1 a 52 - Jockey Club
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1 a 52 - Jockey Club
JOCKEY CLUB JOCKEY CLUB comisión directiva PRESIDENTE Bruno Quintana SECRETARIO GENERAL Diego Norberto Quirno TESORERO Juan de Ganay COMISIóN DE CARRERAS COMISIóN DEL INTERIOR PRESIDENTE Emilio Raúl Dumais PRESIDENTE J. Esteban Cornejo Murúa SECRETARIO Edgardo A. Garat SECRETARIO Guillermo Strada VOCALES Guillermo M. Álvarez Fourcade Juan Carlos Bagó Horacio Walter Bauer Carlos H. Blaquier Carlos María del Carril Hernán Ceriani Cernadas Juan Carlos Echeverz VOCALES Daniel C. L. Funes de Rioja Tomás González Álzaga Diego M. Ibarbia Iván Didimo Posse Molina Marcos F. Roca Julio Sánchez Sorondo Patricio Edmundo Weiss VOCALES SUPLENTES Carlos Alberto de Corral Ricardo Garat Roberto Enrique Hornos Bartolomé Luis Mitre Julio V. Uriburu (h.) carta del presidente E n estas circunstancias nos dirigimos a los socios más jóvenes del Club y, en particular, a aquellos que recién ingresan, para hacerlos partícipes del espíritu de pertenencia que, generación tras generación, ha caracterizado a los miembros de esta institución y le ha permitido cumplir con orgullo 127 años de vida. Así como el Club brinda a los socios jóvenes múltiples actividades sociales y deportivas, recíprocamente exige de ellos el compromiso de cultivar ciertos valo- res fundamentales legados por nuestros antecesores, cuya aspiración no solo fue la de organizar y reglamentar las carreras de caballos sino, muy especialmente, la de constituir un espacio propicio para la confraternidad, donde prevalecieran la honorabilidad, la ética, el respeto mutuo y la cortesía. El Jockey Club refleja una tradición de valores transmitida de padres a hijos y a nietos desde fines el siglo XIX, con normas y códigos de conducta que apuntan a preservar un ámbito de cordialidad y sociabilidad hoy muy difícil de igualar. Somos un club aristocrático porque, como bien dijo Miguel Cané, el Club vive el concepto de aristocracia no como una mera condición social, sino como “la pertenencia a una institución social vasta y abierta a todos los hombres cultos y honorables”. Esa fue y es la premisa fundamental que anima la vida de esta entidad. Es importante que los jóvenes socios comprendan que este es el pilar que debe sostener el orgullo de pertenecer al Jockey Club. Bruno Quintana Presidente R E V I S T A D E L J O C K E Y C L U B - 3 R E V I S T A D E L Jockey Club Revista para Socios del Jockey Club índice Staff Director Alejandro Ramos Mejía 12 Carreras de las Estrellas colaboran en 14 Golf: Copa Jockey Club este número: Xavier Prieto Astigarraga 18 Copas Seniors Gastón Saiz Roberto D. Müller 20 Miradas desde el golf Martín Buschi Santiago Martel Arte Salvador Curutchet Fotografía 24 Campo de Deportes 30 Sede Social: snooker Archivo Jockey Club 32 Gala lírica Corrección 34 Biblioteca María Hilda Sáenz FOTO DE TAPA Vista del Hipódromo Argentino en 1903 46 Reciprocidad 49 Agenda (Archivo General de la Nación) Revista del Jockey Club es una producción de ARM Ediciones Suipacha 1230 9° B (1011) Buenos Aires Tel. (011) 4322-5082 [email protected] Impreso en Platt Grupo Impresor estilos 50 Vino argentino: tradición versus modernidad sumario 08 Carreras LA ENTREGA DE LOS PREMIOS C. PELLEGRINI 2008: UN FESTIVO HOMENAJE Julio Ricardo, el jockey brasileño, recibió emocionado el máximo galardón anual del Club, asignado por el presidente Quintana; el caballo campeón del último G. P. Internacional Carlos Pellegrini fue laureado como el mejor de 2008. 22 Polo UNA NUEVA TRIBUNA JERARQUIZA LA CANCHA N° 1 DEL CLUB El momento que vive el polo en nuestro país y en el mundo, la rica historia del Club y el privilegio de su ubicación geográfica impulsaron a la Comisión de Polo a buscar los recursos necesarios para comenzar a construir tribunas en su cancha principal. 28 Squash el GUERRERO QUE NO REPOSA Javier Crespo defendió los colores del Club durante casi treinta años. Hace treinta y cinco, firmó un pacto de fuego con una disciplina de gran arraigo en el Club, y desde entonces moldeó su estirpe de luchador entre esas cuatro paredes. 40 Patrimonio las BODAS ALEGÓRICAS de UN TAPIZ FLAMENCO Quienes asisten a los actos culturales que se organizan en el Salón Anasagasti de la sede social, están sin duda acostumbrados a contemplar un tapiz que, casi siempre, respalda con su atractiva calidez las figuras de los artistas o los disertantes. Sin embargo, pocos son los que reparan en el tema y los detalles de ese tejido que, por diversos motivos, merecen una especial atención. JOCKEY CLUB JOCKEY CLUB carreras Los premios Pellegrini LIFE OF VICTORY es la de JORGE RICARDO Life of Victory El jockey brasileño, uno de los dos más exitosos en el mundo, recibió emocionado el máximo galardón anual del Club, asignado por el presidente Quintana; el caballo campeón del último G. P. Internacional Carlos Pellegrini fue laureado como el mejor de 2008. S u cuerpo diminuto en nada se correspondía con la gloria deportiva que contenía. Sobrecargado de triunfos, el piloto carioca aún guardaba margen para más cucardas y virtudes curriculares. Jorge Ricardo, brasileño de 47 años, ya había alcanzado el récord mundial de 10.000 triunfos, y ya se había adjudicado un par de veces la prueba máxima de América del Sur, el Gran Premio Internacional Carlos Pellegrini, pero todavía le quedaban espacio y capacidad para estremecerse por una condecoración. Y eso habla del valor de otro premio Pellegrini, la estatuilla con 8 - R E V I S T A D E L J O C K E Y que anualmente el Jockey Club argentino distingue al protagonista más destacado de la temporada en la hípica. Ricardinho casi no pudo emitir palabra al recibirlo: tal la magnitud de este galardón, el Pellegrini del Año, cuyo ganador es decidido por el Presidente de la institución madre del turf nacional. San Isidro, el hipódromo de la entidad, ya había visto en 2009 otra jornada histórica para el jockey de Río de Janeiro, cuando el 9 de enero, sobre el lomo de Membresía, pasó primero un disco por vez número 10.000 en su trayectoria, iniciada en el circo de Gávea en el lejano C L U B 1976, a los quince años. Pero no fue por ese hito, el que lo convertía en el dueño del récord mundial de victorias, que Bruno Quintana lo eligió como acreedor al galardón; fueron sus méritos durante 2008, y no los de esta temporada, los que le valieron la estatuilla. El año último llegó antes que el resto a la meta en 467 ocasiones, por lo que obtuvo las estadísticas nacionales y con un nuevo récord. Lo de Jorge Ricardo resultó tan peculiar que se le adjudicó el Pellegrini absoluto pese a que el correspondiente a jockey del año quedó en manos de Pablo Falero. Con el uruguayo, su principal Fotos: cortesía hipódromo de San Isidro Los vencedores y los demás candidatos De izq. a der.: Santiago Martínez de Hoz, Juan Garat, Jorge Ricardo y Dany Etchechoury. adversario en las pistas, se dio un gratificante abrazo en ocasión de la fiesta en la que el Club, por votación de las entidades y los medios de comunicación especializados –salvo aquella del Presidente–, asignó los premios anuales a los protagonistas del turf argentino, tanto caballos y profesionales como studs y criadores. Al turf argentino llegó el crack brasileño de la monta traído por Ricardo Benedicto, propietario de la caballeriza Rubio B. y con quien el jockey carioca se entrelazó cuando se enteró de que el lauro era para él. Y ese mismo turf argentino resultó explícito destinatario de un agradecimiento del agasajado. Lógico: ante la hoy debilitada hípica de su país, Ricardinho optó por probarse en la vecina celeste y blanca, la más prestigiosa de la región, para ganar más y mejores carreras y acceder al título de jinete más exitoso de todos los tiempos con triunfos de calidad. Y lo suyo en tierra gaucha, a todas luces, ya es una victoria. Una “vida de victoria”, se podría decir. Eso, exactamente, significa el nombre de Life of Victory, el campeón del Gran Premio Internacional Carlos Pellegrini en el último diciembre. Mérito que le reportó alcanzar el Pellegrini al caballo del año, por encima de los también renombrados Eyeofthetiger e Inter Optimist, los otros machos candidatos en tres ternas. La misma cantidad de nominaciones recibió Pryka, ganadora en todos los rubros en que fue postulada y la que más estatuillas cosechó en la noche. La principal de ellas fue la de yegua del año, con la cual frustró a Filarmonía la posibilidad de un doblete récord entre las hembras. Otros destaca- categoría ganador otros ternados CagnotteMiss Bamba mejor dos años hembra Savoir Bien mejor dos años macho Ever PeaceBigness EmperorRunforthedoe mejor tres años hembra Miss TaylorMiss MatchSavoir Bien mejor tres años macho Tecla Shiner City BankerReraise madre del año La Gran Portada Gold Rule mejor yegua adulta Pryka FilarmoníaTeamgeist Queen Tango yegua del año Pryka FilarmoníaSavoir Bien mejor velocista Pryka Compasivo CatLady Sprinter mejor millero Inter OptimistEl GarufaEver Peace mejor fondista Life of VictoryBody SogueroEyeofthetiger mejor caballo adulto Life of VictoryEyeofthetigerInter Optimist jockey del año entrenador del año padrillo del año caballeriza del año Pablo FaleroRodrigo BlancoJorge Ricardo Carlos DanielJuan CarlosJuan Udaondo EtchechouryEtchechory (h.) Incurable Optimist/Bernstein Indygo Shiner Santa María deEl GusyRubio B. Araras caballo del año Life of VictoryEyeofthetiger Inter Optimist criador del año FirmamentoLa Quebrada Santa María de Araras Julio Ricardo recibe el máximo galardón del Club. dos de la reunión fueron Carlos Daniel Etchechoury y el haras Firmamento. Como en cada fiesta de los Pellegrini, la máxima autoridad del Jockey trazó un balance y un estado de situación. Quintana habló de mejoras en el hipódromo, pero no tantas como las pretendidas; de que tiempo atrás la actividad generaba 27% del dinero que movía el juego y en la actuali- dad, apenas 2%; de que el 84% del fondo de reparación es destinado a premios de las carreras; de que 2008 colectó 20% más en apuestas que 2007, y que en el cuatrimestre inicial de 2009 los ingresos por el rubro habían crecido 10% respecto a un año antes; de que en la última temporada participaron 17.000 ejemplares en San Isidro; de que Sudamérica produce 14% R E V I S T A D E L J O C K E Y C L U B - 9 carreras Bruno Quintana junto a los aprendices de la escuela de jockeys. de los caballos de turf, y que la Argentina, 7%, y la provincia bonaerense, 5,6%, de los sangre pura de carrera del planeta. Y también agradeció la silenciosa y dedicada labor de la comisión de carreras, encabezada por Emilio Dumais. Este último, por su parte, entregó una distinción a Jacinto Herrera, piloto peruano inactivo por un serio accidente y quien vibró hasta las lágrimas por el reconocimiento. Quien hoy también está sometido a un descanso forzado es el propio Jorge Ricardo, pero no por una caída, sino por algo que nadie espera: un linfoma. El nódulo, de bajo grado pero de urgente atención, pone una pausa en su andar arrollador por las pistas. “Hace dos años apareció esta enfermedad y la llevaba bien, pero se complicó y tengo que hacer quimioterapia. Es una dolencia en la sangre que puede afectar el sistema inmunológico. Por eso, tengo que hacer lo que menos quería, dejar de correr. Así no puedo seguir”, explicó en una conferencia de prensa. El reposo obligado es, además, un obstáculo en la lucha del brasileño con el canadiense Russell Baze por ser el jinete más veces vencedor de todos los tiempos, una puja que está cabeza a cabeza y que ahora lo encuentra mancado. Pero solo por un tiempo: “Tengo por delante otra carrera que voy a ganar, para volver a correr, tal vez, dentro de cuatro o cinco meses”, enunció en julio. Entonces, en busca del récord mundial, Ricardinho deberá antes ganar esa carrera, la más peligrosa: la de su vida. Una vida de victoria. Y así haría un formidable doblete, único. Como para asignarle un perpetuo Pellegrini del Año. Xavier Prieto Astigarraga 1 0 - R E V I S T A D E L J O C K E Y CÓmo tener al lado a Federer o Tiger Woods... Vaya paradoja: los jóvenes postulantes a jockeys tenían junto a sí a uno de los más grandes de la historia, al dueño del récord mundial de triunfos, y el que estaba emocionado, como tembloroso, era el consagrado, no aquellos que deberían anhelar ser como él. “Atrévanse a soñar como alguna vez soñó Ricardo”, exhortó Bruno Quintana a los chicos de la escuela de aprendices de San Isidro, vestidos con camisetas del Jockey Club. Quiso el Presidente que fueran los futuros pilotos quienes entregaran a Jorge Ricardo nada menos que el Pellegrini del Año. Un honor que deberían recordar por sus vidas si finalmente se dedicaran a esta ocupación. “Como eran chicos muy nuevos, no tienen dimensión de lo que fue. Con el tiempo irán dándose cuenta”, confió Héctor Libré, ex piloto y actual director de la escuela. “Ricardo estaba con una emoción sumamente importante como para dar una palabra a los chicos. Y ante las emociones las cabezas se nublan”, agregó, explicando por qué no hubo mensajes del crack a los que van a empezar su camino. Sí hubo un mensaje, enaltecedor para Libré, en la decisión de