pan.Cint.Def.N.PanLimón
N2-C1
20
7.4
7.1
7.6
7.73
1.41
25.03
N3
N4
S4-N5-H4
20
20
10
6.8
6.8
6.6
6.5
6.5
6.4
7.0
7.0
6.9
4.09
4.06
4.08
0.88
1.02
0.97
1.35
1.05
0.52
N6-N7
N8
N9-N10
H3-N11
N12
N13-N14
N2-C1
10
10
10
10
10
10
20
6.5
6.8
6.8
6.3
6.2
6.2
8.0
6.2
6.5
6.7
6.0
5.9
5.9
7.7
6.7
7.0
7.0
6.5
6.4
6.4
8.3
4.50
2.50
1.61
4.46
5.11
4.64
7.73
0.95
0.68
0.50
1.09
1.21
1.08
1.40
1.68
0.27
0.24
0.36
0.44
0.57
25.03
C2
C3
20
15
7.2
7.3
7.0
7.1
7.5
7.5
4.81
4.78
0.993
0.917
2.20
4.56
P1-C4
C5
5
10
7.5
6.6
7.4
6.5
7.6
7.0
6.09
4.19
1.06
0.931
19.61
1.00
C6
C7
P8-C8
10
10
15
7.1
7.1
7.8
6.9
6.9
7.7
7.2
7.5
8.0
4.04
5.74
4.30
0.89
1.18
0.86
1.09
2.76
2.60
C9
C10
10
20
6.3
6.2
6.1
6.8
7.0
6.6
3.77
4.72
0.97
1.13
0.25
0.44
C4-P1
P2
P3
P4
5
10
20
10
7.5
7.1
7.0
7.2
7.4
6.8
6.5
7.0
7.6
7.5
7.5
7.5
6.09
4.63
3.78
4.71
1.06
0.92
0.87
0.98
19.61
2.97
0.73
1.93
P5
P6
P7
P8-C8
10
10
10
15
6.5
6.7
7.4
7.8
6.3
6.5
7.1
7.7
6.7
7.2
7.6
8.0
6.10
3.68
3.35
4.30
1.37
1.06
0.73
0.86
0.89
0.08
1.12
2.60
Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América Tabla 3. 9 Parámetros sísmicos de las zonas de subducción interplaca. Zonificación nacional, siglas (si) Máx. Mag
País
Guatemala
El Salvador
Nicaragua
Costa Rica
Panamá
México
Nombre de la
Zona
Código
Prof.
Zona
Buz.
Índices Sísmicos
E(M)
M1
M2
a
b
N(m0)
Guat. Interplaca
Gsi 9
26 -70
30ºN
7.9
7.7
8.2
4.07
0.83
2.14
El Salv. Interplaca
Nic.Interplaca
Noroeste
Nic. Interplaca
Sureste
CR. Interplaca
Nicoya
CR. Interplaca
Quepos
CR. Interplaca Osa
Pan. Interplaca
Sur.Pan
Pan.Interp,S.Blas.Da
rién -Chocó
Chiapas interplaca
Ssi 5
26 -70
30ºNNE
7.9
7.7
8.2
5.11
1.00
3.93
Nsi 15
26 -70
45ºNE
7.9
7.7
8.2
6.61
1.33
4.32
Nsi 16
26 -70
45ºNE
7.9
7.7
8.2
3.79
0.78
1.94
Csi 11
26 -63
35ºNE
7.8
7.7
8.0
2.03
0.54
0.38
Csi 12
26 -51
28ºNE
7.0
6.8
7.4
3.87
0.90
0.65
Csi 13
26 -52
23ºNE
7.4
7.3
7.6
1.29
0.48
0.14
Psi 9
26 -50
20ºN
7.1
6.7
7.5
3.90
0.92
0.58
Psi 10
50 Fijo
0º
7.5
7.0
7.7
3.65
0.79
1.16
Chsi 1
25-120
7.0
6.8
7.2
5.30
0.89
18.93
35 ºNE
Tabla 3. 10 Parámetros sísmicos de las zonas de subducción intraplaca. Zonificación nacional siglas (sp) Máx. Mag
Prof.
País
Nombre Zona
Cód.
Buz.
Zona(km)
Guatemala
Guat. Intraplaca
Índices Sísmicos
E(M)
M1
M2
a
b
N(m0)
Gsp 10
61- 250
60ºN
7.9
7.7
8.2
4.84
0.92
5.00
Ssp 6
61- 200
60ºN
7.9
7.7
8.2
5.11
1.00
4.49
El Salvador
El Salv. Intraplaca
Nicaragua
Nic. Intraplaca
Nsp 17
61- 200
75ºNE
7.3
7.0
7.5
6.53
1.20
13.76
CR. Intraplaca NW
CR. Intraplaca
Central
Csp 14
40- 177
65ºNE
7.0
6.5
7.4
4.70
1.05
0.98
Csp 15
40- 155
50ºNE
7.4
7.3
7.6
2.94
0.71
0.54
CR. Intraplaca SE
Csp 16
40- 82
38ºN
6.8
6.2
7.4
2.19
0.70
0.11
Pan. Intraplaca Sur
Psp 11
50- 100
70ºS
7.1
6.6
7.5
1.81
0.59
0.14
Costa Rica
Panamá
Nota: En las columnas encabezadas con códigos, se indica el número de zona sísmica, dentro de la correspondiente zonificación. Las demás columnas responden a la siguiente leyenda: valor "a": ordenada en el origen de la relación Gutenberg‐Richter (normalizado a un año) valor "b": índice de sismicidad (pendiente de la relación Gutenberg‐Richter) N(m0) Para las tablas T 3.4, T 3.5 y T 3.6, indica el número anual de temblores de magnitud mínima Mw= 4,5, también denominado Tasa,  .
E (M): valor probable de la máxima magnitud esperada en la fuente M1: Magnitud máxima observada en la fuente M2: Magnitud máxima que establece la geología de la fuente Prof: profundidad promedio en km. de cada fuente sísmica Rec.: tiempo de recurrencia en años para la magnitud máxima esperada E (M) 33
Informe Final: Diciembre 2008 CAc10
Zonas Corticales
Zonificación regional
CAc11
2
CAc1
1.5
CAc2
0.5
CAc3
Log(N)
1
0
CAc4
-0.5
CAc5
-1
-1.5
CAc6
-2
CAc7
-2.5
CAc8
3.5
4.5
5.5
6.5
7.5
CAc9
Mw
Figura 3. 13 Leyes de Gutenberg‐Richter para zonas corticales. Zonificación Regional
Zonas de Subducción Interfase
zonificación regional
2
1.5
CAsi1
Log(N)
1
CAsi2
0.5
0
CAsi3
-0.5
-1
-1.5
-2
-2.5
3.50
4.50
5.50
6.50
7.50
Mw
Figura 3. 14 Leyes de Gutenberg‐Richter para zonas de subducción interfase. Zonificación Regional Zonas de Subducción Intraplaca
zonificación regional
2
CAsp1
1.5
CAsp2
1
0.5
Log(N)
0
-0.5
-1
-1.5
-2
-2.5
3.5
4.5
5.5
6.5
7.5
Mw
Figura 3. 15 Leyes de Gutenberg‐Richter para zonas de subducción intraplaca. Zonificación Regional 34
Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América Zonas Corticales
Guatemala
Zonas Corticales
Costa Rica
C10
C2
1
G3
1
C3
0.5
G4
0.5
C4-P 1
0
0
G5-S5-H1
-0.5
-0.5
G6
C5
-1
-1
C6
-2
-2.5
3.5
4.5
5.5
6.5
7.5
C7
-2
C9
-2.5
N12
0
N4
-0.5
N6-N7
-1
7.5
Mw
P2
P3
P4
P5
0.5
Log(N)
N3
6.5
1
N2-C1
0.5
5.5
1.5
N13-14
1
4.5
Zonas Corticales
Panam á y El Salvador
N1
1.5
G8
3.5
Mw
Zonas Corticales
Honduras y Nicaragua
2
G7
-1.5
-1.5
Log(N)
G2-S2
1.5
Log(N)
Log(N)
2
G1
1.5
P6
0
P7
-0.5
P8-C8
-1
S1
N8
-1.5
N9-10
-2
H2
-2.5
4.5
5.5
6.5
7.5
Mw
H3-N11
S3
-2
S4-N5
-2.5
3.5
4.5
5.5
6.5
7.5
Mw
Figura 3. 16 Leyes de Gutenberg‐Richter para zonas corticales. Zonificación Nacional Zonas de Subducción Interfase
Log(N)
3.5
-1.5
1.5
Csi11
1
Csi12
0.5
Gsi9
0
Nsi15
-0.5
Nsi16
-1
P si10
-1.5
P si9
-2
Ssi5
-2.5
3.5
4.5
5.5
6.5
7.5
Mw
Figura 3. 17 Leyes de Gutenberg‐Richter para zonas subducción interfase. Zonificación Nacional 35
Informe Final: Diciembre 2008 Zonas de Subducción Intraplaca
Log(N)
2
1.5
Csp14
1
Csp15
0.5
Csp16
0
Gsp10
-0.5
Nsp17
-1
P sp11
-1.5
Ssp6
-2
-2.5
3.5
4
4.5
5
5.5
6
6.5
7
7.5
Mw
Figura 3. 18 Leyes de Gutenberg‐Richter para zonas subducción intraplaca. Zonificación Nacional Dependiendo de la distribución espacial y en profundidad de las zonas, se ha encontrado un comportamiento particular de los valores de “b”. La Figura 3.19 muestra un perfil en profundidad, de las zonas agrupadas según su ubicación sismotectónica. Los valores de b encontrados para las 53 zonas sísmicas identificadas en la zonificación nacional, quedan distribuidos de la siguiente manera: En la zona prearco, donde predominan los esfuerzos tensionales por doblamiento de la placa subducente, los valores de “b” oscilan entre 1 a 1.3 En las zona tras arco y cinturones deformados (otras zonas en Figura 4.19) donde predominan fallamientos inversos, los valores de “b” dieron entre 0.8 a 1.3 En el arco volcánico, donde predomina el régimen distensivo, los valores de “b” se caracterizaron entre el rango de 0.7 a 0.9 En la zonas interfase o interplaca los “b” encontrados se encuentran entre 0.6 y 1.1 En las zonas intraplaca de profundidad intermedia, donde predominan los regímenes de rupturas normales, los valores de “b” oscilaron entre 0.6 a 1.00 Estos valores obtenidos, son bastante consistentes, si se comparan con los registrados a nivel internacional, como los de Schorlemmer et al. (2005), para ese tipo de regímenes. 36
Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América Figura 3. 19 Modelo en perfil de zonas sísmicas en profundidad: Mw es la magnitud máxima esperada, Nz es el número de zonas locales asociadas a la región sismotectónica, b es el índice sísmico característico de la región sismotectónica 3.4.2. ANÁLISIS DE SENSIBILIDAD PARA DEFINICIÓN DE PARÁMETROS Y PESOS DEL ÁRBOL LÓGICO Antes de proceder al cálculo final de la amenaza en Centroamérica, se han realizado análisis preliminares, partiendo del modelo de zonas regionales, con diferentes modelos de atenuación entre los seleccionados previamente y variando las distribuciones de M max asignadas a las zonas, así como otros parámetros de integración. Se ha examinado así la sensibilidad de las diferentes entradas de cálculo en los resultados, encontrándose, tal como era esperable, que la atenuación resulta el factor más determinante. Por las particularidades sismotectónicas de la región de estudio se requiere emplear diferentes modelos de atenuación para las zonas corticales, interfase e intraplaca. Ello supone que en una misma ejecución deben combinarse tres modelos de atenuación diferentes, cada uno asignado a un conjunto de zonas. Tras la discusión efectuada sobre los modelos de atenuación, que ha llevado a una selección de los más idóneos, y tras valorar los resultados del análisis de sensibilidad previo, se ha optado por construir un árbol lógico con un nodo para atenuación, con cuatro ramas que representan las siguientes combinaciones: 37
