AFPbuscan elegir directores en 15 grandes empresasen un año

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AFPbuscan elegir directores en 15 grandes empresasen un año
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EN PORTADA
@pulso_tw
Lunes 12 de enero de 2015 • www.pulso.cl
facebook.com/pulsochile
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EN PORTADA 5
El desafío de los gobiernos corporativos
[+]
El rol de los directores ha evolucionado en los últimos cinco años,
porque integrar un gobierno corporativo cada día conlleva más deberes.
Es por eso que uno de los requisitos fundamentales que exigen las AFP a
la hora de escoger a sus candidatos es que dispongan de tiempo. Pero no
todo el foco está en el rol de cada director, sino que las empresas
también deben avanzar en incorporar buenas prácticas que no
necesariamente estén estipuladas en la normativa. Aunque pareciera
necesario que el mercado premie esas iniciativas.
AFP buscan elegir
directores en 15
grandes empresas en
un año desafiante para
gobiernos corporativos
“Si uno analiza la
normativa, esta ha
ido evolucionando
hacia una mayor
protección de todos
los accionistas,
buscando mayor
transparencia y un
mejor gobierno
corporativo”.
FRANCISCO MARGOZZINI
Gerente general de la
Asociación de AFP
“Podría ser útil explorar
la conveniencia de
establecer una suerte
de guía o estándares
generales que ayuden a
orientar ex ante cuál es
el sentido y alcance del
deber de cuidado y las
exigencias de control
interno, porque eso
siempre es más claro y
genera más certeza”.
ALEJANDRO FERREIRO
Ex regulador y director de
Espacio Público..
Un reportaje de
KHARLA CANIUPÁN
L
OS DIFERENTES escándalos
financieros de los últimos años
han puesto el funcionamiento
del gobierno corporativo en el centro del debate. Y las AFP, que no
pueden participar en la gestión ni
administración de las empresas por
ley, además de integrar activamente la discusión, también se han dedicado a profesionalizar la selección de los candidatos a directores.
El foco de esto es claro, indica Francisco Margozzini, gerente general
de la Asociación de AFP, ya que hoy
buscan que los directores sean un
“real aporte para la empresa y que
defiendan los intereses de la sociedad y de todos los accionistas”.
Y si bien el gremio mantiene el hermetismo en torno al trabajo que realiza el head hunter Egon Zehnder
para escoger los nombres que se propondrán en 15 empresas -entre ellas
AquaChile, Colbún, Endesa, Enersis,
Entel, Latam y Soquicom- donde
buscarán posicionar un director independiente con sus votos; Margozzini sólo abordó el objetivo del
proceso: “Buscar directores que sean
los más adecuados y que protejan los
intereses de la empresa y todos sus
accionistas”.
No se persigue un perfil determinado sino que éste dependerá de lo
que requiera cada empresa. Margozzini admite que existen caracte-
P
b ¿Qué ha pasado? Continuos
escándalos financieros, como el
caso La Polar, Cascadas, y distintos casos de uso de información
privilegida, siendo el más reciente el de Juan Bilbao, han
puesto en la mira el rol de los directorios y la responsabilidad de
cada miembro de la mesa.
b ¿Qué ha generado? Un mayor
debate en torno a los gobiernos
corporativos, lo que se ha visto
reflejado en nuevas normativas,
por ejemplo, la Norma de Carácter General 341, que busca que
los directorios informen si aplican o no las 19 prácticas que contempla la norma.
b ¿Qué consecuencias tiene? El
debate en torno a la autorregulación se centra en los incentivos a
incorporar buenas prácticas.
Mientras tanto, las AFP buscarán poner un director en 15 grandes empresas este año.
rísticas en común: ser proactivos,
participar activamente en los directorios, requerir los antecedentes
y tener tiempo, ya que en su rol de
director independiente deben integrar varias instancias.
Para Alejandro Ferreiro, ex regulador y director de Espacio Público, “si
bien las AFP hacen un esfuerzo en
la dimensión en que pueden hacerlo, buscando una selección profesional de directores de acuerdo al perfil que se considera necesario en las
que puedan elegir alguno, su capacidad de incidir sobre el gobierno
corporativo se hace difícil en parte
por un dato de realidad inevitable,
que es la opacidad estructural en
donde operan los directorios, en
que probablemente, salvo el gerente general y el resto de los directores,
la calidad, prolijidad y profesionalismo es desconocido por el resto de
las personas”.
En este sentido, el director independiente de Enersis, Rafael Fernández, considera que sería conveniente que los accionistas tuvieran mayores facilidades para
acceder a las actas de los directorios. (ver entrevista en pág. 6).
