Nota realizada para la revista Freeway y publicada
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Nota realizada para la revista Freeway y publicada
10. RECOMENDADOS. 12. ESCENA: Los Traidores en La Trastienda. 16. EN EL CAMINO: “Las canciones luminosas”. Entrevista con Babasónicos. Texto: Gabriel Peveroni. Foto portada: Cecilia Glik. Fotos interior: Jorge Truscello. 22. Somos tan frágiles, por Lucía Allegro. 24. Dark city, por Mariana Enriquez. 26. STREET ART: “Muros sudamericanos”, por Lucie Lejeune y Clement Biron. 30. Rompecorazones, por Mauricio Milano. 32. LA VIDA EXAGERADA DE ABREU: “Inmaduro”. 34. TXT: “Verano europeo”, por Alceo. 36. Inside out, por Jessie Young. Fotos: Florencia Ottonello. 38. Mundo maravilla, por Max Capote. 40. Mis confesiones, por Kira. 42. MODAles: “Camellia”. Fotos: Bruno Nogueira. 48. MADE IN URUGUAY: Penny Lane. Producción: Blog Couture. 52. COMIC: “Oso con alas”, por Lucrecia de León. 54.VIDRIERA ARTE CONTEMPORARY: Gabriela Pelenur. Curador: El Empleado del Mes. 56. No le temas al arte, por Javier Abreu. 58. Suenan, por Gustavo Fernández Insúa. 59. KIT: Orquesta Fernández Fierro. 60. Pantallas, por Fernán Cisnero. 61. EN BORRADOR: “Del pecado a la virtud”, por Martín Inthamoussú. 62. ESCENA: “Shanghai” en Museo de las Migraciones. 64. Letras, por Natalia Mardero. 66. Héroes, antihéroes y villanos, por Leonardo Borges. 68. Tras Usted, por Felipe Ridao. 70. Hasta la viñeta siempre, por Federico de los Santos. 72. DIARIO DE VIAJE: “Vuelo a Venecia”, por Magela Ferrero. 76. Tiempos modernos, por Rodolfo Santullo. 78. Trip, por Pablo Trochon. 81. Otros animales, por Pedro Dalton. 82. Ciudades que matan, por Ruski. 84. FOTONOVELA: “Chongo Novela”, por Mauricio Pizard. 86. Cuchara libre, por Victoria Vera. 88. ETIQUETADOS, por Flavio Giusti. 96. CÓMIC. Alceo/ Bergara 98. Vasos magnéticos, por Gonzalo Deniz. R danza LUCIANA ACHUGAR Puro deseo es una creación de la coreógrafa Luciana Achugar que fue mencionada por la Time Out neoyorquina como uno de los espectáculos más destacados de la temporada 2010 en Manhattan. Achugar se inspira en los fenómenos paranormales, lo oculto, y las representaciones de la monstruosidad en el cine y la literatura gótica. Del 26 al 30 de agosto en la Zavala Muniz. música AUTORES EN VIVO La confortable sala Blanca Podestá de Agadu, en la calle Canelones 1122, propone este mes una ajetreada programación musical con entrada libre. Autores en vivo es un atractivo festival de música uruguaya que abre con el hip hop de Arrajatablas el lunes 8 y tiene sus destaques en los shows de Mateo Moreno (lunes 15), Rossana Taddei (martes 16), Buenos Muchachos (lunes 22) y Dino (domingo 28). diseño TRAMA Está abierta la convocatoria del concurso Trama-Diseño en Lana, organizado por la empresa Malabrigo con la intención de incentivar la creatividad y la capacidad de innovación de estudiantes y profesionales del diseño, artistas y tejedores. Los ganadores participarán de una exposición en la Alianza Francesa. Las bases pueden leerse concursotrama.wordpress.com. rock SIBYLA VAINE El guitarrista Orlando Fernández convocó a su hermano Marcelo y a Alejandro Itté, ambos de Buenos Muchachos, para grabar junto al batero Nicolás Souto las canciones que viene armando desde hace años, entre ellas “Milagros”, una estupenda balada rock que suelen tocar los Buenos. El disco se llama Largas madrugadas y es el debut de Sibyla Vaine como banda. Lo presentan el viernes 19 de agosto en Sala Zitarrosa. 10 exposición OUR BODY Una singular exposición de cuerpos humanos, desarrollada por la Fundación de Ciencias Anatómicas y Tecnológicas de Hong Kong, puede verse este mes de agosto en el sexto piso del estacionamiento de Montevideo Shopping. Our body: El Universo Dentro utiliza fragmentos y cortes de cuerpos reales para posibilitar una mirada a lo que normalmente solo los médicos y los científicos tienen acceso teatro POGLED Mixtura de teatro documental, performance audiovisual y recital de rock, Pogled supone una mirada contemporánea sobre el derrumbe del mundo socialista. A partir de la película La mirada de Ulises, el actor Iván Solarich escribió un texto que refiere a otros personajes teatrales y a su propia memoria familiar. Lo dirige Santiago Sanguinetti. Viernes y sábado a las 21.30 y domingos a las 20.30 en El Mura (Mercado Agrícola). arte SALA TALLER Desde el 11 de agosto, y durante ocho semanas, se lleva a cabo en el subsuelo del eac, una primera experiencia piloto de residencias artísticas. Cada artista participante utiliza dos espacios de las antiguas celdas, a condición de trabajar un área de trabajo y un área de exhibición. Obras in progress de Celeste Rojas, Florencia Flanagan, Javier Abreu, Gonzalo Delgado, Gustavo Tabares y Jacqueline Lacasa. novela NICOLÒ AMMANITI Que empiece la fiesta es una de esas pocas novelas capaces de lograr carcajadas inesperadas, escrita con el equilibrio suficiente entre la farsa y la comedia. El romano Ammaniti logra una obra que se disfruta como el mejor disco de los Auténticos Decadentes. Los protagonistas son los integrantes de una secta satanista, un escritor de éxito y un grupo de ex disidentes soviéticos. 11 E foto: pata.torres 12 MONTEVIDEO AGONIZA rondaban la esquina de rivera y paullier. hace veinticinco años. tenían un puñado de canciones. botas militares. vaqueros rotos. alfileres de gancho. discos de los clash y los pistols. las ganas de patear. de romper con el gris. se hicieron llamar los traidores. la lluvia cae. todas esas canciones armaron un disco inolvidable, el montevideo agoniza. veinticinco años después. la lluvia que sigue cayendo. la banda sonora de una generación. el reencuentro de juan y víctor. en la trastienda. emoción, actitud, las canciones intactas. Motivo: 25 años años del disco Montevideo agoniza, de Los Traidores. Funciones: 15, 16, 17 y 23 de julio de 2011. Lugar: La Trastienda. 13 ENELCAMINO entrevista: gabriel.peveroni / fotos: jorge.truscello las canciones luminosas ellos están ahí, en el lobby del mismo hotel donde hace diez años entrevisté por primera vez al cantante de babasónicos. año dos mil uno, una charla magistral de adrián dárgelos sobre ciencia ficción, la exageración y la estupidez del rock chabón. Acababa de salir jessico, el gran disco, el que los volvería la banda más glamorosa de la década. hubo una segunda vez, en un pub de palermo, años dos mil cinco, después de infame y el disco anoche recién estrenado en las disquerías. una disertación de adrián sobre tema libre y puntuales observaciones acerca de la vergüenza, la inoperancia de la ironía y la pureza del rock. tiempos felices, los babasónicos eran la máquina perfecta, un ciclo después de otro ciclo, la capacidad de renovarse, la novedad como estrategia. ellos están ahí, ahora, en el lobby del mismo hotel. adrián, recién llegado de pasear por la ciudad vieja y preguntar en una librería por el último de levrero, el que le falta leer. diego, después de la siesta obligada antes de cada show, propone que se utilicen para ilustrar la nota unas fotos que cecilia glick les sacó en buenos aires hace un par de días. me cuentan de esas fotos: vestuario blanco, plan ciencia ficción, la misma banda infame de siempre, todo a propósito, como debe ser. ellos están ahí, sonrientes, cuentan muchas cosas. adrián se explaya sobre cómo componer una nueva canción sin temor a perderse en un laberinto sónico, las palabras van y vienen, ellos están ahí. 14 1. Banda en loop “¿Hoy que el rock no está de moda/ qué playback hacés?”. Fragmento de “Paraguayana”, del disco Miami (1999). _ ¿Cuánta importancia tienen los shows en directo para Babasónicos? _ Adrián Dárgelos: Yo te diría que desde el año 1991, cuando empezamos, nunca estuvimos más de dos meses sin tocar. Así que la importancia es mucha. Mientras grabamos este último disco, en medio de esos días trabajando en el estudio, nos fuimos a Chicago y después a los Alpes. La época más intensa fue después de Infame, que todo fue acelerándose… _ No había tiempo ni para pensar en el vestuario… _ A.D.: Algo de eso hay, y posiblemente ahora –con más calma- decidimos volver al vestuario duro. Los shows de A propósito son plenamente vestuario. Volvemos a una época parecida a la de Jessico. _ ¿Un poco de glam? _ A.D.: No. Diría que no hay línea. Está hecho sólo para nosotros. Es una tendencia que supongo que terminará en un montaje cada vez más complejo. Serán dos años de esto, nos cansaremos, y pasaremos a otra cosa. 2. El fin de la felicidad “Me encuentro en esa posición/ en que todos a mi alrededor/ fingen estar entusiasmados/ todos a la vez/ y cuento las horas/ que no pasé a tu lado/ son como hojas de un papel en blanco/ y no quiero gritarte/ pero esto me tiene harto…” Fragmento de “Deshoras”, del disco A propósito (2011). _ ¿Cómo definirían el concepto de A propósito? Porque al igual que en Infame, ya desde el título del disco se dice mucho sobre lo que se va a escuchar… _ Diego Castellano: Es así. Elegimos ponerle A propósito porque es un disco menos ingenuo que los anteriores de Babasónicos. _ A.D.: Hay intencionalidad. Está hecho “a propósito”, y no es tan inocente, como dice Diego. Este disco está atravesado por la mutación, la locura y la fantasía, y tiene además cierta libertad, en el sentido de que el tiempo discurre de una manera capciosa. El disco Miami –de 1999- también manejaba un poco eso, pero en forma aleatoria. _ D.C.: Esto es algo que nosotros veníamos buscando hace mucho, lo de movernos en un concepto no planificado pero que emerja del trabajo. Se ve que teníamos necesidad de estar ahí, laburando, en el estudio. _ ¿Cuál sería la gran diferencia, en la parte práctica? _ A.D.: En los últimos tres –Infame, Anoche, Mucho- estuvimos más en el armado de una situación, en el artilugio, mientras que acá nos dejamos fluir. Acá el artilugio pasa por la manipulación del caos; en los discos anteriores estábamos más en el detalle, en la cosa concisa y compacta. _ Esos tres discos marcan también el período de explosión popular de Babasónicos… _ A.D.: Cuidado que no estamos diciendo que no hayamos hecho lo que nos gustara, pero sí es verdad que lo hacíamos de una forma más perversa, y al estar metidos en ese momento, posiblemente ingenua… Fue un momento en que creímos en eso, en que había que ir a la canción descarnada, instantánea, que tenía que 15 ser corta, inmediata. Ahora buscamos otra cosa. _ ¿Cómo recuerdan Jessico, que de algún modo fue el comienzo de la “etapa feliz”? _ A.D.: En ese tiempo estábamos construyendo un estudio, metidos en plan carpinteros, albañiles. Era un momento histórico de muy baja expectativa para nosotros, porque Miami había sido un disco no muy bien considerado. Teníamos un cierto escepticismo hacia el público, nos decíamos hagamos esta música, total no nos van a escuchar. _ El resultado fue bastante paradójico, si pensamos en lo que finalmente sucedió... _ D.C.: Fue el disco que nos llevó, de ser un grupo underground, de la novedad, de la vanguardia, a un circuito más abierto. Nosotros no lo esperábamos. En realidad lo queríamos, pero no estábamos entusiasmados con que eso fuera a pasar… Fue un momento feliz. Jessico fue el disco que nos trajo otra vez a la vida, porque estábamos bastante desorientados respecto hacia dónde ir. Coincide con el cambio de década… tal vez tenga que ver con eso. 3. Después del hastío “La alegría llegó/ la alegría llegó/ y sé que no dura para siempre”. Fragmento de “Risa”, del disco Infame (2003). _ ¿Entonces no hay plan… aunque sea “a propósito”? _ D.C.: No, el plan es siempre consecuencia de lo que venís haciendo. Hacés un disco, lo tocás dos años, te saturás, te pudrís, y necesitás aire nuevo, hacer otra cosa. A la vez eso te entusiasma y te 16 angustia, porque tenés que enfrentar a la nada. Uno va pasando por distintos estados de voluntad o de ansiedad. Nada te conforma, luego vas encontrando cosas. Siempre hay algo que estamos haciendo, aunque no nos convenza, porque es la forma de estar en movimiento. _ A.D.: También hay algo que no podemos ignorar… en este disco estuvimos forzados a la vicisitud de crear una banda nueva. Ya habíamos grabado el disco Mucho con Carca en el bajo, cuando Gabo estaba enfermo, pero ahora –después que murió- tuvimos que pensar todo desde un nuevo lugar. _ ¿Cuánto los afectó la muerte de Gabo? _ A.D.: Un montón. Porque siempre fuimos una estructura cerrada. Esa es la vicisitud de este nuevo disco: sobrevivir también a una pérdida que a nosotros nos daba siempre una salida creativa. _ ¿Cuál fue el método babasónico para este nuevo disco? _ A.D.: Trabajamos sobre un tiempo específico, unos quince días, sin descanso, en jornadas de diez horas. Partimos de pequeñas ideas, nada de canciones cerradas. Esas ideas son manipuladas por todos, contrastadas, y van creciendo. A los quince días paramos y analizamos