Comunicación y ruido | 4
Transcripción
Comunicación y ruido | 4
TORRES Y CARRERA Y consultores de comunicación Comunicación y ruido | 4 La digestión comunicativa Diciembre de 2009 TORRES Y CARRERA Y consultores de comunicación La infoxicación Cifras siderales n El estudio The Expanding Digital Universe, de la consultora IDC, señala que las empresas generan cada año 161 millones de gygatbites de información, una cifra que permitiría llenar 1.191.400 bibliotecas del tamaño de la del Congreso de los Estados Unidos, actualmente la más grande del mundo (dispone de una colección de más de 29 millones de libros y publicaciones). Y cualquier empleado de una compañía puede recibir más de 27.000 e-mails anuales e imprimir más 11 metros de información en papel. El sociólogo Alvin Toffler acuñó en 1970 el término infoxicación para referirse a la sobrecarga de información que ya entonces comenzaba a llover sobre los ciudadanos occidentales. En aquellos años, el mundo digital y su descomunal capacidad de manejo de datos estaba aún en pañales. Hoy ha crecido exponencialmente. En 2009, Internet, en cuyo desarrollo participaron inicialmente desde el Pentágono a diversas universidades pasando por algunos programadores de vocación más o menos anarquista, ha pasado de ser una herramienta exclusiva de determinadas universidades de élite a las empresas de Sillicon Valley o Seattle y, de ellas, a introducirse en la mayoría de los hogares del mundo desarrollado, convirtiéndose en un medio al alcance de millones de personas en todo el planeta. Además, las empresas han encontrado en Internet un espacio donde intercambiar información y publicitar sus productos y servicios. Recibimos más información de la que necesitamos y una gran parte de esta información ni siquiera nos resulta útil. El continuo fluir de datos a través de la prensa, la televisión, la radio, el teléfono móvil e Internet y las redes sociales parece capaz de llegar a saturarnos. Supongamos que la relación del cerebro con la información que nos rodea fuera similar a la que nuestro aparato digestivo tiene con los alimentos. Supongamos que nuestro cerebro, a pesar de su enorme potencial, pudiera llegar a perder la habilidad de procesar toda esa información. Estaríamos al borde de enfermar de eso que Toffler llamó infoxicación. Comunicación y ruido | 4 La digestión comunicativa 2 TORRES Y CARRERA Y consultores de comunicación La estructura cerebral El cerebro es el motor del sistema nervioso y controla todas las actividades del cuerpo humano. Es responsable de la digestión, de la respiración, de los latidos del corazón y de la temperatura corporal. El cerebro también se encarga del conocimiento, las emociones, la creatividad, la memoria y el aprendizaje. La ciencia está todavía adentrándose en este fascinante mundo de materia gris, pero, hasta donde sabemos, podemos decir que el cerebro humano consta de dos partes, responsables de tareas diferentes pero complementarias. Para poder realizar cualquier tarea es necesario usar los dos hemisferios. El hemisferio izquierdo es el dominante en la mayoría de los individuos y entre sus funciones, está el habla, la escritura y las matemáticas. Además de estas funciones es el responsable de la capacidad de hacer razonamientos lógicos, abstracciones, aprender información teórica o hacer deducciones. El hemisferio izquierdo procesa la información analítica y secuencialmente, paso a paso, de forma lógica y lineal. El hemisferio derecho emplea la síntesis para asimilar la información. En él se ubican la percepción u orientación espacial y la facultad para expresar y captar emociones; es el responsable de controlar los aspectos no verbales de la comunicación, la intuición, el reconocimiento y recuerdo de caras, voces y melodías. El hemisferio derecho del cerebro piensa y recuerda en imágenes. En ambos hemisferios es posible diferenciar cuatro grandes áreas o lóbulos. El lóbulo frontal es el responsable de nuestros movimientos, determina nuestra conducta motora. Este lóbulo es el que establece las distintas formas en las que cogemos, por ejemplo, los cubiertos, un vaso o el modo en el que nos sentamos. También el lóbulo frontal es el responsable de controlar nuestras emociones. El lóbulo parietal está involucrado en las funciones sensitivas, asociativas y de reconocimiento del espacio. Nos permite recibir las sensaciones de frío, calor, dolor, etc. y también reconocer un objeto a través del tacto, sin la ayuda de la vista. Comunicación y ruido | 4 La digestión comunicativa 3 TORRES Y CARRERA Y consultores de comunicación La materia gris