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 Reporte Cualitativo Investigación sobre las causas de la deserción escolar en México Reporte Cualitativo | 2
Resumen ejecutivo Hablar de abandono escolar es referirse a un problema presente en todos los grados escolares, lo cual conlleva al rezago de la población en esta materia y, con ello, al atraso social y económico. En nuestro país se han realizado múltiples estudios sobre el abandono escolar, por lo general, de carácter cuantitativo, que dan a conocer tasas de deserción, montos de población en rezago, etc., y se carece de investigaciones de tipo cualitativo, que expliquen las causas de la deserción escolar, con las que se puedan establecer políticas educativas más eficientes y dirigidas a grupos específicos de la población. Para efectos del presente reporte, se integra información de las investigaciones cualitativas emitidas por instancias oficiales (SEP, INEGI, ANUIES, INJUVE,) sobre deserción escolar en los diversos grupos de edad de los jóvenes con que trabajan, además de complementar con investigaciones independientes de académicos publicadas a nivel Iberoamérica o America Latina, y que son, en su mayoría, fuentes de referencia de las mismas instancias oficiales de México. Además, se consultaron publicaciones, artículos y estudios de otros organismos oficiales que brindaban información de México en materia de Educación, como CEPAL, OEI, OCDE, UNESCO, UNICEF. CONTENIDO Resumen Ejecutivo 2 1. Introducción. Conceptos y términos. 3 2. Causas de la deserción escolar en distintos niveles educativos. 4 2.1 Una mirada a la situación de América Latina. 4 2.2 Datos numéricos del fenómeno de deserción escolar en México por nivel educativo. 5 2.3 México: Factores y causas asociados a la deserción escolar. 14 2.3.1 Tabla comparativa 24 2.4 Estudios sobre las causas o los factores que inciden en el fenómeno de la deserción. 25 3. Efectos sociales y económicos de la deserción escolar . 33 4. Fuentes 36 Reporte Cualitativo | 3
1. Introducción. Conceptos y términos. La deserción, la reprobación y la eficiencia terminal constituyen tres de los indicadores más representativos para evaluar la eficiencia del sistema educativo, y se encuentran íntimamente relacionados al momento de analizar las posibles causas y consecuencias del desempeño de los alumnos y el papel del sistema. El índice de reprobación permite conocer el porcentaje de alumnos que no han obtenido los conocimientos necesarios establecidos en los planes y programas de estudio de cualquier grado o curso y que, por lo tanto, se ven en la necesidad de repetir ese grado o curso. La deserción expresa el número o porcentaje de alumnos que abandonan las actividades escolares antes de terminar algún grado o nivel educativo. La deserción se clasifica en tres vertientes: deserción intracurricular, deserción intercurricular y deserción total. El abandono que ocurre durante el ciclo escolar se denomina deserción intracurricular; al abandono que se efectúa al finalizar el ciclo escolar, independientemente de que el alumno haya aprobado o no, se le llama deserción intercurricular. Por último, la deserción total es la combinación de ambas deserciones. La eficiencia terminal permite conocer el número de alumnos que termina un nivel educativo de manera regular (dentro del tiempo ideal establecido) y el porcentaje de alumnos que lo culminan extemporáneamente. Es la relación porcentual que resulta de dividir el número de egresados de un nivel educativo determinado, entre el número de estudiantes de nuevo ingreso que entraron al primer grado de ese nivel educativo años antes. Todos los estudios sobre la deserción escolar difundidos hasta ahora, señalan que la deserción es un fenómeno multicausal y complejo, que no puede ser resuelto por políticas que atiendan parcialmente el problema (SEP, 2012). Hablar de abandono escolar es referirse a un problema presente en todos los grados escolares, lo cual conlleva al rezago de la población en esta materia y, con ello, al atraso social y económico. En nuestro país se han realizado múltiples estudios sobre el abandono escolar, centrándose, principalmente, en la educación primaria y superior, en menor medida, en secundaria y casi nulos para el nivel medio superior. Además, por lo general, estos estudios son de carácter cuantitativo, que dan a conocer tasas de deserción, montos de población en rezago, etc., y se carece de investigaciones de tipo cualitativo, que expliquen las causas de la deserción escolar, con las que se puedan establecer políticas educativas más eficientes y dirigidas a grupos específicos de la población. (Navarro, 2001) Para efectos del presente reporte, se integra información de las pocas investigaciones cualitativas emitidas por instancias oficiales (SEP, INEGI, ANUIES, INJUVE,) sobre deserción escolar en los diversos grupos de edad de los jóvenes con que trabajan, además de complementar con investigaciones independientes de académicos publicadas a nivel Iberoamérica o America Latina, y que son, en su mayoría, fuentes de referencia de las mismas instancias oficiales de México. Además, se consultaron publicaciones, artículos y estudios de otros organismos oficiales que brindaban información de México en materia de Educación, como CEPAL, OEI, OCDE, UNESCO, UNICEF. Por otro lado, los datos cuantitativos que brindan un amplio panorama de las tasas de deserción y sus características particulares según sexo, geografía, nivel económico y otros rasgos sociales, los muestra el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE), órgano encargado de compilar información de la Dirección General de Planeación (DGP) del Sistema Nacional de Educación (a través del formato 911), de los Censos del INEGI y las proyecciones de población del CONAPO, y Reporte Cualitativo | 4
de esta forma evaluar la calidad, el desempeño y los resultados del Sistema Educativo Nacional en la educación preescolar, primaria, secundaria y media superior en nuestro país. 2. Causas de la deserción escolar en los distintos niveles educativos. En esta sección se presenta una breve descripción del panorama regional que ejemplifica la realidad compartida del abandono escolar de México y otros países de América Latina. Posteriormente se brinda información cuantitativa nacional que servirá para entender el fenómeno de manera objetiva, para después brindar al lector las múltilples causas de la deserción en México y que divulgan las diversas entidades oficiales. Como un ejercicio de complementariedad, se presentan en la última sección algunos estudios, por nivel educativo, que proporcionan mayor detalle de las causas y factores asociados al fenómeno. 2.1 Una mirada a la situación de América Latina. Diversos estudios sostienen que el problema de la insuficiente escolarización en los países de Latinoamérica se refiere, más que a la cuestión de la cobertura, a la limitada capacidad de los sistemas educativos para garantizar que el alumno pueda permanecer en la escuela. Estudios realizados en diferentes países de la región (Argentina, Brasil, Chile, Perú y Uruguay), dan cuenta de que en América Latina hay una conciencia generalizada respecto a que la retención escolar, en los años de estudios equivalentes al 1
nivel medio superior mexicano , es uno de los principales retos de los sistemas educativos. Según datos de la CEPAL, el 37% de los adolescentes latinoamericanos de entre 15 y 19 años abandonaron la escuela antes de terminar sus estudios secundarios, e incluso se sostiene, a partir de los datos que aporta tanto el Sistema de Información de Tendencias Educativas en América Latina (SITEAL) como la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI, 2009), que menos de la mitad de los jóvenes de 20 años consiguen terminar el nivel medio en Latinoamérica. 1 En la mayoría de los países latinoamericanos, el nivel medio superior mexicano queda incluido en la educación secundaria. Una nota común en estos estudios consiste en admitir que en el fenómeno de la deserción confluye una multiplicidad de factores que hacen que resulte difícil establecer una causalidad directa. Los condicionantes analizados abarcan desde la organización de los sistemas educativos, el contexto social, la gestión escolar, la relación de los alumnos con los docentes, la situación familiar y la situación individual. También se resalta el gran peso que tienen las pautas culturales y el universo simbólico de las familias y las escuelas en el desarrollo de expectativas, actitudes y comportamientos que coadyuvan en el bajo desempeño y en el abandono escolar. De este modo, la deserción es abordada como un proceso complejo, en el cual se entretejen factores de índole individual, familiar, social, material y cultural que se refuerzan simultáneamente. El fracaso escolar afecta de manera principal y mayoritariamente a quienes pertenecen a los sectores más pobres en las distintas sociedades: mientras más pobres, vulnerables y excluidos son los estudiantes, mayores son sus probabilidades de no aprender lo necesario, de no alcanzar buenos desempeños, de reprobar grado, de dejar de asistir a clases, o finalmente desertar definitivamente del sistema escolar. Pero junto con lo anterior, resulta aún más duro el hecho de que este fracaso termina siendo en gran parte, algo “construido” desde la propia escuela, a partir de sus dinámicas, juicios, prejuicios y prácticas. El fenómeno de la deserción, sigue siendo mucho más agudo en las zonas rurales, llegando en muchos países a triplicar la tasa entre estudiantes urbanos (CEPAL, 2002-­‐ 2007). Por su parte, los estudiantes de poblaciones indígenas son quienes presentan las mayores cifras de deserción. Especialmente preocupante es el hecho de que un 30% de los estudiantes indígenas abandona los estudios durante la enseñanza primaria (CEPAL, 2007). Reporte Cualitativo | 5