lo creado… canciones, proto-canciones, fragmentos. _ D.C.: Es como ir por un camino, llegar a una rotonda y quedarte dando vueltas. Ahí nos detenemos para pulir. _ ¿No tienen miedo de quedar en loop? _ A.D.: No, porque en la búsqueda y luego en el pulido aprovechamos que estamos todos con los instrumentos en la mano, todos conectados. Y en el hastío de la búsqueda siempre se libera un minimomento de música que provoca algo y a partir de ahí sale lo nuevo. Tenés que llenarte de excusas para que venga lo nuevo. Lo importante es no atemorizarse ni sentir miedo a ese período de loop, de anegamiento, de lodazal que parece no tener salida, porque a partir de ahí se empieza a vislumbrar lo nuevo. _ D.C.: Después nos tomamos un respiro. _ A.D.: Pueden ser cuatro o cinco días, una semana. Después nos volvemos a reunir. _ D.C.: Y en el segundo período empezamos de cero, sin nada de lo otro. Arrancamos otra vez. 4. Textos y contextos “Si encontrase la palabra/ estoy seguro que no la diría./ Si cayera en una fosa/ estoy seguro que me quedaría”. Fragmento de “Muñeco de Haití”, del disco A propósito (2011). _ ¿De dónde sale la canción? ¿Cómo se equilibra en ella la búsqueda de la novedad con el estilo propio? _ A.D.: Si la canción no es el vehículo de una emoción, no es nada. Porque, por ejemplo, la literatura tiene otro fin, que es el discurrir de la fluidez del escritor. En eso se completa la literatura, más allá de la historia que se cuente, en el estilo de un Levrero, de un Cortazar. Pero la canción no puede ser tan caprichosa de quedarse sólo en el regocijo del que la compone. Porque la canción tiene un efecto. Es como la diferencia entre la buena poesía y la poesía ociosa. La poesía ociosa está hecha para conformar al poeta, pero la buena poesía subvierte algo profundo en el aprendizaje del lector, en el pensamiento, que ya no vuelve a ser subsanable. En la canción la dificultad es mayor, porque es una especie de virus que transporta el aire; ni siquiera necesi- tás elementos: una vez que está pronta, la tocás y se desparrama por el aire. Y el cuerpo, el oyente, es una mácula a la que a veces la canción la atraviesa sin dejar nada, pero, probablemente, incluso algo que no te gusta puede traer en sí, arraigado, este virus modificador de las cosas. Normalmente es eso: contiene el envase de una emoción. Entonces, una vez que ya grabaste 300 canciones, ¿por qué te sentás a escribir una nueva, si sabés que a veces lo nuevo es imposible? A nosotros, a los Babasónicos, se nos paga por buscar, más que por ser músicos. Básicamente se nos aplaude por buscar. _ La canción sería siempre, para ustedes, un proceso colectivo… _ A.D.: Es que la canción no va surgiendo de uno sino de la intervención de todos, porque básicamente una idea está contrastada en cómo va modificando al otro y en la interpretación parcial del otro. Una canción compuesta de esta manera, como te detallábamos, es la suma de esos cinco carismas que hacen el estilo de Babasónicos, que es mucho mayor que nuestras subjetividades. _ ¿Y en cuanto a los textos? _ A.D.: En este disco traté de no preguntarme de dónde viene lo que se me ocurre, y no terminar explicándolo en la canción. Están escritas con los sentimientos puros, con los retazos que generamos. Yo voy escribiendo mientras. Probablemente la canción me llegue con toda la banda ensayando. Eso exige que la letra tenga musicalidad y el dramatismo de cada palabra en su lugar. Pero… como el trabajo de componer letras es –como te decíaun trabajo de condensación de la escritura, muy distinto al de la poesía, al del cuento, porque partís de la conciencia de que en la música popular está casi todo dicho, entonces hay muchos fragmentos 17 que podés obviar. Teniendo una oración y otra, el interlineado lo completa la mente de la música popular. ¿Por qué funciona diferente que la literatura? Porque la literatura discurre en un tiempo más largo. _ Mencionabas antes a Levrero, también a Cortázar. ¿Leíste la “Trilogía involuntaria” de Levrero? _ La que más me gustó de las tres novelas es La ciudad. Yo, más que Kafka, como sostienen algunos, veo en la trilogía algo de cortazariano, la siento muy influida por esa época, atravesada eso sí por un toque de realismo fantástico. También leí La máquina de pensar en Gladys, Nick Carter el asesino… hay otro libro que me gusta mucho de Levrero, Dejen todo en mis manos. Es muy bueno. _ ¿Y La novela luminosa? _ A.D.: ¡Me encantó! El libro que más me gustaba de él era El discurso vacío, pero ahora el que más me gusta es La novela luminosa… En un momento me agarró la obsesión y temía que Levrero volviera a desaparecer de las librerías. Entonces compré todo lo que hay de él, lo estoqueé, y ahora sólo me queda uno por leer. _ ¿Qué tipo de libros te gustan? _ A.D.: A mí me gusta la literatura de la manipulación, del entramado manipulador del lenguaje. No me importa la historia. Quiero ver cómo el lenguaje entra en juego y cómo discute conmigo… Por eso me gusta tanto Levrero. En El discurso vacío, te dice que no hay más historias que se puedan narrar, más que la calidad del narrador. No hay otra cosa. Lo demás no es literatura, es anécdota… una historia que tiene final. Lo mejor es poner en juego una operación que opera sobre el pensamiento y que no tiene fin: una vez que entró ya te modificó. No toda la literatura es así; el problema es que la que no es así no me gusta. 20 5. Un poco de todo “¿Si te llevo de favor/ me prometés que esta vez/ no vas a arruinar la fiesta?” Fragmento de “Microdancing”, del disco Mucho (2008). _ ¿Cuál dirían que es el estilo de Babasónicos? _ A.D.: Cuando se ve Babasónicos, se ve una banda extática, en el goce de la plenitud de su música. Están tocando lo que a ellos les divierte, lo que les gusta. Eso es lo que más contagia. _ ¿Y los géneros? ¿Son rock, o pop? _ A.D.: Los géneros se subvierten a nuestra comodidad. La música está hecha para nosotros, no está hecha para los demás. _ D.C.: Eso es lo que hicimos desde el comienzo. Si querés una fórmula, es esa. _ A.D.: En los shows de A propósito estamos tocando desde “Microdancing” hasta “Demonomanía”. Yo no te puedo decir que hay un género que abarca las dos, porque ambas canciones están en lados opuestos de los géneros… solo que para nosotros están ahí, en el mismo mundo. SOMOSTANFRÁGILES lula.allegro ¿quién carajo te dio mi número? En la novela 1984, George Orwell planteaba la existencia de un poder supremo, “El Gran Hermano”, capaz de observar la sociedad a través de una telepantalla. En la película Caché, de Michael Haneke, el protagonista busca descifrar quién invade su privacidad enviándole filmaciones del frente de su casa. Suites imperiales (2010), el último libro de Easton Ellis, tiene a su personaje principal en una molestia constante: un desconocido lo llama por teléfono y le relata todos sus movimientos, asaltando sin escrúpulos su intimidad. Cada uno de estos ejemplos es una versión exagerada de la llamada telefónica que recibí hace un par de días, la que catalogué de extraña e inconcebible. Quien lea esta página quizás vivió dicha experiencia y no le resulte novedosa, pero a mí me costó varias horas entender por qué una empresa con la que nunca me vinculé, sabe quién soy, dónde vivo y encima me pide ayuda para resolver un problema. A continuación transcribo la llamada en cuestión, donde X es mi vecino de apartamento, Y soy Yo y Z es la empleada de una empresa muy conocida de crédito fácil y rápido. Suena el teléfono… Y: Hola. Z: Hola, quisiera hablar con la vecina de X, ¿sos tú? Y: Sí, ¿qué pasó? Z: Te estoy llamando de la empresa de crédito #@¢¬÷!?#. Resulta que me quiero comunicar con X porque tiene cinco días de retraso en una cuota y no lo ubico, ¿me podrías decir a qué hora llega a su casa? Y: No tengo idea, lo veo poco y nada. Per22 dón pero… ¿por qué tenés mi teléfono? Este número no está en la guía, antes pertenecía a otra dirección y nunca se lo di a mi vecino. De hecho, no tengo idea cuál es el número de mi vecino. Z: … (silencio largo) Bueno, podrías avisarle ni bien lo veas que debe… Y: Para, pará… hasta donde yo sé, ese es tu trabajo. Lo único que falta es ser la acusada de no avisarle a mi vecino que se está atrasando en una cuota. Z: Está bien… pero si lo llegás a ver… no le podés decir que te llamamos y… Y: No, olvidate. No es de mi incumbencia saber lo que hace mi vecino con sus deudas. Antes de llamarme, ¿pensaste dos segundos lo que estás haciendo? ¡Estás divulgando la vida privada de una persona a su vecina de puerta! Al otro día, le comenté a la esposa de mi vecino lo que había pasado. Indignada, me contó que también habían llamado a su trabajo -no al de su marido- y hasta su jefe se había enterado de los cinco días de retraso en la cuota. A fin de cuentas, ¿quién está en falta? ¿El que se atrasa unos días un vencimiento o la empresa que no tiene peros en conseguir teléfonos y difundir información privada a los cuatro vientos? con leche DARKCITY mariana.enriquez mi fantasma Mi mejor amigo está obsesionado con los fantasmas. Él dice que es un entretenimiento pero yo creo que busca algo más que adrenalina. Una comprobación de la vida después, una tranquilidad futura. Es posible que tenga miedo de morirse y en vez de sencillamente aterrarse quiere que un fantasma le devuelva la sensación de eternidad perdida. Desde hace unas semanas me manda fotos de fantasmas que encuentra en Internet. Está particularmente irritado porque los fantasmas, como los ovnis, nunca salen bien en las fotos, lo que sería una demostración de su inexistencia. Yo estoy segura de que las fotos que me manda son puro photoshop, pero anoche le pedí que dejara de enviarlas. Una de las que recibí no me gusta. Es una niña verde que está en un árbol y grita o se cae o se arroja sobre alguien. Se la mostré a medio mundo, a todos les da risa por su falsedad. Pero a mí no me da risa. A mí me parece verdadera. No sé si real: verdadera. La guardé en la carpeta donde conservo imágenes morbosas y trato de no mirarla. Ahora cuando cruzo el parque imagino sus ojos blancos entre las ramas. Dentro de poco voy a borrar la foto de mi disco rígido porque pienso demasiado en ella y se va a convertir en una presencia. No sería la primera vez. Hace muchos años, con este mismo amigo -que siempre tuvo una obsesión con la muerte y todo alrededor-, visitábamos al menos una vez por mes el cementerio de La Plata, la ciudad donde vivíamos. Es un cementerio raro, lleno de tumbas masónicas en forma de pirámides, esfinges egipcias y una hermosa decadencia. Nos quedábamos hasta tarde, sacando fotos y esperando ver algo, cualquier cosa. Una vez, en invierno, encontré una cruz de piedra desprendida, bastante grande, de unos 40 centímetros de alto. Una cruz celta muy hermosa. Me la metí bajo el gamulán: estaba tan abrigada que no se notaba, engordaba un poco más el saco pero resultaba imposible distinguir si llevaba algo debajo. En todo caso, el guardián no lo notó. Mi amigo estaba contentísimo por mi robo. Yo también, hasta que se hizo de noche y me sentí ladrona, irrespetuosa, profanadora; sentí que podía haber ofendido a alguien, al muerto robado que no podía defenderse. ¿No podía defenderse? Pasé noches sin dormir hasta que fui capaz de decirle a mi amigo que, por favor, se llevara la cruz a su casa. Desde que la tenía escuchaba desplazamientos nocturnos por el living, murmullos en la oscuridad que se callaban cuando encendía la luz y hasta creí que la cruz había aparecido desplazada unos centímetros del lugar donde la había dejado el día anterior, como si alguien hubiera intentado moverla con escasa fuerza. Pero ese alguien eventualmente podría juntar más energía. Y antes de llevarse la cruz de vuelta a casa, seguro decidiría usarla para partirle la cabeza a la ladrona. Mi amigo se la llevó y todavía la tiene junto a velas y santitos en un altar kitsch que da más ternura que miedo. O, por lo menos, les provoca eso a quienes no tuvieron en su casa la cruz de piedra que preside su altar casero. 24 Yo nunca vi un fantasma. Antes era como mi amigo y espiaba por las rendijas de las casas abandonadas para detectar movimiento, pero ya no lo hago. En la ciudad, además, pocas casas abandonadas tienen grietas que permitan ver su interior: los dueños, por miedo a que sean usurpadas, tapian puertas y ventanas con ladrillo, incluso con hormigón. Resultan todavía más inquietantes que antes, parecen casas ciegas. De todas las historias de fantasmas que conocí solo creí una, y la contó una chica que jamás volví a ver, en una fiesta, tarde, cuando se terminó la música y nos quedamos los más íntimos del dueño de casa, los más borrachos y los más solitarios. Ella a su fantasma no lo vio, lo sintió. Estaba medio dormida, a oscuras, esperando a su novio en la cama. Era invierno. En un momento sintió las manos frías de quien creía su novio tomándole los brazos, las piernas heladas metiéndose debajo de las suyas para ser calentadas. El novio la abrazaba demasiado fuerte y estaba demasiado frío, y la chica se quejó, gritó, juguetona, “¡salí, tarado, me muero, no seas boludo!”