El número de camiones portavehículos ha disminuido en un
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El número de camiones portavehículos ha disminuido en un
Daniel Tarragona 14 / La Tribuna de Automoción MESA Y MANTEL Mesa y Mantel 2ª quincena mayo de 2012 "El número de camiones portavehículos ha disminuido en un 40%" Presidente de CETM Portavehículos y Logística de la Automoción ¿Qué pasa con un vehículo desde que sale de la fábrica hasta que llega al cliente final? La logística que hay detrás de este proceso no es una cuestión baladí y desde La Tribuna de Automoción hemos querido conocer más en profundidad una parte importantísima de esta cadena: el transporte de vehículos por carretera. Daniel Tarragona, presidente de la división de Portavehículos y Logística de la Automoción de la CETM (Confederación Española de Transporte de Mercancías) y Juan Manuel Sierra, su secretario general, nos han ayudado a conocer un poco más esta parte de la automoción, para muchos desconocida. La Tribuna de Automoción.— ¿Qué representan en este sector? Daniel Tarragona.— Somos un subsector desconocido dentro del transporte de mercancías, porque somos muy especialistas en la materia. Nos dedicamos al transporte de vehículos por carretera, pero esto lleva consigo toda la logística del automóvil, las campas, con todo lo que implica de mantenimiento de los coches, la puesta a punto... La mayoría de las empresas de transporte trabajamos en la salida de las cadenas de las fábricas donde preparamos el vehículo para su destino. Juan Manuel Sierra.— Realizamos distintos servicios para los fabricantes de vehículos, afiliados a las patronales Anfac y Aniacam, con los que tenemos un contacto continuo de colaboración. Les hacemos un servicio integral, no sólo con el transporte por carretera de todo tipo de vehículos, sino que también valoramos con ellos la mejor manera de transportar, no sólo con el transporte por carretera sino complementando el servicio con otros modos de transporte como ferrocarril o marítimo. Además, les ofrecemos las campas, almacenaje, pequeñas reparaciones… Estas cuestiones son valores añadidos que se les presta a los fabricantes. T. A.— ¿Por qué no son más conocidos dentro del sector? J.M.S.— Somos desconocidos, quizá en parte porque nosotros nos hemos marcado esa senda. La asociación lleva en funcionamiento desde el año 78. Empezamos siendo pocos, llegamos a ser muchos más y ahora, sobre todo con la última crisis, están desapareciendo empresas por el camino, pero no por ello dejamos de tener unas magnitudes interesantes. La asociación cuenta con 1.800 camiones portavehículos, lo que significa que más de 4,2 millones de vehículos que se transportan por carretera son movidos por nuestras empresas afiliadas. Parte de nuestra culpa histórica ha sido no tener un relumbrón dentro de la cadena de la automoción, pero cada vez entendemos más que tenemos una importancia vital dentro de lo que es el servicio de la automoción. Desde el año 78 hasta el 2007 éramos Asociación Nacional de Portavehículos y el por entonces presidente Antonio Toquero tuvo la idea de que todos esos servicios integrales nos encasillaban como portavehículos y transporte por carretera, cuando nosotros éramos mucho más y se cambió nuestra identidad. Somos una organización patronal de ámbito nacional, y formamos parte de la Confederación Española de Transportes de Mercancías, que integra hasta 58 organizaciones patronales en su seno. T.A.— ¿Cuáles son los principales problemas que tienen ahora encima de la mesa? D.T.— Son los comunes a todas las empresas de transporte, agravados por la circunstancia de que el sector del automóvil está muy mal. Quizá a los fabricantes les afecta menos, porque ellos tienen fábricas en el extranjero y hay marcas que el año pasado obtuvieron muchísimos beneficios. Pero las fábricas que están aquí en España no van tan bien. El consumo en España ha caído en picado y si no hay coches para transportar, nosotros somos los primeros afectados. Otro de los problemas es que llevamos tres o cuatro años con esta falta de trabajo, los precios están muy bajos, y el gasóleo cada día es más caro. T.A.