EPDA 2010 LwP NMS_GN
Transcripción
EPDA 2010 LwP NMS_GN
LA VIDA CON PARKINSON SÍNTOMAS NO MOTORES Una vida con Parkinson es una vida donde cada día es un reto LA VIDA CON PARKINSON SÍNTOMAS NO MOTORES Muchas de las ilustraciones contenidas en este libro expresan los síntomas no motores y han sido amablemente proporcionadas por personas con Parkinson. 2 ÍNDICE 5. Prólogo del Presidente de la EPDA (Asociación Europea de la Enfermedad de Parkinson) Knut-Johan Onarheim 38. Pérdida del sentido del olfato II Antje Haehner y Heinz Reichmann 40. Cansancio Fabrizzio Stocchi 6. Resumen ejecutivo 44. Depresión y dolor Angelo Antonini 9. Introducción a los síntomas no motores en la enfermedad de Parkinson Kartik Logishetty, Chandni Chandiramani y K. Ray Chaudhuri 47. Insomnio Petr Dušek y Evžen Růžička 49. Un caso de medicación insuficiente Per Odin 14. Resumen de los síntomas no motores de la enfermedad de Parkinson Kartik Logishetty, Chandni Chandiramani y K. Ray Chaudhuri 51. Efectos secundarios de la medicación e hipomanía Per Odin 17. Consecuencias económicas de la enfermedad de Parkinson 53. Conductas obsesivas Per Odin, Bremerhaven 18. Atención multidisciplinaria para personas con enfermedad de Parkinson Bastiaan R. Bloem 55. Preguntas más frecuentes acerca de los síntomas no motores 60. Lectura útil 24. Testimonios de pacientes 63. Glosario Casos clínicos 67. Agradecimientos 30. Problemas intestinales Fabrizio Stocchi 34. Pérdida del sentido del olfato I Heinz Reichmann 3 4 PRÓLOGO repercusiones alcanzan su punto álgido en las personas con Parkinson, sus familias y cuidadores, y la sociedad en su conjunto. En 2008, la EPDA (Asociación Europea de la Enfermedad de Parkinson) lanzó su campaña de concienciación La vida con Parkinson. El objetivo era poner de relieve lo que significa vivir con la enfermedad de Parkinson y la gran repercusión que tiene en la vida cotidiana, no solo para la persona con la enfermedad, sino también para toda la familia, los profesionales sanitarios y los gobiernos. La vida con Parkinson (parte dos) se centra en los síntomas no motores de la enfermedad y demuestra la complejidad del Parkinson, reiterando al mismo tiempo la importancia del diagnóstico precoz y un tratamiento eficaz. Hay muchos síntomas no motores que se deben tratar, tal como dolor, incontinencia, estreñimiento, trastornos del sueño, cansancio, ansiedad y depresión. Estos son sólo algunos de los síntomas con los que tienen que vivir las personas con Parkinson día tras día. La enfermedad de Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa progresiva más común que afecta a personas de todas las culturas y razas en todo el mundo. Actualmente no existe cura y tiene una gran repercusión en jóvenes y ancianos, hombres y mujeres. No habríamos podido describir el Parkinson adecuadamente sin el apoyo de muchas personas de toda Europa que han accedido amablemente a que se utilicen sus historias personales y clínicas. El Parkinson afecta a todos los aspectos de la vida cotidiana. Es una enfermedad compleja y entre sus efectos se incluyen los físicos y los psicológicos, y su gran repercusión trasciende casi todos los límites culturales, sociales y económicos. Los síntomas son diferentes para cada persona y pueden variar de un día a otro, de una hora a otra e incluso de un minuto a otro. Aunque el tratamiento está mejorando constantemente, los investigadores todavía no han sido capaces de encontrar la forma de prevenir o curar la enfermedad. Esperamos que, al compartir sus experiencias así como hechos precisos, el interés de los responsables de la toma de decisiones y el público en general sirva para entender que el Parkinson va más allá del temblor; no son sólo las personas mayores las que se ven afectadas y que todos tienen derecho a recibir la mejor atención y el mejor tratamiento disponibles. Es fundamental fomentar la toma de conciencia acerca de la evolución del Parkinson, entender lo que significa vivir con una enfermedad neurológica crónica, los tratamientos disponibles, los efectos secundarios que provoca la medicación y las repercusiones económicas y sociales cada vez más negativas del Parkinson en la sociedad. Con su ayuda, la EPDA puede fomentar la toma de conciencia sobre las repercusiones sociales y económicas del Parkinson, y sus consecuencias para la sociedad. Para obtener más información, visite el sitio www.parkinsonsawareness.eu.com La literatura de la campaña se divide en dos secciones: La vida con Parkinson (parte uno) pone de relieve la importancia del diagnóstico precoz, así como del tratamiento para retrasar la progresión. También ilustra la carga económica y social en los últimos estadios de la enfermedad donde las Knut-Johan Onarheim Presidente de la EPDA [2009 - ] 5 RESUMEN EJECUTIVO ENFERMEDAD DE PARKINSON El Parkinson se asocia también a síntomas que no están directamente relacionados con el movimiento.4 Estos se conocen como “síntomas no motores” y serán el objeto de este folleto. La enfermedad de Parkinson es una enfermedad neurológica progresiva que ocurre como resultado de una pérdida de neuronas en el cerebro. Debe su nombre al Dr. James Parkinson, el médico londinense que describió la enfermedad por primera vez en su ensayo titulado The Shaking Palsy (Enfermedad de Parkinson) en 1817.1 El Parkinson puede afectar a muchos aspectos de la vida cotidiana y puede tener profundas repercusiones en la calidad de vida. El Parkinson es el segundo trastorno degenerativo del sistema nervioso central más común. Se ha estimado que, en las cinco naciones más pobladas de Europa Occidental y las 10 naciones más pobladas del mundo, había entre 4,1 y 4,6 millones de personas mayores de 50 años con Parkinson en 2005. Se prevé que este total se duplique a entre 8,7 y 9,3 millones para 2030.2 El Parkinson cambia la vida, pero no es potencialmente mortal. La edad media de aparición del Parkinson es aproximadamente a los 60 años. Por lo general, ocurre en personas mayores de 50 años, pero a veces puede presentarse en adultos jóvenes de entre 30 y 50 años (y rara vez en los aún más jóvenes).3 El Parkinson se asocia con frecuencia con problemas de movimiento, conocidos como “síntomas motores”. Los cuatro síntomas motores cardinales del Parkinson son temblor en reposo, rigidez, bradicinesia (lentitud del movimiento) e inestabilidad postural. Además, se han incluido entre las características clásicas del Síndrome parkinsoniano la postura flexionada y congelaciones (bloqueos motores).4 El diagnóstico del Parkinson se hace mediante una evaluación clínica de la presencia de una combinación de las cuatro características principales.4 6 SÍNTOMAS NO MOTORES ludopatía), trastornos del sueño (por ejemplo, insomnio y sueños vívidos), síntomas autónomos (por ejemplo, trastornos vesicales, sudoración e impotencia eréctil), síntomas gastrointestinales (por ejemplo, estreñimiento, incontinencia fecal y náuseas) y síntomas sensoriales (por ejemplo, dolor y disfunción olfativa que afecta a los sentidos del gusto y el olfato), así como cansancio, pérdida o aumento de peso y visión borrosa. Vea las páginas 14 a 15 para obtener una visión general exhaustiva de los síntomas no motores en el Parkinson.5 Mientras que los síntomas motores se han considerado durante mucho tiempo los síntomas fundamentales del Parkinson, los síntomas no motores, que no están asociados con dificultad de movimiento, cada vez reciben más reconocimiento como componentes importantes y frecuentes de la enfermedad.4,5 Los síntomas no motores son muy variados. Entre ellos se incluyen problemas neuropsiquíatricos (por ejemplo depresión, demencia y conductas obsesivas y repetitivas, como la Los síntomas no motores pueden aparecer en cualquier estadio del Parkinson. Algunos, incluso la disfunción olfativa, el estreñimiento y la depresión, pueden preceder a los síntomas motores en más de una década.5,6 Si bien no es posible actualmente establecer un diagnóstico del Parkinson basándose únicamente en los síntomas no motores, se espera que una mejor comprensión de estos síntomas iniciales dispares pueda conducir en el futuro a un diagnóstico y tratamiento tempranos.7 Otros síntomas no motores, tales como la demencia debida a la enfermedad de Parkinson, aparecen con más frecuencia en los últimos estadios de la enfermedad.8 Los síntomas no motores pueden llegar a dominar los estadios más avanzados del Parkinson y pueden indicar complicaciones asociadas con fármacos, tales como fenómenos de deterioro de la respuesta al final de la dosis.9,10 Estos contribuyen significativamente a la discapacidad y los costes asociados de atención médica, y tienen repercusiones graves en la calidad de vida.5 7 Los síntomas no motores pueden tener gran repercusión en la vida de las personas con Parkinson en la misma medida o más que los síntomas motores, especialmente durante los últimos estadios de la enfermedad. A diferencia de los síntomas motores, para los cuales hay tratamientos disponibles, los síntomas no motores suelen ser poco reconocidos o no se tratan debidamente aunque existen tratamientos eficientes.5,11 El reconocimiento y tratamiento de estos síntomas a tiempo y el conocimiento de sus repercusiones en las rutinas diarias pueden contribuir a mejorar la calidad de vida. REFERENCIAS 1. Parkinson J. An essay on the shaking palsy. Published by Sherwood, Neely, and Jones. London, 1817 2. Dorsey ER, Constantinescu R, Thompson JP et al. Projected number of people with Parkinson disease in the most populous nations, 2005 through 2030. Neurology 2007;68:334-386 3. Tanner CM, Goldman SM, Ross GW. Etiology of Parkinson’s disease. In: Jankovic JJ, Tolosa E (eds). (2002) Parkinson’s Disease and Movement Disorders, fourth edition, Lippincott, Williams and Wilkins, Philadelphia, USA La comunicación entre las personas con Parkinson y sus médicos es esencial para mejorar la calidad de vida. Los estudios han demostrado que los dos grupos puede que no compartan la visión sobre cuáles son los síntomas más problemáticos y que estas discrepancias pueden dificultar un tratamiento eficaz.12 4. Jankovic J. Parkinson’s disease: clinical features and diagnosis, J Neurol Neurosurg Psychiatry 2008;79:368-376 Este folleto tiene como objetivo fomentar la concienciación sobre los síntomas no motores entre los profesionales sanitarios, los proveedores de servicios sanitarios y los que influyen en la manera de prestar asistencia sanitaria, así como las personas con Parkinson y sus familias y cuidadores. Utiliza casos clínicos de expertos en el tratamiento del Parkinson, conjuntamente con testimonios de personas con la enfermedad, para ofrecer conocimientos sobre el tratamiento y cómo puede ser necesario adaptar la terapia para reducir las repercusiones de los síntomas no motores. 