Desafíos
Si hay algo que genera consenso
hoy es que en los últimos años la
forma de trabajar de los directores
ha cambiado. Y si bien la mayoría
de los consultados concuerda en
que el deber de cuidado y de leal-
NCG 341
SQM encabezó el cumplimiento de norma de gobiernos corporativos. Le siguieron Colbún y Cruz Blanca.
tad están bien contenidos hoy en la
ley, reconocen que aún hay desafíos que enfrentar.
Matías Zegers, director del Centro
de Gobierno Corporativo UC, indica que se debe abordar la “presión
desde el mercado por ver a los directores independientes como representantes de los accionistas minoritarios, pero cualquier director
se debe a todos los accionistas, independientemente de con qué votos salió electo”. Algo que también
atañe a los directores electos con
votos del controlador, y que ha sido
objeto de debate en el caso Enersis,
Cascada, entre otros.
En tanto, Alvaro Clarke, presidente del Centro de Gobiernos Cor-
porativos y Mercado de Capitales
de la Universidad de Chile, considera que “más que cambios legales
(en torno al deber de cuidado y
lealtad) se necesita aplicar con mayor eficiencia lo que las leyes disponen”. Agrega que hoy los inversionistas institucionales ayudan a
equilibrar la balanza de poderes
entre la administración de compañía y sus inversionistas.
“En todos los escándalos corporativos, estos inversionistas, AFP y
fondos de inversión, han sido especialmente activos en exigir el cumplimiento de los deberes de lealtad
y cuidado”, dice Clarke.
En este sentido, Ferreiro advierte que mientras en otros países, el
sentido y el alcance del deber de
cuidado y lealtad es ajustado por los
Tribunales de Justicia, en Chile ese
rol se entrega al regulador, principalmente porque la Justicia, en la
mayoría de los casos, confirma y no
cuestiona lo resuelto por la SVS.
Zegers advierte que le preocupa
“que en algunos casos tanto el deber de lealtad como el deber de cuidado han sido un poco estirados en
sus concepciones más globales (...)
sobre todo a nivel del regulador,
quizás se ha estirado interpretaciones para que algunas conductas
caigan dentro de eventuales infracciones de estos puntos”.
Y por lo mismo, Ferreiro considera que “podría ser útil explorar la
conveniencia de establecer una suer-
Punto de Vista
“En todas las materias que
han dado origen a distintos
escándalos corporativos es
posible desarrollar modelos
de prevención en las
empresas, es la manera
técnica y profesional de
enfrentar el tema”.
El debate de las
multas
ALVARO CLARKE
Ex regulador y presidente del Centro de Gobierno
Corporativo y Mercado de Capitales, U. de Chile.
“Hay mucha presión desde
el mercado de ver a los
directores independientes
como representantes de los
accionistas minoritarios,
pero cualquier director se
debe a todos los
accionistas,
independientemente de
con qué votos salió electo”.
—por ALBERTO ETCHEGARAY—
M
MATÍAS ZEGERS
Director Centro de Gobierno Corporativo UC
Oportunidades Tanto
Zegers como Ferreiro
destacan la importancia
de que exista un proceso de inducción al
negocio de la compañía
y perfeccionamiento de
los directores.
Las AFP han
profesionalizado el
proceso de selección
de sus candidatos a
directores.
La OCDE publicará este
año las modificaciones
a sus principios de
gobiernos corporativos,
lo que podría llevar a
una revisión de la
norma local.
El deber de lealtad y
cuidado estaría bien
contenido en la ley.
Pero faltaría precisar
las funciones propias
del directorio.
te de guía o estándares generales
que ayuden a orientar ex ante y fije
estándares respecto de cuál es el
sentido y alcance del deber de cuidado y las exigencias de control interno. Eso siempre genera certeza y
evita tener que reaccionar y establecer de facto ese estándar para un
caso concreto, en el contexto de un
escándalo, donde la presión social y
política a veces incentiva a tomar posiciones mucho más drásticas que de
otra manera habría correspondido”.
Zegers agrega que también se debería precisar en la ley cuáles son las
funciones propias del directorio.
¿Norma o autorregulación?
Este año existirán desafíos por dos
frentes, advierte Zegers, ya que la
OCDE publicará las modificaciones
a sus principios de gobiernos corporativos, lo que probablemente
llevará a los reguladores de los
miembros y/o los mercados vayan
actualizando los códigos de buenas
prácticas. Junto con eso, también
se enfrentará la revisión de la NCG
341, cuyas posibles modificaciones podrían implicar nuevos desafíos para las empresas.
