CIRUGIA VAGINAL EL Comité Ejecutivo del XII avo Congreso
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CIRUGIA VAGINAL EL Comité Ejecutivo del XII avo Congreso
CIRUGIA D R. M ARIANO G. VAGINAL B EDOYA H EVIA * Comité E jecutiv o del XII a vo Congreso P eruano d e Cirugía ha elegido como uno d e los temas oficiales d el C on greso, uno de los capít ulos más importantes de la cirugía ginecológica, como es l a Cirugía Vaginal. F elicito al Comité Ejecutivo p or la elecció n del te ma y agradezco la d istinción que inmerecidamente han h echo de mi persona al designarme como uno de sus relatores. En el presente r elato trataré d e exponer la experiencia adquirida en el tra nscurso d e v einte años, q ue sobre las indicaciones, contra-indicaciones y técnicas a seguir por vía vaginal me permiten eva lua rlas, haciendo para su estudio una división en dos grupos: a) el primer grupo considera las a fecciones d e los órganos externos de la vagina y dd cuello d el útero, d el mismo modo que el legrado uterino ; y b) agrupa las operaciones por Colpotomía . E L L a pobreza que sobre las indicaciones y contra indicacion es de las colpotomías hay en las obras y r evistas de la especialidad, me obligaron d esde los primeros años a un aprendizaje la rgo y m etódico, y es lo que h oy m e permite exponeros sobre lo que se debe o no hacer por esta vía. CAPÍTULO 1 LIMITES Y OPERABILIDAD POR VIA VAGINAL Las operaciones vaginales, como ya lo expresamos, comprenden dos categorías d e interven cion es: a) b) aquellas donde la vía d e abordaje no se discute, como son las operaciones sobre los órganos externos, vagina y cuello: aquellas que se practican por Colpotomía - aquí comien za el problema- donde según el caso y el operador hay una competencia entre la vía alta y la vía baja. L a discusión es en gran parte sobre las operaciones intraperiton eales, como las histerectomías simples o ensa nchadas, con o sin a n exectomía, etc. E sta discusión r ecae tam bién sobr e ciertas correccion es de malas posiciones d el útero, así como d e muchas intervenciones conservadoras. En esta segunda categoría la elección d el caso tiene una gran importancia. Un error d e ese género puede obligar a cambiar la vía operatoria en el curso de la intervención. Sin embargo, sostenemos que una colpotomía no es tan grave como una 1a paratomía exploratoria. ··· Lima , Perú. Volumen V Número 4 CIRUGIA VAGINAL 293 El error puede estar en la naturaleza patológica d e la a fección. Así ten emos que un tumor sólido de útero-fibroma puede ser operado por vía vaginal y por el contrario un tumor sólido d e ovario n ~ces ita de la laparotomía. El error pued e también - es lo más frecu ente- cons:stir en una mala a preciación de la operabilidad por vía baja. L a op erabilida d depende d e dos factores : a) b) d el estad o de las vías de abordaje; y d e la movilida d d e los órganos. L a vía d e abordaje o acceso.-La p osibilidad d e arribar a la parte a lta va gina o d ebajo d el diafragma pelviano, a los órganos de la p e lvis, depende en gran parte d el est a d o fun cional y anatómico de las partes blandas. Dilata bilid<:d .-La resist encia d el t ej ido conjuntivo y muscula r , es posible de vencer, por una a nest esia apropiada, si ~ s q u e ella es fun cional, por los instrumentos y por las incisiones a uxiliares, si ella es a n a tómi ca. En est e orden d e ideas la a nestesia general es preferible a la a n est esia local. La dilatabilidad con instrumento, se pued e efectuar fácilment e con el esp eculum o las va lvas, suprimiendo funciona lm<;nte durante cierto tiempo la acción d e los tejidos bla ndos. L a dila t abilida d d e la entrada vagin a l es más grande en aquellas muj eres que han tenido hijos que en las nulíparas. Otro, sí, es mayor la flexibilidad d e las nulíparas en actividad sexu a l que en las multíparas d e edad ava n zada , donde la involución clima t érica h a comen zado actuar. Cuando la dilatación instrumental es difícil, contamos con otros recursos, como son las insicion es a u xiliares, que permitirán un buen acc ~so. Se sab e p erfectamente que un abunda nte t ejido a diposo así com o la mala conformación pélvica, son causas d e dificultad de acceso a la p equeña pelvis, Así también la limitación d~ los m ovimientos d e la a rticulac ión coxo-femoral o su ankilosis pued e h acer imposib le la p u est a en lugar correcto de la enferma. L a movilidad de Jos órganos.-La movilidad d el ú tero d ep ende sobr e t odo d e l estado d e sus ligamentos . P or a lter ación fisiológica o p atológica d e est os elem entos, el útero p u ede est ar más o menos fij o por adher en cias, inflamacion es o procesos neoplásicos. L as int~rvenciones pueden provocar sólidas a dheren cias. E s d e fácil comprensión que las a lteracion es d e la t opografía norma l , puedan traer dificultades en el acto quirúrgico. L a movilidad d el órga no pued e est ar dificultada por ca u sas t umora les · o por el volumen propio d el órgano. L a exéresis se ve; dificultada por estas <'Ondiciones. Los tumores d e v a gina pueden jugar un rol importante muy parecido a los tumores d e útero. E s útil da rse cu enta de las cau sas d~ disminución d e la operabilidad. Algun as veces los exámen es logrados con a n est esia general, c itoscopías, radiografías, nos pued en aclarar sobre la topografía opera toria. Sin e mba rgo todos d~ 294 BEDOY A HEVIA, MARIANO G. Glnec. y Obst. Dicie mbre , 1959 esos elem -:ntos que dete rmina la operabilidad - o inoperabilidad- no t ien en un carácter absoluto, p ero relativo sí y sobr e todo individual. E s así, pues, que d el grado o del número d e estos diferentes factores depend-: la indicación d e l a vía d e abordaje. L a vía de abordaje vaginal d ebe ser bien establecida: 1) Cuando se trata d e una afección abdominal, se excluye la vía baja, p or ejemplo una apendicitis. 2) Cuando existen procesos infecciosos. 3) Cuando el diagnóstico es incierto. Preparación de la enferma.-Es muy sen cilla. L a víspera se aplica un en ema. La paciente es rasurada convenientemente. En la n och e se hace el pre-an estésico. Posición de la enferma.-La enferma d ebe de estar colocada de tal m an era que el gin-::cólogo pueda ver cómodamente el centro d e la p elvis. El niv .::1 d e los glúteos debe reposar por fuera d el borde la m esa, sino la aplicación d e las valvas poste riores será difícil. La mesa debe p ermitir una ci-:rta elevación d el plano p élvico. La posesión de Tred endelemburg es a m enudo innecesaria en cirugía vaginal. A s=ipsia y desinfección.-Es n ecesario poner todos los cuidados necesarios para evitar la infección exógena. L a forunculosis p eri-vulvar, las ulceracion es vaginales, la m etritis d el cuello, pued en ser causa suficiente para suspender una op eración vaginal. Si esto no fu'!ra posible uno puede proceder a practicar en el acto operatorio una cauterización a ntes d e la operación , si la cauterización se lleva acabo días antes d e la operación principal, es peligrosa, porque crea una cantidad d e productos d -; residuo necrosado que favorecen la infección . Un buen p rocedimi ento consiste en aislar el cu ello por medio de un collar vaginal. La h emostasía d eb e ser perfecta, para obten er un tejido sano bi-:n vascula r izado, factor que contribuye a proteger a la paciente contra la infección. El traumatismo d el peritóneo, es mínimo, ya qu-; la incisión es p equefü1, el contacto con el m edio exterior -materias infecciosas- por esta misma razón, ofrece la garantía d e que los accidentes infecciosos se v -:a n disminuídos , se d ebe ten er presente que el plano d e clivaje tamb;én favorec-: que el índice de morbilidad sea muy bajo. Instrumental.-Para la ejecución d e estas op-:raciones el instrumental d ebe ser apropiado, el instrumental no apropiado puede hacer hasta imposible la operación v aginal. Como valva para desplegar la pared vaginal posterior nos servimos d e la valva d e Sims o d e la valva de p eso d e Auvard o las valvas de D oyen. Como valva a nterior usamos la valva d e bayon eta d e Breisky. Como pinzas d e garfios usamos las pinzas d e Museux. Como pinzas h emostáticas usamos las de Ochsner curvas y rectas. Vo lumen V Número 4 CIRUGIA VAGINAL 295 L as pinzas d e Babcock, son de gran utilidad para trabajar sobre las trompas y uréteres. Así como los separadores laterales d e vagina . Pinzas d e Heaney , para las histerectomías vaginales. Pinzas pequeñas d e Kocher. P orta-agujas. Aguja d e D eschamps curva roma. Pinzas de disección. Tij eras curvas largas d e Still, tijera r ect a. Para disecar los colgajos vaginales, así como para tratar los pequeños quistes ováricos, nos servimos de un bisturí recto m ediano. P ara coger el cuerpo uterino, utilizamos pequeñas erinas, que d -::spué::> son reemplazadas por puntos tractores de hilo. P ara drena r el D ouglas, utilizamos un tubo d e goma delgado. El material d e sutura que empleamos, es el catgut y en a lgunos casos la seda o el hilo. Anestesia.-En c;rugía vaginal empleamos todos los métodos conocidos. ÜPERACIONES SOBRE LOS ORGANOS EXTERNOS Las intervenciones sobre los órganos externos y la vagina, se encuentran bien descritas en los númerosos tratados d e la especialidad. Trataré de hacer una síntesis de este capítulo. Desgarros del perineo.