lo tienes. - Diverwiki3

Transcripción

lo tienes. - Diverwiki3
En el Paris de los alios sesenta Mom6, un
muchacho judio de 13 alios se hace amigo del
tendero
arabe
apariencias
de la calle Azul. Pero
siempre
son engaliosas:
las
el Sr.
Ibrahim, el tendero, no es arabe, la calle Azul
no es azul y el muchacho puede no ser judio.
Eric-Emmanuel
Schmitt (1960) es el autor
de teatro frances mas representado en Francia
y en el extranjero.
Sus obras se han estre-
nado en mas de 30 paises. Este breve relato,
gran exito teatral en Francia,
de la Trilogia de
vado
al cine
es el segundo
10 Invisible.
con
Ha sido lle-
actores
como
Omar
Sharif e Isabelle Adjani.
«En un momento en el que el mundo sufre
mas que nunca a causa de los fanatismos de
todo tipo y en el que la religion se convierte en
motivo de conquista, he aqui un magnifico
espectaculo en forma de cuento que reconcilia
al hombre consigo mismo.
EI texto de Eric-Emmanuel Schmitt es de
una sencillez y una humanidad conmovedoras. Hace reir, llorar, en fin: es prodigioso.»
-
Paris Match
«Una vision noble y conciliadora de la humanidad. Para recomendar a todos aquellos que
creen que el Islam es una religion histerica.»
-
Le Point
Diseiio
de la portada:
Michael
Ilustraci6n:
Sara Swan
Newman
Todas
las noches
Simon tiene el
mismo suefio. Una mujer enigmatica
se 10 interpretara:
es la reencarnacion del tio de Milal'epa, el celebre
mistico tibetano
del siglo XI, que
odiaba a muerte a su sobrino.
Para poder salir del cicio de las
£1 senor Ibrahim
y las flares del Caran
l'eencarnaciones
Simon debe con tat"
su historia ados hombt'es identificandose con ellos basta el punto de mezclar sus identidades y que sus yos se
confundan.
Pero, idonde empieza el
suefio y donde la realidad?
Eric-Emmanuel
Schmitt (1960) es
cl autor de teatro franees mas repre'cntado en Francia y en el extranje"0, Sus obras
se han estrenado
en
rmls de 30 paises. Este breve relato,
gt'an exito teatral en Francia,
es e1
pl'imero de la Trilogla de 10 Invisible,
«Un texto que nos eleva, que nos
c;onduce mas aHa de las cumbres del
I I"imalaya, alas cimas del pensamicnto humano, el bien, elmal, como ser
t'rl eI mundo, como encontrar nuestt'O
r:lIlllino en elmundo».
-
Radio Ft'ance
I
Si este LibroIe ha imeresado y desea que Ie mamengamos inform ado
de nuestras publicaciones, escrfbanos indicindonos que temas son
de su interes (Astrologia, Auroayuda, Ciencias Oculras, Artes Marciales,
Namrismo, Espiritualidad, Tradicion ...) y gusrosarneme Ie complaceremos.
Colecci6n Obelisco Narrativa
EL SENOR
IBRAHIM
Y LAS FLORES
DEL
CoRAN
Eric-EmmanueL Schmitt
1" edicion: mayo de 2003
3" edicion: septiembre de 2004
Timlo original:
Monsieur Ibrahim et lesfleurs du Coran
Traduccion: Alex Arrese
Maquetacion: Marta Rovira
Disefio de portada: MichaeL Newman
© 2001 by Editions Albin Michel
(Reservados todos los derechos)
© 2003 by Ediciones Obelisco, S.L
(Reservados los derechos para la presente edicion)
Edira: Ediciones Obelisco S.L.
Pere IV, 78 (Edi£ Pedro IV) 4" planta 5" puerta.
08005 Barcelona-Espana
Te!. 93 309 85 25 - Fax 93 309 85 23
Castillo, 540 -1414 Buenos Aires (Argentina)
Tel y Fax 541 147714382
E-mail: [email protected]
ISBN: 84-7720-988-X
Deposito Legal: B-33.501-2004
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eI Arquimedes, 19 - Sam Adria de Besos (Barcelona)
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A
los trece mos rompf mi cerdito y me fui
de putas. Mi cerdito era una hucha de
porcelana vidriada, color vomito, con
una ranura que dejaba meter las monedas pero que
no las dejaba salir. Mi padre la habfa escogido, esa
hucha de sentido linico, porque se correspondfa
con su vision de la vida: el dinero esta para guardarlo, no para gastarselo. Habfa doscientos francos
en las tripas del cerdito. Cuatro meses de trabajo.
Una manana, antes de marcharme al instituto, mi padre me dijo:
-Moises,
no 10 entiendo ... Falta dinero ... A
partir de ahora, vas a apumar en el cuaderno de
la cocina rodo 10 que vayas gastando al hacer la
compra.
o sea, que no bastaba
con que me echaran la
- ~Tienes dieciseis anos, tu?
bronca en el instituto igual que en casa, no bas-
- Ya te digo. Desde esta manana.
taba con lavar la ropa, estudiar, hacer la comida,
Subimos. No me 10 podia creer: tenia veinti-
encargarme de las compras; no bastaba con vivir
d6s anos, era toda una vieja y era toda para mi.
solo en un enorme piso negro, vacio y sin amor;
Me explic6 c6mo habia que lavarse, y despues
con ser el esclavo, mas que el hijo, de un aboga-
c6mo se hacia el amor ...
do sin pleitos y sin mujer. iEncima, ahora, resul-
yo ya 10 sabia, pero la deje
Evidentemente,
taba que era tambien un ladr6n! Pues ya que era
hablar, para que se sintiera mas a gusto, yade-
sospechoso de robar, decidi hacerlo de verdad.
mas porque me molaba su voz, asi como un
Total, que en las tripas del cerdito habia dos-
poco mosqueada, como un poco tristona. Todo
francos era 10 que
el tiempo que pase con ella, estuve a punto de
costaba una chica de la calle Paraiso. Era el pre-
desmayarme. AI final, me acarici6 la cabeza, con
cio de hacerse hombre.
dulzura, y me dijo:
cientos francos. Doscientos
Las primeras me pidieron el carne de identi-
- Tendras que volver y traerme un regalito.
dad. A pesar de mi voz, a pesar de mi peso (esta-
Eso casi me fastidi6 toda la alegria: me habia
ba gordo como un saco de golosinas), no se aca-
olvidado del regalito. Ya esd, ya era to do un
baban de creer que tuviera los dieciseis mos que
hombre.
les declaraba. Debia de ser que me habian ido
muslos de una rnujer. Apenas si me aguantaba
viendo pasar y crecer, durante todos esos mos,
de pie de 10 que me temblaban las piernas y ya
enganchado a mi bolsa de malla llena de verduras.
habian comenzado
AI fondo de la calle, debajo de un porche,
Habia
recibido
el bautizo
entre los
los problemas: se me habia
olvidado el famoso regalito.
guapa
Volvi a casa corriendo, entre como una exha-
como ella sola. Le ensene mi dinero. Me sonri6.
laci6n en mi cuano, mire a mi alrededor para ver
habia una chica nueva. Era rechonchita,
que era 10 mejor que Ie podia regalar, y me fui
arabe de una calle judia. Sin duda porque sonre-
volando a la calle Paraiso. La chica seguia debajo
ia mucho
del porche. Le regale mi osito de peluche.
daba la sensacion de ser ajeno a la agitacion
corriente
y hablaba poco. Sin duda porque
de los mortales,
sin moverse jamas,
como una rama que se hubiera injertado en el
Fue mas
0
menos en esa misma epoca cuan-
do conod al senor Ibrahim.
taburete, sin recoger jamas su puesto delante de
nadie, y desapareciendo qui en sabe donde entre
£1 senor Ibrahim siempre habia sido viejo.
Segun recuerdan unanimemente
todos los de la
la medianoche y las ocho de la manana.
Pues eso, que todos los dias yo hada la com-
calle Azul y la calle Faubourg- Poissoniere, siem-
pra y las comidas. Solo compraba
pre se Ie habia visto sentado en su tienda de
a comprarlas cada dia no era para que estllvieran
comestibles, des de las ocho de la manana hasta
frescas, no, sino porque mi padre solo me daba
la medianoche,
dinero para los gastos de un dia, iY,ademas, eran
encorvado
como un arbotante
entre la caja y los productos de limpieza, con un
pie en la calle y el otro debajo de las cajas de
latas. Si iba
mas faciles de cocinar!
Cuando
empece a robarle a mi padre para
cerillas, con una bata gris sobre su camisa blan-
castigarle por haber sospechado de mi, tambien
ca, con dientes de marfil bajo su bigote reseco,
empece a robarle al senor Ibrahim. Me daba un
y con sus ojos tonG pistacho,
verde
poco de vergiienza pero, para luchar contra esa
y marron, mas claros que su piel morena mote-
vergiienza, en el momento de pagar pensaba con
ada de sabiduria.
todas mis fuerzas: jPero si no es mds que un drabe!
entre
Porque al senor Ibrahim, segun el decir gene-
Cada d{a miraba fijamente al senor Ibrahim
ral, se Ie consideraba todo un sabio. Sin duda
a los ojos y eso me daba mas valor. jPero si no es
porque hada al menos cuarenta anos que era el
mds que un drabe!
-Yo no soy arabe, Mom6, soy del Crecient
Ferril.
,I list
1111
t
I
\':11(011es, ~por que dicen que usted es el
la calle, grogui. JEI senor Ibrahim me Ida el pensamiento! Entonces, si me Ida el pensamiento,
I IIII'
I II liP
I· Ia manana hasta la medianoche, incluso
h dnlllingos», en la tienda de comestibles.
Ie pregunte:
Confieso que me habia pasado toda la noche
al senor Ibrahim sentado sobre
el cuerno de un cruasan de oro y volando en un
iba la conversaci6n.
1\.,(
-~Que es el Creciente Ferril?
I: II
!.11 1IOS
I"
va des de Anatolia hasta Persia, Mom6.
El dia siguiente, al sacar el monedero, anadi:
que habriamos
Imber sido porque nos encontramos
1I11
( :1':111
buUicio en la calle Azul. Han parado la
-iol1. Han corrado la calle. Se rueda una
I' I I lib.
mos, Ie pregunte:
con
Bardot.
