Descargar PDF completo

Transcripción

Descargar PDF completo
Índice
GRUPO EDITOR
Presidente
Mons. Diego Monroy Ponce
Director
Lic. Arturo Rocha Cortés
Editorial
Lic. Ángel Roa Hernández
3
Mensaje de
Rector
7
Mons. Diego Monroy
Ponce saluda a todos los
peregrinos y lectores
Inin Huey Tlamahuitçoltzin
(fin)
Lic. Arturo Rocha Cortés
Jefe de Formación
Ricardo Galindo Melchor
Colaboradores
P. Juan Ortiz Magos - P. Gabriel Rodríguez Martín del
Campo - Diácono Mario Bustamante Rubio - Martha
Reta Hernández - Lenice Rivera Hernández - Iván
Martínez Huerta - Arturo Pardo Ayala - Lic. María de
la Concepción M.C. de Jiménez Lic. Marcela Vallecillo
Gómez - Lic. Samuel Jiménez Hernández - María
Guadalupe Bustamante Rosas.
Acontecimiento
Guadalupano
10
13
Oraciones
Familia
Guadalupana
Todos los fieles difuntos
Base dogmática de la devoción
a la Santísima Virgen
Boletín Guadalupano es una publicación mensual y
gratuita de la Basílica de Guadalupe A.R. La distribución
es realizada por la propia Basílica, con domicilio en Plaza
de las Américas núm. 1, Col. Villa de Guadalupe, Deleg.
Gustavo A. Madero, C.P. 07050, México, D.F. Tel.: 55776022 exts. 201 Redacción y 161; fax 5577-5038. Correo
electrónico: boletinguadalupano@basilicadeguadalupe.
org.mx. web: www.virgendeguadalupe.org.mx.
Mario Bustamante Rubio
P. Gabriel Rodríguez M. del C.
Registro de SEPOMEX (en trámite). Certificado de
Licitud de Contenido núm. 10545, expedido por la
Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas
Ilustradas de la SEGOB, el 26 de noviembre de 2004.
Certificado de Licitud de Título núm. 12972, expedido
por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas
Ilustradas de SEGOB, expedido el 26 de noviembre
de 2004. Certificado de Reserva de Derechos al Uso
Exclusivo núm. 04-2006-112409391300-30, expedido
por la Dirección de Reservas de Derechos del Instituto
Nacional del Derecho de Autor, el 24 de noviembre de
2006.
Los retablos novohispanos y
su presencia en el Museo de la
Basílica de Guadalupe
La Comunión entre la Iglesia
del cielo y de la tierra
Alma Guadalupe Olguín Castro
Mons. Jorge Palencia Ramírez de Arellano
Diseño
Arturo Pardo, Arturo Rocha y Ricardo Galindo
Formación Editorial
Arturo Rocha y Ricardo Galindo
Impresión
Formas Continuas Administrativas, S.A. de C.V.
Acalotenco 74, Col. Santo Tomás, C.P. 02040, Deleg.
Azcapotzalco, México D.F., con un tiraje de 10,000
ejemplares.
PUBLICACIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
Los artículos y demás contribuciones publicadas en
el Boletín Guadalupano no reflejan necesariamente el
sentir de la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe.
Portada:
ANÓNIMO
La Virgen de Guadalupe como
intercesora de las almas del purgatorio
Siglo XX
Óleo sobre lámina de zinc
33.5 x 23.5 cms.
Col. Museo de la Basílica de Guadalupe
Diseño de Portada:
Arturo Pardo Ayala
Diseño de interiores:
Ricardo Galindo, Arturo Rocha
15
22
Cultura
y Arte
Pastoral
18
24
Conociéndonos
Retratos y
Semblanzas
Departamento de Mantenimiento
Área de Pintura
Pbro. Martín Muñoz López
Lic. Samuel Homero Jiménez
Lic. Marcela Vallecillo Gómez
26
Peregrinaciones
29
Tonantzin Guadalupe
y los indígenas
Diócesis de Matehuala,
Diócesis de Apatzingán
Unión Mexicana de Mariachis
San Juan Diego
Cuauhtlatoatzin y su santidad
María Guadalupe Bustamante Rosas
Rossana Ruiz y el Pbro. Salvador López Mora
31
Para Leer
San Juan Diego
Cuauhtlatoatzin
6 Editorial
Serenata
32 Convocatoria
Popular Guadalupana 2007
33 Donativos
de Diciembre de
35 Actividades
2007
En Portada
Visita el sitio oficial de la Basílica de Guadalupe:
www.virgendeguadalupe.org.mx
MENSAJE DEL RECTOR
Q
ueridos hermanos y hermanas: la conmemoración litúrgica de Todos
los Fieles Difuntos que celebramos el dos de noviembre, me permite
compartir con cada uno de ustedes, desde el Magisterio universal de
la Iglesia, una reflexión sobre el sentido cristiano de la muerte, así como las
prácticas funerarias que privan en nuestra actual sociedad.
Esto último, respecto del cuestionamiento que continuamente se nos hace en el
sentido de si está permitido o no por la Iglesia la incineración de los cadáveres.
La muerte es una realidad ineludible y propia de todo ser vivo, y en el humano
con la característica propia de tener conciencia de ella. Todos vamos a morir,
pero sólo el hombre tiene razón de ello, aunque no de la hora y el lugar. La
muerte es la eterna acompañante de la historia de la humanidad.
Quiero precisar ante las nuevas corrientes que atribuyen poderes
sobrenaturales a la muerte, que ésta es sólo y meramente la cesación de las
facultades vitales de cualquier ser vivo. No es un espíritu, no es una persona,
mucho menos un ser divino. Es el proceso biológico que cierra la etapa de la
vida.
Desde siempre se han encontrado vestigios del honor y el culto debido a los
muertos y de los lugares de su sepultura. Culturas milenarias nos hablan de
esta realidad. Existen vestigios de la veneración de los antepasados de más de
100,000 años de antigüedad.
Así, tanto el culto a los muertos como su sepultura, son naturalmente
actos religiosos y el lugar para ellos, sagrado. Los cristianos le llamamos
camposanto, el “lugar de los santos” o panteón como lugar consagrado a los
dioses o también cementerio, que por su raíz griega, koimaw, significa “lugar
donde se duerme”.
Las formas de dar sepultura han sido diversas a lo largo del tiempo: el entierro,
la cremación, el abandono de los muertos sobre los árboles, su inmersión,
el entierro en las casas. Desde hace siglos, la práctica de enterrar los
cadáveres, ha sido la regla, aunque también hay datos de que se practicaba la
incineración.
Para el mundo cristiano, a partir del segundo al quinto siglo, la inhumación
llegó a ser la regla exclusiva. Dejó de ser un hecho privado para convertirse
en un hecho social donde los demás miembros de la comunidad cristiana se
involucraban desde la experiencia de la fe, comprendiendo este acontecimiento
desde el horizonte de la esperanza.
Para la primitiva comunidad cristiana, la práctica de enterrar a los muertos tiene
como gran influencia el entierro de Jesús, así como la asociación de comunión
entre el cielo y la tierra.
Mensaje del Rector
También desde los orígenes cristianos, encontramos en las tumbas nombres y
símbolos cristianos del recuerdo o de la resurrección. Enseguida las tumbas de los
apóstoles y de los mártires se convirtieron en lugares de culto y peregrinación, teniendo
por supuesto éstas como culmen el lugar del entierro y la resurrección de Jesús.
A partir de este presupuesto, como ya lo he descrito anteriormente, la Iglesia comenzó
a recomendar y aconsejar la inhumación, recordando la sepultura de Jesús y su salida
de la tumba. Con esta práctica no sólo se reconoce el mérito del difunto, sino que se
honra su cuerpo que es por el bautismo templo del Espíritu Santo, de ahí que estos
despojos humanos deban de ser tratados con el mayor respeto y reverencia posible,
pues junto a esto que acontece, se aguarda en una esperanza llena de fe, el retorno de
Cristo y la resurrección de los muertos.
Entre las prácticas que se realizan con los cadáveres nos encontramos con la
incineración, costumbre que reapareció al final de la Edad Media, pues como
anteriormente se apuntó, ésta quedó fuera de recomendación por considerarse
contraria a la fe y a la resurrección. Se tenía como premisa el hecho de haber salido de
la tierra y la necesidad de volverse a ella.
La prohibición de esta práctica por parte de la Iglesia así como sus sanciones
canónicas fue suprimida en 1963, y permitida por el nuevo Código de Derecho
Canónico de 1983, que a la letra dice: “La Iglesia recomienda vivamente que
sea conservada la piadosa costumbre de enterrar los cuerpos de los difuntos;
no obstante no prohíbe la incineración, a no ser que ésta haya sido escogida
por razones contrarias a la doctrina cristiana” (canon 1176, art. 3) Doctrina que se
reafirma en el número 2301 del Catecismo de la Iglesia Católica, el cual dice: “La
Iglesia permite la incineración si ésta no manifiesta un poner en duda la fe en la
resurrección de los cuerpos”.
Aunque esta práctica se ha difundido debido a la insuficiencia de los cementerios, lo
mismo que por razones ideológicas en las que resaltan el orden práctico, estético,
ético, la higiene y la ecología, la Iglesia aconseja en principio la inhumación, sin
que nada obste para que quien quiera hacerlo pueda decidir sobre la incineración
o la inhumación. Cada una de las decisiones, según la piedad cristiana, deberá
celebrar religiosamente a sus difuntos. El fiel que ha ordenado la incineración de su
cuerpo tiene derecho a los funerales religiosos.
Todo esto nace del sentido cristiano que tenemos de la muerte: el trance definitivo de
la vida es la muerte. La muerte es la contradicción de todo lo que de vida, proyectos,
futuro, perspectivas, puede abrigar cualquier ser vivo.
Aunque todos sabemos que debemos morir, la muerte nos desconcierta, asombra,
produce estupor y extrañeza. Ante la muerte, muchas preguntas rebeldes y radicales
se clavan en el corazón. Sólo Dios da sentido a toda nuestra existencia.
Mensaje del Rector
Frente al dolor y lo crudo de la muerte, la Iglesia celebra la fe en el Dios que salva,
Jesucristo. En el corazón de la muerte, la Iglesia proclama su esperanza en la
resurrección.
Así, sirva la conmemoración de nuestros fieles difuntos, para comenzar a comprender
el acontecimiento de la muerte, a luz de la fe y de la esperanza cristiana, convencidos
de que el que vive, aunque muera, seguirá en la vida (Jn 11, 25). Pues la muerte no
puede, aunque lo parezca, dominar el ímpetu de la vida.
Quien bebe el agua verdadera, atravesará el desierto y no morirá de sed, porque
lleva dentro un manantial de aguas vivas (Jn 4, 13-14; 7, 37-39). Quien coma del
pan verdadero tendrá vida y reencontrará la fortaleza para vencer a la muerte con la
muerte (Jn 6, 51).
