Cuéntame un cuento - Escola Secundária de Monserrate
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Cuéntame un cuento - Escola Secundária de Monserrate
2011/2012 BAJO LA SUPERVISIÓN DE LA PROFESORA CUÉNTAME UN CUENTO ROCÍO VALVERDE ESCOLA SECUNDÁRIA DE MONSERRATE Alumnos de 11º 2 Contenido UNA ENFERMEDAD, UNA DIFERENCIA, UN CAMINO MÁS FÁCIL PARA LA FELICIDAD. ................ 5 EL REY GARGAMEL .................................................................................................................... 8 LA FUERZA DE LA UNIÓN ......................................................................................................... 11 OSO PEREZOSO ....................................................................................................................... 12 UNA HISTORIA DIFERENTE ...................................................................................................... 14 EL PIRATA DIFERENTE ............................................................................................................. 16 ALEX SALVA LA NAVIDAD ........................................................................................................ 17 LA CASA DE LOS DULCES ......................................................................................................... 19 CUATRO VIAJES, CINCO EMOCIÓNES, UNA CASA ..................................................................... 21 DIDI, UN ÁNGEL ...................................................................................................................... 24 EL CORAL ................................................................................................................................ 26 EL CUENTO DE LOS CUENTOS .................................................................................................. 29 TITO, EL DETECTIVE ................................................................................................................. 31 UNA AVENTURA PARA DORMIR .............................................................................................. 33 LA ELECCIÓN CORRECTA ......................................................................................................... 36 UN CUENTO DE HADAS Y AMOR.............................................................................................. 38 EL LOBITO ............................................................................................................................... 39 EL SOBRINO DEL MAGO .......................................................................................................... 40 LA SERPIENTE Y EL LOBO ......................................................................................................... 42 LAS APARIENCIAS NO NOS HACEN FELICES .............................................................................. 43 LA ISLA ENCANTADA Y EL SAPO ROSA ..................................................................................... 46 TODO SE RESUELVE ................................................................................................................. 49 3 4 UNA ENFERMEDAD, UNA DIFERENCIA, UN CAMINO MÁS FÁCIL PARA LA FELICIDAD. Érase una vez, una princesa de 17 años, muy guapa e inteligente, pero era una niña cerrada y aislada de sus compañeros del colegio religioso donde sus padres habían decidido que estudiase. Se llamaba Gabriela. Un día estaba triste, sentada en un banco del jardín de la Villa de las Flores, dibujando a las personas y la naturaleza, cuando de pronto vio a una chica apresurada para ir buscar agua a la Fuente de los Milagros. Era muy guapa, tenía el pelo muy largo, castaño, liso, ojos verdes, era delgada. Tenía una belleza envidiable. Llegando al Castillo, Gabriela fue para su cuarto, donde empezó a dibujar todo lo que había visto en el jardín por la tarde y dibujó a la chica de una manera diferente, siempre con el deseo de volver a verla. El día siguiente, al final de las clases, Gabriela volvió a sentarse en el mismo banco del jardín donde había visto la chica que no salía de su pensamiento. La chica muy guapa volvió a pasar y Gabriela la siguió todo el camino hasta su casa pobre y modesta, porque esta no pertenecía a la misma clase social. Por eso, Gabriela se sentía muy infeliz, porque le estaba empezando a gustar una chica del pueblo, por saber que era un amor imposible y porque tenía su boda ya concertada. Gabriela había sido prometida en matrimonio a un príncipe feo, malo y muy vengativo. No era el amor de su vida, pero era una obligación de respeto por su familia. Faltaba poco tiempo para el día de la boda, donde Gabriela perdería su libertad. 5 La princesa, se sentía sola y empezó a escribir todo lo que sentía en una carta que más tarde dejó en la casa de la chica. Unos días más tarde, la princesa recibió una respuesta de Alexandra, la chica del jardín. En la carta, Alexandra, se presentaba con ganas de conocer a la princesa y decía que también se había fijado en ella. Concertaron una cita en el banco del jardín de la Villa de las Flores, pero había un pequeño problema: Gabriela no podía salir del castillo sin la compañía de un guarda de su padre. El día del encuentro con Alexandra, Gabriela se escapó por una ventana de la parte de atrás del castillo. Cuando llegó al jardín, se puso muy feliz al verla y Alexandra también. Su amistad fue creciendo, sus encuentros continuaron y el sentimiento de amor se hizo más fuerte, hasta que un día, se encontraron por detrás del castillo y expresaron la atracción que sentían la una por la otra y la intención de estar juntas. Pero ni todo era como se esperaba. Alexandra no quería pasar su vida escondida detrás del castillo, porque no se sentía cómoda con la situación. Se querían, pero era una relación un poco difícil de mantener. No es convencional que dos chicas se enamoren, mucho menos cuando una de ellas pertenece a realeza. En un intento de lograr tener su vida, su independencia, un futuro con la chica que ella tanto quería, para obtener su libertad, Gabriela huyó del castillo de su familia, pero antes de salir cortó su pelo para poder irse sin que nadie se diese cuenta. Pero aun así fue descubierta y más tarde excluida por toda la sociedad que pensaba que amar a personas del mismo sexo era una enfermedad. El Rey, su padre, encerró a su hija en una torre hasta el día de su boda. Pero, no era fácil vivir en una torre que solo tenía una ventana. Un día, ya cerca de su boda, estaba asomada a la ventana de la torre, cuando apareció una bruja que habló con ella y la convenció para que huyese de su padre y de su novio. Le dijo que existía un pozo mágico, que cuando las personas infelices caían allí, su vida se transformaba y así serían felices. 