unidad 2. climas y paisajes de la tierra. zonas

Transcripción

unidad 2. climas y paisajes de la tierra. zonas
UNIDAD 2.
CLIMAS Y PAISAJES DE LA TIERRA. ZONAS BIOCLIMÁTICAS.
EL CLIMA COMO CONDICIONANTE DE LAS ACTIVIDADES HUMANAS.
EL SER HUMANO COMO AGENTE MODIFICADOR DEL MEDIO.
Una vez estudiado el sustrato sobre el que el hombre realiza las actividades, hay que estudiar qué
surge en ese sustrato y qué condiciones climáticas y ambientales lo determinan. Así pues, el
estudio los paisajes de la Tierra nos permitirá conocer el hábitat sobre el que se desarrolla la vida
humana, al tiempo que intentamos identificar dos fenómenos: cómo el clima condiciona o ha
condicionado las actividades humanas y cómo el ser humano se ha adaptado a las distintas
circunstancias que ofrece el medio, llegando a convertirse en el mayor agente modificador del
paisaje. Bajo esta premisa comenzamos el tema.
El planeta queda dividido distintos climas (que no tiempos) en función de las características
pluviométricas, térmicas, de presión y vientos; son los elementos del clima. La variedad de las
zonas climáticas dependen de la latitud, la altitud y la continentalidad; son los llamados factores
climáticos, y condicionan los distintos tipos de paisajes de la Tierra, desde las selvas ecuatoriales a
la tundra de las zonas frías.
A. CLIMAS Y PAISAJES DE LA TIERRA
La pregunta que nos lanzamos ahora es ¿Cómo los distintos factores climáticos pueden modificar
los elementos del clima? ¿Cómo afecta eso a la formación del paisaje natural?
La temperatura es uno de principales elementos climáticos, y de hecho es el que permite
establecer la separación de las zonas climáticas del planeta (frías, templadas y cálidas), sin tener
en cuenta otros factores. Las distintas observaciones y registros térmicos permiten el cálculo de
una serie de datos básicos: temperatura media diaria, temperaturas medias mensuales o anuales,
temperaturas extremas medias mensuales, oscilación diaria, amplitud térmica anual, etc. Se mide
en grados centígrados, mediante termómetros y se representan en mapas mediante isotermas.
El balance térmico diario de un punto de la superficie terrestre se establece en función de los
factores cósmicos y geográficos, unos propios del lugar y otros de procedencia exterior. La
energía calorífica a disposición de la superficie terrestre y de la atmósfera procede casi
exclusivamente de la radiación solar, sin embargo, tan sólo una pequeña parte de la radiación solar
penetra hasta las capas inferiores y alcanza el suelo. De esta forma, el 43% de la radiación
alcanza el suelo, donde se refugia o almacena en proporción variable según la naturaleza de la
superficie receptora.
El ángulo de los rayos solares con la horizontal o altura de sol se modifica con la latitud, época
del año y hora del día. La altura del sol deja sentir su influencia a través de un tripe efecto: las
pérdidas por reflexión aumentan a medida que los rayos solares se alejan de la vertical, la cantidad
de radiación se expande en función de la oblicuidad de los rayos solares, y la absorción de la
radiación disminuye cuanto más grande es el espesor de la atmósfera.
Los accidentes del relieve pueden hacerse sentir en las temperaturas por motivos de orientación,
altitud y declive de las vertientes. En principio, establecer la reducción de temperatura a mayor
altura. Los contrastes térmicos por diferencia de exposición poseen características distintas de
unas a otras latitudes. Así, la exposición solana-umbría es irrelevante en latitudes polares e
intertropicales y se hacen patentes en los ámbitos subtropicales y templados. Asimismo, los
1
sistemas de pendientes diversifican el aporte solar por unidad de superficie al modificar los
ángulos de influencia.
No todas las superficies almacenan y retienen el calor por igual. Se conoce por albedo el
porcentaje de radiación luminosa reflejada. Este porcentaje oscila entre valores de 70 a 90 para
un techo de nubes o y en ciertos bosques.
El mar se convierte en un regulador térmico, pues el calor que recoge durante el verano lo
expulsa en invierno hacia la costa y viceversa. Eso quiere decir, que aquellos lugares cerca de la
costa no sufrirán veranos excesivamente calurosos ni inviernos muy fríos.
La importancia del agua en la atmósfera radica no sólo en su condición de premisa obligada para
las precipitaciones sino por su participación en los intercambios térmicos. Entre los conceptos
para su estudio aparecen la humedad absoluta, humedad relativa, punto de rocío, precipitaciones
(anual, media, etc.). La humedad se mide en % mediante el higrómetro; las precipitaciones en mm o
l/m² con el pluviómetro y se representan en un mapa mediante isoyetas.
Las precipitaciones varían en función de la latitud, que se relaciona con la situación se las
presiones así como del fenómeno de insolación (necesario para generar la humedad en el aire).
Asimismo, la altitud determina el tipo de precipitación así como su cantidad (aquí el relieve y su
orientación es fundamental). En cuanto a la continentalidad, es importante pues la cercanía a
océanos y mares favorece la formación de nubes, y la existencia de corrientes marinas (frías o
cálidas), pueden contribuir a la nubosidad de una zona geográfica.
Se define la presión atmosférica como el peso de la columna de aire existente sobre el lugar de
observación. La presión de 760 mm Hg o 1013,6 mb, es la que se considera normal a nivel del mar.
Sin embargo, la presión atmosférica se mueve entre valores extremos que podríamos fijar en torno
a mínimos de 885 mb, que registran ciclones tropicales muy profundos, y máximas de 1070 mb,
observados en anticiclones siberianos muy potentes.
La cartografía de la presión atmosférica en superficie se realiza mediante líneas isobaras o
lugares geométricos de los puntos que registran igual presión. La caracterización de los campos de
presión en altura se efectúa a través de las
topografías absolutas, dibujadas por isohipsas. Estas
se definen como los lugares geométricos de los puntos
que registran una determinada presión a idéntica
altitud. Si en una serie de isobaras o isohipsas
cerradas los valores decrecen hacia el exterior, el
diseño corresponde a un centro de altas presiones,
anticiclón o máximo. En cambio, cuando el conjunto de
isobaras o isohipsas cerradas muestras valores
crecientes del centro hacia el exterior, se trata de un
área de bajas presiones, centro ciclonal, depresión o
mínimo.
La presión atmosférica varía en función de la latitud,
pues en la zona ecuatorial y templada aparecen
borrascas (favorecen las precipitaciones) y en las
zonas frías aparecen los anticiclones. A más altura menos presión atmosférica (¿no lo notáis
cuando subís a una montaña?) y el mar condiciona la presión en función del grado de calentamiento
de la misma y de la existencia o no de corrientes frías.
2
Del viento, interesan los datos
de dirección y velocidad.
La
dirección del viento se refiere
siempre al punto de procedencia
por medio de las rosas de los
vientos habitualmente.
Sin
embargo,
en
los
partes
meteorológicos
se
alude
al
cuadrante.
Para medir la
velocidad del viento se parte de
una serie de hechos tales como las
desviaciones que provoca, la velocidad de giro que imprime o los
fenómenos de presión y succión.
La latitud determinan el tipo de vientos constantes que pueden
afectar a una zona (alisios, monzones, vientos del W) y algunos
de carácter local. El mar, como agente regulador de la
temperatura, también favorece la existencia de brisas diurnas y
nocturnas.
¿Cómo podemos establecer una división climática si existen tantos elementos y factores
modificadores? ¿Qué debemos tener en cuenta?
Las clasificaciones climáticas encierran una gran problemática que preocupa a meteorólogos,
botánicos o ecólogos. Dentro de las clasificaciones climáticas hay tres aspectos a considerar: los
problemas de umbrales, las escalas de trabajo y los criterios de regionalización (áreas con
características comunes). Las clasificaciones climáticas se pueden determinar en función de en qué
se basen: aspectos de origen (masas de aire), cuestiones climáticas (temperatura, precipitaciones)
o en cuestiones geográficas como la clasificación de Martonne.
3
El primero en clasificar los climas teniendo en cuenta simultáneamente las características de
precipitación
y
temperatura, pero
fijando
límites
ajustados a
la
distribución de los
tipos
de
vegetación
fue
Köppen en 1918. El
sistema de Köppen
es estrictamente
empírico.