— ¿Qué afecta más a su negocio: la producción de vehículos o la venta? D.T.— La producción nos va bien. Tenemos la gran suerte de que España es un país productor de vehículos. Esto es muy importante, que todos deberíamos valorarlo mucho y apoyarlo, porque genera puestos de trabajo y riqueza. Es el segundo país de Europa productor de automóviles y el primero de vehículos industriales y no habría que abandonarlo. Los políticos deberían ayudar a este sector. Las fábri- «Noto una insensibilidad por parte de la Administración cuando habla de la carretera» MESA Y MANTEL 2ª quincena mayo de 2012 cas llevan consigo una industria auxiliar de componentes. La actividad de fabricación de automóviles es importantísima para el Producto Interior Bruto. Otro capítulo a destacar es la exportación, para España producimos un 10 o un 20% máximo, y ha habido momentos en los que más del 90% de lo que se ha producido ha sido para la exportación. Eso es un valor para la nación y para nosotros. Queremos que funcione el mercado nacional y el internacional, pero es casi más importante la exportación en cuanto a volumen. Para la carretera, la exportación tienen un problema y es que si no hay consumo nacional, como el transporte de mercancías no es algo de dos sino de tres: el transportista, el cliente y otro cliente que te tiene que dar la vuelta. El retorno es muy importante. Ningún cliente te paga la ida y la vuelta. Si no tengo retorno, no salen las cuentas. Cuando todo está equilibrado todo va bien, pero cuando el consumo nacional pega un frenazo y la exportación sube, hay un desequilibrio para la carretera. Los transportistas tenemos que ingeniárnoslas triangulando el transporte. J. M. S.— Otro de los problemas es que tenemos que jugar con muchísimas Administraciones de transporte y de tráfico de toda Europa, por ejemplo para ver los días de restricciones a la circulación de los vehículos pesados, o conocer la infraestrucutura viaria de cada uno de los puentes por donde tiene que pasar el conjunto portavehículos, porque el tema de las alturas y gálibos tampoco está armonizado. Tenemos un problema de falta de armonización de las dimensiones de los camiones portavehículos y de restricción a la circulación. Una reivindicación del sector es que haya corredores verdes para el transporte de mercancías los 365 días del año, para que exista ese flujo sin necesidad de informarse de cuándo sí y cuándo no se puede transportar. Otro problema específico de los portavehículos es que la carga que se transporta es una carga elitista, y aunque hay seguros por si en el transporte hay algún incidente, la calidad con la que se quiere dar al cliente ese servicio, requiere una alta inversión. Tampoco debemos olvidarnos que las tractoras son específicas para portavehículos, por lo que si decidiesen cambiarse de sector estos vehículos no les servirían para hacer otro tipo de transporte. Además, la estructura tecnológica del semiremolque del portavehículo tiene un alto coste. Por otra parte, es fundamental que en Europa se llegue a un consenso en cuanto a los pesos La Tribuna de Automoción / 15 «Es fundamental que en Europa se llegue a un consenso en cuanto a los pesos y las dimensiones de los portavehículos cargados» y las dimensiones de los portavehículos cargados. Nosotros tenemos muy buena relación con la ECG (European Car Transport Group) y todas las partes entendemos que es vital que en toda Europa tengamos unas mismas cotas de pesos y de dimensiones para intentar que las expediciones sean concretas y evitar colisiones, y así servir con calidad a los clientes. D.T.— Tenemos asumido que para el transporte de vehículos por carretera lo que se necesita es que tengan la máxima capacidad de volumen, para poder llevar el máximo número de unidades. Siempre cobramos por vehículo, por eso casi no se ve ningún conjunto portavehículos que sea un semiremolque, todos son camión y remolque, porque nos permite llevar más unidades, ya que abarcan más longitud. Siempre vamos al máximo, porque si llevamos un vehículo más, cobramos más. T.A.