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CAPITULO VII Grupo temático de biotecnología Coordinación general Pedro León Azofeifa Asistente investigador Ana Yanssy Morales Valverde Miembros del grupo: Adolfo Quesada Chanto Ph.D.: Vacunas recombinantes Adrián Alvarado Ph.D.: Farmacéutica Alice L. Perez Ph.D.: Química combinatoria Ana Abdelnour Ph.D.: Biotecnología vegetal Ana María Fallas M.Sc.: Farmacéutica Carlos Manuel Araya Ph.D.: Control biológico y fitopatología Edgardo Moreno Ph.D.: Diagnóstico molecular Geovanni Martínez Ph.D.: Bioinformática y procesamiento de imágenes biomédicas Jorge Abarca M.B.A.: Biorremediación de suelos y aguas en Costa Rica. María del Rosario Sibaja M.Sc.: Aprovechamiento de desechos Miguel Rojas Chaves Ph.D.: Ingeniería de tejidos 193 Diagnóstico Biotecnología es: “la utilización de microorganismos, células de plantas y animales o sus productos especializados, mediante el empleo de alta tecnología y procesos propios de las disciplinas científicas para la obtención de bienes y servicios”. Datos históricos de la biotecnología El término “biotecnología”, se empezó a utilizar alrededor de 1960 para designar a todas las técnicas cuyo instrumento de trabajo son los seres vivos y sus aplicaciones (Valdez 2004). Sin embargo, la manipulación de seres vivos se remonta a más de 8 000 años en la historia de la humanidad, desde que los sumerianos fabricaban cerveza, los egipcios elaboraban panes y cervezas y los antiguos habitantes de los Andes fabricaban chicha de maíz hace por lo menos 4 000 años; en todos los procesos anteriores ya se utilizaban linajes de levaduras especializadas que se conservaban a través de generaciones (Pastor, S. 2004). El desarrollo de la biotecnología como una disciplina formal se ha visto marcado por una serie de hitos que se han sucedido principalmente a partir del siglo XX. Entre estos eventos se mencionan: el aislamiento de la penicilina a partir de un hongo, por Sir Alexander Fleming en 1928; posteriormente su amplia producción y uso durante la Segunda Guerra Mundial marcó el inicio de la era de los antibióticos. En 1953 James Watson y Francis Crick describieron la estructura del ácido desoxirribonucleico (ADN) como una doble hélice regular donde la información es almacenada en el orden en que se intercalan las 4 bases nitrogenadas que constituyen la información fundamental de la vida. En 1976 se desarrollaron técnicas para secuenciar el ADN y descifrar a mayor velocidad el contenido de la información genética y un año después, Sanger describió el método de secuenciación -que lleva su nombre-; ese mismo año se describió el primer gen humano. En la década de 1980 inició el despegue de la genómica, favorecido por los aportes de David Botstein, Ray White, Mark Skolnick y Ron Davis, quienes mostraron la utilidad de los polimorfismos de restricción de longitud de fragmentos (RFLP) para la localización de mutaciones o variantes génicas causantes de enfermedades humanas. En 1982, se secuenció el genoma del bacteriófago lambda de 49 000 pares de bases de longitud. En 1983 se logra la transformación (inserción artificial de ADN exógeno en una célula) de plantas con el plásmido Ti. En 1987, Applied Biosystems desarrolló el primer secuenciador automático que tuvo éxito inmediato. En 1995 el genoma de Haemophilus influenzae fue secuenciado por el método de la “escopeta” (shot gun), el que sirvió luego de modelo para secuenciar el genoma humano. El 15 de febrero del 2001, Nature publicó el primer “borrador” de la secuencia completa del genoma humano, trabajado paralelamente por consorcios públicos y privados. En 2003 se secuenció totalmente el genoma del arroz, seguido por los genomas de maíz, soya, sorgo, tomate y algodón (EE.UU.), caña de azúcar (Brasil) y café (India) (Pastor, S. 2004). La biotecnología en el mundo En el plano mundial, la biotecnología ha tenido un impacto positivo en el área de la salud, especialmente en las ciencias médicas y farmacéuticas. Se ha dado un avance excepcional en los métodos de diagnóstico y tratamiento de enfermedades y deficiencias genéticas (Valdez, 2004). Uno de los impactos más fuertes de la biotecnología a escala mundial es su participación en el área agropecuaria, ya que ha prometido acelerar y hacer más eficientes los procesos de mejoramiento animal y vegetal, incrementando la producción y generando productos de calidad definida (Diamante, A. & Izquierdo, J. 2004). La biotecnología ha surgido como una de las herramientas que puede ser utilizada para dirigir los retos de los países en vías de desarrollo. Sin embargo, el provecho que se pueda obtener de su potencial 195 depende de las políticas que establezcan estos países con la finalidad de traducir los descubrimientos científicos en bienes y servicios (Calestous, Juma; & Lee, Yee-Cheong, 2005). La clave de la biotecnología es que es un área de investigación multi e interdisciplinaria, que posee diferentes estados de desarrollo y es potencialmente multisectorial. Cuando es utilizada adecuadamente, la biotecnología puede mejorar los procesos productivos en el ámbito industrial ya que introduce cambios en la eficiencia de producción y genera productos novedosos y competitivos para la salud humana, medicina veterinaria, fuentes alimenticias, etc., que se incorporan al mercado mundial. Corresponde destacar la preponderancia que ha tenido el sector privado en el desarrollo de la biotecnología; en este contexto, uno de los mejores ejemplos son las empresas transnacionales que adquirieron la mayor parte de pequeñas compañías de ingeniería genética y son habituales sus fusiones con empresas del sector semillero o agroquímico, lo que las posiciona como líderes del desarrollo tecnológico al poseer un dominio casi total del mercado de los organismos genéticamente modificados (OGM). Además, en relación con los OGM cabe considerar que en el pasado reciente se generaron opiniones adversas que afectan su comercialización. Entre los motivos que originaron esta situación se pueden mencionar los oligopolios en los insumos básicos de la producción (semillas modificadas y herbicidas, entre otros), la diferencia de criterios entre Europa y EE.UU. en el desarrollo de la biotecnología, la desinformación pública, la falta de impacto a nivel de los pequeños productores subsistenciales, además de muchas otras barreras económicas y principalmente políticas gubernamentales mal diseñadas o ejecutadas. En la aplicación de las técnicas biotecnológicas, su potencial está limitado solamente por la imaginación. Se reconoce que la ciencia y la tecnología y sus aplicaciones prácticas no siempre son aceptadas por el público en general y muchas veces produce impactos negativos en lo social y económico. Esto implica una alta responsabilidad de la comunidad científica tanto del sector público como del privado, en los aspectos relativos a la educación, la bioseguridad y la bioética, para que los resultados de las investigaciones sean aceptados, aplicables y sostenibles en el tiempo. Actualmente está cobrando gran interés el área de la genómica funcional; allí la bioinformática constituye un área crítica en los estudios genómicos. Así, en bases de datos públicas y privadas existe una vasta información de secuencias nucleotídicas cuya interpretación requiere del uso de la bioinformática. Otra área emergente de la biología es la denominada “proteómica”, la cual producirá un dramático avance en la comprensión de procesos de desarrollo y en la identificación de las proteínas que intervienen en los procesos biológicos. Los estudios genómicos juegan un papel importante en el mejoramiento asistido de caracteres de herencia simple y compleja (QTL), tales como la resistencia a enfermedades, estrés abiótico, rendimiento y calidad, así como en la transgénesis y la caracterización molecular y cuantificación de la variabilidad genética. Asimismo, son de gran importancia en la identificación de genotipos, aspecto clave en la protección de obtenciones vegetales y animales y en la identificación de patógenos, lo cual tiene gran impacto en el control de enfermedades y en la comercialización de productos afectados por barreras sanitarias. 196 Estado actual de la biotecnología en la región En la región de Latinoamérica y el Caribe en la década de los noventas, la biotecnología ha experimentado avances importantes en el ámbito comercial principalmente en el sector agrícola, observándose también un avance en las áreas de la industria farmacéutica, de alimentos y la química. Si se compara con otras regiones del mundo se puede apreciar que el desarrollo empresarial en biotecnología fue más lento y se inició en Latinoamérica a finales de los 80 con la aplicación de la biotecnología moderna; en los últimos años algunas empresas han desarrollado proteínas recombinantes, anticuerpos monoclonales y vacunas animales que se comercializan mundialmente. A pesar de los esfuerzos, la industria biotecnológica en la región no ha experimentado un desarrollo sostenido debido a la falta de políticas nacionales coherentes que apoyen la innovación, la transferencia de tecnología y la comercialización, para que las empresas puedan enfrentar y superar los obstáculos que se presentan en las regulaciones de bioseguridad, la investigación y la percepción pública. Tampoco han encontrado los instrumentos financieros adecuados para su desarrollo. Las áreas de la biotecnología más importantes en la región son la comercialización de semillas transgénicas como en el caso de Argentina y Brasil, así como la micropropagación de “vitroplantas” en la mayoría de los países, además de la producción de biofertilizantes y bioplaguicidas. De acuerdo con información publicada por Diamante, A. & Izquierdo, J. 2004, se identificaron 432 empresas biotecnológicas en 14 países de la región, donde se destaca numéricamente México, seguido de Cuba, Brasil y Argentina. REDBIO (Red de Laboratorios de Biotecnología) La Red de Cooperación Técnica en Biotecnología Vegetal (REDBIO/FAO), se fundó en 1991 bajo el auspicio de la FAO y tiene registrados alrededor de 2300 investigadores de 683 laboratorios e instituciones de biotecnología vegetal en 32 países de América Latina y el Caribe. A través de su sitio en internet (www.redbio.org) pretende mantener un intercambio de conocimientos, tecnologías y materiales biológicos, fomentar la enseñanza, uso racional, capacitación e innovación biotecnológica para la superación de problemas de producción, diversificación e intensificación agrícola, uso irracional de pesticidas, así como también la conservación de recursos fitogenéticos. De acuerdo con la base de datos de REDBIO, en el año 2004 había más de 2400 científicos registrados, que reportaron estar trabajando en proyectos de biotecnología en universidades, centros internacionales de investigación e instituciones publicas y privadas. Esta cantidad representa un alto número de investigadores en la región. A pesar del volumen de investigación, la dispersión de los grupos y el bajo impacto que tienen las actividades biotecnológicas a nivel regional han impedido un óptimo aprovechamiento de la producción biotecnológica en la región, por lo que se deberían implementar programas nacionales con prioridades y objetivos definidos en cada país, que permitan promover la colaboración regional y lograr financiamiento, partiendo de los principios básicos de transferencia apropiada de la biotecnología a los productores y guardando especial atención en conservar las normas de bioseguridad y bioética necesarias para preservar el medio ambiente y el bienestar de las poblaciones (Diamante, A. & Izquierdo, J. 2004). Gestión de la biotecnología y políticas internacionales Una serie de políticas internacionales se han discutido y se ha tratado de lograr la aceptación de los países involucrados, con la finalidad de regular las actividades de la biotecnología y sus impactos principalmente en el medio ambiente, la salud humana y animal, así como también se destacan los derechos de propiedad intelectual y el acceso a los recursos genéticos. Los dos grandes temas de discusión donde se trata de llegar a acuerdos internacionales son la bioseguridad, el respeto al impacto en la salud humana y el impacto al medio ambiente. Derechos de propiedad intelectual Los derechos de propiedad intelectual constituyen un ámbito de mucha importancia para el área de la biotecnología. Se ha aprobado el “Acuerdo sobre los derechos de propiedad intelectual relacionados al comercio” (ADPIC). Este acuerdo obliga a los países a implementar un marco regulatorio para los derechos de propiedad intelectual (DPI) y se han establecido plazos que dependen del grado de desarrollo de cada país, teniendo los países menos desarrollados plazo hasta el año 2006 (Diamante, A. & Izquierdo, J. 2004). 