Ponemos a disposición de todos ustedes las nuevas Criptas Guadalupanas. En ellas
encontrarán un espacio para esperar juntos el gran día de la resurrección, cuando al final
de los tiempos, Jesucristo, el Justo Juez, venga a juzgar a vivos y muertos.
Qué mejor manera de esperarlo que a los pies de nuestra Dulce Muchachita y Señora del
cielo, la siempre Virgen Santa María de Guadalupe, quien como misericordiosa Madre,
habrá de entregarnos en las manos de Jesús. Estar con ella es estar con Dios.
Para más informes sobre este servicio, comunícate al 5748-9157 ó al 5748-5975 o acude
al módulo que se encuentra en el atrio de nuestra Basílica.
Mons. Diego Monroy Ponce
Vicario General y Episcopal de Guadalupe
Rector del Santuario
EDITORIAL
Estimados lectores del Boletín Guadalupano.
Son ya más de cuatro años los que han
transcurrido desde que tuvimos la dicha de
emprender esta obra, inscrita en el marco de
la pastoral profética de la Insigne y Nacional
Basílica de Guadalupe. Eran tiempos de
estrechez económica y de grandes cambios al
interior del santuario mariano más importante
del mundo.
Ha querido en aquellos tiempos nuestro rector,
Mons Diego Monroy Ponce, de infatigable
celo y apremio pastoral, continuar con la
vetusta tradición de publicar, puertas adentro
de la Basílica, un boletín informativo de las
actividades pastorales más importantes del
recinto guadalupano. Sólo que a diferencia
de aquella sencilla publicación, esta nueva
tendría que revestir todas las características
de una revista formal. No se trataría de
un mero instrumento informativo para los
empleados de la Basílica, sino de un medio
de difusión del Acontecimiento Guadalupano
y un vehículo para la nueva Evangelización.
Debería contener no sólo las acostumbradas
secciones de índole pastoral y catequética, sino
secciones específicamente dedicadas a difundir
la riqueza museográfica de la Basílica, las
fuentes primarias guadalupanas (en la forma
de facsímiles de los documentos guadalupanos
del s. XVI), la vida interior del santuario, su
organización y diversos departamentos, etc.
También debería acercar a los fieles a la
oración y al conocimiento cada vez más
puntual de lo que a lo largo de los siglos
ha dado en denominarse Acontecimiento
Guadalupano, a través de estudios y artículos
de fondo. Igualmente debería contar con
secciones que tuvieran a la familia y a los
jóvenes como su natural referente, así como
no soslayar a los indígenas que año con año,
en numerosísimo contingente, acuden a esta
Basílica a poner a los pies de la Virgen Morena
sus necesidades, sus gozos y sus esperanzas.
Asimismo, debería acercar a nuestros
canónigos y capellanes a los fieles, a modo
de que éstos conocieran de sus pastores las
anécdotas y experiencias más edificantes de
su vida ministerial.
En fin. Fue así como nació el Boletín
Guadalupano que puntualmente, con el favor
de Dios, ha llegado a sus manos cada 30 días.
Y así como en sus principios se debieron
remontar numerosos obstáculos, muchos
de ellos de índole sobre todo económica, en
el momento presente estas dificultades han
tendido a multiplicarse.
Ha sido la encomiable intención inicial de
nuestro Rector, Mons. Diego Monroy Ponce,
que esta publicación llegase gratuitamente
a manos de los fieles que cotidianamente
acuden a este Santuario. Nuestro deseo es
poder seguir haciéndolo, aun a sabiendas
de lo gravoso que ello puede resultar para la
economía de la Basílica.
En nuestro interés de no claudicar en este afán
de llevar el BG a todos ustedes, sin demérito
de su calidad editorial, nos hemos visto en la
necesidad de abandonar a nuestra antigua
casa litográfica y buscar una nueva, con el
único interés de abatir costos, sanear nuestras
finanzas y seguir haciendo posible esta obra
pastoral.
Recordamos que el BG es gratuito... pero
siempre estamos a la espera de sus generosos
donativos. Remitimos a nuestros queridos
lectores a las últimas páginas de nuestra
revista, donde encontrarán los formatos con
los que pueden hacer efectivos los apoyos
económicos que mucho necesitamos. Los
alentamos, asimismo, a suscribirse por un
año a esta publicación. Les aseguramos que
el costo es prácticamente simbólico... pero
muchos y muy reales los beneficios.
Refrendamos desde estas páginas nuestro
compromiso con todos nuestros lectores,
al tiempo que rogamos a nuestra Madre
Santísima María de Guadalupe nos allegue de
su Divino HIjo la fortaleza y longanimidad para
no claudicar en esta empresa.
Paz y Gracia abundantes.
Acontecimiento Guadalupano
Inin huey tlamahuiçoltzin
(ca. 1570) (fin)
Lic. Arturo Rocha Cortés
Director del Boletín Guadalupano
[email protected]
C
on éste, damos fin a la publicación
facsimilar del documento
guadalupano conocido como Inin
huey tlamahuizoltzin, custodiado en el
Fondo Reservado de la Biblioteca
Nacional de México.
Si algo llama la atención del pequeño
texto en náhuatl final son las repetidas
alusiones a la dignidad de intercesora de
nuestra Madre Santísima de Guadalupe.
Paleuia, en náhuatl es “favorecer”,
“ayudar”, “interceder”, que es lo que ha
venido a hacer Guadalupe a estas tierras
de Anáhuac. Ella viene a anunciar el
mensaje de Cristo, a mediar entre su Hijo
y sus hijos.
Y así como María, en Caná de Galilea,
con ocasión del milagro del vino obrado
por Jesús, contribuyó a adelantar el reloj
de la salvación a favor del hombre, María
de Guadalupe, con su portentosa
teofanía en el Tepeyac y con su milagrosa
impronta en el ayate de San Juan Diego,
adelantó también un reloj... el de la
evangelización americana.
Acontecimiento Guadalupano
Inin huey tlamahuiçoltzin (Ms. 1475 del Fondo de Origen de la Biblioteca Nacional de México, f. 53 r).
Acontecimiento Guadalupano
Paleografía
5
10
Traducción *
53
53
Oncan quinmopalehuilia, quin moma-
“Allí se digna interceder por ellos, en lo que
quilia in tlein quimitlànililia, ça
ellos le solicitan / a los que le ruegan / En
nelli ca yn aquin huelquimotepan-
verdad quien bien la haga su intercesora con
tlàtòcatitzinoz, quimocenmacatzinoz.
amor / para que se le entregue totalmente
tetlaçotlaliztica huel ytlacauhtzin
con dignidad / con amor al prójimo, bien su
mochiuhtzinoz in Dios ytlaçònantzin
venerable intercesora / La Preciosa Madre de
ça nelli ca huel quimopalehuiliz
Dios aceptará / En verdad mucho lo ayudará
quimoteyttitiliz inca quimotlaço-
/ se mirará por él, allí donde les aliviará
tilia inca ycehuallotitlantzinco ye-
mucho / los hará entrar al lugar de su protec-
cauhyotitlantzinco maquiztinemi.
ción y amparo, / el lugar donde vives libre de
peligro”.
* Basada en: Xavier Noguez, Documentos Guadalupanos, México: El Colegio
Mexiquense/FCE, 1995, [Sección de Obras de Historia], p. 210.
ORACIONES
Todos los fieles
difuntos
Mario Bustamante Rubio
Diácono Permanente
Juan de Valdés Leal
In Ictu Oculi, 1671
Óleo sobre tela 220 x 216 cm.
Hospital de la Caridad de Sevilla
O
10
rar por los difuntos es una de las tradiciones
cristianas más antiguas. Es muy explicable
que, al día siguiente de celebrar a todos
aquellos que han llegado a la intimidad con Dios, nos
preocupemos por todos nuestros hermanos difuntos
que han muerto con la esperanza de resucitar y con
una fe tan sólo conocida por Dios.
las preocupaciones, apuradamente van al panteón
si la muerte es reciente pero de la misa ni quién se
acuerde.
El propio mensual relativo al mes de noviembre
en el día 2 que nos ocupa, contiene tres misas
con sus respectivas lecturas, las cuales transcribo
a continuación. Hace tiempo la mayoría de las
personas se vestían de negro (en señal de luto)
y después se iban a los panteones. Hoy en día
ignorando los valores e inmersos en el torbellino de
Del libro de la Sabiduría: 3, 1-19.
Las almas de los justos están en las manos de Dios
y no los alcanzará ningún tormento. Los insensatos
pensaban que los justos habían muerto, que su salida
de este mundo era una desgracia y su salida de entre
nosotros, una completa destrucción. Pero los justos
están en paz.
Primera Misa
Primera lectura
Los aceptó como un holocausto agradable.
Oraciones
La gente pensaba que sus sufrimientos eran un
castigo, pero ellos esperaban confiadamente la
inmortalidad. Después de breves sufrimientos
recibirán una abundante recompensa, pues Dios los
puso a prueba y los halló dignos de sí. Los probó
como oro en el crisol y los aceptó como un holocausto
agradable.
En el día del juicio brillarán los justos como chispas
que se propagan en un cañaveral. Juzgarán a las
naciones y dominarán a los pueblos, el Señor reinará
eternamente sobre ellos. Los que confían en el Señor
comprenderán la verdad y los que son fieles a su
amor permanecerán a su lado, porque Dios ama a
sus elegidos y cuida de ellos.
Palabra de Dios.
Segunda Lectura
Estamos seguros de haber pasado de la muerte a la
vida, porque amamos a nuestros hermanos.
De la primera carta del apóstol san Juan: 3, 14-16.
Hermanos: Nosotros estamos seguros de haber
pasado de la muerte a la vida, porque amamos a
nuestros hermanos.
El que no ama permanece en la muerte. El que odia
a su hermano es un homicida y bien saben ustedes
que ningún homicida tiene la vida eterna. Conocemos
lo que es el amor, en que Cristo dio su vida por
nosotros. Así también debemos nosotros dar la vida
por nuestros hermanos.
Palabra de Dios.
Evangelio
Vengan, benditos de mi Padre.
Del santo Evangelio según san Mateo: 25, 31-46.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando
venga el Hijo del hombre, rodeado de su gloria,
acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su
trono de gloria. Entonces serán congregadas ante
él todas las naciones, y él apartará a los unos de
los otros, como aparta el pastor a las ovejas de los
cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha y a los
cabritos a su izquierda”.