Según el reporte del Sistema de Información de Tendencias Educativas en América Latina, SITEAL (2010), a partir de los 13 años comienza a observarse un incremento sostenido en el porcentaje de los adolescentes que abandona la escuela a nivel regional. Así, cerca de la mitad de los adolescentes entre los 17 y 18 años ya no asiste a la escuela. A esa edad, sólo el 32% de los estudiantes culmina el nivel medio, a pesar que teóricamente es la edad en las cual los jóvenes debieran estar finalizando su enseñanza secundaria. Se produce así, no sólo una importante tasa de abandono en el nivel secundario, sino también de retraso escolar, lo que provoca que a los 24 años, ocho de cada diez jóvenes latinoamericanos se encuentren desvinculados del sistema educativo formal. Concretamente, a esa edad, uno de cada diez jóvenes no completó el nivel primario y la mitad no completa sus estudios secundarios. Respecto de la conclusión de la enseñanza primaria, se observa un primer grupo de países, con una alta tasa de finalización de los estudiantes del nivel primario: Argentina, Bolivia, Brasil, Costa Rica, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela. En todos ellos, al menos el 88% de los adolescentes de 15 años que accedió a la escuela primaria logró terminarla (SITEAL, 2010) 2.2 Datos numéricos del fenómeno de deserción escolar en México por nivel educativo. Antes de analizar las causas del fenómeno de deserción escolar, presentamos al lector las cifras generales y algunas de sus particularidades para enteder de manera objetiva cómo se ha comportado la problemática en los últimos años. Principales cifras del Sistema Educativo Mexicano Fuente: elaboración propia, información de reporte DGPP/SEP; formatos 911; INEA. Los datos que presentamos a continuación son emitidos por el INEE en su publicación 2012, recogiendo datos del ciclo escolar 2010/2011 que es la información más actualizada. Cabe señalar que se incluye información del nivel básico (primaria, secundaria) y medio superior únicamente, ya que representan la educación obligatoria. Se afirma que, cuanto más se avanza en el sistema educativo, existe mayor riesgo de abandonar la escuela. La desagregación del indicador del INEE en sus dos componentes muestra que el mayor abandono escolar ocurre durante el transcurso del ciclo escolar y no en la transición entre ciclos. Reporte Cualitativo | 6
En educación primaria, la deserción intracurricular se situó en 0.5%, en tanto que la intercurricular fue ligeramente menor: 0.2%; en educación secundaria, el primer tipo de deserción fue de 3.2% y el complemento de 2.3% y, por último, en educación media superior, las tasas de deserción intracurricular e intercurricular fueron de 8.6 y 6.4%, respectivamente. Las cifras por sexo revelan que los hombres están más expuestos que las mujeres a abandonar la escuela en cualquiera de los niveles o tipos educativos. El desfase inicia en educación primaria con una diferencia de 0.2% (0.8% en hombres y 0.6% en mujeres), en educación secundaria de 2.1% (6.6% en hombres y 4.5% en mujeres) y en educación media superior de 3.5% (16.7% en hombres y 13.2% en mujeres). La deserción total aumenta progresivamente entre grados escolares. En el 1er grado de educación primaria partió de 0.8% y alcanzó su punto máximo en el 1er grado de educación media superior (21.6%), grado desde el que comenzó a descender hasta posicionarse en 6.6% en 3o. La tasa de deserción intracurricular se mantiene sobre la intercurricular, y la diferencia entre ambas aumenta en educación secundaria y media superior, aunque es particularmente mayor la diferencia en el 1er grado de ambos niveles y tipos educativos. Por lo que se refiere a la tasa de deserción total en las entidades federativas, en Colima, Nayarit y Durango se presentó, en el nivel de primaria, la mayor disminución entre los ciclos escolares 2000/2001 y 2010/2011, más de 2.5 puntos porcentuales; mientras que en Nuevo León, Yucatán, Tlaxcala y Baja California Sur la reducción fue de menos de 0.5 puntos porcentuales. En educación secundaria, la mayor disminución entre ambos ciclos escolares se presentó en Guerrero, Zacatecas y Baja California Sur con una disminución de 5.4, 4.9 y 4.8 puntos porcentuales, respectivamente, lo cual significó una mejora para el estado de Guerrero, debido a que en el ciclo escolar 2000/2001 tuvo la tasa más alta. En el caso opuesto están Coahuila y Tamaulipas, con un aumento de 1.7 y 0.1 puntos porcentuales. En educación media superior, Guerrero, Querétaro y Sinaloa registraron la mayor disminución en la tasa de deserción total con 8.4, 5.8 y 5.7 puntos porcentuales respectivamente; mientras que Tamaulipas, Tabasco, Morelos, Nuevo León, y Puebla aumentaron sus tasas con 3.0, 1.2, 0.7, 0.7 y 0.3 puntos porcentuales, en ese orden. Reporte Cualitativo | 7
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Los resultados por modelo educativo en educación media superior mostraron que los alumnos de profesional técnico se encuentran en mayor riesgo de abandonar la escuela que los de bachillerato general y bachillerato tecnológico, pues poco más de una quinta parte de su matrícula desertó en el ciclo escolar 2010/2011, en tanto que en los últimos la deserción alcanzó 13.4 y 15.7%, respectivamente. Reporte Cualitativo | 12
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El análisis por tipo de sostenimiento señala que la deserción en las primarias privadas es ligeramente superior al de las primarias públicas (1.8 y 0.6%, respectivamente); en cambio, en educación secundaria es más probable que los alumnos de las escuelas públicas abandonen sus estudios (6%) en comparación con los de las escuelas privadas (0.1%). En educación media superior, de nuevo son las escuelas privadas donde es mayor el riesgo de abandono escolar, con 16.2%, a diferencia de las públicas con 14.7%. La deserción escolar es un fenómeno de origen multifactorial, sin embargo, es posible ver que la población que se encuentra transitando ciertos grados, niveles o tipos educativos es más propensa a abandonar la escuela. Se debe poner mayor énfasis en que los alumnos que se inscriben al inicio del ciclo escolar logren concluirlo, ya que es en el transcurso de éste donde ocurre con mayor frecuencia el abandono escolar. Aunque durante la última década ha habido avances, la deserción continúa siendo un factor de riesgo en el cumplimiento de la meta de que los niños y jóvenes concluyan la educación obligatoria. Reporte Cualitativo | 14
2.3 México: Factores y causas asociados a la deserción escolar. Aunque hay diversas razones para el abandono escolar, la variedad de los factores no es muy grande. A continuación se describen los principales factores asociados según entidades oficiales. En varios de los estudios, se presentan los mayores porcentajes según cada fuente, excluyendo las causas o factores que no cuentan con un porcentaje de representación significativo. El Censo de Población y Vivienda 2000, realizado por el INEGI representó una de las primeras aproximaciones para determinar los factores que influyen en el abandono escolar. En este Censo de Población que incluyó una pregunta, dirigida a la población de 7 a 29 años de edad que dijo no asistir a la escuela, sobre la “causa principal por la cual había abandonado los estudios”. Sin embargo, dadas las características propias del levantamiento censal, la pregunta se realizaba en términos muy amplios, sin precisar, por ejemplo, en qué nivel se habían abandonado los estudios (básico, medio superior o superior) y restringiendo las posibles respuestas a los siguientes factores generales: 1. Nunca ha ido a la escuela 2. No quiso o no le gustó estudiar 3. Falta de dinero o tenía que trabajar 4. Se casó (unió) 5. La escuela estaba muy lejos o no había 6. Su familia ya no lo (a) dejó o por ayudar en las tareas del hogar 7. Terminó sus estudios A partir de los datos arrojados por el Censo de 2000, Norma Luz Navarro Sandoval, en su artículo Marginación escolar en los jóvenes. Aproximación a las causas de abandono (2001) calculó los porcentajes de cada una de las opciones de respuesta, delimitando los datos a las respuestas de los jóvenes de 15 a 19 años (Nivel Medio Superior). Según este estudio, de los jóvenes que desertaron del sistema educativo: -­‐ el 37.4% no quiso o no le gustó estudiar; -­‐ el 35.2% por causas económicas; -­‐ el 5.8% porque se casó o unió; -­‐ el 5.4% por haber terminado sus estudios; -­‐ el 2.3% declaró que no existía escuela o que estaba lejos; -­‐ 2.4% por causa de tipo familiar; -­‐ el 3.1% de las respuestas fueron para otra causa; -­‐ el 8.5% no especificó por qué dejó los estudios. Llama la atención que a diferencia de prácticamente todos los estudios realizados posteriormente sobre este tema, el principal motivo para desertar remite a una cuestión personal, prácticamente volitiva: no quiso o no le gustó estudiar (37.4%). El alto índice alcanzado por esta respuesta da la pauta para ahondar más en la indagación de situaciones que influyen para que un joven quiera o no continuar sus estudios. Juntas, la razón personal y la económica (falta de dinero o tenía que trabajar, 35.7%) integran poco menos de las tres cuartas partes de las respuestas de los jóvenes. Frente a este tipo de factores, la única opción relacionada con la situación escolar (la escuela estaba muy lejos o no había, 2.3%) obtiene un número de menciones poco significativo. Según la Encuesta Nacional de la Juventud 2010, estos dos motivos, el personal y el económico, aparecen de nueva cuenta como las principales causas de abandono escolar. Para el detalle en las mujeres, expresa que 32.8 % de las jóvenes encuestadas dejaron los estudios por razones económicas, 16.6% por matrimonio (unión), 12.5% por reprobación, aburrimiento o indisciplina, 8.3% por maternidad, entre otras razones con menor porcentaje de representación. Reporte Cualitativo | 15
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), (INEGI, 2009) incluyó por primera vez un Módulo de Educación, Capacitación y Empleo (MECE), en el que consideraba una pregunta sobre las razones para desertar de la Educación Media Superior. La población objetivo de esta encuesta fueron personas mayores de 12 años y económicamente activas (PEA), es decir, que durante la última semana a la entrevista trabajaron o buscaron trabajo. A diferencia de las otras encuestas mencionadas, la pregunta se dirigía específicamente a las causas de abandono escolar para el nivel medio superior. Según los resultados de esta encuesta: -­‐ 52% integran la insuficiencia de dinero para pagar la escuela y la necesidad de aportar dinero al hogar; -­‐ 12% menciona el embarazo, matrimonio y unión; -­‐ 11% “No le gustó estudiar” (razón que puede estar asociada con el sistema educativo, con la gestión y el ambiente escolar); -­‐ 2.5% “Reprobación, suspensión o expulsión” (es la razón explícitamente escolar más alta). Por otra parte, si bien tanto en hombres como en mujeres la primera causa es la referida a la insuficiencia económica, en el caso de las mujeres la segunda causa se refiere al “Embarazo, matrimonio y unión” (23%), mientras que en los hombres ocupa la segunda posición “Necesidad de aportar dinero en el hogar” (27%). Con relación a los factores que influyen para que el joven abandone las aulas, otra fuente de información es la encuesta que se realiza entre los directores de las escuelas del nivel medio superior que participan en la prueba ENLACE. En 2010, aproximadamente 72% de los directores de media superior que participaron (10,686) contestaron ese cuestionario. Los directores reportaron como principales razones para la deserción: -­‐ los problemas económicos (43%); -­‐ la falta de interés en la escuela (24%); -­‐ el bajo rendimiento (19%). Según la información que proporciona la UNICEF en México, dejar la escuela antes del tiempo establecido significa el riesgo de continuar el aprendizaje predominantemente en las calles. Con esto, las capacidades y oportunidades de los adolescentes se ven recortadas de manera drástica, y sus riesgos de salud aumentan. La mayoría de ellos, además, estará condenada a vivir en situación de pobreza. Algunas razones por las que los adolescentes dejan de ir a la escuela son: -­‐ la baja calidad de la educación, especialmente en las escuelas públicas; -­‐ la discriminación que muchos jóvenes enfrentan; -­‐ la falta de oportunidades y de oferta educativa; -­‐ la necesidad de trabajar; -­‐ maternidad y paternidad temprana; -­‐ migración por una mejor calidad de vida. Encuesta Nacional de Deserción 2012 – Secretaría de Educación Pública Con el fin de aumentar el impacto de las políticas públicas dirigidas a mejorar la oferta de bachillerato, la Secretaría de Educación Pública levantó a inicios del año 2011 una encuesta para conocer al detalle las causas de la deserción en el nivel Medio Superior, y cuyos objetivos específicos pretenden indagar cómo influyen las esferas individual, familiar, social e institucional en la deserción.La encuesta se aplicó a jóvenes de 14 a 25 años, que residen de manera permanente en viviendas particulares ubicadas en el territorio nacional. El tamaño de la muestra fue de aproximadamente 10 mil personas. La ENDEMS es la primera encuesta que se levanta en México específicamente sobre deserción en la Educación Media Superior, que es representativa a nivel nacional y se ha preguntado directamente a los jóvenes desertores. Por ello, se Reporte Cualitativo | 16