Esto
significa que cada
clima se define
según unos valores
fijos
de
temperatura
y
precipitación
calculado según las
medias anuales o
mensuales.
El
sistema de Köppen
comprende
un
grupo de letras
para designar los
grupos climáticos,
los
subgrupos
dentro de éstos y
posteriores
subdivisiones para
designar
especiales características de temperatura y precipitaciones en las distintas estaciones.
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Pero nosotros lo vamos a
hacer
más
fácil
y
teniendo en cuenta los
criterios
de
Köppen,
estableceremos
las
distintas zonas climáticas
de la Tierra (sin letras,
de verdad) relacionándolo
directamente con los
paisajes que se generan.
Recuerda que este tema
lo estudiaste en 1º ESO,
por lo que esto debe ser
un mero recordatorio, y
así lo trabajaremos.
4
¿Cuáles son las zonas climáticas de la tierra? ¿Cómo son sus paisajes? ¿Cómo
condicionan las zonas bioclimáticas las distintas formas de vida y actividades
humanas?
Los climas cálidos
Se dan en la zona cálida de la Tierra, entre el trópico de Cáncer y el de Capricornio.
En esta zona las temperaturas siempre son elevadas, superiores a los 18 °C de media. Pero hay
grandes diferencias en las precipitaciones, lo que da lugar a tres subtipos:
El clima ecuatorial: se caracteriza por temperaturas siempre muy cálidas y precipitaciones
constantes y muy abundantes, superiores a los 2.000 mm anuales.
El clima tropical: tiene temperaturas siempre muy cálidas y precipitaciones totales abundantes.
Ahora bien, las precipitaciones se concentran en unos meses del año. De ahí que en el clima tropical
existan dos estaciones: la estación húmeda y la estación seca.
El clima desértico presenta precipitaciones muy escasas, inferiores a los 250 mm anuales.
Los climas templados
Se extienden en las zonas templadas de la Tierra, entre los trópicos y los círculos polares.
Estos climas se caracterizan por la existencia de cuatro estaciones, con diferencias notables de
temperaturas y precipitaciones entre ellas.
Se distinguen cuatro tipos de climas templados:
El clima oceánico o atlántico: tiene temperaturas suaves y precipitaciones abundantes durante
todo el año, superiores a los 800 mm.
El clima continental: presenta inviernos largos y muy fríos, con temperaturas incluso bajo cero, y
veranos cortos y muy cálidos. Las precipitaciones son bastante abundantes, normalmente por
encima de los 600 mm, pero se concentran en los meses de verano.
El clima mediterráneo: se caracteriza por los inviernos cortos y de temperaturas suaves, y los
veranos largos y de temperaturas cálidas. Las precipitaciones son escasas, nunca superan los 800
mm, y se concentran en primavera y en otoño.
El clima chino: tiene temperaturas suaves y precipitaciones abundantes, por encima de los 1.000
mm, concentradas en verano.
Los climas fríos
Se localizan en las zonas frías, por encima de los círculos polares, y en las áreas de alta montaña.
El clima polar: tiene las temperaturas más bajas de la Tierra. No existe verano: ningún mes
supera los 10 °C de temperatura media. Las precipitaciones son casi inexistentes.
El clima de alta montaña: presenta temperaturas frías en invierno y suaves en verano, y tiene
lluvias abundantes, con frecuencia en forma de nieve en invierno.
5
PAISAJES DE LA ZONA CÁLIDA
Zona intertropical, con temperaturas elevadas todo el año (18º C). En función de sus precipitaciones y la latitud se distingue la zona ecuatorial, tropical y desértica.
UBICACIÓN
CLIMA
RIOS
VEGETACIÓN Y
FAUNA
OCUPACIÓN
DEL HOMBRE
PAISAJE ECUATORIAL
PAISAJE TROPICAL
PAISAJE DESÉRTICO
Cuenca del Amazonas, América Central, cuenca del
Congo y costa del Golfo de Guinea y SE de Asia
Temperaturas elevadas todo el año (25 º C)
Precipitaciones muy abundantes (2000 mm)
América Central y del Sur, centro y sur de África, Sur de
Asia y N y E de Asia.
Temperaturas elevadas todo el año.
Según las precipitaciones, distinguimos dos estaciones:
el verano o estación lluviosa, y el invierno o estación
seca.
Varía su caudal y en la época de lluvias puede sufrir
grandes crecidas.
Sabana de hierbas y arbustos, con pequeños árboles
que aparecen verdes y frondosos en la época de lluvia y
resecos y mustios en la estación seca.
La sabana da paso a la estepa, cuando la época de
sequía se hace más larga.
Existencia de herbívoros (elefantes, rinocerontes,
gacelas, cebras, etc.) y sus depredadores (leones,
hienas, etc.)
Hay pueblos indígenas dedicados a la ganadería
extensiva (Masai).
Otros son agricultores, practicando la rotación de
cultivos.
Existen áreas de plantaciones (cacao, café, caña de
azúcar, té, tabaco, etc.) que pertenecen a compañías
extranjeras.
En torno a los trópicos, sobre todo en el Hemisferio
Norte (15% de la sup. Total)
Grandes oscilaciones térmicas entre el día y la noche.
Lluvias escasas (- de 250 mm) e irregulares
Sequedad del aire, favoreciendo la evaporación.
Son los más caudalosos y regulares de la Tierra
Vegetación exuberante y con muchas especies
(selva o jungla). Árboles altos (muy apreciados por
su belleza), arbustos, y un sotobosque oscuro y
húmedo.
Animales pequeños y ágiles para moverse por la
espesura de árboles, troncos y lianas.
En selvas americanas poca población indígena, que
vive de la recolección o una agricultura
rudimentaria.
En selvas asiáticas hay más población debido a las
plantaciones (arroz, caña de azúcar, hevea, etc)
No hay cursos de agua permanentes (uadis)
Plantas y animales adaptadas a las condiciones del
clima (reservas de agua).
Pastores nómadas bordean los desiertos, en busaca
de agua.
Población sedentaria junto a los Oasis.
PAISAJES DE LA ZONA FRÍA
Entre los 60º y los 90º latitud N y S, y tierras de alta montaña (más de 2.500 m). Temperaturas muy bajas y precipitaciones escasas y en forma de nieve. Se diferencia el clima polar y el clima de alta montaña.
PAISAJE POLAR
UBICACIÓN
CLIMA
RIOS
VEGETACIÓN Y
FAUNA
OCUPACIÓN
DEL HOMBRE
PAISAJE DE ALTA MONTAÑA
Al norte del Círculo Polar Ártico y al Sur del Círculo Polar Antártico.
Temperaturas son muy bajas, inferiores a los 0º C y pueden llegar hasta los 40º C.
Precipitaciones casi inexistentes y en forma de nieve. Desiertos fríos.
No existen corrientes de agua.
En el norte de América, Europa y Asia aparece la tundra, compuesta por
musgos, líquenes y pequeñas flores, con lo que se alimentan animales como
osos y renos.
En la zona próxima a los polos no hay vegetación.
En los mares antárticos hay especies animales como focas, ballenas y
pingüinos.
La tundra de América del Norte está habitada por los esquimales (cazadores y
pescadores) y el norte de la península Escandinava por los lapones (pastoreo
de renos).
En estas zonas actualmente se explotan recursos minerales, entre ellos
petróleo.
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Aquellas zonas cuya altitud es superior a los 2500 m y tiente características propias de
los climas fríos.
Temperaturas bajas durante todo el año.
Las precipitaciones, son en forma de nieve conforme aumenta la altitud y disminuyen
en cantidad y frecuencia.
Irregulares y estacionales (deshielo)
La vegetación varía en función de tres factores: la latitud, la altitud y la orientación.
Se dispone en pisos de diferente altitud.
Vida difícil, sus habitantes se dedican a la ganadería y agricultura, que resulta muy
poco rentable. En las zonas con saltos de agua se aprovecha para producir
electricidad.
Actualmente se aprovecha esta zona para actividades de ocio (esquí, alpinismo, etc.)
compañías extranjeras.
