ESPECIAL Fiesta del médico 2007 - Colegio Oficial de Médicos de

Transcripción

ESPECIAL Fiesta del médico 2007 - Colegio Oficial de Médicos de
DE SALAMANCA
REVISTA DEL COLEGIO OFICIAL DE MÉDICOS
N_ 24 AGOSTO - SEPTIEMBRE 2007
Medicina y Humanidades
ESPECIAL
Fiesta del médico 2007
análisis
Enhorabuena
JUNTA DIRECTIVA
Comisión permanente
Presidente
Manuel Gómez Benito
Vicepresidente 1
Santiago Santacruz Ruiz
Vicepresidente 2
Juan Manuel García Paíno
Secretario
Santiago Pérez González
Vicesecretario
Rubén García Sánchez
Tesorero contador
José María Blanco Pedraz
Secciones
Médicos de At. Primaria
Valentín Alberca Herrero
Médicos Titulares y Rurales
Máximo Domínguez López
Médicos de Hospitales
Mª Fernanda Lorenzo Gómez
Médicos de Ejercicio Libre y
Asistencia Colectiva
Gumersindo Rodríguez Vicente
Médicos No Asistenciales y/o
en Situaciones Especiales
José Antonio Mirón Canelo
Médicos en formación
Victoria Martín Gómez
Médicos Jubilados
Leandro Benito García
Médicos en Desempleo
Jernónimo Regojo Fernández
Como es habitual y de justicia, todos los años con motivo de la Festividad de
nuestra patrona la Virgen del Perpetuo Socorro celebramos la fiesta en la que
nombramos colegiados honoríficos a los médicos que se jubilan. La ocasión
merece que se haga con toda solemnidad, con sumo respeto y todo envuelto
en la mayor alegría. Al finalizar el acto colegial de imposición de insignias, tengo la satisfacción de dirigirme a médicos y familiares en mi nombre y en el de toda la Junta Directiva y les dedico unas palabras con el mayor cariño y envueltas en un ambiente de fraternidad, atreviéndome a aconsejar una forma de vida que haga más plena la etapa que
comienzan. Por eso estas breves palabras que les dirigí quiero que lleguen a todos los
colegiados y que cada cual las valore y tal vez las utilice como una actitud ante la azarosa vida que nos vemos obligados a tener.
Releyendo hace unos días la oración de Maimónides, me llamaron especialmente la
atención la primera y la última rogativas cuando ya en mi mente bullía el preparar las palabras que os iba a dirigir en el día de la Patrona, con motivo de vuestro nombramiento como
Colegiados Honoríficos.
Dicen así: Oh Dios, llena mi alma de amor por mi arte y por todas las criaturas.
La segunda reza: Que pueda hoy descubrir en mi saber cosas que ayer no sospechaba, porque el arte es grande, pero el espíritu del hombre puede avanzar siempre más adelante.
El profesor Juan Luís Arsuaga, antropólogo, en su conferencia escrita y publicada, titulada “El origen de la enfermedad” dice: se puede hallar belleza en la enfermedad, gracias
a los cuidados que los humanos nos prestamos unos a otros; en la solidaridad que provoca. La enfermedad es la consecuencia del amor; es otra forma más espiritual y más humana de belleza.
¡Qué cerca habéis estado vosotros de esto! Es más, habéis sido actores directos en
este escenario. Habéis luchado con toda el alma contra la enfermedad y tal vez, en pocas
ocasiones habéis saboreado su belleza, y bien que habéis procurado cuidados, habéis
demostrado solidaridad y hubiérais dado todo por salvar a ese enfermo que se os iba.
¿Qué ha sido entonces?
¿La tensión, la dificultad de nuestro arte, el vértigo de un estilo de vida; la incomprensión tal vez?
Porque lo paradójico de esto es que seguro que el enfermo ha sentido la solidaridad,
los cuidados, la entrega.
¿Os han transmitido, os han llegado a vosotros esos sentimientos?
Tal vez menos veces de las que hubiérais necesitado.
En cualquier caso los hicisteis como era de ley y no tuvisteis tiempo, tal vez, de disfrutarlos.
Por esto en este día de júbilo, yo pido para vosotros el sosiego necesario. Pido que se
obre el milagro de la trasformación. No más tensiones, no más prisas.
Abrir los ojos, mirar al tiempo, plantarle cara y distribuirlo a vuestro antojo, despacio,
muy despacio, como decía el piyayo: “migaja a migaja, que dure”.
La vida no puede ser si no lenta y dulce, porque donde hay belleza hay placer y para
el placer se necesita tiempo (Golfo de Nápoles). No es más que buscar cada uno en su
medio esta idea de vida, este lugar napolitano en nuestra querida Castilla.
Os deseo en esta nueva etapa que vais a vivir que alcancéis la serenidad, el equilibrio,
el bienestar físico y espiritual definitivo que a lo largo de vuestra vida, larga vida profesional, habéis pretendido con sacrificio al lado de vuestros cónyuges, sin regatear esfuerzos,
para conseguir los dos fines primordiales para los que habéis vivido: vuestros hijos y vuestros pacientes.
En cualquier caso quiero en nombre de este Ilustre Colegio, de su Junta Directiva, de
todos sus colegiados, seguro que de toda la sociedad, que Dios os premie todo lo que
habéis hecho por los demás y alcancéis junto a vuestra familia, la mayor felicidad posible.
Un abrazo a todos.
Manuel Gómez Benito
Presidente
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sumario
PORTADA:
“Sorprendente Chicago” © Máximo Puertas
sumario
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06
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22
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27
28
31
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Análisis del presidente
Sumario
Especial Fiesta del Médico
Opinión por Saturnino García Lorenzo
Instantes de vida
Noticias colegiales
Bioética por Sergio Rodero Cilleros
Ciudad y medicina por Jesús Málaga
Historia por J.Mª Manuel García-Osuna y Rguez.
Creación literaria
La herida luminosa
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39
40
42
Taurología por Javier Viejo
Gastronomía por Beatriz Peñalba
Especial Fin de Semana
Humor y pasatiempos
por Juan Antonio Pérez Millán y Ernesto Pérez Morán
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ESPECIAL
FIesta del médico 2007
Merecido homenaje a una
vida dedicada a la Medicina
La festividad de la patrona Nuestra Señora del Perpetuo Socorro se convirtió de nuevo en la gran
cita de la Medicina salmantina. El protagonismo corrió a cargo, como es tradición, de quienes
van escribiendo las páginas de esta noble disciplina en Salamanca tras una vida dedicada a ella.
En esta ocasión se reconoció la labor de 22 colegiados, que llegada la hora de la jubilación tienen por delante una nueva etapa para seguir disfrutando de la vida, desde otra perspectiva, pero
siempre disfrutando.
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El salón de actos,
prácticamente lleno durante el acto.
El Dr. Pedro Boussinet Ruiz-Zorrilla junto al presidente.
Tarde de emociones y felicitaciones. No por
esperado, el homenaje estuvo exento de vibraciones. Al contrario, el sentimiento y la emoción estuvieron muy presentes, en el Colegio de Médicos,
la casa que no entiende de distinciones entre
compañeros. Ante un salón de actos prácticamente lleno y en presencia de autoridades como el
decano de Medicina, José Ignacio Paz Bouza, el
gerente de salud de Área, Ricardo García Juan, el
alcalde de la ciudad, Julián Lanzarote, la concejala de Salud, Clarisa Molina o el diputado provincial
Alfredo Martín Serna, abrió el turno de intervenciones el vocal de médicos jubilados Leandro Benito
García, que dirigió unas cariñosas palabras a los
homenajeados, a quienes instó a disfrutar de esta
nueva etapa de su vida.
Asimismo, ofreció su colaboración para
intentar solucionar los problemas de este colectivo, al que pidió sugerencias. En representación
de los colegiados honoríficos intervino el doctor
Manuel Sánchez García, ex presidente del Colegio, quien señaló que “llegado al final de nuestra
actividad profesional, nos hemos ganado un
merecido descanso…, y hay que dejar lugar a
nuevas generaciones de médicos, que empiezan
ilusionados su trabajo”. Asismismo, además de
recordar a los homenajeados haber ejercido “la
El Dr. José Luis Conde de Anta y su esposa, tras recibir la insignia.
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El Dr. Lorenzo Fernández González y su esposa.
El Dr. D. Enrique Ferreira Villar, su esposa y nietas.
El Dr. D. Isidoro Hernández Vicente junto a su esposa tras recibir la insignia.
profesión más hermosa del mundo”, destacó el
hecho de haber vivido “los más importantes
cambios que ha experimentado nuestra profesión a lo largo de su historia”, pasando de una
medicina individual a una de equipo, con sus
ventajas e inconvenientes. También hizo hincapié en los avances tecnológicos y las nuevas
leyes en pro de una medicina a la carta. En el
plano negativo, el doctor Sánchez García citó la
judialización de la profesión, a pesar de ser los
profesionales “más y mejor valorados por la
sociedad”. Cerró su discurso con unas palabras
de agradecimiento a las esposas, esposos e
hijos por su apoyo y sacrificio.
Acto seguido, se procedió a la imposición
de insignias. Entre aplausos, los homenajeados
fueron recibiendo su distinción de manos de los
miembros de la Junta Directiva presentes en la
mesa presidencial, con ayuda del decano o el
gerente de salud de Área. Junto a la insignia y
el correspondiente diploma, los colegiados
honoríficos recibieron como regalo, por gentileza de PSN, una tarjeta para disfrutar de una
semana en la residencia de Alicante. A los cónyuges de cada uno se les hizo entrega de una
rosa, en señal de agradecimiento por su vida de
apoyo a los homenajeados.
El Dr. Luis Hidalgo Torres junto a su mujer y al vocal de Médicos Jubilados, Leandro Benito.
El Dr. Aniceto Martín Castro y su mujer Lola Calvo.
La Dra. Mª Rosario Martínez y su esposo, con Agustín Rios y Leandro Benito.
El Dr. Vicente Nieto Gil junto a su esposa recibe la insignia.
El Dr. Miguel Montero López, junto al presidente del Colegio y al vocal de Jubilados.
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El Dr. Leovigildo Oyola Mercado y su esposa.
A continuación tomó la palabra el presidente
del Colegio Manuel Gómez Benito, que con un discurso muy poético, aprovechó para pedir a los
homenajeados “el sosiego necesario. Pido que
se obre el milagro de la trasformación. No más
tensiones, no más prisas”.
“Abrir los ojos, mirar al tiempo, plantarle cara y
distribuirlo a vuestro antojo, despacio, muy despacio,
como decía el piyayo: migaja a migaja, que dure”.
“La vida –continuó Gómez Benito- no puede
ser si no lenta y dulce, porque donde hay belleza
hay placer y para el placer se necesita tiempo
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El Dr. Julio César Peñaloza Ramírez, charla con la concejala de Salud Clarisa Molina.
(Golfo de Nápoles). No es más que buscar cada
uno en su medio esta idea de vida, este lugar
napolitano en nuestra querida Castilla”.
“Os deseo en esta nueva etapa que vais a
vivir que alcancéis la serenidad, el equilibrio, el
bienestar físico y espiritual definitivo que a lo
largo de vuestra vida, larga vida profesional,
habéis pretendido con sacrificio al lado de
vuestros cónyuges, sin regatear esfuerzos,
para conseguir los dos fines primordiales para
los que habéis vivido: vuestros hijos y vuestros
pacientes”.
El Dr. Manuel Pérez Sánchez con su esposa y la vocal Fernanda Lorenzo.
La Dra. Fe Polo Oterino y su esposo junto al vocal de Jubilados.
El Dr. Mariano Ramos Castellano y su esposa.
Gómez Benito impone la insignia a la Dra. Mª Amparo Rodríguez Sánchez.
Momentos del acto de entrega insignias
El Dr. Manuel Sánchez García tras recibir la insgnia, junto a su mujer y su hija.
El Dr. Ángel Santos-Briz y la Dra. Juana Terrón, tras recibir la insignia.
El Dr. Luis Ernesto Yépez Laimez y su mujer.
El Dr. Polos Zakour Libos y su mujer.
Un momento del recital del rapsoda José María Sánchez Terrones.
El secretario del Colegio lee el acta de nombramiento de honoríficos.
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Mesa presidencial. El vocal de Jubilados se dispone a intervenir.
Manuel Sánchez García intervino en representación de los homenajeados.
Cóctel de bienvenida en el Hotel Globalia Horus.
Un breve recital del rapsoda José María Sánchez Terrones puso fin a la ceremonia. Concluido el
acto institucional, al que no pudo asistir por motivos de salud José María Martín García, uno de los
nuevos honoríficos, la fiesta se trasladó al Hotel
Globalia Horus, donde se celebró una cena de hermandad, amenizada por el Dúo Per Sonare (Guillermo Thomson, flauta, y Eduardo G. Inestal, guitarra).
Durante la misma, tuvo lugar la tradicional entrega
de premios: un viaje al Caribe (ofrecido por Viajes
Halcón), un fin de semana en Alicante (de PSN) y
un lote de embutidos de la fábrica Santos Carrasco (Guijuelo). Los momentos más brillantes de la
celebración se presentan en fotografías a lo largo
de este número especial que Salamanca Médica
dedica a la Fiesta del Médico.
Cerca de 180 personas, en la cena. Sobre estas líneas, la mesa presidencial.
Un momento de la entrega de premios de los distintos trofeos.
Eduardo G. Inestal y Guillermo Thomson reponen fuerzas tras su actuación.