Informe Final: Diciembre 2008 Rama 1 (CYY): Zonas corticales con modelo de atenuación Climent.et al., 1994 Zonas de subducción interfase con atenuación de Youngs et al., 1997 Zonas de subducción intraplaca con atenuación de Youngs et al., 1997 Rama 2 (CYZ): Zonas corticales con modelo de atenuación de Climent et al. , 1994 Zonas de subducción interfase con atenuación de Youngs et al., 1997 Zonas de subducción intraplaca con atenuación de Zhao et al., 2006 Rama 3 (ZYY): Zonas corticales con modelo de atenuación de Zhao et al., 2006 Zonas de subducción interfase con atenuación de Youngs et al., 1997 Zonas de subducción intraplaca con atenuación de Youngs et al., 1997 Rama 4 (ZYZ): Zonas corticales con modelo de atenuación de Zhao et al., 2006 Zonas de subducción interfase con atenuación de Youngs et al., 1997 Zonas de subducción intraplaca con atenuación de Zhao et al. , 2006 Debido a esta combinación de ecuaciones, y la necesidad de de tener compatibilidad entre ellas en la definición de la componente horizontal, el modelo CLI94 debió ser ajustado de acuerdo a las recomendaciones de Beyer y Bommer (2006), para obtener los resultados en función de la media geométrica. La ponderación en el árbol lógico debe efectuarse para cada rama, lo que supone asignar los pesos no a cada modelo, sino a cada combinación de ellos. Como no hay una preferencia clara por ninguna de las combinaciones, se opta por ponderar cada una con un peso de 0.25. A continuación se calcula la amenaza a partir del modelo de zonas nacionales, según el árbol lógico formulado. Como parámetros de entrada de cálculo de las zonas, se introducen los parámetros de sismicidad dados en las tablas 3.8, 3.9 y 3.10. El cálculo se efectúa con el programa CRISIS07, en una malla de puntos cubriendo toda la región, equiespaciados 0.1˚ en latitud y en longitud. Además de la amenaza total, generada por todo el conjunto de fuentes, se han efectuado análisis de desagregación en las capitales. 38
Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América 3.5. RESULTADOS Se presentan en este apartado los resultados finales del cálculo de la amenaza sísmica en Centroamérica desarrollado en este estudio, que corresponden a mapas de amenaza para toda la región y resultados específicos para las 6 capitales de los países centroamericanos. 3.5.1. MAPAS DE AMENAZA SÍSMICA Se han generado mapas para periodos de retorno de PR= 500, 1000 y 2500 años, para la aceleración pico (PGA) y para ordenadas espectrales SA (0.2 s) y SA (1s). Resultan así un conjunto de 9 mapas, que se muestran en las Figuras 3.20 a 3.22 para los tres parámetros con PR=500 años; Figuras 3.23 a 3.25 para PR= 1000 años y 3.26 a 3.28 para PR= 2500 años. Un primer análisis de estos mapas permite enfatizar los siguientes resultados:  Para todos los periodos de retorno, las mayores aceleraciones pico PGA se predicen en la zona de la fractura de Panamá y en determinadas regiones de la cadena volcánica, donde se suma la influencia de la actividad de fallamiento local junto con la de la zona de subducción.  Para periodo de retorno de 500 años se alcanzan valores máximos de PGA entorno a 600 gal para la zona de fractura de Panamá y alrededor de 500 gal para las otras zonas de máxima amenaza de la cadena volcánica, ubicadas en Guatemala, El Salvador y Nicaragua. Fuera de estas zonas paralelas a la costa, la PGA decae hacia el interior, presentando valores menores de 300gal. Una excepción se presenta al sur de Guatemala, donde las isolíneas dejan de ser paralelas a la costa y la PGA decae más lentamente que en otros países, acusando la influencia de la falla de Motagua. Como era de esperar, Honduras y el norte de Nicaragua presentan la menor amenaza sísmica de la región centroamericana.  La morfología de los mapas de PGA para periodos de retorno de 1000 y 2500 años es muy similar, si bien en éstos se alcanzan valores mayores que llegan a ser del orden de 700 y 850 gal, respectivamente, en las zonas de máxima. La diferencia más notable entre la morfología de los mapas de los 3 periodos de retorno radica en el hecho de que para 2500 años la mayor amenaza se desplaza al sur de Guatemala, tal vez debido a la confluencia de tres escenarios sísmicos ‐
subducción, fallamiento local y Motagua‐ con peso significativo del último para los periodos de retorno más largos.  Los mapas de SA (0.2s) muestran una forma bastante similar a los de PGA, con máximos más marcados al sur de Guatemala, llegando a valores del orden de 1300 gal, 1600 gal y 2000 gal para periodos de retorno de 500, 1000 y 2500 años, respectivamente.  En los mapas de SA (1s) desaparecen las concentraciones de máximo entorno a la cadena volcánica, y la mayor amenaza se presenta en las zonas costeras, poniendo de manifiesto la mayor influencia de la actividad de subducción para este periodo estructural. Los valores máximos que se alcanzan son de 300 gal para 500 años de periodo de retorno, 400 gal para 1000 años y 500 gal para 2500 años. 39
Informe Final: Diciembre 2008 Figura 3.20. Mapa de amenaza en términos de PGA (gal) para PR=500 años Figura 3.21. Mapa de amenaza en términos de SA (0.2s) expresada en gales para PR=500 años
40
Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América Figura 3.22. Mapa de amenaza en términos de SA (1.0s) expresada en gales para PR=500 años Figura 3.23. Mapa de amenaza en términos de PGA (gal) para PR=1000 años
41
Informe Final: Diciembre 2008 Figura 3.24. Mapa de amenaza en términos de SA (0.2s) expresada en gales para PR=1000 años Figura 3.25. Mapa de amenaza en términos de SA (1.0s) expresada en gales para PR=1000 años 42
Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América Figura 3.26. Mapa de amenaza en términos de PGA (gal) para PR=2500 años Figura 3.27. Mapa de amenaza en términos de SA (0.2s) expresada en gales para PR=2500 años 43
Informe Final: Diciembre 2008 Figura 3.28. Mapa de amenaza en términos de SA (1.0s) expresada en gales para PR=2500 años En las 6 capitales de Centroamérica se han obtenido las curvas de amenaza para PGA, y para las ordendas espectrales de 0.1, 0.2, 0.5, 1 y 2s, junto con los espectros de amenaza uniforme UHS para periodos de retorno de 500, 1000 y 2500 años. Además se ha efectuado la desagregación para los movimientos objeto dados por los valores de PGA, y SA (1 s) para cada uno de los periodos de retorno considerados. 3.5.2. CURVAS DE AMENAZA Las curvas de amenaza resultantes para cada una de las capitales se incluyen en las Figuras 3.29 a 3.34. Cada figura contiene las curvas de todos los parámetros de movimiento con los que se ha caracterizado la amenaza sísmica en nuestro estudio en cada una de las capitales, Ciudad de Guatemala, San Salvador, Tegucigalpa, Managua, San José y Panamá. 44
Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América GUATEM ALA
PGA
1,E+02
SA(0.1s)
Probabilidad Anual
Excedencia
1,E+01
SA(0.2s)
1,E+00
SA(0.5s)
1,E-01
SA(1.0s)
SA(2.0s)
1,E-02
1,E-03
1,E-04
1,E-05
10
100
1000
10000
Aceleración (gal)
Figura 3.29. Curvas de amenaza para ciudad de Guatemala SAN SALVADOR
Probabilidad Anual
Excedencia
1,E+02
PGA
1,E+01
SA(0.1s)
1,E+00
SA(0.2s)
1,E-01
SA(0.5s)
SA(1.0s)
1,E-02
SA(2.0s)
1,E-03
1,E-04
1,E-05
10
100
1000
10000
Aceleración (gal)
Figura 3.30. Curvas de amenaza para ciudad de San Salvador TEGUCIGALPA
Probabilidad Anual Excedencia
1,E+02
PGA
1,E+01
SA(0.1s )
1,E+00
SA(0.2s )
SA(0.5s )
1,E-01
SA(1.0s )
1,E-02
SA(2.0s )
1,E-03
1,E-04
1,E-05
10
100
1000
10000
Aceleración (gal)
Figura 3.31 Curvas de amenaza para ciudad de Tegucigalpa 45
Informe Final: Diciembre 2008 M ANAGUA
Probabilidad Anual Excedencia
1,E+02
PGA
1,E+01
SA(0.1s)
1,E+00
SA(0.2s)
SA(0.5s)
1,E-01
SA(1.0s)
1,E-02
SA(2.0s)
1,E-03
1,E-04
1,E-05
10
100
1000
10000
Aceleración (gal2)
Figura 3.32. Curvas de amenaza para ciudad de Managua SAN JOSÉ
1,E+02
Probabilidad Anual
Excedencia
PGA
1,E+01
SA(0.1s)
1,E+00
SA(0.2s)
SA(0.5s)
1,E-01
SA(1.0s)
1,E-02
SA(2.0s)
1,E-03
1,E-04
1,E-05
10
100
1000
10000
Aceleración (gal)
Figura 3.33. Curvas de amenaza para ciudad de San José PANAMÁ
PGA
Probabilidad Anual Excedencia
1,E+02
SA(0.1s)
1,E+01
SA(0.2s)
1,E+00
SA(0.5s)
SA(1.0s)
1,E-01
SA(2.0s)
1,E-02
1,E-03
1,E-04
1,E-05
10
100
1000
Aceleración (gal)
Figura 3.34. Curvas de amenaza para Ciudad de Panamá 46
10000
Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América Como era de esperar, en todos los casos los mayores valores se predicen para las aceleraciones espectrales de 0.1s y 0.2s, cuyas curvas de amenaza son prácticamente coincidentes. A estas le siguen las curvas de PGA, muy similares a las de SA (0.5s), quedando por debajo las curvas de SA (1s) y SA (2s). Comparando los resultados en las diferentes capitales, se observa cómo la mayor amenaza se estima en Guatemala y San Salvador. Siguiendo en orden decreciente, San José y Managua presentan resultados bastante similares, aunque la primera da valores ligeramente más bajos de los parámetros de movimiento para periodos de retorno menores a 500 años, y más altos para periodos mayores. Panamá y Tegucigalpa presentan menor amenaza, con valores de los parámetros de movimiento esperados bastante inferiores que las anteriores capitales para todos los periodos de retorno. 3.5.3. ESPECTROS DE AMENAZA UNIFORME Las Figuras 3.35 a 3.40 representan los espectros de amenaza uniforme, de modo que cada figura contiene los tres resultantes para periodos de retorno de 500, 1000 y 2500 años en cada capital. Los resultados numéricos se incluyen en las Tablas 3.11 a 3.16. La discusión que se suscita observando los espectros UHS es prácticamente similar a la manifestada con las curvas de amenaza. Para un mismo periodo de retorno, los espectros más altos se predicen en Ciudad de Guatemala, seguidos por los deducidos para San Salvador, San José, Managua, Ciudad de Panamá y Tegucigalpa. Figura 3.35. Espectros UHS en ciudad de Guatemala, para PR =500, 1000 y 2500 años 47