Quintana. “Tuvo en cuenta el enorme éxito de la escuela en cuanto a carreras corridas, carreras ganadas y chicos recibidos. Históricamente, las escuelas generan quince aprendices por año y le va bien a uno, a lo sumo dos. De nuestra escuela, les va bien a casi todos, y egresan cinco o seis por año. De veinticuatro graduados, siete ya son jockeys recibidos [120 triunfos], y además tienen casa y auto, y a otros dos o tres les faltan seis o siete victorias para completar las 120. Hay un trabajo importante y el Presidente ha visto como un homenaje que los chicos entregaran la estatuilla”, manifestó el director. Que mostró más de su orgullo: “Para mí la satisfacción fue muy grande. No solo los convocó el Presidente para entregar el premio, sino que además durante la ceremonia se pasó un video de la escuela, y él tuvo palabras de elogio. Fue muy gratificante; en el momento no es fácil llevarlo adelante. Quiero agradecer al presidente Quintana por tenernos en cuenta y a los chicos que están corriendo por la campaña que han hecho”. Una de las pocas frases de Jorge Ricardo en medio de su conmoción no fue dirigida específicamente a los alumnos de la escuela, pero bien pudo serlo: “Gracias a mis padres, que me guiaron y me enseñaron a ser como soy. No me creo más que nadie”. Toda una lección para los aspirantes a jockey por parte del más exitoso de todos, en el mundo y en la historia. C L U B JOCKEY CLUB R E V I S T A D E L J O C K E Y C L U B - 1 1 carreras Mayoría de edad, mayoría de espectáculo A punto de cumplir dieciocho años, el gran acontecimiento anual de la Fundación Equina Argentina ofreció en San Isidro seis grandes premios, un clásico, setenta y nueve caballos, una fortuna en premios y los mejores s. p. c. del país. S etenta y nueve animales (hubo apenas tres borrados) corrieron en esas siete justas en el hipódromo del Jockey Club el 27 de junio, con nada menos que 3.040.000 pesos en recompensas entre todas. Una suma gigante, casi tanto como la recaudación de ese sábado entero: 3.662.402 pesos. Tal es la categoría de esta crea- 1 2 - R E V I S T A D E L J O C K E Y ción de la Fundación Equina Argentina (F. E. Ar.) al estilo de la Breeder’s Cup estadounidense. De esas historias mencionadas al comienzo, la más larga es la de las Estrellas, que desarrolló su 19ª realización apenas dos días antes de cumplir los dieciocho años. Una mayoría relativa de edad posterior a una adolescencia que, como todas, tuvo sus vaivenes, pero que derivó en este presente auspicioso. El 29 de junio de 1991 se puso en marcha esta iniciativa de los principales criadores argentinos, y desde entonces creció en cantidad y en calidad hasta esta actualidad de tantos anotados (82) y tanto dinero en premios, al cual hay que agregar otro 10% para el cabañero de cada vencedor. También en las grandes jornadas sanisidrenses de Pellegrini-Anchorena-Álzaga Unzué y palermitanas de RepúblicaAméricas-Buenos Aires se reúnen los mejores de las tres distancias (kilómetro, milla y fondo), pero las Estrellas los congrega con más amplitud, y con el privilegio para hembras y productos de contar con sus propias competencias, salvo en la recta, donde este año todos fueron agrupados en una sola carrera, la Sprint. Que fue C L U B la primera de las seis grandes, después de que el clásico Provincias Argentinas (productos, 1200 metros, $80.000) abriera el programa con un triunfo de Beauty Vision y el jockey Jorge Ricardo. Con un tiempazo de 53’88/100, El Noi, un alazán tostado de cinco años que andaba merodeando la victoria, por fin la obtuvo en el Estrellas Sprint (todo caballo, 1000 metros, $240.000), relegando al calificado Qué Vida Buena al segundo lugar. Para Adrián Giannetti, de 22 años y jinete de El Noi, se trató de su segundo éxito en una competencia de grupo I y del debut ideal en las Estrellas; para Carlos Daniel Etchechoury, entrenador del escolta, era otra vez pegar en el poste en la serie de F. E. Ar., en la que había alcanzado tres conquistas. Pero Dany tendría desquite muy pronto. En el siguiente gran premio, el Estrellas Juvenile Fillies (potrancas, 1600 metros, $560.000) por la Copa Dr. Pedro C. Blaquier, su pupila True Passion, que en otra ocasión había corrido para favorecer a su compañera Leading the Way, esta vez lideró el camino por delante de esta última y ambas se alzaron con un 1-2 para el City Banker Fotos: cortesía hipódromo de San Isidro Carreras de las Estrellas stud-haras Orilla del Monte. Pablo Falero condujo a la primera. Y el jockey uruguayo no tardó en volver a festejar. Un gran premio más tarde, en el Estrellas Juvenile (potrillos de dos años, 1600 metros, $560.000) y por la copa Raúl Lottero, impuso a San Livinus, por delante de Bombón Suizo. Doblete para Falero, que así sumó su éxito nº 15 en Carreras de las Estrellas y se acercó a Jacinto Herrera, el peruano inactivo por un serio accidente y el único que lo aventaja en el historial, con 21 festejos. Y doblete, también, para Dany Etchechoury, quien con su hermano Carly (Juan Carlos h.), preparador de Bombón Suizo, registró un 1-2 para la familia. Pero Carlos Daniel fue incluso más allá. Y en qué prueba: el Estrellas Classic (todo caballo de tres años y más edad, 2000 metros, $960.000), por la Copa Escribano Hernán Ceriani Cernadas, era el núcleo, el plato fuerte, el número central de la nutrida reunión en San Isidro. Además de una recompensa de ¡600.000 pesos! a su campeón, ofrecía un choque múltiple de figuras. Era, ciertamente, como una pelea de fondo entre pesos pesados, pues estaban el ganador del último Polla de Potrillos (Mi Amiguito), el del Jockey Club (City Banker), el del República (Calidoscopio) y el del Pellegrini (Life of Victory); solo el del Nacional (Tecla Shiner, montado entonces por Giannetti y vencedor de City Banker) faltaba entre tanto vip (o “vih”, very important horse). Y casi como haciendo honor al escenario, se impuso el triunfador del Jockey. City Banker avanzaba junto a los palos en un desarrollo tranquilo; para encarar el último tramo se abrió, aceleró y llegó primero, sin apremios. ¿Quién lo condujo? Giannetti, el chico que de haber obtenido un solo cotejo de grupo I en su vida pasó a conquistar el doble en una sola tarde, la de –vale recordarlo– su debut en las Estrellas. Un personaje prominente se abrazó con el muchacho que empezó a correr en 2006, cuando aún la escuela de aprendices sanisidrense permanecía cerrada: Dany Etchechory. El cuidador que un rato antes, por haberle birlado Quintana en Qatar Bruno Quintana hace entrega del premio Jockey Club Argentino, instituido por el Racing and Equestrian Club de Qatar, en oportunidad de su visita a Doha en el mes de marzo, especialmente invitado por S.A.R. el Emir Sheikh Hamad Bin Khalifa Al-Thani. Giannetti la victoria en el Sprint, quería “matarlo”, ahora celebraba con el joven al que había dado una oportunidad en sus comienzos y a quien debía una gran monta en un gran compromiso. Y vaya si ambos cumplieron, mutuamente. El éxito más holgado de la tarde fue el de Ollagua, que arrolló al resto en el Estrellas Distaff (yeguas, 2000 metros, $320.000). A la alazana le faltó la que aparecía como su gran adversaria, porque la inscripta Cayaya faltó al mano a mano. Y entonces Francisco Corrales no afrontó mucha resistencia para llevar al primer puesto a Ollagua: ni siquiera le aplicó la fusta. De izq. a der.: Santiago Martínez de Hoz, Carlos D. Etchechoury y Juan Garat. Más abajo, el jockey de City Banker, Adrián M. Giannetti. La última de las pruebas jerárquicas, Estrellas Mile (todo caballo de tres años y más edad, 1600 metros, $320.000), exhibió el oportunismo de Jorge Ricardo para hacer ganar a Snapy Halo, usufructuando el desgaste ajeno por el entrevero de punteros que se había dado durante el desarrollo. Por ende, el jinete brasileño abrió y cerró triunfal la sucesión de siete competencias salientes, y nuevamente festejaban los Etchechoury, con otro 1-2. Claro que esta vez con el orden invertido: el más contento era Carly, con su hermano atrás por la segunda posición de New Killer (montado por Giannetti). “Corrieron las estrellas, ganó el turf”, sostiene www.hipodromosanisidro.com. ar. Tal cual, pues en esta 19ª serie brillaron enormes figuras de la hípica nacional. Como City Banker, uno de los caballos más importantes del momento. Como Falero y Ricardo, dueños de dobletes, además de ser los únicos que participaron en las siete pruebas. Como los Etchechoury, que se adjudicaron cuatro de los seis grandes premios. Como Dany, sobre todo, triunfador en tres –y consecutivos– y quien en una sola tarde igualó su marca previa de victorias estelares, amén de haber puesto esta vez diez ejemplares en las gateras. Carlos Daniel Etchechoury empezó a entrenar sangre pura de carrera el año anterior (1990) al del nacimiento de las Estrellas y está en su mejor momento. Al parecer, fueron tiempos de buena siembra en el turf local: la serie de F. E. Ar., dos días antes de cumplir los dieciocho, entregó una de sus mejores versiones. De ser una persona, le habría faltado un día para sufragar en la elección nacional legislativa del domingo 28. De ser persona, habría sido un buen candidato en la votación, por éxito, proyección y pujanza. Xavier Prieto Astigarraga R E V I S T A D E L J O C K E Y C L U B - 1 3 GOLF LA COPA JOCKEY CLUB Manuel Vidal Aleman Manuel Vidal Aleman, habitual protagonista en los torneos grandes, se consagró entre los scratch al batir a Gastón Morgan, defensor del título en el tradicional torneo medal play. 1 4 - R E V I S T A D E L J O C K E Y P odría decirse que Manuel Vidal Aleman es un producto genuino del Club: con 32 años, conoce a la perfección cada secreto de las canchas Azul y Colorada. Y lo mejor de todo es que sabe tomarle el ritmo a los torneos más importantes del calendario. Con la Copa Jockey Club, la que se adjudicó en junio de este año, tiene un idilio especial: “Me divierte, porque es uno de los pocos medals que se juegan a 54 hoyos”, dice. Más allá de sus repetidos logros en diferentes certámenes, Manuel está decidido a seguir agregando mojones importantes a su trayectoria como C L U B scratch. Esta vez, en la realización 2009 de la Copa, totalizó 208 golpes y aventajó por ocho a Gastón Morgan, que era el defensor del título y con 20 años ya obtuvo la Triple Corona (este certamen, el Campeonato del Club y la Copa Juárez Celman). Vidal Aleman jugó muy bien la primera vuelta en la Azul, donde anotó 67, pero no dejó de atravesar complicaciones, como en el 15. “En ese hoyo pagué con doble bogey; la dejé enterrada en el bunker y la saqué mal”, cuenta. A aquel error le sumó un bogey, pero adornó el primer recorrido con 8 birdies, en definitiva la base que lo encaminó al triunfo. Cortesía Santiago Herrera Con el envión de la experiencia Fotos: ARM Arturo S. Dubourg Luego de la finalización de la segunda vuelta, en la que empleó 71 golpes, el ganador había quedado con una luz de ventaja sobre Hernán Dubourg, que venía empujando desde atrás en el leaderboard y que también posee un rico currículum de éxitos internos. El último día, Vidal Aleman empezó a estirar la ventaja desde temprano: se perfiló con birdies en el 1 y en el 2, mientras que Dubourg se estancó en el arranque con bogey-par. La regularidad y la paciencia, pero fundamentalmente su buen toque en el green, lo condujeron a la sólida victoria, como sucedió en 2007 en el mismo certamen. “Por suerte aproveché una rachita de cuatro semanas en la que mostré un gran rendimiento con el approach y putt”, cuenta Manuel, que ofrece algún ejemplo: “Me acuerdo del putt para lograr aquel birdie en el uno de la última vuelta; eran unos seis metros con caída de izquierda a derecha y con la bandera al fondo. Menos mal que lo metí”. Vidal Aleman, que comenzó a jugar en el Club desde muy joven, es scratch desde los 17 y siempre busca los caminos más apropiados para mejorar su juego, un aprendizaje que en el golf nunca se termina. “Ahora estoy practicando bastante en Nordelta, que tiene agua por todos lados y te hace rendir bajo constante presión. Errás un tiro y lo pagás muy caro. Es por eso que cuando vuelvo al Club juego con mayor confianza, sabiendo que las dificultades de la cancha son distintas, no tan crueles”. Su alegría en la Copa Jockey Club fue doble, porque su score de 208 le alcanzó también para consagrarse en la categoría de 0-9, con 5 golpes de ventaja respecto de Martín Hope. Entre los de 10 a 12, la satisfacción del triunfo quedó para Arturo Dubourg (11 de hándicap), que con 209 se impuso por 5 a Ricardo Foster. Al ganador, de 21 años, este torneo lo sorprendió en una nueva categoría, ya que semanas atrás todavía se desempeñaba en la de 13-17. “Justo bajé de hándicap”, avisa Arturo, que trató de adaptarse enseguida a una escala de hándicaps mucho más exigente: “Tenés que tener menos errores, ser más preciso, lo noté enseguida”, comenta. Luego de dos vueltas de 66 y 69, Dubourg comenzó la última con un colchón de 5 golpes de ventaja. Parecía que el título estaba al alcance de sus manos, pero la tranquilidad se le diluyó enseguida: “Jugué muy tensionado y perdí la confianza en los primeros 9 hoyos. No encontraba la naturalidad