PAISAJES DE LAS ZONAS TEMPLADAS
Entre los 30º y los 60º latitud N y S. Existencia de cuatro estaciones. Según la latitud, altitud y cercanía del mar se distinguen tres tipos med iterráneo, oceánico y continental.
UBICACIÓN
CLIMA
RIOS
VEGETACIÓN Y
FAUNA
OCUPACIÓN
DEL HOMBRE
PAISAJE OCEÁNICO
PAISAJE MEDITERRÁNEO
Entre los 40º y 60º Latitud N y S. costa
occidental de Europa y de América
del Norte, costa S de Chile y
Argentina, consta SE de Australia,
Tasmania y Nueva Zelanda.
Zonas costeras de la cuenca del mar
Mediterráneo, en la costa de California,
en la costa Central de Chile, en
Sudáfrica y Sudoeste de Australia.
Alejados de las grandes masas de
agua. Interior de Europa, Asia y
América del Norte.
Temperaturas suavizadas por la
cercanía del mar, con pocas
diferencias estacionales
Precipitaciones: los vientos del oeste
favorecen las precipitaciones suaves y
continuas.
Calor y sequedad en verano e inviernos
suaves debido a la actuación
moderadora del mar.
Precipitaciones en otoño que pueden
ser de tipo torrencial. Sequía estival.
Temperaturas muy extremas, siendo
muy elevadas en verano y muy frías
en invierno.
Precipitaciones escasas que se
concentran en verano.
Tienen un caudal abundante y
regular.
Caudal escaso e irregular. Tras un
verano seco, son frecuentes las riadas e
inundaciones.
Bosques de hoja caduca (robles,
castaños, hayas), con mamíferos y
diversas aves.
Landa, en zonas de mucho viento y
niebla, con vegetación de matorral y
espinosa, donde viven roedores y
aves.
Prados, donde hay mucha humedad y
temperaturas suaves. Ganado.
Bosque mediterráneo de hojas
perennes (pinos, encinas), con árboles
bajos de hojas pequeñas y duras que
las protege del calor. Por debajo,
matorral espinoso.
Cuando desaparecen los bosques
aparece un matorral muy denso como
la maquia (enebros y lentiscos) y la
garriga (tomillo, espliego y jaras).
Finalmente, la estepa.
En cuanto a la fauna, abundan los
ratones de campo, serpientes y otros
reptiles. Los osos, linces y zorros están
muy esquilmados.
Agricultura extensiva en cultivos de
secano: trigo, vid y olivo.
Agricultura intensiva de regadío:
huertos de frutas y verduras (gracias a
la construcción de canales); cultivo de
arroz, algodón o cítricos; invernaderos.
Caudal de los ríos abundantes pues
recoge agua de extensas zonas
llanas, dando lugar a grandes
cuencas fluviales.
En zonas del Norte, se desarrolla el
paisaje de taiga, compuesto por
coníferas (abetos, alarces y
abedules). Hay mamíferos de tala
pequeña y grande como el visón, la
marta, el alce y lobos; también
variedad de aves.
Más al Sur se desarrollan las estepas
o praderas, con veranos más
calurosos y precipitaciones escasas.
Son extensiones de hierba donde
viven insectos y roedores, y donde
antes eran abundantes los caballos,
antílopes o bisontes.
Producción de celulosa (papel) en
los árboles de la taiga.
Las zonas esteparias se usan para la
ganadería y el cultivo extensivo de
cereales.
Europa Occidental, poblada con
grandes ciudades. Zona de prados
con cría de ganado y cultivo de
cereales.
Costa Occidental de América, S de
Chile y Argentina, poco poblados con
abundantes bosques.
Australia, Tasmania y Nueva Zelanda,
gracias a la hierba abundante, se
dedica a la ganadería bovina y ovina.
PAISAJE CONTINENTAL
PAISAJE SUBTROPICAL (CHINO)
Se encuentra entre los 20º y los 35º de
latitud, en las fachadas orientales de los
continentes: sudeste de EEUU, Uruguay,
en América, el sur de China, Formosa
(Taiwán) y Japón en Asia, y la costa
oriental de Australia.
Temperaturas relativamente suaves en
invierno, generalmente más bajas que en
el clima mediterráneo, y un verano
cálido, con precipitaciones distribuidas a
lo largo de todo el año, aunque son
mayores en esta última estación. No hay
estación seca.
Ríos caudalosos e irregulares, con
crecidas en la época estival.
La vegetación es variada, yendo desde las
coníferas al bosque subtropical húmedo
en el que la vegetación es abundante,
combinando árboles templados
caducifolios y especies tropicales. Destaca
la laurisilva china. Su biocenosis típica es
el bosque subtropical húmedo.
Fauna variada y abundante, recogiendo
especies de otras áreas: aves, mamíferos
(lobo, oso panda), etc.
Observa a continuación el mapa donde se localizan los distintos climas del planeta. Ya tienes una idea de cómo son sus características térmicas y de
precipitación, pero ¿y de sus zonas bioclimáticas? Profundicemos un poco.
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B. ZONAS BIOCLIMÁTICAS.REPARTO DE BIOMAS1 EN EL PLANETA.
Las plantas sólo ocasionalmente viven aisladas. Por lo general presentan algún grado de
asociación con otras plantas de la misma o de otras especies. La unidad básica de la vegetación
es la asociación, a partir de las cuales se pueden definir las características ambientales de una
región.
A escala terrestre, la distribución de la vegetación muestra un marcado componente zonal.
Precisamente por esta coherencia en la distribución espacial es posible describir catenas, esto
es, conjunto de comunidades vegetales contiguas y ordenadas en función de alguna
característica medioambiental (humedad, topografía, temperatura, etc.).
Las variaciones climáticas influyen de forma decisiva en la distribución de la vegetación mundial,
porque los condicionantes vitales para el desarrollo y crecimiento de las plantas (humedad y
temperatura), están gobernados por la circulación general. Existe un óptimo climático para cada
especie y unos límites que si se rebasa suponen la extinción.
Temperatura.- Los límites más favorables para el metabolismo se sitúan entre los 0º y los
30º, siendo más activas las reacciones en la medida que aumenta la temperatura por encima de
los 0º. No obstante las plantas tienen unos márgenes de adaptación. Fuera de los márgenes de
tolerancia, las plantas mueren. Cada planta tiene un óptimo térmico en el cual el crecimiento es
máximo.
Luz.-
Dos aspectos de la luz serán valorados: su intensidad y su duración. Según las
exigencias en luminosidad puede establecerse una gradación siendo máxima (heliófilas) en las
plantas de los desiertos, estepas y alta montaña,
seguidas por las plantas colonizadoras de canchales o
las habitantes en praderas, mientras en el extremo
opuesto se encuentran las plantas esciófilas, que solo
pueden vivir bajo una cubierta vegetal densa. Se
denomina fotoperiodismos a la respuesta de las plantas
en relación con la duración de la luz del día.
Normalmente se relaciona con la floración, pero afecta
a otros aspectos del crecimiento y de la vida vegetal.
Acónitos en el hayedo de Montejo de la Sierra. Planta esciófila.
Agua.-
Ninguno de los organismos vivos conocidos pueden existir sin agua, pues es
constituyente esencial de los tejidos. En los climas donde las precipitaciones y la humedad del
suelo son elevadas a lo largo de todo el año, las plantas disponen de agua suficiente para su
desarrollo. A las comunidades vegetales que necesitan climas muy lluviosos se les denomina
ombrófilas.
Las plantas se adaptan a la sequía de muchas formas. En muchas de las regiones áridas limitan
el crecimiento a breves periodos posteriores a las precipitaciones esporádicas (plantas
efímeras). Muy comunes en nuestras tierras mediterráneas son los árboles de hoja pequeña,
1
Un bioma es una determinada parte del planeta que comparte clima, vegetación y fauna. Un bioma es el conjunto de
ecosistemas característicos de una zona biogeográfica que es nombrado a partir de la vegetación y de las especies animales
que predominan en él y son las adecuadas. Es la expresión de las condiciones ecológicas del lugar en el plano regional o
continental: el clima induce el suelo y ambos inducen las condiciones ecológicas a las que responderán las comunidades de
plantas y animales del bioma en cuestión.(Wikipedia)
9
dura, barnizada que reduce la evaporación (esclerófilas).