El lóbulo occipital se encarga de la visión y procesa la información que después empleará el lóbulo frontal en la actividad motora. Nos permite diferenciar colores, reconocer el espacio o interpretar las imágenes que vemos. El lóbulo temporal es el responsable de transformar en información los estímulos auditivos y gustativos. De los lóbulos temporales también dependen sensaciones como la rabia, la ansiedad o el placer, la memoria y el sistema emotivo inconsciente. Las características del cerebro humano Hemisferio Izquierdo Hemisferio Derecho Verbal No verbal Analítico Estudia las cosas por partes Sintético Agrupa la información para formar conjuntos Simbólico Emplea un símbolo en representación de algo Concreto Capta la información tal y como es Abstracto Una parte de la información representa el todo Analógico Ve las semejanzas entre las cosas Temporal 0rdena la información en secuencias Atemporal Sin sentido del tiempo Racional Saca conclusiones basadas en los datos No racional No se basa en los hechos Digital: Emplea números Espacial Ve donde están las cosas en relación con otras Lógico Intuitivo Lineal Piensa en términos de ideas encadenadas Holístico Ve las cosas completas, de una vez Comunicación y ruido | 4 La digestión comunicativa 4 TORRES Y CARRERA Y consultores de comunicación El proceso de conocer A través de los sentidos, el cerebro recibe la información necesaria para poder interpretar la realidad y se hace responsable de procesarla en varias fases, para posteriormente guardar e interpretar los datos. El psicólogo americano Ulric Neisser, uno de los pioneros en la psicología cognitiva, afirma que cualquier cosa que conozcamos acerca de la realidad tiene que ser mediada, no sólo por los sentidos, sino por un conjunto de sistemas que interpretan y reinterpretan la información sensorial. Y estos sistemas integran el proceso cognitivo. Retención multimedia Son muchos los interrogantes todavía abiertos en torno al funcionamiento de nuestro cerebro, pero una gran parte de la ciencia parece aceptar a día de hoy que los datos aportados por los sentidos pasan por una serie de etapas interdependientes que definen diferentes momentos del proceso cognitivo. n Retenemos el 30% de la información que vemos, mientras que sólo recordamos el 10% de lo que leemos. Y, si a la imagen le añadimos el sonido, el nivel de recuerdo de la información aumenta hasta el 50%. Comunicación y ruido | 4 La digestión comunicativa 5 TORRES Y CARRERA Y consultores de comunicación Sensación y percepción La sensación es la primera fase del proceso cognitivo y se entiende como el efecto inmediato que los estímulos tienen en el organismo, en los sentidos. Es, además, la etapa inicial de reconocimiento de la información por el cerebro. La información que proviene del ambiente se organiza e interpreta gracias a la percepción. En esta fase el cerebro no sólo registra los datos, sino que también interpreta las impresiones de los sentidos. La importancia de la atención n Los investigadores de las Universidades de Hamburgo y Hannover Harald Weinreich, Hartmut Obendorf, Eelco Herder y Matthias Mayer señalan que el 17% de nuestros accesos a una página web no superan los 25 segundos de duración y que leemos un promedio de 111 palabras. La percepción es la fase del proceso cognitivo que nos permite, a través de los sentidos, recibir, elaborar e interpretar la información que proviene del entorno, concediéndole un significado. Esta fase es diferente en cada individuo. La nueva información que llega al cerebro se analiza y se mezcla con los datos que cada uno de nosotros ya hemos almacenado con anterioridad. Y la atención es la que permite seleccionar la información sensorial y dirigir los procesos mentales. La atención actúa como filtro frente a los estímulos ambientales, decidiendo cuáles son los más relevantes y dándoles prioridad frente a otros. Así, una página web, que no contenga imágenes, videos o enlaces a otros sites corre el riesgo de pasar desapercibida para los internautas, ya que sólo el 20% del tiempo que permanecemos conectados a una página web lo dedicamos a la lectura de los contenidos. Nuestra atención se centra en la estructura del site, las características de navegación y su utilidad. Y ahí reside el éxito de la comunicación on-line. Comunicación y ruido | 4 La digestión comunicativa 6 TORRES Y CARRERA Y consultores de comunicación La digestión social de la información Podemos decir entonces que nuestra mente funciona mediante un proceso complejo de tratamiento de la información y que dispone de una maravillosa capacidad