Bibliografĭa de las comedias histŏricas, tradicionales, y
Transcripción
Bibliografĭa de las comedias histŏricas, tradicionales, y
http://ir.uiowa.edu/uissll/ http://ir.uiowa.edu/uissll/ BIBLIOGRAFÍA DE LAS COMEDIAS HISTÓRICAS, TRADICIONALES Y LEGENDARIAS DE LOPE DE VEGA http://ir.uiowa.edu/uissll/ http://ir.uiowa.edu/uissll/ STATE UNIVERSITY OF IOWA, IOWA CITY, IOWA, U. S. A. Bibliografía de las Comedias históricas, tradicionales y legendarias de Lope de Vega Por ROBERT B. BROWN Prólogo de EDMUND DE CHASCA EDITORIAL ACADEMIA México, D. F. http://ir.uiowa.edu/uissll/ Derechos reservados Copyright 1958 Impreso en Méxiéó Printed in Mexico EDITORIAL ACADEMIA Apartado 12,112 México 1, D. F. http://ir.uiowa.edu/uissll/ ÍNDICE Págs. Nota prelim inar................................................................ Lista de abreviaturas .................. ................................... Ensayo sobre la imitación poética de la h isto ria .......... Bibliografía....................................................................... IX XIII 1 37 Apéndice A: Las comedias históricas, tradicionales y le gendarias de autenticidad dudosa .......................... 115 Apéndice B: Comedias históricas, tradicionales y legen darias en las Partes I-X X V .................................... 131 Apéndice C: Comedias históricas, tradicionales y legen darias editadas por Hartzenbusch en la Biblioteca de Autores Españoles.............................................. 139 Apéndice D: Comedias históricas, tradicionales y legen darias editadas por Menéndez y Pelayo en la pri mera edición de la A cadem ia................................ 143 Apéndice E: Comedias históricas, tradicionales y legen darias editadas por Cotarelo y Mori y otros en la nueva edición de la Academ ia................................ 149 http://ir.uiowa.edu/uissll/ http://ir.uiowa.edu/uissll/ NOTA PRELIMINAR En diversas oportunidades, ya en conversaciones íntimas, ya en algunas de sus obras teatrales, Lope ha declarado su deseo (a veces en forma velada, pero otras abiertamente) de llegar a ser cronista real. Sabido es que Lope nunca alcanzó ese deseo, por la verdadera o imaginada malquerencia del monarca. Sin embargo, entre los dramaturgos de su tiempo que rindieron culto a la tradición, el fénix de los ingenios se des tacó como gigante en la imitación poética de la historia. Po demos aplicar otros superlativos sin temor a exagerar, ya que las hipérboles juiciosas son de ordinario completamente segu ras tratándose de este increíble español: si tomamos en cuenta únicamente las piezas tradicionales e históricas existentes, sin considerar hipotéticamente las muchas que se tienen por per1 Las alusiones a este anhelo de Lope según Arco y Garay, La sociedad española en las obras dramáticas de Lope de Vega, Ma drid: Escelicer, 1942, págs. 167-170 se encuentran en las siguientes comedias: Ursón y Valentín (Acad. XIII, 512-b), El galán Castrucho (Acad.N X, 41-b), Triunfo de la h u m ild a d ... (Acad.N X, 99-b), La ventura sin buscalla (Acad.N X, 289-a), El premio de la hermosura (Acad. XIII, 437-b), Amor, pleito y desafío (Acad.N, 661-b), Porfian do vence amor (H. R. III, 244-c), La discreta venganza (N. R. III, 313-c). http://ir.uiowa.edu/uissll/ didas, su número es comparable a la total producción inglesa del drama histórico isabelino. Y a través del teatro heroicopopular, que él desarrolló pero no creó, Lope acaso ha logrado la más amplia representación artística de la historia que se pueda encontrar en su país o en otro cualquiera. Varios grandes eruditos y críticos, especialmente Menéndez y Pelayo, han estudiado algunos de los aspectos generales de este género lopesco; pero lo mismo que la enorme producción del dramaturgo en conjunto, esta parte está por definirse cla ramente y analizarse en forma escrupulosa. No pretendemos que este esfuerzo abarque una comprensión crítica independiente, aunque tal requisito sea necesario hasta para una justa clasificación bibliográfica. Pero por la labor ingente que exigiría, ceder a él retardaría demasiado un paso práctico preliminar, el cual es mejor que sea dado con la ayuda de otros que no dado en absoluto. Reconocemos nuestra deuda a Menéndez y Pelayo, a Rennert y Castro, a Morley y Bruerton. Esto no significa, empero, que nos hayamos limitado a una mera reproducción o reconstruc ción del trabajo ajeno. Se ha tenido escrupuloso cuidado de corregir errores previos, perdonables pero graves, que no han sido pocos. Nuestra contribución independiente ha consistido en el serio intento de completar el recuento — aunque inevita blemente bastantes noticias no han podido menos de escapárse nos— desentrañando los materiales pertinentes que han sido acumulados desde que Menéndez y Pelayo y sus sucesores pre pararon su edición de la Academia y la Nueva Academia (1890-1914, 1916-1930 respectivamente), y desde que Rennert y Castro publicaron su bibliografía en 1919. Algunos lectores pueden objetar la inclusión de piezas en las cuales el elemento histórico es tan escaso. En realidad, en muchos casos el relato es enteramente ficticio, la mayor parte de los personajes son inventados y los que no lo son compor http://ir.uiowa.edu/uissll/ tan sólo una semejanza remota o imaginaria con sus origina les. A este reparo oponemos nuestra previa negativa de cual quier intento definitivo por definir el género histórico-legen dario de Lope. Para esto, hemos dependido principalmente del juicio de Menéndez y Pelayo. Además, piezas no incluidas en la edición de la Academia VII a X III se toman de la edición de la Nueva Academia si es que en previa ocasión Menéndez y Pelayo las señaló como históricas o legendarias,2 y si por medio de estudios preliminares en los volúmenes de la Nueva Acade mia pudimos determinar que la comedia merecía considera ción como obra histórica o legendaria en su mayor parte. La presente bibliografía trata también de ser útil para ais lar del conjunto de las obras auténticas de Lope aquéllas que no lo son. Nos hemos fundado en el estudio de Morley y Bruerton cuyo método es el más objetivo que se ha ideado para determinar, a base de la versificación, la autenticidad y la cro nología del teatro de Lope.3 Los apéndices B, C, D y E contienen la bibliografía com pleta de las piezas en las Partes I a XXV, los tomos de Hartzenbusch en la Biblioteca de Autores Españoles, los tomos de la edición de la Academia hecha por Cotarelo y Mor i y otros respectivamente. Para cada obra se ha adoptado un procedimiento uniforme. Bajo la primera sección hemos propuesto la simplificación de los datos bibliográficos hallados en Rennert y Castro.4 En al gunos casos las alusiones en la bibliografía de Rennert y Cas tro a las críticas de Antonio Restori en Zeitschrift für romanische Philologie han sido corregidas. Las ediciones princi 2 Acad. XIII, xli-xlii. 3 S. Griswold Morley y Courtney Bruerton, The Chronology of Lope de Vega’s “Comedias”, Londres: Oxford University Press, y Nueva York: The Modern Language Association of America, 1940. 4 Hugo A. Rennert y Américo Castro, Vida de Lope de Vega, Ma drid: Sucesores de Hernando, 1919. http://ir.uiowa.edu/uissll/ pales de los siglos xix y xx se han reunido también en la primera sección; algunas de las del siglo xix fueron desecha das o desconocidas por Menéndez y Pelayo al publicar los tomos VII a X III de la Academia. Bajo la segunda sección de cada obra hemos procurado enumerar todos los libros y artículos científicos pertinentes a la obra. Sin embargo, se ha de entender que muchas veces las ediciones citadas en la sección primera abarcan ensayos críticos importantes como material de introducción. Estos se indican con la abreviatura “edic. de” más el nombre del autor. La sección tres comprende: 1) el material que explica la fuente de inspiración de Lope, 2) el alcance de la calidad histórica de la pieza, 3) una exposición general relativa a las figuras históricas contenidas en la obra, y 4) una com binación de dos de estas o de todas. Más aún, en ciertos casos, la cita directa de una fuente habría resultado una serie torpe de frases fragmentarias. Por esto, nosotros mismos hemos para fraseado o resumido el material disponible. La sección final de cada obra contiene la fecha asignada a ella por Morley y Bruerton. R. B. B. http://ir.uiowa.edu/uissll/ ABREVIATURAS Acad.: primera edición de las Obras de Lope de Vega edita das por Marcelino Menéndez y Pelayo para la Real Aca demia Española. Acad.N: nueva edición de las Obras de Lope de Vega edita da por Emilio Cotarelo y Mori y otros para la Real Aca demia Española. AChile: Anales de la Universidad de Chile. AR: Archivum Romanum (Florencia y Ginebra). AZJ: Allgemeine Zeitung des Judentums (Leipzig y Berlin). BBB: Baden-Badener Bühnenblatt (Baden-Baden). BBMP: Boletín de la Biblioteca Menéndez Pelayo (Santan der) . BH: Bulletin Hispanique. BHS: Bulletin of Hispanic Studies. B. N.: Biblioteca Nacional. BSS: Bulletin of Spanish Studies. Bib. Imp. de Viena: Biblioteca Imperial de Viena. BullCom: Bulletin of the Comediantes. Cat. Bib. Nac.: Catálogo de la Biblioteca Nacional. Clav: Clavileño. CM: Cotarelo y Mori. C.S.I.C.: Consejo Superior de Investigaciones Científicas. http://ir.uiowa.edu/uissll/ Durán: Libros que fueron de D. Agustín Durán, en su ma yoría en la Biblioteca Nacional. edic. de: edición de. EEABonilla: Estudios eruditos “in memoriam” de Adolfo Bo nilla y San Martín (Madrid). EHMéxico: Estudios Hispánicos (México). Euph: Euphorion (Bamberg, Leipzig y Viena). Fajardo: índice manuscrito de comedias impresas hasta 1716 por Juan Isidro Fajardo (B. N., ms. 14106). Gayangos: Libros que fueron de D. Pascual de Gayangos, en su mayoría en la Biblioteca Nacional. HR: Hispanic Review. Hisp: Hispania. H. R. (más el número del tomo) : las comedias editadas por Hartzenbusch en la edición de la Biblioteca de Autores Españoles. Ilchester: Biblioteca de Lord Ilchester (Londres), propieta rio actualmente de la importantísima colección de Lord Holland (Kensington). JgrG: Jahrbuch der Grillparzer-Gesellschaft (Viena, Zürich y Leipzig). MB: Morley y Bruerton. MLF: Modern Language Forum. MLN: Modern Language Notes. MLR: Modern Language Review. MP: Menéndez y Pelayo. Ms: copia: copia manuscrita. Ms. aut.: manuscrito autógrafo. NFP: Neue freie Presse (Viena). NRFH: Nueva Revista de Filología Hispánica. Osuna: Antiguamente en la biblioteca del duque de Osuna; actualmente (salvo muchas excepciones) en la Biblioteca Nacional. http://ir.uiowa.edu/uissll/ Parma: En la Biblioteca Palatina de Parma, según A. Res to ri, Una collezione di commedie di Lope de Vega, Livorno, 1891. PMLA: Publications of the Modern Language Association of America. RAM: Revista del Ayuntamiento de Madrid. RBC: Revista Bimestre Cubana. RBAM: Revista de Biblioteca, Archivo y Museo. (Madrid). RCSChile: Revista Católica de Santiago de Chile. REHisp: Revista de Estudios Hispánicos (Río Piedras, Puer to Rico y Nueva York). RFE: Revista de Filología Española. RFH: Revista de Filología Hispánica. RH : Revue Hispanique. RInd: Revista de Indias. RP: Romance Philology. R R : Romanic Review. Ru: Ruta (México). S: suelta, s. a.: sin año. Scene: Die Scene, Blätter für Bühnenkunst (Berlin). SKAW : Sitzungsberichte der Preussischen Akademie der Wis senschaften zu Berlin, s. 1. ni a.: sin lugar ni año. trad: traductor. Ztft: Zeitschrift für romanische Philologie. ZW T: Zeitschrift für wissenschaftliche Theologie (Leipzig). http://ir.uiowa.edu/uissll/ http://ir.uiowa.edu/uissll/ ALGUNAS OBSERVACIONES SOBRE LA IMITACIÓN POÉTICA DE LA HISTORIA http://ir.uiowa.edu/uissll/ http://ir.uiowa.edu/uissll/ I. Historia y Poesía en la Epopeya de la Edad Media y en la Novela Histórica de la Epoca Moderna. 1 C o n sid e r a c io n e s T eó ricas En los géneros dramáticos y narrativos el propósito prin cipal de la imitación poética de la historia es representar o novelar un asunto fundado directa o indirectamente en suce sos ilustres pretéritos o presentes. La exactitud histórica del poeta puede variar mucho; pero en todo caso, la materia que emplee —no importa si la reproduce con máxima fidelidad, o la modifica, o la altera— debe ceder a las exigencias de la creación poética, la cual viene a ser —hay que recurrir, in evitablemente, a términos aristotélicos— algo más filosófico y grave que Ja historia, por^ representarl a poesía,/no~lo que^) yes, sino lo que dehe se¿ Esto ha~~Hegadoaser un lugar común repetido ad infinitum. No ofrece, a primera vista, difi cultad. Pero hay una, y enorme, que Menéndez y Pelaya ha 1 El Ensayo sobre la novela histórica (Buenos Aires, 1942) Amado Alonso, es una imprescindible poética de la novela histórica moderna. Pero de la primera forma literaria inspirada por la histo ria, a saber, la epopeya, el autor no dice casi nada. http://ir.uiowa.edu/uissll/ de comprendido con su gran penetración, y es que, en sus pa labras, “la necesidad implica la existencia, y. por tanto, todo lo que debe ser, es, y nada es sino como debe ser, conforme a su idea; lo cual anula de hecho la distinción aristotélica, ya que igual realidad tienen a los ojos del espíritu el héroe real e imaginario, Carlomagno o D. Quijote, Temístocles o Hamlet.” Por lo que concluye el santanderino que “el poeta no inventa, ni el historiador tampoco; lo que hacen uno y otro es componer e interpretar los elementos dispersos de la realidad. En el modo de interpretación es en lo que difie ren.” 2 A estas palabras podemos añadir, para precisar lo esencial del problema, que lo particular histórico obedece a la idea de Iq realidad post y lo universal poético a la idea formal.3 o creativa. Sin duda el fin de la imitación es representar un aspecto de lo particular, pero a través de_un medio que es distinto del de la realidad. Y los elementos activados por este medio —la palabra, en las artes literarias—, son gobernados por principios que tampoco corresponden a los de la realidad histórica. La dificultad del historiador está en que sin ser la his toria ciencia exacta, tiene que valerse en gran parte de los medios de la ciencia, sin poder por eso suprimir del todo la intuición poética, ni aplicar con libertad el principio de la selección. El historiador, “procediendo por indicios, conjetu ras y probabilidades, juntando fragmentos mutilados, interro gando testimonios discordes, pero sin ver las intenciones, sin saberlas ni penetrarlas a ciencia cierta como las ve y sabe el poeta, arrebatado de un numen divino,” como dice Menén2 Marcelino Menéndez y Pelayo, “La historia como obra artística”, en Estudios de crítica literaria (Madrid, 1893), págs. 90-91. 3 Véase Edmund de Chasca, Estructura y forma en el “Poema de Mió Cid” (México, 1955), pág. 26, donde se precisa lo que queremos decir con “idea formal”. http://ir.uiowa.edu/uissll/ dez y Pelayo, 4 hace de un modo imperfecto lo que el poeta, con plena libertad de imaginación puede lograr cabalmente por medio de la unidad artística, la disposición dramática de la acción, la intensificación del carácter esencial de los perso najes, y la función creativa de las palabras.5 Para decirlo de otro modo, al artista literario le es posible disponer los ele mentos poéticos de su medio, para crear un conjunto cuyas partes obran activa y sintéticamente con el fin de producir un efecto, el cual suele designarse por expresiones gemelas como “estructura y forma”, “forma y sentido”, “estilo y creación”. El poem a de Mío Cid Menéndez Pidal ha demostrado que el Poema de Mió Cid se ciñe fielmente a ciertos de los sucesos históricos que cele bra, y opina que la epopeya castellana es notablemente verista. A nosotros esta opinión nos parece incontrovertible. Pero el cantar español es, asimismo, tan poético como cualquiera, si por poético entendemos el efecto total de la fábula como crea 4 Menéndez y Pelayo, op. cit., págs. 94-95. 5 Lope de Vega, con suma sencillez y sin formulación teórica su giere lo dicho en las siguientes palabras: “La fuerza de las historias representada es tanto mayor que leída: cuanta diferencia se advierte de la verdad a la pintura y del original al retrato; porque en un cuadro están las figuras mudas y en una sola acción las personas; y en la comedia hablando y discurriendo y en diversos afectos por instantes, cuales son los sucesos, guerras, paces, consejos, diferentes es tados de la fortuna, mudanzas, prosperidades, declinaciones de reinos y períodos de imperios y monarquías g randes... Pues con esto nadie podrá negar que las famosas hazañas o sentencias, referidas a lo vivo con sus personas, no sean de grandes efectos para renovar la fama desde los teatros a las memorias de las gentes, donde los libros lo hacen con menos fuerza y más dificultad de espacio”. Dedicatoria de la comedia La campana de Aragón, H. R. III, pág. 35. http://ir.uiowa.edu/uissll/ ción y la acertada disposición de todos y cada uno de sus elementos constitutivos para lograrlo. El cantar castellano, pues, tan poético como historia y tan histórico como poema, puede servirnos como pocas obras para demostrar lo dicho en cuanto a la verdad histórica y la verdad poética. Lo primero que consta por el Poema es la verdad de las siguientes palabras en el capítulo nueve de la Poética: “El poeta no lo es menos al referir las cosas realmente acaecidas ya que nada impide que ciertos sucesos verdaderos posean la forma ideal de lo probable y verosímil y ya que es poeta por que imita esta propiedad en la representación de tales su cesos.” Como ha demostrado Menéndez Pidal, muchos de los su cesos de la vida del Campeador tuvieron este carácter ideal, por lo que el poeta anónimo pudo incorporarlos en su fábula tal como ocurrieron. i Pero el poeta omitió algunas de las cosas araerid^s, alteró /un suceso por mmplpto p invento otros. Para lograr la unidad / ardstkaredujo a,.cinco_añ£&los-suí^sos-acaecidos -durante los I trece J*ños entre 1081 v 1094., El Cid histórico fue desterra do 3os veces, _yqnedó-ftin perdón" después del segundo exilio. También por motivos artísticos se destierra al Cid poético sólo una vez, y se le perdona gloriosamente para que el desen lace sea feliz. Por lo visto, las alteraciones del elemento tem poral no violentan la verdad histórica; pero sí la violentan las que versan sobre las relaciones entre el Cid y el rey don Alfonso, porque para que el monarca, tan invidioso al prin| cipio, perdonara a su vasallo definitivamente, el poeta tuvo que cambiar su carácter, convirtiéndole en rey justiciero —cambio que desdichadamente nunca ocurrió en la realidad. También hay una modificación del carácter del héroe mismo. Cierto es que en el Rodrigo histórico y en el poético corres ponden dos rasgos sobresalientes, a saber, la magnanimidad y la lealtad al rey; pero hay que admitir que el juglar idea Í http://ir.uiowa.edu/uissll/ liza a su héroe hasta cierto punto al pasar por alto las extre madas violencias que en el Cid histórico coexistían con su bondad. La idealización, sin embargo, no se exagera lo su ficiente para desnaturalizar al sujeto. El Cid poético perma nece, con todo, firme y fuerte, al insistir en sus derechos, primero con el rey, y después en la Corte de Toledo. Cabe decir, pues, que en lo esencial no se aparta de su personali dad histórica. No alteran las partes inventadas el verismo del Poema tanto como las modificaciones de lo particular que hemos señalado, porque aquéllas sirven para tramar una fábula cu yos elementos ficticios son necesarios para dramatizar el au téntico carácter del Cid y de sus contrarios y también para llevar a cabo el plan estructural. La ruina económica del Cid exige que recurra a la treta de las arcas de arena para obtener dinero; el incidente del león proporciona el motivo para la conducta vengativa de los Infantes de Carrión; y, nada menos que la escena de la Corte de Toledo, pura invención^C/puede bastar para dar realce a la verdadera grandeza moral del héroe. Por lo tanto llegamos a la conclusión de que en el Cid lo verdadero, lo alterado y lo inventado se disponen magistral mente para formar una obra maestra narrativa, con un tema —la honra del Cid— que vale como principio unificador, con ¿í^H ierto es que nunca se convocaron semejantes cortes, pero el papel que desempeña el Cid como perito en la ley tiene su base his tórica. Véase Menéndez Pidal, La España del Cid (638-39): “El Cid era sabidor en derecho. X-e vemos actuar como abogado en el monas terio de Cardeña, y como juez en Oviedo, capaz de citar las leyes góticas y de examinar la autenticidad de una escritura; le vemos su tilizar casuísticamente en la cuádruple redacción de una fórmula de juramento legal. Y el Cid de la poesía coincide con el de la reali dad, alegando metódicamente sus derechos ante la corte de Toledo”. http://ir.uiowa.edu/uissll/ agentes cuya índole sirve de propósito para desarrollar esta acción dramáticamente, y con un estilo que en todas partes desempeña cabalmente su función creativa. Acción, persona jes y pensamiento corresponden en lo esencial a la realidad histórica; pero en su contenido poético estos elementos son referibles especialmente a las pasiones personales, al temple moral de los personajes de una ficción. Creo que podemos sacar en limpio, pues, que por verista que sea una creación literaria, s il verisimilitud pertenece a la esfera ideal del arte —entidad absolutamente relativa— más bien que a la real de lo verdaderamente acaecido —-entidad relativamente absoluta, ro r eso no importa que el artista respete lo particular como algo sagrado, con tal que al alterarlo no desnaturalice la ver dad ideal de su tema, como ocurre con los poetas anónimos del Romancero del C i d quienes convierten a Rodrigo, tan fiel a su carácter real en la épica, en un sujeto romántico, alta nero e insolente. La C h a n s o n d e R o l a n d Jpn La Chanson de Roland se presenta el raso deurm fal sificación casi completa de lo particular histórico, sin que por eso se desvirtúe la verdad ideal, que es el heroísmo, histó ricamente comprobado, del protagonista. Las falsificaciones his tóricas del cantar francés son bien conocidas. Por ejemplo, los enemigos de Carlomagno son criaturas de la imaginación. Egginhard nos dice, en su Vida de Carlomagno, que fueron gascones; en el Rolando se convierten en sarracenos. La ver dad fue, por supuesto, que Carlomagno había sido aliado de los sarracenos; pero la verdad no pudo servir al propósito de una fábula cuyo asunto es narrar la lucha heroica de un protagonista cristiano contra un enemigo pagano. Este ene http://ir.uiowa.edu/uissll/ migo, por lo visto, es inventado por motivos artísticos y pa trióticos. La traición de Ganelon presenta un caso análogo. Al dar cuenta de la batalla que se libra en los Pirineos, Egginhard no hace mención ni de Ganelón ni de traición al guna, lo que se explica enterándonos de que el personaje que le sirvió a Turoldo de modelo vivió medio siglo después de los sucesos narrados en el poema. Se supone que el modelo fue Wanilo, vasallo de Carlos el Calvo, no de Carlomagno. A Wanilo se le acusó de traidor pero fué perdonado. No me reció, por tanto, que el poeta, con o sin razón —es posible que no se enterara del anacronismo— le hiciera desempeñar un papel tan infame; pero como la batalla cobró en el poema la medida de un tremendo desastre, por el que perecieron los más grandes guerreros de Francia, sólo una monstruosa ale vosía pudo explicarlo y justificarlo. H ist o r ia y época p o e sía moderna en la : S cott Dirijámonos ahora al problema de la imitación poética de la historia en la época moderna de Scott, Manzoni y Flaubert. Los siglos que median entre el de los poetas épicos de la tradición oral y el de los novelistas de la edad libresca, las profundas diferencias en forma y sentido entre épica y novela y entre el papel que el juglar y el novelista desem peñan en sus respectivas sociedades, no impiden que ambos compartan el problema común de lo particular. Ni es la transición, desde la epopeya medieval hasta Walter Scott, tan abrupta como podría suponerse. Cuando el autor de las Waverly Novéis desembarcó en Staffa, un marinero se adelantó a saludarlo llamándole “El gran bardo. . . bruñidor http://ir.uiowa.edu/uissll/ del escudo de nuestros antiguos caudillos.” 7 En su excelente monografía sobre los elementos épicos en las novelas de Walter Scott, Cristabel Fiske demuestra que el espíritu épico com penetra la obra de Scott, y que tan propio es calificable de homérico como de romántico. 8 No hay novelista moderno que se iguale a Scott por la fuerza y autenticidad de su vena épica. Ello se debe a que su inclinación natural a la poesía popular pudo medrar en un medio geográfico y social donde aun se mantenía viva y vigorosa la tradición. La vida de aquella Escocia seguía sien do simple y primitiva. Se distinguía entre las sociedades ya modernizadas por circunstancias sociales de la edad heroica, en que la fuerza y el mérito de un individuo atraían la ad hesión de los clanes. Combates fronterizos entre escoceses e ingleses dieron ocasión para celebrar las proezas de fuertes capitanes, como ocurrió cuando los rudos castellanos del siglo doce, bajo Fernán González, lidiaron con los civilizados leo neses, quienes tenían por bárbaros a sus contrarios. El en cuentro fronterizo y la contienda familiar entre miembros del clan han sido siempre materia propia de la epopeya y del romance. En la edad heroica, Scott, vástago del clan Buccleugh, hubiera entonado cantares de gesta en los pala cios de los reyes; en la edad libresca en que vivió tuvo que trasladar su verbo rítmico a la página impresa, donde, por su estilo, en sus momentos más lucidos y por sus sentimientos nacionalistas, se halla el vínculo entre el poeta heroico de antaño y el autor moderno de novelas históricas. Como sus ascendientes literarios, los juglares, Scott es un poeta nacionalista cuyo patriotismo parte del orgullo regional. 