Centro de motores: Autos deportivos viven momento
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Centro de motores: Autos deportivos viven momento
22 EF Nº909 4 - 10 DE MA Cdeentro m t res Los autos deportivos pasan por un excelente momento en el mercado mundial. Desde los modelos más económicos, hasta los más exóticos, gozan de una gran demanda pese a los problemas económicos internacionales y a los precios de los combustibles. Andrés FORMOSO / Colaborador Sección mensual de El Financiero Segmento es muy resistente a problemas económicos Autos deportivos viven momento dorado Marcas europeas las de más demanda Modelos japoneses, coreanos y estadounidenses también lo hacen bien La definición tradicional de un deportivo es un vehículo pequeño, de dos puertas (cupé o convertible), con capacidad para dos personas, cuyo motor y chasis permiten conducir “con brío” y a altas v elocidades. A diferencia de los carros de carreras, están diseñados para manejarse en vías públicas. Por lo general, suelen tener una mejor relación peso/potencia que modelos más comunes o solo pensados para desplazarse del punto A al B. Para ello, hacen uso de motores más potentes y grandes. Además, es más común el uso de materiales más livianos como aluminio, magnesio, titanio o fibra de carbono. Cuando pensamos en ellos, por lo general, vienen a nuestra mente, entre otras, marcas como Aston Martin, Bugatti, Ferrari, Lamborghini, Zonda, Porsche, Audi, BMW y Mercedes-Benz. ❙ Los más accesibles En la actualidad, encontramos deportivos en todos los segmentos de mercado. Entre los modelos más accesibles están carros como los gemelos Toyota GT 86/Subaru BRZ, el Hyundai Genesis, o el Mazda Miata. El Lotus Evora es un auto liviano, potente y ágil. Su motor V6 de 3,5 litros le brinda buenas prestaciones tanto en carreteras sinuosas como en pistas de competencia. El uso de materiales livianos o exóticos es modesto para mantener los precios atractivos. La mayoría de ellos utilizan motores de cuatro cilindros y sólo algunos son sobrealimentados. Un poco más arriba en la escalera de prestaciones, Porsche nos ofrece los mellizos Boxster/Cayman, BMW el Z4 o el M3, Lotus su modelo Evora, Audi el TT RS, Nissan el 370Z, Ford su Mustang, Chevrolet el Camaro y Dodge cuenta con el Challenger. Algunos están más enfocados a la agilidad en carreteras con curvas, mientras que otros lo están en la velocidad en línea recta. Varios de estos modelos tienen motores de seis cilindros (la excepción es de cinco cilindros en línea con turbo del Audi). Los modelos estadounidenses ofrecen motores de ocho cilindros de hasta 6.400 centímetros cúbicos (Dodge Challenger 392). El uso de materiales más livianos ya es más común en estos modelos, pero todavía no contamos con un uso extensivo de las tecnologías más avanzadas. Cuando combinamos un motor de 12 cilindros en V y una carrocería de fibra de carbono obtenemos prestaciones de infarto. El Pagani Zonda pertenece al exclusivo club de los superexóticos. 23 ARZO DEL 2013 El Bugatti Veyron, con su motor de 16 cilindros, 8.000 c.c. y cuatro turbos es en este momento el auto de producción más exótico, potente y veloz del planeta. Es capaz de alcanzar los 431 km/h en una pista de carreras. En autos como el Ferrari F430 se hace un uso importante de materiales livianos o exóticos como el titanio o la fibra de carbono. Sus prestaciones son sumamente elevadas y su velocidad final cercana a los 315 km/h. Velocidad de despegue Un avión de pasajeros de tamaño medio-grande, como un Airbus A320, requiere desplazarse a al menos 325 km/h sobre la superficie de una pista para que sus alas lo hagan elevarse del suelo. Muchos de los autos mencionados en este artículo alcanzan, e incluso superan esta velocidad. Para evitar que salgan volando, los ingenieros aplican los conocimientos aerodinámicos exactamente en el sentido contrario de los aviones, colocando alerones y spoilers para generar un efecto de adherencia al suelo y que los conductores no pierdan el control. Luego llegamos al grupo de autos de altas prestaciones. Se trata de máquinas como el Porsche 911, el Lamborghini Gallardo, el Ferrari F430, el Audi R8 o el Nissan GT-R. Son autos que se acercan a velocidades punta de 300 km/h. En la parte baja de este grupo se encuentran carros como el Chevrolet Corvette ZR1 o el Dodge Viper. Este es uno de los grupos más calientes y competitivos, pues todavía