para asimilarla. Pero la pregunta es: ¿bastan nuestros dispositivos cerebrales para enfrentarnos a los más de 226 millones de páginas web que existen hoy en la Red? ¿Hasta dónde llega la capacidad de nuestro cerebro para asimilar esas 16 horas semanales que pasamos en Internet, a las que se suman 13 en la televisión y 8 en la radio, además de otra hora dedicada a las revistas y al cine? (Estos datos proceden de la Unión Internacional de las Telecomunicaciones). El cerebro humano artificial n El Brain Mind Institute, perteneciente a la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza), trabaja desde hace 15 años en el Proyecto “Cerebro Azul” para crear un cerebro humano artificial. Los nutrientes informativos a los que tenemos acceso crecen exponencialmente. Pero tener más información no es sinónimo de estar mejor informados. Y estar bien informados no sólo es importante para cada uno de nosotros, sino, sobre todo, es esencial para el buen funcionamiento de nuestra sociedad y del sistema político que nos hemos dado, la democracia. El modelo del cerebro humano que pretenden crear los científicos del Proyecto Cerebro Azul será una réplica informática de los circuitos neuronales, con la finalidad de descubrir sus mecanismos. Para ello, esta reproducción informática deberá comprender todos los niveles del cerebro, incluido el molecular. La idea general es que en el proyecto se fusionen los conocimientos biológicos con los recursos informáticos, de manera que pueda realizarse a través de un programa informático un mapa detallado de los circuitos cerebrales. El cerebro artificial contará asimismo con técnicas de simulación virtual, que ofrecerán posibilidades inéditas de visualizar experiencias neuronales a nivel de microcircuitos. Según el director del Proyecto Cerebro Azul, Henry Markram, en el año 2020 el cerebro humano artificial podrá ser una realidad. Comunicación y ruido | 4 La digestión comunicativa 7 TORRES Y CARRERA Y consultores de comunicación La desinformación en la Sociedad de la Información Francisco Tomás-Valiente Lanuza | Director de Relaciones Institucionales de Torres y Carrera “El salvaje sabe infinitamente más de las condiciones económicas y sociales de su propia existencia que el civilizado, en el sentido corriente de la palabra, de las suyas”. Max Webber1. Nuestro sistema político es un destilado de siglos de evolución social: los derechos humanos y la defensa de los mismos a cargo de las instituciones, el poder judicial y su tutela de los derechos y deberes, el sistema parlamentario representativo que sustituye a la democracia asamblearia de las polis griegas, la separación de poderes… Puede que la historia no tenga un sentido definido hacia el futuro, pero, desde luego, sí lo tiene cuando miramos hacia atrás. Ahora bien, si se nos permite, podemos decir que la historia ya no es lo que era. El desarrollo tecnológico ha generado, entre otros efectos, que los cambios en nuestro modo de vida se sucedan a una velocidad cada vez más acelerada y, para ese motor cada vez más revolucionado, el combustible es la información. Si alguien nos dijera que el mundo, antes, era más pequeño, podríamos argumentar fácilmente lo contrario. Pero deberíamos usar una información de la que no tenemos una experiencia directa. Una información mediatizada. Al mismo tiempo, lo cierto es que nuestra experiencia del mundo, hoy, dibuja un lugar mucho menor de lo que resultaba ser este mismo planeta a ojos de nuestros antepasados. Y podemos ir más allá. Aunque el conocimiento que nos llega a través de la comunicación social nos informe de esta verdad científica (el planeta Tierra no ha encogido), los mismos medios de comunicación que nos suministran ese conocimiento son los que nos inducen la experiencia contraria: la de un planeta de fronteras y distancias que se acortan cada día en un tiempo acelerado y en un entorno cambiante. La forma de vida preindustrial usaba referencias temporales y espaciales cuyas dimensiones coincidían aproximadamente con las rotaciones diarias o estacionales de la Tierra y con la capacidad de desplazamiento de unos medios de transporte poco más rápidos que los pies de un hombre. Comunicación y ruido | 4 La digestión comunicativa 8 TORRES Y CARRERA Y consultores de comunicación La realidad virtual de los medios Pero la revolución industrial alteró profundamente esas dimensiones. Autores como John B. Thompson2 señalan un cambio en la percepción de la realidad provocado por el desarrollo de medios de transporte como el ferrocarril o el barco de vapor, que dieron lugar a la organización