7 Véase Isabel F. Fiske, Epic Suggestion 'in the Imagery of the Waverly Novéis (New Haven, 1940), pág. xx. La cita es de una car ta de Scott a Lady Abercorn. 8 Ibid., pág., ix. http://ir.uiowa.edu/uissll/ Este sentimiento familiar9 fue el germen de su sentimiento por Escocia, y recuerda cómo el amor del Cid por la patria chica es el núcleo de su amor por la patria grande. En una carta a Washington Irving10 Scott declara que se moriría de nostalgia si no pudiera ver su terruño (“heath” ) una vez al año (del mismo modo se enternecía el Cid por su “Castiella la gentil”, jurando que no se cortaría la barba hasta que pudiera volver permanentemente a la tierra de donde se le expulsó. El regionalismo que Scott adquirió desde la cuna, y su nacionalismo, explican el carácter tradicional de su obra. No se enteró del pasado de su país sólo por medio de lec turas; lo absorbió, además, de su medio ambiente desde la infancia. En su casa se compenetró de las tradiciones del clan Scott y de la historia heroico-popular de Escocia. En una carta a Lady Louisa Stuart escribe que siempre es cuchaba absorto toda suerte de historias guerreras narradas por los viejos soldados que frecuentaban su casa, los cuales ni por asomos sospechaban por qué el futuro novelista, al cosechar sus palabras, los oía con tanta atención.11 Además de estos relatos en lengua vulgar. Scott asimiló, de niño, las baladas escocesas recitadas por viejas montañesas.12 De este modo llegó a conocer íntimamente, de la boca del pue blo mismo, la poesía tradicional. Esto lo preparó para com pilar su primer libro, Minstrels of the Scottish Border, obra que a su vez lo encaminó a componer sus venideras poesías y novelas.13 Su obra poética es una versión modernizada de 9 Ibid., pág., x. 10 Citada por Fiske, op. cit., x. 11 Véase Margaret Ball, Sir Walter Scott as (New York, 1907), pág. 10. 12 Ibid., pág. 17. 13 En su autobiografía Scott declara haber noticias de asuntos histórico-legendarios «from oíd then formed the amusement of a retired country a Critic of Literature recibido las primeras songs and tales which family». Véase Lock- http://ir.uiowa.edu/uissll/ la poesía tradicional que recopiló durante sus años juveniles, y sus novelas abundan en relatos de transmisión oral y en trozos de versos populares intercalados, que brotaban de su pluma con la misma espontaneidad que de su habla cuando conversaba. Nos dice Lockhart que no podía declarar qué era más interesante: el relato que Scott improvisaba de al gún incidente cuando al encontrarse en el sitio de su ocu rrencia lo recordaba, o la balada que después componía so bre el asunto.14 En otra parte Lockhart también hace hinca pié en la espontaneidad y naturalidad de su conversación: “Todos los días refería un centenar de cuentos. . . que se trasladaron tales como los contó en las novelas de Waverlyr15 Al caudal de materia histórico-legendaria que Scott ad quirió por medios personales agregó enormes conocimientos leyendo crónicas e historias; pero casi nunca permitió que su vasta erudición estorbara a su arte de novelar. Scott pudo evitar lo que censuró en una novela, de otro autor: que no la leerían muchos porque se sentía en ella demasiado la pre sencia del anticuario. “Lo que se le olvidó al autor,” dice Scott, “es aquel extenso terreno neutral. . . de costumbres y sentimientos que nuestros antepasados nos han transmitido sin alteración.” 16 Estas palabras tan reveladoras denuncian la doctrina esencial del autor más popular de novelas históricas y demuestran su parentesco con los poetas de tradición oral; como ellos, Scott elige entre la materia histórica aquélla que es propiedad común. hart, Life of Scott (Chicago, 1905), pág. 11. El primer capítulo del libro de Lockhart incorpora el “Memoir of Sir Walter Scott’s Early Years, Written by Himself”. 14 Véase Fiske, op. cit., pág. xxn. 15 Ibid. 16 Véase la Epístola Introductoria a Ivanhoe, y Ball, op, cit., pág. 128. http://ir.uiowa.edu/uissll/ Otro rasgo que hermana a Sir Walter con los bardos an tiguos es su inclinación al anonimato. Bien ha dicho Sir Herbert Grierson que el escocés era verdadero poeta cuando es cribía como si fuera otra persona —algún poeta antiguo que bien trobar supo, algún autor olvidado de canciones o del teatro antiguo— y no cuando expresaba sus propios sentimien tos.17 Scott mismo dice, en una carta dirigida a R. Polwhele, que se complacía mucho más de haber podido llamar la aten ción del público a la poesía antigua y a las antiguas costum bres de su país que de cualquiera de sus propias creacio nes. 18 ¿Respetaba Scott la realidad histórica? La documentación en las notas eruditas que certifican la autenticidad de gran parte de la materia empleada en sus novelas lo comprueban. Cuando la necesidad artística le obliga a alterar sus fuentes, nos lo participa. Sobre sus propias lecturas nos dice que, harto de las inverosimilitudes de las invenciones ficticias se dirigió a obras históricas como relaciones de viajes y bio grafías donde abundaban lances casi tan maravillosos como los de obras de pura imaginación, con la ventaja de ser en gran medida verdaderos.19 Pero aunque prefirió lo verdadero a lo fantástico, Scott no pretendió ser históricamente exacto. El mismo afirma que no se debe aspirar a la autenticidad de todos los detalles y que es posible aburrir al público a fuerza de exactitud.20 La inexactitud de Scott en cuanto a muchos datos y fechas es bien conocida. Desde el punto de vista de la verdad poética no sólo es perdonable; es, en efecto, necesaria, y en las no 17 Véase Sir Herbert Grierson et al, Sir Walter Scott Lectures (Edinburgh, 1950), págs. 11-12. 18 Véase Ball, op. cit., pág. 132. 19 Grierson, op. cit., pág. 38. 20 Ball, op. cit., pág. 78. http://ir.uiowa.edu/uissll/ velas de Waverly, cuyo carácter histórico no proviene de la rebuscada reconstrucción arqueológica y científica, sino de la conciencia viva del autor, la alteración de lo particular de ningún modo desvirtúa la autenticidad tradicional. M anzoni Por el culto que Manzoni rindió a la exactitud histórica, no pudo, como novelista, resolver el problema de lo particu lar. El autor de / Promessi Sposi declara en su ensayo sobre la novela histórica, publicado en 1845, que al novelista le in cumbe ante todo ser fiel a la historia porque una de sus fun ciones es satisfacer el interés especial que el lector tiene de saber precisamente cómo fueron las cosas pretéritas. Por con siguiente, el escritor tiene el deber de respetar con sumo es crúpulo la verdad de lo realmente acaecido en las partes de su obra que versen sobre lo verdadero. Pero ¿cómo puede saber el lector si estas partes son falsas o verdaderas sin que el autor se lo diga? Tienen razón, declara Manzoni, los que insisten en que el autor debe informar al lector, avisándole qué es lo fingido y qué lo verdadero para que éste pueda saborear las partes históricas con máximo deleite; pero Man zoni concluye que la diferenciación es imposible, porque no se puede determinar en cada parte lo que de ella es total o parcialmente histórico o pura invención. Por lo Visto, Manzoni, profundo pensador, comprendió la enorme dificultad que ofrece la distinción entre “lo que es” histórico, y “lo que debe ser” poético, ya que —repetimos las palabras de Menéndez y Pelayo —“todo lo que debe ser es, y nada es sino como debe ser.” También comprendió el italiano que la documentación histórica nunca puede ser completa, que siempre es fragmentaria, y que por eso es imposible cap http://ir.uiowa.edu/uissll/ tar la íntima verdad palpitante de lo pretérito. Por ser pro ducto del historicismo no quiso comprender que la intuición poética puede suplir, en lo esencial, las deficiencias de la his toria. Manzoni no pudo resolver el problema debido a su excesivo respeto por la historia, como uno de sus grandes admiradores, Goethe, le dijo a Eckermann. Más tarde, otro gran admirador, Karl Vossler, explica este respeto diciendo que para Manzoni la invención humana, aun la más genial, sólo puede desfigurar el verdadero sentido de los sucesos. Otros escritores contemporáneos no sintieron la urgencia de ver una intención divina en los sucesos humanos, porque lo que más les importaba era la imitación histórica docu mentada. Ya que los documentos suelen atestiguar lo acae cido exteriormente sin sacar a luz las candentes pasiones hu manas ni dar a conocer las fuertes voluntades individuales que con ser productos de las circunstancias también las pro ducen, se distingue esta clase de novela por el héroe pasivo; y este personaje, lo mismo que los de segundo término, pro penden a dividirse en tipos genéricos cuya índole es deter minada por las circunstancias. El héroe pasivo de Manzoni es un ser viviente, pero los de los novelistas menos geniales no son más que animadas piezas de museo. Salam m bô El ejemplo más notable de lo contraproducente que puede ser un excesivo esmero de documentación arqueológica es la famosa novela de Flaubert, Salammbô. “¿Queréis saber cuál es el enorme defecto que encuentro en mi obra? —Que http://ir.uiowa.edu/uissll/ el pedestal es demasiado grande para la estatua.” Con estas tan citadas21 palabras Flaubert, sin pensarlo, admite su fracaso. Cuando Flaubert entendió que los personajes de su novela no querían cobrar vida, le escribió a su amigo Ernest Feydeau: “Lo que más me aflige es la parte psicológica de Sa lammbô” 22 Y en una carta a otro amigo, Jules Duplan, de clara que está para darse por vencido.23 Este autor que tanto éxito tuvo con la descripción de ca rácter en Madame Bovary ¿por qué fracasó con la parte psi cológica de Salammbô? Porque le fué imposible captar la mentalidad singular de un pueblo del remoto pasado, aunque gracias a su increíble trabajo de investigación sí pudo re producir, dentro de los límites impuestos por materia tan di fícil, una infinidad de detalles exactos del medio material. Al inventar personajes pretéritos que pensaban y sentían de un modo distinto, trató de reproducir el exacto matiz histórico de su psicología. Se puede dudar de que cualquier novelista pueda trasladarse totalmente a una época lejana, porque las especiales actitudes humanas de una edad son sentidas plena mente sólo por los que en ella viven. En efecto, no importa demasiado, en una obra poética, reconstruir exactamente la manera especial de ser humanos los sujetos de tiempos olvi dados. Lo que importa es hacer que se desencadenen las pa 21 Se encuentran en la famosa respuesta de Flaubert al ataque de Sainte-Beuve. Véase Oeuvres Completes de Gustave Flaubert, t. v. (P a rís, 1926) págs. 55-70 {Correspondance). Véase también el apéndice a la edición “Classiques Garnier” de Salammbô (París, 1940) pág. 363: “ . . . Etes-vous curieux de conmaître la faute énorme (énorme est ici à sa place) que je trouve dans mon livre? La v o ic i: ... Le piédestal est trop grand pour la statue”. 22 Flaubert, Oeuvres Complètes, (Paris, 1926), t. iv, pág. 175. 23 Ibid., pág. 176: “ . . . il y a des fois ou ce sujet de Carthage m’effraie tellement (par son vuide) que je suis sur le point d’ y re noncer. . . ”. http://ir.uiowa.edu/uissll/ siones elementales, como en el caso de Hamlet, personaje del siglo doce, a quien Shakespeare representa como modelo del caballero renacentista. Los personajes de una ficción deben, sobre todo, cumplir con las exigencias formales de la creación; deben ser, en otras palabras, agentes dramáticos de una acción total. La des cripción del medio, (a menos que éste cobre la fuerza de un antagonista, como en La Vorágine de José Eustasio Rivera) es accesoria. ¿Qué diremos de la acción dramática de Salammbô? Un hilo de agua en un cauce seco donde hubiera podido lanzarse un torrente. Cuando la hebra delicada de los amores de Matho y Salammbô se rompe al fin, no nos emocionamos. El peso cumulativo de sensaciones y abomina ciones, y sobre todo de la vasta reconstrucción arqueológica, nos ha rendido con un aburrimiento ciclópeo, monumental. Los personajes de Salammbô carecen de realidad íntima. Son más bien tipos genéricos que ejemplifican las peculiari: dades de una antigua cultura. Por ejemplo, el desenvolvi miento del amor del héroe y de la heroína no es el drama de una pasión personal sino un estudio de cómo obra la supers tición pagana en sujetos enamorados. Ya no importa la per sona; lo que importa es la costumbre que la persona demues tra. Ni Matho ni Salammbô manifiestan una personalidad independiente; no son más que instrumentos de los dioses que los poseen. Salammbô pasa horas moviendo su bello cuerpo con cadencias rituales. La pasión de Matho exhibe sólo sig nos exteriores: “Consultó a los agoreros del ejército, uno por uno —los que examinan la huella de las serpientes, los que leen en las estrellas, los que exhalan su aliento sobre las ce nizas de los muertos, ingirió gálbano, seseli y el veneno de las víboras que hielan el corazón; negras que entonaban can ciones bárbaras a la luz de la luna punzaron la piel de su frente con alfileres de oro; se cargó de collares y de talisma nes; invocó a Baal-Kamon, Moloch, los siete Kabiri, Tanit, http://ir.uiowa.edu/uissll/ y la Venus de los griegos. Grabó un nombre en una plancha de bronce, y la enterró en la arena, enfrente de su tienda.” 24 La descripción de estos actos rituales es bastante poética porque Flaubert era poeta; pero detrás del poeta sentimos la presencia del erudito que ha investigado con cuidado las cos tumbres de un pueblo bárbaro. Esta fría luminosidad que nos llega como la luz de una estrella muerta, Shakespeare o Lope la habrían convertido en algo incadescente. Las deficiencias de Salammbô, en cuanto a la descripción de carácter, demuestran que importa más representar a los personajes como seres humanos que como tipos históricos. Se demuestra, además, en esta novela, que cuando la descripción de la escena, del medio, y de las costumbres sirven de fondo, debería desempeñar nada más que una función accesoria, la de situar a los personajes en el espacio, en el tiempo y, en el mundo humano de la época. Cierto es que una honda perspectiva abarca más espacio y los múltiples objetos que contiene; no se puede negar, tampoco, que conviene a una novela —aunque no es siempre necesario— sugerir, esbozar, y hasta pormenorizar la escena, con tal que la elaboración no rebase los límites de su legítima función. La importancia de esta función puede variar mucho. Puede ser casi nula como en el mundo novelesco de Unamuno, un mundo ideo lógico y subjetivo —todos sus personajes son él— de deter24 “II consulta l’un après l’autre tous les devins de l’armée, ceux qui observent la marche des serpents, ceux qui lisent dans les étoiles, ceux qui soufflent sur la cendre des morts. Il avala du galbanum, du seseli et du venin de vipère qui glace le coeur; des femmes nègres, en chantant au clair de lune des paroles barbares, lui piquèrent la peau du front avec des stylets d’or: il se chargeait de colliers et d’amulettes: il invoqua tour à tour Baal-Khamon, Moloch, les sept Cabires, Tanit et la Vénus des Grecs. Il grava un nom sur une plaque de cuivre, et il l’enfouit dans le sable au seuil de sa tente”. Oeuvres complètes de Gustave Flaubert (Paris, 1910), t. x i i , págs. 38-39. http://ir.uiowa.edu/uissll/ minismo espiritual, cuyo ambiente es el psíquico de la volun tad ejercida por sujetos que a fuerza de ella forjan su propio destino; pero en el caso de un autor que se subscribe al determinismo material, o que dramatiza la lucha del hombre contra la naturaleza, es claro que importa elaborar el medio como causa, o dramatizarlo como antagonista. En la novela arqueológica, cuyo ejemplar más notable es Salammbô, la parte psicológica cede a la desproporcionada elaboración del medio. En la épica, los elementos escénicos, decorativos e indumentarios, se reducen a lo esencial pa ra desempeñar, de una parte, una función designativa, la de situar a los personajes en el espacio, y, a veces, indirecta mente en el tiempo, cuando los objetos denuncian su perío do; además, la descripción de la escena desempeña una fun ción formal produciendo un ambiente psíquico que conviene a la creación. Por ejemplo en el Cid enumera el poeta ciertos objetos de la casa abandonada del héroe para resaltar su pena al dejarlos. En escenas de pompa y aparato sólo men ciona ricas prendas de vestir, nunca las describe. En el Ro lando, dentro de una técnica formalista, sólo se nombran ob jetos, bellamente simplificados: una terraza color de mármol azulino; ramas verdes de oliva; un gran huerto redondo; al fombras blancas en que se sentaban los donceles; el pino bajo el cual se sentaba el anciano rey, etc. ¿A qué se debe el exceso de descripción en el tipo de novela que hemos tratado, y la parquedad correspondiente en la épica? Es que lo que le interesa al poeta popular es, sobre todo, un protagonista que lleve a cabo una acción dramática. Y lo que seduce al novelista arqueológico es el encanto de lo raro y remoto, y el afán de infundir aliento a lo olvidado. Pero a pesar de su gran labor, el milagro no se cumple. Las figuras muertas cobran animación, no cobran vida. La es cena y el ambiente psíquico reconstruidos no nos dan la ilu sión de la realidad inmediata. Ambos quedan pretéritos e http://ir.uiowa.edu/uissll/ imperfectos, porque las formas materiales y las posturas vi tales de los tiempos remotos se van olvidando en el trans curso de los siglos, por lo que ni aun el prodigioso esfuerzo de un hombre de genio como Flaubert basta para devolver les su perdida actualidad. Sin embargo el fondo escénico, el medio, es lo que Flaubert hace resaltar. Abrumado el héroe por este medio, nos lo presenta entre las circunstancias, como ha dicho Goethe, o como Flaubert mismo admite, como una estatua pequeña sobre un enorme pedestal. II. Lope de Vega Como heredero natural de los juglares, cuya creación poé tica necesitó la callada colaboración del público, Lope de Vega, en su época ya libresca no pudo menos de cultivar so bre todos los géneros el que aun pedía la máxima tensión creadora entre artista y auditorio. La comedia española, tal como Lope la determinó, es creación muy suya en su fun ción formadora e informadora; pero no se puede insistir que sin él la tradición popular no se hubiera continuado en el teatro si recordamos que ya le había precedido Juan de la Cueva _en la escenificación de_ asuntos histórico-legendarios inspirados por la epopeya, .por el romancero y por las cró nicas. Lo que sí se puede asentar rotundamente es que na die como Lope pudo renovar esta tradición» porque nadie sin tió con tanta naturalidad ni tan intensamente las memorias raciales y los sentimientos nacionales de su pueblo. Entre la muchedumbre del mundo de Lope pasa por el ancho tablado de los siglos, desde la época romana hasta los tiempos mismos del poeta, una procesión de varones ilustres de la leyenda y de la historia. Casi todos son eminentes, pe ro aun sin serlo, los de baja condición se ennoblecen por el mérito, y su presencia en la escena ensancha con una nue http://ir.uiowa.edu/uissll/ va dimensión el sentido democrático de la antigua épica. Ya en el Poema de Mió Cid se había ponderado lo que valía por su propia cuenta un mero infanzón sobre el excelso linaje de sus “enemigos malos.” Pero en el teatro de Lope se yergue con estatura monumental, por primera vez, el héroe individual de extracción popular como Juan Labrador., Peribáñez, Tejió el Viejo y otros -—se presenta también, por primara vp7i pn Fuenteovejuna la colectividad como héroe— y .surge la epo peya dramática^ de pleno espíritu democrático^, espíritu que se ha manifestado en la literatura española desde sus comien zos, como hemos dicho, pero nunca de un modo tan claro, preciso y terminante. Ello se deberá, creemos, a la nueva conciencia renacentista de los valores humanos^ de la /3ignir|flrl ¿gj^Jiombre, y de^ lo£wjkr££hQ£,ÍP4^^ Por lo visto, en la esfera social, j ^ m o en la del arte y del sentimiento, lo tradicional se integra con lo moderno. Falta DEL un TEATRO e st u d io HISTORICO sin t é t ic o DE LOPE ¿Qué se ha logrado en los trabajos que hasta ahora se han hecho sobre el teatro histórico de Lope? 25 Como por recompensa de la larga desatención de la crítica, deparó la suerte que el primer estudio comprensivo de la mayor parte de la obra dramática de Lope fuese el de don Marcelino Me- 25 La mayor parte de los trabajos sobre el teatro histórico-legendario de Lope se dirigen a comedias particulares, especialmente las más famosas. Entre los trabajos que abarcan un aspecto del conjun to hay que mencionar los siguientes: Ricardo del Arco y Garay, La sociedad española en las obras dramáticas de Lope de Vega (Madrid, 1942), especialmente los ca http://ir.uiowa.edu/uissll/ néndez y Pelayo.26 Nadie como el polígrafo Santanderino pu do abarcar material y espiritualmente el vasto mundo de Lope, tanto por la suficiencia de fuerzas^deLfénix de la p.rndirinn ante el fénix de los ingenios, como por la afinidad espiritual entre el apologista más capaz y apasionado de los valores pa trios y el más auténtico portavoz de todo un pueblo. A Menéndez y Pelayo le debemos, pues, magníficos juicios sobre un enorme número de las comedias heroicas particulares de Lope, tanto de aquéllas cuyo protagonista es un héroe rústico que se hace ilustre por su mérito, como de las que presentan a un héroe de la vida pública. Otros han agregado los suyos —muchos de ellos excelentes—, pero queda aún por llevarse a cabo un análisis y una síntesis de todos los aspectos del gé nero histórico-legendario de Lope en su conjunto. pítulos ii, ni, iv, y vil. Valiosas son las observaciones sobre el espa ñolismo de Lope, la realeza en su teatro, y los asuntos tradicionales. Carmen P. Fernández Cerra, El lirismo en los argumentos histó ricos de Lope de Vega (Baltimore, 1952). Es tesis inédita de la Johns Hopkins University. Charles L. Adams, Traditional and Novelesque Elements in the De velopment of Plot in the Dated Plays of Lope de Vega, Palo Alto. Ca lifornia, 1954. Tesis doctoral inédita. M. Herrero García, “La monarquía teorética de Lope de Vega”, Fénix, ii (1935), 179-224 y m (1935), 305-362. J. Aaron Moore, The Romancero in the Chronicle-legend Plays of Lope de Vega, Philadelphia, 1940. 26 Menéndez y Pelayo editó y estudió noventa y ocho comedias históricas, tradicionales y legendarias en los tomos vii-xin de la edición de la Academia. Sus comentarios históricos y los juicios críticos de las comedias impresas por la Academia entre 1897 y 1902 se han pu blicado de nuevo, en los tomos xxix-xxxiv de la Edición Nacional de las Obras Completas del maestro (1940-1955). Comprende esta in gente labor crítica, 2,498 páginas de texto. http://ir.uiowa.edu/uissll/ L ope y la n a c io n a lista h is t o r io g r a f ía de su t ie m p o Falta, asimismo, un estudio exhaustivo sobre el pensa miento histórico de Lope en relación con la historiografía de su época. Pero, aun sin semejante estudio, se puede sostener que el poeta se hizo cargo de las discusiones que entonces se sostuvieron sobre el problema de la historia. En la dedica toria al Conde de Cantillana de Don Juan de Castro,27 de clara que “hay opiniones contrarias respecto de la verdad y la licencia; pero pueden usarse iguales, habiendo historia en verso y poesía en prosa.” (El subrayado es nuestro.) “His toria en verso” puede glosarse en términos aristotélicos. Se trata de lo particular, que puede trasladarse, inalterado, del mundo de la realidad al del arte, porque —como reza en el ya citado capítulo nueve de la Poética— “el poeta no lo es menos al referir las cosas realmente acaecidas ya que nada impide que ciertos sucesos verdaderos posean la forma ideal de lo probable y verosímil, y ya que es poeta porque imita esta propiedad en la representación de tales sucesos.” En bas tantes de sus comedias Lope integra la “historia” (lo parti cular), en el sentido más riguroso de la palabra, a su “verso”, es decir, a su creación artística, siendo uno de los más nota bles ejemplos La nueva victoria de D. Gonzalo de Córdoba, 2S cuya documentación es exacta aun en los más mínimos deta lles. Inclusive Lope pone en boca de D. Gonzalo sus pro pias palabras tales como él mismo las redactó en sus despa chos. No dejó, pues, de incluir en varias de sus obras la verdadera historia en “verso”, pero lo que inevitablemente, como poeta, más se permitió, fue la licencia, sin que por eso se distinga de la escuela poética de historiadores, es decir 27 Acad., xiv, pág. 49. 28 Acad., x i i i . http://ir.uiowa.edu/uissll/ de los historiadores que como Ocampo sintieron la necesidad de presentar a su país en su aspecto ideal. Aunque Lope no dejaba de distinguir entre “la verdad” y “la licencia”, no se le puede imponer ni a él ni a la mayor parte de sus contemporáneos un concepto moderno de la his toria. Por cierto, no fue tan ingenuo como Alonso de Fuen tes 29 y Lorenzo de Sepúlveda, 30 autores de romances eruditos del siglo xvi. Estos poetastros pretendieron componer roman ces de autenticidad histórica ateniéndose a la Crónica general, cuyos compiladores se valieron ellos mismos de fuentes poéti cas. Lope, sin embargo, comparte la credulidad histórica del pueblo y de una gran parte de los historiadores de su época. Comparte, sobre todo, el intenso nacionalismo de la serie de historiadores patrióticos que empieza con Florián de Ocam po (n. entre 1490 y 1495, m. 1558?) y culmina con el P. Juan de Mariana (1536-1624). Ocampo, que empezó su obra hacia 1527, cuando España ya imperaba en dos continentes, tuvo como principal propósito el de celebrar la grandeza de su país.31 29 Alonso de Fuentes, Quarenta Cantos, 1550. 30 Lorenzo de Sepúlveda, Romances nuevamente sacados de his torias antiguas de la crónica de España, 1551. 