. Las manos y los pies fríos dejaron de tocarla y entonces alguien encendió la luz y la chica vio a su novio verdadero en la puerta de la habitación, vestido, con las zapatillas puestas, preguntándole por qué gritaba, quién era el boludo. La chica, mientras lo contaba, sonreía un poco. Le preguntaron, me acuerdo, si se había mudado de la casa, pero yo no seguí escuchando. Desde entonces, casi todas las noches, antes de dormirme, espero con aprehensión ese abrazo, los dedos helados acariciándome la frente. 25 STREETART invitados: lucie.lejeune – clement.biron muros sudamericanos equipados con pequeñas cámaras de foto y video, lucie y clement fueron al encuentro de actores del arte urbano en grandes ciudades de chile, argentina, uruguay y brasil. lucie, estudiante en ciencias políticas e historia del arte, se interesa en la relación cotidiana del arte en el espacio público. clement, web developer, es un apasionado por las tipografías y la fotografía. el graffiti fue el hilo conductor del viaje que hicieron juntos y cuya culminación es el documental faisons le mur (*) i: Decidimos tomarnos un año sabático para realizar este proyecto de exploración de ciudades del continente sudamericano a través de lo que cuentan sus muros. El arte urbano dice mucho sobre los sueños, experiencias, luchas y rabias de un pueblo, y sabíamos que en el sur no se borran tan rápido, como en Francia, donde está muy reprimido. ii: Lo que descubrimos y fotografiamos nos impresionó mucho. Tantos colores, tanta creatividad, tantos mensajes subversivos, absurdos, tantos personajes, tantas invasiones en los muros de estas ciudades. iii: Chile fue nuestra primera parada. Allí encontramos desde los antiguos murales de las brigadas comunistas hasta los graffitis actuales, estéticos y menos comprometidos políticamente, inspirados por el estilo neoyorquino do yourself, pero siguiendo la tradición pictórica de marcar líneas, de rodear de negro las colores y formas casi geométricas. iv: En Argentina y Uruguay nos sorprendió la cantidad de esténciles o frases escritas que cubren los muros, denunciando, criticando, interpelando al paseante, como un medio de comunicación alternativo del cotidiano. También nos impresionó la tradición de pintar en grupo, de día, con música, sin esconderse, con un 26 27 mate o una cerveza en la mano. Como manera de aprovechar instantes de creación con amigos y de embellecer una ciudad. v: En Brasil nos interesaron mucho los pixacaos, esos tags de tipografía única que cubren las fachadas de los edificios de San Pablo. Nacidos de los movimientos punks y antidictadura de los setenta, y retomados por poblaciones marginales, representan un fenómeno sin precedente, una expresión directa de la violencia y del malestar social. vi: De vuelta a Francia, con horas de grabaciones y miles de fotos, empezamos hacer el montaje y buscar música para realizar el web documental que queríamos producir. Fueron largos meses de trabajo… pero bueno, ahora el documental está online, en versión español y francés, con acceso gratuito (**). Hicimos varias proyecciones en Francia, en festivales, en salas de espectáculos y en colegios de barrios marginales. (*) Web documental producido y realizado por Lucie Lejeune y Clement Biron. La expresión faisons le mur tiene doble sentido: significa tanto pintar una pared como hacer algo sin permiso, salir de las normas establecidas. (**) www.faisonslemur.com 28 ROMPECORAZONES mauricio.milano la más esperada de la década Había ido a los estrenos de las dos películas anteriores de la saga, pero esta fue mi primera avant-première (*). Me impresionó. No la película en sí, que sin duda fue excelente y ya comentaré algo sobre eso, sino el evento. Nunca había visto a tantos fans juntos. Nunca había estado con tanta gente –al mismo tiempo- que sintiera la misma admiración que yo hacia la historia de Harry Potter. La espera no fue corta, pero entre una cosa y otra, tampoco se hizo larga. Después de esperar diez años, una hora de retraso parece poca cosa. Había ansiedad, mucha ansiedad, pero también buena onda y emoción. Para nuestra generación, los que crecimos leyendo los libros y atravesamos la adolescencia mirando las películas (algunas de sus imágenes ya nos resultan inseparables de la historia original), esa noche fue histórica, digna de ser contada a nuestros hijos -allá por el 2023- cuando arranquen con la remake y les digamos el Harry Potter de nuestra época era mucho mejor. Pero bueno, volviendo al relato... la película empezó con muchos gritos y aplausos, y también algún (insoportable) shhh. Ya en la fila, los disfraces, capas, varitas y lechuzas daban a entender que durante la película habría muchas y acaloradas reacciones por parte del público. Algo que está buenísimo y que solo sucede en los estrenos, donde los espectadores son los más fans de los fans y realmente sienten dentro de sí la vibración de la película, la viven. Desafortunadamente, aguafiestas hay en todos lados. En la fila de atrás se sentaron 30 un par de pelotudos importantes, que soltaron algún cállense, pendejos, y hubo alguien que al final de la película gritó que no le había gustado (¡hasta Harry Potter tiene haters!). La verdad, no sé para qué fueron a verla. Si querían silencio, podrían esperar a que saliera el dvd y verlo en sus casas. Para mí, la gracia de ir a un estreno es precisamente la de compartir la emoción con todas esas personas que tienen algo tan importante en común con vos, a pesar de que no las conozcas. Por esas dos horas, se suspenden todas las diferencias y los espectadores somos un solo corazón. Un gol no se grita de la misma forma estando solo que con 60.000 personas. Por lo menos, yo grité un ¡Tomaaaaá! como si fuera gol de Forlán, cuando Molly (Weasley) mató a Bellatrix Lestrange. No fui el único, y que se jodan los amargos de la fila de atrás. Los gritos se sintieron durante toda la película: desde la primera aparición de los personajes clave (Ginny, Neville, Fred y George), hasta cuando McGonagall defiende a Harry de Snape y Snape envía su patronus a guiar a Harry. Y, sobre todo, cuando Ron y Hermione se besan -¡diez años estuvieron para “darse cuenta” que se gustaban!-. Algunas veces acompañé con aplausos, otras no, pero lo disfruté igual. De la misma forma, los llantos. Varias chicas se hicieron sentir cuando murieron Fred, Lupin y Tonks o cuando aparece la tumba de Dobby. Si hablamos de muertes, ninguna fue tan espectacular como la de Voldemort. Una buena oportunidad para hablar de los efectos 3D. Porque la verdad es que al principio no daba nada por la película hecha en 3D: me imaginé que iba a ser muy incómodo verla con los lentes puestos y que quizás no se vería tan bien. Pero al menos desde donde estaba yo, se veía perfecto. Cuando Voldemort se desintegra en cenizas, es como si las cenizas estuvieran volando en la sala del cine. Casi extendí la mano a ver si podía tocar una. La película es fiel al libro, una de las grandes preocupaciones de todo fan. Las dos anteriores, a cargo del mismo director (David Yates), eran las que más se habían alejado de la obra que las inspiró. Pero en Las Reliquias de la Muerte los guionistas hicieron un buen trabajo (¡al fin!) y decidieron “partir” el libro en dos películas para no sacrificar ningún momento importante. Fue una buena decisión, porque de no ser así se hubieran perdido muchos elementos importantes o sería una sola película de cinco horas. Las expectativas en cuanto a la revelación de Snape, cuyo papel hasta la sexta película había sido plano, monótono -un ser amargado, un profesor que se hace fácil de odiar- se cumplieron. Le tocó desdoblarse en dos extremos: el hijo de puta que mató a Dumbledore y convirtió a Hogwarts en una instalación militar mágica, y el hombre que con el corazón roto dio su vida por proteger a Harry, como su madre. Estamos frente a una película que emociona más que ninguna de las anteriores y tiene el final perfecto. Porque admito que le tenía un poco de miedo a que la cagaran con el epílogo, pero no. Hasta se gastaron en filmarlo dos veces para asegurarse que saliera bien. Y quedó genial. En dos palabras: ¡travesura realizada! (*) Vaya mi agradecimiento al Círculo de Lectores Harry Potter Uruguay por la invitación a la avantpremière de la segunda parte de Las Reliquias de la Muerte. 31 LAVIDAEXAGERADADEABREU javier.abreu inmaduro Detallo a continuación, y con lujo de detalles, dos rotundos fracasos que experimenté en el frío invierno de este penúltimo año -según los mayas- del planeta en el que vivimos… esperando el final. Lo primero es lo primero, así que decidí anotarme en un gimnasio para tener el cuerpito pronto para lucirlo en Cabo Polonio en la primera quincena de enero. Busqué información con esos amigos que tienen todo marcado ahí abajo y siempre tienen a mano cuatro o cinco chicas dispuestas a comprobar su estado de resistencia deportiva. Mis pesquisas me llevaron al gimnasio más caro, ubicado en un apartamento cerca de la Rambla, en zona residencial. Una gran pecera, con miradas siniestras en los vestuarios. Me aburrí muchísimo. Todos caminaban frente a un ventanal con vista al río, enchufados en sus mp3 hasta que les sonaba el celular y se ponían a hablar mientras sonaba de ambiente electrónica europea. Regresé a mi mono-ambiente con la intención de refugiarme en la caja boba y me encontré con que los empleados de la televisión nacional estaban de paro y por lo tanto dejaban de transmitirnos su programación por 24 horas. Cuando cambié al también conflictivo canal 12 –que los más jóvenes llaman La Tele- sufrí un shock al ver a Victoria Rodríguez con ese rabioso rubio y un par de lentes mal diseñados. ¡BASTA DE EVASIVAS! Fue en ese momento, catatónico frente 32 a la imagen de Victoria, que me propuse enfrentar las vacaciones de julio con dignidad y sacar para afuera por un par de semanas al niño que aún habita en mi cuerpito. Me compré un equipo deportivo y unos hermosos championes color blanco con cámara de aire y, en un puesto de Fernández Crespo, un gorro con visera azul. Ya estaba listo para deambular por esta fabulosa ciudad, como le gusta llamarla al Ministro del Interior Eduardo Bonomi. El primer viaje fue al Prado, en el transporte público montevideano. Toda una aventura, no solo para los niños; gracias al estado de las calles y a la velocidad que manejan los guardas se pueden comprender los ataques de pánico de Sandra Bullock en Máxima velocidad. Cuando entré en el galpón de los dinosaurios, donde desde hace 200 años vemos vacas, toros y ovejas, fue una experiencia surrealista. El olor a “lana” no permite entrar en clímax, y mucho menos los kilos de papel roca -el mismo que utilizamos en diciembre para el pesebre- con que se intenta hacernos creer que estamos en una cueva. Todo lo que mostraba la publicidad televisiva, con miles de bichos y efectos especiales, seguramente se quedó en algún contenedor en la Aduana, y en diez minutos ahí adentro lo único que alcancé a ver fue un par de cabezudos con trajes verdes muy ajustados… y championes idénticos a los míos. ¿Los habrán comprado en el mismo sitio que yo? Los niños no se asustan y se ríen de la frustrada ambientación. A la salida del paseo, promotoras con marcado acento chileno tienen el descaro de intentar vender llaveros, jarras térmicas, posters y remeras con toda la especie de dinosaurios que se puede ver por Internet o en alguna película de Steven Spielberg… pero que en este galpón del Prado se tomaron vacaciones. EL GLORIOSO PELUSITA Probé a la tarde siguiente con la cartelera teatral. La obra se llamaba Divertidísimos y las funciones eran en una sala demasiado pequeña y fría, con butacas incomodísimas para un adulto e insoportables para los niños. Cualquier silla de dentista es más confortable. Escenografía cero, con cubos de colores y papeles pegados con diversas formas al telón. El glorioso teatro uruguayo me había reservado más dinosaurios… porque este Pelusita, para un niño de cinco años, es un señor bastante viejo, gordo y con cero movilidad en el escenario, capaz de tardar siete minutos en agacharse y preguntarle el nombre. Las marionetas del Tío Víctor provocan mucha nostalgia en los adultos, pero para los niños educados en la década del 3D son solamente trapos sucios que un señor que no conocen mueve con piolas. Y la obra, bueno, una sucesión de chistes sin argumento ni adrenalina que Michell de León –actor y también director de la obrita- seguramente importó del repertorio de algún grupo de parodistas. LA TERCERA ES LA VENCIDA Insistí, esta vez con el señor Omar Rubén Rada Silva, montevideano nacido en 1943 que tuvo la brillante idea de reflotar una vez más Rada para niños, seguramente para pagar la segunda cuota de la contribución inmobiliaria antes de ir a buscar el Grammy que le entregarán allá en Estados Unidos. El Teatro Solís a tope, con un músicopersonaje-popular que cobra entradas a un costo de music hall made in NY. Mucha ansiedad y ese grupo infaltable de niños hiperkinéticos que saltan a un costado del escenario mayor de la cultura uruguaya y en diez o quince años probablemente se dediquen a destrozar el estadio Centenario luego de otro aburrido clásico con final cero a cero. Aparece Rubén-Ra, como le dicen las nuevas generaciones, traje colorido más lentes con armazón blanco y nos tortura con quince minutos de morisquetas. Las madres felices sacan fotos y los niños comienzan a mirar hacia los costados en busca de otro tipo de atracción. En menos de una hora el ídolo canta tres veces la cancioneta de la manzana, intercalada con cha cha muchacha y otros hits. Mi dolor de cabeza va en aumento. Intento disimular mi irritación hasta que el niño sentado a mi lado le pregunta a la madre cuándo va a terminar de cantar el señor. Los niños son esas criaturas que no mienten, según mi abuela, así que haciéndole caso me levanté y escapé del candombe posmoderno, no sin antes atropellar un par de poslactantes y ganar algún que otro insulto materno. En el kiosco de la explanada del Palacio Salvo encontré lo que el alma me estaba pidiendo. Un diario argentino regalaba un dvd doble con los últimos y decadentes capítulos de los Teletubbies. Luego de visionar toda la serie hasta quedarme pude dormir como un angelito… con mis manitos juntas entre mi cara y la almohada. 