6 Pero, ni todo era fácil. La bruja le dijo que eso solo sucedería si ella dejase toda su fortuna y su condición de princesa para ella. Gabriela se creyó todo lo que la bruja le decía, y con toda su ingenuidad huyó del castillo por la noche, salió por su ventana con la ayuda de la bruja, fue a la casa de Alexandra y le contó toda la historia. Alexandra tenía miedo de arriesgar su vida y cuando Gabriela le dijo que había sido una bruja quien se lo había contado, su miedo creció. No obstante, el amor que las unía era mayor que cualquier miedo. Ellas accedieron, la bruja les indicó el camino y, cuando llegaron Alexandra se lo pensó dos veces antes de tirarse al pozo, pero incluso con miedo, se lanzó con Gabriela, con la esperanza de poder vivir feliz con ella. Nunca más se ha visto a las chicas, la princesa y la chica del pueblo. Todo el mundo las buscó por todas partes pero no encontraron ningún rastro de ellas. Diana Dias, 11ºH y Celine Calçada, 11ºG 7 EL REY GARGAMEL Era una vez, en un reino muy distante, un rey que tenía una personalidad muy difícil. Su mirada era tenebrosa, aterradora, y bañaba de miedo a todos aquellos que contrariando todas las posibilidades, se arriesgaban a mirarle a los ojos. Su nombre era Gargamel y todos le llamaban el "Rey Pavoroso". Durante su infancia, el ogro Gargamel vivió un acontecimiento que marcó completamente su vida y, por consiguiente, su personalidad. En una noche tempestuosa, en que la lluvia caía fuertemente sobre el valle de los sueños, los padres de Gargamel decidieron abandonarlo en el medio de la selva. Allí se quedo durante toda la noche, sufriendo las maldades que aquella malévola tempestad persistía en hacer. En la mañana que sucedió a esa terrible noche, el gigante Hefty, cumpliendo con su rutina, fue a dar su paseo matinal por el bosque. Se encontró con varios árboles caídos, resultado de la tormenta que había bajado para el valle de los sueños. Distraído, no concentraba su atención en un determinado lugar, observando todo lo que lo rodeaba. Pero cuando menos lo esperaba escuchó un grito que cautivó por completo toda su atención. Buscó por entre las ramas caídas y encontró un pequeño ogro, encharcado y lleno de frío. Rápidamente se quitó la camiseta y enrolló al recién nacido en ella. Corrió entonces en dirección a su casa para proteger al bebé del frío. Pero Hefty no vivía solo. Él estaba acompañado por sus mejores amigos, el duende Brainy y el mono Grouchy. Hefly explico después todo a sus amigos y ellos enseguida decidieron ayudar a cuidar del bebé encontrado en el bosque. Todos ellos tenían poderes mágicos y cuando los tres estaban en 8 perfecta armonía eran capaces de curar la más profunda herida y remover la más fea cicatriz. Al tocar en las espaldas del ogro encontraron una marca de nacimiento. Fácilmente llegaron a la conclusión que era la marca de los reyes y que aquel pequeño bebé era miembro de una familia real. Consiguieron unas ropas para el ogro bebé y lo colocaron en las puertas del castillo del reino del valle de los sueños. Con el pasar de los segundos, de los minutos, de los días y de lo años el rey fue envejeciendo y volviéndose un ogro adulto. Como todos los habitantes del valle de los sueños, el rey también poseía un poder especial y único. Tenía el don de conseguir recordar día tras día todo lo que había vivido. Él conseguía retroceder y vivir eso como se estuviera allá. Este don era la explicación para tanta maldad. Como no conseguía olvidar su triste pasado, el rey descargaba toda su furia en los otros. Pero sus tres amigos, que un día lo habían salvado de la muerte cierta, decidieron que ya era hora de confrontar al rey con algo que a partir de aquel momento tal vez cambiase su personalidad por completo, a pesar de parecer muy difícil o casi imposible. El rey arrogante preguntó quién tenía valor de incomodarlo. 9 Brainy dio un paso adelante y pronunció el nombre de los tres. - Querido rey Gargamel, antes de nada pido disculpas por la aparición improvisada pero tengo algo muy importante para decirle. Hace algunos años, cuando la muerte intentaba apoderarse de usted, la audición de mi amigo Hefty no vaciló y salvó su vida. Lo cuidamos como si fuese nuestro hijo y no lo dejamos morir. Sabemos que no tuvo la mejor infancia y que eso lo atormenta, pero todo eso, porque ya pasó, no puede servir para moldarlo como mala persona, sino como un rey fuerte, que no cede a la primera dificultad. Mire para nosotros. Exclamó Brainy. A primera vista no encuentra defecto alguno en nosotros, pero en realidad, cada uno de nosotros es debilitado en aspectos muy importantes. Yo por ejemplo, míreme a mí. Tengo la posibilidad de proferir todas estas palabras, pero mi amigo Hrouchy ya no tiene la misma suerte. Sí, él es mudo. Por ejemplo, Hefty, tiene la posibilidad de oír todos los sonidos que componen las bellas armonías. Y de nosotros tres, solo Grouchy consigue contemplar todas las maravillas que constituyen este mundo, pues es el único que tiene visión. Cada uno de nosotros posee sólo uno de los sentidos, pero todos juntos nos completamos y es juntos que tenemos el don de sentir. Somos los tres juntos que conseguimos curar y fue así que lo salvamos. Las lágrimas corrían por el rostro del rey Gargamel, que sintió en aquel preciso momento que toda aquella actitud de orgullo, rabia y rencor, no lo conducía a lugar ninguno, pues existen siempre personas en peores situaciones que la nuestra, y bajar los brazos nunca es la opción correcta. Sea cual sea la dificultad o limitación tenemos que erguir la cabeza y luchar por nuestros sueños. Ahí entendió la razón de que todo hubiese ocurrido de aquella manera. Entendió la razón por la que era el rey del valle de los sueños. Finalmente entendió la razón por la cual existía. Ricardo Cruz y Vitor Barbosa, 11ºH 10 LA FUERZA DE LA UNIÓN Érase una vez, una familia que vivía en una pequeña aldea. El padre era un agricultor muy conocido en su localidad; su madre murió después de tener el último hijo. El padre fue quien se quedó cuidándolos. Cuando estaba para morir el padre, llamó a los diez hijos que tenía y pidió a cada uno que fuesen a buscar un palito con medidas semejantes. Todos ellos fueron a buscar un palito y llegaran poco tiempo después. El padre cogió todos los palitos e hizo un manojo. Luego le dio el manojo al hijo más viejo para partirlo, pero él no lo consiguió, después lo dio al siguiente hijo que tampoco pudo romperlo e hizo pasar el manojo por todos los hijos hasta el más pequeño. Ninguno de ellos concretizó lo que su padre les había pedido. Pasado un rato, le pidió a su hijo más jovencito que partiese los palitos uno por uno y él consiguió hacerlo. A continuación el padre dijo a sus hijos que si ellos estuviesen cada uno por su lado, todos ellos serían vencidos y les pidió que se ayudasen siempre los unos a los otros. Más tarde su padre murió y ellos siempre que tuvieron problemas los superaron porque estaban siempre unidos. Cândido Pereira y Francisco Martins, 11ºH 11 OSO PEREZOSO Érase una vez, un Oso Perezoso a quien le gustaba obtener las cosas sin que estas le dieran trabajo. El Oso Perezoso vivía en el bosque armonioso, con muchos árboles y cascadas. En el mismo bosque vivían sus amigos, Guaxinin, Oso, Castor y Erizo. Con la llegada de la Primavera, el Oso Perezoso y sus amigos se encontraban todos los días a la hora de comer y como nuestro protagonista era un animal a quien no le gustaba buscar alimento, conseguía siempre comerse la comida de los otros. Un día, el Oso trajo para la merienda una tarta de fresa y un pote de miel mientras que el Oso Perezoso trajo dos manzanas. Cuando estaban sentados a la mesa, el Oso Perezoso decidió decir al oso que su miel estaba estropeada, por eso no podía comerla, podría ponerse enfermo. El oso se creyó la historia y no comió la miel. Después de que todos hubieron comido, el Oso Perezoso dijo que mientras los otros guardaban las cosas él iba a poner la miel en la basura. Cuando se encontró solo saboreó la dulce miel. El día siguiente, cuando se volvieron a reunir, el Erizo trajo para la merienda nueces y arroz con leche, y una vez más el Oso Perezoso se aprovechó de la situación y le dijo al Erizo que iba a poner en la basura el arroz con leche porque la canela estaba estropeada. Con su inocencia lo creyó y no comió el dulce, de camino a la basura, una vez más el Oso Perezoso aprovechó y se comió la comida del Erizo. Durante varios días el Oso Perezoso hizo la misma cosa, hasta que, después de tanto abuso, su amigo Castor desconfió y un día decidió seguir al Oso Perezoso y descubrir qué hacía él en la basura. Al día siguiente, el Oso Perezoso dijo a su amigo Guaxinin que su tarta de naranja estaba estropeada y volvió a comérsela cuando iba para la basura. Mientras el Oso Perezoso se comía la tarta, el Castor contó a sus amigos lo 12 que había visto el día