31 “Leyendo su obra”, dice Sánchez Alonso, “se siente halagado el orgullo patrio al ver iluminados los comienzos de la vida peninsular por el brillo de seculares dinastías, que enlazan los orígenes de Es paña con las naciones de progenie más ilustre. Su historia tenía un solo punto débil: que no era propiamente historia, sino un tejido ad mirablemente compuesto de fantasías, asentadas sobre levísimas bases. Pero el común de los lectores se daba bien servido con lo que le da ba, y no era cosa de remontarse a enojosas comprobaciones.” (Benito Sánchez Alonso, Historia de la historiografía española, Madrid, 1944, t. ii, pág. 15). Según Benito Cano, noticiario en 1791, del más hon rado de los historiadores, Ambrosio de Morales (1513-1591), Ocampo mismo no creía todo lo que escribía. (Cano es citado por Sánchez Alonso. Ihid., pág. 17). Y Sánchez Alonso exclama sobre su “habi http://ir.uiowa.edu/uissll/ Y en cuanto al P. Mariana, se ha dicho que su historia es la “más nacional que tenga ninguna literatura, más espa ñola que es romana la de Tito L iv io ...” 32 y a la vez “la más verdadera que hasta ahora poseemos: verdadera, no en el sentido de exacta, sino en el de reproducción fiel de los sentimientos, de las pasiones, de las creencias, de los instin tos, de los amores y de los odios que marcan enérgicamente lidad inigualable para el engaño.” (Pág. 17) Menos severo y acaso más justo en su juicio, Cirot ha comprendido que en Ocampo había dos personas: el historiador recto en cuanto a la documentación ex haustiva, y el dominante artista literario. De una parte, Cirot afirma que “la science d’Ocampo était incontestable. Sa documentation était, en ce qui concerne 1’ histoire ancienne de l’Espagne, aussi complète qu’on pourrait le souhaiter, même aujourd’hui. S’il a supposé des auteurs et des oeuvres, ce n’est point parce qu’il ignorait les sources, mais parce qu’il n’en existait pas suffisamment à son idée (Georges Cirot, Les histoires générales d'Espagne, Bourdeaux, 1904, pág. 130). Por otra parte, el historiógrafo francés declara acertadamente que no debemos juzgar la obra de Ocampo como historia sino como arte. “Ocampo mérite pourtant, d’une certaine manière, l’admiration. Envi sageons son oeuvre, non comme une histoire, mais comme un essai de reconstitution historique, quelque chose même (car le sujet du troisième livre y fait un peu penser) comme une Salammbô, moins le style et moins T intérêt dramatique, mais non en somme sans un certain agré ment. Ce n’est point sans doute un roman que le chanoine avait l’idée de composer, et sa prétention était bien que sa Coronica fut une his toire, voire une histoire critique. Il s’était, admettons-le, laissé en traîner par son imagination et son désir d’éclairer un passé désespé rément ténébreux. Aussi tenons compte des circonstances. Et alors ne voyons-nous pas là une production curieuse, méritante et attachante? L’ensemble d’abord ne laisse pas d’être imposant. Deux mille an nées d’histoire (dont les cent dernières tout au plus étaient propre ment historiques) racontées sans lacunes, n’est-ce pas l’effort le plus extraordinaire qu’un historien ait jamais tenté? (pág. 144-145). http://ir.uiowa.edu/uissll/ en la historia del mundo la individualidad de nuestra nacion. 3~ Los elementas fabulosos que el sabio jesuita no deja de incluir en su relato sirven el fin de esta verdad espiritual no menos que en la obra dramática de Lope. •r 59 o o El m o n a r q u ism o y el de de P edro L ope M ex ia Pasando por alto a muchos otros historiadores nacionalis tas 33 cuya obra está reseñada en la magnífica Historia de la historiografía de Benito Sánchez Alonso, 34 conviene señalar a Pedro Mexía (1499? - 1551), el famoso autor de Silva de varia lección (1540), para demostrar que el intenso y a ve ces servil monarquismo de Lope corresponde al de uno de los grandes historiadores que le precedió. Como cronista real es te “magnífico caballero” sevillano redactó la Historia del em 32 J. Godoy de Alcántara “Discurso de entrada en la Academia de la Historia”. Citado por Benito Sánchez Alonso, Historia de la his toriografía española (Madrid, 1941-50), pág. 172, n. 33 Un intenso espíritu nacionalista informa, asimismo, la obra de muchos historiadores menos famosos. Baste hacer mención de varios de ellos y de su obra. Pedro de Medina (1493-1567?) publicó, en 1548 su Libro de grandezas y cosas de España, cuyo propósito, como indica el título, es glorificar a su país en todos sus aspectos (Véase Sánchez Alonso, op. cit., pág. 18: Cirot, op. c i t págs. 149-157). Ju lián del Castillo se propone glorificar los orígenes de España. Como expresión de orgullo regionalista, conviene mencionar la obra de Jeró nimo de Blancas (m. 1590), en Aragonesium rerum commentarii. El objetivo de Blancas es demostrar que Aragón poseía una ilustre an tigüedad propia (Sánchez Alonso, op. cit., pág. 37). 34 Benito Sánchez Alonso, Historia de la historiografía española, Madrid, 1941-1950 (3 tomos). http://ir.uiowa.edu/uissll/ perador Carlos V,35 en donde refiere los sucesos del reinado del Emperador hasta 1530. Lo único que el monarquismo sin límites de Mexía le permite ver es la grandeza de su ídolo. ¿Cuál fue la causa de “las sedigiones populares que hubo en Castilla, comunmente llamadas comunidades” ? No fue falta de justicia, ni la intransigencia imperial; fue “el demonio, sem brador de ziganas.” El demonio fue quien “comengo a alterar los pensamientos y voluntades de tal manera que se levanta ron después tempestades, alborotos y sedigiones.” A pesar de la “bondad y humanidad de este príncipe,” pues, “sin causa ni ragon se movieron estas cosas.” 30 Sin causa ni razón, por que el Emperador es el más grande de los reyes que han vi vido, más grande que Carlomagno, mereciendo ponérsele por encima de él, y digno de ser llamado Carlos Máximo. En todo lo que ha hecho el Emperador, declara Mexía, “siempre a parescido ser guiado por Dios.. . de manera que con solo el se an acauado cossas muy grandes y quales nunca se pen saron. . 37 Lo que el Monarca ha logrado, “los (reinos) que se han adquirido. . . en muchas partes y en los últimos fines de la tierra, en grandes distancias de mares y tierras, y el oro plata y riquezas que delios se han traído. . . ” dice, “parescera increyble a los siglos benideros.” 38 Lope rinde un semejante aunque menos interesado culto a Felipe II. Sólo la figura de la Imaginación, personaje alegó rico en Los españoles en Flaudes, puede comprender lo que significa este “príncipe invicto de España.” La Imaginación dice: 35 Se lia publicado íntegra, por vez primera, en Revue Hispanique xviv (1918), págs. 1-564: Pedro Mexía, “Historia del emperador Car los V”. 36 Mexía, Historia, pág. 114. 37 Mexía, Historia, pág. 2. 38 Mexía, Historia, pág. 3. http://ir.uiowa.edu/uissll/ Desde aquí a Europa contemplo, donde es tan gran señor, y al Asia, y a su valor consagra en su nombre un templo; Al Africa, donde están las tierras que ha conquistado, pues que la mira sentado sobre la silla de Orán; a América que le rinde, porque le dio tantas almas, oro, plata, perlas, palmas, desde la Habana a Melinde.*39 Análoga a la idea de Mexía en cuanto a la misión mun dial de Carlos V, es la de Lope en cuanto a la de Felipe: Si de César se decía que, con él partió el imperio Júpiter, era misterio de Felipe en profecía. 40 Se puede suponer, por lo que Lope mismo dice, que de haber sido cronista real —cargo que tanto anheló sin jamás conseguirlo— hubiera adulado al indigno Felipe III con igual ceguedad que Mexía al meritísimo Carlos. En la comedia Triunfo de la humildad y soberbia vencida, 41 el rey le pre gunta a su lacayo Lope: ...¿ q u é oficio quieres? Lope contesta: 39 Acad., xn , págs. 390-391. 40 Ibid., pág. 391. 41 Acad. x, pág. 289. http://ir.uiowa.edu/uissll/ Señor, ser tu coronista para escribir tus mercedes y haré un libro en tu alabanza ¿qué digo un libro? y aun siete! que te llame el gran Filipo, rey de Albania y rey de reyes. 42 En El premio de la hermosura, Lope, en la persona del jardinero Fabio, le dice al rey que como su cronista también sabría cantar las grandezas de tus glorias en elegantes historias. 43 declarando haberlas cantado “desde que nací.” El r e y id e a l de Lope Pero el verdadero, el noble, concepto de realeza de Lope debe buscarse en las comedias que presentan a un monarca particular como símbolo del ideal rey genérico. Tal rey es el intachable Ordoño I de León, cuya intervención, tan hu mana, glorifica el idilio épico de Los Tellos de Meneses. En la secuela de esta comedia, Valor fortuna y lealtad, las intri gas de un cortesano cizañero levantan una nube negra en el feliz firmamento de los Meneses; pero el sol del nuevo rey, Alfonso III, buen hijo de buen padre, la hace desvanecer. Triunfa el mérito humano de Tello el Viejo por la humani 42 Acad., x, pág. 99. 43 Acad., x i i i , pág. 437. http://ir.uiowa.edu/uissll/ dad del rey, siendo éste precisamente tan admirable como aquél por la humanidad que ambos comparten. 44 Ordoño es el monarca perfecto de una España áurea cuyo cielo despejado irradia su sonrisa sobre súbditos felices. Otro es el ambiente de El mejor alcalde el rey: A Don Alfonso VII de Castilla le toca reinar durante los tiempos de turbulencias nobiliarias producidas por la arrogante indepen dencia de los grandes de entonces y por la cual uno de ellos . soy quien soy,/ y aquí reino en lo que mando,/ como el rey en su Castilla” ) se niega a acatar el mandato real cu yo propósito es enderezar el entuerto hecho a víctimas plebe yas. Entre los reyes justicieros de Lope, éste es el que más brilla como protector de un sujeto indefenso. El rey como hombre No por el culto que Lope rinde al rey como instrumento de la voluntad divina, deja de poner en claro que como hom bre puede errar: “ .. . aunque eres rey eres hombre,/ y todo 44 Cuando el rey lo va a ver a su casa, el viejo Tello le dice: ¿Qué galas, señor, serán como veniros a ver tan humano en esta casa? Alfonso contesta: Siempre, Tello, lo seré. (Los Tellos de Meneses, segunda parte, Acto III, págs. 446 de Obras escogidas de Lope de Vega, ed. Aguilar, Madrid, 1946j). Y su hermana, la Infanta, ya esposa de Tello el joven, exclama: “ ¡Qué humano está el rey!” (l b i d pág. 446). http://ir.uiowa.edu/uissll/ hambre puede errar.” 45 Este tema era espinoso pero inesca pable. Nuestro poeta trató de evitar el peligro de descala brarse en terreno tan resbaladizo, de varios modos: atenuando la culpa real; poniendo en claro que cuando un rey peca de ja entonces de ser rey; haciendo triunfar la razón sobre la pasión (La judía de Toledo); manifestando que la lealtad de un sujeto agraviado importa más que la injusticia real (El labrador de Tormes); censurando con mucho tino la influen cia de privados (Los Guzmanes de Toral, Porfiando vence amor); y atribuyendo los actos censurables del rey al influjo de cizañeros (El Duque de Viseo.)46 El problema del teatro de la c la sific a c ió n h ist ó r ic o de L ope La tesis doctoral inédita de Carmen Fernández Cerra, El lirismo en los argumentos históricos de Lope de Vega, 47 es un fino aunque incompleto estudio del problema. Muy acer tadas son las observaciones sobre lo mucho que la historia poe tizada abarca —desde lo más íntimo hasta lo más público— y lo difícil que es deslindar los distintos aspectos de la imi tación poética de la historia. A causa de esta dificultad la sensible escritora se da por vencida tratándose de una clasi ficación y definición del teatro histórico de Lope: “El que r e r ... clasificar una obra de Lope como hija de la historia pura”, dice, “es por lo tanto un imposible.” 48 Sin embargo, la historicidad en la obra de Lope varía, desde la pura le 45 46 47 48 El primer rey de Castilla, Acad.. vm , pág. 43. Véase Arco y Garay, La sociedad española, págs. 105-113. The Johns Hopkins University, Baltimore, 1952. Op. cit., pág. 18. http://ir.uiowa.edu/uissll/ yenda, como en La amistad pagada, hasta la auténtica rela ción de sucesos contemporáneos, como en El Brasil restituido en donde no se ha de buscar fábula dramática de ningún gé nero, sino exactitud histórica. Y dentro de estos dos extre mos la variación en cuanto a la proporción de lo verdadero y lo imaginado, de sentido íntimo y nacional, de lo novelesco y lo épico, es bastante clara para justificar un nuevo intento de clasificación fundado en diferencias formales. No es sólo la autenticidad de los sucesos referidos lo que debe tenerse en cuenta para determinar lo histórico de una pieza; además, se debe tener presente la índole de semejantes sucesos. ¿Pertenecen a la esfera de la vida personal o a la de la vida pública? Estos son los que deben tenerse por his tóricos aun cuando sean inventados, con tal que la invención sirva para dramatizar la situación espiritual de un pueblo o la típica de un individuo. Por ejemplo: en Las pnces de los re yes., los amores adúlteros del rey D. Alfonso VIII y la judía de Toledo llegan a ser una cuestión pública por razón de es tado. Pero en La niña de Plata, la situación romántica entre Dorotea y el Infante don Enrique no es nada más que una pasajera aventura cuyo desenlace feliz se debe a la magna nimidad de un personaje real idealizado. ¿No cabe, pues, asentar, que Las paces de los reyes es una comedia histórica por los hechos y el sentido, y que La niña de Plata es una pieza romántica? Es romántica porque la persona ilustre que pretende a la heroína sirve para realzar el interés sentimen tal que produce el amor de un sujeto excelso por una mujer humilde. Se presenta al Infante enamorado en el mundo se creto de su vida íntima que coexiste, apartada, de su vida pública. Don Enrique, que hizo un papel tan violento en la realidad acaudillando una rebelión contra su hermano D. Pe dro el Cruel, aparece en la comedia como un príncipe azul que vence su pasión y se muestra magnánimo como Alejan dro, entregando la niña de plata a su galán. http://ir.uiowa.edu/uissll/ Por cierto, en torno a cuestiones como las que hemos plan teado, surgen muchísimas otras. Cada una de ellas debe resol verse determinando la forma y sentido de cada comedia que tenga elementos históricos. A base de esta crítica específica, podrían fijarse los denominadores comunes formales que en lazan especies y sub-especies. Creemos que sólo de este mo do se pueda formular una clasificación más o menos exacta. Se colegirá por lo dicho que damos por sentada la exis tencia de géneros, de especies, y de sub-especies. Así es, aun que hasta cierto punto admitamos las objeciones de Croce, 4Í> puesto que hasta en las obras tradicionales cuya forma es determinada en gran parte por el gusto colectivo, su exce lencia particular se debe al arte individual del creador. En sentido absoluto, pues, cada obra es un fenómeno singular y en su esencia la expresión induplicable de la intuición poé tica. No obstante, la semejanza de circunstancias genéti cas, es decir, de circunstancias históricas y sociales por las que una y otra obra llevan el sello de su época; los pare cidos procedimientos artísticos, como en la poesía heroico-popular, o los análogos propósitos formales como en la tragedia o en la comedia —tales semejanzas, y otras, compartidas en mayor o en menor grado, justifican el intento de clasificación. 49 Croce (Véase Benedetto Croce, Aesthetica in Nuce, Bari, 1954) niega que las leyes estéticas de la composición o los criterios estéticos de la crítica obedezcan a los conceptos de clasificación: “ . . . è da dichiarare indebito e negare il trapasso da questi concetti classificatori alle leggi estetiche della composizione e ai criteri estetici del giudizio; come si usa quando si vuol determinare che la tragedia debba avere tale o tale argomento, tale o tale qualità di personaggi, tale o tale andamento di azione, e tale o tale estensione; e dinanzi a un ope ra, invece di cercare e giudicare la poesia che le è propria, si pone la domanda se essa sia tragedia o poema, e se ubbidisca alle ‘leggi’ dell’uno o dell’altro ‘genere’.” (pàg. 29). Sin embargo, Croce ad mite la utilidad práctica de las clasificaciones. (Ibid.) http://ir.uiowa.edu/uissll/ Por ejemplo, el carácter único del Cid y del Rolando como expresiones distintas de dos genios individuales— el primero se distingue por la precisión en el empleo de las cifras, por la mesura, por la sobriedad, y por la parquedad en el uso de la metáfora y el adjetivo, y el segundo por la abundancia de elementos hiperbólicos de un estilo intensamente exalta do— confirma la tesis crociana; sin embargo ambos cantares comparten el mismo propósito; el de celebrar la grandeza de un héroe nacional. Ambos consiguen este fin por medio de muchos procedimientos artísticos que son semejantes en cuanto a los lugares comunes de fórmulas tradicionales aun que singulares en cuanto a la manera de realizarlos. 50 Por compartir el mismo propósito formal —el de despertar ad miración por un héroe— aplicando su talento natural al ser vicio de un arte más o menos establecido, los poetas anónimos que a través de varios siglos desempeñaron su papel de en tretenedores y educadores producen poesía heroico-popular, es decir, un “género literario”, así llamado para fines prácticos. Y algunas de las comedias tradicionales e históricas de Lope, cuyo propósito es el mismo, el de exaltar a un héroe admirable como el Caballero del Sacramento, o Garcilaso, o Carlos V, o D. Gonzalo de Córdoba, entre muchos otros, pue den tenerse por variantes renacentistas de la antigua poesía heroico-popular. En tales comedias se funden materia anti gua y moderna, se hermanan el estilo épico del romancero y el artístico del Renacimiento. Ya en la más juvenil de—las comedias jjue nos ha q u e d a d o rfel fénix. T.nx h(>nhn<¡ íJp Cnrcilaso de la Vega (compuesta cuando el poeta tenía entre die cisietey ""veintiún años), de forma tan popular, se denuncia 50 Su singularidad es determinada por los significados y signifi cantes — empleo las palabras según la definición de Dámaso Alonso— es decir por la huella psíquica compuesta de sugerencias conceptuales y ■fonéticas, y de estímulos intuitivos. http://ir.uiowa.edu/uissll/ al hombre del ^renacimiento por una gnp otra prfrirmdnd _tjlíslica, a la vez que el asunto, el ^nacionalismo épico., la pompa, la sencillez y el popularismo la identifican con lo tradicional. R esum en Los dos poetas de la edad heroica y los tres novelistas a cuya obra nos hemos referido representan, como hemos visto, maneras representativas de imitar la historia: el juglar cas tellano en una epopeya verista compuesta casi al calor de los hechos; el francés en un cantar con muchos elementos legen darios y su núcleo de esencial verdad histórica; el tradicionalista escocés en una serie de novelas que por su combinación de elementos populares y eruditos constituyen el vínculo más notable entre lo antiguo y lo moderno; el_gran artista lite rario italiano, Manzoni, cuyo respeto por la historia ^ npnnp a su intuición poética; y por íln el novelista francés, cuyo grandioso fracaso demuestra lo contraproducente que es la ex cesiva documentación. ¿Dónde situar a Lope de Vega dentro de este ciclo de nueve siglos? Guicciardini en Italia, Morales51 y Zurita52 51 “Su primer mérito” (el de Morales), según Sánchez Alonso, “es de dar su verdadero valor a los fantásticos acrecimientos con que desvirtuaron la historia primitiva Annio y sus imitadores. No es sólo que la suerte le permitiese no tocar ese período, tomando el hilo de la narración en el punto que lo dejó Ocampo. Sin obligación de alu dir a ello, condena explícitamente toda afirmación hecha sin base, y es seguro que a haber tenido que historiar esa época, hubiera hecho tabla rasa de los añadidos del viterbiense. Además opera siempre con la paciente investigación del erudito de buena ley, no omitiendo es fuerzo, por penoso que fuere, para documentarse. Cuando le pareció necesario, visitó los lugares mismos, como hizo, por ejemplo, con Covadonga, donde completó su inspección ocular con las noticias que la http://ir.uiowa.edu/uissll/ /*en España, entre otros, ya habían iniciado un método histó\ rico más o menos científico. Lope mismo, como hemos visto, no dejó de enterarse del problema que presenta lo que él 11a\ ma “la verdad” y “la licencia” en la historia. Pero por ser I poeta popular antes que historiador, lo inevitable fue que se 1 identificara con sus verdaderos ascendientes literarios de la 1 edad media. J E. de C. gente del país sabía por tradición. Por completar cualquier dato so portaba las mayores molestias.” (pág. 27, t. i i ). 52 Véase Sánchez Alonso, op. cit.: “Como Morales, Zurita parece haber nacido predestinado para historiar a su patria: todas las cir cunstancias le son favorables y pone en su misión el amor y el obje tivo de su vida” (pág. 32). “Fueter dice que es quizá el más distinguido continuador de Blondus y de Caichi, pero aventaja a ellos y a todos por ser el primero que aplicó sus procedimientos a la historia de tiempos más antiguos, para rehacer períodos que ya estaban literariamente tratados, esta bleciendo directamente su relación sobre documentos sin fiarse de lo ya hecho.” (pág. 35). http://ir.uiowa.edu/uissll/ BIBLIOGRAFÍA http://ir.uiowa.edu/uissll/ http://ir.uiowa.edu/uissll/ El Abanillo (P2, La del Abanillo) Ms. copia (Parma) ; Acad.N III. Estudio preliminar por CM en Acad.N III, i-ii. CM: “El asunto de esta comedia está basado en la coplilla que se canta en la jornada tercera (pág. 25), o sea la Tonada de la dama del Abanillo, que dice: La del Abanillo calor tiene, madre: ¡Aire, Diós, y aire si podrá sufrillo! . . . Estas mismas palabras se repiten en la jornada segunda, en el crítico momento de la declaración de don Félix a su amigo sobre cuál es su dama y confusión y error de Celio, que constituyen el enredo de la fábula.” MB: 1612-18 (probablemente ca. 1615). El alcaide de Madrid P Ms. copia Cat. Bib. Nac., núm. 74; Acad.N I. Estudio preliminar por CM en Acad.N I, xi. CM : . . el primer modelo de una serie de obras que tienen por asunto la conocida leyenda de las hijas de Gracián Ramírez. . . ” MB: 1599. http://ir.uiowa.edu/uissll/ El Aldegüela y el gran prior de Castilla Ms. copia B. N. (16910) ; Acad. XII. S en B. N. atribuida a Lope: Más mal hay en la aldehuela de lo que se suena. Estudio preliminar por MP en Acad. XII, xci-xcix; re impreso en MP, Obras completai, XXXIV, 82-91; A. Restori sobre Acad. XII, Ztft, XXX, 493. MP: “ . . . e s histórica por referirse al gran Duque de Alba y a su hijo natural el Gran Prior de Castilla, D. Fernando de Toledo, y terminar con el episodio del sitio y toma de Mons en 1572; pero la historia está tratada con capri chosa libertad, cambiando hasta el nombre del duque y lla mándole D. Fadrique, sin duda por evitar la repetición del nombre Fernando.” MB: 1612-14. Las almenas de Toro Parte XIV; Acad. VIII. S (Gayangos). Estudio preliminar por MP en Acad. VIII, xxii-xxvii; impreso en MP, Obras completas, XXXI, 373-380; A. Restori sobre Acad. Vili, Ztft, XXVI, 506; Adalbert Hamel, Las almenas de Toro discutida en “Der Cid im spanischen Drama des XVI. und XVII. Jahrhunderts” Ztft, XXI (1910), 40-49. Restori: “Di storia, del resto, c’è quasi nulla nella commedia di Lope: tutto suo è l’anacronismo degli amori di Elvira col conte Enrico di Borgogna, personaggio certamente sugge ritogli dai due fortunati conti francesi Enrico di Lorena e Ramon di Borgogna al tempo di Alfonso VI; questa El vira, secondo gli storici sposò el Crespo de Grañón D. http://ir.uiowa.edu/uissll/ Garcia de C a b r a ..,, il nemico del Cid nel Poema. Non mancano accenni ai romances: quello De las almenas de Toro, e il famoso De Rodrigo el soberbio castellano... che ebbe ritornello: Castellano malo A y que mal castellano: e al canto popolare del Velador (non lo conosco integro) del quale c’è ricordo anche in questa letrilla del Classense: esta letrilla cantaua con vos triste y triste el tono, etc___ ” MB: ¿1610-13? La amistad pagada P2 (También, La famosa montañesa) Parte I; Ms. copia, Cat. Bib. Nac., nùm. 2.200; Acad. VII. U amitié recompensée, en Extrait de plusieurs pièces du théâtre espagnol, trad. M. 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UArauque dompté, trad. J. B. d’Esménard, París: Ladvocat, 1822. UArauque dompté en Chefs-d’œuvre des théâtres étran gers, trad. Angliviel de la Beaumelle, París, 1822-23. J. C. L. Simonde de Sismondi, De la littérature du Midi de VEurope, Bruselas: M. Dumont, 1837, (Arauco domado, Tomo II, 543-550) ; estudio preliminar por MP en Acad. XII, clxxii-clxxxiv ; reimpreso en MP, Obras completas, XXXIV, 193-208; A. Restori so bre Acad. XII, Ztft, XXX, 499; Marcos A. Morinigo, América en el teatro de Lope de Vega, Bue nos Aires: Imprenta López, 1946. MP: “Comprende la historia de los amores entre Caupolicán y Fresia. También incluye el episodio del amputarle las manos a Galvarino. Trata del nombrar a su hijo gober nador de Chile por el marqués de Cañete y de la sumi sión del valle (única cosa que justificaría el título de dom ado) .” Morínigo (pág. 234-235) : “El tercer soldado de la conquista fa vorecido por la pluma de Lope fué D. García Hurtado de Mendoza, protagonista de El Arauco domado. Esta ex traña comedia, inspirada en el poema del mismo título de Pedro de Oña, es toda ella un interesado panegírico de D. García, y está dedicada a su hijo don Juan Andrés Hurtado de Mendoza, marqués de Cañete, magnate pode roso de quien Lope se llama capellán.” MB: ¿1599? http://ir.uiowa.edu/uissll/ Parte IV; Acad. XII. Estudio preliminar por MP en Acad. XII, cxxxix-clxiv; reimpreso en MP, Obras completas, XXXIV, 193208; A. Restori sobre Acad. XII, Ztft, XXX, 499. MP : “. . .cuenta la historia del soldado español que se llamaba Alonso García Ramón. Recibió una orden que vigilara hasta que apuntara el día, pero viendo al enemigo con mucho reventón, dió la señal para el ataque y el enemigo fue vencido.” MB: ¿1600-06? Audiencias del rey D. Pedro Ms. copia Cat. Bib. Nac., núm. 278 (anón.) ; Acad. IX. José R. Lomba y Pedraja, El rey Don Pedro en el teatro. Homenaje a Menéndez y Pelayo, Madrid, 1899; es tudio preliminar por MP en Acad. 