estima que los resultados aquí presentados proveerán información útil para comprender el fenómeno y diseñar estrategias de prevención y atención a la población estudiantil que cursa este nivel educativo, e incluso como referente para los otros dos grupos de jóvenes de educación básica-­‐secundaria y superior. Principales resultados de la encuesta La falta de “dinero en el hogar, para útiles, pasaje o inscripción” es la causa de deserción más frecuentemente reportada por los propios entrevistados. La segunda razón mencionada como la principal, fue “le disgustaba estudiar” y la tercera “consideraba trabajar más importante que estudiar”. Reporte Cualitativo | 17
Por género Para las mujeres, la principal razón para desertar sigue siendo la falta de dinero; no obstante, se ubica en segundo lugar el embarazarse o tener un hijo y en tercer lugar el casarse. Dentro de las principales razones mencionadas, destaca en el cuarto lugar el tener problemas para entenderle al maestro y, en seguida, disgusto por el estudio. Reporte Cualitativo | 18
Para los hombres, la principal razón manifiesta fue la falta de dinero, seguida del disgusto por estudiar y el haber causado baja por reprobar materias. Entre las razones más mencionadas, destacan también el considerar que trabajar es más importante que estudiar, el tener problemas para entender a los maestros, la existencia de reglas de disciplina con las cuales no estaba de acuerdo y la lejanía de la escuela. Cuando observamos las diferencias entre las razones manifestadas por los hombres y las mujeres, observamos que existen motivos que impactan claramente de manera diferencial dependiendo del sexo: en el caso de los hombres tiene mayor impacto la falta de dinero, el reprobar materias, la falta de gusto por el estudio y el considerar trabajar como más importante que estudiar. En el caso de las mujeres tiene mayor impacto para la deserción, el embarazarse o tener un hijo, el casarse y el tener problemas familiares. Otras situaciones que se presentaron cuando estudiaban se muestran en la gráfica contigua: ‘Cuando estudiaba la EMS le ocurrió que…’ Reporte Cualitativo | 19
Nivel de ingresos Para las personas con menor nivel de ingreso, la situación económica es la principal razón manifiesta para abandonar la escuela, seguida del embarazo, tener un hijo o casarse. Entre los desertores de mayores ingresos mencionaron con mayor frecuencia la reprobación de materias y la existencia de reglas de disciplina con las que no estaban de acuerdo. Grupos por edad Las diferencias entre los jóvenes desertores de 15-­‐19 años y los de 20-­‐25 son de menos de 6 puntos porcentuales, por lo que son ligeramente muy parecidas. Para los jóvenes del primer grupo tienen mayor impacto en la deserción variables como la falta de gusto por el estudio y los problemas para entender a los maestros. Por otra parte, para los jóvenes de 20 a 25 años, tuvieron más impacto razones como el casarse, embarazarse o tener un hijo y la falta de dinero. Nivel de estudio de los padres La situación entre desertores y no desertores en relación a las personas con las que vivían (amigos, hijos, esposo o pareja, otras personas), no difiere entre ambos grupos. La circunstancia más común es vivir con ambos padres, situación reportada por cuatro quintas partes de los entrevistados mientras que lo menos común es vivir con un padre soltero. Los padres de los jóvenes no desertores tienen un mayor nivel de estudios que los padres de los desertores. En particular la diferencia se acentúa a partir de la Educación Superior, mientras 25.5% de los no desertores tienen uno de sus padres con algún grado de licenciatura o mayor, solo 9.6% de los desertores tienen un padre con esta característica. Por el contrario 65.2% de los jóvenes desertores tienen padres que no iniciaron la Educación Media Superior, comparado con 44.8% de los jóvenes no desertores con padres con la misma característica. Gusto por el estudio y elecciones personales En general, los entrevistados desertores reconocen que en algún momento en que estudiaban la Educación Media Superior les ocurrió que les disgustaba estudiar, de las situaciones presentadas esta es la más común y en donde hay una diferencia de más de 18 puntos porcentuales frente a los no desertores. En términos de frecuencia y de diferencia entre desertores y no desertores, la siguiente situación reportada es embarazarse, embarazar a alguien o tener un hijo. El 14.9% de los desertores mencionó haber tenido problemas con su papá, mamá o la pareja de alguno de ellos, en contraste con el 6.3% de los no desertores. Con una diferencia de más de seis puntos porcentuales los desertores reportaron con más frecuencia haber tenido baja autoestima y considerar que estudiar era de poca utilidad. Un dato muy importante es que 23.8% de las jóvenes desertoras encuestadas, reportó haberse embarazado cuando estudiaba la Educación Media Superior; y casi la misma proporción respondió que se casó. La diferencia es grande con respecto a los hombres, de los cuales menos de 8% reportó alguna de estas situaciones. De los hombres 31% mencionó que en algún momento tuvo disgusto por el estudio, nueve puntos porcentuales más que las mujeres. Asistencia y reprobación escolar Solo el 42.1% de los desertores reportaron asistir siempre a clases, mientras que 67.4% de los no desertores lo hizo. Faltar con cierta frecuencia o faltar mucho a clases fue reportado por 16.5% de los desertores en comparación con solo 2.7% de los no desertores. La reprobación es más frecuente también, entre los jóvenes desertores ya que 26.5% de ellos reportaron haber reprobado varias materias, o más de las permitidas; en comparación con solamente 6.4% de los no desertores. Mientras estudiaba la Educación Media Superior, el grupo de jóvenes que desertó observaba un menor promedio en sus calificaciones que el grupo que no desertó. Esto es cierto tanto en la calificación numérica que mencionaron, como en aquella reportada como contraste con la de sus compañeros. El menor desempeño académico de los desertores de la Educación Media Superior no es exclusivo para este nivel educativo. Tanto el promedio que reportaron en secundaria como la calificación en el examen de ingreso al nivel medio superior, son menores que los de los jóvenes que sí concluyeron. Reporte Cualitativo | 20
Las mujeres tienen un mejor desempeño en la Educación Media Superior, así la diferencia es de casi diez puntos porcentuales en las características presentadas de reprobación, asistencia y promedio en comparación con los hombres. Los jóvenes de mayores ingresos también reprueban menos y tienen un promedio mayor que los jóvenes de menores ingresos. Elección de la escuela y becas Los desertores asisten en mayor proporción a escuelas públicas, sin embargo, la principal diferencia se da entre los jóvenes de menores y mayores ingresos. Más de 98% de los primeros asisten a instituciones públicas de Educación Media Superior, en comparación con el 83% de los segundos. Casi la cuarta parte de los no desertores reportaron haber recibido una beca mientras estudiaban la Educación Media Superior. En contraste, sólo la octava parte de los desertores reportó haberse beneficiado con una beca. Las becas otorgadas por Oportunidades se reportan como las más frecuentes. El grupo de desertores que en proporción recibió mayor número de becas fue aquel con el ingreso menor. Los motivos para escoger escuela son similares entre los dos grupos. En ambos casos el plan de estudios seguido por la ubicación son los más mencionados. El prestigio de la escuela es referido en mayor proporción por aquellos jóvenes que no desertaron, mientras que “Me asignaron esa escuela” es más frecuente entre los desertores. Relaciones de confianza en directivos y docentes De manera general los no desertores tenían más confianza para recurrir a distintas personas (como el director, algún maestro o el orientador) cuando tenían problemas en la escuela. La diferencia es de más de quince puntos porcentuales, en la confianza que tenían los desertores para recurrir al personal de la escuela y de más de diez puntos en la confianza para acercarse a familiares. Las diferencias entre hombres y mujeres son menores pero constantes también. Las mujeres, en general, tienen más confianza para recurrir a distintas personas cuando enfrentan problemas en la escuela que los hombres, aspecto que resulta importante al recordar que los hombres presentan una tasa de deserción mayor que la de las mujeres. Trabajo El 22.3% de los jóvenes que abandonaron sus estudios se encontraban trabajando al momento de desertar. Una mayor proporción de hombres trabaja más horas a la semana y gana más dinero al mes que las mujeres. Los jóvenes con menores ingresos trabajan más y mayor número de horas por semana, sin embargo ganan menos que aquellos con los ingresos familiares más altos. Inseguridad y riesgos La percepción de inseguridad en la escuela, o en el camino para llegar a ella, fue similar para desertores y no desertores. Sin embargo, las mujeres se sintieron inseguras en mayor proporción, al igual que los jóvenes de menores ingresos. El consumo de drogas como marihuana y otras es más frecuente entre los jóvenes desertores que entre los no desertores: 4.8% de los desertores reportaron haber consumido marihuana, por lo menos una vez, mientras estudiaban la Educación Media Superior, comparado con 2.3% de los no Reporte Cualitativo | 21