197 Desarrollo de la biotecnología en Costa Rica Son diversas las áreas de acción de la biotecnología en las que Costa Rica ha incursionado, de acuerdo con una investigación publicada por Valdez, López & Jiménez (2004), acerca del estado actual de la biotecnología en Costa Rica; los autores observaron que el país experimenta una buena participación femenina en los proyectos de biotecnología, ya que un 54,1% de los investigadores son mujeres, datos que son contrastantes con la realidad de muchos otros países en desarrollo donde la contribución femenina es muy baja. Otro aspecto observado es que la mayoría de investigadores son nacionales (95,1 %), por lo que hay una poca participación de investigadores extranjeros, lo que podría reflejar un bajo nivel de colaboración internacional y poco intercambio entre investigadores de diversos países. En cuanto a las edades de los investigadores, el 87,5% son relativamente jóvenes, menores de 50 años, predominando las edades comprendidas entre 31 y 50 años ( 69,6 %) y solo un 17,9 % son menores de 30 años; esta característica puede ser preocupante ya que podría significar una limitación para la renovación de cuadros técnicos y científicos en el futuro, dentro de diez o quince años. Respecto a la cantidad de proyectos de investigación, un 60 % de los investigadores está a cargo de cuatro o más proyectos de investigación. Considerando estos números, se puede determinar que a pesar de la alta carga académica que tienen los investigadores, el número de artículos científicos publicados por investigadores, es considerablemente bajo. Esto podría revelar un exceso de tareas de docencia y de investigación, que no permiten la efectiva elaboración de publicaciones de los resultados obtenidos. Relativo a la formación académica, un 40% de los investigadores tienen título académico de posgrado (maestría y doctorado), la mayoría (68,9 %) realizan actividades docentes, probablemente los que trabajan en las universidades. Esto permite suponer que sus conocimientos y experiencias son compartidos con los estudiantes, lo que permitirá en el futuro un crecimiento y mejora de las actividades en este campo. De acuerdo con los datos obtenidos al menos tres centros de investigación están dedicados a la acuacultura (EB, CIMAR de la UCR, y la UNA) y otros tres centros están dedicados a productos forestales (EB de la UCR, ITCR e INISEFOR de la UNA) (SIMBIOSIS 2003). Principales campos de acción de la biotecnología en Costa Rica 198 Biotecnología vegetal Durante las últimas dos décadas, los centros de investigación en las universidades estatales han desarrollado programas en biotecnología agrícola en el país, apoyados por los sectores gubernamentales, además de que han recibido donaciones de fondos externos. Por su parte, la tecnología transgénica se desarrolla desde 1990, cuando el Programa de Biotecnología del Arroz del Centro de Biología Celular y Molecular (CIBCM) de la Universidad de Costa Rica, inició investigaciones para generar arroz transgénico con resistencia al “virus de la hoja blanca del arroz” (RHBV). El enfoque de este programa ha sido multidisciplinario e integral que incluye: evaluación de flujo génico del arroz transgénico a especies silvestres y malezas relacionadas, bioseguridad alimenticia y ambiental, así como aspectos de propiedad intelectual y transferencia de la tecnología a los agricultores. Además, se desarrollan otros proyectos de investigación en cultivos transgénicos, incluyendo la transformación de variedades de maíz y del tubérculo tiquisque (Xanthosoma sagittifolium) en la Universidad de Costa Rica. El Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE) realiza investigaciones sobre la transformación de variedades de plátanos (Musa sp.), para conferir resistencia a la enfermedad fúngica sigatoka negra. (Valdez, M., Rodríguez, M.I. & Sittenfeld, A. 2004). Dada la trascendencia para Costa Rica tanto a nivel económico como social, el uso de la biotecnología como herramienta estratégica es vital en los campos agropecuario, de salud, tecnología alimentaria e industria, así como en el mejoramiento de productos y el tratamiento de desechos y subproductos agropecuarios e industriales. Aplicaciones del ADN para la identificación humana Los primeros intentos para identificar seres humanos usando su ADN se iniciaron en 1991 con la llegada del primer termociclador Perkin Elmer al CIBCM de la UCR. La tecnología disponible en ese momento utilizaba la reacción en cadena de polimerasa con una polimerasa termoestable (Taq I) obtenida de una bacteria termofílica. La reacción de la polimerase chain reaction (conocida por sus siglas en inglés: PCR) requería el uso de precursores radioactivos (marcados con 32P) para poder detectar los alelos amplificados durante de la reacción. Consecuentemente fue necesario establecer procedimientos de seguridad y de manejo de desechos complejos y caros. Además el isótopo debía ser importado de EE.UU. solo una vez al mes. Aún así, como producto de esta transferencia tecnológica, Eugenia Rojas analizó la primera muestra de la población costarricense como tema de su tesis de maestría, que completó en 1995. Se lanzó entonces un esfuerzo para desechar el uso de radioisótopos y lograr buena separación de alelos en geles de alta resolución teñidos con sales de plata. Después de un año de optimización se logró sistemáticamente evitar los isótopos radioactivos y detectar los alelos por tinción de plata a un costo muy inferior. El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) a través de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) obtuvo una muestra representativa de todas las provincias del país a la cual se aplicó una docena de marcadores STR internacionalmente aceptados de geles teñidos con plata. En 1998 llegó el primer secuenciador automático de Applied Biosystems a la Universidad de Costa Rica. Poco después varios laboratorios adquirieron secuenciadores de capilar (ABI310) que permiten efectuar pruebas de paternidad altamente confiables si se cuenta con muestras del padre, de la madre y del niño o niña en cuestión. La prueba también se ha aplicado con éxito a la resolución de crímenes y particularmente violaciones, en las que su impacto es decisivo para la aplicación de justicia. Una consecuencia importante en el campo social de este desarrollo tecnológico -adoptado y adaptado- ha sido la aprobación de la Ley de Paternidad Responsable como medida para permitir que cada niño o niña en Costa Rica sepa quién es su padre y las madres solteras tengan apoyo para la crianza de los hijos. Producción de sueros antiofídicos El Instituto Clodomiro Picado es el único centro productor del área centroamericana de sueros antiofídicos, utilizados en el tratamiento específico para las mordeduras de serpientes venenosas. El procedimiento para su fabricación se realiza en varias etapas: la primera es la obtención de venenos, los que constituyen la materia prima necesaria e indispensable para la producción de los antivenenos. El veneno extraído se mantiene congelado y liofilizado para que no se altere su composición química. En la segunda etapa, para la producción del “antisuero” se inmunizan animales, principalmente caballos mayores de 3 años, pero también se pueden utilizar carneros, sobre todo para aquellas personas que presentan hipersensibildad a las proteínas de equinos. Una vez que se ha completado el proceso de inmunización y luego de las evaluaciones pertinentes que evidencian un título adecuado de anticuerpos presentes en el suero de cada uno de los animales, se realiza una “sangría” de producción, que consiste en obtener varios litros de sangre, por punción de la vena yugular, la cual es inmediatamente colectada asépticamente en recipientes estériles que contienen un anticoagulante. En la tercera etapa se hace un fraccionamiento del plasma equino, que se lleva a cabo en el laboratorio de fraccionamiento de la División de Producción. En este momento inicia el proceso de purificación de las globulinas equinas (anticuerpos neutralizantes) que fueron producidas por los caballos durante la inmunización. El suero antiofídico producido en el Instituto se presenta en forma líquida y liofilizada (anti-coral y polivalente). La forma líquida debe ser almacenada a 4° Celsius y está lista para usarse de inmediato; tiene un período de caducidad de 3 años; el liofilizado no necesariamente debe mantenerse en refrigeración; se disuelve antes de usarse en agua ésteril para inyectables y tiene una vida útil de 5 años. El Instituto cuenta con una infraestructura moderna para el procesamiento de sus productos; los sueros 199 antiofídicos elaborados se usan tanto en el territorio nacional como en otros países centroamericanos y algunas veces en Sudamérica. En la actualidad se producen alrededor de 60 000 frascos de antiveneno, siendo los sueros polivalente y anti-coral los que se producen con mayor frecuencia, generando ventas que rondan los 700 000 dólares anuales. El Instituto Clodomiro Picado cuenta con una Sección de Desarrollo Tecnológico, cuyos objetivos son la búsqueda de recursos a través de nuevos productos y la transferencia de la tecnología al sector productivo nacional. Así, esta sección busca adaptar, mejorar y desarrollar nuevas tecnologías con la infraestructura dispuesta en el Instituto para la producción de inmunobiológicos, tales como sueros hiperinmunes, reactivos de uso diagnóstico y vacunas. En la actualidad, la sección ha desarrollado algunos productos a escala piloto, los cuales se encuentran listos para las evaluaciones de campo, como lo son el suero de Coombs, suero antiparvovirus (de uso veterinario y está en proceso de prueba de campo en perros), suero