33 TXT alceo.thrasyvoulou (*) verano europeo En Paradise Beach, Mykonos, todo está en movimiento, menos tres uruguayos de Ciencias Económicas. No estamos de levante, aclaran, cercados por un promiscuo perreo electrónico. Les cuento que en Capao Da Canoa son las mujeres las que atacan. Abren los ojos y dicen que eso sí está bueno. ¡Vagos! Entra en escena un hombre rasta con un perro boxer. Chicas de todos los lugares del mundo se acercan para acariciarlo. Murmuro que utiliza al animal para conseguir ligues. Malinterpreta mi mala onda y se acerca para ofrecerme distintas clases de drogas. Es la primera vez que veo a un perro trabajando en narcóticos, pero del otro lado. El dealer me pregunta de dónde soy y le informo que de Uruguay, agrandado gracias a Forlán. Me cuenta que es de Albania. Tengo entendido que ese es el país más pobre de Europa, le digo. Perro y dueño desaparecen gracias a la magia de las palabras. “Estoy viviendo el mejor tiempo de mi vida y nunca me sentí antes de esta manera”, cantan los Black Eyed Peas, mientras a un costado de la fiesta, los tres uruguayos de Ciencias Económicas permanecen sentados en las reposeras de la playa, a la luz de la luna. Elegí pasar un 2011 con dos veranos y sin invierno, pero ahora envidio a mis amigos en Uruguay que pueden disfrutar del fresco. Hay que ver cómo usan sunga los europeos, igual que Namor, el Aquaman de Marvel (*). En Santorini todo está mucho más tranquilo, hasta que un día el volcán reviente y termine con la más linda de las islas griegas. Aprovecho la calma para recordar el inicio del viaje. Londres. El cambio de guardia. La orquesta de soldaditos tocando “A mi manera”. Fui a pubs en Londres y siempre era el peor vestido. Mi chaqueta comprada en una tienda de segunda mano no encajaba. Pero es en Italia donde mejor se producen, y las mujeres se suben a tacos agujas para desfilar como robots por el desparejo empedrado de las calles, entre la basura. Porque a pesar de la crisis griega, Nápoles y Roma deben ser las ciudades más sucias del glorioso Occidente (**). Pero la realidad supera a la realidad, y escucho a Los Fatales en una FM de Chipre (***), horas antes de la final de la Copa América. Así que ahora estoy en el mar Egeo, con la cabecita afuera del agua, mirando los picos de las montañas y preguntándome cosas como hasta dónde hubieran llegado Los Fatales si hubieran nacido en otro país. (*) Perdón por nombrar un superhéroe a quienes piensan que son frívolos. Y perdón por haberme disculpado por citar un superhéroe a quiene s piensan que son bien. (**) Y eso que pasaron muchos años desde aquel corto en que dos helénic os Tom y Jerry corrían por la parte histórica de Atenas, rodeab an el Partenón y terminaban corriendo entre la basura. (***) Les cuento que en Chipre tengo ocho tíos con sus respectivos hijos que a su vez tienen hijos de hasta 27 años, por lo que no doy abasto … quedo para ir a la casa de uno y cae otro a visitarme. 34 Fotografía: Florencia Ottonello INSIDEOUT jessie.young MUNDOMARAVILLA max.capote pólvora En el verano del 90 yo tenía 12 años y una considerable afición pirómana. Recuerdo con cariño la tarde de verano en que me disponía a armar una bomba con una bolsa de 150 gramos de pólvora y apareció, bajando la calle, el gordo Martín en su skate. Dicen que los amigos más entrañables son los que se conocen en la adolescencia. Con Martín armamos bombas de todo tipo; arrancábamos los cachos de bloques del muro de la placita del barrio. Hacíamos temblar el Cerrito. Las viejas a los gritos y nosotros cagados de risa. Éramos amigos de pólvora. Luego arrancó la época de los cumpleaños de 15. Para hacerme el galán nunca llevaba la tarjeta y le hacía buscar al portero mi nombre en la lista con mi cédula. Berretín adolescente. Era sábado y yo estaba convencido, no sé por qué, que el cumpleaños de Viviana Bello era en el club Fraternidad, una cuadra y media cruzando General Flores. Se me ocurrió llevar de colado a Martín, con el viejo verso de que era mi primo que había venido de Argentina y se estaba quedando en casa. Con toda la confianza del mundo, le entrego mi cédula al portero, que me busca por atrás y por adelante de la lista y me dice: _ No estás en la lista, pibe. _ ¿¡Como que no estoy en la lista!? Debe haber un error. _ Esperá que busco de nuevo… No, no estás, el que sigue... Le pido al portero que llame al padre de la chica y listo. Luego de un rato, viene el susodicho, que estaba bastante nervioso, 38 apurado y confundido con semejante producción quinceañera. _ Hola, mire, yo soy el amigo de... _ Sí, sí, dale, ¡pasá, pasá! _ Pero es que vine con mi primo, que... _ Dale, pasen los dos Facilísimo el fraude, pero cuando entré y no vi a ningún conocido del liceo, ni una puta cara conocida, sentí que estaba pasando algo raro. La que estaba de espaldas en la mesa de la torta era Viviana, la del cumpleaños. Fui hacia ella a saludar, con colado y todo, le toco el hombro para que se dé vuelta y no era Viviana… en eso viene el padre hacia nosotros, y ella es la que pregunta “Y estos dos, ¿quiénes son?”. _ Disculpe, jefe, nos equivocamos de cumpleaños… ya nos vamos. _ No, señor, de acá no se va nadie, y ahora mismo les pongo una mesa y se me quedan. Muy gentil y efusivo el hombre, pero yo me quería ir donde estaban mis amigos. Fue Martín el que me convenció de quedarnos. El hospitalario padre nos puso la mesa, un platito de sánguches y un litro de Mac Pay. Pasamos de colados a ser la envidia de todos los pibes del cumpleaños. Arrancó la cumbia y todo el mundo a bailar chunga cachunga… Mi amigo y yo hicimos mesa, mirando para la pista y tomando, sin molestar a nadie. Pero del borbollón sale un tipo con la mano enyesada, onda le pegué una piña a alguien y me rompí la mano, y comienza a relajar todo a Martín, a las puteadas limpias. Martín asombrado, tirado para atrás, y el plancha con el índice le picoteaba la nariz. Yo del otro lado de la mesa no escuchaba nada por el volumen de la música. En eso el plancha termina su discurso y se va a su mesa, donde lo esperaba su séquito patotero. Atino a seguirlo para preguntarle cuál es el problema: _ Mi compañero y yo estamos en una tranqui, sin molestar a nadie –le digo. _ Tu amigo está de vivo desde hoy y lo voy picar como un queso… tengo la mano enyesada, pero tengo esto… Y en ese momento se levanta la remera y deja ver el mango de un calibre 38, el primer que vi en mi vida. El tipo estaba borracho, enojado con nosotros, era locatario y tenía un 38... Volví a mi mesa, con indisimulado apuro. _ Martín, tenemos que irnos ya de acá _ Yo no me voy a ningún lado… A este planchita lo hago de goma. _ ¡¡Tiene un 38!! Rajamos. La salida estaba justo atrás del grupo enemigo. No nos alejamos ni treinta metros del salón que sentimos salir a todos los pibes, comandados por el que tenía el 38 en la mano y comenzó a disparar. Corrimos como nunca, los talones en la nuca, picaban las balas en la vereda, el viento a favor traía el intenso olor a pólvora. Martín se caía al piso del pedo, yo lo levantaba, todo en repecho, subiendo el Cerrito, corriendo hasta llegar a la iglesia donde caímos muertos del cansancio pero ilesos. Nos quedamos callados la boca por un buen rato y lo primero que dijo mi amigo fue Yo no hice nada. Unos años después, Martín cayó en las garras de la pasta base, droga que le fue generando una esquizofrenia inducida por consumo de estupefacientes (eso me dijo el médico cuando lo llevé a que lo atendieran). Al final, escuchaba voces, estaba convencido de que la cia le había puesto un chip en el cerebro. Muy mal, ya no era Martín. Una de las peores mañanas de mi vida mi madre me despertó llorando, diciendo que Martín no sé qué cosa, al principio no le entendía bien pero después sí, que Martín con una Magnum 357 había matado a su madre y luego se había suicidado. Salté de la cama y corrí hasta su casa, el mismo repecho del Cerrito que nos salvó ahora me separaba de él. Cuando llegué estaba su padre, muy confundido, recién había pasado todo y en esa casa todavía se olía ese dulce olor a pólvora. 39 MISCONFESIONES kira pirata no se hace, se nace Tiene cara de bueno. Tiene esa típica mirada en un punto indeterminado, como mirando la nada, porque es incapaz de fijarse en otra mujer, de reparar en una mujer distinta a la suya. Cuando se presenta lo primero que dice es: soy tímido, siempre fui tímido, y si no lo dijera, igual todas lo sabríamos, porque destila esa condición por todos los poros de su piel, una condición que tal vez no vaya de la mano con lo que hace y con su actitud extrovertida, pero poco importa. Tiene cara de bueno, tal vez un poco pirata, y es por eso que a veces pienso que esa contradicción se debe a que para él pelear contra la timidez significa actuar las veinticuatro horas del día en plan simpatía. Ojo, otras tantas veces sospecho que se vende así porque sabe que en el fondo, esos hombres, los tímidos, nos parecen más tiernos que los cancheros que piensan que se las saben todas. ¿De dónde sale esa paradoja? Muy simple. Porque la Susanita que todas llevamos dentro –sí, todas, aun cuando algunas creamos que esa parte nunca existió o murió hace mucho tiempo- quiere a un hombre así, a uno con cara de bueno y con apariencia de que sabrá tratarnos dulcemente y protegernos, a uno que se cree perfecto y que de tanto auto-ponerse el cartel de “winner” siempre termina solito y tildado de “raro y de “loco”. Igual, con él aprendí que todos los hombres, incluso los que tienen piel de cordero, esconden debajo un lobo al acecho, un hombre infiel latente que en cualquier momento se les sale de control. Tiene cara de bueno, pero es un pirata. Él no se ha sacado el anillo de su dedo 40 anular derecho. No lo ha hecho aún, porque si lo hace y descubre en la posición tan privilegiada que se encuentra respecto al deseo que las mujeres sentimos por él, no podría volver a ponérselo. Me gustaría decirle que en mí puede confiar. Podría darle el teléfono de los otros casados con los que salí para que pida referencias, para que ellos le aclaren que no jodo, pero lo cierto es que me cansé de ser el postre –algunas dirán “la segunda”, o “el premio consuelo”-, pero yo me siento más como el postre. Me pregunto cuántos hombres como él podrían jugar de piratas. A ellos, quiero decirles que estar en un medio tan masivo como Internet, a propósito y ocultando datos que son obvios, es lo mismo que salir un sábado de noche con amigos y sacarse el anillo. MODAles Fotos y post: Bruno Nogueira / Estilismo: Federico Pouso y Agustina Quartino / Pelo y make up: Florencia Canedo / Modelo: Ana Paula Rondán / Ropa: Retroka, Colonia 1841 y Recicla, Guayabo 1876. Camellia MADEINURUGUAY blogcouture.info penny lane Hace apenas cuatro años Florencia Domínguez impuso la canción beatle como sinónimo de moda con personalidad. La joven diseñadora, más conocida como Penny que por su nombre, se ha presentado a las dos ediciones de MoWeek y va por la tercera, buscando incansablemente cómo regalarnos un poco de bienvenido rock and roll. 48 ROCK AND ROLL, NENA: “Si bien Penny Lane es el nombre que lleva una canción de Beatles, la marca no está influida específicamente por ellos, sino por la época en que surge la canción. La marca tiene influencias la década de los 60, en mi opinión la más importante del siglo veinte, por su manifestación de libertad, juventud, revolución y espíritu”. EL CAMINO: “Mucho tiempo de dedicación, investigación, análisis, ser capaz de reconocer errores, corregirlos, no tomar una visión como absoluta. Trabajar con conceptos, no ver solo prendas, sino una identidad. Perseverancia y convicción”. INSPIRACIÓN: “Dedico mucho tiempo a investigar y a conocer, tendencias, marcas y diseñadores, fotografía, música. Siempre encuentro cosas que me atrapan, ya sea una estética, una canción, una frase o una película. Para las colecciones investigo y elijo a qué tendencia inclinarme, siempre manteniendo una inspiración personal”. MODELO DE NEGOCIOS: “Produzco dos colecciones al año que vendo en el atelier y son más exclusivas. También trabajo con dos líneas anuales de t-shirts, a la venta en el atelier y también destinadas a la distribución por locales, ya sea en Montevideo o en otras ciudades del Interior”. PROYECCIÓN: “Todavía no vendo en el exterior, es parte del proyecto y de etapas que hay que pasar. Me interesan muchos mercados a los que me gustaría llegar y tener un lugar, desde Latinoamérica hasta Europa y Estados Unidos. Lo fundamental es estar siempre en movimiento y con cosas para decir… en octubre nuevamente estaremos en MoWeek”. Directorio: www.pennylane.com.uy. Email: [email protected]. Cel: 094699856. Facebook: Penny Lane. ORIGEN: “Siempre tomé como punto de partida el hecho de que a través de nuestra vestimenta comunicamos quiénes somos. Cada elección, desde los colores, las proporciones, las texturas, y hasta las estampas, todo tiene un significado. Penny Lane surge de la necesidad de mostrar y transmitir un estilo, y junto a él una visión del mundo, una actitud”. 