desertores. De igual manera es más frecuente que los desertores tomen bebidas alcohólicas semanalmente y fumen dos o más veces por semana. Las diferencias entre hombres y mujeres son similares a las que se observan entre desertores y no desertores. Los hombres reportaron un mayor consumo de estas sustancias. Consecuencias y reinserción Al momento de abandonar la escuela, el 57.9% de los jóvenes quería seguir estudiando. Este porcentaje es mayor para las mujeres: 64.4% en comparación con 51.4% de los hombres. De igual manera, los jóvenes con menores ingresos son los que más reportan haber querido seguir estudiando. La mayoría de los desertores (62.4%) no mencionó a persona alguna como influencia en la decisión de desertar. Los jóvenes que mencionaron a alguien reportaron en primer lugar a su pareja y amigos como influencia en su decisión, seguidos de su papá y de su mamá. Por otro lado el 20.2% de los desertores fueron buscados por miembros de su comunidad escolar para convencerlos de seguir estudiando o para conocer sus motivos. El 41.3% y el 28.4% de los jóvenes que desertaron consideran que dejar de estudiar fue una muy mala o una mala decisión respectivamente. En conjunto 69.7% considera que fue una mala o muy mala decisión, porcentaje que aumenta a más de 70% para las mujeres y para los jóvenes de menores ingresos. El 44.8% de los desertores considera que sus relaciones familiares fueron afectadas negativamente mucho o algo por haber dejado de estudiar, el porcentaje sube a 47.4% para las mujeres en comparación con 42.1% de los hombres. El 43.3% considera que su situación económica fue afectada negativamente “mucho o algo” por haber dejado de estudiar, el porcentaje sube a 44.2% para los hombres en comparación con 42.4% de las mujeres. Reporte Cualitativo | 22
El 42.8% de los desertores considera que la confianza en sí mismo fue afectada negativamente “mucho o algo” por haber dejado de estudiar, el porcentaje sube a 45.4% para las mujeres en comparación con 40.2% de los hombres. Más de la mitad de los jóvenes (60.5%) que desertaron considera que la posibilidad de encontrar trabajo fue afectada negativamente “mucho o algo” por haber dejado de estudiar, el porcentaje sube a 63.8% para las mujeres en comparación con 57.3% para los hombres. De los desertores, 67.1% está interesado en continuar con sus estudios. Las mujeres están más interesadas (71.5%) en continuar al igual que la población más joven (70.7%). De los interesados, 30.5% quisiera concluir la Educación Media Superior y 58.2% quisiera estudiar más allá de este nivel educativo. Las principales razones por las que los jóvenes no han regresado a estudiar (reinserción): Percepción de los padres Los padres de los no desertores consideraban, en mayor proporción, que la escuela de sus hijos era estricta en los aspectos académicos y de disciplina, tenía comunicación con los padres, ofrecía apoyo académico y orientación vocacional. En general los padres de los no desertores estaban más involucrados con sus hijos y los apoyaban más. Los padres de familia de los jóvenes no desertores esperaban en mayor proporción que sus hijos estudiaran más allá de la Educación Media Superior. De los padres de los desertores, una tercera parte mencionó que hizo poco o nada para evitar que su hijo abandonara los estudios. Reporte Cualitativo | 23
De los padres de los desertores, 54.6% considera que ellos o alguien más de su familia, pudieron haber hecho más para evitar que su hijo(a) abandonara los estudios. Las principales acciones mencionadas, que ellos o algún otro miembro de la familia pudieron haber tomado para evitar que sus hijos abandonaran la escuela, fueron platicar con ellos sobre sus problemas, haberles ofrecido más apoyo académico y haber sido más estrictos con ellos. Factores predictores de la deserción De acuerdo a los resultados del modelo son los factores del ámbito educativo los que mejor identifican a los jóvenes en riesgo de abandonar la escuela: un bajo promedio, la inasistencia a clases o la reproba-­‐ ción de materias conllevan una mayor probabilidad deserción. Por otro lado la probabilidad de que los alumnos concluyan sus estudios es mayor si cuentan con una beca. Dentro de los factores del ámbito individual destacan como principales predictores que los jóvenes se embaracen, embaracen a alguien o tengan un hijo, así como el casarse mientras estudian la Educación Media Superior. En un siguiente nivel se encuentran la falta de gusto por el estudio manifestada por el alumno y la escolaridad de los padres: entre mayor es el nivel de estudios alcanzado por el padre o la madre menor es la probabilidad de que los hijos deserten. El principal factor social predictor de la deserción es la percepción que el alumno tiene sobre la importancia relativa de trabajar y estudiar. Aunque en menor medida, resultó importante también el nivel de ingresos de la familia como factor de riesgo. Conforme a los resultados obtenidos en el plano individual, la atención al estudiante en riesgo de desertar debe considerar la necesidad de los jóvenes a tener información clara y oportuna respecto a las implicaciones del embarazo, de la unión o del matrimonio, así como de la pertinencia de la educación y la mayor probabilidad de alcanzar un mejor salario y un mejor desempeño profesional y laboral si se concluye la Educación Media Superior. De igual modo, es importante reforzar el apoyo académico para los jóvenes que han tenido un pobre desempeño en la Educación Básica o que muestran dificultades para entender a los profesores. En contraparte, abordando el ámbito escolar, los métodos de enseñanza deben ser revisados continuamente en pos de mejorar la práctica pedagógica, que también implica la actualización constante del cuerpo docente. En este mismo plano, se resalta la pertinencia de favorecer un ambiente de confianza entre directivos y docentes, por un lado, y el alumnado por el otro, así como la puesta en marcha de estrategias que busquen disminuir la reprobación y aumentar la asistencia a clases y el aprovechamiento académico de los jóvenes. Estos esfuerzos deben ir dirigidos a prestigiar la Educación Media Superior, como un nivel pertinente que responde a los intereses y expectativas de los jóvenes y de la sociedad en general. Respecto a la dimensión socioeconómica, las becas, si bien no son una solución en sí mismas, pueden servir de aliciente y apoyo los estudiantes con menores recursos. Junto con esta medida se deben promover oportunidades Reporte Cualitativo | 24
educativas flexibles que atiendan a las necesidades del contexto en el que viven los jóvenes y que favorezcan su reinserción. Asimismo, se debe considerar favorecer, desde la escuela, la participación de los padres de familia en el proceso educativo de su hijo. 2.3.1 Tabla comparativa Entidad Causas o factores asociados a la deserción escolar -­‐ 37.4% no quiso o no le gustó estudiar; -­‐ 35.2% por causas económicas; -­‐ 5.8% porque se casó o unió; -­‐ 5.4% por haber terminado sus estudios; -­‐ 2.3% declaró que no existía escuela o que estaba lejos; -­‐ 2.4% por causa de tipo familiar; -­‐ 3.1% de las respuestas fueron para otra causa; -­‐ 8.5% no especificó por qué dejó los estudios. INEGI (Censo 2010) -­‐ 52% por insuficiencia de dinero para pagar la escuela y la necesidad de aportar dinero al hogar; -­‐ 12% por embarazo, matrimonio y unión; -­‐ 11% “No le gustó estudiar” (razón que la asocian con el sistema educativo, con la gestión y el ambiente escolar); -­‐ 2.5% “Reprobación, suspensión o expulsión” (es la razón explícitamente escolar más alta). INEGI – ENOE 2009 -­‐ Primera causa es la referida a la insuficiencia económica. En el caso de las mujeres la segunda causa se refiere al “Embarazo, matrimonio y unión” (23%), mientras que en los hombres ocupa la segunda posición “Necesidad de aportar dinero en el hogar” (27%). IMJUVE (2010) UNICEF Edad / Nivel educativo Jóvenes de 15 a 19 años. Personas mayores de 12 años y económicamente activas (PEA), con especial enfoque en deserción del medio superior. -­‐ Motivos personales -­‐ Motivos económicos Para el detalle en las mujeres: -­‐ 32.8 % por razones económicas; -­‐ 16.6% por matrimonio (unión); -­‐ 12.5% por reprobación, aburrimiento o indisciplina; -­‐ 8.3% por maternidad; -­‐ entre otras. -­‐ la baja calidad de la educación, especialmente en las escuelas públicas; -­‐ la discriminación que muchos jóvenes enfrentan; -­‐ la falta de oportunidades y de oferta educativa; -­‐ la necesidad de trabajar; -­‐ maternidad y paternidad temprana; -­‐ migración por una mejor calidad de vida. Jóvenes de 12 a 29 años. Jóvenes de 12 a 17 años. ENLACE (2010) -­‐ 43% por problemas económicos; -­‐ 24% por la falta de interés en la escuela; -­‐ 19% por el bajo rendimiento escolar. Nivel medio superior. SEP/ ENDEMS (2012) -­‐ 36.4% faltaba dinero en el hogar para útiles, pasaje o inscripción; -­‐ 7.8% le disgustaba estudiar; -­‐ 7.2% consideraba más importante trabajar que estudiar; Jóvenes de nivel medio superior, 15-­‐18 años. Reporte Cualitativo | 25
-­‐ 7.1% por problemas para entender a los maestros; -­‐ 6.0% le dieron de baja por reprobar materias; -­‐ 4.7% se embarazó, embarazó a alguien o tuvo un hijo; -­‐ entre otras. En la siguiente tabla se priorizan las causas o factores de las entidades antes mencionadas, enlistando del mayor al menor número de repeticiones de la tabla. De esta forma, se plantea las coincidencias entre las causalidades del fenómeno de deserción y las diferencias entre las propuestas de cada entidad. Principales causas o factores asociados a la deserción escolar que se mencionan con mayor frecuencia 1. Motivos económicos 2. No quiso o no le gustó estudiar / Falta de interés Embarazo -­‐ Maternidad y paternidad temprana Reprobación, suspensión o expulsión / Bajo rendimiento escolar 3. Se casó o unió Necesidad de aportar dinero en el hogar / Trabajar Otras causas o factores mencionados Motivos de tipo familiar Motivos personales (sin especificar) No existía escuela o que estaba lejos Terminado sus estudios Baja calidad de la educación, especialmente en las escuelas públicas Discriminación que muchos jóvenes enfrentan Falta de oportunidades y de oferta educativa Problemas para entender a los maestros Migración por una mejor calidad de vida 2.4 Estudios sobre las causas o los factores que inciden en el fenómeno de la deserción Más allá de las encuestas anteriormente mencionadas, que ofrecen importantes indicios y proponen rutas para posteriores investigaciones, en México no existen estudios que documenten y analicen a nivel nacional los principales factores que confluyen para que un estudiante abandone los estudios, lo cierto es que se puede encontrar información valiosa en diferentes documentos que exponen esta situación a partir de estudios realizados en las entidades federativas. En los párrafos siguientes, se mencionan algunos estudios relevantes que aportan datos sobre las causas o factores que inciden en la deserción escolar por cada uno de los niveles educativos. Los estudios ilustrados fueron referenciados en reiteradas ocasiones por investigaciones realizadas por órganos oficiales o bien, articulo e investigaciones académicas que se remitían a las mismas fuentes de información que se muestra a continuación. Los datos arrojados por las encuestas de la sección anterior privilegiaron los factores económicos y los individuales. Sin embargo, dichos aspectos quedaron mencionados en un nivel muy general. En el caso de los factores individuales, por ejemplo, el disgusto por estudiar no parece ser una causa por sí misma, sino una manifestación de un problema anterior que puede estar relacionado con el ámbito familiar, escolar o social. Resulta, pues, necesario desentrañar qué elementos subyacen en este tipo de respuesta, tan ampliamente socorrido en estas encuestas. Por otra parte, en estas encuestas la influencia del ámbito escolar parece estar subestimada. Pareciera como si, frente a los factores económicos y al disgusto por estudiar, poco pudiera hacer el sistema educativo. No obstante, algunos estudios regionales coinciden en afirmar que el fortalecimiento del ámbito escolar (en términos de consolidar la labor de los docentes, asegurar un liderazgo eficiente de los directores, apuntalar los aprendizajes obtenidos en el nivel básico, contar con prácticas pedagógicas cercanas a los jóvenes, aprovechar la información surgida de los exámenes estandarizados, Reporte Cualitativo | 26