antitetánico (también de uso veterinario), además de otros reactivos en etapa experimental mediante anticuerpos monoclonales: antisueros para el tipeo de grupos sanguíneos, diagnóstico de cólera y determinación de embarazo (HGC). Biotecnología y comercio exterior De acuerdo con la Oficina de Promoción del Comercio Exterior (PROCOMER) no existe, dentro del sistema de aranceles, una categoría que sea exclusiva para la exportación e importación de productos de origen biotecnológico, por lo que se dificulta conocer el volumen de exportaciones en esta área. Dentro de la biotecnología clásica, la elaboración de productos lácteos, panes y bebidas alcohólicas, ha fortalecido algunas de las empresas más consolidadas en Costa Rica. En cuanto a la aplicación de tecnologías modernas, el principal producto biotecnológico que se exporta son las plantas in vitro tanto para producción agrícola como las ornamentales, seguido de los sueros antiofídicos. Costa Rica ha sido seleccionado por varios inversionistas extranjeros para el establecimiento de laboratorios de cultivo de tejidos. Principalmente son atraídos por las condiciones políticas y económicas relativamente estables, además de la buena cantidad de mano de obra bilingüe y calificada para puestos profesionales y técnicos. Un ejemplo de esto son las empresas Twyford (considerada, según su página de Internet, como la empresa de cultivo de tejidos más grande en el mundo), Taisuco e Innovaplant. Una empresa con un carácter distinto es el Grupo Trisán, la cual explota un importante nicho en el sector agropecuario e industrial, con productos de innovación tecnológica de origen estadounidense y japonés. Se sugiere que si los investigadores costarricenses conocieran más las necesidades de estos sectores productivos podrían presentar soluciones biotecnológicas alternativas e incluso el desarrollo de productos que podrían potencialmente ser exportados. Otra empresa interesante es Chemtica Internacional S.A., que sintetiza trampas para insectos basadas en feromonas que son sintetizadas químicamente; el producto tiene un mercado a nivel mundial y es –según los empresarios- la única empresa de esta naturaleza en toda América Latina. Existen en el país una buena cantidad de empresas que utilizan aplicaciones biotecnológicas, pero es evidente que no se cuenta con una adecuada fuente de información estadística oficial que sea veraz y confiable, por lo que se plantea la idea de sugerir que el Proyecto Estado de la Nación haga un informe o le dedique un espacio a ciencia y tecnología, incluyendo un amplio detalle de las empresas costarricenses. 200 Indicadores en biotecnología En Costa Rica se han realizado dos investigaciones para medir la percepción popular de la biotecnología y sus aplicaciones. Un primer estudio, realizado entre mayo y junio del 2001, determinó el grado de conocimiento y la percepción de los OMG en Costa Rica. Los resultados revelaron -en general- una percepción pública positiva. Sin embargo, más del 50% de los encuestados señalaron no haber escuchado o leído sobre cultivos modificados genéticamente. Así mismo, los autores encontraron una relación entre la aceptación de los OMG y el nivel educativo de los encuestados. Un segundo estudio publicado en 2004 por Valdez, Rodríguez y Sittenfeld, examinó la percepción de la biotecnología y el grado de conocimiento en dicha materia en una muestra poblacional con alto grado educativo, correspondiente a estudiantes de tres universidades públicas de Costa Rica. De acuerdo con los autores, la estimación del grado de conocimiento sobre algunas actividades y temas biotecnológicos mostró que los estudiantes tienen un grado satisfactorio, ya que solo 12% de los encuestados mostró un conocimiento insuficiente. Se reveló una opinión favorable (79%) sobre el uso y los beneficios de la biotecnología, incluyendo los OMG. En las muestras de las tres universidades se identificaron diferencias de conocimiento y percepción pública de la biotecnología; esta característica podría reflejar las diferencias de las áreas de estudio de los encuestados. Los estudiantes de ciencias sociales podrían tener un menor grado de conocimiento de temas relacionados con las ciencias de la vida, lo que se reflejaría en grados de actitud menos positivos hacia la biotecnología y la ingeniería genética. Por otra parte, los entrevistados no parecen percibir el importante papel que deben tener las autoridades públicas (la Asamblea Legislativa y los organismos públicos del Estado) en el proceso de regulación de las actividades biotecnológicas, lo que da luz acerca del grado de conocimiento de los entrevistados de las actividades regulatorias llevadas a cabo por el Comité Técnico Nacional de Bioseguridad, creado por ley en 1997 y adscrito al Ministerio de Agricultura y Ganadería (Valdez, M., Rodríguez, M.I., & Sittenfeld, A. 2004). Volumen de publicaciones científicas Una manera de medir o “cuantificar” la investigación en Costa Rica es conociendo cuántas publicaciones realizan los investigadores nacionales en un tiempo determinado. “Una investigación que no se publica, aún no está terminada”. Además no solo publicar por el simple hecho de hacerlo, sino accesar las revistas de más renombre internacional, por cuanto puede ser una medida de la calidad y el nivel de la investigación que se desarrolla en Costa Rica. En una investigación publicada por Lomonte y Ainsworth, (2002), se realizó un análisis bibliométrico de las publicaciones de Costa Rica presentes en el Science Citation Index (SCI) en el trienio 19992001. Los resultados revelaron un total de 722 referencias, distribuidas en 328 revistas; de ese total, el 90,7% correspondía a artículos de investigaciones científicas originales. Las áreas de investigación predominantes fueron las biomédicas (33,3%), las ciencias biológicas (27,5%), las agronómicas (15,5%), seguidas de la química (13,6%). La institución que más publicaciones produjo fue la UCR (50% de todas las publicaciones). Llama la atención la presencia de la UCR en el liderazgo de las publicaciones y se cuestiona a la vez la baja actividad de otros centros de investigación nacional. Los autores señalan que la evaluación y el seguimiento de la actividad científica de Costa Rica a través de diversos tipos de indicadores, entre ellos los bibliométricos, es una tarea relevante y necesaria para fomentar su desarrollo integral. En este sentido, sería prioritario el contar en el medio con un acceso directo a fuentes de información de primera categoría para las ciencias, tales como el SCI, mediante un compromiso económico por parte de las instituciones que rigen la ciencia y tecnología. El hecho de contar con una comunidad científica pequeña, pero capaz de realizar aportes de calidad al conocimiento, como lo demuestran los análisis bibliométricos anteriormente analizados, facilitaría aún más el aprovechamiento de las fuentes de información citadas, para llegar a una evaluación eficiente, detallada y provechosa de la actividad investigativa. El crecimiento de la “brecha informacional” entre las naciones menos y más desarrolladas es un importante obstáculo para la promoción de las ciencias. Además, los autores aclaran que los países de la región latinoamericana más avanzados en las diversas ciencias naturales, comprendieron desde años atrás la importancia de invertir en el acceso a las fuentes 201 de información y conocimiento, por lo que le corresponde a Costa Rica considerar este importante paso como una prioridad, que podría marcar una notable diferencia en su evolución científico-cultural. Instituciones vinculadoras de la biotecnología La Comisión Institucional de Biotecnología de la Universidad de Costa Rica promueve la integración interdisciplinaria de unidades y grupos de la Universidad de Costa Rica, coordinado por la Dra. Marta Fermina Valdez. Realiza actividades en el campo de la biotecnología, con el fin de potenciar su contribución al desarrollo del país y entre sus principales objetivos se encuentran desarrollar acciones para identificar y mejorar la práctica de actividades biotecnológicas a favor del desarrollo del país; promover la docencia interdisciplinaria; vincular los sectores productivos; coordinar actividades con otros grupos nacionales e internacionales relacionados con la biotecnología; y fomentar el uso de tecnologías de punta para que la UCR se mantenga a la vanguardia en el campo de la biotecnología, entre otros. Por su parte, la Universidad Nacional ha creado una Comisión Institucional de Biotecnología llamada BIOTECUNA, la cual agrupa a todos los investigadores de dicha institución que realizan diferentes actividades en este campo. El Dr. Carlos Araya es el coordinador de esta comisión. Existe además la Comisión Nacional de Biotecnología, coordinada por el Ministerio de Ciencia y Tecnología (MICIT), que en principio, agrupa a investigadores e interesados en el campo. Finalmente, el Centro Nacional de Alta Tecnología (CENAT) cuenta con una Comisión de Área para Biotecnología formada por los cuatro representantes de universidades públicas; esta comisión coordina los trabajos de investigación en biotecnología industrial que cultiva el CENAT. Comunidad biotecnológica costarricense S.A. Bajo la dirección electrónica www.biotecnologia.co.cr opera un sitio en Internet que ha logrado establecer las bases de una comunidad científica virtual que impulsa el desarrollo de las ciencias biológicas aplicadas en Costa Rica, a través de la integración de estudiantes, investigadores, docentes, profesionales y empresarios. Este sitio sirve de vínculo entre los científicos capacitados para resolver problemas específicos y las empresas que requieren solucionarlos. El impacto que dicha comunidad científica virtual generará sobre el desarrollo de la biotecnología en Costa Rica, estará determinado por el grado de divulgación y aceptación entre las partes. Lo que sí está claro es que este intento representa el primero que pretende sacar al país de su estancamiento en el desarrollo de las aplicaciones biotecnológicas. Estancamiento que, argumentan los fundadores de la comunidad, no se debe a falta de fondos económicos, ni mucho menos a una carencia de material humano, sino más bien a la ausencia de integración, a una falta de colectividad, de trabajo en equipo. Precisamente, esto es lo que la propuesta plantea: unificar, vincular y comunicar. La Comunidad Biotecnológica Costarricense coordina actividades de vinculación, como la “Semana de Ingeniería en Biotecnología, que se realizó en setiembre del 2005 y que contará con foros especializados de información pertinente a biotecnología vegetal, ambiental, industrial y médica. 