Las huellas de la vida alienígena

Transcripción

Las huellas de la vida alienígena
eNerO de 2014 01
Observatori Astronòmic de la Universitat de València
Ciencia y Astronomía
LAS HUELLAS
DE LA VIDA
ALIENÍGENA
La Tierra es el único mundo conocido en el que hay
vida. Nuestro planeta está en la zona de habitabilidad del sistema solar, una región en la que las temperaturas, entre 0 y 100ºC, posibilitan la existencia
de agua líquida, requisito esencial para la vida. Pero
hay teorías que sugieren que tenemos vecinos en
nuestro propio sistema solar, vida que, en caso de
existir, seguramente sería unicelular y no compleja
como la nuestra. Fuera de nuestro sistema planetario, las posibilidades de que hayan planetas habitados con condiciones parecidas a las de la Tierra son
muchas. Dar con una civilización extraterrestre será
más complejo. Por ahora, sólo podríamos comunicarnos con ellos mediante ondas electromagnéticas.
:: IVÁN SANCHO | VALENCIA
eguro que todos nos hemos preguntado en más
de una ocasión quiénes
somos, por qué existimos y si estamos solos en
el universo. Se ha investigado y divagado mucho al respecto, pero
todavía no existe respuesta para
ninguna de las tres cuestiones. Incluso los que mejor creen conocer al universo, científicos como
el astrofísico Stephen Hawking, se
maravillan del perfecto engranaje que supone cada pieza que lo
forma tal y como hizo este en su
obra Brevísima historia del tiempo: “Si la carga de, por ejemplo, el
electrón, hubiera sido un poco diferente, se habría alterado el balance entre las fuerzas electromagnéticas y gravitatorias de las
estrellas”.
Hasta la fecha, la Tierra es el
único lugar del universo en el que
se sabe que existe vida. La biodiversidad es tan grande que cada
S
día los investigadores continúan
descubriendo nuevas especies de
animales y plantas. Nuestro mundo está en la denominada “zona
habitable” del sistema solar, una
región del sistema planetario en la
que la temperatura es la idónea
para mantener el agua en estado
líquido: entre 0 y 100ºC. Los investigadores están convencidos
de que los líquidos son imprescindibles para que surja la vida.
Más allá de esta zona, el agua estaría en estado sólido, es decir, en
forma de hielo, ya que la temperatura estaría por debajo de 0ºC; y
más cerca se evaporaría y pasaría
al estado gaseoso ya que la temperatura superaría los 100ºC. Fernando Ballesteros, investigador
de l’Observatori Astronòmic de la
Universitat de València, explica
que “los líquidos te permiten tenerlo todo bien cerca y te dan
mucha movilidad”. “Los
gases dan movilidad
>
“Si la carga de, por ejemplo, el electrón, hubiera sido un poco
diferente, se hubiera alterado el balance entre las fuerzas
electromagnéticas y gravitatorias de las estrellas” y nada sería
como lo conocemos, asegura el astrofísico Stephen Hawking.
:: FUENTE IMAGEN: MUSEO DE EL CAIRO (EGIPTO)
02 eNerO de 2014
Observatori Astronòmic de la Universitat de València
Ciencia y Astronomía
BIOLOGÍA TERRESTRE
¿CÓMO SE PRODUJO EL CHISPAZO DE LA VIDA?
>
pero tienen el problema de que en ellos
todo estaría muy disperso, y en los
sólidos no existe movilidad”, matiza.
A lo largo de sus 4.500 millones
de años de existencia, nuestro
planeta no ha sido siempre como
lo conocemos ahora. Hasta hace
aproximadamente 3.800 millones
de años, durante la época del
Gran Bombardeo, la Tierra recibió
el impacto de numerosos cuerpos
rocosos espaciales que no se integraron en la formación de ningún planeta y que quedaron dispersos en el sistema solar a modo
de escombros cósmicos. existe
incluso una teoría que dice que la
Luna se formó cuando un cuerpo
de gran tamaño que compartía la
órbita con la Tierra colisionó contra nuestro planeta. era una época en la que la atmósfera estaba
formada principalmente por nitrógeno, dióxido de carbono y
dióxido de azufre, gases típicos de
las erupciones volcánicas. este
ambiente tóxico junto al continuo
impacto de cuerpos celestes de
menor tamaño configuró un ambiente muy hostil para la vida en
el que, por ejemplo, los humanos
La vida en la Tierra está formada por elementos muy
comunes. Sin ir más lejos, nosotros mismos estamos
compuestos por las moléculas más abundantes que
hay en el universo: hidrógeno, carbono, oxígeno… Los
biólogos no tienen claro cómo se dio el chispazo de la
vida, pero sus investigaciones apuntan a que surgió
en las sopas primigenias de proteínas. En ellas, además de aminoácidos, se formaban películas de lípidos, es decir, aceites que encierran dentro líquidos.
