Rugby, cien por ciento adrenalina

Transcripción

Rugby, cien por ciento adrenalina
RUGBY, 100 POR CIENTO ADRENALINA
El rugby se practica desde hace aproximadamente 20 años en el país. Los seguidores de
esta disciplina van aumentando a medida de que se da a conocer más entre jóvenes de
todas las edades y estratos sociales.
Por Diana Mórtigo Vélez
Un letrero que decía “Rugby, cien por ciento adrenalina” y una convocatoria en la
Alianza francesa en Medellín fueron de los primeros pasos que dieron en este
deporte los que ahora son pioneros del rugby en Colombia. Siguieron los pasos de
los ingleses que jugaban en colegios privados y son reconocidos como los
precursores en el mundo.
La historia se remonta a Inglaterra, en 1823, durante un partido de futbol, donde a
William Webb Ellis, uno de sus jugadores y estudiante del Colegio de Rugby, se le
ocurrió coger el balón con la mano, salir corriendo y anotar un gol; en honor a este
jugador, la copa que gana el campeón mundial lleva su nombre. En ese momento
el juego fue conocido como fútbol mano, pero con el tiempo y para evitar
similitudes, se decidió cambiar el nombre y desde ahí es reconocido como Rugby.
Después de muchos años de su existencia, llegó a Colombia tan solo hace 18
años, cuando en 1993 Hans Rauch un joven paisa se fue para Estados Unidos y
allá lo aprendió, lo practicó y a su
regreso al país lo impuso como
una moda entre los universitarios
antioqueños de la época.
Según
el
portal
de
Internet
educar.org se asegura que el
rugby moderno, al igual que el
fútbol, son una evolución directa
del
fútbol
medieval
británico,
Este es el primer equipo en Colombia. Hans Rauch, en el
círculo, fue quien lo impuso como moda en las universidades.
también
Foto: Diana Mórtigo
carnaval”, un juego de pelota
llamado
“futbol
de
violento y reiteradamente prohibido, de reglas sumamente variables, que se
practicaba popularmente en las Islas Británicas durante el Medioevo europeo, en
el que se usaban tanto las manos como los pies, así como la fuerza para detener
a los competidores.
Los primeros torneos que se realizaron no tuvieron mucha acogida por el
desconocimiento del juego, pero con los años y la incursión en otros países
europeos empezó a tomar fuerza, a crear métodos y un reglamento para seguir
una conducta apropiada en cada partido. Así mismo, se creó la International
Rugby Board en 1886, para que fuera el máximo ente de este deporte y las 96
federaciones asociadas en todo el mundo; su máxima labor es realizar la Copa
Mundo, cada cuatro años.
El primer mundial que se realizó fue en 1987 en Nueva Zelanda, quien también fue
el ganador con los All Blacks al vencer a Les Bleus de Francia 29 – 9.
Coincidencialmente, la Copa Mundo que terminó el pasado mes de octubre tuvo
como figuras a los mismos equipos de la primera final, pero esta vez, el resultado
solo fue
9 – 8 a favor de los neozelandeses. Los Tucanes, la selección
colombiana no han tenido la oportunidad de participar, pues en el país hace muy
poco es reconocido y federado.
Las personas que desde ese
tiempo lo practican, aseguran que
es un deporte que les da vida y
que los hace sentir completos,
útiles y activos.
Carlos Tejada, fundador de este
deporte desde 1993 asegura que,
“no es como el voleibol que uno
solo toca el balón un par de veces
Carlos Tejada, jugador y entrenador de rugby, es uno de
los pioneros de esta práctica.
Foto: Diana Mórtigo
y ya, el rugby te permite correr, lanzar y pensar en jugadas que ayuden a ganar al
equipo”.
Tejada, quien ha sido entrenador en colegios, como el Gimnasio Moderno, de
equipos profesionales como “Carneros” de la Universidad de los Andes y de la
Selección Colombia “Los Tucanes”, asegura que desde sus primeras prácticas se
dio cuenta que esa podía ser la forma de ganarse la vida, a pesar de haber
terminado Ingeniería de Producción, en la Universidad EAFIT, en Medellín.