-Los autores (1) (6) (9) (10) (11) (12) (33) (35) están d e acuerdo en que los d esgarros observados durante el parto deb':!n ser tratados en el mismo acto, así como los adquiridos por accidentes recientes Los d esgarro a ntiguos simples son tratados por colpo-p':!rineorrafía L a técnicq es la siguiente: A) Incisión sobre el borde mucocutáneo (Fig. 1-A); B ) Se diseca un colga jo de mucosa y se extirpa ésta en forma de V invertid a (Fig. 1-B) ; C) Se colocan tres puntos d e ca tgut O ó 1 crómico inter-::sando los elevadores del a no, luego se aproximan éstos (Fig. 1-C) ; D) L a mucosa es cierra con catgut simple así como la piel d el perineo, con lo que se termina la operación. Cuando el desgarro interesa el esfínter y ta bique recto vaginal, el procedimiento más recom endado y que aconsejamos es el d e Lawson-Tait. Cuando la lesión es mínima preferimos la técnica d e K elly-W a rren. E s importante saber escoger el momento para efectuar la cura quirúrgica d e estas lesiones, pensamos como todos los autores que el ti empo prudencial es d e seis meses o más d espués d el parto. E sto es suEciente para q ue todos los tejidos r etornen a la normalidad, lo que propor ciona un margen d e buen pronóstico, ya que la operación será ejecuta da con mayores probabilidades d e éxito. L a técni ca d e Lawson -Tait, comprende, la reparación d ':!I tabique, la unión de los cabos d el esfínter y la r econstrucción d el p erineo. Esta intervención r equiere cuidados especial':!s, pre-opera torios, d estinados ::i la evacuación d el r ecto, limpieza de l~ vagina. El ideal es intervenir en las m ejores condiciones de limpieza. T écnica.-Trazado d ':! la incisión (Fig. 2) .-Se efectúa con un bisturí 296 BEDOY A HEVIA, MARIANO G. Glncc. y Obst Dlc lemb:e. 195!> el d esdoblamiento r ecto vagin al, teniendo cuidado d el recto, (Fig. 3). Luego el corte de la piel se p rofundiza en las partes laterales hasta expon':!r los planos muscula res y separa las paredes laterales del recto. En la sigu ient':! Fig. 4, se ve que se ha .suturado el d esgarro del recto, evitando de perforar la mucosa, estos puntos son en U y con crómico O. Al afrontar los puntos se invierte la mucosa h acia la luz d el recto. Luego tomamos los cabos del esfínter y con un catgu t crómico fino se les une en la línea media. Inmediatamente se p roced e (Fig. 5) a reparar los elevadores, suturándolos a la línea media. Los tiempos sigu ientes son corno los d e una colpoperineorrafía. Volumen V Número 4 CIRUGIA VAGINAL 297 L a técnica de Warren-Kelly.-En la Fig. 6, observamos el trazo d e la incisión; en Ja Fig. 7, se desdobla la pared vaginal en el t abiqu e recto vaginal; en la Fig. 8 vemos cómo una pinza d e Kocher se le orienta hacia el cabo retraído del esfínter, y haciendo presa de él, S'! le exterioriza ; los cabos son exteriorizados (Fig. 9) y con catgut cromado bien fino se les une entre sí por delante del recto, r'!construyendo el anillo anal; posteriormente se aproximan con puntos d e catgut cromado 1 ó 2 las fibras d el elevador, iniciando también la sutura d e la mucosa vaginal (Fig. 10) hasta el v érti ce d el colgajo. Glándula d e Bartholino.-L os ginecólogos (1) (18) (33) , recomiendan practicar una incisión ampiia, cuando el absceso no se abre espontáneam'!nte. 298 BEDOY A HEVIA, MARIANO G. Ginec . y Obn. Dlclemb,.e . 1959 Cua ndo la glándula se tra nsforma en foco crónico de pus y se inflama frecu entemente, su extirpación total está indicada. L os quistes d e la glándula que por su situación y volumen provoéan una serie de molestias, el tra tamiento quirúrgico es lo ind:cad o. La técni ca es la siguiente: Fig. 11-A.-Sutura d e los labios menores a la piel. Se traza una línea d e incisión muco-cutánea bastante la rga, de ta l forma que cubra todo el tumor. Se procede a la dis-::cción d e la piel y mucosa , (Fig. 11-B) , h asta lograr aisla r el quiste y se colocan dos pinzas en su base, inmediatamente colocamos un catgut crómico por debajo, se corta entre las pinzas y sutura y se exti rpa el. quiste (Fig. 11 -C-D) . R ecubrimos el m uñón con puntos separados (Fig. 11 -E-F). Cerramos la reunión muco-cutánea a puntos sepa ra d os y drenamos con P enrose (Fig. 11 -G) . L eu coplasia d e la V ulva.-Son l esiones que está n catalogad as por los autor es (1) (2) (33) (36), como estados pre- canc-::rosos. La vulvectomía está indicada cuando la lesión está localizada. S e procede como en la ( Fig. 12-A) a trazar dos líneas de incisión. L a in cisión mayor d ebe estar por fuera -1 cm. Volumen V Número 4 CIRUGIA VAGINAL 299 apr oximadamente- del área leu coplásica. Otra incisión interna se sitúa en los labios m en ores, iniciándose a 0.5 cm. p or encima d el m eato uretral. Extirpad a la zona, d eb e reunirse con puntos subcutá neos y se proced e luego a a proximar la mucosa y piel con pun tos separ ados d e crin o hilo (Fig. 12-B). Cua ndo los s;gnos d e prolife ración son evidentes y hay presencia d e ganglios inguinales, la exéresis será más amplia, procediéndose a practicar u na vulvectomía radical. Epitelioma de ia v ulva.-Los autores de gran exp erien cia como T aussig, Stoeck el y otros, recomienda n la cirugía , siempre y cuan do las condiciones de las enfermas lo p ermita. Se entien de que esta cirugía d ebe ser ·tom ada en toda su amplitud, con el concepto d e la moderna cirugía antican cercsa, es d ecir ext irpación d el tumor y ganglios regionales en un solo b lock. Otros autores recomienda n asociar la técnica quirúrgica a la radioterapia co mplemen taria. 300 BEDOY A HEVIA, MARIANO G. Glnec. y Ob s~. Diciembre, 1959 L as operaciones económicas, están indicadas para aquellas pacientes de edad avanzada o que presentan graves taras. Se distinguen varias técnicas como son: A) La operac;ón de Ruprecht, que no es otra cosa que practicar unq vulvectomía total asociada a la extirpación de los ganglios linfáticos superficiales y profundos de ambas ingles. B) L a operación de Ruprecht-Basset, que además extirpa los ganglios retrocrurales, previa apertura d el espacio subperitoneal a través del canal inguinal. C) L a operación de Ruprecht-Kehrer, que además comprende la exéresis d e los ganglios ilíacos externos e internos y obturadores, p ero la vía es la misma que la anterior es decir extraperitoneal. D) L a operación de Ruprecht-Stoeckel, que consiste en hacer el vaciamiento ganglionar por vía transperitoneal. El Fibroma, Lipoma y el Hídroadenoma de la vulva, tienen en la es·cisión quirúrgica su indicación precisa. Papiloma de la vulva.-EI tratamiento de las lesion es pequeñas se hace por fulguración. Los d e gran crecimiento son destruídos por el electro-bisturí o por vulvectomía simple. Los autores (33-36) no recomiendan extirparlos durante la gestación, debido a la gran circula ción existente en este período, volviéndolos peligrosos durante el acto quirúrgico. Vulvitis hipertrófica crónica.-Te Linde (33) recomienda la vulvectomía parcial o total según el grado de extensión de la lesión. Himen imperfor ado.-Greenhill (18) , T e Linde (33) , Weber (36) y otros investigadores señalan que el tratamiento varía según la edad. Si es a ntes de la pubertad, debe extirparse la membrana himneal, suturando los bordes con catgut crómico fino (Figs. B-A y B -C). Si es después el tratamiento debe plantearse con cautela. L a técnica , es incisión crucial, extirpación de los cu a·· drantes restantes y sutura d e sus bordes. L a paciente debe p ermanecer en posesión de Fowler. Atresia de la Vagina.-Te Linde (33) recomienda como tratamiento d e la aglutinación de los labios, el cierre de la vagina, a sí como la oclusión d el meato, la separación por maniobras manuales, seguida de baños y aplicación de vaselina en la zon a denudada, hasta que se observe la recuperación total. En algunas pacientes que han sufrido después d e un parto una reparación perineal excesiva o que sufren de dispareunia, el tratamiento indicado es la operación de perineo-plastía- para cura de la estrechez del orificio vaginal (fig. 14 A . B-C-D). TUMORES DE LA VAGINA Quistes y Fibromas.-Su exeresis es lo recomendado. Carcinoma de la Vagina.-EI tratamiento deja mucho que desear. La Volumen V Numero 4 CIRUGIA VAGINAL 301 técnica quirúrgica consiste en la remoción total del órgano y los órganos a nexos, así como el vaciamiento ganglionar. Los resultadso son malos. Los a utores (2) , (11) , (1 2) , (1 7) , (20), ( 27 ) , (31) , (33) , (35) prefieren la r adioterapia, nosotros pensamos d e la misma m a n era. AFECCIONES QUIRU RGICAS DE LA URETRA, L a carúncula uretral.-Es tratada por fulguración cu a ndo es p equeñ a o extirpada con el electro-bisturi . Quistes de /os conductos de Skene y quistes sub-uretrales.-La mejor conducta es la extirpación. Divertículo de la uretra .-La extirpación completa de la pared y cierre d el d efrcto producido en la uretra es lo recomendado. Prolapso uretral .-Lo esencia l d e esta cirugía es rep a rar el sop orte d e la uretra, con el empleo adecuado d e la fascia pubo-vesco -cervical. s ~ t ra ta u n a incisión en losange o lineal d e unos cuantos centímetros d e longitud, extendiéndose d esde el m eato h acia atrás, luego se proced e a colocar puntos en U para efectuar el plegamiento, posteriormente se aplican una segunda fila d e p untos a tra vés d e la fascia y los bordes libres son suturados con catgut simple. Carcinoma d e la uretra.