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Lope tomó de las Cró nicas todos los rasgos poéticos en ella conservados, . . . co pió de otros bastante número de versos; siendo así el pri mero que, contándonos en el teatro la historia entera de Gonzalo Gustos, logró hacer que, así éste como Doña Alam bra, Ruy Velázquez y los demás personajes épicos, al mis mo tiempo que vivían como seres reales, apareciesen sobre la escena con todo el vigor de la tradición secular he redada.” MB: 1612. http://ir.uiowa.edu/uissll/ Parte XXIII; Ms. Copia Cat. Bib. Nac., núm. 351; Acad. XI. Estudio preliminar por MP en Acad. XI, cxxiv-cl; reim preso en MP, Obras completas, XXXIII, 352-376; A. Restori sobre Acad. XI, Ztft, XXX, 234. MP: “Fúndase esta entretenida y graciosa comedia en el fabu loso descubrimiento que del escondido valle de las Batue cas se supone hecho por una doncella y un paje de la casa de Alba; según unos, en tiempo de Felipe II; según nuestro Lope, en tiempo de los Reyes C atólicos... En cuanto a la parte histórical, da por supuesto Lope que los batuecos eran descendientes de los godos fugitivos de la pérdida de España, y que la momia de la caverna per tenecía a un Teodosilo, sobrino del rey D. Rodrigo. El duque de Alba bautiza a toda la tribu, funda iglesias y conventos, y el signo de la cruz ahuyenta los demonios, que por más de seiscientos años habían infestado el v a lle ... (Es) una obra ingeniosa, que de seguro aventaja mucho al Nuevo Mundo descubierto por Cristóbal Colón, y que en cierto modo puede considerarse como su parodia. Aquí lo pequeño ha triunfado de lo grande, y lo humorístico se ha sobrepuesto a lo é p i c o . .. ” MB: ¿1598-1600? „ Los Benávides P Parte II: Bruselas, Barcelona, 1611; Madrid, 1618; Acad. VIL Fr. v. Cronegk, Schriften, Dos tomos, Leipzig; Posch, 1760-61 (Tomo I: “Eine Scene aus dem Drama Los Benávides, und Abhandlung über das spanische Drama.” ) ; estudio preliminar por MP en Acad. VII, ccxvii-ccxxxix; reimpreso en MP, Obras corn http://ir.uiowa.edu/uissll/ pletas, XXXI, 326-331; A. Restori sobre Acad. VII, Ztft, XXVI, 504. MP: “Nada hay en esta comedia de histórico más que el nom bre del rey y de su tutor, el conde Melendo González. La leyenda está calcada en gran parte sobre la de las mo cedades del Cid. ...In c lu y e la pieza situaciones que Lope reprodujo después, muy mejoradas, en Los Prados de León: el secreto del nacimiento de Sancho, hijo del rey D. Bermudo; sus campesinos amores con Doña Sol; su entrada violenta en los palacios de León en busca del ofensor de su familia.” MB: 1589-1602. El blasón de los Chaves de Villalba Parte X (Madrid, 1621) ; Ms. copia (Parma) ; Acad. XI. Estudio preliminar por MP en Acad. XI, cxxii-cxxiv; re impreso en MP, Obras completas, XXXIII, 335-337. MP: “Es comedia genealógica, de poco valor, como casi todas las de su género. Está fundada en una anécdota, proba blemente fabulosa, que Lope hubo de recoger de la tra dición o r a l... Cuando Charles de Francia pasó a Italia, un caballero que venía en su ejército, puso carteles por las calles en que sustentaba que el rey Charles era el mejor y mayor rey del mundo. Un español que estaba allí, Chaves de Villalba, aunque era muchacho, se opuso al francés, y después de una larguísima batalla le venció.” MB: 1599. El Brasil restituido Ms. copia Cat. Bib. Nac., núm. 407.; Acad. XIII. El Brasil restituido, con un estudio sobre el patriotismo en su teatro, edic. de G. de Solenni, Nueva York; Instituto de las Españas, 1930. http://ir.uiowa.edu/uissll/ El lusitanismo de Lope de Vega y su comedia “El Brasil restituido”, edic. de José María Viqueira Barreiro, Coimbra, 1950. Estudio preliminar por MP en Acad. XIII; xxiii-xxxii; reimpreso en MP, Obras completas, XXIV, 228-241; A. Restori sobre Acad. XIII, Ztft, XXX, 501; H. A. 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MP: “Quién fuese este caballero, en qué tiempo floreció, y qué circunstancias intervinieron en su muerte, es punto en que las tradiciones no andan conform es.. . La acción se coloca en tiempo de D. Juan II. Incluye la aparición a D. Alvaro de su misma sombra y la muerte del caballero en los brazos de su fiel servidor.” MB: ¿1620-25? El Caballero del Sacramento P2 (La Barrera: El blasón de los Moneadas.) Parte XV; Ms. aut. (Ilchester) ; Acad. VII. Estudio preliminar por MP en Acad. VIII, xcix-c; reim preso en MP, Obras completas, XXXII, 70. A. Restori sobre Acad. VIII, Ztft, XXVI, 514. MP: “Nada de particular ofrece esta comedia, que quizá de biera ponerse entre las leyendas piadosas más bien que entre las históricas, puesto que tiene por principal obje to inculcar la devoción al Santísimo Sacramento.” Pero MP la incluye porque, a su parecer, se fun da en una leyenda relativa al linaje de los Monea das. MB: 1610. La campana de Aragón P Parte XVIII; Ms. copia (Parma) ; H. R. II; Acad. VIII. http://ir.uiowa.edu/uissll/ S en Mus. Brit. Estudio preliminar por MP en Acad. VIII, xlv-lix; reim preso en MP, Obras completas, XXXI, 405-419; A. Restori sobre Acad. VIII, Ztft, XXVI, 501. M P: “Aunque termina esta pieza con la catástrofe legendaria de la campana de Huesca, y de ella toma el nombre, en realidad es una crónica dramática que abarca sucesos de tres reinados: el de Don Pedro I, el de Don Alfonso el Batallador y el de Don Ramiro el Monje. Cada una de las jornadas tiene acción distinta, y el conjunto forma una verdadera trilogía.” MB: ¿1598-1600? La Carbonera Parte XXII (Madrid, 1635); Acad. IX. S en Mus. Brit. y Durán. Estudio preliminar por MP en Acad. IX, clxxvi-clxxvii; reimpreso en MP, Obras completas, XXXII, 374375; A. Restori sobre Acad. IX, Ztft, XXIX, 127. M P: “Esta comedia, agradable y bien escrita como todas las de la vejez de Lope, no tiene ningún fundamento histó rico que sepam os.. . Sírvenla de argumento ciertos fabu losos amores <lel rey D. Pedro con una hermana bastarda suya (hija de Da. Leonor de Guzmán) la cual, huyendo de la proscripción de su familia, se había refugiado en la choza de un carbonero, tomando su humilde oficio y haciéndose pasar por sobrina suya.” MB: ¿1623-26? Carlos V en Francia P2 Parte XIX; Ms. aut. (que posee el señor J. T. Stetson, de Filadelfia) ; Ms. copia Cat. Bib. Nac., núm. 371; Acad. XII. http://ir.uiowa.edu/uissll/ Estudio preliminar por MP en Acad. XII, xlix-lv; reim preso en MP, Obras completas, XXXIII, 22-31; A. Restori sobre Acad. XII, Ztft, XXX, 489. MP: “Comprende el presente poema dramático tres diversas acciones históricas, correspondientes a los años 1538, 1539 y 1 5 4 0 ... Cuenta de la encallada de la nave del Empe rador en las Aguas Muertas. También incluye el cuento sobre el alguacil herido por la espada de un duque mien tras aquél estaba tratando de hacer lugar para el rey. El otro asunto es el del recibimiento que hizo Francisco I a Carlos V, cuando pasó por Francia para sosegar el tu multo de los ganteses.” MB: 1604. El casamiento en la muerte y hechos de Bernardo del Carpió P2 (M: La Peña de Francia; F: Nuestra Señora de la Peña de Francia; Ludwig en Lope de Vega s Dramen, . . la identifica con Roncesvalles, desconocida hasta ahora, pero notada en P.) Parte I; Acad. VII. S en Mus. Brit. Le Mariage dans la Mort en Lope de Vega, Oeuvre dra matique, trad. Eugène Baret, Paris, 1869-70. Estudio sobre El casamiento en la muerte (Le Mariage dans la Mort) en: Ernest Lafond, Études sur la vie et les oeuvres de Lope de Vega, Paris, Librairie nouvelle, 1857. Estudio preliminar por MP en Acad. VII, cxli-clv; reimpreso en MP, Obras com pletas, XXXI, 195-214; A. Restori sobre Acad. VII, Ztft? XXVI, 492; Estudio sobre El casamiento en la muerte en: Albert Ludwig, Lope de Vegas Dra- http://ir.uiowa.edu/uissll/ men sus dem Karolingischen Sagenkreise, Berlin, 1898; Angelo Monteverdi, “Sul testo del Casa miento en la Muerte di Lope de Vega” AR, IX (1925), 453-455; Angelo Monteverdi, La leggenda di Bernardo del Carpió, Roma: Bardi, 1926; R. Mitterer, Die Sage von Bernardo del Carpió im spa nischen Drama des 16. und 17 Jahrhunderts, Würzburg, 1930; Walter M. Langford, “Bernardo del Carpió,” Hisp, Tomo XX (Octubre, 1937), 253-264. Como Las mocedades de Bernardo del Carpió esta pieza versa sobre las cualidades mágicas de la espada de Dudón, y la leyenda de Nuestra Señora de la Peña de Francia. MB: 1595-97. El cerco de Santa Fe e ilustres hazañas de Garcilaso de la Vega P (¿Garcilaso de la Vega?) Parte I; Acad. XI. S (Madrid, 1731) en Parma. Das Lager von Santa Fe en Lope de Vega, Aus Spaniens Vergangenheit, trad. Dr. F. Lorinser, Regensburg y Mainz, 1877. Estudio preliminar por MP en Acad. XI, xlviii-lvii; reim preso en MP, Obras completas, XXXIII, 237-248; A. Restori sobre Acad. XI, Ztft, XXX, 221. MP: “La comedia tiene dos lances principales: repite Lope lo de Garcilaso y el pergamino del ‘Ave María’ de Los hechos de Garcilaso; Hernando del Pulgar, señor del Sa lar y regidor de Lo ja, entró en Granada, que era bajo el poder de los moros, y le pegó fuego a la ciudad. Hincó http://ir.uiowa.edu/uissll/ delante de la puerta de la mezquita una hacha y un per gamino de oraciones cristianas. De este modo reclamó la mezquita para los cristianos y la convirtieron en una igle sia m a y o r ... Aunque la com ed ia... no tiene por único argumento estos dos lances caballerescos, sino que más bien es una serie de cuadros de la conquista de Granada, todavía las mejores escenas son aquéllas en que intervie nen Pulgar y Garcilaso, y son también las que sirven de nudo y dezenlace al drama.” MB: 1596-98. El cerco de Viena y socorro de Carlos V (P, El turco en Viena). S en Mus. Brit., Ilchester, Parma y Viena; Acad. XII. Estudio preliminar por MP en Acad. XII, xlvi-xlviii; reimpreso en MP, Obras completas, XXXIV, 18-21; A. Restori sobre Acad. XII, Ztft, XXX, 488. MP: “No hay quizá entre todas las hazañas de Carlos V otra más memorable que la de haber detenido y rechazado de las orillas del Danubio, por el solo prestigio de sus ar mas y la habilidad y presteza de sus operaciones, un ejér cito de 300.000 hom bres.. . La grandeza del hecho y de sus consecuencias mucho mejor se comprende leyéndole en el libro XXX de las Historias, de Paulo Jovio, o en Fr. Prudencio de Sandoval, o en la sencilla y verídica rela ción del arcabucero Cereceda, que en la presente comedia de Lope, donde casi todo es descosido y pueril, árido y enfadoso.” MB: Si es de Lope: 1598-1603. Lo cierto por lo dudoso Parte XX; H. R. I; Acad. IX. S (Bruselas, en casa de Huberto Antonio Velpio, 1649.) http://ir.uiowa.edu/uissll/ Lo cierto por lo dudoso en Tomo II: Obras escogidas de frey Lope Félix de Vega Carpió, edic. de Elias Zerolo, París: Garnier hrnos., 1886. Certainty for Doubt (Lo cierto por lo dudoso) en Four Plays of Lope de Vega, trad. J. C. Underhill, Nueva York: Scribners, 1936. Lo cierto por lo dudoso en Tomo I: Lope de Vega, Obras escogidas, edic. de F. C. Sainz de Robles, Madrid: Aguilar, 1952. Estudio preliminar por MP en Acad. IX, cxv-cxxiv; reim preso en MP, Obras completas, XXXII, 287-298; A. Restori sobre Acad. IX, Ztft, XXVIII, 255. MP: MB: “Esta comedia apenas puede llamarse histórica más que por los nombres del rey y del conde de Trastamara.. . Comprende la leyenda de la noche de San Juan con refe rencia a Da. Juana y su amante D. Enrique, hermano y rival del rey D. Pedro.” ¿1620?-24. La Comedia de Bamba (P, El Rey Bamba. Rennert y Castro: La vida y muerte del rey Wamba. También, La Come dia de Wamba.) Parte I (La Comedia de Wamba); Acad. VII. Bamba, roi des Gots en Tomo II: Extraits de plusieurs pièces du théâtre espagnol, trad. M. Du Ferron de Castéra, Paris: Pissot, 1738. König Wamba en Tomo III: Spanisches Theater, trad. M. Rapp, Hildburghausen y Leipzig: Bibliogr. Ins titut, 1869. König Wamba en Werke, trad. Fr. Halm, Doce Tomos, Viena: Carl Gerold’s Sohn, 1873 (Tomo III: pri mer acto, Tomo X: segundo acto.) http://ir.uiowa.edu/uissll/ König Wamba en Aus Spaniens Vergangenheit, trad. F. Lorinser, Regensburg y Manz, 1877. Estudio preliminar por MP en Acad. VII, xvi-xxv; reim preso en MP, Obras completas, 17-29; un estudio analítico de La Comedia de Bamba en: Heinz Schulte Herbrügge, “El arte dramático de Lope de Vega,” AChile, CVIII, 80 (1950), 5-94. MP: “La Comedia de B a m b a ... es de las que abarcan una crónica entera. No sólo comprende todos los hechos histó ricos y fabulosos que se habían contado de Vamba, sino que empieza antes de su advenimiento al trono, en píen» reinado de Recesvinto, a quien Lope llama Recisundo, si guiendo a la Crónica general y al Valerio. Una relación* puesta en boca de Atanagildo nos informa del milagro de la casulla de San Ildefonso. Si esto es ajeno a la ac ción y sólo está puesto para complacer la devoción de los* espectadores, no sucede lo mismo con el monólogo de Ervigió que viene inmediatamente después, y que manifiesta su ambición y sus temores. Haciendo aparecer desde el primer momento al ambicioso intrigante que ha de des tronar a Vamba, Lope encuentra, con su poderoso instinto dramático, el único lazo que podía sujetar escenas tan in conexas como las que la historia le ofrecía.” MB: 1597-98. Los comendadores de Córdoba u Honor desagraviado P (Los Comendadores.) Parte II; Ms. aut. Bib. Nac., Cat. Núm. 635 (MP ad vierte que no es comedia de Claramonte, “Porque está muy bien escrita y versificada, y Claramonte era incorrectísimo versificador.” ) ; Acad. XI. Los comendadores de Córdoba en Tomo III: Handbuch der Spanischen Literatur, edic. de Ludwig Lemcke, Leipzig, 1856. http://ir.uiowa.edu/uissll/ Los comendadores de Córdoba, edic. de R. Blanco y Ca ro, Madrid: Hernando, 1935. Estudio preliminar por MP en Acad. XI, lviii-lxxxv; re impreso en MP, Obras completas, XXXIII, 249-284; A. Restori sobre Acad. XI, Ztft, XXX, 226; S. Griswold Morley y Courtney Bruerton, “Lope de Vega, Celia, y Los Comendadores de Córdoba,” NRFH, VI, 1 (1952), 57-68. MP: “La acción tuvo lugar alrededor de 1471, pero Lope tras ladó la acción al tiempo de los Reyes Católicos.. . Las atrocidades del Veinticuatro eran, más que legendarias, históricas en gran parte, y no había más remedio que con servarlas... Tiene por asunto la espantosa venganza que de su honor conyugal tomó el Veinticuatro de Córdoba Fernán Alfonso, primer señor de Belmonte, en varias per sonas de su casa, de Hinestrosa, y sus deudos D. Jorge Solier, comendador de Cabeza de Buey, y D. Fernando A l fonso de Córdoba, comendador del Moral, uno y otro de la Orden de Calatrava, hijos del tercer alcaide de los Don celes, y hermanos del Obispo de Córdoba, D. Pedro So l ie r .. . (Lope) inventó o recogió el episodio del anillo donado por el rey al Veinticuatro, por el Veinticuatro a su mujer, y por ella a su a m a n te ...” MB: 1596-98. El Conde Fernán González y Libertad de Castilla P2 (En los versos finales se titula La libertad de Castilla por el conde Fernán González.) Parte XIX; Ms. copia (Parma) ; Acad. VII. Estudio preliminar por MP en Acad. VII, clxxxix-ccxvii; reimpreso en MP, Obras completas, XXXI, 258298; A. Restori sobre Acad. VII, Ztft. XXVI, 501; Adalbert Hämel, “Das älteste Drama von Conde http://ir.uiowa.edu/uissll/ Fernán González,” EEABonilla, II (1930), 383396. Comprende esta comedia las victorias de Fernán Gonzá lez sobre el rey de Navarra y el conde de Tolosa, el trato con el rey de León sobre la venta del ca ballo y el azor, el llamamiento del conde a las Cortes, las dos prisiones de que su heroica mujer (de Fernán González) le liberta, la aventura del libidinoso arcipreste y el juramento de los caste llanos sobre la estatua del conde. MB: 1606-12. La contienda de García de Paredes y el capitán Juan de Ur bina P y P2 {El capitán Juan de Urbina.) Ms. aut. fechado 15 de febrero de 1600; Ms. copia Cat. Bib. Nac. núm. 1.750; Acad. XI. Estudio preliminar por MP en Acad. XI, cxxv-cxxxiv; reimpreso en MP, Obras completas, XXXIII, 338351; A. Restori sobre Acad. XI, Ztft, XXX, 231. MP: “Esta com ed ia... 'comprende tres acciones principales: los hechos de Diego García de Paredes en Italia; la atroz venganza que el capitán Juan de Urbina tomó en su adúl tera mujer; y la disputa o contienda de Paredes y Ur bina sobre la adjudicación de las armas del marqués de Pescara.” MB: 1600. La corona merecida P Parte XIV; Ms. aut. con fecha de 1603 (Sessa) ; H. R. I; Acad. VIII. http://ir.uiowa.edu/uissll/ La corona merecida, edic. de J. F. Montesinos, Madrid, 1923. Estudio sobre La Couronne méritée (La Corona Mereci da) en: Ernest Lafond, Étude sur la vie et les Oeu vres de Lope de Vega, París: Librairie Nouvelle 1857. Estudio preliminar por MP en Acad. VIII, cxxiv-cxxx; reimpreso en MP, Obras completas, XXXII, 106114; A. Restori sobre Acad. VII, Ztft, XXVI, 515; W. v. Wurzbach, Das Motiv von Lopes Komödie La corona merecida, Miscelánea de estudios en hon ra de doña Carolina Michaelis, Coimbra, 1930; W. v. Wurzbach, Das Motiv von Lope de Vegas Ko mödie La corona merecida, (Entstellung zum Schut ze der Tugend), Miscelánea, C. Michaelis de Vasconcellos, Coimbra, 1933. MP: “Contiene esta comedia según el mismo L o p e ... ‘la his toria de una señora (Da. María Coronel) tan celebrada por La corona merecida que con ella dió honor a España, gloria a su nombre y nombre a sus descendientes. . . esta p ie z a ... no es de las mejores de Lope. El poeta volvió las espaldas a la tradición, y la tradición vengó de él no otorgándole sus dones en el grado y medida que acostum braba.” MB: 1603. Las cuentas del Gran Capitán Parte XXIII; Acad. XI. Estudio preliminar por MP en Acad. XI, cxvi-cxxii, reim preso en MP, Obras completas, XXXIII, 325-334; A. Restori sobre Acad. XI, Ztft, XXX, 229. http://ir.uiowa.edu/uissll/ M P: “El fondo histórico de esta comedia. . . se reduce a la entrada del rey de N áp oles.. . Prescindió, pues, de bata llas y asedios, y en vez de una comedia de espectáculo, hizo una comedia anécdota, basada en el dicho vulgar de las cuentas, en el hecho histórico del viaje del Rey Ca tólico a Nápoles en 1506, y en las infundadas sospechas que tuvo de la lealtad de Gonzalo, y que fueron labrando en él hasta engendrar el desvío con que le trató en los últimos a ñ o s.. . Las cuentas son una invención vulgar, pero, según acontece con todas las anécdotas famosas, tie ne ésta cierto valor simbólico como censura de la parsi monia y suspicacia del Rey Católico, y pudo tener algún fundamento en quejas que ciertos oficiales de Tesoro pre sentasen contra Gonzalo. De todos modos, el origen de la conseja no puede ser más sospechoso, siendo el primero que alude a ella un historiador de tan poca conciencia y veracidad como Paulo Jovio.” MB: 1614-19. D La desdichada Estefanía (En los últimos versos se titula La desdichada inocente. La Barrera: Los Castros y Andrades.) Parte XII; Acad. VIII. La desdichada Estefanía y su segunda parte El pleito por la honra o el valor de Fernandico en Doce comedias nuevas de Lope y otros, Barcelona, 1630. Estudio preliminar por MP en Acad. VIII, lxvi-lxxviii; reimpreso en MP, Obras completas, XXXII, 24-39; A. Restori sobre Acad. VIII, Ztft, XXVI, 513. M P: “El hecho tenido por histórico en que este drama se funda, se encuentra, por primera vez según creo, en el http://ir.uiowa.edu/uissll/ famoso nobiliario portugués del siglo xiv, comúnmente lla mado Libro de Linaje del conde D. Pedro de Barcellos . . . En la comedia de Lope, el emperador para acabar de desengañar al rey de Francia, le confiesa que real mente había tenido una hija bastarda, pero que ésta era la bella Estefanía, nieta, por su madre, del conde Alvar Fernández de Castro, sobrino del Cid, y de Da. Mencía Ansúrez, hija del valeroso conde D. Pedro Ansúrez de Carrión; genealogía idéntica a la que del libro del conde D. Pedro copia Sandoval.” MB: 1604. Diálogo militar en alabanza del marqués Espinóla La Vega del Parnaso, por el Fénix de España, frey Lope Félix de Vega Carpió, del hábito de San Juan, pro curador fiscal de la Cámara Apostólica, etc. En Madrid, en la Imprenta del Reino. Año 1637 (Obra postuma de Lope publicada por el licenciado Ortiz de Villena.) ; MP alude a otras ediciones en las colecciones de Obras sueltas de Lope, publicadas por Sancha (Tomo X) y Rosell (Biblioteca de Rivadeneyra.) Estudio preliminar por MP en Acad. XIII, xxxvii-xli; re impreso en MP, Obras completas, XXXIV, 248258. MP: “No es comedia, ni se intitula así, pero la colocamos en este lugar por ser un diálogo perfectamente representable, y que de fijo fué representado, o, en una fiesta de pala cio, o más bien, según creemos, en casa del mismo Am brosio E sp in ó la ... Es un rápido pero agradable com pendio de los servicios militares del gran capitán genovés, relatados sin énfasis y de la manera simpática y dul ce que cuadraba a la índole moral del personaje, tan discreto y bueno como esforzado y animoso.” http://ir.uiowa.edu/uissll/ Las doncellas de Simancas S en Mus. Brit. y Bib. de H. A. Rennert; Acad. VII. Estudio preliminar por MP en Acad. VII, lxv-lxxiv; re impreso en MP, Obras completas, XXXI, 87-98. MP: “ . . . L a s doncellas de Simancas, como Las Famosas Astu rianas, están basadas en la célebre fábula del tributo de las cien doncellas que se suponía pagado por algunos de los primitivos reyes de Asturias a los musulmanes. Este ignominioso cuento, del cual nada supieron los autores de los cronicones de la Reconquista, apareció por primera vez en el siglo x m en las obras de D. Lucas de Túy y del arzobispo D. Rodrigo, si bien respecto del primero ha de advertirse que refiere el hecho en términos menos cru d o s ...” MB: No se puede dar fecha a la comedia. Las dos bandoleras y Fundación de la Santa Hermandad de Toledo (Fajardo: Las hermanas bandoleras.) Doce comedias nuevas de Lope de Vega Carpió y otros autores. Segunda Parte. En Barcelona, por Geró nimo Margarit, 1630; Acad. IX. Estudio preliminar por MP en Acad. IX, ix-xx, reim preso en MP, Obras completas, XXXII, 138-153; A. Restori sobre Acad. IX, Ztft, XXVIII, 232. MP: “Las dos bandoleras es una pieza interesante, de corte melodramático y acción rápida y viva, pero tiene el de fecto de repetir situaciones que están presentadas con más acierto en otras comedias de Lope, anteriores o posterio res a ésta. Las dos hijas del cuadrillero, burladas por los dos capitanes D. Alvaro y D. Lope, corresponden por pun to a las dos hijas de El Alcalde de Zalamea, que luego Calderón, con muy buen acuerdo, redujo a una sola en su maravillosa refundición de aquel drama. La desesperada http://ir.uiowa.edu/uissll/ resolución que las violadas doncellas toman de echarse a bandoleras, para vengar, asesinando a los hombres, la quie bra de su honra, se repite en otros dramas del inagotable repertorio de nuestro autor, y quizá mejor que en ninguno en La Serrana de la Vera. MB: 1597-1603. El duque de Viseo P2 Parte VI; H. R. III; Acad. X. Hertugen af Viseo en Tomo II: Udvalgte skuespel, trad. Emil Gigas, Copenhague: Branner, 1917-18. El duque de Viseo en Tomo IV: Ausgewcihlte Komódien von Lope de Vega, trad. W. v. Wurzbach, Strassburg: J. A. E. Heitz (Heitz und Mündel), 1918. Estudio preliminar por MP en Acad. X, cxxviii-cxli; reiimpreso en MP, Obras completas, XXXIII, 128146; A. Restori sobre Acad. X, Ztft, XXIX, 365. MP: “ ...com prende realmente dos catástrofes distintas, pero muy enlazadas entre sí, hasta el punto de ser la una conse cuencia y complemento de la otra; el suplicio del duque de Braganza, D. Fernando (a quien constantemente se lla ma duque de Guimaraens en esta pieza), mandado de gollar como traidor en 1483 por su cuñado el rey de Por tugal D. Juan II, y el asesinato del duque de Viseo, a quien el mismo monarca mató a puñaladas por su pro pia mano.” MB: 1604-1610. E La envidia de la nobleza (Al fin se titula Prisión de los Bencerrajes. MP parece dudar que sea esta la misma que http://ir.uiowa.edu/uissll/ Cegríes y Bencerrajes: “Su estilo y versificación, y so bre todo la abundancia de décimas, me inducen a su ponerla muy posterior y de los últimos años del poeta.” ) Parte XXIII; Acad. XI. Estudio preliminar por MP en Acad. XI, ix-xxi; reim preso en MP, Obras completas, XXXIII, 183-199; A. Restori sobre Acad. XI, Ztft, XXX, 216; estu dio sobre La envidia de la nobleza de Wilhelm Hennigs, Studien zu Lope de Vega Carpió, Góttingen, 1891. MP: “ ...e s t a pieza es muy poco fiel a la h istoria ... Trata del degüello de los principales jefes de los Abencerrajes por orden de la reina. Incluye también el sitio de Jaén por el rey D. Fernando el Santo y R e d u á n ... La cabal gada de Reduán contra Jaén es histórica, aunque mucho más antigua de lo que supone Lope.” MB: 1613-18 (probablemente 1613-15.) Los españoles en Flandes Parte XIII; Acad. XII. Estudio preliminar por MP en Acad. XII, cxxviii-cxxxi; reimpreso en MP, Obras completas, XXXIV, 131135; A. Restori sobre Acad. XII, Ztft, XXX, 497. M P: “El asunto principal de la deshilvanada comedia que lle va por título Los Españoles en Flandes, es la gobernación de D. Juan de Austria en los Países Bajos, la vuelta de los españoles que habían salido de aquellos estados en vir tud del convenio hecho por D. Juan, y la victoria de Gembloux, que el poeta llama de Gibelú. Con estos he chos históricos, presentados sin artificio alguno, y que por su índole política y militar son enteramente ajenos de la comedia, alternan las acostumbradas escenas de valentías http://ir.uiowa.edu/uissll/ y desgarros soldadescos, que hemos visto hasta la saciedad en otras piezas.” MB: 1597-1606. F Las famosas asturianas P2 Parte XVIII; Ms. copia (Parma) ; H. R. III; Acad. VIL Las famosas asturianas en Tomo I: Lope de Vega, Obras escogidas, edic. de F. C. Sainz de Robles, Madrid: Aguijar, 1952. Estudio preliminar por MP en Acad. VII, lxxx-xvi; re impreso en MP, Obras completas, XXXI, 108-121; A. Restori sobre Acad. VII, Ztft, XXVI, 490. MP: “El texto más antiguo que hemos visto de la tradición en que esta preciosa comedia está fundada, se halla en la voluminosa ^compilación historial que, con el rótulo de L i bro de las bienandanzas e fortunas, escribió en 1471 el ca ballero vizcaíno Lope García de Salazar.. . Un romance puramente artístico, inserto en el Romancero general de 1 6 0 4 ..., recuerda el mismo h e c h o ... Pero yo creo que la fuente inmediata de Lope fue el ya citado poema de Pedro de la Vezilla C astellanos..., porque le sigue con bastante fidelidad en la disposición de la fábula. Co mienza este episodio en el canto 24 del poema leonés, que lleva por título: ‘Del gran sentimiento que el vale roso rey D. Ramiro, primero deste nombre, hizo por el tributo con que halló el reino de León, de las cien don cellas que se pagaban a los moros cada año, y del llanto que ellas hizieron, sabiendo que el rey Abderraman de Córdoba enviaba a pedillas, con el consejo que el rey D. Ramiro en esto tuvo; después de lo cual los embaxadores bárbaros proponen su embaxada y lo que dello succedió.” http://ir.uiowa.edu/uissll/ La fortuna merecida (Cree Restori que La envidia y la pri vanza puede ser la segunda parte de esta comedia.) Parte XI; Ms. copia (Parma) y Bib. Nac., Cat. núm. 1.318; Acad. IX. Estudio preliminar por MP en Acad. IX, xcii-cv ; reim preso en MP, Obras completas? XXXII, 254-272; A. Restori sobre Acad. IX, Ztft, XXVIII, 234. MP : “No sabemos qué memorias, acaso familiares o genealó gicas, tuvo presentes Lope de Vega para la composición de esta comedia, en la cual se trasluce cierta intención apologética, puesto que acaba quejándose de la fuerza de la envidia y de la pasión, que habían desfigurado la his toria de Alvar Núñez. Pero no hay duda que se conforma muy poco con la crónica de Alfonso XI, y que en gran parte a lo mejor nos parece de pura inven ción ... No e s posible perdonarle (a Lope) los desafueros que esta vez-, cometió contra la historia (tan respetada por él en otras ocasiones.. . ’).” MB: ¿1604-10? Fuente Ovejuna (o Fuenteovejuna) P2 Parte XII; Ms. copia (Parma e Ilchester) ; H. R. III; Acad. X. Fontovéjune en Tomo I: Les chefs-cfouvre des théâtres étrangers, edic. de J. B. d’Esménard, París: Ladvocat, 1822. Fontovéjune en Les chefs-d’oeuvre des théâtres étrangers, edic. de Angliviel de la Beaumelle, París, 1822-23. Fontovéjune en Les chefs-d9oeuvre du théâtre espagnol, edic. de Damas Hinard, Paris, 1842. Fuente Ovejuna en Tomo II: Spanisches Theater, trad. Frd. v. Schack, Frankfurt: Sauerlánder, 1845. http://ir.uiowa.edu/uissll/ Fuente Ovejuna, edic. de Serge A. Jouriev, San Petersburgo, 1876.1 Fuente Ovejuna, Madrid: Imprenta particular de La Úl tima Moda, 1909. Fuente Ovejuna, edic. de A. Castro, Madrid: Colección Universal, 1920. Fuente Ovejuna, Madrid: Editora Internacional, (c. 1924). Fuenteovejuna, edic. de A. Valbuena Prat, Madrid: Cía. ibero-americana de publicaciones, (1930). Ovecjij Istocnik (Fuente Ovejuna), trads. Aksel Lundin y Nikolaj Komarovshij, Novosibirsk: Tepolitocink, 1933. Fuente Ovejuna, edic. de Francisco J. Garriga, Barcelo na: Juventud, (1935). The Sheep-JVell (Fuente Ovejuna), en Four Plays of Lo pe de Vega, trad. John G. Underhill, Nueva York: Scribners, 1936. Ovecliij Istochnik (Fuente Ovejuna), trad. A. E. Sipovich, Moscú y Leningrad: Iskustvo, 1937. Font-aux-cabres (Fuente Ovejuna), trads. Jean Cassou y Jean Camp, París: Éditions sociales Internationale», 1937. Fuente Ovejuna, Peribáñez y el comendador de Ocaña, El mejor alcalde, el rey, edic. de Pedro Enríquez Ureña, Buenos Aires, 1938. 