5. Chaudhuri K, Healy D, Schapira A. Non-motor symptoms of Parkinson’s disease: diagnosis and management. Lancet Neurol 2006;5(3):235-245 6. Tolosa E, Gaig C, Santamaría J, Compta Y. Diagnosis and the premotor phase of Parkinson disease. Neurology 2009;72: S12-S20 Los casos clínicos, basados en la experiencia de las personas con Parkinson y sus médicos, se complementan con dos artículos de reseña. El primero ofrece una revisión exhaustiva de los síntomas no motores en el Parkinson, mientras que el segundo pone de relieve cómo un enfoque multidisciplinar para el tratamiento del Parkinson (que comprende técnicas de asistencia sanitaria auxiliar como, por ejemplo, la fisioterapia, la terapia ocupacional y la logopedia) puede ayudar a proporcionar mecanismos de adaptación y terapia física para reducir las repercusiones de los síntomas del Parkinson. 8 7. Chaudhuri KR, Yates L, Martinez-Martin P. The non-motor symptom complex of Parkinson’s disease: a comprehensive assessment is essential. Curr Neurol Neurosci Rep 2005;5:275-83 8. Antonini A. Non-motor symptoms in Parkinson’s disease, Eur Neurol Rev 2009;4(2):25-27 9. Stacy M, Bowron A, Guttman M et al. Identification of motor and nonmotor wearing-off in Parkinson’s disease: comparison of a patient questionnaire versus a clinician assessment. Mov Disord 2005;20:726-33 10. Stacy M, Hauser R, Oertel W et al. End-of-dose wearing off in Parkinson disease: a 9-question survey assessment. Clinical Neuropharmacol 2006;29:312-21 11. Poewe W, Hauser R, Lang A for the ADAGIO investigators. Rasagiline 1 mg/day provides benefits for non-motor symptoms in patients with early Parkinson’s disease. Neurology 2009;72 (11 Suppl 3):A321 (P154) 12. Politis MD, Wu K, Molloy S et al. Parkinson’s disease symptoms: the patient’s perspective. Mov Disord 2010. DOI: 10.1002/mds.33135 INTRODUCCIÓN A LOS SÍNTOMAS NO MOTORES EN LA ENFERMEDAD DE PARKINSON Por Kartik Logishetty1 BSc; Chandni Chandiramani2 MSc; y K Ray Chaudhuri2,3 FRCP, MD, DSc; 1Kings College London, Londres, Reino Unido; 2Kings College and Institute of Psychiatry (Instituto de Psiquiatría), Londres, Reino Unido;3 National Parkinson Foundation Centre of Excellence (Centro de excelencia de la Fundación Nacional de Parkinson), Kings College Hospital y University Hospital Lewisham, Londres, Reino Unido pérdida o aumento de peso, o trastornos de la visión o del olfato. Los síntomas no motores tienen una alta prevalencia en todos los estadios y períodos de duración de la enfermedad y el número de síntomas individuales experimentado por cada persona aumenta con la edad, la duración de la enfermedad y la gravedad.1,2 Pueden dominar los estadios tempranos y tardíos del Parkinson, afectando notablemente la calidad de vida relacionada con la salud (Health-Related Quality of Life, HRQoL). También pueden provocar la hospitalización1 a 4 y esto se traduce en un aumento de la utilización de la atención sanitaria y una escalada de la carga económica.5 El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa de progresión lenta y actualmente se reconoce que los síntomas motores de la enfermedad están asociados con una serie de síntomas no motores. Hay un amplio espectro de síntomas no motores que abarcan desde los neuropsiquiátricos (como depresión, confusión y demencia), asociados al sueño (como somnolencia diurna excesiva, piernas inquietas e insomnio), autónomos (como trastornos vesicales y disfunción sexual), hasta síntomas gastrointestinales (como náuseas, estreñimiento e hipersecreción salival). Algunas personas también sufren dolor, 9 Este concepto sigue siendo sin embargo objeto de controversia. Algunos síntomas no motores pueden desarrollarse años antes de los síntomas motores y antes de hacer diagnóstico de la enfermedad de Parkinson.6 Los estudios post mortem de Braak y sus colaboradores permiten suponer que la manifestación de los síntomas no motores puede reflejar una progresión de la enfermedad en seis estadios desde “sitios de inducción” mucho inferiores en el cerebro que la sustancia nigra, donde se produce la dopamina.7 El inicio de la enfermedad (estadio uno) se asocia con la degeneración del área olfativa que deriva en disfunción del sentido del olfato. Se ha demostrado que la alteración del sentido del olfato afecta a hasta un 90% de las personas con Parkinson y es uno de los síntomas no motores más comunes.8,9 El estadio dos refleja la progresión del proceso patológico a los núcleos inferiores del tronco encefálico, los cuales se cree que son áreas clave mediadoras de los síntomas no motores como, por ejemplo, el sentido del olfato, el control del sueño, la depresión y cognición, el dolor, el estreñimiento y el control autónomo central. Muchos de estos síntomas se reconocen actualmente como posibles características premotoras del Parkinson. Los síntomas motores clínicos típicos del Parkinson (temblor, rigidez y lentitud del movimiento) se presentan en los estadios tres y cuatro con la intervención de la sustancia nigra y otros núcleos del prosencéfalo y mesencéfalo.1 A medida que la esperanza de vida media de la población aumenta, el tratamiento de los síntomas no motores cobrará cada vez más importancia.10,11 Por lo tanto, un enfoque integral del tratamiento del Parkinson debe incluir el reconocimiento y la evaluación precoces de los síntomas no motores. El complejo de síntomas no motores con frecuencia no es reconocido por los profesionales sanitarios. Ello puede ser debido a una tendencia a centrarse en los aspectos motores o tal vez a la falta de discernimiento entre síntomas no motores aparentemente no relacionados y la enfermedad.1,2,12 El trabajo reciente del Parkinson’s Disease Non-Motor Group (PDNMG) ha llevado a la disponibilidad de instrumentos validados para la evaluación de los síntomas no motores (SNM) en el Parkinson, que incluye el Cuestionario de SNM (NMSQuest, completado por la persona con Parkinson) y la Escala de SNM (NMSS, completada por el profesional sanitario). Este último es uno de los instrumentos más críticamente validados después de ser aplicado y probado en una población internacional de más de 700 pacientes. Un tercer motivo por el cual los síntomas no motores pueden no ser reconocidos en su fase inicial se puso de 10 relieve en un informe que utilizó el NMSQuest. Puede que los pacientes no hablen de algunos síntomas no motores (especialmente hipersecreción salival, dificultades de deglución, problemas sexuales y dolor) bien por vergüenza o porque desconocen su importancia en el Parkinson.13 No detectar estos síntomas no motores puede traducirse en un aumento de la carga económica y puede también tener repercusiones terapéuticas y sociales. Por lo tanto, la detección de los síntomas no motores mediante la escala NMSS y el cuestionario NMSQuest es fundamental para el reconocimiento de los síntomas y, posteriormente, para mejorar la calidad de vida y reducir la discapacidad y los costes de la atención sanitaria.1,14 En efecto, las características de los síntomas no motores, tal como la disfunción olfativa y el trastorno del comportamiento del sueño desincronizado o con movimientos oculares rápidos (Rapid Eye Movement, REM), son indicadores preclínicos potenciales del Parkinson y podrían utilizarse para identificar a una población “en riesgo de enfermedad de Parkinson”. Esto será particularmente importante para el tratamiento precoz con agentes modificadores de la enfermedad. El tratamiento del Parkinson requiere un enfoque integral, centrado en el paciente, y una evaluación y aportes multidisciplinarios sólidos (véase el artículo sobre el enfoque multidisciplinario del tratamiento del Parkinson en las páginas 18 a 23 de este folleto). A pesar de la creencia general de que los síntomas no motores no tienen una base dopaminérgica, los datos de un conjunto de ensayos clínicos permiten suponer que los síntomas de depresión, piernas inquietas, trastornos vesicales, cansancio y estreñimiento pueden ser aliviados mediante tratamiento dopaminérgico.1,2,14 Además, las personas con deterioro cognitivo, psicosis, somnolencia diurna excesiva, disfunción eréctil o sialorrea pueden beneficiarse de la medicación específica para cada síntoma. Algunos síntomas no motores responden mal a las terapias tradicionales de reemplazo de dopamina como, por ejemplo, la levodopa. Mientras que la terapia dopaminérgica ha sido durante mucho tiempo el pilar del tratamiento de los síntomas motores del Parkinson, puede desencadenar algunos síntomas no motores, tal como el síndrome de desregulación dopaminérgica, la hipotensión ortostática, alucinaciones y trastornos del sueño. Las personas en tratamiento de larga duración con levodopa pueden experimentar los fenómenos del deterioro de la respuesta al final de la dosis que pueden asociarse con los síntomas no motores, tal como ansiedad, dolor o cansancio. Se pueden beneficiar de la estimulación dopaminérgica continua, tales como formulaciones de liberación prolongada en las 24 horas, infusiones, parches transdérmicos o incluso estimulación cerebral profunda.2 REFERENCIAS 1. Chaudhuri KR, Healy DG, Schapira AH. Non-motor symptoms of Parkinson’s disease: diagnosis and management. Lancet Neurology 2006;5(3):235-45 2. Chaudhuri KR, Schapira AH. Non-motor symptoms of Parkinson’s disease: dopaminergic pathophysiology and treatment. Lancet Neurology 2009;8(5):464-74 3. Schrag A, Jahanshahi M, Quinn N. How does Parkinson’s disease affect quality of life? A comparison with quality of life in the general population. Mov Disord 2000;15(6):1112-8 4. Aarsland D, Larsen JP, Tandberg E, Laake K. Predictors of nursing home placement in Parkinson’s disease: a population-based, prospective study. Journal of the American Geriatrics Society 2000;48(8):938-42 En conclusión, la detección tardía de los síntomas no motores puede derivar en discapacidad, mala calidad de vida y costes de atención sanitaria crecientes de la enfermedad de Parkinson en la sociedad. Los síntomas no motores, tales como alucinaciones visuales, demencia y caídas, son una causa importante de hospitalización e internamiento, y el principal factor generador de costes del tratamiento del Parkinson. El reconocimiento de estos síntomas es, por tanto, esencial para el tratamiento del Parkinson y un acceso más rápido al tratamiento. Por último, no se puede dejar de recalcar la importancia de un enfoque multidisciplinario, inclusive el apoyo a los cuidadores.15 9. Hawkes C. Olfaction in neurodegenerative disorder. Mov Disord 2003;18(4):364-72 5. Dodel RC, Berger K, Oertel WH. Health-related quality-of-life and healthcare utilisation in patients with Parkinson’s disease: impact of motor fluctuations and dyskinesias. Pharmacoeconomics 2001;19:1013-38 10. Hagell P, Nordling S, Reimer J, Grabowski M, Persson U. Resource use and costs in a Swedish cohort of patients with Parkinson’s disease. Mov Disord 2002;17(6):1213-20 6. Tolosa E, Compta Y, Gaig C. The premotor phase of Parkinson’s disease. Parkinsonism & Related Disorders 2007;13(Suppl):S2-7 11. Pressley JC, Louis ED, Tang MX et al. The impact of comorbid disease and injuries on resource use and expenditures in parkinsonism. Neurology 2003;60(1):87-93 7. Braak H, Ghebremedhin E, Rub U, Bratzke H, Del Tredici K. Stages in the development of Parkinson’s disease-related pathology. Cell and Tissue Research 2004;318(1):121-34 12. Shulman LM, Taback RL, Rabinstein AA, Weiner WJ. Non-recognition of depression and other non-motor symptoms in Parkinson’s disease. Parkinsonism & Related Disorders 2002;8(3):193-7 8. Berendse HW, Ponsen MM. Detection of preclinical Parkinson’s disease along the olfactory tract. Journal of Neural Transmission 2006;70(Suppl):321-5 12 13. Mitra T, Naudu Y, Martinez-Martin P et al. The non declaration of non motor symptoms of Parkinson’s disease to healthcare professionals. An international survey using the NMSQuest. 