202 Conclusiones Luego de un estudio riguroso de la situación de la biotecnología en Costa Rica, se concluye que el país cuenta con recursos humanos de alto nivel; el personal está muy calificado para las labores de investigación pero falta formación en capacidad gerencial y gestión de proyectos, característica que se nota en todos los ámbitos del sistema educativo nacional. Desde el punto de vista económico encontramos que no existen aún los instrumentos financieros adecuados para el financiamiento de las pequñas empresas; de hecho, en su mayoría (60%) trabajan con fondos internacionales, puesto que la banca no brinda financiamiento especializado. De las pocas empresas que surgen, el 90% se financia con recursos propios y no hay planes que los apoyen, ni existe capital de riesgo específico para la industria. Es importante recalcar aquí que la historia del desarrollo empresarial del sector en países desarrollados demuestra que todas las empresas han permanecido durante un periodo importante como PYMES y luego se han desarrollado o han sido absorbidas por grandes consorcios multinacionales. En términos de infraestructura, los laboratorios institucionales cuentan con infraestructura de primera línea, mientras que las empresas grandes con potencial para el desarrollo biotecnológico no cuentan con infraestructura óptima ni capital para el desarrollo de investigación. La demanda interna de los productos biotecnológicos es poco sofisticada ya que los clientes desconocen el potencial de la biotecnología. Existen problemas de imagen de los alimentos “transgénicos”, característica que debe ser nuevamente cuantificada por medio de indicadores de percepción. Aquí es muy importante anotar que se debe trabajar en la divulgación nacional en todos los niveles del conocimiento biotecnológico, de manera tal que se logre llevar a la población a reconocer el potencial de la biotecnología como herramienta de desarrollo económico. Un aspecto de vital importancia para el desarrollo del área será la creación de un marco legal adecuado, debido a que este diagnóstico ha mostrado su inexistencia en forma ordenada, encontrando solo algunos aspectos como la bioseguridad. El desarrollo de este marco legal debe ser promovido por la misma comunidad biotecnológica con su participación activa, de modo que se logre un marco regulatorio que permita el crecimiento y la investigación del sector. Como última característica de la situación de la biotecnología es de interés recalcar que no existen estadísticas consolidadas y de fácil acceso; es por ello que se debe procurar un sistema nacional de seguimiento, el cual sugerimos podría estar incluido en el análisis periódico del Proyecto Estado de la Nación. A pesar de las dificultades, Costa Rica cuenta con recursos que puede utilizar para la conquista de algunas áreas que le puedan permitir un crecimiento en su desarrollo científico tecnológico. Visión La biotecnología ha surgido como una de las herramientas más efectivas, para poder alcanzar los retos que se propongan los países en desarrollo. Algunos de los campos en que se puede aplicar la biotecnología se describen a continuación, gracias al aporte de expertos costarricenses que trabajan en estas áreas. Vacunas recombinantes La vacunación ha alcanzado éxitos muy importantes en el mejoramiento de la salud pública. Muchas de las enfermedades que devastaron a la población en los siglos XVIII y XIX han sido controladas. La viruela ha sido erradicada mientras otras se encuentran en vía de erradicación, como la polio. Hasta hace pocas décadas las vacunas consistían en patógenos muertos o atenuados, que al ser inoculados en una persona llevaban a estimular el sistema inmune, con la consiguiente producción de anticuerpos contra el patógeno. Así, cuando el organismo se encontrara expuesto al patógeno por vías naturales, el cuerpo ya estaría protegido, y reaccionaría rápidamente evitando la infección, evitando que se desarrollara la enfermedad. Este uso de virus atenuados o toxoides, que no son capaces de producir la enfermedad pero que sí llevan al organismo a producir una respuesta inmune protectora contra ellos, es una manera que se ha utilizado por mucho tiempo con éxito para la producción de vacunas. Sin embargo, el hecho de que muchas veces las vacunas no estén totalmente inactivadas, con el riesgo de que en vez de proteger puedan ser la causa de una fatal infección, ha llevado al desarrollo de vacunas recombinantes. La aparición de virus emergentes como el VIH, o las posibilidades de producir vacunas contra enfermedades crónicas, alergias y cáncer, ha sido otro motor para la investigación en la producción de vacunas recombinantes y vacunas de ADN. 203 La ingeniería genética ha hecho posible la producción de proteínas del patógeno que pueden ser utilizadas como vacuna, en vez de utilizar el microorganismo completo, con el riesgo que conlleva. El uso de estas proteínas recombinantes es mucho más seguro ya que por sí solas no pueden producir enfermedad. Otra gran ventaja de las vacunas recombinantes es el hecho de mantenerse en buenas condiciones sin necesidad de refrigeración, ya que uno de los problemas de las vacunas normales es que pierden su actividad si no se encuentran refrigeradas, lo que constituye un serio problema en las campañas de vacunación que deben penetrar en lugares donde no hay posibilidad de mantener las vacunas refrigeradas. Las vacunas de ADN constituyen otro tipo de vacuna en desarrollo que consiste en inocular en la persona por algún medio (virus, plásmidos), ADN del patógeno. Este ADN se incorpora al ADN de la persona, lo que lleva a las células de la persona a producir proteínas del patógeno, las cuales van a activar el sistema inmune y crear defensas contra dicho patógeno. Este tipo de vacuna se puede usar también para combatir enfermedades crónicas, autoinmunes y hasta el cáncer. En el país ya existe la tecnología optimizada para la producción de vacunas de ADN. Estos procesos ya se están utilizando en sistemas animales, existiendo pues un equipo de producción en pequeña escala. Estas investigaciones están siendo llevadas por un grupo de investigadores del Instituto Clodomiro Picado de la Facultad de Microbiología y de la Facultad de Medicina de la Universidad de Costa Rica. El Instituto Clodomiro Picado ya cuenta con la calidad de profesionales para desarrollar diferentes proyectos en el área de las vacunas de ADN y con la experiencia de la producción de antisueros a escala industrial. Lo que se necesita es sobre todo más dinero para poder contratar más personal y equipo necesario para desarrollar y producir vacunas. El Instituto también puede desarrollar el proceso de producción de estas vacunas en asociación con empresas que sean luego las que se encarguen de la producción y comercialización de los productos. 204 Ingeniería de tejidos Con este nombre se conocen los métodos utilizados en la obtención y crecimiento de tejidos humanos o animales empleados para restaurar, mejorar o sustituir órganos humanos dañados. Para lograr este propósito, esta área combina células viables y no viables, así como diferentes biomateriales y técnicas biotecnológicas además de clínica médica. Es un campo multidisciplinario en el cual participan médicos de múltiples especialidades, personal de enfermería, biólogos e ingenieros de materiales. Los productos de esta área comprenden una gran gama, desde huesos desmineralizados, hasta células vivas sobre una matriz inerte, que a su vez puede ser de muy variada composición. Algunos de los tejidos que pueden ser parcialmente reparados son: óseo, dérmico, cartilaginoso, cardiaco, nervioso, renal, muscular, así como piezas dentales y córneas, entre otros. No debe olvidarse que algunos de estos tejidos podrían ser uilizados para diseñar modelos de estudio in vitro de la acción de drogas. Todo esto implica en muchos casos la obtención del tejido mediante un procedimiento quirúrgico, su procesamiento para cultivo o conservación, lo cual se realiza en laboratorio bajo estrictas normas asépticas, para luego ser aplicado o trasplantado al paciente, a quien finalmente se le debe dar un seguimiento clínico. Con la utilización de estos biomateriales se pretende solventar problemas crónicos de salud o causados por accidentes, los cuales tienen un costo hospitalario muy alto y no siempre una adecuada y satisfactoria recuperación. El desarrollo de esta área en el país conllevaría a una mejora en la calidad de vida de los pacientes tratados. No todos estos productos son considerados en sí como productos médicos, dado que difieren en bastantes aspectos de los medicamentos tradicionales, tales como la no existencia de un principio activo y por lo tanto no son susceptibles de estudios farmacológicos habituales. Es pertinente señalar que algunos de estos productos son producidos exclusivamente para el tratamiento individual de un paciente y en este caso el procedimiento se denomina autológo. En nuestro país existe el recurso humano con los conocimientos científicos-tecnológicos básicos para implementar este campo de trabajo; no obstante se trabaja en forma aislada y deben coordinarse las labores en este campo. Costa Rica dispone de una infraestructura médica adecuada para iniciar esta área, pero sería necesario la construcción de laboratorios especializados para el procesamiento, cultivo y conservación de tejidos a gran escala. Es pertinente destacar que por no existir un desarrollo similar en América Central, se crearía una alta demanda por estos productos tanto a nivel de atención hospitalaria estatal como privada. Solo para dar un ejemplo, en Costa Rica cada año cerca de 3000 pacientes de la CCSS presentan algún padecimiento dermatológico que ameritaría un trasplante de piel. A nivel global esta disciplina ha estado creciendo desde 1990 a una tasa mayor al 15% anual, alcanzando la cifra de inversión industrial a 3,5 billones de dólares en el año de 2001. Química combinatoria La química combinatoria (QC), se ha establecido como una tecnología dentro del área de la química orgánica sintética, para “crear” (sintetizar) moléculas “en masa”. Esta síntesis puede comprender desde sustancias puras hasta mezclas complejas. Una de las claves de esta tecnología es llevar a cabo la selección de “moléculas blanco u objetivo” (dianas), entre un grupo numeroso de compuestos generados en este proceso. La selección debe corresponder a los estándares de las propiedades “deseables” que se estén buscando. Los métodos tradicionales de síntesis orgánica consisten en la obtención de compuestos activos uno por uno, realizando miles de derivados en un proceso que consume mucho tiempo y personal. La idea básica de la QC es realizar este proceso (obtención de una cantidad muy grande de moléculas), todas “al mismo tiempo”, dando origen a lo que se conoce como “bibliotecas de compuestos” y realizando simultáneamente pruebas de actividad biológica diversa (ver Cuadro 7.1). Comparación entre la química sintética tradicional y la química combinatoria Química sintética Química combinatoria (QC) cuadro nº 7.1 Diferencias tradicional (QT) Síntesis química manual Obtención de cientos de miles de moléculas con múltiples variaciones moleculares Mayor número y variedad de moléculas (QC) en el mismo tiempo Biblioteca con número Bibliotecas de infinitas moléculas limitado de moléculas Cribado molecular Cribado molecular ultrarrápido, de alto Incremento de la capacidad individual, artesanal rendimiento (HTS). Hasta 50 000 ó 60 000 y velocidad de selección o moléculas por semana cribado molecular en QC Numerosos fármacos cabeza de serie Aumento considerable del Reducido número de fármacos en cabeza número de fármacos cabeza de serie de serie en QC Para la creación de estas bibliotecas se acude al principio de la síntesis en fase sólida, conocida como la síntesis de Merrifield (la forma “tradicional” de síntesis de péptidos), empleando para ello esferas de un polímero, usualmente polietileno, modificado para enlazar selectivamente los diversos precursores de la biblioteca. A esto le siguen una serie de pasos (tipos de reacciones) necesarios para llegar a la 1Sánchez García, P. “Investigacion y desarrollo de nuevos fármacos en el umbral del siglo XXI”, capítulo 19, fecha desconocida. 