del tiempo a escala planetaria (hora GMT), lo que no es poca “globalización”. En una fase aún más reciente, la era digital nos acaba de llevar a las redes sociales o a la posibilidad de elegir entre un abanico de medios de comunicación que ya no pueden imponer sus mensajes (su idea de la realidad) de modo masivo y se ven abocados a un mayor esfuerzo de seducción de las audiencias. Vivimos una comunicación “post industrial”, podemos decir. Autores como Manuel Castells, creador del concepto “Sociedad en Red”, hablan del final de la comunicación de masas, al menos tal y como la hemos conocido en el siglo XX. Su lugar parece estar siendo ocupado por la comunicación digital, un soporte en el que convergen los otros. De este modo, el modelo que proponían la prensa, la radio y la televisión, está en crisis y lo está sustituyendo un modelo más horizontal, más participativo e interactivo. Pero también más complejo y más mediatizado por una abundante cantidad de ruido. La clave de este cambio es, en buena medida, económica. El modelo aludido es, sobre todo, un modelo de negocio; un negocio basado en publicidad a cambio de entretenimiento e información. Su crisis ha coincidido con las consabidas dificultades económicas planetarias, pero tiene vida propia: la facturación publicitaria en España registra caídas históricas. Pues bien: en una medida muy importante, la crisis de los medios de masas es también la crisis del periodismo. Y no solamente en términos económicos. También en términos de credibilidad (tengamos en cuenta que ésta es, en último término, su verdadero capital). Comunicación y ruido | 4 La digestión comunicativa 9 TORRES Y CARRERA Y consultores de comunicación La importancia de las noticias En España el periodismo no tiene hoy por hoy el prestigio que necesita. Por ejemplo, si consultamos las encuestas, no está entre las profesiones mejor valoradas. Un reciente sondeo del CIS situaba un poco por encima del suspenso a la profesión periodística; y el estudio “Periodismo en la Era de Internet. Claves para entender la situación actual de la información periodística en España”, les daba peor nota a los medios4. Y además, emitimos n Además de recibir, cada uno de nosotros emite información. Y esa capacidad también se ha multiplicado en la era digital. El Informe sobre el Estado de la Blogosfera, elaborado por el motor de búsqueda Technorati, cifra en 133 millones los blogs creados en el universo de Internet desde 2003. Pero es que ni siquiera el periodismo digital parece estar aportando un panorama de cambio. El último estudio citado indica, precisamente, lo contrario: a juicio de los españoles encuestados, los medios digitales padecen la misma escasez de fuentes (excesivamente institucionales) y comparten la misma agenda temática de los medios tradicionales. La cuestión es si la mayor horizontalidad y diversidad de voces en la comunicación garantiza mejor el derecho a la información o simplemente añade complejidad y ruido. Una parte importante de la doctrina señala que, en un contexto de información desbordante, es más fácil la manipulación. Walter Lippman lo explicó en un libro ya clásico de 19225. El autor decía entonces (¡qué diría ahora!) que el mundo es demasiado complejo y tendemos a “economizar” en nuestra percepción, sobre todo a través de estereotipos que, además, nos reafirman y nos dan seguridad (valores confiables, identidad). “No percibimos primero y definimos después, sino al revés”, decía Lippman. Y añadía: “las influencias más sutiles y dominantes son las que logran crear y mantener repertorios de estereotipos”, ninguno de los cuales es neutral. Comunicación y ruido | 4 La digestión comunicativa 10 TORRES Y CARRERA Y consultores de comunicación Manipulación De un modo intuitivo, Lippman, que vivió la experiencia de la doctrina totalitaria en la primera mitad del siglo XX y la propaganda militar en la Segunda Guerra Mundial, advertía de las limitaciones de nuestra mente para enfrentarse a entornos que la saturan. Cómo influyen los medios en la opinión pública n A la influencia en la opinión pública de los medios de comunicación social y, más concretamente, del periodismo, se puede ordenar en dos vertientes: la primera de ellas es la fijación de la agenda, es decir, la correlación en términos de causa-efecto entre los temas prioritarios para los medios de comunicación y las preocupaciones de los ciudadanos3. El autor, periodista y creador de opinión, advertía de que tendemos a simplificar para mantener nuestro equilibrio cuando nuestro cerebro no puede asimilar a tiempo una cantidad de variables