Ahora, después de 18 años de experiencia, afirma que es muy importante cultivar
al jugador desde pequeño, pues así desarrolla su potencial y permite que le tome
más cariño al deporte y lo practique por convicción. “Al jugador hay que motivarlo.
Uno como entrenador debe tomar un rol de psicólogo para saber cómo llegarle. No
a todos les sirven los mismos mensajes, pero lo que sí tienen que conocer con
certeza es que la clave del éxito está en el juego en equipo, de lo contrario, las
victorias son nulas” afirma.
No es fácil para quienes lo
quieren
practicar
pues
esto
genera un cambio en el estilo de
vida, ya que se dejan atrás
muchas cosas debido a que los
entrenamientos
y
partidos
necesitan tiempo y dedicación.
Las fiestas, los amigos y la
familia, en muchas ocasiones,
En un partido de
el juego en equipo.
rugby
lo
más
importante
es
pasan a otro plano.
Foto: Diana Mórtigo
Además deben empezar a adquirir el vocabulario apropiado para el juego.
“Tacklear”, o enviar al piso al oponente que tiene el balón, hacer un “Scrum” o
mejor, pelear por el balón en equipo después de una falta. Crear un “Drop kick” o
lograr que el balón entre en el arco, que tiene forma de H, mediante una patada y
que solo toque una vez el piso.
El deporte aún es aficionado en este país.
La
práctica
aumentó
en
diferentes
universidades como Los Andes, La Sabana,
San Buenaventura, Rosario, entre otras, y
crearon sus clubes que están adscritos a la
Liga de Rugby de Bogotá. Pero al ver que
cada día aumentaban los practicantes, que
se empezaba a ver el gusto por esta
disciplina
y
la
necesidad
de
crear
asociaciones que nos representaran a nivel
internacional; entonces se organizaron otras
Andrés Roberto Gómez, actual presidente de
la Federación Colombiana de Rugby dio vida
a esta entidad en 2010.
Foto: Diana Mórtigo
ligas;
en
la
actualidad
hay
cinco
asociaciones reconocidas por la Federación
(Bogotá, Medellín, Cúcuta, Bucaramanga, Pereira).
Hace 5 años, en 2006, un grupo de esos aficionados (Andrés Gómez, Luis Manuel
Salazar, Harold Ortega, Efraín Paz y Atahualpa Quintero) decidieron dar el gran
paso de reunir los requisitos necesarios para conformar la Federación Colombiana
de Rugby, que asociaría las ligas existentes en el país.
La idea de estos cinco personajes se logró hasta septiembre de 2010 cuando fue
oficialmente constituida, en cabeza de Andrés Gómez, y con una Selección
Colombia creada con los mejores jugadores de los equipos universitarios, la cual
se llamó Los Tucanes y que en este momento hace parte de la categoría B.
Gómez, presidente de la Federación, es consciente de que son un equipo con
todas las capacidades físicas y los conocimientos necesarios para estar dentro de
los mejores del mundo; por eso, busca ser la sede de diferentes torneos de
categoría B, como lo fueron en octubre con los suramericanos, “eso nos permitirá
mostrarnos y subir nuestro nivel de juego y en futuro seis u ocho años competir en
un nivel superior contra los mejores del continente, como lo son Los Cóndores
(chile), Los Teros(Uruguay) y porqué no pensar en un equipo desarrollo de
Los Pumas de Argentina, donde este deporte se practica desde hace más de 100
años, ellos ya son otro nivel pertenecientes al Tier one”, afirma.
El rugby se veía como un deporte más traído del extranjero, practicado
principalmente por personas pudientes y del cual no se esperaba mayor acogida.
Sin embargo, en Medellín, sede de la Federación y centro de mucha violencia
entre comunas, de líneas de poder invisibles y de una brecha inmensa entre
pobreza y riqueza se vio la posibilidad de hacer una cancha profesional de rugby
que se podría usar las 24 horas del día con las mejores condiciones y como nos
gusta a todos los colombianos, gratis.