Esos serían los primeros pasos ya que, por una parte,
sabemos que las membranas de las células de los seres vivos son aceitosas; y por la otra, que para ser un
organismo vivo necesitas diferenciarte del entorno,
algo que se logra fácilmente con una membrana. Estas moléculas, que parecen células pero no lo son, se
llaman coacervados, y tienen la característica de que
o la mayoría de especies actuales
no podrían sobrevivir. Pero, cuando el planeta se estabilizó tras el
Gran Bombardeo, en menos de
100 millones de años surgieron los
primeros microorganismos, que
no empleaban el oxígeno sino
otros gases del aire. en su obra
Gramáticas extraterrestres, Fernando Ballesteros asegura que en
esa época ya existían océanos de
agua líquida después de que hayamos encontrado en nuestros
días formaciones sedimentarias
que datan de esas fechas. “Si la
vida unicelular surgió pronto en la
historia de nuestro planeta, quie-
pueden crecer en presencia de sustancias químicas
que van acumulando.
Luego, según Fernando Ballesteros, “se pudieron haber partido mediante el oleaje marino, siendo esta
una forma primitiva de división, y llegó
un momento en el que las proteínas de
dentro de la membrana comenzaron a
vivir, pero todavía no se sabe cómo”.
Actualmente, hay investigadores
intentando reproducir el proceso, pero es una tarea muy complicada puesto que es difícil crear rápidamente en un laboratorio algo que, en su momento, la
naturaleza tardó más de 40 millones de años.
re decir que puede ser fácil de producir”, afirma.
De la sopa primigenia a la panspermia
existen varias teorías acerca de
cómo surgió la vida en la Tierra.
Una de las hipótesis más aceptadas es la de la sopa primigenia,
postura que sugiere que el océano primitivo estaba lleno de aminoácidos y otras moléculas orgánicas que posteriormente originarían a los primeros seres vivos.
Pero, según Fernando Ballesteros,
había un problema: “el mar era
muy grande y las reacciones quí-
micas, a veces, cuestan porque se
necesitan sitios donde se puedan
dar estas reacciones y las moléculas no estén dispersas por ahí”.
en otras palabras: las moléculas orgánicas se tuvieron que aglutinar en determinados lugares
para poder dar el paso a las primeras formas de vida. Los aminoácidos son moléculas sencillas
fáciles de producir con una fuente de energía, algo que se ha comprobado en los laboratorios mediante diversos experimentos. No
obstante, todavía se desconoce
el ambiente exacto en el que se
crearon los primeros microorga-
nismos: hay investigadores que
apuestan a que la vida surgió en lagos con poca profundidad, a los
que llegaba sin problemas la luz y
el calor solar necesarios; otros se
decantan por la opción de que fue
en las costas de las playas, con
condiciones similares a los lagos
poco profundos; mientras que
muchos científicos prefieren la
teoría de que la vida nació en las
fuentes hidrotermales del fondo
marino, donde las moléculas orgánicas se aglutinaron y el calor
procedente del interior de la Tierra reemplazó al solar. dentro de
esta teoría, la última opción es la
que tiene más fuerza.
La segunda hipótesis deja a un
lado la sopa primigenia y se aventura en sugerir que, en lugar de
que las moléculas orgánicas se
hubieran formado aquí, estos elementos podrían haber venido
desde el espacio exterior viajando
a bordo de cometas o meteoritos
hasta la Tierra. La tercera y última
teoría es la de la panspermia, que
nos plantea abiertamente la siguiente pregunta: ¿y si nosotros
fuéramos los marcianos? en otras
palabras: ¿y si tu vecino es igual de
extraterrestre que tú? es una teo-
Valle Marineris, vestigios de lo que
una vez fue un gran río. :: FUENTE: NASA
Los estudios indican que la mitad
norte del planeta lo ocupaba el
llamado Océano boreal, mientras
que en el sur había lagos en los
:: FUENTE: NASA
cráteres.
eNerO de 2014 03
Observatori Astronòmic de la Universitat de València
Ciencia y Astronomía
ría que se basa en la hipótesis de
que la vida no se originó en la Tierra sino que los primeros microorganismos llegaron a nuestro
planeta mediante cuerpos celestes provenientes de cualquier otra
parte del universo… o de Marte.