en los golpes, más que nada con los hierros. Había extraviado la fluidez en el swing y ese primer tramo del último día fue catastrófico, al punto que marchaba +11 al 9 y estaba con el hándicap agotado”. Arturo se con- venció de que, sí o sí, debía sacar pares en el resto del recorrido: “Si no, se me escapaba el título, era muy claro. Veía que Foster se me arrimaba cada vez más. En el hoyo 16 me enteré de que Ricardo había cometido dos dobles bogeys y ahí me acomodé un poco. La verdad es que para mí hubiese sido feo perder de esa manera, con la desesperación de estar fallando una y otra vez”. Arturo es apenas un veinteañero, tiene mucho por delante en el golf. Pero si algo aprendió después de esta experiencia es a saber abstraerse del entorno y buscar la concentración adecuada. “Lo que me pasó se lo adjudico a los nervios. Todo el mundo me decía ‘ya ganaste, ya ganaste’, pero en este deporte no se gana hasta que completás el 18. A veces es mejor no escuchar a nadie”. El éxito de Jorge Bosch en la de 13-17 fue el más increíble y apretado entre todas las categorías. Con un total de 206 golpes, superó por apenas uno a Rodrigo Garat. Más que jugarlas, el ganador disfrutó de las dos primeras vueltas, con scores netos de 69 y 60: “Pegué muy largo, con drives derechos al fairway de 270 o 280 yardas promedio. Todos los par 5 se me convertían en par 4. No sé, jugué con una tranquilidad que pocas veces tuve. Se dieron las condiciones para que aflorara el golf que siento dentro de mí”, R E V I S T A D E L J O C K E Y C L U B - 1 5 Fotos: ARM GOLF Jorge Bosch comenta Bosch, que en la última jornada se encontró con la inmejorable oportunidad de ganar al disponer de ¡12! golpes de ventaja. Pero todo cambió a partir de allí: su declive se combinó con la impresionante arremetida de Garat. “Con la presión del último día no podía levantar la pelota del fairway”, confiesa Bosch, autor de un tercer giro de 77 golpes, la contracara de los primeros 36 hoyos. Al menos, consiguió cierta estabilidad con pares en los últimos tres hoyos, pero aun así pensó que perdería en manos de su perseguidor. Lo concreto es que a Garat le bastaba con un bogey para imponerse y sucedió lo impensado: salió con el driver y pegó un gancho a la izquierda. La tuvo que sacar a buena, en el tercer tiro la dejó a cuatro metros del hoyo y a continuación se tomó tres putts. El doble bogey le entregó la victoria en bandeja a Bosch, que por fin respiró aliviado. “Pocas veces había estado en situación de ganar. Casi me pasa lo que le sucedió a Greg Norman contra Nick Faldo en aquel Masters de Augusta de 1996”. Inmediatamente después de la consagración, a Bosch le bajaron su hándicap de 14 a 10, una modificación sustancial. Lucas Álvarez Bayón dominó en la categoría de 18-24. Fue otro éxito estrecho, en este caso con dos golpes de diferencia sobre Francisco de Ezcurra, 1 6 - R E V I S T A D E L J O C K E Y que totalizó 207. El campeón atravesó las mismas contingencias que Dubourg y Bosch en sus respectivas competencias: a un comienzo espectacular le siguieron unos últimos 18 hoyos para el sufrimiento. “El trayecto de vuelta del día final fue directamente un calvario”, reconoce Álvarez Bayón, que agrega: “Entré a jugar mal, perdí la línea de juego en las salidas, en los tiros de approach y sobre el green. Sinceramente, el segundo tramo de la Colorada me tiene de hijo. Ojalá que este déficit se me pase pronto”. Sin embargo, más allá del bajón, Lucas rescató una virtud que le otorga una suerte de protección cada vez que afronta un certamen: “Me mentalizo que se trata de un torneo largo y que un mal hoyo no me puede hacer perder la cabeza. Busco que los errores me afecten lo menos posible. Aparte, suelo arrancar muy bien, lo que me permite tener un margen mayor para la definición. El primer día en la Azul, por ejemplo, hice la mejor vuelta de mi vida”. Al tee del hoyo 18, Álvarez Bayón sabía que debía administrar la diferencia. De Ezcurra, el escolta, necesitaba un birdie para emparejar las cosas. Finalmente, a Lucas le fue suficiente un bogey para coronarse entre sus pares. En la última categoría, la de 25-36, el C L U B protagonismo lo acaparó Rafael Casado Marín, que concluyó con 206 golpes, 6 de distancia en relación con Nicanor Moreno Prieto. Se trató del primer triunfo para Rafael, de 36 de hándicap: “Mis antecedentes son bastantes cortitos y poco deportivos. Estando casi retirado retomé el golf, en gran medida alentado por mis amigos. Considero que es un deporte estresante, pero por otro lado relajante cuando se dan este tipo de triunfos”. En noviembre del año pasado, Casado Marín logró un hoyo en uno en el par 3 del 5, de 102 yardas. Le pegó con un hierro 8 y sintió que lo acompañó un ángel aparte cuando vio que la pelota picó en el green, retrocedió 20 centímetros y se metió. “Ese hoyo en uno fue un gran incentivo, le puse garra y entusiasmo al golf, más allá de que después hubo que remar y no resultó fácil”. La mayor enseñanza que le dejó su triunfo en la Copa Jockey Club fue la manera de focalizarse: “Aprendí la importancia de la concentración. No soy competitivo con los demás, sino conmigo mismo. A diferencia de un amistoso, en un torneo te concentrás naturalmente y te fijás un objetivo. Afortunadamente lo conseguí, también con la ayuda de mi caddie, que me respaldó en los momentos decisivos. Por eso disfruté de mi primera conquista”. Gastón Saiz resultados Cat. Scratch: Manuel Vidal Aleman Cat. 0 a 9: Manuel Vidal Aleman Veteranos: Daniel Benvenuto Cat. 10 a 12: Arturo S. Dubourg Veteranos: Hugo Papini Cat. 13 a 17: Jorge Bosch Veteranos: Ricardo Zuberbhüler Anchorena Cat. 18 a 24: Lucas Álvarez Bayón Veteranos: Alberto Huergo Cat. 25 a 36: Rafael Casado Marín Veteranos: Rafael Casado Marín JOCKEY CLUB GOLF LAS COPAS SENIORS 2009 Diferentes maneras de ganar Rómulo Zemborain arrolló en la Copa Benjamín García Victorica, Carlos Cavanagh tuvo un final apretado en la Allister Mackenzie, mientras que Sebastián Paz dio vuelta el marcador para llevarse el trofeo de la Jorge Ledesma. 1 8 - R E V I S T A D E L J O C K E Y Rómulo Zemborain C L U B Cortesía Rómulo Zemborain L os jugadores profesionales suelen esperar ansiosos “su semana”, esos siete días mágicos que inspiran especialmente y que conducen de manera irremediable hacia el éxito. Rómulo Zemborain también tuvo su semana en el mes de marzo y se impuso con llamativa contundencia en el draw final de la Copa Benjamín García Victorica (mayores de 65 años). En la primera rueda dejó en el camino a Belisario Gache Pirán por 5/4, en las semifinales batió a Luis Monsegur por 5/3, mientras que en el match play decisivo dio cuenta de Carlos Mackinlay con un impactante 10/8. Solo basta con observar los marcadores para entender su tan sólida marcha. “Sinceramente, hacía tiempo que no jugaba tan bien. Frente a Mackinlay gané 10 hoyos seguidos y terminé con par en la ida”, reconoce el ex presidente de la Asociación Argentina de Golf, de 75 años. Zemborain se refirió a sus características como jugador: “El drive siempre fue mi mejor golpe y en esta copa pude sacar provecho de las salidas. Pegué fuerte y con buena dirección, pero también respondieron las otras facetas del juego. Incluso el putter, un palo que históricamente me ha causado dificultades, pese a las continuas pruebas de ensayo y error”. Conocido en el ambiente golfístico como Romy, fue campeón del Club en Hurlingham y se divierte en las canchas Azul y Colorada del Jockey Club desde hace cinco años. “Acostumbro jugar sábados y domingos en el Club y tiro pelotas los viernes en Villa Adelina”, comenta, y agrega: “Cuando compito, me siento más cómodo en los match play, pero juego ante rivales que conoz- Cortesía Carlos Cavanagh Cortesía Santiago Herrera Carlos Cavanagh. Sebastián Paz. co desde hace muchísimos años y paso momentos muy agradables”. Por su parte, el triunfo de Carlos Cavanagh en la Copa Allister Mackenzie (de 55 a 64 años) se dio tras un desenlace mucho más parejo, ya que batió en la final a Ronaldo Gunn recién en el hoyo 19. Vale detenerse en ese último duelo: disputado el hoyo 7, Cavanagh ya estaba 4up, aunque con un muy buen nivel de ambos contrincantes. Una suma de errores del líder igualó el marcador en el hoyo 15 y ahí empezó otro partido. Lo cuenta el propio ganador: “En el 16 volví a ponerme arriba gracias a un par contra bogey de Ronaldo. En el 17 llegamos los dos al green con muy buenos tiros, pero me tomé tres putts y otra vez quedamos empatados. Y en el 18 tuve la manito de Dios: me pasé del green, hice un buen approach y después emboqué un putt de cuatro metros para par”. Cualquier cosa que sucediera a partir de allí iba a estar bien, según Cavanagh: “Me da bronca cuando juego mal y me ganan, pero este no fue el caso, porque me sentí muy bien y creo que rendí como quería”. El éxito llegó tras los errores de Gunn en el green del hoyo definitorio, donde concluyó con un bogey contra par de Cavanagh, que señala: “Pensé que el ganador iba a ser él, porque tie- ne más experiencia. Cuando mirás el auto del otro, siempre te parece mejor. Lo más importante es que con Ronaldo la pasé muy bien, estuvimos charlando a lo largo de todo el match”. Los triunfos ante Edgardo Martínez (1up) y Alberto Loizaga (5 y 3) habían catapultado al campeón hacia el partido final. De esta manera, Cavanagh, que llegó a participar en el Abierto de la República de 1994 como amateur, se desquitó de la Copa Allister Mackenzie de 2007, en la que había concluido segundo. Finalmente, Sebastián Paz inscribió su nombre con letras doradas en la Copa Jorge Ledesma, reservada para jugadores de entre 40 y 54 años. Había arribado al último choque frente a Martín Soto Acébal con el antecedente inmediato de un “partidazo”, tal como calificó el match semifinal ante Alberto Becerra (h.), a quien venció por 5 y 3. A la hora de la definición del título, las condiciones cambiaron por completo: apareció el viento cruzado, las salidas se pegaron desde varios metros atrás y mucha gente se acercó a observar. “Esta es una categoría en la que puede ganar cualquiera, es muy pareja y con muy buenos jugadores. Esto fue lo que sentí también en la final”, apunta Paz, que luego del hoyo 9 marchaba uno abajo. Después llegó la reacción: se llevó consecutivamente el 11 y el 12 y dio vuelta el marcador. En el 15 estiró la diferencia a dos, que se mantendría hasta el final para imponerse 2 y 1: “En ese par 5 pude hacer un buen birdie, porque tiré con un pitch desde 130 metros y la dejé a una distancia de dos metros”. En el 16 y el 17 Un nuevo reconocimiento a la cancha Colorada. aparecieron las inseguridades en ambos. “Los dos estábamos nerviosos –confirma Paz–, la muestra está en que anotamos bogeys en esos dos hoyos”. Aunque no fue un cierre a toda orquesta, Sebastián celebró el título tras ese último tropiezo en el 17: “En el transcurso del año, entre nosotros somos de jugar muchos torneos match play. Organizamos minipollas y también viajamos al interior para disputar certámenes. Como mencioné antes, la categoría está muy competitiva y me impulsa a seguir jugando”. Gastón Saiz resultados Copa Jorge C. Ledesma (Campeonato del Club Preseniors) Campeón: Paz Sebastián Finalista: Soto Acébal Martín Copa Allister Mackenzie (Campeonato del Club Seniors) Campeón: Cavanagh Carlos Finalista: Gunn Ronaldo Copa BenjamÍn GarcÍa Victorica (Campeonato del Club Superseniors) Campeón: Zemborain Rómulo Finalista: Mackinlay Carlos R E V I S T A D E L J O C K E Y C L U B - 1 9 GOLF Foto: cortesía Santiago Herrera Fotos: cortesía Horacio Damianovich Miradas desde el golf 2 0 - R E V I S T A D E L J O C K E Y C L U B JOCKEY CLUB polo Un escenario con importantes mejoras Para disfrutar el polo 2 2 - R E V I S T A D E L J O C K E Y Cortesía Horacio Damianovich L os jugadores de nuestro Club han procurado en los últimos años mantener y mejorar las instalaciones del sector sin perder de vista la historia y el perfil de la institución. Como resultado de ello, hicieron mejoras en el estado, nivelado y arenado de las canchas, cambio de tablas, palenques y maquinarias, así como construcción y arreglos en las caballerizas, oficinas, quincho y en otros rubros que contribuyen al bienestar general, de acuerdo con el arancel que se abona. El momento que vive el polo en nuestro país y en el mundo, la rica historia del Club y el privilegio de su ubicación geográfica impulsaron a esta comisión a buscar los recursos necesarios para comenzar a construir tribunas en su cancha principal. Nuevamente los polistas y la organización de algunos eventos hicieron posible encarar el proyecto. Así fue que en el mes de mayo se dio comienzo a la construcción de tribunas acordes a la jerarquía de un escenario como es la Cancha 1, sobre la avenida Márquez. Luego de un previo análisis sobre la mejor ubicación para llevar a cabo el proyecto, se resolvió hacerlo sobre los linderos a la cancha Colorada de golf. Aspecto de la nueva tribuna. Si bien dicha ubicación cuenta con el inconveniente de que el sol se torna molesto pasadas las 17, ello será evitado con el techado correspondiente y podrán aprovecharse ciertas ventajas: 1) mayor espacio físico; 