I\,jl',itl'
-Ya se que te llamas Moises. Justamente por
111:1
"()do
para que resulte menos
AI dia siguiente, mientras contaba los centi-
dos
ill
I II
ImpreslOnante.
0
"1bar coda una conversaci6n de una hora
AI dia siguiente fue el quien anadi6:
.
tardado un ano
,) 11,1 .1
-No me llamo Mom6, sino Moises.
eso te llamo Mom6,
tiempo. £1, porque era viejo, y yo,
lata de conservas.
1111:1
(:1"0
-Es el nombre que se Ie da a una regi6n que
Una Frase por dia.
'ra joven. Y, un dia si y otro no, Ie roba-
1'1111111'
cielo estrellado.
.
(I . la aIle si no es arabe?
Al'al ',Mom6, quiere decir «abierro desde las
~sabria tambien que Ie sisaba cosas?
imaginandome
'.
No soy arabe, Mom6, soy musulman.
Recogi las cosas que habia comprado y sali a
AI dia siguiente no Ie robe ninguna lata, pero
I :Ih
,
d que mas Ie da? Moises es judio,
I
10 que tiene sexo en la calle Azul, la
ill· P:lpillon y Faubourg-Poissoniere
lll,
jOlla
I\ II dOl
esta revo-
10. Las mujeres quieren comprobar si la
sta tan bien como dicen. Los hombres
£l senor Ibrahim y Lasflores del Cordn
han dejado de pensar: la capacidad de discurrir
char de su despiste para escamotearle
se les ha quedado enganchada
latas. iQue rollo! Se ha vuelto a sentar detras de
en la cremallera
algunas
de la bragueta. jHa venido Brigitte Bardot! jLa
su caja registradora. Le den los ojos al contem-
Bardot en carne y hueso!
plar a la Bardot por encima de sus jabones y sus
Yo, me asomo a la ventana. La miro y me
pinzas de la ropa. Nunca antes 10 he visto as!.
recuerda a la gata de los vecinos del cuarto, una
-2 Usted esta casado, sefior Ibrahim?
preciosa gatita a la que Ie encanta estirarse al sol
-Si, claro que estoy casado.
en el balc6n y que da la sensaci6n de que s6lo
No esti acostumbrado
vive, respira y parpadea para provocar admira-
a que Ie hagan pre-
guntas.
ci6n. Pensandolo bien, descubro tambien que se
En ese preciso instante podda haber jurado
parece realmente alas putas de la calle Paraiso,
que el senor Ibrahim no era tan viejo como creia
sin darme cuenta de que, de hecho, son las putas
to do el mundo.
de la calle Paraiso las que se disfrazan de Brigitte
-iA ver, senor Ibrahim! Imaginese que esta
Bardot para llamar la atenci6n de los clientes.
en un barco, con su mujer y Brigitte Bardot. El
Y entonces,
para gran estupor
mio, me doy
barco se hunde. 2Que decide hacer usted?
cuenta de que el sefior Ibrahim ha salido hasta
-Apuesto
el umbral de su puerta. Es la primera vez, al
Nunca he visto unos ojos reirse tanto como
que mi mujer sabe nadar.
menos des de que yo existo, que se ha levantado
aquellos. Se reian a mandibula batiente, 10s ojos
de su taburete.
del senor Ibrahim,
Despues
de observar
al animalito
pavonearse delante de las dmaras,
Bardot
pienso en la
un ruido de mil
demonios.
De repente,
zafarrancho
guapa rubia que ya es duefia de mi osito, y deci-
sefior Ibrahim
do bajar a la tienda del sefior Ibrahim y aprove-
entra en el colmado.
16
armaban
de combate,
el
se pone firme: Brigitte Bardot
Eric-Emmanuel Schmitt
El senor Ibrahim y !as flores del Cordn
-Buenos <:lias.~Me puede dar una botella de
agua, por favl:>r?
Es verdad que, a partir de aquel dia, habria
-Por supu.esto, senorita.
Y entonees, sueede 10 inimaginable:
podido ir a pillarlas a otra parte, las latas, pero el
el senor
Ibrahim, en persona, se levanta para ir a busearIe una botella. de agua en la seeei6n eorrespondiente, y se la, trae.
-Muehas
Ese dia fue euando nos hieimos amigos.
graeias. ~Que Ie debo?
senor Ibrahim me hizo jurarle una eosa:
-Mom6,
si quieres seguir robando, yen a ro-
barlas a mi tienda.
Y despues, durante
senor Ibrahim
los dias siguientes,
me explie6 eantidad
el
de trucos
-Cuarenta. franeos, senorita.
para saearle pasta a mi padre sin que se diera
Da un respingo, la Bardot. Yo tambien. Una
euenta: ponerle pan de la noehe anterior
0
de
botella de agtu eostaba dos franeos, en aquella
dos dias antes pasandoselo por el homo antes; ir
epoea, no euarenta.
anadiendo
aehieoria paulatinamente
en el cafe;
-No sabia que el agua era tan eseasa aqui.
reutilizar las bolsitas de te; prolongarle su vino
-No es el agua 10 que eseasea, senorita, son
Beaujolais de todos los dias mezelandolo
las verdaderas estrellas.
con
vino de tres franeos; pero la mayor pasada, la
Se 10 dijo eon tanto eneanto, con una sonri-
idea mas genial, la que demostraba que el senor
sa tan irresistible, que Brigitte Bardot se sonroj6
Ibrahim
levemente, Ie dio los euarenta franeos y se fue.
pena, fue la de sustituirle las terrinas de foie-gras
No me 10 podia creer.
-jOstras,
-Hombre,
Senor Ibrahim, que morro tiene!
Mom6,
de alguna forma tengo
que reeuperar el dinero de todas las latas que me
ehorizas.
era rado un experto en jeringar a la
por otras de pate para perros.
Graeias a la intervenei6n
se habia produeido
del senor Ibrahim,
una fisura en el mundo de
los adultos, no presentaba
ya el mismo muro
uniforme contra el que yo me daba de eabeza-
zos, sino que una mana se me tendia a traves de
Mortunadamente,
una rendija.
naron los musculos de fuerza.
Habia vuelto a ahorrar doscientos francos.
los alaridos de la puta me lle-
Se me acerco, titubeante
con sus tacones
Iba a poder demostrarme otra vez que era todo
altos. Le devolvi el bolso. Ella, encantada, se 10
un hombre.
apreto contra su opulento pecho que tan bien
Calle Paraiso. Caminaba
derecho hacia el
porche donde se ponia la nueva propietaria de
mi osito. Le lleve una concha que me habian regalado, una concha de verdad, que me habian
traido del mar, del mar de verdad.
sabia gemir.
-Gracias, pequenin. ~Que puedo hacer por
ti? ~Quieres que te regale un servicio?
Era un vejestorio. Tenia por 10 menos treinta anos. Pero, tal y como me habia dicho el
La chica me brindo una sonrisa.
senor Ibrahim, a una mujer nunca se la puede
En ese mismo momenta salieron de los arcos
contrariar.
un hombre que corda como una rata y una
-Vale.
puta, dewis de el, que 10 perseguia y gritaba:
Subimos a su habitacion. La duena de ml
-jLadron! jMi bolso! jCojan a ese ladron!
ositq tenia cara de estar indignada de que su cole-
Sin pensarmelo
estire la
ga Ie hubiera quitado su cliente, yo. Cuando
se dio de
pasamos por delante de ella, me soplo en el oido:
morros un os metros mas para alIa. Me lance
-Vente manana. Yo tambien te 10 hare gratis.
sobre el.
Pero no me espere al dia siguiente ...
pierna
ni un momento,
hacia delante.
El ladron
me miro, vio que yo no era mas
Entre el senor Ibrahim y las putas, la vida
que un cdo, sonrio, a punto de pegarme un
con mi padre se me hada cada vez mas cuesta
palizon. Pero como la chica se lanzo a la calle
arriba. Habia cogido la costumbre de hacer una
grit ando como loca, se puso de pie y se piro.
cosa espantosa y mareante: dedicarme a compa-
Elladron
rar. Cuando estaba con mi padre, siempre tenia
frio. Con el senor Ibrahim y las putas, se estaba
mas calentito, habia mas claridad.
El trabajo: esa era la gran palabra, la justificacion absoluta ...
-Perdona, papa.
la biblioteca hereditaria, alta
-jMenos mal que tu hermano Popol no era asi!
y profunda. Todos esos libros que se supone
Popol era la otra forma de decir que yo era
Contemplaba
que contienen
la quintaesencia
de la mente
un cero a la izquierda. Mi padre, cuando yo
humana, el inventario de las leyes, la sutileza
hada algo mal, siempre me restregaba por la
de la filosofia, los miraba
cara la imagen de mi hermano mayor, Popol.
en la oscuridad
(Moises, cierra las contraventanas, que la luz se
«En el colegio, Popol era muy aplicado. A Popol
come las encuadernaciones),
y despues con-
Ie encantaban las matematicas y no ensuciaba
templaba a mi padre leyendo en su siIlon, ais-
nunca la banera. Popol no hada pis fuera de la
lado en el drculo de luz de la lampara de pie
taza. A Popol Ie gustaba mucho leer los libros
que, a modo de conciencia amarilla, flotaba
que Ie gustan a Papa.»
por
encima
de sus paginas.
Se mantenia
En el fondo no estuvo tan mal que mi madre
enclaustrado entre los muros de su ciencia. Me
se marchara con Popol, poco despues de haber
prestaba la atencion que se Ie puede prestar a
nacido yo. Bastante esfuerzo costaba ya pelear
un perro (de hecho, detestaba a los perros),
contra un recuerdo como para tener que convi-
pero sin tan siquiera sentir la tentacion
vir con una perfeccion andante como Popol.
tirarme un hueso de sus conocimientos.
de
Si yo
hada un poco de ruido ...
-Dy, perdon.
-Moises, dIlate. Estoy leyendo. Yo trabajo,
sabes ...
Eso habria superado todas mis fuerzas.
-Papa, ~tu crees que Popol me habria querido?
Mi padre se me queda mirando,
intentando descifrarme, con espanto.
-jPero que casas preguntas!