Informe Final: Diciembre 2008 Figura 3.36. Espectros UHS en ciudad de San Salvador, para PR =500, 1000 y 2500 años Figura 3.37. Espectros UHS en ciudad de Managua, para PR =500, 1000 y 2500 años 48
Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América Figura 3.38. Espectros UHS en ciudad de San José, para PR =500, 1000 y 2500 años Figura 3.39. Espectros UHS en ciudad de Tegucigalpa, para PR =500, 1000 y 2500 años 49
Informe Final: Diciembre 2008 Figura 3.40. Espectros UHS en ciudad de Panamá, para PR =500, 1000 y 2500 años Tabla 3.11. Parámetros resultantes de amenaza para diferentes periodos de retorno en ciudad de Guatemala GUATEMALA
Aceleración (cm/s2)
PGA
SA(0.1s)
SA(0.2s)
SA(0.5s)
SA(1.0s)
SA(2.0s)
Periodo de Retorno (años) 500
524
1297
1234
646
353
158
1000
646
1641
1555
805
447
204
2500
840
2211
2070
1063
593
279
Tabla 3.12. Parámetros resultantes de amenaza para diferentes periodos de retorno en ciudad de San Salvador SAN SALVADOR
Aceleración (cm/s2) PGA
SA(0.1s)
SA(0.2s)
SA(0.5s)
SA(1.0s)
SA(2.0s)
50
Periodo de Retorno (años) 500
510
1253
1180
625
331
146
1000
624
1576
1485
775
419
188
2500
810
2115
1967
1018
554
258
Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América Tabla 3.13. Parámetros resultantes de amenaza para diferentes periodos de retorno en ciudad de Managua MANAGUA
Aceleración (cm/s2)
PGA
SA(0.1s)
SA(0.2s)
SA(0.5s)
SA(1.0s)
SA(2.0s)
Periodo de Retorno (años)
500
1000
2500
507
605
763
1298
1584
2061
1138
1392
1782
586
710
903
288
351
453
122
152
200
Tabla 3.14. Parámetros resultantes de amenaza para diferentes periodos de retorno en ciudad de San José SAN JOSÉ
Aceleración (cm/s2)
PGA
SA(0.1s)
SA(0.2s)
SA(0.5s)
SA(1.0s)
SA(2.0s)
Periodo de Retorno (años)
500
1000
2500
513
628
810
1307
1627
2175
1154
1440
1901
586
731
969
297
376
505
125
161
222
Tabla 3.15. Parámetros resultantes de amenaza para diferentes periodos de retorno en ciudad de Tegucigalpa TEGUCIGALPA
Aceleración (cm/s2)
PGA
SA(0.1s)
SA(0.2s)
SA(0.5s)
SA(1.0s)
SA(2.0s)
Periodo de Retorno (años)
500
1000
2500
231
283
361
521
653
869
506
628
832
282
347
454
157
197
260
70
90
125
Tabla 3.16. Parámetros resultantes de amenaza para diferentes periodos de retorno en ciudad de Panamá PANAMÁ
Aceleración (cm/s2)
PGA
SA(0.1s)
SA(0.2s)
SA(0.5s)
SA(1.0s)
SA(2.0s)
Periodo de Retorno (años)
500
1000
2500
252
315
414
529
669
898
504
637
858
302
386
520
152
194
265
68
89
123
51
Informe Final: Diciembre 2008 3.5.4. RESULTADOS DE LA DESAGREGACIÓN Para cada capital, se representan los resultados de la desagregación 2D para los movimientos objeto dados por los valores de PGA y SA (1s) obtenidos en el cálculo de la peligrosidad para periodos de retorno de 500 y 2500 años. Se tienen así las contribuciones parciales de distintos intervalos de magnitud y distancia a esos movimientos objeto, resultando un total de cuatro gráficos que componen la figura de desagregación de cada capital. Con ello se trata de tener una idea de los sismos de control que más contribuyen a los movimientos de corto y largo periodo del movimiento, con la mayor y menor probabilidad de excedencia para las que se ha efectuado el estudio. Los resultados para las seis capitales se incluyen en las figuras 3.40 a 3.45. Los sismos de control que resultan de la interpretación de los resultados previos se indican el las Tablas 3.17 a 3.22 en las que aparecen también los resultados para SA (0.2s) y periodo de retorno de 1000 años. Mw
4.5
4.75
Mw
4.5
4.75
3.5E-05
3.0E-05
2.5E-05
2.0E-05
1.5E-05
1.0E-05
75
5.0E-06
150
4.5
6
6.5
300
5.5
225
7
7.5
8
0.0E+00
5
R (km)
Mw
2.0E-05
150
225
300
7
7.5
8
R (km)
0.0E+00
6
6
6.5
%Prob
0
75
8
Mw
Guatemala. PGA, PR 2500 años
c)
7.25
7.5
7.75
Guatemala. SA(1.0s), PR 2500 años
d)
3.5E-05
3.0E-05
5.75
6
6.25
6.5
6.75
7
7.25
7.5
7.75
8
2.5E-05
2.0E-05
1.5E-05
0
1.0E-05
75
5.0E-06
150
R (km)
0.0E+00
225
300
Mw
5.75
6
6.25
6.5
6.75
7
7.25
7.5
7.75
Mw
4.5
4.75
%Prob
5
5.25
5.5
5
5.25
5.5
8
Mw
7
7.5
8
5
4.5
300
5.5
225
7
7.5
8
R (km)
0.0E+00
6.5
2.0E-05
150
4.0E-05
0
4.5
75
6.0E-05
6
4.0E-05
0
6.5
6.75
7
8.0E-05
6.5
6.0E-05
1.0E-04
5.75
6
6.25
5
8.0E-05
1.2E-04
5.5
1.0E-04
Mw
4.5
4.75
%Prob
5
5.25
5.5
5.5
1.2E-04
5
%Prob
Guatemala. SA(1.0s), PR 500 años
b)
4.5
Guatemala. PGA, PR 500 años
a)
5
5.25
5.5
5.75
6
6.25
6.5
6.75
7
7.25
7.5
7.75
8
Figura 3.40. Resultados de desagregación en ciudad de Guatemala para los movimientos objeto (a) PGA con PR=500 años, (b) SA(1.0s) con PR=500 años, (c) PGA con PR=2500 años, (d) SA(1.0s) con PR=2500 años 52
Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América Tabla 3.17. Parámetros de los sismos de control resultantes de la desagregación en ciudad de Guatemala Sismo de control 1
Mw
Rhip (km)
6.5
15
6.5
15
6.5
15
6.5
15
6.5
15
6.5
15
6.5
15
6.5
15
6.5
15
Mw
4.5
4.75
5
6
Mw
4.5
4.75
%Prob
2.5E-05
2.0E-05
1.5E-05
1.0E-05
0
5.0E-06
75
150
6
7
6.5
5.5
4.5
300
7.5
8
0.0E+00
225
5
R (km)
Mw
1.0E-05
150
R (km)
0.0E+00
300
7
225
8
Mw
San Salvador. PGA, PR 2500 años
c)
7.25
7.5
7.75
2.0E-05
75
7.5
8
7
6.5
5.5
4.5
300
7.5
8
0.0E+00
225
3.0E-05
0
4.5
150
R (km)
5.0E-05
4.0E-05
6.5
6.75
7
5
5.25
5.5
%Prob
5.75
6
6.25
2.0E-05
6.5
6.75
7
7.25
7.5
7.75
8
2.5E-05
1.5E-05
1.0E-05
0
5.0E-06
75
150
R (km)
0.0E+00
225
300
Mw
5.75
6
6.25
6.5
6.75
7
7.25
7.5
7.75
Mw
4.5
4.75
San Salvador. SA(1.0s), PR 2500 años
d)
5
5.25
5.5
8
Mw
7
1.0E-05
6.0E-05
7.5
8
2.0E-05
75
8.0E-05
6
3.0E-05
0
7.0E-05
6.5
5.0E-05
4.0E-05
5.75
6
6.25
9.0E-05
6
6.0E-05
%Prob
6.5
8.0E-05
7.0E-05
5
5.25
5.5
5
9.0E-05
5.5
%Prob
Mw
4.5
4.75
San Salvador. SA(1.0s), PR 500 años
b)
5.5
San Salvador. PGA, PR 500 años
a)
Sismo de control 2
Mw
Rhip (km)
[7.0-7.5]
[135-150]
[7.0-7.5]
[135-150]
[7.25-7.5]
[135-150]
[7.0-7.5]
[135-180]
[7.0-7.5]
[135-180]
[7.0-7.5]
[135-180]
[7.25-7.5]
[150-180]
[7.25-7.5]
[150-180]
[7.25-7.5]
[135-180]
5
P. Retorno
(años)
500
500
500
1000
1000
1000
2500
2500
2500
4.5
GUATEMALA
Aceleración
PGA
SA(0.2s)
SA(1.0s)
PGA
SA(0.2s)
SA(1.0s)
PGA
SA(0.2s)
SA(1.0s)
5
5.25
5.5
5.75
6
6.25
6.5
6.75
7
7.25
7.5
7.75
8
Figura 3.41. Resultados de desagregación en ciudad de San Salvador para los movimientos objeto (a) PGA con PR=500 años, (b) SA(1.0s) con PR=500 años, (c) PGA con PR=2500 años, (d) SA(1.0s) con PR=2500 años 53
Informe Final: Diciembre 2008 Tabla 3.18. Parámetros de los sismos de control resultantes de la desagregación en ciudad de San Salvador Mw
4.5
4.75
c)
5
6
6.5
5.5
4.5
300
Managua. PGA, PR 2500 años
Mw
4.5
4.75
%Prob
4.0E-05
3.5E-05
3.0E-05
2.5E-05
2.0E-05
1.5E-05
1.0E-05
75
5.0E-06
150
4.5
6
6.5
300
5.5
225
7
7.5
8
0.0E+00
5
R (km)
Mw
2.0E-05
150
R (km)
0.0E+00
225
300
8
Mw
0
75
d)
7
7.5
8
0.0E+00
225
7
7.5
8
R (km)
7.25
7.5
7.75
%Prob
3.0E-05
2.5E-05
5.75
6
6.25
6.5
6.75
7
7.25
7.5
7.75
8
2.0E-05
1.5E-05
1.0E-05
0
75
5.0E-06
150
R (km)
0.0E+00
225
300
Mw
5.75
6
6.25
6.5
6.75
7
7.25
7.5
7.75
Mw
4.5
4.75
Managua. SA(1.0s), PR 2500 años
5
5.25
5.5
5
5.25
5.5
8
Mw
7
2.0E-05
150
7.5
8
75
4.0E-05
0
6
4.0E-05
6.0E-05
6.5
6.75
7
4.5
0
8.0E-05
6.5
8.0E-05
6.0E-05
1.0E-04
5.75
6
6.25
6
1.0E-04
1.2E-04
6.5
1.4E-04
1.2E-04
Mw
4.5
4.75
%Prob
5
5.25
5.5
5
1.6E-04
Managua. SA(1.0s), PR 500 años
b)
5.5
%Prob
Sismo de control 2
Mw
Rhip (km)
7.25
[150-180]
7.25
180
7.25
[150-180]
7.25
180
7.25
[150-180]
7.25
[150-180]
5.5
Managua. PGA, PR 500 años
a)
Sismo de control 1
Mw
Rhip (km)
6.5
15
6.5
15
6.5
15
6.5
15
6.5
15
6.5
15
6.5
15
6.5
15
6.5
15
5
P. Retorno
(años)
500
500
500
1000
1000
1000
2500
2500
2500
4.5
SAN SALVADOR
Aceleración
PGA
SA(0.2s)
SA(1.0s)
PGA
SA(0.2s)
SA(1.0s)
PGA
SA(0.2s)
SA(1.0s)
5
5.25
5.5
5.75
6
6.25
6.5
6.75
7
7.25
7.5
7.75
8
Figura 3.42. Resultados de desagregación en ciudad de Managua para los movimientos objeto (a) PGA con PR=500 años, (b) SA(1.0s) con PR=500 años, (c) PGA con PR=2500 años, (d) SA(1.0s) con PR=2500 años 54
Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América Tabla 3.19. Parámetros de los sismos de control resultantes de la desagregación en ciudad de Managua Sismo de control 1
Mw
Rhip (km)
6
15
6
15
6
15
6
15
6
15
6
15
6
15
6
15
6
15
Mw
4.5
4.75
c)
5
4.5
6
San José. PGA, PR 2500 años
Mw
4.5
4.75
%Prob
3.5E-05
3.0E-05
2.5E-05
2.0E-05
1.5E-05
1.0E-05
75
5.0E-06
150
6
7
6.5
5.5
4.5
300
7.5
8
0.0E+00
225
5
R (km)
Mw
4.0E-05
75
2.0E-05
150
R (km)
0.0E+00
300
d)
7
225
8
Mw
0
0
7.5
8
7
6.5
300
5.5
225
7.5
8
R (km)
0.0E+00
7.25
7.5
7.75
6.0E-05
San José. SA(1.0s), PR 2500 años
%Prob
5.75
6
6.25
4.0E-05
7.25
7.5
7.75
8
5.0E-05
4.5E-05
3.5E-05
3.0E-05
2.5E-05
2.0E-05
1.5E-05
1.0E-05
5.0E-06
0.0E+00
0
75
150
R (km)
225
300
Mw
5.75
6
6.25
6.5
6.75
7
7.25
7.5
7.75
Mw
4.5
4.75
5
5.25
5.5
6.5
6.75
7
5
5.25
5.5
8
Mw
7
7.5
8
2.0E-05
150
8.0E-05
6.5
6.75
7
4.5
75
1.0E-04
6
4.0E-05
0
1.2E-04
6.5
6.0E-05
1.4E-04
5.75
6
6.25
6
8.0E-05
1.6E-04
6.5
1.0E-04
Mw
4.5
4.75
%Prob
5
5.25
5.5
5
1.2E-04
5.5
%Prob
San José. SA(1.0s), PR 500 años
b)