Hubo espacio para el baile. En la imagen, un momento del mismo.
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Alta participación en los
certámenes culturales
Las convocatorias del XI Certamen Artístico de Pintura y Fotografía y el III de Relatos
Cortos contaron con una amplia respuesta, que da muestras de la consolidación de
estas citas en el panorama cultural salamantino. Así, si por un lado el salón social del
Colegio acogió cerca de setenta obras, entre pinturas y fotografías, por otro, se recibieron cerca de un centenar de relatos cortos, entre ellos algunos procedentes de Argentina, Cuba o Suiza. En pintura y fotografía se repartieron seis premios y tres en relatos,
todos ellos patrocinados por el Banco de Castilla.
Pintura
Los miembros del jurado de pintura y fotografía
durante su reunión en el Colegio.
autores noveles
Primer premio
El primer premio en el concurso de pintura para autores
noveles recayó en la obra Florero (a la izquierda), de Carlos García Medina. Dotado con 600 euros y diploma.
Segundo premio
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Carlos García Medina recogiendo el primer premio de
pintura, de manos de la presidenta del Colegio de Farmacéuticos.
El segundo, de 500
euros, fue para Microscopías
16 (sobre estas líneas), de
Francisco José Lazo Alonso.
Pintura
médicos y familiares
Primer premio
El primer premio en el concurso de médicos y familiares recayó en la obra Sin título (a
la izquierda), de José Luis Olivera Hernández.
Dotado con 600 euros.
Isabel Jiménez entregó el premio a José Luis Olivera Hernández.
Segundo premio
Para Laura Bravo Alonso por su obra Sin título.
Dotado con 400 euros.
Agustín Sánchez de Vega entregó el premio a Laura Bravo Alonso.
Menciones especiales
Para José María Santiago Sandoval, por la obra Las torres de Salamanca
Para Raquel Seisdedos Cordovilla, de 8 años, por las obras Zapato de fiesta y Fondo del Mar.
16
Fotografía
médicos y familiares
Primer premio
Segundo premio fotografía
La fotografía Día de playa (sobre estas líneas), de Agustín Díaz Álvarez
se alzó con el primer premio (300 euros).
Curiosidad (sobre estas líneas), de Ana Santos Hernández, se alzó con el segundo premio (200 euros) en
el concurso de fotografía.
Agustín Díaz Álvarez recibe el premio de manos
de José F. Martínez
Isach, director general
del Banco de Castilla.
José F. Martínez
entrega el premio a Ana Santos Hernández.
III Certamen Literario
de Relatos Cortos
El director general del
Banco Castilla entregó el
segundo premio de relatos a Fernando Huertas
Jiménez.
Primer premio
José Agustín Blanco Redondo, de Ciudad Real, se alzó con el primer
premio de relatos cortos (600 euros) por su obra Olas de un mar ausente,
que se publica en este número en la sección de Creación Literaria.
Segundo premio
El segundo premio (500 euros) de relatos cortos fue para Fernando
Huertas Jiménez, de Madrid, por su obra Vi su foto, que se publicará en el
próximo número.
Accésit
El jurado concedió por unanimidad un accésit a la obra Caja de Botones, de Kenneth Thomson Okatsu, colegiado que ha sorprendido con esa
nueva faceta artística.
El jurado de relatos concedío accésit a Kenneth Thomson Okatsu.
En esta instantanea recibiendo el premio de manos de la mujer
del director general del Banco Castilla.
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GOLF XIII
torneo A.M.A.
Alta participación. El XIII Trofeo AMA de GOLF contó un año más con una elevada participación. Más de 70 jugadores, entre médicos y familiares,
compitieron en este tradicional campeonato, que se ha convertido en cita obligada para los médicos aficionados a este deporte, gracias al patrocinio de AM
TENIS XII
torneo PSN
Los ganadores de dobles, Eudoxio Rodríguez y Gonzalo Rodríguez. Segundos, Fernando Diego y Fernando de Pablo.
Eudoxio Rodríguez y Alberto Hernández, segundo y primero.
A sudar. El Torneo de Tenis PSN, otro de los clásicos de la Fiesta del Médico
FRONTENIS
V torneo
GOLF
Clasificación
1os Felipe y Miguel
2 Eudoxio Rodríguez y Pepe
os
La pareja de Miguel y Felipe, ganó el torneo.
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Eudoxio y Pepe
quedaron
segundos.
Participantes del torneo de frontenis.
Clasificación
Categoría Masculina
1º Luis Gallego de Dios
2º Victoriano Ramón Gómez-Zancajo
Categoría Femenina
1º Guadalupe Fernández Blasco
2º Carmen González Vicente
MA.
TIRO XV
campeonato
Clasificación
Absoluto
1º Alberto Hernández
2º Eudoxio Rodríguez
Dobles
1º La pareja formada
por Eudoxio Rodríguez y
Gonzalo Rodríguez.
2º La pareja formada
por Fernando Diego y Fernando de Pablo.
1º
2º
Tiro al plato pasado por agua. En su décimoquinta edición el campeonato tuvo que superar las inclemencias del tiempo. Previsto en
Aldearrubia, se suspendió por la lluvia, pero
finalmente la afición se impuso y se celebró en
Ledesma. Al finalizar las sucesivas series de
tiro, los participantes degustaron una sabrosa
merienda.
3º
Clasificación
1º Santiago Pérez González
2º Melchor Sanz Izquierdo (recogió el
premio Isidoro Hernández)
3º Lorenzo Fernández
Premio a la mejor progresión para
Máximo Domínguez
Mención especial para Javier Sanz
Mejor progresión
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opinión
La vida es un bricolage
“A
comienzos del siglo XX debería haber quedado
claro que ningún sistema explica el mundo en todos
sus aspectos y detalles. Haber contribuido a desterrar la idea de una verdad tangible y eterna quizá no
sea una de las glorias menores del desarrollo científico”. El autor de estas líneas, Francois Jacob, premio Nobel de
Medicina, en su libro El juego de los posibles aúna al humanismo
y al hombre de ciencia para invitar a
una apasionante reflexión sobre la
historia de lo vivo y los mecanismos, todavía misteriosos, de la evolución. ¿Cómo
apareció la sexualidad?
¿Cómo explicar el envejecimiento? Y, lo que es más
extraordinario
aún,
¿cómo se produce el
desarrollo del embrión
a partir de un huevo
fecundado?
Durante miles
de años, la Humanidad estuvo convencida de que
los primeros
miembros de
todas
las
especies
vivas fueron
creadas por
alguno de los
dioses de sus múltiples religiones. Esta
creencia se tambaleó
cuando en el siglo XIX
Darwin publicó su teoría de la evolución. En
ella explicaba que organismos complejos como los
seres humanos pudieron
evolucionar de precursores más simples gracias a un
proceso gradual de mutación y
selección, pero no pudo descifrarse cómo
empezó ese proceso, a pesar de la convulsión que
provocaron las teorías de Darwin.
Ahora la Ciencia ha demostrado que los postulados del
naturalista inglés no pueden tomarse como dogmas, pero sí
como uno de los senderos más válidos para llegar a nuestro
origen, porque su teoría de la evolución se basa en dos principios absolutamente fundamentales del mundo vivo: la reproducción y los intercambios con el mundo exterior. Difícilmente se podrían hallar obstáculos más sencillos que estos: todo se
basa en el hecho de que ciertos organismos se reproducen de
forma más rápida o más abundante, en un medio determinado. Se trataría de describir el mundo tal cual es porque hay una
cantidad de puntos en los cuales nuestra ignorancia es enorme.
Cada organismo vivo hoy representa el último eslabón de
una cadena ininterrumpida desde hace tres mil millones de
20
Saturnino GARCÍA LORENZO
años. De hecho, los seres vivos son creaciones de la historia,
estructuras históricas. No podemos explicar por qué una
estructura existe y cumple lo que nosotros estimamos en su
función más que en la medida en que podamos reconstruir
el pasado.
No tenemos una idea clara de cómo se fabrica el cuerpo. El
ingeniero trabaja sobre planos para realizar un proyecto y no
parte de materiales de recuperación. La idea
contra la cual Darwin tuvo que
luchar es precisamente la de
una creación perfecta por
ser obra de Dios.
“El cerebro humano es el producto de
un bricolage”. Uno
de los fenómenos
más sorprendentes es el que hizo
intervenir el placer de la sexualidad. La sexualidad para F.
Jacob, es sencillamente una molécula, una proteína en la superficie de una célula
que reconoce otra
superficie. Es a partir de este sencillo
esquema como se ha
ido construyendo y
perfeccionando
el
modelo.
Puesto que el cerebro
humano es el producto de
un “bricolage” que acumula
los niveles de conflicto, ¿se
puede tratar de poner orden
en él? ¿se convierte el hombre
en su propio ingeniero? Cuando se habla de bricolage –dice
el profesor Jacob- no le doy
ningún sentido peyorativo,
sino que pienso en un sistema, constato su funcionamiento y sus contradicciones internas y no parecen negativas.
No estoy totalmente convencido de que estos sistemas sean
puramente biológicos porque los conflictos se agudizan a
causa de valores esencialmente culturales.
Y, continúa diciendo: lo que más mata es la virtud, la violencia, el odio, el rencor, la indiferencia, el asesinato cometido
por motivos individuales o pasionales. Sin embargo, lo que
más ha matado masivamente en la Historia, es el “poder mal
entendido”, es la convicción de detentar la verdad y la voluntad
de imponerla a los demás. Se mata en nombre de Dios, de los
principios nazis, estalinistas u otros; se mata masivamente para
defender los valores ideológicos.
“Coprinus Niveus” © Fernando Bellido Bermejo
“Infinito al Sur”, Malargüe, Me
instantes de vida
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¿El premio?, las mejores y más apropiadas, serán publicadas
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“Varanasi. Hasta la Eternidad”
© Jesús Casado
“Lagos en la Patagonia”, Argentina © Adriano Guarnieri
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“Alhambra de Granada”
© Javier López Ávila
“Convergencia”
© Ricardo Bravo Rodríguez
“El Cristo de los Faroles”, Córdoba, octubre 2006
© Antonio Arribas
“Sinfín”
© Ricardo Bravo Rodríguez
“Amanecer en "A Rapadoira (Foz)”
© Agustín Bullón
endoza, Argentina © Adriano Guarnieri
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noticias colegiales
RECEPCIÓN OFICIAL
Bienvenidos a vuestra casa
El El Aula MIR sigue cosechando éxitos
El Colegio recibe a los nuevos residentes
Como muestra de que el Colegio quiere ser la casa de todos, y estar cerca en
especial de aquellos que más lo necesitan, los nuevos médicos interno residentes fueron recibidos en la sede colegial el
pasado 15 de junio, coincidiendo con el
inicio de su actividad en Salamanca.
Alrededor de cincuenta jóvenes, la
mayoría R1, respondieron a la convocatoria. Con la vitalidad y el entusiasmo de
una carrera recién iniciada, los jóvenes
médicos llenaron de savia nueva las instalaciones colegiales. El salón de actos
acogió la presentación de los servicios
colegiales por parte de los responsables
de los distintos departamentos.
Por un lado, los residentes tuvieron la
oportunidad de conocer las funciones y
fines que justifican la necesaria existencia de un Colegio de Médicos, como corporación de derecho público que trabaja
por un colectivo profesional fuerte, éticamente responsable y con el suficiente
reconocimiento social, como subrayó el
presidente. Por otro, pudieron conocer los
distintos servicios que presta el Colegio,
desde el punto de vista jurídico, fiscal,
informático, de comunicación o formativo.
En este sentido, la institución mostró su
intención de seguir apostando por el mantenimiento de líneas de ayuda para este
colectivo como la financiación de pósteres, la traducción de trabajos o la oferta
de másteres a condiciones ventajosas,
así como otras nuevas en un futuro próximo.
El fin de la recepción tuvo lugar en la
cafetería, donde se sirvió un vino de
honor, que coincidió con una de las
actuaciones del programa Los Viernes del
Colegio. Bienvenidos y a disfrutar de la
profesión. NUEVO RECURSO
Nace El Rincón del Residente, plataforma
on line de herramientas para los MIR
Los Colegios de Médicos a través de
la Fundación para la Formación de la
Organización Médica Colegial (FFOMC) y
en colaboración con Glaxo, han puesto
en marcha el portal de Internet
www.elrincondelresidente.es, una plataforma de servicios para el colectivo MIR
con múltiples herramientas para la práctica diaria.
Estas utilidades van desde la consulta
de congresos hasta la resolución de dudas
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fiscales, laborales, contables o de responsabilidad civil, pasando por el acceso a una
extensa bibliografía médica, banco de imágenes y recursos, información profesional
actualizada, bolsa de trabajo o resolución
de casos clínicos. Asimismo, permite acceder a software gratuito, contar con un espacio web propio, e-mail, blog, etc.
Para acceder a todo ello, sólo hay
que registrarse en www.elrincondelresidente.es. El Aula MIR del Colegio de Médicos de Salamanca ha vuelto a estar
representada en la última entrega de
becas concedidas por Pfizer a 30
alumnos de las academias de los
Colegios de Médicos que mejores
números han logrado en el último
examen MIR. Felipe Romero e Irene
Ruiz han sido los agraciados con esta
ayuda, que consiste en la devolución
del importe íntegro de la matrícula.