disminuir el índice de reprobación, etcétera) tiene una incidencia directa en la permanencia de los jóvenes. Detectar estos factores es de gran importancia, sobre todo porque arrojan información que puede ser utilizada para el diseño, evaluación y mejoramiento de las políticas educativas. Un primer estudio, que generaliza las causas a niveles indistintos en la educación es el de ‘Factores asociados al abandono y la deserción escolar en América Latina: Una mirada en conjunto’ (Román, 2001) donde subyace a esta perspectiva analítica, la convicción de que los avances y logros en las cifras de fracaso escolar, sólo serán efectivos y sustentables si se asumen y abarcan articuladamente los diferentes tipos de factores y procesos implicados en la problemática señalada. Nivel básico -­‐ secundaria El estudio de “Condiciones escolares asociadas a la deserción en educación secundaria. Análisis a partir de dos casos en México” tiene por objetivo describir, a través de dos casos, los factores escolares asociados al abandono escolar de jóvenes varones que asistieron a la educación secundaria en México. Los datos provienen de una tesis de maestría hecha en el estado de Aguascalientes (Delgado, 2007) y reporta la perspectiva de los actores involucrados (por ejemplo alumnos, amigos, familiares, docentes y personal de asistencia educativa) sobre los factores que identifican que promueven la exclusión en secundaria. El estudio encuentra que, para los entrevistados, existe un cúmulo de factores relacionados con sus docentes, organización de los planteles y características del sistema educativo en educación secundaria, que no favorecen su permanencia en la escuela; además, no se identifican adecuaciones significativas a las prácticas escolares para brindar atención a las necesidades e intereses de los alumnos. Se ha detectado: -­‐ mayor deserción en zonas rurales o en secundarias ubicadas en contextos socioeconómicos bajos; -­‐ hay prevalencia de deserción en familias desintegradas y con baja escolaridad de los padres, Reporte Cualitativo | 27
-­‐ existen bajas expectativas de estudio dentro de la familia, -­‐ padres renuentes o poco interesados en la vida escolar -­‐ los mismos padres hacen acciones directas que afectan la continuidad escolar de sus hijos. Antes de señalar los factores, es importante mencionar que en ambos casos existían condiciones referidas como predictoras de la deserción: -­‐ mala relación de los jóvenes con sus compañeros, -­‐ absentismo, -­‐ bajo rendimiento académico, -­‐ poca atención de los padres, -­‐ bajas aspiraciones de continuar estudiando. Los siguientes resultados describen las causas de la deserción desde el trato de los docentes, las condiciones de los planteles y del sistema educativo. Aunque el estudio se enfoca desde la responsabilidad y participación que tiene la institución educativa para mitigar el problema, son visibles las causas individuales y externas al ámbito escolar que afectan a los jóvenes para abandonar los estudios. Los docentes En ambos casos existen similitudes en el trato y atención que brindaron los docentes a los alumnos: -­‐ prácticas poco sensibles a sus necesidades (por ej. prácticas mecanizadoras, instrucciones poco claras), -­‐ relaciones tensas y distantes, -­‐ desconocimiento de sus características individuales, -­‐ sentirse ajenos al fenómeno de la deserción (consideran que es cuestión de los alumnos o de sus familias), -­‐ incurrir en faltas a sus obligaciones docentes (absentismo). La dinámica escolar Existen dinámicas en los planteles que abonan a la deserción. Algunas refieren: -­‐ al nulo seguimiento sobre las condiciones de los alumnos (sobre antecedentes de deserción escolar, desintegración y violencia familiar, suspensiones por conducta, aislamiento del resto de sus compañeros); -­‐ a la organización en el interior del plantel (carga de trabajo excesiva para el docente que impide un seguimiento adecuado, número de alumnos por docente); -­‐ a la falta de procesos de inducción de los alumnos al nivel (no favoreciendo su adaptabilidad al grupo, nivel o plantel), -­‐ a los efectos negativos de los planes de trabajo (efecto negativo de las normas de control inflexibles como puntualidad y asistencia). Las condiciones del sistema educativo Probablemente aquí se gesta la deserción escolar de secundaria, pues varios factores hasta ahora descritos poseen correspondencia. En los casos explorados se hacen presentes aspectos como: -­‐ secundarias que «absorben» a los alumnos con problemas de diversa índole sin contar con programas especiales de atención, -­‐ falta de personal de asistencia educativa (psicólogos y orientadores), -­‐ cantidad de alumnos por grupo y número de grupos por docente de tiempo completo, -­‐ rotación del personal, -­‐ falta de preparación docente, -­‐ carga curricular de los planes de estudio en combinación con el tiempo de tareas y traslados provocando cansancio, -­‐ nulo seguimiento del cambio de un nivel a otro (cambio de nivel de atención y lenguaje de los profesores de un nivel a otro), -­‐ existencia de otros programas de atención destinados a personas adultas que representan una oportunidad Reporte Cualitativo | 28
atractiva para cursar su educación básica en menos tiempo y menos exigencia. Como puede apreciarse, distintos y complejos factores parecen incidir en que los alumnos no continúen estudiando; sin embargo, confluyen en la no detección de las necesidades que tiene la diversidad de alumnos que cursan la secundaria y de las condiciones poco favorables que el sistema brinda. El estudio ‘La política pública para abatir el abandono escolar y las voces de los niños, sus tutores y maestros’ (Van Dijk, 2012) corrobora que el abandono escolar es multicausal y si bien la política pública y los maestros que participaron ven los problemas principales en el contexto familiar y en las características personales de los escolares, ellos nos aportan otros elementos a tomar en cuenta: -­‐ En los establecimientos escolares visitados las malas condiciones del entorno se reflejan y reproducen, en lugar de crear ambientes de buen trato, de cuidado del entorno y con elementos que estimulen a los estudiantes a permanecer en ellos. -­‐ Cuando hay conflictos entre maestros, directivos y padres de familia, éstos se constituyen en un obstáculo para escuchar a los escolares, dar respuestas a sus necesidades y resolver sus problemas. -­‐ La falta de confianza entre escolares y maestros es un factor que, aunado a otras dificultades, se constituye en un elemento más que favorece el abandono escolar. -­‐ Las relaciones entre pares de enemistad o aquellas que provocan exclusión, discriminación y violencia directa, ya sea verbal o física, son un factor de peso a la hora de tomar la decisión de dejar la escuela. -­‐ La oferta curricular es poco significativa y pertinente para niños, niñas y adolescentes de entornos pobres y/o marginados, como demostraron los porcentajes de agrado de las materias cursadas, así como las aseveraciones de los informantes que dijeron haber dejado la escuela por aburrimiento o porque no les gustaban las clases.28 Nivel medio superior El estudio ‘El fracaso escolar en la educación media superior. El caso del bachillerato de una Universidad Mexicana’, Vidales (2009), distingue diversos factores de tipo intrasistema que tienen influencia sobre el rendimiento escolar en general, y más específicamente, sobre la deserción. Los factores propuestos: 1. Escasa introducción de mejoras didácticas y pedagógicas en los programas de formación docente. 2. La poca utilización de los datos arrojados por los exámenes de ingreso a la preparatoria y por los diagnósticos socioeconómicos, culturales y familiares que se realizan a los estudiantes. 3. La situación de los docentes y su poca profesionalización. La mayoría de ellos están contratados a tiempo parcial, sufren de inestabilidad laboral, movilidad entre planteles y excesiva carga de grupos y alumnos. 4. Escasa articulación entre niveles educativos y poca vinculación de la escuela con agentes externos, como la familia. 5. Poco acercamiento de los estudiantes a las actividades de investigación, que motiven su rendimiento académico. 6. Insuficiente orientación vocacional y poca motivación de los jóvenes por los estudios medio superiores. 7. Alta carga de alumnos por grupo. 8. Deficiencias en la formación de los estudiantes en temas como matemáticas, habilidades cuantitativas y verbales, y conocimiento del español. 9. Exiguo desarrollo de habilidades para el estudio y el autoaprendizaje. En la Educación Media Superior en México (INEE, 2011), se realiza una revisión del comportamiento de las tasas de deserción en el nivel medio superior mexicano que explica algunos aspectos como la variación histórica (de 19.8% a 14.9% en trece años), la diferencia entre el abandono escolar en hombres (17.2%) y mujeres (12.8%) y la distinción entre la deserción intercurricular (43%) y deserción intracurricular (57.2%). Por lo que toca a los motivos que inciden en la deserción de los jóvenes, destaca: -­‐ la necesidad de éstos por incorporarse al mundo laboral, -­‐ la falta de pertinencia de la oferta curricular, Reporte Cualitativo | 29