Otras formas relativamente frecuentes son las hojas de
borde enrollado, el revestimiento de pelos, las hojas
transformadas en espinas, tallos suculentos, gruesas
cortezas, tallos leñosos, etc.
Agaves
Los factores topográficos son de muy diverso signo.
Probablemente los más relevantes sean las pendientes, la
orientación de las vertientes y el mismo relieve. Los
elementos climáticos más modificados suelen ser la temperatura y la humedad a través del
viento y la insolación. En las cimas de las montañas o en las inmediaciones del mar donde los
vientos suelen ser persistentes, el tapiz vegetal desaparece y las plantas quedan reducidas a
espacios muy resguardados.
Las vertientes de latitudes medias que miran al Ecuador
(solana), reciben más radiación que las que miran al polo
(umbría). En los espacios intertropicales todas las laderas
reciben menor radiación que las superficies horizontales del
fondo de los valles.
Así mismo, el relieve introduce un escalonamiento en las
comunidades vegetales
que
colonizan
las
vertientes en función
del
progresivo
descenso
de
la
temperatura media anual y de las variaciones de humedad.
Cada uno de los grupos que se suceden en la cliserie
altitudinal recibe el nombre de piso bioclimático.
Concretamente en la región mediterránea se reconocen 5
pisos de vegetación denominadas termo-, meso-, supra-,
oro- y criomediterráneo. En la región eurosiberiana se habla de los pisos pedemontano, montano
subalpino y alpino.
La interdependencia entre caracteres edáficos y presencia de determinadas especies está en la
base del concepto de planta indicadora, Así,
por ejemplo, los suelos salinos limitan el
crecimiento de muchas especies vegetales y
sólo resiste este medio las susceptibles de
soportar la sal. Éstas últimas se convierten en
dominantes y se denomina halófilas. El desigual
comportamiento de las especies según la
naturaleza del sustrato edáfico introduce una
gran diversidad espacial de taxones dentro de
una misma región climática.
Descubrir las grandes asociaciones vegetales o sus composiciones florísticas es tarea difícil
por la gran diversidad de plantas que forman la cubierta vegetal. Sólo será posible insistir en
los principales tipos de formaciones zonales que corresponden con los grandes dominios
climáticos de la tierra.
10
FORMACIONES VEGETALES DE BOSQUE.Los bosques son formaciones que logran una elevada cobertura del suelo gracias a sucesivos
estratos vegetales. Forman la vegetación climática de casi la mitad de la superficie terrestre,
aunque se hallan muy degradadas en amplios espacios de antigua ocupación humana.
Selva tropical lluviosa.-
Las regiones tropicales lluviosas están cubiertas por un bosque
denso, logrando su máximo desarrollo en la cuenca del Amazonas, en la región del Congo, Guinea,
en los archipiélagos de Insulindia, en gran parte de Madagascar, Caribe, etc.
Selva tropical de Borneo
Se trata de áreas donde las altas temperaturas diarias se mantienen muy constantes, así como
la duración de la insolación diaria. En este ambiente propicio, la selva está formada por las
comunidades más complejas y las especies más variadas del mundo. Otro rasgo bastante común
de la selva es la estratificación arbórea. Los árboles dominantes alcanzan de 30 a 45 m,
pudiendo llegar a alcanzar los 55 o 60 m. Por debajo de los árboles dominantes existen otros
estratos capaces de tolerar una menor luminosidad. Alrededor del 70% de las especies
vegetales de la selva son árboles, los cuales suelen estar cubiertos de epifitas. Disponen de
raíces aéreas y órganos captadores de agua, las lianas se disponen a modo de enredadera
situando sus hojas y flores en el estrato superior.
En síntesis, la selva lluviosa constituye una formación donde se alcanzan grandes tasas de
producción vegetal y donde se da una amplia variedad florística.
Bosque tropical con sequía estacional.- A medida que descienden los totales pluviométricos
anuales y comienzan a detectarse una o dos estaciones secas, la selva o bosque ombrófilo deja
paso al bosque tropófilo. A
menudo son denominados
bosques
monzónicos,
porque son característicos
del Asia del SE.
El
tránsito
del
bosque
ombrófilo al tropófilo no es
brusco sino con matices:
formaciones ecuatoriales
algo más bajas, sin epifitas
ni contrafuertes, cuando la
sequía se prolonga 4 ó 5
meses se imponen los árboles caducifolios; si se prolonga el periodo seco, los árboles disminuyen
11
el porte y las acacias adquieren protagonismo. Estas formaciones pasan progresivamente a la
vegetación de las regiones semiáridas.
Algo semejante ocurre en África si se sigue de la selva gabonesa hasta el Sahara. En efecto, se
atraviesan una serie de bandas formadas por la selva, el bosque subecuatorial, el bosque
caducifolio de tronco voluminoso y el bosque clareado de acacias. Franjas parecidas se disponen
en América Central y América del sur.
Bosque esclerófilo.-
Existen bosques leñosos
perennes en áreas que soportan largos veranos secos
así como un régimen pluviométrico irregularmente
repartido a lo largo del año. Tal sucede en los
ámbitos mediterráneos de ambos hemisferios, donde
las formaciones esclerófilas se componen de 3
estratos formados por la cubierta arbórea (15-20 m),
arbustiva (3-5 m) y herbácea. Concretamente en la
cuenca mediterránea, la encina (Quercus ilex), se
halla muy difundida sobre sustratos calcáreos desde
la región occidental hasta el Peloponeso. Sobre
suelos silíceos se acomoda mejor el alcornoque (Quercus suber). En el Mediterráneo oriental
predomina la coscoja (Quercus coccifera), y en Asia Menor el Quercus aegilops. Junto a los
diversos tipos de quercus, hay también coníferas típicas de zonas cálidas (Pinus halepensis,
Pinus pinaster, etc.).
Coscoja
Ahora bien, dentro de la cuenca
mediterránea se diferencia 3
pisos bioclimáticos.
En el piso
termomediterráneo, se advierte la
presencia del algarrobo silvestre y
del
palmito.
En
el
mesomediterráneo
están
muy
extendidos la encina, el olivo
silvestre y el madroño. Finalmente,
Palmito
Algarrobo
en el supramediterráneo aparece
el robledal submediterráneo de Quercus faginea en la parte occidental y de Quercus tojana en
la parte oriental.
Muchas de las especies se adaptan a las condiciones climáticas mediante un dispositivo foliar
siempre verde, pequeño y coriáceo, al tiempo que las raíces son muy profundas. Ahora bien, el
bosque esclerófilo de la cuenca mediterránea se halla degradado en amplios espacios
(formaciones arbustivas de maquia y garriga), algunas de las cuales han sido áreas de antigua
ocupación humana.
12
Bosque mixto de los subtrópicos húmedos.-
En las fachadas
orientales de los continentes, concretamente en el Asia
sudoriental, China, Corea, sur de Japón, este de Australia, Sur de
Brasil, SE de EEUU, se sucede una gradación desde los trópicos
húmedos hasta las latitudes medias, donde es muy difícil distinguir
una tipología de los bosques. Predominan los árboles de hoja
perenne, que soportan incluso epifitas, pero puede haber
igualmente ciertas coníferas y caducifolias.
Bosque caducifolio invernal.- Se extiende en amplias zonas de las
latitudes medias del hemisferio
septentrional, y por el contrario
está muy poco representado en el
meridional. El bosque caducifolio es una comunidad vegetal
pluriestratificada.
Consta a menudo de 1 ó 2 estratos
arbóreos, uno arbustivo y un estrato herbáceo.
En Europa el bosque caducifolio presenta una escasa diversidad
de especies, mientras que en América del Norte aparecen
taxones más diferenciados porque pudieron emigrar al sur más
fácilmente.
Los robles (Quercus), en
poblaciones
puras
o
mezcladas con otros árboles
(hayas, olmos, arces, etc.),
forman
la
vegetación
climática de la llanura central
europea y las vertientes
inferiores montañosas. Las
hayas (Fagus), suelen ser algo más exigentes en humedad, de modo que ocupan los picos
montañosos o las áreas más húmedas de la llanura. Como actores limitantes para el bosque
caducifolio europeo aparecen las bajas temperaturas en el norte y la aridez en el sur y el este.
Bosque boreal o taiga.- Se extiende sin solución de continuidad en todo el hemisferio Norte.