El Aula MIR de Salamanca, que ya
consiguió cinco becas en su primera
edición, espera continuar con esta
trayectoria de éxitos, máxime cuando
este año, con 42 estudiantes matriculados, es la que más alumnos
tiene de todas las escuelas de los
Colegios de Médicos de España. noticias colegiales
VENTAJAS PARA COLEGIADOS
Nuevos servicios en protección
de datos y cobertura
por baja laboral o guardias
Junto al reforzamiento del área de formación, el Colegio tiene previsto a partir
de septiembre seguir incrementando los
servicios dirigidos al colegiado con nuevos
recursos como la protección de datos para
clínicas o consultas privadas, así como la
cobertura de baja laboral para médicos por
cuenta propia o de guardias para aquellos
que las realizan. En este sentido, están en
estudio dos convenios de colaboración
con dos entidades externas.
En el primer caso, se trata de un
acuerdo con una consultoría especializada en protección de datos, que permitirá
a los colegiados que lo deseen, adecuar
sus consultas a la Ley Orgánica de Protección de Datos en condiciones económicas muy ventajosas frente al precio del
mercado. Esta colaboración contempla
un asesoramiento continuado gratuito, un
servicio de mantenimiento anual y la realización de auditorías bianuales en caso
de ser necesarias. Otros servicios que se
ofrecen son la adecuación de websites
de prestadores de servicios de la información a través de la red, así como la
adaptación de websites de empresas que
permitan la contratación a través de
comercio electrónico.
En segundo lugar, el Colegio, a través
del acuerdo con una entidad de seguros
especializada en este ámbito, ofertará
una cobertura por baja laboral para médicos por cuenta propia. La oferta contempla indemnizaciones diarias (entre 200 y
400 euros) en caso de incapacidad laboral total transitoria por enfermedad o
accidente, durante un plazo máximo de
365 días.
El mismo convenio incluirá una cobertura para pérdida de guardias médicas,
de forma que se puedan beneficiar de un
subsidio por turno de guardia, aquellos
médicos que no puedan cumplir el referido turno por incapacidad laboral total
debido a enfermedad o accidente. El
seguro garantiza un máximo de 8 guardias al mes y 96 al año. Se ruega actualizar
los números de
cuenta bancaria
El Colegio ruega a todos los colegiados que hayan recibido recientemente una comunicación en este sentido que procedan a actualizar sus
números de cuenta bancaria. Aunque
lleven varios años pagando la cuota
colegial a través de la misma cuenta,
se ha detectado que en muchos
casos éstas son incompletas pues no
contienen los 20 dígitos que conforman el número (en la mayoría de
casos faltan las dos cifras del dígito
control). El Colegio hace este llamamiento ante la advertencia por parte
de las entidades bancarias de que en
breve se va a implantar un recargo por
pasar al cobro recibos con número de
cuenta incompleto. Con el fin de evitar
molestias por devolución de recibos o
posibles recargos, el Colegio ruega a
los colegiados notificados que procedan a dicha actualización de datos,
agradeciendo de antemano su colaboración. La apertura de la residencia
geriátrica, prevista en un año
La residencia para la tercera edad,
promovida por la Fundación MEVEFARES
(integrada por los Colegios Oficiales de
Médicos, Veterinarios, Farmacéuticos y
Estomatólogos), abrirá sus puertas en
septiembre de 2008. Así se contempla
en el cronograma aportado por los técnicos redactores del proyecto en la reunión
mantenida con los presidentes de los distintos colegios profesionales a mediados
de julio.
Todos los pormenores del proyecto
serán dados a conocer en la presenta-
ción prevista para el próximo 7 de septiembre en el salón de actos del Colegio
de Médicos.
Como ya ha informado Salamanca
Médica en números anteriores, la Fundación ha llegado a un acuerdo con Sanitas
Residencial para la construcción y posterior gestión de dicho centro, que estará
ubicado en la zona de Caprabo, próxima
al Alto de El Rollo.
Los principales beneficiarios de la
residencia serán los médicos, veterinarios, farmacéuticos y estomatólogos o
familiares que lo necesiten. El centro
estará preparado para acoger a personas
válidas, asistidas o con graves dificultades para el desplazamiento. 25
noticias colegiales
EMPRESAS COLABORADORAS
AMA, en pleno crecimiento, devuelve 10
millones de euros a sus mutualistas
Congreso de Comunicación de Colegios
El Colegio de Médicos de Salamanca organizó y acogió a
finales de mayor el III Congreso Nacional de Responsables
de Comunicación de Colegios de Médicos (RESCOMs) que
reunió a representantes de una quincena de Colegios de
todo el país. Durante el encuentro se abordaron aspectos
como el poder del lenguaje, la reputación y responsabilidad
social corporativa, la creación de una marca, la investigación
de públicos o el desarrollo de la imagen corporativa.
Jornadas sobre violencia de género
El Colegio de Médicos acogió entre el 19 y el 21 de junio
las las I Jornadas de Sensibilización para Profesionales
Contra la Violencia de Género, organizadas en colaboración
con la Asociación de Mujeres “Plaza Mayor”. El objetivo de
estas jornadas era concienciar a los profesionales de distintos ámbitos (salud, educación, derecho, fuerzas de seguridad, etc.) sobre su importante cometido en la prevención
de la violencia de género y en la atención a las mujeres víctimas de ésta.
Fernández Álvarez presenta su último
libro en el Colegio de Médicos
El historiador Manuel Fernández Álvarez eligió el Colegio
de Médicos como escenario para presentar en Salamanca
su último libro Diario de un estudiante en tiempos de la guerra civil, publicado por Espasa. Durante el acto, acompañaron al autor el presidente del Colegio de Médicos, Manuel
Gómez Benito, y la profesora de Historia, María Fernández
Ugarte, hija del autor.
Gran cierre de Los
Viernes del Colegio
El programa de actuaciones
Los Viernes del Colegio concluyó el pasado 15 de junio con el
Dúo Monzón, integrado por
María Eugenia Boix (canto) y
Eduardo Baltar Soares (guitarra). Una magnífica intervención, como broche al ciclo.
26
El informe de gestión y
la evolución de Agrupación
Mutal Aseguradora (A.M.A.)
en el ejercicio 2006, presentado por su presidente
Diego Murillo en la Asamblea General del pasado 1
de junio, pone de manifiesto que la mutua de los profesionales sanitarios “ha consolidado su posición en el mercado
asegurador, manteniendo una línea ascendente como otros años
anteriores”, según informan desde la mutua.
El informe de gestión de A.M.A. correspondiente al ejercicio
2006, muestra una tendencia al alza en todos los ramos.
Las magnitudes más significativas expuestas por su presidente fueron:
1.- Beneficios netos…………………..21.920.547
2.- Pólizas ……………………………463.230
3.- Asegurados………………………. 462.848
4.- Primas Recaudadas………………. 185.384.253
A.M.A. sin duda un año más se ha convertido en un claro
referente porque es la única mutua española que distribuye
parte del beneficio que obtiene entre sus mutualistas, al repartir diez millones de euros, mientras que destinará 11,9 millones
a reservas voluntarios. Es el tercer año que de forma consecutiva retorna parte de estos resultados a sus mutualistas, ascendiendo el retorno económico a 29 millones de euros en los tres
últimos años.
El Banco de Castilla ayuda con 120 euros a
pagar la cuota colegial
El Banco de Castilla, además de la
condiciones especiales para médicos,
tiene en marcha una promoción por la
cual comparte el pago de la cuota colegial con una aportación de 120 euros,
a todos aquellos colegiados que abran o tengan una cuenta en
esta entidad, que sean titulares de una tarjeta Visa Affinity del
Colegio de Médicos, domicilien el recibo del Colegio de Médicos
y domicilien la nómina o el pago del IVA o el de Autónomo.
Caja Duero ofrece condiciones especiales
para el colectivo médico
Tras el acuerdo con el Colegio de
Médicos, Caja Duero ofrece a los colegiados unas condiciones especiales en
los múltiples productos que oferta la
entidad, desde hipotecas hasta banca
privada, pasando por tarjetas, financiación de consumo, ahorro e
inversión, seguros y servicios. La entidad cuenta con gestores
personales especializados en la atención a profesionales sanitarios en las oficinas Principal y Paseo de San Vicente,42.
Un 11% de descuento por viajar con Halcón
Halcón Viajes continúa este verano
con condiciones especiales para el
colectivo médico respecto al folleto
general. Además, mensualmente ofrece a los colegiados ofertas especiales, con descuentos que pueden llegar al 50%. Consultar en www.comsalamanca.es.
bioética
El caso de los trasplantes (y IV)
Reflexiones éticas
por Sergio RODERO CILLEROS
9. UNA JUSTA DISTRIBUCIÓN DE LOS
TRASPLANTES
La necesidad de una criteriología en
la distribución de los recursos sanitarios
constituye uno de los más graves y complejos problemas de la bioética actual.
Como escribía D. Gracia, en un artículo
muy iluminador, es un asunto que, no
solamente debe abordarse desde principios deontológicos, sino que debe incluir
necesariamente el “momento teleológico”, esto es, la ponderación de las consecuencias de una concreta política sanitaria que debe perseguir que los recursos
sanitarios se apliquen con la máxima eficacia y lleguen al mayor número posible
de ciudadanos. Por ello, el gran bioeticista español asegura que ha de buscarse
una armonía y equilibrio entre los principios deontológico y los criterios utilitarios
y que “negar el momento de las consecuencias de la justicia sanitaria sería tan
peligroso como otorgarle un valor absoluto”. Señala, asimismo, que las consecuencias son las que posibilitarán una
jerarquización de los principios éticos
implicados y que, necesariamente, entran
muchas veces en conflicto. Su juicio final
suscita, como mínimo, una seria reflexión: “La ética parece haber desatendido
a la economía y la política, y éstas, por su
parte, han decidido prescindir de aquélla,
cuando no suplantarla. Lo cual es ya, en
mi opinión, una grave forma de injusticia”38 .
El tema es evidentemente muy complejo y exigiría, por parte mía, un hondo
conocimiento de la economía de la sanidad española del que carezco. Los más
de cinco mil trasplantes realizados en
nuestro país durante el último año tuvieron un coste total en torno a los 2500
millones de las antiguas pesetas. Esta
cifra bien podría ponerse en comparación
con los tal vez 150000 millones del tratamiento a los enfermos o infectados como
consecuencia del VIH y que se estaría
aplicando, a individuos, en los que no se
consigue la curación, sino una importante mejoría de la calidad de vida. Tendríamos que ponderar evidentemente que, en
el caso de los trasplantes, se puede
hablar en muchos casos de auténtica
curación y de una muy importante mejora
de la calidad de vida. Sin pretender, de
ningún modo, dar a estas reflexiones un
valor definitivo, me parece que puede llegarse a la conclusión de que la praxis
actual española, en materia de trasplan-
“La distribución de los
recursos sanitarios
constituye uno de los
más graves y complejos
problemas de la bioética actual”
tes, significa una justa distribución de los
recursos sanitarios. Otro aspecto que
debería ser contemplado, y del que no se
puede aportar datos, mas sí determinadas informaciones y sospechas, es el de
la repercusión negativa que las complejas intervenciones quirúrgicas, especialmente en ciertos trasplantes como los
hepáticos, pueden tener sobre otras actividades sanitarias dentro del ámbito hospitalario39.
Peces-Barba apunta que la importancia de los valores e intereses implicados
y la necesidad de una garantía de igualdad de trato “exigen el monopolio público
de realización de trasplantes en hospitales públicos, o en aquellos que pudieran
ser concertados bajo control público”.
Del mismo modo, exige el principio de
gratuidad, en el sentido de que, no solamente los órganos, sino los mismos trasplantes sean gratuitos y se realicen con
fondos públicos40. Me parece que este
planteamiento, que depende también de
concepciones políticas sobre la sanidad y
la misma sociedad, tiene importantes
argumentos a su favor. Ya antes se indicó
que el factor económico no debería ser
óbice para la recepción de un órgano.
Un aspecto relevante, asimismo, es el
de si la edad ha de ser empleada como
criterio de exclusión de ciertos servicios
sanitarios, en nuestro caso concreto de
las técnicas de trasplante. Es un asunto
sobre el que va a existir y existe ya un creciente debate, como consecuencia de las
tendencias demográficas y el progresivo
incremento de los mayores de sesenta y
cinco años –hasta un 25 por 100 en los
países industrializados a mediados de
este siglo– así como por el desarrollo de
un también creciente “ageísmo”41.
Es sabida la postura de D. Callahan
que considera que, a partir de mediados
de los setenta o desde los ochenta años,
debería proporcionarse a los ancianos,
que ya han tenido una amplia participación en el ciclo vital, una medicina preferentemente de atención y no de alta tecnología42. Por el contrario, Peces-Barba
insiste en “la no discriminación por razón
de edad”. Por otra parte, se está dando
la tendencia creciente a tratar a pacientes más ancianos con tecnologías médicas sofisticadas; cada vez más personas
de más de ochenta años, y hasta de
noventa años, están recibiendo cirugía
cardíaca, trasplantes y diálisis. Son tratamientos que, según Meulen, no sólo prolongan la vida, sino que son verdaderamente beneficiosos para restaurar la
salud y la calidad de vida. Un cirujano cardíaco holandés ha llegado a aseverar que
“la edad es apenas una indicación contra
la cirugía cardíaca para pacientes que se
encuentran en buen estado”. El propio
Meulen añade que el problema real es
que un creciente número de ancianos
están en buenas condiciones y son elegibles para toda clase de intervenciones
médicas, aun en los ochenta y noventa
años”43.