El pasado líquido de Marte
el día que encontremos vida en
otros mundos poco importará
que esta sea o no inteligente, bastará con que sean microbios o
bacterias. Sabemos que los líquidos son imprescindibles para la
En Venus no se ha
encontrado línea de
costas mientras en
Marte sí que hay dos
detectadas, señal de
que tuvo agua en el
pasado
vida y que, en la Tierra, allá donde hay agua, hay vida. También es
conocido que en Marte hubo
agua líquida en el pasado y que,
además, varios meteoritos del
planeta rojo han viajado hasta la
Tierra e impactado contra ella.
este trasvase de rocas marcianas
está corroborado ya que se ha
comprobado que algunas piedras
de nuestro planeta tienen la misma composición química que las
marcianas.
También sabemos por experiencia propia que hay bacterias y
micro seres extremófilos que son
capaces de resistir las condiciones
extremas y la radiación del espacio exterior porque en algunas
misiones humanas en las que hemos enviado una sonda o robot al
espacio estos microorganismos
han viajado de incógnito en las naves espaciales y han regresado vivos. Según esto, ¿sería posible
que la vida terrestre en realidad
haya surgido en Marte, sobreviviera al viaje por el espacio y que,
al llegar a la Tierra, los microbios
se sintieran como en casa al haber
agua y temperaturas idóneas?
en los albores del
sistema solar, hace
>
Una de las sondas del programa ruso Venera consiguió estas
dos imágenes de la superficie de Venus en una estancia que
:: FUENTE: DON MITCHELL
duró menos de dos horas
UN DESIERTO QUE TUVO AGUA LÍQUIDA
Marte es ahora un desierto frío, árido y seco en el que no
fluyen ríos ni mares, pero los astrónomos están
convencidos de que, en sus orígenes, sí tuvo agua líquida.
Todo ese agua está ahora en bolsas del subsuelo y
también en forma de hielo a varios metros bajo su
:: FUENTE: NASA
superficie.
04 eNerO de 2014
Observatori Astronòmic de la Universitat de València
Ciencia y Astronomía
MUNDOS CANDIDATOS PARA
>
4.000 millones de años,
el Sol era una estrella
mucho más fría de lo que es ahora, por lo que era Venus y no Marte quien acompañaba a la Tierra
en la zona de habitabilidad. La situación ahora es la contraria: las
estrellas se calientan conforme
pasa el tiempo y emiten cada vez
más y más energía. La consecuencia es que la zona habitable
se desplazó. en ese Marte primitivo, no obstante, existió agua.
Además, existió en dos ocasiones diferentes. La prueba está en
el denominado Océano Boreal,
una gran zona ahora árida que
abarca casi todo el hemisferio
norte del planeta y que muestra
dos líneas de costa a diferentes niveles. Además, la Agencia espacial
europea sugirió recientemente
que en los cráteres del hemisferio
sur había lagos. Buena parte de la
superficie de Marte está compuesta por materiales arcillosos,
que sólo se pueden formar mediante el agua. También se han encontrado lechos de ríos y capas de
sustratos, que han de originarse
obligatoriamente en un mar.
Si Marte tuvo agua, significa
que tuvo una temperatura entre 0
y 100 ºC, pero si estaba fuera de la
zona de habitabilidad del sistema
solar, ¿cómo la consiguió? La respuesta la encontramos, según Fernando Ballesteros, en su atmósfera. “La atmósfera primitiva marciana debió de tener gases de
efecto invernadero en abundancia,
como dióxido de carbono y dióxido de azufre, que sirvieron para
calentar el planeta. eso mantendría al agua líquida y provocaría
que hubiera presión atmosférica, y con esas dos condiciones,
pudo haber vida”, sentencia. en resumidas cuentas: los gases del
efecto invernadero provocaron
que Marte pudiera ser un planeta habitable en la zona de no habitabilidad.
el problema es que, tal y como
apunta el investigador de l’Observatori, Marte disolvió su atmósfera en el mar. es un planeta
que, al ser mucho más pequeño
que la Tierra, se enfrió muy pronto y carece de tectónica de placas,
por lo que apenas ha renovado su
superficie. Al no poder renovar su
superficie y ser incapaz de devolver a la atmósfera compuestos
químicos como el dióxido de carbono mediante vulcanismo, la atmósfera se fue haciendo cada vez
más delgada, perdió presión y la
temperatura cayó. en consecuencia, el agua de Marte se congeló, y esto es algo que sí ha comprobado la comunidad científica.
“el vapor de agua está congelado
en el suelo, es un permafrost como
el de Siberia. excavas y, en seguida, encuentras hielo, hay agua en
abundancia para tener océanos en
Marte”, asegura Fernando Ballesteros. Ahora bien: si realmente
hubo vida en los mares, lagos y ríos
de la superficie marciana, esta
acabó.