Entonces dirá el rey a los de su derecha: “Vengan,
benditos de mi Padre; tomen posesión del Reino
preparado para ustedes desde la creación del mundo;
porque estuve hambriento y me dieron de comer,
sediento y me dieron de beber, era forastero y me
hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo
y me visitaron, encarcelado y fueron a verme”. Los
justos le contestarán entonces: “Señor, ¿cuándo te
vimos de forastero y te hospedamos, o desnudo y te
vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado
y te fuimos a ver?” Y el rey les dirá: “Yo les aseguro
que, cuando lo hicieron con el más insignificante de
mis hermanos, conmigo lo hicieron”.
Entonces dirá también a los de la izquierda:
“Apártense de mí, malditos; vayan al fuego eterno,
preparado para el diablo y sus ángeles; porque
estuve hambriento y no me dieron de beber, era
forastero y no me hospedaron, estuve desnudo y
no me vistieron, enfermo y encarcelado y no me
visitaron”.
Entonces ellos le responderán: “Señor, ¿cuándo te
vimos hambriento o sediento, de forastero o desnudo,
enfermo o encarcelado y no te asistimos? “Y él les
replicará: “Yo les aseguro que cuando no lo hicieron
con uno de aquellos más insignificantes, tampoco lo
hicieron conmigo”.
Entonces irán éstos al castigo eterno y los justos a la
vida eterna”.
Palabra del Señor.
Segunda Misa
Primera lectura
El Señor destruirá la muerte para siempre.
Del libro del profeta Isaías: 25, 6, 7-9.
En aquel día, el Señor del universo preparará sobre
este monte un festín con platillos suculentos para
todos los pueblos. Él arrancará en este monte el velo
que cubre el rostro de todos los pueblos, el paño que
oscurece a todas las naciones.
Destruirá la muerte para siempre; el Señor Dios
enjugará las lágrimas de todos los rostros y borrará
de toda la tierra la afrenta de su pueblo. Así lo ha
dicho el Señor.
En aquel día se dirá: “Aquí está nuestro Dios, de
quien esperábamos que nos salvara; alegrémonos y
gocemos con la salvación que nos trae”.
Palabra de Dios.
11
Oraciones
Segunda lectura
Estaremos con el Señor para siempre.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los
Tesalonicenses: 4, 13-14-17-18. Hermanos: No
queremos que ignoren lo que pasa con los difuntos,
para que no vivan tristes, como los que no tienen
esperanza. Pues, si creemos que Jesús murió y
resucitó, de igual manera debemos creer que, a los
que murieron en Jesús, Dios los llevará con él, y así
estaremos siempre con el Señor. Consuélense, pues,
unos a otros, con estas palabras.
Palabra de Dios.
Evangelio
El que coma de este pan vivirá para siempre y yo lo
resucitaré el último día.
Del santo Evangelio según san Juan: 6, 51-58.
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: “Yo soy el
pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este
pan vivirá para siempre. Y el pan que yo les voy a dar
es mi carne, para que el mundo tenga vida”. Entonces
los judíos se pusieron a discutir entre sí: “¿Cómo
puede éste darnos a comer su carne?”. Jesús les dijo:
“Yo les aseguro: Si no comen la carne del Hijo del
hombre y no beben su sangre, no podrán tener vida
en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre,
permanece en mí y yo en él, así también el que me
come vivirá por mí. Éste es el pan que ha bajado del
cielo; no es como el maná que comieron sus padres,
pues murieron. El que come de este pan, vivirá para
siempre”.
Palabra de Señor.
Tercera Misa
Primera lectura
Obró con gran rectitud y nobleza, pensando en la
resurrección.
Del segundo libro de los Macabeos: 12, 43-46.
En aquellos días, Judas Macabeo, jefe de Israel,
hizo una colecta y recogió dos mil dracmas de
plata, que envió a Jerusalén para que ofrecieran un
sacrificio de expiación por los pecados de los que
habían muerto en la batalla. Obró con gran rectitud
y nobleza, pensando en la resurrección, pues si no
hubiera esperado la resurrección de sus compañeros,
habría sido completamente inútil orar por los muertos.
Pero él consideraba que, a los que habían muerto
piadosamente, les estaba reservada una magnífica
recompensa. En efecto, orar por los difuntos para que
12
se vean libres de sus pecados es una acción santa y
conveniente.
Palabra de Dios.
Segunda lectura
En Cristo, todos volverán a la vida.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los
Corintios: 15, 20-24. 25-28. Hermanos: Cristo
resucitó, y resucitó como la primicia de todos los
muertos. Porque si por un hombre vino la muerte,
también por un hombre vendrá la resurrección de
los muertos. En efecto, así como en Adán todos
mueren, así en Cristo todos volverán a la vida; pero
cada uno en su orden: primero Cristo, como primicia;
después, a la hora de su advenimiento, los que son
de Cristo. Enseguida será la consumación, cuando
Cristo entregue el Reino a su Padre. Por que él tiene
que reinar hasta que el Padre ponga bajo sus pies a
todos sus enemigos. El último de los enemigos en ser
aniquilado, será la muerte.
Evangelio
Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.
Del santo Evangelio según san Lucas: 23, 44- 46.
50. 52-53; 24, 1-6. Era casi el mediodía, cuando las
tinieblas invadieron toda la región y se oscureció
el sol hasta las tres de la tarde. El velo del templo
se rasgó a la mitad. Jesús, clamando con voz
potente, dijo: “¡Padre, en tus manos encomiendo mi
espíritu!”. Y dicho esto expiró. Un hombre llamado
José, consejero del sanedrín, hombre bueno y justo,
se presentó ante Pilato para pedirle el cuerpo de
Jesús. Lo bajó de la cruz, lo envolvió en una sábana
y lo colocó en un sepulcro excavado en la roca,
donde no habían puesto a nadie todavía. El primer
día después del sábado, muy de mañana, llegaron
las mujeres al sepulcro, llevando los perfumes que
habían preparado. Encontraron que la piedra ya
había sido retirada del sepulcro y entraron, pero no
hallaron el cuerpo del Señor Jesús. Estando ellas
todas desconcertadas por esto, se les presentaron
dos varones con vestidos resplandecientes. Como
ellas se llenaron de miedo e inclinaron el rostro a
tierra, los varones les dijeron: ¿Por qué buscan
entre los muertos al que está vivo? No está aquí; ha
resucitado”.
Palabra del Señor.
Preferí hacer de este modo la exposición, confiando
plenamente en que la Palabra de Dios es alimento
para las almas.
FAMILIA GUADALUPANA
Base dogmática
de la devoción
a la Santísima
Virgen
Pbro. Gabriel Rodríguez M. del C.
Capellán de Coro
¿
Quién la ha venido descubriendo mejor?
Seguramente los santos, los teólogos, los
concilios, los papas.
El Concilio de Efeso, el año 431, tercer ecuménico,
llevó y aprobó la Carta II de san Cirilo Alejandrino
a Nestorio, uno de cuyos párrafos dice: “Porque no
nació primeramente un hombre vulgar, de la Santa
Virgen, y luego descendió sobre el verbo; sino que,
único desde el seno materno, se dice que se sometió
al nacimiento carnal, como quien hace suyo el
nacimiento de la propia carne…”
De esta manera (los Santos Padres) no tuvieron
inconveniente en llamar Madre de Dios a la Santa
Virgen”. En la fórmula de unión del año 433, entre san
Cirilo de Alejandría y los Antioquenos, aprobada por
san Sixto II, leemos lo siguiente:
“Confesamos, consiguientemente, a nuestro Señor
Jesucristo Hijo de Dios unigénito, Dios perfecto y
hombre perfecto, de alma racional y cuerpo, antes de
los siglos engendrado del Padre según la divinidad,
y él mismo en los últimos días, por nosotros y por
nuestra salvación, nacido de María Virgen según la
humanidad, él mismo consustancial con el Padre en
cuanto a la divinidad y concircunstancial con nosotros,
según la humanidad. Porque se hizo la unión de dos
naturalezas, por lo cual confesamos a un solo Señor y
a un solo Cristo.
Según la inteligencia de esta inconfundible unión,
confesamos a la Santa Virgen por Madre de Dios,
por haberse encarnado y hecho verbo de Dios y por
haber unido consigo, desde la misma concepción, el
templo que de ella tomó”.
13
Familia Guadalupana
San León, el magno, 440-461, en la Carta 28 Lectis
Dilectionis Tuae dice: “En naturaleza, pues, íntegra y
perfecta de verdadero hombre, nació Dios verdadero,
entero en lo suyo, entero en lo nuestro. Entra,
pues, en estas flaquezas del mundo el Hijo de Dios,
bajando de su trono celeste, pero no alejándose de
la gloria del Padre, engendrado por nuevo orden, por
nuevo nacimiento.
Por nuevo orden: porque invisible en lo suyo, se
hizo visible en lo nuestro; incomprensible, quiso
ser comprendido; permaneciendo antes del tiempo,
comenzó a ser en el tiempo; Señor del universo,
tomó forma de siervo, oscurecida la inmensidad de
su majestad; Dios impasible, no se desdeñó de ser
hombre pasible, e inmortal, someterse a la ley de la
muerte. Y por nuevo nacimiento engendrado: porque
la virginidad inviolada ignoró la concupiscencia, y
suministró la materia de la carne. Tomada fue de la
Madre del Señor la naturaleza, no la culpa; y en el
Señor Jesucristo, engendrado del seno de la Virgen,
no por ser el nacimiento maravilloso, es la naturaleza
distinta de nosotros”.
Concilio de Calcedonia, 451.
Definición de las naturalezas de Cristo.
Leemos: “Engendrado del Padre antes de los
siglos en cuanto a la divinidad, y él mismo, en los
últimos días, por nosotros y por nuestra salvación,
engendrado de María Virgen, Madre de Dios, en
cuanto a la humanidad; que se ha de reconocer
a un solo y el mismo Cristo Hijo Señor unigénito
en dos naturalezas, sin confusión, sin cambio, sin
división, sin separación, en modo alguno borrada la
diferencia de naturalezas por causa de la unión, sino
conservando más bien, cada naturaleza su propiedad
y concurriendo en una sola persona y en una sola
hipótesis, no partido o dividido en dos personas,
sino uno sólo y el mismo Hijo unigénito, Dios, Verbo,
Señor Jesucristo”.
Honorio I, 625-638.
De la carta I Scripta Fraternitatis Vestrae a Sergio,
patriarca de Constantinopla, del año 634.
En ella leemos: “Porque Cristo, sin pecado concebido
por obra del Espíritu Santo, sin pecado nació de
la Santa e inmaculada Virgen Madre de Dios, sin
experimentar contagio alguno de la naturaleza
viciada”.
Sixto IV, 1471-1484.
Constitución Cum Praeexcelsa, de 28 de febrero de
1476.
14
De la Inmaculada Concepción de la B.V.M.