Creo, por ende, que la edad, en sí
misma considerada, no puede ser criterio
para la exclusión de la lista de candidatos a un trasplante –otra cosa son otros
factores comúnmente asociados con los
años y que pueden dar menos expectativas de éxito–. Tampoco lo es la previsible
menor esperanza de vida, puesto que no
hay parámetros para poder medir la calidad integral de vida y el significado que
los años tienen para cada persona. Por
otra parte, no debería olvidarse, dada la
existencia en nuestras sociedades de formas más patentes o sutiles de ageísmo,
de que el criterio de que “casos iguales,
exigen tratamientos iguales”, debe ser
completado por actitudes de mayor sensibilidad hacia las personas o grupos
menos favorecidos, porque, de lo contrario, existe el peligro de que se consideren
“desiguales” a los casos que son iguales44. Y, sobre todo, jamás debería olvidarse que la grandeza de una sociedad se
mide por la forma cómo trata a sus miembros más desfavorecidos, entre los que
hay que contar en la actualidad, sin ningún género de dudas, a los viejos. GRACIA, D.: “¿Qué es un sistema justo de servicios de salud? Principios para la asignación de recursos escasos”, Boletín de la Oficina Sanitaria Panamericana 108 (1990),
pp. 570-585./ 39 Véase GAFO, J.: “El derecho a la asistencia…”, pp. 79-92./
40
PECES-BARBA, G.: “Problemas morales…”, p. 16./ 41 PÉREZ MELERO, A.: “La edad avanzada como criterio de exclusión en la asistencia sanitaria”, en GAFO, J. (ed.): Ética y
ancianidad, Universidad Pontificia Comillas, Madrid, 1995, pp. 95-108./ 42 CALLAHAN, D.: Setting limits: medical goals in an aging society, Simon and Schuster, New York, 1987;
“Aging and the Goals of Medicine”, Hastings Center Report 24 (1994), núm. 5, pp. 39-41./ 43 MEULEN, R. TER: “Are There Limits to Solidarity with the Elderly?”, Hastings Center
Report 24 (1994), núm. 5, p. 37./ 44 Cf. GAFO, J.: “El derecho a la asistencia…”, pp. 86-87.
38
27
ciudad y medicina
Texto: Jesús MÁLAGA Fotografías: Andrés SANTIAGO MARIÑO
Fachada pricipal del nuevo hospital
El Hospital General de la Santísima Trinidad (I)
Sus orígenes, tras la fusión de 19 hospitales
principios del siglo XIII, el
obispo don Gonzalo fundó
un hospital que tenía como
titulares a Santa Margarita
y los Mártires San Cosme y
San Damián. Como la mayoría de los creados en Salamanca era
atendido por una cofradía integrada por
24 miembros, uno de ellos nombrado
mayordomo cada año para regentar la
vida cotidiana del centro.
Este hospital ha sido siempre uno de
los más importantes de la ciudad y de ello
da constancia que el cabildo y el concejo
asistieran todos los años a una rogativa
celebrada por la cofradía en la capilla del
hospital, el día de la Ascensión del Señor.
El obispo don Sancho reedificó el
inmueble en 1440 y don Juan de Castilla,
prelado también de la diócesis salmantina, en 1510, donó a la cofradía nada
menos que veinte mil maravedíes. La
predilección de las autoridades civiles y
religiosas por este hospital fue constante
hasta llegar a la gran decisión de 1581,
cuando por providencia real, por influencias locales, se refundieron todos los
hospitales de Salamanca en uno solo, eligiendo el de Santa Margarita y los Mártires San Cosme y San Damián por ser el
de mayores dimensiones, tomando desde
esa fecha el nombre de Hospital de la
A
28
Santísima Trinidad, que era la denominación de uno de los centros suprimidos.
En el año 1581 había en Salamanca
nada menos que 19 hospitales. Este
número excesivo de centros sanitarios
para tan pequeña ciudad era debido, en
parte, al origen de los mismos. Estaban
regidos por fundaciones religiosas, cofradías y gremios que creaban instituciones
hospitalarias que servían de refugio para
peregrinos o de acogida para pobres y
enfermos. Este modelo hospitalario llega
a Salamanca de la mano de los repobladores Raimundo de Borgoña y su esposa
doña Urraca. El pequeño tamaño de los
mismos era insuficiente para atender la
fuerte oferta de pacientes y pobres sin
recursos, sobre todo en los últimos años
de la vida de ambos. La falta de recursos
económicos de todos los hospitales salmantinos hacía que sobrevivieran con
graves carencias y penurias. El rey Felipe
II, consciente de su precaria existencia,
decretó reunir en uno sólo todos los
pequeños hospitales desperdigados por
la ciudad y concentrar en él los recursos
económicos de los 18 restantes.
En 1668 los problemas económicos
que arrastraba el Hospital General se
agudizaron, haciéndose más preocupantes. Faltaban limosnas y ayudas para su
mantenimiento y, además, cada día había
más enfermos pobres que solicitaban su
ingreso en la institución y que no aportaban recurso alguno. El 18 de mayo del
citado año se reunieron para buscar soluciones los regidores comisarios con Juan
Sánchez, a la sazón administrador general del hospital, citados todos ellos por
los mayordomos de la cofradía que atendían el centro. De lo tratado dieron cuenta a la ciudad y al obispo que eran, al
igual que en la actualidad, los patronos
del hospital.
Las conclusiones de los reunidos dejaron constancia de los problemas que se
acumulaban. No había recursos, la carestía de la vida había puesto imposible la
atención a los pacientes, el número de
enfermos afectados por las calamidades
de aquellos años subía semana a semana
y las limosnas no llegaban ni para cubrir la
mitad de los gastos corrientes. Las cosas
pintaban tan mal que pensaron cerrarlo, a
pesar de que esta medida suponía el
abandono a su suerte para los pobres salmantinos que no tenían donde ir cuando
caían enfermos. Se hacía entonces realidad el conocido dicho castellano de “no
tener donde caerse muerto”.
De aquella reunión salió la solicitud a
las familias pudientes y a las comunidades religiosas, canónigos y racioneros de
la diócesis de Salamanca para que ayuda-
Palacio de Francos añadido a la trasera del antiguo hospital.
ran con limosnas a la supervivencia del
Hospital de la Santísima Trinidad. Para
hacer efectiva la ayuda se les implicaba
en la vida cotidiana del hospital, haciéndoles diputados del mismo.
Para salir del marasmo propusieron a
los patronos, la ciudad y el obispo, la fundación de una nueva congregación. Para
su funcionamiento se recurrió al nombramiento de 24 diputados, 12 eclesiásticos
y 12 seglares, renovables cada dos años,
que tuvieron como misión el cuidado de
los pobres enfermos. Cada mes, dos
diputados, uno seglar y otro clérigo, asistían a los enfermos en el hospital y realizaban el seguimiento del funcionamiento
de la institución. Cada dos años la Junta
se reunía para proceder a las elecciones
de los cargos de responsabilidad: administrador general, mayordomo, cura y responsables de los oficios desempeñados
en el hospital. Los cargos eran elegidos
por la mayoría de los votos, asistiendo
los dos patronos a las votaciones.
También las cuentas que periódicamente rendía el mayordomo se realizaban
en presencia de los patronos y de dos
diputados, uno clérigo y otro seglar.
Ordenanzas del Hospital General
de la Santísima Trinidad de 1668
Siendo obispo de Salamanca don
Javier de Esparza fueron censuradas por
el mitrado las ordenanzas del Hospital de
la Santísima Trinidad de 1668. Después
se presentó a Su Majestad y ante la sala
de gobierno del Concejo Real. La congregación mantenía 25 componentes; un
administrador general que ejercía de
superior de la congregación y 24 diputados, 12 eclesiásticos y 12 seglares. El
administrador general era elegido por un
periodo de dos años por la Junta de Elecciones, mientras que el cargo de diputado era a perpetuidad a no ser que por
causa justa fuera despedido o la congregación le despidiese por una causa justificada y razonada.
Cada dos años, el último día del bienio,
en la fiesta de San Silvestre, se realizaba
la Junta de Elecciones de Oficios. Asistían
a la misma el señor obispo, el vicario
general de la diócesis de Salamanca, el
corregidor, dos caballeros regidores, los
comisarios de la ciudad, el administrador
general, los 24 diputados, los mayordomos de la cofradía de la Cruz y de Santo
Tomé, y los hijosdalgos de San Ginés y
Santa Ana, Santísima Trinidad, Nuestra
Señora del Rosario, Nuestra Señora de la
Misericordia, San Sebastián, Santiago y
San Mancio, Purificación, San Pedro y
San Andrés, la Pasión, San Gregorio y
Santa Ana. En total eran diez cofradías las
representadas por sus máximos responsables y nunca por sus suplentes, reseñados
en las constituciones del hospital como
avenidores o súbditos.
En la reunión se pasaba revista a los
acontecimientos del bienio relatados por
el administrador general, el cura, los dos
médicos, el cirujano, los dos barberos, el
abogado, el agente y el mayordomo de
hacienda. Después se pasaba a votar los
cargos electos, con voto secreto depositado sobre un altar presidido por el prelado. El administrador general se elegía
entre los 24 diputados, excluyendo entre
los candidatos al administrador saliente
que no podía ser elegido por segunda
vez. Los votos eran recogidos por el
secretario, asistido por un diputado clérigo y otro seglar. Las papeletas eran entregadas a los decanos, que después se
encargaban del recuento. En caso de
votación dispersa, se volvía a votar entre
los dos candidatos con mayor número de
sufragios.
La última junta, celebrada antes de la
creación de la nueva congregación, fue el
31 de diciembre de 1668, y la primera de
los nuevos estatutos dos años después,
el día de San Silvestre de 1670.
En el quehacer cotidiano, los últimos
días de cada mes, el administrador general se reunía con los 24 diputados y con
29
Patio del hospital con las columnas del claustro de San Francisco El Grande.
uno de los secretarios para discutir los
problemas del buen gobierno del hospital. Se realizaba el recuento de los ingresados sin recursos, de los fallecidos, de
los gastos ordinarios, de las sepulturas
de los enterrados en la iglesia, de lo
recaudado por la venta de los vestidos de
los difuntos, del cuidado o, en su caso, el
descuido de los ministros en su quehacer
diario y del estado de la ropa.
También conocían sobre las limosnas
aportadas al hospital, los pleitos, reparaciones en el inmueble y el estado de las
propiedades rurales y urbanas del centro
sanitario. En los asuntos en los que era
necesario el pronunciamiento de los diputados se solicitaba su opinión sometiendo la cuestión a votación.
Los diputados eran llamados a reunión por el portero, que llevaba la citación
a sus casas. Las reuniones se celebraban a las tres de la tarde, desde San
Miguel hasta la Pascua de Resurrección,
y a las cinco de la tarde el resto del año.
A los que no asistían y no aportaban justificación suficiente les multaban con 4
reales, 2 se quedaban en el hospital y los
otros 2 iban para pagar al portero.
Para proveer las vacantes de diputados se ponían edictos en el hospital,
dejando claro si se trataba de un eclesiástico o de un seglar. Se recibían las
peticiones de los aspirantes en la secretaría de la congregación y se votaba en
secreto entre los candidatos admitidos.
El secretario era nombrado de por
vida y no tenía salario ni gajes de ninguna clase. Los ministros y oficiales eran
30
elegidos en la Junta de Elecciones y podían ser despedidos siempre que se produjeran causas suficientes. Citan las mismas en los estatutos, figurando primera
la muerte, como es obvio, y la ausencia
del trabajo. En estos casos se podía nombrar un interino hasta el nombramiento
definitivo por la Junta.
El hospital contaba con un arca de
grandes dimensiones donde se guardaban los caudales utilizados para el gasto
corriente. En este mueble se depositaban
también los censos redimidos, las posesiones vendidas y los legados de dotación entre otros documentos. El arca
tenía tres llaves, una en posesión del
administrador general y las otras dos por
sendos diputados elegidos por la congregación para tal menester. Un libro de
registro con lo allí depositado servía de
garantía para el control permanente.
De los compromisos económicos se
responsabilizaba toda la congregación y
no sólo el administrador general. Así
sucedía con las compras, las ventas, las
peticiones de dinero, los préstamos, las
permutas y la firmas de escrituras.
El hospital tenía obligaciones con alguno de sus benefactores, los más generosos y los más insignes. Se decían misas
en los aniversarios de su muerte y para
cumplir con la promesa se nombraba a un
diputado que se encargaba de hacer el
seguimiento de esas obligaciones inexcusables. Para mejor recordarlas se exponían en la sala de la congregación, en un
tablón, las misas, los aniversarios y las
limosnas comprometidas de antemano.
Los fines de año el diputado comisario
inspeccionaba el grado de cumplimiento.
Los ingresos del hospital eran desiguales, variando a lo largo del año. Dependían en gran medida de algunos legados
de personas pudientes que al morir dejaban parte de su fortuna para el mantenimiento del centro sanitario. El gasto también era muy diferente, dependiendo del
número de pacientes ingresados.
Las rentas proporcionadas por el
Patio y Casa de Comedias, situado en lo
que hoy es el Teatro Bretón, eran las más
saneadas del hospital. Dos diputados,
uno religioso y otro laico, eran los encargados de hacer que los mejores comediantes visitaran Salamanca para así llenar el teatro y tener mayores ingresos.
Estos saldos eran tan importantes para
la cofradía y, sobre todo, para la supervivencia del hospital que, aún tratándose
de algo profano, la congregación permitía
a los diputados encargados del Patio de
Comedias ir a Madrid a buscar las compañías de teatro si en Salamanca no lograban encontrarlas con la calidad suficiente
como para atraer al público. Las sesiones
de teatro eran más frecuentes en las
ferias de septiembre, pero también había
representaciones a lo largo del año.