2) mejor forestación; 3) se evita el movimiento vehicular por las cabeceras de las canchas; 4) durante la temporada, los partidos y prácticas son por la mañana y el mediodía. Nuestro objetivo es que todos los sábados y domingos, a partir de las 12, se pueda disfrutar de un día de polo. Se informará en cartelera a los jugadores en cada oportunidad, y se izará la ban- C L U B dera del Jockey Club desde temprano a fin de que todos los socios adviertan que pueden presenciar un buen partido de polo y, además, utilizar el bar que se ha construido al efecto. La historia del polo, como es sabido, se inició en los clubes del interior con la convocatoria de sus socios y vecinos amantes de este deporte, quienes concurrían en familia a presenciar y disfrutar del tradicional juego ecuestre. Ese mismo sentimiento es el que anima hoy a la Comisión de Polo del Jockey Club. Esc. Guillermo Álvarez Fourcade JOCKEY CLUB campo de deportes COPA 25 DE MAYO Fotos: cortesía Campo de Deportes El fútbol, una excusa para estrechar lazos La Copa 25 de Mayo, cuadrangular que convocó al Jockey Club de Rosario y a dos clubes uruguayos, fue un éxito deportivo y social. A lgo cambió en el Campo de Deportes el 23 y el 24 de mayo. Ese fin de semana se organizó en San Isidro el primer cuadrangular internacional de fútbol, en el que participó la categoría de socios mayores de 40 años. Esta cita imperdible se denominó Copa 25 de 2 4 - R E V I S T A D E L J O C K E Y Mayo y convocó a dos destacados equipos de Uruguay, Woodlands y Stella Maris College Christian Brothers, y a nuestros amigos del Jockey Club de Rosario. El pronóstico no era alentador para aquel fin de semana porque estaban previstas lluvias torrenciales. Por el contrario, el sol brilló a pleno, hasta con un calor anormal para esa época del año, por lo que las condiciones climáticas estuvieron a tono con la calidez que matizó toda la reunión deportiva. Como ejemplo del aire de amistad y diversión que se respiró durante ambos días, no se registraron expulsiones ni lesiones de importancia; mucho menos juego desleal. Claro que siempre hubo ganas de ganar cada encuentro, como en cualquier certamen, pero prevalecieron los graciosos comen- C L U B Marcos Roca, Peter Laurence y Santiago Martel con los capitanes invitados. tarios por parte de las hinchadas y de los respectivos bancos suplentes. Las bromas también circularon en el mismo campo de juego, sin alterar el respeto y la confraternidad entre los participantes. Otra muestra de la buena onda que reinó en aquellas jornadas tan especiales fue el asado con el que se agasajó a las Los equipos invitados y locales. delegaciones invitadas, el sábado por la noche, en el que no faltaron las cargadas y los buenos chistes por los desempeños en la cancha. Durante los postres, luego de breves palabras de los representantes de cada uno de los equipos, se armó un cierre con una espectacular guitarreada uruguaya, acompañada por un coro de muchos y espontáneos cantantes sin distinción de camisetas. Después de los dos primeros partidos del sábado –se jugaron dos tiempos de veinte minutos cada uno–, el domingo fue un día de definiciones. Los jugadores estuvieron puntualmente en la cancha para iniciar la jornada final y los resultados coronaron como campeón a nuestro Jockey Club, mientras que Stella Maris se llevó la copa de subcampeón, seguidos por Woodlands y el Jockey Club de Rosario. Al finalizar, ya pasado el mediodía, se ofreció el tradicional tercer tiempo en la terraza del bar Rincón de Fútbol, donde hubo intercambio de presentes entre los clubes, palabras de agradecimiento y entrega de las copas respectivas en un podio armado en el lugar. Unas horas más se extendió la amena e integradora charla entre los animadores del torneo, con una buena cuota del humor rosarino, hasta que cada grupo de invitados emprendió el viaje de regreso. Quedó una sensación gratificante: recibimos a los deportistas del Jockey Confraternidad y buen fútbol. de Rosario y de dos equipos uruguayos y despedimos a tres conjuntos amigos, a los que sin duda volveremos a ver en nuestro Club, en Fisherton, en Montevideo, en Punta del Este o en donde la amistad y el fútbol nos convoquen. Fútbol local Mientras tanto, en el nivel local, los torneos internos siguieron su intensa actividad con la participación de socios e hijos. Entre los Menores, concluida la Copa Otoño en la categoría C, el campeón fue La Coruña y el subcampeón, Real Madrid. El título de goleador quedó para Diego S. Pereyra Iraola. En la D, se entabla un mano a mano apasionante entre Milan y Nápoli, los equipos que puntean el campeonato, y hasta aquí el máximo artillero es Carlos M. de Estrada. En la E, Cruzeiro no le da tregua a Fluminense y lo persigue a solo un punto. El que más festejó en la red fue Richard Willmott. La categoría F muestra a Arsenal como un cómodo líder, seguido por Chelsea y Liverpool. ¿El goleador? Rodrigo Mansilla. La historia de los Juveniles pasa por el dominio de Yupanqui y Douglas, que se disputan la vanguardia en la categoría A, secundados a cinco unidades por Piola Vago y By-Pass. Agustín Tronconi es quien figura al tope de la tabla de anotadores. En la categoría B, Gloria y Fiesta aventaja por tres puntos a Caos, mientras que el goleador es Marcos Fondona. R E V I S T A D E L J O C K E Y C L U B - 2 5 campo de deportes Símbolos de confraternidad. El equipo local. Los chicos de la escuelita. Los Mayores exhiben a Mónaco en lo más alto de las posiciones, con Chicago como escolta. Patricio T. Amespil es el “Martín Palermo” de la categoría. Entre los Veteranos aparece Picapiedras como el monarca, mientras que San Ba y Aves Negras son los segundos. El goleador es Alejandro Oyuela. Y Barza es el puntero provisional en Veteranos Seniors, a un punto de Champagnat. Por ahora, Esteban L. Daneri grita más goles que cualquier otro jugador en esta categoría. 2 6 - R E V I S T A D E L J O C K E Y Otras actividades En el hockey sobre césped, las chicas son las grandes protagonistas. En esta saludable iniciativa de medirse con entidades amigas, que ya lleva un tiempo de aplicación, se jugaron varios encuentros con Hindú, Prada, Hacoaj, Saint Catherine’s, Olivos y Ciudad de Buenos Aires. Al cierre de esta edición se determinaba una fecha para participar, en el Jockey Club de Rosario, de una nueva edición de la Copa Amistad. Cabe recor- C L U B dar que esta cita se desarrolla en Rosario y en San Isidro en forma alternada. Lo que sí está confirmado es la realización en octubre próximo de la Copa Carlos Casal, donde actuarán el CASI, el SIC e Hindú. El boxeo también tuvo su espacio en este último período: en la tarde del 6 de junio se realizó una exhibición en el gimnasio cubierto del sector Cadetes. Se presentaron, junto con alumnos de sus escuelas, los boxeadores Marcelo Domínguez (ex campeón del mundo), Ricardo “Kojak” Silva (ex campeón argentino y sudamericano) y Pedro Franco. Se apreció un gran desempeño del profesor de box del Campo de Deportes, Alberto Gabriel Maciel. Actuaron en el evento socios del Club que practican la actividad y tuvieron así la chance de combatir entre ellos y contra el ex campeón mundial. Hubo combates entre los alumnos de las distintas escuelas y se mostró la técnica de aprendizaje en alumnos de 12, 13, 14 y 15 años. Más de 200 personas siguieron las enseñanzas con gran entusiasmo. En el tenis de menores ya comenzó el desfile de campeones. En el single masculino de Preinfantiles (nacidos en 1999), el primer puesto quedó para Martín Estevarena, quien superó en el partido decisivo a Balthazar Gravier. Además, en el single de varones de Infantiles (1997 y 1998) se impuso Tomás Herbín, que venció en la final a Benjamín Herbín. Y estaban a punto de conocerse los ganadores de Mayores. En otro orden, si el nuevo gimna- ¿Cuna de futuras profesionales ? Mario Seeber en la práctica con Marcelo Domínguez. Marcelo Domínguez, Mario Seeber, Emilio Massera, Alberto Maciel, Tobías Peter Laurence, Eduardo Arias, Santiago Martel y Pedro Franco Maschwitz. sio fue motivo de satisfacción el día de su inauguración, el 4 de abril pasado, lo es más ahora que está en pleno funcionamiento. La gran concurrencia demuestra el acierto de haber levantado esta gran obra para los socios y familiares. Es un gran espacio de última generación con cinco cintas aeróbicas, cuatro bicicletas fijas, más de veinte máquinas para distintos ejercicios y accesorios diversos. A su vez, continuó el proyecto del estudio Thays para embellecer el Campo de Deportes: para ello se reubicaron plan- tas en procura de más funcionalidad y desarrollo de la vegetación alrededor del complejo. Por otra parte, se mejoró el acceso a las canchas de tenis del sector Cadetes, como para que la casa del Club en San Isidro luzca cada día mejor. R E V I S T A D E L J O C K E Y Gastón Saiz C L U B - 2 7 sede social squash El guerrero de las cuatro paredes Fotos: cortesía Javier Crespo Javier Crespo defendió los colores del Club durante casi treinta años; hoy, sigue actuando en la primera división y quiere volver a jugar Interclubes al mejor nivel. Foto: ARM Festejando una victoria. Javier Crespo J avier Crespo siempre le dijo que sí al squash. Hace 35 años firmó un pacto de fuego con una disciplina de gran arraigo en el Club, y desde entonces moldeó su estirpe de luchador entre esas cuatro paredes. Acumuló copas, participó en grandes hitos del Jockey Club y hoy, a los 51 años, entiende que todavía tiene más para darle a este deporte. Así, es el jugador más veterano en el grupo de destacados de primera división junto con Diego Estevarena, Santiago de Estrada y Juan José Boote. “Sigo jugando por el placer de com- 2 8 - R E V I S T A D E L J O C K E Y partir con gente amiga, sobre todo en los Interclubes. Hace veintipico de años que formo parte de este tipo de torneos y logré una afinidad muy cercana con jugadores de otras entidades. Más que rivales, son amigos”, comenta Crespo, que se crió deportivamente en el ámbito del rugby –jugó en la Intermedia del SIC y en la Primera de San Andrés– y además es amante del fútbol en todas sus modalidades. A los 14 años empezó a aprender los secretos del squash de la mano de su padre, Raúl Máximo, alentado asimismo por su hermano mayor, Martín, C L U B con quien hasta hoy protagoniza duelos memorables. “Hemos tenido guerras infernales con Martín; eso siempre me mantuvo el espíritu. En los comienzos me ganaba, pero ahora tengo más premios que él en el Club”, bromea Javier, sin perder su humildad. Reconoce no haber seguido modelos, pero sí le prestó atención a algunos guías que dejaron una huella en su carrera dentro del squash. Uno de ellos fue Juan Facio, campeón argentino. “Juan siempre me decía: ‘¡Corré la pelota aunque sepas que va a picar dos veces. Corré igual!’. Y yo le respondía: ‘¡Pero si no llego!’. Con el tiempo, me convencí de que uno también puede levantar pelotas que parecen imposibles. Es creer que vas a llegar”. Desde sus comienzos, Crespo sacó provecho de su potencia corporal. Se perfiló como un jugador muy vehemente, de un juego muy físico y con una habilidad que fue descubrien- Con Juan Facio, maestro y amigo. do con los años. “En mis mejores épocas, contaba con una cabeza y un estado físico que me permitían mantener un partido durante horas sin derrumbarme anímicamente. Este es un deporte en donde te quebrás en el aspecto físico o en el mental. Mi poder fundamental siempre estuvo en la capacidad de no entregarme, en buena medida por las enseñanzas de Juan”. Capitalizó para sí, además, otro de los factores clave del squash: la optimización del recorrido en el perímetro de la cancha. “Con los años aprendí a caminarla. Es decir, estar bien parado para correr menos y ahorrar energías. El secreto es saber estirarte para llegar bien a la pelota. Veo a jóvenes que corren hasta la posición de la pelota y muchas veces se la llevan por delante, lo que les impide hacer un buen tiro. En cambio, cuando llegás bien afirmado, contás con el tiempo mental para evaluar y decir: ¿Qué hago? ¿Dos paredes o tiro la paralela?”