-El tra tamiento quirúrgico d ep ende d e la sensibilida d d el tumor. Ahumada (2) y T e Linde (33) recomienda n en los casos d e inicio hacer la extirpación de la uretra vaginal y cu ello vesical, con t ra ns · pla nte bilateral d e los uréteres en el colon. En los casos d e que el p roceso sea más extenso , la cistectomía tota l, uretrectomía, t ranspla nte d e los uréteres y vaciamiento ganglionar es lo indicado ; pudiendo efectuars~ esta inter vención en uno o dos ti empos. LAS OPERACIONES PARA AMPLIAR TEMPORALMEN T E LA VIA DE ACCESO VAGINAL L a dilatación instrumenta l n o es suficiente para crear un acceso a las partes a ltas d e la v agina y d e la p ~ lvi s. Por esta r azón la a b ertura a m p li:.i d el introito vulvo va ginal m~diant e la incisión vagino -perineal y la sección p a rcia l d el elevador d el ano según la técnica d e S chucha rdt, es un recurso indisp ensa ble p a ra lograr un fáci1 a cceso y p oder opera r con tra nquilid ad . La ep isioto mía , se emplea en los casos d e gran n ~cesid a d . Los a u tores ( 1) , (18) , ( 20) , ( 25) , (28) , (31) , ( 36-3 7) , están d e acu erdo en practicar la incisión sobre el la do izquierdo, salvo que la localización de la lesión sea sobre a l lado d er echo. T a mbién pued e pra ctica rse una d oble incisión, proced imiento poco recomendable. Otros son p a rtida rios d e practica rla en la línea media. El corte inter esa la pa r~d vaginal, la piel d el perine y los p lanos su bya centes. D e las dos variantes la episiotomía media na es menos sangra nte y más estét ica; Ja la t eral es más sangrante la sección d e los tejidos se h ace d ':! una fo rma asimétrica. lo que d etermina rá una sutura posterior irregula r . D e otra p a rte la ep isiotomía la teral, tiene la venta j a d~ n o tener límites, en caso de n ecesid ad , es p osible transforma rla en una gra n incisión v a g;no-p erineal. 302 BEDOY A HEVIA, MARIANO G . Glnec. y Obst. Dlc l"?:-.1bre. 1959 L a técnica es la siguiente: Observ a mos en la fig. 5-A que la incisión es m ediolateral, que interesa la vagina y pi~l d el p erine, consegu:da la a m p liasión, debem os h acer luego una buena h emostasia; luego aplicamos los puntos pan:i el afrontamiento d e los planos profundos (fig. 5-B) y ter minamos la op era· ción con el afronta miento d e la mucosa vaginal y piel peri neal (fig. 15-C y D ). En ciertos casos pueden llevarse a cabo a lgunas in cisiones a u xilia res d e diferente orientación según las necesidad es d el caso en particular. Así t en emos las incision es latera les del fondo d e saco vagin al, indicadas por H a lban, en d curso de una Histerectomía ampliada. Nosotros la recom "!ndamos en el caso d e que exista una despropor ción entre el caEbre de la vagina y el tumor '.\ exteriorizar. P ara la ej ecu ción de op ~raciones difíciles, está recomendada la gran in cisión para vaginal d e Schuchardt. Consist e en practicar una incis:ón lateral profunda (fig. 16). Inmediatamente se continua con la sección d el plano m edio del p eríneo y del el~vador (fig. 17). debe evitarse la herida d el recto en el curso de la operación: el último tiempo consist e en la sutura de los h aces del elevador como se aprecia en la fig. 18 y la sutura d e la vagina y piel del per ín eo. La incisión d e Schuchardt crea un gran campo operatorio. Staude y Stoeck el, recomendaron un corte a cada lado, con lo que los autores aumentan el índice d e operabilidad hasta un 72 %. Schauta y Amreich , son partidarios de un solo corte. Nosotros somos partidarios d e un solo corte. OPERACIONES PARA CREAR UNA V AGINA ARTIFICIAL Si la a usencia d e vagina corresponde a una mujer casada la for mación d e una vagina artificial está indicada ; p ero si la paciente que consulta es una niña o adulta que no tien"! r elaciones sexuales, la operación carece d e objeto, <'alvo que existan indicacion es p recisas. Otro caso es el d e la mujer en tranc ~ de matrimonio, a ella d ebe hacer cele conocer el alcance d e la intervención y sus resultados y contar con su consentimiento. Existen muchos casos d e hipoplasia vaginal y que por acción r eiterad a del coito, el infundibulo se transforma en una vagina más o m "!nos n ormal. L os autores ( 17) , (18) , (33) , (36) recomienda n de manera especia l, que a ntes d e proceder a una intervención quirúrgica, se investigu"! el apa rato u ri nario, ya que es frecuente en contra r alte rac:on es congénitas d e dicho tracto. La elección de la técnica d epende d el desarrollo a na tómico de la vulva y v agina , los métodos son los siguientes: a) el método incruento de Frank, que está indicado e n los casos d e hipoplasia p oco a'centuada y que se d eja distender fácilmente por la presión. b) el plástico, que con siste en el d eslizamiento de los grandes y pequeños labios, la operación es la r ealización difícil. Volumen V Número 4 CIRUGIA VAGINAL 303 c) la fo~mación d e vagina a expensas de intestino delgado o grueso, PStá indicada en los casos d e a plasia muy acentuada. E stas intervenciones t ien en gra v es riesgos, provocan alta mortalidad, aunqu ~ el a utor (33) piensa que con la era antibiótica pueden mejorarse los resultados. Actualmente contamos con nuevos precedimien tos d e técnica basta n te sen cilla y d e r esultados excelentes. El m étodo d e W a rton, con siste en la d isección d el esp acio v esico rect a l 304 BEDOY A HEVIA, MARIAN O G. G lnec. y ObsL. Dicie mbre, 195!! figs. ( 14-A) y ( 14- B) y ( 19-C) en la introducción en el int-:!rior de dicho espac:o :ie un molde vaginal recubier to por un profiláctico (fig. 19-B). El molde queda insertado en la vagina por espacio de tres semanas. Luego se extrae y se continua vigi la ndo e l proceso d e epi t el ización. En muchas ocasiones e l mold e d ebe aplicarse un mes o más, hasta lograr una buena epitelización. Otras veces d ebe utili za rse solo e n parte del día. El coito se r eanuda, solo cuando la epiteli zación sea total , generalmente a partir d e los dos o tres meses. Otro M ét odo es el d e M e Indoe, que es igual que el a nterior, pero Volu men V Número 4 305 CIRUGIA VAGINAL con el agregado adicional d e ha cer un injerto d e piel ob tenido d e la piel d el muslo, el injerto es mantenido en la vagina creada, media nt".! un molde. Lo-s ºc uidados son los mismos que p a ra la operación anterior. Los resulta dos son excelentes p a ra estas dos op eraciones, obt-::niéndose gen era lmente una va gina d e calibre y profundidad n orma l. CAPITULO l l LAS OPERACIONS SOBRE EL CUELLO UTERINO. E L CURETAJE GINECOLÓGICO BIOPSIA El dia gnóstico diferencial entre una a fección b enigna y una a fección m aligna d el cu ello es d e gran importancia y por lo tanto es preferible h acer una biopsia cien veces a ntes que omitirla una sola v ez en caso d e cáncer . L a biopsia pued e h acer se con un instrumento esp ecia l, como la p inza d e F a ure, o la pinza d e G aylor, ta mbién es p osible usar el bisturí o la tij era. La conización d el cérvix, la indicamos c u a ndo existe una gra n lesión, ya utili -· za ndo el bisturí d e Ay re o el electro-bisturí. POLIPOS Y MIOMAS PEDICULADOS DEL CUELLO Los polipos y otros tumo res b enignos d '::l cuello se trata n, por torsión, con una tij era o con una cureta . G en eralmente recomenda mos el curetaje d el c u erpo p a r a suprimer otros pólipos que pued a n existir. La extirpac:ón d e un p ólipo rutina riamente va seguida d e cauterización. El estudio histopa tológico es d e rutina. E STENOSIS DEL CUELLO U TERINO. - OPERACIONES P ARA DILAT AR EL CUELLO L as operaciones p a r a dilata r el cu ello son : La dilatación, que es el primer acto d e un cu retaj e y luego t en emos la ;li!a tación p ermanente d el cu ello por m edio d e tubos o instrumentos m etálicos, como el ta llo d e lriba rne, cuya técnica d e a plicación es la siguiente: Se dilat:i el cuello, p osteriormente se secciona el cu ello en las dos .comisuras la tera les, inm edia ta m ente se introduce el tubo en el cana l, fij á ndolo con puntos d e sed a R cad a uno d e los la bios (ver fig. 20). El tubo d ebe quedar a plicado 8 ó 10 días y la operación d eb e ej ecuta r se la sem a n a siguiente d e la m enstruación . Otros m étodos son el procedimiento d e Duoay o el d e Bunster. La discisión bila teral d el cuello, ha sido aba ndona d a p or los m alos resulta dos. La estom aplastía d e Pozzi .-Es una operación sen cilla y excelente p ara combatir la est erilida d y dismen orrea. La operación tiene por objeto ensan ch a r el cu ello. La técnica , es en la siguiente forma: a ) sección d e a mbas com isuras (fig. 21-A en fig. 21-B) v em os como se reseca l as cuñas ; en (fig. 21-C) a precia mos el a fronta miento d e las mucosas endo y exocervical y en la (fig. 21-D) la operación termina da. 306 BEDOY A HEVIA, M ARIANO G. Ginec. y Obs~ Diciembre, 1959 En la esten osis del trayecto cervical por acodadura pronunciada del can al, en l? anteflexión cérvico corporal, la insición del labio posterior, cervicotomía posterior- es una operación simple y eficaz para h acer desaparecer la esterilidad, la dismenorrea y la frigidez (fig. 22-A-B -C -D) . D esgarradura del cuello.