Esta forma de financiación no fue
siempre aceptada por las autoridades
eclesiásticas. Algún prelado salmantino
llegó a cerrar el Patio de Comedias por
considerar que incitaba al pecado,
pagando de los recursos de la mitra el
valor de la totalidad de las entradas no
vendidas. Por José María Manuel GARCÍA-OSUNA Y RODRÍGUEZ
Doctor en Historia y Médico de Familia
“Lamento por Cristo Muerto”.(1439-42) Beato Angelico.
Pradela del Retablo de San Marcos. Temple sobre tabla en el museo Neue Pinakothek(Munich)
La Pasión de Cristo a la
luz de la historia (y II)
Cristo ante el Gran Sanedrín
de Jerusalén
Jesús de Nazaret es llevado silente
ante el antiguo Sumo Sacerdote Anás,
que había sido destituido por el precedente gobernador Valerius Gratus (años 1526 d. C., personaje que herido por una
teja es el leit motiv del genial film Ben-Hur
de W. Wyler), todopoderoso director de
los hilos de la política religiosa de los
hebreos, su hijo Ismael, su nieto Eleazar,
otro hijo Simón-Anás “el Joven” y su
yerno Caifás lo sucederán en la cúspide
del poder durante decenios; Cristo no
contesta al retorcido y valetudinario saduceo. Desde allí va a ser conducido a la
presencia del Sumo Sacerdote del
momento José ben Caifás, que va a
actuar sin escrúpulos sobre el Hijo del
Hombre-Bar Enasha, los sinópticos
(Mateo, Marcos y Lucas) le dedican un
relato pormenorizado.
1º) Anás fue nombrado Sumo Sacerdote de Israel por Quirino, el legado de
Roma en Damasco, tras la destitución de
Herodes Arquéalo (año 6 a. C.), fue Pontífice hasta el año 15, hasta el año 65 su
familia saducea detentaría el poder omnímodo sobre los israelitas; antes de todo
ello, su yerno mencionado Josef ben Qay-
yafa ocuparía el cargo (años 18 al 37),
tras el cese fulminante y con celeridad de
su cuñado Simón o Anás “el Joven”, sería
nombrado por el prefecto Valerio Grato. El
prefecto de Judea y Samaría cambiaba a
los Pontífices por dinero y con facilidad,
pero Caifás resistiría, ya que era un político avezado y muy rico. Quedaría Judea y
Samaría bajo la directa administración de
Roma con un gobernador propio al frente
entre los años 6 y 66 d. C., salvo entre
los años 41-44 en que el Imperio de
Roma concedió el poder a Herodes Agripa
I. El prefecto vivía en Cesarea Marítima y
la secuencia de los mismos fue: Coponio,
Marco Ambibulo, Anio Rufo, Valerio Grato,
Poncio Pilato y Felix. Salvo Anio Rufo, los
demás amonedaron en piezas de bronce
para pequeñas transacciones.
2º) Lucio Poncio Pilato es un militar
equestre o de caballería, la clase media
alta de Roma, prefecto de Judea y Samaría de los años 26 al 37. Aulo Vitelio
(emperador de Roma, año 69) el legatus
augusti en Damasco le ordenará que se
presente ante el emperador Tiberio
(emperador de Roma, años 14-37), para
explicar la matanza de los samaritanos
historia
del año 36, ya no está en Roma para apoyarle su “mecenas” Elio Sejano, el prefecto del pretorio en Roma, virulento antihebreo y que ya ha sido eliminado por Tiberio al abortar un golpe de estado del
susodicho jefe de la guardia pretoriana;
su mujer Claudia Prócula, nieta de Tiberio, también está muerta. Filón de Alejandría escribe a Roma sobre: “sus extorsiones, sus violencias, sus rapiñas, sus
crueldades, sus torturas, amplias series
de ejecuciones sin juicio y su crueldad
espantosa sin límites” (“Lagatio ad
Caium”, 302-303). En el juicio contra
Jesús de Nazaret se burlará de las autoridades del Templo, a las que odia, en el
texto que se coloca en la cabecera de la
cruz (INRI) y permitirá la crueldad de los
azotes por parte de las tropas mercenarias o auxiliares en Jerusalén, que son
muy hostiles a los judíos, ya que provienen de Siria y pisotearán la “dignitas” del
“Rey de los Judíos”. Pilato será desterrado a la Galia Comata o Melenuda donde
morirá en el olvido.
3º) Lo político y lo religioso están muy
imbricados en aquella época, Pilato y Caifás-Anás coinciden en que Cristo es un
agitador, lo que es motivo suficiente para
eliminarlo. En el titulus de la Cruz está
prístina la acusación: “Jesús, el Nazareno, Rey de los Judíos” (Jn 19, 19; Mc. 15,
26). La base primigenia podría ser la
antañona amistad de Cristo con un atrabiliario personaje, fustigador de la poderosa dinastía herodiana y sus apoyos, que
fue Juan “el Bautista”:
a) La actitud de Jesús hacia el Templo
es profundamente escandalosa para los
Pontífices, su crítica supera a la de una
simple reforma. “Aquella maravilla arquitectónica recién acabada, estaba destinada a la abominación de la desolación, es
decir, a la destrucción total” (C. Perrot,
1999).
b) Durante algún tiempo llegaría a bloquear la venta de los animales necesarios para la expiación (negocio lucrativo y
miserable de los sacerdotes, que rechazaban todo aquello que no era adquirido
a los cambistas y mercaderes del atrio
del Templo, los sacerdotes cobraban
impuestos y prebendas por los permisos
del comercio), y por lo tanto la actividad
comercial de la oligarquía sacerdotal
hebrea, su actitud llegará a los oídos de
los Sumos Sacerdotes y los Doctores o
Maestros de la Ley. Nosotros le hemos
oído decir: “Yo derribaré este Templo
hecho por hombres y en tres días construiré otro no edificado por hombres” (Mc.
14, 58). Los testigos son “falsos de corazón” pero no inventan la acusación. La
actitud de Cristo es muy compleja, no participa de los sacrificios sacerdotales,
pero enseña en sus pórticos como cualquier escriba de la época. Ya los profetas,
como Jeremías (Jr 26, 6-18), que habían
anunciado la destrucción del Templo de
Salomón en Jerusalén, después de haber
sido arrasado el primer santuario de Yahvéh en Siló por los filisteos, habían sido
lapidados o asesinados o salvados in
31
historia
extremis como en el caso de Jeremías
que fue protegido por Ajicán ben Safán.
c) La mayoría de los judíos esperaban
un Mesías, Hijo de David, el cual debía
demostrar que lo era y si no era así se lo
ignoraba. En el año 135 un judío se hace
llamar ”El Hijo de la Estrella” y es reconocido como Mesías por el rabino Aquiba,
rebelándose contra Roma, será muerto
por los romanos y no por los hebreos. La
multitud y su entorno veían a Jesús como
al Mesías por antonomasia, pero la cuestión no se ajusta a la historicidad más
exacta, si se acepta la divinidad de Cristo.
No obstante Poncio Pilato convertirá el
asunto en el nudo gordiano de la condena
contra Jesús de Nazaret, Rey-Mesías.
d) La acusación más fundamental es
la de blasfemia lanzada por Caifás, se
ponía en peligro el vínculo de los israelitas
con Yahvéh-Dios, si se aceptaba la filiación única de Cristo con Aquel al que llamaba su Padre: “¿Eres tú el Mesías, el
Hijo del Bendito?” (Mc. 14, 61), es la pregunta clave del Sumo Sacerdote saduceo.
¿Quién es, pues, Jesús?, esta es la interrogación de sus contemporáneos.
La condena en el Pretorio. “Ihesus Nazaraenus Rex Iudaeorum”
(INRI)
Desde el año 6 el prefecto tenía su
cuartel general en Cesaréa Marítima, si se
encontraba en Jerusalén residía en el
vetusto palacio de Herodes I “el Grande”,
llamado Pretorio-Gabbatha (“el lugar que
domina la ciudad por el este”). Delante
del palacio había un enlosado de piedra
llamado “Lithostrotos”, donde el prefecto
impartía justicia, de madrugada y sentado
en un estrado. La acusación: “¿Eres tú el
rey de los judíos? Tú lo dices” (Mc 15,
16), es muy grave y tiene un matiz peyorativo para los judíos empleado por Pilato.
“Tras la muerte de Herodes I “el Grande”
toda Judea estaba llena de bandidos.
Cualquiera podía proclamarse rey a la
cabeza de una banda de rebeldes, que
ocasionaban la ruina de la comunidad,
causando pequeños problemas a los
romanos, pero provocando auténticas carnicerías sobre su propio país” (Antigüedades judías, XVII, 285. Flavio Josefo).
Varios “rebeldes” fueron ejecutados:
Judas hijo de Ezequias; Simón un esclavo
de Herodes que había incendiado Jericó;
un pastor llamado Ahrongés (“ciñó la diadema, pero siguió arrasando la zona con
sus hombres. Su principal objetivo era
matar a los romanos y a la gente del rey”
(años 278-284). En el año 66 Menahem,
hijo de Judas “el Galileo”, “subió al Templo a adorar, vestido con el atuendo regio
y llevando tras él a sus partidarios en
armas” (Guerra de los Judíos. II, 434. Flavio Josefo). La acusación es contemplada
por Pilato con escepticismo. Incluso el
prefecto se lava las manos, actitud inaceptable en un juez de Roma, pero Poncio
Pilato pretende deshacerse cuanto antes
del caso, ya que estos juicios extra ordinem contra extranjeros no estaban some-
32
“Cristo Crucificado” (1632). Velázquez
Oleo sobre lienzo en el Museo del Prado
tidos a ninguna regla jurídica;
lo intenta de nuevo
enviando a Cristo ante
Herodes Antipas, Tetrarca de
Galilea, Perea y Decápolis, pero
el taimado Herodes no cae en la
trampa para complicarse y
devuelve al reo al prefecto. Pilato
intenta canjearlo por un agitador
zelote, Jesús Barrabás, realizando una liberación, que eran ocasionales, al albur del humor del
juez romano.
Como todo le sale mal, lo
envía a la muerte en cruz, suplicio romano y no hebreo, ya que
los israelitas, cuando podían
hacerlo, lapidaban a los reos y los
clavaban ya muertos sobre un patíbulo de madera. Los esenios, otra
de las sectas de Israel, que vivían
en cuevas en el desierto, por ejemplo en Qumrán, dirigidos por el llamado “Maestro de Justicia”, ataban a los condenados vivos a un
madero, tras una crudelísima lapidación. No obstante hacia el año 88 a.
C., el Sumo Sacerdote Alejandro
Janneo crucificó a ochocientos judíos en el centro de Jerusalén.
Durante el asedio de Jerusalén,
Tito (futuro emperador, años 7981) crucificaba unos 500 israelitas
diarios. “Los soldados, llenos de
cólera y de odio, ridiculizaban a los
prisioneros, clavándolos a cada uno
en una posición diferente” (Guerra
de los judíos, V, 451. Flavio Josefo).
Jesucristo en la Cruz
El terrible suplicio comenzaba con una
flagelación, que sirviera de escarmiento y
debilitara las fuerzas del reo de muerte,
se hacía en público. Los soldados mercenarios del ejército romano, sirios o samaritanos de la Torre o Fortaleza Antonia,
disfrutaban con el hecho de humillar a un
judío. Para ello, Cristo es disfrazado de
rey, con una clámide roja, una corona, tipo
casquete, de espinas y una caña como
cetro. La ejecución con los dos bandoleros acompañantes será colectiva. El reo
llevaba sólo el “patibulum” o madero
transversal a hombros, atravesando la
ciudad. “Que lleve el patibulum a través
de la ciudad y, después que sea clavado
en la cruz” (Carbonaria. Plauto, 48). “Te
llevarán por las calles, con el patibulum
sobre la nuca y te acribillarán a pinchazos” (Mostellaria. Plauto. 56-57). “César
lo envío encadenado a Jerusalén, con
orden de que lo entregasen a los ultrajes
de los judíos y, una vez que lo arrastrasen
por toda la ciudad, que lo decapitasen”
(Guerra de
los Judíos.
Flavio Josefo, II,
246).
El condenado llevaba
una tablilla al cuello con la
causa de su condena. El
reo no se podía detener en
su recorrido, pero Cristo es
detenido por una “cofradía”
de mujeres pías, que ofrecían bebidas narcóticas a los
condenados para aliviarles
sus sufrimientos. Al atravesar la puerta de la ciudad,
en vista del agotamiento
de Cristo, Simón de Cirene
(padre de Alejandro y de
Rufo, una familia hebreohelenística de Jerusalén),
fue obligado por el centurión
a que cargase con el patíbulo. En 1941 se descubrió en
el Valle del Cedrón una tumba
con la inscripción: “Alejandro
hijo de Simón, QRNYT (¿Cirineo?)”. En el siglo II el gnóstico Basílides pretendió hacer
morir a Simón en lugar de
Cristo en la cruz y el Corán
retomará la cuestión de
forma doctrinaria y dogmática. “Te imagino en la postura en la que pronto tendrás
que morir a la puerta de la
ciudad, con los brazos en
cruz sobre el patíbulo” (“Miles
Gloriosus”. Plauto. 358, 9).