6th international congress on mental dysfunctions and other non motor features in Parkinson’s disease and related disorders; 2008; Dresden: Park and Related Disorders. P0II:161;2008 14. Poewe W, Hauser R, Lang A for the ADAGIO investigators. Rasagiline 1 mg/day provides benefits for non-motor symptoms in patients with early Parkinson’s disease. Neurology 2009;72 (11 Suppl 3):A321 (P154) 15. Global Parkinson’s Disease Survey Steering Committee. Factors impacting on quality of life in Parkinson’s disease: results from an international survey. Mov Disord 2002; 17(1):60-7 13 RESUMEN DE LOS SÍNTOMAS NO MOTORES DE LA ENFERMEDAD DE PARKINSON Las personas con Parkinson pueden experimentar los siguientes síntomas no motores. No se presentarán necesariamente todos los síntomas; el perfil de síntomas será diferente para cada persona. SÍNTOMAS GASTROINTESTINALES Estreñimiento, estreñimiento crónico Hipersecreción salival / sialorrea Disfagia / ahogo Incontinencia fecal Pérdida del sentido del gusto en la lengua (ageusia) Náuseas Reflujo, vómitos Defecación insatisfactoria SÍNTOMAS AUTÓNOMOS Trastornos vesicales (frecuencia, urgencia) Sequedad de ojos (xeroftalmia) Impotencia eréctil Caídas relacionadas con hipotensión ortostática Hipersexualidad (probablemente inducida por el tratamiento farmacológico) Necesidad de levantarse durante la noche (nocturia) Hipotensión ortostática Sudoración SÍNTOMAS SENSORIALES Disfunción olfativa (sentidos del olfato y del gusto) Dolor Sensación de hormigueo (parestesia) 14 ALTERACIONES DEL SUEÑO Somnolencia diurna excesiva (adormecimiento) Insomnio Trastorno del comportamiento de sueño desincronizado o con movimientos oculares rápidos (REM) y trastornos del movimiento asociados al sueño sin sueño desincronizado Piernas inquietas y movimientos periódicos de las extremidades Respiración alterada durante el sueño Sueños vívidos SÍNTOMAS NEUROPSIQUIÁTRICOS Anhedonismo Apatía, ansiedad Déficit de atención Confusión Delirio (posiblemente inducido por el tratamiento farmacológico) Demencia Depresión Alucinaciones, ilusiones, delirios Comportamiento obsesivo (generalmente inducido por el tratamiento farmacológico) Ataques de pánico Conductas repetitivas (hipomanía) OTROS SÍNTOMAS NO MOTORES Visión borrosa Visión doble (diplopía) Cansancio Piel escamosa, resquebrajada, eritematosa (seborrea) Aumento de peso (posiblemente inducido por el tratamiento farmacológico) Pérdida de peso 15 16 CONSECUENCIAS ECONÓMICAS DE LA ENFERMEDAD DE PARKINSON Las consecuencias económicas de la enfermedad de Parkinson incluyen los costes directos e indirectos. Los costes directos se incurren en el tratamiento de la enfermedad e incluyen el coste de los medicamentos y la atención sanitaria (por ejemplo, consultas, ingresos hospitalarios, pruebas e investigaciones). Los costes indirectos son los derivados de la enfermedad, pero no están directamente relacionados con el tratamiento médico. En el Parkinson éstos pueden incluir jubilación anticipada o pérdida de empleo de la persona con Parkinson, reducción de horas de trabajo y costes de asistencia adicional a domicilio o en residencias especializadas.1 Los costes directos de atención sanitaria son más fáciles de evaluar que los costes indirectos, lo que explicaría por qué con frecuencia se considera que constituyen un elevado porcentaje de la carga económica total. Los medicamentos, en particular, se suelen considerar caros pero, en el Parkinson, se estima que los medicamentos de venta con receta suponen solo un 4,4% del gasto público.2 Los síntomas no motores contribuyen considerablemente a la incidencia económica del Parkinson en la sociedad. Alucinaciones visuales, demencia y caídas son una causa importante de hospitalización e ingreso en residencias (generadores de costes clave en el tratamiento del Parkinson), mientras que las complicaciones gastrointestinales y la pérdida de control de la vejiga pueden tener repercusiones en la continuidad del empleo.1 Tal y como subrayan Kartik Logishetty Chandni Chandiramani y Ray Chaudhuri en su introducción a los síntomas no motores en el Parkinson (véanse las páginas 9 a 12), la detección tardía de los síntomas no motores puede derivar en discapacidad, mala calidad de vida y un aumento general del coste del tratamiento del Parkinson. El reconocimiento temprano de estos síntomas es, por tanto, esencial para un tratamiento eficaz del Parkinson y un acceso más rápido al tratamiento. REFERENCIAS 1. Dodel R, Reese J-P, Balzer M, Oertel WH. The economic burden of Parkinson’s disease. European Neurological Review 2008;3(2 suppl):11-14 2. Huse DM, Schulman K, Orsini L, Castelli-Haley J, Kennedy S, Lenhart G. Burden of illness in Parkinson’s disease. Mov Disord 2005;20:1449-1454 17 ATENCIÓN MULTIDISCIPLINARIA PARA PERSONAS CON ENFERMEDAD DE PARKINSON Por Bastiaan R. Bloem MD, PhD, Parkinson Center Nijmegen, Centro médico de Radboud University Nijmegen, Nijmegen, Países Bajos Tradicionalmente, el tratamiento de la enfermedad de Parkinson implicaba una sola especialidad médica, a menudo un neurólogo o geriatra, que administraba un tratamiento basado principalmente en medicamentos dopaminérgicos y otras intervenciones farmacológicas. Esto suele ser eficaz en la reducción de los síntomas motores clásicos, como la bradicinesia (lentitud del movimiento), y de la discapacidad.1 Sin embargo, este enfoque es de beneficio limitado en el tratamiento de los síntomas no motores del Parkinson, tal como la depresión, la ansiedad, el deterioro cognitivo, la disfunción autonómica (por ejemplo, trastornos vesicales, sudoración, disfunción eréctil) y los problemas sensoriales. Pocos de estos síntomas no motores responden satisfactoriamente al tratamiento dopaminérgico. De hecho, algunos pueden incluso empeorar con este tipo de medicación, tal como la hipotensión ortostática o las alucinaciones.1 Muchas personas con Parkinson creen que el “tratamiento de referencia” debería implicar un equipo multidisciplinar con atención adaptada a sus necesidades específicas y a las de su familia y cuidadores. Dicho tratamiento multidisciplinar puede consistir en una serie de especialistas sanitarios auxiliares, incluyendo fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales y logopedas (así como apoyo y asesoramiento de nutricionistas, asistentes sociales y sexólogos) para complementar el tratamiento médico habitual en el tratamiento de los síntomas motores y no motores. Aunque el neurólogo determina la gravedad de la enfermedad y optimiza el tratamiento médico para reducir los síntomas, los terapeutas sanitarios auxiliares trabajan para reducir al mínimo las repercusiones del proceso de la enfermedad y mejorar la participación de la persona en las actividades diarias.1 Gran parte de la información relativa a los beneficios de la asistencia sanitaria auxiliar en el Parkinson proviene de la experiencia clínica, pero la base empírica en apoyo de su uso requiere un mayor desarrollo. Afortunadamente, están comenzando a aparecer pruebas científicas sólidas sobre la aportación de las disciplinas sanitarias auxiliares (en particular la fisioterapia), pero es preciso seguir trabajando para demostrar la rentabilidad médica del enfoque multidisciplinar integrado.1,2 FISIOTERAPIA La fisioterapia es el tratamiento de la disfunción o lesión física por medios físicos en lugar de con medicación. Una intervención física, con una creciente evidencia de éxito, es el uso de técnicas de señales sensoriales externas, donde estas indicaciones inducen a la persona a moverse, como por ejemplo con señales auditivas rítmicas. Estas técnicas pueden ayudar a las personas con Parkinson a superar sus déficits de movilidad y aliviar algunos síntomas no motores. 18 Se ha elaborado una directriz basada en la evidencia relativa a los distintos tratamientos de fisioterapia eficaces en el tratamiento del Parkinson3 que fue actualizada posteriormente en 2008.4 Esta directriz ha sido adoptada por la Asociación Europea de Fisioterapeutas y de la enfermedad de Parkinson (APPDE) y está disponible en línea (www.appde.eu). En ella se incluyen recomendaciones para la práctica clínica en el Parkinson, incluso varias recomendaciones sólidas basadas en estudios clínicos aleatorizados de alta calidad. Una recomendación es la aplicación de estrategias de señales sensoriales. Dichas estrategias permiten una maximización de los beneficios físicos (como por ejemplo mejora de la marcha, la postura y la capacidad para levantarse de la posición de sentado) y también mejorar la confianza de las personas para realizar actividades sin caerse. Esto puede propiciar una mejora de la confianza en el equilibrio, lo cual puede contribuir a aliviar la ansiedad, un síntoma no motor común asociado a la depresión. El baile es otra técnica recomendada por los fisioterapeutas y se ha demostrado que una hora de baile de tango argentino corrige el equilibrio y la marcha.5 En una clase de tango, la música proporciona la señal auditiva y los pasos consecutivos del baile actúan como una estrategia de movimiento. Naturalmente, la actividad en sí misma es una forma de ejercicio que es enormemente beneficiosa para los síntomas motores y no motores. Sin embargo, mientras que estas estrategias son ciertamente eficaces a corto plazo, es preciso seguir trabajando para determinar cómo se pueden comprobar los efectos a largo plazo.6 En particular, se precisa más esfuerzo para sacar las estrategias de señales sensoriales de la sala de examen y ponerlas en práctica en circunstancias de la vida real, donde más se necesitan. La fisioterapia facilitada por un fisioterapeuta puede mejorar la capacidad física (en cuanto a fuerza y equilibrio), así como la marcha, la velocidad y la calidad de vida relacionada con la salud.7 Dos estudios de entrenamiento en la cinta sin fin aportaron pruebas de que la fisioterapia puede mejorar los parámetros de la marcha, reducir las tareas de las extremidades, aumentar el volumen muscular y mejorar la sensación de bienestar, lo cual es importante para los síntomas no motores, tal como depresión y ansiedad.8,9,10 Un programa de ejercicios también mejorará el estado físico y, en combinación con una variedad de actividades mentales y sociales, puede ayudar a aliviar el cansancio. Otros síntomas no motores pueden también mejorar indirectamente con ejercicio, aunque las pruebas sobre esto proceden de estudios clínicos en sujetos ancianos sin Parkinson. Por ejemplo, las personas activas tienden a dormir mejor y una mayor actividad física se ha asociado con una reducción de la depresión y mejoras en la cognición. El ejercicio regular puede también ayudar a retrasar o prevenir el desarrollo de la osteoporosis, que es un problema común para las personas con Parkinson. Un reto importante es determinar lo que cada paciente considera aceptable y seguro en términos de un programa de ejercicio que se adapte a sus capacidades y preferencias individuales. Lograr esto debería garantizar un aumento de las actividades físicas. Los buenos fisioterapeutas pueden actuar como entrenadores para los pacientes a fin de desarrollar programas personalizados y un estudio clínico de gran envergadura en los Países Bajos, el estudio ParkFit,11 está actualmente estudiando los méritos de tal papel de entrenador de los fisioterapeutas en el logro de mejoras sostenibles de las actividades físicas diarias. 