-Los d esgarros p ost -partun, las lesiones postcesárea vaginal o histerotomía por inversión son causa de debilitamiento d ~l segmento inferior del útero y por lo tanto motivo de abortos d e repetic:ón. Así también observamos la frecuencia de extropión. E ste conjunto de lesiones hacen n ecesaria la t raquelorrafia, es decir la resección parcial de las superficies cruentas granulosas y su sutura con lo que se consigu e regula rizar la forma d el cuello. L a técnica que sigu en los a utores (1) , (11), (12), ( 17) , (36) , la expon emos a continuación: En la fig. 23-A se procede al a vivamiento de los bordes desgarrados, r esecando la superficie mucosa y cicatriza!. En la fig. 23-B se ve como se colocan los puntos para adosar las sup erficies avivadas, y en (fig. 23 C y O) se apr ecia la operación terminada. OBSERVACIONES SOBRE EL TRATAMIENTO DE LA CERVlCITIS CRONICA Los ginecólogos como Greenh ill ( 18), Te Linde (33) y otros destacados especialistas recomiendan los siguientes procedimientos para el tratamiento d e las cervicitis crónicas: A) la cauterización del cuello, que es el método más simple y práctico, nosotros som os partidarios de practicar previamente una d ilatación suave d el cuello antes d e proceder a la cauterización. L os q u istes d e Naboth los tratamos por puntura. B) ot ro método es el de la con ización , n osotros par ticula rmente estima mos recomendar a los especialistas y manera muy esp ecial a nuestras pacien . tes u·n control p eriódico, practicándoles dilataciones d e tiempo en tiempo, para evitar la estenosis. C) la amputación d el cu ello, esta intervención Ja justificamos en los rasos de encontrarnos con una cervicitis crónica d e aspecto tumora l, o asociada a una hipertrofia o a una elongación del cu ello , o cuando las lesion es cervicales no ceden a los t ratamientos electro--quirúrgicos. L as operaciones que se pueden practicar en estos casos, son: La amputación baja del cuello o la amputación alta ; otro procedimiento es el Stundendorf o la operacjón de Schroed er , esta última tiene su indicación para los casos d e labio a nterior hipertrofiado. EL CURETAJE GINECOLOGICO Operación de gran frecuencia, sencilla y sin peligros; pero que puede practicarse incorrectamente. La falta d e asepsia será causa de graves comp licacion es. Volumen V Núm ero 4 CIRUGIA VAGINAL 307 E l legrado pued e ser d el conducto cervical, con el obj eto d e d esca rtar una lesión n eoplási ca d e él o del muñom cervical. Cuando el legra do es d el cuerpo, Jos fines que se pued en investigar son múltiples, a si ten emos , que estudiando la mucosa extraida , se pued e evalua r una hemorragia uterina, d escarta ndo un cáncer; si la h emorragia es funcional el curetaje servirá p a ra establecer el tra ta miento ; si d esea mos estudiar un caso d e esterilidad el legrado nos permitirá esta blecer el grado d e insuficien cia ovárica . El legrado pui::de ser también ter a p éutico, así es en los casos d e h e morragias funcionales. Las lesiones accidentales en el curso d e un legrado, pued en presentarse por falta de examen. L a p erforación se d escubre p or la falta de r esistencia, 308 BEDOY A HEVIA, MARIANO G. Glnec. y Obst . Diciembre. !959 a l histerómetro o a la cuchara. Si sucede una perforación la con ducta varía rle acu erdo a l grado de ella, esta, puede ser d e expectativa, com batiendo la infección o evita ndo la h emorragia. Otros casos son las perforaciones en úteros grávidos donde las indicaciones están marcadas por los siguientes datos: a) que la perforación se ha producido en el transcurso de un aborto terapéutico; b) que la perforación se ha producido al completar un aborto incompleto; c) que la perforación se h a producid o por un abortista, etc. Si la perforación es en cuello a nterior, esta debe suturar se inmediatam ente; si a esta p erforación se acompaña lesión vesical, esta debe suturarse; cuando la lesión interesa el cuello en su parte posterior, esta lesión d ebe abordarse por fondo d e saco posterior y suturárla. Cuando tal lesión interesa el cu erpo uterino, la conducta varía con las diferentes escu elas, nosotros creemos que la terapéutica debe ser urgente, es decir aborda r a la paciente por v ía abdominal y tratar de reparar la lesión, ya sea por medio de una histerectomía o por m edio de una simple sutura. LAS VIAS DE ABORDAJE DE LA CAVIDAD PERITONEAL S e llega a la cavidad peritoneal por colpotomia anterior o posteri01-. Estas operacion es se practican corr ientemente como intervenciones que tienen por objeto evacuar coleccion es purulentas intrap eriton eales, que se en cuentran comúnmente detrás del útero. L a apertura d e la cavidad abdominal por colpotomía es un acto d e gran importancia quirúrgica en el curso de una histerectomía o de operaciones 'conservadoras. L os v.aginalistas (4), (6) , (9), (10), (14) , (16) , (17), (18), (19) , (24) , (25), (30), (32), (36) , ((37) y nosotros podemos decir sin exageración que las colpotomía son la base técnica de las oper acion es intraperitoneales por vfa baja. El acceso a través de la vía posterior es fácil y rápido, el acceso por vía anter ior escasamente demanda a lgunos minutos más ; p ero d eb emos t en er presente que los p eligros sinembargo pueden ser considerables y las dificultades ser d e tal naturaleza que se prohiba el acceso por tal vía. Colpotomía anterior.-Con incisión lon gitudin al o transversal de la pared anterior d e la vagina , procedemos a disecar buenos colgajos vaginales la terales (fig. 24-A-B); luego se procede a separar la vejiga de la vagina por disección con tijeras (fig. 25) , recomendamos hacerlo con este instrumento, ya que con la gasa o el d ed o se cor re el peligro de herir la v ejiga. Lqs tractor:; conjuntivos deben ser seccion ad os de tal forma que no estén ni próximos ni lejos del cuello. Si lo hacemos cer ca del cuello, corremos el peligro de que se corra la plica p eritoneal, con lo que se caerá en la cara anterior del útero. Si seccionamos lejos d el útero, corr emos el peligro de herir la vejiga. T ermin ada la disección d e los pliegues conjuntivos, la disección debe continuar se Volumen V Número 4 CIRUGIA VAGINAL 309 en forma suave separando la v ejiga d el c uello, dándose cu enta que uno sobrepasa el cuello , mostrándose la p lica vesico uterina y la cara anterior del cuerpo u terino (fig. 26). En la siguiente fig. 27 , v em os como se levanta la plica y a brimos est a d e un tijeretazo en forma transversal. Algunas veces podemos en contrarnos con una p lica muy alta , que para poder dominarla exist e un truco, que consist e en toma r el cu ello en forma escalonada con pinzas d e garfios, luego se procede a introduc;r el cu ello, h aci'l Ja bóveda vaginal post erior, con lo que se consigue bajar a un más el útero, y abordar la p lica (fig. 28). 310 BEDOYA HEVIA, MARIANO G . Gln ec. y Obst. Dic iembre , 1959 El cierre d e la plica se h ace com o en la (fig. 29) y el d e la vagina como está representa d o en la (fig. 30). L as difi culta des d e la colpoceliotomía a nterior , está d ad a p or la accesibilida d y sobre todo p or la m ovilidad d e los ór gan os q u e pued e -::sta r limita da, d ebido a procesos infla m a torios, r et racción p or a plicación d e ra dium o senilidad . En tales condicion es la tracción d el cu ello, es d e cu id ad o, l a vejiga se sep a ra p eligrosa mente. L as dificultades a umenta n cuando existen adherencias, p or op eracion es a nteriQ.res. La unión entre la v ejiga y el útero bicorne son ta mbién muy íntimas, el fo ndo de saco puede encontrarse muy alto y p rácticam ente es inaccesible. Otra dific ulta d es pued en ser a l en contra rnos con un cu ello volumin oso, o con tumores que p or más pequeños cambian la ori entación . En m uch os casos se h a observado que en el curso d e una enucl eación se a bra el peritón eo. L as ma niobras sobre la v ejiga d eb en t en erse m uy presente, d ebe tra- Volumen V Número 4 C IRUGIA VAGINAL 311 ta rse con delicadeza éste órga n o. Si la p a red musc ular de este ó rga no es lesiona d o y se ve a p a recer la mucosa forma ndo h ernia, estas lesion es d eb'!n ser tratadas. p orqu e las consecu en cias pueden ser graves, como la creación d e fístulas. L a ~xteriorización d el útero por colpoceliotom ía a nter ior , se h ace p ara •;erificar e l estad o d e l ó rga no y de su s a n exos. E s impo rta nte que la abert ura d el p erit ó neo sea amplia para q u e p ermit a la exte riorización y reposición d el órga no . En o tros casos la dificultad se solucion a, aplica ndo la va lva entre el ú tero y v ejiga, luego el útero es tomad o alterna ti va m en te con p in zas, p ero en ot ros casos el volumen no per mite su ext erio rización , en estos casos se le t om a p or los á ngulos y se le tra t a de sacar por 1os costad os. Dura nte estas maniobras es con ven iente rechaza r el cuello hacia atrás con lo q ue se con sigu e vascula r e l órgano. Tra t a r d e ext e riori zar el cu erp o , tirándolo a l mi sm o t iem po q u e se tira el cu ello es una m a ni obra a b ~ urda. S i exist en a dher~ncias detrás d el ú tero. d ebem os li bera rlas poco a poco. P or colpoceh otomía a nterior , t endrem os a la man o el ú tero, para practicar todas las op e racion es conservad oras o d e corrección del órga no. L os anexos son t a mbi én p osible d e tra ta rlos c ua ndo ellos son d e t a m a ñ o normal y m óvi ks. Las mani obras deben practicarse con suma delicad eza. Cua ndo el útero es dem asiad o gra n de, es p r eferible p rimero sacar los a nexos. a est e propósito se desplaza el útero latera lmente. L a '!xteriorización de la t rompa está in dica d a en casi la t ot alida d de las op eracion es con servadoras a fin d e p od er exa mina r est e órgan o, para confirma r un examen d e histerosalp ingogra fía ó aprecia r una lesión propia d e ella . El exa m en d el ovario por el t acto di rect o a m enudo es suficiente. En a lgunas o p ortun id ad €s n os encontra rem os con a dh ~r en c i as q u e d ificulta n las exploraciones a n teriores, en estos casos d ebem os tratar de d esprender con m a n iobras m a nua les, con lo que obtendremos u na buena movilid ad . Si las adh eren cias son m uy sólidas, de su ert e q u~ d ificulta n la ext eriori zación de los a n exos, d ebem os t o m a r una d ecisió n , o p ractica r una h ist erectom ía total o aban don a r la operac ió n por v ía baja. E n est e úl timo caso, la colpoceliot om ía n o ha tenido m ás q ue un fi n . e l d e s~ r un m étod o de exploración . Algu nos a u tores (3 0-37 ) considera n n ecesario el dren a je, ya que las lesion es de los a nexos o de la par ed expon '!n a la enferma d el peligro d e ret en er una infección . Colpocelio tomia post er io r , está in dicada con fi nes d iagnósticos o con fin es d e drena je. E Rtre un a va lva p ost erior corta y un a p in za para cuello colocada sobre el la bio post erior . se p on e en t ensión la p a red vagina l p ost er ior. C on un corte tra n sversal, ( ti jera y bisturí) se a b re la cavi dad peritoneal ( fig. 3 1) , se tom a el p erit ón eo y se fi ja m edia n t '! un p u n to de reparo posterio r . La colpocelioto mía, t a mbién ofrece su s dific ultad es, especialmente c u a nrlo existen adh eren cias, que como es fáci l compren der son más frecuentes qu~ en la región a nterior . En ta les con d icion es es p rudente abrir con cuidado el 312 BEDOY A HEVIA, MARIANO G. G!nec . y Obst. Diciembre, 1959 Douglas. D ebe tenerse presente siempre el recto, que en cualquier descuido puede p erforarse con cualquir ma niobra. Cualquiera accidente d e esta naturaleza debe ser r ep arado inmediata m ente. L a técnica d e exteriorización d el útero y a n exos es igua l que por colpoceliotomía anterior. L a exploración se r ealiza en forma bastante fácil. Indicaciones.