En ella leemos: “La reina de los cielos, la gloriosa
Virgen Madre de Dios… den gracias a Dios
omnipotente (cuya providencia, mirada eterna,
la humildad de la misma Virgen, con preparación
del Espíritu Santo, la constituyó habitación de su
unigénito, para reconciliar con su autor su naturaleza
humana, sujeta por la caída del primer hombre
a la muerte eterna, tomando de ella la carne de
nuestra mortalidad para la redención del pueblo
y permaneciendo Ella, no obstante, después del
parto, Virgen sin Mancilla), den gracias, decimos, y
alabanzas por la maravillosa concepción de la misma
Virgen Inmaculada…”
Sixto IV, 1471-1484.
Constitución Grave Nimis de 4 de septiembre de
1483. En ella leemos: “A la verdad, no obstante
celebrar la Iglesia Romana solemnemente pública
fiesta de la concepción de la inmaculada y siempre
Virgen María y haber ordenado para ello un oficio
especial y propio”.
Alejandro VII, 1655-1667.
De la Bula Sollicitudo Omnium Eccel de 8 de
diciembre de 1661. En ella leemos: “Renovamos
las constituciones y decretos… publicados por los
Romanos Pontífices a favor de la sentencia que
afirma que el alma de la bienaventurada Virgen María
en su creación e infusión en el cuerpo fue dotada de
la gracia del Espíritu Santo y preservada del pecado
original…”
Definición de la Inmaculada Concepción de la
Bienaventurada Virgen María. Bula Ineffabilis Deus,
de 8 de diciembre de 1854. Para honor de la Santa
e indivisa trinidad, para gloria y ornamento de la
Virgen Madre de Dios, para exaltación de la fe
católica y acrecentamiento de la religión cristiana,
con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los
bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y con la
nuestra declaramos, proclamamos y definimos que la
doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María
fue preservada inmune de toda marcha de la culpa
original en el primer instante de su concepción por
singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en
atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del
género humano, está revelada por Dios y debe ser
por tanto firme y constantemente creída por todos los
fieles. De la bienaventurada Virgen María, medianera
de las gracias.
Continuará...
CULTURA Y ARTE
Los retablos novohispanos
y su presencia en el
Museo de la Basílica
de Guadalupe
Alma Guadalupe Olguín Castro*
Anónimo Novohispano
Retablo Dorado
Siglo XVIII
Madera tallada y estofada
Col. Museo de la Basílica de Guadalupe
E
l Museo de la Basílica de Guadalupe exhibe
en una de sus salas dos piezas que, debido
a sus dimensiones, impresionan gratamente
a los visitantes. Se trata de un par de retablos
dorados dedicados a la Virgen de Guadalupe.La
palabra retablo, proviene del latín, retro, “atrás”
y tabula, “mesa o altar”, y hace referencia al sitio
donde se ubicaban éstos a partir del siglo V1 . Lejos
de ser las estructuras doradas que hoy conocemos,
eran unas tablas donde se guardaban y exponían
las reliquias de los santos, y se colocaban detrás
de la mesa donde se oficiaba la misa. A lo largo
de la Edad Media este tipo de tablas empezaron a
ser decoradas, y recibieron el nombre de iconos.
En el románico2, su decoración incluyó pinturas y
esculturas; y en el gótico3 se consolidaron como
piezas arquitectónicas útiles en la ornamentación
del interior del templo.
15
Cultura y arte
En la Nueva España las formas y estructura de
los retablos evolucionaron, con la aparición y
desarrollo de nuevas corrientes artísticas, que
llegaron a América al igual que el catolicismo,
con los españoles. Estas obras de arte fueron
herramientas importantes en la propagación de la
fe católica, así como en la evangelización de los
naturales de estas tierras, ya que las imágenes que
decoraban estos retablos, eran un medio a través
del cual, visualmente, los indígenas conocían
diferentes pasajes del catolicismo.
La elaboración de los retablos estaba a cargo de
un arquitecto, a quien se le encargaba la factura de
una pieza. Atendiendo la solicitud del demandante,
el artista elaboraba un boceto en papel, mismo
que dividía en segmentos, éstos eran asignados
a los diferentes ayudantes de su taller, para que
realizaran la talla en madera. Concluida esta
primera parte del trabajo, el ensamblador, armaba
todas estas piezas y las montaba sobre la pared
del templo.
Fueron realizados durante la segunda mitad
del siglo XVII, alcanzando su esplendor en el
XVIII. Éstos se dividen, a su vez, en barrocos
salomónicos y estípites. La característica
principal de los primeros, es el uso de la columna
salomónica, que debe su nombre a la suposición
de que en el interior del templo de Salomón se
encontraban este tipo de columnas, cuyo fuste,
es decir el cuerpo, se desarrolla en espiral. La
columna estípite, se caracteriza por estar dividida
en tres segmentos: el cuerpo lo constituye una
pirámide invertida, seguida por un cubo cuya
decoración varía de acuerdo a la creatividad del
artista, y finalmente el capitel de orden corintio, es
decir, el remate de la columna esta hecho a base
de hojas de acanto.
Tras una capa de yeso y preparados naturales
que tenían por objeto fijar el oro a la madera, el
batihojas, luego de fundir el metal mencionado
y martillarlo hasta obtener capas muy delgadas,
“forraba” con ellas la estructura de madera, a
lo que se le conocía como dorado de la pieza.
Finalmente, se colocaban los lienzos y esculturas,
que desplegarían el discurso iconográfico elegido
para cada caso.
Los retablos novohispanos se clasifican en dos
grupos, siguiendo el criterio establecido por
Francisco de la Maza, con base en las columnas
que estas estructuras presentan. Por un lado
están los retablos renacentistas y en el otro los
barrocos. En el primer grupo aparecen los retablos
elaborados a lo largo del siglo XVI y principios del
XVII, y tienen por característica la sencillez de sus
trazos y decoración, así como el predominio de la
línea recta, cuyo antecedente directo fue la obra de
los retablistas castellanos y andaluces.
Al segundo grupo, corresponden los retablos
barrocos, caracterizados por: la decoración
excesiva, la utilización de las curvas y el
predominio de tallas en madera estofadas y
policromadas para decorarlos.
16
Anónimo Novohispano
Virgen de Guadalupe con cuatro apariciones (detalle)
Siglo XVIII
Óleo sobre tela
Col. Museo de la Basílica de Guadalupe
Cultura y arte
Los retablos se dividen en calles, cuerpos y
remate. Las primeras son las secciones que
dividen la estructura verticalmente, mientras que
los cuerpos son los segmentos colocados de forma
horizontal.
La pieza que en esta ocasión se comenta,
pertenece al barroco estípite, consta de un solo
cuerpo y tres calles, en la principal aparece
un lienzo de la Virgen de Guadalupe con sus
cuatro apariciones, flanqueado por dos columnas
estípites; en las calles laterales figuran las tallas en
madera estofada y policromada, de San Agustín y
San Buenaventura, respectivamente. Delimitadas
por columnas estípites, que sirven de soporte a un
par de ángeles ubicados a la altura del remate del
retablo.
El segmento horizontal que antecede al cuerpo y
sirve de soporte a todo el retablo, tiene por nombre
predela, que en este caso, esta decorada con un
sol, que en la iconografía católica se emplea para
representar a Jesucristo, así como la luna lo hace
con María, motivo por el cual a los pies de diversas
advocaciones marianas, entre ellas la Virgen de
Guadalupe, aparece este símbolo.
valor y conservación de estas piezas como parte
del patrimonio cultural y artístico de la nación
mexicana.
NOTA
* Realizó sus estudios de Historia en la Facultad de Filosofía y
Letras de la unam. Actualmente colabora con el Departamento de
Investigación del Museo de la Basílica de Guadalupe.
Francisco DE LA MAZA, Los retablos dorados de Nueva España,
México: ed. Mexicanas, 1950, p. 8.
1
Románico: estilo artístico europeo correspondiente a los siglos XI y
XII. El origen del término procede del siglo XIX, y se hizo popular,
sin embargo no es del todo correcto, puesto que lo que sobresale son
elementos germánicos, del bizantino, algunos del islámico y sobretodo
prerrománico. María Dolores ARROYO FERNÁNDEZ, Diccionario de
términos artísticos, Madrid: Ed. Alderabán, 1997.
2
Gótico: Estilo artístico que cubre las fechas de mediados del siglo
XIII hasta el primer tercio del XVI. Surgió en París y se desarrolló en
todo el mundo cristiano dependiente de Roma. Loc. cit.
3
Es por eso común encontrar estos astros en
portadas religiosas de iglesias coloniales y retablos.
La luna es un tributo de María Inmaculada, pulcra
ut luna, que lleva en su vientre al sol de justicia de
Cristo.
Entre la predela y el primer -y único cuerpo- de
esta pieza, se encuentra una sección que recibe
el nombre de piso, que en la parte central tiene un
espacio reservado para albergar la custodia.
A lo largo de todo el territorio mexicano es posible
encontrar retablos virreinales, que destacan no
sólo por la importancia que tienen como objetos
litúrgicos, sino también por el valor artístico e
histórico que poseen, por eso es lamentable el
saqueo, ya sea de sus lienzos o esculturas, a los
que en ocasiones están expuestos, lo que dificulta
por una parte el estudio y análisis de estas piezas
y por otro, se pierde en buena medida la belleza
propia de estos objetos de arte virreinal.
Es importante crear conciencia entre la población
y las autoridades correspondientes, sobre el
17
PASTORAL
La comunión entre
la Iglesia del cielo
y de la tierra:
María Santísima, Madre de
Cristo y Madre de la Iglesia
Mons. Jorge Palencia Ramírez de Arellano
Vicerrector y Coordinador General de la Pastoral del Santuario
Anónimo
La Virgen de Guadalupe, Reina de los Santos
Óleo sobre tela
segunda mitad del siglo XVIII
(42 x 29.5 cm.)
P
ara comprender un poco más el significado
de las dos fiestas litúrgicas, tan llenas de
piedad popular, que celebramos al inicio
de este mes de noviembre: el 1 de noviembre, la
Solemnidad de Todos los Santos, y el 2 de noviembre,
la Conmemoración de los Fieles Difuntos, debemos
reflexionar desde el Santuario de Santa María de
Guadalupe: ¿qué es lo fundamental y necesario para
el fiel cristiano pueda entender que es la Iglesia?
¿cuáles son los tres estados en que la Iglesia existe?
¿cómo María Santísima es Madre de Cristo y también
Madre de la Iglesia? Lo fundamental y necesario
para el fiel cristiano, pueda entender que es la Iglesia.
18
Primeramente diremos que la palabra iglesia es,
según su interpretación cultural a través de los siglos,
un término muy complicado: en los lenguas sajonas
como el alemán Kirche, en inglés church, procede
del griego popular bizantino kyriké, que significaba:
“pertenencia del Señor” (Kyrios). En las lenguas
romances tenemos en el castellano: iglesia, en
francés église, en italiano chiesa que ha mantenido la
dependencia directa de la palabra griega usada en el
Nuevo Testamento ekklesia, que significa “reunión del
pueblo”. La palabra ekklesia proviene seguramente
de la palabra hebrea kahal yahveh, que significa
“asamblea del Señor”.