1 Claude E. Aníbal en “The Historical Elements of Lope de Ve ga’s Fuente O veju na” PMLA, Tomo XLIX, 3 (1934), 658, nota 3, dice lo siguiente de esta edición y las procedentes: “According to a letter sent from the State Public Library at Leningrad through my colleague George R. Havens, the basis of all Russian performances to date (1934) has been a sometimes altered or cut translation by Serge A. Jouriev (St. Petersburg, 1876), reprinted in 1877, s.a., 191112, and 1927 — the last an abridged edition by Prof. V. M. Fritsche, with text and commentary, in the Labourer’s Library of Literature, Leningrad. http://ir.uiowa.edu/uissll/ Fuenteovejuna, Buenos Aires: Editorial Losada, (1938). Fuenteovejuna, Buenos Aires: Biblioteca Mundial Sope ña, 1939. Fuente Ovejuna en Diez comedias del siglo de Oro, edic. de H. Alpern y J. Martel, Nueva York y Londres: Harper Brothers, 1939. Fuenteovejuna, Barcelona: Cisne, 1940. Fuenteovejuna, Buenos Aires: Editorial Sopeña, 1940. Fuenteovejuna, Madrid: Espasa Calpe, 1940. Fuenteovejuna en Lope de Vega Carpio, Drama, edic. de J. Mallorquí Figuerola, Buenos Aires: Editorial Mo lina, 1941. The Sheep Well (Fuente Ovejuna) en Poetic Drama trad. Alfred Kreymborg, Nueva York: Modern Age (c. 1941). El mejor alcalde el rey, Fuente Ovejuna, Buenos Aires: Colección Austral, 1942. Fuenteovejuna en Lope de Vega, Teatro, edic. de L. Santullano, Mexico: Editorial “Orion”, 1945. Fuente Ovejuna, edic. de E. Allison Peers, Liverpool: Institute of Hispanic Studies, 1946. Fuenteovejuna, edic. de William Smith Mitchell, Londres: G. Bell and Sons, Ltd., 1948. Fuente Ovejuna en Lope de Vega, Teatro, trad. Raffaelo Melano, Firenza, 1950. The Sheep Well (Fuente Ovejuna) en Tomo II: The World in Literature, edic. de Robert Warnock y George K. Anderson, Chicago: Scott and Foresman, (c. 1950). Fuenteovejuna, Peribáñez y el comendador de Ocaña, El caballero de Olmedo, La dama boba, edic. de Gui llermo de Torre, Barcelona: Éxito, (1951). Fuenteovejuna, edic. de Tomás García de la Santa, Za ragoza: Ebro, 1951. http://ir.uiowa.edu/uissll/ Fuenteovejuna, edic. de Ariel Angel Dasso, Bogotá: Difu sión, 1951. Fuenteovejuna, Madrid: Aguilar, 1951. Fuenteovejuna, edic. de Guillermo de Torre, Barcelona; Éxito, (1951). Ovechij kliuch (Fuente Ovejuna), Moscú y Leningrad, 1951. Ovechij kliuch (Fuente Ovejuna), Moscú, 1952. Fuenteovejuna, edic. de Eugène Kohler, Strassburg: Heitz, (1952). Fuenteovejuna en Tomo I: Lope de Vega, Obras escogi das, edic. de F. C. Sainz de Robles, Madrid: Agui lar, 1952. Fuenteovejuna, edic. de Ariel Angel Dasso, Buenos Ai res, 1954. Estudio preliminar por MP en Acad. X, clix-elxvii; reim preso en MP, Obras completas, XXXIII, 171-182; Claude E. Anibal, “The Historical Elements of Lope de Vega’s Fuente Ovejuna,” PMLA, XLIX (1934), 657-718; José Robles Pazos, “Sobre la fecha de Fuente Ovejuna” MLN, L (1935), 179-182; es tudio sobre Fuente Ovejuna en: Eva R. Price, “The Peasant Plays of Lope de Vega,” MLF, XXII, 3-4 (1937), 214-219; Calle Iturrino, Lope de Vega y clave de Fuenteovejuna, Bilbao: Dochao, 1939; I. I. MacDonald, “An Interpretation of Fuente Ove juna” Babel, I (1940), 51-62; Manuel Cardenal Iracheta, “Fuenteovejuna” Clav, 11 (1951), 20-26; Darnell Roaten, “Wolfflin’s Principies Applied to Lope’s Fuenteovejuna,” BullCom, IV, 1 (1952) (s. págs.) ; G. W. Ribbans, “The Meaning and Struc ture of Lope’s Fuenteovejuna” BHS, XXXI, 3 (1954), 150-170; Darnell F. Roaten y F. Sánchez http://ir.uiowa.edu/uissll/ y Escribano, Wólfflirts Principles in Spanish Dra ma, New York, Hispanic Institute, 1955, págs. 96118; S. Griswold Morley, “Fuente Ovejuna and its Theme-Parallels,” HR. IV, 303-311; Diana Ramí rez de Arellano, “La rebelión de Fuenteovejuna ” B R A H ist, 3Q, 446. MP: La Crónica de las tres Ordenes m ilitares de Rades y An drade (1575), cuenta cómo se levantó el pueblo de Fuente Ovejuna contra el Comendador Mayor de Calatrava para vengarse de sus agravios e injusticias. En su estudio so bre este drama tan histórico MP incluye una extensa cita de la crónica de Rades y Andrade. C. E. Anibal (P M L A , XLIX, pág. 6 60): “Although Lope’s source explains Fuente Ovejuna’s hatred of the Comendador on grounds that are principally political or economic, Lope himself utilizes as motive for the rebellion only the secondary charge of personal misconduct toward the women. The sexual element, and its derivative, an eventually col lective concepto de honor, are not only amplified but capi talized. That it is on this that Lope concentrates, with the exception of one line omitting entirely any other reason for discontent, is of itself evidence that he did not intend to stress the historical significance of the situation.” MB: ¿1612?-¿1614? El galán de la membrilla P2 Parte X; Ms. aut. (Mus. Brit.) firmado en Madrid el 20 de abril de 1615; Acad. IX. Estudio preliminar por MP en Acad. IX, xxviii-xxxiv; reimpreso en MP, Obras completas, XXXII, 165172. M P: “Esta preciosa comedia no puede calificarse de histórica más que por la intervención del rey San Fernando y del príncipe D. Alfonso, a quienes anacrónicamente acompaña el marqués de Cádiz, título que no existía a ú n ... http://ir.uiowa.edu/uissll/ Que de Manzanares era la niña, Y el galán que la lleva, de la M em brilla... De esta copla ha salido toda la comedia, que es de las buenas de su autor en el género realista.” MB: 1615. El gallardo catalán (¿P: El catalán valeroso?) Parte II; Acad. VIII. S en Mus. Brit. e Ilchester. Estudio preliminar por MP en Acad. VIII, lxxix-xcix; reimpreso en MP, Obras completas, XXXII, 42-69; A. Restori sobre Acad. VIII, Ztft, XXVI, 514. MP: “El t e m a ... es la leyenda de la emperatriz de Alema nia, defendida por un conde de Barcelona. Esta leyenda, que nada tiene de indígena, sino que es un lugar común de los más explotados en toda Europa por la poesía caba lleresca, había penetrado ya en las crónicas catalanas del siglo x i v . . . Salvo el fondo tradicional del a su n to ..., El Catalán valeroso, más que entre los dramas históricos de Lope, pudiera clasificarse entre los puramente novelescos.” MB: 1599-1603. Los guanches de Tenerife y conquista de Canarias (P2, Con quista de Tenerife; M. y H.: Nuestra Señora de la Can delaria) . Parte X; Ms. copia (Parma) ; Acad. XI. Estudio preliminar por MP en Acad. XI, lxxxvi-ci; reim preso en MP, Obras completas, XXXIII, 285-305; A. Restori sobre Acad. XI, Ztft, XXX, 228. MP: “Fúndase el argumento de esta comedia en un rarísimo y estimable poema, parte en verso suelto y parte en octavas reales, compuesto por el bachiller Antonio de Viana, natu ral de Tenerife, y estudiante de medicina en Sevilla, con http://ir.uiowa.edu/uissll/ el título de ‘Antigüedades de las Islas Afortunadas de la Gran Canaria’. . . De la parte puramente historial del li bro de Viana, es decir, lo relativo a la conquista de Te nerife y a las batallas de guanches y castellanos, Lope de Vega hizo poco caudal, limitándose a recoger algún nom bre como el de Tinguaro.” MB: 1604-06. El guante de Da. Blanca Fajardo: Parte V (Sevilla). Comedias de diferentes autores, Valencia: Silvestre Esparsa, 1636. Parte treinta de Comedias famosas de varios autores, Zaragoza, 1636. Parte treinta de Comedias famosas de varios autores, Se villa: Imprenta de Andrés Grande, 1638. La Vega del Parnaso, por el Fénix de España, frey Lope Félix de Vega Carpió, etc. En Madrid, en la Im prenta del Reino, Año 1637. Parte quarenta y quatro de Comedias de diferentes Au tores, Zaragoza: herederos de Pedro Lanaja y Lamarca, 1652. Obras sueltas IX; Ms. copia Cat. Bib. Nac., núm. 1.429; H. R. II; Acad. IX. El guante de Da. Blanca, Cádiz: Antonio de Murguía, 1811. Estudio preliminar por MP en Acad. IX, lxxxv-xcii; re impreso en MP, Obras completas, XXXII, 245-254; A. Restori sobre Acad. IX, Ztft, XXVIII, 235. M P: “Quizá hayamos procedido con alguna laxitud calificando de histórica ésta, que en rigor es una comedia palaciana, de amor y celos, semejantes a muchas otras de pura invención. http://ir.uiowa.edu/uissll/ Trata de la famosa leyenda sobre la dama que arrojó el guante entre los leones, prometiendo fa vorecer a quien se lo devolviera. “La dama deja caer, aunque no de propósito, su guante en la jaula, y por rescatarle compiten y llegan a sacar las espadas, amenazándose de muerte, los dos caballeros que son rivales en su amor; pero ni los leones aparecen en escena, ni el temerario lance llega a consumarse, porporque el rey se interpone, reduciéndose todo a un re cuerdo de la sabida anécdota que anacrónicamente se su pone anterior a D. D io n i s : ...” MB: ¿1630?-35. Los Guzmanes de Toral o Como ha de usarse del bien y ha de prevenirse del mal P Los Guzmanes de Toral, edic. de A. Restori, Halle: Romanische Bibliotek (Tomo 16), 1899. Estudio preliminar por Justo García Soriano en Acad. N XI, i-xxxvi. J. García Soriano: “ ...p erten ece al teatro histórico-legendario de Lope, en que — como dijo Menéndez y Pelayo— se limita a pedir prestado a la historia o a la tradición épica algún nombre o algún hecho, y luego saca todo lo demás de su propio fondo. . . . es muy probable que para esta comedia tu viese.. . presente algún nobiliario o genealogía de la casa de Guzmán (Libro de genealogía de la casa de Guzmán, en el cual se hallan algunos romances, Bib. de la Real Academia de la Historia.) El único elemento positivamente histórico. . . se reduce al nombre de Alfonso V III. . . El protagonista, don Payo de Guzmán, tal vez pudiera identificarse con un don Ramiro de Guzmán que asistió con Alfonso VII a la conquista de Almería (1147), tanto más cuanto Sandoval recuerda la tradición de que este Ramiro tuvo amores con una prima del rey de León.” http://ir.uiowa.edu/uissll/ H Las hazañas del Cid y su muerte con la toma de Valencia Ms. Copia Cat. Bib. Nac., núms. 1.476 y 895. Seis comedias de Lope de Vega Carpió. . dro Crasbeeck, 1603. Lisboa: Pe Las hazañas del Cid, trad. Adalbert Hämel, Halle: Ehr hardt Karras, 1910. Estudio preliminar por Justo García Soriano en Acad. N. XI, ix-xi; estudio sobre esta comedia de Adal bert Hämel en Der Cid im spanischen Drama des XVI. und XVII. Jahrhunderts, Halle: Ehrhardt Ka rras, 1910; A. Hämel, “Las hazañas del C id” Ztft, XL (1919-20), 623; S. S. Leavitt, “Divine Justice in the Hazañas del Cid,” Hisp. XII (1929), 141146. Justo García Soriano: El autor se inspiró principalmente en el Romancero del Cid, y fie un modo especial en casi todos los romances que, en - el General de Durán, están com prendidos entre los números 830 y 905, hasta el punto de reproducir textualmente en el diálogo algunos de e l l o s . . . ” A. Hämel: No es comedia de Lope. Rennert y Castro: No es comedia de Lope. MB: 1597-1603. Los Hechos de Garcilaso de la Vega y moro Tarje Ms. copia Cat. Bib. Nac., núm. 1.477; Acad. XI. Estudio preliminar por MP en Acad. XI, xli-xlviii; reim preso en MP, Obras completas, XXXIII, 227-236; A. Restori sobre Acad. XI, Ztft, xxx, 219; Rennert http://ir.uiowa.edu/uissll/ y Castro (Vida de Lope de Vega, Madrid: Suce sores de Hernando, 1919) aluden a un estudio so bre Los Guzmanes de Toral por Stiefel en Jahres bericht, VII, 2, 234. M P: “La hazaña de Garcilaso de la Vega a que esta pieza se refiere, es no sólo dudosa, como dice Barrera, sino ente ramente fabulosa; pero, como todas las leyendas, nació de varios datos históricos confundidos o mal interpretados. Su proceso es verdaderamente curioso. Hubo, es cierto, un Garcilaso entre los conquistadores de Granada, pero fué personaje bastante obscuro, de quien no constan particu lares em presas... Tal es esta pieza, informe, sin duda, pero suficiente para demostrar que Lope, al salir de la es cuela, se encontraba ya en posesión de la fórmula gene radora de un teatro histórico: la conversión de las rap sodias épicas en drama.” MB: ¿1579-83? El hidalgo Bencerraje (El hidalgo Abencerraje. También, El hidalgo Jacimín en Parte XVII. M: El gallardo Jacimín, tal vez por El gallardo Jacobín de la lista P2. Véase Restori, Ztft, XXX, 217, y MP, Acad. VI, cxl, sobre el tí tulo de la comedia.) Ms. copia Cat. Bib. Nac., núm. 1.358 (El gallardo Jaci mín y el Hidalgo abencerraje) ; Ms. copia (Parma) ; Acad. XI. Estudio preliminar por MP en Acad. XI, xxi-xxiv; reim preso en MP, Obras completas, XXXIII, 200-203; A. Restori sobre Acad. XI, Ztft, XXX, 217; Bar bara Matulka, “On the European Diffusion of the Last of the Abencerraje Story in the Sixteenth Century,” Hisp, XVI, 369-388. http://ir.uiowa.edu/uissll/ MP: “Muv poco tiene de historia esta pieza, que casi podría clasificarse entre las de pura invención. . . ” D. Juan de Mendoza roba a una dama, Da. Elvira de Vivero, de palacio y se refugia en Granada con ella. El rey moro lo descubre, prende a D. Juan y hace cautiva a Elvira, a la vez que trata de ganar su amor; pero ella se mantiene fiel a su primer amor. Un Abencerraje, Jazimín, salva a Juan de la muer te y le pone en libertad, “ . .. y después de mil pe ripecias novelescas, todo logra regocijado fin, me diante los esfuerzos del noble abencerraje y el per dón de los Reyes Católicos.” MB: 1605-08. El hijo de Reduán P Parte I; Acad. XI. Estudio preliminar por MP en Acad. XI, xxiv-xxvi; reiimpreso en MP, Obras completas, XXXIII, 204206; A. Restori sobre Acad. XI, Ztft, XXX, 217. M P: “Apenas tiene de tradicional y granadino más que los nombres del rey Baudeles (Boabdil) y de Reduán, que tanto suena en la Historia de los bandos, de Ginés Pérez de Hita.” Reduán cría a un hijo del rey para ocultar su ilegítimo nacimiento. Pasados los años, Gomel, el hijo, ena morado de la reina, mata a su padre sin conocerle. Éste, moribundo, le declara su origen y le perdo na. Incluye la escena en que un león viene a pos trarse a los pies de Gomel “como un manso perri llo,” después de lo cual el pueblo proclama a Go mel rey de Granada. http://ir.uiowa.edu/uissll/ El Hijo por engaño y Toma de Toledo Ms. copia Cat. Bib. Nac., núms. 1.522 (con el segundo título Y Rey D. Alfonso de la mano horadada; Acad. VIII. Doce comedias nuevas de Lope y otros, parte II, Barce lona, 1630. Estudio preliminar por MP en Acad. VIII, xxxii-xxxviii; reimpreso en MP, Obras completas, XXXI, 387396; A. Restori sobre Acad. VIII, Ztft, XXVI, 509. MP: La parte histórica de esta obra está tomada principalmente de la Crónica general. “Lope había compuesto una comedia sobre El cerco de Toledo, y la cita en la primera lista de El Peregrino; qui zá por la semejanza de título y asunto se imprimió a su nombre este monstruoso engendro dramático, que a lo sumo puede ser refundición bárbaramente hecha de sen tido ; pero tampoco vale la pena de emplear muchos es fuerzos para mejorarle. Lo menos mal escrito, y lo que a veces recuerda la manera de Lope, es el acto primero.” MB: 1596-1600. I La inocente sangre (En la dedicatoria y en los versos finales se da el segundo título Los Carvajales.) Parte XIX; Ms. copia (Parm a); H. R. IV; Acad. IX. Estudio preliminar por MP en Acad. IX, lxxvii-lxxxv; reimpreso en MP, Obras completas, XXXII, 233244; A. Restori sobre Acad. IX, Ztft, XXVIII, 233. Es leyenda pero no se sabe si es historia o no. Trata del rey D. Fernando IV de Castilla, que mandó a http://ir.uiowa.edu/uissll/ decapitar a dos hidalgos que le habían mentido. Antes de la muerte, uno de ellos predice que el rey morirá dentro de treinta días. Así sucede al cum plirse los treinta días. MB: ¿1604-08? L El labrador venturoso Parte XXII (Madrid, 1635) ; Acad. VIII. S en Mus. Brit. (fragmento de Dif. XVIII) Parte veinte y ocho de Comedias de varios Autores, Hues ca: Por Pedro Blusón, 1634. Nicolás Antonio: se insertó en la Parte XXIV, extrava gante, Madrid, 1640. Fajardo: se insertó en la Parte XXIV, y también se halla en la Parte XXVIII, extravagante, Zaragoza, 1639 (acaso fué error de Fajardo quien quiso escribir “Dif. XVIII,” donde realmente aparece.) El labrador venturoso en Tomo IV : Spanisches Theater, trad. Frd. v. Schack, Frankfurt: Sauerlánder, 1845. Estudio preliminar por MP en Acad. VIII, ix-xv; reim preso en MP, Obras completas, XXXI, 355-362; A. Restori sobre Acad. VIII, Ztft, XXVI, 505. No tiene de histórica más que el dato fundamental, que es a saber: El casamiento de la hermana de Alfon so V con un rey moro de Toledo. http://ir.uiowa.edu/uissll/ Lanza por lanza, la de Luís de Almanza (Partes I y II) Fajardo y La Barrera: es un fragmento del Tomo XXVII, extravagante, Barcelona, 1633; Acad. IX (sólo la parte I). Estudio preliminar por MP en Acad. IX, cv-cvi; reim preso en MP, Obras completas, XXXII, 273; G. Jünemann, “Lanza por lanza, la de don Luis de Almanza, de Lope de Vega,” RCChile, XXXVII (1919), 277-283. M P: “Pónese la acción en el reinado de Alfonso XI, y aún empieza con las fiestas de su casamiento, pero a esto se reduce la parte histórica.” MB: 1590-1604. La lealtad en el agravio (¿P, Las Quinas de Portugal?) Parte XXII (Zaragoza, 1630) ; Ms. copia (Parma) ; Acad. VIII. Estudio preliminar por MP en Acad. VIII, c-cv; reim preso en MP, Obras completas, XXXII, 71-78; A. Restori sobre Acad. VIII, Zftf, XXVI, 515. MP: “La lealtad en el agravio es una especie de crónica dra matizada del primer rey de Portugal, Alfonso Enríquez, aceptando todas las leyendas de que ha dado buena cuenta la crítica moderna por boca del príncipe de los historia dores peninsulares de nuestro siglo (Alejandro Herculan o ) . . . El primer hecho que en la comedia se presenta es la guerra de Alfonso Enríquez contra su madre Da. Tere sa y su padrastro el conde D. Fernando Pérez de Trava. Esta guerra es histórica, y aconteció entre 1127 y 1128 según la cronología de H erculano... Alúdese también en esta pieza al hábil y capcioso homenaje hecho por Alfon so Enríquez al Papa, y a la confirmación del título de rey http://ir.uiowa.edu/uissll/ que le otorgó Alejandro III en 1179, materia obscura y disp u tad a...; y se pone en acción la jornada de Ourique, y en narración, por boca del mismo rey, la aparición del Crucifijo, sin omitir el fabuloso origen de las armas de Portugal con las cinco llagas y los treinta dineros.” MB: 1623-25. M El Marqués de las Navas Parte XXII (Zaragoza, 1630) ; Ms. aut. con fecha 22 de abril de 1624 (Ilchester) ; Ms. copia (Parma) ; H. R. IV; Acad. XIII. S en Mus. Brit. e Ilchester. Comedias escogidas, Parte VIII, 1657. El marqués de las Navas, edic. de J. F. Montesinos, Ma drid: Hernando, 1925. El marqués de las Navas, En Tomo I: Lope de Vega, Obras escogidas, edic. de F. C. Sainz de Robles, Madrid: Aguilar, 1952. Estudio preliminar por MP en Acad. XIII, ix-xvi; reim preso ep. MP, Obras completas, XXXIV, 209-218; A. Restori sobre Acad. XIII, Ztft, XXX, 500. M P: “La comedia de Lope difiere tan poco de la relación de Espinel, que pudiera creerse fundada en ella, a no tratarse de una anécdota contemporánea que a nuestro poeta debía de serle tan conocida como a su maestro. Sólo añadió lo indispensable para la fábula dramática, es decir, la historia del toledano Leonardo, que abandonando a una dama a quien había dado palabra de esposo, viene a Madrid a casarse con otra, y encuentra súbita muerte en pendencia nocturna, a manos del Marqués de las N a v a s :... http://ir.uiowa.edu/uissll/ Hemos puesto El Marqués de las Navas entre las come dias históricas y en el Teatro profano de Lope, porque his tóricos son los personajes, y pertenecen enteramente los dos primeros actos a la comedia de amor e intriga. Pero atendiendo al tercero, podría clasificarse también entre las comedias religiosas, puesto que el principal intento del autor parece ser inculcar la devoción a las benditas áni mas del Purgatorio, y recomendar los sufragios por ellas: Y que miréis, os advierto, En hacer bien por las almas Que de este mundo partieron.” MB: 1624. El más galán portugués, duque de Verganza P2 (À1 fin lleva el título Injustos celos. P2, El duque de Verganza.) Parte VIII; Ms. copia (Ilchester y Parma) ; Acad. X. Estudio preliminar por MP en Acad. X. cxv-cxxviii; reiimpreso en MP, Obras completas, XXXIII, 110127; A. Restori sobre Acad. X, Zftf, XXIX, 364. MP: “ . . . l a historia está caprichosa y sustancialmente alterada, no por ignorancia... Fúndase esta comedia en un romance viejo ,y seguramente no muy posterior a la catástrofe que narra. El texto más antiguo, pero no el más completo de este romance, se halla en la segunda parte de la Silva de Zaragoza ( 1550), y tiene el número 107 en la Primavera, de Wolf: ‘Un lunes a las cuatro horas, — ya después de mediodía, ese Duque de Berganza — con la Duquesa reñía; e t c .. . . ’ Hay otra redacción mucho más completa y más rica de pormenores pintorescos en el Cancionero llamado Flor de enamorados, que recopiló Juan de Linares (Barcelona, 1575), y se halla también, aunque con variantes de poca monta, en la Rosa española, de Juan de Timoneda.” http://ir.uiowa.edu/uissll/ Parte XXI; S en Bib. Nac. (1741); H. R. I; Acad. VIII. El mejor alcalde el rey, Valencia: Los Hnos. de Orga, 1793. Le Meilleur Alcalde est le Roy en Tomo II: Les chefsd'oeuvre des théâtres étrangers, trad. J. B. d’Esmenard, Paris: Ladvocat, 1822. Der beste Richter ist der König en Stern, Scepter und Blume, trad. E. F. F. Otto von der Malsburg, Dres den: Hilscher, 1824; 2a. edición, Dresden: Grim mer, 1836. Le Meilleur Alcalde est le Roy en Les chefs-d'oeuvre des théâtres étrangers, trad. Angliviel de la Beaumelle. Paris: chez Dufey, Libraire, 1829. Le Meileur Alcalde est le Roy en Tomo I: Oeuvre drama tique de Lope de Vega, trad. M. Eugène Baret, Pa ris: Didier, 1842; 2a. edición, Paris: Didier, 1874. Der beste Richter ist der König en Tomo II: Spanisches Theater, trad. Frd. v. Schack, Frankfurt: Sauer länder, 1845. Najlepszym sedzia kró (El mejor alcalde el rey) en Fe liks Carpio Lope de Vega, Komedie Wybrane, trad. Julian Adolf Swieeicki, Varsovia: S. Lewental, 1882. El mejor alcalde el rey en Tomo I: Obras escogidas de frey Lope Félix de Vega Carpió. . ., edic. de Elias Zerolo, París: Garnier frères, 1886. Le Meilleur Alcalde est le Roi en Tomo I: Théâtre de Lope de Vega, trad. M. Damas Hinard, París: Bi bliothèque Charpentier, 1892. Le Meilleur Alcalde est le Roi? trad, de M. C. B. Dumaine, Paris, 1910. http://ir.uiowa.edu/uissll/ Le Meilleur Alcalde est le Roi, trads. 