El único problema que se veía para
la creación de este espacio era el
lugar donde sería construido. El
barrio Castilla, cuna del ex arquero
colombiano y autor del escorpión
René Higuita, sería el sitio utilizado
para
tal fin.
Para
quienes no
conocen Medellín, Castilla es una
de las comunas más peligrosas al
Día de la inauguración del Polideportivo. En la foto el
alcalde Alonso Salazar y el ex arquero René Higuita.
noroccidente de la ciudad, donde
existen los límites territoriales de
Cortesía Fecorugby
posesión
de
las
bandas
delincuenciales, en otras palabras, si pasas la calle, de un momento a otro,
podrías resultar amenazado, envuelto en una riña, o en el peor de los casos
muerto. Aún así, es una zona de empuje y desarrollo.
El tema resultó complicado, pero continuaron el proyecto y en octubre de 2010 se
inauguró el Polideportivo José René Higuita, el cual cuenta con canchas múltiples,
un auditorio y por supuesto, la cancha de rugby. Como este deporte lo
practicaban, en su mayoría, estudiantes universitarios, se pensó en una especie
de rugby social, una idea que surgió en París, donde se busca que las personas
menos favorecidas también tengan acceso; pues de la misma forma se
implementó en este país donde esas personas “menos favorecidas” son la gran
mayoría. Así que se pensó que esta actividad, mediante escuelas deportivas,
podría lograr algunos cambios en la sociedad paisa y así ha sido, pues en este
momento, en los barrios con problemas de violencia social se ha empezado a ver
la “amistad” y sobre todo el respeto entre rivales zonales.
José Manuel Diosa la figura emblemática
del rugby social,
tuvo
que
enfrentar
durante su juventud la problemática social
de su barrio. Diosa, de 21 años, es de
esos jóvenes que por las dificultades
económicas le era difícil mantener una
vida
académica
estable.
No
había
terminado el bachillerato y no existía la
más mínima posibilidad de que accediera
a una universidad. Conoció este deporte,
le interesó y, gracias al Inder, vio en éste
una forma de vida; actúa como entrenador
de
las
escuelas
populares
y
está
Diosa es uno de los mejores jugadores de la
Selección “Los Tucanes”.
Foto: Diana Mórtigo
terminando su carrera de Preparador
Físico. Con empeño y sacrificio se ha convertido en el jugador más admirado de
Antioquia por todos sus compañeros de equipo. Sin duda alguna, Diosa es un
claro ejemplo de superación en una ciudad que no le ofrecía mayores
oportunidades.
“Yo vivo muy encariñado con el deporte. Para mi ser rugbier me cambió la vida,
me ha dejado muchas enseñanzas, aprendí a ser un caballero tanto en la cancha
como en la calle, entendí que no todo en la vida es dinero ni poder, también existe
el respeto por la gente; esto es lo que intento enseñarle a los niños que están
comenzando”, asegura Diosa.
Pero como él mismo dice, “con el rugby se me apareció la virgen y hace un par de
semanas firmé un contrato con Gatorade para ser la imagen de ese deporte”. Con
este patrocinio gana un apoyo económico para su preparación deportiva, además
le garantiza la hidratación de todos los productos de esa compañía, uniformes de
presentación e incentivo extra económico por resultados deportivos en eventos del
ciclo olímpico o suramericanos de mayores de rugby en quinces o seven’s.
Unidos por la misma causa
Jorge Bernardo Laurencena, un argentino,
amante de esta práctica desde los seis años,
quiso trabajar en este país por el surgimiento
de su deporte favorito, además si hay algo
que lo apasione es ver a los niños ilusionados
y deseosos por aprender algo nuevo, que los
ayudará a formarse como deportistas y como
mejores personas.