Los romanos dejaban que
los cuerpos se descompusiesen en la cruz y fuesen comidos por los buitres, los israelitas no. “La
crucifixión es el más cruel y el más horrible de los suplicios” (M. T. Cicerón. “In
Verrem”, II, 5, 168, ss.) y era la forma
habitual de ejecutar a los esclavos,
nunca a los ciudadanos romanos. Constantino I “el Grande” (emperador de
Roma, Años 313-337) la abolirá. Se lo
dejaba completamente desnudo, aunque
el pudor de los hebreos contemplaría
algún tipo de protección para su aparato
genital externo, se le clavaban las manos
(por el carpo y nunca en las manos, que
se desgarrarían por el peso del crucificado) al madero transversal y después se
izaban sobre el palo vertical, entonces
se les clavaban los pies (con un solo
clavo en el hueso calcáneo), en el medio
del palo vertical se colocaba un trozo de
madera, para que el reo estuviese a horcajadas e impedir que se desplomase. El
suplicio debía durar lo máximo posible.
En 1968 se han descubierto los huesos
de un crucificado llamado Yehohanan en
historia
Giv`at ha-Mivtar, que ha servido para
explicitar la secuencia de las crucifixiones. En el Palatino de Roma se descubrió un graffiti que representa a Cristo
crucificado con cabeza de asno y con un
soporte bajo los pies. Los romanos
designaban a los hebreos como asnos.
Los soldados quisieron darle agua
por dos veces: 1) vino mezclado con
mirra de efecto estupefaciente y 2) la
bebida avinagrada de los legionarios de
Roma llamada “Posca”. Cristo las rechaza. Los cuatro soldados se reparten sus
vestiduras. Cristo se despide con desesperación: “Ela (h) i lema shebaqtani” o
“¡Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has
abandonado?” (Mc 15, 34). La muerte
en cruz era por asfixia, el dolor era tan
terrible que el crucificado gritaba su odio
hacia todos los circundantes. Para apresurar la muerte se les rompían las tibias
y los peronés a los reos, a golpes de
maza (“Crurifragium Poenulus. Plauto,
886). El Dios Padre Todopoderoso clama
por la muerte de Su Unigénito y “El velo
del Sancta Sanctorum del Templo se
rasgó en dos” (Mc. 15, 38) y “la Tierra
tembló, las piedras se resquebrajaron,
se abrieron los sepulcros y muchos justos que habían muerto resucitaron y se
aparecieron a muchos” (Mt, 27, 50-54).
Una lanzada en el corazón certificaba la
muerte del crucificado, por el centurión
pertinente. En el caso de Cristo, el rico e
importante hombre del Sanedrín, José de
Arimatea, solicitará, poniendo todas sus
influencias en juego, el cadáver de Cristo, la familia no puede hacerlo. Flavio
Josefo cuenta un caso análogo y precisa
que: “a aquellos que fueron crucificados
por decisión judicial, los bajan y los
entierran antes de la puesta del sol”
(Guerra de los judíos, IV, 317); va a
comenzar la Pascua y es difícil aceptar a
los cadáveres tan cerca de las murallas
de Jerusalén. El entierro es rápido y en
una tumba próxima al Gólgota, nueva y
sin utilizar todavía. Los crucificados no
eran arrojados a una fosa común. Una
enorme piedra obstruirá la entrada a la
tumba de Jesús de Nazaret. El primer día
después de la Pascua se producirá el
fenómeno más extraordinario y milagroso
de todos los tiempos, la Resurrección
del Dios hecho hombre. Pese a quien
pese la Sindone de Turín lo explicita con
toda nitidez. Dicebatur
La Resurrección de Cristo, en los
textos de Pablo de Tarso
“Además os declaro, hermanos, el
Evangelio que os he predicado, el que
también recibisteis, en el que perseveráis; por el que sois salvos, si mantenéis la palabra que os he predicado (de
lo contrario, habríais creído en vano).
Porque, en primer lugar, os he enseñado
lo que yo recibí también: que el Mesías
murió por nuestros pecados, de acuerdo
con las Escrituras; y que fue sepultado,
y que resucitó al tercer día, de acuerdo
con las Escrituras; y que se apareció a
Pedro, y después a los doce. Después se
apareció a más de quinientos hermanos
a la vez, de los cuales muchos viven
todavía, y otros ya han muerto. Después
se apareció a Santiago; después a todos
los apóstoles; y al último de todos, como
a un abortivo, se me apareció a mí. Yo,
que soy el menor de los apóstoles, indigno de llamarme apóstol por haber perseguido a la Iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y la gracia de
Dios no ha sido estéril en mí” (I CORINTIOS 15, 1-10).
“Ahora bien, si se anuncia que Cristo
ha resucitado de entre los muertos, ¿por
qué algunos de vosotros andan diciendo
que no hay resurrección de los muertos?
Si no hay resurrección de los muertos,
tampoco Cristo ha resucitado; y si Cristo
no ha resucitado, tanto mi anuncio como
vuestra fe carecen de sentido. Resulta
incluso que somos falsos testigos de
Dios, porque damos testimonio contra él
al afirmar que ha resucitado a Jesucristo,
siendo así que no lo ha resucitado, si en
verdad los muertos no resucitan. Porque
si los muertos no resucitan, tampoco
Cristo ha resucitado. Y si Cristo no ha
resucitado, vuestra fe carece de sentido y
seguís aún hundidos en vuestros pecados. Y por supuesto también habremos
de dar por perdidos a los que han muerto
en Cristo. Si nuestra esperanza en Cristo
no va más allá de esta vida, somos los
más miserables de todos los hombres” (I
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33
creación literaria
Olas de un mar ausente
“Y oirás, no el mar,
sino la tierra mía...”
José Agustín BLANCO REDONDO
PRIMER PREMIO DEL III CERTAMEN LITERARIO
DE RELATOS CORTOS Colegio Oficial de Médicos de Salamanca
Claudio Rodríguez
E
l cielo de aquel atardecer –le aseguro que no sé cómo puedo
recordarlo así, es como si lo estuviera contemplando en este
preciso instante, aunque hayan pasado ya casi sesenta añosse deshacía en jirones de nubes blandas; en retales incendiados de rojo
y malva que conformaban extraños bucles, como rizos coronados en
espuma, empeñados en precipitarse sobre la línea del horizonte.
En ese momento que yo llegué a creer mágico, sólo fui capaz de
imaginar que tenía ante mí a las confundidas olas de un mar ausente.
De un mar siempre soñado por los rasos cielos de aquella áspera tierra. Áspera y seca. Una tierra que parecía resignada desde antaño a
consumirse bajo el sol que abrasaba sus pastizales durante las tardes
del estío, que atenazaba los brotes nuevos de las encinas, que aturdía
las viejas peñas de granito; unas peñas moldeadas por la tenacidad del
cierzo y por todos los hielos del invierno... Sí, me acuerdo bien de
aquella tarde; la tarde de mi partida a la ciudad. El viaje resultaría
tedioso, envuelto en esa melancolía que surge al dejar atrás, demasiado lejos, los escenarios de mis años de infancia – años cuajados de trabajo, inocencia y amistad intuitiva- para enfrentarme a las incertidumbres del porvenir, de lo que está aún por sorprendernos. Fueron
varias horas de camino sobre un carro atestado de colchones de lana,
cabeceros de latón, armarios despiezados y palanganas de porcelana...
Aquel cielo fue lo último que pude ver, lo único que se despidió de mí.
Y le juro que se lo agradecí desde mi acongojado interior. Quizás por
eso lo recuerdo con una nitidez tan perturbadora. Sí. Yo era entonces
sólo un recién casado que intentaba escapar de la pobreza de los jornales, de las sopas de ajo y los torreznos como único sustento, de la
34
miseria que se arrastraba por las calles del pueblo que me vio nacer,
allí, en las estribaciones de la Sierra de Ávila, en la difusa frontera
entre esta provincia y la de Salamanca; una tierra que se derramaba en
el vano intento por alcanzar las fértiles vegas del río Tormes, siempre
lejanas, deseadas, inalcanzables... Sí, le aseguro que jamás he vuelto a
contemplar un cielo como aquel, un cielo tan hermoso, el cielo de mi
propia sangre...
Pero eso, doctor, fue hace demasiados años. Ahora sólo soy un
viejo asustado al que apenas le queda tiempo. Y creo que debo ser sincero con usted, aunque sepa que ya nada va a poder ayudarme. Le
agradezco que quiera escucharme. Intentaré no cansarle demasiado...
... Aquella mañana –creo que era el día de Todos los Santos de
hace dos años- me levanté temprano. Un viento frío que parecía descender del norte, oscureció la ciudad en apenas un instante, amparado por aquellas nubes espesas, profundas, sucias como el carbón. Le
había prometido a mi hija Mercedes que bajaría yo a comprar el pan.
Quería creer que aún podía ser útil, no una carga de la que se desea
prescindir cuanto antes... Pero una vez en la calle, me di cuenta de lo
equivocado que estaba, de toda la estupidez que un viejo como yo era
capaz de albergar. ¿A quién pretendía engañar? Había olvidado el
abrigo en casa y me encontraba vagando por la acera con esa bata guateada de color morado decorada con los madrugadores lamparones
del café que había tomado al levantarme. Me encogí de hombros, desbordado por ese hartazgo que proporciona la impotencia. Sólo podía
definirme con la palabra lamentable. Debía estar ridículo vestido así,
con bufanda, paraguas y zapatillas de paño, ya sabe, de esas de andar
por casa... Afortunadamente, la
panadería estaba cerca. Con algo de
suerte, sólo la dependienta podría
regocijarse con mi penosa apariencia.
Dios mío, ¿Cuántas barras me había
encargado Mercedes? Esta cabeza
mía... ¿Y el monedero? Menos mal,
estaba en el bolsillo de la bata...
Escuché el primer trueno y
comenzó a llover, o más bien, a diluviar. Apreté el paso mientras abrazaba la bolsa de pan contra mi pecho,
encarándome al viento del norte con
el paraguas abierto, utilizándolo a
modo de rudimentario escudo. Sí, un
rudimentario adefesio, eso era lo que
yo debía parecer. En otro tiempo
habría sonreído ante tal cúmulo de
despropósitos, habría tomado esos
despistes con cierta dosis de humor,
pero ya no podía hacerlo. Esas distracciones eran demasiado frecuentes. Muy pocas cosas conseguían
hacerme reír, quizás el disfrutar de los ojos de mi nieto cuando escrutaban con sorpresa los pelos que medraban en mis orejas... No en
vano, tenía sobre mis espaldas ochenta años... ¿Fueron ochenta los
que cumplí en febrero? Sí, bueno, qué le voy a contar, comencé a
dudar hasta de mi propia edad.
Todos en casa sabían que no estaba bien, que mi mente se deterioraba como un viejo tronco abandonado a la intemperie. Comencé a
peregrinar por las consultas de los especialistas. Mercedes intentaba
restar importancia a lo que ella denominaba “olvidos tontos” y decidió ayudarme escribiendo en pequeños papeles amarillos –de esos
que se pegan sólo por un borde- listas interminables de las cosas que
a su juicio debía recordar:
-Sí, padre, yo se lo apunto. Antes de salir debe usted comprobar
que lleva atados los cordones de los zapatos; que coge la bufanda y el
abrigo; que no olvida las llaves de casa; que apaga la luz del recibidor...
Un beso, padre, que me voy a trabajar. Cuídese, ¿me lo promete?...
Logré apañarme durante algunas semanas, siempre pendiente de
las instrucciones garabateadas en aquellos papeles, pero mis despistes
-¿Debería llamarlos así?- aumentaron sensiblemente. A veces olvidaba
ducharme y eso desquiciaba a Mercedes. Sí. En temas de higiene ella
no estaba dispuesta a transigir:
-Como mínimo debe bañarse tres veces a la semana, padre, no me
enfade usted. Y hay que enjabonarse bien, ¿está claro?
Hasta que ocurrió lo del parque. ¿Puede creerlo? Sesenta años
paseando casi cada día por aquel lugar y, sin saber cómo, todos los
senderos parecían empeñados en confundirme. Sí, como lo oye. No
distinguía ya las acacias de los olmos y los rosales se me antojaban
setos cerrados de romero. Y me perdía. Me perdía en el mismo parque
donde mostré a Mercedes, por vez primera, los colores y aromas de
todas las estaciones; el mismo parque donde aprendió con mi ayuda a
montar en bicicleta y que ahora se trocaba en un laberinto amargo,
aquí dentro, doctor, dentro de mi cabeza...
Todas estas miserias que he venido arrastrando, han logrado, al
menos, desterrar de mis adentros cualquier atisbo de incertidumbre.
Sé bien lo que me espera. Sé que muy pronto –dos años, quizá tres- mi
mente se apagará como la lánguida llama de una vela golpeada por la
terquedad de una corriente de aire. Me mantendré vivo, pero seré un
vivo aislado, hermético, sin esperanza. Sí. Un viejo inútil, mudo y –
créame que me duele decirlo- prescindible...
Lamento, doctor, la crudeza de mis palabras. Lo lamento de veras,
pero no es más que lo que siento. Y no crea que mi corazón ha logrado ya asumir la certeza de esta desgracia. Tengo miedo. Me estremezco sólo con pensar en lo que me espera. Sí, todo terminará la mañana
que me resulte imposible recordar el nombre de mi hija; cuando sea
incapaz de reconocer la alegría en la traviesa mirada de mi nieto;
cuando olvide el color de las olas de aquel mar ausente al precipitarse
sobre el horizonte de mi juventud, de aquella tierra mecida de abandonos que no quisiera jamás tener que olvidar...