:: FUENTE: JET PROPULSION LABORATORY (JPL) DE LA NASA
:: FUENTE: JPL NASA
VENUS
EUROPA
Es un infierno con temperaturas de más de
400ºC, pero en sus orígenes estuvo en la
zona de habitabilidad del sistema solar y
pudo tener agua. Si fue así, la radiación
solar lo evaporó todo.
Se trata de una de las lunas más grandes de
Júpiter. Los astrónomos están prácticamente
convencidos de que bajo su superficie hay
agua, y si hay agua, puede haber vida en las
fuentes hidrotermales.
:: FUENTE: JPL NASA
:: FUENTE: JPL NASA
MARTE
TITÁN
Es un infierno con temperaturas de más de
400ºC, pero en sus orígenes estuvo en la
zona de habitabilidad del sistema solar y
pudo tener agua. Ahora, sólo organismos
extremófilos resistirían en él.
Se ha comprobado que en el satélite más
grande de Saturno hay lagos de metano. Es difícil que exista vida a no ser que una fuente de
energía de la tierra reemplace a la luz solar,
que apenas llega.
Marte esconde todavía un misterio más. Los astrónomos han detectado emisiones de metano de
la superficie del planeta, un gas
que o bien se expulsa mediante
vulcanismo, o bien lo expulsan los
El Marte primitivo
fue un planeta con
agua en la zona de
no habitabilidad,
pero con muchos
gases de efecto
invernadero
propios seres vivos. No puede ser
fruto de erupciones volcánicas ya
que van asociadas a la emisión de
dióxido de azufre, y no las hay. Sí
que podemos asociar estas emisiones de metano a la fantástica
idea de que, bajo el subsuelo de
Marte, existe vida en las reservas
de agua subterráneas, una teoría
que no se ha demostrado pero que
no sería descabellada ya que el
suelo protegería a los organismos
de la radiación solar y las fuentes
hidrotermales proporcionarían la
energía necesaria. Pero también es
muy probable que la expulsión de
metano a la atmósfera se deba a
que hay grandes bolsas de este gas
en el subsuelo y consiga escapar a
la superficie gracias a pequeñas
grietas.
Sea como sea, lo que sí está confirmado es que los humanos no
podríamos sobrevivir en la superficie marciana sin ayuda de
trajes especiales ya que la atmósfera es tan débil –su densidad supone el 1% de la terrestre– que
apenas nos protegería de la radiación solar y moriríamos. Sólo
los microorganismos extremófilos,
adaptados a ambientes y temperaturas extremas, podrían sobrevivir en ella, algo similar a lo que
sucedería en Venus.
El infierno de Venus
Venus es considerado como un
planeta hermano de Marte y la
Tierra e incluso se cree que el Venus primitivo tuvo características
similares a las de nuestro mundo
Marte disolvió su
atmósfera en el mar
y, al carecer de
tectónica de placas,
no la renovó ya que
no pudo expulsar de
nuevo los gases
en cuanto a temperatura, tectónica de placas, presión atmosférica
y… agua líquida. Actualmente, es
un infierno en el que las temperaturas rondan los 500 ºC por culpa de los gases de efecto invernadero que conforman su densa atmósfera, un mundo en el que las
corrientes de aire alcanzan varios
centenares de kilómetros por
hora, con una gran actividad volcánica, con lluvias ácidas y en el
que no fluyen ríos de agua sino de
lava líquida. Por si fuera poco, la
presión atmosférica es aproximadamente 90 veces superior a la terrestre.
resulta sorprendente que, por
todo ello, Venus pudiera tener
agua líquida en el pasado. No está
probado ya que, a diferencia de
Marte, no se ha detectado ninguna línea de costas en este mundo,
según explica Fernando Ballesteros. La sonda Magallanes orbitó el
planeta durante varios años a
principios de los 90 y realizó un
mapa topográfico de alta precisión
con radar, un instrumento que
consiguió ver a través de capa de
nubes que rodea al planeta y que
no encontró evidencias de que
haya tenido mares. También hay
que reconocer que no se ha estudiado este mundo tanto como sí se
eNerO de 2014 05
Observatori Astronòmic de la Universitat de València
Ciencia y Astronomía
ALBERGAR VIDA ALIENÍGENA
da al ambiente venusiano ya que
soportan las lluvias ácidas, las altas temperaturas y elevadas presiones atmosféricas. Pero la búsqueda de agua dentro del sistema
solar, y por consiguiente vida, no
acaba en los planetas vecinos.