Pastoral
El Concilio Vaticano II (1965) retomó estos elementos
en su Constitución Dogmática sobre la Iglesia
afirmando: “Fue voluntad de Dios el santificar y
salvar a los hombres, no aisladamente sin conexión
alguna de unos con otros, sino constituyendo un
pueblo, que le confesara en verdad y le sirviera
santamente” (LG 9). De esta manera la Iglesia es
un pueblo inserto en la sociedad, no sólo el edificio
de culto en que se reúnen a los cristianos. Debemos
siempre reconocer que somos el Pueblo de Dios,
Familia de Dios, en camino por la historia, el cual
experimenta la salvación como comunión fraterna
y hace experimentar en toda comunión fraterna
un momento de salvación. La comunión con Dios
y la comunión entre los hombres son aspectos
íntimamente correlacionados y necesarios del
acontecimiento de salvación.
La carta de identidad del pueblo de Dios no puede
ser, de índole sociológica, cultural o política, sino
que su estatuto, lo convierte en un pueblo que no
se distingue de la sociedad en que está inmerso
más que por el hecho de ser pueblo de Dios, cuerpo
de Cristo, que crece y se articula mediante los
ministerios y sacramentos que articula hacen crecer
a un pueblo amorfo, dándole unidad orgánica y
haciéndolo cuerpo de Cristo. Por tanto la experiencia
litúrgica no puede entenderse como simple momento
de culto que realiza en cada participante la virtud
de la religión, sino que es el lugar privilegiado de la
experiencia de la Iglesia, vértice al que tiende y fuente
de la que mana toda la vida cristiana de la comunidad
y de los individuos.
La comunión entre la Iglesia del cielo y la de la tierra:
los tres estados en que la Iglesia existe. Según
el Catecismo de la Iglesia Católica en su número
954, los tres estados de la Iglesia son: “Hasta que
el Señor venga en su esplendor con todos sus
ángeles y, destruida la muerte, tenga sometido
todo, sus discípulos, unos peregrinan en la tierra;
otros, ya difuntos, se purifican; mientras otros están
glorificados, contemplando claramente a Dios mismo,
uno y trino, tal cual es” (LG 49): Somos un pueblo que
del bautismo a la eucaristía, en torno a los ministros
ordenados y elegidos entre el mismo pueblo,
seguimos un camino orgánico, por lento que pueda
parecer, de conformación y de asimilación del Espíritu
santificador, de vuelta al Padre. Estamos llamados a
comprender cada día mejor, quienes somos, atender
a los modos específicos de su crecimiento y vivenciar
los tres estados en que la Iglesia existe:
1- La Iglesia militante o Iglesia peregrina en la
tierra, estos somos nosotros hasta el día de nuestra
muerte.
2- La Iglesia purgante o Iglesia en camino de
purificación (en el purgatorio), son los difuntos que
aún no han ido al cielo, por ellos oramos el día de
los difuntos, el 2 de noviembre y,
3- La Iglesia triunfante o Iglesia llegada a la Gloria,
ya glorificada en el cielo, estos son los santos con
Santa María al Virgen a la cabeza, que celebramos
el 1 de noviembre.
La Iglesia militante o Iglesia peregrina: Los primeros
dos días del mes de noviembre constituyen para el
pueblo cristiano un momento intenso de fe y oración,
que pone de relieve de modo singular la orientación
“escatológica” recordada con fuerza por el concilio
Vaticano II (cfr. LG, cap. VII). En efecto, al celebrar
a todos los santos y al conmemorar a todos los
fieles difuntos, la Iglesia peregrina en la tierra vive y
expresa en la liturgia el vínculo espiritual que la une
a la Iglesia celestial. Rendimos honor a los santos,
mientras dirigimos oraciones en sufragio de nuestros
queridos difuntos. Cómo nos consuela pensar que
nuestros seres queridos, ya fallecidos, están en
compañía de María, de los Apóstoles, de los mártires,
de los confesores de la fe, de las vírgenes y de todos
los santos y santas del paraíso. Debemos profundizar
una verdad fundamental de la fe cristiana, que
profesamos en el Credo: la “comunión de los santos”.
Catecismo de la Iglesia Católica No. 948: La
comunión de los santos es precisamente la
Iglesia. La expresión “comunión de los santos”
tiene entonces dos significados estrechamente
relacionados: “comunión en las cosas santas
(sancta) y “comunión entre las personas santas
(sancti). “Sancta sanctis”, lo que es santo para
los que son santos, es lo que se proclama por el
celebrante en la mayoría de las liturgias orientales
en el momento de la elevación de los santos Dones
antes de la distribución de la comunión. Los fieles
(sancti) se alimentan con el cuerpo y la sangre de
Cristo (sancta) para crecer en la comunión con el
Espíritu Santo (Koinônia) y comunicarla al mundo.
La unión de los miembros de la Iglesia peregrina con
los hermanos que durmieron en la paz de Cristo de
ninguna manera se interrumpe.
19
Pastoral
Más aún, según la constante fe de la Iglesia,
se refuerza con la comunicación de los bienes
espirituales, en la celebración de los sacramentos
y en la realidad de la vida litúrgica de la Iglesia
peregrina. Esto lo vivimos intensamente cuando
nuestra acción litúrgica-sacramental en el Santuario:
estamos unidos los que peregrinamos, nuestros
hermanos difuntos que aguardan la resurrección en
las criptas de la Basílica y Santa María de Guadalupe
y los Santos, todos unidos en torno a Cristo, el Señor.
En la gloriosa asamblea de los santos, Dios quiso
reservar el primer lugar a María Santísima, la Madre
del Verbo encarnado. A lo largo de los siglos y en la
eternidad, María sigue estando en la cumbre de la
comunión de los santos, como protectora singular del
vínculo de la Iglesia universal con Cristo, su Señor.
Esta realidad de fe está contenida en el gran regalo
del Dios por quien se vive, nos entregó en la tilma
de nuestro hermano san Juan Diego. Santa María
de Guadalupe, desde 1531, para los pueblos de
América es la guía segura y experta, la Madre solícita
y atenta a la que podemos confiar todos nuestros
deseos, lamentos, lágrimas y necesidades. La
Iglesia purgante o Iglesia en camino de purificación.
En la Conmemoración de los Fieles Difuntos (2 de
noviembre) la Iglesia recuerda la enseñanza de San
Pablo, que somos una familia en que todos estamos
llamados a la santidad. Por eso rezamos por todos
los difuntos, nuestra oración beneficia a las almas
que están en el purgatorio es decir en camino de
purificación, no un estado de castigo o condenación,
mas sí de purificación. Intercedemos por ellas para
que pronto se encuentren en plenitud, con el Señor
en el cielo.
Es muy antigua costumbre cristiana visitar los
cementerios el día de los difuntos, de arreglar
las tumbas de los difuntos con flores y de rezar
por los ellos. La Iglesia peregrina, perfectamente
consciente de esta comunión de todo el Cuerpo
místico de Jesucristo, desde los primeros tiempos
del cristianismo honró con gran piedad el recuerdo
de los difuntos y también ofreció por ellos oraciones
pues es una idea santa y provechosa orar por los
difuntos para que se vean libres de sus pecados (2
Mac 12, 45) (LG 50). Nuestra oración por ellos puede
no solamente ayudarles, sino también hacer eficaz
su intercesión en nuestro favor. Por lo tanto debemos
creer en la comunión de todos los que peregrinan
en la tierra, de los que se purifican después de
20
muertos y de los que gozan de la bienaventuranza
celeste, y que todos se unen en una sola Iglesia;
esta realidad a diario cobra vida en nuestro Santuario
de Santa María de Guadalupe, donde la comunidad
que peregrina se reúne, incesantemente ora por los
difuntos y se une con la Iglesia en el Cielo, de manera
especialísima en la persona de Nuestra Madre Santa
María de Guadalupe, así pues, en esa comunión
está a nuestra disposición el amor misericordioso de
Dios que siempre ofrece oídos atentos a nuestras
oraciones. Ante el enigma de la muerte, muchos
sienten el deseo y la esperanza de volver a encontrar
en el más allá a sus seres queridos. Ahora bien, para
nosotros, los cristianos, vida eterna no sólo indica una
vida que dura para siempre, sino también una nueva
calidad de la existencia, sumergida plenamente en
el amor misericordioso de Dios, que libera del mal
y de la muerte y nos pone en comunión sin fin con
todos los hermanos y hermanas que participan en el
mismo Amor. La eternidad, por tanto, puede estar ya
presente en el centro de la vida terrena y temporal,
cuando el alma, mediante la gracia, se une a Dios, su
fundamento último, así pues, con los pies en la tierra,
nuestro corazón ya está en el Cielo, morada definitiva
de los amigos de Dios.
La Iglesia triunfante o Iglesia llegada a la Gloria, estos
son los santos que celebramos el 1 de noviembre:
“Así pues, hasta que el Señor venga en su esplendor
con todos sus ángeles y, destruida la muerte, tenga
sometido todo, sus discípulos, unos peregrinan en
la tierra; otros ya difuntos, se purifican; mientras
otros están glorificados, contemplando ‘claramente
a Dios mismo, uno y trino, tal cual es.” (LG 49) Dice
el Catecismo de la Iglesia Católica, citando Lumen
Gentium 49: “Como todos los creyentes formamos un
solo cuerpo, es decir, los del cielo y los de la tierra,
el bien de los unos se comunica a los otros... es,
pues, necesario creer que existe una comunión de
bienes en la Iglesia. Pero el miembro más importante
es Cristo, ya que Él es la cabeza... Así, el bien de
Cristo es comunicado a todos los miembros, y esta
comunicación se hace por los sacramentos de la
Iglesia”. Como los santos están más íntimamente
unidos a Cristo, consolidan más firmemente a toda
la Iglesia en la santidad... no dejan de interceder por
nosotros ante el Padre y presentan por medio de
Jesucristo, los méritos que adquirieron en la tierra a
través de sus vidas de santidad, de virtud, de buenas
obras y de sufrimiento.
Pastoral
De esta manera, no sólo veneramos el recuerdo de
los santos en el cielo como modelos nuestros, sino,
sobre todo, la unión de toda la Iglesia en el Espíritu
se vea forzada por la práctica del amor fraterno.