205 obtención de las estructuras moleculares que se buscan; es similar a “una reacción en cadena”. Este tipo de reacciones por lo general se realiza en fase sólida. La QC ha desarrollado a su vez, combinaciones de esta técnica (fase sólida, fase líquida, fases líquida-sólida) y se ha llegado a conocer también como “síntesis en paralelo”. A pesar de estas ventajas, la QC es aún una tecnología costosa ya que se requiere el acceso a un componente importante de instrumentación, no solo a nivel de síntesis, sino también en la realización de las pruebas de actividad biológica. Paralelamente a la parte química, se ha desarrollado lo que se conoce como “cribado (selección o rastreo o barrido) de alto rendimiento” (en inglés, High Throughput Screening, HTS). Esta consiste en la realización de pruebas de actividad “en masa” (actividad diversa que depende de la especialidad del equipo de investigación o del acceso a diversas técnicas). Por lo general el proceso se realiza de forma automatizada y se analizan compuestos en cantidades micro en platos de 96-1526 pozos por corrida. El instrumental se selecciona de acuerdo con las características buscadas en los compuestos sintetizados así como en las propiedades biológicas esperadas (e.g., fluorescencia, espectrometría de masas). Una alternativa más accesible consiste en realizar Síntesis diversamente orientada (SDO) en inglés, Diversity-Oriented Synthesis (DOS). La diferencia entre SDO y QC es el tamaño de las bibliotecas. En SDO, las bibliotecas de compuestos van desde unas docenas hasta cientos de compuestos, mientras que en la QC, van de miles a millones de sustancias. Esto simplifica el tipo de equipo necesario para llevar a cabo la síntesis y pruebas de actividad biológica y se hace más asequible a nivel de laboratorios de investigación de, por ejemplo, universidades. La QC está más orientada hacia procesos industriales. Además, las consideraciones de identificación y purificación en cada caso son diferentes; no se espera que se identifiquen millones de compuestos generados en una biblioteca, pero sí se trata de una derivada de SDO. Los productos naturales, sus estructuras nuevas o conocidas, son la base fundamental para la elaboración de bibliotecas en SDO y no tanto así en QC. El objetivo final de ambas aproximaciones es la misma: identificar el mayor número de compuestos activos que sirvan a su vez como cabeza de serie para continuar modificando la estructura y modular una o varias actividades biológicas. Para el desarrollo de QC, el país no está preparado desde el punto de vista tecnológico, tanto en lo requerido para la síntesis como para el cribado correspondiente. En cuanto a SDO, muchos laboratorios cuentan con profesionales preparados para iniciar trabajos que conduzcan a la elaboración de las primeras bibliotecas. Sin embargo, la necesidad de introducir diversidad molecular requerirá del aprovisionamiento de reactivos e instrumental base para el desarrollo de reacciones en paralelo y del entrenamiento correspondiente del personal, ya que esta técnica requiere de la ruptura de ciertos paradigmas clásicos dentro de la química orgánica. Para un desarrollo con más empuje, se requiere aumentar el número de profesionales en el campo de la química orgánica y de técnicos que puedan preparar los pequeños reactores de las reacciones en serie. A la par, debe contarse con el desarrollo de un grupo de colaboradores en las áreas de “lo biológico” para contrastar las bibliotecas contra diversas pruebas de actividad biológica. 206 Diagnóstico molecular En el sentido estricto, el diagnóstico molecular (DM) consiste en la detección de cualquier sustancia que nos revele una condición determinada en los seres vivos o en sus sistemas. Mediante el uso de herramientas particulares, el DM descubre y localiza los componentes de agentes infecciosos, de la respuesta inmune o de resistencia de los hospederos, de integrantes celulares, de constituyentes intersticiales o del metabolismo, de tal manera que nos brinden información acerca del estado de salud, inmunidad, protección, homeostasis, predisposición o identidad de los seres vivos. El DM también se usa para descubrir alteraciones en los ecosistemas. Los componentes más comúnmente detectados son las macromoléculas (proteínas, ácidos nucléicos, carbohidratos, lípidos, glicoproteínas, glicolípidos y nucleoproteínas), moléculas orgánicas producto del metabolismo o degradación (péptidos, azúcares, fenoles, aminoácidos, esteroles, esteroides) y otros derivados simples o complejos (NO, H2O2, porfirinas, etc.) que participan en las funciones celulares. El DM revela con alta sensibilidad y especificidad la presencia de un agente infeccioso como virus, bacterias o algún otro patógeno. También nos dice si un individuo fue infectado con un parásito determinado o si su estado de inmunidad o de defensa es el apropiado para resistir el embate de una plaga. Incluso nos da información sobre el estado de gestación y predisposición a enfermedades o nos revela la paternidad o la identidad de un individuo. El DM moderno tiene la virtud de dar respuesta rápida y segura a muchas de las interrogantes que tenemos con respecto a los sistemas vivientes y sus interacciones: desde cuándo y cómo produce alcohol una levadura hasta el grado de contaminación de un ecosistema complejo. Gracias a la generación y uso inteligente del DM, las compañías farmacéuticas y de producción de biológicos se han convertido en las industrias más prominentes y de mayor rendimiento de las últimas tres décadas. Se estima que en los Estados Unidos, las compañías farmacéuticas dedicadas al DM generan mayor rendimiento en la relación costo/beneficio y más trabajo que las dos compañías de automóviles más grandes de ese país. Además, el DM tiene la virtud de que está diversificado ampliamente, ya que la rápida demanda de nuevos diagnósticos, aunada al desarrollo de nuevas técnicas, promueve la existencia de un gran número de compañías de mediano y pequeño calibre. Existe un número respetable de usuarios del DM, especialmente en agroindustria y medicina. El DM más evidente es aquel que se realiza para determinar infecciones y enfermedades de plantas, de animales y de seres humanos. Sin embargo el DM también se utiliza en acciones forenses, especialmente en la detección de drogas, revelación de paternidad y consecución de crímenes, así como para determinar la contaminación de las aguas, entre otros. Lo anterior indica que en Costa Rica existe capacidad instalada respecto a los equipos y técnicas fundamentales y sugiere que los principios del DM se entienden y no son ajenos, especialmente dentro del círculo de los científicos de las universidades estatales. Analizando el número de publicaciones de los últimos 10 años, es de interés mencionar que un número respetable de ellas involucran el DM, especialmente en las áreas de salud pública y agropecuaria. En los últimos años el DM ha tenido un auge extraordinario, gracias a la combinación y desarrollo de por lo menos cinco herramientas tecnológicas: i) la manipulación e ingeniería de los seres vivos y sus procesos, especialmente de microorganismos, tejidos y de células; ii) la fabricación mediante el proceso de síntesis de moléculas orgánicas; iii) la innovación de sistemas de detección electrónicos y fotométricos ultrasensibles; iv) la evolución de sistemas de información computacional de alto rendimiento; y v) la elaboración de sistemas fisicoquímicos de separación y purificación de sustancias. Aunque en Costa Rica existen centros de investigación que han implementado capacidades respecto a la herramienta que se indica en el punto i), el desarrollo de las otras herramientas es muy limitado o nulo. Las pocas técnicas de DM que se han implementado o inventado en el país se han limitado a investigaciones o a diagnósticos de interés local o regional, sin que hayan alcanzado un nivel de avance que permita su comercialización. Las razones de estas deficiencias las podemos encontrar en la reducida masa crítica de científicos existente, en la carencia de fondos nacionales que promuevan la investigación básica así como en la ausencia de una oficina de transferencia tecnológica de interés nacional, de fondos de inversión de riesgo por parte de la industria, de una política de mercado en el campo del DM y de prioridades nacionales sobre el DM. La evidencia cuantitativa y cualitativa comprobada indica claramente que más del 96 % de la investigación que se realiza en Costa Rica se genera en las instituciones públicas del país, especialmente en las universidades estatales, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y la CCSS. En este sentido, es de esperar que sean precisamente estas instituciones las que posean mayor potencial para desarrollar e implementar el DM en Costa Rica durante las próximas décadas. Sin embargo, es fundamental que las empresas farmacéuticas nacionales se incorporen solidariamente a las acciones de riesgo inherentes a los procesos de investigación del país. Para ello se hace necesario que se establezcan políticas claras que 207 faciliten a las empresas invertir, conjuntamente con las instituciones públicas, en investigaciones del desarrollo de técnicas de DM pertinentes, de acuerdo con un plan nacional de prioridades. 208 Industria farmacéutica, visión de oportunidades Es importante repasar muy rápidamente la historia de la industria farmacéutica nacional antes de plantear algunas de sus posibilidades de desarrollo, haciendo uso de forma parcial o total de la biotecnología. Es así como vale la pena anotar que el desarrollo de la industria farmacéutica nacional ha estado ligado al progreso del sistema de salud costarricense actual, debido a que en la década de los setentas cuando se experimentaba una crisis mundial y la CCSS se encontraba en pleno desarrollo, se presentó el problema de que las transnacionales dueñas en su mayoría de patentes de invención o de uso de las distintas moléculas a nivel farmacéutico, se negaban a venderle productos a la CCSS debido a su pobre capacidad de pago. Es así como el gobierno, en forma acertada, decide promover de forma particular el desarrollo de la industria farmacéutica nacional en la producción de medicamentos genéricos; a la misma problemática actual de falta de recursos financieros y de instrumentos financieros que permitieran dar soporte al proceso de inversión, requerido para incursionar en la industria farmacéutica. Sin embargo, se logra promover la inversión y se crean algunas de las industrias farmacéuticas actuales; aunado a esto se dio un proceso de refuerzo en el crecimiento de las ya existentes. Este desarrollo de la industria farmacéutica de manufactura de productos genéricos, junto a otros factores relevantes, le ha permitido indirectamente a la CCSS alcanzar los niveles de salud actuales, que son comparables con los de cualquier país desarrollado. De esto es importante rescatar dos aspectos: 1.