El límite septentrional es la tundra y el meridional el bosque caducifolio o las estepas
semidesérticas según se traten de un clima
oceánico o continental.
El bosque boreal de
coníferas comienza propiamente cuando las
condiciones
climáticas
son
excesivamente
desfavorables para los caducifolios de hoja ancha:
menos de 120 días con Tª media diaria superior a
10º. Dentro del bosque boreal no hay un clima
uniforme y se podrían diferenciar áreas con
tendencia oceánica fría de espacios fríos más
continentalizados. En América del N, hay muchas
especies de los géneros Pinus (Picea, Abies, Larix, etc.). En la zona boreal europea tiene
importancia el abeto (Picea abies) y el pino silvestre (Pinus sylvestris).
13
FORMACIONES ARBUSTIVAS.En numerosas regiones de la tierra la acción antrópica ha llegado a modificar sensiblemente la
vegetación de bosques, siendo sustituida por formaciones arbustivas. Sin embargo, hay también
formaciones arbustivas climáticas.
Formaciones arbustivas del interior de los continentes.- Tal vez la mayor
superficie de arbustos subdesérticos aparece en las márgenes del Sahara y
avanza por la Península Arábiga hasta la región del Thar. Se trata de unos
ámbitos donde las precipitaciones son escasas y con cierta estacionalidad en
su régimen, mientras las temperaturas medias anuales se mantienen altas.
Las formaciones se componen de arbustos espinosos (acacia), o suculentos
Artemisa
(euphorbia). Desde los alrededores del mar Caspio hasta Mongolia se
extiende también una franja de formaciones arbustivas caducas. Un género muy representativo
es la artemisa.
Maquis, Garrigas y Chaparrales.- Se desarrollan en
regiones climáticas mediterráneas y en la mayoría de
las ocasiones en
espacios
de
antigua
ocupación
humana. Estas
expresiones
Maquia de madroño y rudillo
populares
de
Garriga
ámbito regional
han
sido
incorporadas al vocabulario geobotánico con contenidos específicos. Así, se denomina maquia a
las formaciones esclerófilas densas en las que puede esconderse un hombre (maquis), la garriga
(a menudo sobre suelos calcáreos), constituye una comunidad esclerófila de menor porte (1
metro).
Landas.- Son el resultado de la degradación del
bosque caducifolio templado europeo. Entre los
géneros más destacados de landa atlántica europea
se encuentra el tojo (Ulex), aulaga (Genista) y los
brezos (Erica). La landa sigue siendo una formación
explotada para pasto y cama de ganado, para la
caza, etc.
Landas de Gascuña (Aquitania)
FORMACIONES HERBÁCEAS.Constituyen un tipo de vegetación donde las especies predominantes son las herbáceas perennes
de hojas largas y estrechas provistas de un sistema de raíces perennes. Más de las ¾ partes de
las especies que integran las formaciones herbáceas corresponden a la categoría de las
hemicriptofitas.
Las Sabanas.-
Con esta expresión caribeña, los nativos aludían a los extensos y monótonos
herbazales de América Central y América del sur. Tres grandes tipos de sabana pueden
diferenciarse: bosque sabana, parque-sabana y la sabana herbácea. Esto es una gama de
14
transición desde aquellos espacios donde
los herbazales representan el 50% de la
cubierta del suelo hasta aquellos que
representan el 80%. Así pues, las sabanas
ocupan extensas llanuras y mesetas
intertropicales muy marcadas por la
estacionalidad de las precipitaciones y por
la matriz de los suelos.
Las Estepas.- Si originariamente sólo se englobaba bajo esta expresión las llanuras herbáceas
euroasiáticas entre los 40º y 50º de latitud extendido entre la cuenca del Danubio y la cuenda
del Venisei, actualmente se incluyen
también la Pampa argentina y las estepas
desarrolladas al este del desierto
australiano. Común a las estepas es que se
desarrollan en climas de marcada
continentalidad. El periodo vegetativo de
las plantas viene limitado por el frío
invernal y por la sequía de fines de verano
y del otoño. La mayor parte de las plantas
son hemicriptofitas que en un breve periodo de tiempo producen una gran superficie foliar.
Las Praderas.- Amplias zonas interiores de
América del norte comprendidas entre los 30º y
55º de latitud norte. Yendo de este a oeste se
pasa de la pradera alta (1’5 metros), a la mixta
(0’8 metros) y finalmente a la pradera corta.
Abarca los estados de Wisconsin, Iowa y
Oklahoma hasta el pié de las Rocosas en Nuevo
Méjico, Nevada y Wyoming.
FORMACIONES VEGETALES DE LOS DESIERTOS.Comunes a todos los desiertos son la discontinuidad y escasa densidad de la cubierta vegetal, la
adaptación fisiológica de las plantas al déficit hídrico y la reducida diversidad florística de los
taxones.
Desiertos subtropicales.-
Se caracteriza por su régimen pluviométrico extremadamente
variable y escaso; poca humedad; marcadas amplitudes térmicas diarias
y vientos constantes y a menudo violentos. En tales condiciones las
comunidades vegetales reducen sus superficies transpirantes y
desarrollan al máximo sus raíces. Al mismo tiempo se instalan en
pequeñas vaguadas y concavidades donde se mantiene mejor la humedad.
Otras plantas son efímeras, creciendo únicamente en los momentos
propicios.
Dentro de estos amplios espacios aparecen diversos
conjuntos geomorfológicos que condicionan la colonización de las especies. Así, en los desiertos
de arena o ers, existen gramíneas colonizadoras con profundas raíces. En el fondo de los Wadis
se dan condiciones favorables para los vegetales especialmente halófilos. En los desiertos
15
rocosos de tipo hamada, las plantas xerohalófilas solo pueden mantenerse en las fisuras de las
rocas.
Desiertos templados.- Ocupan preferentemente una amplia
banda centroasiática (Irán, Turkestán, cuencas del Tarim y
de Gobi), rodeadas por semi desiertos y estepas muy secas.
Las temperaturas son menos elevadas que los desiertos
subtropicales. Predominan plantas leñosas que pierden parte
durante el invierno. Las formaciones halófilas siguen siendo
importantes.
Desiertos polares o tundras.- La palabra tundra es una expresión regional lapona referida a
la zona sin árboles del norte de Finlandia, donde solo se desarrollan algunas herbáceas y
arbustos ralos, así como líquenes y musgos. Se
suele hablar de 4 tipos básicos: tundra de planta
almohadillada, tundra herbácea, tundra arbustiva
y tundra arbórea.
La tundra es pobre y homogénea florísticamente
porque las condiciones ambientales son muy
extremas: corto periodo vegetativo inferior a 3
meses, la media del mes más cálido se sitúa entre
5º y 10º, pocas precipitaciones (inferiores a 300
mm) y presencia de un suelo permanentemente
helado o permafrost. La pobreza florística es
mayor en el desierto austral, hablando incluso de desiertos ventosos.
FORMACIONES VEGETALES DE MONTAÑA.Al hablar de montañas, más que el concepto zonal acaba por
imponerse la consideración de los escalonamientos o pisos
vegetales.
Las condiciones ambientales cambian
sustancialmente en cortos trayectos a través de la montaña.
Concretamente, las temperaturas disminuyen con la altura
según un gradiente térmico. La intensidad a medida que
ascendemos la montaña. También la exposición al viento
varía según las pendientes. El comportamiento de las
precipitaciones tampoco es homogéneo. Según este cuadro
ambiental es imposible profundizar sobre todos los aspectos
característicos de las formaciones vegetales de montaña.
16
Biomas terrestres clasificados según vegetación
Wikipedia. Vegetation-no-legend.PNG
Desierto helado y polar
Tundra
Taiga
Bosque templado caduco
Estepa templada
Selva subtropical
Vegetación mediterránea
Bosque monzónico
Arbustiva xerofítica
Estepa seca
Desierto semiárido
Desierto árido
17
Sabana herbácea
Sabana arbolada
Bosque seco subtropical
Selva tropical
Tundra alpina
Bosque montano
C. EL TIEMPO Y EL CLIMA COMO CONDICIONANTES DE LAS ACTIVIDADES
HUMANAS.El estudio de la influencia del clima y los tipos de tiempo en la actividad humana presenta una
gran complejidad y extensión, si tenemos en cuenta que el clima ha mediatizado la propia
evolución humana. Actualmente, el hombre ha podido liberarse de los determinantes climáticos,
pero ello no impide que la aparición de ciertos tipos de tiempo todavía ocasione graves pérdidas
económicas e interrumpan la actividad humana. El clima, históricamente, ha sido un factor
determinante en ciertas regiones, pero en la actualidad la actividad humana puede desarrollarse
en estas áreas (selvas ecuatoriales, desiertos y latitudes polares).