Dice San Bernardo Abad, en uno de sus sermones
(oficio del día de todos los santos): ¿De qué sirven a
los santos nuestras alabanzas, nuestra glorificación,
esta misma solemnidad que celebramos? ¿De qué
les sirven los honores terrenos o nuestros elogios,
si reciben del Padre celestial los honores que les
había prometido verazmente el Hijo? Los santos no
necesitan de nuestros honores, mas sin embargo,
la veneración de su memoria redunda en provecho
nuestro. Despierta en nosotros dos deseos:
1. El de gozar de su compañía, tan deseable, y de
llegar a ser conciudadanos con los bienaventurados,
santos, patriarcas, mártires, apóstoles, confesores,
las vírgenes, para resumir, asociarnos y alegrarnos
juntos en la comunión de todos los santos.
2. Que como a ellos, también a nosotros se nos
manifieste Cristo, que es nuestra vida, y que nos
manifestemos también nosotros con él, revestidos
de gloria.
Aunque Jesucristo, el Sol de Justicia, ha sido
rechazado por la humanidad aquí en la tierra,
en el cielo no ha dejado de iluminar con su luz a
quienes abren su corazón. Los santos son esas
personas heroicas que brillan con el Señor. El Papa
Benedicto XVI nos ha dicho: “El santo es aquel que
está tan fascinado por la belleza de Dios y por su
perfecta verdad que éstas lo irán progresivamente
transformando. Por esta belleza y verdad está
dispuesto a renunciar a todo, también a sí mismo.
Le es suficiente el amor de Dios, que experimenta y
transmite en el servicio humilde y desinteresado del
prójimo”.
El luminoso ejemplo de los santos despierta en
nosotros el gran deseo de ser como ellos, felices
de vivir junto a Dios, en su Luz, en la gran familia
de los amigos de Dios. Ser santo significa vivir en
la cercanía de Dios, vivir en su familia, y ésta es la
vocación de todos nosotros.
El ejemplo de los santos es para nosotros un aliento
a seguir los mismos pasos y a experimentar la alegría
de quien se fía de Dios, pues la única causa de
tristeza y de infelicidad para el hombre se debe al
hecho de vivir lejos de Él.
María Santísima es Madre de Cristo y también Madre
de la Iglesia
En la gloriosa asamblea de los santos, Dios quiso
reservar el primer lugar a la Madre del Verbo
encarnado. A lo largo de los siglos y en la eternidad
María Santísima sigue estando en la cumbre de la
comunión de los santos, como protectora singular del
vínculo de la Iglesia universal con Cristo, su Señor.
Para quien quiere seguir a Jesús por el camino del
Evangelio, la Virgen es la guía segura y experta, la
Madre solícita y atenta a la que puede confiar todos
sus deseos y dificultades.
Pidamos juntos a Santa María de Guadalupe, la
Reina de todos los santos que nos ayude a responder
con generosa fidelidad a Dios, que nos llama a
ser santos como él es santo. Recordemos lo que
nos enseña el Catecismo de la Iglesia Católica al
respecto:
963- A la Virgen María se la reconoce y se la venera
como verdadera Madre de Dios y del Redentor...
más aún, es verdaderamente la madre de los
miembros de Cristo porque colaboró con su amor a
que nacieran en la Iglesia los creyentes, miembros
de aquella cabeza ...María es Madre de Cristo
y Madre de la Iglesia” (Pablo VI, discurso 21 de
noviembre 1964).
964- El papel de María con relación a la Iglesia
es inseparable de su unión con Cristo, deriva
directamente de ella. Esta unión de la Madre con el
Hijo en la obra de la salvación se manifiesta desde
el momento de la concepción virginal de Cristo hasta
su muerte. Se manifiesta particularmente en la hora
de su pasión: La Bienaventurada Virgen avanzó
en la peregrinación de la fe y mantuvo fielmente la
unión con su Hijo hasta la cruz. Allí, por voluntad
de Dios, estuvo de pie, sufrió intensamente con su
Hijo y se unió a su sacrificio con corazón de Madre
que, llena de amor, daba su consentimiento a la
inmolación de su Hijo como víctima. Finalmente,
Jesucristo, agonizando en la cruz, la dio como
madre al discípulo con estas palabras: ‘Mujer, ahí
tienes a tu hijo’ (Jn 19, 26-27)” .
Esta maternidad de María Santísima de Guadalupe
perdura de manera especialísima en el Tepeyac,
donde resuena con solemnidad y ternura su palabras
dirigidas a San Juan Diego y a cada uno de nosotros:
¿No estoy Yo aquí, que soy tu Madre?
21
CONOCIÉNDONOS
Departamento de
Mantenimiento
Foto: Comunicación Social
Área de Pintura
Lic. Samuel Homero Jiménez Hernández
D
entro del departamento de mantenimiento
se realiza una gran actividad y de gran
importancia que es la de pintura. Al inicio de
cada año, este departamento presenta un proyecto
que consiste en pintura general en todo el interior de
la basílica, desde la cruz (mirador) hasta el sótano,
(10 pisos), en el cual se analizan las paredes y
plafones, si están muy dañadas por filtración de agua
o algún otro tipo de defecto. Si lo están se limpian
con espátula o cuñas las partes en mal estado,
posteriormente se las resana (si se requiere) y se
procede a pintar. Para que el color sea el adecuado
se realizan unas pruebas con el color solicitado y
de ser aceptado se continúa. Después de realizar la
22
primera “pasada” con la brocha o rodillo, se analiza
si quedó bien y se continúa en otro lugar, de lo
contrario se pinta las veces que sea necesario. Estas
labores también se realizan en los edificios exteriores
pertenecientes al santuario.
Como muestra de estos oficios, el año 2006 se
pintó toda la Casa Sacerdotal. Este año estamos
trabajando en la Casa del Peregrino San Juan Diego
y posteriormente lo haremos en los edificios que
lo requieran. Para que este trabajo resulté de lo
mejor, el departamento cuenta con cinco personas
entregadas a esta actividad, supervisadas por el Ing.
Guillermo Lara, encargado de Mantenimiento.
Conociéndonos
Israel Ramírez Sánchez, nos cuenta: “Ingresé en
esta institución, Basílica de Guadalupe, en 1999,
en mantenimiento externo, realizando trabajos de
limpieza, lavado del atrio y pintura en pequeñas
áreas. El año de 2003, me integré en el equipo
de mantenimiento general, realizando diversas
actividades, siendo la de pintura a la que que
más me dedico. Es una satisfacción trabajar
en el santuario más grande e importante de
Latinoamérica”.
Jesús Cárdenas, por su parte, relata: “Tengo
estudios de 2 años de ingeniería química industrial,
mismos que realice en el Instituto Politécnico
Nacional en la Ciudad de México. Ingresé en
este recinto sagrado el mes de enero del año del
2003, realizando diversas actividades como son el
pulido de pisos, limpieza de muros y barnizado de
madera. Actualmente mi función básica es la de
pintura general”.
Foto: Comunicación Social
Julio César Roque Cruz, quien además de
ser pintor también se dedica a barnizar, a la
electricidad, etc., trabaja el turno matutino, de
9:00 a 17:00 hrs.. Dice sentirse muy orgulloso de
colaborar en el mantemiento del Santuario
Jorge Vargas Morquecho, refiere: “Ingresé el 16 de
abril de 2005, en el área de mantenimiento general.
Mis actividades son varias: desde carpintería,
albañilería, chofer, siendo la pintura la actividad con
la que más he colaborado”.
José Cupertino Luqueño López, por su parte,
relata: “Ingresé en este recinto sagrado el 16 de
enero de 2006. Desde entonces he realizado
diferentes actividades en el departamento, como
carpintería, limpieza del atrio y pintura. Ha sido
sido y es para mí y mi familia una gran satisfacción
colaborar en el mantenimiento de la casa de
nuestra Madre de Guadalupe, pues siempre lo he
realizado con mucho cariño y amor”.
Foto: Comunicación Social
“En este corto tiempo que he formado parte de
este grupo de trabajo, he aprendido muchas cosas
y quiero seguir aprendiendo, porque me siento
afortunado de trabajar en este hermoso lugar.
Existe un gran compañerismo entre todos los que
conformamos esta área y en lo personal como
creyente de la fe católica, mi familia y yo estamos
a gusto. Espero seguir trabajando durante mucho
tiempo”.
23
RETRATOS Y SEMBLANZAS
Pbro. Martín Muñoz López
Capellán de Coro. Secretario de la Coordinación General de Pastoral
Foto: Comunicación Social
Lic. Marcela Vallecillo Gómez
Comunicación Social de la INBG
N
ació en la Ciudad de México el 6 de septiembre de 1963, siendo el primero de dos
hijos de la Sra. Victoria López Rodríguez –originaria de Guanajuato– y del Sr. José
Demetrio Avelino Muñoz Molina, de Puebla.
Ingresó en el Seminario Conciliar de México el 27 de septiembre de 1981 y fue ordenado
presbítero el 31 de mayo de 1990, a manos del Emmo. Sr. Cardenal Ernesto Corripio
Ahumada. Aún siendo diácono fue destinado como prefecto adjunto del Curso Introductorio
en el Seminario Conciliar de México, y después de su ordenación presbiteral le enviaron
como Vicario a la Parroquia de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos.
El 31 de agosto de 1990 partió a Roma para realizar los estudios de especialización en
Teología Fundamental –Estudio de la Revelación y su credibilidad–, los cuales concluyó en
junio de 1992. En agosto de ese mismo año recibió el nombramiento de prefecto auxiliar
del Curso Introductorio del Seminario, y en 1993, el de responsable del mismo curso, cargo
que ejerció hasta 1995. De agosto de 1995 a diciembre de 1998 fue designado Secretario
Ejecutivo de la Comisión Episcopal de Seminarios y Vocaciones. Y a partir de enero de
1999 a mayo de 2007 ejerció su ministerio como director espiritual del Seminario Conciliar
de México. El 3 de agosto de este año fue llamado a la Basílica de Guadalupe, por el
Emmo. Sr. Cardenal Norberto Rivera Carrera.
Con su característico entusiasmo, nos relata sus experiencias en el servicio ministerial.
P.- ¿Cuál de todos sus servicios le ha representado mayores retos?
R.- El trabajo de dirección espiritual (en el seminario), porque era un trabajo muy delicado.
Ayudar a los chicos al encuentro con Jesucristo, tratar de descubrir la voz de Dios
24
Retratos y Semblanzas
en la vida de alguien que no soy yo, para mí fue un
gran reto […] Tratar de despertar en los muchachos
la conciencia del servicio y el compromiso para la
parroquia, para la comunidad, para el pueblo de Dios,
fue todo un reto. […] A veces, con la dinámica que
se vive en el seminario, con la insistencia en el área
intelectual, se nos va olvidando poco a poco que Dios
quiere ser, sobre todo, reconocido en los más pobres,
en los necesitados, en los que no tienen fuerza.
P.- Padre, ¿es complicado detectar problemáticas que
después se reflejan en situaciones tan lamentables
como la pederastia o la homosexualidad?