-En caso d e dificultad es idénticas para ambas colpocelio tomías, es la a nterior la que tiene la preferencia, ya que normalmente el c u erpo uterino tiene una situación a nterior, el acceso a los anexos es más fáci l por ctelante, no n ecesitándose d e gran tracción sobre los ligamentos infundíbulos pelvianos y redondos. Se comprende que la exteriorización d el útero y a nexos, no es más que una acen tuación m ás pronunciada de la situación n orma l, mientras que por colpoceliotomía posterior, se obliga a vascular a l ó rgano más o menos unos 360 grados. Por consecuencia las operacion es conservadoras de las trompas son m ás factibles de h acerse por vía anterior así como para las correcciones d e las retrodesviaciones. Pero existen un buen número de indicaciones, donde la colpoceliotomía posterior es preferible; los quistes, donde el polo inferior se toca perfectamente por el Douglas o los fibromas su b-serosas situados en el D ouglas. Una d e las indicacion es más precisas son las grandes colecciones purul entas y los abcesos del Douglas que d emandan su evacuación . D espués d e una punción positiva, n o queda m ás q u e dila tar la abertun y colocar una sonda en T para hacer un buen drenaje. Si en lugar de obtener pus, se obtiene sangre a l h acer la punción, inmediatamente se debe pensar en un embarazo ectópico y se proced erá a practicar una laparatomía inmedia1:a o continuar por colpoceliotomía, haciendo la exeresis de la trompa enferma. ÜPERACIONES CONSERVADORAS SOBRE EL UTERO Histerotomía mediana.-E sta técnica que en Obstetrícia se llama "Cesa rea vaginal" en cu entra ciertas indicaciones en Ginecología. L a insición m edia n a no expone a ningun a o poca p é rdida de sangre, como es el caso de las in sicion es la t erales, es el mejor procedimiento para procurarse el acceso rápido y amplio a la cavid ad ute rina. Se pued e practicar una histerotomía a nterior o posterior o las dos a la v ez. La técnica preconizada y aceptada por los autores ( 17) , ( 18, (36) y otros es sen cilla y se proced e como para practicar una colpotomía sin abrir el peritóneo, enseguida sobre dos pinzas de Museu x que tiran sobre el cu ello , se incinde la p a r ed de éste sobre la línea media (fig. 32) , la incisión puede amp liarse más alto y así sucesi~am~nte llegar h asta la cavidad. E xt raído el tumor, se r econstruye exactamente el c u ello, p asando hilos sin interesar la mucosa (fig. 33). La posterior se h ace de la misma ma nera. L a miomectomía intra uterina por enucleación t ien e su indicación precisa, principalmente el factor edad es d ecisivo así como otros elementos d e juicio. L os tumores sub-serosos son accesibles por colpotomía y p ueden ser objeto d e enucleación por vía b a ja. Volumen V Número 4 CIRUGIA VAGINAL 313 Cuando el mioma submucoso es muy grande y difícil de extirparlo, la episiotomía o la insición para-vaginal, así como también con el recurso del "morcellem ent" se consigue reducir el tamaño, localizar el p edículo y extirpar el tumor en su totalidad. La hemorragia se controla con suturas temporales. Histerectomía sub-total.-S'! pued e considerar como operación de cirugía conservadora por el h ech o d e conservar la arquitectura a n atómica del fondo vaginal y porque en algunas de estas operaciones s-:: pued e conservar la función menstrual ; como la operación fúndica y la miometrectomía (5) , (6), (8) , (29). 314 BEDOY A HEVIA, MARIANO G. OPERACIONES SOBRE LOS ANEXOS SIN Gin ec. y Obst. Diciembre, 1959 HISTERECTOMIA Si la movilización d e los anexos se practica con facilidad la exceresis será muy simple. En la (fig. 34) , v emos como se exterioriza el anexo izquierdo, se coloca una pinza en ligamento infundíbulo p elvia n o ( l. i. p) y otra sobre la trompa (t) y e l lig. propio d el ovario ( 1. p . o .). Si por el contrario d esea m os conservar el ovario, sólo coloca remos la pinza d el l. i. p., resp etando la circulación a l ovario y otras pinzas colocaremos en el m eso-salpin x y una t ercera pinza en la inserción uterina de la trompa. Si se trata d e la extirpación d e un quiste d e ovario, es recom endable tener presente, que el éxito quedara supeditado a la selección d e los ca sos. D ebemos considerar como buenos casos, los tumores q uísticos, más ;.1 0 1os 3Ólidos, ya que es difícil poder excluir con certeza la malignidad d e estos, lo que contra-ind.ca la operación vaginal. Otro factor importante que d eb e tom arse en consideración es el t a m a ño, a unque para algunos a utores (36-37 ) el t amaño no es una contraindicación ya que la punción evacua dora p ermite su extirpa c10n. Los quistes multiloculores no tien e contra-indicación. Los quist es infectados y a pedículo torcido serán excluídos d e esta operación. Muy importan te factor es la movilidad, ya que los quistes intranligamentar:os o que presentan adheren cias no pued en ser operados, así como tampoco los incarcerados. T a mbién están excluídos los quistes d ~rmoides . Operacion es sobre la trompa.-Preconizada por ginecólogos d e prestigio como W eber (36) y W erner (37 ) est a cirugía ti en e sus indicacion es precisas. si el hidro o hematosalpinx es p equeño, con condi cion es favora bles d e la p aciente, la extirpación d d órgano será muy fáci l. Nosotros t a mbi én est a m os d e acuerdo que en ciertas condiciones favorables -factor enferma y ext en sión y grado d el proceso- se pued e r ealizar est a c;rugía, p ero si nos en contramos, sospechamos o diagn osti cam os un pio snlpinx o embarazo ectópico, preferimos actuar por vía abdomina l, estamos p u es d e acuerdo con la mayoría d e los esp ecialistas que no t odos los casos son su sceptibles d e ser op erados por vía vaginal. La técnica d e sa/pingectomía.-Previa colpoceliotomía a nterior , buscamos la trompa , recha ndo e l útero hacia el lado san o (fig. 35) y pasamos una sutura p or el p edículo d e los anexos: exter iorizada la trompa. a plicamos unas pinzas en el m esosalpinx, que lo seccionamos y colocamos unas pinzas en la trompa a ntes d e extirparla (lámina 36) ; los muñones se fij a n a l b orde de la incisión v aginal. Suturamos el p eritóneo al fondo uterino (fig. 37). L os tie mpos siguientes, son .los señalados a nteriormente p a ra el cierre de la colpoceliotomías. En los casos que sea necesario restablecer la p erm eabilidad tubari a, aconsejamos intervenir por vía alta. HISTERECTOMIA TOTALES . - VENTA] AS Y LIMITES La histerect omía vagina l es menos grav e que la histerectomía abdomin al. Volumen V Número 4 CIRUGIA VAGINAL 315 L a histerectomía vaginal, presta grandes servicios para todas aquellas enferm as con graves riesgos quirúrgicos, como las obesas y cardíacas. Algunos investigadores ( 4-7 -9- 10-13- 15- 16-1 7-22-23-26-28-3 1-34-35) afirman que la hister ectomía vaginal pued e ser practicada en todos los casos, ya que sus venta jas son grandes y que sus dificultad es técn icas n o se cuentan. L as ventajas d e la h ist erectomía vaginal sobre la a bdominal se basa en que al abrir la cavidad abdominal, l a incisión es pequeña, el peligro de shock y las molestias consecutivas a el traumatismo d ~ los intestinos se encuentran disminuídas en una gra n proporción. La falta de una sutura e;:¡ la pared nbdomina l, p ermite una m ejor respiración y movimientos activos d e la enferma, considerado como un gran factor para evitar las complicaciones respira torias y vasculares (trombosis) . Otra ventaja, aunque es la menor, es que la abertura p eriton eal -que desde ya es redu cida- si:: encuentra en el punto más bajo d e la pelvis. L o que tien e su importancia para el dren a je. El p eligro d e las periton:tis en mucho m enor, ya que solo se abre su p a rte más b a jo , sin tocar la p arte superior que es más extensa. La atonia intestinal es poco frecu ente, observando que Ja motilidar.1 intestina l se recobra con facilidad. L as pacientes pueden levantarse precozmente y volver a sus activid ad es rá pida m ente. L as p acientes prefieren y acepta n una .proposición p a ra op erarse por vía vaginal a ntes que por vía abdominal, ya que la idea de a brir el vientre les atemoriza y en forma muy p artic ular prefieren no t en er una cicatriz abdominal. L a experiencia d e los autores (13- 14- 17- 18-19 -24-25-30 -36 -37-38) y d e nosot ros (6) , nos permite m a nifesta r que la h isterectomía t otal vag:n al es má s fácil que la sub-total, d e suerte que una operación menos com p licad a obtiene ¡ esultados más seguros ya que apar te d e proporcionarnos pocas molestias, evita la cancerización d el c u ello restante. · La histerectomía v aginal en la m ayoría d i:: los casos es una operación d e ..