-­‐ la carencia de conocimientos sólidos y habilidades que permitan adquirir nuevos aprendizajes. Como consecuencia de esto último, se propone que parte de la solución al problema de la deserción radica en mejorar la formación obtenida por los egresados del nivel de educación básica. En este mismo sentido, el INEE apunta: “es razonable pensar que buena parte de ese abandono podría evitarse si la educación básica asegurara para todos una formación de calidad que les permita adquirir los aprendizajes que ofrece la EMS”. Entre los estudios realizados a nivel regional para explorar en los factores que favorecen el fenómeno de la deserción se encuentra el desarrollado en el estado de Sonora (Valdez, Román, Cubillas y Moreno, 2008), llevado a cabo a partir de una encuesta que tuvo como muestra a 147 estudiantes. En este estudio, los factores académicos se perciben con mayor importancia, junto con los factores económicos (estos últimos reconocidos en todas las encuestas previas como condicionantes expulsores en la Educación Media Superior). Así, en el caso de los varones: -­‐ 49% la principal razón para desertar fue académica, específicamente, la reprobación de materias, -­‐37% por factores económicos, -­‐ 11% por la falta de interés, -­‐ 2% por factores familiares, -­‐ 1% por ubicación de la escuela. Las mujeres refirieron: -­‐ 49% las causas económicas, -­‐ 25% por reprobación de materias (25%), -­‐ 20% por falta de interés, -­‐ 4% por factores familiares, -­‐ 2% por ubicación de la escuela. Junto con estas razones, en el estudio se hace un esfuerzo por indagar en las motivaciones intrasubjetivas referidas, de acuerdo con los autores, a la baja o alta autoestima como factor que influye en la decisión de abandonar los estudios y que, en relación con el rendimiento académico, se le vincula con la opinión que de sí mismos tienen los estudiantes. El estudio aborda también un tema que resulta relevante y que no es fácil encontrar en los datos que hablan de la deserción, a saber, el caso de los alumnos que si bien engrosan los porcentajes de abandono escolar de un determinado tipo de plantel, se matriculan después en otro. Según los resultados de la encuesta realizada en Sonora, en 26% de los casos, el joven encuestado había salido de un tipo de plantel y se había reincorporado a otro. Esto significa que más de la cuarta parte de los entrevistados que habiendo “desertado”, se encontraban inscritos en planteles distintos al de la escuela que había proporcionado los datos del joven que desertó. Esta situación evidencia, como apuntan los autores, la necesidad de contar con un sistema de comunicación entre los distintos tipos de planteles que ofertan la Educación Media Superior, de tal manera que se cuente con información pertinente respecto al número de estudiantes que efectivamente se encuentran fuera de las aulas y que, además, permita recuperar el costo individual e institucional de lo invertido en los semestres cursados por los estudiantes que abandonan una determinada escuela. Otro tipo de estudio, que si bien no compara de modo explícito el grado de deserción por año, es el de Education at Glance en el que se presentan diversos indicadores que nos muestran la situación de México con respecto a los otros países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, en cuanto al porcentaje de jóvenes que estudian la Educación Media Superior y la finalizan. El indicador de eficiencia terminal (completion) describe el porcentaje de jóvenes que egresaron del nivel medio superior (upper secundary), entre aquellos que iniciaron dicho nivel. En un estudio realizado entre 20 países pertenecientes a la OCDE, entre los cuales se incluye a México, el promedio de la eficiencia terminal es de 68%, lo cual indica que si bien la Reporte Cualitativo | 30
mayoría de los estudiantes que inician el nivel medio superior lo finalizan, también indica que el porcentaje de deserción, 32% es significativamente alto. El estudio muestra que a este porcentaje debe restarse el número de alumnos que toman un “año sabático” (costumbre relativamente habitual en algunos de los países que participaron en el estudio) o que tardan más tiempo del establecido para finalizar el nivel educativo (por repetición o tiempo de descanso). En este rubro, México se coloca por debajo del promedio, al alcanzar 52% de eficiencia terminal (2011). Este indicador está relacionado con los índices anuales de deserción: la suma de los estudiantes de una generación que desertan durante los años en que transcurre su Educación Media Superior es justo lo que disminuye el porcentaje de la eficiencia terminal. En México, de modo coherente a las tendencias de los restantes países miembros de la OCDE, las mujeres tienen un mayor porcentaje de eficiencia terminal (55%), que los varones (48%). Junto con el indicador de eficiencia terminal (completion) se puede mencionar, de modo complementario, que la tasa de graduación o terminación (graduation) mide la relación entre los graduados del nivel medio superior (upper secundary) contra la totalidad de jóvenes que están en la edad característica de graduarse (esto varía según el sistema educativo de cada país). 0117 De esta forma, de acuerdo con la información disponible, 21 de 28 países miembros de la OCDE tienen tasas de graduación por encima del 75%, e incluso en algunos países como Finlandia, Irlanda, Japón, Nueva Zelanda, Noruega, Portugal, Eslovenia, Suiza y Reino Unido la tasa de graduación excede el 90%, sin embargo para el caso de México, la tasa de graduación que expone la OCDE, referida al número de graduados del nivel medio superior en comparación con la población de 18 años del país, el porcentaje es del 45%, lo que nos coloca muy por debajo del promedio OCDE que es del 82%. La tasa de graduación puede dar una idea de la deserción a nivel de sistema educativo. El porcentaje de este indicador disminuye a partir del abandono escolar tanto en Educación Básica como en Media Superior, además de hacerlo en correspondencia a los jóvenes que, teniendo 18 años, continúan estudiando. Nivel Superior La OCDE, en sus Tablas Clave en Educación 2010 (las más recientes a disposición, con datos hasta 2007), documenta el porcentaje de admisión al nivel universidad de sus países miembros, donde México aparece con un incremento constante anual, aunque con una proporción menor al de la mayoría de las naciones en dicha organización. El esfuerzo por llevar más jóvenes a las Instituciones de Educación Superior (IES) avanza paulatinamente, aunque una mayoría de éstos (dos de cada tres, según la fuente) se mantiene afuera, principalmente ante la falta de condiciones de igualdad. Este panorama evidencia las dificultades por brindar a más jóvenes la oportunidad de una carrera profesional, por lo que el análisis de la deserción y su combate se han vuelto prioritarios. En su informe Panorama Educativo 2012 la OCDE presenta proyecciones de la eficiencia terminal calculadas al 2010, más bajas que los datos de la SEP para 2004. De acuerdo con esa estimación, en 2010 la perspectiva de terminar la universidad en México era de 18% para personas menores de 30 años y 20% para los mayores de esa edad, por lo que uno de cada cinco terminaría sus estudios. Más allá de los números, es preocupante que desde hace años en México la deserción es producto de la desigualdad y falta de oportunidades. Causas de la deserción 1. Presupuestal. La deserción tiene múltiples causas. Anualmente hay una discusión relativa al presupuesto que el gobierno federal destina a la educación superior. Distintos sectores insisten en la necesidad de aumentarlo7 (actualmente inferior al 1% del PIB al rubro)8, con lo que indirectamente se podría facilitar la disminución de la deserción. Reporte Cualitativo | 31
2. Problemas económico-­‐familiares. El ingreso a la universidad coincide con la edad en que suele ingresarse al mercado laboral. El estudiante debe enfrentar el dilema de continuar los estudios u obtener recursos monetarios a favor de la familia de origen o de la propia que comienza a conformar. Los motivos económico-­‐familiares son, a decir de la mayoría de fuentes que lo analizan, los más frecuentes. 3. Problemas escolares y personales. Las exigencias escolares, curriculares, de manerainstitucional o particular de alguna asignatura o profesor, la necesidad de material bibliográfico o académico, la propia ubicación del centro escolar, el ambiente en la zona o al interior del campus, entre varios más, pueden dificultar la permanencia en las IES. Igualmente, los hábitos propios de estudio, el historial académico o la dificultad de relacionarse con otros llegan a definir la decisión de abandonar la instrucción superior. 4. La transición al nivel superior. Es un proceso complejo con múltiples y significativos cambios personales en el estudiante, quien debe adaptarse a un nuevo contexto organizativo, educativo y social, lo que suele generar estrés, inseguridad, sobrecarga de trabajo y elevados niveles de ansiedad. (Silva, M. 2011). En los casos de alumnos en situación de pobreza, estas dificultades se ven magnificadas. (Silva, M. y Rodríguez, A., 2012). El mayor número de deserciones ocurre durante el primer año. 5. Jóvenes y delincuencia organizada. El crecimiento de grupos de la delincuencia organizada, en especial aquéllos dedicados al tráfico ilegal de drogas en México, favorece el reclutamiento de jóvenes por parte de esos grupos. Jóvenes que interrumpen sus estudios, que no tuvieron acceso a ellos o que deciden no continuar en el siguiente nivel educativo pueden hallar en la actividad delincuencial una alternativa para obtener ingresos mayores a los que podría ofrecerles un trabajo convencional. En junio del 2011 se consideraba que 23 mil jóvenes habían sido reclutados por el narcotráfico (diario El Universal. junio, 2011) y para septiembre de ese año, otras fuentes consideraban que esa cifra había ascendido a 75 mil (diario La Jornada. septiembre, 2011). Este fenómeno se extiende a niños y adolescentes desde antes de la secundaria. Sin duda la formación de una cultura prosocial brindará opciones distintas a quien se encuentra frente a la disyuntiva de elegir esa opción. El estudio ‘La deserción escolar universitaria. La experiencia de la UAM. Entre el déficit de la oferta educativa superior y las dificultades de la retención escolar’ buscó establecer algunas de las causas, como motivos o razones, que explican estas situaciones de deserción escolar. Para el análisis, el estudio organizó y analizó información de aspectos objetivos y subjetivos; entre los primeros resaltaron el bajo desempeño escolar que, a su vez, se relacionan con otros aspectos como la edad, el sexo, el estado civil y la economía familiar. Y entre los aspectos subjetivos el estudio refiere a las razones o motivos expresados por los desertores y que por ello constituyen su punto de vista explicativo, entre ellos se encontraron: los problemas en el aprendizaje, la cultura del estudio, las dificultades familiares (sobre todo de tipo económicas), la actividad laboral y los problemas derivados de las reglas y normatividades de la institución universitaria, por ejemplo en cuanto a la organización de horarios y a la seriación de las materias, así como de las relaciones del profesorado con sus alumnos en cuanto a propiciar desarrollo educativo y apoyo académico.