R.- No es complicado detectar los problemas porque
uno se da cuenta [...]. El problema es más bien detectar
si esto va a conducir su vida por caminos lamentables.
[…] Lo que me parece importante es trabajar con
todos, sea quienes traigan una historia lacerante o una
historia ordinaria, para aprender a responder al amor
de Dios.
Un sacerdote pederasta o un sacerdote pedante,
son incapaces de transmitir amor para los demás y
dañan a los hermanos […] En el Seminario se lleva
una vigilancia cercana pero no basta, es necesario
prolongar este seguimiento, acompañamiento y
fraternidad, por parte de la comunidad. Cuando los
problemas se detectan en el seminario, inmediatamente
se frenan […]
En el seminario son muchos los filtros por los que
pasan los muchachos: la dirección espiritual, la
formación por parte de los prefectos, la comunidad en
el seminario. Hay cosas que quizá escapen a los dos
o tres formadores que tiene una persona, pero no a
toda la comunidad ni a su grupo, y éste en un momento
dado tiene el compromiso de informar de anomalías.
Los fines de semana los muchachos salen a las
comunidades parroquiales y ahí son observables. Antes
de ordenarse tienen que cubrir una serie de requisitos,
entre ellos el testimonio de las comunidades en donde
sirvieron, y cuando hay alguna situación anómala
definitivamente no se le ordena.
Entonces, son varios los ojos, y se nos escapa, pero el
trabajo es de Iglesia.
P.- Y ahora viene a la Basílica donde son millones los
que se atienden, ¿cómo sintió este llamado a servir en
el Santuario?
R.- Fui el primer sorprendido porque ya me habían
dado fecha de toma de posesión en una parroquia
pero hay algo que nunca he visto como casualidad:
todos los lugares donde he servido en mi Ministerio han
sido marianos, y cuando el Sr. Cardenal nos indicó a
donde íbamos, honestamente dije: “esto viene de Dios;
Señora, yo sigo en tus manos, y aquí estamos”. Ahora
estoy como secretario de la Comisión de Pastoral. El
servicio es muy variado: atender a algunas [personas]
en situación de calle, apoyar el trabajo del Cefalae...
estoy preparando una guía para peregrinos que
vengan a la Basílica, tenemos encima la Preasamblea
diocesana.... ¡Es impresionante el trabajo que se
tiene que hacer y todavía lo que nos falta! La atención
al peregrino no es tan sencilla. Es importantísimo,
por ejemplo, el trabajo de las damas voluntarias
que reparten folletos para que la gente se prepare
a la confesión, la participación de los ministros de la
Eucaristía, y a todos ellos hay que atenderlos. Incluso
debo fijarme como está alrededor, si hay drogadictos
y a los mismos hay que atenderlos, en función de
los peregrinos. También tenemos que ver que hay
peregrinos que necesitan atención médica y de esto
somos responsables. No sólo es atender confesionario
y altar, sino todo el complejo.
P.- ¿Cómo nació su vocación?
R.- Mi familia siempre ha tratado de ser una familia
de servicio […] Entré a Medicina y luego me cambié
a Química; yo no asistía mucho a misa, pero empecé
a ayudar como catequista, conocí la vida de los
seminaristas y comenzó mi inquietud. Conocí el
seminario en una fiesta de posadas, pero pienso que
en realidad era Dios el que ya estaba marcando ciertos
caminos. […] Aunque, honestamente, primero descubrí
mi Iglesia, mi comunidad, y después, por mi Iglesia y mi
comunidad, descubrí al Señor.
P.- ¿Qué lo sostiene?
R.- Me sostiene la experiencia de la presencia de
Dios y su amor concretizado, sus manifestaciones. No
puedo dejar de lado el papel que María, nuestra Madre,
ha tenido para mí […] La comunidad de hermanos
es la mejor manera en la que Dios me sigue diciendo
que sigo por el camino que Él ha querido: sacerdotes
que desde su ancianidad siguen dando testimonio del
Dios vivo; sacerdotes que desde su juventud, con su
empuje, siguen tratando de darle gracias a Dios por
este don que nos ha dado. A fin de cuentas, Jesús
no tuvo otra pretensión sino que fuéramos su Iglesia,
su Cuerpo, un cuerpo fraternizado, hermanado por
su presencia sacramental y por la manera en que
respondemos a su invitación.
25
PEREGRINACIONES
X Peregrinación de la Diócesis de
Matehuala, San Luis Potosí y la
XXXV peregrinación de la Diócesis
de Apatzingán, Michoacán
María Guadalupe Bustamante Rosas
Comunicación Social de la INBG
E
l próximo seis de noviembre, la Comunidad
Diocesana de Apatzingán acudirá en su
peregrinación anual a esta Casita del Tepeyac
para agradecerle su protección maternal. Presidirá la
celebración eucarística Mons. Lucas Martínez Lara,
Obispo de esa región. Vienen también a presentarle y
ofrecerle a Ella los trabajos pastorales que realizan en
sus 17 parroquias, por la cual está conformada.
Dentro de su Plan Diocesano de Pastoral que tiene
como tema: “Marco Doctrinal”, el cual tiene dos etapas.
La primera: “La recolección de la memoria histórica”,
en la cual, por medio de los sacerdotes, escriben sus
experiencias personales, espirituales y experiencias
que tiene con los feligreses. Y la segunda: “Etapa de
análisis de la realidad”, se analizan los documentos
entregados por los sacerdotes para identificar las
realidades que se están presentando en ese momento
en cada comunidad.
De estas etapas surgieron talleres sobre derechos
humanos, participación ciudadana y desarrollo humano,
que fueron dados a los laicos y publico en general
e impartidos por personal especializado en el tema.
Por otro lado los sacerdotes de las diversas iglesias,
tiene la encomienda de preparar espiritualmente a
26
las personas que se participan en esta celebración
diocesana. Mons. Lucas Martínez Lara fue nombrado
por Su Santidad Benedicto XVI, Obispo de Matehuala
el 5 de octubre de 2006 y consagrado Obispo el 14 de
diciembre del mismo año. Esta diócesis fue erigida el
28 de abril de 1997, siendo en ese momento Mons.
Rodrigo Aguilar Martínez su Obispo titular.
Los sacerdotes, religiosas y fieles laicos que forman
parte de la Diócesis de Apatzingán peregrinarán el
próximo 14 de noviembre a esta Basílica de Nuestra
Señora de Guadalupe.
La Eucaristía será presidida por Mons. Miguel Patiño
Velásquez. En esta ocasión los peregrinos quieren
agradecerle a la Virgen de Guadalupe las bendiciones
y bienes recibidos durante este año y además de
pedirle por cada uno de sus familiares y que los
socorra con salud y trabajo. Su misa será a las siete
de la mañana, por lo que llegan en autobuses a las
inmediaciones de la Basílica entre las cinco y seis de la
mañana. Mons. Miguel Patiño Velásquez fue nombrado
por Su Santidad Juan Pablo II el 14 de abril de 1962 y
consagrado el 21 de mayo del mismo año. La Erección
de la Diócesis tuvo lugar el 30 de abril de 1962.
Peregrinaciones
XL Peregrinación de la Unión
Mexicana de Mariachis
María Guadalupe Bustamante Rosas
Comunicación Social de la INBG
E
l próximo 22 de noviembre, Día de Santa
Cecilia, la Basílica recibirá a cerca de 250
mariachis con motivo de su peregrinación
anual. Ellos con su música quieren agradecer a la
Morenita del Tepeyac por las bendiciones recibidas
durante todo el año.
Se dan cita en la Plaza Garibaldi donde escuchan
Misa, a cuyo término comienza su peregrinación
hacia esta casita. Durante el recorrido los mariachis
que portan sus trajes típicos amenizan con música.
Usualmente la música y cantos que se escucha
durante la celebración eucarística es la de los
cantores acompañados del órgano. En esta ocasión
los músicos son quienes tocarán durante ella con sus
instrumentos de cuerdas y viento comunicando al
recinto un toque de fiesta y solemnidad.
Santa Cecilia fue una bella doncella romana que
vivió en el siglo III, que fue arrestada y degollada por
divulgar la fe cristiana. Se le relaciona con la música
porque dicen que desde muy joven empezó a tocar el
arpa, aunque otras versiones refieren que cuando la
iban a matar no dejó de cantar alabanzas a Cristo.
La Plaza Garibaldi está situada en la parte centro
norte de la ciudad de México, sobre el Eje Central
Lázaro Cárdenas y las calles de Allende, Montero y
Ecuador, en la Colonia Guerrero; colinda con el barrio
de Tepito.
Es famosa por los grupos de mariachis que ahí
se reúnen, vestidos con sus atuendos típicos y
equipados con sus instrumentos musicales.
El nombre de la plaza durante la época colonial
fue Plazuela de Jardín, y más tarde El Baratillo, al
ser sede de un tianguis donde se comercializaban
objetos usados y baratos. Conservó ese nombre
hasta 1821, año en que se celebró la consumación
de la Independencia de México y cambió su nombre
a Plaza Garibaldi en alusión al nieto de Giuseppe
Garibaldi, José Garibaldi, quien combatiera en 1911
en las filas de Francisco I. Madero, en Chihuahua. El
22 de noviembre en la plaza se celebra a Cecilia de
Roma, patrona de los músicos.
2727
Peregrinaciones
LIV Peregrinación de
Tintorerías del Distrito
Federal y Estado de
México
María Guadalupe Bustamante Rosas
Comunicación Social de la INBG
28
rabajadores de las 700 tintorerías en el
Distrito Federal y de Ciudad Nezahualcóyotl
en el Estado de México, se congregarán en
esta Basílica con motivo de su peregrinación anual.
T
especialmente por su trabajo, el sustento de su
vida. Cada uno de los encargados de las tintorerías
llevarán como ofrenda unas portadas de flores con
el nombre de su negocio.
Los cerca de 2 mil tintoreros acompañados por
sus familiares se reunirán en la ex-Glorieta de
Peralvillo. Después caminan por toda Calzada de
Guadalupe. Durante su andar, la banda de viento
que los acompaña ameniza y alegra el recorrido.
El origen de esta peregrinación se remonta a
1953, cuando el señor Eustojio Torrejón (q.e.p.d),
comenta con algunos de sus colegas que algunas
asociaciones como los restauranteros realizaban
peregrinaciones... Pero ellos no.
En esta acción de gracias, le pedirán a la Santísima
Virgen de Guadalupe por su salud, su familia y muy
Fue entonces cuando el señor Torrejón junto con
20 personas inició este peregrinar.
TONANTZIN GUADALUPE
San Juan Diego
Cuauhtlatoatzin
y su santidad
Rossana Ruiz Huaracha
Pbro. Salvador López Mora
Pastoral Indígena
S
an Juan Diego, indígena chichimeca,
hombre justo, honesto, virtuoso,
obediente, compasivo, nunca ajeno a la
necesidad del otro. La semilla de estas virtudes
le fueron inculcadas, cuidadas y protegidas por
su ancestral cultura.