Sin embargo, todo pareciera
apuntar en la dirección de la autorregulación. Ferreiro indica que
“hay abundante literatura y ejemplos de mejores prácticas de gobiernos corporativos, pero lo que
suele faltar para avanzar en su
adopción es alguna convicción
para dejarse permear por novedades y remecer ciertas inercias que
en general tienden a prevalecer”.
La norma de carácter General 341
aborda 19 buenas prácticas, que no
son obligatorias de implementar.
Pero Zegers considera que la normativa se vio como una especie de
check list que cumplir, en vez de
una forma de incorporar buenas
prácticas como oportunidad para
agregar valor. Y agrega que la autorregulación es la forma en que se
puede adaptar más rápido las buenas prácticas: “En ese sentido, falta un empujón desde el sector privado (...) echo de menos el rol público que tiene una Bolsa de
Comercio, que podría exigir a las
sociedades que coticen ahí ciertos
estándares de buenas prácticas”.
Clarke concuerda con que el camino, más que ajustes normativos,
es continuar profundizando el modelo de supervisión basado en riesgos, que descansa de manera importante en la labor de los directorios: “En todas las materias que
han dado origen a distintos escándalos corporativos es posible desarrollar modelos de prevención en
las empresas, es la manera técnica
y profesional de enfrentar el tema.
Es la forma de institucionalizar herramientas que permitan cuidar a
la compañía de estos riesgos que,
por su naturaleza, pueden afectar
fuertemente el patrimonio y su reputación”.P
E HAN pedido comentar cuáles serán los principales desafíos que enfrentarán las empresas chilenas
en materia de gobierno corporativo durante este
2015.
Pero se hace imposible proyectar el 2015 sin considerar
el 2014. Y no hay duda que el año recién pasado fue especialmente noticioso en casos para el mercado de capitales
chileno, teniendo como corolario hace unos días la demanda de la SEC por uso de información privilegiada. Por
su gravedad resulta recurrente que los medios, una vez
conocido un nuevo caso, pregunten insistentemente qué
nuevas regulaciones se deben dictar para evitar que vuelvan a ocurrir estos hechos.
La respuesta no es tan obvia. Chile, después de múltiples
ajustes legales que se han venido haciendo en los últimos
años, cuenta hoy con un conjunto adecuado de normas legales y reglas de gobierno corporativo que, en lo sustancial, no difiere de los existentes en mercados más sofisticados. Así por ejemplo, los estándares de protección a los
minoritarios, de divulgación de información al mercado o
de responsabilidad de los directores son bastante similares a los que existen en otras partes del mundo.
Con todo, sí hay una materia que con certeza será debatida este 2015: la cuantía de las multas. Porque la pregunta que cabe hacerse es qué tipo de sanciones considera la
ley para las infracciones asociadas a delitos tan graves
como el uso de información privilegiada. Para responder
esa pregunta usted, yo y la sociedad deberá tomar posición acerca de la finalidad y objetivo que le otorgamos a
estas sanciones.
Para efectos de esta corta columna distingamos brevemente dos de esas opciones. Hay quienes creen en la
función retributiva de la pena, buscando que la sanción
restablezca el daño específico causado. Por otro lado, están quienes creen en la función preventiva de la pena,
en términos que la sanción disuada al individuo a que
no ejecute el comportamiento que como sociedad hemos definido prohibido.
Con todo, la especial naturaleza del mercado financiero
permite concluir que, sin importar si usted adhiere a la finalidad retributiva o preventiva de la pena, pareciera que
la opinión pública y el mercado ya se decantó por exigirle
a los legisladores que aumenten las multas por infracciones a la ley de valores, de manera de hacer más “costoso”
su incumplimiento. Porque como muy bien decía Axel
Christensen en una columna hace unos días, para un mercado “es esencial la confianza de que se trata de un lugar
de reglas claras y justas. Rota esa confianza, como resultado de este tipo de abusos, no tarda mucho en morir el
mercado”. La infracciones estarían generando una externalidad negativa –la credibilidad y confianza- que ameritaría una multa que compense ese mayor costo social.
¿Otras materias que debieran estar en la agenda de gobiernos corporativos en el 2015? Dos preocupaciones: primero, resolver en la ley de sociedades anónimas los riesgos regulatorio que enfrenta el gerente de matriz que es
también director de filial. Y segundo, establecer mecanismos legales que permitan tanto la delación compensada
como los “whistleblowing” para delitos e infracciones del
mercado de capitales.P
El autor es ex superintendente de Valores y Seguros.

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