anterior. Hastiados, los animales decidieron gastar una broma al Oso Perezoso. Así, un día ellos hicieron una tarta de chocolate estropeada para la merienda Cuando llegó el momento de comer, el Oso Perezoso miró la tarta de chocolate, enseguida dijo que estaba estropeada y que la iba a tirar, pero todos sabían que él iba a comérsela. La tarde siguiente, cuando el Oso Perezoso llegó, sus amigos vieron que él estaba muy extraño y le preguntaron qué le había pasado; él les dijo que tenía mucho dolor de estómago y que no sabía por qué. Entonces sus amigos le contaron la razón por la cual tenía dolores y que habían hecho eso para que aprendiera a comportarse. Después de saber lo que había sucedido, el Oso Perezoso se disculpó y prometió que nunca más haría una cosa igual. A partir de este día, el Oso Perezoso nunca más se aprovechó de nadie. Y fueron felices para siempre. Ángela Viana, 11ºH y Edgar Araujo, 11ºG 13 UNA HISTORIA DIFERENTE Érase una vez, una historia, pero no es una historia encantada es simplemente una historia normal, al igual que muchas otras! Habla de una joven hada, Julieta. Ella era como todas las otras hadas, le gustaría tener una docena de niños y un príncipe encantado. Ella quería ser feliz con su familia y dedicarse, como todas las otras hadas, a tratar de sus hijos. Por lo tanto, Julieta estaba decidida a luchar para encontrar un apuesto príncipe. Así que pensó, pensó y pensó para encontrar una manera de tener el mejor príncipe del reino y tuvo una idea, tenía que hacer trabajo voluntario con el fin de ayudar a las hadas y así los príncipes pensarían que ella era muy altruista. Así que ese día se inscribió en una institución de solidaridad para ayudar a las hadas que habían sufrido violencia. Al día siguiente, empezó a llevar a cabo su plan. En la institución se veía una gran cantidad de sufrimiento. Hadas, muchas rechazados, insultadas, maltratadas. Simplemente por ser dulces y haber dedicado su vida entera a cuidar de sus pequeños brotes y su apuesto príncipe, que no era sino una mera ilusión. Por lo tanto, ella quedó tan impresionada por todo lo que vio en la institución, que decidió que tenía que encontrar la manera de que tuvieran una vida, simplemente porque ya no vivían. Empezó a investigar sobre los talentos de esas hadas. Cuando descubrió sus dones, encontró la forma de mejorar sus habilidades. Por lo tanto, las hadas tenían un significado para la vida, tenía una razón para su existencia, eran útiles para la sociedad. De hecho, Julieta se dio cuenta de que la vida no es simplemente casarse y vivir felices para siempre, se dio cuenta de que existen los finales felices rara 14 vez. En consecuencia, renunció a su sueño y se concentró en una lucha altruista, mucho más objetiva y más por la felicidad de las otras mujeres, terminando con el sexismo y poniendo fin a la violencia que se practica en contra de hermosas hadas. Así termina esta historia con un final feliz, al menos por ahora. Inês Tomás y Ângela Capitão, 11º G 15 EL PIRATA DIFERENTE Érase una vez, en un país muy lejano, un niño pirata, hijo, nieto y bisnieto de piratas. Se llamaba Manos Largas y no se comportaba como los demás piratas. Él nunca había robado nada ni asaltado ningún barco, aunque en su familia todos daban por seguro que sería un pirata de primera. Sin embargo, a Manos Largas no le atraía para nada la idea de dedicarse a robar a la gente. Lo sabía porque, de pequeño, uno de sus primos le robó uno de sus juguetes favoritos y aquello le había sentado fatal. Según fue creciendo, el bueno de Manos Largas empezó a angustiarse con la idea de que en cualquier momento surgiera su verdadera personalidad de pirata, y no pudiera evitar dedicarse al robo, al abordaje y los pillajes. Cada mañana, al despertar, se miraba al espejo para ver si se había producido aquella horrible transformación que tanto temía. Pero cada mañana tenía el mismo aspecto de buena persona del día anterior. Con el tiempo, todos se dieron cuenta de que Manos Largas no era un pirata como los demás, pero era tan larga la tradición familiar de estupendos piratas, que ninguno se atrevía a decir que no era pirata. "Simplemente", decían, "es un pirata bueno", y lo seguían diciendo a pesar de que Manos Largas hubiera estudiado medicina y dedicara sus días a cuidar de los enfermos de la ciudad. Sin embargo, Manos Largas seguía temiendo convertirse en pirata, y cada mañana seguía mirándose al espejo. Hasta que un día, viéndose viejecito, y mirando a sus hijos y sus nietos, ninguno de los cuales había llegado a ser pirata, se dio cuenta de que ni él ni nadie tenía que ser pirata ni ninguna otra cosa de forma natural ni por obligación. ¡Todos podían ser lo que hicieran de sus vidas! Y él, que había sido lo que había elegido, se sentía profundamente satisfecho de no haber elegido la piratería. Nadie nace predestinado para ser nada, está en nuestras manos cambiar nuestras vidas día a día. Iria Piñeiro y Joana Dantas, 11º H 16 ALEX SALVA LA NAVIDAD Todos los años, cerca de la Navidad, Alex y su compañero Bolinha están atareados con los adornos de la Navidad. Cierto día, cuando estaban a camino de su casa se encontraron con sus amigos, Dumbo y Ping-Pong, que también estaban tratando de la decoración para la llegada de Papa Noel. De repente, oyeron las campanitas del trineo y muy admirados, pues aún era temprano para llegar Papa Noel, fueron a ver qué sucedía. Cuando llegaron a la casa del árbol vieron a un chico en la terraza y le preguntaron quién era. Este chico les dijo que era Mafarrico, duende de Papa Noel. Ellos, curiosos, quisieron saber qué hacía él allí y este les explicó que estaba probando lo renos, como era habitual, y estos descontrolados lo habían hecho caer. Mafarrico intentó explicarles que necesitaba ayuda para regresar a la casa de Papa Noel, pues sin él no habría Navidad. Alex y sus amigos se pusieron a pensar ideas para ayudar a Mafarrico. La primera idea que tuvieron fue hacer una cinta de papel gigante para que pudiese subir hasta las nubes y saludar a Papa Noel cuando él pasara. Esta idea no dio buen resultado, pues cuando intentó subir, la cinta rebentó. Ping-Pong tuvo la idea de adornar el mayor árbol del bosque para que Papa Noel parase así que viese a Mafarrico en la cima del árbol. 17 Los otros lo ayudaron. Después de algunas horas ya tenían el árbol listo y Mafarrico subió y esperó por Papa Noel. Pasado algún tiempo, Papa Noel pasó y vio a Mafarrico. Paró y lo recogió, juntos pararon cerca de Alex y sus amigos, les agradecieron la ayuda y les desearon una Feliz Navidad. Colorín, colorado esta historia se ha acabado. Diana Vieira y Cassandra Ferreira, 11º F 18 LA CASA DE LOS DULCES Era una vez una familia grande y feliz de empresarios. Vivían en una mansión, en el centro de la ciudad, rodeados por unos bonitos jardines con flores. En esa casa vivían once personas, la madre, el padre, sus cinco hijos – los gemelos Pedrito y Juanito, Matilde, Carolina y el hermano mayor, Miguel – la cocinera, el jardinero y las dos empleadas de limpieza. Un día, los padres hicieron un viaje de trabajo a Estocolmo durante una semana. Sus hijos se quedaron en casa con los empleados, pues no podían llevarlos con ellos. En los primeros días todo salió bien, estaban felices y más libres, a pesar de que Miguel sentía que tenía más responsabilidad y que debía proteger a sus hermanos. Los niños querían jugar con Carolina y Matilde pero no les gustaban sus juegos y se quedaban en el cuarto, empezando a echar de menos a sus padres, hasta que un día planearon salir en su búsqueda, pensando que estarían cerca de su casa y que los encontrarían. Y así lo hicieron; cuando ya todos dormían, se vistieron y fueron al jardín a buscar unas piedritas para marcar el sendero de regreso si se encontraban perdidos. Durante horas caminaron