........................................
Era tarde. No le había resultado difícil encontrar aquel pueblo
anclado aún en los muelles del tiempo – ovejas por las calles retor-
nando a los cercados bajo el sonido
impaciente de sus esquilas; abuelos
de garrota y mirada franca sentados
al fresco en los poyos de las casas;
algunos niños alborotando en las
eras, felices, con los juegos de siempre, de toda la vida...- ; en la ensenada tranquila donde se derramaban pastos, encinas y peñas; en esa
bahía eterna vestida sólo de piedras
y horizonte donde los campos y el
hombre esperaban el cotidiano
reposo del anochecer.
La tormenta había sido breve,
pero suficiente para dejar tras su
retirada, una leve brisa que se afanaba por refrescar aquellos últimos
estertores del día. El doctor ayudó a
Martín a bajar del coche. Habían
pasado ya ocho meses desde su
última conversación lúcida con él,
allí, en la residencia para enfermos de Alzheimer de la ciudad. Poco
tiempo después, tal y como el anciano había augurado, su mente se
apagó, casi de repente –recordó aquella acertada comparación suya
con la trémula llama de una vela- y ya no pudieron volver a comunicarse. Quizá fuera demasiado tarde, pero al menos debía intentarlo. Sí. Deseaba ofrecer a aquel desvalido anciano, la oportunidad de
reencontrarse con el pueblo de su juventud, con la tierra que tuvo
que abandonar en busca de un porvenir para su familia. Una tierra
que Martín siempre había querido guardar en los secretos callejones
de su corazón.
El médico buscó asiento en un banco de las afueras, orientado
hacia el poniente. Era un desvencijado banco de madera, en cuyo
agrietado respaldo aún se podía adivinar, grabada con letras blancas,
la publicidad de una conocida entidad de ahorros. Y allí, bajo aquella calma que parecía surgir de las piedras de las tapias, de la sobriedad de la iglesia, del rumor de la fuente o que quizás emanaba del
espíritu sosegado que cimentaba la cotidianidad de aquel pequeño
pueblo, cerró los ojos para aspirar, con una especie de ansia primitiva, de empeño innato, aquel suspendido aroma a tierra mojada.. Sí,
era el humilde olor de la arcilla húmeda, de la hierba agostada empapada de agua; el resuello de las peñas de granito domeñado por las
caricias de la lluvia; de una lluvia arrastrada por las rachas del ábrego, ese viento huidizo, caprichoso y anhelado...
El anciano se mantenía inmóvil, encorvado, con la cabeza hundida y dirigida hacia algún lugar indeterminado del suelo, ajeno a todo
lo que le rodeaba. Fue durante sólo un instante, pero el doctor creyó
percibir en su rostro un leve temblor, una tenue agitación que parecía
nacer en sus labios sellados para ascender hacia las aletas de su nariz,
hacia sus párpados aún cerrados, como si una llama se despertara de
entre las cenizas de su alma tras reconocer algo demasiado cercano,
familiar, íntimo... Quizá fuese aquel olor a tierra mojada; el agradecido olor de su propia tierra, de sus perdidos años de juventud o -¿Por
qué no?- la evocación de María Rosa, su esposa fallecida treinta años
atrás en una cama del hospital de la ciudad, muy lejos de la alcoba
donde se amaron por primera vez; un amor que nació aquí, en estos
campos que no eran ya sino un recuerdo encerrado en las cárcavas
selladas de su memoria...
Jamás imaginó que pudiera suceder, pero durante unos momentos, el doctor comprobó cómo aquel anciano, sumido durante los últimos meses en un rígido sopor, se despertaba. Martín levantó la cabeza, muy despacio, suavizando sensiblemente la tensión que lastraba su
mirada, permitiendo dócilmente que las últimas luces de aquel crepúsculo iluminaran los precipicios que consumían su frente, las tercas
arrugas concentradas en el entrecejo, los hondos barrancos de sus
mejillas, las cetrinas grietas que se ensañaban con sus párpados...
Pudo ver –no había ninguna duda- cómo dos lágrimas, sólo dos, desbordaban el tenaz vacío de sus ojos, quizás al reconocer en el cielo del
atardecer –el médico estaba seguro de ello- a las confundidas olas que,
emergiendo de las entrañas de aquel mar ausente, quisieron desearle
suerte, hacía ya más de sesenta años, el día que decidió emigrar en
busca de un futuro mejor. Las mismas olas incendiadas de rojo y
malva que ahora parecían retornar sólo para despedirse de él... Todos en casa sabían
que no estaba bien,
que mi mente se deterioraba
como un viejo tronco
abandonado a la intemperie.
Comencé a peregrinar
por las consultas
de los especialistas.
35
la herida luminosa
Por Juan Antonio PÉREZ MILLÁN y Ernesto PÉREZ MORÁN
Un médico espectral
El gabinete del doctor Caligari, de Robert Wiene
En 1919, Robert Wiene lleva a cabo uno de los tours de force más
emblemáticos de la historia del cine. Sin ánimo de repetir aquí
los lugares comunes tantas veces expuestos, con mayor o menor
rigor, es posible asegurar que la importancia de este título ha
acabado ensombreciendo uno de los pilares fundamentales del
relato: la figura del médico protagonista, director de un sanatorio envuelto en el confuso sueño de su paciente.
E
l carácter onírico que hilvana esta pieza de orfebrería cinemato gráfica es también su aspecto más controvertido. En principio, el guión se había planteado como una denuncia del papel
desempeñado por Alemania en la Primera Guerra Mundial:
una nación que empujó a sus súbditos a una cruenta aventura que acabó en catástrofe. Bajo la metáfora del doctor Caligari, sombrío
personaje que se vale de la hipnosis para ordenar al médium Cesare que
lleve a cabo una serie de crímenes, los guionistas Hans Janowitz y Carl
Mayer pretendían formular una protesta que se vio desvirtuada por el añadido de dos secuencias en el montaje definitivo: las que abren y cierran
la obra, introduciendo la idea de que toda la historia de Caligari es enunciada por un loco, recluido en un manicomio cuyo máximo responsable es
el propio doctor, que interpreta de forma magistral Werner Krauss. Con
ello se perdía el tono de denuncia, aunque también es cierto que se ganaba esa dimensión onírica que tanto deslumbró en su momento y que, de
paso, convertía la narración en un caso clínico.
El proyecto para la realización de El gabinete del doctor Caligari, joya del
expresionismo alemán, juego de espejos deformantes o sublime demostración de virtuosismo visual, fue ofrecido inicialmente a Fritz Lang, que más
adelante rodaría la serie dedicada al doctor Mabuse, de temática y discurso muy similares. Rechazado por el maestro, el encargo recayó en un director que nunca más haría un filme de esta entidad: Robert Wiene, responsable de la incorporación de las dos polémicas escenas. Y la relevancia de
la película fue tal que se llegó a acuñar el término ‘caligarismo’ para designar a los largometrajes alemanes que heredaron o trataron de imitar sus
características. Incluso uno de los ensayos teóricos más contundentes de
la historia de la crítica lleva por título De Caligari a Hitler. Fue escrito en
1946 por Siegfried Kracauer y aborda en profundidad las conexiones existentes entre la situación social y política alemana y el cine, mientras sostiene también que el relato de Caligari está inspirado en un caso de criminalidad sexual ocurrido realmente en Hamburgo.
A pesar de ello, El gabinete del doctor Caligari no es una intriga al uso,
ni tampoco una trama más “de médicos”, como quisieron advertir algunos con ocasión de su estreno («Se trata de un homenaje a la desinteresada y meritoria labor de los psiquiatras», se escribió entonces), pero es
interesante fijarse en la figura del doctor y en la importancia que adquiere el sanatorio mental, desde el punto de vista escénico y simbólico.
Caligari es presentado como un vulgar feriante –no conviene olvidar
que el cinematógrafo comenzó siendo un espectáculo cercano a lo circense–, y poco a poco se irá descubriendo que es una especie de místico
inquietante, que tiene dentro de su barraca –mejor traducción que “gabinete”– a un tal Cesare, su más valiosa posesión, un individuo a quien el
“doctor” puede despertar a voluntad de la catalepsia en la que se encuentra sumido, para obligarle a cometer los más espantosos crímenes. Finalmente, Caligari será el director de un sanatorio donde están recluidos los
personajes de la historia. Esa evolución, que contiene en sí misma una
significativa dualidad entre ciencia y superchería, entre cordura y demen-
36
cia, viene dada por el punto de vista del
narrador: Francis, un joven que resulta
ser un paciente enloquecido que desvela
una historia imaginada por su mente
inestable. Esta somera descripción argumental permite comprobar que la película de Wiene constituye un juego de muñecas rusas que albergan en su interior
tantos significados como el espectador
sea capaz de encontrar.
Además, la concepción escénica del
filme encierra en sí misma la explicación
de una época y de todo un movimiento
artístico. Una época, el periodo de entreguerras, marcada por el miedo y el subjetivismo, en la que surgió una corriente
artística extendida a numerosas disciplinas: desde la pintura –El grito de Munch
sería sólo un ejemplo– hasta el celuloide. En este último caso, y en El gabinete
del doctor Caligari en particular, las limitaciones económicas no impiden la aparición de los rasgos genuinamente expresionistas, ni su coexistencia con elementos procedentes de esos otros campos.
Desde dibujar literalmente los haces de
luz en el suelo del sanatorio, lo que
puede tener tres explicaciones –la falta
de dinero para focos, la herencia del teatro de Max Reinhardt o, simplemente, el
afán de subrayar los contrastes– hasta la
presencia casi obsesiva de las líneas
diagonales, con el fin de transmitir la
sensación de inestabilidad propia de una
época convulsa. Desde las interpretaciones de los actores, plenas de patetismo,
hasta el mencionado juego de luces y
sombras, directamente relacionado con
el bien y el mal y, de nuevo, el tema del
doble. Todo ello configura un espacio
–principalmente el del sanatorio– claustrofóbico, inquietante y nebuloso, que
alcanza su máxima expresión al final,
cuando el patio se puebla con los personajes de la representación a la que el
espectador ha asistido: Cesare, el protagonista y su pareja aparecen como enfer-
joya del expresionismo alemán, juego de espejos
deformantes o sublime demostración
de virtuosismo visual
la concepción escénica del filme encierra en sí
misma la explicación de una época y de todo un
movimiento artístico
mos mentales que habitan un universo
ambiguo, dirigido por un doctor cuya última frase supone un cierre igualmente
enigmático: «Ahora sé cómo curarlo».
Junto a la estructura, atípicamente
dividida en seis actos, la frecuente utilización de elementos sintácticos muy en
boga en aquel momento –como los “catches” para destacar determinados
aspectos presentes en el encuadre–, el
uso reiterado del fuera de campo, sugerido hábilmente por las sombras que se
reflejan en las paredes, y la estudiada
composición de cada plano, convierten a
este largometraje en un retablo de notable plasticidad. Y como todo hito que se
precie, incluye numerosas referencias a
elementos preexistentes y ejercerá considerable influencia sobre otras obras
posteriores. Entre las primeras cabe citar
la figura del Golem, el mito prometeico
de Frankenstein o la fascinante historia
de El estudiante de Praga, de Edgar Allan
Poe –llevada al cine seis años antes por
Paul Wegener y Stellan Rye–, mientras
que no hará falta recordar cuántos elementos han tomado de El gabinete del
doctor Caligari la ya mencionada trilogía
de Mabuse o ese trasunto de Cesare que
es el Mister Memory de 39 escalones
(1935), de Alfred Hitchcock, por ejemplo.
Personajes y narraciones que, como en
el caso del doctor mismo, trascienden al
relato y se convierten en testigos privilegiados de su época. Título original: «Das Cabinet
des Dr. Caligari.
Dirección: Robert Wiene.
Guión: Hans Janowitz y Carl
Mayer.
Fotografía: WillY Hameiser, en
balnco y negro.
Intérpretes: Werner Krauss
(doctor Caligari), Conrad
Veidt (Cesare), Friedrich Feher
(Francis), Lil Dagover (Jane),
Hans Heinrich von Twardoswki (Alan), Rudolf Lettinger
(doctor Olson).
Producción: Decla-Bioscop
(Alemania, 1919).
Duración: 74 minutos.
37
taurología
Por Javier VIEJO
Para una antropología del toreo (XXIV)
Poesia, amor y toros (I)
S
i el toro es vida, si el toro es
también símbolo de la vida y de
la fecundidad, parece lógico que
los poetas transmitan la percepción sentida viendo una fiesta
de toros. Veámoslo en algunas
de las múltiples variantes que el amor, en
sí mismo pluridimensional, presenta en la
poesía cuando sus autores se centran en
el toro, en el diestro y entre los espectadores mismos, el público de esa fiesta.
Ovidio, considerado hasta la Edad
media como maestro en “cuestiones de
amor”1, canta el relato de los amores de
Pasifae, casada con Minos, con un toro
blanco: “Con este toro, adúltera, se holgaba Pasifae, / envidiosa, y odiando las
vacas. / .../ ¿Se adorna Pasifae con precioso ornamento? / ¡Tu adúltero no aprecia la gracia del vestido! / ... / ¿Por qué,
inepta, compones los bucles de tu pelo?
/... / Si a un hombre burlar quieres, búrlalo con un hombre”2.
Es el mito de Pasifae y el toro; pero
¿qué tiene que ver el toro con el amor?