excesiva. Esa simplificación crea una oportunidad para la manipulación. Manuel Castells, en su trilogía sobre la sociedad de la información6 estudia las crisis provocadas por la emergencia de la “Sociedad en Red”. Aún a riesgo de simplificar en exceso, podemos apuntar que, en su obra, Castells alerta de la marginación a la que se ve abocada una gran parte del mundo enajenada de las redes de información dominantes. Por su lado, el ya citado John B. Thompson dice que no sólo la idea de pasado que llegaba a nuestros ancestros a través de la tradición oral, sino también la idea de un futuro planificable, propia de la racionalización de la sociedad industrial (progreso), ha entrado en crisis. Maxwell McCombs, uno de los creadores de la teoría de la agenda setting, que se estudia en todas las cátedras de Teoría de la Comunicación, demostró que existe una clara vinculación entre las primeras páginas de periódicos, titulares de radio y telediarios y las preocupaciones ciudadanas en términos de actualidad. Numerosos estudios posteriores han venido confirmando este punto de vista. La segunda es la orientación de las opiniones, sobre unos u otros temas, en uno u otro sentido. Es decir, según esta segunda vertiente, los periodistas no solo señalan los temas más importantes, sino que influyen en qué piensan los ciudadanos acerca de éstos. Comunicación y ruido | 4 La digestión comunicativa 11 TORRES Y CARRERA Y consultores de comunicación Política y derecho a la información El derecho a la Información es esencial para el funcionamiento de las libertades públicas y políticas porque sin una opinión pública independiente el derecho al voto pierde gran parte de su sentido (y así lo ha declarado el Tribunal Constitucional español en múltiples sentencias que han apoyado a medios de comunicación denunciados por dañar derechos de terceros en su labor de informar). Notas. La cita procede de Raymond Aron (Las etapas del pensamiento sociológico; volúmenes I y II. Ediciones Siglo XX. Buenos Aires, 1985) y su autor es Max Webber, quien literalmente dice: “la racionalización de la actividad comunitaria de ningún modo tiene como consecuencia una universalización del conocimiento acerca de las condiciones y las relaciones de esta actividad, sino que más a menudo desemboca en el efecto contrario. El salvaje sabe infinitamente más de las condiciones económicas y sociales de su propia existencia que el civilizado, en el sentido corriente de la palabra, de las suyas”. 1 John B. Thompson, Los media y la modernidad; Paidós, Barcelona. 1998. Para teóricos del derecho y de la comunicación como Habermas, el espacio público es un espacio de debate que permite a la opinión pública participar en un proceso deliberativo en la busca de consensos; es un modo de sustituir el déficit democrático que supone no poder recurrir a la democracia directa de manera continuada. Sin una información veraz no tiene sentido el proceso deliberativo al que se refiere Habermas y la democracia pierde gran parte de su sentido político. El problema al que nos enfrentamos no es menor. La información de actualidad debe responder a criterios de rigor y contraste de fuentes y generarse en un entorno social de pluralismo y dotado de sistemas de protección para quien la difunde: el secreto de las fuentes, la posibilidad de no firmar aquellas noticias cuyo contenido no quiera refrendar el periodista... La Sociedad de la Información, en términos de opinión pública, debería ser la sociedad de la información veraz, lo que exige un periodismo, con el apellido de ciudadano o con el título de profesional, pero capaz de suministrar una idea válida de la realidad a la opinión pública, de modo que ésta pueda decidir de manera libre y responsable sobre el destino de nuestro mundo. 2 Maxwell McCombs, Estableciendo la agenda; Paidós, Barcelona. 2004. 3 Una vez más, nuestra cultura se enfrenta a la encrucijada de los riesgos y las oportunidades: el universo digital ha abierto múltiples espacios de interacción en libertad, pero también se han incrementado los riesgos de que una gran cantidad de ruido interfiera en un proceso esencial para el ser humano, el de la Comunicación. Diezhandino, Pilar (dir.) Periodismo en la era de internet. Claves para entender la situación actual de la información periodística en España. Barcelona: Editorial Ariel. 2008. 4 Walter Lippman. La opinión pública; Editorial Langre, Madrid, 2003. 5 Manuel Castells. La era de la información, tres volúmenes, Arial. Madrid, 2005. 6 Torres y Carrera, Diciembre de 2009 Comunicación y ruido | 4 La digestión comunicativa 12