Por eso él decidió aportar sus conocimientos
para llevar a cabo el proyecto del rugby
El argentino Jorge Laurencena en medio de
las camisetas de la Liga de Medellín.
Foto: Diana Mórtigo
social, lo cual ha sido fácil, pues según lo asegura, “la masificación hace que el
rugby lo jueguen todos y no es un condicionamiento tu estrato para que juegues.
Además, lo más importante en este deporte es que el componente de valores se
ponga en práctica, que eduquen al deportista y te permitan minimizar las
desigualdades sociales y se olviden al momento de entrar a una cancha de rugby”,
puntualiza.
En el mundo, el rugby de inclusión
social existe y se realiza con el apoyo
del gobierno nacional; París, es una de
las ciudades ejemplo que fomenta esta
actividad con el ánimo de que se vea
En constante actividad permanece ahora la cancha
sintética, en Castilla.
Foto: Diana Mórtigo
más allá del esfuerzo físico una filosofía de vida que haga mejores personas y que
en un futuro se saquen frutos de esta práctica. “Es una realidad que se vive en
todo el mundo y la brecha social en algunos países es inmensa, pero el fin último
es trabajar en el tema de la masificación, por eso es que nos interesa que sigan
integrados y que desde el deporte logremos nuestra meta: que todos seamos
mejores personas que la finalidad principal del rugby”, agrega Laurencena.
Todo, hasta el momento, suena muy lindo. Sin embargo, Mauricio Henao Oficial
de Desarrollo Nacional y con 15 años de experiencia, con su vozarrón, nos trae a
la tierra con su comentario: “El mal llamado rugby social en Colombia no existe.
Esa es la realidad con la que se
vive en la cotidianidad y lo que se
está haciendo es acoplando las
actividades a esa situación. No se
puede pretender hablar de un
deporte social en un entorno
donde el 95% de la población vive
con lo justo. “Rugby social” solo
es un nombre que se le dio a las
actividades
que
se
están
realizando.”
El arenal que se convirtió en la cancha sintética de rugby en el
barrio Castilla.
Cortesía: Fecorugby
Los
escenarios
deportivos
en
Colombia para la práctica profesional de este juego no existían; las canchas de
futbol tapaban ese hueco generado por la inexistencia de un lugar exclusivo para
esta disciplina. Por fortuna la masificación de este deporte permitió que el
gobierno antioqueño se diera cuenta del impedimento, al ver que los casi siete mil
practicantes de este deporte, debían compartir los espacios destinados a otras
actividades o simplemente se apropiaban de un parque por unas horas y hacían
uso de éste para su entrenamiento.
Debido a esto, Inder Medellín decidió invertir recursos públicos para crear un
espacio propio para la práctica de este deporte. Alfonso Salazar el recién
nombrado alcalde en esa época, se comprometió a sacar adelante el proyecto de
la cancha profesional para rugby. Es un terreno con todas las especificaciones
necesarias para el desarrollo de esta actividad y con la calidad exigida para los
encuentros internacionales.
La
primera
sintética
de
cancha
rugby
de
Latinoamérica, en la que
se
invirtieron
10
mil
millones de pesos, estuvo
lista para el 21 de octubre
de 2010 y preparada para
una labor que no se había
planeado: que la brecha
entre ricos y pobres se
minimizara y para que los
jóvenes de las diferentes comunas se alejaran de vicios y drogas, todo mediante
un juego.
Diego Ángel Mejía, subdirector de escenarios deportivos y Recreativos de Inder
Medellín aseguró que “nos ha significado mejoras en la administración, ahora hay
mayor actividad, debido a que no es sólo la cancha de rugby sino también cancha
de fútbol, fútbol-7, tejo y un gimnasio al aire libre y todas generan trabajo. Cada
uno de estos espacios representa nuevos torneos con universidades, escuelas
deportivas y particulares que quieran hacer uso del polideportivo.”