49 VIDRIERAARTECONTEMPORARI artista invitada: gabriela.pelenur curador: el empleado del mes 54 Obra: Mis siete diferencias. Foto/performance. Dos fotografías 70 cm. por 90 cm. Link: www.soylapele.blogspot.com 55 NOLETEMASALARTE javier.abreu para entrar, no para mirar El rosarino Adrián Villar Rojas, nacido en 1980, es la nueva figurita latinoamericana de exportación. Representa a la Argentina en la 54ª Bienal de Venecia, que se puede visitar hasta el mes de noviembre. La obra de Adrián responde a lo que en el arte contemporáneo se conoce como site- specific, es decir un conjunto especialmente pensado y generado para y por el lugar que lo exhibe. En la monumental instalación El asesino de tu herencia, el artista recrea las ruinas de una sociedad, los restos de una ciudad perdida. Son once esculturas construidas con arcilla y cemento de seis metros de altura que, distribuidas en los 250 metros de la sala, conforman una especie de bosque o zona de desastre. Se sabe que la súper producción implicó cinco meses de trabajo in situ y un equipo de colaboradores liderado por el argentino radicado en Italia, Adriano Nasut-Wood. Es una exhibición impactante, donde conviven la arquitectura brutalista y el minimal, la suavidad geométrica con el desborde del informalismo. Pero son imágenes difíciles, especies de monumentos que se miran desde lejos, y que fueron hechas desde el desapego y la extrañeza. Intento traba56 jar como un alien, como alguien que ha estado muy lejos de la cultura humana” dice Villar Rojas, quien aclara que las obras pesan dos toneladas y media, pero son frágiles como una vajilla china. En esta misma columna -hace un par de años- lo habíamos recomendado para aquellos que cruzan el charco en plan-pirata por el fin de semana. En esa oportunidad también llenó el sótano de la distinguida galería Ruth Benzacar de escombros, ladrillo y arcilla en su instalación Lo que el fuego me trajo. Era una gran muestra, de esas pocas que, cuando uno las pisa, recibe un impacto físico. Villar Rojas había organizado un espacio ruinoso y, como si se tratasen de restos arqueológicos, acomodó en estanterías recuerdos de un mundo desaparecido, cientos de pequeñas estatuas en arcilla con las formas más variadas: desde gatitos y dinosaurios hasta zapatillas, ángeles, unicornios, vasijas y frutas, y llamaban la atención los bustos de su novia y ¡de sus padres! El empeño de orden, ante tamaña devastación, la enumeración heterogénea y empecinada, le daban a la obra un aire profundamente nostálgico y conmovedor. SUENAN gustavo.fernández.insúa ¡corran a comprarlo! Buddy Holly no hace otra cosa que seguir echando luz, desde su genialidad creativa y performática, a más de cincuenta años de su muerte. En competencia con Bill Halley, Elvis Presley y Chuck Berry, vivió para regalarnos los componentes fundamentales del rock and roll. Rave On Buddy Holly, publicado hace apenas dos meses, es un soberbio tributo a su obra, impactante en variedad, cantidad y calidad. Diecinueve canciones abordadas en diversas claves y sensibilidades, permiten tanto deleitarse con la belleza de The Black Keys haciendo “Dearest”, como ponerse al tanto de en qué anda por estos días la musa Fiona Apple... así nos enteramos de que la señorita Manzana se acompaña de Jon Brion y lleva al territorio del mejor gusto la inolvidable “Everyday”. Apenas el oyente puede recuperarse de los dos primeros rounds, en el tercero aparece, avasallante, universal y gardeliano -otro que cada vez canta mejor-, el interminable Paul Mc Cartney, quien con facilidad beatlera firma con identidad hipergroovera su versión de “It’s So Easy”. Pero esto apenas empieza. Después de los Black Keys, Fiona y Paul, siguen, en este orden, Florence & The Machine con “Not Fade Away” (busquen en la web su 58 recital en Morning Becomes Eclectic), Cee Lo Green, Karen Elson (si fuera francesa, Carla Bruni no hubiera tenido chances), y luego el stroke Julian Casablancas deconstruye a Holly como pocos, con “Rave On”. La simpleza y la complejidad que alternan en la obra de Holly son trastocadas con un sentido artístico superior, en las versiones de Jenny O, Justin Townes Earle, She & Him, Nick Lowe, Patti Smith (a esta altura, honoris causa en covers), My Morning Jacket. Y hay más. Mucho más. Más de lo que suele hacer la variedad: Modest Mouse, Kid Rock, The Detroit Cobras, Lou Reed (aviso que puede llegar a producir temblores su arreglo de “Peggy Sue”), John Doe, Graham Nash. Rave On Buddy Holly es una maravilla para los amantes de Buddy Holly, es la envidia de cualquier supersónico. Es una excelente ensalada de grandes estrellas del rock, del pop y del country que reverencian al mito del legendario apóstol que inventó mucho y murió joven. En un mundo ideal, es un disco que todo amante de la música debería tener, por muchas razones que empiezan a enumerarse en 1950... cuando un adolescente de catorce años soñaba con ser una estrella de la canción. KITOFF invitado: el.ministro (*) actitud fernández fierro El auge de las orquestas típicas fue entre 1930 y 1960. A partir de los años setenta se transformaron en formaciones más chicas o se dedicaron a la recreación de antiguos éxitos. Esa nefasta situación se prolongó casi dos décadas, y fue hacia fines de los años noventa que haciendo un análisis de la situación del tango comenzamos con el proyecto que hoy es la Orquesta Típica Fernández Fierro. Nos dimos cuenta del poder sonoro de una orquesta y que no había ninguna que pudiéramos ver en vivo. Grabamos el primer disco -Envasado en origen, año 2001- con un sonido más cercano al de la orquesta de Osvaldo Pugliese, que siempre fue nuestro referente como músico, artista y persona. Seguimos adelante. Destrucción masiva, de 2003, incluyó versiones propias de tangos que nos gustaban y tangos propios. En 2004 nos llega una grabación de un concierto en Lietchenstein, grabado en forma casera por alguien del teatro. Lo editamos con el título Vivo en Europa y fue el disco más low-fi de la historia del tango, pero ese disco nos confirmó que el sonido de la orquesta en vivo era mucho más representativo de nuestras intenciones artísticas que lo que habíamos logrado hasta el momento en estudios de grabación. En 2005 editamos el dvd Tan- go antipánico, un show en vivo registrado en una importante sala de Buenos Aires. Volvimos a grabar en estudio, en 2006, el disco Mucha mierda, y en 2009 editamos nuestro actual último disco -Fernández Fierro- con todas composiciones originales y en forma independiente, al igual que todos los discos anteriores. Estamos trabajando ahora en un dvd y componiendo material para un nuevo disco, con las mismas premisas con la que empezamos este proyecto: hacer música nueva y desafiar al individualismo, al que consideramos un falso valor. Por eso seguimos en forma cooperativa e independiente. Hace poco inauguramos el Club Atlético Fernández Fierro, un galpón en el barrio del Abasto que fue convertido por nosotros en un espacio artístico que alberga -además de nuestra Orquesta- a otros artistas referentes del under porteño. El C.A.F.F. queda en Sánchez de Bustamante 764, a pocas cuadras del shopping del Abasto. Todos los miércoles toca la Fernández Fierro, y algunos sábados también. Antes de reservar, hay que asegurarse que la Orquesta no esté de gira o ver que otras agrupaciones se presentan. Directorio: www.fernandezfierro.com y www.caff.com.ar. (*) El Ministro es bandoneonista y uno de los fundadores de la OFFT, actualmente integrada por once instrumentistas y el cantor Walter “Chino” Laborde. El 1 de setiembre darán un único show en el Teatro Solís. 59 PANTALLAS fernán.cisnero apocalipsis ayer Artigas, La Redota es a la historia uruguaya lo que Star Trek a la astronomía. Dicho con todo respeto, por supuesto, con el afán de aclarar que no se trata de una reconstrucción de un hecho puntual (el campamento del Ayuí) y una serie de eventos políticos (el recelo porteño a todo lo que se propusiera Artigas). Acá se utilizan una serie de hechos conocidos y se los pone al servicio de una intriga, un recurso válido y celebrado tanto en Shakespeare como en Dan Brown. El Artigas que construye el director César Charlone (*), aunque se lo quiera humanizar y tenga sexo -¡qué necesidad!- o aparezca con un bebé en brazos, termina siendo un ser superior que entiende los valores de la democracia, apela a la utopía y a los sentimientos justos en medio de una parcialidad integrada por paisanos e indios. Hay un español al que los porteños mandan de infiltrado para asesinarlo, pero empieza a sentirse conmovido ante tanta bondad hecha caudillo. El sicario tiene sus propios dramas personales, como queda claro en el largo parlamento en off que nos va contando lo que podríamos estar viendo y en algunos sobreimpresos a un paso de lo kitsch. En una historia paralela, se cuenta cómo Blanes, setenta años después de esos sucesos, construyó el Artigas que todos conocemos, por encargo de Máximo Santos, un dictador que se parece a Franklin Rodríguez con una barba postiza. El aislamiento del campamento de Ayuí pretende representar el aislamiento de una idea política que se esforzaba en ir a contrapelo del curso de la historia. Hay algo de Pandora, el planeta de Avatar, en ese mundo proto-socialista y carnívoro del Éxodo, donde las mujeres tienen derechos 60 aunque el jefe de los orientales es un tanto picaflor de más. Una comunidad utópica en contacto con la naturaleza que dio origen a esto que somos ahora; la película no discute las consecuencias actuales de ese experimento. Charlone -que es, por encima de todo, un fotógrafo de nivel internacional-, ilustra con colores, vestuarios, encuadres y extras con una paleta afín a la identidad histórica uruguaya construida por Blanes. El guión, cuyo desarrollo narrativo tiende a lo austero, puebla el resto con escenas que aportan poco y se limitan a caminatas en medio del campamento y entre laberintos de montes criollos y restos de vacunos pudriéndose al sol, ensoñaciones románticas, discusiones políticas, un par de bailes, una payada, y discursos artiguistas en los que se repite lo de “naides es más que naides”, un mantra que funciona como “el horror” del Kurtz en Apocalypse Now, referencia más que explícita en esta película pero atemperada por el ideario artiguista y no por la desazón. Este Artigas está más cerca de la utopía del sermón de la montaña que del paraíso perdido del personaje de Conrad. Es una elección que más que poner en debate el vínculo tradicional de los uruguayos con un pasado mitificado y siempre polémico, lo afianza. (*) La elección de Jorge Esmoris y sus rasgos poco parecidos a la versión aprendida del Protector de los Pueblos Libres, es utilizada, con inteligencia, para apoyar el concepto de un Artigas desconocido, alejado de la reconstrucción heredada en retratos de cuadernos escolares. Esa es una de las tesis que maneja la película y la que mejor queda probada. Discutir si Esmoris es un “buen Artigas”, acá no tiene razón de ser. ENBORRADOR invitado: martín.inthamoussú (*) del pecado a la virtud La idea original era llevar los siete pecados capitales a escena. Como ese concepto imponía un camino directo y acaso negativo, se decidió trabajar las siete virtudes que enfrentan –o complementan- esos pecados. El guión de Virtuosos (*) parte del trabajo de siete dramaturgos convocados y se vale de la danza, los visuales y la música para el juego escénico de siete intérpretes dirigidos por el coreógrafo Inthamoussú. ser una princesa hay que alejarse de los 1 Para hipopótamos de dientes afilados… atiendo como un macho sudoroso; juego 2 Te tus juegos de varón y varón, de nena y nena… virgen. Nadie ha entrado en mi cuerpo. Lo 3 Soy que entra aquí, se queda aquí... esperar, puedo simplemente esperar; 4 Puedo ¿la tenés vos o la tengo yo?... es recomendable acercarse a dos perso5 No nas, ya que estas podrían estar conversando de temas privados... también quiero ir a cagar a la casa de Car6 Yo litos, ir despacio, tocar el timbre, cargar el rifle y asesinar a la familia, ¿por qué no?... ustedes, virtuosos nosotros, vir7 Pecadores tuosos pecadores todos ustedes y todos nosotros… (*) Última creación escénica de Martín Inthamoussú, Virtuosos se presenta en la Zavala Muniz entre los días 11 y 14 de agosto. Los siete fragmentos son: De la soberbia a la humildad (Mariana Percovich - Noelia Campo), De la pereza al trabajo (Verónica Mato - Juan Ibarlucea), De la lujuria a la castidad (Gabriel Calderón - Federico Longo), De la avaricia a la generosidad (Sofia Etcheverry - Roxana Blanco), De la gula a la templanza (Luciana Lagisquet - Andrea Salazar), De la ira a la paciencia (Gabriel Peveroni - Mónica Navarro), De la envidia a la caridad (Santiago Sanguinetti - Daniella Passaro). 