19 TERAPIA OCUPACIONAL El principal objetivo de la terapia ocupacional es ayudar a las personas a participar en las actividades de la vida cotidiana. Esto puede incluir adaptar estas actividades para mejorar la capacidad de las personas para realizar tareas y modificar el entorno para proporcionar un mejor apoyo a dicha participación. En 2008, se publicó una directriz basada en evidencias en relación a la terapia ocupacional en el Parkinson con recomendaciones respecto de la derivación, las técnicas de evaluación y el tratamiento.12 Apenas existen pruebas científicas sólidas de la eficacia de la terapia ocupacional, por lo que las recomendaciones se hicieron a partir de datos correspondientes a la fisioterapia y la experiencia con terapia ocupacional en otras condiciones, como demencia y esclerosis múltiple, cuando éstos se consideraron pertinentes para el Parkinson. Esta directriz hace gran hincapié en el fomento de habilidades de control autónomo de la enfermedad y la respuesta a las necesidades de los cuidadores sobre cuestiones relativas a actividades y participación. También se hace hincapié en instruir a la persona con Parkinson en la planificación cuidadosa de las rutinas diarias y semanales, teniendo en cuenta factores como, por ejemplo, niveles de energía, efectos de la medicación y velocidad en la realización de las tareas. Un plan de actividad diario o semanal puede también proporcionar una estructura para las personas con problemas en la iniciación o planificación de actividades. Un terapeuta ocupacional puede también facilitar asesoramiento sobre equipos especializados o cambios del entorno físico para optimizar el uso de las estrategias motoras o cognitivas y la realización de actividades. Al abordar estos obstáculos (por ejemplo, cansancio, motivación, restricciones sociales y cuestiones psicológicas, tal como la depresión, así como otros síntomas no motores), el terapeuta ocupacional puede ayudar a la persona a adaptarse más eficazmente a medida que evoluciona el Parkinson y a mantener su independencia. Se pueden abordar cuestiones de comunicación, y la residencia del paciente puede adaptarse para reducir las preocupaciones relativas a los problemas intestinales. TERAPIA DEL HABLA Y DEL LENGUAJE (LOGOPEDIA) El papel del terapeuta del habla y del lenguaje o logopeda es ayudar a las personas a comunicarse lo mejor posible dentro de su capacidad, al evaluar y tratar los problemas del habla, el lenguaje y la comunicación. En 2008, se publicó una directriz basada en evidencias, en relación a la logopedia en el Parkinson.12 Ésta incluía recomendaciones para ayudar a los logopedas en la toma de decisiones clínicas y abordaba la evaluación y el tratamiento. Los objetivos del tratamiento abordan tres aspectos principales: deterioro del habla (disartria hipocinética), trastornos de deglución y sialorrea. 20 Dos de las recomendaciones más firmes se hicieron en el campo del habla. Una recomendación es limitar la evaluación de la disartria en el Parkinson estableciendo si las personas deben o no recibir tratamiento intensivo específico (Tratamiento de la Voz Lee Silverman [LSVT] o Tratamiento de Limitación del Tono de Voz [PLVT]).13,14 La otra recomendación importante es que si se aconseja el PLVT o el LSVT, se deben administrar por lo menos tres veces por semana durante un período mínimo de cuatro semanas para obtener el máximo beneficio.12 Otro estudio demostró que la logopedia por videoteléfono puede ser médicamente rentable.15 En el campo de la sialorrea hay nuevas pruebas de que las inyecciones de toxina botulínica pueden reducir la secreción de saliva, pero sin mejorar la fisiología de la deglución.16 En el campo de la disfagia, un estudio preliminar demostró que el uso diario de la deglución con esfuerzo (asistido con biorregulación) durante dos semanas era eficaz para reducir la disfagia en el Parkinson.17 TRATAMIENTO MULTIDISCIPLINAR DEL PARKINSON Parece que un enfoque de equipo multidisciplinar, que combine tanto tratamientos farmacológicos como no farmacológicos, sería óptimo para una enfermedad tan compleja y multifacética como el Parkinson. Para responder a esta necesidad, los centros especialistas en Parkinson han comenzado a poner en marcha programas de asistencia sanitaria multidisciplinares integrados en su práctica clínica. El Instituto Nacional para la Salud y la Excelencia Clínica del Reino Unido (National Institute for Health and Clinical Excellence, NICE) es una organización independiente responsable de proporcionar orientación a nivel nacional sobre la promoción de la buena salud y la prevención y el tratamiento de las enfermedades. Sus directrices recomiendan un acceso regular a una amplia gama de profesionales médicos y auxiliares sanitarios.18 Un buen trabajo en equipo y una buena comunicación, que integre la fijación común de objetivos y aportaciones a los planes de tratamiento, son fundamentales para el éxito del enfoque multidisciplinar del tratamiento del Parkinson. Los objetivos deben definirse no solo en torno a la gravedad y los síntomas de la enfermedad, sino que se deben considerar también la movilidad, la independencia y las relaciones. Lo importante es que el plan de tratamiento debe responder a las necesidades de cada persona y debe implicar al cuidador inmediato, a la familia y a los amigos que juegan un papel crucial en la integración de las estrategias de asistencia sanitaria en las actividades y rutinas diarias.1 Un enfoque multidisciplinar incluirá también las necesidades de los cuidadores. Por ejemplo, la terapia ocupacional puede ayudar a los cuidadores a hacer frente a situaciones más complejas, retrasando así la necesidad de cuidados asistidos o de hospicio para la persona con Parkinson.1 Aunque existen pruebas disponibles para determinadas intervenciones de atención sanitaria, se precisan más ensayos clínicos de buena calidad para apoyar los méritos del enfoque multidisciplinar, especialmente estudios para investigar si son más eficaces en grupos determinados de pacientes. Por ejemplo, el deterioro cognitivo puede reducir la comprensión de las recomendaciones o la capacidad de memorizar nuevas estrategias de movimiento, de modo que es preciso realizar estudios específicos dirigidos a subgrupos de pacientes con y sin deterioro cognitivo.1 21 Las pruebas sobre un enfoque multidisciplinar integrado son aún limitadas y es preciso seguir trabajando para apoyar la opinión general de que la atención multidisciplinar mejora la calidad de la asistencia sanitaria y conduce a un mejor resultado para los pacientes. También es necesario determinar qué elementos específicos deben incluirse en el enfoque multidisciplinar, y si “un tratamiento universal” es tan bueno como un enfoque individualizado.1 Un enfoque que ha tenido éxito es ParkinsonNet,19 una organización sanitaria innovadora creada en los Países Bajos para ayudar a las personas con Parkinson a encontrar información, tomar decisiones en relación con sus necesidades sanitarias específicas e identificar expertos en Parkinson que ofrecen un tratamiento óptimo, estableciendo de este modo su propia red sanitaria. Lanzada en 2004, ParkinsonNet cuenta actualmente con aproximadamente 700 fisioterapeutas, 250 terapeutas ocupacionales y 250 logopedas que trabajan en conjunto en más de dos tercios del país. Estos profesionales tienen la oportunidad de debatir conjuntamente las opciones de tratamiento para encontrar un plan de prestación sanitaria plenamente complementario, mientras el paciente puede seguir el debate y participar si lo desea. El objetivo es que para 2011, el conjunto de los Países Bajos haya adoptado las redes ParkinsonNet, añadiendo además las disciplinas que se ocupan de la asistencia a las familias de los pacientes con Parkinson. Por otro lado, de acuerdo con un ensayo clínico aleatorizado que incluía a casi 700 pacientes,20 ParkinsonNet mejoró notablemente la calidad de la asistencia sanitaria para las personas que tienen la enfermedad, permitiendo al mismo tiempo un considerable ahorro en los costes. Naturalmente, en esta época de preocupaciones económicas, debemos adoptar una actitud crítica hacia los presupuestos y el rendimiento médico del enfoque multidisciplinar. Ofrecer todo un equipo al paciente, en lugar de un solo neurólogo que ejerce en solitario, es evidentemente más costoso a corto plazo. Sin embargo, estoy plenamente convencido de que esta inversión inicial se verá compensada con enormes beneficios a largo plazo, entre ellos, una mayor movilidad e independencia, menos complicaciones de la enfermedad, como caídas o lesiones relacionadas con caídas, y una menor necesidad de asistencia domiciliaria o incluso ingresos en residencia de cuidados de enfermería. Y, lo que es más importante, un enfoque multidisciplinar ayudará a mejorar la calidad de vida, ¡y esto en sí es más valioso que la inversión hecha! 22 REFERENCIAS 1. Van der Marck MA, Kalf JG, Sturkenboom IHWM, Nijkrake MJ, Munneke M, Bloem BR. Multidisciplinary care for patients with Parkinson’s disease. Parkinsonism and Related Disorders 2009;15(S3):S219-223 2. Graziano M. Illustrations of physiotherapy interventions in Parkinson’s disease. European Neurological Review 2008;3(2):S15-18 3. Keus SH, Bloem BR, Hendriks EJ, BrederoCohen AB, Munneke M. Evidence-based analysis of physical therapy in Parkinson’s disease with recommendations for practice and research. Mov Disord 2007;22:451-60 4. Keus SH, Munneke M, Nijkrake MJ, Kwakkel G, Bloem BR. Physical therapy in Parkinson’s disease: evolution and future challenges. Mov Disord 2009;24:1-14 5. Hackney ME, Earhart GM. Effects of dance on movement control in Parkinson’s disease: a comparison of Argentine tango and American ballroom. J Rehabil Med 2009;41:475–81 6. Nieuwboer A, Kwakkel G, Rochester L et al. Cueing training in the home improved gait-related mobility in Parkinson’s disease: The RESCUE trial. J Neurol Neurosurg Psychiatry 2007;78:134-40 7. Goodwin VA, Richards SH, Taylor RS, Taylor AH, Campbell JL. The effectiveness of exercise interventions for people with Parkinson’s disease: a systematic review and meta-analysis. Mov Disord 2008;23:631–40 12. Sturkenboom IH, Thijssen MC, Gons-van de Elsacker JJ, Jansen IJ, Maasdam A, Schulten M, Vijver-Visser D, Steultjens EM, Bloem BR, Munneke M. Ergotherapie bij de ziekte van Parkinson. Een richtlijn van Ergotherapie Nederland, Utrecht / Den Haag:Uitgeverij Lemma, 2008. 