y caminaron, cantando por las calles, acabando por olvidarse de las piedras. La mañana siguiente, cuando los hermanos se despertaron y vieron que no estaban, decidieron buscarlas. Luego encontraron las piedras que ellas habían dejado en el sendero y las siguieron. Después de caminar más de media hora dejaran de mirarlas. Y decidieron que se separarían para encontrarlas. Mientras tanto, las niñas continuaron caminando hasta que el hambre y el agotamiento eran tan fuertes que no aguantaban más. En ese momento apareció una viejecita y, mostrándose preocupada, les preguntó: 19 - ¿Qué hacen aquí unas niñas tan guapas? - Buscamos a nuestros padres! – contestaron asustadas. - ¿No tenéis hambre? Las niñas, sin fuerza para hablar, simplemente respondieron con la cabeza. - Venid, venid, voy a ayudaros a encontrarlos pero antes pasad a mi casa para comer unos bollitos deliciosos. – dijo la viejecita tomando sus manos. Así fue, cuando llegaron se quedaron maravillados, pues su casa estaba cubierta de dulces. Comieron tanto, pero tanto que acabaron por dormirse en un sofá hecho de gominolas. Cuando se despertaron estaba todo oscuro y no sabían dónde se encontraban, estaban aterrorizadas. La vieja las había escondido en el sótano. Los hermanos continuaron buscándolas y después de muchas horas se encontraron en medio del bosque. Estaban desanimados y muertos de hambre. Decidieron buscar una casa donde pudiesen pasar la noche y comer. Poco tiempo después encontraron la casa de los dulces, llamaron a la puerta y una vez más, la viejecita fue muy acogedora. Cuando ya estaban terminando de comer, escucharon a sus hermanas chillando. Corrieron y se abrazaron, dejando a la vieja presa en el sótano. Cuando llegaron a casa, sus padres ya estaban, muy preocupados pero acabaron por abrazarlos y no quisieron hablar más del asunto. Colorín colorado este cuento se ha acabado. Carla Cardoso y Sofia Silva, 11º F 20 CUATRO VIAJES, CINCO EMOCIÓNES, UNA CASA Había una vez un pequeño panda, Melman, que vivía en un gran jardín zoológico en Madrid. En su segundo cumpleaños su amiga cebra le regaló un ordenador portátil con acceso a Internet. Melman empezó por visitar algunos sitios de agencias de viajes, donde encontró imágenes que lo hicieron soñar… El pequeño panda pensaba que sería más feliz en aquellos lugares que en jardín zoológico. Cierto día decidió hacer un viaje, escogiendo como su primer destino ¡Francia! Cuando entró en el aeropuerto, la gente empezó a gritar. Melman, en su inocencia, pensó que los gritos eran el medio de comunicación, entonces con una gran simplicidad se dirigió al mostrador y, a gritos, pidió un billete para Francia. Ya en el avión, el panda, pensó que los gestos que la azafata hacía era una clase de gimnasia; se levantó e imitó los movimientos de aquella señorita vestida de azul, provocando un gran ajetreo! Tan pronto como aterrizó en Francia, fue a visitar la Torre Eiffel… Melman no subió en el ascensor, ni por las escaleras, ¡decidió trepar a la Torre! Esta idea provocó el caos en la ciudad; la Torre Eiffel estaba rodeada de fotógrafos, policías y bomberos. El pequeño panda, creyendo que estaba haciendo algo extraordinario hizo diferentes poses para los fotógrafos. Cuando bajó de la Torre, los policías lo llevaran para la comisaría, donde Melman decidió que el día siguiente se iría para Polonia. 21 En Polonia probó a hacer snowboad, y en uno de los muchos tropezones se encontró con una casita muy acogedora. Como su barriguita ya mascullaba con el hambre decidió entrar. Allá dentro estaba Papa Noel, que lo invitó a tomar un té con sus renos. Todo iba bien hasta que Melman vertió el té por encima de la nariz de uno de los renos. El pequeño panda se puso muy triste por ser tan distraído y viajó hasta Australia. En una playa Australiana se encontró con un canguro con un aire bastante refunfuñón, pero pese a ello, Melman extendió su toalla cerca de Saltimbanqui, el canguro, llenándole la cara de arena. Saltimbanqui, rabioso, se levantó y le echó un gran rapapolvos al pequeño panda. La bronca hizo que Melman pensara que el pueblo Australiano era ceñudo, lo que lo llevó a mudarse para Londres, ¡la ciudad de las compras! En el centro de Londres avistó la rueda gigante y, curioso, compró un billete y se subió. Iba solamente en la segunda vuelta y ya estaba harto, entonces abrió la puerta y … … … ZUUUMMMMM ¡Melman aterrizó en un camión de algodón dulce! Después de esta gran aventura, el pequeño panda, fue a hacer unas compritas… ¡Compró unas gafas de sol y un perfume bastante atractivo! 22 Fatigado de las luces, del ruido y principalmente de la falta de compañía decidió volver a Madrid, junto a sus amigos. En el jardín zoológico, todos los animales recibieron al pequeño panda con gran euforia, haciéndole pensar que por muchos sitios y personas que se conozcan, es cerca de los amigos que uno consigue ser verdaderamente feliz! Meritxell Mendes y Cátia Balinha, 11º F 23 DIDI, UN ÁNGEL Érase una vez un chico muy especial, se llamaba Didi, pero no era un chico cualquiera… ¡Vivía en el cielo! Era muy guapo, de una belleza que sólo en cielo es posible. Estaba siempre cantando y tenía una alegría que lo hacía brillar como si fuese una estrella. Su actividad preferida era saltar de nube en nube. A veces con tanta fuerza que hacía llover; pero en el cielo todos se reían, porque Didi era un ángel muy feliz. Los ángeles ayudan a los chicos y chicas que viven en la Tierra. Didi tenía más responsabilidad porque era ángel de la guarda de muchos chicos y chicas. Y no los ayudaba solamente, también los enseñaba a sonreír, a saltar, a jugar y a creer. Esto, porque hay chicos perdidos y abandonados. Cuando cumplía su tarea, se ponía tan feliz que empezaba a saltar una y otra vez, de nube en nube. Trabajo no le faltaba a Didi: coger a los chicos cuando estaban cayéndose de la silla, darles la mano cuando estaban aprendiendo a andar, darles un cariño cuando se sentían inseguros, abrazarlos cuando tenían miedo a la oscuridad. En fin, ser ángel de la guarda no es trabajo fácil. Pero la gran tarea era Luna. Estaba siempre haciendo travesuras, corriendo por los valles y colinas, y por eso se lastimaba muchas veces. Un día, cuando estaba en una de sus carreras, tropezó y se cayó. Se lastimó y empezó a llorar. Entonces, apareció Didi para limpiarle las lágrimas y hacerle caricias en la cabeza. Al ver unas alas, Luna se asustó mucho y de un salto se puso en pie. Él intentó tranquilizarla diciéndole que 24 sólo pretendía ayudarla y después desapareció. Luna estaba muy confusa porque no sabía si estaba soñando o si aquello era real. Lo buscó desesperada pero no lo encontró. Días después, el gato de Luna huyó para un puente. Ella corrió tras él e intentó agarrarlo porque se estaba cayendo. Y fue en ese instante que Didi actuó, porque Luna también estaba a punto de caerse. Fue así que Luna supo, al fin, que aquel ángel era real y se deslumbró. Colorín colorado, este cuento se ha acabado. Fátima Vital y Susana Ribeiro, 11º F 25 EL CORAL Era una vez un pez payaso, llamado Sol, que vivía en un coral con su familia y sus amigos. Este coral tenía una gran variedad de seres vivos: mar, pulpos, estrellas cangrejos, del peces payasos… Todos los peces que allí vivían eran felices y estaban en harmonía. Sol era el jefe del coral y sus amigos le querían mucho y le tenían mucho respeto. Sol tenía una novia llamada Luna; y su mejor amigo se llamaba Becas. La vida en el coral era fantástica. ¡Todo era perfecto! Pero un día Sol estaba jugando con sus amigos cuando sintieron una brusca agitación en el agua y un ruido extraño. Permanecieron muy asustados porque oyeron voces de humanos pidiendo ayuda y no sabían qué hacer. De repente, cayó un barco cerca de su casa. Sol y sus amigos fueron a ver qué pasaba y en el barco