61 E foto: pata.torres 62 S H A N G A I no hay escaleras, no hay ascensores, no hay caminos aparentes que lleven a shanghai. “el lazo que une el significante al significado es arbitrario”, dice arturo lem. quiere decir que es posible que estemos en el centro del mundo, sin advertirlo, donde todo y nada suceden en el mismo instante. un lugar subjetivo. un no lugar, un estado de cosas que se ve alterado por los experimentos en kits de identidad que se realizan en el anexo. Motivo: Funciones de la obra Shanghai, de Gabriel Peveroni y María Dodera. Elenco: Noelia Campo, Fernando Amaral, José Ferraro. Música: Federico Deutsch y La Hermana Menor. Lugar: Museo de las Migraciones. Próximas funciones: 17, 24 y 31 de agosto en Fundación Espínola Gómez. Web: shanghaiteatro.blogspot.com 63 LETRAS natalia.mardero harper lee (*) Hace poco encontré la edición de bolsillo de To kill a mockingbird (Matar a un ruiseñor) de la escritora norteamericana Harper Lee (Monroeville, Alabama, 1926). Siempre había querido leerlo. Ella ha sido una presencia constante y misteriosa en la vida de mis escritores norteamericanos favoritos. Amiga íntima de Truman Capote desde la infancia, fue quien lo acompañó en la tortuosa aventura de investigar la muerte de la familia que daría vida al libro A sangre fría. Matar a un ruiseñor se desarrolla en 1930 en Maycomb, una pequeña ciudad de Alabama. La narradora es Scout, una despierta niña de nueve años con la cual Lee no disimula conexiones autobiográficas. Scout y su hermano mayor Jem viven con su padre, el abogado Atticus Finch, y con una casera negra que los cuida durante el día con un cariño genuino pero bastante tosco. Las primeras páginas pintan a los personajes, las andanzas de los niños, la devoción religiosa y el racismo de un típico pueblo del sur a través de los ojos 64 de la enérgica y aventurera Scout. Todo comienza a tomar otro rumbo menos idílico cuando Atticus decide defender a un negro acusado de violación, y su intachable posición en la comunidad comienza a ser puesta en tela de juicio. La novela fluye entre la dura crítica a una sociedad anquilosada y la construcción de seres complejos y llenos de humanidad. Uno de los personajes más entrañables del libro es Dill, el solitario amigo de Scout y Jem, inspirado en la infancia de Capote y en su personaje, también de ribetes autobiográficos, de Otras voces, otros ámbitos. Harper Lee es como la versión femenina en J.D. Salinger. Solo ha dado tres entrevistas en su vida, y vive recluida entre su Alabama natal y Nueva York. Hoy tiene más de ochenta años y poco se sabe de ella. Su libro Matar a un ruiseñor, de 1960, es su única novela. Ganó con este el premio Pulitzer y vendió más de 30 millones de copias en el mundo entero. En 1962 se hizo una taquillera versión cinematográfica, protagonizada por Gregory Peck. El éxito enmudeció a Lee, que nunca había esperado esa repercusión. En 1964 declaró: Nunca esperé ningún tipo de éxito con Matar a un ruiseñor. Esperaba que tuviera una muerte rápida y compasiva en las manos de los críticos, pero al mismo tiempo, esperaba que a alguien le gustara lo suficiente como para darme reconocimiento. Reconocimiento público. Deseé un poco, pero a cambio recibí mucho, de alguna manera fue tan aterrador como la rápida muerte que esperaba al comienzo. (*) o la jane austen de alabama HÉROES,ANTIHÉROES&VILLANOS leonardo.borges los espectros de un tal anacleto Los años pesan en los hombros, duelen los recuerdos más terribles, los enemigos muertos se vuelven espectros silenciosos, que conviven entre los sueños turbulentos del anciano guerrillero Anacleto Medina. De tanto en tanto se despierta sobresaltado, vuelve a escuchar las últimas palabras de César Díaz aquel verano trágico del 58. Aquel silencio fantasmal, después de la orden de fuego. Terrible hecatombe la de Quinteros, la que carga el anciano en sus hombros desde aquel día.¿Qué vale ya la palabra de un General oriental?, es la voz del general. Pero eran las órdenes del gobierno, él no podía hacer otra cosa…, vuelve a calcular su decisión y su acto tan terrible como liberador. Más de uno había intentado asesinarlo desde aquella tarde. Medio país se la tenía jurada, pero ninguno había calzado ese número. Muchos temerarios murieron en el intento. Sonríe el anciano entre sus cavilaciones, por los 82 años que viste y se sienten. Sus párpados caen de unos ojos negros profundos, ya no puede sostenerlos. El Indio, le decían desde joven, aunque poco queda de aquella tupida cabellera negra. Ya no era el joven revolucionario que había luchado con el viejo Pepe Artigas. Ya estaba muerto. Lejos habían quedado las victorias de Cagancha, de Ituzaingó y muy lejos su amigo don Frutos. Todos muertos. Todos fantasmas que lo esperaban tarde o temprano en algún sitio. Mucho se había tardado. Cuando miraba alrededor solo encontraba muertos que llorar. Ese año, 1870, fue convidado a la rebelión por los otros, aquellos a los que muchas veces había combatido; los blanquillos de Timoteo Aparicio lo convidaban nada menos que a la revuelta. La Revolución De las Lanzas, la llamarían los historiadores. Los colorados gobernaban de forma exclusivista, gritaba Aparicio. Anacleto se lanzó a la rebelión tras su proclama. Era un paria desde que había matado a Díaz, aunque no comprendía muy bien la plétora de amigos que se había hecho de muerto el General, pues vivo, pocos lo habían apoyado. Los diarios de Montevideo le habían llamado asesino vulgar. ¡Cómo se atrevían! Tantas veces les había salvado el pellejo. El Indio Medina, el que mató a César Díaz, gritaba un paisano colérico, al enterarse de la buena nueva. Seguramente muchos irían por él. Él aguantaría. Los héroes de un tiempo mutan tan rápido en villanos, pensó de repente el caudillo, pensando en su viejo amigo Pepe Artigas. ¿Quién era este Anacleto Medina, 66 que gritaba a los cuatro vientos su proclama? La bandera que levantamos es la bandera de la patria, bajo cuya sombra caben todos los orientales. La divisa tiene los colores purísimos de esa misma bandera y nuestro partido es el gran Partido Nacional, formado por todos los buenos orientales… El Goyo Jeta era el jefe de los colorados. La historia del asesinato de Leandro Gómez en el verano de 1864 aumentaba el odio, centuplicaba los vengadores de un lado y otro. El verano viene sangriento, pensó y no le erró Anacleto. El viejo guerrillero, centuplicando símbolos, desembarca nada menos que en la playa de la Agraciada. Desde su Cuartel General se siente joven otra vez: Soldados: me siento rejuvenecer al pensar que la Providencia ha querido conservarme la vida para que pueda cooperar a la obra santa de la unión de los orientales y a dar a la patria días de paz y de Ventura. Los saluda complacido vuestro general y amigo. El 17 de julio de 1871, en Colonia, se desató la batalla de Manantiales, en la que fueron derrotados los rebeldes. En esta batalla murió, con 82 años, peleando todavía, Anacleto Medina. Su asistente le gritó que atacaba el enemigo, pero fue inútil; el anciano que no podía mantener sus párpados arriba y debía sostenerlos con palillos, fue atravesado por varias lanzas enemigas. ¡Dispare señor!, gritó el asistente. ¡Dispare que los tiene encima! Asustado, su asistente le golpeaba el caballo. El viejo guerrillero comprendió. Frenó su jamelgo y se dispuso a pelear. Ni la edad le salvó del sufrimiento. La crónica del Telégrafo Marítimo cuenta que Medina fue asesinado gritando ¡Viva el partido de la libertad!. Para los colorados, quien moría era el verdugo de Quinteros, era un desquite válido… sangre por sangre siempre vale. Las atrocidades no acababan. Después de atravesarlo con muchas lanzas, cuenta Eduardo Acevedo Díaz que fue sepultado a medio cuerpo, después de haber sido mutilado y desollado de una manera minuciosa y concienzuda. Se cuenta que después de descuartizarlo, mandaron trozos de su cuerpo ante la casa de sus familiares, en Montevideo. Tanta guerra había cansado a todos. La cuota de sangre estaba amortizada. Espectros y villanos, héroes decapitados esperaban al guerrillero. Su espada fue mandada como trofeo de guerra al presidente Lorenzo Batlle. La historia se tragaría entonces al héroe de la revolución, al antihéroe de Quinteros y al villano de los colorados. Para siempre. 67 TRASUSTED Instrucciones para fabricar una bolsa de residuos con un diario finlandés 68 69 HASTALAVIÑETASIEMPRE federico.de los santos la gallina dibujada ¿Cuál es el mejor método para adaptar una obra de un formato a otro? ¿Hay que buscar la fidelidad alterando lo menos posible al original? ¿O transmitir su “esencia”? La historieta es buen terreno para rastrear respuestas; dos libros recientes lo hacen adaptando a viñetas a uno de nuestros mejores cuentistas, el heredero criollo de la prosa de Poe: Horacio Quiroga. Quiroga x Vayra. Ilustrador de El País Cultural, con varios premios a cuestas, Renzo Vayra es uno de los dos o tres nombres de historietistas uruguayos que suenan en el exterior. Reparte su obra entre experimentos de historieta vanguardista y adaptaciones literarias. En esta última línea, aparece Tres cuentos de la selva. “El paso del Yabebirí”, “Anaconda” y “El regreso de Anaconda” son los cuentos que elige Vayra, en los que opta por transcribir entre las viñetas los textos íntegros de Quiroga. La sensación no es la de estar ante una adaptación propiamente dicha, sino cuentos acompañados por dibujos, un híbrido entre literatura y cómic, con sus propias reglas -como la ventaja de entrar en contacto con la pro- 70 sa directa de Quiroga-. Hay una curiosa inversión de roles: mientras que los animales tienen rasgos psicosociales casi humanos, el hombre es un depredador salvaje o -en el primer relato- un aliado incomprensible. Vayra es uno de los mejores dibujantes del medio local. Su estilo cargado, con muchos detalles y rayitas, es afín a los climas oscuros de Quiroga, mientras que la interpretación de la flora y la fauna brinda algunas de las mejores viñetas en blanco y negro que dio el cómic nacional reciente; conjuga la corrección anatómica con la expresividad (puntos extra por tratarse de animales). Tres cuentos de la selva, de Renzo Vayra. 94 páginas. Trilce, 2010. Quiroga x Saracino. Quiroga fue un verdadero escritor rioplatense, y no sorprende que Cuentos de amor de locura y de muerte tenga por mentor al argentino Luciano Saracino, uno de los guionistas argentinos con mayor proyección internacional, quizás a la par de Diego Agrimbau. Saracino adapta esta colección de relatos junto a dieciocho dibujantes latinoamericanos y españoles (dato curioso: ningún uruguayo). La dimensión gráfica es impactante y diversa. Cada artista es virtuoso en el trazo y el color. Hay caricaturistas de línea gruesa, dibujantes casi pictóricos y trazos verdaderamente grotescos (se destaca “La gallina degollada”). Hay un trabajo fino de Saracino, como guionista, a la hora de transportar los climas y diálogos. Puede reprochársele la síntesis extrema de algunas historietas (“A la deriva” se exiende solo cuatro páginas), que atenta por momentos contra el efecto de las narraciones. A su vez, hay pasajes donde la prosa escrita pierde peso cuando se traduce a imágenes: la viñeta del parásito en “El almohadón de plumas” no tiene el mismo peso que la escalofriante descripción de Quiroga. Sobresalen los cuentos más largos como “Una estación de amor”, que Quiroga separa en cuatro capítulos y Saracino designa cada uno a un dibujante diferente. De amor de locura y de muerte, de Luciano Saracino y varios dibujantes. 