LUQUE VALDIVIA, José, La ciudad de la arquitectura. Una relectura
Transcripción
LUQUE VALDIVIA, José, La ciudad de la arquitectura. Una relectura
LUQUE VALDIVIA, José, La ciudad de la arquitectura. Una relectura de Aldo Rossi, Ed. Oikos–Tau, Barcelona 1996, 406 páginas, 18 ilustraciones en color. Como se indica en el prólogo de este libro, la labor intelectual de Aldo Rossi en la década de los sesenta constituyó “el epicentro de un movimiento cultural que conmovió los cimientos de la arquitectura europea”. Gracias a Rossi, muchos arquitectos descubrieron el interés por la historia, el valor de la ciudad histórica, del monumento, de las permanencias urbanas y del significado de la arquitectura. Reaccionando, gracias a la asimilación de estas nociones, tanto contra un formalismo exagerado y pretencioso, como contra un funcionalismo estrecho que resumía toda la esencia de lo arquitectónico en claves de eficacia y economía. Por todo ello, y al margen de su labor proyectual o de ciertas claves de su ideología –hoy abandonadas o muy superadas por acontecimientos culturales e históricos recientes–, Rossi ocupará un lugar importante en la reciente historia de la arquitectura, por saber introducir en el discurso moderno aspectos relevantes que habían sido injustamente menospreciados por algunos arquitectos seducidos por la novedad y la vanguardia. Treinta años después de la publicación del libro L’architettura della citá (Padua 1966), en el que Rossi resume lo más nuclear de su pensamiento, el autor de este trabajo se propone analizar su verdadera aportación y lo que puede tener de valido y permanente para la actual cultura arquitectónica. La principal tarea de José Luque consiste en desentrañar todo el entramado teórico del discurso de Rossi, ya que es del todo evidente que los escritos del arquitecto italiano, por su densidad teórica, no se prestan a una lectura lineal y sencilla. Abundan las sugerencias e intuiciones memorables, cuajados de referencias culturales y empapados de una poética muy personal. Su lectura, si no media un consciente empeño por penetrarlos, puede quedar en la superficie, en la sugerencia reflejada en un dibujo o en una imagen arquitectónica. Es posible, y así lo apunta en algún momento el autor, que esa misma opacidad del texto de Rossi haya favorecido una mímesis proyectual detenida en lo más epidérmico de las propuestas formales de éste; sin calar a fondo en lo más profundo de su análisis. Es decir, obviando lo que es más específico del arquitecto milanés: el intento de fundamentar la arquitectura como una disciplina científica. En este sentido, cabe señalar que el texto que aquí reseñamos puede constituir un poderoso antídoto contra estos peligros. Con un cierto distanciamiento crítico, que en este caso es garantía de rigor y objetividad, José Luque examina uno a uno los distintos pasos del discurso teórico de Rossi, siempre de acuerdo con el contexto cultural e histórico en que se produce. Sin olvidar aquellos aspectos que distinguen las posturas de Rossi de la de otros arquitectos aparentemente afines, y el sinfín de interpretaciones dadas a sus proposiciones por parte de la crítica especializada. En la relectura que Luque realiza de L’architettura della citá se aborda lo que quizá pueda considerarse la principal contribución de Rossi al pensamiento arquitectónico: el deseo de construir una ciencia urbana autónoma, en la que se considere a la ciudad como una gran arquitectura. Es por tanto, a partir de este objetivo, como se articulan los distintos capítulos de este libro. En la primera parte, se identifican los elementos culturales que provocan la crisis del racionalismo arquitectónico. Para tratar, a continuación, del contexto arquitectónico italiano en los años sesenta, en la que aparecen figuras tan señeras para el pensamiento arquitectónico como Argan, Rogers, Samonà o Quaroni. Mas adelante el autor se enfrenta con explicitar lo que en Rossi sólo queda implícito: el sentido que adquiere el concepto de ciencia urbana, el objeto y naturaleza de esa ciencia, el alcance y significado de la pretendida autonomía de la arquitectura. Tras tratar de la importancia que adquiere en Rossi el estructuralismo filosófico, Luque expone con detenimiento algunos principios o nociones básicas que componen, conjuntamente, un corpus teórico fuertemente unitario y coherente. Algunos de estos elementos característicos son: las permanencias, el tipo, el monumento, el locus, la memoria, la ciudad por partes, el papel del análisis urbano, la hipótesis de la ciudad análoga, etc. Al tratar, en un último capítulo, sobre el concepto de “construcción de la ciudad”, en el que se fundamenta la praxis arquitectónica, Luque aborda otra cuestión de gran trascendencia para entender la propuesta teórica de Rossi: la identificación del análisis con el proyecto, en cuanto que ambas operaciones responden a una misma finalidad cognoscitiva. Sirvan estos breves apuntes para destacar los principales valores del libro que reseñamos. Un libro que nos ayudan a entender –a partir de esa relectura de la obra de Aldo Rossi– muchos de los episodios que han influido en la crisis del racionalismo arquitectónico en los años sesenta, y que nos permiten comprender con nuevas luces gran parte de la producción intelectual y arquitectónica de las tres últimas décadas. CARLOS MONTES SERRANO