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Estudio sobre El mejor alcalde el rey de Ludwig Lemcke, Handbuch der Spanischer Literatur, Tomo III, Leip zig, 1846; estudio sobre El mejor alcalde el rey en Louis de Vieil-Castel, Essai sur le Théâtre espagnol, París, 1882; estudio preliminar por MP en Acad. VIII, liv-lxvi; reimpreso en MP, Obras completas, XXXII, 7-23; A. Restori sobre Acad. VIII, Ztft, XXVI, 512; estudio sobre El mejor alcalde el rey de Eva R. Price, “The Peasant Plays of Lope de Vega,” MLF, XXII, 3-4 (1937), 214-219; Sturgis E. Leavitt, “A Maligned Character in Lope’s El me jor alcalde el rey ” BullCom, VI, ii (1954), 1-3; Albert E. Sloman, “Lope’s El mejor alcalde el rey: Addendum to a Note by Sturgis E. Leavitt,” Bull Com, VII 2 (1955), 17-19. MP: “La fuente inmediata de este trágico drama está expre samente declarada por Lope en los últimos versos de él: Y aquí acaba la comedia De El mejor Alcalde, historia que afirma por verdadera La coronica de España : La cuarta parte la cuenta.. . ” Aquí MP cita del juicio de Damas Hinard: ‘Todo el que después de haber leído la comedia de Lope la compare con http://ir.uiowa.edu/uissll/ el relato de la crónica, no podrá menos de reconocer en el poeta castellano una alta discreción y un sentimiento profundo del arte. Ante todo, tuvo Lope la feliz idea de sustituir el despojo de una heredad con el rapto de una doncella. Con el dato de la historia no había pieza dra mática posible o hubiera tenido muy poco interés. Mo dificando este dato encontró Lope el motivo de un admi rable drama. Sólo cuando se encuentra una invención de este género es lícito decir que la poesía es superior a la verdad.’ ” MB: 1620-23. El mejor mozo de España P2 Parte XX; H. R. III; Acad. X. El mejor mozo de España, edic. de A. Aguado, Madrid, 1951. Estudio preliminar por MP en Acad. X, cx-cxv; reim preso en MP, Obras completas, XXXIII, 103-109; A. Restori sabré Acad. X, Ztft, XXIX, 364; J. de Entrambasaguas, “Pedro Vergel, El mejor mozo de España, a quien Lope de Vega dedica esta come dia,” RBAM, XX (1951), 75-98. MP: “El asunto era novelesco de suyo, y quizá lo parece más en las Décadas de Palencia que en la comedia de Lope, a pesar del vivo realismo con que éste trazó las escenas del viaje, acomodándose más a la libertad de la comedia ro mántica que a la gravedad del drama histórico. Interpuso también algunos incidentes fabulosos, pero que ya corrían con crédito entre el v u l g o . .. ” MB: 1610-11. Las mocedades de Bernardo del Carpió Comedias escogidas, Parte VI, Zaragoza: por los herede ros de Pedro de Linaja, 1653. http://ir.uiowa.edu/uissll/ Parte XXIX, extravagante, Huesca, 1634. S en Mus. Brit., Ilchester y Bib. H. A. Rennert. Restori: S, Madrid: calle de la Paz, 1728 y otra por An tonio Sanz, 1742. S, S, S, S, Salamanca, s. a. Madrid: Sanz, 1735. Madrid, 1755. s. 1. ni a. Jardín ameno de varias y hermosas flores, Parte XIX, Madrid, 1704. Las mocedades de Bernardo del Carpió, Salamanca: Im prenta de la Santa Cruz, s. a. Estudio preliminar por MP en Acad. VII, xci-cxli; reim preso en MP, Obras completas, XXXII, 274-286; A. Restori sobre Acad. VII, Ztft, XXVI, 492; A. Monteverdi, La leggenda di Bernardo del Carpió, Roma: Bardi, 1926; R. Mitterer, Die sage von Ber nardo del Carpió im Spanischen Drama des XVI. und XVII. Jahrhunderts, Würzburg, 1930; Walter M. Langford, “Bernardo del Carpió,” Hisp, XX (1937), 253-264. Esta comedia tiene como fuente Le Chanson de Roland. Los únicos elementos históricos se constituyen en el hecho de que Bernardo era nieto del rey Carlomagno e hijo de Ramón, conde de Ribagorza y Pallars. MB: 1599-1608. N La niña de plata (También, El cortés galán en los versos fi nales. ) P2 http://ir.uiowa.edu/uissll/ S en Bib. Nac. (Madrid; Sanz, 1739; Valencia: Orga, 1781) y Bib. H. A. Rennert. La Perle de Séville en Les chefs-d?oeuvre des théâtres étrangers, trad. Angliviel de la Reaumelle, París, 1822-23. La Perle de Séville en Les chefs-d’oeuvre des théâtres étrangers, trad. J. d’Esménard, París, 1829. La Belle aux yeux d’or (La niña de plata) en Théâtre de Lope de V e g a trad. M. Damas Hinard, Paris: Charpentier, 1842. La niña de plata en Lope de Vega, Obras dramáticas escogidas, edic. de E. Juliá Martínez, Madrid: Her nando, 1934. La niña de plata en Tomo I: Lope de Vega, Obras esco gidas, edic. de F. C. Sainz de Robles, Madrid: Aguilar, 1952. Estudio preliminar por MP en Acad. IX, cvi-cxv; reim preso en MP, Obras completas, XXXII, 274-286; A. Restori sobre Acad. IX, Ztft, XXVIII, 234; H. A. Rennert sobre La niña de plata, MLR I (1906), 107-108; M. Machado, “La Niña de Plata. de Lope, refundida por Cañizares,” RBAM, I (1924), 36-45. MP: “Es muy exiguo el elemento histórico en esta pieza, pero no puede decirse que está ausente del todo. . . Las siete comedias de Lope en que interviene el rey D. Pedro pue den dividirse en dos grupos, que son claramente distintos. En el uno aparece D. Pedro con su carácter histórico o tenido por tal, ya de monarca cruel, ya de justiciero, ya mixto de uno y otro, pero siempre envuelto en una at mósfera trágica, y circundado de prestigios fatídicos y si niestros. Estos son los dramas propiamente históricos, en que la pasión dominante nunca es el amor sino la ambi ción, la soberbia, el celo de la justicia o la venganza. http://ir.uiowa.edu/uissll/ A esta clase pertenecen El rey D. Pedro en Madrid, A u diencias del rey D. Pedro, Los Ramírez de Arellano, y en cierto modo El Médico de su honra y La Carbonera. Por el contrario, en La niña de plata y en Lo cierto por lo dudoso la intriga es de amor y celos, y D. Pedro hace el papel de un galán cualquiera, si bien en una y otra co media no deja de conservar algunos rasgos de su carácter, y además se le pone en contraste con su hermano D. En rique, reproduciendo, aún en fábulas de pura invención, la rivalidad histórica.” MB: 1607-12 (probablemente 1610-12). La nueva victoria de D. Gonzalo de Córdoba (También en Vega del Parnaso: La mayor victoria de Alemania de D. Gonzalo de Córdoba.) La Vega del Parnaso, por el Fénix de España, frey Lope Félix de Vega Carpió, etc., En Madrid, en la Im prenta del Reino, Año 1637. Parte XXIV (Zaragoza, 1641); Ms. aut. firmado en Ma drid, a 8 de octubre de 1622; Acad. XIII. La nueva victoria de D. Gonzalo de Córdoba en Tomo X: Colección de las obras sueltas, así en prosa como en verso, etc., Madrid: Sancha, 1776-1779. Estudio preliminar por MP en Acad. XIII, xxxii-xxxvi; reimpreso en MP, Obras completas, XXXIV, 242247; A. Restori sobre Acad. XIII, Ztft, XXX, 503; estudio sobre La nueva victoria. .. por H. Mérimée, BHi, (1906), 376. MP: “Trata la comedia de sus (D. Gonzalo) hazañas en la guerra del Palatinado (principio de la de Treinta Años), donde fué lugarteniente del grande Epínola, y especialmente de la memorable victoria que obtuvo en Fleurus (territo rio del condado de Namur) sobre los protestantes alema http://ir.uiowa.edu/uissll/ nes, el 29 de agosto de 1 6 2 2 ... titud histórica de esta pieza, aún baste decir que Lope, como tan Sessa, acudió a la mejor fuente despachos del mismo D. Gonzalo, boca el resumen de e l l o s . . . ” MB: En cuanto a la exac en sus mínimos detalles, familiar de la Casa de posible, es decir, a los llegando a poner en su 1622. La nueva victoria del marqués de Santa Cruz P2 (La toma de Longo por el marqués de Santa Cruz.) Parte XXV (Zaragoza, 1647) ; Acad. XIII. Estudio preliminar por MP en Acad. XIII, xvi-xxii; reim preso en MP, Obras completas, XXXIV, 219-227; A. Restori sobre Acad. XIII, Z t f t XXX, 501. MP: “Esta obra es precisamente h istó r ic a ...” Alonso Rodríguez trata el mismo asunto y el título de su obra revela en qué consiste la trama de la co media lopesca: Notable victoria alcanzada por D. Alvaro de Bazán, Marqués de Santa Cruz, general de las galeras de Nápoles, en una de las islas del Archipiélago, en Levante, llamada isla de Longo, muy rica y fuerte, y como la saqueó y pegó fuego a la judería, y cautivó 189 esclavos y esclavas y la muerte de Fátima, nieta de Ali-Bajá, general del Gran Turco, que se perdió en Lepanto. Consiguió esta victoria día de Pascua de Espíritu Santo, a 6 de Julio de este presente año (1604). MB: 1604. http://ir.uiowa.edu/uissll/ El Nuevo Mundo descubierto por Cristóbal Colón Parte IV; Acad. XI. El Nuevo Mundo descubierto por Cristóbal Colón, edic. de E. de Ochoa, París: Baudry, 1838; 2a. edición, París: Dramard-Baudry, 1867. La Découverte du Nouveau Monde en Les chefs-d?oeuvre du théâtre espagnol, trad. M. Damas Hinard, Pa ris, 1842. (El Nuevo Mundo descubierto por Cristóbal Colón) en Tomo III: Teatro scelto spanuolo antico e moder no: Raccolta dei migliori Drammi, Commedie e Tragedia, Torino, 1857-59. El Nuevo Mundo descubierto por Cristóbal Colón en To mo II: Tesoro del teatro español, edic. de Eugenio de Ochoa y Roma, París, 1867. Columbus (El Nuevo Mundo descubierto por Cristóbal Colón) en Tomo III; Spanisches Theater, trad. Moriz Rapp, Leipzig, 1869. La Decouverté du Nouveau Monde en Tomo I: Théâtre de Lope de Vega, trad. M. Damas Hinard, París: Charpentier, 1892. El Nuevo Mundo descubierto por Cristóbal Colón, edic. de Edward Barry (de la Colección Mérimée), Pa rís: Garnier, 1897. El Nuevo Mundo descubierto por Cristóbal Colón, edic. de A. Bonilla y San Martín, Madrid, 1916. El Nuevo Mundo descubierto por Cristóbal Colón, Ma drid: Sucesores de Hernando, 1919. The Discovery of the New World by Christopher Colum bus, trad. Frieda Fligelman, Berkeley de Califor nia: Gillick Press, 1950. Estudio preliminar por MP en Acad. XI, cii-cxvi; reim- http://ir.uiowa.edu/uissll/ preso en MP, Obras completas XXXIII, 306*324; Jorge Campos, “Lope de Vega y el descubrimiento colombino,” RInd, 37-38 (1949), 731-754, reim preso en Miscelánea americanista, Homenaje a D. Antonio Balesteros Beretta, Tomo I, Madrid: C. S. I. C., 1951; estudio sobre El Nuevo Mundo. . . de S. Aurelio Miró Quesada, América en el teatro de Lope de Vega, Lima, 1935; estudio sobre El Nuevo Mun do. . . Marcos A. Morínigo, América en el teatro de Lope de Vega. Buenos Aires: Imprenta López, 1946, págs. 221-227. MP: “Es una especie de poema épico dialogado, mucho más fiel a la historia que la mayor parte de las obras que se han compuesto sobre el mismo t e m a ... Los caracteres de Fernando e Isabel, el uno tenaz, circunspecto y cauteloso, la otra inteligente, piadosa, prudente y resuelta, son con formes a la historia. Bartolomé Colón, devoto de su her mano y lleno de confianza en su genio, es igualmente ver d ad ero ... Lo que daña a El Nuevo Mundo es el contraste entre la ejecución, débil, atropellada, superficial, infantil, muchas veces, y la grandeza abrumadora del asunto.” Marcos Morínigo: “En El Nuevo Mundo, cuyas primeras escenas reducen a retazos escénicos la historia de los anteceden tes y preparativos del primer viaje, tal como lo ofrece la Historia de las Indias de López de Gomara aparece el almirante en la corte portuguesa proponiendo al rey de Portugal el patronato de la em presa... (Las) escenas sin decoro (las entre Colón y los duques de Medinaceli y Medina Sidonia), que se interpretan como una concesión al indelicado paladar mosqueteril, dieron lugar a la afir mación de que Lope había tratado el tema colombino con cierta ligereza y frivolidad.” MB: ¿1598?-1603. http://ir.uiowa.edu/uissll/ p Las paces de los reyes y Judía de Toledo P2 Parte VII; H. R. III; Acad. VIII. (Las paces de los reyes y Judía de Toledo) en Tomo III: Ausgewählte Komödien, trad. W. v. Wurzbach, Strassburg, 1918. Las paces de los reyes y Judía de Toledo en Tomo I: Lope de Vega, Obras escogidas, edic. de F. C. Sainz de Robles, Madrid: Aguilar, 1952. Estudio preliminar por MP en Acad. VIII, cv-cxxiv; re impreso en MP, Obras completas, XXXII, 91-94; A. Restori sobre Acad. VIII, Ztft, XXVI, 515; S. S. Aschner, “Zur Quellenfrage der Jüdin von To ledo,” Euph, XIX, 297-301; Arturo Farinelli, Grill parzer und Lope de Vega, Berlin, Weimar, 1894; R. Fürst, “Stoffgeschichtliches zur Jüdin von To ledo,” NFP, núm. 11430; L. Geiger, “Die Jüdin von Toledo,” AZJ, LXIV, 45-47; F. Görres, “Die Jüdin von Toledo,” ZWT, XLVI, 606-607; Herbert Johann Holz, “Zum Problem der Jüdin von Tole do,” Scene, XI, 6-7, 107-111; Oskar Fritz Schuh, “Zur Entstehung und Bühnengeschichte der Jüdin von Toledo,” BBB, II, 2, Nr. 17; F. Schütz, “Grill parzer und die Jüdin von Toledo,” MFP, núm. 11567; W. v. Wurzbach, “Die Jüdin von Toledo in Geschichte und Dichtung,” JgrG, XI, 86-127. MP: “Esta crónica abarca una gran parte del reinado de Al fonso VIII, aunque los dos últimos actos se contraen más especialmente al trágico episodio de los amores y muerte de la hermosa judía Raquel. http://ir.uiowa.edu/uissll/ Como fuente de esta obra Lope sólo se ha valido de la Crónica general. MB: 1610-12. La paloma de Toledo Parte veinte y ocho de Comedias de varios Autores, Hues ca: Por Pedro Blusón, 1634. Ms. copia Cat. Bib. Nac., núm. 2.490; Acad. X. Estudio preliminar por MP en Acad. X, ci-civ; reimpre so en MP, Obras completas, XXXIII, 91-94; A. Restori sobre Acad. X. Ztft, XXIX, 364. M P: “Es comedia genealógica, hecha adrede para ensalzar al linaje toledano de los Palomeques, representado por la protagonista Da. Violante, que resiste heroicamente a las pretenciones del r e y . . . ” MB: 1610-15. El cordobés valeroso Pedro Carbonero P Parte XIV; Ms. aut. Cat. Bib. Nac., núm. 714 firmado en Ocaña, 26 de agosto de 1603; Acad. XI. El cordobés valeroso Pedro Carbonero, edic. de José F. Montesinos, Madrid: Teatro antiguo español, 1929. El cordobés valeroso Pedro Carbonero en Las comedias autógrafas de Lope de Vega, publicado simultánea mente en Berkeley, California: University of Ca lifornia Press, Londres: Oxford University Press, Madrid: Gráficas reunidas, 1934. El cordobés valeroso Pedro Carbonero, edic. de Marión A. Zeitlin, Madrid: Edic. de la Universidad de California, 1935. http://ir.uiowa.edu/uissll/ Estudio preliminar por MP en Acad. XI, xxii-xxx; reim preso en MP, Obras completas, XXXIII, 207-210; A. Restori sobre Acad. XI, Ztft, XXX, 217 ; A. Valbuena Prat, “Nota bibliográfica a la edición de José F. Montesinos El cordobés v a l e r o s o R A M , VII (1930), 93-95; Marcel Bataillon, “Pedro Car bonero con su cuadrilla . . . Lope de Vega devant une tradition,” RP, VII (1953-54), 26-34; Marcel Bataillon, “La tradition recueillie par Lope de Ve ga dans Pedro C a r b o n e r o BH, LV, núms. 3-4 (1953), 375-377. MP: “Es héroe de esta comedia un personaje probablemente histórico, aunque no le hemos visto mencionado en nin gún libro: un osado guerrillero andaluz que con una cua drilla de 12 hombres hizo grandes salteamientos y estra gos en la frontera del reino árabe de Granada, y murió en un encuentro peleando valerosamente contra los infie les, que en vano le ofrecieron la vida si renegaba la fe.” MB: 1603. Pedro de Urdemalas P2 S en Bib. Nac. (T-20186) que, según Schack, es la comedia de Lope. Rennert y Castro: La comedia Pedro de Urdemalas que representó la compañía de Vallejo en 1622 debía ser la de Lope. Acad. N VIII. Estudio preliminar por Cotarelo y Mori en Acad. N VIII, xxvii-xxx; estudio en tomo IV: Frd. v. Schack, Spanisches Theater, Frankfurt: Sauerländer, 1845, pág. 85 del apéndice. http://ir.uiowa.edu/uissll/ Cotarelo y Morí: “El nombre de Pedro de Urdemalas dado a todo sujeto travieso con ingenio, embrollón y entremetido sin ser criminal, es antiguo y legendario en España.” MB: (El texto de la Acad. N VIII) 1597-1606. La pérdida honrosa o Los caballeros de San Juan Ms. copia Cat. Bib. Nac., núm. 2.575; Acad. XII. Estudio preliminar por MP en Acad. XII, xxxvii-xlvi; reimpreso en MP, Obras completas, XXXIV, 7-17; A. Restori sobre Acad. XII, Ztft, XXX, 488. Trata del sitio de Rodas por los turcos y acentúa la ver dad de que Carlos V fue, entre todos los príncipes cristianos, el único que trató de socorrer a los ca balleros de San Juan. MP: “Asunto antidramático de suyo el de la pérdida de Ro das, como todos los que se fundan en batallas campales, asaltos y conquistas de ciudades, poco juego podía dar al poeta, y realmente, esta comedia es una de las más ende bles de Lope. Lo cual no quiere decir que deje de tener de vez en cuando cosas propias de su grande ingenio. La parte histórica está tratada con bastante sujeción al texto de Fontano, y a veces con cierta gravedad épica.” MB: ca. 1615. Peribáñez y el comendador de Ocaña P2 (El comendador de Ocaña) Parte IV; Ms. copia (Ilchester) ; H. R. III; Acad. X. Peribáñez y el comendador de Ocaña, edic. de Adolfo Bonilla y San Martín, Madrid, 1916. Peribáñez og Herren til Ocaña en Tomo II: Udvalgte Skuespil, trad. Emil Gigas, Copenhague, 1917-18. http://ir.uiowa.edu/uissll/ Peribáñez y el comendador de Ocaña en Tomo I: Lope de Vega, Teatro, edic. de Alfonso Reyes, Madrid 1919. Peribáñez y el comendador de Ocaña, Madrid: Colección Austral, 1928. Peribáñez y el comendador de Ocaña, Madrid: Bibliote ca Popular Cervantes, (1928). Peribáñez y el comendador de Ocaña en Lope de Vega, Teatro, edic. de Américo Castro, Madrid, 1933. Peribáñez y el comendador de Ocaña, edic. de José M. Ramos, Madrid: Biblioteca Universal, 1934. Peribáñez y el comendador de Ocaña — La estrella de Sevilla, Buenos Aires: Colección Austral, 1938, 1941, 1943 (2), 1944, 1947, 1951. Peribáñez y el comendador de Ocaña, edic. de Eva R. Price, Redlands de California: Valley Fine Arts Press, 1938. Peribáñez y el comendador de Ocaña, edic. de Julio Painceira, Buenos Aires, (1938). Peribáñez y el comendador de Ocaña en Las cien obras maestras de la literatura y del pensamiento univer sal, edic. de Pedro Enríquez Ureña, Buenos Aires, 1938. Peribáñez y el comendador de Ocaña en Cuatro Come dias, edic. de John M. Hill y Mabel Margaret Har ían, Nueva York, 1941. Peribáñez y el comendador de Ocaña, edic. de C. V. Aubrun y J. F. Montesinos, París, 1943. Peribáñez y el comendador de Ocaña, edic. de José Ma nuel Blecua, Zaragoza: Clásicos Ebro, 1944. Peribáñez y el comendador de Ocaña en Lope de Vega, Teatro, edic. de L. Santullano, México: Edit. “Orion”, 1945. http://ir.uiowa.edu/uissll/ Peribáñez y el comendador de Ocaña, 2a. edición, Ma drid: Aguilar, 1951. Peribáñez y el comendador de Ocaña, edic. de Guillermo de Torre, Barcelona: Éxito, (1951). Peribáñez y el comendador de Ocaña en Tomo I: Lope de Vega, Obras escogidas, edic. de F. C. Sainz de Robles, Madrid: Aguilar, 1952. Peribáñez et le commandateur ÆOcaña en Tomo I: Théâ tre espagnol, edic. de Henri Mérimée, París, s. a. Estudio preliminar por MP en Acad. X, lix-lxxv; reim preso en MP, Obras completas, XXXIII, 35-54; Henri Mérimée, “Casados ou cansados (de Peribá ñez) ,” RFE, VI (1916); O. H. Green, “The Date of Peribáñez y el comendador de O c a ñ a M L N , XLVI (1931), 163-166; Carolina Poncet, “El tea tro tradicional de Lope de Vega: estudio y lecturas de Pe r i b á ñ e z R B C , XXXVI (1935), 163-201; Eva R. 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Hill y Mabel M argaret Harían (Cuatro Comedias, págs. 8-9) : El núcleo tradicional de la obra consta de las cuatro líneas siguientes tomadas de un ro mance popular: “Más quiero yo a Peribáñez con su capa la pardilla, que al Comendador de Ocaña con i a suya guarnecida.” “Such historical elements as are contained in the play revolve around the person of Enrique III (1390-1406), gene rally called el Doliente. but sometimes also surnamed el Justiciero. Almost immediately upon Enrique’s succession the Moorish king of Granada renewed the truce which had been in effect during the previous reign, but in 1405 the Moors invaded Spanish territory, did great damage, seized much booty, and captured the castle of Aymonte. In order to punish this violation of the truce Enrique determined to organize an expedition against the Moorish king Muhamad VI and, for the purpose of assembling an army and sup plies, he convoked the Cortes at Toledo in December, 1406, asking for contributions of men, money and military equipment. After some debate the king’s requests were granted, but before active preparations could be started Enrique III died, in Toledo, December 25, 1406. It is this historical moment, narrated very succinctly in the opening chapters of the Crónica de Don Juan Segundo, that Lope utilized for the historical atmosphere of the play. A further seemingly historical touch is obtained by linking the plot with the great military and religious Order of Santiago in the person of Don Fadrique, Comendador de Ocaña. From about the middle of the twelfth century there had existed in Spain three powerful military orders, A l cántara, Calatrava, and Santiago. These knightly orders, partly military, partly religious, instituted to fight for the true faith against the Moors and for the defense of terri- \ http://ir.uiowa.edu/uissll/ tory wrested from them, had attained tremendous impor tance in wealth, power, and influence. Membership in them was a distinct honor and their rolls contained many, if not all, of the great names in early Spanish history. As a reward for their services the Orders were often given cities, towns, and large surrounding districts, in some cases recent ly retaken from the Moors, in others already under the jurisdiction of the Crown. In the larger of such cities and towns it became the practice to establish Commanderies (encomiendas) under the jurisdiction of a Commander (Comendador), a position of vast authority and power. In our play the town of Ocaña is the site of such a Commandery, belonging to the Order of Santiago which had re ceived it by exchange from the Order of Alcántara. But though, historically there were Comendadores de Ocaña, the reader must not suppose that Don Fadrique, the holder of the title in our play, was an historical personage. He is merely a creature of Lope de Vega’s invention, with no existence whatever in fact. As potent and influential inde pendent organizations, the great military Orders came to an end when Ferdinand seized the grand mastership of Calatrava in 1489, of Santiago in 1493, and of Alcántara in 1494. The office became vested in the Crown by decree of Pope Adrian VI in 1522 (Santiago) and 1523 (Alcán tara and Calatrava). Although they thus lost their power, they were continued as orders of merit, and membership therein remained highly prized and esteemed.” MB: ¿ca. 1610? El piadoso aragonés Parte X X I; Ms. aut. Cat. Bib. Nac., num. 2.607 fechado en Madrid, 17 de agosto de 1626; Ms. aut. fechado en Zaragoza, 1627; Ms. aut. fechado en Lisboa, 1631; Acad. X. El piadoso aragonés en Tomo III: University of Texas Hispanic Studies, ed. de James N. Greer, (1951). http://ir.uiowa.edu/uissll/ Estudio preliminar por M P en Acad. X, eiv-cvii; reim preso en MP, Obras completas, XX X III, 95-98; A. Restori sobre Acad. X, Ztft, XXIX, 364; M. A rti gas, “ La fuente de El piadoso aragonés de Lope,” en Homenaje a Antoni Rabió i Lluch. Tomo III, Barcelona, 1936, 669-702; Arnold G. Reichenberger, “ Notes on Lope’s El piadoso a r a g o n é s H R , XXI (1953), 302-321. MP: MB: “El Piadoso Aragonés es una falsificación continua y sis temática de la historia, y de una historia tan conocida y famosa que pone grima tanta audacia, y el efecto resulta enteramente contrario a los propósitos del autor.. . La historia no sólo está falseada en lo sustancial, sino también, en su parte externa, con monstruosos anacronismos, tanto más reprensibles, cuanto que no nacen de ignorancia.” 1626. Pobreza no es vileza Parte XX; H. R. IV ; Acad. XII. Estudio preliminar por M P en Acad. XII, cxliv-clii; reim preso en MP, Obras completas, XXXIV, 154-164; A. Restori sobre Acad. XII, Ztft, XXX, 499; Rennert y Castro citan un estudio sobre esta comedia en MLR, III, 49. M P: “Dedicó Lope esta obra al joven duque de Maqueda, a quien llamó con alguna hipérbole ‘el Africano’, por sus felices entradas en tierra de moros mientras fué goberna dor de Orán. Consta, en efecto, que en 13 de Octubre de 1624 corrió el duque los aduares de los Beni-Aghú, y volvió a la plaza con 200 esclavos y 5.000 cabezas de ganado, rechazando a los moros que le hostigaban, y apo derándose antes de una fragata y una saetía turcas, an cladas al frente de Mostagán. . . Pobreza no es vileza, comedia deliciosamente escrita, como todas las de la últi http://ir.uiowa.edu/uissll/ ma manera de Lope, realiza la fusión del drama histórico y de la comedia novelesca.” MB: ¿1620?-22. Los Porceles de Murcia P 2 Parte V II; Acad. XI. Estudio prelim inar por M P en Acad. XI, cli-clxii; reim preso en MP, Obras completas? X X X III, 377-392; A. Restori sobre Acad. XI, Ztft, XXX, 234. MP: “No procede de ninguna crónica o nobiliario, sino de un cuento popular que se encuentra en el folklore de todas partes, y que fue caprichosamente aplicado a una ilustre familia de Murcia.” M P incluye en su resumen crítico una información de testigos “para que la verdad del caso parezca y para otro cual quiera buen fin que convenga; tomada esta información de la colección de libros manuscritos de D. Pedro Díaz Cassou.” Según MP hay una similaridad sorprendente entre la le yenda de los Siete Infantes de Lara y la de los Por celes de Murcia. MB: 1599-1608. Porfiar hasta morir (Macías el enamorado) Parte X X III; H. R. I I I ; Acad. X. Porfiar hasta morir en Tomo I: Obras escogidas de frey Lope Félix de Vega Carpió, edic. de Elias Zerolo, París: Garnier frères, 1886. http://ir.uiowa.edu/uissll/ Porfiar hasta morir, edic. de A. Valbuena Prat, M adrid: Cía. Ibero-americana de Publicaciones, (1930). Porfiar hasta morir en Lope de Vega, Teatro, trad. Raffaello Melani, Firenza, 1950. Porfiar hasta morir en Tomo I: Lope de Vega, Obras escogidas, edic. de F. C. Sainz de Robles, M adrid: Aguilar, 1952. Estudio prelim inar por M P en Acad. X, xxxix-lix; reim preso en MP, Obras completas, X X X III, 7-34; A. Restori sobre Acad. X, Ztft, XXIX, 358; Rennert y Castro se refieren a un estudio sobre esta come dia en MLR, III, 45. MP: “Hemos visto que Lope respetó los datos esenciales de la leyenda, pero modificó más o menos arbitrariamente al gunas circunstancias.” MB: 1624-28. Los Prados de León P 2 Parte X V I; H. R. IV ; Acad. VIL Los Prados de León en Tomo I: Lope de Vega, Obras escogidas, edic. de F. C. Sainz de Robles, M adrid: Aguilar, 1952. Estudio sobre Los Prados de León de Frd. von Schack en Tomo II: Spanisches Theater, F rankíurt: Sauerlánder, 1845. Estudio prelim inar por M P en Acad. VII, lxxiv-lxxx; re impreso en MP, Obras completas, XXXI, 99-107; A. Restori sobre Acad. VII, Ztft, XXVI, 490. M P: “La parte histórica de Los Prados de León se reduce a los nombres de los reyes D. Bermudo y D. Alfonso el Casto. Todo lo demás, o es pura invención del poeta, o http://ir.uiowa.edu/uissll/ procede de alguna leyenda genealógica que no he podido encontrar hasta ahora en los libros de linajes que he recorrido. . . ” MB: ¿1604-? ¿06? El primer Fajardo P (Los Fajardos) Parte V II; Acad. X. Der erste Fajardo en Tomo III: Spanisches Theater, trad. M. Rapp, Hildburghausen: Bibliotek ausländischer Classiker, 1869. Estudio prelim inar por MP en Acad. X, ix-xxiv; reim preso en MP, Obras completas, XXXII, 381-400; A. Restori sobre Acad. X, Ztft, XXIX, 358. M P: “Es comedia genealógica de las más destartaladas, con fundiéndose en ella sucesos y personajes de muy diversas épocas. Por mero capricho se pone la acción en el reinado »de D. Enrique II.” Lope reduce a todos los Fajardo a uno para concentrar el interés dramático. MB: ¿1610?