160 páginas. Pictus, 2011. Distribuye Aletea. vigencia de quiroga Horacio Quiroga recurrió a la vida salvaje para plasmar los conflictos humanos y retrató sus preocupaciones sobre la deforestación, la caza indiscriminada y las miserias humanas de la sociedad del Novecientos. Quizás haya que agregar a la pregunta inicial la de por qué adaptar una obra de hace más de un siglo. En este caso la respuesta es contundente: la vigencia del autor y el talento de los involucrados es justificación sobrada. 71 DIARIODEVIAJE invitada: magela.ferrero vuelo a venecia(*) hoy me fui de casa. tomamos un taxi del lado de la sombra. compramos chicles, una barrita de cereales y caramelos de menta. yo tuve ganas de llorar, pero el motivo del viaje no admitía melancolía alguna. así es que organicé la cara en función de otras cosas, y como cada mañana y cada mediodía saludé a losada, a gloria y a los muchachos del quiosco con una mueca de amor. eso que llamamos la sonrisa y tan presente está a la hora de hacer reales los motivos para un mundo mejor. el cielo nada me pregunta. simplemente permanece, como desde el primer día, delante. y es a veces su tan humilde permanencia la que me interroga sobre a dónde voy, tan mía con tanta falta de mí. 72 excepcionalmente el mundo se abre. inequívocamente el valor de la distancia es la cercanía con uno. emprendo el mundo entonces, con el corazón creciente y un sentimiento antiguo que no muere: el de estar joven ante el vuelo, con la auténtica inocencia que regala la primera vez de todo. muy joven permanece el aire mientras soy nadie poseyendo el cielo. amanezco sola e infinita. lo que traiga el viento será mi amor, me lo prometo. una forma abandonada, unos pastos altos y verdes. un círculo nocturno de promesas y quebrantos que sanaré con el propio sonido de lo que se pierde cuando lo que nos correspondía nos abandona. 73 creo. donde no hay nada ahora, habrá algo un día. tendría que salir de esta hora el futuro que deseo. entregar mi corazón, mi alma, mis recuerdos, con la esperanza de vivir en otro corazón y de que otra alma sepa que es aquí donde espero me visite mañana, cuando no haya más placer sobre el manto oscuro de la noche que este anhelo iluminado de besar la boca de otra humanidad. venecia está a un metro sobre el nivel del mar. a la vuelta de casa, una familia de tilos sopla a las siete, cada día contra mi ventana su fragancia almibarada me despierta. la vecina de al lado escucha un disco de operetas y canta fuerte y afinada. existe gabriel en la calle garibaldi rodeado de quesos, pastas y tomates secos, y están maría y federico, donde almorzamos el pesto de sus manos dos, tres, o cuatro veces cada semana. está el olor del mar y las piedras rojas hinchadas de las olas, el helado de limón con albahaca fresca. el pan con pistachos, los corazones de alcachofas abiertos y rojos de pimientos brillantes… 74 yo me dejo enamorar. y que me lleve la marea alta de la baja pasión adonde tenga que volver a conocerlo todo. adonde no tenga pasado mi memoria y la esfera de fuego que ahora nos abrasa sea un astro ignoto, sin nombre ni ascendencia. y que la risa de otro hombre sea el valle, la cima, la montaña y el mas allá de mí. en venecia, o en la luna, o en la carta donde algo pronuncia nuestro nombre por primera, luminosísima vez. (*) Magela Ferrero presentó en la Bienal de Venecia un políptico de nueve fotos y un libro, obra con la que representó al arte uruguayo contemporáneo. 75 TIEMPOSMODERNOS rodolfo.santullo t cuento q tqm La del título es una declaración de amor. Pura, romántica, sincera. Olvidemos cartas, emails, declaraciones epistolares extensas y emotivas. En exactamente catorce caracteres se le exterioriza al otro nuestro amor, cariño, afecto. La subcultura sms es cada día más fuerte, más aceptada, más legitimada (*). Si existe un concepto como el de minicuento -definido como la variación de una máxima, un aforismo, un refrán, una sentencia o simple reflexión- para ser utilizado mediante el sms y el celular, podemos entender que existe una forma de escribir diferente. Es más, a las personas que escriben sms quizá en demasía, se les denominan chaters. Qué más legitimador que un nombre propio. El comportamiento cultural ha cambiado a tono del uso que le damos a los teléfonos celulares y particularmente al sms. Alcanza con acudir a las estadísticas: Nielsen Mobile -estudio de marketing y publicidad que se realiza en más de cien países- garantiza que desde el año 2007 en adelante el usuario de telefonía celular envía más mensajes de texto que minutos de llamada de voz tradicional. Este mismo estudio, realizado dicho año, recorrió tres meses de análisis, para encontrar que la media del volumen de mensajes de texto enviados crecía un 64%, solo durante esos mismos tres meses de estudio. Todas las franjas etarias por debajo de los 44 años envían más sms que llamadas tradicionales, destacándose los adolescentes entre 13 y 17 años, quienes son los líderes en envío de sms alcanzando 76 promedios de hasta 1742 en un mes. La franja siguiente, 18 a 24, los sigue con un promedio de 790 mensajes mensuales. Un estudio realizado por Harris Interactive ha investigado al segmento adolescente, y demostró que el 42 por ciento de ellos afirman que pueden escribir mensajes de texto con los ojos vendados. ¿Existe alguna manera “oficial” de escribir un sms? Todavía no, pero vamos hacia allí. El primer diccionario sms se llamará Exo x ti y xra ti y tiene como características principales la abreviación de palabras, supresión de letras, etcétera. No han faltado las voces que se alzan en contra hasta del mismo diccionario, asegurando que fomenta una mala educación y mal uso del idioma. Pero están aquí y todos los usamos; cruzan el éter de a millones todos los días y es cuestión de tiempo para que todos nos volvamos chaters, sin generar la menor sorpresa. (*) El concurso de minicuentos que organiza Cooperativa Bancaria, junto con Antel, va por la cuarta edición y han participado y ganado escritores jóvenes -y no tanto- como Carolina Bello, Ignacio Fernández de Palleja y Laura Chalar. TRIP pablo.trochon [ushuaia, 2006] Quizás alguna información sobre su clima hostil y su aspecto sombrío hizo que, en 1905, Jules Verne pusiera a un puñado de fareros asediados por corsarios en el faro ubicado en la Isla de los Estados, al oeste de Tierra del Fuego. El Faro del Fin del Mundo colabora en la traslación del finisterre -título que le pertenecía a Galicia hasta antes de la Conquista-, a Ushuaia, donde la cultura del fin del mundo se continúa perpetuando como un legado insoslayable. Pero el fin del mundo de quién: ¿el de la población de yámanas en manos de los anglicanos, hacia finales del xix?; ¿el de los reclusos de la Cárcel de Reincidentes que con sus manos engrilletadas construyeron calles, puentes y edificios, explotaron los bosques, instalaron la imprenta, el teléfono, la electricidad, e incluso oficiaron de bomberos, y que nunca pudieron, por lo menos así lo relata la crónica, fugarse con éxito, pues volvían entumecidos por el frío y el hambre (excepto el mítico Pipo que quizás lo logró)? Vuelvo a la ciudad, encallada entre el Canal de Beagle, los descomunales cerros Martial y Olivia. Recorro las coloridas casas de madera con techo de chapa ondulada, coronadas por decenas de lupines de diferentes tonalidades, de retamas florecidas de intenso amarillo y el bosque que se filtra por entre sus callejuelas más elevadas. El hombre-pingüino sostiene a otro disfrazado de castor, que claramente está en pedo. Lentamente y en silencio la bahía se va anocheciendo de un celeste intenso, rodeada de sombras montañosas azules profundas, salpicada de es78 telas de humos que escapan de las chimeneas. El frío comienza a expandir sus dominios; según los fueguinos, allí cada vez está más gélido, igual es enero y se tolera. Es casi medianoche y recién la luz se ha ido, no pasarán más de cuatro horas para que vuelva. Es un lugar agradable que no resulta escenificado como otros destinos de la Patagonia; quizás porque el turismo se matiza, se diluye, en sus treinta mil habitantes, la mayoría trabajadores golondrina del creciente comercio pesquero, forestal, portuario e industrial (impulsado en los setenta para establecer una soberanía más fuerte en la isla y frenar el expansionismo chileno). Al día siguiente me castigo con tres empanadas de cordero, en una cabaña donde pasan Jaime Roos, a la vera del lago Roca, y luego más cordero, pero a la parrilla, al pie del Cerro Castor, que en otras épocas del año es un foco infeccioso de turistas. Más tarde me interno por los pabellones del ex Presidio Nacional y permanezco en un calabozo cerca de una hora: hiela y ensombrece. Me llegan los lloriqueos de un viejo que relata a un guardia que allí murió su hermano. No sería surrealista decir que en otra de las alas del panóptico (¡Foucault tenía razón!) se exhibe Dalí en el fin del mundo; seguramente las pinturas que Salvador tiró a la basura y alguien rejuntó, pero están allí, donde alguna vez moraron el Petiso Orejudo y, suspendiendo el descreimiento, Gardel. Me impacta un cuadro de Gala, que visto de lejos toma la forma de la cara de Lincoln. Hace poco, en New York, el día que fui a ver a Paquito D’Rivera en un show de tango jazz de dudosa tangosidad, el Lincoln Center ostentaba réplicas escultóricas del maestro. Tan inquietante como ver, hace dos años, en Belo Horizonte, una exposición de Rodin y Chagall en el centro cultural de Fiat, en un morro desde el cual se ve toda la ciudad. Estoy fatigado por la caminata que he tenido a través del bosque del Parque Nacional de Tierra del Fuego, a la vera del Lago Roca, donde los cordobeses, los conejos y los castores son plaga y generan grandes trastornos para la flora, por no tener depredadores directos y por estar prohibida su caza. Tras visitar la Bahía de La Pataia, ha comenzado a invadirme eso de Ushuaia y la pelotuda sensación de sentirse especial por estar en el asentamiento urbano más austral del mundo, como si hubiera escalado la montaña más alta o navegado el río más largo. El trencito atraviesa el cementerio de árboles talados por los presos para alimentar la usina termoeléctrica del presidio, hace más de medio siglo, como yo cruzaré bosques y esponjosas turberas que datan de nueve mil años atrás, bajo la incansable lluvia fueguina, para visitar la Laguna Esmeralda, al pie del glaciar Ojo del albino. Rodeada del color rojizo sobre el que crecen exóticas y minúsculas florecillas, posee un paisaje increíble y cautivante. Me arraigo al portal del hostel, pese al frío, por casi cinco horas. Mientras dentro se sucede el tráfico de vinos y de carcajadas motivadas por una yanqui que está de las chapas y se quiere coger a todos menos a mí, lo cual no quiere decir nada. Acá, en las afueras, permanezco hasta las tres de la mañana como anfitrión de quienes salen a fumar un cigarro. Nos reímos burlándonos de los demás. Sin dudas el clímax está en el faro Les Eclaireurs, en el canal de Beagle, tras is79 las habitadas por cormoranes y lobos marinos machos que se disputan territorio y hembras en lucha encarnizada. Aparece sereno, acunado en nido de rocas, en su áurea y grana solemnidad, heredero de la carga simbólica del desaparecido (por la inutilidad de su lugar de emplazamiento) artefacto de orientación marítima, que inspiró a Verne. El avión levanta vuelo desde una saliente de la bahía, enfrente a la ciudad donde todavía no ha llegado Mc Donald’s y el agua sigue siendo potable. Al volver a meterse dentro del mundo, sobrevolando la costa atlántica argentina y reconociendo la Península de Valdez que solo he visto en mapas escolares, uno recupera algo de la pesada conformidad, de esa sofocante seguridad de saberse contenido; a salvo de aquel resumidero (si, como aquí me han dicho, Finlandia, Suecia y Dinamarca son la cuna de la Humanidad), de la cornisa que representa Ushuaia en el mapa del intrépido. But no matter, the road is life. 80 OTROSANIMALES pedro.dalton capricornio come puma 81 CIUDADESQUEMATAN ruski 18.05.2011 (buenos aires) Mi editor favorito me pide que siga escribiendo sobre famosos. Le digo que este mes ni en pedo, que estoy de vacaciones en Buenos Aires, que ni aunque Riki prometa volver al Cuarteto de Nos, que me voy a la inauguración de Arte BA, que buenas tardes, y le