5.5
San José. PGA, PR 500 años
a)
Sismo de control 2
Mw
Rhip (km)
7.25
75
7.25
75
7.25
75
5
P. Retorno
(años)
500
500
500
1000
1000
1000
2500
2500
2500
4.5
MANAGUA
Aceleración
PGA
SA(0.2s)
SA(1.0s)
PGA
SA(0.2s)
SA(1.0s)
PGA
SA(0.2s)
SA(1.0s)
5
5.25
5.5
5.75
6
6.25
6.5
6.75
7
7.25
7.5
7.75
8
Figura 3.43. Resultados de desagregación en ciudad de San José para los movimientos objeto (a) PGA con PR=500 años, (b) SA(1.0s) con PR=500 años, (c) PGA con PR=2500 años, (d) SA(1.0s) con PR=2500 años 55
Informe Final: Diciembre 2008 Tabla 3.20. Parámetros de los sismos de control resultantes de la desagregación en ciudad de San José Sismo de control 1
Mw
Rhip (km)
6.5
15
6.5
15
6.75
15
6.5
15
6.5
15
6.75
15
6.75
15
[6.5,6.75]
15
6.75
15
Mw
4.5
4.75
0.0E+00
5
4.5
6
6.5
300
5.5
225
7
7.5
8
R (km)
Mw
4.5
4.75
%Prob
1.4E-05
1.2E-05
1.0E-05
8.0E-06
6.0E-06
0
4.0E-06
75
2.0E-06
150
6
6.5
5.5
4.5
300
7
7.5
8
0.0E+00
225
5
R (km)
Mw
2.0E-05
75
1.0E-05
150
R (km)
0.0E+00
225
300
8
Mw
Tegucigalpa. PGA, PR 2500 años
c)
7.25
7.5
7.75
3.0E-05
0
7
7.5
8
1.0E-05
150
6.5
6.75
7
Tegucigalpa. SA(1.0s), PR 2500 años
d)
2.5E-05
2.0E-05
5.75
6
6.25
6.5
6.75
7
7.25
7.5
7.75
8
1.5E-05
1.0E-05
0
5.0E-06
75
150
R (km)
0.0E+00
225
300
Mw
5.75
6
6.25
6.5
6.75
7
7.25
7.5
7.75
Mw
4.5
4.75
%Prob
5
5.25
5.5
5
5.25
5.5
8
Mw
7
7.5
8
75
5.0E-05
4.0E-05
6
2.0E-05
6.0E-05
4.5
0
8.0E-05
7.0E-05
5.75
6
6.25
6.5
4.0E-05
3.0E-05
9.0E-05
6
5.0E-05
%Prob
6.5
6.0E-05
Mw
4.5
4.75
5
5.25
5.5
5
7.0E-05
5.5
%Prob
Tegucigalpa. SA(1.0s), PR 500 años
b)
5.5
Tegucigalpa. PGA, PR 500 años
a)
Sismo de control 2
Mw
Rhip (km)
-
5
P. Retorno
(años)
500
500
500
1000
1000
1000
2500
2500
2500
4.5
SAN JOSÉ
Aceleración
PGA
SA(0.2s)
SA(1.0s)
PGA
SA(0.2s)
SA(1.0s)
PGA
SA(0.2s)
SA(1.0s)
5
5.25
5.5
5.75
6
6.25
6.5
6.75
7
7.25
7.5
7.75
8
Figura 3.44. Resultados de desagregación en ciudad de Tegucigalpa para los movimientos objeto (a) PGA con PR=500 años, (b) SA(1.0s) con PR=500 años, (c) PGA con PR=2500 años, (d) SA(1.0s) con PR=2500 años 56
Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América Tabla 3.21. Parámetros de los sismos de control resultantes de la desagregación en ciudad de Tegucigalpa Sismo de control 1
Mw
Rhip (km)
6.75
210
6.75
210
6.75
210
6.75
210
6.75
210
7
210
7
210
6.75
210
7.25
210
Mw
4.5
4.75
c)
5
6
6.5
5.5
4.5
300
Panamá. PGA, PR 2500 años
Mw
4.5
4.75
%Prob
1.6E-05
1.4E-05
1.2E-05
1.0E-05
8.0E-06
6.0E-06
4.0E-06
75
2.0E-06
150
6
6.5
5.5
4.5
300
7
7.5
8
0.0E+00
225
5
R (km)
Mw
2.0E-05
75
1.0E-05
150
R (km)
0.0E+00
225
300
8
Mw
0
7.25
7.5
7.75
3.0E-05
0
d)
7
7.5
8
0.0E+00
225
7
7.5
8
R (km)
5.0E-05
4.0E-05
6.5
6.75
7
Panamá. SA(1.0s), PR 2500 años
5.75
6
6.25
2.0E-05
8
6.5
6.75
7
7.25
7.5
7.75
4.5
4.75
%Prob
7.25
7.5
7.75
5.75
6
6.25
Mw
5
5.25
5.5
6.5
6.75
7
5
5.25
5.5
8
Mw
2.5E-05
1.5E-05
1.0E-05
0
5.0E-06
75
150
R (km)
0.0E+00
225
300
7
7.5
8
1.0E-05
150
6.0E-05
4.5
75
8.0E-05
6
2.0E-05
0
7.0E-05
6.5
3.0E-05
5.75
6
6.25
9.0E-05
6
4.0E-05
%Prob
6.5
5.0E-05
Mw
4.5
4.75
5
5.25
5.5
5
6.0E-05
5.5
%Prob
Panamá. SA(1.0s), PR 500 años
b)
5.5
Panamá. PGA, PR 500 años
a)
Sismo de control 2
Mw
Rhip (km)
[4.5,5.75]
[0,15]
[4.5,5.75]
[0,15]
[4.5,5.75]
[0,15]
[4.5,5.75]
[0,15]
[4.5,5.75]
[0,15]
[4.5,5.75]
[0,15]
-
5
P. Retorno
(años)
500
500
500
1000
1000
1000
2500
2500
2500
4.5
TEGUCIGALPA
Aceleración
PGA
SA(0.2s)
SA(1.0s)
PGA
SA(0.2s)
SA(1.0s)
PGA
SA(0.2s)
SA(1.0s)
Mw
5
5.25
5.5
5.75
6
6.25
6.5
6.75
7
7.25
7.5
7.75
8
Figura 3.45. Resultados de desagregación en ciudad de Panamá para los movimientos objeto (a) PGA con PR=500 años, (b) SA(1.0s) con PR=500 años, (c) PGA con PR=2500 años, (d) SA(1.0s) con PR=2500 años 57
Informe Final: Diciembre 2008 Tabla 3.22. Parámetros de los sismos de control resultantes de la desagregación en ciudad de Panamá PANAMÁ
Aceleración
PGA
SA(0.2s)
SA(1.0s)
PGA
SA(0.2s)
SA(1.0s)
PGA
SA(0.2s)
SA(1.0s)
P. Retorno
(años)
500
500
500
1000
1000
1000
2500
2500
2500
Sismo de control 1
Mw
Rhip (km)
[4.5-7.0]
[45-60]
6.75
60
6.75
60
[4.5-7.0]
[45-60]
6.75
60
6.75
60
[4.75-7.0]
[45-60]
6.75
60
7
60
Sismo de control 2
Mw
Rhip (km)
-
El análisis de resultados lleva a identificar los sismos de control asociados a los pares magnitud‐distancia dominantes (M, R) para los diferentes periodos de retorno. Es interesante observar cómo en muchos casos, las gráficas de contribución a la amenaza presentan distribuciones bimodales, evidenciando dos posibles sismos de control en diferentes intervalos de distancia, si bien generalmente uno de ellos presenta mayor densidad de probabilidad. También es de destacar cómo en algunas capitales se producen cambios importantes con el periodo de retorno y/o con el periodo estructural, poniendo de manifiesto que el sismo de control puede variar con ambos, dado que la influencia de una determinada fuente sísmica sobre otra depende de la probabilidad de excedencia que se considere (o periodo de retorno) y desde luego del periodo de movimiento que se analice. Para periodos cortos es de esperar mayor influencia de sismos próximos, mientras que para periodos largos de movimiento van cobrando más importancia los sismos lejanos, cuyos espectros presentan mayor contenido en esos periodos. Si examinamos los resultados de cada capital, se evidencia lo siguiente: En ciudad de Guatemala se identifica un claro sismo de control, asociado al par M = 6.5 y R = 15 km, que domina para todos los periodos de retorno y para el movimiento de corto periodo estructural, representado por la PGA y de largo periodo, dado por la SA (1s). Además de ese sismo, aunque con menor densidad de probabilidad, aparece también una importante contribución de un sismo entre M [7 y 7.5] a distancias R [135 y 150 km] para periodo de retorno de 500 años y otro de M [7.25 a 7.5 ] a R [150 a 180 km] para TR=2500 años. Todo parece indicar entonces que, si bien la amenaza está dominada en todos los casos por un sismo próximo de fallamiento local, también tiene su contribución un posible sismo de subducción más distante, y dicha contribución es mayor aún para el largo periodo del movimiento. Para 2500 años de periodo de retorno parece evidenciarse la mayor influencia de un sismo en la falla de Motagua. En San Salvador sucede algo bastante parecido a Ciudad de Guatemala, con un claro sismo de control para M = 6.5 y R = 15 km, dominante en todos los casos. Un segundo sismo con menor contribución se evidencia, sobre todo en el largo periodo de movimiento para M = 7.25 y R entre 150 y 180 km, que puede estar representando al sismo de la zona de subducción. Llama la atención observar que los resultados no cambian apreciablemente de 500 a 2500 años de periodo de retorno. Al igual que en las dos capitales anteriores, en Managua la amenaza parece dominada por un sismo local a R = 15 km, aunque ahora de magnitud menor, M = 6, que estaría representando a un sismo de cadena volcánica. En este caso, solo para el largo periodo SA (1s) se acusa la influencia de un segundo sismo, a distancia en torno a 75 km y M = 7.25. Este podría ser un sismo de subducción, que por la mayor proximidad de la trinchera a la 58
Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América costa, presenta distancias menores a la capital respecto al caso de Guatemala y/o San Salvador. En San José la distribución de contribuciones de pares (M, R) a la amenaza es claramente diferente a las anteriores, presentando la distribución un solo modo que se asocia a un único sismo de control, para M del orden de 6.5 y R de 15 km a periodo de retorno de 500 años. La magnitud de este sismo aumenta ligeramente, siendo del orden de 7.25 para 2500 años de periodo de retorno. Parece que la subducción no presenta una contribución marcada en este caso. En Tegucigalpa se observa un primer sismo de control, con M en el rango [6.75 a 7] y R del orden de 210 km para todos los periodos del movimiento, y un segundo sismo con menor contribución y solo para los cortos periodos estructurales, a distancias próximas R [0‐15 km] y barriendo el rango de magnitudes de 4.5 a 5.75. Ello viene a indicar que, aunque la amenaza está dominada por un sismo lejano, que podría ser de subducción o bien de la falla de Motagua, los sismos moderados más próximos tienen también una importante contribución en corto periodo. Finalmente en Panamá se pone de manifiesto que para el movimiento de corto periodo no hay un claro sismo de control, sino sismos barriendo un rango de M [4.5 a 7] a distancias entre 45 y 60 km. Sin embargo para el largo periodo la distribución de contribuciones se agrupa en torno a M 6.75 y R 60 km y todo ello ocurre tanto para periodo de retorno de 500 años como de 2500 años. Esto parece indicar que en el largo periodo del movimiento es dominante la influencia de la subducción, mientras que en el corto periodo sismos de diferentes magnitudes y a distancias intermedias generan contribuciones similares. 