-nuestra industria farmacéutica se basa en la manufactura de genéricos; y 2.- se desarrolló en condiciones aún más difíciles que las actuales. Tomando estos dos aspectos como base para explotar la gran cantidad de oportunidades de desarrollo debemos anotar que la manufactura de genéricos debe ser y seguirá siendo un campo de desarrollo de la industria farmacéutica nacional; pero debido a la participación del país en tratados de comercio internacionales y en los acuerdos de la Organización Mundial del Comercio, no podemos darnos el lujo de permanecer únicamente en este sector, el cual será cada vez más competido y de difícil acceso, razón por la cual debemos tratar de innovar en nuevas aplicaciones, en nuevas formas farmacéuticas, en presentación de nuevas combinaciones que nos permitan un desarrollo científico y tecnológico que a la vuelta de unos cuantos años, nos permitan incursionar en un desarrollo más sofisticado después de haber desarrollado la infraestructura y el recuso humano para ello. En segundo lugar, retomando el aspecto de que el desarrollo se dio en condiciones aún más difíciles que las actuales, debemos anotar que para ello será necesaria un reevaluación de la legislación actual, de modo que se puedan abrir algunas puertas lógicas y seguras que permitan al igual que en sus inicios, incentivar la aplicación de desarrollos locales que estén asociados al uso de la biotecnología, ya que la posición actual por parte del Ministerio de Salud ante algunas incursiones en la simple innovación tecnológica en el diseño de nuevas formas farmacéuticas, o mejoras a las existentes, es simplemente prohibitiva. Además de esta reforma legal desde las bases debe concentrarse en la mejora continua de los sistemas de infraestructura como son: suministro eléctrico de calidad, sistemas de comunicación de calidad mundial, sistemas de transporte nacional e internacional de calidad y sistemas de importación y exportación que inviten al proceso y no como en la actualidad, que tienen el efecto contrario. Ahora bien, retomando el tema de las oportunidades de desarrollo, siempre y cuando se den las condiciones antes citadas, se visualiza el desarrollo de la biotecnología para la generación de materias primas básicas para la industria farmacéutica (ingredientes activos y excipientes), la cual puede estar orientada hacia moléculas modernas o moléculas más viejas. Dentro de las moléculas modernas tenemos la producción de medicamentos peptídicos de actividad terapéutica cuyas patentes ya hayan vencido o estén a punto de vencer, de modo que puedan generar medicamentos genéricos que permitan un mayor acceso de la población de los países en vías de desarrollo, como es el área centroamericana. Esto enfocado tanto en moléculas de uso humano como de uso veterinario. Una segunda línea de desarrollo que podemos mencionar es la producción de suplementos alimenticios de uso humano o veterinario como son vitaminas, suplementos proteicos, aminoácidos, probióticos y una gran variedad de suplementos alimenticios más complejos. El uso de la biotecnología para la manufactura de materias primas de uso farmacéutico permite la aplicación de procesos de fermentación con la utilización de desechos del sector agroindustrial, lo cual permitiría crear las bases para utilizar desechos de otras industrias. Es importante plantear las oportunidades de desarrollo por etapas de modo que pueda darse un crecimiento lógico dentro del área. Es así como para la etapa I no será necesario plantearse el desarrollo de las moléculas más complicadas, sino más bien iniciar con la producción de moléculas sencillas de origen biotecnológico tradicional, como la producción de ácido láctico y sus sales, la producción de ácido cítrico y sus sales y la producción de fructosa, entre otros. Desde esta perspectiva se puede plantear también la creación de una planta de producción de alcohol de alta calidad para la industria farmacéutica, el cual no es exclusivo de la industria farmacéutica y por ende podría tener una expectativa de uso mucho mayor que este. Esta última opción plantea una posibilidad de desarrollo importantísima que permitiría un inicio en la aplicación de los procesos de fermentación, el cual no sería un inicio de cero, sino de una base ya existente, a través de una trasferencia de tecnología por parte de la entidad estatal que maneja el monopolio de la fabricación de alcohol. Esto permitiría, a su vez, la experimentación en el uso de otras fuentes de azúcar, distintas a la caña de azúcar; así, por ejemplo, podría incentivarse la producción agrícola de la yuca, el sorgo o en su defecto la reutilización del banano, el cual enfrenta actualmente problemas arancelarios importantes a nivel mundial. Para esta misma etapa y con la perspectiva de obtener productos que se puedan comercializar a nivel mundial, se plantea la posibilidad de desarrollar la enzimología, con base en la gran biodiversidad del país. La etapa inicial sería de identificar y caracterizar enzimas de uso industrial, para lo cual podrían desarrollarse líneas de producción utilizando fuentes de bajo costo ricas en nutrientes, como son algunos desechos agroindustriales, en pequeñas industrias, que sean la base para un posterior desarrollo de mayor escala. Ejemplos de enzimas son las lipasas y las polimerasas. Este tipo de enzimas permitirían la producción de polímeros de uso industrial, farmacéutico o no; entre los polímeros de interés se cuenta con algunos derivados de la quitina, que se basan en la utilización de los desechos de crustáceos y con los cuales se han logrado algunos aprovechamientos interesantes que podrían dar pie a la producción de polímeros de uso farmacéutico de alto valor agregado. En un futuro de mediano plazo podría pensarse en la búsqueda de enzimas estéreo específicas de alto valor para procesos de síntesis de moléculas de interés farmacológico, por ejemplo enzimas capaces de producir D-amino ácidos, que han demostrado ser la base para muchos desarrollos farmacéuticos en el campo de la inhibición enzimática. En una segunda etapa se puede pensar en el desarrollo de moléculas de origen biotecnológico de uso farmacológico, de las cuales hayan o estén a punto de vencer las patentes. Se piensa en moléculas como la insulina, que actualmente no tiene protección de patente y ha permitido un cambio radical en el precio, como ha sucedido con la fabricación de insulina genérica en la India, donde la diferencia del costo para el paciente es de importancia. Así como esta, existen otros posibles péptidos de cadena corta, como la vasopresina, que podrían ser producidos de forma local. Para una tercera etapa se puede apuntar al desarrollo de macromoléculas de origen biotecnológico con actividad farmacológica que puedan ser excretadas en leche u otros fluidos corporales de animales genéticamente modificados que permiten ser la base de desarrollos a largo plazo de nuevas moléculas o variaciones de las existentes que permitan hacer mejoras en su uso o a su administración, y poder pensar en desarrollos de avanzada como la terapia génica. 209 En la segunda línea citada al inicio, es factible un desarrollo mucho más rápido basado en procesos fermentativos para la producción de suplementos alimenticios como vitaminas y fuentes alternas de proteína para consumo humano y animal. En el caso particular de productos farmacéuticos se puede pensar en preparados de prevención como son complementos vitamínicos. 210 Combate biológico - fitopatología El combate biológico de organismos que pueden afectar el rendimiento económico de cultivos de importancia económica (hongos, bacterias, virus, insectos, nematodos), contempla el fortalecimiento del combate natural, la introducción de especies no nativas de agentes biocontroladores y el uso de plaguicidas derivados de animales, plantas, hongos, bacterias, virus y minerales para prevenir, repeler, eliminar o reducir el daño causado por las plagas. Mediante este método de combate no se pretende sustituir los plaguicidas químicos, sino encontrar prácticas más amigables con el ambiente, en una estrategia de manejo integrado de los sistemas productivos. El estudio de la biodiversidad en las poblaciones de microorganismos en agroecosistemas tropicales cobra relevancia ante el impostergable reto de identificar organismos y productos de utilidad en fitoprotección. El combate biológico y el uso de bioplaguicidas en unidades de producción agrícola no es la meta de una estrategia, sino el mecanismo aceptado para lograr sostenibilidad en la producción de alimentos más sanos, protección del medio ambiente y competitividad en los mercados internacionales. Es necesario fomentar el trabajo tripartito entre el sector privado, el gobierno y el componente académico para la selección de microorganismos con potencial de controladores y la identificación de metabolitos, enzimas o toxinas, que reduzcan el daño de plagas y mejoren la calidad biótica del agroecosistema, con producción comercial. Este esfuerzo conduce hacia la reducción de la dependencia de plaguicidas químicos sintéticos. El fomento del combate biológico no logra sus metas si paralelamente no se implementa la estrategia conjunta para aumentar su disponibilidad a nivel nacional, a través del fortalecimiento de empresas locales y medios adecuados para el mercadeo de estos productos. Costa Rica cuenta con el talento humano y la infraestructura para el desarrollo y comercialización de bioplaguicidas. Las instituciones de educación superior han trabajado en el identificación de diversos microorganismos y productos naturales para uso en agricultura. El Ministerio de Agricultura y el Instituto Nacional para la Biodiversidad (INBio), han dedicado recursos a este rubro con fines de uso en fitoprotección. El país debe implementar los mecanismos para incentivar la simbiosis entre estas instituciones y canalizar los esfuerzos de acuerdo con la demanda del sector productivo nacional. Hay muchos ejemplos de investigaciones que concluyeron con un producto bioplaguicida que no continuó en la cadena hasta llegar a la comercialización y uso extensivo. La incorporación armoniosa de todos los actores de la agrocadena, que identifiquen las demandas y dinamicen la oferta, será el catalizador para eliminar las limitantes para el desarrollo y uso de bioplaguicidas. En este escenario, el énfasis debe estar en el paso final de las investigaciones: la comercialización y consolidación de los productos en el mercado. Parte de la solución corresponde a los equipos de trabajo, que deben integrar profesionales que se encarguen de esta última fase, donde los investigadores, y, a veces las instituciones, no cuentan con experiencia y capacidad de negociación, ni técnicas de mercadeo. La implementación de un programa de combate biológico de plagas agrícolas en Costa Rica puede llevarse a cabo a través de la importación de controladores previamente comprobados en otras regiones, ya sean insectos o productos formulados de bacterias, hongos, o sus metabolitos. Otra opción es la producción de agentes específicos seleccionados en los agroecosistemas. En este segundo caso, la selección