sus precios no son de super-exóticos, pero ya las potencias y velocidades son muy elevadas. El uso de fibra de carbono y titanio para muchas de las partes de la carrocería es común y abunda la electrónica para controlar muchas de las funciones del vehículo. ❙ Super-exóticos. En la cúspide de la pirámide de alto rendimiento tenemos los modelos donde el dinero no es una limitante. Para pertenecer a este exótico grupo se hace lo que sea necesario, cueste lo que cueste, para alcanzar esas prestaciones de fantasía que encantan a los aficionados a los autos. Solo los más solventes pueden tener acceso a ellos. Si necesita saber cuánto cuesta... estos modelos no son para usted. Los motores son de ocho, diez, doce y hasta dieciséis cilindros. Uno, dos o cuatro turbocargadores, carrocerías completamente fabricadas en fibra de carbono, discos de frenos cerámicos, lo último de la tecnología aeroespacial es utilizado para estos modelos. El “rey de la colina” es el Bugatti Veyron Super Sport con su motor de 8.000 c.c. y 16 cilindros en W, cuatro turbocargadores y 1.200 h.p. de potencia que es capaz de superar los 431 km/h. Algunos otros nombres de este exclusivo grupo son Mercedes-Benz SLS AMG, Pagani Zonda, Lamborghini Aventador, Ferrari Enzo, Koenigsegg CCX, Porsche Carrera GT y Mc Laren MP4-12C. El único modelo japonés en este club es el Lexus LFA con su motor de 10 cilindros en V y 560 h.p. derivado de la Fórmula 1. Y dentro de este conjunto hay uno aún más selecto: el de los capaces de superar los 400 km/h. Aparte del Bugatti Veyron están aquí el Koeningsegg Agera R con sus 420 km/h y el SSC Aero (412 km/h), un auto fabricado en EE. UU. Al final de cuentas, lo importante con un auto deportivo no es el número de cilindros, su velocidad final o su precio. Sino las sensaciones que es capaz de despertar en su dueño cuando se pone tras el volante en una hermosa carretera llena de curvas y con un esplendoroso paisaje natural de fondo. Una definición cada vez más difícil Hasta hace unos años era bastante fácil definir cuando un auto era deportivo, familiar, de carga o de doble tracción. Sin embargo la búsqueda constante de nuevos mercados llevó a los fabricantes a hacer mucho más tenues las fronteras entre una cosa y otra. Un buen ejemplo de esta transición es la aparición del Volkswagen Golf GTI en 1974. Este era un carro familiar de tres puertas al que los ingenieros de la firma alemana le pusieron un motor mucho más potente que lo convirtió en un ‘cohete de bolsillo’ (pocket rocket) y lo catapultó a la fama. Poco después Peugeot, Ford, Opel, Toyota, Nissan, Honda, Suzuki y muchos otros fabricantes de autos familiares ofrecían su versión deportiva. Algo similar ocurrió cuando en 1994 Audi tomó la carrocería de su station wagon 80 Avant y le instaló la versión más potente de su motor de cinco cilindros en línea (315 hp). Con ello produjo la primera camioneta realmente deportiva del mundo. Luego vendrían las respuestas de Mercedes-Benz y BMW. Posteriormente, Cadillac, Dodge, Vauxhall/Opel y Volvo también se unirían a la contienda. El Infierno Verde Cuando se habla de carros deportivos no tarda en aparecer en la conversación la pista de pruebas para autos de calle más importante del mundo, Nürburgring. Por estar construida entre los bosques en las montañas Eifel, en Alemania, se ganó el sobrenombre de “El Infierno Verde” por los múltiples accidentes mortales que pilotos inexpertos han sufrido en sus 73 curvas. Allí, a lo largo de sus casi 21 kilómetros de largo, han probado los fabricantes alemanes tradicionalmente sus carros para poder luego circular con seguridad en las famosas autobahn que no tienen límite de velocidad. Desde hace un par de décadas son cada vez más las marcas de otros países que instalan allí talleres para probar sus nuevos modelos, sobre todo los deportivos. Se trata del punto de referencia entre los fabricantes para saber quién es quién y poder alardear de los tiempos alcanzados. Por ello es que constantemente el récord está cambiando de manos. Hasta hace unas semanas el mejor tiempo de un auto de calle lo ostentaba un Nissan GT-R con un tiempo de 7:18,6. Hoy en día si un fabricante quiere hacer ruido sobre los tiempos alcanzados deberá ser capaz de hacer que uno de sus autos dé una vuelta en menos de 7 minutos y 30 segundos. Es un club muy selecto donde solo unos cuantos modelos y marcas tienen un campo asegurado.