solo había comida, ropa, objetos… Pasado algún tiempo, los peces empezaron a ponerse enfermos y no sabían el porqué. Sol vio que el agua tenía muchas manchas oscuras y pensó que sería del barco. Como Sol era el jefe tenía que encontrar una solución. Intentaron arrancar el barco, pero como eran pequeños no tenían fuerza. Entonces Sol, se acordó de que sus enemigos tiburones eran muy fuertes y conseguirían moverlo. El pez payaso resolvió hacer un viaje por el océano en busca de los tiburones 26 para pedirles ayuda. En su viaje pasó por grandes dificultades y atravesó muchos peligros: casi fue preso por las redes de un pescador, pero un delfín lo ayudó y se hicieron amigos. Sol le contó al delfín el motivo de su viaje y este le prometió ayudarlo. Juntos buscaron a los tiburones y encontraron su casa. Sol tenía miedo de enfrentarse a ellos, porque era más pequeño e indefenso. Como le había prometido ayuda, el delfín decidió que sería él quien hablase con los tiburones. A estos no les gustó la visita inesperada y los asustaron, pero el delfín les contó toda la historia y les pidió ayuda. El jefe de los tiburones le dijo que solo los ayudaría si les diesen alguna cosa muy buena a cambio. El delfín transmitió el mensaje al pez payaso y este le dijo que toda la comida del barco podía ser para ellos. Como los tiburones son muy ambiciosos aceptaron la propuesta. Entonces fueron al coral a ayudarlos y sacaron el barco para un lugar más apartado. Así, el coral de Sol volvió a quedarse limpio y cristalino y los peces empezaron a ponerse mejor. Algún tiempo después, en una conversación con el delfín, Sol tuvo la idea de restaurar el barco, y el delfín lo apoyó. El jefe del coral convocó a todos los habitantes del coral para una reunión, donde transmitió la decisión de restaurar el barco. La idea fue bien aceptada por todos, principalmente por sus amigos. Todos decidieron ayudarlo. Empezaron por limpiar el barco… y después repararon todos los destrozos que tenía. Finalmente, el barco estaba limpio, bonito y muy agradable. Sol y sus amigos se pusieron muy contentos porque consiguieron alcanzar el objetivo pretendido: transformar el barco. Aunque no sabían qué hacer con él… Algún tiempo después surgió la idea de convertirlo en una escuela. Como no tenían dinero, decidieron que cada pez llevaría su material de estudio. Pero todavía no había un profesor para enseñar a los peces… 27 Luna, la novia de Sol, pensó que el profesor debería ser el delfín, porque él es muy inteligente y amistoso. Todos creyeron que era una buena idea, le comunicaron la decisión al delfín y él dijo que sería muy interesante poder enseñar a sus amigos. Pocos días después, decidieron hacer una fiesta en el barco para inaugurar la escuela. En esa fiesta estaban presentes todos los peces del coral y hubo una sorpresa…Sol pidió a Luna en matrimonio. Ella muy contenta y feliz aceptó sin dudar y pidieron a Becas que los casara. Y así vivieron felices para siempre en el coral, donde hay amor, cariño y respeto entre todos. Colorín, colorado, este cuento se ha acabado. Patrícia Barbosa y Flávia Oliveira, 11º F 28 EL CUENTO DE LOS CUENTOS Había una vez un príncipe y una princesa que vivían muy felices en su castillo lleno de lujos. Un día, en el palacio apareció un monstruo. Este monstruo se había enamorado de la princesa y la quería sólo para él, por lo que decidió secuestrarla y llevársela a su calabozo para ser felices juntos. El príncipe, muy triste y desconsolado porque había perdido a su princesa, sin poder hacer nada, decidió ir tras el monstruo para recuperar al amor de su vida. Por el camino, en el bosque, se encontró con los siete enanitos y con Caperucita Roja, que estaba comiendo el almuerzo de la abuelita, y decidió preguntar por la casa del monstruo. Ellos le mostraron el camino y, el príncipe, valiente, atacó la mazmorra del monstruo, lo mató y recuperó a su princesa. Volviendo al palacio, continuaron su vida matrimonial maravillosa y feliz. Pero un día, se les apareció en la puerta del palacio una vieja fea y arrugada vendiendo manzanas. Como la princesa estaba embarazada, al ver las manzanas deliciosas, sintió deseos, y decidió comprar una. Lo que ella no sabía era que la vieja bruja era mala y que las manzanas estaban envenenadas. La princesa murió en ese momento, y su joven príncipe se quedo viudo y solitario. 29 En una noche de invierno muy lluviosa, llamó a la puerta del palacio una niña toda mojada y llena de frío, pidiendo ayuda porque no tenía dónde dormir. El príncipe se enamoró de inmediato de esa chica, que dijo ser una princesa. La madre del príncipe, la reina, no quería que su hijo tuviera otra pena amorosa y por eso dejó en la cama de siete colchones, donde la niña iba a dormir, un pequeño guisante. Si la chica tuviese una noche incómoda, debido al guisante, sería en realidad una princesa; si descansara y durmiera profundamente, sería un fraude. A la mañana siguiente la reina fue a despertar a la niña y, de hecho, resultó que se trataba de una princesa y dio al príncipe su permiso para casarse con ella. El príncipe y la princesa se pusieron muy contentos con la decisión de la reina y para anunciar su compromiso decidieron dar una fiesta. Esa noche, mientras la princesa se estaba preparando para la fiesta, le apareció su hada madrina, la llevó al jardín y, con su varita mágica, cambió su vestido por uno aún más bello, una calabaza por un hermoso carruaje y dos ratitos por caballos de gran alcance. Y así, los príncipes pudieron ir cómodos y hermosos para su fiesta de compromiso. En el salón principal del castillo de la princesa estaban todos los amigos de la pareja. Todo el mundo bailó toda la noche, incluso el enanito Hornet se divirtió. Y así, ¡vivieron felices y comieron perdices! Margarida Almeida y Rodolphe Matos, 11º I 30 TITO, EL DETECTIVE Érase una vez un chico que se llamaba Tito y le encantaba hacer investigaciones y vivir aventuras. Un día, Tito se enfrentó a una gran y misteriosa aventura en su casa. Tito estaba en su habitación, organizando sus cosas de detective, cuando escuchó un grito: ¡Socorro! Tito saltó, agarró su lupa y su sombrero de detective y abrió la puerta de su cuarto. Entonces escuchó el grito de nuevo: ¡Socorro! Tito casi se asustó. Pero se acordó de que un verdadero detective no se asusta. Tragó el susto en seco y cogió la escoba que estaba en el pasillo. Con la escoba en la mano, se sintió más seguro para hacer frente a lo que podía venir. Y empezó a investigar de dónde venían los gritos. Tito ya estaba en las escaleras cuando decidió agarrar otra arma: agarró un tenis de su hermano mayor. El tenis estaba muy sucio y olía mal. Era un arma perfecta contra lo que estaba causando el grito horrible. Y escuchó el grito de nuevo: ¡Socorro! Al pasar por el cuarto de baño, Tito cogió el papel higiénico, para atar al enemigo y también un cepillo de dientes, por si acaso el enemigo tenía mal aliento. Cargado con todas estas armas, el detective Tito volvió a escuchar el grito, ¡Socorro! Y, finalmente, Tito fue capaz de identificar de dónde venía el grito, venía de la cocina. Se acercó con cuidado a la puerta de la cocina, que estaba cerrada. Y pensó si debería entrar, pues él no sabía qué peligros acechaban detrás de la puerta. Y volvió a escuchar el grito, ¡Socorro! 