—¿Cuál es el precio medio de un conjunto portavehículos? D.T.— Un conjunto portavehículos, entre el tractor y la carrocería, vale en torno a los 180.000 euros. T.A.— ¿Cada cuánto tiempo se renueva una cabeza con remolque? D.T.— Lo aconsejable es renovar una cabeza tractora cada cinco años, máximo. Una carrocería puede durar siete u ocho años sin problemas, en épocas malas incluso se alarga más. T.A.— ¿Cuál es la antigüedad media en estos momentos de la flota portadora de vehículos? D.T.—Calculo que la media puede estar en cinco años, lo que para mí es una barbaridad. T.A.— ¿Cuál es la tarifa media del transporte de un vehículo? D.T.— No existe, depende del destino, hay que hablar de precio por kilómetro tal y como refleja el instrumento de referencia que es el Observatorio de Costes, elaborado por el Ministerio de Fomento. T.A.— ¿Cómo han evolucionado los precios respecto a 2007? D.T.— Los costes de transporte fluctúan mucho por el gasóleo, es un capítulo importantísimo con una incidencia del orden del 37% en el coste. Normalmente tenemos una cláusula de revisión del gasóleo, ya prácticamente todos los clientes, que no son muchos y son importantes, respetan esas cláusulas. T.A.— ¿Creen que hay mucha competencia desleal? D.T.— La hay como en todo el sector del transporte. Por otro lado, una flota propia puede ser hasta un 17% más cara que una subcontratada. T. A.— ¿Qué grado de subcontratación hay ahora mismo? D.T.— Los subcontratados se han incrementado mucho estos últimos años. El cliente prefiere que sea personal propio, porque parece que dependen más de la empresa, pero al final lo que quiere es calidad del servicio. En este momento en la asociación calculamos que, desde que comenzó la crisis, se ha disminuido el número de camiones portavehículos en unos 1.200 ó 1.300, que supone un 40%. T.A.— ¿Qué ha pasado con esos camiones? D.T.— Muchos están parados o han ido a la chatarra, vendidos al extranjero... T.A.— ¿Qué medidas creen que deberían adoptar las Administraciones para apoyar este sector? D.T.— Aparte de los problemas que tenemos, se aplican medidas fiscales como la euroviñeta, la desaparición del gasóleo profesional, el céntimo sanitario… Parece que esto no tiene fondo y cada día pueden salir cosas nuevas. Por una parte, nos preocupa lo que pueda venir y por otra, noto una insensibilidad por parte de la Administración cuando habla de la carretera. Cuando se habla del ferrocarril se dice que Juan Manuel Sierra, secretario general de CETM Portavehículos y Logística de la Automoción es un sector que hay que apoyar, que hay que promocionar… Pero el mismo responsable de la Administración es el que tiene que velar por el transporte ferroviario, marítimo y por carretera. Somos el patito feo del sector, eso nos preocupa. Creo que les falta un poco de sensibilidad o delicadeza cuando hablan de estos temas, lo podrían hacer de una forma más suave. T.A.–¿Qué les parecería que todo el mundo pagase por usar la carretera si esto implica una mejora de las vías? D. T.— Hoy día hay que reconocer que las carreteras no están mal, nosotros no nos quejamos de ellas. En este momento, en España, la red de carreteras que tenemos es bastante aceptable. Para nosotros éste no es un problema. Todo se puede mejorar, pero no es el problema que tenemos. Pagar más para mejorarlo, no, en todo caso por mantenerlo. Me contentaría con que se mantuviese este nivel de carreteras. Sí habría que crear quizá más para acudir a los puertos, que a veces se colapsan. Yo me sorprendo de que se hable de pagar más todavía: euroviñeta, céntimo sanitario... Entiendo que el céntimo sanitario está en contra de la normativa europea. En Bruselas no están de acuerdo con que se aplique un coste al gasóleo para pagar la sanidad. J.M.S.