“Sin embargo, señala Mejía, ha sido una sorpresa total para nosotros el buen uso
que le han dado a la cancha sintética, pues se convirtió en el centro de reunión
donde confluyen personas de todos los estratos: humildes, clubes, universitarios y
se juntan todos para jugar rugby. Y lo tienen claro, pues no hay esa diferenciación
que, de pronto, en la calle si se tiene.”
Mujeres tackleando
Este
deporte
seguidoras,
y
también
no
tiene
precisamente
haciendo barra, sino jugando, pues
tiene una gran acogida entre el
género femenino.
Margarita
Correa
capitana
del
equipo Carneros, de la Universidad
de los Andes, asegura que “para
una persona que ingresa a un
equipo de rugby y hace parte de
Las mujeres han demostrado que aman este deporte.
Foto: Cortesía de Carolina Fernández
esa gran familia, lo que está haciendo es un compromiso (voluntario) de cambiar
su forma de ser y forma de ver las cosas para vivir experiencias que el deporte le
ofrece tanto en la cancha como fuera de ella.
“Mago”, como le dicen de cariño, y muchas otras niñas que practican rugby, han
cambiado su estilo de vida. Se han vuelto más disciplinadas, han mejorado su
alimentación y ahora distribuyen mejor su tiempo. “Para mí el rugby es:
compromiso, lealtad, familia”, puntualiza.
No todo es color de rosa. La incursión de las mujeres en esta disciplina ha
generado muchas reacciones. Diana Tangarife entrenadora de la Selección
Colombia Femenina de Rugby considera que ser rugbier en una ciudad como
Medellín es más difícil que derribar al rival. “Siempre te tildan de ser homosexual,
por la rudeza que se maneja en este deporte. Hasta nuestros mismos
compañeros no entienden que solo tenemos amor por esta disciplina”.
Sin embargo, y digan lo que digan, estas mujeres le han dado muchas
satisfacciones a esta práctica pues en los torneos en os que han participado, han
dejado el nombre de Colombia en los primeros lugares, lo que permite pensar en
que el país logre conseguir un cupo en los Juegos Olímpicos futuros.
La gran tradición: el tercer tiempo
Es costumbre de este deporte en el
mundo celebrar después de sus
partidos, porque como ellos dicen:
“el rugby sin cerveza no es lo
mismo”.
El
sitio
de
encuentro
habitual es algún pub en la ciudad
que, en la mayoría de las ocasiones
son sus mismos patrocinadores. En
En la celebración y premiación de un torneo.
Carneros Campeón. Oscar Bonilla, Alex Ruda, Carlos
Tejada, Pablo Lemoine, Andrés Pinilla y Daniel de Castro.
Foto: Diana Mórtigo
Bogotá, The Pub, Bogotá Beer
Company
y
Monkey
Pub,
principalmente, son los bares que
acogen a estos jugadores.
Berny Silverwasser empresario de pubs, aseguró que es una tradición muy
marcada en Europa encontrar en estos sitios jugadores de rugby los fines de
semana. “Acá en Colombia, nosotros hemos querido crear esa cultura. Es por eso
que acogimos a Carneros desde 1999, los patrocinamos y los esperamos cuando
tienen torneos para que celebren el tercer tiempo, ellos siempre tienen su espacio
reservado”.
Por lo general, hablan del partido mientras toman cerveza y cantan tonadas
referentes al rugby, hacen juegos y ponen penitencias. Es un rato de
esparcimiento y diversión, todo dentro de los valores principales que abandera el
deporte.
Una de las anécdotas que recuerda Jorge Laurencena fue un encuentro que se
organizó después de la final de un torneo realizado. Como los jugadores eran
niños se pensó en un tercer tiempo donde en vez de compartir licor, lo hicieran
con choripan y gaseosa. “Para ellos era como la final de un mundial y al momento
de compartir, hablaban de las jugadas, aciertos y desaciertos de cada uno, como
los más profesionales, olvidándose de las diferencias sociales”.
Todos los jugadores están de acuerdo con que el rugby es el deporte más
completo que han podido conocer. Es una práctica en la cual se pueden divertir
como niños, jugando como hombres.

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