Los condicionantes impuestos por el tiempo y el clima son cada vez más reducidos, debido a la
mayor capacidad tecnológica para protegerse de situaciones adversas; igualmente la incidencia
es muy desigual, dependiendo de dicha capacidad y el nivel de desarrollo alcanzado. Hoy en día,
el hombre puede habitar en casi cualquier lugar del planeta, independientemente de sus
condiciones climáticas, pero éste hecho no debe encubrir los condicionantes y las adaptaciones
que el hombre debe realizar para superar las dificultades climáticas.
La pregunta que tenemos que hacernos ahora es ¿cuáles son las actividades que puede o no
puede hacer el hombre? ¿Cuáles se consideran vitales y cuáles no?
Como actividad vital se entiende el propio desarrollo de la vida cotidiana de un hombre, con
relación a sus necesidades físico-mentales. Existen unos márgenes climáticos en los que la vida
humana se desarrolla óptimamente y permite una mejor “calidad de vida”, alcanzando un confort
climático, pero cuando esto no sucede, es decir, cuando las características climáticas de un
lugar no permiten el desarrollo óptimo de las actividades vitales, es cuando el hombre introduce
elementos artificiales, de mayor o menor complejidad tecnológica para recuperar ese confort.
Los umbrales de “confort” pueden explicar el mayor o menor atractivo de unas regiones
frente a otras. La distribución de la población escapa del estudio de la actividad humana, pero
indirectamente la dificultad que el clima puede imponer a las actividades humanas, puede
desembocar en vacíos demográficos.
No siempre hace falta las mismas características climáticas para determinadas actividades,
pues no es lo mismo lo que pides para, por ejemplo, el descanso o el ocio, que para el trabajo. Por
eso hay que hacer estudios y evaluaciones de las condiciones climáticas necesarias para cada
actividad.
Entonces ¿cuáles son los condicionantes climáticos que determinan el desarrollo de las
distintas actividades económicas?
Empezando por las actividades agrarias, varios son los
elementos climáticos que lo determinan, separando entre
condiciones climáticas y meteorológicas. En cuanto a las
condiciones climáticas, las diversas zonas bioclimáticas
imponen aprovechamientos agrarios determinados, pero
en parte la capacidad tecnológica ha permitido superar
Enarenado
los condicionantes climáticos. En las zonas frías, las
bajas temperaturas limitan el crecimiento vegetativo de los cultivos. Las áreas desérticas
presentan el grave condicionante de la aridez, pero esto no ha sido impedimento para crear
18
cultivos en ellas, tras importantes obras de
regadío, permitiendo el cultivo de algodón en los
desiertos de Arizona o del Turquestán. En el caso
español los cultivos de enarenados y bajo plástico
en Almería son un claro ejemplo de agricultura
tecnificada.
En cuanto a las condiciones meteorológicas, los
tipos de tiempo no impiden el cultivo, pero si
imponen fuertes pérdidas económicas con la
desaparición o merma de cosechas derivadas de
situaciones meteorológicas adversas:
- Sequía: La ausencia de precipitaciones provoca una necesidad hídrica satisfecha por
sistemas de regadío artificial, lo que a largo plazo puede suponer el descenso del agua
embalsada y la imposibilidad de regar.
El Sahel y cuenca mediterránea.
Canal de riego y campos de cultivo
-
Sistema de riego por goteo.
Inundaciones: La irregularidad de las precipitaciones y su concentración en el tiempo
provoca una destrucción total o parcial de los cultivos, con pérdidas de cultivo y tierras
de labor. La zona bioclimática mediterránea es propicia para este tipo de situaciones,
con la presencia de la “gota fría”. También son características de las regiones tropicales
y monzónicas.
Campo anegado en Córdoba (marzo 2010)
-
Gota Fría
Granizos: Este meteoro presenta fuerte aleatoriedad espacial e índice en amplias zonas
terrestres. Sus daños son muy limitados territorialmente.
19
-
Heladas: El anormal descenso de las temperaturas en época de crecimiento de los
cultivos, puede suponer la interrupción de éstos y desencadenar una pérdida o
disminución de la cosecha. Son nefastas en latitudes mediterráneas.
Granizo en Murcia (mayo 2010)
Patata helada en Orihuela (diciembre 2010)
Los mecanismos de combate para estas situaciones son la instalación de calentadores,
producción de humo, recubrimiento de las plantas, invernaderos, ventiladores, etc.
La agroclimatología es la ciencia que estudia la influencia del clima y el tiempo en el
desarrollo agronómico, de tal manera que plantea cultivos potenciales dependiendo de las
condiciones climáticas y de los mecanismos de corrección y defensa.
La influencia del clima y el tiempo en la actividad industrial es mínima, hasta tal punto que el
hombre no se ve impedido en realizar una actividad industrial por condicionantes climáticos. Los
ejemplos que demuestran esta afirmación son múltiples: explotaciones petrolíferas en Siberia y
desierto del Sahara, yacimientos mineros en áreas de clima ecuatorial y de montaña, etc.
Ningún tipo de tiempo o clima impide la actividad turística, pero el clima sí condiciona el tipo
de turismo a realizar. En los climas intertropicales, el
turismo se encuentra en las zonas costeras, pues la
inexistencia de estación fría y un óptimo térmico
posibilitan la atracción turística durante todo el año. Los
tipos de tiempo no son impedimento o factor de
“repulsión turística” aunque es innegable su influencia en
la infraestructura turística. El desierto y su clima
extremo también generan una atracción turística, si bien
más minoritaria y selectiva (turismo-aventura).
Playa de Bali
Playa de Poniente, Benidorm
En cuanto a los climas templados, es el
mediterráneo el clima turístico por excelencia, pues
tiene su estación seca en verano, coincidiendo con el
periodo
vacacional
masivo
de
los
países
desarrollados, lo que genera una conexión entre
demanda turística y oferta climática óptima
(España, Francia, Italia, Grecia, Túnez, etc.) El
resto de los climas templados no tienen el poder de
atracción del mediterráneo. En el atlántico el clima
es un factor “neutro” en la atracción turística, lo
que no impide que se desarrollen importantes centros turísticos bajo condiciones climáticas
oceánicas: Biarritz (Francia), Brighton (Inglaterra), Bretaña (Francia), San Sebastián, etc., son
enclaves turísticos de primera magnitud, con condiciones más lluviosas y frescas que las
20
mediterráneas. Incluso en latitudes más
altas se pueden reseñar zonas turísticas de
gran importancia (Escocia, fiordos noruegos,
etc.).
Los climas de montaña tienen una importante
demanda: el turismo de invierno, donde la
práctica deportiva del esquí es el principal
atractivo., facilitado por la creación de
estaciones invernales (los Alpes, los
Cárpatos, las Rocosas, los Andes, etc.).
Las condiciones climáticas no impiden la creación de sistemas de transporte. Los tipos de
tiempo adversos pueden suponer pérdidas económicas y alteraciones momentáneas en los
diferentes sistemas de transporte, pero esta influencia cada día es menos importante y es
superada por la respuesta tecnológica. La actividad del transporte es la menos afectada por los
condicionantes atmosféricos.
D.EL SER HUMANO COMO AGENTE MODIFICADOR DEL MEDIO.
El medio ambiente se ha convertido en una preocupación social, política y económica.
Socialmente ha cristalizado en un movimiento ecologista de preservación y conservación del
medio (Greeenpeace); políticamente ha supuesto una gestión del medio por parte de poderes
políticos (Ministerios, Consejerías, ONU); y económicamente se ha iniciado una nueva fase, el
eco capitalismo.