31 Cuando escuchó este último grito no le quedaba ninguna duda: tenía que hacer algo, y abrió la puerta de la cocina. Allí él pudo ver a su hermana encima de una silla gritando, ¡Socorro! El detective Tito trató de mantener la calma, y se dio cuenta de que su hermana estaba mirando hacia abajo. Entonces el detective, con los objetos que fue encontrando por la casa miró hacia el suelo y vio que en el piso limpio de la cocina había... una cucaracha. André Gonçalves y Luís Oliveira, 11º F 32 UNA AVENTURA PARA DORMIR Paco hermanos tenía más dos jóvenes, Gabriel y Santiago. Un día, en que estaban aburridos, Paco les propuso contarles la historia de Carmelita. Mientras Paco les relataba la historia, Carmelita apareció en la ventana de su habitación. Carmelita solía volar a la casa de Paco para escuchar las historias que éste contaba a sus hermanos. Una noche, Gabriel y Santiago la sorprendieron en la ventana y le pidieron que les hablara sobre los secretos que usan en el palacio de cristal para dormir. Carmelita empezó a contarles como era sobre su vida en el palacio de cristal. Empezó por decirles que había un dragón llamado Conchita, cuya función era proteger el palacio. Conchita era un dragón muy simpático y amigo suyo pero resultaba terrible para las personas desconocidas. Paco y sus hermanos se entusiasmaron mucho con la historia, especialmente con Conchita, y le pidieron a Carmelita que los llevase a conocer el Palacio y el dragón. A Carmelita le pareció una idea genial y no perdió tiempo. Enseguida los llevó al palacio. Cuando estaban llegando, Conchita, que estaba en los aires para proteger el Palacio, vio a Paco con sus nuevos amigos y se puso celosa. Al llegar, Carmelita hizo las presentaciones pero Conchita asustó a Gabriel y a Pedro, que huyeron a través del bosque. Se perdieron. Carmelita y Paco se preocuparon porque sabían que podían ser raptados por las Cinco Hermanas, que los podía transformar en ranas. Sus temores se hicieron realidad y niños fueron raptados por las Cinco Hermanas. Carmelita fue a la casa de éstas para intentar salvarlos. En la casa se encontraba únicamente una de las Cinco Hermanas. Carmelita tuvo que luchar contra ella para rescatar a Gabriel y a Santiago pero no lo consiguió, 33 pues en ese momento aparecieron las otras y tomaron a Carmelita como rehén. Paco, preocupado por la tardanza de su amiga decidió ir a buscarla, con la ayuda de Conchita que también mostraba una gran preocupación. Por los aires, Conchita y Paco intentaban encontrar la casa de las Cinco hermanas, pero no lo conseguían porque estaba muy nublado. Tuvieron que seguir su camino a pie. De pronto, vieron la casa y decidieron que tenían que trazar un plan para ayudar a Carmelita y a los niños – el objetivo de las Cinco Hermanas al raptar a los hermanos de Paco era intentar descubrir los puntos débiles de Conchita y así conseguir entrar luego en el palacio. Después de ayudar a Carmelita y a los hermanos de Paco, Conchita y Carmelita volvieron para su Palacio y festejaran el logro con sus amigos. Estaban todos contentos, bueno..., todos excepto Conchita, que continuaba celosa. En medio de la fiesta, Gabriel volvió a ser raptado por las Cinco Hermanas, pero ninguno de los presentes en la fiesta se dio cuenta, a excepción de Conchita, que lo vio todo pero no dijo nada para dar una lección a Paco. Las Cinco Hermanas volvieron a preguntarle a Gabriel cuáles eran los puntos débiles de Conchita, y Gabriel, como quería que lo soltaran lo más rápido posible, se los dijo. Ellas fueron volando al palacio de cristal con sus escobas, pero antes encerraron a Gabriel en un armario. Cuando llegaron al Palacio raptaron a Paco y a Santiago y se los llevaron para su casa en el bosque. Gabriel, entretanto, se dio cuenta del error cometido y escapándose del armario fue corriendo a pedir ayuda a Carmelita para salvar a sus hermanos. Carmelita vaciló pero finalmente decidió ayudarle. Mientras, Paco intentaba tranquilizar a Santiago diciéndole que todo iba a salir bien. De pronto apareció Carmelita para salvar a Paco y a Santiago. Tuvo que luchar contra las Cinco Hermanas y durante la lucha, una de ellas se cayó en 34 un agujero que había en el bosque. Las otras hermanas la fueron a salvar pero al intentarlo también se cayeron; así Carmelita se libró de ellas y aprovechó tres de sus escobas para llevar a Paco y a sus hermanos para casa, ya que Conchita solo tiene capacidad para llevar a una persona. Al llegar a casa, Conchita y Carmelita se despidieron de sus amigos y regresaron a su palacio. Después de esta aventura, los hermanos de Paco se fueron para cama y se durmieron. Paco permaneció junto a la ventana pensando en la aventura que tuvo con sus nuevos amigos. Colorín colorado, esta historia se ha acabado. Ana Lopes y Catarina Oliveira, 11º F 35 LA ELECCIÓN CORRECTA Era una vez, una aldea pequeñita en los confines de la tierra donde toda la gente vivía feliz con su profesión y tenía un huerto que cuidaba, eran muy trabajadores, ellos comían mucha sopa hecha con las verduras que cultivaban y por tanto tenían una salud de hierro y nunca se ponían enfermos. Pero un día hubo una gran tempestad que destruyó toda la aldea y sus huertas, la alegría desapareció y fue ocupada por la oscuridad. Como no tenían comida empezaron a quedarse sin fuerzas y necesitaban de ayuda para reconstruir el pueblo. Una noche apareció un gnomo muy amable que gustaba de ayudar a las personas sin pedir nada a cambio, él era pequeño, tenía una nariz muy redondeada, una gran barba blanca, casi como la de Papa Noel, y usaba siempre un capuz rojo. Un día, una niña pequeña se lo encontró: - ¡Hola!, ¿quién eres tú? - ¿Hola? Soy un gnomo y, como me has encontrado, tienes derecho a pedir un deseo. Después de pensar un poco, ella dijo: - Quiero que pongas de nuevo esta aldea como estaba antes para que todos puedan volver a vivir felices. La mañana siguiente el sol nació más brillante que nunca, la alegría se sentía en el aire, los pajaritos cantaban, los árboles estaban llenos de fruto y el suelo cubierto de flores coloridas y perfumadas. 36 Cuando toda la aldea se despertó, nadie quería creer lo que estaban viendo y, cuando se enteraran de lo que había sucedido, fueron todos a abrazar a la niña y a agradecer su actitud tan generosa. Colorín, colorado, este cuento se ha acabado. Moraleja: a veces no debemos pensar sólo en nosotros mismos, sino también en los demás y en lo que es mejor para todos. Diana Machado y Diogo Carvalho, 11ºE 37 UN CUENTO DE HADAS Y AMOR Érase una vez un chico muy guapo, de pelo medio y claro, de ojos verdes y de estatura elevada. Era un chico sociable pero algo tímido con las chicas. Cierto día se cruzo con un chica que lo encantó, pero su timidez lo dejó petrificado. Estaba muy triste, sentado en una piedra en el bosque cuando se acercó a él un hada. - ¿Un chico tan guapo llorando? ¿Qué pasa? -le preguntó. - Estoy enamorado pero no tengo valor para declararme a la chica de mis sueños… Me pongo muy nervioso y no soy capaz de hablar. - Te voy a ayudar. Espera un rato que no tardo. Y la hadita se fue volando. Volvió con una pócima mágica hecha de vino, pétalos de rosa, miel y canela. -Tómate esto y ve al baile en el castillo que el rey va a dar esta noche. La chica que tú amas va a estar ahí y todo saldrá bien. El joven montó su caballo blanco y cuando llegó al baile enseguida vio a la chica. Se acercó y le preguntó: - ¡Hola! Me llamo Pablo. ¿Quieres bailar conmigo? Ella lo miró encantada y respondió: - Por supuesto que sí. Me llamo Paloma. Los dos nunca más se separaran y han sido felices para siempre. Colorín, colorado, este cuento se ha acabado. João Vasco Miranda y Nelson Felgueiras, 11º E 38 EL LOBITO Érase una vez un lobito que estaba paseando con sus padres en el bosque. Cuando sus padres se distrajeron, el lobito se distanció y se perdió. El lobito anduvo varios días hasta que llegó a una pequeña aldea cerca del bosque. En esa aldea vivían muchas familias de perros, gatitos, conejitos y otras. Cuando el lobito llegó, todos los animales se asustaran con su presencia. A pesar de que él era muy amoroso todos pensaban que era feroz. Pero una conejita se fijó en él. Ella se aproximó y le dijo: - ¡Hola! - ¡Hola! ¿No tienes miedo de mí? La conejita estaba muy avergonzada, le dijo que no y se fue para