8. Dibble LE, Hale TF, Marcus RL, Droge J, Gerber JP, Lastayo PC. High-intensity resistance training amplifies muscle hypertrophy and functional gains in persons with Parkinson’s disease. Mov Disord 2006;21:1444–52 13. Ramig LO, Countryman S, Thompson LL, Horii Y. Comparison of two forms of intensive speech treatment for Parkinson disease. J Speech Hear Res 1995;38:1232–51 9. Fisher BE, Wu AD, Salem GJ et al. The effect of exercise training in improving motor performance and corticomotor excitability in people with early Parkinson’s disease. Arch Phys Med Rehabil 2008;89:1221–9 14. de Swart BJ, Willemse SC, Maassen BA, Horstink MW. Improvement of voicing in patients with Parkinson’s disease by speech therapy. Neurology 2003;60:498–500 10. Kurtais Y, Kutlay S, Tur BS, Gok H, Akbostanci C. Does treadmill training improve lower-extremity tasks in Parkinson disease? A randomized controlled trial. Clin J Sport Med 2008;18:289-91 15. Tindall LR, Huebner RA, Stemple JC, Kleinert HL. Videophone-delivered voice therapy: a comparative analysis of outcomes to traditional delivery for adults with Parkinson’s disease. Telemed J E Health 2008;14:1070–7 11. van Nimwegen M, Speelman AD, Smulders K, Overeem S, Borm GF, Backx F, Bloem BR, Munneke M. Rationale and design of the ParkFit study: a randomized controlled trial to increase physical activity in patients with Parkinson’s disease. Mov Disord 2009;24(Suppl. 1): S284-S285 16. Nobrega AC, Rodrigues B, Melo A. Does botulinum toxin injection in parotid glands interfere with the swallowing dynamics of Parkinson’s disease patients? Clin Neurol Neurosurg 2009;111(5):430-432 23 17. Felix VN, Correa SM, Soares RJ. A therapeutic maneuver for oropharyngeal dysphagia in patients with Parkinson’s disease. Clinics (Sao Paulo) 2008;63:661–6 18. CG35 PARKINSON’S DISEASE. National clinical guideline for diagnosis and management in primary and secondary care. NICE, London, 2006. http://guidance.nice.org.uk/ CG35/Guidance/pdf/ English (accessed 26 May 2010) 19. Nijkrake MJ, Keus SH, Overeem S, Oostendorp RA, Vliet Vlieland TPM, Mulleners W, Hoogerwaard EM, Bloem BR, Munneke M. The ParkinsonNet concept: development, implementation and initial experience. Mov Disord 2010;25:823-829 20. Munneke M, Nijkrake MJ, Keus SH, Kwakkel G, Berendse HW, Roos RA, Borm GF, Adang EM, Overeem S, Bloem BR. Efficacy of community-based physiotherapy networks for patients with Parkinson’s disease: a clusterrandomised trial. Lancet Neurol 2010;9:46-54 TESTIMONIOS DE PACIENTES “No te puedes im imaginar lo que es la depresión. Nada te importa. No duermo d por la noche y no tengo placer en la vida. Siento que realmente necesito controlar esta situación y si tengo que perder el control de algunos de mis síntomas para recuperar el control de mi vida, entonces eso es lo que voy a hacer”. DEPRESIÓN La depresión ocurre durante largos períodos de tiempo en aproximadamente el 40% de personas con la enfermedad de Parkinson. También puede presentarse en crisis de corta duración en cualquier momento en casi todas las personas con Parkinson. Dinu, 44, Rumanía ATAQUES DE PÁNICO Además del efecto indeseado que la depresión causa en el estado de ánimo, puede asimismo empeorar todos los demás síntomas del Parkinson. Los ataques de pánico se caracterizan por la po la aparición repentina de ansiedad grrave, que se asocia con varios síntomas psiccollóg ó icos. El nivel de ansiedad va desde ceroo a 100 en un tiempo mínimo y, en geneera r l,l la persona también experimenta palpittac aciones y sudoración. Otros síntomas comunees incluyen temblores, dificultad para respirar, dolor torácico, sensación de mareo, temor a m moorir o sensación de hormigueo. Es habitua al percibir todo como si estuviese nebuloso y fuera irreal. Las personas con depresión que padecen Parkinson tienen un perfil de síntomas diferente a los que no tienen Parkinson. El perfil del Parkinson incluye índices más altos de ansiedad, tristeza sin culpabilidad o sentimiento de culpabilidad, y menores tasas de suicidio a pesar de las altas tasas de ideas de suicidio. “A veces exp perimento largoos epissod o io ioss de ansiedad y pánico que duran has asta ta tres horas con respiración pesad da, a, d dol olor or abdominal, náuseas y algunas alu luuci cina naci cion ones es. Llegan inesperadamente, en una a tie iend nda ao al ver una película. Nunca séé cuuánndo vvan an a suceder. De pronto, mee veo des e boorrd dad ada a po porr un sentimiento de teemor y m miied edo do in intte tens nso. o. M pongo Me g frenétititca a”. Elen El eenna, 67,, Ma allta 24 HIPOMA HI POM PO MA ANÍA La activid id dad d hip poom man annía íía aca a se caracteriza por unna fasccinnac aciióón ccoomp om ulsiva con tareas repetitiva vva as y me meccá ánniica cas, y la necesidad de realizarla la ass.. Ent ntre re alg lgun guunnos de los ejemplos de hip pom ma annía a fac accilililittado ad dos por miembros de la EPD la DA ssee inc nclluuyyeen reecoger guijarros y colocarlos en línea lo más perfectamente posible, el desmonta ar pomos de puertas y volver a recomponerlrllos, y comprar cientos de pequeñas cajas de de madera. SUEÑO Las personas con Parkinson pueden experimentar una serie de trastornos del sueño, entre los que se incluyen insomnio, parasomnias y somnolencia diurna (somnolencia diurna excesiva o aparición repentina de sueño). “Yo era compulsivo antes de mi diagnóstico pero ahora me he vuelto definitivamente más compulsivo des eessde que empecé con la medicación. Al traer e a casa las compras er de la tienda, me di cuenta de que estaba ordenando las lata as por tamaño y color… En los últimos tress meses he hecho quince rompecabezas dee 1000 piezas y acabo de terminar uno de 500 50 0 piezas en 10 horas”. El insomnio es un síntoma frecuente e importante debido a la gran repercusión de la falta de sueño en la calidad de vida. Después de reconocer un problema de sueño, el primer paso en el tratamiento es diagnosticar el tipo de insomnio y los posibles factores médicos y psicológicos que pueden perturbar el sueño nocturno. El siguiente paso es proporcionar asesoramiento en materia de higiene del sueño (esto es, factores de control que pueden interferir con el sueño). Klaus, 47, Alema ania “Soy un hombre de 55 años: me levanto por lo menos una vez por la noche para ir al baño, lo cual no es de extrañar. Pero me levanto a las 2 de la mañana y sé que voy a estar despierto el resto de la noche. Eso es deprimente, especialmente cuando sucede cuatro o cinco noches al mes”. Havel, 55, República Checa “Mi marido grita, patalea y chilla casi toda la noche. Tenemos que dormir en habitaciones separadas. Grita tan fuerte que le oyen hasta los vecinos”. Florine, 62, Bélgica 25 VEJIGA G Loss síntomass urinarios son una a causa frecuente de d malestar entre lla as personas con la enferme m dad de Par arkki kinson. La causa o caus u as deb e erán examiinarse en cada persona. Los problema as de vejiga, del tracto urinario inferior y loos efectos secundarios de loos medicament nnttooss deberán quedar excluidos. El Parkinson y otrras formas de Parkinsonismo, como m atrofi ofia mul ultisistémica, pueden también causar estos ooss síntomas. El tratamiento debería estar dirigido doo por un urólogo con orientación ad diciona al fa acilitada por los neurólogos. SENTIDO DEL OLFATO Actualmente, se ha reconocido la disminución del sentido del olfato y el gusto como una característica temprana que puede ser detectada en algunas personas no tratadas, recién diagnostiicadas con el Parkinson. Está causada por dañ año a las células nerviosas en la parte de del cerebro que controla el sentido deel oollfato. Aunque este síntoma no es física ameente incapacitante, puede afectar al d diisfrute de los alimentos (incluyendo una a menor apreciación del sabor de los oss alilimentos) como parte de la vida cotiid diiana. En el futuro, el reconocimientoo teemprano de este síntoma puede serr importante en el diagnóstico del Parkinnssoon. “Los sín ínto ttoomas de la vejiga son un problema enor o mee para mí. Necesito ir al baño con u ge ur g nc ncia, y luego me pongo neurótica aunque séé que es solo un impulso. Acabo por no beber duurante tres horas antes de salir. Entonces, c mo reprimo co p el impulso, p cojo j infecciones y por eso necesito antibióticos. Últimamente he tenido ataques de ansiedad por preocuparme por llegar al baño… ¡De todos los problemas que tengo, este es el más molesto!”. Marica, 59, Eslovenia “Al mirar atrás, perrde der el sentido del olfato, y por tanto el gussto, to fue un síntoma bastante to temprano, aunq que u en ese momento no nos dimos cuenta.. Pa P ra mí fue un desastre porquee era cocineroo amateur y me arrebató el gusto por los alimentos y el vino. Desde que comenncé un nuevo tratamiento he recuperado el olfatoo y el gusto y ahora puedo disfrutar de una coopa a de vino, cuando antes me sabía a agua”. CANSANCIO El cansancio es un síntoma complejo que puued p ede incluir sensación de abatimiento, fatiga o falta d dee energía. No debe confundirse con la somnole l nc ncia, que es sentir la necesidad de dormir. El can ansa annccio es una falta de energía y motivación. La soom mno n lencia y la apatía (una sen e saci c ón de indi dife di fere rencia o de que no importa lo quee ocurra) puede den ser síntomas de de cansancioo. Carl-Henrik, 77, Suecia “Ell ca c nsanci ciio ha a sido siempre mi peor sííntom oma, junnto to con on men e te ‘nublada’. Cuando estoy ca ansad ad da noo puedo ueed tomar decisiones. Duermo muc uuccho ho más máss aho hora, pero me he dado cuenta dee qu que ue mi mi ca annsa sanc n io ha empeorado con la ansie ieed da ad o po p r es esta tar al tar ta a go ‘apagado’. Yo era cam miiooneero ro peerro ro tu tuvee quee jub u ilarme m . E ho muc Ec ucho de me meno noos mi m tra ab ba ajo jo”.. Pekkka, a 57, 7 Finnlandia 26 DOLO OR El dolor es un una eexxperiencia sensorial alltamente subjet ettiv iva según el individuo. El dolor puede ser agudo o crónico y se caracteriza de varias formas según la duración, la intteennsidad, el tipo (sordo, urente o punza ant nte), el origen o la ubicación en el organism moo.. El dolor y el malestar en el Parkinson apa pa p arece generalmente por una de cinco causas: (1) un problema musculoesqueeléético relacionado con la mala postura, una función mecánica inadecuada o el desgastee fíísico; (2) dolor nervioso o radicular, a menudo asociado con artritis en la espalda o el cuello; (3) distonía y la torsión sostenida o postura de un grupo de músculos o parte del cuerpo; (4) agitación extrema; y (5) un síndrome