— Efectivamente, el céntimo sanitario está denunciado en Europa, y vulnera toda la legislación europea y es una medida que se está implantando en muchas Comunidades, pero llegará un momento en el que los propios tribunales de Bruselas dictaminarán que es contraria a la ley y entonces veremos qué pasa. En cuanto a la tasa por uso de infra- estructuras, la conocida euroviñeta, el sector ha estado durante muchos años peleando para que no se implantara, pero no se ha podido evitar. Lógicamente, cada país tiene un tiempo para poder trasponerla, pero todo va conforme a una legislación europea. La euroviñeta está aquí y es una realidad. Hay dos cosas importantes: primero, el uso que se le da a la recaudación y quién paga finalmente esto. El propio sector tiene muy identificado cuál debe de ser el destino de esos pagos por el uso de la infraestructura y quién tiene que pagar todo esto: el consumidor final. Si en la cadena hay un sobrecoste, lógicamente el cliente final es el que lo va a asumir. Respecto a lo que va a hacer cada una de las Administraciones Públicas con lo recaudado, la legislación europea deja que cada Estado dictamine lo que estime conveniente. En ese sentido, el sector de transporte por carretera entiende que debería de destinarse a mejorar la red de carreteras y accesos portuarios, porque si no, nos podemos encontrar con un trato más favorable hacia el ferrocarril que hacia la carretera. Porque aunque tenemos unas buenas infraestructuras, con el tiempo necesitan una mayor inversión para su mantenimiento, para que los vehículos no sufran por ser transportados por carretera. T.A.— Se habla mucho de la capacitación de los conductores de transporte, ¿qué cualificación tienen los conductores en su área? D.T.—En momentos álgidos, cuando estábamos saturados de trabajo buscábamos chóferes de cualquier sitio. Hoy día sobran conductores. De cualquier forma otro de los problemas que tiene nuestro sector es que un conductor con el carné de primera especial —que es lo que está reglamentado para llevar un portavehículos— no te sirve, porque no sabe cargar las unidades dentro del camión. Aprender a cargar los vehículos necesita un aprendizaje específico, no es fácil. MESA Y MANTEL 16 / La Tribuna de Automoción 2ª quincena mayo de 2012 «La ventaja del camión es la agilidad que tiene, puede ir a cualquier destino; el inconveniente, los pocos vehículos que puede llevar» T.A.— ¿Cuántos coches se pueden llevar en un portacoches? D.T.— Si son pequeños, se pueden llevar hasta diez coches, trece o catorce si son Smart. Pero, lo normal son ocho coches. T.A.— ¿Los carroceros trabajan para poder ampliar la capacidad de los portacoches? D.T.— Siempre están intentando mejorar, forma parte de su actividad. Pero en este momento, están todos debilitados financieramente, porque hace tres años que no venden un camión. Han pasado buenos tiempos y ahora llevan una temporada muy mala. T.A.— ¿Qué flota media tiene cada empresa? D.T.— En España hay seis o siete empresas portavehículos que tienen más de cien o sobre cien conjuntos y el resto está muy atomizado, pero normalmente las más pequeñas trabajan para las grandes, son los subcontratados. Los subcontratados no son sólo autónomos transportistas, también son empresas con siete o diez camiones. Para que un cliente te considere tienes que tener mucha flota, si no ni te escucha. Si tienes menos de cien camiones a un cliente poco le vas a resolver. Entre propios y fletados tienes que tener una flota de 200, 300 ó 400 vehículos. Hay que tener en cuenta que las fábricas de automóviles pueden fabricar al día más de dos mil coches, si lo divides por diez, serían 220 camiones al día para sacar la producción. Lo que ocurre es que no todo se saca por camión, también por medio de trenes y barcos, pero hay que llevarlo al puerto… La capacidad de stockaje que puede tener una fábrica a lo mejor es la producción de dos o tres días. Necesitan evacuar los vehículos, por eso el desarrollo de tantas campas logísticas, porque, en general, en las fábricas no pueden estar los coches. Desde las campas logísticas se hace luego la distribución de los coches. La ventaja del camión es la agilidad que tiene, puede ir a cualquier destino, el inconveniente: los pocos coches que puede llevar. T.A.— ¿Con un gran convoy a cuánto se podría ampliar la capacidad de carga? D.T.— Los grandes convoyes para nosotros no tienen la ventaja que pueden tener para el transporte convencional, porque, en cuanto a medidas tenemos nuestras prevendas, podemos tener más longitud que el transporte normal, hasta los 22,50 metros. Un convoy te permite 25 metros, es poco lo que ganamos. T.A.