3.6. DISCUSIÓN DE RESULTADOS El estudio realizado constituye un nuevo avance en el conocimiento de la amenaza sísmica de Centroamérica, y viene a arrojar la tercera generación de mapas de amenaza con carácter regional. Tras los resultados presentados en estudios regionales anteriores realizados por Rojas et al. (1993) y Montero et al. (1997), no se ha desarrollado ningún nuevo estudio específico para toda la región, aunque sí se han realizado trabajos parciales en los diferentes países o bien estudios de amenaza en áreas más amplias comprendiendo la región centroamericana, entre otras. Cabe citar, entre estos últimos, los estudios enmarcados en el proyecto GSHAP (Shedlock, 1999) o los realizados para México, Caribe, Centro y Sudamérica extendiendo los resultados del proyecto anterior (Tanner y Shedlock, 2004), ambos siguiendo un método probabilista zonificado. También se realizó un estudio de amenaza de Centroamérica aplicando el método de Kernel con el que se obtuvieron mapas aplicables a estimación de pérdidas (Yong et al., 2002). El estudio cuyos resultados se presentan en este informe supone el primero desarrollado para toda la región centroamericana en la década de los años 2000, con participación de especialistas de todos los países del área y con información local actualizada de los bancos de datos sismológicos y de movimiento fuerte. Concretamente, se ha confeccionado para el estudio un catálogo sísmico regional, actualizado hasta diciembre de 2007 y una base de datos de acelerogramas de la región, con la que se han contrastado los modelos de atenuación a incluir en el cálculo. Esta base de datos contiene acelerogramas de los últimos sismos ocurridos (El Salvador, 2001; Nicaragua, 2005; Costa Rica 2003 y 2005) que aportan valiosa información sobre la propagación del movimiento fuerte en los diferentes entornos tectónicos: cortical, de subducción interplaca y de subducción intraplaca. Precisamente para el estudio se han incluido modelos de 59
Informe Final: Diciembre 2008 atenuación diferentes y específicos para los tres entornos, lo que supone un avance respecto a otros estudios previos. Una de las particularidades del estudio realizado, que merece especial atención, ha sido el riguroso tratamiento seguido , tanto para contemplar una zonificación específica para cada uno de los escenarios sísmicos de la región, como para seleccionar y calibrar modelos de atenuación para cada uno de ellos. Esta característica, que se presenta en algunas zonas del mundo afectadas tanto por sismos corticales como de subducción, supone una complicación en los correspondientes estudios de amenaza. El hecho de haber diferenciado tres modelos de zonas con sus correspondientes leyes de atenuación, aporta un valor añadido al estudio y permite suponer que los resultados són más realistas que los que se obtienen adoptando otras simplificaciones. La evaluación se ha realizado siguiendo un método probabilista zonificado acorde al estado actual del arte en estudios de amenaza (en la línea metodológica PSHA), componiendo un árbol lógico para cuantificar la incertidumbre epistémica inherente a los modelos de atenuación y empleando cuatro combinaciones de estos modelos en cada ejecución; constando cada combinación de un modelo para sismos corticales, otro para subducción interplaca y otro para subducción intraplaca. Es importante destacar que el modelo de zonificación sismogenética adoptado distingue zonas nacionales dentro de las grandes unidades regionales, por lo que la zonificación empleada es de mayor detalle que la que sirvió de base en estudios previos, aunque ha sido hecha con el consenso de los especialistas de todos los países y es coherente a nivel regional, sin discontinuidades en las fronteras. Por primera vez la amenaza se ha evaluado en términos de 5 aceleraciones espectrales, además de aceleración pico del movimiento, para periodos estructurales de 0.1, 0.2, 0.5, 1 y 2 s, lo que ha permitido obtener espectros de amenaza uniforme UHS en las seis capitales centroamericanas, además de curvas de amenaza para los seis parámetros de movimiento estimados. En todos los casos se consideran emplazamientos genéricos en roca firme, tanto para los mapas como para los resultados de las capitales, lo que significa que el efecto local no ha sido incluido en esta fase del estudio. La evaluación no se ha restringido a un periodo de retorno de 500 años, sino que se ha ampliado a periodos de 1000 y 2500 años, para permitir aplicaciones en grandes obras de ingeniería civil. También es de destacar, como nuevo aporte respecto a otras evaluaciones previas, los resultados de la desagregación 2D realizada en las capitales, con la consiguiente deducción de los pares (M,R) con mayor contribución a la amenaza, representativos de los sismos de control. Esto se ha hecho tanto para movimientos objeto de corto periodo, caracterizados por la PGA, como para los de largo periodo representados por SA (1s), unos y otros resultantes de la evaluación de amenaza a 500 y 2500 años de periodo de retorno. Los resultados presentados y comentados en el apartado previo han sido comparados con los de otros estudios, pudiendo establecerse lo siguiente: Los valores de PGA para periodos de retorno de 500 y 1000 años obtenidos en el presente estudio son, en general, más altos que los estimados por Rojas et al. (1993) y Montero et al. (1997) y los correspondientes mapas presentan una morfología muy diferente, con isolíneas más irregulares, evidenciando concentraciones en torno a las zonas más sísmicas. Esto se explica por la inclusión de zonas sismogenéticas más pequeñas y con mayor detalle, lo que en principio resulta más realista. La misma diferencia de detalle se encuentra en la comparación con el mapa de PGA para 475 años del proyecto GSHAP (Shedlock, 1999) y con los de Tanner and Shedlock (2004), que incluyen además mapas de SA (0.2s) y SA (1s). En éstos el cálculo se ha desarrollado partiendo de modelos de zonas muy amplias, reflejando de forma prácticamente uniforme para todo Centroamérica la influencia de los grandes escenarios de subducción y de cadena volcánica. En general, los valores dados, tanto para PGA como para SA (0.2s) y SA (1s), son del mismo orden de valores que los obtenidos en nuestro estudio, si bien en nuestro caso se presentan mayores variaciones geográficas. Hay otra importante diferencia en ambas series de mapas y es que, mientras en los de GSHAP y Tanner and Shedlock (2004), los valores máximos se 60
Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América concentran en ciertas zonas costeras, más influenciadas por los sismos en zona límite de placas, en los mapas de nuestro estudio los máximos valores tienden a agruparse en zonas de elongación paralela a la trinchera y alineadas con la cadena volcánica, a excepción de dos núcleos que aparecen en la costa del sur de Guatemala y de Costa Rica. Los mapas obtenidos por Yong et al. (2002), empleando el método de Kernel para estimar los máximos terremotos en celdas de 0.5° de latitud y longitud, presentan valores de amenaza (expresada por la PGA para 10 % de probabilidad de excedencia en 50 años) mayores que los deducidos en nuestro estudio, con concentraciones evidentes en ciertas celdas costeras, reflejo de los mayores sismos en el límite de placas Cocos‐Caribe. Las leyes de atenuación empleadas en este estudio fueron desarrolladas por Martin (1990) y Mc Guire (1993) para Chile y Argentina, sin haber sido calibradas con datos locales. Comparando los valores puntuales de amenaza en las capitales, Rojas et al. (1993) estiman valores considerablemente menores de PGA para 10 % de probabilidad de excedencia en 50 años (equivalente a un periodo de retorno de 475 años) que los deducidos en nuestro estudio para periodo de retorno de 500 años. Las diferencias pueden ser atribuidas al hecho de que Rojas et al. (1993) utilizan un único modelo de atenuación para todos los entornos, el de Fukushima y Tanaka (1990) desarrollado a partir de registros de Japón y WUSA, mientras que en nuestro estudio se usaron combinaciones de diferentes modelos calibrados con datos locales. Esto hace que, en principio, los valores ahora obtenidos resulten más fiables. 3.7. RESUMEN Y CONCLUSIONES GENERALES Para finalizar se presenta un resumen del estudio realizado, destacando las principales conclusiones que se pueden extraer del cálculo de amenaza en Centroamérica:  Se ha elaborado un catálogo sísmico regional, homogeneizado a magnitud momento, y actualizado hasta diciembre de 2007, conteniendo la sismicidad reportada y/o registrada desde 1522 con Mw> 3.5. Dicho catálogo ha sido confeccionado a partir de los catálogos nacionales y reúne el consenso de los sismólogos de la región.
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El catálogo anterior ha sido filtrado de réplicas y premonitores y dividido en subcatálogos para diferentes rangos de profundidad ‐ superficial, intermedia y profunda‐ que han sido asociados a diferentes tipos de zonas para la estimación de las correspondientes leyes de recurrencia. 