:: FUENTE: JPL NASA
:: FUENTE: JPL NASA
JÚPITER Y SATURNO
Prácticamente imposible. Los dos gigantes de nuestro sistema solar son gaseosos y no tienen una superficie
sólida como la Tierra. No obstante, sí es posible que la presión provoque que, a una determinada profundidad,
el gas se haga líquido, y si hay líquidos, la existencia de vida es posible, pero es muy complicado que así sea y
no hay nada demostrado. Los humanos moriríamos en estos planetas sin los trajes adeucados por la enorme
radiación que desprenden.
:: FUENTE: JPL NASA
:: FUENTE: JPL NASA
KEPLER 22B
KEPLER 62E Y 62F
Hasta ahora, sólo tenemos ilustraciones artísticas como esta de la NASA. En 2011 se convirtió en el primer exoplaneta descubierto en la
zona de habitabilidad de su estrella, Kepler
22. Podría reunir las condiciones de vida.
Los estudios indican que ambos planetas podrían contener océanos. Al igual que Kepler
22B, son un poco más grandes que la Tierra.
Orbitan la estrella Kepler 62. La ilustración es
del Kepler 62F.
está haciendo durante estas décadas con Marte.
¿Qué sucedió, entonces, con
sus hipotéticos mares? Los astrónomos que apuestan a que Venus
sí tuvo agua líquida culpan de su
desaparición al calentamiento
progresivo del Sol que, como todas
las estrellas, era mucho más frío en
sus primeras etapas de lo que es
ahora. Cuando el astro rey llegó a
un punto producía una determinada cantidad de energía, Venus
dejó de estar en la zona de habitabilidad, el agua se evaporó, la radiación hizo que las moléculas del
hidrógeno se separaran y escaparon al espacio exterior en forma
de átomos. eso explicaría por qué
su atmósfera sólo tiene vapor de
agua suficiente para cubrir toda su
superficie con apenas unos pocos
centímetros de agua líquida, cantidad que es prácticamente equivalente a nada. es una teoría con
la que investigadores como Fernando Ballesteros se muestran
escépticos, aunque este experto en
astrobiología reconoce que, si no
se han encontrado líneas de costas en Venus, puede ser porque la
elevada erosión del planeta ha
borrado las huellas ya sea mediante sus vientos huracanados o
con la lava que emana de los vol-
canes. Por otra parte, se desconoce si durante esa breve etapa tuvo
tiempo suficiente para que la vida
surgiera, pero si así hubiera sido,
habría muerto ya que es prácticamente imposible que algún meteorito venusiano llegara a la Tierra puesto que sería un viaje largo
en dirección contraria a la gravedad del Sol, y eso es algo muy difícil por la enorme cantidad de
energía que requiere.
¿Y al revés? ¿Podríamos los humanos colonizar Marte y Venus?
Sin duda, una misión en el primero sería más sencilla porque la
radiación sería nuestro mayor
problema y lo podemos solucionar
con trajes específicos, pero la tecnología también puede permitir
en el futuro establecer asentamientos científicos en Venus. “Sería como irse a vivir al fondo del
mar en cuanto a la presión, aunque de todas maneras no sería un
entorno cómodo. Habría que conseguir un sistema de refrigeración y protegerse contra la lluvia
ácida, por lo que una estación
con forma de huevo y hecha de
cristal aguantaría bastante bien”,
vaticina Fernando Ballesteros. los
microorganismos basados en siliconas podrían ser los únicos que
resistirían sin ningún tipo de ayu-
LEYENDAS EXTRATERRESTRES
DE LOS CANALES MARCIANOS
AL MITO DE LOS VENUSIANOS
Los nuevos instrumentos de observción del espacio permitieron
avanzar mucho en nuestro conocimiento sobre el universo en general y el sistema solar en particular,
pero también han originado multitud de mitos y leyendas.
Una de las más conocidas las protagonizó Giovanni Schiapparelli.
Este astrónomo italiano conmocionó al mundo entero cuando, en
1877, anunció que había observado canales en Marte que rápidamente se asociaron con vida inteligente en nuestro planeta vecino.
La paranoia marciana se incrementó cuando, en 1893, Nicolas
Tesla creyó recibir señales de Marte gracias al primer radiotransmisor. Hoy sabemos que esas señales en realidad venían de la ionos-
fera de Júpiter, y que la superficie
del planeta rojo es árida y desértica.
Venus, el otro mundo vecino a la
Tierra, también fue durante esa
época víctima de las leyendas extraterrestres. Fernando Ballesteros asegura que “en su momento
hubo indicios falsos de que hubo
agua y se pensó que podía haber
vida”. Concretamente, hubo una
fuerte creencia de que el planeta
estaba habitado por seres vivos a
los que denominaron “venusianos”. Nada de eso era realidad.