-orta duración. Si la anestes:a genera l está contraindicada , se le puede evitar. Ella n o n ecesita de un plano declive Tredeli::m burg. La histerectomía vaginal que es una operación de fácil ejecu ción, pued e ll egar a ser una operación difícil , p or una asist ~ n cia d eficiente o t ambién d e·· berse a una mala selección d e los casos, por lo tanto es conveniente saber seleccion a rlos. P or último lal? histerectomías va ginales dan una morta lidad y m orbilidad muy baja. L a técnica operatoria vaginal tien i:: su s límites y está basada en el estado a n a tómico d e las vías de aborda je, la movilidad, consisten cia y tama ño d el órgan o. El facto r vol umen es importante, ya que un órgano de gran volumen es difícil exteriorizar, además si a esto agrega mos el s~ntido d e orientación d e las m asas tum orales, tendremos que si el eje d e orientación d e estas masas es 316 BEDOY A HEVIA, MARIANO G. Glnec. y Obst. Diciembre, 1959 transversal hará mucho más difícil la operación , que, cuando el eje es longitudinal. La consistencia tumoral, debe tenerse presente, ya que tumores, n ecrosac!os, difícilmente pueden ser extirpados intactos, io que atenta contra el buen éxito d e la operación. lndicaciones. -L as indicaciones de histerectomía vaginal son numerosa!O, estas indicaciones pueden hace rse para los siguientes procesos: Fibromas uterinos, hemorragias próximas al climaterio, la adenomiosis, el cáncer del cu er·po, el carcinoma in -situ. T ambién es una operación recomendada para los casos d e atonía post-parto y en casos de aborto séptico. Esta r ecomendado en ciertos casos de prolapso uterino o que él este asociado a lesiones concomitantes, como por ejemplo: miomas, cáncer, etc., En los casos de prolapso debe hacerse siempre una plastía anterior y posterior. Está también indicada la histerectomía vaginal en casos bien seleccionados de lesiones anexiales crónicas y tumores de ovario. Técnicas de Hisíerectomía.-Las técnicas siguen dos linea mientos clásicos para la extirpación del útero por la vía vaginal; el uno p ermite h acer la exeresis del órgano, avanzando de abajo hacia arriba, es decir abordando el útero por colpoceliotomía posterior, es en nuestro concepto y en el de la mayoría de los ginecólogos vaginalistas (17-18- 19-24-25-33-36-37-38), el método de más fácil ejecución. El otro, es el que va de arriba hacia abajo, es d ecir abordando el órgano por m edio de una colpoceliotomía anterior. Este método es un poco más complicado. La histerectomía por colpoceliotomía anterior, sigue la técnica siguiente : a) incisión circular (Fig. 38) o lineal (Fig. 24) de la vagina, con :¡>reparación de .u n manguito peri-cervical. b) D ecolamiento y luxación de la parte alta d e la vejiga con sección d e los pilares cervicales (Fig. 25). c) Celiotomía anterior (Fig. 27). d) Vers:ón anterior d el cuerpo uterino (Figs. 39-40-41). e) Comprensión con pinzas y división de la porción superior del ligamencho en el lado contrario, como se ve en la (Fig. 45). f) Ligadura de la última porción del ligam ento ancho (porción vascular) arteria uterina (Fig. 43) En la ( Fig. 44) se observa el lado izquierdo del útero totalmente desprendido. g) En el siguiente tiempo se comienza por ha cer lo mismo que se ha h echo en el lado contrario, como se v e en la (Fig. 45). h) L os cabos d e los p edículos, son pasados a nivel de las comisuras de la vagina , al ajustar estos bordes, se adosan los bordes d el peritoneo a los vag inales y se estrecha el orificio vaginal (Fig. 46). Actualmente existe la tendencia a reconstruí: las paredes vaginales. La histerectomía por colpoceliomía posterior.-El procedimiento es el siguiente: Volumen V Número 4 CIRUGIA VAGINAL 317 a ) Incision es d e las paredes vaginal es y prepar ación del m a nguito cervical como en el caso anterior (Figs. 24 y 38) . b) D ecola miento y luxación d e la v ejiga con sección de los pilares cervicales (Fig. 25). c) Celiotomía posterior, se lleva el cu ello h acia el pubis (Fig. 47 ) y se proced e a h acer el d ecolamiento d e la vagina en su parte posterior, se abre el D ouglas, y pone un punto d e reparo que fija e l perit oneo a la vagina. d) Ligadu ra y sección rie los para m etrios y ligamentos útero sacros (Fig. 48) así com o ligadura y sección d e las art erias uterina. e) P asando el dedo p or el D ouglas h acia la cavidad abdominal, repara - BEDOY A HEVIA, MARIANO G. 318 f) g) h) i) j) Glnec. y Obs~. Dic iembre. 1959 mos en el fondo del saco vésico-uterino ( Fig. 48) y de un tijeretazo lo abrimos, se repara el p eriton€0 anterior con un hilo. S e procede a la sección y ligadura de los ligamentos redondos y d e los anexos. Cumplida con esta primera parte se ti-::ne una visión de la otra mita :i (Fig. 49) de los elem entos ligamentarios y vasculares y se procede en la misma forma que en el lado opuesto. P eritonización y extraperitonización de los muñones (Fig. 50) y extirpación del p eritoneo en exceso. Colp ectomia p a rcial y disección d e las hoj as, la fascia y la mucosa va ginal, idéntico como p a ra la operación de Ri ch a rdson o de W atkins. Afrontamos los ligam~ntos redondos y trompas cabo a cabo, así como los ligamentos a nchos. P osteriormente, como se v e en la F ig. 51 , toma mos el útero sacro d e uno y otro lado con un punto de seda y lo conducimos hacia los adyacentes del arco público, es d ecir que transfor·mamos los liga mentos útero sacros '? n úte ro-púbicos, con lo que conseguimos un buen sostén que refuer zan a las r esta ntes estructuras a nátómicas, luego proced e mos a sutura r los útero sacros entre sí (Fig. 52). Volumen V Número 4 CI RUGIA VAGINAL 319 320 BEDOY A H EVI A, MARIANO G. Glnec. y Obst. Diciembre, 195!> k) El siguiente tiempo con siste en la a plicación d e p untos que interesen la fascia vaginal que a nteriormente fue disecada, y en esta forma practicar puntos de refuerzo d e las estructuras, al pasar estos p untos por los útero púbicos, esta mos h aci ';!ndo una fascio-ligamen to rafia, se practican varios puntos escalon ados, en esta forma el lech o es más sólido. 1) P osteriormente se practican puntos de la colpor rafia, que a su vez van a interesar los p lanos profundos - fascia y ligamento- evitando los esp acios muertos. Histerectomía previa amputación del cuello.-Es u n procedimiento que presta gran ayuda en los casos d e cuello grande. Previamente a la técn ica d e h 'sterectomía S';! procede a practicar la amputación del cuello, lo que permite posteriormente ejecutar la hister ectomía con éxito. H isterectomía con hemisección del útero.-Cuando el útero no puede d ~s CP.nder por causas múltiples tumores, adherencias, etc., es recomendable la hemisección d el órgano, d ividiéndolo en su pared a nterior por la línea m edia. este cortP. se continu a hacia arriba y abajo ( Fig. 52) ; luego protegid o por el d edo se corta la pared posterior terminándose en esta forma la sección d el útero (F ig. 53) ; inmediatamente se r epone ~n la cavidad una mitad d el órgano (Fig. 54); de esta manera se obtiene bastante cam po, lo que permite la extirpación de una mitad, para 'O'n seguida proceder a la extirpación d e la otra mitad. S e termina la operación como en las indicacion es a n teriores. Histerectomía por enucleación.-La técnica tiene sus indicac'. on es sobre todo en las matrices fibromatosas y como su nombre lo indica, ~ l objeto es enuclear todos los nódulos fibrosos, para disminuir el volumen tumoral y poder practicar la histerectomía. Histerectomía con fraccionamiento del tumor " Morcellement" .-El objeto es r~ ducir gradualmente el v olumen d el tumor, por fraccionamiento d e los núcleos que lo integra n - el llamad o " morcellem ent"-. Creemos que esta cirugía sólo d ebe esta r reservada a los especia listas d ~ mayor experien cia, ya que los· riesgos son enormes, se pued e d esgarrar la vejiga, los ureter es o el recto, cuando no se tiene bastante práctica. Casos especiales de histerectomía.-Ante la presencia d e útero puerperal, ele un mioma esfacelado, d e u na piometra o d e un n eoplasma del cuerpo uterin o , es fundamenta l sacar el órgan o sin que el contenido infeccioso se d -::je escapar. Por lo que r ecomendamos cerrar los orificios con suturas o pinzas para así protejer el campo operatorio. Otras veces nos pod-::mos encontrar frente a p acien tes que fueron interve. nidas por vía vaginal o abdominal y a las que les practicaron u na fijación d e útero y en las que se ha desarrollado un fibroma. L a extirpación de un útero v agino-fijado puede efectuarse por vía vaginal, recom -::ndando seguir de acuer · c!o al proceso patológico una con ducta muy cuidadosa. P uede abordarse el Volumen V Número 4 CIRUGIA VAGINAL 32 1 BEDOY A HEVIA, MARIANO G. 322 Gln ec. y O bst. Diciembre. 1959 útero por hemisección d e fo ndo a cuello o viciver sa, o también extirpa rse una parte de cu ello, todas estas variaciones de la técnica permitirán la exeresis d el órgano, qu e con técnica clásica sería imposible. Histerectomía con anexectomía.