Se han propuesto dos zonificaciones sismogenéticas, combinando criterios sísmicos y tectónicos. Ambas contienen zonas englobadas en tres grandes grupos: corticales, de subducción interfase y de subducción intraplaca. La primera zonificación abarca grandes zonas a nivel regional, mientras que la segunda distingue zonas nacionales dentro de esas grandes unidades, si bien es coherente a nivel regional y no presenta discontinuidades en las fronteras. 
Las dos zonificaciones se definieron en primer lugar superponiendo la tectónica de la región con la sismicidad, en los correspondientes rangos de profundidades. Los límites se trazaron tratando de separar zonas con potencial sísmico diferente, atendiendo a la capacidad de las fallas existentes para generar sismos de cierta magnitud y a la sismicidad observada. Se trató de evitar que los límites de las zonas partieran fallas activas conocidas, y de respetar la hipótesis que debe verificar toda zona sismogenética: la sismicidad es homogénea temporal y espacialmente dentro de cada zona. 
En una segunda fase, se dedujeron las leyes de recurrencia con la sismicidad de cada zona y se reajustaron los límites para asegurar que la sismicidad seguía un modelo de Poisson, tal como establece el método probabilista zonificado. 
Se ha efectuado la caraterización de zonas, tanto a nivel regional como a nivel nacional, modelizando en todos los casos la sismicidad por medio de modelos de Poisson, y considerando 61
Informe Final: Diciembre 2008 leyes de recurrencia del tipo Gutenberg‐Richter. Se ha tomado una magnitud mínima de truncamiento de mo=4.5 y se ha estimado la tasa anual de sismos de m ≥ mo [N(mo)] y la pendiente de la ley Gutenberg‐Richter (b o β), para caracterizar la recurrencia. Para la magnitud máxima se ha considerado una distribución de posibles valores, entre el máximo histórico reportado y el máximo posible según la tectónica de la zona, ajustando los valores intermedios (máximos creíbles) a una distribución gaussiana normalizada. Los parámetros resultantes guardan coherencia entre las zonificaciones regional y nacional, y son consistentes con los de otros estudios realizados. Los rangos de variación encontrados para los valores de b en las 53 zonas diferenciadas a nivel nacional son los siguientes: [1.0‐1.3] en la zona prearco, donde predominan los esfuerzos tensionales [0.8‐1.3] en las zona trasarco y cinturones deformados donde predominan fallamientos inversos [0.7‐0.9] en el arco volcánico, donde predomina el régimen distensivo [0.6‐1.1] en las zonas interfase o interplaca [0.6‐1.0] en las zonas intraplaca de profundidad intermedia, donde predominan los regímenes de rupturas normales. 
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En lo referente a la zonificación, conviene señalar que hubiera sido deseable la modelización como tal de las mayores fallas de la región, considerando la sismicidad particularmente asociada a éstas en lugar de incluirla repartida en mayores zonas sismogenéticas. Para un planteamiento de este tipo en el estudio de amenaza hubiera sido necesario conocer, no solo la magnitud del máximo sismo potencial capaz de ser generado en la falla, sino también su recurrencia, lo que a su vez requeriría conocer la tasa de deslizamiento. Desafortunadamente las grandes fallas de la región, como la falla de Motagua o la de Panamá, no han sido suficientemente estudiadas por el momento como para tener una idea fiable de los parámetros requeridos. Esta es la razón por la que hemos tenido que abandonar este planteamiento, si bien se recomienda para futuros estudios de amenaza, lo que lleva a sugerir la necesidad de potenciar estudios de paleosismicidad y medidas de GPS en las grandes estructuras activas de la región. Esta es una línea abierta de investigación, que llevaría a obtener resultados más precisos en planteamientos futuros. Para contemplar la atenuación en el cálculo de la amenaza sísmica, se han seleccionado modelos de movimiento fuerte desarrollados en la región centroamericana y en otras con regímenes tectónicos afines y terrenos volcánicos. Se han considerado específicamente modelos para zonas corticales de fallamiento local, modelos para zonas de subducción interplaca y otros para zonas de subducción intraplaca. Estos modelos han sido contrastados con datos de una base de datos acelerométrica de Centroamérica, integrada por registros de movimiento fuerte de Costa Rica, Nicaragua y El Salvador. Tras un completo y exhaustivo análisis de residuos obtenidos entre los parámetros de movimiento fuerte registrados y los predichos con los diferentes modelos, se han elegido los que mejor se ajustan a nuestros datos y que resultan más idóneos . Estos han resultado ser los modelos de atenuación Climent et al. (1994) para zonas corticales, Youngs et al. (1997) para subducción interfase e intraplaca, y Zhao et al. (2006) para zonas corticales y de subducción intraplaca. Para el cálculo posterior de amenaza se han propuesto cuatro combinaciones de estos modelos, que han constituido otras tantas ramas del árbol lógico configurado para tener en cuenta la incertidumbre epistémica inherente a la atenuación, dada la gran sensibilidad que ésta presenta en los resultados. Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América 
El cálculo de amenaza se ha desarrollado con el programa CRISIS 07 (Ordaz et al., 2007) en una malla de puntos cubriendo toda Centroamérica, equiespaciados 0.1 º en longitud y latitud, y partiendo del modelo de zonas sismogenéticas a nivel nacional. Los cálculos se han desarrollado en términos de aceleración pico PGA y espectrales SA (T) para T= 0.1, 0.2, 0.5, 1 y 2 s y para periodos de retorno de 500, 1000 y 2500 años. Se han representado mapas para los tres periodos de retorno y para PGA y SA (0.2s), SA (1s), considerando condiciones de roca, por lo que los 9 mapas resultantes no incluyen el efecto local o de sitio. Dichos mapas representan valores medios de los obtenidos con las cuatro combinaciones de modelos de atenuación ensayados, dado que cada combinación se ha ponderado con 0.25 en la correspondiente rama del árbol lógico. No obstante se han deducido también los valores de la mediana, comprobando que la desviación entre unos y otros es menor del 2 %. Las conclusiones más destacables de los mapas obtenidos son: 1. Para todos los periodos de retorno las mayores aceleraciones pico PGA aparecen en la zona de la fractura de Panamá, sur de Guatemala y en determinadas regiones de la cadena volcánica. 2. Para periodo de retorno de 500 años se alcanzan valores máximos de PGA en torno a 600 gal para la zona de fractura de Panamá y alrededor de 500 gal para algunas zonas de la cadena volcánica ubicadas en Nicaragua, El Salvador y Guatemala. La PGA decae fuertemente hacia el interior del continente, con excepción del sur de Guatemala donde el decaimiento es menor que en otros países y las isolíneas dejan de ser paralelas a la costa, acusando la influencia de la zona que alberga la falla de Motagua. Honduras y el norte de Nicaragua presentan la menor amenaza sísmica de la región centroamericana. 3. La morfología de los mapas de PGA para periodos de retorno de 1000 y 2500 años es muy similar, si bien en éstos se alcanzan valores mayores que llegan a ser del orden de 700 y 850 gal, respectivamente, en las zonas de máximos. 4. Los mapas de SA (0.2s) muestran una forma bastante similar a los de PGA, con máximos más marcados al sur de Guatemala, llegando a valores del orden de 1300 gal, 1600 gal y 2000 gal para periodos de retorno de 500, 1000 y 2500 años, respectivamente. 5. En los mapas de SA (1s) desaparecen las concentraciones de máximo entorno a la cadena volcánica, y la mayor amenaza se presenta en las zonas costeras, poniendo de manifiesto la mayor influencia de la actividad de subducción para este periodo estructural. Los valores máximos que se alcanzan son de 300 gal para 500 años de periodo de retorno, 400 gal para 1000 años y 500 gal para 2500 años. Los resultados obtenidos en nuestro estudio proporcionan valores de parámetros de movimiento superiores a los deducidos en el proyecto RESIS I (Rojas et al., 1993; Montero et al., 1997), siendo del mismo orden que los encontrados en el proyecto GSHAP (Shedlock, 1999) y en Tanner and Shedlock (2004). Nuestros mapas presentan una morfología muy diferente a los demás citados, con isolíneas más irregulares, evidenciando concentraciones en torno a las zonas más sísmicas, lo que se explica por la inclusión de zonas sismogenéticas más pequeñas y con mayor detalle que las empleadas en los otros estudios. Otra importante diferencia se encuentra porque los valores máximos de los mapas de GSHAP y Tanner and Shedlock (2004), se concentran en ciertas zonas costeras, más influenciadas por los sismos en zona límite de placas, mientras que en nuestro estudio los máximos valores tienden a agruparse en zonas alineadas con la cadena volcánica, a excepción de dos núcleos que aparecen en la costa del sur de Guatemala y de Costa Rica. 63
Informe Final: Diciembre 2008 Además de los mapas, se han obtenido resultados de amenaza específicos en las 6 capitales de los países centroamericanos: Ciudades de Guatemala, San Salvador, Managua, Tegucigalpa, San José y Panamá. Concretamente, en dichas capitales se han trazado las curvas de amenaza en términos de los seis parámetros de movimiento analizados, los espectros de amenaza uniforme UHS para periodos de retorno de 500, 1000 y 2500 años y se han deducido los resultados de la desagregación para los movimientos objeto a esos periodos de retorno. Las principales conclusiones de esta parte son: 1.
La mayor amenaza se estima en Ciudad de Guatemala y San Salvador, seguidas de San José y Managua, cuyos resultados son bastante similares, mientras Panamá y Tegucigalpa presentan menor amenaza, con valores de los parámetros de movimiento esperados muy inferiores para todos los periodos de retorno. En todos los casos los valores de PGA deducidos en nuestro estudio son superiores a los obtenidos por Rojas et al., 1993. 2.
Los espectros de amenaza uniforme UHS evidencian lo mismo que lo manifestado en el punto anterior, siendo los más altos los obtenidos en Ciudad de Guatemala y seguidos en orden decreciente por los de San Salvador, San José, Managua, Panamá y Tegucigalpa. 3.