“Por no haber, su atmósfera no
tiene apenas vapor de agua, es
dióxido de azufre y gases de efecto invernadero”, añade el astrofísico de l’Observatori.
Europa y Titán: dos mundos por
explorar
europa, uno de los mayores satélites de Júpiter, es un mundo por
descubrir y en el que muchos astrofísicos apuestan a que existe el
mayor océano de nuestro sistema
planetario. es bajo su superficie
helada donde se presupone que
hay un océano de entre 80 y 100
km de profundidad. No está corroborado al 100% pero, en resumidas cuentas, los cálculos sugieren que hay entre el doble y el triple de agua que en la Tierra, teniendo en cuenta el mayor tamaño de nuestro planeta. Si no se ha
enviado ninguna sonda al satélite, ¿cómo lo sabemos?
Para empezar, la órbita de europa no es circular, sino elíptica.
esto provoca que haya ocasiones
en las que esté mucho más cerca
de Júpiter, y otras en las que esté
más lejos. Cuando está más cerca,
la gravedad que ejerce Júpiter sobre europa provoca que el planeta se estire un pelín en dirección a
él, y conforme se aleja, el satélite
se relaja y el bulto provocado por
la atracción del gigante gaseoso es
mucho menor. en este tira y afloja, la capa de hielo de su superficie –de nueve kilómetros de profundidad– se resquebraja y, supuestamente, deja aflorar el agua
que hay bajo su superficie. Las bajas temperaturas congelan el líquido que se cuela periódicamente entre los enormes bloques
de hielo, pero eso no ha impedido
que los investigadores hayan observado que estos trozos tienen la
misma pinta que los icebergs y
que, además, los pueden hacer encajar como si de un puzle se tratara.
es una prueba indirecta de que
hay agua bajo el hielo. Y si hay
agua, debe de haber una temperatura adecuada para mantenerla en estado líquido. Fernando
Ballesteros explica que “el rozamiento continuo al que Júpiter
somete a la corteza de europa
produce calor, y eso calienta el interior de la luna”. es decir: la gravedad que ejerce Júpiter es la
fuente de energía de este satélite.
Si el calor que emana del interior
de europa sustituye a la energía solar, y hay agua líquida, ¿puede
haber vida en las fuentes hidrotermales de europa? Las condiciones se dan, pero falta hacer
una expedición a este mundo que,
seguramente, será robótica ya que
la enorme radiación de Júpiter
nos mataría.
Por su parte, en Titán, la mayor
luna de Saturno, se sabe que hay
mares de metano líquido –que
no de hidrógeno– porque la sonda Cassini
>
06 eNerO de 2014
Observatori Astronòmic de la Universitat de València
Ciencia y Astronomía
Mapa con todos los planetas de la
Vía Láctea descubiertos y su
localización según los cálculos.
:: FUENTE: TELESCOPIO KEPLER DE LA NASA
>
los fotografió. La temperatura de este satélite es de aproximadamente -180ºC,
temperatura a la que el metano
está líquido, y muy poca luz solar
llega a su superficie por culpa de
la enorme distancia y de una densa atmósfera. Con estas condiciones, es imposible que haya el
equivalente de plantas porque
llegaría un momento en el que se
acabaría la vida a no ser que haya
fuentes hidrotermales que proporcionen energía geotérmica
constantemente. Bajo esta hipótesis, sí es posible que, a diferencia de los organismos terrestres,
haya surgido vida basada en el metano y el etano y no en el agua
como la nuestra.
¿Y en Júpiter y Saturno? ¿Son un
posible hogar de vecinos extraterrestres? Si en los ejemplos anteriores era complicada la existencia de vida, en estos todavía mucho más. Ambos son planetas gaseosos, un estado de la materia no
idóneo para la vida. No tienen
una superficie rocosa como la
Tierra. Ahora bien, existe la teoría
de que, por culpa de la elevada
presión, los gases del interior se
condensan en líquidos a partir
de un umbral de profundidad.
Una misión en el interior de estos
dos gigantes se presume muy
complicada con la tecnología actual así que, por ahora, tendremos
que seguir empleando la imaginación para pensar qué hay en su
interior tal y como hizo en su día
el afamado astrofísico Carl Sagan
cuando imaginó posibles criaturas
flotando en los gases de estos
mundos.