de dolor raro conocido como dolor “primario” o “central” que se origina en el cerebro. INTESTINOS El estreñimiento es el paso de pequeñas cantidades de deposiciones duras y secas, generalmente menos de tres veces a la semana. Las personas que están estreñidas tienen una defecación difícil y dolorosa. La causa patológica del estreñimiento crónico requiere siempre un diagnóstico minucioso. “No experimento mucho temblor pero sufro un dolor terrible en el cuerpo. Me duelen las piernas hasta el hueso, y también los brazos, los hombros y la espalda. ¡Me duele todo! A gunas mañanas al levantarme es cuando Al más dolor tengo porque me quedo rígido de estar acostado toda la noche. “Uno de los temas que evito con la gente, del que me da vergüenza hablar, es el estreñimiento. Después de todo, ¿quién quiere hablar de eso? El estreñimiento es uno de los síntomas más universales para las personas con Parkinson, pero no es algo de lo que le guste hablar a nadie. Sufro estreñimiento agudo como resultado de la medicación para el Parkinson. Es un suplicio para mí. El estreñimiento no hace más que arruinarme la vida. Me hace perder la alegría de vivir”. Teengo dolor en la cadera derecha, el brazo izzquierdo y las lumbares. El dolor de espalda mee obliga a buscar una silla rápidamente y sentarme. No soy de los que se quejan pero ahora no duermo nada a no ser que me per pe desmaye. de m Tuve inmovilizado un hombro durante meses; fue muy doloroso y nadie sabía la me caus ca aussa. a Los músculos no paraban de ponerse ríríg ígido dos y me daban calambres musculares coont ntiiinnua nua uados. Eso fue un año antes del diiag agnó nóstico ó del Parkinson”. Andrei, 71, Bulgaria Ad dam am, 32 am, 3 , Polo l nia 27 28 CASOS CLÍNICOS 29 PROBLEMAS INTESTINALES Por Fabrizio Stocchi MD, PhD, Institute for Research and Medical Care, RCCS San Raffaele, Roma, Italia INTRODUCCIÓN Aldo Russo es un maestro de 58 años. No tiene antecedentes familiares de enfermedades neurológicas y sufría estreñimiento antes del diagnóstico. DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO Al Sr. Russo se le diagnosticó la enfermedad de Parkinson hace ocho años cuando refirió un temblor intermitente en la pierna derecha al sentarse o acostarse, además de una sensación de incoordinación en la misma pierna al caminar, así como dolor en el hombro derecho. El tratamiento inicial del Sr. Russo fue monoterapia con un agonista de la dopamina, cuya dosis fue ajustada durante tres meses, lo cual produjo un alivio de los síntomas notable y sostenido. Fue capaz de desempeñar sus funciones más o menos normalmente durante aproximadamente dos años, y pasado este tiempo empezó a experimentar un resurgimiento del temblor y dificultades para caminar además de lentitud general. Levodopa (300 mg al día en tres dosis divididas) se añadió a su tratamiento con resultados excelentes. Transcurridos tres años más, comenzaron a aparecer fenómenos de “desgaste de la respuesta” aproximadamente tres horas después de cada dosis de levodopa 100 mg, por lo que se inició un 30 régimen de tratamiento con levodopa (400 mg/día) cuatro veces al día. Un año después se inició una dosis de levodopa 200 mg cinco veces al día, a intervalos de tres horas, conjuntamente con un antagonista de la dopamina (ropinirol 5 mg tres veces al día) debido a la reaparición de los síntomas diurnos y las dificultades graves por la tarde. Recientemente, se le ha prescrito ropinirol de liberación modificada 20 mg/día en lugar de ropinirol de liberación inmediata. El tratamiento del Sr. Russo en este momento consistía en ropinirol de liberación modificada 20 mg, co-beneldopa 50/200 (benseracida 50 mg + levodopa 200 mg) y amitriptilina 10 mg. Su función cognitiva se situaba dentro del intervalo normal y no presentaba síntomas psiquiátricos. Sin embargo, tanto los antecedentes médicos como su diario autocompletado reveló un “período de ausencia de respuesta” que comenzó después de la tercera dosis del día de levodopa (1 p. m.) y duró casi toda la tarde. El Sr. Russo también refirió discinesias leves cuando se encontraba en “período de respuesta”. Al ser examinado, el paciente se encontraba en “período de ausencia de respuesta” con síntomas entre los que se incluyen temblor en el lado derecho, bradicinesia, rigidez, inestabilidad postural, marcha arrastrada, facies parkinsoniana, voz baja, dolor, dolor en el hombro derecho y depresión. El paciente sufría estreñimiento e incontinencia urinaria. Su puntuación motora en la Escala Unificada de Evaluación de la Enfermedad de Parkinson (Unified Parkinson’s Disease Rating Scale, UPDRS) para los síntomas motores fue de 59. Hubo una buena respuesta a la levodopa con una clara mejoría de todos los síntomas, incluso el dolor y la depresión. En el “período de respuesta”, su puntuación en la UPDRS para los síntomas motores descendió a 16. A partir del diario autocompletado del Sr. Russo, era evidente que la dosis de levodopa de la 1 p. m. no produjo el efecto deseado; de hecho el paciente permaneció en el “período de ausencia de respuesta” entre la 1.30 p. m. y las 4.30 p. m. Cuando se le preguntó sobre su régimen de alimentación, dijo que le habían dicho que tomara el comprimido con alimentos y que no se le había recomendado ningún régimen alimenticio en particular. Período de respuesta diferido Desgaste de la respuesta Niveles plasmáticos de la levodopa (ng/ml) El diagnóstico fue un fenómeno diferido de “período de respuesta” o ningún “período de respuesta”. Esto se caracteriza por un retraso prolongado entre la toma de levodopa y su efecto clínico o, en el caso de ningún “período de respuesta”, una ausencia total de efecto clínico. Estas complicaciones motoras están generalmente asociadas con un retraso en la absorción de la levodopa, más comúnmente en el estómago. Esta hipótesis fue confirmada por un estudio del perfil plasmático de la levodopa. Horas Estudio del perfil plasmático con levodopa y benseracida 250, un comprimido cada tres horas 31 Cuando la levodopa se toma después de las comidas, es mal absorbida, probablemente debido a un retraso del vaciamiento gástrico, especialmente tras una comida copiosa o una comida con un elevado contenido de grasa o hidratos de carbono. La gastroparesia o el vaciamiento gástrico retardado es un síntoma no motor frecuente que puede aparecer en la enfermedad de Parkinson y otros parkinsonismos. Provoca una diversidad de síntomas tales como saciedad, malestar anormal acompañado de meteorismo, náuseas, vómitos, adelgazamiento y malnutrición. Interfiere asimismo con el tratamiento. En estos casos, es importante recomendar la toma de levodopa con el estómago vacío y esperar 30 minutos antes de ingerir alimentos así como seguir un buen régimen alimenticio. Las formulaciones líquidas de levodopa mejoran la absorción, eludiendo el estómago más rápidamente que los comprimidos. CONCLUSIÓN El Sr. Russo notó una clara mejoría en las fluctuaciones tras seguir un régimen de alimentación y la sustitución de la levodopa estándar por una formulación líquida a la misma dosis. INTRODUCCIÓN: EL ESTÓMAGO, EL PARKINSON Y LA LEVODOPA La levodopa no es absorbida en el estómago, pero el estómago tiene un papel importante en el control de la manera en que la levodopa llega a sus sitios de absorción en el intestino delgado. Algunos medicamentos, especialmente los agonistas de la dopamina y los anticolinérgicos, también pueden retrasar el vaciamiento gástrico, al igual que la acidez estomacal, aunque un tratamiento excesivo de este problema puede impedir la disolución de los comprimidos de la levodopa, lo que se traduce en una absorción incompleta. Por otra parte, el vaciamiento gástrico puede ser retardado por el Parkinson en sí o por el estreñimiento causado por el reflejo gastrocólico. Los comprimidos de levodopa pueden permanecer en el estómago durante un tiempo prolongado, lo cual provoca un retraso en la absorción en el intestino delgado y una respuesta tardía al tratamiento. Una enzima llamada dopa-descarboxilasa que está presente en la pared abdominal puede convertir la levodopa atrapada en el estómago en dopamina, haciéndola no disponible para el sistema nervioso central. Además, la dopamina formada en el estómago estimula los receptores gástricos de dopamina, provocando una relajación del estómago y una reducción en la motilidad gástrica, lo cual empeora el problema. La levodopa líquida puede mejorar las fluctuaciones motoras asegurando una mejor absorción. Levodopa metil éster y las formulaciones dispersables se absorben con mayor rapidez que los preparados habituales, especialmente cuando se toman después de las comidas. La infusión subcutánea de la apomorfina, un agonista de la dopamina, es eficaz en el control de las fluctuaciones motoras al eludir el tracto gastrointestinal. Las personas con Parkinson deberían intentar ingerir pequeñas comidas y tomar los medicamentos en ayunas (Tabla 1). Los antagonistas de los receptores dopaminérgicos D2, como la domperidona, mejoran el vaciamiento gástrico en el Parkinson. Efectos similares pueden ser inducidos por el mosapride, agonista del receptor 5-HT4, probablemente aumentando la liberación local del neurotransmisor acetilcolina. 32 TABLA 1 Comer comidas frecuentes y pequeñas a lo largo del día Evitar alimentos con un alto contenido en grasa, como carnes grasas, mantequilla y nata Evitar alimentos que aumentan la acidez estomacal Consumir fibra para mejorar la motilidad del colon Los altos niveles de proteína son problemáticos cuando se asocian con la ingesta de grasa. Puede que los hidratos de carbono sean preferibles a la proteína, pero en grandes cantidades provocan un retraso del vaciamiento gástrico. La cafeína puede ser útil; el alcohol debe ser consumido con precaución debido a la hipotensión La levodopa debe tomarse preferentemente con el estómago vacío, no obstante siempre se deben seguir las instrucciones del médico. 33 PÉRDIDA DEL SENTIDO DEL OLFATO I Por Heinz Reichmann MD, PhD, Universidad de Dresde, Dresde, Alemania INTRODUCCIÓN Norbert Meier es un profesor de historia de 65 años. Presentó por primera vez hipomimia (disminución de la expresión facial), temblor en reposo y una pérdida de la oscilación del brazo sobre todo en el lado derecho. El Sr. Meier había notado inicialmente rigidez y dolor en el hombro derecho a la edad de 59 cuando fue a visitar a un traumatólogo. Recibió fisioterapia y medicamentos antirreumáticos que no mejoraron sus síntomas. Posteriormente, el Sr. Meier notó que su brazo derecho ya no oscilaba al caminar. El médico generalista observó también hipomimia y presunta rigidez leve en la mano derecha, por lo que recomendó al Sr. Meier que visitara a un neurólogo. 