de agentes biocontroladores debe ser un proceso permanente para cada cultivo y ambiente. Los protocolos de selección, evaluación y producción de organismos para combate biológico son universales y están en uso en los centros de investigación de las universidades, en los laboratorios gubernamentales y en algunas empresas. Lo prioritario es promover la implementación de una estrategia nacional de estímulo al uso de biocontroladores, como parte de la preocupación del país por reducir la contaminación del ambiente y las importaciones de pesticidas sintéticos. El impulso de una política en este sentido debe atender el componente de salud pública, un precio diferenciado a fincas con programas de este tipo y trato justo en los mercados internacionales. Cultivo de tejidos vegetales Se define como el cultivo in vitro de células, tejidos u órganos en un medio con sustancias nutritivas en condiciones estériles. Comprende el cultivo extracorpóreo de órganos completos, embriones, polen, anteras, microesporas, raíces, nudos, yemas, meristemas, callos, células aisladas, protoplastos y otros. Se incluye dentro de estas técnicas la micropropagación o multiplicación miniaturizada in vitro y regeneración del material vegetal clonal en condiciones ambientales controladas y asépticas. En otras palabras, es una multiplicación clonal masiva in vitro. Permite la producción comercial (o altos volúmenes de producción) de materiales seleccionados en forma clonal (genéticamente idénticos) y facilita su envío a países y lugares lejanos con ninguna o pocas restricciones aduaneras. El cultivo de tejidos vegetales se utiliza como herramienta complementaria para el mejoramiento genético, ya que en especies de propagación vegetativa, en las cuales no es posible realizar cruces entre materiales para producir semillas botánicas mejoradas, permite la incorporación de genes en los materiales (células, callos, etc.) y regenerar así materiales con las características deseadas. En otras palabras, permite realizar ingeniería genética y regenerar las plantas trasformadas. Además, estas técnicas facilitan y acortan los ciclos de pruebas de los materiales, al permitir la multiplicación masiva de los materiales de interés. El cultivo de tejidos también permite la obtención de materiales libres de virus y otros patógenos, por medio de técnicas de micropropagación a partir del cultivo de meristemas y la adición de productos químicos específicos al medio de cultivo en que crece el material vegetal. Este grupo de técnicas también permiten apoyar los programas de conservación de los recursos fitogenéticos, siendo especialmente útiles para la conservación de especies con semillas recalcitrantes, propagadas vegetativamente, con problemas de reproducción y de material producido en laboratorio (líneas de importancia). Dentro de las técnicas para la conservación del germoplasma se pueden mencionar la conservación in vitro a mediano plazo, que consiste en provocar la reducción del crecimiento de los materiales in vitro para alargar los periodos de transferencia y la crioconservación o conservación a largo plazo, que consiste en acondicionar el material para que resista el almacenamiento a ultra bajas temperaturas, por lo general, en nitrógeno líquido. Esta última técnica permite no solo la conservación de material vegetal, sino también hongos, bacterias y células animales. Tres de las cuatro universidades estatales del país cuentan con al menos un laboratorio de cultivo de tejidos vegetales. En estos laboratorios se realiza investigación, docencia y capacitación en las diferentes técnicas. También el CATIE y el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) poseen infraestructura adecuada para la capacitación en micropropagación de plantas. Tomando en cuenta las diferentes técnicas biotecnológicas, las técnicas del cultivo de tejidos vegetales son las que han permitido el desarrollo de más empresas en el país; así, encontramos varias transnacionales estadounidenses, empresas taiwanesas, holandesas y otras, con laboratorios comerciales para producir plantas in vitro para la exportación. También se encuentran varios laboratorios comerciales de tamaños grande, mediano y pequeño de empresarios nacionales que producen vitroplantas para cubrir las demandas nacionales en cultivos como banano, plátano, piña y otros y en asocio con empresas extranjeras, para producir para la exportación. Debido a que el país ofrece actualmente un programa de bachillerato en Ingeniería en Biotecnología (ITCR), dos programas de maestría en biotecnología (UCR y CATIE), y el INA capacita personal 211 para labores rutinarias en esta área, se está resolviendo uno de los principales problemas que existía hace unos años, que era la falta de personal capacitado, es decir, masa crítica para desarrollar esta área. Otro de los problemas que permanece vigente es de la falta de capital de riesgo, con intereses razonables por parte de los bancos, para que jóvenes capacitados puedan iniciar sus empresas, ya que el costo de establecer una empresa en este campo es inicialmente alto, debido a la infraestructura y equipo requerido. Otra limitante es la falta o poca divulgación internacional de las ventajas que presenta el país al poseer personal capacitado, en diferentes niveles, en cultivo de tejidos; esta divulgación (por parte de CINDE, COMEX y otros), permitiría el establecimiento de muchas más empresas internacionales o de consecución de socios para iniciar varias. Los encargados de desarrollarlos serían los profesionales y personas capacitadas en esta área. Sus necesidades fueron apuntadas arriba y podría incluirse darle capacitación a estos profesionales en emprendedurismo y otras áreas relacionadas con el establecimiento y manejo de empresas. 212 Aprovechamiento de desechos Los desechos sólidos son aquellas sustancias, productos y subproductos en estado sólido o semisólido de los que su generador dispone, o está obligado a disponer, en virtud de lo establecido en la normatividad nacional o de los riesgos que causan a la salud y el ambiente. Según su origen los desechos se clasifican en: domésticos, industriales, comerciales, agrícolas, hospitalarios y municipales. De acuerdo con su impacto ambiental, los desechos pueden clasificarse en cuatro grandes clases: desechos tóxicos, radiactivos, inertes y biodegradables. Los desechos tóxicos son aquellos que aumentan la incidencia de enfermedades y mortalidad de la población. Estos residuos provienen principalmente de la industria minera, agrícola y farmacéutica. Los desechos radiactivos corresponden a aquellos elementos radiactivos que ya han cumplido su propósito, tanto en los laboratorios clínicos como en las industria y centrales nucleares. Los desechos inertes son los residuos que no se degradan con facilidad y que no producen un daño directo a la biosfera. Los desechos biodegradables comprenden los residuos orgánicos útiles para el metabolismo de otros seres vivos, que los usan como alimento. Entre ellos están los residuos de la industria ganadera, pesquera y agrícola. Generalmente son dispuestos en rellenos sanitarios, zanjas o en las riberas de los ríos; en el caso de los de la pesca son arrojados al mar, siendo una gran fuente de contaminación ambiental. El alto potencial que muestran estos desechos para ser utilizados como materia prima en otros procesos industriales y la necesidad de resolver el problema ambiental provocado por ellos, ha motivado el surgimiento de varias iniciativas nacionales para su aprovechamiento con el fin de obtener productos de mayor valor agregado. La aplicación de la biotecnología en la utilización de los desechos biodegradables de nuestro país no solamente podría potenciar un desarrollo en sus actividades actuales sino promover la creación de nuevas industrias. Por este motivo, las iniciativas de investigación y de formación de recursos humanos dirigidos a este campo, tendrían un impacto positivo tanto desde el punto de vista económico como social para el país, mediante la generación de fuentes de empleo y la industrialización y comercialización de nuevos productos. El desarrollo de este tipo de productos busca la sustitución de importaciones y su exportación a los países de la región. Entre los productos agrícolas más importantes, por su volumen de producción y por las divisas que produce su exportación al mercado mundial, están: el banano, el café, la piña, la caña de azúcar y el melón, entre otros. El cultivo y la industrialización de estos productos generan una gran cantidad de desechos que, generalmente, no son aprovechados y, más bien, constituyen una fuente de contaminación ambiental difícil de controlar. Según Vega B. (1994) los desechos agroindustriales corresponden a un 86% de la producción de desechos sólidos de Costa Rica. El alto contenido de humedad es un problema para su transporte y favorece, junto con las condiciones climatológicas, su descomposición casi inmediata, provocando la aparición de ciertas plagas, como las moscas. En algunos casos los desechos están dispersos, por lo que es necesario establecer centros de acopio donde se consideren sus características para su posible utilización. Hay varios laboratorios y centros de investigación en entidades públicas y privadas que han realizado estudios sobre su caracterización y posibles usos en biotecnología. Sobre su aprovechamiento es importante destacar que ya se han hecho trabajos conducentes a su utilización para obtener productos vía fermentación. Es importante realizar un diagnóstico sobre la generación de desechos, su valorización y cuantificación así como su ubicación. Biorremediación de suelos y aguas en Costa Rica Es muy bien conocida la problemática ambiental que ha conllevado el aumento de la población y el desarrollo del sector industrial en nuestro país y en todo el planeta. Hemos tomado los recursos de la naturaleza, tales como el agua y productos sólidos, para ejercer las actividades diarias en nuestros hogares y dentro de las industrias, para devolverlos con características químicas y biológicas totalmente diferentes, a tal punto que su vertido se convierte en un peligro potencial para la ecología si entran en contacto con los ríos, mares y tierras cultivables, entre otros. Lo anterior es una realidad mundial y Costa Rica no está exenta de sufrir diversos impactos ambientales por descuidos, errores o por simple desconocimiento, a pesar del desarrollo paulatino que hemos tenido en materia de educación y legislación ambiental en nuestro país. Para combatir este problema, desde hace muchos años se habla respecto a la acción de los microorganismos y sus enzimas para la degradación de químicos complejos, tanto en suelos como en aguas contaminadas. La actividad industrial demanda el tratamiento de sustancias nocivas para el ambiente como aceite crudo de diversos orígenes, combustibles, PCP, hidrocarburos, cloroaldehídos, grasas, etilen glicol, PNA, fenoles, BTEX, solventes, compuestos con sulfitos, aminas y otros compuestos químicos complejos de origen vegetal, animal o mineral. Si bien es cierto en el mercado ya se encuentra la posibilidad de comprar inóculos y enzimas, sus costos en ocasiones no son accesibles y por lo tanto esto llega a limitar su implementación