Un “teléfono” de luz
de momento sabemos que, en
nuestro sistema solar, hay cuatro
o cinco mundos contando a la
Tierra que tienen, pueden tener o
han tenido líquidos, requisito imprescindible para la vida. Ni Júpiter, ni Saturno, ni la gran mayoría
de sus lunas son potenciales candidatos, así como tampoco lo es
Mercurio por sus elevadas temperaturas y su proximidad al Sol,
ni los mundos helados de Urano
y Neptuno. Pero fuera de nuestro
sistema solar, las posibilidades de
que haya planetas habitados son
inmensas… incluso podríamos
encontrar civilizaciones.
Hasta hace un par de décadas,
no se había observado jamás un
planeta fuera del sistema solar. el
primer exoplaneta –cuerpo que orbita a una estrella diferente a
nuestro Sol– se descubrió en 1992
y, actualmente, encontrar uno
nuevo es algo común. Incluso se
han encontrado planetas en sistemas binarios –formados por dos
estrellas–, algo que se creía imposible porque se pensaba que todo
el material de la nebulosa primitiva se concentraría en formar las
dos estrellas.
descubrir un nuevo planeta es
una tarea “sencilla” de realizar
gracias a telescopios especializa-
dos en esta misión como el Kepler:
cada vez que este apunta a una estrella y detecta que su brillo desciende temporalmente, es un planeta que está en tránsito. Así se detectan. Los investigadores ya pensaban anteriormente que era imposible que nuestro sistema planetario fuera el único con todas los
miles de millones de estrellas que
forman nuestra galaxia, una de
tantas miles de millones, pero no
fue hasta hace poco cuando pudieron confirmarlo. Partiendo de
que nuestro planeta es una parte
insignificante del universo conocido, y de que hay más planetas,
¿cuál es la posibilidad de que no
estemos solos?
el profesor Frank drake se encargó en la década de los 60 de intentar dar respuesta a cuántas civilizaciones habría sólo en la Vía
Láctea mediante la denominada
ecuación de drake. Los resultados
a los que llegó fue que la galaxia es
un lugar donde los planetas habitables son muy comunes, donde la
vida es algo normal, pero donde
encontrar seres inteligentes y con
capacidad de comunicarse ya era
algo mucho más complicado. es
más, según sus cálculos, la posibilidad de comunicarnos a distancia con una civilización de otro
mundo era ínfima ya que sólo
una decena de ellas tendrían la
tecnología suficiente para lograr
este objetivo.
¿Cómo nos comunicaríamos
con una civilización extraterrestre
a distancia? José Carlos Guirado,
eNerO de 2014 07
Observatori Astronòmic de la Universitat de València
Ciencia y Astronomía
El sistema Kepler 34 está
formado por dos estrellas y el
planeta Kepler 34-b.
:: FUENTE: TELESCOPIO KEPLER DE LA NASA
Ilustración artística de lo que
será el mega telescopio Square
Kilometer Array (SKA). :: FUENTE: SKA
director de l’Observatori, afirma
que el mejor método de los que
conocemos hasta ahora son las
ondas electromagnéticas, un fenómeno del que hacemos uso a
diario cuando, por ejemplo, encendemos la tele o la radio. Todo
lo que nosotros vemos en nuestros
televisores lo hemos recibido previamente en las antenas que tenemos instaladas en el tejado gracias a las ondas electromagnéticas.
el router de Internet funciona
igual. este experto en radioastronomía explica que estas ondas y la
luz son lo mismo. No hay nada en
el universo que viaje más rápido
que los fotones de la luz, que en
cada segundo recorren un total de
300.000 kilómetros. “Las ondas
electromagnéticas son muy rápidas e interaccionan poco con el
medio, por lo que son el elemento perfecto para intercomunicarnos con otras civilizaciones; es
más, si se envían a una longitud de
onda adecuada, son capaces de
atravesar todo el universo”, explica el director de l’Observatori.
efectivamente: son ondas que
atraviesan sin problemas la atmósfera, tejados y paredes y apenas se diluyen. Incluso ahora mismo nosotros estamos recibiendo
ondas electromagnéticas procedentes de una distancia de 12.500
millones de años luz, casi en los
orígenes del universo. La única diferencia entre la luz emitida por
una estrella y las ondas de radio es
que la longitud de onda de la primera es muy pequeña, tan diminuta que se mide en nanómetros, mientras que la longitud de la
segunda es de algún metro.
Las ondas electromagnéticas
son el mejor modo de contactar
con otras civilizaciones puesto
que las ondas gravitacionales todavía son unas desconocidas y
los neutrinos, partículas subatómicas, son muy difíciles de manejar. es por ello por lo que búsquedas especializadas como las
que hizo hace algunas décadas el
instituto SeTI (Search for extraTerrestrial Intelligence) se realizaron mediante la luz, y es por ello
por lo que las mediciones que
efectuará el Square Kilometer
Array (SKA) también captarán las
ondas electromagnéticas. este último es una de las grandes esperanzas de todos los astrónomos
dedicados a la búsqueda de vida
extraterrestre. Se trata de un megatelescopio con más de mil estaciones que se construirá desde
2016 a 2020 entre Australia y Sudáfrica. en cada estación habrá
unas cuantas antenas de radioastronomía sensibles a diferentes
frecuencias, permitiendo una búsqueda profunda y exhaustiva de
vida o de otros fenómenos naturales.