. Atesora como una vivencia imborrable el título de Interclubes de 2004, que consiguió junto con Diego Estevarena y Juanjo Boote tras vencer a CUBA en Belgrano Athletic. “Dejamos en el camino a equipos muy buenos, entre ellos al Club “Pujol nos ayudó a todos a mejorar” Javier Crespo hizo una mención especial de Diego Pujol, el canchero que se desempeña en el Club desde hace casi cuatro décadas. “Diego fue uno de los generadores de los grandes equipos que tuvo el Jockey. Es una excelente persona, un gran amigo que nos ayudó a todos a mejorar. Es él quien se ocupa de organizar los partidos, de conseguirte a alguien capaz de venir inmediatamente para que se armen partidos y que sean parejos. Los sábados y los domingos el Club no da abasto, todo gracias a las gestiones de Diego. Aparte, como profesional, él disfrutó de logros muy relevantes fuera de nuestra institución. Es un tipo muy querido dentro del Club, que en definitiva es lo más importante de todo”. de Squash, que venía de seis años como invicto”, rememora Javier. También cita algunos momentos deportivos dolorosos, como la vez que cayó ante Miguel Alonso, de Ciudad de Buenos Aires: “Yo estaba 2-0 arriba y le iba ganando 14-10 en el tercero. Miguel me empató 14 iguales; jugamos a 17 y me coloqué 16-14, pero terminé perdiendo 17-16, para que luego el partido se me escapase 3-2. Ahí ‘morí’ física y anímicamente. Por suerte, después tuve un desquite en una semifinal contra él, donde me propuse no caerme y lo superé 3-1. Pero siempre en un clima de camaradería”. El recuerdo más remoto de Crespo en el squash retrocede hasta sus 16 años. En su temporada inaugural en el Jockey Club, arribó a la primera final interna. “Me tocó enfrentarme con Alejandro Giustiniano. Me habían ido a ver todos mis amigos, incluso estaba Eduardo Maschwitz, otro de los grandes representantes de este juego. Pero perdí y es el día de hoy que Eduardo me sigue cargando por aquella derrota”. Para Javier, 2009 se trata de un año atípico, ya que intervino en menos fechas de Interclubes que las habituales. Por otros compromisos, su aporte disminuyó respecto de la veintena de temporadas en las que defendió los colores del Club. En la actualidad, el equipo está formado principalmente por Santiago de Estrada, Javier Puiggari y Facundo de la Torre. Sin embargo, se promete un próximo regreso al más alto rendimiento posible. “Me voy a volver a enganchar, creo que tengo en el squash para tres o cuatro años más. Este es un deporte que, en el nivel competitivo en que lo quiero jugar yo, ofrece un margen más acotado”. Enseguida pone el ejemplo de los más veteranos: “Hay gente en el Club que tiene 80 años y sigue jugando. Si a esa edad conseguiste correr dos pelotas sos un crack. Yo los admiro: tienen una voluntad de hierro y entran a la cancha solo por el placer de transpirar un poco. Para mí, eso es todo un éxito”. Gastón Saiz R E V I S T A D E L J O C K E Y C L U B - 2 9 sede social snooker Sueños de una nueva generación Fotos: ARM Agustín Daza y Tomás Condomí Alcorta, de 28 y 29 años respectivamente, representan la camada dispuesta a desbancar a los campeones de hoy, como Carlos Ibarra. Agustín Daza en acción. Agustín Daza y Tomás Condomí Alcorta: nuevas generaciones en el sector. E l snooker se suma a las disciplinas del Jockey Club que en los últimos años se vieron fortalecidas por el empuje de los jóvenes. Carlos Ibarra, actual campeón y de hándicap -50, se mantiene como el líder indiscutido, pero detrás de él y de sus contemporáneos asoma una generación dispuesta a plantar bandera. Son aquellos socios pertenecientes a la franja entre los 26 y los 40 años que se hicieron un lugar alrededor de los impecables paños del cuarto piso. Llegaron por su práctica, por observar con ojo clínico el desempeño de los experimentados. Y también, cómo no, por su sagacidad para encontrar el mejor camino hacia las boladas, la llave del éxito de este atrapante juego. Entre los más destacados de la nueva camada aparecen Agustín Daza, de 28 años, y Tomás Condomí Alcorta, de 29, que se acercaron a la sala casi al mis- 3 0 - R E V I S T A D E L J O C K E Y mo tiempo. Los más veteranos ya los ven como una amenaza, y no es para menos: con su buena técnica demostraron que dominan muy bien el juego. Aun valiéndose de diferentes estilos, solo entienden el snooker como una oportunidad inmejorable para lanzarse siempre al ataque, lejos de un taqueo sin riesgos. “Ambos llegaron a la máxima categoría en poco tiempo y ya están en condiciones de adjudicarse el campeonato del Club”, pronostica Ibarra, Maestro de la mesa Nº 1. “Lo mío con el snooker empezó en 2004”, arranca Daza. “Me acuerdo que fui a la sala y empecé sentadito, mirando a la gente que jugaba. Después se sumó Tomás y enseguida se armó un grupo muy divertido, integrado por Coquito González Alzaga, Alfredo Crespo, Ricardo Fernández Madero y Pancho Funes, entre otros”. Condomí Alcorta amplía la idea: “Hoy en día hay muchos más jóvenes de C L U B los que veíamos en la sala cuando empezamos. Todos somos más o menos de la misma edad y nos divertimos muchísimo”. En cuatro años, tanto Agustín como Tomás trazaron un recorrido sin pausas desde la cuarta hasta la primera categoría. Impulsados por su afán de aprender, con un promedio de práctica de tres días a la semana, el año pasado se incorporaron a ese círculo de privilegio conformado hoy por Héctor Lanfranco, Fernando Del Azar, Fernando Escudero, Faustino Arámbulo, Felipe Méndez Diz, Néstor Grecco y Julio Ferrer, todos exponentes de la primera división. Ahora bien, ¿qué les resulta más difícil del snooker? Daza aporta su visión: “A mí me cuesta ser constante y parejo en el juego. Capaz que un día estoy concentrado y meto todo; las troneras me parecen de un metro y medio. Y quizás en otro, no puedo acertar una pelota, como si la Tomás Condomí Alcorta buscando la tronera. mesa no tuviera troneras. Con Tomás me pasa siempre: hay partidos en que me mata y en otros le gano fácil”. Respecto de la dificultad, Condomí Alcorta comenta: “Me considero un jugador bastante regular, ordenado y prolijo. Pero se me complica controlar la bola blanca, a diferencia de Agustín y el propio Carlos Ibarra, que tienen un manejo de la mesa impresionante”. Explica Daza que su evolución se produjo luego de atravesar distintas fases: “Lo primero que busqué fue meter una bola dentro de la tronera. Y cuando alcancé un buen nivel me propuse armar los caminos, las boladas. Así, empecé a pensar cada tiro para salir a algún lado. Pero ese cambio llevó a que tuviera seis meses nefastos, en los que mi juego desmejoró y provocó que metiera mucho menos. Una vez que atravesé ese proceso, en el que me acostumbré a meter saliendo a otras pelotas, logré un salto exponencial de calidad”. A propósito de avances y retrocesos, Condomí Alcorta apunta: “Para evolucionar, lo fundamental es practicar, jugar e intentar sacar tiros nuevos. Es clave mirar detalles que exhiben los más experimentados y copiar las cosas buenas. Lo que está muy claro es que cada jugador de la sala tiene una jugada que es de él, con un sello propio”. Los de mayor rodaje sue- len comparar el snooker con el ajedrez, y no les falta razón: las bolas siempre están distribuidas sobre el paño de distintas formas, al igual que las piezas en el tablero. Y si bien hay patrones similares, el desafío es constante, por lo que la creatividad y la fantasía resultan el mejor antídoto. Sin embargo, los dictados de la mente muchas veces traicionan, como reconoce Tomás: “Cuando me equivoco es porque en algún momento pensé que iba a errar. En cambio, cuando meto, lo hago con tanta naturalidad que nunca imaginé que podría fallar, aun tratándose de un tiro dificilísimo. La duda siempre te conduce al error”. Según Agustín, el secreto es trazar una radiografía de sí mismo para volver a encarrilar el rumbo. “El snooker tiene mucho de precisión. Luego de no jugar por dos semanas, si veo que no estoy taqueando bien, me digo: ‘A ver cómo estoy parado’. Trato de corregir el stance, de volver a las raíces y empiezo a taquear despacito. Una vez que agarro confianza, busco ir a los detalles más específicos del juego”. La red social que se teje a diario en el snooker es tan importante como el juego en sí mismo, según ambos jugadores. “Capaz que en invierno, después de trabajar hasta las seis, pienso: ‘Voy al Club que están los chicos y me tomo un café’. Puede pasar que vas a la sede de Alvear y no jugás. Simplemente estás sentado charlando con alguien mientras te entretenés mirando un partido entre dos amigos tuyos. Mucha gente no sabe que podés ir a la sala a jugar o a tomar una copa con gente amiga para despejarte del día de trabajo”, señala Agustín. Tomás se expresa en el mismo sentido: “Es un deporte que vamos a jugar de por vida mientras exista el cuarto piso del Jockey. Esto, más allá de que uno tenga rachas sin ir a la sala por distintas obligaciones o porque el nivel propio decaiga. Seguiremos con el snooker porque la pasamos fantástico”. La esperanza de Daza y Condomí Alcorta incluye la posibilidad de que, algún día, se curse una invitación a socios de otros clubes para comparar niveles y seguir aprendiendo. Mientras tanto, los dos se cruzan bromas bien caseras: “Mi gran desafío es ser campeón del Club y… antes que Tomás”, lanza Agustín con picardía. La respuesta llega enseguida en forma de anécdota: “Todo el día nos estamos diciendo ‘¡Te voy a ganar, te voy a ganar!’. Es que la competencia y el desafío te van envolviendo, aunque siempre en un clima de amistad”. El tiempo dirá hasta dónde llegarán estos dos jóvenes en el snooker, así como también la generación que ellos mismos representan. Mientras tanto, Carlitos Ibarra, desde su reinado, disfruta del crecimiento de los nuevos valores. Algún día abdicará gustoso. R E V I S T A D E L J O C K E Y Gastón Saiz C L U B - 3 1 sede social cultura en el Salón Anasagasti Gala lírica "Ópera para todos" Fotos: Archivo Jockey Club El acto se realizó el 25 de agosto y se cantaron fragmentos de "La Traviata", "Lucia di Lammermoor", "La Boheme", "Los cuentos de Hoffmann", "Tosca", "La Gioconda", "El murciélago" y "Doña Francisquita". Laura Penchi (soprano). Comentarios musicales del Prof. Carlos Alberto Alonso. Norberto Fernández (tenor). 3 2 - R E V I S T A D E L J O C K E Y C L U B JOCKEY CLUB biblioteca A propósito de un libro de emblemas impreso en 1615 Primordios de la imprenta najerense Por Roberto D. Müller S i el período incunable hispano (c.1472-1500) presentó muy diversos escenarios –Valencia, Zaragoza, Pamplona, Toledo, Salamanca, et cætera–, diferente fue lo ocurrido durante el siglo XVI, cuando Felipe II estableció que solo Madrid sería Corte, ya que desde entonces fue la capital la que encabezó la industria librera en detrimento de las restantes ciudades. Esto retrasó la incorporación de la nueva tecnología en determinadas regiones, así, por ejemplo, en algunas ciudades de la comarca riojana, donde la llegada de la imprenta se verificó tardíamente como en Nájera, en la que recién se estableció al promediar la segunda década del siglo XVII. Con los comienzos de la imprenta najerina tuvo mucho que ver una familia de impresores que ya a fines del Quinientos ocupaba un lugar prominente en Logroño: los Mongastón. En efecto, fue Juan de Mongastón el que llevó por primera vez el arte de imprimir a Nájera, mostrando una decidida inclinación hacia las humanidades. Su primera producción fue la obra que ahora nos ocupa: la Declaración magistral sobre las Emblemas de Andrés Alciato con todas las Historias, Antigüedades, Moralidad y Doctrina tocante a las buenas costumbres, compuesta por Diego López, dedicada “A Don Diego Hvrtado de Mendoça” –cuyo escudo heráldico luce en la portada– e impresa con privilegio, y a costa del autor, en el año de 1615 [ilus. 1]. La obra debió tener no poca repercusión, puesto que fue reimpresa en Valencia en 1655 y 1670 (en las prensas de Jerónimo Vilagrasa), y todavía en 1684, por los tórculos de Francisco Mestre, 3 4 - R E V I S T A D E L J O C K E Y 1 siendo además traducida al portugués por Theotonio Cerqueira, en versión que se conserva en manuscrito (Ms 9221) en la Biblioteca Nacional de Lisboa. Fue Diego López (1570-1642) un humanista destacado que tradujo las C L U B obras de Virgilio, Aulo Persio, Juvenal y Valerio Máximo. Sin embargo, su fama se la debe a este libro sobre emblemas, por lo que corresponde que hablemos, aunque más no sea en forma sucinta, acerca del significado de la palabra emblema y alu- damos asimismo a ese Andrés Alciato al que también se nombra en la portada del libro. El Diccionario de la Real Academia define emblema como: “1. m. Jeroglífico, símbolo o empresa en que se representa alguna figura, al pie de la cual se escribe algún verso o lema que declara el concepto o moralidad que encierra. 