y la solución a los problemas. La ventaja competitiva de nuestro país es que cuenta con el suficiente recurso humano para comprender la problemática en la contaminación que ocurre a nuestro alrededor y, por lo tanto, para el desarrollo de alternativas tecnológicas viables, refiriéndose a la capacidad de los científicos y técnicos costarricenses para desarrollar nuestra propia industria en este tema, sin depender tanto de las importaciones de cepas y enzimas extranjeras. La cantidad de laboratorios estatales y privados en los cuales se pueden llevar a cabo estos proyectos es alta y con un aumento en la inversión en investigación dirigida hacia la producción en este campo, Costa Rica puede ocupar un lugar importante en el mundo del desarrollo de alta tecnología biológica. Bioinformática En la bioinformática se realiza investigación y desarrollo de herramientas de software útiles para organizar y analizar grandes cantidades de datos biológicos como aquellos generados por secuenciadores de ADN, microarreglos de ADN y ARN, química combinatoria y espectrómetros de masas. El propósito del análisis es ordenar y extraer información relevante que pueda ser utilizada, por ejemplo, para determinar los genomas de diferentes especies y patógenos, para determinar las secuencias de genes que motivan la aparición de enfermedades, así como para acelerar el desarrollo de nuevos medicamentos y mejorar la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades. Para ello, primero se organiza la información biológica en diferentes bases de datos de acuerdo con su importancia. Luego se extrae la información relevante mediante la observación y descubrimiento empleando técnicas de minería de datos. 213 Existen muchos recursos gratis en Internet que pueden ser utilizados para promover el uso de herramientas bioinformáticas en la investigación en biología molecular en Costa Rica. Por ejemplo, muchos programas bioinformáticos (junto con sus manuales de usuario) y cursos acreditados de bioinformática, así como grandes bases de datos biológicos se encuentran actualmente disponibles en Internet sin costo alguno. Costa Rica cuenta con un buen número de doctores y doctoras en matemática, informática, biología y microbiología que podrían colaborar para realizar investigación y desarrollo de nuevas herramientas bioinformáticas que puedan facilitar la investigación en biología molecular en Costa Rica. Ellos y ellas son: el Dr. Javier Trejos Zelaya y el Dr. Oldemar Rodríguez Rojas (Premio Nacional de Tecnología “Clodomiro Picado Twight” 2001) de la Escuela de Matemática de la Universidad de Costa Rica; el Dr. Alvaro de la Ossa Oseguera, de la Escuela de Ciencias de la Computación e Informática de la Universidad de Costa Rica; el Dr. Francisco Torres Rojas y el Dr. José Castro Mora de la Escuela de Ingeniería en Computación del Instituto Tecnológico de Costa Rica; la Dra. María del Pilar Ramírez Fonseca, de la Escuela de Biología de la Universidad de Costa Rica; el Dr. Federico Albertazzi Castro y la Dra. Henriette Raventós Vorst, del Centro de Investigación en Biología Celular y Molecular de la Universidad de Costa Rica, el Dr. Alejandro Leal Esquivel, del Instituto de Investigaciones en Salud de la Universidad de Costa Rica; Dr. Alberto Alape Girón, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Costa Rica; el Dr. Fernando García Santamaría, del Centro de Investigación en Enfermedades Tropicales de la Universidad de Costa Rica; y el Dr. Pedro León Azofeifa, del Centro Nacional de Tecnología. No se reportan laboratorios de investigación en bioinformática en Costa Rica. Tampoco se reportan empresas privadas que se dediquen al desarrollo de herramientas bioinformáticas en Costa Rica. En cuanto a la docencia, en la Universidad de Costa Rica se imparte el curso PF-3808 Minería de Datos y el curso PF3822 Introducción a la Biología Molecular Computacional en el Programa de Maestría en Ciencias de la Computación e Informática. En el Instituto Tecnológico de Costa Rica se imparte el curso IC-8022 Introducción a la Biología Molecular Computarizada, en el Programa de Bachillerato de Ingeniería en Computación y el curso MC-8805 Minería de Datos, en el Programa de Maestría en Computación. Finalmente, en la Universidad Nacional se imparte el curso BID-448 Introducción a la Bioinformática y a la Biología Computacional en el Programa de Bachillerato en Biología. El área de bioinformática debería ser desarrollada en forma conjunta por las Escuelas de Matemática, Ciencias de la Computación e Informática, Biología y Microbiología de las universidades costarricenses. Se requiere la creación de una maestría nacional en bioinformática. También se requiere la creación de un laboratorio de investigación interinstitucional en bioinformática, donde cualquier profesor de las cuatro universidades estatales costarricenses pueda realizar investigación y desarrollo de herramientas bioinformáticas. Para ello, se requerirán recursos para financiar estudiantes de maestría, doctorado y postdoctorado, para el intercambio académico, para la participación con ponencias en congresos internacionales y para la compra de equipo. 214 Análisis de imágenes biomédicas El análisis de imágenes biomédicas es parte del área de estudio de ingeniería eléctrica y se denomina visión por computador. Surgió de la necesidad de analizar en forma automática las señales eléctricas multidimensionales (imágenes y videos) generadas por transductores tales como microscopios, equipos de ultrasonido, equipos de resonancia magnética, equipos de rayos X y otros. Las señales son digitalizadas y analizadas haciendo uso de computadoras. De ahí que también se emplee el término de análisis digital de imágenes biomédicas. Para el análisis se utilizan transformaciones y técnicas de estimación, detección y clasificación, que muchas veces son combinadas y ejecutadas en forma secuencial. El resultado del análisis podría ser el diagnóstico de alguna enfermedad, la densidad y viabilidad de un cultivo celular, la forma, posición, orientación y movimiento de órganos, etc. Para el mejoramiento del diagnóstico médico se requiere de una elevada inversión en investigación y desarrollo de nuevos equipos médicos de alta tecnología, en los cuales el análisis de imágenes biomédicas es una parte fundamental. Con una adecuada política de incentivos por parte de las autoridades costarricenses se podrían atraer inversionistas y empresas de alta tecnología al país que estén dispuestos a realizar proyectos de investigación y desarrollo en conjunto con las universidades costarricenses y cuyo objetivo final sería la producción de equipos médicos de alta tecnología para el mercado mundial. Costa Rica cuenta con un número muy reducido de doctores capaces de realizar investigación de alto nivel en el área de análisis de imágenes biomédicas; estos son: el Dr. Geovanni Martínez Castillo (Premio Nacional de Tecnología “Clodomiro Picado Twight” 2002), de la Escuela de Ingeniería Eléctrica de La Universidad de Costa Rica; el Dr. Juan Carlos Briceño Lobo, de la Escuela de Computación e Informática de la Universidad de Costa Rica; y el Dr. Pablo Alvarado Moya, de la Escuela de Ingeniería en Electrónica del Instituto Tecnológico de Costa Rica. En cuanto a infraestructura y equipo para realizar investigación de alto nivel en análisis de imágenes biomédicas, Costa Rica cuenta únicamente con el Laboratorio de Investigación en Procesamiento de Imagen y Visión por Computador (IPCV-LAB) de la Escuela de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Costa Rica, fundado y coordinado por el Dr. Geovanni Martínez Castillo. El IPCV-LAB está muy bien equipado y tiene experiencia en investigación de alto nivel en el área de análisis de imágenes biomédicas para empresas de alta tecnología como Bayer Healthcare, específicamente en el desarrollo de algoritmos de estimación de densidad y viabilidad celular para microscopía in-situ. No se reportan empresas privadas en Costa Rica que se dediquen al desarrollo de equipos médicos basados en análisis de imágenes biomédicas. En cuanto a docencia, en la Universidad de Costa Rica se imparte el curso SP-2132 Procesamiento de Imagen y Visión por Computador en el Programa de Maestría en Ingeniería Eléctrica, así como el curso PF-3323 Graficación y Procesamiento de Imágenes en el Programa de Maestría en Computación e Informática. Finalmente, en el Instituto Tecnológico de Costa Rica se imparte el curso IE-8034 Reconocimiento de Imágenes, en el Programa de Bachillerato en Ingeniería en Computación. El área de análisis de imágenes biomédicas debería ser desarrollada en forma conjunta por las Escuelas de Ingeniería Eléctrica y Ciencias de la Computación e Informática de las universidades costarricenses. Por su excelente infraestructura, equipo y experiencia en el análisis de imágenes biomédicas, IPCVLAB de la Escuela de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Costa Rica debería ser incentivado y apoyado para convertirlo en un laboratorio de investigación interinstitucional, donde cualquier profesor de las cuatro universidades estatales costarricenses pueda realizar investigación y desarrollo en el área de análisis de imágenes biomédicas. Para ello se requerirán más doctores académicos con capacidad de realizar investigación de alto nivel en el área de análisis de imágenes biomédicas, un programa nacional de doctorado en ingeniería y recursos para financiar estudiantes de maestría, doctorado y postdoctorado, para el intercambio académico, para la participación con ponencias en congresos internacionales y para la compra de equipo. 215 Bibliografía Calestous, Juma; & Lee, Yee-Cheong, 2005. Innovation: applying knowledge in development. UN Millennium Project. Task Force on Science, Technology, and Innovation. Earthscan 194 p. Cortés, C. & Reyes, L. 2004. Mejorando el clima para la innovación en Costa Rica. Cristián Cortés –investigador- y Luis Reyes –consultor-. Centro Latinoamericano para la Competitividad y el Desarrollo Sostenible. INCAE. 2004. [email protected]. ac.cr Levy-Leblond, Jean-Marc. 2003. Revista CTS. Una cultura sin cultura. Reflexiones críticas sobre la “cultura científica”. 1 (1): 139-151. 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Marta Valdez Melara Comisión Institucional de Biotecnología Bogotá, Colombia 24 Noviembre 2003 Joel I Cohen. 2005. FEATURE: Poorer nations turn to publicly developed GM crops. Nature Biotechnology, January 23 (1): 27-33. Sittenfeld, A. & Espinoza, A. M. 2002. Costa Rica: revealing data on public perception of Gmcrops. TRENDS in Plant Science, October, 7 (10): 468-470. Páginas de internet visitadas Pastor, S. - Coordinador Nacional REDBIO Perú - REDBIO / FAO. 2004. Manejo de la Biotecnología Apropiada para Pequeños Productores: Estudio de Caso Perú- Lima – Noviembre 2004. Sitio en Internet: http://www.redbio.org/estud_casos.htm, visitado el: 30 junio 2005. Diamante, A. Fundación REDBIO Argentina (FRARG) & Izquierdo, J. 2004. REDBIO/FAO Chile Oficial Principal de Producción Vegetal FAO-RLC. Manejo y gestión de la Biotecnología Agrícola apropiada para pequeños productores: ESTUDIO DE CASO ARGENTINA. Buenos Aires Argentina, abril de 2004. 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