Ahora bien, ¿cómo podremos
distinguir una señal natural de
una que la haya producido una civilización alienígena? Cuando un
radioastrónomo señala con las
antenas al cielo, sabe muy bien a
qué punto dirige los instrumentos
y qué parcela de cielo quiere estudiar porque si no lo supiera no
podría hacer bien su faena. en segundo lugar, los rangos de frecuencias que observa han de ser
muy estrechos, no vale, por ejemplo, sintonizar un ancho de banda de 50 megahercios porque es
una barbaridad, captaría tantas señales y tanto ruido que no se escucharía nada. es por ello por lo
que, por ejemplo, los receptores de
radio emiten en canales muy delgaditos de frecuencia. Nosotros no
sintonizamos en nuestras radios
de 90 a 100 mhz, sintonizamos, por
ejemplo, la 97.7. Los radioastrónomos trabajan igual. Si un canal
de radio no se escucha lo suficientemente bien porque hay mucho ruido, hay que sintonizar uno
todavía más pequeño. Pero el cielo es tan grande que, según José
Carlos Guirado, la búsqueda de
vida inteligente extraterrestre ha de
Los fotones de la luz
son la herramienta
ideal para buscar
otras civilizaciones
en la Vía Láctea
porque no hay nada
que viaje más rápido
que ellos
Luz solar y ondas
electromagnéticas
son lo mismo, la
única diferencia es
que la longitud de
onda de la primera
es diminuta,
mientras que las
ondas de radio se
miden en metros
orientarse a aquellas regiones o estrellas donde pensemos que podemos recibir respuesta. en sus
más de 20 años como investigador,
jamás ha escuchado una señal
rara, y si alguna vez así sucediera,
asegura que todo se puede explicar mediante fenómenos naturales. “Se trata de sintonizar el universo a ver si hay algo que identifiquemos como una señal artificial, que tendrá unos pulsos bien
diferenciados de los naturales”,
añade.
Kepler 22b se convirtió, en el
año 2011, en el primer exoplaneta descubierto en la zona de habitabilidad de su estrella, Kepler
22. encabeza una lista de planetas
sospechosos de albergar vida en la
que también están Kepler 62e y
Kepler 62f, mundos un poco más
grandes que la Tierra que orbitan
la estrella Kepler 62 y en los que los
estudios sugieren que podría haber océanos.
Las investigaciones llevadas a
cabo por la NASA o la Agencia espacial europea nos han permitido
saber que una de cada cinco estrellas similares al Sol en la Vía Láctea tienen planetas del tamaño de
la Tierra en la zona habitable. Los
astrónomos buscarán, durante
los próximos años, identificar si los
nuevos planetas descubiertos
cuentan con los gases atmosféricos esenciales: dióxido de carbono, vapor de agua, metano y ozono, necesarios para sustentar vida
como la terrestre. Los radioastrónomos, por su parte, continuarán
estudiando las señales que reciban
del universo. es más sencillo detectar las posibles señales de una
civilización extraterrestre que el
hecho de que seamos nosotros los
que enviemos las ondas electromagnéticas. desde que contamos
con instrumentos como la radio o
la televisión, la radiosfera, es decir, la zona de la galaxia a la que
han llegado nuestras señales, es
tan sólo un diminuto punto comparado con la Vía Láctea. durante un siglo de emisiones, sólo hemos podido llegar a aproximadamente una cincuentena de estrellas, por lo que es más rápido
detectar las ondas emitidas por
otras civilizaciones… en el caso de
que las haya.
La vida pluricelular en la Tierra
tardó miles de millones de años en
surgir, pero apareció. ¿Quién nos
dice que somos la única civilización galáctica? estamos solos hasta que se demuestre lo contrario,
pero los investigadores están convencidos de que terminarán encontrando las huellas de nuestros vecinos extraterrestres. “Puedo afirmar que, con toda seguridad, en el año 2025, y por ser
conservador, contaremos con los
instrumentos necesarios para hacer una búsqueda de vida alienígena seria. Sabemos que no vamos
a detectar nada, pero debemos de
escuchar al universo para ver si somos capaces de detectar algo”,
sentencia José Carlos Guirado.

Documentos relacionados