34 DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO El Sr. Meier fue diagnosticado con enfermedad de Parkinson idiopática, en función de la presencia de bradicinesia, conjuntamente con temblor en reposo en el lado derecho cuando se veía sometido a presión al pedírsele que restara continuamente siete empezando desde cien. Se observó asimismo rigidez de la mano derecha y el tobillo. Se observó una notable mejoría tras una prueba positiva con levodopa 200 mg. El Sr. Meier no tenía antecedentes de lesión cerebral, meningitis o medicación que pudieran causar Parkinson ni antecedentes familiares de la enfermedad. Con respecto a los síntomas no motores, el Sr. Meier no había experimentado depresión ni estreñimiento antes del desarrollo de los síntomas motores, y el trastorno del comportamiento del sueño REM fue excluido ya que no sufría pesadillas, ni gritaba ni se movía en sueños. El Sr. Meier se sorprendió cuando se le preguntó acerca de su sentido del olfato y relató que había experimentado problemas durante varios años. Se inició tratamiento con un agonista de la dopamina que produjo una mejoría notable de su enfermedad. La oscilación del brazo del Sr. Meier mejoró al caminar y el temblor en reposo y la rigidez casi habían desaparecido. Sin embargo, su sentido del olfato no mejoró nada y se le informó al Sr. Meier de que, con excepción de un informe de una ligera mejoría en pacientes que han recibido estimulación cerebral profunda,1 actualmente no existe ningún medicamento que haya demostrado la recuperación del sentido del olfato perdido en el Parkinson. Transcurrido un año, la dosis del agonista de la dopamina tuvo que aumentarse porque las neuronas ya no producían suficiente dopamina. Después de dos años más, el paciente estaba descontento con su enfermedad porque ahora tenía ambos lados del cuerpo afectados. También experimentó inestabilidad postural parcial, lo cual le molestaba cuando enseñaba y se sentía avergonzado de que le temblara la mano derecha al escribir en el encerado en la sala de conferencias. Se le prescribió un preparado de levodopa. CONCLUSIÓN El Sr. Meier está actualmente satisfecho con su calidad de vida, ya que puede enseñar e ir a excursiones con su mujer y sus nietos. Sin embargo, su sentido del olfato no ha mejorado nada durante los seis años desde su diagnóstico. Lo más importante para el Sr. Meier era poder seguir enseñando historia en la universidad. Su objetivo se logró con la utilización de un método de tratamiento gradual, que se inició con un agonista de la dopamina y progresó gradualmente hacia un tratamiento con levodopa. Hasta ahora, el Sr. Meier no ha necesitado ingresar en el hospital para recibir tratamiento. REFERENCIA 1. Hummel T, Jahnke U, Sommer U, Reichmann H, Mueller A. Olfactory function in patients with idiopathic Parkinson’s disease: effects of deep brain stimulation in the subthalamic nucleus. J Neural Transm 2005;112:669-676 35 OPINIÓN DE NORBERT MEIER: é que podría ser “La primera vez que noté el dolor en el hombro, pens lares durante articu es reumatismo porque mi padre había tenido dolor miento que me muchos años, así que me desilusioné cuando el trata que no balanceaba o notad había No . sirvió prescribió el traumatólogo no r y mis amigos me lo el brazo derecho al caminar, pero cuando mi muje hombro. dijeron, pensé que podría ser debido al dolor del un tanto inexpresivo Por suerte, mi médico general vio que tenía el rostro bastante inmóvil. veía me e porqu o, ntent y me preguntó si estaba desco a tener la enfermedad Me envió a un neurólogo que sospechó que podrí a milagrosa para de Parkinson. Me explicó que quería darme una bebid así más tarde, o tos minu a mejorar mi enfermedad. Efectivamente, treint me sentí de lta, disue opa levod después de haber bebido 200 mg de ente estado de excel un en a estab y rado maravilla. El hombro había mejo ntó sobre mi sentido ánimo. Me sorprendí cuando el neurólogo me pregu estudiar y enseñar del olfato. De hecho, al principio tenía intención de d, me di cuenta de rsida química pero, durante mi primer año en la unive tos olores como distin los bien te que no podía reconocer lo suficientemen , historia. amor ndo segu mi iar estud í para ser químico, así que decid itiera seguir enseñando Era importante para mí que mi tratamiento me perm ribiendo un agonista presc sin temblor ni rigidez. Mi neurólogo logró esto gradualmente hasta dad canti la ntara de la dopamina y me dijo que aume como náuseas y s, dario secun os efect la dosis recomendada. Me causó tratamiento, y estos sensación de mareo, especialmente al principio del tuvieron que aumentar síntomas duraron varias semanas. Con los años, me de recuperar mi ranza espe mi la dosis del agonista de la dopamina, pero sentido del olfato nunca se cumplió. hasta que me di Pude seguir en la enseñanza durante algunos años nzaban a temblar cuenta de que, cuando me sentía agobiado, me come ién caminaba más tamb y rda, las dos manos, la derecha más que la izquie con levodopa, o mient trata el con despacio. Estos problemas mejoraron voy a jubilarme, Ahora ía. mejor na ningu sin a pero mi sentido del olfato seguí n podido ayudarme pero estoy muy agradecido de que mis médicos haya ad de vida”. calid a a seguir enseñando y poder disfrutar de una buen 36 37 PÉRDIDA DEL SENTIDO DEL OLFATO II Por Antje Haehner MD, PhD y Heinz Reichmann MD, PhD, Universidad de Dresde, Alemania INTRODUCCIÓN Michael Schulze es un ingeniero mecánico de 54 años. En 2007 llegó a nuestra clínica de trastornos del movimiento con problemas de la marcha, alteración del equilibrio y rigidez del brazo izquierdo. DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO Se hizo un diagnóstico de la enfermedad de Parkinson en función de sus antecedentes médicos, un examen neurológico y un tipo de gammagrafía cerebral llamada 18F-Dopa-PET. El diagnóstico fue confirmado por la gammagrafía que mostró una reducción en los niveles de dopamina del neurotransmisor en los núcleos basales del cerebro. El Sr. Schulze refirió lentitud de movimiento, rigidez e inestabilidad postural que mejoraron notablemente tras una prueba positiva con levodopa 200 mg. 38 El Sr. Schulze no tenía antecedentes de lesión cerebral, meningitis ni medicación que pudieran causar Parkinsonismo, ni tenía antecedentes familiares de enfermedad de Parkinson. Con respecto a los síntomas no motores, el Sr. Schulze había experimentado estreñimiento antes del desarrollo de síntomas motores y notó por primera vez una disminución de su sentido del olfato en 2006. En 2007, comenzó el tratamiento con un agonista de la dopamina (rotigotina) y se añadió una dosis baja de levodopa en 2008. Dos años después, el Sr. Schulze experimentó un aumento de fluctuaciones motoras que interferían considerablemente con su trabajo de jornada completa en la construcción y en 2010 se le recetó un medicamento diferente llamado rasagilina. Antes de comenzar el tratamiento con rasagilina, la gravedad de la disfunción olfativa del Sr. Schulze se midió mediante un kit de prueba validado de lápices olfatorios o “Sniffin’ Sticks” (Burghart Instruments, Wedel, Alemania).1,2 Éste consta de tres pruebas distintas de la función olfativa y los resultados combinados se presentan como una “puntuación de umbral, discriminación e identificación” (Threshold, Discrimination and Identification, TDI). Las puntuaciones TDI por debajo de 16 indican anosmia, lo que significa una pérdida casi completa del sentido del olfato. Se eliminaron otras posibles causas de la disfunción olfativa antes de atribuirla a la enfermedad de Parkinson. Al comienzo de su tratamiento con rasagilina, el Sr. Schulze tenía una puntuación en la escala UPDRS para los síntomas motores de 11 y una puntuación TDI de 17 indicativa de “hiposmia severa”, o una alteración grave del sentido del olfato. En una visita de seguimiento a la clínica cuatro meses después, el Sr. Schulze notificó una mejoría tanto de sus síntomas motores como de su sentido del olfato y dijo que podía identificar de nuevo el perfume de su esposa por primera vez en más de cuatro años. Una prueba repetida de lápices olfatorios o “Sniffin’ Sticks” mostró una mejoría notable. Su puntuación TDI había aumentado en ocho puntos hasta 25,5 y su puntuación en la escala UPDRS para los síntomas motores había disminuido a seis. CONCLUSIÓN La función olfativa mejoró significativamente durante los cuatro meses de tratamiento con rasagilina de hiposmia severa a hiposmia leve. Datos recientes muestran que un cambio individual en la puntuación TDI de seis puntos como mínimo puede considerarse significativo.3 REFERENCIAS 1. Hummel T, Sekinger B, Wolf S, Pauli E, Kobal G. “Sniffin’ Sticks”: Olfactory performance assessed by the combined testing of odor identification, odor discrimination and olfactory threshold. Chem Senses 1997;22:39-52 2. Kobal G, Klimek L, Wolfensberger M et al. Multicenter investigation of 1,036 subjects using a standardized method for the assessment of olfactory function combining tests of odor identification, odor discrimination, and olfactory thresholds. Eur Arch Otorhinolaryngol 2000;257:205-211 3. Gudziol V, Lötsch J, Haehner A, Zahnert T, Hummel T. Clinical significance of results from olfactory testing. Laryngoscope 2006;116(10):1858-1863 39 CANSANCIO Por Fabrizio Stocchi MD, PhD, Institute for Research and Medical Care, RCCS San Raffaele, Roma, Italia INTRODUCCIÓN Rosario Todi es profesor de historia y tiene 66 años. No tiene antecedentes familiares de enfermedades neurológicas, pero ha sufrido depresión leve y cansancio durante algún tiempo antes de su diagnóstico de enfermedad de Parkinson. DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO El Sr. Todi fue diagnosticado con la enfermedad de Parkinson hace seis años cuando indicó dificultad para escribir con la mano derecha, además de una sensación de incoordinación del brazo derecho, lentitud generalizada, depresión y una sensación de cansancio profundo. El tratamiento inicial del Sr. Todi fue con un agonista de la dopamina en monoterapia, ropinirol, cuya dosis fue ajustada durante tres meses, lo que se tradujo en un alivio adecuado de los síntomas, incluida la resolución de sus síntomas depresivos. Fue capaz de desempeñar sus funciones más o menos normalmente durante aproximadamente dos años, y pasado este tiempo empezó a experimentar una reaparición de la lentitud y dificultad con la mano derecha y experimentaba cansancio frecuentemente. Se añadió Levodopa (300 mg al día en tres dosis divididas) a su medicamento con resultados excelentes. Transcurridos tres años más, comenzaron a aparecer fenómenos de “desgaste de la respuesta” aproximadamente tres horas después de cada dosis de levodopa 100 mg y el paciente se quejaba de dificultad para realizar las actividades diarias normales debido a su cansancio. Después inició un tratamiento con una combinación de carbidopa/levodopa/entacapona (100 mg/25 mg/200 mg) cuatro veces al día. Seis meses después, se le administró ropinirol de liberación prolongada (20 mg) en lugar de ropinirol de liberación inmediata (15 mg) debido a la reaparición de los síntomas diurnos. Su función cognitiva estaba dentro del intervalo normal, no tenía síntomas de depresión y no experimentaba complicaciones psiquiátricas. Una buena respuesta a la levodopa se había traducido en una clara mejoría de muchos de sus síntomas, de forma que, cuando se encontraba en “período de respuesta”, la puntuación del Sr. Todi en la escala UPDRS para los síntomas motores se redujo a solo 14 y solamente notificó discinesias leves. Sin embargo, su principal queja continuó siendo fatiga y cansancio durante las actividades diarias. Tras una exploración física, se confirmó que en “período de ausencia de respuesta”, el Sr. Todi tenía temblor del lado derecho, bradicinesia, rigidez, inestabilidad postural, marcha arrastrada, facies parkinsoniana, voz baja y una puntuación en la escala UPDRS para los síntomas motores de 42. A partir del diario autocompletado del Sr. Todi, quedó claro que tenía un buen control de los síntomas durante el día con un leve desgaste de la respuesta al final de la primera y tercera administración. La evaluación clínica fue de un paciente con leve “desgaste de la respuesta” y cansancio, por lo que se añadió a su tratamiento rasagilina 1 mg/día para ayudar a tratar estos síntomas no resueltos. 