El uso masivo del concepto medio ambiente se traduce en desgaste y alteración, creando
confusión a la hora de definirlo. Los ecólogos lo definen como el marco en que se desarrolla un
organismo, queriendo expresar que se trata de un conjunto o sistema de equilibrio entre los
componentes y las fuerzas que rigen ese marco. Se habla de un medio animado y biótico
(biocenosis) y un marco inanimado o abiótico (biotopo) entre los cuales se establece unos flujos
de materia y energía de que los interrelaciona.
En una perspectiva amplia, es el medio sobre el que se desarrolla la vida, así como las múltiples
relaciones interactivas que se producen entre dichos elementos.
El hombre es una parte de la biosfera con una capacidad de modificación del medio superior al
resto de las especies que lo conforman. De esta capacidad de modificación parte la actual
preocupación medioambiental, la asociación de las técnicas de conservación y destrucción y la
identificación de ecología y medio ambiente.
El hombre posee una gran capacidad de transformación, modificando, sustituyendo y
destruyendo medios naturales. El Neolítico trajo la agricultura, y con ella la primera
transformación del medio. La Edad Moderna trae un mayor desgaste ambiental, con la tala
abusiva, roturación de montes, etc., y comienza a desequilibrarse la relación medio
abiótico/biótico, aunque con efectos negativos de alcance local. A partir de la Revolución
Industrial la agresión al medio ambiente adquiere mayor dimensión y el hombre inicia su carrera
de destrucción lo que desemboca en una “crisis ecológica”
Frente a este proceso destructivo ha nacido la postura conservacionista encaminada a
preservar el medio, proponiendo los más radicales el “crecimiento cero”, una drástica reducción
de la fabricación de productos industriales, sustituyéndolos por naturales (energía alternativa,
agricultura, biológica, etc.)
Posturas más moderadas intentan integrar el desarrollo industrial y la preservación del medio
mediante el “eco desarrollo” que hace hincapié en una mayor racionalidad socio ambiental para el
21
manejo de los recursos y el espacio, con aplicación de tecnologías ambientales adecuadas y
buscando un mayor control demográfico y participación popular en las decisiones sobre el
ambiente físico y social de los directamente afectados.
Las transformaciones hechas por el hombre han dado lugar a una “crisis ambiental” que se
vuelve contra la propia humanidad. Los elementos alterados son muchos y sus consecuencias
imprevisibles y en cualquier caso negativas para el hombre.
Una de las actuaciones más evidentes sobre el medio es la contaminación atmosférica, aunque
hay que tener en cuenta ciertas variables para su estudio. Los focos de contaminación (es decir,
el origen), la escala a la que se produce (si es de
ámbito local o planetaria) y los efectos. La
contaminación atmosférica es la emisión de
partículas y gases nocivos que alteran la
composición de la atmósfera. Los focos de
emisión de contaminantes se centran en la
actividad urbana (motores de explosión y
calefacciones) e industriales (como es el caso de
las centrales térmicas). En cuanto a la escala de
influencia de la contaminación, se localizan en
grandes áreas urbanos e industriales, donde se
producen esas emisiones. Se deben añadir las
“emisiones secundarias” que proceden de la reacción química de las primeras depositadas en la
atmósfera.
En cuanto a los efectos de la contaminación, sobre las personas y de forma local, pueden
producir problemas respiratorios; la lluvia ácida que destruye edificios y masas forestales;
efecto invernadero y cambio climático, con medidas para paliarlo que no terminan de realizarse;
destrucción de la capa de ozono.
La cantidad de agua existente en el planeta mantiene un volumen constante, pero está en
continuo movimiento; es el llamado Ciclo Hidrológico, que permite que la humanidad disponga de
una pequeña parte (9.000 km3) para satisfacer sus necesidades, y está distribuida de forma
desigual. El problema del agua como bien no renovable no deriva tanto de su escasez como de su
calidad y distribución.
El análisis de la hidrosfera se hace desde una doble vertiente: consumo/cantidad (que está
relacionado con el crecimiento urbano, demográfico, industrial y regadíos, lo que genera
problemas de abastecimiento) y calidad/contaminación.
Un agua está contaminada cuando su composición es alterada por la adición de contaminantes y
no conserva sus propiedades naturales. Los focos contaminantes de las aguas continentales son
la agricultura, industria, núcleos de población y residuos
orgánicos
e
inorgánicos que se
vierten de forma
directa.
El mar posee un
elevado grado de
autodepuración,
pero hoy en día los
Marea Negra
vertidos superan el
nivel de depuración creando problemas en mares
22
interiores. La contaminación es más intensa en la costa, con problemas económicos y sanitarios,
pues desde la costa y los barcos se hacen muchos vertidos (algunos accidentales, como los
accidentes de petroleros que generan mareas negras)
El suelo presenta una mayor fragilidad derivada de
una disincronía en su tiempo de formación y la
facilidad de su destrucción. Los dos principales
riesgos edáficos son la contaminación, por
acumulación de sustancias procedentes de la
industria (metales pesados) y agrotóxicos (biocidas)
que se introducen en la cadena trófica, y la erosión
que se ve potenciada por la deforestación,
favoreciendo la desertización, pérdidas agrarias, etc.
Existe una “competencia pro los usos del suelo”, ya
sea de carácter urbano, industrial o agrario.
La variedad biológica supone una inmensa riqueza que se encuentra sin explotar y estudiar. En la
actualidad desaparecen especies que no se encuentra inventariadas, y esta desaparición plantea
problemas ambientales encadenados de difícil previsión.
Más del 50% de las especies viven en las selvas tropicales húmedas que sufren en la actualidad
una fuerte agresión ambiental, talas e incendios con pérdida de biodiversidad. Los ecólogos
consideran que cada episodio de extinción de una especie debilita a la humanidad, pues sin
diversidad no hay selección de organismos adaptándose a un determinado hábitat en evolución.
La diversidad constituye un capital genético insustituible y su destrucción supone “la muerte del
nacimiento”, al perder la capacidad de adaptación y generación de nuevas especies.
En las zonas templadas la deforestación crea problemas de desertización y erosión del suelo.
Las políticas de “repoblación” pueden convertirse en agresiones ambientales si no se realiza con
especies autóctonas o adaptadas al medo. En España la repoblación con eucaliptos en algunas
áreas es un claro ejemplo de agresión ambiental con la consiguiente acidificación del suelo y
agotamiento de acuíferos.
La
contaminación
radiactiva
viene
determinada por un aumento de radiación
natural debido a la acción humana
mediante explosiones nucleares y uso
pacífico. Las consecuencias sobre los
seres
vivos
son
nefastas,
con
enfermedades oncológicas y la muerte
instantánea. Quizá sea este tipo de
contaminación el que ha calado más hondo
en la conciencia ecologista social, pues sus
efectos son más inmediatos y evidentes
en el hombre. El peligro potencial de la
radiactividad produce un fuerte rechazo a
los usos energéticos nucleares, con
accidentes como el de Harriburg
(Pensilvania), Chernovil o Fukushima en
Japón.
23
Explosión de la central de Fukushima
radioactividad ocasionando desastres ecológicos.
Otro peligro es la acumulación de los residuos
que tiene largos periodos de actividad, por lo
que hay que aislarlos y controlar su proceso
de destrucción. En la actualidad se entierran
los residuos en tierra firme o se tiran a los
fondos marinos, que no ofrecen garantías de
seguridad pues los problemas tectónicos
pueden contribuir a liberar grandes dosis de
Generadores de residuos en España (Reciclatocha.wikiespeis)
La contaminación acústica es la menos
estudiada y la que recibe menos atención,
estando íntimamente relacionada con el
desarrollo de la civilización. El ruido es un
sonido no deseado por una persona
(subjetivo), pero se considera ruido todo lo
que sobrepase los 50 decibelios. El medio
urbano es el más contaminado, sobre todo
cerca de aeropuertos, estaciones, etc. Es
de carácter local y ofrece una desigualdad
espacial. Los efectos sobre el hombre son
sobretodo
psicológicos
(nerviosismo,
fatigas, irritabilidad) y físicos (pérdida de
audición, presión y ritmos cardiacos, etc.).
Además, los efectos son acumulativos y a
largo plazo.
Monografías.com
24
Desde los años 60 se han buscado soluciones para la conservación del medio, apareciendo una
nueva mentalidad de desarrollo económico. Informes y Conferencias son testigo de los múltiples
intentos para solucionar este problema y de los pocos resultados que se han producido pues
siempre priman otros intereses, en especial en los últimos años.