casa. Pasado algún tiempo se conocieron mejor y se hicieron amigos. Un día, una manada de lobos salvajes y muy malvados se aproximaron a la aldea y todos los animales pensaron que había sido el lobito que los había llamado para comérselos. Todos gritaban: - ¡Traidor, traidor! El lobito fue obligado a salir de la aldea. Ya desesperado, sin saber qué hacer, encontró un hada que lo ayudó y le dio poderes mágicos. Por fin, el lobito regresó y expulsó a los lobos malvados que se habían apoderado de la aldea toda. Todos lo celebraron, pues llegó el fin de los días de tortura. El lobito y la conejita se enamoraron y fueran felices para siempre. Colorín colorado, este cuento se ha acabado Andreia Castro y Flávia Fernandes, 11º E 39 EL SOBRINO DEL MAGO Un hombre de grandes artes tenía en su compañía un sobrino, que le guardaba la casa cuando él necesitaba salir. Una vez él le dio dos llaves y le dijo: - Estas llaves son de esas dos puertas; pero no las puedes abrir por nada del mundo, el peligro es de muerte. El joven, cuando se quedó solo, no se acordó de la amenaza y abrió una de las puertas. Vio un campo oscuro y un lobo que venía corriendo para atacarlo. Cerró la puerta con mucha rapidez, lleno de miedo. Después el Mago llegó: - ¡Maldita sea!, ¿por qué abriste la puerta?, ¿yo no te advertí que podías morir? El niño lloró tanto que el Mago le perdonó. Al día siguiente, el mago salió, y le repitió que no abriera aquellas puertas. No iba muy lejos, cuando su sobrino abrió la puerta y sólo vio un campo con un caballo blanco pastando. Recordó la amenaza de su tío y cuando sintió que el mago subía las escaleras, comenzó a gritar: - ¡Oh, estoy perdido! El caballo blanco respondió: - Coge una rama, una piedra y un puñado de arena, y viaja conmigo. El Mago abrió la puerta: el niño saltó sobre el caballo blanco y gritó: -¡Corre! que mi tío viene para pegarme. El caballo blanco corrió a través del cielo, pero no iba demasiado lejos y el niño gritó: -¡Corre! que mi tío viene para pegarme. El caballo blanco corrió más rápido, y cuando el mago estaba a punto de atraparlos, dijo al niño: -Tira por los aires el ramo. Se hizo un bosque muy cerrado y, mientras el Mago se abría camino, ellos se escaparon. El chico volvió a gritar: -¡Corre! que mi tío viene para pegarme. Entonces el caballo dijo: - Tira por los aires la piedra Pronto se levantó una gran montaña llena de piedras, que el mago tenía que subir. Mientras huían, el niño gritó otra vez: 40 -¡Corre! que mi tío viene para pegarme. - Entonces tira la arena - dijo el caballo blanco. Justo ahí apareció un desierto sin fin, que el Mago no podía cruzar. Fueron a parar a una tierra donde todos estaban llorando. El caballo blanco dejó al niño y le dijo que cuando estuviera en apuros lo llamara, pero que nunca dijese como llegó a aquella tierra. El niño fue andando y preguntó por quién estaban llorando, y alguien respondió: - Es la hija del rey que fue secuestrada por un gigante, y se la llevó a un lugar donde nadie puede llegar. El niño lleno de coraje respondió: -¡Yo soy capaz de ir allí! Fueron a decírselo al rey y este lo obligó a cumplir su palabra. El chico llamó al caballo blanco y consiguió ir a la isla y traer a la princesa, porque el gigante estaba durmiendo. La princesa, así que llegó al palacio no paraba de llorar. Entonces el rey le preguntó: -¿Por qué lloras tanto, hija? - Porque he perdido el anillo que me había dado el hada madrina y si no lo encuentro puedo ser secuestrada de nuevo o quedar encantada para siempre. Entonces el rey mandó decir que quién encontrase el anillo de su hija se casaría con ella. El chico llamó al caballo blanco, que le trajo el anillo del fondo del mar, pero el rey ya no quería que el chico se casase con la princesa. La princesa declaró que quería casarse con el chico para que se cumpla que: PALABRA DEL REY SIEMPRE SE MANTIENE. Nuno Duarte y Diogo Pinheiro, 11º E 41 LA SERPIENTE Y EL LOBO Érase una vez un bosque donde vivían muchos animales, algunos pequeños y otros grandes, pero nuestro cuento destaca un lobo muy malo y una serpiente honesta. Entonces, un día en un tiempo de poca comida, la serpiente fue a buscar alimento pero el lobo robó su presa. Sorprendida, ella habló con el lobo acerca de su comportamiento. El lobo malo no le prestó atención y aún encima la insultó. La pequeña serpiente se sintió muy mal con la acción que el horrible lobo hizo y huyó para su agujero. Ella, en su casa, lloró y pensó acerca de su vida y que un día aquel animal podría necesitar su ayuda y pensaría en sus acciones. Pasó algún tiempo y estos dos animales se cruzaron muchas veces. El lobo repitió la acción hasta que, durante una tormenta, la serpiente huyó hasta un árbol viendo mucha agua pasar por debajo de las ramas. Después de pocos segundos avistó al lobo pidiendo su ayuda y ella lo ayudó sin pensar. Viendo a su amiga la serpiente ayudándolo, el lobo habló con ella y le pidió muchas disculpas. Con el tiempo los dos se hicieron muy amigos y vivieron felices para siempre. Rafael Cruz y Tiago Balazeiro, 11º E 42 LAS APARIENCIAS NO NOS HACEN FELICES Érase una vez, una familia de cuatro personas. Vivían en una ciudad de lujo, donde no faltaba nada. En esta ciudad vivía gente de diferentes edades, y con gran capacidad económica. Cerca de esta ciudad había un pueblo muy pobre, cuyos habitantes en su interior, tenían poco o ningún poder económico. La familia Monteiro vivía en la ciudad, donde la gente no tenía ninguna dificultad, donde tenían todo lo que querían, no les faltaba nada. La familia estaba compuesta por el padre Tomás, dueño de una empresa grande, la madre Carolina, arquitecta, y Afonso y Rita, sus hijos. Se trataba de dos hermanos gemelos, que tenían doce años, muy aficionados a las aventuras y por descubrir cosas nuevas. Eran muy curiosos e inteligentes. Esta familia era muy ocupada, los padres apenas tenían tiempo para sus hijos, tal como la mayoría de las familias que viven en la ciudad. Esta familia nunca había ido al pueblo vecino, ni estaba mínimamente interesada en ir allí, o incluso en hablar de ello. Sólo pensaba en grandes viajes, en la posesión de grandes propiedades y objetos de lujo. Los niños tenían todo lo que querían, y durante el día estaban bajo el cuidado de una de sus doncellas, Ana. Los padres rara vez se reunían con ellos, ya que salían muy temprano para el trabajo y llegaban tarde a casa. Todas las vacaciones de verano, estos dos hermanos pasaban el día en nuevas aventuras y descubrimientos. Se cansaban de estar jugando a varios juegos: en la piscina, al escondite, en el jardín grande y frondoso… En un día caluroso y maravilloso de verano, en la piscina, estos dos hermanos tuvieron una conversación. Ellos dijeron que estaban cansados de hacer lo mismo cada día de vacaciones, y pensaron en ir a visitar el pueblo vecino, pero por supuesto sin que los padres fueran informados. Así decidieron que tenían que salir temprano porque los padres no podían saberlo, y tenían que llegar antes de las ocho, ya que es el momento en que estos dos hermanos cenaban. Tampoco se podían olvidar de decirle a Ana que iban pasar el día en la casa de uno de sus amigos. Llegó el gran día. Rita y Alfonso estaban ansiosos. Se subieron a sus bicicletas y se marcharon con mochilas a la espalda, y con algunos alimentos y bienes esenciales. 