Interpretando los resultados de la desagregación en cada capital, cabe destacar lo ya manifestado en el correspondiente apartado: En ciudad de Guatemala se identifica un claro sismo de control, asociado al par M= 6.5 y R = 15 km, que resulta dominante para todos los periodos de retorno y para la PGA y SA (1 s). Otro sismo de mayor magnitud M [7 y 7.5] y en un rango de distancias también mayores [135 y 180 km] presenta una importante contribución especialmente para TR= 2500 años (aunque menor que el anterior). La amenaza parece dominada en todos los casos por un sismo de fallamiento local, con influencia significativa de un posible sismo de subducción más distante. Para los mayores periodos de retorno parece evidenciarse la influencia de un sismo en la falla de Motagua. En San Salvador sucede algo bastante parecido a Guatemala, con un claro sismo de control para M=6.5 y R = 15 km, dominante en todos los casos. Un segundo sismo con menor contribución se manifiesta, sobre todo en el largo periodo de movimiento, para M=7.25 y R entre 150 y 180 km, que puede estar representando al sismo de la zona de subducción. En Managua la amenaza parece también dominada por un sismo local a R= 15 km, aunque de magnitud menor, M= 6, que estaría representando a un sismo de cadena volcánica. En este caso, solo para el largo periodo SA (1s) se acusa la influencia de un segundo sismo, a distancia entorno a 75 km y M= 7.25. Este podría ser un sismo de subducción, que por la mayor proximidad de la trinchera a la costa, presenta distancias menores a la capital respecto al caso de Guatemala y/o San Salvador. En San José la distribución de contribuciones de pares (M, R) a la amenaza es claramente diferente a las anteriores, presentando un solo modo que se asocia a un único sismo de control, para M del orden de 6.5 y R de 15 km a periodo de retorno de 500 años. La magnitud de este sismo aumenta ligeramente, siendo del orden de 7.25 para 2500 años de periodo de retorno. Parece que la subducción no presenta una contribución marcada en este caso. 64
Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América En Tegucigalpa se observa un primer sismo de control, con M en el rango [6.75 a 7] y R del orden de 210 km para todos los periodos del movimiento, y un segundo sismo con menor contribución y solo para los cortos periodos estructurales , a distancias próximas R [0‐15 km] y barriendo el rango de magnitudes de 4.5 a 5.75. Ello viene a indicar que, aunque la amenaza está dominada por un sismo lejano, que podría ser de subducción o bien de la falla de Motagua, los sismos moderados más próximos tienen también una importante contribución en corto periodo. Finalmente en Panamá se pone de manifiesto que para el movimiento de corto periodo no hay un claro sismo de control, sino sismos barriendo un rango de M [4.5 a 7] a distancias entre 45 y 60 km. Sin embargo para el largo periodo la distribución de contribuciones se agrupa en torno a M 6.75 y R 60 km y todo ello ocurre tanto para periodo de retorno de 500 años como de 2500 años. Esto parece indicar que en el largo periodo del movimiento es dominante la influencia de la subducción, mientras que en el corto periodo sismos de diferentes magnitudes y a distancias intermedias generan contribuciones similares. Todos los resultados parciales y finales del estudio de amenaza realizado se han integrado en un Sistema de Información Geográfica (SIG) que es accesible para todos los componentes del grupo de trabajo, facilitando la explotación y difusión de resultados. 65
Informe Final: Diciembre 2008 4. MODELIZACIÓN DE LA PELIGROSIDAD DE DESLIZAMIENTOS EMPLEANDO TÉCNICAS ESTADÍSTICAS En la línea ya iniciada en los proyectos con Latinoamérica de la UPM anteriores (Nº AL05_PID_0037 y Nº AL06‐PID‐019) se ha concluido con la modelización de la susceptibilidad aplicando técnicas de regresión logística y redes neuronales, para posteriormente, realizar la evaluación de la peligrosidad a los deslizamientos de ladera con aplicación a El Salvador. Primeramente, este estudio se dirige a evaluar la susceptibilidad de deslizamientos inducidos por terremotos a escala regional mediante un modelo de regresión logística (RL), considerando como variable dependiente la probabilidad de ocurrencia del deslizamiento (modelizada por una función sigmoide que toma valores entre 0 y 1) y como variables independientes los distintos factores que pueden intervenir en la susceptibilidad del talud al deslizamiento. Se ha desarrollado una aplicación para El Salvador, donde se ha considerado el escenario correspondiente al sismo del 13 de Enero de 2001, junto con la información necesaria para definir tanto la susceptibilidad como la función detonante: cartografía digital a escala 1:25000, mapas geológicos, base de datos de precipitaciones y registros de movimiento fuerte para los sismos de 2001. Estos datos se han integrado en un Sistema de Información Geográfica de El Salvador (SIGSAL), en el cual empleando diferentes procesos y algoritmos (álgebra de capas, krigging,…) se han generado las capas que representan las variables independientes del modelo, que en nuestro caso han sido: pendiente, elevación, orientación, precipitación media anual, litología, usos de suelo y rugosidad del terreno. Como resultado se han obtenido las variables con más influencia en la susceptibilidad, que han sido la rugosidad y el tipo de suelo. Los resultados de los mapas de susceptibilidad son mostrados a continuación: 4.1. EVALUACIÓN DE LA SUSCEPTIBILIDAD A ESCALA REGIONAL EMPLEANDO UN MODELO DE REGRESIÓN LOGÍSTICA (RL) Empleando la técnica de regresión logística stepwise, es decir, donde se introducen o eliminan variables en pasos sucesivos en función de su significación o importancia. Se ha comprobado una mejora en el nivel de significación del modelo ajustado (89.4%) respecto a anteriores aproximaciones. Además, se reduce de forma notable el número de variables en la ecuación, resultando dos factores muy influyentes: rugosidad y litología. Los coeficientes estimados y odds ratio mediante la metodología de regresión logística stepwise se muestran en la tabla 4.1. Tabla 4.1. Los coeficientes estimados y odds ratio del modelo stepwise de regresión logística Paso 1 Paso 2 Rugosidad (R) Constante Suelo b1 b 3.755 gl 1 P‐valor
0.000 Exp(B) Odd Ratio 42.7228 b0 ‐7.726 1 2.562 4.947 b2 4 0.000 Suelo (S1) ‐2.853 1 0.058 4.85E‐05 69.217 Suelo (S2) 0.000 1 1 1.24E‐12 8.09E11 Suelo (S3) 3.073 1 21.598 0.021 22416.300 1 1 1 0.000 9.413 165.601 0.012 52.974 7885.870 517.678 Suelo (S4) 2.242 Rugosidad (R) b1 5.110 Constante b0 ‐11.309 Paso 1. Variable introducida: Rugosidad. Paso 2. Variable introducida: Suelo 66
Limites de Odds Ratio Inferior Superior Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América b: variables independientes y gl (grados de libertad) La ecuación del modelo ajustado que resulta con este método stepwise es la siguiente: Z  -11.309  5.111* R - 2.853* S  3.073* S  2.242* S
1
3
4 Siendo R la rugosidad y S1, S3 y S4 las categorías de roca dura, suelo consolidado y suelo no consolidado, respectivamente, según la clasificación adoptada. No disponemos de datos en suelo tipo S2, por lo que no aparece la correspondiente variable en el modelo. El porcentaje explicado por el modelo de regresión logística stepwise de dos variables es de un 89.4% (García‐Rodríguez, et al, 2007 y 2008a). Los resultados se normalizan en un rango de 0 a 1, y se representan en un mapa de susceptibilidad (figura 4.1), diferenciando cinco niveles: muy bajo (0.00‐0.05), bajo (0.05‐0.12), medio (0.12‐0.19), alto (0.19‐0.26) y muy alto (0.26‐1.00). En la tabla 4.1, se muestra un análisis del modelo de susceptibilidad de RL que refleja el número de píxeles y el porcentaje de cada intervalo de la clasificación asignada. Figura 4.1. Mapa de susceptibilidad desarrollado a partir del modelo RL. Tabla 4.2. Número de píxeles y porcentaje para cada nivel de la clasificación del modelo de susceptibilidad de RL. Modelo de Susceptibilidad de RL Muy Baja Baja Media Alta Muy Alta Nº Píxeles 860259 446996 372907 220116 169225 Porcentaje (%) 41,6% 21,6% 18,0% 10,6% 8,2% Asimismo, la susceptibilidad a los deslizamientos se ha modelizado utilizando la metodología de redes neuronales artificiales (RNA), para ello, se ha considerado los mismos factores condicionantes a la susceptibilidad al deslizamiento y las mismas muestras de deslizamientos que en el modelo de RL. 67
Informe Final: Diciembre 2008 4.2. EVALUACIÓN DE LA SUSCEPTIBILIDAD A ESCALA REGIONAL EMPLEANDO UN MODELO DE REDES NEURONALES (RNA) La red neuronal debe de ser una red o función de correspondencia, en la que se estima una relación funcional entre sus datos de entrada (factores condicionantes) y sus datos de salida (bitmap), con valor 0 (no deslizamiento) ó 1 (deslizamiento). Para ello, se elige un conjunto de vectores (x,y), que llamamos muestras de entrenamiento y que en nuestro caso corresponden a las localizaciones del inventario de deslizamientos. A partir de estos ejemplos de correspondencia funcional, la red emplea un algoritmo de aprendizaje hasta alcanzar un umbral deseado. Posteriormente, ésta clasifica para cada píxel de la imagen, la susceptibilidad o no al deslizamiento de laderas, obteniendo el consiguiente mapa de susceptibilidad (figura 4.2). Figura 4.2. Mapa de susceptibilidad desarrollado a partir del modelo RNA. Este mapa se ha clasificado en cinco niveles de susceptibilidad a los deslizamientos: muy baja, baja, media, alta y muy alta, siguiendo una gama cromática de colores fríos (verde) para bajos valores y de colores cálidos (amarillo, naranja y rojo) para valores medios, altos y muy altos. El histograma de valores del modelo de susceptibilidad RNA indica que la mayoría de los píxeles tienen valores próximos a cero y a uno, siendo difícil hacer una clasificación de rangos de valores intermedios.