-12. El primer rey de Castilla P Parte X V II; Acad. V III. Estudio prelim inar por M P en Acad. V III, xv-xxii; reimpreiso en MP, Obras completas, XXXI, 363-372; A. Restori sobre Acad. V III, Ztft, XXVI, 506. MP: “La verdad histórica (del acto segundo) está consignada en términos sustancialmente conformes por D. Lucas de Túy y por el arzobispo D. Rodrigo. Los materiales histó ricos que en esta obra se hacinan proceden todos de la http://ir.uiowa.edu/uissll/ Crónica general; pero es muy de notar que Lope pres cinde enteramente de las tradiciones juglarescas relativas a D. Fernando, ‘par de Emperador’, y no dice nada de su fabulosa expedición a Francia, ni de las mocedades de Rodrigo Díaz, aunque todo ello lo consigne latamente la Crónica al tratar de este reinado.” MB: 1598-1603. La primera información Parte X XII (Madrid, 1635) ; Acad. IX. Estudio preliminar por M P en Acad. IX, clxxv-clxxxi; reimpreso en MP, Obras completas, XXXII, 380. M P: “Esta pieza nada tiene de histórico. D. Pedro de Aragón, y sólo por tal to aquí, dado que el fondo es una amor e intriga bien escrita, pero liente entre las de su autor.” MB: 1620-25. Figura en ella un rey motivo la hemos pues de tantas comedias de no de mérito sobresa El príncipe despeñado (¿ P , El despeñado?) Parte V II; Ms. aut. RAE fechado el 27 de noviembre de 1602; Acad. V III. S en Parma. S en la biblioteca vaticana ( ? ) Véase la edic. de Hoge, pág. 72. Der Sturz in den Abgrund (El príncipe despeñado), re fundición de Franz Graf von Riesch, Viena: Ten der, 1820; Id., Viena: Tender, 1820-21. El príncipe despeñado, edic, de Henry W. Hoge, Bloomington: Indiana University Publications, núm. 337 1955. http://ir.uiowa.edu/uissll/ Estudio prelim inar por MP en Acad. V III, xxvii-xxxii; reimpreso en MP, Obras completas, XXXI, 381-386; A. Restori sobre Acad. V III, XXVI, 507; Emil Gigas, “ Études sur quelques ‘comedias’ de Lope de Vega,” RHi, LU I (1921), 557-604; Henry W. Hoge, “ A Critical Annotated Edition of Lope de Vega’s El príncipe d e s p e ñ a d o Summaries of Doctoral Dis sertations, University of Wisconsin, 1950, 638; Henry W. Hoge, “Notes on the Sources and the Autograph Manuscript of Lope de Vega’s, El prín cipe d e s p e ñ a d o PM LA, LXV (1950), 824-840. M P: “Sirve de argumento a esta notable tragedia la catástrofe del Rey de Navarra, don Sancho II, en Peñalén; hecho que narran con extraño laconismo las más antiguas cró nicas, conviniendo todas en la fecha (1076), pero sin nom brar a los asesinos, que historiadores muy autorizados, aun que más modernos, suponen que fueron los propios her manos del rey, D. Ramón y Da. Ermesenda. La versión tradicional aceptada por Lope, es la que consignó en su Crónica el Príncipe de Viana.” MB: 1602. El príncipe perfecto (Parte I y II) P 2 (ambas partes) I: Parte X I; Ms. copia Cat. Bib. Nac. núm. 2.733 con firm a de Lope de Vega (23 de diciembre de 1614) ; Ms. copia (P arm a) ; Acad. X. I I : Parte X V III; Ms. ¿copia? Cat. Bib. Nac., núm. 2.734 con licencias de 1621; Ms. copia (P a rm a ); H. R. IV ; Acad. X. Estudio prelim inar de ambas partes por M P en Acad. X, cxli-clix; reimpreso en MP, Obras completas, http://ir.uiowa.edu/uissll/ XX X III, 147-170; A. Restori sobre Acad. X, Ztft, XXIX, 365. MP: “Mas para juzgarlas (las dos partes) con rectitud es pre ciso no olvidar su carácter de crónicas, y no buscar en ellas más unidad que la que el poeta quiso darles; es decir, la unidad del carácter del protagonista, cuyo rei nado se expone íntegro, suprimiendo sólo los dos san grientos episodios de Évora y Setúbal, que Lope había tratado ya en El Duque de Viseo, y que aquí delibera damente omite para no afear con tales recuerdos la ima gen del Príncipe perfecto, dechado y espejo de todas las virtudes monárquicas, la cual se propuso trazar conforme a las historias portuguesas, leídas con aquella predilección y cariño que siempre mostraron nuestros grandes ingenios castellanos hacia las cosas de aquel reino.” MB: I: ¿1614? II: 1612-18. R Los Ramírez de Arellano ( ¿ P 2, Los Arellanos?) Parte XXIV (Zaragoza, 1641) ; Ms. copia Cat. Bib. Nac., núm. 2.824; Acad. IX. S en Gayangos. Los Ramírez de Arellano, edic. de Diana Ramírez de Arellano, M adrid: Consejo Superior de Investigacio nes Científicas, 1954. Estudio prelim inar por M P en Acad. IX, clxxvii-clxxx; reimpreso en MP, Obras completas, XXXII, 376379; A. Restori sobre Acad. IX, Ztft, XXIX, 128. M P: “Es héroe de esta comedia genealógica el caballero navarro Juan Ramírez de Arellano, pero se mezcla en ella mucha http://ir.uiowa.edu/uissll/ parte de la historia general del reinado de D. Pedro, si guiendo constantemente la Crónica de A y a l a ...” MB: 1599-1608. La reina Doña María Ms. copia Bib. de la princesa de M etternich; Acad. V III. F. Wolf, “Über Lope de Vega’s Comedia Famosa de la reina María,” SKAW , XVI (1855), 241-279; estu dio preliminar por MP en Acad. V III, cxxx-cxlvii; reimpreso en MP, Obras completas, XXXII, 114-137. MP: “Sirven de argumento a esta comedia las prodigiosas circunstanciás que intervinieron en la concepción y en el na cimiento del rey D. Jaime el Conquistador, y de las cuales ya se apunta algo en la Crónica o Comentarios de su vida, escritos por el mismo monarca.” MB: 1604-08. El remedio en la desdicha (¿P , Abindarráez y Narváez?) Parte X III; H. R. II I ; Acad. XI. El remedio en la desdicha en Tomo I: Lope de Vega, Co medias, edic. de J. Gómez Ocerín y R. M. Tenreiro, M adrid: Clásicos castellanos, 1920. El remedio en la desdicha, edic. de J. W. Barker, Londres: Cambridge University Press, s. a. Estudio prelim inar por MP en Acad. XI xxx-xli; reim preso en MP, Obras completas, X X X III, 211-226; A. Restori sobre Acad. XI, Ztft, XXX, 219; J. Gó mez Ocerín y R. M. Tenreiro, “ Una nota para El remedio en la desdicha, de Lope,” RFE, IV (1917), 390-392; R. de Alcázar, “Acerca de El remedio en http://ir.uiowa.edu/uissll/ la desdicha,, de Lope. De la ‘cierta regularidad y buen gusto’ de que habla Menéndez y Pelayo y del estilo poético de dicha comedia,” Ru, núm. 6 (1938), 20-25. MP: “La fuente única de este poema dramático está indicada con toda precisión por el autor mismo en estas líneas: ‘Es cribió la historia de Jarifa y Abindarráez, Montemayor, autor de la Diana, aficionado a nuestra lengua con ser tan tierna la suya, y no inferior a los ingenios de aquel siglo; de su prosa, tan celebrada entonces, saqué yo esta comedia. Allí pudiérades saber este suceso, que nos cali ficaron por verdadero las corónicas de Castilla en las conquistas del reino de G ra n a d a ...’ De la certidumbre del hecho, aunque en sí mismo nada tenga de inverosímil y extraordinario, puede dudarse a lg o ... De todos modos, el principal personaje, Rodrigo de Narváez, es enteramen te histórico. . . ” MB: 1595-1602. * s La santa liga P (La batalla naval) Parte XV; Acad. XII. Estudio preliminar por M P en Acad. XII, cv-cxxviii; re impreso en MP, Obras completas, XXXIV, 101-130; A. Restori sobre Acad. XII, Ztft, XXX, 497. MP: “Ésta de Lope es enteramente histórica, y presenta, por orden casi cronológico, los principales acontecimientos de la guerra de Chipre y de la liga contra el Turco, termi nando el primer acto con la declaración de guerra de Selim a los venecianos, y el tercero con una animada y brillante descripción del portentoso combate naval de 7 de Octubre de 1571. No hay fábula dramática de ninguna especie, sino una serie de escenas inconexas. Los dos pri http://ir.uiowa.edu/uissll/ meros actos valen muy poco: la aparición de la sombra de Solimán ‘el Magnífico’ a su hijo Selim, lejos de producir el terror y el asombro que en Los Persas, de Esquilo, pro duce la sombra de Darío, de la cual probablemente se acordó Lope, pasa como un incidente vulgar y sin conse cuencia. . MB: 1589-1600. La serrana de la Vera P Parte V II; Acad. XII. Estudio preliminar por M P en Acad. XII, ix-xxxvii; re impreso en MP, Obras completas, X X X III, 393430; A. Restori sobre Acad. X II, Ztft, XXX, 487; V. Paredes y Guillen, Orígenes históricos de la le yenda “La Serrana de la V era ’ y Auto al Naci miento de Nuestro Señor Jesucristo ” “El amante más cruel’ o “Serrana bandolera ” Placencia: D. Montera, 1915; Courtney Bruerton, “La ninfa del cielo, La Serrana de la Vera and Related Plays,” EHMéxico (1952), 61-97. MP: “Fúndase esta pieza en una célebre tradición extremeña, cantada en romances, de que todavía queda alguna reli quia en la tradición oral, y cuyo texto completo fué reco gido en un precioso librillo de fines del siglo xvn, lleno de curiosidades históricas y de lozanas descripciones, aun que no enteramente original en sus mejores páginas. Titúlase Amenidades, florestas y recreos de la provincia de la Vera Alta y Baja de la Extremadura. . . MB: 1595-98. http://ir.uiowa.edu/uissll/ El sol parado P (Fajardo: Ascendencia de los maestros de Santiago.) Parte X V II; Ms. copia (Parm a) ; Acad. IX. Estudio preliminar por M P en Acad. IX, xx-xxviii; re impreso en MP, Obras completas, XXXII, 154-164; A. Restori sobre Acad. IX, Ztft, X XVIII, 232. MP: “Con esta comedia empezó Lope de Vega a explotar los ricos anales de las órdenes militares, y no ciertamente para adularlas, puesto que cabalmente tres de las piezas más admirables de su repertorio trágico, Peribáñez y el co mendador de Ocaña, Los Comendadores de Córdoba y Fuente Ovejuna, versan sobre grandes desafueros e iniqui dades cometidos por caballeros y comendadores de las ór denes. Aún en la presente, escrita para glorificar a la Caballería de Santiago y a sus diez y seis primeros maes tres, no sale del todo bien librada la honestidad de D. Payo Correa; y eso que el poeta, conformándose con la tradi ción, le atribuye nada menos que el portento de haber de tenido al sol en su carrera para completar su victoria so bre los sarracenos, renovando la prodigiosa hazaña del cau dillo de Israel.” MB: 1596-1603. T Los Tellos de Meneses (Partes I y II. II: Valor, fortuna y lealtad de los Tellos de Meneses [H artzenbusch]; Valor, lealtad y ventura en las ediciones modernas.) I: Parte X X I; H. R. I.; Acad. VIL S, Valencia: Orga, 1769. II: H. R. I ; Acad. VIL S, Madrid: Sanz, s. a. S, Valencia: Orga, 1769. http://ir.uiowa.edu/uissll/ Die beiden Teil und Meneses (Partes I y II) en Histor isches Drama des Lope de Vega, Viena, 1899. Los Tellos de Meneses (Partes I y II) en Tomo II I : Lope de Vega, Obras dramáticas escogidas, edic. de E. Julia Martínez, M adrid: Hernando, 1935. Los Tellos de Meneses (Partes I y II) en Tomo I: Lope de Vega, Obras escogidas, edic. de F. C. Sainz de Robles, M adrid: Aguilar, 1952. Estudio sobre Les Tello de Meneses de Ernest Lafond, Étude sur la vie et les oeuvres de Lope de Vega, París: Librairie Nouvelle, 1857. Estudio preliminar por MP en Acad. VII, clv-cixxviii, reimpreso en MP, Obras completas XXXI, 215-241; A. Restori sobre Acad. VII, Ztft, XXVI, 499; Eva R. Price, “Los Tellos de Meneses of Lope de Vega Carpió,” MLF, XXI, núms. 3-4 (1936), 132-136; breve estudio sobre esta comedia de Eva R. Price, “ The Peasant Plays of Lope de Vega,” MLF, XXII, núms. 3-4 (1937), 214-219; Rennert y Castro alu den a otra recensión de la comedia de MünchBellinghausen, Über die älteren Sammlungen Spa nischer Dramen, pág. 154. MP: La acción se coloca en el reinado de D. Ordoño I de León, mas es poco o nada lo que hay en ella de his tórico. Lope, según toda probabilidad, tomó su materia de un poema por Da. Bernarda Ferreira de Lacerda, que pone la acción en el reinado de Ordoño II, y la asigna caprichosamente la fecha de 921. MB: I: 1620-28. II: 1625-30. http://ir.uiowa.edu/uissll/ El testimonio vengado P (La B arrera: Como se vengan los nobles.) Parte I; H. R. II I ; Acad. VIL Estudio preliminar por MP en Acad. VII, ccxlvii-cclvii; reimpreso en MP, Obras completas, XXXI, 342-354. MP: “Tomó Lope el argumento de esta comedia de la Crónica General, que en este, como en otros muchos capítulos, no hizo más que traducir al arzobispo D. R od rigo... Lo primero que ocurre pensar es que esta tradición es de origen poético, y que sería formulada en algún cantar de gesta antes de penetrar en los textos históricos... Pero la verdad es que ni don Rodrigo ni la General aluden a tal p o e m a ... Tal es esta comedia, muy irregular, pero grandiosa.. MB: 1596-1603. La tragedia del rey D. Sebastián y Bautismo del príncipe de Marruecos P (Una comedia titulada La pérdida del rey D. Sebastián fue representada ante la reina en octubre de 1622.) Parte X I; ms. copia (Parm a) ; Acad. XII. Estudio preliminar por M P en Acad. XII, cliii-clviii; re impreso en MP, Obras completas, XXXIV, 165-172; A. Restori sobre Acad. XII, Ztft, XXIX, 105. MP: “Tengo por históricas... todas las (escenas) que se re fieren a la conversión del príncipe y a su estancia en Andújar, donde pasa la acción de la segunda jornada. Los pormenores son tan precisos, que apenas dejan sospecha de in v ención ... Esta comedia, cuyos personajes llegan a 56, es, sin disputa, una de las más irregulares y desorde nadas que compuso.” http://ir.uiowa.edu/uissll/ u El último godo (El postrer godo de España) P 2 Parte V III: El postrer godo de España y Parte XXV: El último godo; Acad. VII. Estudio prelim inar por M P en Acad. VII, xxv-lxv; reim preso en MP, Obras completas, XXI, 30-86; A. Restori sobre Acad. VII, Ztft, XXVI, 488; un estudio analítico sobre El último rey godo, y La comedia de Bamba de Heinz, Herbrügge y Schulte, “ El arte dramático de Lope de Vega,” AUChile, CVIII, 80 (1950), 5-94. MP: Esta pieza, mucho más importante por el asunto que por la ejecución, es una especie de trilogía que en la primera jornada representa los amores de D. Rodrigo y la Cava; en la segunda, la venganza del conde D. Julián y la rota llamada hasta nuestros tiempos del Guadalete; en la ter cera los comienzos de la restauración de España por D. Pelayo, mediante el triunfo de Covadonga. Las tradiciones, ya fabulosas, ya históricas, sobre la con quista se dividen en dos grupos; uno de origen oriental, otro de origen español. Contienen las narraciones escri tas en Oriente una dosis mucho mayor de elementos fan tásticos: la historia aparece obscurecida allí por innume rables fábulas, y alterada por el tiempo y la distancia. Al contrario, las tradiciones musulmanas de España son mu cho más sobrias y de carácter más histórico. MB: 1599-1603 (quizás 1599-1600). V El valiente Céspedes P 2 Parte X X ; Acad. XII. S en Mus. Brit. http://ir.uiowa.edu/uissll/ Estudio preliminar por M P en Acad. XII, lxxi-xci; reim preso en MP, Obras completas, XXXIV, 53-81. MP: “Hay algo histórico en cada jornada: ( la .) los relatos episódicos de la coronación del emperador de Bolonia; los preparativos de la guerra de Alemania; las escenas de la batalla de Mühlberg y rendición del duque de Sajonia Juan Federico, y el episodio del villano que indicó al ejér cito imperial el vado de Albis. Cuenta de los muchos he chos de valor y fuerza del capitán Céspedes, de los cuales el más interesante es el de la puente de los barcos que le había robado Céspedes al enemigo. Todo lo restante es de pura invención, pero tan interesante y bizarra, que puede tomarse como prototipo de la comedia soldadesca o de cos tumbres militares del siglo xvi.” MB: 1612-15. El vaquero de Morana P ; P 2 Parte V III; Acad. VIL S (fragmentaria, de 48 págs.), Bruselas: Huberto Antonio Velpio, 1651. Estudio prelim inar por M P en Acad. VII, ccxxxix-ccxlvii; reimpreso en MP, Obras completas, XXXI, 332-341; A. Restori sobre Acad. VII, Ztft, XXVI, 505. M P: Lo único tradicional de esta comedia se comprende en los versos que rezan: No he visto cosa más bella En toda la tramontana, Que era la esposa de Antón, El vaquero de Morana. La fábula es de pura invención de Lope, quien tomó de la historia el nombre del rey D. Bermudo sin determinar cuál de los tres que así se llamaron. http://ir.uiowa.edu/uissll/ La Varona castellana P Estudio prelim inar por MP en Acad. V III, xxxviii-xliv; reimpreso en MP, Obras completas, XXXI, 397404; A. Restori sobre Acad. V III, Ztft, XXVI, 510; MP habla de un estudio de Grillparzer sobre esta comedia en Obras completas de éste. Tomo XVII, pág. 163. M P: “Hablando de esta pieza, dice Grillparzer que el primer acto está compuesto en la mejor manera de las crónicas dramáticas de Lope; que el segundo acto puede pasar, pero que el tercero es endiablado (ist vom Teufel). Hay exactitud en este juicio: las buenas escenas que hay en esta obra proceden de la historia generalmente: el dato pueril de las hazañas de la Varona podía dar muy poco de sí, pero hay que confesar que el poeta sacó todo el partido posible de este tipo, que en mano de un autor vulgar, de un Diamante o de un Cañizares, fácilmente hubiera degenerado en caricatura.” MB: 1597-1603. http://ir.uiowa.edu/uissll/ LAS COMEDIAS HISTORICAS, TRADICIONALES Y LEGENDARIAS DE AUTENTICIDAD DUDOSA http://ir.uiowa.edu/uissll/ http://ir.uiowa.edu/uissll/ La adversa fortuna de D. Bernardo de Cabrera Parte X X IX ; Acad. N III. Estudio preliminar por CM en Acad. N III, viii-xiii. CM: “El protagonista y casi todos los demás personajes de es tas dos grandiosas obras (se refiere también a La prós pera fortuna de D. Bernardo de Cabrera) son históricos; pero Lope se tomó bastantes libertades para aumentar el interés dramático. . . Es seguro que fué Zurita (Anales de Aragón, libro IX, caps, lii y lvii) la fuente en que Lope bebió las ideas primordiales de su drama, pues el gran cro nista aragonés describe con elocuentes pormenores aquel enorme crimen político.” MB: El texto probablemente no es de Lope. El alcalde de Zalamea Ms. copia (Parm a) Cat. Bib. Nac., nüm. 420; Acad. XII. S en Mus. Brit. e Ilchester. Der Richter von Zalamea en Tomo I I I : Klassisches Büh nendichtungen der Spanier, trad. Max Krenkel, Leip zig, 1887. http://ir.uiowa.edu/uissll/ Der Richter von Zalamea en Tomo II: Ausgewählte K o mödien von Lope de Vega, trad. W. v. Wurzbach, Strassburg: J. A. E. Heitz (Heitz und M ündel), 1918. Friedrich v. Schack, Geschichte der dramatischen Literatur und Kunst in Spanien, Frankfurt am Main, 1854, pág. 85 del apéndice; estudio prelim inar por M P en Acad. X II, clviii-clxxi; reimpreso en MP, Obras completas, XXXIV, 173-192; A. Restori sobre Acad. X II, Ztft, XXX, 500; Max Krenkel, Der Richter von Zalamea nebst dem gleichnamigen Stücke des Lope de Vega, Leipzig, 1887; G. Jünemann, “ Los dos Alcaldes de Zalamea: el de Lope y el de Cal derón,” RCSChile., XXXVII (1919), 194-202; M. Menéndez y Pelayo, “ El Alcalde de Zalamea,” BBMP, X (1928), 193-204; estudio sobre esta co media de Eva R. Price, “ The Peasant Plays of Lope de Vega,” MLF, XXII, núms. 3-4 (1937), 214-219. M P: “Basta leer El Alcalde de Z a la m e a ... para comprender que se trata de un drama profundamente histórico. Es claro que ni los documentos oficiales ni los historiadores consignan un hecho que les parecería de poca importan cia y de interés puramente doméstico: pero hablan, en ge neral, de los desafueros y tropelías de los soldados y de la dureza con que fueron reprimidos, y éste sería uno de tantos casos.” MB: El texto no es de Lope. Antonio Roca P (La muerte más venturosa) Ms. (¿copia, Ilchester?) y Cat. Bib. Nac., núm. 220; Acad. N I. Estudio prelim inar por CM en Acad. N I, xii-xiii. http://ir.uiowa.edu/uissll/ CM : “Lope respetaba bastante los hechos, leyendas o tradicio nes en que fundaba sus comedias. ¿Cómo ha de admi tirse que, sin razón ninguna, hiciese morir a su héroe en esta comedia sólo de dolor de sus delitos, cuando unos mi nutos antes se muestra el más empedernido pecador? An tonio Roca, terrible bandolero catalán de mediados del siglo xvi, era, efectivamente, clérigo, y, antes de su eje cución, fué degradado por el Obispo de Gerona, atenaceado ahorcado y descuartizado, en unión de su compañero Se bastián Corts. Mostró gran arrepentimiento de sus culpas en el cadalso, circunstancia que acaso aprovecharía Lope para dar patético desenlace a su o b r a ...” MB: El texto no es de Lope. Bernardo del Carpió (Parte II) Acad. N III. S en Mus. Brit. Estudio por CM en Acad. N III, xxvi-xxvii; R. Mitterer, Die Sage von Bernardo del Carpió im Spanischen Drama des XVI. und XVII. Jahrhunderts, W ürz burg, 1930. CM: “La co m ed ia ... es, en efecto, de la trilogía (Las moce dades de Bernardo del Carpió, El casamiento en la muer te, y ésta) que tiene por asunto los hechos hazañosos del legendario héroe asturiano.” MB: El texto no es de Lope. La defensa en la verdad Acad. N IV. S en Mus. Brit., Durán, Salvá y Parma. Estudio preliminar por CM en Acad. N IV, xvi-xvii. http://ir.uiowa.edu/uissll/ CM: “ . . . s e refiere a la época de la conquista de Portugal en tiempo de Felipe II. Al principio se cuenta extensivamente la gloriosa jornada de las islas Terceras contra la Armada del Prior de Ocrato, unida a la francesa, derrotadas por el Marqués de Santa Cruz. Es, además, el personaje prin cipal de la obra uno tan histórico como el insigne general Sancho de Á v i l a ...” MB: El texto no es de Lope. Don Juan de Austria en Flaudes Ms. copia (Parm a) ; Acad. XII. Estudio preliminar por M P en Acad. X II, cxxxi-cxxxix; reimpreso en MP, Obras completas, XXXIV, 136146. M P: “El argumento de esta pieza es, en gran parte, el mismo de la anterior (Los Españoles en Flandes), pero abarca mayor espacio y comprende mayor suma de aconte cimientos. . . La fidelidad histórica es grande, y si la co media valiera algo más de lo que vale, literariamente con siderada, sería muy fácil anotarla, mostrando su confor midad con las historias y relaciones del tiempo, y aún con lo que resulta de la propia correspondencia de D. Juan de Austria.” MB: El texto no es de Lope. La Estrella de Sevilla Ms. copia Bib. Imp. de Viena; H. R. I; Acad. IX. S en Mus. Brit., Parma e Ilchester. Der Stern von Sevilla en Stern, Scepter und Blume trad. E. F. F. Otto von der Malsburg, Dresden, 1824. La Estrella de Sevilla, edic. de Francis Sales, Boston, 1828. http://ir.uiowa.edu/uissll/ La Perle de Seville en Les chefs d’Oeuvre des théâtres étrangers, trad. Angliviel de la Beaumelle, Paris: chez Dufey, Libraire, 1829. Der Stern von Sevilla, trad. J. C. Zedlitz, Stuttgart: T ü bingen, 1830. La Estrella de Sevilla, edic. de Francis Sales, Boston, 1840. Der Stern von Sevilla en Tomo III: Handbuch der Spa nischen Literatur, trad. Ludwig Lemcke, Leipzig: Friedrick Fleischer, 1856. La Estrella de Sevilla, edic. de Francis Sales, Boston, 1857. U Etoile de Séville en Oeuvre dramatique de Lope de Ve ga, trad. M. Eugène Baret, Paris, 1869-70. La Estrella de Sevilla en Feliks Carpió Lope de Vega, Komedia Wybrane, trad. Julián Adolf Swiecicki, Varsovia: S. Lewental, 1882. La Estrella de Sevilla en Tomo I : Obras escogidas de ¡rey Lope Félix de Vega Carpió, edic. de Elias Zerolo, París: Garnier frères, 1886. LTEtoile de Séville, trads. Camille Le Senne et Guillot de Saix, Paris: Sausot, 1914. La Estrella de Sevilla, M adrid : Bib. de la Cultura Popular, 1915. The Star of Seville en The Chief European Dramatists, trad. P. M. Hayden, Boston: Houghton Mifflin, 1916. La Estrella de Sevilla, edic. de R. Foulché Delbosc, RH, XLVIII (1920). La Estrella de Sevilla, edic. de H. Thomas, Oxford: The Clarendon Press, 1923. La Stella di Siviglia, trad. Alfredo Giannini, Firenza: G. C. Sansoni, 1924. http://ir.uiowa.edu/uissll/ La Estrella de Sevilla, M adrid: Editora Internacional, (1924). La Stella di Siviglia, trad. G. Marone, Nápoles: Casella, 1925. La Estrella, de Sevilla, Berlín: Editora Internacional, 1925. La Stella di Siviglia, trad. G. Marone, Torino : Utet, 1933. The Star of Seville en Heath Readings in the Literature of Europe, trads. Tom Peete Cross y Clark H. Slover, Bostón: Heath, (1933). La Estrella de Sevilla, M adrid: Espasa Calpe, 1930. La Estrella de Sevilla, edic. de J. M. Ramos, M adrid: Hernando, 1934. La Estrella de Sevilla en Tomo IV: Lope de Vega, Obras dramáticas escogidas, edic. de E. Juliá Martínez, M adrid: Hernando, 1935. Der Stern von Sevilla, trad. H. Schlegel, Barcelona: Druck, Publicaciones O. Streit, 1935. The Star of Sevilla, trad. Henry Thomas, Newtown: The Gregynog Press, 1935. Peribáñez y el comendador de Ocaña, La Estrella de Se villa, Buenos Aires: Espasa Calpe, 1938. La Estrella de Sevilla, Buenos Aires: Sopeña, 1939. La Estrella de Sevilla, edic. de F. 0 . Reed y E. M. Dixon con una introducción por J. M. Hill, Bostón: Heath, 1939. La Estrella de Sevilla en Diez comedias del siglo de oro, edic. de H. Alpern y J. Martel, Nueva York y Londres: H arper Brothers, 1939. The Star of Seville en Chief Patterns of World