43 El viaje duró una hora, y los dos estaban cansados, pero expectantes sobre lo que iban a ver, porque sus padres nunca le habían hablado de este pueblo. Cuando llegaron se turbaron, porque nunca habían pensado que esa aldea se encontraba en una situación tan miserable. Nunca pensaron que había tanta miseria y pobreza, y nunca habían visto nada como eso, porque estaban acostumbrados a ver a las familias con todo lo que querían, sin faltarles nunca nada. Decidieron caminar por la ciudad para ver más de cerca lo que estaba pasando entre las familias, y cómo vivían. Cada vez que avanzaban un poco se sorprendían más. Durante el día hablaron con la gente, y vieron cómo vivían, qué hacían, en qué trabajaban, entre otras cosas. Por la noche, cuando estaban en casa, Rita fue al cuarto de Afonso para hablar con él sobre el día que habían tenido. Hablaron casi toda la noche, sobre todo lo que habían visto en el pueblo, como tenían tantas cosas y esa gente no tenía nada, y especialmente como nadie había hablado sobre el tema. Ellos decidieron intentar hacer algo por esa gente. Durante cinco días los dos hermanos vivieron en estrecha colaboración con las personas, jugaron con los niños y comieron en la casa de algunas familias. De hecho, en estos días, ellos veían las cosas de manera diferente. Las familias se ayudaban unas a otras, vivían unos con otros, siempre estuvieron presentes en el día a día de la vida de sus hijos, lo que es el inverso de la familia Monteiro, y el resto de las familias que vivían en su ciudad. Constataron que, a pesar de toda la miseria de este pueblo, esta gente vivía feliz y unida. Durante estos días crecieron mucho como personas y sus actitudes cambiaron completamente. Decidieron donar algunos de sus juguetes que ya no utilizaban, y también algunas ropas. Ellos hablaron con sus padres, y tuvieron una larga conversación, en la que sus hijos les explicaron la miseria presente en ese pueblo, y la situación en la que esas personas vivían. Así Tomás y Carolina, abrieron sus ojos, y como tenían posibilidades económicas, ayudaron a todas las personas que pudieron en esa aldea. Tomás, como propietario de una gran empresa, entrenó a alguna población de la aldea, y más tarde les dio puestos de trabajo. Carolina, como arquitecta, realizó proyectos para las casas 44 de cada familia, una escuela y un centro de salud, sin poner en peligro sus tierras de cultivo. Todo resultó mejor para ese pueblo, pero no era sólo el pueblo que se beneficiaba de la situación, la familia Monteiro también se volvió más unida, y los padres de los gemelos comenzaron a tener más tiempo para ellos, estando más presentes en su día a día. Desde ese día todo se volvió diferente, ya fuera en la ciudad o en el pueblo vecino. Ambas poblaciones estaban viviendo juntas y felices. Colorín, colorado, este cuento se ha acabado. João Queirós y Roberta Sousa, 11ºE 45 LA ISLA ENCANTADA Y EL SAPO ROSA Érase una vez un sapo que se llamaba Rodolfo y que vivía en una laguna en la isla encantada del Oro, donde solo vivían sapos. Rodolfo era un sapo rosa, pequeño, indefenso y muy tímido a causa de su color. La isla era conocida como la más bonita y rica isla de todo el mundo porque tenía muchas piedras preciosas y también como la isla donde había muchos sapos de todos los colores. Pero toda esta riqueza no traía paz a la vida de los sapos porque los humanos querían toda la riqueza para ellos y querían erradicar los sapos y vivir allá. Un día por la tarde, Rodolfo estaba en la principal laguna en su nenúfar, cuando de repente se dio cuenta de que había un barco muy cerca, casi invadiendo la isla. Rodolfo se asustó mucho y fue saltando muy rápido a contar la noticia al rey sapo, Vicente. Rey sapo ordenó que todos los sapos de todas las lagunas se juntasen para prepararse para la guerra que se aproximaba. Los sapos se unieron en la laguna principal y cargaron las armas. Cuando los hombres llegaron a la isla, uno dijo: - ¡Quiero hablar con el rey! - ¿Por qué quiere hablar con nuestro rey? – Preguntó Rodolfo muy curioso. - ¡Queremos hacer un acuerdo con el rey! – Exclamó el hombre. Los sapos los llevaron y Rodolfo reparó en que por 46 detrás del hombre había una chica muy guapa que no parecía estar muy contenta. Por el camino Rodolfo se aproximó a la chica y le preguntó: - ¿Cómo te llamas? - Me llamo Julia. ¿y tú? - Rodolfo - Perdóname… - ¿Por qué? - ¡Porque mi padre os quiere quitar todas la piedras preciosas que tenéis y quedarse con vuestra isla! - ¡Por mil dioses! ¿Qué voy hacer? ¿Mi familia, mis amigos, qué va sucederles? - ¡Yo no sé, mil perdones, pero… puedo ayudarte! - ¿Cómo? ¡Es tu padre, no lo puedes traicionar! - ¡Él es muy malo! Entonces, después de que Julia hubo dicho tantas cosas, acabó por convencer a Rodolfo de que lo ayudaría. Rodolfo, entonces, decidió oír el plan de Julia. Fueron para el castillo. Las horas pasaron y Vicente, el rey sapo, y el hombre no llegaron a un acuerdo. Rodolfo pensó: - ¡La paz ha acabado, la guerra está declarada! Julia le pidió que preparase a todos sus soldados y le dijo las coordenadas de los soldados de su padre para que Rodolfo y los suyos pudiesen acorralarlos y derrotarlos. En el momento en que ellos hablaban había un hombre escuchando y una vez que supo las informaciones se echó a correr, no para contar nada a sus compañeros, pero sí para utilizarlas cuando fuese necesario. La batalla empezó en los lagos: los sapos se organizaron de manera que pudieron acorralarlos y consiguieron derrotarlos. Un grito de victoria se escuchó en todo el mundo. 47 Pero cuando los soldados sapos pensaban que estaba todo terminado, la persona que había oído la conversación, y que ya estaba muy herida, apuntó con un arma a Rodolfo y disparó. Cayeron los dos en el suelo al mismo tiempo. Julia se aproximó a Rodolfo y le imploró: - ¡No te mueras, por favor! ¡Te lo pido! Las lágrimas resbalaban por su cara y una cayó encima de Rodolfo, la cual, por arte de magia, lo transformó en un hombre guapísimo. - ¡Por mil dioses!- Exclamó Julia. Rodolfo le dio un beso intenso a Julia y, a partir de ese día, los sapos vivieron felices con Rodolfo y Julia gobernando la isla. Nunca más se separaron y vivieron felices para siempre. FIN Ana Filipa Pereira y Rita Ibanez, 11º E 48 TODO SE RESUELVE Disney Land era un lugar muy bonito, en el cual no había personas malas. Eran todos muy unidos, amigos. El valiente Cristiano Ronaldo estaba enamorado de la chica más buena de Disney Land, Britney Spears . Una de las familias más felices de aquel lugar eran Geppetto y su hijo Pepe, el más fuerte de la ciudad. A Pepe le gustaba la chica más guapa de Disney Land, Megan Fox, que estaba soltera. Pero un día llegaron a Disney Land tres malvadas personas. El saqueador más peligroso de los alrededores, Lionel Messi. Messi vino acompañado por la fea Bestia y la mala Campanilla. El grupo de los tres malvados empezó a asaltar las casas y tiendas de la ciudad. Mientras, Cristiano Ronaldo consiguió casarse con Britney Spears, y se fueron a vivir a la misma casa. Pasaron algunos días, Messi y los suyos iban a asaltar a Megan Fox. Pero alguien se acercó. Messi y los suyos decidieron secuestrar a Megan. La llevaron para una cueva. Pero Pepe sintió su falta y sospechó de Messi, Campanilla y la Bestia, así que decidió que los iba a seguir. Al día siguiente, los encontró y los siguió. Ellos, sin saberlo, lo llevaron a la cueva donde habían escondido a Megan. Pepe, al ver que su amada estaba en peligro quiso salvarla pero pensó que él solo no podría derrotar a los tres malvados. Así que decidió llamar a su amigo Cristiano Ronaldo. Cuando llegó a casa de Cristiano, le contó lo sucedido. Cristiano, al ver la situación en la que el amigo se encontraba, decidió ayudarlo. Pepe le dijo que el día siguiente irían a la cueva donde Megan estaba. El día siguiente los dos amigos encontraron a Megan. Pero cuando iban a huir, aparecieron Messi y los suyos. Desataron a pelar. Fue un combate muy reñido. Pepe era demasiado fuerte. Messi y los suyos huyeron llenos de miedo. Pepe, besó a Megan. Los dos se fueron a vivir a casa de Geppetto. Cristiano volvió a casa con su amada Britney Spears. Así que la ciudad volvió a lo normal. Y todos continuaron felices, comiendo perdices. Bruno Coutinho y Christian Cruz, 11º E 49