El estudio indagó sobre la opinión que los propios estudiantes desertores tenían de su rendimiento escolar. Considerando la información de la cohorte de estudio más reciente al momento del estudio (02-­‐03), se encontró que un 55% consideraba bajo o media bajo su rendimiento escolar y otro 45% consideraban que había sido medio alto y alto su rendimiento escolar. Pero a la hora de definir las causas del rendimiento escolar, se encontró que un 35.5% de los casos lo atribuye a una cultura personal de estudio, mientras que un 18.1% considera como causa del rendimiento escolar a la actividad laboral y un 12.5% lo atribuye a la orientación hacia la carrera. Es decir, las causas más frecuentes tienen que ver con la persona y su situación y Reporte Cualitativo | 32
no tanto con lo que podría considerarse a la institución, su organización y su academia, que en conjunto conforman el 6.8% de las causas de ese rendimiento escolar. Ahora bien, se exploró en particular sobre las razones o causas que llevaron a esas poblaciones a desertar de los estudios (aunque una porción importante de los casos buscó luego su reincorporación). La investigación reportó primera y segunda causas señaladas por los alumnos que desertaron. Entre las primeras causas sobre sale un grupo de cinco causas que en conjunto forman las dos terceras partes del total, 67. 2%,: -­‐ 18.6% por actividad laboral, -­‐ 14. 2% por economía del hogar, -­‐ 13.4% por rendimiento escolar, -­‐ 10.9% por cultura personal de estudio, -­‐ 10.1% por orientación hacia la carrera, -­‐ entre otras causas más desagregadas. La investigación ‘¿Desertores o decepcionados? Distintas causas para abandonar los estudios universitarios’ presenta datos del seguimiento de desertores de las áreas de ingenierías y de ciencias de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) en México. Eligiendo estas dos áreas porque exhiben, a primera vista, problemas graves: en varias carreras la tasa de titulación, después de cinco años, se sitúa por debajo del 30 por ciento. Los factores principales identificados son: -­‐ los horarios complicados y el hecho de que el estudiante trabaja, -­‐ la vocación ligada al perfil de la carrera, -­‐ el desempeño académico, con aspectos como la reprobación, la dedicación y disciplina, -­‐ la dificultad de materias y los métodos de enseñanza. Los factores de relativamente poca importancia, destaca que, contrario a otros estudios, parecen influir muy poco el apoyo familiar, el embarazo, el domicilio o el ambiente social de la carrera. Factores como los laboratorios o la infraestructura, las habilidades de aprendizaje o la situación económica también parecen tener poco peso en la decisión. Distinguen tres grupos según capital educativo familiar: aquellos cuyo padre tiene una educación hasta la secundaria, padres con educación media superior y aquellos con licenciatura o posgrado. Reporte Cualitativo | 33
Destaca que el capital educativo familiar influye sobre la deserción en dos sentidos. El primero es que, entre menor capital, suele haber mayores problemas económicos y es más frecuente que el estudiante trabaje. Eso confirmaría la hipótesis latinoamericana de que parte de la deserción se debe a las condiciones de pobreza. Sin embargo, resalta que los desertores indican como principal razón a los horarios complicados, no a la necesidad de trabajar. El problema principal, en otras palabras, consiste en que la organización curricular les hace complicado combinar el trabajo con los estudios. Según los desertores que entrevistamos, la complicación se explica por la incidencia de tres obstáculos: su carga académica resulta muy dispersa (con materias desde la mañana hasta la noche, con horas intermedias sin clase), hay materias que no solamente se pueden cursar en un horario único (a veces con un único profesor), y existen materias que no logran cursar por la saturación de cupos en el turno (matutino–vespertino) en que están inscritos. En este sentido, la universidad parece plantear una disyuntiva a sus estudiantes: o estudias o trabajas. Una buena parte de los desertores, el 51%, optó por el trabajo. Algo diferente sucede con aquellos estudiantes que tienen un capital familiar más alto. Este grupo tiende a abandonar la carrera inicial para irse a otra carrera o universidad. Se trata, como vimos arriba, del 45% de los desertores. Además de la vocación, este grupo señala factores como el perfil de la carrera, la actitud de los profesores y las formas de enseñanza. 3. Efectos sociales y económicos de la deserción escolar. La relevancia del papel de la educación y de contar con un alto nivel de escolarización, se hace patente si se considera que los recursos invertidos en educación logran un retorno social y privado más alto (CEPAL, 2002), puesto que los años adicionales de educación se traducen en importantes ahorros de recursos públicos y privados, abatimiento de los índices de pobreza y marginación, recomposición del entorno de bienestar social, mejor inclusión y adaptación del individuo a la sociedad y a la familia, salvaguarda y enriquecimiento del capital cultural, incremento en las oportunidades de encontrar trabajos bien remunerados, decremento en las pérdidas salariales al acceder a nuevos empleos, disminución de la brecha salarial entre mujeres y hombres, reducción del subempleo, así como del número y duración de los períodos de desempleo, entre otros. Es decir: el umbral educativo para revertir la tendencia de pobreza y garantizar una alta probabilidad de un acceso mínimo al bienestar a lo largo del ciclo de vida abarca, por lo menos, 12 años de estudios formales (SEP, 2012). Ahora bien, el aporte del proceso educativo a la cohesión social no se agota en el abono de competencias laborales y conocimientos que permiten un mejor desarrollo económico, individual y social. Además de esto, la educación tiene un papel central en la formación humana y ciudadana de los estudiantes, que debe de constituirse en pieza clave de la construcción de lazos sociales más fuertes y comprometidos. En este sentido, la Educación Media Superior se sitúa como un nivel educativo privilegiado, ya que en el caso de muchos estudiantes el paso por esta etapa coincide con el periodo de tránsito de la minoría de edad al momento en el que pueden ejercer plenamente sus derechos y deberes ciudadanos. De este modo y en este contexto, la deserción afecta no sólo los ámbitos económico y social de los jóvenes. Las brechas educativas se traducen en sociedades fragmentadas y yuxtapuestas, al mismo tiempo las brechas se amplían a partir de dicha fragmentación. De esta forma, cabe destacar que la deserción significa mucho más que la interrupción de un proceso de transmisión de conocimientos, por demás valioso, pues con ella se debilita la función educativa de coadyuvar a la cimentación de una ciudadanía responsable. El objetivo central de la obligatoriedad de la educación básica: “(...) se asocia con el mejoramiento de la productividad, la movilidad social, la reducción de la pobreza, la construcción de la ciudadanía y la identidad y, en definitiva, con el fortalecimiento de la cohesión social” (INEE, 2011). Reporte Cualitativo | 34
Otra aproximación se describe en ‘La deserción escolar en América Latina: un tema prioritario para la agenda regional’ (Espíndola, 2002), investigación que es ampliamente referenciada y que enuncia que la deserción escolar genera elevados costos sociales y privados. Los primeros no son fáciles de estimar, pero entre ellos se mencionan los que derivan de disponer de una fuerza de trabajo menos competente y más difícil de calificar, cuando las personas no han alcanzado ciertos niveles mínimos de educación para aprovechar los beneficios de programas de entrenamiento ofrecidos por el Estado o por las empresas, y cuya manifestación extrema es el analfabetismo. La baja productividad del trabajo, y su efecto en el (menor) crecimiento de las economías, se considera también como un costo social del bajo nivel educacional que produce el abandono de la escuela durante los primeros años del ciclo escolar. Asimismo, representan un costo social los mayores gastos en los que es necesario incurrir para financiar programas sociales y de transferencias a los sectores que no logran generar recursos propios. En otro orden de factores, se mencionan igualmente como parte de los costos de la deserción la reproducción intergeneracional de las desigualdades sociales y de la pobreza y su impacto negativo en la integración social, lo que dificulta el fortalecimiento y la profundización de la democracia. Por otro lado, los costos privados se refieren a la cuantía de ingresos laborales que dejan de percibir durante su vida activa los jóvenes que abandonan con anticipación sus estudios. Para explicar la causalidad directa de la falta de educación y la pobreza, la CEPAL describe en su estudio Panorama Social de América Latina que la mitad de los adultos (entre 25 y 65 años de edad) en situación de indigencia no había completado la educación primaria. Este porcentaje se reduce a medida que aumentan los ingresos. Quienes completaron la primaria pero no la secundaria representan el grupo más numeroso entre los pobres no indigentes y los vulnerables, con participaciones en torno al 45% en ambos grupos. Por su parte, entre los no vulnerables predominan las personas que completaron la educación secundaria pero no la educación superior (un 41%). La presencia de personas con educación superior completa entre las personas pobres y vulnerables es muy reducida (inferior al 1% y al 3%, respectivamente), mientras que entre las no vulnerables es sensiblemente superior (alcanza un 13%). No hacer valer el derecho a la educación tiene múltiples consecuencias negativas para los individuos; por ejemplo: menores probabilidades de acceso a puestos laborales, menor capacidad de respuesta en situaciones de la vida diaria, mayores posibilidades de incidir en conductas delictivas, y fomentar la desigualdad social en forma desproporcionada, entre otras. La escuela, como promotora de factores de protección, disminuye la posibilidad de que los jóvenes se involucren en conductas que pueden afectar su salud, seguridad, libertad e incluso su vida. Los factores de protección son estilos de vida, patrones conductuales sanos que se adquieren en la familia, la escuela y con los amigos. Al decidir desertar de los procesos escolares, los adolescentes inciden directamente sobre las posibilidades de llevar a cabo una vida adulta plena. Reporte Cualitativo | 35