0
mas bien
El senor Ibrahim y Lasflores del Cordn
Esa fue la respuesta que recibi: iPero que
mercandas
cosas preguntas!
Yo habia aprendido a mirar a la gente a traves
de los ojos de mi padre. Con desconfianza, con
desprecio ... El hablar con el tendero arabe, aunque no fuera arabe (ya que «arabe quiere decir
que la tienda de ultramarinos
esra abierta de
noche, y los domingos»), el hacerles favores alas
putas, esas eran las dos cosas que yo ocultaba en
un cajon secreto de mi mente, ya que, oficialmente, esas cosas no formaban parte de mi vida.
-2Por que no sondes nunca, Momo? -me
Eso me sento como un punetazo,
y tambien este local. Pero a fin de
mes, siempre me queda muy poco, sabes.
Y me sonreia aun mas, como para burlarse
de mL
-Mire
usted, senor Ibrahim,
cuando
digo
que eso es cosa de ricos, el sonreir, quiero decir
que es una cosa de Ia gente feliz.
-Pues ese es justamente tu error. Es el sonreir 10 que Ie hace a uno sentirse feliz.
-iY un huevo!
-Pruebalo.
-jQue y un huevo, Ie estoy diciendo!
pregunto el senor Ibrahim.
esa pre-
gunta, como una patada para la que yo no esta-
-Pero tu eres un chico bien educado,
2no,
Momo?
-jQue remedio! A base de tortas.
ba preparado.
-Sonreir
-Pero estos billetes me sirven para pagar las
es cosa de ricos, senor Ibrahim. Yo
no me 10 puedo permitir.
Pues justo para darme la vara, sonrio.
-Ser bien educado esta bien. Pero ser amable
es mejor. Intenta sonreir y veras.
Bueno, la verdad es que, despues de todo,
-20 sea que tu crees que yo soy rico?
pidiendomelo
asi tan amable el senor Ibrahim,
-Pero si usted siempre tiene la caja llena de
que me pasa alguna que otra lata de chucrut con
billetes. No conozco a nadie que tenga tal canti-
guarnicion
calidad superior asi como quien no
dad de billetes delante de sus narices todo el dia.
quiere Ia cosa, pues vale la pena probarlo ...
EI senor Ibrahim
AI dia siguiente,
me compono
enfermo
total al que Ie hubiera
durante
la noche:
las flores del Cordn
como un
iQue borrachera! Nada se me resiste ya. EI
picado algo
sefior Ibrahim me ha dado el arma perfecta. Me
a to do el
dedico a ametrallar a todo el mundo con mi son-
voy sonriendo
mundo.
-No,
y
risa. Ya no se me trata como a una cucaracha.
Sefio, 10 siento, no he comprendido
este ejercicio de mates.
Y jzas! Sonrisa.
De vuelta del instituto,
negra enorme que siempre me ha rechazado:
-jQue hay!
-Vale, Moises, te 10 vuelvo a explicar.
j Z·,
as.
En el comedor ...
-2Me puede poner un poco mas de crema de
castafias?
a la
calle Paraiso y me dirijo ala puta mas guapa, una
-jNo he sabido hacerlo!
Lo nunca visto. Sin broncas, sin regafiinas.
Nada.
voy corriendo
Sonnsa.
.
-2Subimos?
- 2T u tienes dieciseis afios?
-jPues claro que tengo dieciseis afios, des de
hace tiempo!
jZas! Sonrisa.
jZas! Sonrisa.
Y subimos.
-Si, y con queso blanco ...
Y despues, mientras me estoy vistiendo, Ie
Y me la dan.
cuento que soy periodista, que estoy escribiendo
En la clase de gimnasia, reconozco que se me
un gran libro sobre las prostitutas ...
han olvidado las zapatillas de depone.
jZas! Sonrisa.
-Profe, es que se estaban secando todavia ...
EI profe se de y me da una palmadita en el
hombro.
Y jzas! Sonrisa .
... que necesito que me cuente algo de su
vida, si a ella no Ie impona.
-2Es verdad, eso de que eres periodista?
jZas! Sonrisa.
Eric-Emmanuel
El senor Ibrahim y las flores del Coran
Schmitt
-Sf. Bueno, soy estudiante de periodismo ...
-Acercate -me dice.
Me cuenta cosas. Me fijo en como Ie palpi-
Siento que mi sonrisa estci ganando. iToma
tan suavemente los pechos a medida que se va
ya! Una nueva vfctima. Me acerco a el. ~Es que
a hablar. No me 10 puedo creer. Una
me querra dar un beso?"Una vez me conto que
animando
mujer me esta hablando,
Una
mujer.
Sonrisa.
hablando
Ella sigue
conmigo.
hablando.
Sonrisa. Ella sigue hablando.
Por la tarde, cuando mi padre vuelve a casa,
Ie ayudo a quitarse el abrigo como de costumbre
y me planto del ante de el, a plena luz, para ase~urarme de que me ve bien.
a Popol Ie gustaba mucho dade besos, que era
un mimoson. ~Serfa que Popol habfa descubierto el truco de la sonrisa desde que nacio? 0, si
no, que a mi madre
Ie habia dado tiempo
a ensenarselo, a Popol.
Estoy cerca de mi padre, contra su hombro.
Veo como Ie parpadean
las pestanas. Yo sigo
sonriendo y casi se me rompe la boca.
-La cena esta lista.
-Vamos a tener que ponerte un aparato. No
jZas! Sonrisa.
Me mira sorprendido.
me habfa dado cuenta de que tienes los dientes
Sigo sonriendole.
hacia delante.
agotador,
La verdad es que resulta
despues de to do un dfa, pero yo,
aguanto.
-Oye, tu has hecho alguna trastada.
Ahora sf que me desaparece la sonrisa.
Pero,no desespero.
Esa noche fue cuando cogi la costumbre de
ir aver al senor Ibrahim por la noche, una vez
que mi padre se habia acostado.
-Es culpa mia. Si yo fuera como Popol, a mi
padre Ie serfa mas facil quererme.
En el postre, vuelvo a intentado.
-~Y tu que sabes? Popol ya no estci aquf.
jZas! Sonrisa.
-~Y que?
-Pues que quizas el no aguantaba a tu padre.
Me observa incomodo.
La seman a siguiente, el senor Ibrahim
-2Usted cree?
me
-Se ha ido. Ahi tienes la prueba.
envi6 a ver a un amigo suyo, el dentista de la calle
El senor Ibrahim me dio sus monedas am a-
Papillon. Desde luego, el senor Ibrahim era un
rillas para que las colocara en cartuchos. Eso me
hombre con influencias. AI dia siguiente me dijo:
-Mom6,
ayudaba a calmarme un poco.
sonrie menos,
que ya esra bien.
-2Usted 10 conoci6, a Popol? Senor Ibrahim,
jQue no, que es bromaL .. Mi amigo me ha ase-
2conoci6 usted a Popol? 2Que Ie parecia a usted
gurado que no te hace falta un aparato para los
Popol?
dientes.
Dio un golpe seco a la caja, como para evitar
que hablara.
-Momo,
Se inclin6 hacia mi, con esos ojillos sonrientes suyos.
mira 10 que te digo: te prefiero cien
veces, mil veces, antes que a Popol.
en la calle Paraiso, con todo ese
hierro en la boca. 2A cual crees que Ie podrias
't
-, ·Ah ' S10
Eso me puso bastante
-Imaginate
seguir haciendo creer que tienes dieciseis anos?
contento,
pero no
Ahi si que me meti6
un gol, el senor
quise que se me viera. Cerre los punos yense-
Ibrahim. De repente, fui yo el que Ie pidi6 algu-
ne un poco los dientes. A la familia hay que
nas monedas, para reponerme del impacto.
defenderla.
-A ver, eh, que no Ie permito que hable mal
de mi hermano. 2Que tenia usted en contra de
Popol?
-Era muy majo, Popol, muy majo. Pero, si
me 10 permites, yo prefiero a Mom6.
Fui todo un caballero y se 10 perdone.
-Pero,
2c6mo sabe usted todo eso, senor
Ibrahim?
-Pero si yo no se nada. Yo s610 se 10 que
pone en mi Coran.
Segui haciendo algunos cartuchos de monedas.
-Mom6,
esra muy bien ir a ver a las profesio-
nales. Las primeras veces, siempre hay que ir con
El senor Ibrahim y las flores del Cordn
profesionales, con mujeres que conozcan bien su
AI dia siguiente, el senor Ibrahim me llevo
profesion. Mas adelante, cuando comp1iques 1as
a Paris, al Paris precioso, a ese Paris de las fotos,
cosas, cuando metas sentimientos de por medio,
de 10s turistas. Estuvimos paseando por 1a orilla
podras contentarte con 1asaficionadas.
del Sena. iQue de curvas ese rio!
Me senti mejor.
-Mira Momo, al Sena Ie encantan 10spuentes.
-~ Usted va, a veces, a 1a calle Paraiso?
Es como una mujer a la que Ie chiflan 1aspulseras.
-E1 Paraiso es de entrada 1ibre.
Despues fuimos a caminar por 10s jardines
-jVenga ya, no se pase, senor Ibrahim! No
me va usted a decir que, a su edad, sigue yendo.
-~Por que? ~Es que est<! reservado
a 10s
menores de edad?
pollez.
Despues
Honore,
por
la calle Faubourg-Saint-
donde habia cantidad de tiendas con
de marcas:
Lanvin,
Hermes,
Saint
Laurent, Cardin ... Era raro, ver todas esas tiendas enormes y vadas, comparadas con 1a tienda
~que tal si nos damos un paseo jun-
tos?
-jAnda!,
no!.
nombres
Ahi me di cuenta que habia dicho una gili-Momo,
de 10s Campos EHseos, entre 10s teatros y el gui-
de ultramarinos
del senor Ibrahim, que no ocu-
paba mas que un cuarto de bano, pero en la que
~pero es que usted sale a andar
a veces?
no se paraba nunca, y en la que se podia encontrar, apilados desde el suelo hasta el techo, estan-
-jToma ya! Qtra gilipollez.
teria tras estanteria, en tres alturas y cuatro filas,
Pero ahora, anadi una gran sonrisa.
todos 10s artlcu10s de primera, segunda ... y has-
-0 sea, 10que quiero decir es que como siem-
ta de tercera necesidad.
pre 10 he vista aqui, sentado en ese taburete ...