2. Cosa que es representación simbólica de otra”. Más allá de la habitual confusión existente entre jeroglífico, símbolo, empresa y emblema, que es motivo de prolífica disputa entre los especialistas en la materia, podemos estar de acuerdo en que un emblema es una imagen que hace referencia a otra cosa –un concepto moral, político o religioso, una virtud o un vicio– a la que está ligada semánticamente, como lo demuestran los versos, comentarios y epigramas que la acompañan y explican. Como las alegorías, los emblemas gozaron de una gran difusión dentro de los círculos humanísticos europeos a partir del siglo XVI, ya que se presentaban como una suerte de lenguaje cifrado que solo podían comprender unos pocos elegidos, quienes los vinculaban con los jeroglíficos egipcios y, por lo tanto, los apreciaban como ejemplos de una sabiduría antigua, profunda y misteriosa. En ese sentido, la obra Emblematum libellus del jurisconsulto y protonotario apostólico milanés Andrea Alciato (1492-1550) fue un acicate de primer orden para impulsar ese gusto por la interpretación hermética que tan bien servía para distinguir al ilustrado del lego y que mucho influyó en el arte a través de la iconografía tanto sacra como profana; de ahí, por lo tanto, la gran “popularidad” de la que gozó desde su primera edición. Dicen algunos autores que la original apareció en Milán en 1522, pero no existe ejemplar conocido que respalde esa aseveración. Hay acuerdo, en cambio, para señalar como princeps la latina publicada en Augsburgo en 1531. Desde ese momento, la obra de Alciato, permanentemente enriquecida por su autor con nuevos emblemas, que de los 99 originales llegó a tener 212 –aunque no siempre se reprodujeron todos en las sucesivas ediciones–, se constituyó en lectura por demás 2 exitosa y obligada para los hombres de la elite cultural, multiplicándose las impresiones, incluso las piratas. Se calcula que desde el siglo XVI hasta el XVIII llegaron a ser unas 150, incluyendo las traducciones a todas las lenguas cultas de Europa. La primera “en rhimas Españolas” fue la encarada por Bernardino Daza Pinciano. Se la imprimió en 1549 en el taller de Guilielmo Rovillo (Rouille) en Lyon, por entonces un importante centro editorial que tradicionalmente exportaba libros de temas humanísticos a España. La traducción no fue literal y, en general, no se la tiene hoy por una versión de calidad. Sin embargo, contribuyó a que la obra fuera más difundida en España, donde hasta entonces se la conocía solo en latín o en lenguas foráneas. La traducción de Diego López –la segunda en español y la primera impresa en España– es considerada superior, notándose en sus comentarios –que son muy desiguales– una acentuación de los rasgos didácticos, moralizantes y religiosos. El volumen en que se ha volcado dicha traducción es un in-4º impreso en papel marquilla de muy baja calidad que, como no muestra filigrana alguna, no puede atribuirse con certeza al molino de Baños del Río Tobía, que era el que proveía a Nájera y a otras localidades de la región y sus centros religiosos. Para el texto, Mongastón utilizó, como para R E V I S T A D E L J O C K E Y C L U B - 3 5 biblioteca otras de sus creaciones en esa ciudad –por ejemplo Las Eróticas, de Esteban de Villegas–, una letra redonda romana de 2 mm de altura y de 4 para las que tenían astas ascendentes o descendentes. La composición de las cajas –de 180 x 105 mm, al margen de los escolios– no deja de ser prolija y hasta cierto punto atractiva [ilus. 2], pero un estudio detallado del texto muestra variadísimas erratas, a veces coincidentes con las que se han descubierto en los ejemplares estudiados por otros investigadores y otras totalmente diferentes, lo que demuestra que, según los métodos de impresión de la época, algunas eran descubiertas durante el proceso de elaboración y corregidas, pero sin volver atrás para solucionar los gazapos ya impresos, produciéndose por lo tanto esas divergencias entre las piezas de una misma tirada, en las que coexisten pliegos con notables disparidades entre sí. En lo que atañe a la letrería, lo que nos dice nuestro ejemplar es que ya habría sido usada anteriormente en otras prensas porque estaba un tanto fatigada para la fecha de la edición, y en determinados casos también parece haber sido bastante escasa, salvo que pensemos que existía en el taller de Mongastón un gran desorden en la clasificación de los cajetines. Decimos esto porque hemos advertido, en ciertas secciones, la abundancia de letras “eles” impresas en bastardilla cuando no era necesario hacerlo, así por ejemplo en palabras como “Aquel”, “qual”, “grulla” y fácilmente”, e idéntico caso ocurre, aunque en menor medida en cuanto a las 3 6 - R E V I S T A D E L J O C K E Y jotas: “enojaron”. Asimismo es notoria la carencia de zetas, casi siempre reemplazadas por cedillas en bastardilla (ç). Abundan también las vocales con acentos graves, totalmente extraños al castellano, e incluso algunos circunflejos sobre las “ô”, cuestión que lleva a preguntarnos: ¿Se trató de meros descuidos?, ¿de falta de cuños?, ¿de mala clasificación de los tipos?, ¿de arbitrariedades propias de una lengua aún inestable en cuanto a normas? Son, estos, interrogantes a los que a esta altura no nos es posible darles una respuesta suficiente. Es común leer en los catálogos especializados que el volumen comprende además de la portada y de 7 hojas previas sin numerar, 472 folios y 7 hojas complementarias con los índices, también innumeradas (cfr. Pedro F. Campa, Emblemata Hispanica, Durham and London, 1990, *A6). Estamos de acuerdo en lo que se refiere a las hojas del paratexto y a las complementarias. También confirmamos que 472 es el número del último folio, pero las groseras erratas producidas en la foliación, las repeticiones, la suplantación de un número por otro, los saltos y el caótico ordenamiento de ciertos pliegos –que por suerte no alteraron la continuidad del texto– desvirtúan lo señalado por Campa. En nuestro ejemplar, como en el que se conserva en la Stirling Maxwell Collection de la Biblioteca de la Universidad de Glasgow, el total de folios contabilizado alcanza a los 484. Queda por hablar brevemente sobre las 210 ilustraciones, inspiradas evi- C L U B 3 dentemente en la edición de 1549, pero ejecutadas por una mano provinciana muy torpe e ingenua, resultando “rudísimas en dibujo y grabado”, como lo señaló Bartolomé Gallardo en su Ensayo de una biblioteca española de libros raros y curiosos (Madrid, 1888, III, nº 2710). También Julián Gállego abundó sobre este tema, subrayando que la versión de López puede pasar por excelente de acuerdo con los halagos recibidos en su tiempo, “pero sus grabados, copiando sin empacho los de Lyon, están lejos de su belleza” (Visión y símbolos en la pintura española del Siglo de Oro, Madrid, 1984, p. 46) [ilus. 3 y 4]. Cabe destacar que casi todos esos grabados –en algún caso repetidos– JOCKEY CLUB biblioteca 4 han sido estampados en forma invertida, a excepción de los correspondientes a los emblemas 40 y 41, y que salvo los últimos 14 –que son xilográficos [ilus. 5]–, todos los demás resultaron de trabajos calcográficos en los que muy pocas veces se advierte algún rasgo de originalidad con respecto a los originales lioneses. Hasta ahora hemos enumerado una serie de características que parecieran desmerecer la edición de la obra: papel de mala calidad, tipografía deficiente, numerosas erratas, foliación disparatada, toscos grabados… ¿Por qué entonces rescatarla y comentarla? ¿Por qué se afanaron Gallardo y Salvá para conseguir los ejemplares que incorporaron a sus prestigiosas bibliotecas y también la incluyó Henry 3 8 - R E V I S T A D E L J O C K E Y Green en su fundamental trabajo Andrea Alciati and his book of emblems (London, 1872, p. 142)? Por último, ¿cuál fue la razón que llevó a que María Guillén Bermejo e Isabel Ortega García la hicieran figurar en el catálogo de la muestra Obras maestras de la Biblioteca Nacional de España (Madrid, 2007, nº 13)? Al respecto, ensayaremos dos respuestas: por un lado, se trata del primer título impreso en Nájera y, por lo tanto, se ha ganado una distinguida calidad primordial; por otro, demuestra la importante penetración que en la cultura española tuvieron los Emblemas de Alciato. Cabría aún otra razón para destacar a este libro: no es común encontrarlo en las bibliotecas públicas. El ya citado Campa llegó a registrar 20 repositorios –sobre todo españoles– en los que se conserva al menos un ejemplar, en tanto que los expertos de la Universidad de Oxford (sin prestar mucha atención a las bibliotecas españolas) han localizado 22. Por supuesto, ninguno de los inventarios citados ha tenido en cuenta nuestro ejemplar, que pertenece a la Biblioteca desde antes de 1913, puesto que figuró, sin indicar procedencia, en la página 40 del muy simple catálogo que se publicó en aquel año. Para su historia, es asimismo interesante recordar que en 1964 fue facilitado por el Club para ser exhibido en la exposición Formas y etapas del libro, que se llevó a cabo en las Salas Nacionales de Exposición en paralelo con el Segundo Congreso de la Industria Gráfica Argentina (cat. nº 225), y que 30 años después figuró en la muestra Antiguas ediciones en len- C L U B 5 gua española, que tuvo lugar en nuestras salas de lectura (cat. nº 2). Libro deficiente pero longevo: el primero que vio la luz en la por entonces pequeña villa de Nájera. Traducción ponderada en su época. Testigo de lecturas y afanes humanísticos hoy extraños y casi olvidados. Sin duda vale la pena prestarle la atención que se merece por su ya extensa trayectoria y sus curiosas características editoriales que, a pesar de sus defectos, o tal vez a causa de ellos, concluyen por otorgarle un cierto encanto y tornarlo atractivo. Por eso se lo guarda en la sección de obras reservadas y forma parte importante del fondo antiguo de nuestra Biblioteca como una perla más de su rica corona de prestigios. JOCKEY CLUB patrimonio Política, poder y sacralidad en las bodas alegóricas de un tapiz flamenco 4 0 - R E V I S T A D E L J O C K E Y Fotos: Archivo Jockey Club Q uienes asisten a los numerosos y variopintos actos culturales que se organizan en el Salón Anasagasti de la sede social del Jockey Club están sin duda acostumbrados a contemplar un tapiz que, casi siempre, respalda con su atractiva calidez las figuras de los disertantes, los actores o los músicos que, desde el estrado, ilustran o deleitan a la concurrencia [ilus. 1]. Sin embargo, como la atención del público se concentra en esos protagonistas, pocos son los que reparan en el tema y los detalles de ese tejido que, por diversos motivos, merecen una especial atención. Ante todo, recordemos que dicho tapiz fue adquirido en septiembre de 1985 en una subasta realizada por la firma Posadas. Se lo describía en el catálogo como el producto de un taller bruselense del siglo XVIII, de 300 x 260 cm, ejecutado en lana y seda de cinco hilos por centímetro y con una ancha guarda ornada con vasos, guirnaldas, medallones, bustos, escudos, flores y hojarasca. Lamentablemente, nada se aduce en la citada publicación acerca de su procedencia ni sobre sus anteriores propietarios. Discutir si los datos técnicos son los correctos es tarea que compete a los expertos en ese tipo de labores, y a ellos nos remitimos en consecuencia. Por nuestra parte, nos limitaremos a tratar sobre el tema, que según reza en el catálogo muestra Las nupcias de Luis XIV y la Infanta María Teresa, vestidos ambos con atuendos clásicos y representados 1. La boda de Alejandro con Roxana (Jockey Club). simbólicamente por Alejandro Magno y Roxana, asunto que, como vemos, desde el vamos deja traslucir complejas connotaciones alegóricas. Es sabido que estaba en la mente de Alejandro la fusión cultural entre la civilización griega y la oriental, y él mismo realizó un primer intento en ese sentido C L U B al adoptar el ceremonial de la corte de Darío y contraer nupcias en 327 a. C. con Roxana, la hija de Oxiartes, un sátrapa al que había sometido militarmente. Según Plutarco, Alejandro resolvió casarse exclusivamente por amor. Otros autores clásicos matizaron un tanto el relato. Así, por ejemplo, Flavio Arriano destacó que el héroe se había unido a una de las mujeres más bellas de Asia “estimulado, sin duda, por un gran deseo de acrecentar su gloria”, ya que con ese gesto estaba seguro de ganarse la buena voluntad y el apoyo de muchos de los que hasta entonces habían sido sus enemigos (Anábasis Alejandrina, IV, 19). Quinto Curcio, por su parte, nos dejó una interpretación más sutil, al señalar que, a pesar de ser la joven “tan inferior a su grandeza y soberanía”, Alejandro decidió desposarla pensando que, para establecer sólidamente su imperio, era necesario unir a los persas y a los macedonios por medio de aquel casamiento, pues solo así se iba a poder “quitar la afrenta a los vencidos y el orgullo a los vencedores” (Historiæ Alexandri Magni, VIII, 4). Amor, deslumbramiento… No es necesario negar que hayan existido, mas en aquella unión hay que ver también una concreta intención política y diplomática, cuya finalidad era alcanzar la reconciliación entre dos mundos hasta entonces enfrentados. Esa es la boda que aparece en nuestro tapiz, en el que figuran Alejandro, ataviado à l’antique, como corresponde, y coronado con laureles, Roxana, con vestimentas un tanto indefinidas temporalmente, y entre ellos el sacerdote que celebra el enlace. Hacia la derecha se advierte a una asistente de la novia, pero su presencia apenas cuenta. Por medio de una serie de gestos –las manos unidas, la izquierda de Alejandro apoyada sobre el pecho como expresando un juramento u ofreciendo simbólicamente su corazón– los contrayentes parecen querer trasmitirnos sus sentimientos, en tanto los cortinados, el dosel y las guirnaldas ofrecen un marco suntuoso a la ceremonia. Hasta aquí lo que denota el tapiz en el plano indicativo. Sin embargo, es necesario recalcar que la figura de Alejandro solo cumple en él un papel alegórico, puesto que, con su presencia, alude a otra personalidad histórica de excepción: Luis XIV de Francia, Le Roi Soleil (1638-1715). Para explicar y respaldar esta transmutación tenemos que recordar que, a partir del momento en que asumió per- sonalmente el poder tras la muerte del cardenal Mazarino, en marzo de 1661, Luis se rodeó de un esclarecido conjunto de políticos, artistas y eruditos en cuyas manos puso la exaltación de su imagen y de los acontecimientos sobresalientes de su vida y su reinado. Jean-Baptiste Colbert estuvo al frente de aquel proceso colectivo de glorificación, en el que intervinieron pintores, escultores, gra- 2. Lebrun: Boda de Luis XIV con María Teresa (detalle). 