corto. En la inauguración de la feria de arte contemporáneo más importante… más importante de, digamos, no solo de Buenos Aires sino de la región, hay mucha mucha gente. Toda gente perfumada, colorida, producida. Los artistas también, pero con un toque alocado. Los curiosos vamos vestidos como siempre. A la primera que distingo es a Marta Minujin, con sus anteojos ahumados, en el stand donde cuelgan sus viejos colchones hippies. El paso de los años ha vuelto a la feria más grande y con obras cada vez más decorativos. Hay más galerías, más compradores y menos por descubrir. Hay unos billetitos recortados como papel maché por aquí, un cuadrito coloradito con caballos que quedaría regio en una casita de campo por allá, unas cuantas fotos de Marcos López y sus imitadores por todos lados… en fin, más de lo mismo. Como el champagne no se acaba y me voy cruzando con hermosos hombres y hermosas mujeres, la velada se desarrolla en total armonía. En el sector arte joven, la población es más bella aún, y más alocada, y la obra que se muestra más aburrida, más fea, más lo que corresponda. Estos tiernos artistas, auspiciados por el decorativismo que impone el mercado de clase alta, se aprovechan de la impunidad que les da la juventud para no tener que decirnos nada. ¿Dónde está la emo82 ción, la belleza, la sensibilidad, la revolución? ¿Me vuelvo reaccionaria tan joven? Luego de un par de horitas, algo desanimada, algo alcoholizada, al borde del hastío, me cruzo con la obra de arte más perfecta que haya visto por siempre: Paola Krum, altísima, elegante en su vestido negro. Me quedo idiota mirándola. La obra de arte más perfecta es sin duda el ser humano. Del brazo lleva a su novio, Joaquín Furriel, hermoso también. Me han contado que son gente encantadora. Allí van ellos, hacia la eternidad. Estoy a punto de largarme de la feria cuando suena el teléfono. Dice Mariano que vaya a Guebara, su bar, que Fernando cumple años. Le digo que no puede ser, que está filmando con Alejandro Agresti y John Cusack, que no me joda, que en ese preciso instante está pasando Pablo Echarri a mi lado, que es un bombón. Justamente, me dice Mariano, Fer está aquí festejando con Alejandro, con John, con todo el equipo de filmación. Que me deje de joder yo, insiste, que Echarri es muy bajo para mí, que vaya para allá. Me angustio, me excito, me doy vuelta, es cierto: Pablo es muy bajito para mí. Para cualquiera. Pero qué lindo sale en la tele, qué lindo que es. Voy para allá, le digo, rendida a sus argumentos. Llego al bar. Está repleto pero admitamos que no es grande. En la puerta me encuentro con un par de amigos a quienes saludo con presteza, ya que la idea es encarar descaradamente a John para, si la suerte acompaña, llevármelo a casa. En la puerta, el señor de seguridad me reconoce y me deja pasar sin problemas. Guebara debe ser el más desprolijo y su- cio antro de San Telmo, pero tiene que poner un monigote en la puerta para evitar que el espacio se desmorone en una avalancha de desesperados por acceder a su exclusiva promiscuidad. Justo voy entrando cuando me choco a John Cusack, que va de salida. Se disculpa. Con mi mejor sonrisa le digo que no es nada, que adónde va, que es temprano, que no son ni las once. Me dice, muy correcto, al borde de una alegre timidez, que lo siente, que se tiene que ir, que mañana tiene que filmar temprano. Viendo a todo su equipo de filmación dentro del bar le pregunto si no me está tomando el pelo, que no sea malo, que se tome la última conmigo. Se sonríe indulgente a mi mirada, me da un beso en la mejilla y en correcto español me dice chau. Lo veo bajar a John por Humberto Primo rumbo al hotel Faena. Entro al bar desconsolada. Veo a todos bien entretenidos. Todos ríen. Todos charlan. Todos son felices. Me arrimo a la barra, lo saludo a Mariano, le pido champagne. ¿Desde cuándo tomás esa porquería?, me pregunta asombrado. No quiero mezclar, le explico. Lo felicito a Fernando por su onomástico. Vení que te presento a Alejandro, me dice. Agresti me recibe con una chica preciosa sentada en sus rodillas. Muy lindos tus libros, le digo. Se levanta de un tirón. La chica apenas si atiende al estímulo y logra pararse sin caerse. ¿En serio?, me pregunta Alejandro muy emocionado. Sí, son cualquiera, bien porteños, me encantan, le digo, algo desorientada. ¿Querés tomar algo?, pregunta sin ver mi copa de champagne en la mano. Estoy bien, le digo, y voy al grano para que le quede todo claro: ¿Por qué se fue John? Ale sonríe, lo entiende todo y me cuenta que está su novia argentina en el hotel y no se quiere dormir muy tarde. Después me cuenta que todos los días de John son iguales: se levanta temprano a la mañana, desayuna, hace una hora de ejercicios, luego lee una o dos horas, luego filma, hace trabajo de actor, lee un guión, hace trabajo de director, cosas de su oficio, pero nunca más de ocho o nueve horas. Luego se junta con amigos y bebe unas copas, cena, charla, agarra minitas, se pone de novio por unas semanas, camina, pasea, va al cine, hace turismo, vuelve a charlar con amigos o con su novia del día. Y viaja mucho y siempre la misma rutina; y mañana y pasado lo mismo. Ves, le digo, es un aburrido. Me dedica una sonrisa embriagadora, me da un beso en la frente, y socarrón dice: pensalo un poquito y hablamos mañana. Me alejo atontada, saludo a todos, me voy a casa a levantarme temprano para tratar de entender. Cuando despierto, escribo todo esto de un tirón y le pregunto desesperada a mi editor favorito si él piensa que John Cusack es un aburrido (*). (*) Nota del Editor: ¿Quién es John Cusack? 83 84 85 CUCHARALIBRE victoria.vera la reina de la 814 Estuve toda la tarde guardando mis cosas. No pude tirar muchas... casi todas las guardé. Estuve toda la tarde desmantelando mi vida. Todo en cajas blandas que se usaron alguna vez para guardar cereales y panes congelados. Es difícil mudarse. Sé que voy a extrañar los ascensores, el ruido que hacen las puertas cuando se abren y se cierran. Las charlas con las vecinas pitucas que viven en los pisos superiores. Voy a extrañar el ruido del viento al rebotar sobre los vidrios flojos de la ventana. Cuando hay temporal en un octavo piso... se escucha como un bebé llorando. Voy a extrañar los dibujos distintos de cada piso. Bajar las escaleras corriendo, investigar cada rincón, cada detalle. La vida en un antiguo hotel. Sentirme invencible al caminar por los solitarios y oscuros corredores. Los porteros tan simpáticos, las charlas con Ismael. El silencio inmenso del edificio más inmenso cuando sus habitantes duermen. El final del túnel es siempre la oscuridad. Estar a salvo en el Salvo. Desayunar, almorzar y cenar desnuda. Comer con las manos, comer en la cama. Sacarme pelitos con la pinza todo el tiempo que quiera en el baño. No creo que extrañe a las cucarachas, pero sí que voy a extrañar no cocinar y comprar tartas hechas por el Centro. Hablar sola, cantar sola, vestirme sola y tener todas mis cremitas faciales de colores en la pileta, aguardando a que llegue cada noche para untármelas como se unta queso crema sobre una tostada quemada. Los dibujos esotéricos que dejan los pelos pegados en la pared de la ducha. 86 Mis surtidos personales en el Multiahorro. Mis revistas. Mis boas de colores. Mis pañuelos kleenex, como claveles blancos tirados sobre la mesa ratona en invierno cuando me ataca la alergia. Voy a extrañar sentirme la reina de mi monarquía absoluta, con soberanía competente únicamente para tan solo veinte metros cuadrados. Abrir y cerrar mi puerta a quien yo quiera, desaparecer de la faz de la Tierra por el tiempo que considere prudente. Mis siestas eternas, que son como morir y resucitar a mi medida. Voy a extrañar este espacio, voy a extrañar los fantasmas, voy a extrañar esa sensación que en cualquier momento podía cruzarme con el hombre del paraguas. Me hubiera gustado vivir más tiempo sola. Poder disfrutar de estas cosas un poco más. Me tendría que haber mudado antes. Estar sola. Ser sola. Simplemente ser. Para ver cuán grande puede ser, para ver qué cómoda queda la barbarie personal. Fluye naturalmente, como las cascadas en los cordones de la vereda cuando llueve torrencialmente. La barbarie natural y la luz. Y el Salvo como testigo. Te voy a extrañar. Roque Barcia 1477 of. 9 CP 11300 - Montevideo - Uruguay (598 2) 707 60 83 [email protected] www.freeway.com.uy REDACTOR RESPONSABLE Ignacio Quartino DIRECCIÓN DE CONTENIDOS Y EDICIÓN Gabriel Peveroni CORRECCIÓN Andrea Blanqué NOTAS Javier Abreu, Blog Couture, Gustavo Fernández Insúa, Fernán Cisnero, Natalia Mardero, Leonardo Borges, Federico de los Santos, Rodolfo Santullo. COLUMNAS Lucía Allegro, Mariana Enriquez, Mauricio Milano, Max Capote, Kira, Pablo Trochon, Ruski, Victoria Vera, Gonzalo Deniz. FOTOGRAFÍA Pata Torres, Cecilia Glik, Jorge Truscello, Jessie Young, Florencia Ottonello, Bruno Nogueira, Felipe Ridao, Flavio Giusti. COMIC Y GRÁFICA IMPRESIÓN Gráfica Mosca - Meralir S.A. D.L. Nº 328569 DISTRIBUCIÓN GRATUITA Prohibida su venta bajo ningún concepto. Lucrecia de León, Pedro Dalton, Alceo/ Gerenta Comercial y de Marketing Bergara. Agustina Quartino FOTONOVELA [email protected] Mauricio Pizard. INVITADOS Gerenta de Operaciones Fernanda Florensa Lucie Lejeune, Clement Biron, Penny [email protected] Lane, Gabriela Pelenur, Orquesta Fernández Fierro, Martín Inthamoussú, Envío de anuncios [email protected] Magela Ferrero. Canelones 962 GRÁFICA & POST Montevideo Sebastián Viqueira Tel. 901 4175 [email protected] POR SUSCRIPCIONES SOLICITAR LAS CONDICIONES A: [email protected] Los derechos, fotos e imágenes de los invitados se presentan bajo su autorización según documentación correspondiente. Freeway Magazine es una publicación de Linocar S.A. en el M.E.C. :: Tomo XIII :: fojas 283 Artículos y Comentarios Las opiniones expresadas en los artículos y comentarios publicados en FREEWAY son exclusivas de sus autores y se publican bajo su responsabilidad. Freeway magazine no necesariamente se identifica o comparte el contenido de los artículos presentados. Los avisos publicados (textos, imágenes y demás) son de exclusiva responsabilidad de las empresas anunciantes y/o firmantes. Derechos de Autor Derechos reservados. Todos los contenidos de Freeway están sujetos a derechos de propiedad intelectual e industrial de Linocar S.A. o de terceros titulares de los mismos. Toda explotación, reproducción, distribución, transformación, comunicación pública o cualquier otra forma de difusión o explotación comercial de la obra o de dichos contenidos debe ser autorizada expresamente por Linocar S.A. o por el tercero titular de los derechos afectados © 2002-2009. CAMPOSMAGNÉTICOS invitado: gonzalo.deniz buscando a velma Esto es verdad. Hace un tiempo, volviendo de Buenos Aires vía Colonia, estaba esperando para subirme al bus cuando se acerca un señor que, sin presentarse, me dice “esto es como una botella al mar”. Automáticamente casi le digo “no, gracias”, pero se anticipó y me largó la historia que quería contar. Me dijo que se llamaba Ramón, que era colombiano, y que su objetivo era llegar a Montevideo. Pero como no le daba el tiempo, tenía que regresar a Buenos Aires. Entonces me entregó una bolsa blanca de nylon con un libro adentro. Me contó que hace unos 30 años -o 40, no recuerdo bien-, conoció en Bogotá a una uruguaya llamada Velma (*), de quien fue compañero de estudios, y a quien quería hacerle llegar ese libro que él mismo había escrito. No recordaba su apellido, ni tenía algún tipo de información para contactarla. Sólo un nombre: Velma. También me dijo que probablemente, en la actualidad, ella fuera profesora de Idioma Español, o de Literatura, y que debería tener unos 50 o 60 años. Eso. No dijo nada más. Una botella al mar. De toda la gente en la fila de Buquebús, me eligió a mí. Dijo que tenía cara de confiable. Un tipo arriesgado. El nombre del libro es Un hombre destinado a mentir. Un título poco confiable. En fin, así fue que me subí al bus y volví a Montevideo con una aventura entre manos. El primer impulso se fue diluyendo con la vuelta a la ciudad. Luego de unos vagos intentos consultando a unos pocos allegados, de a poco me fui rindiendo en mi búsqueda. Esto pasó hace varios meses. Hago entonces otro intento más por encontrar a Velma (**). Otro empujón a esa botella que sigue en el mar. Una ayuda a ese hombre que aparentemente está destinado a mentir y que se acercó a mí en la terminal de Colonia con una bolsa de nylon blanca con un libro adentro. (*) Acabo de releer la dedicatoria, y el nombre correcto es Nelba. Así que mis vagos intentos fueron erróneos en cuanto a la única información confiable que el hombre me otorgó. Ahora sí, comenzó tu búsqueda, Nelba, aunque en mi mente siempre fuiste Velma. (**) Los que tengan algún dato para aportar, pueden hacerlo a [email protected] 98