¿Qué nos dice la poesía claramente no
mitológica a este respecto? Lope de
Vega, en su Fiestas en las bodas de Lido,
comenta que ante las hazañas de Cardiloro “Clorinarda, que mira al triste moro,
/ entre sí se deshace tiernamente, /
como la nieve que los rayos de oro / del
sol de julio sobre el monte siente. / Hizo
tales azañas Cardiloro / que el aplauso
famoso de la gente / le abrazó mucho
más, porque a quien ama / crece y dobla
el amor la buena fama”3. Si no es el toro
mismo sí parece que las hazañas con él
realizadas aviven las brasas del amor.
Insiste Lope y, con ambigüedad, pone
estas palabras en boca de un caballo
herido por el riesgo que asumiera su
dueño: “dijeron que era nada, y fue cornada; / mal haya el hombre que de cuernos
fía”4. El conde de Villamediana zahiere
con ironía al alguacil Vergel: “Pero como
jamás hombres han visto / un cuerno de
otro cuerno horadado, / y Vergel con los
toros es bienquisto, / ... / sano y salvo
salió, gracias a Cristo; / que Vergel contra cuernos es hadado!”5.
Rubén Darío, en su Gesta del toro,
rememora el mito de Pasifae y hace decir
al toro: “Luego, fui bello rey de astas agudas; / a mi voz respondían las montañas,
/ y mi estampa, magnífica y soberbia, /
hiciera arder de amor a Pasifae”6. Manuel
Machado, después de una cogida del
torero, - el toro, revolviéndose, alza en los
cuernos un pelele -, continúa diciendo: “Y
suena esa divina musiquilla / de “La
Giralda”, que es toda Sevilla, / y es tore-
ra y graciosa y animada. / Y habla de la
mujer enamorada / que nos espera... Y
nombra / naranjos y azahares, / y la caña
olorosa / y una alegría rítmica en cantares, / y una tristeza vaga y lujuriosa”7.
La Condesa de Noailles vuelve a traer
el mito de Pasifae: “Provincias castellanas, tierras de Andalucía, / ¿de qué os
viene esa fiebre tan sorda y tan sombría?
/ Pasifae que quiere la sangre de su
amante, / y ebria, - viendo morir esa fuerza amorosa - / de la sangre vencida, pero
aún poderosa, / en un espasmo único de
deseo y de horror / sabe unir al placer el
divino terror...”8.
¿Por qué si los toros nada tienen que
ver con el amor escribe Fernando Navalón: “Ya mis cabestros pasaron / por el
puente de Triana, / seis toros negros en
medio / y mi novia en la ventana”?9. ¿Por
qué nos ha dejado este Madrigal Rogelio
Buendía: “El caballo y el toro... / ... / Y tu
brazo se alza, / mientras que mi palabra
adormilada, / que para acariciarte va descalza, / mientras el toro clávame su luna,
/ traicionera, moruna, / en todo el corazón que ríe Alzado. ¡Caballo mío, llévame
en un vuelo / a la pradera que da risa al
río, / donde baila y resuena el amor
mío!”?10. A estas preguntas responde
Cristóbal de Castro: “Miré la muleta roja
/ que ante la res flameaba, / sentí que se
me escapaba / el grito de ¡”Que lo coja”!,
y alzada en la delantera / la diosa de la
mantilla, / estaba más amarilla que la
cera! / Ojos donde el amor arde, / ¡perdón por mi perfidia! ¡Tened piedad de la
envidia de un cobarde!”11.
También Vicente Aleixandre en un contexto generalizado de amor confirma la
respuesta:: “Toro o mundo que no, / que
1
ROLDÁN, Antología..., I, p. 28. , 2 R., I, 28, 11s. 18. 29, 2.6., 3 R., I, 82, 17-24., 4 R., I,
84, 5s., 5 R., I, 109, 9-11. 13s., 6 R., I, 242, 26-29., 7 R., I, 21.s. 23-32., 8 R., I, 278, 39., 9 R., I, 292, 19-22., 10 R., I, 324, 9.13-24., 11 R., I, 279, 21-31., 12 R., I, 380, 13 R., I,
38
no muge. Silencio; / vastedad de esta
hora. Cuerno o cielo ostentoso, / toro
negro que aguanta caricia, seda, mano. /
Ternura delicada sobre una piel de mar, /
mar brillante y caliente, anca pujante y
dulce, / abandono asombroso del bulto
que deshace / sus fuerzas casi cósmicas
como leche de estrellas. / Mano inmensa
que cubre celeste toro en tierra”12. O
estos otros versos de La cogida, también
de Aleixandre: “El beso / con su testuz
de sueño / y seda, insiste, / oscuro,
negro. / ... / Hermosa luna, toro / del
amor ciego / que ensalza como contra el
cielo / el cuerpo del amor diestro, / tendido en la cuna radiante, / delicado entre
los dos cuernos”13. Sin duda el colombiano Germán Pardo García corrobora esa
respuesta: “Toro caudal que en la llanura
impones / ... / Ahora que soy hombre, yo
te veo / como la imagen del vital deseo /
erguida sobre un monte americano”14.
Con sabor chtónico Juan Rejano se
queja : “No me importa la muerte, no me
importa / la muerte lenta que me das. No
quiero / sino verla otra vez, saber que soy
/ un rumor en su vida. / ¡Ay, tierra, tierra,
/ vive mi corazón dos magnitudes: / soy
un rosal, un toro rojo soy! / Aspira su bramido, oye su aroma. / Amaré su fulgor
hasta ser polvo.”15.
Luis Rosales canta metafóricamente
en su Égloga de la soledad el amor de la
paloma y el toro: “Con grave diligencia
misteriosa / la paloma que sabe / más
femenina ser que cualquier ave / sobre el
árbol se posa /... / Su estilo es de mujer
que sabe estilo /... / Venus del aire
mayoral del grano, / ... / y allá, frente al
rumor de la corriente, / sosegado el estío
/ su vibrante clamor maritalmente, /
solas van la presencia y la hermosura, /
la paloma y el toro en la llanura como la
blanca luna sobre el río. /... / sueña tu
último sueño, toro mío; / ... / todo está
en ti sereno y consagrado para morir ungido: / lo verdadero es lo total: tú has sido
/ eterno desposado, / ofrenda a Dios y
adolescente al prado”16. Y por todo eso
Miguel Hernández parece mostrar su
dolor en su soneto Como el toro: “Como
el toro te sigo y te persigo, / y dejas mi
deseo en una espada, / como el toro burlado, como el toro”17; y Nikos Engonopoulos confirma el mismo tema: “en ese
momento, no se fuera a escapar por la
salida, / una especie de toro rojo de pelo
rojo saltó al centro / llamas se le escapaban de su belfo / ... / y las muchachas
de hermosos pechos se tendían boca
arriba en el suelo / y en los hermosos
ojos se ocultaba / y brillaba / el sol”18. 380, 18-21. 181, 27-32., 14 R., I, 415, 1. 12-14., 15 R., I, 440, 8-16., 16 R., II, 33, 3034.37. 34, 3-8.11.30-34., 17 R., II, 18 R., II, 45, 6-8. 19-22.
gastronomía
Por Beatriz PEÑALBA
La Bodeguita de Casa Paca:
tradición e ingenio
alamanca esconde un espacio único
en el que se ha reinventado la gastronomía tradicional. Los sabores de
toda la vida se han fusionado con pinceladas de la cocina creativa, dando
lugar a los platos y aperitivos más
originales de la capital charra. La Bodeguita de
Casa Paca ofrece a sus clientes el más variado
surtido de tapas. El visitante sucumbirá a las
delicias que se muestran en la barra de este
establecimiento donde, además, ofrecen una
alternativa nueva cada semana. Las tostas de
salmón, sus tortillas individuales de calabacín
con queso o su crujiente de morcilla con salsa
de hongos son algunas de las
especialidades de La Bodeguita
de Casa Paca. Su esmerada presentación hace que estos aperitivos ya entren por los ojos. Pero
es sin duda la combinación de
sabores y texturas, que aquí
realizan magistralmente, lo que
impresionará a los comensales.
S
Por otra parte, encontramos
también una carta que destaca
por la divesidad de sus platos.
Preparados cuidadosamente a la brasa de carbón
de encina, los sabores adquieren una intensidad
que harán las delicias de los clientes más exigentes. Además, esta carta se adapta a cada estación del año, para que el visitante disfrute de los
mejores productos de la temporada, cuidando al
máximo la calidad de los mismos. Así, encontramos su arroz caldoso con bogavante, cochinillo a
la brasa o su parrillada mixta con carne y marisco. Entendemos que entre tanta variedad se haga
difícil la elección, así que le sugerimos hacer
caso de las recomendaciones de los profesionales que le atenderán en La Bodeguita de Casa
Paca. Asimismo, este restaurante tiene en cuenta a los más pequeños de la casa, elaborando
para ellos un menú infantil.
Y qué mejor manerar de degustar todas
estas delicias que acompañándolas con un buen
caldo. En este restaurante encontramos una
extensa carta de vinos con cerca de 90 referencias, en la que se hallan representadas todas las
denominaciones de origen; Rioja, Ribera del
Duero, Toro, Cigales, Las Arribes, Rueda, etc.
Además, en este establecimiento abogan por
una explotación de los productos autóctonos de
la tierra, por lo que siempre encontrará lo mejor
de la provincia salmantina. Si usted no es un
experto en vinos no tiene por qué preocuparse,
ya que en La Bodeguita de Casa Paca le aconsejarán cuál es el mejor maridaje para que disfrute
con todos los sentidos de estos
manjares.
No podemos olvidarnos de
los postres, todos ellos caseros
e ingeniosos. Sus macetitas de
un solo bocado de chocolate con
frambuesas o la piña rellena
con crema catalana, son algunas
de las especialidades de este
singular rincón. Aunque el comedor de la Bodeguita de Casa
Paca es muy acogedor, el verano
invita a degustar su menú en la terraza, tanto en
la comida como en la cena. El broche de oro a
esta oferta culinaria lo pone la atención de su personal, siempre cordial y complaciente con todos
sus comensales, consiguiendo esa clientela fiel
de la que tan orgullosos se sienten.
Sin duda, visitar La Bodeguita de Casa Paca
será un placer para todos sus sentidos. 39
escapadas de fin de semana
SELLO DE IDENTIDAD SALMANTINO
CAMPO CHARRO
a provincia de Salamanca alberga una
gran variedad de rincones turísticos
que sorprenderán al visitante. Alrededor de la capital charra se extiende un
paisaje que la naturaleza ha sabido
moldear a lo largo de los siglos, y que
ha visto levantar pueblos que cobijan un colorista
patrimonio artístico y cultural.
Campo Charro es la comarca donde se dan
cita algunos de los pueblos más característicos de
esta provincia. Vecinos, Tamames, Sancti-Spíritus,
la Fuente de San Esteban o Aldehuela de la Bóveda han forjado con el tiempo un legado que hoy
en día forma parte de la tradición más arraigada
de Salamanca.
Pero parte de la belleza de estos pueblos se
debe al paisaje que los cobija; la dehesa. Para
muchos, la marca de identidad de las tierras hogar
del toro bravo. Destacacan sus frondosos bosques
de encinas, cuyos caminos les guiarán hasta los
más recónditos parajes del Campo Charro.
Déjese seducir por los tonos tostados que
L
40
componen estos paisajes. Disfrute de los aromas
que le brinda la naturaleza. Relaje su oído con la
paz que carateriza esta zona. Deguste los sabores
de sus platos llenos de tradición. Y sobre todo, no
dude en mimar su piel con las aguas termales que
emergen desde el interior de la tierra, y que hoy en
día se encuentran en el término municipal de Retortillo. El uso de estas aguas termales se remonta a
la época romana, que ya conocían las propiedades
de este recurso natural. Este manantial, situado a
orillas del río Yeltes, emerge a una temperatura
constante de 48ºC, arrastrando en su ascensión
componentes gaseosos y minerales, como el azufre,
cuyos beneficios ayudan a mejorar las afecciones
reumáticas y todo lo que tenga que ver con el aparato respiratorio. Además, son también conocidos
sus cualidades terepaúticas y estéticas para la piel.
La dehesa engloba toda una diversidad cultural y paisajística, tan singular, que no dejará indiferente a nadie. Sus colores variados y sus formas
homogéneas parecen haber salido de las pinceladas de un genio de la pintura. Textos Beatriz PEÑALBA Fotos Ernesto M. RENGEL
42
Valoración Problema 20
2. Cd4, Dd4
3. Ag6+, hxg6 (pensando que ganamos Dama
limpiamente, pero las negras guardan
una desagradable sorpresa)
4. Dxd4, Axh2+!
5. Rh1, Ae5+
6. Rg1+, Axd4
y la blancas quedan muy debilitadas.
Quizá la mejor respuesta blanca sería:
2. Ae3...
Negras. Valora 1. ...Cd4
Problema 20
Tiras etimológicas
nivel
www.tranquicomix.com
Ajedrez
Respuesta: “Úlcera de Curling”
(Por - úl - cera - de - Curling. En homenaje al
Profesor Thomas B. Curling y al Dr. House.)
Respuesta: “Hipobolémico”
(Más fácil, himposible. Dedicado a cierto
Prof. Dr. D. Cátedro de la Hunibersidad de Sharamanka)
¿Y de qué clase de shock?
¿Por qué el shock
de ese quemado?
Por Kenneth THOMSON
7 diferencias
Por Nicola SOSSASS
Jeroglíficos parejos
del Dr. Thomson
humor y pasatiempos

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