3. Giotto: Esponsales de la Virgen (detalle). badores, escritores y los artesanos de las manufacturas reales para trabajar en lo que, con acierto, Peter Burke denominó “la fabricación de Luis XIV”, la creación de una imagen inigualable que mediante una sólida propaganda podía presentarse como una verdadera maravilla ante sus súbditos. Para concretar ese fin se comenzó por asimilarlo a diversos héroes del pasado, y fue así que, avanzada la década de los sesenta, se lo consideró como un nuevo Alejandro; no en vano Racine le dedicó su drama Alexandre le Grand, que la compañía de Molière estrenó en el Palais-Royale el 4 de diciembre de 1665. Charles Lebrun, premier peintre du roi, fue el encargado de plasmar esa idea, pintando al mismo tiempo una serie de cartones para tapices con escenas de la vida del rey y otra en la que Alejandro aparecía en el cenit de su gloria, victorioso en las batallas, magnánimo ante las familias de sus derrotados, respetuoso de sus derechos, bienes y títulos. De esa forma, se intentaba identificar ambas trayectorias para señalar que el rey galo poseía las mismas virtudes que el héroe macedónico. A partir de esa serie de escenas diseñadas por Lebrun, derivaron motivos menores y más íntimos tratados por otros artistas, tal el caso de la boda con Roxana que figura en el tapiz que nos ocupa. Y es aquí donde entramos en un plano decididamente alegórico, pues, como ya se dijo, Alejandro y Roxana no hacen más que representar a Luis XIV y a María Teresa de Austria, la hija de Felipe IV de España, que en 1660 fue entregada por su padre en matrimonio al monarca francés precisamente como prenda de paz, luego de haberse firmado en 1659 el Tratado de los Pirineos, que concluyó con las interminables luchas que habían sostenido ambos países durante la Guerra de los Treinta Años. El paralelo es pues evidente, ya que en ambos casos se trató de bodas “pacificadoras”, y lo que sabemos acerca de la posterior vida marital de Luis y María Teresa no hace sino demostrar que, aún más en estas nupcias que en las de Alejandro, los intereses en juego fueron exclusivamente políticos, y que para nada se tuvieron en cuenta –ni importaron– los sentimientos de los contrayentes. Hay todavía en la composición sobre la que hablamos otro nivel de interpretación más profundo, y para comprenderlo debemos primero referirnos a lo poco que sabemos –gracias al relato de Quinto Curcio– acerca de la boda de Alejandro y Roxana, que según el historiador latino se llevó a cabo de acuerdo con el ritual macedónico. Este establecía que debía cortarse un pan en partes iguales para cada uno de los novios. Se ha discutido esa referencia, R E V I S T A D E L J O C K E Y C L U B - 4 1 patrimonio señalando que el compartir el pan durante una boda era en realidad una costumbre iraní y que Alejandro recurrió a ella para congraciarse aún más con los vencidos. En todo caso, lo único original en aquella ocasión habría sido que el conquistador seccionó ese pan con su propia espada en un arranque de espontaneidad semejante al que le hizo cortar el nudo gordiano. Haya sido macedónica o persa la costumbre, si así fue realmente la ceremonia es evidente que no existe relación alguna entre ella y la escena que nos muestra el tapiz. ¿De dónde surgió entonces la idea de representar la boda con la austeridad y el decoro cortesano que se ponen de manifiesto en la composición que nos ocupa? Casi seguro, su antecedente más inmediato fue una pintura de Lebrun en la que se muestra la ceremonia nupcial de Luis y María Teresa celebrada en San Juan de Luz el 9 de junio de 1660, pintura llevada luego al tapiz, hoy en la Galería de los Gobelinos [ilus. 2]. En el centro de esa escena, pomposa y superpoblada de notables personajes, el rey, la infanta y el obispo de Bayona forman un conjunto piramidal centrado en la figura del oficiante, similar al que se muestra en la obra que hoy pertenece al Club. Con todo, no debemos pensar que sea ese el único ejemplo al que se necesita recurrir para explicar el origen de esta iconografía, ya que abundan las escenas matrimoniales resueltas en forma similar, y entre ellas las hay de reyes, de nobles e incluso –aunque se trate de casos menos frecuentes– de algunos personajes mitológicos. En realidad, la fuente compositiva de todas esas versiones es muy anterior y corresponde a una dimensión absolutamente sacra, ya que se trata de la tipología de los Esponsales de la Virgen, tal como se fue elaborando a la largo de la Edad Media para finalmente ser fijada por Giotto en la florentina Capella degli Scrovegni (1304-1306) [ilus 3] y alcanzar su máximo esplendor en el Sposalizio de Rafael (1504), que se conserva en la Pinacoteca di Brera en Milán [ilus. 4]. La influencia italiana en la iconografía del tema es indudable, y la composición se difundió así, 4 2 - R E V I S T A D E L J O C K E Y 4. Rafael: Lo sposalizio della Vergine. C L U B JOCKEY CLUB patrimonio 5. López de Arteaga: Esponsales de la Virgen (México). con muy pocos cambios, tanto en la pintura europea como en la americana colonial [ilus. 5], al mismo tiempo que trascendía a la escultura y a la tapicería. En estos esponsales, sobre los cuales nada se dice en los evangelios canónicos 4 4 - R E V I S T A D E L J O C K E Y puesto que se trata de un tema tratado en los apócrifos y en la Leyenda Áurea compilada en el siglo XIII por Jacopo di Voragine, a veces los novios aparecen acompañados por sus familiares, los competidores de San José y los respectivos cortejos, y en otros solos, variando su ubicación a la izquierda o a la derecha del sacerdote. Según la fórmula adoptada por la pintura italiana, durante la ceremonia José suele colocar el anillo nupcial en el dedo de María. Según la francesa, ambos solo estrechan sus manos en señal de compromiso. Al respecto, corresponde advertir que en el tapiz que estamos estudiando los esposos se toman las manos según el uso francés, y que además de bendecir la unión, el oficiante sostiene en sus manos un libro abierto, sin duda una Biblia, refiriéndose así, en forma más directa, al carácter cristiano de la unión entre las dos monarquías católicas simbólicamente representadas por Alejandro (Luis XIV) y Roxana (María Teresa). C L U B Por lo dicho hasta aquí, queda en claro que el tema del tapiz amerita una lectura prolija y meditada. En principio, pareciera mostrarnos simplemente una ceremonia nupcial protagonizada por personajes de alta alcurnia ocurrida en un lejano pasado, según lo da a entender el tenor de las vestimentas. No obstante, desde una perspectiva alegórica descubrimos que lo que el tapiz nos enseña es una compleja trama simbólica y glorificante puesta al servicio de un monarca –Luis XIV– al que se identifica con un héroe de excepción de la Antigüedad y al cual, además, gracias a una fórmula iconográfica prefijada y reconocida, se lo sacraliza relacionándolo con los esponsales de la Virgen, entroncándolo, en consecuencia, con el regio linaje de David. Ese es el mundo fascinante que nos hace descubrir y en el que nos incita a penetrar uno de los bellos tapices del exquisito patrimonio artístico del Jockey Club. Por Roberto D. Müller JOCKEY CLUB reciprocidad Sociedad Bilbaína Un club con historia en el País Vasco Fundada en 1839 como lugar de reunión y esparcimiento, la Bilbaína es una entidad que los socios del Jockey pueden disfrutar. En 1913 inauguró su actual sede, amplia y confortable, a la que concurren diariamente sus socios, muchos de ellos personalidades importantes de la economía, la administración pública y la cultura de Bilbao. T Fachada de la Sociedad Bilbaína, en pleno centro de Bilbao. 4 6 - R E V I S T A D E L J O C K E Y C L U B estigo privilegiado de la historia contemporánea de Bilbao, la Sociedad Bilbaína se encuentra entre los clubes más antiguos y prestigiosos de Europa. Su sede está en la calle Navarra, pleno centro de la ciudad, sobre la orilla izquierda del río Nervión. En la otra margen, justo enfrente, se destacan el singular Teatro Arriaga y el conjunto arquitectónico del casco viejo, donde durante setenta y cuatro años funcionó la primera sede social. En la primavera de 1839, cuando la capital vizcaína todavía padecía la primera guerra carlista, un grupo de ciudadanos decidió crear un centro de cultura y esparcimiento donde primara entre sus miembros la llamada “bilbai- Escalera principal. Bar inglés. Fotos: cortesía Sociedad Bilbaina nidad” y la convivencia con una relación cordial y respetuosa. En aquella reunión fundacional se aprobó un Reglamento de 18 artículos que había de regir el funcionamiento de la Bilbaína. Según crónicas de la época, al poco de nacer ya era el centro de la vida social de Bilbao; pertenecer a ella daba un sello de buen tono y calidad. En 1852 se celebró el primer baile social en sus salones, iniciativa entonces sorprendente que ha continuado hasta nuestros días. Con el transcurso de los años, se amplió y reformó esta primera sede y se incorporaron a su patrimonio importantes obras de arte. Salón Arenal. Actual sede social A principios del siglo XX la entidad contaba con más de 750 socios, lo que movió a su Junta Directiva a gestionar la construcción de una nueva sede. Es así que el 28 de febrero de 1909 se aprobó la adquisición de los terrenos de La Concordia, propiedad del Banco de Bilbao. Después de un concurso de proyectos, en 1910 comenzó a levantarse el edificio actual, que se inauguró el 25 de enero de 1913. Este cuenta con tres plantas en las que se distribuyen los distintos salones de esparcimiento, bar, restaurante y comedores, biblioteca, peluquería y administración. En 1926 se aprobó una nueva reforma del Reglamento para facilitar el acceso a “las señoras, hijas, madres y hermanas de socio” al comedor y a un salón que se dispuso para ellas, y modi- R E V I S T A D E L J O C K E Y C L U B - 4 7 reciprocidad Biblioteca. ficar así el carácter casi exclusivamente masculino del club. Durante la Guerra Civil, el edificio fue ocupado en varias ocasiones. En 1937, a raíz de un bombardeo, el arquitecto y socio Tomás Bilbao tapió con ladrillos las puertas de acceso a la biblioteca para preservar su valioso fondo bibliográfico. Terminada la contienda y superada la crisis de posguerra, el club entró en una fase de expansión. En junio de 1975 se inauguró la filial Club de Campo en el barrio de Laukariz (Munguía), a 10 kilómetros de Bilbao, para proporcionar a sus asociados la práctica de deportes en instalaciones cubiertas y al aire libre. Durante siglo y medio, la Bilbaína ha sabido conservar su espíritu original de “recreo y lectura” mencionado en el artículo primero de su Reglamento pero adaptándose a los continuos cambios sociales. En ese tiempo ha acumulado un fondo bibliográfico de unos 35.000 volúmenes, que la sitúa entre las bibliotecas privadas más importantes del país. En su preciado Libro de Oro figuran las firmas de numerosas personalidades que han visitado las instalaciones, entre las que se hallan monarcas, príncipes, ministros y personajes destacados de la cultura y de la ciencia internacional. Servicios y actividades El restaurante y los comedores privados, de diferentes capacidades y estilos, 4 8 - R E V I S T A D E L J O C K E Y Hall principal. cuentan con una atrayente oferta de menús y servicios hoteleros para todo tipo de celebraciones. Todavía forman parte de la carta de la Bilbaína los famosos platos creados por Caveriviere, un reconocido chef de principios del siglo XX, como su bacalao al Club Ranero, una composición que mezcla los estilos pilpil y vizcaína. En el centro de Bilbao y en unas magníficas instalaciones, la Bilbaína combina historia y modernidad, cultura C L U B y esparcimiento, constituyendo así un marco ideal para una amplia variedad de eventos. El prestigio de la institución ha posibilitado que en la actualidad mantenga relaciones de intercambio con los mejores clubes nacionales y extranjeros, entre los que se incluye nuestro Jockey Club. Cortesía de José Luis Cazorla Quílez – Sociedad Bilbaína teléfonos agenda agenda Sede Social Calendario Cultural Durante el mes de septiembre se desarrollarán en el Salón Anasagasti de la Sede Social, a partir de las 19, los siguientes actos culturales: Miércoles 9: concierto de Ars Nobilis. Jueves 17: concierto de la Asociación Argentina Austríaca. Miércoles 30: concierto de Ars Nobilis. ––––––––––––––––––– Tenores en el comedor de la Sede Social El comedor de la Sede Social contará con la actuación de tenores en estas fechas: septiembre 9, octubre 14, noviembre 11 y diciembre 16. ––––––––––––––––––– Internet inalámbrica Se ha instalado Internet inalámbrica (Wi-Fi) en la Sede Social (comedor y bar del subsuelo y sala de trasmisión del 1er. piso), Campo de Deportes (bar de tenis y bar de cadetes) y Golf (living del club house). ––––––––––––––––––– Esgrima El 17 de septiembre se disputará la Copa Marcos Roca en el arma de espada individual. ––––––––––––––––––– Snooker A partir del mes de septiembre se disputará el certamen de la categoría