Anexo. Directorio Entidad Página web Teléfono de contacto www.inegi.org.mx Nacional sin costo: 01 800 111 46 34. Teléfono nacional: (449) 910 53 00 Ext. 5301 INEGI (ENOE) www.inegi.org.mx Nacional sin costo: 01 800 111 46 34. Teléfono nacional: (449) 910 53 00 Ext. 5301 IMJUVE www.imjuventud.gob.mx Teléfono: 1500-­‐1300 Lada sin costo 01-­‐
800-­‐22-­‐800-­‐92
INEGI (Censo) UNICEF www.unicef.org/mexico/spanish/
index.html Teléfono: 5284-­‐95 30 ENLACE www.enlace.sep.gob.mx Teléfonos: 01 (800) 112-­‐8896 01 (55) 5134-­‐9806
SEP/ ENDEMS www.snie.sep.gob.mx/estadistic
as_educativas.html Teléfono: (55) 36 01 10 00 Temporalidad de estudios relacionados al tema Los Censos de Población y Vivienda se efectúan cada 10 años. Para efectos de investigación de causas de abandono escolar, el Censo del 2000 integró una pregunta adicional al cuestionario ampliado, lo que permitió obtener la información presentada. Normalmente el Censo incluye indicadores sobre educación muy generales, ya que no es su enfoque principal de evaluación. La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo se actualiza cada trimestre desde 2005. Su función principal obtener información sobre las características ocupacionales de la población a nivel nacional, así como otras variables demográficas y económicas que permitan profundizar en el análisis de los aspectos laborales. Para 2009, lanzó un Módulo de Educación, Capacitación y Empleo que permitió, por esa ocasión, proporcionar información sobre los aspectos educativos, la capacitación laboral, los antecedentes laborales y experiencia laboral de la población económicamente activa para el análisis del mercado de trabajo y el seguimiento, e impulsar las acciones para incrementar la productividad laboral de la fuerza de trabajo. Información relevante sobre los jóvenes, permitió brindar datos a investigaciones sobre la deserción escolar. La Encuesta Nacional de la Juventud se realiza cada 5 años, desde el año 2000. No cuenta con un estudio recurrente sobre jóvenes. Su participación en los diversos temas consiste en apoyar iniciativas en conjunto con otros organismos para obtener resultados específicos. En México cuenta con varios estudios y casos en temas de migración, educación, salud, entre otros. A los estudiantes se les examina en las materias de Español y Matemáticas. Sin embargo, cada año se introduce la prueba de una asignatura diferente, que se va rotando. En 2008, se evaluó sobre Ciencias; en 2009, Formación Cívica y Ética; en 2010, sobre Historia; en 2011, Geografía; en 2012, Ciencias; y este 2013 los alumnos serán evaluados sobre Formación Cívica y Ética nuevamente. La Secretaría de Educación Pública (SEP), como responsable de la planeación y evaluación del Sistema Educativo Nacional Reporte Cualitativo | 36
www.sems.gob.mx/es/sems/enc
uesta_nacional_desercion_ems INEE www.inee.edu.mx Teléfono: 5482-­‐0900 (SEN), integra entre otros datos las estadísticas básicas que describen la situación actual y los avances en la prestación de los servicios educativos. Esta información se recaba directamente de cada una de las escuelas del país, tanto públicas como privadas, al inicio y fin de cursos de cada ciclo escolar, mediante la aplicación del cuestionario 911. Esta tarea de recopilación se realiza con la participación de las autoridades educativas de las 32 entidades federativas, a partir de un sistema de información coordinado por la SEP. Los datos generados constituyen la estadística oficial del sector federal y de los gobiernos estatales y es la base para llevar a cabo los procesos de planeación, programación, presupuestación y asignación de recursos, valuación y rendición de cuentas del sector, entre otras actividades. Las estadísticas generales del Sistema de Educación Nacional se generan cada año, después de acabado el ciclo escolar en curso. Para efectos de esta investigación, la Encuesta Nacional de Deserción Escolar en Nivel Medio Superior, fue un estudio único realizado en 2011 y publicado en 2012. El Instituto Nacional de Evaluación Educativa genera los indicadores de evaluación de todo el sistema educativo mexicano. Es el principal referente para generar información sobre el tema. Los indicadores cuantitativos se generan cada año (conforme ciclo escolar), sin embargo, sus investigadores pueden generar estudios no recurrentes sobre distintos temas. 4. Fuentes DOCUMENTOS COMENTARIO Encuesta Nacional de Deserción en Educación Media Superior, SEP 2012 http://www.sems.gob.mx/es/sems/encuesta_nacional_desercion_ems Documento PDF Encuesta Nacional de Juventud -­‐ Datos del Censo de Población y Vivienda INEGI 2010 http://www.imjuventud.gob.mx/imgs/uploads/Encuesta_Nacional_de_Juventud_2010_-­‐
_Resultados_Generales_18nov11.pdf Documento PDF Panorama Educativo de México 2012. Indicadores del Sistema Educativo Nacional. Educación Básica y Media Superior. México: INEE, 2013. http://www.inee.edu.mx/images/stories/2013/publicaciones/Panorama2012/Panorama20
12260613.pdf SEP – Dirección General de Planeación. Principales cifras del Sistema Educativo de República Mexicana Documento PDF Documento PDF Reporte Cualitativo | 37
http://www.snie.sep.gob.mx/Estad_E_Indic_2011/Cifras_REPMEX_2011.pdf Unicef. Adolescencia. http://www.unicef.org/mexico/spanish/ninos_6879.htm Panorama Social de America Latina 2012, Cepal. http://www.eclac.org/publicaciones/xml/5/48455/PanoramaSocial2012DocI-­‐Rev.pdf “Condiciones escolares asociadas a la deserción en educación secundaria. Análisis a partir de dos casos en México” Delgado, 2011. http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3876298 Proyecto SPRING, Compilación de Estado del Arte, 2013 http://www.spring-­‐alfa-­‐pucv.cl/wp-­‐content/uploads/2013/01/Compilaci%C3%B3n-­‐
Estado-­‐del-­‐Arte-­‐Proyecto-­‐Spring-­‐Alfa-­‐III-­‐enero-­‐2013.pdf#page=12 Página web Documento PDF Documento PDF Documento PDF Marginación escolar en los jóvenes. Aproximación a las causas de abandono. Norma Luz Navarro Sandoval, 2001. http://www.inegi.gob.mx/inegi/contenidos/espanol/prensa/contenidos/articulos/sociode
mograficas/marginacion.pdf Documento PDF La deserción escolar en América Latina: un tema prioritario para la agenda regional. Ernesto Espíndola y Arturo León. Diciembre, 2012. http://www.rieoei.org/rie30a02.htm#10a Página Web Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación (2013) -­‐ ‘Factores asociados al abandono y la deserción escolar en América Latina: Una mirada en conjunto’. Marcela Román http://www.rinace.net/reice/numeros/arts/vol11num2/art2.htm Página Web Investigación: ¿Desertores o decepcionados? Distintas causas para abandonar los estudios universitarios. Wietse de Vries, Patricia León Arenas, José Francisco Romero Muñoz y Ignacio Hernández Saldaña. Diciembre 2011. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S0185-­‐27602011000400002&script=sci_arttext La deserción escolar universitaria. La experiencia de la UAM. Entre el déficit de la oferta educativa superior y las dificultades de la retención escolar. Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=32514212 La política pública para abatir el abandono escolar y las voces de los niños, sus tutores y maestros’ (Van Dijk, 2012) http://www.comie.org.mx/v1/revista/visualizador.php?articulo=ART52005&criterio=http:/
/www.comie.org.mx/documentos/rmie/v17/n052/pdf/52005.pdf Revista Iberoamericana, OEI. http://www.rieoei.org El fracaso escolar en la educación media superior. El caso del bachillerato de una Universidad Mexicana, (Vidales, 2009) http://www.rinace.net/reice/numeros/arts/vol7num4/art16.pdf Abandono y Deserción en la Educación Iberoamericana 18 artículos de Iberoamérica. http://www.rinace.net/reice/numeros/vol7num4.htm Sistema de Información de Tendencias Educativas en América Latina http://www.siteal.iipe-­‐oei.org/etiqueta/34/mexico Página Web Página Web Documento PDF Página Web Documento PDF Link de interés. Documento PDF. Link de interés. Documento PDF. 

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