— ¿Qué les parecen los informes anuales que emite Anfac valorando la logística en nuestro país? D.T.— Creo que es algo que a todos nos duele un poco, porque te pueden sacar los colores si te dicen que no has aprobado, pero hay que reconocer que es un estímulo. Es algo positivo. Habría que ver qué es lo que se evalúa, cómo se hace esta valoración, y que ésta sea lo más objetiva posible, que yo creo que lo es. Estos exámenes son una cura de humildad y eso siempre es bueno. T.A.— ¿Trabajan con todos los asociados de Anfac y Aniacam? D.T.— Seguro que sí. No hay ninguna marca que no transporte vehículos por carretera o que no tenga una campa. T.A.— ¿Cuántas campas tienen en estos momentos? D.T.—Existen 45 campas de almacenaje y preparación de vehículos. En total hay 6,2 millones de metros cuadrados, lo que se traduce en una capacidad para almacenar hasta 260.000 vehículos. T.A.— ¿Han notado una reducción del stockaje? D.T.— Las campas y el transporte no van acorde. Hubo un momento en el que había mucho transporte y mucha necesidad de campa, fue un momento extraordinario, pero lo normal es que cuando el transporte va normal la campa vaya peor y cuando afloja el transporte, automáticamente crece el volumen en las campas. En este momento (previo a la Semana Santa) prácticamente todas las campas de España están llenas. Hace tres meses estaban las campas bastante vacías. Hay algo importante que son las flotas y los rent a car, que en determinados periodos del año los necesitan, por eso las fábricas van acopiando coches en las campas, porque los rent a car, lo quieren en el último momento, porque hasta que no se les llevan no pagan. Entonces se produce una avalancha antes de los periodos vacacionales. Estos años anteriores no ha pasado ni esto, porque los rent a car no han devuelto los coches, no han renovado sus flotas. Este año, sí que hay demanda de flotas y en este momento están las campas llenas, pero en dos o tres meses va a bajar bastante. Hay otro tipo de coches, como son los que vienen de Oriente, que tardan en llegar a España más de un mes, y tienen que hacer acopio de coches aquí. Normalmente las marcas importadoras necesitan más capacidad de campa, para poder dar servicio al cliente, si no están en inferioridad de condiciones. Los concesionarios quieren tener los coches lo más cerca posible del cliente. T.A.— ¿Cuánto le puede costar a una marca tener un coche en un campa cada día? D.T.— No llega a un euro. Y algún día gratis y con otro agravante y es que lo tenemos que mover, vigilar, si tiene un golpe somos los responsables, tenemos que almacenarlos en un sistema informático… T.A.— ¿Cuál es el tiempo me- dio de estancia de un coche en una campa? D.T.— Ha habido coches que han estado hasta un año, pero ahora no. A los fabricantes no les interesa que estén mucho. Lo que persiguen los fabricantes es que, por ejemplo, en las campas del puerto como máximo estén una semana. En las otras campas depende de las ventas, o si son coches de flota. En las campas lógicas también están los coches de buy back, los que se recompran, esos normalmente se están más tiempo, porque a veces no se sabe lo que se va a hacer con ellos. T.A.— ¿Quién fija los precios? D.T.— La oferta y la demanda, el mercado. Nos mantenemos porque el negocio es una mezcla de todo: transporte, campa, puesta a punto… , si no igual estaríamos muertos. Por otra parte, si al fabricante le costase mucho dinero, no llevaría los vehículos a la campa. Hay periodos de franquicia, por ejemplo, en los puertos es lógico que lleguen todos los coches a la vez y no salen a la vez, por eso les damos al fabricante unos días de franquicia. A nosotros nos interesa que haya movimiento. Otra práctica habitual es que las empresas de transporte se hacen responsables de todos los daños que se encuentren en el vehículo cuando llega a destino y no haya visto. Es un handicap que tenemos. El buen profesional tiene que saberlo y si llueve como si no, si es de noche o es de día tiene que ver el vehículo. T.A.