Pero daba igua1, estaba mas contento
unas castanuelas.
-jQue
que
pasada, senor Ibrahim! Hay que ver
que pobres estan 10s escaparates de 10s ricos. No
tienen nada dentro.
EI senor Ibrahim y las flores del Coran
-Eso es ellujo, Momo: nada en el escaparate, nada en la tienda, todo en el precio.
Acabamos en los jardines secretos del Palais-
par el senar Ibrahim porque, la verdad sea dicha,
siempre me han decepcionado los diccionarios.
zumo de limon natural y volvio a recuperar su
«Sufismo: corriente mistica del Islam, nacida
en el siglo VIII. Opuesta al legalismo, se enfoca en
la religion interior.»
in movilidad natural sobre uno de los taburetes
jClaro, como siempre! Los diccionarios solo
Royal donde el senor Ibrahim me compro un
del bar, mientras se tomaba su Suze de anis
a sorbitos lentos.
explican bien las palabras que ya se conocen.
Bueno, par 10 menos comprendi
que el
-Seguro que mola vivir en Paris.
sufismo no era una enfermedad,
-Pero si tu vives en Paris, Momo.
tranquiliz6 un poco. Era una forma de pensar,
-No, yo vivo en la calle Azul.
10 cual me
aunque tambien haya formas de pensar que sean
Lo observaba saboreando su Suze sabor anis.
-Yo pensaba que los musulmanes no bebian
alcohol.
como enfermedades, tal y como solia decir el
senor Ibrahim. Entonces me lance a1 laberinto
de intentar comprender todas las pa1abras de la
-Si, pero yo soy sufi.
definicion. De todo aquello se deduda que el
Claro, yo, ante eso, me di cuenta que estaba
senor Ibrahim, con su chupito de anis, creia en
siendo indiscreto, que el senor Ibrahim no me
Dios al estilo musulman, pero de una forma ile-
queria hablar de su enfermedad.
Despues de
gal tipo contrabando porque estaba «opuesta al
todo, tenia todo el derecho del mundo a no
legalismo», y para eso si que tuve que hilar fino,
hacerlo. Asi que me calle hasta que regresamos a
nuestra calle Azul.
porque si ellegalismo es el «interes por respetar
Por la noche, cogi el diccionario Larousse de
senores del diccionario ... eso queria decir, en
mi padre. Debia de estar realmente preocupado
minuciosamente
resumen,
las leyes», como dedan
10s
cosas en pnnClplO decepcionantes,
El senor Ibrahim y las flores del Coran
como que el senor Ibrahim no era homado,
-Por 10que veo, te estas haciendo un hombre.
o sea que yo estaba frecuentando a alguien que
-Yo no veia que tenia que ver una cosa con
no era 'frecuentable'. Pero, al mismo tiempo, si
la otra. De hecho, hasta en un momenta me lle-
respetar la ley era ser un abogado, como mi
gue a preguntar si alguien no Ie habria chivado
padre, con ese tinte gris suyo y con tanta triste-
que yo visitaba alas chicas de la calle Paraiso.
za en casa, entonces yo preferia estar en contra
Pero entonces anadi6:
del legalismo y del lado del senor Ibrahim. Y
. despues los del diccionario decian tambien que
el sufismo 10 habian creado dos pibes de hace
mucho, al-Halladj y al-Bhazali, que con esos
nombres tenian pinta de estar viviendo en las
buhardillas de casa, al fondo del patio (por
supuesto, en la calle Azul), y despues tambien
ponian que eso era una religi6n interior, y eso si,
el senor
Ibrahim,
discreto,
10 era
total.
Comparado con todos los judios de la calle, era
discreto.
Durante la cena no me pude aguantar sin
preguntarle a mi padre, que se estaba zampando
un ragu de cordero, marca Royal Canin.
-Oye, Papa, ~tu crees en Dios?
-Se me qued6 mirando y, despues, me dijo
despacio:
-No, jamas he conseguido creer en Dios .
-~Nunca 10 has conseguido? 2Por que? ~Es
que hay que esforzarse?
Contemp16 la penumbra
del piso que Ie
rodeaba.
-2Para creer que todo esto tiene un sentido?
Pues s1. Hay que hacer esfuerzos tremendos.
-Pero Papa, somos judios, nosotros, 0 sea, ni
yyo.
-51.
-~Y eso de ser judios no tiene nada que ver
con Dios?
-Para mi, ya no tiene nada que ver. Ser judio
es simplemente
tener memoria.
Tener mala
memona.
En ese momenta
tenia realmente cara de
necesitar varias aspmnas. Quiza porque habia
-----
Eric-Emmanuel
Schmitt
hablado, 10 cual no era para nada su costumbre.
Se levanto y se fue directamente
a la cama.
Unos dias despues volvio a casa mas palido
que de costumbre. Empece a sentirme culpable
y me dije que, a fuerza de hacerle zampar mierda, seguramente Ie habia fastidiado la salud.
Se sento y me hizo una sena1 de que queria
decirme algo.
Pem tardo mas de diez minutos en conseguirlo.
-Me han echado, Moises. Ya no quieren que
vuelva al gabinete donde trabajo.
La verdad es que, a mi, no me extrano demasiado que nadie tuviera ganas de trabajar con mi
padre, porque es que deprimia hasta a 10s presos.
Pem, al mismo tiempo, nunca se me habia ocurrido que un abogado podia dejar de ser abogado.
- Voy a tener que empezar a buscar trabajo.
En otra parte. Nos vamos a tener que apretar el
cinturon, hijo mio.
Se fue ala cama. Era evidente que no Ie interesaba saber que pensaba yo a1 respecto.
Baje a 1a tienda del senor Ibrahim, que sonreia mientras masticaba cacahuetes.
EL senor Ibrahim y Lasflores deL Cordn
-~Usted
como se 10 monta
para ser feliz,
senor Ibrahim?
-Se 10 que contiene mi Coran.
-Pues
un dia se 10 voy a tener que chori-
zar, su Coran, aunque eso no 10 haga nunca un
judio.
-iBah! Y para ti, Momo, ~que quiere decir
eso de ser judio?
-Pues ni idea. Para mi padre quiere decir
estar deprimido todo el santo dia. Para mi... no
es mas que una cosa que me impide ser otra cosa.
E1 senor Ibrahim me ofrecio un cacahuete.
-No tienes buenos zapatos, Momo. Manana
vamos a ir a comprarte zapatos.
-S{, pem ...
-E1 hombre se pasa 1avida en dos sitios solamente: en su cama y en sus zapatos.
-No tengo pasta, senor Ibrahim.
-Pues
te 10s compro
yo. Te 10s regalo.
Momo, solo tienes un par de pies y hay que cuidarlos. Si unos zapatos te hacen rozadura, pues
hay que cambiarlos, iporque 10s pies no te 10s
vas a poder cambiar nunca!
El senor Ibrahim y las flaresdel Cordn
Eric-Emmanuel Schmitt
AI dia siguiente,
encontre
a1 regresar del instituto,
iEso, ad·"
10S.
una nota en el suelo de 1a entrada
oscura de nuestro
piso. No se por que pero,
nada mas ver 1aescritura de mi padre, el corazon
se me puso a 1atir en todas direcciones:
Moises:
Perdoname. Me marcho. Soy nulo como
padre. Popol. ..
Y ahi se acababa todo. Seguro que me habia
querido lanzar otra frasecita sobre Popo1, del tipo
«con Popol, 10 habria conseguido, pero contigo,
no»; 0 tambien «Popo1 si que me daba 1as fuerzas
y 1a energia para ser un padre, pero tu no». 0 sea,
cualquier mierda de esas que Ie habia dado verglienza escribir. De todas formas, me daba perfectamente cuenta de sus intenciones. Muchas gracias.
P.S.: Sobre La mesa te he dejado todo eL
dinero que me quedaba. Aqui tienes La
Lista de Laspersonas a Lasque tienes que
informar de mi partida. Ellas se ocupardn de ti.
A continuacion
habia una 1ista de cuatro
apellidos que yo no conoda.
Pero yo ya habia tornado mi decision. Habia
que seguir como si nada.
De ninguna manera iba a admitir que me
habian abandonado. Abandonado dos veces: una
vez por mi madre, cuando nad; y otra en la adolescencia, por mi padre. Si eso se llegaba a saber,
nunca nadie me qaria una oportunidad.
~Que
tenia yo de tan terrible? ~Pero que es 10 que tenia
yo que hada imposible que nadie me quisiera?
Quizd nos volvamos a ver un dfa, mds ade!ante, cuando seasaduLto. Cuando yo sienta
menos vergflenzay tU me hayasperdonado.
Adios.
Mi decision era irrevocable: simularia la presencia de mi padre. Les haria creer a todos que aun
vivia alii, que cornia alIi, que seguia compartiendo conmigo sus largas tardes de aburrimiento.
41
Eric-Emmanuel
--------....:.:......::::.-.:..:...:..:..
Schmitt
EI senor Ibrahim y !as flores del Coran
Ademas, no espere ni un segundo mas: me
baje a la tienda de ultramarinos.
-Senor
Ibrahim,
No habia realmente donde escoger dado que ese
centro de ensenanza no era mixto. Todos esra-
mi padre tiene problemas
bamos enamorados
de Miriam, la hija del por-
de digestion. ~Que Ie doy?
tero, la cual, a pesar de sus trece alios, habia
-Fernet Branca, Momo. Toma, tengo una
botellita de muestra.
comprendido
-Gracias, me subo ahora mismo para hacer
que se la tome.
tejarla con ardor de naufrago.
Con el dineto que me habia dejado tenia pa-
rapidamente
que era la reina de
trescientos puberes sedientos. Me dedique a corjZas! Sonrisa.
Tenia que demostrarme a mi mismo que se me
ra aguantar un meso Aprendi a imitar su firma
podia querer. Tenia que hacerselo saber al mundo
para rellenar los correos necesarios, para contes-
entero antes de que los demas se enteraran de que
tar al Instituto.
hasta mis padres, las unicas personas con la obli-
Yo seguia cocinando
para dos.
