Discurso Diciembre Gerente General Ing. Othón

Transcripción

Discurso Diciembre Gerente General Ing. Othón
Discurso diciembre 2013 DISCURSO DICIEMBRE 2013
La vida de San Francisco de Asís es una de las más
conocidas en la historiografía de los santos católicos.
La historia sobre este santo que ahora referiré, es una
novela bellísima pero poco conocida escrita por Nikos
Kazantzakis, filósofo, político, humanista y el más
grande escritor griego del Siglo XX, que vivió entre
1883 y 1957.
Kazantzakis a lo largo de toda su obra expone su propia búsqueda
personal, su propio conflicto vital, entre su racionalismo y humanismo
cercano al ateísmo y al comunismo, su profundidad espiritual cercana al
cristianismo y al budismo y su necesidad vital del amor humano y el
disfrute del vivir, todo ello atravesado por su ética de la libertad y el amor
y la defensa de la vida como el bien supremo.
El autor poco conocido, es uno de los grandes exponentes del
humanismo del siglo XX. Políglota y viajero, recién en sus años adultos o
incluso después de su fallecimiento, llegó a ser mundialmente conocido
gracias a la adaptación al cine de sus obras: Alexis Zorba o la famosa
Zorba el griego de Michael Cacoyanis, con la magistral actuación de
Anthony Queen estrenada en 1964 y La última tentación de Cristo de
Martin Scorsese, estrenada en 1988.
La obra, sin embargo que más me atrajo desde la década de los 80s
cuando por primera vez leí a Kazantzakis, fue El Pobre de Asis, ( editada
en 1956), la última que escribió antes de su muerte. He vuelto a leer esta
obra y no deja de sorprenderme el elevado misticismo, la poesía
contenida en el más alto sacrificio humano que el gran santo pudo
alcanzar en su deseo de renunciamiento, amor a Dios y amor al prójimo,
todo junto.
La novela recrea la vida del Santo Francisco ( Giovanni di Bernardone )
nacido en Asís, Italia en el 1181, en plena baja edad media. La vida del
santo contada por boca del Hermano León o Fray León, relata vida
pasión y muerte del santo en episodios de una gran belleza y profundo
sentido místico.
1 Discurso diciembre 2013 ¿Cómo fue escrito el libro? El propio autor brinda las claves en un
fragmento de su última entrevista televisiva dada el 22 de mayo de 1957.
La razón para escribir la vida de San Francisco provino de un sentimiento
de gratitud al ser salvado dos veces de la muerte por el santo, la primera
en la primera guerra mundial, cuando estaba por morirse de hambre y su
ejército estaba rodeado por los alemanes, un franciscano lo alimentó a
cambio de que escriba la traducción de la vida del santo y la segunda
cuando se encontraba gravemente enfermo con una fiebre de 41 o 42
grados y cuando pensó en un hombre que fuera capaz de vencer la
muerte inmediatamente pensó en San Francisco de Asís y empujado por
la fiebre empezó a dictarle a su esposa los más bellos pasajes del libro.
Kazantzakis dice: “ el libro no es una biografía, es un resumen de
elementos biográficos con elementos poéticos que San Francisco no dijo
pero que pudo haber podido decir porque están de acuerdo con su
disciplina, pasajes como éste: Un día San Francisco vio un almendro en
medio del invierno y le dijo, hermano árbol háblame de Dios; y de pronto
el almendro floreció”
Ya en la obra, al inicio, cuando el Hermano León decide escribir las
memorias del santo, dice:
¿Recuerdas, padre Francisco, a este indigno que hoy toma la pluma para
escribir tus hechos y tus gestos? Yo era un mendigo humilde y feo el día
de nuestro primer encuentro. Humilde y feo, hirsuto el pelo de la nuca a
las cejas, cubierto el rostro de barba, temerosa la mirada. En vez de
hablar, balaba como un cordero. Y tú, para burlarte de mi fealdad y mi
humildad, me apodaste hermano León. Pero cuando te conté mi vida, te
echaste a llorar y me atrajiste a tus brazos.
¿Recuerdas nuestro primer encuentro? Fue una noche de agosto.
Acababa de llegar a Asís, la famosa. Había luna llena, el hambre me
hacía vacilar...Muchas veces —a Dios se lo agradezco— había gozado
de la noble ciudad, pero esa noche me pareció diferente, irreconocible…
Los rostros de los hombres resplandecían, como iluminados por el
pensamiento de Dios. Transportado, me detuve e hice la señal de la
cruz, preguntándome si era ésa, en verdad, la ciudad de Asís, la ciudad
de las casas, los campanarios y los hombres, o si había entrado, antes
de morir, en el Paraíso. Tendí las manos: se llenaron de luna, una luna
compacta y dulce como la miel. Sentí sobre los labios y las sienes la
2 Discurso diciembre 2013 gracia de Dios que fluía. Entonces comprendí: «Un santo ha pasado por
aquí», exclamé, «estoy seguro, respiro su olor en el aire».
Ahora, sentado ante el ventanuco de mi celda, miro las nubes
primaverales. En el patio del claustro, el cielo está bajo; llueve
suavemente; la tierra huele bien. Los limoneros están floridos, a lo lejos
canta un cuclillo. Todas las flores ríen, porque Dios se ha hecho lluvia y
llueve sobre el mundo. ¡Qué dulzura, Señor, qué felicidad! ¡Cómo se
confunden la lluvia y la tierra, el olor del estiércol y el del limonero, con el
corazón del hombre!
Es también maravillosa la reflexión que Kazantzakis hace por boca del
Hermano León sobre el oficio de escribir. Dice Fray León:
“Muchas veces tomé la pluma para escribir, pero renunciaba lleno de
temor. Si, y que Dios me perdone: las letras del alfabeto me
aterrorizaban. Son genios malos, astutos, impúdicos, pérfidos. Cuando
se abre la escribanía para librarlos, huyen desatados, indomables. Se
animan, se unen, se separan, se alinean a su antojo sobre el papel,
negros, con sus colas y sus cuerpos. Y es inútil llamarlos al orden y
suplicarles; todo hacen según les place. Así, en su enloquecida
zarabanda, destacan socarronamente lo que queríamos ocultar y, al
revés, se niegan a expresar lo que, en lo más hondo de nuestro corazón,
lucha para salir y hablar a los hombres”.
Fue así como durante años, sin poder decidirme, transportaba tus
palabras, transcritas fielmente, una a una, a pellejos de animales, trozos
de papel y de corteza. ¿Cuándo llegará el momento —me decía—, en
que la vejez me tornará incapaz de correr por el mundo? Entonces me
retiraré a un convento para que Dios me dé fuerzas, en la calma de mi
celda, a fin de poner sobre el papel, como en la leyenda, tus palabras y
tus obras. Para la salvación del mundo, padre Francisco.
Así con esta reseña continúa esta bella biografía que recomiendo a los
que puedan la lean con toda fruición y dedicación.
Por otra parte entramos en diciembre el último mes del año y mes de
rememoración del aniversario de nuestra querida Quito.
3 Discurso diciembre 2013 Fiestas de Quito, la ciudad cada vez mejor
El ERP, SISCOM, Gestión del Cambio es para mejorar no es para
botar gente
Oficina del Sr. Alcalde
Concluyo meditando sobre las fiestas navideñas que se acercan y
una feliz navidad por encima del consumismo
Muchas gracias
Ing. Othón Zevallos
Gerente General de la Empresa Pública
Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento
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