— ¿Qué porcentaje de vehículos sufre algún tipo de daño durante el transporte? D.T.— Las fábricas miran mucho la calidad. Creo que hemos mejorado mucho, hay un 1% de incidencias, un 2%, ya empieza a ser malo. Un día puedes tener un vuelco que rompes 10 coches, pero son cosas anormales. T.A.— ¿Cuáles son los daños más comunes durante el transporte? D.T.— Arañazos. Es una mercancía que no va embalada y está usada, porque hay que ponerlo en marcha para subirlo. T.A.— ¿Almacenan coches de concesionarios en sus campas? D.T.— Sí. Damos un servicio muy interesante a los concesionarios. T.A.— ¿Se cubren los coches en las campas? D.T.— El coche está al aire libre. No se puede tener cubierto. Pero hay ejemplos de campas que se han techado porque granizaba a menudo. En los puertos sí que hay campas con varias plantas. T.A.— En líneas generales ¿qué les parece la reforma laboral? D.T.—A mí me parece interesante, creo que puede ser positiva, quizá lo malo es no haberlo hecho cuatro años antes, porque ahora ya sabríamos resultados, pero creo que puede ser positiva. T.A.— ¿Cuántos puestos de trabajo hay en el sector tanto en el transporte como en logística? D.T.— De forma indirecta nuestro sector genera 5.000 puestos de trabajo en nuestro país. T.A.— ¿Cómo ha evolucionado el empleo en el sector desde el año 2007? J.M.S.—Desde el año 2007 hasta el 2011, se ve una bajada del número de unidades y de trabajadores, obviamente. T.A.— ¿Tienen problemas de financiación? D.t.— Todos los del mundo. Somos un sector de riesgo. Cuando los bancos oyen hablar del automóvil y mucho más si somos empresarios del transporte, se ponen a temblar. T.A.— ¿Funcionan las líneas ICO? D.T.— No, al final las líneas ICO dependen del banco. El ICO sirve para que el banco se asegure que va a cobrar, pero al final el que selecciona al cliente es el banco y si le interesa más hacerlo para otro sector con menos riesgo lo hace. El ICO no es la panacea, creo que tendría que estar más teledirigido al circulante. La patita del ciempiés Inma García Ayuso C uando acudo a un mesa y mantel me siento un poco como debe hacerlo Jesús Calleja ante una nueva expedición: preocupada, en parte, porque todo se desarrolle convenientemente, pero con una gran dosis de ilusión. Y es que aunque sé que el sector de la automoción es como un ciempiés, con muchas patitas, todas ellas necesarias e interesantes, no dejo de sorprenderme y sentir placer cada vez que descubro una nueva. En esta ocasión el turno ha sido para una articulación fundamental: la logística y el transporte por carretera de los vehículos tras su fabricación, un pilar, más que una patita, muchas veces injustamente olvidado, quizá porque imaginarnos un camión portavehículos no es la imagen más glamourosa del sector, o porque este gremio siempre ha preferido permanecer en un discreto segundo plano. De esta discreción hace gala Daniel Tarragona, que a pesar de llevar más de cuarenta años ligado al transporte y la logística y conocer su problemática en profundidad, mantiene un tono pausado y modesto que contribuye a dar más credibilidad a sus palabras. Presidente del grupo de transporte Setram, del que también fue fundador, Tarragona, que dice ser un joven que se tiñe el pelo de blanco, es ingeniero industrial y lleva desde febrero del año pasado al frente de la presidencia de CETM Portavehículos y Logística de Automoción. Y aunque la defensa de su sector no le hacen perder la compostura, con sosiego protesta ante la falta de delicadeza de las Administraciones, que suelen emplear poco tacto cuando tienen que hablar del transporte por carretera. La misma mesura emplea a la hora de hablar de su negocio, del que se duele por la falta de flexibilidad que tiene, y el alto grado de cualificación que requiere, pero que sobrevive gracias a todo el valor añadido que aporta a sus clientes. Y para apostillar cada planteamiento, con la aplastante certeza de las cifras, está Juan Manuel Sierra, secretario general de la organización, que junto a Daniel Tarragona tiene la responsabilidad de dirigir con diligencia el timón de esta asociación.