Cada noche colocaba sus cubiertos enfrente de
mi y, al final de la cena, simplemente
tiraba su
parte por el fregadero.
de enfrente, me sentaba en su sillon, con su jersey, sus zapatos, con harina en el pelo e intentaCoran,
completamente
nuevo, que me habia regalado el senor Ibrahim
porque yo Ie habia rogado que me diera uno.
En el instituto
AI senor Ibrahim
Ie iba contando
mi con-
quista de Miriam y eI me escuchaba con la son-
AIgunas noches a la semana, para los vecinos
ba leer un precioso
gacion de mantenerme, habian preferido huir.
me dije que no tenia un
segundo que perder: era necesario enamorarme.
risita del que conoce el final de la historia, aunque yo hacia como si no me diera cuenta.
-~ Y que tal va tu padre? Ya no 10 he vuelto a
ver, por las mananas ...
-Es que tiene mucho trabajo y tiene que salir
muy temprano,
con su nuevo curro ...
-~Ah, si? ~Yno se enfada porque estes leyendo el Caran?
-Es que 10 hago a escondidas, de todas formas ... y adem as no comprendo
·1
1"'..
gran cosa.
libra. Se habla con alguien. Yo no creo en los libras.
en cambio,
senor
mismo me esta diciendo
Ibrahim,
demasiado
bonito
todo
esto, senor
Ibrahim, se pasa de bonito. Esto no es para mt
-Cuando se quiere aprender algo, no se coge un
-Pera
-Es
usted
to do el tiempo que
sabe 10 que ...
No me 10 merezco.
El senor Ibrahim me sonria.
-La belleza, Moma,
esta por todas partes.
AlIa donde dirijas la mirada. Eso esta escrito en
mi Coran.
-Si, que yo se 10 que pone en mi Coran ...
Despues estuvimos paseando al borde del mar.
Moma, tengo ganas de ver el mar. Podriamos ir
-Sabes, Moma, al hombre a quien Dios no
a Normandia.
~Te vienes conmigo?
-jAhi va! ~De verdad?
-Si tu padre esta de acuerdo, naturalmente.
Ie ha revel ado la vida directamente,
no sera un
libro el que se la revele.
Yo Ie hablaba de Miriam. Le hablaba de ella
-Estara de acuerdo.
tanto mas cuanto queria evitar hablar de mi
-~Estas segura?
padre.
-jQue
cohorte de pretendientes,
Ie digo yo que estara de acuerdo,
hombre!
Cuando
Despues
de haberme
admitido
en su
Miriam habia empe-
zado a rechazarme como candidato no valido.
entramos en el vestibulo del Gran
-Eso da igual -deda
el senor Ibrahim.
El
Hotel de Cabourg, eso fue demasiado para mi:
amor que sientes por ella, eso no te 10 quita
me eche a llorar. Estuve llorando dos horas, tres
nadie. Te pertenece.
horas. No conseguia recuperar el aliento.
rechace, no puede cambiarlo. Lo unico es que
El senor Ibrahim me miraba llorar y esperaba pacientemente
a que yo pudiera hablar. Por
fin, consegui articular algo:
Incluso
aunque
ella 10
no se apravecha de el. Lo que tu des, Moma, e~
tuyo para siempre. jLo que te guardes, esta per-~
dido para siempre!_
Schmitt
Eric-Emmanuel
-Pero usted tiene una mujer, ~no?
-Los
musulmanes
igual
que los judios,
-Sf.
Momo. Es el sacrificio de Abraham:tendio
-~ Y porque no ha venido aqui con ella?
hijo aDios y Ie dijo que podia quedarse con el.
Me senalo el mar con el dedo.
Ese trocito de piel que nos falta, eso es la marca
-Aqui
ingles. Verde y
de Abraham. Para hacer la circuncisi6n, el padre
gris. No son los colores normales del agua. Se
debe sujetar a'su hijo, y el padre ofrece su pro-
dirfa que se Ie ha pegado el acento.
pio dolor en recuerdo del sacrificio de Abraham.
el mar es realmente
-No
me ha contestado
a 10 de su mujer,
senor Ibrahim. ~Y su mujer?
-Momo,
Cada
primero
el senor
en levantarse.
Ibrahim
era el
Se acercaba a la venta-
na, olfateaba la luz y hada sus ejercicios ffsicos, lentamente
sus ejercicios
-cada manana,
ffsicos. Tenia
toda su vida,
una flexibilidad
increfble y yo, desde la almohada,
con los ojos
entreabiertos,
vefa aun
y desenfadado
que debio de ser, hace mucho
al hombre
alargado
tiempo.
me estaba dando
cluso los cristianos
habian
tenido
e in-
en comun
cantidad de gran des hombres antes de darse de
tortas. Aunque eso no era asunto mio, me hada
sentir bien.
AI regresar de nuestro viaje a Normandia,
cuando entre en el piso negro y vado, no es que
me sintiera distinto, no, pero si que vefa que el
mundo podia ser distinto. Me di cuenta de que
podia abrir las ventanas,
de que las paredes
podian estar mas claras. Me di cuenta de que no
Mi gran sorpresa fue descubrir un dia, en el
cuarto de bano, que el senor Ibrahim tenia la
•
el senor Ibrahim
cuenta de que los judios, los musulmanes
no responder es una respuesta.
manana,
Con
su
•
•
tenia la obligacion de conservar todos aquellos
muebles
que olfan al pasado,
no un pasado
I
ClrcunClSlOn.
-~ Usted tambien, senor Ibrahim?
bonito, no, un pasado viejo, el rancio, ese que
apesta a bayeta vieja.
Se me acab6 el dinero. Empece a vender los
libros, por 10tes, a 10s 1ibreros de 10s muelles del
Una manana,
1a po1ida llam6 a 1a puerta.
Gritaban como en las peliculas:
Sena que el senor Ibrahim me habia hecho des-
-jAb ran la puerta! jPo1ida!
cubrir con nuestros paseos. Cada vez que vendia
Yo me dije: Ya esta, se ha acabado, he men-
un libro, me sentia mas libre.
tido demasiado, me van a detener.
Hada ya tres meses que mi padre habia des-
Me puse un batin y abri todos 10s cerrojos.
aparecido. Yo seguia dando el pego, cocinaba
Tenian una pinta mucho menos mala de 10 que yo
para dos y, curiosamente,
el senor Ibrahim me
me habia imaginado. Incluso me pidieron con edu-
cada vez menos por el. Mis relacio-
caci6n si podian entrar. La verdad es que yo tambien
nes con Miriam iban de mal en peor, pero me
preferia vestirme antes de que me llevaran a la circd.
preguntaba
proporcionaban
un buenisimo tema de conver-
saci6n, por 1a noche, con el senor Ibrahim.
Algunas noches me daban pinchazos
mana y me dijo con amabi1idad:
en el
coraz6n. Era porque pensaba en Popol. Ahora
que mi padre ya no estaba, me hubiera gustado mucho
conocerlo,
ahora 10 aguantaria
a Popol.
mucho
Seguro
mejor porque
de mi nu1idad.
acostaba
pensando
mundo,
Con frecuencia
que me era desconocido
10 conoceria.
mio, tenemos
que dade una mala
noticia. Se ha muerto su padre.
Asi de repente, no se 10 que me sorprendi6
mas, si la muerte de mi padre 0 que el poli me
ya
tratara de usted. Sea 10 que fuere, 1a noticia me
me
que, en a1guna parte del
habia un hermano
-Hijo
que
nadie me 10 restregaria por 1as narices como 1a
antitesis
En el sa16n de casa, el inspector me cogi6 1a
guapo y perfecto
y que, quiza, un dia
sent6 de golpe en el sillan.
-Se ha tirado debajo de un tren, cerca de
Marsella.
Tambien,
jque cosa mas curiosa! jIrse hasta
Marsella para hacer eso! Porque trenes, 10s hay
por todas partes.
En Paris tantos
como
en
Marsella, 0 mas aun. Decididamente,
garia a comprender
nunca lle-
a mi padre.
-Ahora Ie voy a tener que pedir algo delicado. Haria falta que reconociera el cuerpo.
- Todo indica que su padre estaba desesperado y
que ha puesto fin a sus dias voluntariamente.
Un padre que se suicida. Desde luego eso no
Pues eso hizo las veces de una sefial de alarma.
Me puse a berrear como si hubieran apretado el
bot6n adecuado. Los polidas se revolucionaron a
me iba a ayudar a sentirme mejor. Al final me
mi alrededor, buscando el interruptor.
pregunto si no habria preferido un padre que me
no tuvieron suerte porque, el interruptor, era yo,
abandonara. Al menos asi me 10 habria podido
y yo ya no podia parar.
S610 que
El sefior Ibrahim fue maravilloso. Al oir mis
imaginar corroido por el remordimiento.
mi silen-
gritos, subi6 y rapidamente comprendi6 la situa-
cio. Miraban la biblioteca vada, el piso siniestro
ci6n, y dijo que iria el, a Marsella, a reconocer el
en el que se encontraban
cuerpo. Los polidas, al principio, no se fiaban de
Los polidas paredan
comprender
diciendo, para s1, que,
uf, en un os minutos ya se podrian ir.
el porque tenia toda la pinta de un moro, pero
-~A quien tenemos que avisar, hijo mio?
yo me puse otra vez a berrear y entonces acepta-
Ahi si que tuve una reacci6n apropiada. Me
ron 10 que les proponia el sefior Ibrahim.
levante y fui a buscar la lista de cuatro apellidos
Despues del entierro, Ie pregunte:
que me habia dejado mi padre al marcharse. El
-~Cuanto
inspector se la meti6 en el bolsillo.
-Haremos
que la asistente social se encargue
de esas gestiones.
Y entonces se me acerc6, con ojos de cordero a medio morir, y ahi si que me dio la sensaci6n de que me iba a jugar una mala pasada.
hace que usted habia comprendi-
do 10 de mi padre, sefior Ibrahim?
-Desde
Caubourg.
Pero, ~sabes una cosa,
Mom6? No tienes que estar resentido contra tu
padre.