Intermedia y seguidamente el torneo de parejas con hándicap. Hipódromo Programación clásicos en el hipódromo de San Isidro. Durante el mes de septiembre se disputarán en el hipódromo de San Isidro los siguientes clásicos: Domingo 6. Premio Clásico Ecuador G2, todo caballo de 4 años y más, 1600 m. Viernes 11. Premio Clásico Sibila G2, yeguas de 4 años y más, 1600 m. Miércoles 16. Clásico Condesa G3, yeguas de 3 años y más, 1000 m. Sábado 19. Premio Clásico Ensayo G2, potrillos, 1800 m. Miércoles 23. Clásico Pedro Chapar G3, todo caballo de 3 años y más, 1400 m. Sede Social Conmutador: Gerencia de Interior: Correo electrónico: Página en Internet: 48l5-056l/0022 4815-7081 ginterior@jockeyclub.org.ar www.jockeyclub.com.ar Hipódromo de San Isidro Conmutador: 4743-4011/19 Correo electrónico: jchsi@overnet.com.ar Internet: www.hipodromosanisidro.com.ar Sábado 26. Premio Clásico Cyllene G2, todo caballo de 3 años y más, 1000 m. Miércoles 30. Clásico Espirita (L), yeguas de 4 años y más, 1800 m. Golf Se reseñan seguidamente los torneos a disputarse a partir de septiembre: Septiembre Sábado 5: GRAN PREMIO MIGUEL A. JUÁREZ CELMAN - 54 hoyos Medal Play - Clasificación a 36 hoyos. Categorías 10 a 12 y 13 a 17. Primeros 18 hoyos de la clasificación. Domingo 6: GRAN PREMIO MIGUEL A. JUÁREZ CELMAN - Últimos 18 hoyos de la clasificación. Viernes 11: GRAN PREMIO MIGUEL A. JUÁREZ CELMAN - 54 hoyos Medal Play - Clasificación a 36 hoyos. Categorías Scratch y 0 a 9. Primeros 18 hoyos de la clasificación. Sábado 12: GRAN PREMIO MIGUEL A. JUÁREZ CELMAN - Últimos 18 hoyos de la clasificación. Domingo 13: GRAN PREMIO MIGUEL A. JUÁREZ CELMAN - Últimos 18 hoyos para los clasificados en todas las categorías. Sábado 19: Torneo a confirmar. Domingo 20: Torneo a confirmar. Sábado 26: COPA CAPITÁN - Fourball Clásico Clasificación a 36 hoyos de las mejores 16 tarjetas de la categoría 13 a 18 y de las mejores 8 tarjetas de la categoría 19 a 27. Primeros 18 hoyos. Domingo 27: COPA CAPITÁN - Últimos 18 hoyos de la clasificación. Octubre Sábado 3: COPA CAPITÁN - Fourball Clásico Clasificación a 36 hoyos de las mejores 16 tarjetas de la categoría 0 a 8 y 9 a 12. Primeros 18 hoyos. Domingo 4: COPA CAPITÁN - Últimos 18 hoyos de la clasificación. Sábado 10: COPA CAPITÁN - Primera rueda a 18 hoyos de todas las categorías. Domingo 11: COPA CAPITÁN - Segunda rueda a 18 hoyos de todas las categorías. Lunes 12: COPA CAPITÁN - Semifinales a 18 hoyos de las categorías 0 a 8, 9 a 12 y 13 a 18. Final a 18 hoyos de la categoría 19 a 27. Sábado 17: COPA CAPITÁN - Final a 18 hoyos de las categorías 0 a 8, 9 a 12 y 13 a 18. Domingo 18: COPA LIBERTADOR - 18 hoyos Laguneada - Suma 2 mejores pelotas. Categoría 0 a 36. Sábado 24: COPA SANTIAGO LURO - Medal Play Clasificación a 18 hoyos de las 16 mejores tarjetas de las categorías 18 a 24 y las 16 mejores tarjetas de la categoría 25 a 36. Premio al ganador de la clasificación. Domingo 25: COPA SANTIAGO LURO - Medal Play Clasificación a 18 hoyos de las 16 mejores tarjetas de las categorías 10 a 13 y las 16 mejores tarjetas de la categoría 25 a 36. Premio al ganador de la clasificación. Sábado 31: COPA CARLOS PELLEGRINI (Campeonato del Club) - Medal Play - Clasificación a 36 hoyos de las 16 mejores tarjetas de la categoría Scratch para disputar los matches. El campeón del año anterior y el ganador del ranking clasifican automáticamente. - COPA SANTIAGO LURO - Medal Play - Clasificación a 36 hoyos de las 16 mejores tarjetas de la categoría 0 a 9 que no hayan clasificado para el Campeonato del Club. Primeros 18 hoyos de la clasificación. Noviembre Domingo 1: COPAS CARLOS PELLEGRINI Y SANTIAGO LURO - Últimos 18 hoyos de la clasificación. Sábado 7: COPAS CARLOS PELLEGRINI Y SANTIAGO LURO - Primera rueda a 18 hoyos de todas las categorías. Domingo 8: COPAS CARLOS PELLEGRINI Y SANTIAGO LURO - Segunda rueda a 18 hoyos de todas las categorías. Sábado 14: COPAS CARLOS PELLEGRINI Y SANTIAGO LURO - Semifinales a 18 hoyos de todas las categorías. Domingo 15: COPA CARLOS PELLEGRINI - Final a 36 hoyos. - COPA SANTIAGO LURO - Finales a 18 hoyos. Sábado 21: Torneo a confirmar. Domingo 22: Torneo a confirmar. Sábado 28: COPA CLAUSURA - 18 hoyos Mixed Foursomes Chapman - Categorías 0 a 10 y 11 a 25. Domingo 29: COPA DICIEMBRE -18 hoyos Medal Play Categorías Scratch, 0 a 16 y 17 a 36. estilos Vino argentino: tradición versus modernidad Acompañando una típica picada argentina. E Antes de la etiqueta. 5 0 - R E V I S T A D E L J O C K E Y l vino argentino ha recorrido un largo camino desde sus early years, allá hacia fines del siglo XVIII, cuando las variedades de vitis vinífera europeas llegaron a nuestro país de la mano de los inmigrantes del Viejo Continente, esos mismos que supieron transformar el desierto cuyano en un oasis. Ni siquiera en sus sueños más ambiciosos estos tozudos pioneros podrían haber imaginado los tremendos cambios que experimentaría el fermentado de uvas durante estos últimos veinte años. Desde el otro lado del mostrador de una vinoteca se vive todo tipo de experiencias, algunas sumamente esclarecedoras C L U B acerca de las costumbres de consumo del público, de cómo la gente gusta y siente el vino y de qué manera afectan esas percepciones las diferencias generacionales. Como en mis tiempos supe ser un asiduo frecuentador de vinotecas, degustaciones y todo lo relacionado con el tema, puedo decir que me acerco al vino más desde la pasión que desde la razón. Pero cuando me hice cargo de Wine Gallery Recoleta (Montevideo entre avenida Alvear y Quintana), una especie de templo dedicado al vino argentino ubicado en el corazón de un barrio tan particular, por supuesto que no tenía ni la menor idea de lo que me esperaba. Me encontré con que existe una gran variedad de público. Así como está el cliente que tiene clarísimo qué es lo que busca y “se las sabe todas” (este no acepta sugerencias bajo ninguna circunstancia), también hay gente muy abierta y hasta ávida de la recomendación de su “vinotequero” de confianza, por no hablar del turismo internacional, que a veces se descuelga con extravagancias como: “Y dígame una cosa… ¿Cuál sería el equivalente al Domaine de la Romanée Conti en los Malbec argentinos?”. Y así van surgiendo este tipo de consideraciones: “En mis años mozos había seis o siete vinos en los que uno confiaba porque sabía que eran todos buenísimos”, comentaba hace poco un azorado caballero ya entrado en años. “Ahora hay ochocientas etiquetas y cuando viene mi familia a comer a casa ya no sé que poner en la mesa. Si descorcho un Valmont, mis nietos mayores cuchichean a mis espaldas. Por otro lado, mi hijo trae vinos que a mí me resultan demasiado frutados y maderizados que, sin embargo, simulo beber con devoción ya que me los presenta como si de joyas enológicas se tratase. Clima de aromas y sabores. Encima ahora resulta que todos saben de vino”. El señor demandaba una explicación. ¿Qué había pasado? La vertiginosa evolución del vino argentino parecía no haberle permitido un período lógico de adaptación. Todo un tema. Torrentes de tinta han corrido sobre montañas de papel. Esta parece ser el tipo de dicotomía que excita la verborragia de los críticos: lo clásico o tradicional versus lo moderno e innovador. Las artes plásticas, literatura, cine, teatro, música: casi ningún terreno del quehacer artístico se ha visto privado de este debate, a veces más o menos fogoso, pero jamás tibio. El vino, que hoy se ha transformado en objeto de análisis teórico-filosófico, aun involucrando en su elaboración más craftmanship que arte (en alguna otra entrega me expediré acerca del tema), tampoco se ha salvado de esta discusión. Las mejores plumas contemporáneas del periodismo del vino han profundizado sobre este asunto en páginas y páginas de los más variados y prestigiosos medios especializados internacionales. Y así y todo advierto que jamás leí ningún artículo que, por más apasionante y bien escrito que me resultase, se aproximara siquiera a un acercamiento entre ambas posiciones. Los acérrimos defensores del estilo tradicional (por poner algunos ejemplos locales que el lector reconocerá como productores de calidad, es decir, bodegas de gran prestigio como López, Weinert, La El racimo inicial. “Playa de estacionamiento”. Rural, Finca La Anita, Bianchi, Graffigna, etc.) aducen que el “vino moderno” carece de finesse. Argumentan que se abusa de la concentración, la sobremadurez y los consiguientes altos contenidos alcohólicos. En general suelen demonizar técnicas como la sangría de mostos o el ya casi en desuso estrés hídrico (a mediados de los noventa, se impuso esta práctica de origen californiano que implicaba someter a las vides a una sequía forzada a fin de obtener uvas con menor relación entre pulpa y hollejo; este último es el responsable del color, sabor y aromas del vino tinto). Asimismo, suelen preferir los vinos de larga crianza en gigantescos toneles de gran capacidad (en algunos casos cente- narios) a los de barrica de roble nuevo. Ubicadas en el medio (siempre existen matices en este tipo de generalización), hay un puñado de bodegas que hábilmente han encontrado el equilibrio justo entre tradición y modernidad. Una de las más emblemáticas que viene a mi mente es Escorihuela, con su excelente Malbec de alta gama Miguel Escorihuela Gascón. De su exclusiva línea Pequeñas Producciones encuentro destacable al Cabernet Sauvignon. Lagarde es una pequeña gran bodega que también ha dado en el clavo en esta cuestión. Sus varietales de la línea Reserva son todos muy ricos y frescos, y siempre parecen agradar a los públicos más variados. No quiero olvidar a la franco-argentina R E V I S T A D E L J O C K E Y C L U B - 5 1 Fotos: cortesía Wine Gallery estilos Toneles que maduran los vinos. El sueño en botellas. Altavista, con su finísimo Malbec Grande Reserve Terroir Selection, vino de acidez fresca, muy accesible al paladar pero complejo al mismo tiempo. Todos ellos son vinos que conjugan la frescura de la fruta y los matices de las barricas de roble sin abusar de la madurez al momento de la cosecha ni de los excesos de la madera nueva al momento de la crianza. Por el otro lado, los entusiastas de la enología moderna argentina, llamada en sus inicios “sensitiva” (tendencia que privilegia el grado de madurez de la uva deseado por el enólogo, que lo define mediante la degustación de la fruta en el viñedo, realización de trabajos intensivos de poda y conducción de las vides, fermentación a temperaturas controladas, higiene obsesiva en las bodegas, etc.), abogan a favor de los aromas y sabores limpios, más intensos y “enfocados”. Los más avanzados buscan algo más que las meras notas a fruta y madera en el vino, necesitan que el vino represente un desafío al paladar y que además de rico resulte interesante. A veces encuentran este interés en los misteriosos atributos aromáticos de lo especiado y lo mineral. De cuando en cuando discutimos el tema con mi padre, otro gran amante del vino a su modo. Él afirma que “el vino de antes tenía olor y gusto a vino” y no a fru- en cuestión eran un sempiterno Chateau Montchenot 1996 y un jovencísimo Doña Paula Estate Malbec 2006. Diez años de distancia entre cosechas, el primero pura tradición de vino de corte argentino y el segundo Malbec 100%, ambos del mismo rango de precio y de excelente calidad. Por supuesto, al final todo se reduce a una cuestión de gusto personal, pero ahora en los asados del domingo de la casa paterna se vive una alegre promiscuidad enológica: se alternan botellas de Malbec Mendoza de Achával Ferrer, Montchenot, Terrazas Reserva, Malbec de Escorihuela Gascón, Saint Felicien Cabernet-Merlot, Durigutti Malbec y Chateau Vieux. Y aunque pour la galerie mi padre jamás dejará de pregonar su preferencia por los grandes clásicos argentinos de toda la vida, yo me doy por satisfecho. Ese mediodía de domingo logré que abriera su paladar a nuevas sensaciones, y al final del día creo que esa es la cualidad que más valoro en un buen bebedor de vinos: que sepa apreciar la calidad de un vino por encima de la variedad de estilos, que se mantenga abierto a la novedad y que pueda, dejando por un momento de lado el gusto personal, reconocer que cuando el vino es bueno, es bueno más allá de cualquier diferencia estilística. 5 2 - R E V I S T A D E L J O C K E Y tas rojas, mermelada de grosellas, tabaco y chocolate. La verdad es que tiene algo de razón. Y, sin embargo, hace un par de años, un mediodía de domingo mientras encendíamos el fuego para el obligado asado familiar, le ofrecí dos anónimas copas de vino. Imaginarán que mi progenitor no es de los que andan olisqueando y haciendo girar el vino en la copa cinco minutos antes de beberlo, así que sin más preámbulos se echó al buche un trago de una y al rato uno de la otra. Yo oteaba sus reacciones disimuladamente desde la otra punta del quincho mientras simulaba acomodar unos troncos de quebracho en el brasero. Si la primera copa le provocó esa sonrisa de afecto y reconocimiento que se ofrece al amigo de toda la vida, la segunda le iluminó el rostro. “¡Qué rico!”, escuché murmurar por lo bajo. Los vinos C L U B Por Martín Buschi