-E sta puede efectuarse en la siguient~ forma: 1) 2) 3) Puede extirparse primero el útero y después los anexos. Puede extirparse todo en un solo block. Pued e hacerse la h emisección d el útero, extirpando por mitades, esto en el caso de adh erencias, malas posiciones, útero en retroflexión con plica muy alta, o por procesos d e oclusión y adher enciales d e fondo de saco posterior. P ara practicar el primer caso, después de haber extirpado el útero, se co locan buenos separadores en la vagina para exponer ampliamente la p elvis. S e introduce un dedo en un lado da la cavidad p elviana y con él se ejerce pre~ión hacia abajo y afuera , con lo cual se llevan al campo op eratorio los a n exos. Aplicamos pinzas d e Ochsner a nivel del ligamento infundibulos pelvianos, procedemos a la sección entre dos pinzas y ligaduras, lo mismo se han'i en el lado opuesto, si es que es n ecesario la extirpación d e ambos anexos. Para efectuar la a n exectomia seguida de histerectomía en un solo block se procede a aplicar las pinzas d e Ochsner en ligamenta infundibulo p elviano, después que h a terminado la ligadura d e los ligamentos cardinales. En el grupo d e intervenciones que corresponden a la h emisección d el útero el procedimiento marchará d e ~cu erd o al tipo d e lesión que se encuentra , así realizada la hemisección , aparecen en el fondo las tumoraciones anexiales y deben extirparse con la mitad uterina corespondiente, una v ez d esp egadas las adheren cias. Se procede a aplicar las pinzas en los ligamentos infundibulos pelvianos, para luego hacerlo en los r edondos y extirpar así el órgano, ma:; ~¡ los parametrios no han sido seccionados al comienzo d e la operación se procede hacerlo con pinzas que tomen los ligamentos a nchos, parametrios y Volumen V Número 4 CIRUGIA VAGINAL 323 útero-sacros. Enseguida se procede a la sutura , para evitar que las pin za'> dificulten el tubo operatorio. T erminamos la interv en ción con la sutura d el peritoneo y la plástica vaginal. Hist erec tomía to tal por cáncer d el cuello En el momento actua l la mayoría de los ciruja nos prefieren ( 16-28-3 1-36 37) abordar las lesiones malignas por vía abdominal, p u esto que además d e '.1rinda r una rn-=jor visión, permite controlar y, extirpar los ganglios linfáticos r egionales, nosotros (6) pensamos de la misma manera. La t écnica vaginal más usada para tra tar el carcinoma de cuello es .~ ¡ procedimiento d e Schauta , y sostenernos que esta ciru gía sólo es re com ~ndabl e para: casos m u y incipientes, enfermas con serias contraind icaciones - (gordu ra, trastornos cardio vasculares, renales, et c.) - o pacient -= en q u e la lesión ma ligna se acompaña d e un p rolapso genital. 324 BEDOYA HEVIA, MARIANO G . Glnec. y O bst. Diciembre, 195!) L a histerectomía por vía vagin al como tratamien to de los carcinomas del cu e llo, sólo d ebe ser ejecutada por el esp ecial ista , puesto que es n ecesario para realizarla, tener a mplios conocimientos de la a natomía quirúrgica, que sólo se adquiere n haciendo la práctica quirúrgica vaginal. Si el campo operatorio n o es bueno , debe conseguirse una mejor vis:ón practicando la incisión d e Schucha rt (Figs. 16- 17). S i las vegetaciones t umorales son grandes es recom endable destruirlas con el cauterio. T écnica.-S e procede a tallar u n m a ngo cervical que prote gerá la herida op eratoria, y aisla el c u ello (Fig. SS). Disección d e los colga jos vaginales, r ech azado d e la v ejiga. Abertura del D ouglas y sección d e los ligamentos útero-sacros ( F ig. S6), aplicando una pinza que tome todos los elem en tos conjuntivos, lo más próxima a la pared pélvica , con lo que debe con seguirse extir par la mayor cantidad d e parametrio. Se procede h ac':!r la sutura ligadura. E sta oper ación se repite en el lado e; puesto. El aislamiento del ureter y la ligadura de la uterina (Fig. S7) , es un tiempo importante que demanda toda la atención del cirujano. Se debe r ':!cha zar la vejiga lo más alto posible, y por tracciones opuestas, se pone en ev idencia en las part es laterales, los ligamentos vésico-uterin os, dentro de ellos se encu entran los uréteres. E stos liga m entos d eben ser cort ados, con bastante precau ción hasta llegar a los uréteres, que son fácilmente recon ocibles. Conse-· guido esto la vejiga es rech azad a ampliamen t e acompañada de los uréteres. Con una valva que r echaza estos ú ltimos órganos, exponemos per fectament':! la a rteria uterina, que es ligada y seccionada. L a sutura y ligadura de los elem entos q u e corresponden a l íigamento lateral de M ackenrodt, d eb e efectu a r se lo m ás lejos posible del útero y lo más cerca de la pelvis. Esta ligadura se efectú a bajo el control de los dedos y con Ja aplicación de una buen a pinza de F aure (F ig. S8). Terminado este tiempo, v emos que el útero desciende con bastante facilidad lo q u e permit e traccio narlo y con la ayuda d e una va lva rechazar Ja vejiga con lo que se consigu e presenta r el p eritóneo vésico- uterino, que d e un tijera tazo se abre. Guiado siempre por sus dedos el cirujano actúa sobre los elementos del infundíb ulo, precisando el sitio ad ecuad o para la aplicación de las p inzas h emostáti cas, la sección y ligadura, d e estos elem entos (Fig. S9). L a maniobra que se acaba de ejecutar se repite igual en el lado opuesto. El cierre se efectúa d e la siguiente forma: se toman los ligamentos ~n fu~díbulo-pelvianos y se uansficcionan con una aguja, que a su vez es llevada hacia afuera, pasando por peritón':!o y vagina de adentro a fuera lo mismo se hace en el lado opu est o, se juntan los bordes y quedan adosados su s bordes a nive l de la comisura ( Fig. 46). S e a plica una gasa o m echa, que sirve para hacer hemostasia y drenaje. L os cuid ad os de post-op eratorio son de t odos con ocidos. Volumen V Número 4 CI R U GIA VAGINAL 325 Capítulo Ü PERACIONES DE PROLAPSO GENITAL Y DESVIACIONES DEL UTERO El factor a n atóm ico constituye el principio básico en que se fun damentan las t écnicas q uirúrgicas p ara llevar los órgan os prolapsados a su posición normal. L as est ru ct u ras a n atómicas que junto a la p r ensa abdomin al contribuyen a la estática d e los órganos genital es femen inos son: a) b) el a p a rato d e susp en sió n ( 1) (4) (6) (9) (10) ( 18) (19) (22) (30) (36) que no es m ás que el tejido conju nt ivo de relleno que existe sobre el per itóneo-p elvian o y el músculo elevador d el ano, adquiere p ersonalidad com o elemento d e suspensión a l condensarse en ligamentos y toma r insercion es en el fondo-istmo uterin o y cu ello del útero y acompa ña r a éste en todas sus modificaciones fisiológicas; y el a p a rato d e sostén (1 ) (2) ( ) ( ) (8) (9) ( 10) ( 17) (25) (30) . Su con ocim iento es de gran v alor pa ra el cirujan o , ya que las múltipl es técnicas q u irúrgicas se b asan en estas estruct uras para cor regir la estática d e los ór ganos gen itales. Los elem entos de mayor interés q uirúrgico son : El d iafragma pelviano, con la h endidura a n o-vaginal y el hiatus gen it al, punto débil del diafragm a pelvia n o. 2'.' El dia fragma u rogen ital, q u e constituye con sus diferentes elementos un refuerzo para el hiatus genita l. 3~ El cu erpo perineal, q ue j uega un gran papel como elem en to d e apoyo y cierr e del su elo p elvia n o. Contribuye a la estática d e la vej iga y d e la cara anter ior de la v agina. l '.' Un d escenso d e los ór ganos genita les pued e producirse: 1~ 2" Si el aparato de suspensión y de m a n era especial el d e sostén fa llan. Si la posición de los órganos es tal que la presión abdominal los dirige h acia el hiatus. Según la im p orta n cia d e uno o d e otros de los elementos citados se hará Ja elección y la com binación de los dife rentes actos q ue compon en lo operadón d e prola pso. L a mayor par te de las operaciones se resumen en la reconstrucción d el d iafragma pelviano, la sutura de las fascias y la restitución d el ú t ero a su posición norm al. T od as las condicion es anatómicas serán tomadas e n consideración . C om o lo h emos reafi rmado en otra ocasión (6) somos partidarios de no limitar el tratamiento al uso d e u na sola técn ica. Autores como Cruz ( 10) , M a lpas (24), T e L inde (33) , tien en este mismo criter io. T écnicas Operatorias.-Expon dré los p rocedimientos operatorios que CO!l BEDOY A HEVIA, MARIANO G . 326 Glnec. y Obs;;. Diciembre, 195!) más frecuencia h emos utilizado para corregir el prolapso genital, ya que sería imposible d etallar todas las técni cas descritas en la literatura. La operación d e Curtís.- ( 11) está indicada para los pacientes porta doras de Colpocistoceles y que t engan una histerom etría norma l. L a 't écnica consiste en avanzar hacia a rriba la vejiga y cerrar la brecha h erniaria a t ravés d e la cual se proyectaba el órgno. E s una operación va!:osísima y qu~ se pued e practicar con a n estesia local y con mínimo de schock opera!orio. El procedimiento operatorio es d e todos nosotros conocido. Operación de H alban baja (4) (6) (9) (10) (11). Tien e las mismas indicaciones y principios que la op ~ración d e Curtis, con la diferencia que a l disecar la fascia d eben también resecarse su parte inferior colocando sobre los colgajos una jareta que atraviesa en su porción inferior la cara anterior d el istmo ut~ rino , al cerrar esta jareta se ocluye el hiatus. Operación de M an chester -Fo therg il (4) (6) (9) ( 16) (19) (26) (30) . -Es la operación ideal para cualquier tipo de prolapso y r eune los siguientes requisitos: a) b) c) cura e1 prolapso; conserva la función m enstrual y restaura las condi ciones de la pa ciente en lo r eferente a la función sexu al ; conserva la función d e r eproducción. L a operación con siste: en una amputación del c u ello uterino y acorta · miento de los ligamentos laterales y colpoperineorrafía complem~ntaria. Si el prolapso está asociado a una fuerte retroposición, está recom enda do asocia r el procedimiento de cura d el prolapso, con una ligamentopexia , ya qbord a ndo el órgano por v ía a bdominal o vaginal. En una operación de fácil ejecu ción, conserva todas las funciones, resp e · ta la a natomía , es de bajo índice d e morta lidad y morbilidad, permite el tra · tamiento d e las lesiones asociada y el proble ma d e futuros embarazos no se v e p erturbado. Técnica.