-~Ah, no? ~Y c6mo se hace eso? Un padre
que me amarga la vida, que me abandona y que
El senor Ibrahim y las flores del Cordn
se suicida, menudo
ejemplo de confianza para
ra, me daba pinceles. Una tarde, despues de abrir
toda una vida. ~Y encima ahora resulta que no
todas las ventanas para que se marchara el olar a
tengo que estar resentido?
pintura acrilica, entr6 una mujer en el piso. No se
- Tu padre no tenia un ejemplo a seguir.
por que pero ante su apuro, su actitud vacilante,
Perdi6 a sus padres muy joven porque los cogie-
su forma de no atreverse a pasar entre las escale-
ron los nazis y murieron en los campos de con-
ras y de evitar las manchas del suelo, comprendi
centraci6n. Tu padre nunca consigui6 reponerse
inmediatamente
de haberse librado de todo "eso. Quiza se culpabilizaba de estar vivo, el. No es casualidad que
haya acabado debajo de un tren.
de quien se trataba.
Pero aparente estar muy ocupado con mi trabajo.
Finalmente, carraspe6 ligeramente.
- ~Ah, si? ~Y por que?
Pingi quedarme sorprendido:
-A sus padres se los llevaron en un tren hacia
-~Busca a alguien?
la muerte. Y quizas el, tu padre, llevaba toda la
-Busco a Moises -dijo mi madre.
vida buscando su tren ... Si no tenia fuerzas para
Resultaba curioso 10 que Ie costaba pronun-
vivir, no era por tu culpa, Mom6, sino por to do
10
que pas6
0
no pas6 antes de que tu llegaras.
Y despues el senor Ibrahim me meti6 unos
billetes en el bolsillo.
Me permito ellujo de pitorrearme de ella.
-~ Y qui en Ie busca?
-Soy su madre.
- Toma, vete a la calle Paraiso. Es que las chicas se estan preguntando
ciar ese nombre, como si se Ie atragantara.
que talllevas ese libro
sobre ellas ...
Empece a cambiarlo todo en el piso de la calle
Azul. EI senor Ibrahim me daba botes de pintu-
Pobre mujer, me da Iastima. Esra hecha un
flan. Debe de haber tragado mucho para venir
hasta aquL Me mira con intensidad, intentando
descifrar
miedo.
mis rasgos.
Tiene
miedo,
mucho
Eric-Emmanuel
Schmitt
- Y tu, 2quien eres?
-Moises se ha ido, senora. Estaba hasta las
-2Yo?
narices de estar aqui. No tiene buenos recuerdos.
Me entran ganas de desternillarme.
jA quien
se Ie ocurre ponerse en tal estado, sobre to do
despues de trece anos!
-2Ah, no?
Dy, no se yo si se 10 esta creyendo. No parece muy convencida. Igual, despues de todo, no
-Pues la gente me llama Momo.
es tan petarda.
La cara se Ie agrieta.
-2Y cuando va a volver?
En tonG de bmma anado:
-No 10 se. Cuando se marcho dijo que que-
-Es un diminutivo
de Mohammed.
ria encontrar a su hermano.
Se pone mas palida que mi pintura del zocalo.
-2Su hermano?
-jAh! 2T u no eres Moises?
-51, Moises tiene un hermano.
-jQue
va! Para
nada,
senora.
Yo soy
Mohammed.
Tiene cara de estar completamente
Vuelve a tragar saliva. En el fondo, no se
siente descontenta.
-Pem
-, ·Ah ' s1.'t
descon-
certada.
51, su hermano Popol.
2aqU1 no vive un chico que se llama
Moises?
-2Popol?
-jS1, senora, S1! Su hermano mayor.
Me entran ganas de contestarle: Y yo que se,
Me pregunto si es que me esta tomando por
usted es su madre, usted es quien tendria que
retrasado mental. 0, si no, 2es que se 10 ha cre-
saberlo. Pem en el ultimo momento,
ido de verdad que soy Mohammed?
me aguan-
to porque la pobre mujer tiene pinta de estar a
-Pem
si yo no he tenido ningun
punto de que Ie fallen las piernas. En cambio, Ie
tes de Moises. No he tenido
cuento una mentirijilla que resulta mas comoda.
Popol, yo.
nunca
hijo anningun
El senor Ibrahim y las flares del Cordn
Ahora soy yo el que se empieza a sentir mal.
casa. Nunca he querido al padre de Moises,
Y ella se da cuenta, y Ie entra tal titubeo que
pera SI que estaba dispuesta a querer a Moi-
se cobija en un sill6n, y yo hago 10 mismo por
ses. S610 que conOel a otro hombre.
ml parte.
padre ...
Nos miramos
en silencio,
con el olor acido de la pintura
asfixiandonos
Tu
-~C6mo dice?
acrilica que
-Qui era decir su padre, el de Moises, me
se nos mete en las narices. Ella me estudia
dijo: «Vete y dejame a Moises. Si no ... » Asi que
y no se Ie escapa ni un solo movimiento
me fui. Preferi rehacer mi vida, una vida en Ia
de
pestanas.
que hay felicidad.
-Dime una cosa, Mom6 ...
-Segura que es mejor.
-Mohammed.
Baja Ia mirada.
-Dime una cosa, Mohammed, ~vas a volver
Se acerca a m£. Siento que Ie gustaria darme
a ver a Moises?
un beso, pera hago como que no comprendo.
-Puede.
En tono suplicante, me pregunta:
He dicho eso en un tono desenfadado, y ni
-~Se 10 diras a Moises?
yo mismo me acabo de creer que me pueda salir
-Puede.
un tono tan desenfadado. Ella me escruta el
Esa misma tarde fui aver al senor Ibrahim
fondo de los ojos, pera me puede espulgar cuanto quiera, que no me va a arran car ni una palabra. Estoy segura de mi mismo.
-Si un dia vuelves a ver a Moises, dile que
yo era muy joven cuando
me case con su
padre, que s610 me case con el para irme de
y, en plan de brama, Ie dije:
-A ver, ~cuando piensa usted adoptarme,
senor Ibrahim?
Y el, tambien riendose, me dijo:
-jPues a partir de manana mismo si quieres,
mi querido Mom6!
Eric-Emmanuel Schmitt
El senor Ibrahim y las flores del Cordn
Tuvimos que pelear. En el mundo oficial, ese
de 10s tampones,
funcionarios
de las autorizaciones,
de 10s
que se ponen agresivos cuando se
les despierta, nadie queria ocuparse de nosotros.
Pero no habia nada que pudiera desanimar
senor Ibrahim.
al
-El no ya 10 tenemos en el bolsillo, Momo.
El si es 10 que nos queda por conseguir.
Mi madre, con la ayuda de la asistente social,
habia acabado par aceptar 10s tramites del senor
Ibrahim.
-2 Y su mujer, senor Ibrahim? 2Ella esta de
acuerdo de verdad?
-Mi
mujer
regreso
-2No poddamos
a nuestro
pais hace
tienes ganas, este verano nos vamos a verla.
El dia que 10 conseguimos, que nos dieron el
papelito, el famoso papel que declaraba que, a
partir de aquel momento, yo era hijo de quien yo
habia escogido, el senor Ibrahim decidio que nos
teniamos que comprar un coche para celebrarlo.
a viajar, Momo.
nos iremos juntos al Creciente
Y este verano,
Ferti!, te ense-
ir mas bien en alfombra
voladora?
-Coge un cataIogo y escoge un coche.
-Vale, papa.
Es una pasada como se pueden tener, con las
mismas
palabras,
sentimientos
tan distintos.
Cuando yo Ie llamaba «papa» al senor Ibrahim,
el corazon me sonreia, me sentia pletorico,
el
porvenir centelleaba.
Fuimos al concesionario.
-Quiero
mucho tiempo. Yo hago 10 que quiero. Pero si
-Vamos
soy yo.
comprar este modelo. Es mi hijo el
que 10 ha escogido.
Por 10 que se refiere al senor Ibrahim,
peor que yo en cuestion de vocabulario.
era
Deda
«mi hijo» en todas las frases, como si acabara de
inventar la paternidad.
El vendedor empezo a ensalzar las caractedsticas del motor.
-No se moleste en venderme el articulo. Le
digo que 10 quiero comprar.
- 2Tiene el carne?
EI senor Ibrahim y las flores del Cordn
Y puso los fajos de billetes sobre la mesa,
-Por supuesto.
En ese momenta el senor Ibrahim saca de su
cartera de tafilete un documento
que debia
datar, como minima, de la epoca de los egipcios. El vendedor examina ese papiro con espanto, primero porque la mayoria de las letras estaban borradas y, despues, porque estaba en una
lengua que no conoda.
-~Es un permiso de conducir, esto?
-Pues estcibien claro, ~no?
-Vale. Entonces Ie proponemos que 10 pague
en varias mensualidades. Por ejemplo, aplazado
a tres anos, tendria que ...
-Cuando
Ie digo que quiero comprar un
coche, es porque puedo. Pago al contado.
Se molesta mucho, el senor Ibrahim. Desde
luego, aquel vendedor no paraba de meter la
pata.
-Pues
entonces
extiendanos
un cheque
de ...
-jYa esta bien, hombre! Le estoy diciendo
que Ie pago al contado. Con dinero. Con dinero de verdad.
unos preciosos fajos de billetes viejos ordenados
dentro de bolsas de plastico.
El vendedor casi se ahoga.
-Pero
pero es que
nadie paga en liqui-
do ... no
no se puede .
'
?
-2Pero que pasa? 2Es que esto no es dmero.
Yo si que he aceptado todos estos billetes en mi
caja. Pues 2por que usted no? Morna, 2tu crees
que hemos venido a un sitio serio?
-Bueno. Vamos a hacerlo as!. Se 10 tendremos listo en quince dias.
-2Quince dias? Pero eso no puede ser: jEn
quince dias estare muerto!
Dos dias mas tarde nos hicieron entrega del
coche, delante de la tienda de comestibles ... iE-I
si que sabia montcirselo bien, el senor Ibrahim!
Cuando se subia al coche, se puso a tocar
delicadamente todos los mandos con sus dedos
finos y largos, y despues se seca la frente. Estaba
medio verde.
-Es que ya no se, Morna.
-2Pero aprendia a conducir?
El senor Ibrahim y las flores del Cordn
-Sf, hace tiempo, con mi amigo Abdulahh.