La Conferencia Mundial sobre Medio Ambiente de 1972, donde se elaboró el Plan de Naciones
Unidas sobre Medio Ambiente, la Cumbre de Río en 1992, la Conferencia de Kyoto en 1998 o las
Conferencias de Bali (2007) y Copenhague (2009) son algunos ejemplos de solucionar un
problema que está lejos de atajarse, algo que se hizo evidente en las dos últimas cumbres,
donde no se recogieron ninguna propuesta viable.
Agenda 21 es una expresión acuñada en la Cumbre de la Tierra (Río, 1992) para
referirse al Plan de Acción que los estados deberían llevar a cabo para
transformar el modelo de desarrollo actual, basado en una explotación de los
recursos naturales como si fuesen ilimitados y en un acceso desigual a sus
beneficios, en un nuevo modelo de desarrollo que satisfaga las necesidades de
las generaciones actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones
futuras. Es lo que se ha denominado desarrollo sostenible, es decir, duradero en
el tiempo, eficiente y racional en el uso de los recursos y equitativo en los
beneficios.
La Agenda 21, se desarrolla de forma local pues se le concede a las ciudades la
responsabilidad de iniciar las trasformaciones necesarias para dicho fin. Se
convierte, pues, este programa en una herramienta de primer orden para la
consecución del Desarrollo Sostenible.
Muchas ciudades lo han llevado a cabo con desigual éxito, pero la falta de apoyos
y de financiación dificultó mucho su puesta en marcha.
La Conferencia de Río fue una de las más emblemáticas, y fue donde se tomaron
alguna de las decisiones más importantes, pero que, como podemos ver, no se han
llegado a realizar. Mirad el video del siguiente enlace y mirad lo que pide Severn Suzuki, ¿Creéis que ha cambiado algo?
http://www.youtube.com/watch?v=XXENDIIdu2E
Lo que sí se ha generalizado es el uso del término “desarrollo sostenible”, como respuesta al
conflicto planteado entre el desarrollo económico tradicional y la capacidad de carga de la
biosfera. Para gestionar el desarrollo sostenible se hace necesario repensar y redefinir la
relación entre dinámica de la sociedad y de la biosfera (hay que conocer para actuar)
Las funciones económicas de la biosfera consisten en proveer recursos, asimilar residuos y
proveer servicios ambientales. El problema reside en el hecho de que los recursos naturales son
limitados y el crecimiento económico y de población, provocan una sobrecarga al tiempo que un
desarrollo desigual a nivel planetario.
De esta forma, entendemos por desarrollo sostenible a aquel que permite satisfacer las
necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para
satisfacer las suyas. Se considera insostenible todo proceso de desarrollo económico que
supere o degrade su capacidad de carga. Es necesario pues cambiar la relación entre
crecimiento económico y degradación ambiental (cambio en la estructura y composición material
y energética del producto, en la eficiencia del material), cambio que no tiene que afectar al
crecimiento económico.
Se pueden establecer ciertas condiciones de sostenibilidad: principio de precaución, mantener
la biodiversidad, eliminar riesgos de accidentes, garantizar la renovabilidad de los recursos
renovables, eliminar ruidos, maximizar el uso de los recursos (reutilizar, reciclar) y buscar
sustitutos.
Para el desarrollo o planificación de la sostenibilidad (política de desarrollo + política ambiental)
partimos de unos supuestos, nos centramos en unos objetivos y empleamos una serie de
instrumentos.
25
El supuesto de partida es que los problemas actuales son debidos al estilo de desarrollo
existente (estructuras sociales, institucionales, valores y patrón tecnológico), por lo que se
deben llevar a cabo cambios sociales, institucionales y de valores, a nivel nacional e
internacional, estableciendo los principios de solidaridad y cooperación. En ningún caso los
límites tecnológicos supondrán un obstáculo al crecimiento.
El objetivo es pues, satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer
la capacidad histórica de las generaciones futuras para satisfacer las suyas propias (igualdad
diacrónica), primando el desarrollo en beneficio de los más necesitados (igualdad sincrónica).
Ligado a este objetivo general aparecen otros:
- Crecimiento económico sostenido a largo plazo.
- Utilización de recursos y tecnología compatibles con la seguridad del aprovechamiento futuro
de recursos básicos y el respeto de la estabilidad de los ecosistemas naturales y sociales.
- La satisfacción de las necesidades básicas es prioritaria.
- Igualdad social.
- Incrementar la capacidad creativa del hombre con nuevos valores.
- Desarrollo y medio ambiente son realidades penetradas en la gestión de la sociedad.
En cuanto a los instrumentos que se pueden usar para el desarrollo sostenibles tenemos varios:
los jurídicos, empezando por la propia Constitución y seguida por leyes autonómicas, Derecho
Comunitario o Ley de Impacto ambiental; los técnicos, con la aparición de tecnologías limpias y
de reducción en origen; los económicos pasas por los impuestos y subvenciones para realizar
mejoras; los administrativos consisten en la creación de normativas y elaboración de Planes de
Gestión Ambiental; los sociales se convierten en un gran valor, pues se centra en la
concienciación ciudadana y la educación ambiental.
26
ANEXO
ESPAÑA. CLIMA Y PAISAJES
España se encuentra en latitudes medias, participando del clima templado en la mayor parte del
territorio. Pero en función de la latitud, continentalidad y altitud encontramos 5 áreas
climáticas diferenciadas: atlántico u oceánico, mediterráneo, continental, de montaña y
subtropical.
El dominio atlántico ocupa una
estrecha y alargada franja al Norte
de la
Península. Cuenta con
temperaturas suaves en invierno y
moderadas en verano, con una media
de 14 ª C. La humedad y las
precipitaciones son abundantes (por
encima de los 800 mm) y no se
aprecian periodos de aridez. Dominan las hayas, robles y landas, pero
la tala de bosque ha hecho que aparezcan prados para el ganado en
tierras de cultivo y otros árboles como el pino o el eucalipto.
El dominio mediterráneo ocupa la franja costera al este y al
sur de la Península y las islas Baleares. Sus temperaturas
son suaves en invierno y altas en verano, con una media de
17 º C. Las precipitaciones son escasas, con picos en
27
primavera y otoño (400 mm), con estiaje en los meses de
verano. La vegetación natural en este paisaje es la encina,
que prácticamente ha desaparecido, siendo sustituida por la
vegetación arbustiva (maquia, garriga y estepa). Las tierras
de cultivo se extienden por el territorio, en especial los
olivos y algarrobos. Es un área muy humanizada, con grandes
ciudades e importantes núcleos turísticos.
El dominio continental ocupa la zona
central de la Península, con un clima
caracterizado por inviernos fríos y
veranos muy caluros, debido a la
lejanía del mar. Cuenta con un
mínimo de precipitaciones en
verano. Cuenta con paisaje de
encinas en lugares reducidos y
domina la estepa. En cuanto a las
actividades que se desarrolla, predominan la ganadería (ovina) y la agricultura extensiva de
secano. Los núcleos urbanos están muy dispersos y la mayoría cuentan con una población
reducida (salvo las grandes urbes). En los últimos años se está desarrollando un turismo
ecológico y rural que puede reactivar la zona.
El dominio de montaña se localiza
en áreas elevadas de la Península
(Pirineos, Cordillera Cantábrica,
Sistema Central y Cordilleras
Béticas). Las temperaturas se
reducen de forma significativa,
aumentando el riesgo de heladas.
También aumenta la humedad y las
precipitaciones en forma de nieve. Predomina la zona de bosque (pinos, quejigos, hayas) y los
prados naturales, conforme subimos en altura. El aumento del turismo de invierno a generado un
proceso de degradación del paisaje.
El dominio canario presenta
una particularidad por su
ubicación latitudinal, pues
pertenece
al
clima
subtropical.
Cuenta
con
temperaturas altas todo el
año (entre 17º y los 25 ºC),
con precipitaciones escasas e
irregulares. La vegetación
también es peculiar, con
especies autóctonas como el
pino canario o el drago. El paisaje natural ha sido modificado por las
explotaciones agrarias y por el desarrollo de turismo.
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