Tabla 4.3. Número de píxeles y porcentaje para cada nivel de la clasificación del modelo de susceptibilidad de RNA. Susceptibilidad Modelo de RNA Muy Baja Baja Media Alta Muy Alta Nº Píxeles 954.799 68.723 71.186 707.064 267.731 Porcentaje (%) 46,1% 3,3% 3,4% 34,1% 12,9% 68
Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América Para conocer la precisión del resultado de la clasificación de la red neuronal, hemos generado la matriz de confusión (tabla 4.4), donde se compara para cada píxel, la correspondencia de la clase de cada grupo de la imagen verdadera con la imagen clasificada. Tabla 4.4. Matriz de confusión del análisis de clasificación con la red neuronal Clase Imagen Verdadera (Píxeles) Región #1 Región #2 Total Imagen Verdadera (Porcentaje) Región #1 Región #2 Total No clasificado 0 0 0 0 0 0 Región 1 2.592 33 2625 90.41 0.95 41.35 Región 2 275 3448 3723 9.59 99.05 58.65 Total 2.867 3481 6348 100.00 100.00 100.00 Precisión global = (6040/6348) 95.1481% Coeficiente kappa = 0.9013 Región 1: clase deslizamiento Región 2: clase no deslizamiento La metodología se ha implementado en el SIGSAL, donde se tienen almacenadas las distintas capas de información que deben relacionarse para calcular secuencialmente la susceptibilidad, la acción detonante y la peligrosidad, así como el inventario de deslizamientos para la verificación del modelo obtenido. Para el análisis del factor detonante se han considerado dos supuestos: escenario determinista para un evento pasado, y escenario probabilista asociado a movimientos futuros. Se han obtenido así, los mapas de acción detonante para el escenario del sismo del 13 de enero de 2001 y para eventuales movimientos futuros asociados a un periodo de retorno (PR) de 475 años. Ello implica movimientos con probabilidad de excedencia del 10% en 50 años, elegida por ser la que se utiliza en normativas sísmicas para regular el diseño de estructuras convencionales. 69
Informe Final: Diciembre 2008 4.3. EVALUACIÓN DEL DETONANTE PARA UN ESCENARIO DETERMINISTA (13 DE ENERO DE 2001) Partiendo de la ley de atenuación de Cepeda et al., 2004, se han obtenido la isolíneas de aceleración en roca, aceleración pico (PGA en unidades g) para el escenario estudiado del 13 de enero de 2001 en El Salvador (figura 4.3). A ese mapa se le ha añadido el efecto del suelo, considerando la amplificación geológica (Fg) (figura 4.4) y topográfica (Ft) (figura 4.5) de la región, lo que se ha denominado aceleración pico PGA (g) con efecto suelo (figura 4.6). Para cuantificar el efecto de la geología en el movimiento, se ha partido del mapa litológico generalizado en cuatro clases de suelo, y se ha asignado un factor de amplificación a cada clase (tabla 4.1). Los factores de las clases I, II y III se han deducido de la clasificación de Borcherdt (1995), mientras que para la clase de suelo IV la amplificación se ha estimado particularmente para el estudio, al no existir ninguna clase equiparable en las clasificaciones encontradas en la literatura científica. Las funciones o factores de amplificación asignados a las distintas clases se incluyen en la tabla 4.1. Tabla 4.1. Factores de amplificación para las clases litológicas consideradas en el análisis. Clase Función de Amplificación I Amplificación=1.00 II Amplificación=0.66*Aceleración+1.33 III Amplificación =0.24*Aceleración+1.62 IV Amplificación =2.44 El factor de amplificación debido a la topografía se ha estimado en función del conocimiento adquirido, diferenciando clases en función de rangos de pendiente con su propio factor de amplificación promedio (figura 13.8). Estas clases o rangos de pendiente, con los factores de amplificación asignados han sido: pendiente muy baja (<5º) con un factor de amplificación (FT)=1; baja (5‐10º) con FT=1,5; intermedia (10‐
35º) con FT=2,0 y alta (20‐35º) con FT=2,5 y muy alta (>35º) con FT=3,0. Esto resulta que la aceleración sísmica esperada en suelo sea: PGA (efecto_suelo) = PGA (roca)*Fg*Ft. A continuación, se calcula el mapa normalizado en un rango de valores de 0 a 1, denominándose mapa detonante determinista (TD), (figura 4.6). 70
Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América Figura 4.3. Mapa de aceleraciones para el escenario del sismo del 13 de enero de 2001. Figura 4.4. Mapa de factores de amplificación debido a la geología de El Salvador. 71
Informe Final: Diciembre 2008 Figura 4.5. Mapa de factores de amplificación debido a la topografía de El Salvador, obtenido en base a la clasificación propuesta en este estudio. Figura 4.6. Mapa de detonante para el escenario del sismo del 13 de enero de 2001, incluyendo el efecto local (valores normalizados entre 0 y 1). 72
Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América 4.4. EVALUACIÓN DEL DETONANTE PROBABILISTA PARA UN PERIODO DE RETORNO DE 475 AÑOS Partiendo del estudio desarrollado en este proyecto para la evaluación de la amenaza en Centroamérica, se ha seleccionado una malla para el país de aplicación, El Salvador, la cual contiene la información obtenida del cálculo de la peligrosidad en valores de PGA (g) estimada en roca con un periodo de retorno de 475 años. A esta aceleración sísmica estimada en roca o suelo firme se le ha añadido el efecto suelo, formado por la amplificación de la geología y la topografía de la región. Una vez obtenido la PGA con efecto suelo, se ha normalizado en el rango de 0 a 1, lo que se ha denominado mapa detonante probabilista (TP), (figura 4.5). Figura 4.7. Mapa detonante que representa la peligrosidad sísmica probabilista para periodo de retorno de 475 años de El Salvador, incluyendo el efecto local (valores normalizados entre 0 y 1). Combinando los mapas de susceptibilidad y detonante, se han obtenido los mapas de peligrosidad a los deslizamientos para el escenario citado, que han servido para la validación de modelos (al ser comparados con el inventario existente), así como los mapas de peligrosidad probabilistas, que son útiles para la predicción y mitigación del riesgo asociado a eventos futuros. Los modelos de peligrosidad son mostrados a continuación para el escenario determinista (figuras 4.8 y 4.9) y para eventos futuros (figuras 4.10 y 4.11). 73
Informe Final: Diciembre 2008 Figura 4.8. Mapa de peligrosidad a los deslizamientos de laderas en El Salvador para el escenario del sismo del 13 de enero de 2001, junto con los deslizamientos observados tras ese sismo, empleando el mapa de susceptibilidad generado a partir del modelo de regresión logística SRL. Figura 4.9. Mapa de peligrosidad a los de laderas en El Salvador para el escenario del sismo del 13 de enero de 2001, junto con los deslizamientos observados tras ese sismo, empleando el mapa de susceptibilidad generado a partir del modelo de redes neuronales RNA.
74
Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América Figura 4.10. Mapa probabilista de peligrosidad a los deslizamientos para un periodo de retorno de 475 años, empleando el mapa de susceptibilidad generado a partir de técnicas de regresión logística. Figura 4.11. Mapa probabilista de peligrosidad a los deslizamientos para un periodo de retorno de 475 años, empleando el mapa de susceptibilidad generado a partir del modelo RNA. 75
Informe Final: Diciembre 2008 El proceso seguido para la evaluación de la peligrosidad a los deslizamientos se ilustra en la figura 4.12: Figura 4.12. Esquema del proceso global seguido para la evaluación de la susceptibilidad y peligrosidad de deslizamientos, junto con los mapas intermedios obtenidos, según las diferentes opciones de la aplicación realizada: método de regresión logística y redes neuronales y escenario determinista y probabilista. 76
Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América 4.5. DISCUSIÓN DE RESULTADOS Ambos modelos han resultado con una alta concordancia entre las observaciones y las zonas identificadas con mayor peligro en el mapa, con un porcentaje de acierto global para el modelo RL (89.4%) y para el modelo RNA (95.1%). Por lo que podemos concluir que el modelo de RNA arroja un porcentaje global de acierto mayor frente a un modelo estadístico como el modelo de RL, para una determinada muestra de observaciones, pero es muy dependiente de la cantidad y calidad de éstas. Los datos muestrales se ajustan mejor al modelo RNA que al modelo RL, ya que es un modelo más flexible, no lineal y permite un mayor número de grados de libertad que el modelo RL. Sin embargo, si realizamos una validación de los modelos a partir de la muestra de deslizamientos, analizando el grado de discriminación de cada modelo mediante el cálculo de la sensibilidad, especificidad y área bajo la curva COR (AUCROC), observamos que el modelo de RL presenta un mayor grado de discriminación, con un AUROC del 98%, frente al AUROC del modelo de RNA (96.3%). Representando las curvas COR realizadas de ambos modelos RL y RNA en un mismo gráfico, comprobamos que la discriminación del modelo de RL (0.980) es ligeramente superior a la obtenida a partir del modelo de RNA (0.963), como se muestra en la figura 4.13. Sensibilidad
CURVAS COR
(muestra de deslizamientos)
1,0
0,9
0,8
0,7
0,6
0,5
0,4
0,3
0,2
0,1
0,0
Modelo RL
Modelo RNA
0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1,0
Falsa Alarm a=1-Especificidad
Figura 4.13. Curvas COR de los modelos RL y RNA. En un nivel pequeño de falsas alarmas el modelo RL es superior al RNA; sin embargo al ir aumentando la posibilidad de falsas alarmas el modelo RNA presenta un mejor comportamiento que el RL, como muestra el cruce de sus correspondientes curvas COR en la figura 4.1. Esto, entre otras cosas, indica que no se puede considerar un método superior de forma absoluta frente al otro a la hora de analizar el índice de peligrosidad por deslizamiento, la conclusión es que son complementarios. Los avances logrados en esta actividad se exponen en las siguientes publicaciones que se adjuntan en el anexo:  García‐Rodríguez, M.J., Malpica, J.A., Benito, B, Díaz, M. (2008a). Susceptibility assessment of earthquake‐triggered landslides in El Salvador using logistic regression. Geomorphology, 95, p. 172–191.  García Rodríguez, MJ; Morillo, MC., Benito, B; (2008b). Evaluación de la Peligrosidad a los Deslizamientos en un SIG empleando Técnicas de Regresión Logística. Publicación: 6ª Asamblea Hispano‐Portuguesa de Geodesia y Geofísica. Del 11 al 14 de Febrero, 2008, Tomar (Portugal).  García‐Rodríguez, MJ, Malpica, JA, Benito, B, Díaz, M. (2008c). Assessment of earthquake‐ triggered landslides in El Salvador based on an Artificial Neural Networks (ANN) model. EGU General Assembly, Vienna, Austria, 13‐18 April 2008. Geophysical Research Abstracts, Vol. 10, EGU2008‐A‐
09822. 77
Informe Final: Diciembre 2008 5. PROYECCIÓN DOCENTE DEL PROYECTO El proyecto desarrollado ha tenido también una proyección docente, que se ha concretado en la realización de un proyecto de fin de carrera y una tesis doctoral, así como en la participación de la profesora Belén Benito en una asignatura de libre elección de la UPM, relacionada con temas de cooperación. Una breve descripción de todo ello se presenta a continuación. Proyectos Fin de Carrera: Titulo: Catalogación sísmica del noreste de la Península Ibérica e integración en un SIG para realizar un análisis de las intensidades máximas sentidas. Autora: Belén Blanco Castrejón Tesis doctoral: Titulo: Metodologías para la Evaluación de Peligrosidad a los Deslizamientos inducidos por Terremotos Autora: Maria José García Rodríguez Directores: Belén Benito y José A. Malpica Finalizada en Noviembre de 2008, se prevé la defensa de la tesis en Enero de 2009. Asignatura de Libre elección: La experiencia en el desarrollo del proyecto, tanto en la presente como en anteriores convocatorias, ha permitido a la directora del mismo formar parte del profesorado de la asignatura de libre elección: “Tecnologías de la Información y las Comunicaciones y Desarrollo humano” Esta asignatura se venía impartiendo en la E.U. Informática y ha pasado a ofertarse por primera vez en la ETSI Topografía, Geodesia y Cartografía, con un temario que ha incorporado experiencias de los proyectos llevados a cabo en Centroamérica en materia de Riesgos naturales. 78
Evaluación Regional de la Amenaza Sísmica en Centro América 6. DIFUSIÓN DE LOS RESULTADOS En lo referente a la difusión de los resultados del proyecto, cabe destacar la participación en un congreso nacional y en dos congresos internacionales, la elaboración de una publicación y el desarrollo de una página Web, hechos que a continuación se exponen.  Ponencia en el 14th World Conference on Earthquake Engineering, celebrado en Beijing (China) del 12 al 17 de Octubre, 2008. Título: Evaluation of earthquake‐triggered landslides in El Salvador using a GIS‐based Newmark model. Autores: MJ. García Rodríguez, H.B. Havenith, B. Benito  Ponencia EGU General Assembly, Vienna. Austria, 13‐18 Abril de 2008 Título: Assessment of earthquake‐ triggered landslides in El Salvador based on an Artificial Neural Networks (ANN) model. Autores: García‐Rodríguez, MJ, Malpica, JA, Benito, B, Díaz, M. Publicación: Geophysical Research Abstracts, Vol. 10, EGU2008‐A‐09822.  Ponencia en la 6ª Asamblea Hispano Portuguesa de Geodesia y Geofísica, celebrada en Tomar (Portugal) del 11 al 14 de Febrero, 2008. Título: Evaluación de la Peligrosidad de Deslizamientos de laderas empleando Técnicas de Regresión Logística Autores: MJ. García Rodríguez, MC. Morillo y B. Benito Publicación: Proceedings  Publicación de un artículo en la revista Geomorphology, que actualmente se encuentra en prensa, con el título y autores que a continuación se indican: Título: Susceptibility Assessment of Earthquake‐Triggered Landslides using Logistic Regression in El Salvador Autores: MJ. García‐Rodríguez, JA. Malpica, B. Benito y M. Díaz  Se ha desarrollado una página Web del Proyecto, que muestra también los actividades y resultados de los proyectos previos: Riesgo Sísmico y Peligro de Deslizamiento de Laderas en El Salvador I, II y III financiados por el Departamento de Relaciones con Latinoamérica de la UPM. 79
Informe Final: Diciembre 2008 Fig 50: Web para difundir la actividad de cooperación con El Salvador. Fig 51: Detalle de una imagen de San Salvador procedente del visualizador Google Earth integrado en la página Web del proyecto. 80
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