Él, al conocer al único Dios verdadero, se
hace bautizar; y al tener el gran privilegio de
encontrarse con la Madre de Dios por quien se
vive, Tonantzin Guadalupe, recibió total plenitud.
Este varón santo (tlamacazqui) nos brinda
enseñanza de servicio, humildad y obediencia
al hacerse cargo de su tío Juan Bernardino
quien se encontraba enfermo y a quien le
prodiga todos los cuidados. Y es tal su entrega
que piensa que es más importante cuidar a su
tío que ir a atender los asuntos de la Señora
del Cielo. Su tío estaba por morir y es cuando
Nuestra Muchachita le dirige estas palabras:
¿No estoy yo aquí que soy tu Madre?, ¿acaso
no soy la razón de tu alegría?, ¿No estás por
ventura en mi regazo, en donde yo te protejo?
¿Acaso todavía te falta algo?
Hoy tomemos a San Juan Diego Cuauhtlatoatzin
como un verdadero modelo de santidad quien
privilegió la atención al hermano, el servicio al prójimo
sobre todas las cosas y, aun convertido, respeta
sus tradiciones indígenas; sabe amar y respetar con
obediencia y humildad, tanto que, una vez que es el
emisario de la Virgen, se dedica a servirle barriendo
la modesta ermita donde inicialmente colocaron la
venturosa imagen de Nuestra Señora de Guadalupe.
29
Tonantzin Guadalupe
Así como San Juan Diego, tenemos que enseñar
a nuestros hermanos indígenas a que no pierdan
su cultura y sus raíces; a que no se avergüencen
de su condición pues también son Hijos de Dios:
demostrándoles amor, compasión, ayuda y la
protección que nos dejó nuestro padre en la fe
Juan Diego Cuauhtlatoatzin, como nos lo expresa
el Nican Mopohua, la unión de dos verbos: Amar y
Querer: yo quiero (nicnequi).
Que todos como hermanos veamos esa mirada
compasiva de amor, ayuda y protección en Nuestra
Tonantzin Guadalupe, Madre de Nuestro Señor
Jesucristo, que fue enviada por Dios Padre para
acrisolar los pueblos de América y unirnos como
hermanos en la paz y el amor.
Que la santidad de un indio humilde que supo
cumplir plenamente su misión, nos inspire para
ayudar y seguir cumpliendo la propia misión que
Dios nos ha encomendado, siempre buscando la
santidad. En el amor es donde debemos florecer y
cantar de alegría por que nos ha dado una Madre
como María, Tonantzin Guadalupe, modelo de
santidad perfecta.
La flor del cacao su perfume va esparcianedo;
difundiendo su aroma la flor poyoma
los caminos perfuma.
Alli viviré yo el cantor.
¡Oh! ¡Oh! Oid mis cantos que brotan tiernamente.
Telcacahuaxochitl Huiac
Xeliuhtihuitza Ihpotocaya
Inahuiyac Poyoma Octlin Pixahuia
Oncan Ninnemi Nicuicanitl y ye
ayvao ahui yoncaquiya itzmolini
yonocuic Celia Ayyo.
De jilote milticolor
yo soy el grano
derramense las variadas
flores de nuestro sustento
in tlapapal xochi-Centli Niyol Aya
Nepapan Tonaca- Xochitl Moyahua Aya
Cada día estamos siendo enviados en medio de
la ciudad. En donde estemos y lo que hagamos es
oportunidad de hacer presente el Evangelio.
Te viniste a erguir,
a estar en pie,
como el abrirse de una flor
que en presencia divina
esta brillando como el sol.
Que el amor maternal de Tonantzin Guadalupe y su
mensaje del Evangelio nos enseñe el camino, para
que nuestra Iglesia Diocesana muestre también
un rostro materno a todos los que se sientan
necesitados y rechazados.
(¡Oh, Santa María!)
Oncueponti Moque- Tzaco ya Anaya
Aya ye Teoya
Ixpan Tona a
(Santa María Ayyo)
Que seamos capaces de comunicar la esperanza
que nos ha traído nuestra Madre del cielo.
Como fue la experiencia de San Juan Diego, el
Señor es capaz de convertirnos en sus mensajeros
en la ciudad. No tengamos miedo de poner nuestra
sencillez a su servicio.
Pregón del Atabal
Dios te creó, Oh Santa María,
entre abundantes flores,
y nuevamente te hizo nacer,
pintandote en el obispado.
30
Yehuan Dios Mitzyocox
aya Xochitla ya Mitztlacatc
yancuicatl Mitzcuiloa
Santa María in obispoyac
PARA LEER
Ana Rita VALERO, Arturo ROCHA, Miguel
LEÓN-PORTILLA, Diego MONROY, et al., Juan
Diego Cuauhtlatoatzin, presentación de
Norberto Cardenal Rivera Arzobispo Primado
de México, proemio de Manuel Ramos
Medina, México: Insigne y Nacional Basílica
de Guadalupe/ DGE Equilibrista, 2005, 224
pp., ils. y 2 CDs con la lectura a cuatro voces
del Nican Mopohua en náhuatl y español
La Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe, en coedición con la
prestigiosa editorial DGE Equilibrista, ha editado el libro más completo escrito a la fecha
sobre la vida e historicidad de San Juan Diego Cuauhtlatoatzin. Se trata de una cuidada
edición que incluye con facsimiles documentales, reproducciones de pinturas y grabados
y una colección de siete eruditos trabajos y puntales crónicas, así como el más completo
y detallado catálogo de obras artísticas relacionadas con el santo indígena. Le acompaña
asimismo la versión náhuatl y castellana de la narración de las apariciones, el Nican
Mopohua de Antonio Valeriano, en la autorizada versión de Miguel León-Portilla, que sirvió
como base para la registración, en dos discos compactos, de lectura a cuatro voces, en
náhuatl y español, del conmovedor relato, encomendada a locutores y nahuatlatos.
Presenta el libro el Emmo. Sr. Card. Norberto Rivera Carrera y le prologa el destacado
historiador Dr. Manuel Ramos Medina, direcor del Centro de Estudios de Historia de México
CONDUMEX.
El libro será presentado en próximos días al Emmo. Sr. Card. Norberto Rivera Carrera,
y su presentación formal tendrá verificativo el mes de enero de 2006. Le mantendremos
informado. El libro ya se encuentra a la venta en la Colecturía (tienda de artículos
religiosos) de la INBG y próximamente lo estará en librerías y almacenes de prestigio de
México y el extranjero.
31
AYÚDENOS A QUE ESTE BOLETÍN LLEGUE A MÁS PERSONAS
Donativos a la cuenta 0518870065 del banco BANORTE a nombre de
Basílica de Guadalupe A.R.
Informes: Lic. Ángel Roa Hernández Tel.: (0155) 5577 - 6022 ext. 161
Nuevo Donador
Mi donativo:
$
Actualización de mi nueva dirección
Nombre:
Calle:
No:
Ciudad:
Colonia:
C.P:
email:
Interior:
Estado:
Teléfono:
AYÚDENOS A QUE ESTE BOLETÍN LLEGUE A MÁS PERSONAS
Donativos a la cuenta 0518870065 del banco BANORTE a nombre de
Basílica de Guadalupe A.R.
Informes: Lic. Ángel Roa Hernández Tel.: (0155) 5577 - 6022 ext. 161
Desprenda esta hoja, llene los espacios, pegue las orillas. Después pegue el timbre postal y deposítela
en cualquier agencia o buzón de correos.
ACTIVIDADES PASTORALES
Oración Matutina de Laudes. Todos los días a las 8:30 hrs.
Misa Solemne Capitular. Todos los días a las 9:00 hrs.
Misa para “Etnias”. Todos los domingos a las 16:00 hrs. Misa Vocacional. Todos los domingos a las 15:00 hrs. Rito Penitencial Comunitario Todos los viernes de 11:00 -13:00 hrs,
Exposición del Santísimo Jueves 10:00 -17:00, en su capilla:
Santo Rosario: Lunes a jueves en el Altar Mayor 17:00 hrs.
Viernes, sábado y domingo, 17:30 hrs., Antigua Basílica.
Talleres Anuncio del “Acontecimiento Guadalupano”, todos los días de
12:00 a 15:00 hrs. Tienda del Encuentro, atrio.
Taller de Pastoral Indígena Sábados de 10:00 a 14:00 hrs.
MISA POR RADIO, TELEVISIÓN E INTERNET
Cadena RASA, 620 AM
Todos los Domingos, 9:00 hrs.
XHTV, Canal 4 TV
15 Noviembre de 2007
a las 9:00 hrs.
www.virgendeguadalupe.org.mx
Todos los Domingos, 9:00 hrs.
MISAS Y PEREGRINACIONES DE DICIEMBRE 2007
DÍA HORA
01
07:00 Ex Trabajadores de General Motors
02
11:00 Selección Mexicana
03
10:00 Tabiqueros de Santiago Chimalpa
04
19:00 Club Fátima
05
16:00 Antorcha de Tenextepe, Veracruz
06
07:00 Pereginación a pie de Atempan
07
07:00 San Miguel Atlapulco
08
11:00 Arquidiócesis de Tulancingo
09
05:00 Antorcha Guadalupana México, Tamazunchale, San Luis Potosí
10
12:00 Relevos de Axochiapan, Morelos
12
12:00 Misa Solemne de las Rosas
14:00 Santa Úrsula Chiconquiac
13
09:00 San Jerónimo Alfaro, Edo. de Puebla
14
13:00 Santa María Tecuanulco, Texas
15
19:00
16
18:00
17
15:00
18
11:00
2020:00
21
10:00
22
17:00
23
18:00
24
11:00
25
15:00
26
18:00
27
12:00
28
18:00
29
07:00
Ciclista Arenal, Hidalgo
Ciclista Singuilucan, Hidalgo
Distribuidora Permo, S.A. de C.V.
Industrias Unidas López
Corporativo Empresarial
Industrias Reyes, S.A. de C.V.
Unión Guadalupana
San Agustín Tlaxiaca, Hidalgo
Cía. Manufactura de Veladoras
Sociedad Noche Buena
Mercado Reynosa Tamaulipas
Parroquia de Nuestra Señora de los Desamparados
Antorcha Guadalupana de Tlaxcala
Santa Catarina Ayotzingo Chalco, Edo. de México
35

Documentos relacionados

Descargar PDF completo

Descargar PDF completo P. Juan Ortiz Magos - P. Gabriel Rodríguez Martín del Campo - Diácono Mario Bustamante Rubio - Ricardo Galindo Melchor - Martha Reta Hernández - Lenice Rivera Hernández - Iván Martínez Huerta - Art...

Más detalles