-lncisión m edia n a d e la pared vagina l ant erior. Disección d e los colgajos vaginales, r eparo de la v ejiga y rech azo d e ella hasta r eparar la p lica vésico-uterina. Abertura d el p e ritón~o . Exploración d el útero y a n exos. S e toma el cuerpo y se atrae hacia afuera. Luego se procede a tomar el peritóneo vesical d e gradación ascendente, h asta que una r esistencia nos d e muestre qu hemo ~ a lca n . zado la porción más a lta del m ismo. Luego suturamos el peritóneo a la v er tiente posterior d el útero por · debajo d e la inserción tubaria, con un punto a la derecha y otro a la izquierda; se continúa con una serie d e puntos d e manera d e cerrar la brecha p eritoneal. Se t ermina la operación con la fasciorrafía vésico-vaginal. Colporrafía anterior. Operación d e W a tkins-Werthein-Sch auta.-(4 ) (6) (21) . Está indicada para aquellos casos e n que exista un gran cistoc~ le. L os especia listas sostie- Volumen V Número 4 CIRUGIA VAGINAL 327 nen que esta intervención soluciona el problema de la cura y recidiva del prolapso genital. El fundamento de la técnica es la interposición vésico-vaginal del útero, teniendo como requisito que el órgano tenga un tamaño suficiente para que sirva · de sostén y evite el descenso de la vejiga. Nosotros lo recomendamos para los casos de mujeres menopáusicas y en los grados I y II con gran colpocistocele. Con esta intervención se consigue tratar tambiéa los procesos asociados. Operación de Spalding-Richardson.-(4) (6) (31). Con esta intervención los autores solucionan el problema del prolapso y de las lesiones asociadas. Su fundamento es practicar una histerectomía vaginal subtotal con ext:rpación de los anexos, si es necesario, amputación del cuello y conservación d e las diferentes extructuras anatómicas que permitan su corr~cta utilización en la plástica vaginal. Miometrectomía por vía vaginal.(5) (6) (8) (27). La finalidad de esta operación es conservar la función menstrual y sexual practicando una Miometrectomía, conservando las diferentes estructuras anatómicas para realizar una buena plástica vaginal. Todos nosotros sabemos de la importancia que m erece conservar e;:i una mujer joven el útero y sus anexos, conocemos p~rfectamente del traum:-t psíquico que significa la exéresis de los órganos genitales, en pacientes portadoras de múltiples lesiones. Abundando en estos conceptos es que no decidí·· mos practicar esta operación por vía vaginal, con la finalidad de corregir las lesiones asociadas en las pacientes jóvenes portadoras de prolapso. L a técnica está citada en varias obras y revistas d~ la especialidad por Jo que no entro a d ~tallarla en este relato. Histerectomía vaginal.-(4) (5) (6) (15) (17) (19) (2 2 ) (28) (30) (31) (36.-Indicamos la Histerectomía vaginal para aquellos casos en que necesariam':!nte la exéresis del útero es indispensable. La técnica de Miller , consiste en suspender la vagina, mediante sutura:; de los ligamentos útero-sacros. Métodos operatorios para corregir Ja incontinencia de orin:;i d e esfuerzo asociada con prolapso genital.- (3) (20) 21) . L as técnicas operatorias tien -:: su fundamento, que consisten en la elevación del cuello v esical, la resta ura C'ión del ángulo vésico-uretral y la d esaparición del con o o embudo. L as t écnicas más r ecomendadas son las operaciones con Cincha y las d~ Kelly y Kennedy. La histerectomía sola no cura el prolapso, debe hacerse la reparación plástica a expensa d e todos los elem-::ntos d e sostén y suspensión para conseguir que los resultados sean satifactorios. Somos partidarios d e la disección previa dt> la vejiga antes de extirpar el útero. Las lesion~s malignas asociadas a prolapso, si no existen contraindica ciones, p r eferimos tratarlas por histerectomía vaginal. Es una intervención d -:: poco riesgo. El índice morbilidad y mortalidad es bajo. Existen varias técnicas descritas en forma amplia en todas bs obras 328 BEDOYA HEVIA, MARIANO G. Ginec. y Obst. Diciembre, 1959 <le la especialidad que creemos que descubrirlas no es necesario. Nosotros h emos adoptado el procedimiento de Campbell, con algunas modificac:ones nuestras que nos permiten reforzar las sólidas estructuras anatómicas y hacer una mejor plástica vaginal. (Fig. 47-48-49-50-51 -52 ). Operación de Le Fort.-(4) (6) (31). Está indicada en las personas d3 edad avanzada, portadoras de un prolapso genital y en las que no es nece sario conservar una vagina funcional. La técnica es fácil, tiene bajo índic ~ de morbilidad y mortalidad y el shock operatorio es mínimo. Los resultados son bastantes satisfactorios. El procedimiento consiste en una colpectomía parcial, con afronta.miento de las caras denudadas. Operación de Labhart.- (4) (6) (31). Se trata de una colpoperineocleisis subtotal. Con esta técnica se forma un periné bien alto que permite retener el cistocele sin atacarlo directamente. La operación la concibió, porque la operación de Le Fort produce incontinencia de orina y consideraba qu-: el índice de mortalidad de ésta era alto. Operaciones para corregir el prolapso post-histerectomías totales o subtotales.- (4) (6) (9) (10) (24) (30) (31) (32) (37). El tratamiento de este tipo de prolapso queda supeditado a varios factores como, edad, estado general y función sexual. Si existe una contraindicación operatoria, el pesario soluciona el problema, pero en algunos casos ni el pesario lo soluciona, para lo cual se han ideado varias técnicas, como, la colpocleisis de Conill ( 11) , que permite operar con el mínimo de riesgo. Si no existe interés en conservar la función s-:xu a l , se recomienda el procedimiento d e Le Fort. Otros casos son los prolapsos post-histerectomía subtotales, donde los rirujanos se valen de una serie de artificios de t écnica para conervar una vagina funcional. CONCLUSIONES En los últimos años la Cirugía Ginecológica Vaginal, ha asumido, una posición sobresaliente en gran número de Escuelas, en comparación con la Cirugía por vía abdominal. Estos progresos son evidentes para la vía celiotómica va ginal, ya que las indicaciones, contra-indicaciones y t écnicas a seguir p a ra el tratamiento de las afecciones de los órganos externos, vagina y cuello, no se discute por ser bien conocidas. La evaluación de este progreso, está dado. 1) Por la seguridad en los medios d e diagnóstico, que permit-: exclui·· los casos no aptos por vía vaginal. 2) Seguridad en la apreciación de la operabilidad por vía baja. La episiotomía y el procedimiento de Schuchardt, son dos recursos :ndispensable'> para lograr un fácil acceso y poder operar con tranquilidad. L n movilidad rlel útero, es un factor decisivo, ya que la a lteración de la topografía normal, d et erminará sobre la operabilidad o no. Volumen V Número 4 CIRUGIA VAGINAL 329 3) P or el advenimiento de los a ntibióticos. 4) Por la disminución de las formas inflamatorias. 5) Por el perfeccionami':!nto de las técnicas y d e adiestramiento. 6) P or el menor p eligro d e S chok. 7) P orque las enfermedades t rombo-embólicas y las complicaciones pulmonares son raras. 8) P or la morbilidad y mortalidad reducida a más o m enos cero. 9) P or la paridad , particulares condicion es y p eríodos de vida de la mujer, así como particula res afecciones morbosas, que facilitan la operación. 10) Por las condiciones d e orden biológico, que pued en m odificar en forma variable la evolución y el pronóstico post-opera torio d e la cirugía vaginal. 11) La histerectoría v agin al en los procesos benignos o malignos bien localizados es m en os grave que la histerectomía abdomin al. E s de fácil ejecución, requiere una buena selección de los casos y una buena asistencia, es r ecom':!ndada para aquellas p acientes con graves riesgos quirúrgicos, como las obesas y cardíacas. El peligro de infección , atonía intestinal y de complicaciones respiratorias y vasculares, está r edu cido a cero. 12) L as técnicas de histerectomía d e uso más frecu ente son dos: 11'1 hist~rectomía que v a de abajo h acia arriba (la más utilizada) y la histerectomía q u e va d e arriba hacia abajo. 13) Las lesiones m alignas preferimos tratarlas por vía abdominal, ya q u e proporcionan una mejor visión y p ermite extirpar los ganglios linfáticos regionales. R ecurrimos a la Histerectomía total vagin al, proced imiento de Shauta , en casos d ':! lesion es in cipientes o en enfermas con serias contraindicaciones o en que la lesión maligna se acompaña de un prolapso genital. 14) L a histerectomía vagina l, sólo d eb e ser tratada por el especialista . 15) Para realizar un correcto tratamiento del prolapso genita l es conveniente tener un profundo conocimiento de las diversas estructuras anatómicas. 16) L a orientación en la elección d el m étodo operatorio no las dará lo misma paci':!ncia por su edad , sus condicion es generales, el tipo d e prolapso y las lesiones asociadas. L os problemas d e orden sexual y generativos se consideran dentro de una cirugía funciona l. 17) Nuestra experiencia nos permite aconsejar la utilización de las dif~rentes t écnicas conocidas y no limitarnos a una sola de ellas. BIBLIOGRAFIA l. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. Ahumada J . C. Tratado de Ginecología . Ahumada J. C ~- Cáncer Gineco!ógico. 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