-Bueno,
pues no se ponga usted nervioso,
-~Pero que?
senor Ibrahim.
Ai final el senor Ibrahim decidi6 que fuera-
-Pues que entonces 10s coches no eran as!.
mos juntos a clases de conducir. Como yo no
Le costaba hasta respirar, al senor Ibrahim.
tenia la edad, oficialmente era el el que aprendia
-Oiga,
y mientras, yo, me quedaba sentado en el asien-
Pero ...
senor Ibrahim,
~no sera que 10s
coches con 10s que usted aprendi6 estaban tira-
to de atras sin perder ripio de las instrucciones
dos por caballos?
del profesor de la autoescuela. Nada mas acabar
-No, Mom6, por burros. Burros.
la clase, sadbamos
- Y ese carne de conducir del otro dia, ~que
al volante. Condudamos
de noche por Pads,
para evitar el trafico.
era?
-Mmm ...
Abdulahh
nuestro coche y yo me ponla
una vieja carta de mi amigo
en la que me contaba que tal habia
Cada vez se me daba mejor.
Finalmente
lleg6 el verano y nos lanzamos
-jPues ahora si que la hemos cagao!
a la carretera.
Hicimos miles de ki16metros. Atravesamos
-Tu 10 has dicho, Mom6.
toda Europa por el sur, con las ventanillas abier-
-Yen ese Coran de usted, ~no hay algun tru-
tas. fbamos al Oriente Medio. Era increible des-
ido la cosecha.
quillo, como de costumbre,
que nos de una
que se volvia el universo
nada mas empezar a viajar con el senor Ibrahim.
soluci6n?
-~Tu que crees, Mom6? El Coran no es un
manual
cubrir 10 interesante
de mednica.
Sirve para las cosas del
Como yo iba crispado al volante y me concentraba en la carretera, el me iba describiendo los
espiritu, pero no para esta chatarra. jYademas,
paisajes, el cielo, las nubes, los pueblos,
en el Coran, viajan en camello!
habitantes.
La labia del senor Ibrahim,
sus
con su
El senor Ibrahim y las flores del Cordn
voz fragi1 como el papel de fumar, can su pizca
sitio a otro. Pero nosotros no nos dedicamos a la
de acento, sus imagenes, sus exclamaciones, sus
geometria. Nosotros viajamos. Buscame camini-
expresiones de asombro sucedidas de una pi car-
tos bien bonitos que me ensenen todo 10 gue_
dia de 10 mas diaba1ica, todo eso es, para mi, el
haya que ver.
camino que va de Paris a Estambul. Europa no
1a vi, 1a escuche.
-jAhi va, Morna! Estamos en zona de ricas.
Mira: hay papeleras.
-Se Ie nota que no es usted el que conduce,
senor Ibrahim.
-Mira,
Morna, si no quieres ver nada, pues
te coges un avian, como to do el mundo.
-~yque pasa con 1as papeleras?
-~Aqui son pobres, senor Ibrahim?
-Cuando
-5i, estamos en Albania .
.
quieras saber si estas en un sitio de
ricas 0 de pobres, mira 1aspapeleras. Si no ves ni
-~Yahl?
basura ni papeleras, es que son muy ricos. Si ves
-Para el coche. ~Notas el olor? Hude a feli-
papeleras y no hay basura, es que son ricos. Si
cidad. Estamos en Grecia. La genre esta quieta.
ves basura a11ado de 1aspapeleras, es que no so~
5e toman su tiempo para vernos pasar. Respiran.
ni ricas ni pobres: es que es turistico.
Yes, Morna, yo habre trabajado mucho toda la
Si ves
basura y no hay papeleras, es que son pobres.
vida, pero he trabajado
Y si 1a gente vive entre 1a basura, es que son
todo el tiempo del mundo.
muy, muy pobres. Aqui, estos son ricas.
numeros 0 ver desfi1ar dientes, no. Ir despacio,
despacio, tomandome
No buscaba hacer
-jPues claro, estamos en Suiza!
ese es el secreta de la felicidad. ~Que quieres
-Oye,
hacer de mayor?
autopista
por 1a autopista
no. Autopista
no, Morna, por 1,!-
quiere decir: pase de
largo, que no hay nada que ver. Es para 10s idio- ....
-
tas que quieren ir 10 mas rapido posib1e de un
-Ni idea, senor Ibrahim.
Bueno sl, qmero
trabajar en importacian-exportacian.
- ~1mportacian-exportacian?
El senor Ibrahim y !as flores del Cordn
Ahora si que Ie habia marcado
un tanto.
~no? Porque a ti, claro, los pies no te huelen
la palabra magica: importa-
nunca, ~no? Un lugar de oracion que huela a
AI senor Ibrahim se Ie llenaba
hombre, que se haya construido para el hombre,
la boca. Eran palabras serias y al mismo tiempo
con hombres dentro, ~eso te da asco? iMenudo
unas palabras que 10 trasladaban
senorito parisino estas hecho tu! Ami, ese perfu-
Habia encontrado
cion-exportacion.
aventureras,
a uno a viajes, a barcos, a paquetes, a gran des
me a zapatos me da seguridad. Me recuerda que
cifras de negocio,
no valgo mas que mi vecino. Me huelo, nos huelo.
unas palabras
como Ias silabas que las formaban:
tan pesadas
«jimporta-
cion-exportacion!»
A partir de Estambul, el senor Ibrahim hablo
-Le presento a mi hijo, Morna, que el dia de
manana se dedicara a la importacion-exportacion.
]ugabamos
mogollon.
iAh, ya me siento mejor!
Me hacia entrar e~
tempI os religiosos con los ojos tap ados con qn
menos. Se emocionaba.
-Dentro
de poco vamos a llegar al mar de
doude yo soy.
Cada dia queria que viajaramos un poco mas
trapo para que yo adivinara, par el olor, de gUt
despacio.
religion se trataba.-Aqui huele a cirio. Esto es catolico.
miedo, tambien.
..•.
que saborearlo
todo. Tenia
-~ydonde esra ese mar de donde es usted,
-Si, es San Antonio.
senor Ibrahim? Ensenemelo en el mapa.
-Aqui huele a incienso. Es ortodoxo.
-jAy!
-Si senor, es Santa Sofia.
-Aqui huele a pies. Esto es musulman.
Habia
No
me atosigues
con los mapas,
Morna. jAqui no estamos en el instituto!
j]o,
vaya pestazo!
-~Como? jPero si es la Mezquita Azul! 0 sea
que un sitio que huela al cuerpo no te parece bien,
Nos paramos en un pueblo de montana.
-Estoy feliz, Morna. Estas conmigo y se 10 que
pone en mi Coran. Ahora te quiero llevar a bailar.
-~A bailar, senor Ibrahim?
El senor Ibrahim y !asfloresdel Cordn
-Es
absolutamente
del hombre
necesario.
«El corazan
es como un aye prisionera
jaula del cuerpo». Cuando
en la
bailas, el corazan
canta como un pajaro que anhela fundirse con
Dios. Ven, vamos al tekke.
convierten en unas antorchas que se consumen
en un gran fuego. Pruebalo, Morna. Sigueme.
Yel senor Ibrahim y yo nos pusimos a girar.
Durante
los primeros giros pense: Soy feliz
con el sefior Ibrahim. Despues, pense:
-~AI que?
la
no Ie
tengo rencor a mi padre por haberse marchado. AI
final, incluso llegue a pensar: Despues de todo,
mi madre no tenia mucho donde escogercuando ...
-jVaya discoteca mas rara! -exclame al atravesar el umbra!.
-~Que tal, Morna, has sentido cosas bonitas?
-iSi, era increible! Me estaba vaciando de
-Un tekke no es una discoteca, es un monasterio. Morna, pon ahi los zapatos.
odio. Si los tambores no hubieran parado, quiza
me habria ocupado del caso de mi madre. Ha
Y ahi fue donde vi, por primera vez, a hom-
molado mazo rezar asi, senor Ibrahim, aunque
bres haciendo el giro derviche. Los derviches lle-
habria preferido rezar con las zapatillas puestas.
vaban unas grandes tunicas
Cuanto
palidas, pesadas,
amplias. AI resonar de un tambor, los monjes se
convirtieron
en peonzas.
-jVes, Morna! Giran sobre si mismos, giran
mas pesado se vuelve el cuerpo, mas
ligera se vuelve la mente.
A partir de ese dia nos empezamos a parar
con frecuencia para bailar en tekkes que conoda
en tomo a su corazan, que es ellugar de la pre-
el senor Ibrahim. A veces el no giraba, se con-
sencia de Dios. Es como una oracian.
tentaba con tomarse un te y fruncir los ojos,
-~A eso Ie llama una oracian usted?
pero yo giraba como un poseso. No, de hecho,
-Pues claro, Morna. Pierden toda referencia
giraba para estar un poco menos poseso de mi
terrenal, ese lastre al que llamamos equilibrio, y se
rabia.
Por la noche, en las plazas de los pueblos,
tienes que mirar con aire de decir: «No he cono-
hablar un poco con las chicas. Me
cido a nadie mas guapa que tU». Para un hom-
esforzaba a tope pero no daba muy buenos
bre corriente, quiero decir un hombre como tu
resultados, mientras que el senor Ibrahim,
y como yo, no un Alain Delon ni un Marlon
intentaba
sin
hacer otra co sa que beber su Suze sabor anis con
Brando,
una sonrisa, con su aspecto dulce y tranquilo, a1
encuentres a una mUJer.
cabo de una hora, tenia siempre mogollon
de
gente a su alrededor.
no, pues tu belleza es la que tu Ie
Esrabamos mirando como se escondia el sol
entre las montanas
- Te mueves demasiado,
Momo.
Si qUleres
tener amigos, no hay que moverse.
y el cielo se ponia violeta.
Papa se quedo mirando
fijamente a la estrella
vespertlna.
-Senor Ibrahim, 2usted cree que soy guapo?
-Momo,
nos han puesto delante una esca-
-Eres muy guapo, Momo.
lera para que podamos
-No, no quiero decir eso. 2Usted cree que yo
primero fue mineral, despues vegetal, despues
seria bastante guapo para gustarles alas chicas ...
animal. De eso, del animal, no consigue olvi-
sin tener que pagar?
darse y tiende con frecuencia a convertirse
-iDentro
de unos anos seean ellas las que
pagaean por ti!