Drama. . trad. William Smith Clark II, Bostón: Houghton Mifflin, (1946). The Star of Seville, trad. Sir Henry Thomas, Londres, 1950. http://ir.uiowa.edu/uissll/ La Estrella de Sevilla, en Tomo I : Lope de Vega, Obras escogidas, edic. de F. C. Sainz de Robles, M adrid: Aguilar, 1952. Estudio sobre L’Etoile de Seville de Ernest Lafond, Étude sur la vie et les oeuvres de Lope de Vega, París: Librairie Nouvelle, 1857 ; estudio de Louis de VieilCastel, Essai sur le théâtre espagnol, Paris, 1882, págs. 43-74; estudio prelim inar por MP en Acad. IX, xxxv-lxxvi; reimpreso en MP, Obras comple tas, XXII, 173-232; Anita Lenz, “Zu einer neuausgabe der Estrella de Sevilla” Ztft, XLIII, (1923), 92-108; S. G. Morley, “ The Missing Lines of La Estrella de Sevilla/’ RR, XIV (1923), 233-239; H. Seris, “La Estrella de Sevilla formerly attributed to Lope de Vega,” RFE, X III (1926), 303-304; E. Cotarelo y Mori, “La Estrella de Sevilla es de Lope de Vega,” RBAM, V II (1930), 12-24; S. E. Leavitt, “Apples of Hesperides in the Estrella de Sevilla ” MLN, XLV (1930), 314; A. F. Bell, “The Au thorship of La Estrella de Sevilla ” MLR, XXVI (1931), 97-98; Sturgis E. Leavitt, The ‘Estrella de Sevilla’ and Claramonte, Cambridge, 1931 ; C. E. Anibal, “ Observations on La Estrella de Sevilla HR, II (1934), 1-38; Leo Spitzer, “ Die Estrella de Sevilla und Claramonte,” Ztft, LIV (1934), 533588; J. L. Brook, “La Estrella de Sevilla ¡Admi rable y famosa tragedia!” BSS, XXXII (1955), 8 - 20 . MP cita a D. Nicasio Alvarez de Cienfuegos, redactor del Mercurio de España: “Al autor de esta tragedia le sucedió con los caracteres lo que con la acción: Quiso hacer una cosa, y le salió otra. Trató de hacer a D. Sancho bueno en el fondo, pero arre- http://ir.uiowa.edu/uissll/ batado, y D. Sancho salió malo esencialmente, y el más helado y flemático de todos los hombres. Crió a Roelas para héroe de magnanimidad, de generosidad, de valor y ternura, y el maldito del mozo se dió tan buena maña, que vino a ser duro, inhumano, ingrato, ruin, un asesino a pedir de boca. Por lo que hace a los alcaldes mayores de Sevilla, son un alma en dos cuerpos, tan parecidos en todo, que no dice Guzmán palabra ninguna que no pu diera venirle bien a Farfán de Ribera, y al contrario. Es trella es la única que tiene un carácter constante, bien explicado, muy interesante, muy trágico; en suma, Estre lla es toda la tr a g e d ia ...” Le Senne y de Saix en U Etoile de Séville: “Plusieurs passages de la pièce nous permettent de conclure d’après le nom historique de certains personnages comme Pedro de Caus l’alcade, (gouverneur) du château de Triana, près de Sé ville, que Lope de Vega n’a pas inventé de toutes pièces l’intrigue de sa tragi-comédie mais qu’il a fait emprunt aux traditions locales. La maison des Tabera subsiste encore, et l’on y montre aux curieux le nom des anciens maîtres écrit en lettres de fer sur la grille qui ferme l’entrée du patio, ainsi que la porte étroite et basse du ja r d in ... par laquelle l’esclave mauresque introduisit furtivement don Sancho el Bravo.” MB: El texto no es de Lope. Los jueces de Castilla P 2 Acad. VII (es la comedia de Moreto; la de Lope está perdida.) Estudio preliminar por M P en Acad. VIL clxxvii-clxxxix ; reimpreso en MP, Obras completas, XXXI, 242-257 ; P. Enríquez Ureña, “Los jueces de Castilla,” RFH, VI (1944), 285-286. En esta pieza es histórica la muerte de los condes de Castilla por mandado de D. Ordoño II, rey de León. http://ir.uiowa.edu/uissll/ Parte XXIV (Zaragoza, 1632 y 1633) ; Ms. copia (P a r ma) ; Acad. X II. Estudio prelim inar por MP en Acad. XII, lvi-lxxi; reim preso en MP, Obras completas, XXXIV, 32-52; A. Restori sobre Acad. X II, Ztft, XXX, 489; Marcos A. Morínigo, América en el teatro de Lope de Ve ga, Buenos Aires: Imprenta López, 1946, pág. 231. Marcos A. Morínigo: Otra vez aparece Cortés como personaje de Lope en la comedia La mayor desgracia . . . crónica dra matizada, no siempre fiel a la verdad histórica, de la frus trada empresa del emperador en Argel.” MB: El texto no es de Lope. El médico de su honra Osuna, tomo 133, hoy perdido. Fajardo: Parte XXVII, extravagante, Barcelona, 1633. Acad. IX. Estudio preliminar por MP en Acad. IX, cxxiv-cxxxii; reimpreso en MP, Obras completas, XXXII, 299310; A. Restori sobre Acad. IX, Ztft, X XVIII, 255; Frd. v. Schack, Geschichte der dramatischen Lite ratur und Kunst in Spanien, Frankfurt am Main, 1854; A. de Amezua, “ Un dato para las fuentes de El médico de su honra” RH (1909), 395-411; H. C. Heaton, “ On the Text of Lope de Vega’s El médico de su honra■ ” en Todd Memorial Volumes, Nueva York, I (1930), 201-209; Rennert y Cas tro mencionan otro estudio en MLR, III, 46. Los personajes de importancia histórica son el rey D. Pe- http://ir.uiowa.edu/uissll/ dro, y quizá, de menos importancia, D. Enrique, hermano de D. Pedro. MB: El texto no es de Lope. El milagro por los celos y Don Alvaro de Luna (En los últi mos versos: El milagro por los celos y excelente portu guesa.) Ms., Cat. Bib. Nac. núm. 2.161 atribuido a Lope (ms., Cat. Bib. Nac., núm. 2.162, se titula El milagro por los celos o Doña Beatriz de Silva, atribuido a Tirso de Molina, pero también de Lope.) ; Acad. X. S en Mus. Brit, e Ilchester, Bib. H. A. Rennert (Madrid: Sanz, 1733 y Barcelona, 1770.) Estudio preliminar por M P en Acad. X, xcviii-ci; reim preso en MP, Obras completas, X X X III, 87-90; A. Restori sobre Acad. X, Ztft, XXIX, 363; Rennert y Castro mencionan un estudio de P. Pastor, Nue vos datos, 226. M P: El carácter de D. Alvaro es histórico. “Lo que de histórico contiene esta obra es muy poco. Quizá estaría mejor en tre las comedias devotas.” MB: El texto probablemente no es de Lope. Los novios de Hornachuelos 2 Ms. copias Cat. Bib. Nac., núm. 2.391; Osuna, tomo 133; H. R. I l l ; Acad. X. S en Mus. Brit. Les nouveaux mariés de Hornachuelos en Extraits des plusieurs pièces du théâtre espagnol, M. Du Pe- http://ir.uiowa.edu/uissll/ rron de Castéra, Amsterdam: Wetsteins y Smith, 1738. Los novios de Hornádmelos, edic. de John M. Hill, RH, LIX (1923), 105-295. Los novios de Hornachuelos en Tomo I; Lope de Vega, Obras escogidas, edic. de F. C. Sainz de Robles, M a drid: Aguilar, 1952. Estudio preliminar por M P en Acad. X, xxiv-xxxix; re impreso en MP, Obras completas, XXXII, 401-421; A. Restori sobre Acad. X, Ztft, XXIX, 358. M P: “Ferreras primero y Berganza después, mostraron la inve rosimilitud y falta de fundamento del lance, en que nada hay cierto sino la estancia del rey en Burgos en 1394 y la prisión del duque de Benavente.” MB: El texto no es de Lope. El pleito por la honra o El valor de Fernandico Doze comedias nuevas de Lope de Vega, Carpió y otros autores, Barcelona, 1630. Ms. copia Cat. Bib. Nac., núm. 2.644; Acad. V III. S en Mus. Brit., Ilchester y dos distintas en Parma, una que parece madrileña y otra de Valladolid: Alonso de Riego, s. a. Estudio preliminar por MP en Acad. V III, lxxviii-lxxix; reimpreso en MP, Obras completas, XXXII, 40-41; A. Restori sobre Acad. V III, Ztft? XXVI, 513. M P: “La ridicula escena del pleito, erizada de términos foren ses, es imposible que Lope la escribiera de aquel modo. Pero al mismo tiempo se ve en la obra un tema intere sante y poético, aunque pésimamente manejado. La com http://ir.uiowa.edu/uissll/ petencia de honor entre el padre y el hijo, el litigio que éste suscita contra aquél para acrisolar la buena memo ria de su madre, que no juzga bastante satisfecha con la absolución del emperador al reo, la lucha de encontrados afectos que de todo esto nace, podían ser un germen de situaciones noblemente caballerescas, como lo fueron más adelante en manos de Cañizares.” MB: 1597-1603. MP: “Hay pocos versos dignos de Lope, y hay, en cambio, ta les desconciertos y necedades, que en conciencia es impo sible atribuírselos.” La próspera fortuna de D. Bernardo de Cabrera Doze Comedias de Lope de Vega Carpió. Parte veynte y nueue, Guesca: por Pedro Lusón, 1634. Acad. N V IÍI Estudio preliminar por CM en Acad.N V III, xli-xliv. CM*. “Esta comedia forma parte de la que se ha impreso en el tomo 111 de esta colección con el título de Adversa for tuna de Don Bernardo de C ab re ra .. MB: Si fuera de Lope, la comedia sería ¿1599?-1603: pero la consideramos muy dudosa. El mismo poeta, quizá Mira de Amescua, escribió ambas comedias sobre Bernardo de Cabrera. El rey D. Pedro en Madrid o el infanzón de Illescas La Barrera: Parte XXVII, extravagante, Barcelona, 1633. Parte XVII, 1621 (Bib. de Berlín) se encuentra esta comedia en vez de El hidalgo abencerraje. Parte V de Comedias de Calderón, Barcelona: A. de la Caballería, 1677. http://ir.uiowa.edu/uissll/ Ms. copia atribuido a Andrés de Claramonte, Cat. Bib. Nac., núm. 1.593; este es el texto publicado por M P en Acad. IX. El rey D. Pedro en Madrid y el infanzón de Illescas en Tomo I: Lope de Vega, Obras escogidas, edic. de F. C. Sainz de Robles, M adrid: Aguilar, 1952. Estudio prelim inar por MP en Acad. IX, cxlii-clxxvi; reimpreso en MP, Obras completas, XXXII, 325373; A. Restori sobre Acad. IX, Ztft, XXIX, 105. MP: En esta pieza Lope no sigue con fidelidad el fundamento histórico. “Pero como no hay libro malo que no tenga al guna cosa buena, este pésimo texto nos da entero un ro mance del cual en la refundición de Claramonte no que daron más que los primeros versos, y que importa bas tante por lo que toca al concepto de D. Pedro como rey justiciero, que está más ampliamente desarrollado en la comedia de las Audiencias.” MB: El texto no es de Lope. El valor de Malta Ms. copia Ilchester y Cat. Bib. Nac., núm. 3.409; Acad. XII. Estudio preliminar por M P en Acad. X II, xcix-cv; reim preso en MP, Obras completas, XXXIV, 92-99; A. Restori sobre Acad. XII, Ztft, XXX, 496. MP: “Pocos hechos tan heroicos registra la historia militar co mo la defensa que los caballeros de San Juan hicieron de su isla de Malta en 1565, a las órdenes del Gran Maestre Juan de la Valette, resistiendo cuatro meses de trinchera abierta, en que el ejército turco, sitiador, perdió 30,000 hombres, y 9,000 los cristianos defensores.” MB: El texto no es de Lope. http://ir.uiowa.edu/uissll/ Los Vargas de Castilla (Restori: Los tres Vargas) Fajardo: Parte XXVII, extravagante, Barcelona, 1633. Ms. copia Cat. Bib. Nac., núms. 3.422b y 420. Osuna, Tomo 133; Acad. X. Estudio prelim inar por M P en Acad. X, cvii-cx; reim preso en MP, Obras completas, X X X III, 397-404; A. Restori sobre Acad. X, Ztjt, XXIX, 364. MP: “De histórico no creo que tenga más que los nombres de D. Enrique IV y D. Juan II de A r a g ó n ...” MB: El texto nó es de Lope. http://ir.uiowa.edu/uissll/ COMEDIAS HISTÓRICAS, TRADICIONALES Y LEGENDARIAS EN LAS PARTES I-XXV http://ir.uiowa.edu/uissll/ http://ir.uiowa.edu/uissll/ PARTES Partes I-XXV (1604-1647) Parte I Valencia, 1604; Valladolid, 1604; Madrid, 1604; Zaragoza, 1604; Valencia, 1605; Valladolid, 1605; Lisboa ( ? ) , 1605; Amberes, 1607; Valencia, 1609; Valladolid, 1609; Bruselas, 1611; Milán, 1619; M adrid, 1621; Zaragoza, 1624; Zaragoza, 1626. El cerco de Santa Fe e ilustre hazaña de Garcilaso de la Vega. El hijo de Reduán. El casamiento en la muerte. La amistad pagada. La Comedia de Bamba. Parte II M adrid, 1609; Valadolid, 1609; Pamplona, 1609; Madrid, 1610; Barcelona, 1611; Valladolid, 1611; Bruselas, 1611; Amberes, 1611; Lisboa, 1612; Madrid, 1618; Madrid, 1621 (por la Viuda de Alonso Pérez de Montalván) ; http://ir.uiowa.edu/uissll/ M adrid, 1621 (por la Viuda de Alonso M artín [ ? ] ) ; Barcelona, 1630. El gallardo catalán. Los comendadores de Córdoba. Parte IV Madrid, 1614; Barcelona, 1614; Pamplona, 1614. El Nuevo Mundo descubierto por Cristóbal Colón. El asalto de Mastrique por el príncipe de Parma. Peribáñez y el comendador de Ocaña. Parte VI Madrid, 1615; Madrid, 1616; Barcelona, 1616. El duque de Viseo. Parte V II M adrid, 1617; Barcelona, 1617. Las paces de los reyes y judía de Toledo. Los Porceles de Murcia. El primer Fajardo. El Príncipe despeñado. La Serrana de la Vera. Parte V III Madrid, 1617; Barcelona, 1617. El más galán portugués, duque de Braganza. El vaquero de Morana. Parte IX Madrid, 1617; M adrid, 1618; Barcelona, 1618. La Varona castellana. Parte X Madrid, 1618; Barcelona, 1618; Madrid, 1620; Madrid, 1621. http://ir.uiowa.edu/uissll/ El galán de la Membrilla. Los Guanches de Tenerife y conquista de Canarias. El blason de los Chaves de Villalba. Parte XI Madrid, 1618; Barcelona, 1618. / El Príncipe perfecto, prim era parte (segunda parte, Parte X V III). La fortuna merecida. La tragedia del rey D. Sebastián y bautismo del príncipe de Marruecos. Parte X II M adrid, 1619. Fuenteo vejuna. Parte X III Madrid, 1620; Barcelona, 1620. El remedio en la desdicha. Los españoles en Flandes. Parte XIV Madrid, 1620; Madrid, 1621. La corona merecida. Pedro Carbonero. Las almenas de Toro. Parte XV Madrid, 1621, por Fernando Correa; M adrid, 1621, por la Viuda de Alonso Martín. La Santa Liga. http://ir.uiowa.edu/uissll/ Madrid, 1621; M adrid, 1622. Los prados de León. Parte XVII M adrid, 1621, por la Viuda de Alonso M artin; M adrid, 1621, por Fernando Correa de Montenegro; Madrid, 1622, por la Viuda de Alonso M artin; Madrid, 1622, por la Viuda de Fernando Correa. El primer rey de C astilla. El Sol parado. El hidalgo Abencerraje. Parte XV III M adrid, 1623. El Príncipe perfecto, parte segunda X I.) Las famosas asturianas. La campana de Aragon. (primera parte, Parte Parte X IX M adrid, 1623; Madrid, 1624; 1627. La inocente sangre. El conde Fernán González. La mocedad de Roldán. Carlos V en Francia. M adrid, 1625; Valladolid, Parte XX M adrid, 1625, por la Viuda de Alonso M artín; Madrid, 1625, por Juan González; M adrid, 1627; Madrid, 1629; B ar celona, 1630. Lo cierto por lo dudoso. http://ir.uiowa.edu/uissll/ Pobreza no es vileza. Arauco domado. El valiente Céspedes. El mejor mozo de España. Parte XXI Madrid, 1635. El mejor alcade el rey. El piadoso aragonés. Los Tellos de Meneses, parte primera. Parte XXII M adrid, 1635; Zaragoza, 1630. La primera información. La carbonera. Parte X X III Madrid, 1638. Las Batuecas del duque de Alba. Las cuentas del Gran Capitán. Porfiar hasta morir. La envidia de la nobleza. Parte XXIV Madrid, 1640. El labrador venturoso. Zaragoza, 1632 y 1633. La mayor desgracia de Carlos V y hechicerías de Argel. Zaragoza, 1641. El caballero de Olmedo. http://ir.uiowa.edu/uissll/ El bastardo Mudarra. Los Ramírez de Arellano. Zaragoza, 1647; (Madrid, 1640). El último godo. http://ir.uiowa.edu/uissll/ COMEDIAS HISTÓRICAS, TRADICIONALES Y LEGEN DARIAS EDITADAS POR HARTZENBUSCH EN LA BIBLIOTECA DE AUTORES ESPAÑOLES http://ir.uiowa.edu/uissll/ http://ir.uiowa.edu/uissll/ Comedias escogidas de Frey Lope Félix de Vega Carpió, edic. De Juan Eugenio Hartzenbusch, M adrid: M. Rivadeneyra. Tomo I, 1859: La Estrella de Sevilla ............................. ...................... La corona merecida ..................................................... La niña de plata ............. .............................................. Lo cierto por lo dudoso ............................................... El mejor alcalde el Rey ............................................ Los Tellos de Meneses (Parte I) ............................. Los Tellos de Meneses (Parte II) ............................. 137 227 273 453 475 511 531 Tomo II, 1855: El caballero de Olmedo ............................................... 367 Tomo III, 1857: El guante de Da. Blanca ............................................ La campana de Aragón ............................................ Porfiar hasta morir ........................................................ El remedio en la desdicha .......................................... Peribáñez y el comendador de Ocaña . .................. Los novios de Hornachuelos ........................................ El duque de Viseo .......................................................... http://ir.uiowa.edu/uissll/ 17 35 95 133 281 387 421 Las famosas asturianas ................................................. Las paces de los reyes, y judía de Toledo . . . . . . . . El mejor mozo de E s p a ñ a ............................................ Fuente Ovejuna .............................................................. 465 567 609 633 Tomo IV, 1860: El Príncipe El Príncipe Pobreza no La inocente Los Prados El Marqués perfecto (Parte I) ............................... perfecto (Parte II) ........................... . es vileza ..................................................... sangre .......................................................... de León ..................................................... de las Navas ............................................ http://ir.uiowa.edu/uissll/ 93 117 233 349 433 499 COMEDIAS HISTÓRICAS, TRADICIONALES Y LEGEN DARIAS EDITADAS POR MENÉNDEZ Y PELAYO EN LA PRIMERA EDICIÓN DE LA ACADEMIA http://ir.uiowa.edu/uissll/ http://ir.uiowa.edu/uissll/ Obras de Lope de Vega publicadas por la Real Academia Es pañola, edic. de Marcelino Menéndez y Pelayo. M adrid: Sucesores de Rivadeneyra. 1890-1914 Tomo VIL 1897: La amistad pagada ............................... Comedia de B a m b a ................................. El último godo ...................................... Las doncellas de S im a n c a s.................... Los prados de L e ó n ................................. Las famosas astu ria n a s........................... Las mocedades de Bernardo del Carpió El casamiento en la muerte ................ Los Tellos de Meneses ........................... Valor, fortuna y le a lta d ........................ Los jueces de Castilla .................... El conde Fernán González .................. El bastardo Mudarra ............................. Los Benávides .......................................... El vaquero de M orana............................ El testimonio vengado .......................... 3 39 73 113 141 185 221 257 363 415 461 505 549 595 Tomo V III, 1898: El labrador venturoso ................................................... http://ir.uiowa.edu/uissll/ 3 El primer rey de Castilla ............................................ Las Almenas de T a r o ..................................................... El Príncipe d e sp e ñ a d o ................................................... El hijo por engaño y toma de T o le d o ...................... La Varona ca stella n a..................................................... La Campana de A r a g ó n ................................. ............... El mejor Alcalde, el R e y ............................................... La desdichada Estefanía ............................................... El pleito por la honra o el valor de Fernandico . . . El valeroso Catalán .......................................................... El Caballero del Sacramento ...................................... La lealtad en el a g r a v io .......................................... .. Las paces de los Reyes y Judía de T o le d o ................ La Corona m e r e c id a ....................................................... La reina Da. María ....................................................... 39 119 161 203 249 2^5^ 329 365 401 447 487 52 561 603 Tomo IX, 1899: Las dos B an doleras............. ..................................... El Sol p a r a d o .................................................................... El Galán de la M e m b r illa ............................................ La Estrella de S e v illa ..................................................... La inocente sangre .......................................................... El guante de Da. B la n c a ............................... ............... La fortuna m e r e c id a ....................................................... Lanza por lanza, la de Luís de A lm a n z a .................. La Niña de plata ................................. .......................... Lo cierto por lo d u d o s o ................................................. El Médico de su h o n r a ................................................... Audiencias del rey D. P e d r o ........................................ El rey D. Pedro en Madrid ........................................ La Carbonera .................................................................. Los Ramírez de A r e lla n o ............................... ............... La primera in form a ció n ................................................. http://ir.uiowa.edu/uissll/ 1 39 81 127 161 207 243 287 319 365 4Qí* 441 475 521 555 595 Tomo X, 1899: El primer F a ja r d o ....................................................... Los novios de Hornachuelos .................................... Porfiar hasta, n w r i r ..................................................... . . Peribáñez y el Comendador de O c a ñ a .................. El caballero de Olmedo ............................................ El milagro por los celos y D. Alvaro de Luna . . . La paloma de Toledo ................................................. El piadoso aragonés ................................................... Los Vargas de C a s tilla ............................................... El mejor mozo de E s p a ñ a ........................................ .. El más galán portugués, Duque de Verganza El Duque de V i s e o ..................................................... El Príncipe perfecto (Parte I ) ................................. El Príncipe perfecto (Parte II) ............................... Fuente O v e ju n a ............................................................ .. 1 41 73 10Y 149 187 213 247 285 325 367 403 445 489 529/ Tomo XI, 1900: La envidia de la n o b le z a .............................................. El Hidalgo Bencerraje ................................................... El Hijo de R e d u á n ......................................................... Pedro C a rb o n ero .............................................................. El remedio en la d e s d ic h a ............................................ Los hechos de Garcilaso de la Vega y moro Tarje El Cerco de Santa F e ..................................................... Los Comendadores de C ó r d o b a ................................... Los guanches de Tenerife y conquista de Canaria . . El Nuevo Mundo descubierto por Cristóbal Colón .. Las Cuentas del Gran Capitán ................................... El Blasón de los Chaves de V illa lb a .......................... La contienda de Diego García de P a r e d e s ............... Las Batuecas del Duque de Alba ..............................., Los Por celes de M u r c ia ................................................ http://ir.uiowa.edu/uissll/ 1 39 85 125 165 20>^ 229 2 .^ 301 341 381 421 461 503 541 La Serrana de la Vera ................................................. 1 La pérdida honrosa y caballerosa de San Juan . . . 45 El cerco de Viena por Carlos V ................................. 85 Carlos V en Francia ..................................................... 117 La mayor desgracia de Carlos V y hechicerías de A r g e l........................................................................... 151 El valiente C é sp e d e s....................................................... 187 El Aldegüela ..................................................................... 231 El valor de M a l t a ............................................................ 277 La Santa L i g a .................................................................. 315 Los españoles en F la n d e s.......................................... 353 Don Juan de Austria en F la n d e s ............................... 397 El asalto de Mastrique por el Príncipe de Parma . . 435 Pobreza no es v i l e z a ....................................................... 477 La tragedia del rey D. S e b a stiá n ............................... 519 El Alcalde de Z a la m e a .................... ............................. 5 & S Arauco domado .................. .............................................. 597 Tomo X III, 1902: El Marqués de las N a v a s .............................................. La nueva victoria del Marqués de Santa C r u z ......... El Brasil restituido .......................................................... La nueva victoria de D. Gonzalo de C ó r d o v a ........... Diálogo militar ................................................................ http://ir.uiowa.edu/uissll/ 1 33 75 107 145 COMEDIAS HISTÓRICAS, TRADICIONALES Y LEGEN DARIAS EDITADAS POR COTARELO Y MORI Y OTROS EN LA NUEVA EDICIÓN DE LA ACADEMIA http://ir.uiowa.edu/uissll/ http://ir.uiowa.edu/uissll/ Obras de Lope de Vega publicadas por la Real Academia Es pañola, edic. de Emilio Cotarelo y Mori y otros, M adrid: Tip. de la “ Rev. Arch., Bibl. y Museo,” 1916-1930. Tomo I, 1916: El Alcaide de M a d r id ..................................................... Antonio R o c a ..................................................................... 547 660 Tomo III, 1917: El Abanillo ....................................................................... La adversa fortuna de D. Bernardo de Cabrera . . . Bernardo del Carpió / / .......................................... .. 1 61 645 Tomo IV, 1918: La defensa en la v e r d a d ............................................... 422 ' Tomo V III, 1930: Pedro de U rd em alas....................................................... La próspera fortuna de D . Bernardo de Cabrera . . . 392 637 Tomo XI, 1930: Los Guzmanes de Toral ............................................... Las hazañas del C i d ....................................................... http://ir.uiowa.edu/uissll/ 1 37 Se acabó de imprimir este libro el día 20 de enero de 1958, en los talleres de B. Costa-Amic, Mesones 14, de la C. de México. — Cuidó de la edición Sebastián Ortiz. Tiraje: 500 ejemplares. http://ir.uiowa.edu/uissll/