-Pues
escaparnos. EI hombre
e1 otra vez. Y despues se ha convertido en hombre dotado de conocimiento,
desde luego ... 10 que es ahora ... el
mercado esta bien tranquilo.
en
de raciocinio, de
Fe. 2Te imaginas el camino que has recorrido
desde que eras polvo hasta hoy? Y mas adelan-
-Logico, Momo. 2No te das cuenta de como
te, cuando
hayas superado
tu condicion
de
fijo como
hombre, te convertieas en angel. Ya habeas aca-
diciendo: «Fijaos 10 guapo que soy». Y claro, no
bado con la tierra. Cuando bailas, te entra ese
1es queda mas remedio que echarse a rdr. Las
presentimiento.
10 haces? Te 1as quedas
mirando
Eric-Emmanuel Schmitt
El senor Ibrahim y las flores del Cordn
-Pss, puede. Yo, de todas formas, no me
Primero pase por una sala larga en donde varias
acuerdo de nada. ~Usted se acuerda, senor Ibra-
mujeres, en cuclillas, estaban sollozando. Y des-
him, de cuando fue una planta?
pues me llevaron ante el senor Ibrahim.
-Anda, pues ~que te crees que hago cuando
Estaba tendido, lleno de heridas, de morato-
me paso horas enteras sin moverme sentado en
nes, de sangre. El coche se habia dado un trasta-
mi taburete, en la tienda?
zo contra una pared. Pareda estar muy debil.
Y despues lleg6 el famoso dia en el que el
Me tire sobre el y reabri6 los ojos y sonri6.
senor Ibahim me anunci6 que ibamos a llegar al
-Mom6,
mar donde habia nacido y a encontrarnos
-jQue
su amigo Abdulahh.
con
Estaba muy emocionado,
como un jovenzuelo, y primero queria ir solo,
de avanzadilla, y me pidi6 que Ie esperara debajo de un olivo.
no, que no hemos llegado al mar
donde usted naci6!
-Si, yo ya estoy llegando. Todos los brazos
del rio se lanzan al mismo mar. El mar unico.
En ese momento,
Era la hora de la siesta y me quede dormido
contra el arbol.
Cuando me desperte, el dia ya se habia esfumado. Espere al senor Ibrahim
noche.
Fui caminando
aqui se acaba el viaje.
hasta media
y contra mi voluntad, me
eche a llorar.
-Mom6,
eso no me alegra.
-Es que temo por usted, senor Ibrahim.
-Pero yo no tengo miedo, Mom6. Yo se 10
que pone en mi Coran.
hasta el pueblo siguiente. AI
Eso, justamente, fue una frase que no deberia
llegar a la plaza, las gentes se abalanzaron sobre
haber dicho, porque me record6 demasiados bue-
mi. Yo no comprendia su idioma pero ellos me
nos momentos y me puse a llorar con mas fuerza.
hablaban animadamente
muy
bien.
Me llevaron
y paredan
hasta
conocerme
un caser6n.
-Mom6,
esras llorando por ti mismo, no por
mi. Yo he tenido buena vida. He llegado a ma-yor.
Eric-Emmanuel
Schmitt
EI senor Ibrahim y las flores del Cordn
He tenido una mujer, que murio hace ya mucho
de la alquimia, la danza que transforma el cobre
tiempo, pero a la que sigo queriendo igual. He
en oro. Citaba can frecuencia a Rumi y deda:
tenido a mi amigo Abdulahh, al que saludad.s de
mi parte. Mi pequefia tienda de comestibles iba
bien. La calle Azul es una calle bonita, aunque no
sea azul. Y despues apareciste tU.
Para complacerlo,
me trague todas las lagri-
Mejorate.
Lo que vive, hazlo morir: esoes tu cuerpo.
Se puso contento. Fue como si Ie doliera menos.
jZas!: sonrisa
No
filosofal.
Pero el cobre sf.
mas, hice un esfuerzo y jzas!: sonrisa.
-jChiton!
El oro no necesita de ninguna piedra
Lo que estd muerto, dale vida: eso es tu
corazon.
te preocupes.
Yo no me
muero, Momo. Me voy a reunir can el Inmenso.
Toma ya.
Lo que estd presente, ocultalo: eso es el
mundo de aquf abajo.
Lo que estd ausente, hazlo venir: es el
Me quede un ratito. Su amigo Abdulah y yo
mundo de la vida futura.
hablamos mucho de papa. Tambien estuvimos
Lo que existe, destruyelo: es la pasion.
mucho rata hacienda el giro.
LO que no existe,geniralo: es fa intencion.
EI sefior Abdulah era como el senor Ibrahim,
pero un senor Ibrahim apergaminado,
Ileno de
palabras nada corrientes, de poemas aprendidos
Y des de entonces, incluso hay en dia, cuando las
de memoria,
cosas no van bien, hago el giro.
un senor Ibrahim
que hubiera
pasado mas tiempo leyendo que hacienda sonar
Giro una mana hacia el cielo, y giro. Giro
la caja registradara. A !as horas que pasabamos
una mana hacia la tierra y giro. EI cielo gira par
girando en el tekke, a eso el 10 Ilamaba la danza
encima de mi. La tierra gira par debajo de mi.
Eric-Emmanuel
Schmitt
Yo ya no soy yo mismo sino uno de esos atomos
importaci6n-exportaci6n.
que giran alrededor del vado que 10 es todo.
asi, de golpe, al senor Ibrahim,
Como deda el senor Ibrahim:
Mi madre, de vez en cuando, viene a verme.
110tiene una forma de pensar muy profunda.»
Regrese haciendo dedo. Me «encomende
el senor Ibrahim
hablaba de los vagabundos:
para impresio-
narlo un poco.
«Tienes la inteligencia en el tobillo y tu tobi-
Dios», como deda
S610 se 10 habia dicho
Me llama Mohamed, para que yo no me enfade,
a
y me pregunta por Moises. Yo la pongo al'dia.
cuando
Hace poco Ie anuncie
mendigue y dormi
encontrado
a su hermano
que Moises habia
Popol y que los dos
en la calle, y eso tambien fue un bonito regalo.
se habian ido de viaje y que, a mi parecer, no se
No queria gastarme los billetes que' me habia
les volveria a ver en mucho tiempo y que quiza
metido en el bolsillo el senor Ibrahim, al abrazarme, justo antes de marcharme.
ni valia ya la pena volver a hablar del tema. Ella
reflexion6 profundamente
AI volver a Paris, descubri que el senor Ibrahim
10 habia previsto todo. Me habia emancipado.
Por 10 tanto, yo era libre y el heredero de su dinero, de su tienda de ultramarinos y de su Coran.
(siempre se anda con
cui dado conmigo) y, despues, susurr6 amablemente:
-Despues
de todo, quiza no este tan malla
cosa. Hay infancias de las que hay que salir,
El notario me entreg6 el sobre gris, del que
saque con cui dado el viejo libro. Por fin iba a
averiguar 10 que ponia en su Coran.
infancias de las que hay que curarse.
Le dije que la psicologia no era mi especial idad, que la mia eran los ultramarinos.
En su Coran habia dos flores secas y una
carta de su amigo Abdulah.
-Me gustaria mucho invitarte a cenar una
noche, Mohamed. A mi marido tambien Ie gus-
Ahora, soy Mom6, y toda la gente de la calle
me conoce. AI final no acabe metiendome
I
en
taria conocerte.
-~De que trabaja su marido?
El senor Ibrahim y las flores del Coran
-Profesor de ingles.
pone tan contenta
-~Y usted?
discreta-
mente si no me molesta. Yo Ie digo que no, que
-Profesora de espafiol.
tengo buen sentido del humor.
-Ah, y en la cena, ~que idioma se va a hablar? jNo, que es broma! Vale, de acuerdo.
Se Ie puso un color todo rosado de alegria
de que yo hubiera aceptado.
que me pregunta
No, en serio, es
verdad, dab a gusto verle la cara de felicidad,
como si Ie hubiera acabado de instalar el agua
cornente.
-Entonces, ~va en serio? ~Vendras a cenar?
-Que sf, que sf.
Desde luego, es un poco raro que dos profesores de ensefianza publica reciban a Mohamed,
el tendero. Pero, bueno, ~por que no? No soy
racista.
Pues eso, que ahora ya hemos tornado la costumbre de que todos los lunes voy a su casa, con
mi mujer y mis hijos. Como son carifiosos, mis
hijos, la Haman abuela, a la sefio de espafiol.
jY hay que verla! Se Ie cae la baba. A veces se
Y eso, ahora soy Mom6, el de la tienda de
comestibles de la calle Azul, la calle Azul que no
es azul.
Todos me conocen como el arabe del barrio.
Arabe quiere decir que el colmado est<labierto de noche y los domingos tambien.
En el Paris de los anos sesenta Momo, un
muchacho judio de 13 anos se hace amigo del
tendero
arabe
apariencias
de la calle Azul. Pero
siempre
son enganosas:
las
el Sr.
Ibrahim, el tendero, no es arabe, la calle Azul
no es azul y el muchacho puede no ser judio.
Eric-Emmanuel
Schmitt (1960) es el autor
de teatro frances mas representado en Francia
y en el extranjero.
Sus obras se han estre-
nado en mas de 30 palses. Este breve relato,
gran exito tealr'al en Francia,
es el segundo
de la Trilo/!;Iu d(~ 10 Invisible.
vado
al eine
Ha sido lle-
(:on aetores
como
Omar
Sharif (' Isalwll(· Adjani.
«En un mOn1('ntoen el que el mundo sufre
mas que nunca a causa de los fanatismos de
todo tipo y en el que la religion se convierte en
motivo de conquista, he aqui un magnifico
espectaculo en forma de cuento que reconcilia
al hombre consigo mismo.
El texto de Eric-Emmanuel
Schmitt es de
una sencillez y una humanidad conmovedoras. Hace reir, llorar, en fin: es prodigioso.»
-
Paris Match
«Una vision noble y conciliadora de la humanidad. Para recomendar a todos aquellos que
creen que el Islam es una religion histt~rica.»
-
Le Point
Diseno de la portada: Michael Newman
l.lustraci6n: Sara Swan