40 CONCLUSIÓN REFERENCIAS El Sr. Todi notó una clara mejoría en las fluctuaciones tras una administración de rasagilina pero, lo que es más importante, notificó una gran mejoría del cansancio. Indicó una sensación de bienestar y una dificultad mucho menor para realizar las tareas diarias. Su función motora durante el “período de respuesta” no cambió. CANSANCIO EN EL PARKINSON La fatiga es una falta de energía y motivación, y no debe confundirse con somnolencia o sensación de necesidad de dormir.1 Entre la mitad y los dos tercios de la población con la enfermedad de Parkinson experimenta fatiga.2 Es a menudo uno de los primeros síntomas del Parkinson en manifestarse, con frecuencia antes de hacer el diagnóstico.2 Aunque el cansancio puede tener una gran repercusión en la calidad de vida y en la capacidad de llevar a cabo las actividades diarias,3 hay indicios de que es probable que no sea detectado adecuadamente por los profesionales sanitarios. Un estudio realizado en los Estados Unidos demostró que los síntomas de depresión, ansiedad y cansancio no fueron detectados por los neurólogos en más de la mitad de las consultas.4 Alrededor de un tercio de las personas con Parkinson consideran el cansancio como el síntoma que tiene un mayor efecto en su vida, clasificándolo como más debilitante que los efectos motores.5 La causa del cansancio en el Parkinson no se comprende del todo. Dado que el cansancio es un síntoma frecuente en varias enfermedades infecciosas e inflamatorias, una teoría es que el cansancio en el Parkinson podría estar relacionado con la neuroinflamación más que con una escasez de dopamina. Pocos medicamentos han sido investigados para el tratamiento del cansancio en el Parkinson. El modafinilo y el metilfenidato (utilizados generalmente en el tratamiento de la narcolepsia y del trastorno por déficit de atención con hiperactividad- TDAH) han demostrado que mejoran factores como la somnolencia diurna y el cansancio físico, pero no la sensación subyacente de estar cansado.6 La progresión del cansancio puede ser más lenta para las personas tratadas con levodopa en comparación con las que no recibieron medicamento para el Parkinson.7 Un estudio reciente mostró que rasagilina ayudaba a retrasar la progresión de los síntomas motores y no motores en personas con enfermedad de Parkinson en su fase inicial.8 Otro subanálisis demostró que, después de 36 semanas, las personas que tomaron rasagilina presentaban un empeoramiento de su cansancio considerablemente menor en comparación con las que tomaron el placebo.9 41 1. Medline Plus. www.nlm.nih.gov/ medlineplus/ency/ article/003088.htm [accessed June 2010] 2. Borek LL, Amick MM, Friedman JH. Non-motor aspects of Parkinson’s disease. CNS Spectr 2006;11(7)541-554 3. Rahman S, Griffin HJ, Quinn NP, Jahanshahi M. Quality of life in Parkinson’s disease: the relative importance of the symptoms. Mov Disord 2008;23(10):1428-1434 4. Schulman LM, Taback RL, Rabinstein AA, Weiner WJ. Non-recognition of depression and other non-motor symptoms in Parkinson’s disease. Parkinsonism Relat Disord 2002;8:193-7 5. Friedman J, Friedman H. Fatigue in Parkinson’s disease. Neurology 1993;43:2016-2018 6. Lou J-S. Physical and mental fatigue in Parkinson’s disease: epidemiology, pathophysiology and treatment. Drugs and Aging 2009;26(3):195-208 7. Schifitto G, Friedman JH, Oakes D et al. Fatigue in levodopa-naive subjects with Parkinson disease. Neurology 2008;71(7): 481-5 8. Poewe W, Hauser R, Lang A for the ADAGIO investigators. Rasagiline 1 mg/day provides benefits for non-motor symptoms in patients with early Parkinson’s disease. Neurology 2009;72 (11 Suppl 3):A321 (P154) 9. Stocchi F for the ADAGIO investigators. Benefits of treatment with rasagiline in fatigue symptoms in patients with early Parkinson’s disease. Neurology 2009;72 (11 Suppl 3):A321(P2559) DEPRESIÓN Y DOLOR Por Angelo Antonini MD, PhD, Director, Unidad de Parkinson, IRCCS San Camillo Venecia y Universidad de Padua, Italia INTRODUCCIÓN Carlo Gallo es un arquitecto de 36 años que, a los 30, desarrolló un temblor de la mano derecha que se asoció más tarde con lentitud de movimiento. Anteriormente había sido muy activo, pero empezó a quejarse de cansancio y pérdida de interés desde el momento en que desarrolló el temblor. Su vida social se vio afectada ya que su preocupación por el temblor significaba que pasaba cada vez más tiempo en casa en vez de salir con los amigos. DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO Cuando un neurólogo le diagnosticó la enfermedad al Sr. Gallo, no le prescribió ningún medicamento. Vino con su novia a nuestro Instituto del Parkinson especializado de Milán para obtener información sobre sus opciones de tratamiento. El Sr. Gallo estaba sumamente afligido por su diagnóstico y las implicaciones que tendría en su futuro, tanto profesional como personal. Él y su novia tenían intención de casarse y tener familia, y ahora le preocupaba que no pudiera ocuparse de ella a largo plazo. En el Instituto le recetamos el agonista de la dopamina pramipexol y se ajustó la dosis a 1 mg tres veces al día. Sin embargo, este tratamiento resultó ser insuficiente para controlar los síntomas del Sr. Gallo. En un correo electrónico unos meses más tarde, escribió que le seguía temblando la mano derecha y que, en consecuencia, no podía trabajar. Aunque que su médico general le había recomendado tomar comprimidos de alprazolam cuando se sintiera agitado, el Sr. Gallo dijo que cuando pensaba en su situación, no veía ningún futuro. 44 Adjuntó un cuadro de su mano que había dibujado durante una de sus muchas noches de insomnio. Al agonista de la dopamina se añadió levodopa 100 mg tres veces al día y este tratamiento se cambió después a una combinación de levodopa/carbidopa/ entacapona cuatro veces al día para intentar controlar las fluctuaciones en su estado motor que él describió en otro de sus dibujos. En el dibujo, los altibajos representan el estado de su mano durante el día (“Andamento della giornata”), mientras que la frase “La mano funziona” destaca el tiempo en que su mano funciona normalmente, que él asocia con el sol. 45 El Sr. Gallo finalmente se casó y, un año después, su mujer quedó embarazada. Durante este tiempo, se aumentó gradualmente el número de dosis de la combinación de levodopa. Escribió otro correo electrónico cuando nació su bebé: “Mi hijo nació hace unos días y es un hermoso acontecimiento. Desafortunadamente, la mano me sigue temblando, especialmente por la tarde, pero lo peor es que, cuando desaparece el efecto de la levodopa, me dan calambres en las piernas. En este momento, estoy tomando ropinirol de liberación modificada 12 mg por la mañana, levodopa/carbidopa/entacapona 100 mg (un comprimido cada tres horas) pero no estoy bien por las tardes ni por la noche. Estoy tomando la levodopa de liberación controlada que usted me recomendó a las 10 p. m., pero el efecto desaparece hacia las dos o las tres de la mañana. No puedo volver a dormirme, así que voy a la sala de estar, me tumbo en el sofá y trato de relajarme. Los calambres musculares son muy dolorosos y la única forma de aliviarlos es moviéndome, pero es difícil moverse ya que siento los pies como si estuvieran pegados al suelo”. Se añadió un antidepresivo a la medicación así como un somnífero a la hora de acostarse pero los calambres musculares dolorosos no mejoraron mucho y se asociaron a menudo con ataques de pánico. El Sr. Gallo volvió a escribir hace unos meses para informar sobre su salud. Notificó que cuando desaparecía el efecto de la levodopa, sentía rigidez de todo el lado derecho del cuerpo y el dolor que experimentaba era tan intenso en el brazo y la pierna que a menudo le inundaban las lágrimas. También describió una sensación de ardor en la vejiga y una necesidad de orinar cada 15 minutos. El Sr. Gallo escribió que todavía sentía la sensación de vacío y desesperanza que había descrito previamente. Tenía poco interés en su bebé y se enfadaba con su mujer porque sentía que se preocupaba de atender más al bebé que a él. En resumen, dijo que su situación era ahora tan mala que sentía que sería mejor estar muerto. Se analizaron otras opciones para el tratamiento del Parkinson avanzado, como estimulación cerebral profunda (ECP) e infusión de apomorfina y levodopa. El Sr. Gallo sentía que era demasiado joven para considerar la ECP (aunque siempre podía reconsiderarlo más tarde) ya que le preocupaba el riesgo de desarrollar cambios cognitivos después de la cirugía. Por lo tanto, optó por la infusión de levodopa. CONCLUSIÓN Tanto la colocación del catéter de gastrostomía endoscópica percutánea (Percutaneous Endoscopic Gastrostomy, PEG) para las infusiones de levodopa como el ajuste de la dosis fueron difíciles pero después de tres meses de tratamiento, sus síntomas motores y no motores habían mejorado considerablemente. Los cambios en su estado de ánimo y el dolor asociado habían disminuido y se sintió preparado para volver a disfrutar de la vida. Es más, le vi una vez paseando por la ciudad con su hijo de la mano. 46 INSOMNIO Por Petr Dušek MD y Evžen Růžička MD, DSc, Movement Disorders Centre and Deptartment of Neurology (Centro de Trastornos del Movimiento y Departamento de Neurología), Charles University, Praga, República Checa INTRODUCCIÓN Katerina Nováková tiene 64 años. Era enfermera en un pequeño pero concurrido departamento de obstetricia. DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO La Sra. Nováková fue diagnosticada con la enfermedad de Parkinson a los 49 años. Al mirar atrás, recuerda que comenzó como un dolor lumbar acompañado de una lentitud de la marcha. Se diagnosticó una hernia discal y la Sra. Nováková se sometió a cirugía de la columna vertebral. Sin embargo, a pesar de la cirugía y la fisioterapia prolongada, su marcha continuó deteriorándose. Su estado de ánimo también se deterioró y de vez en cuando experimentaba ansiedad. Aunque la Sra. Nováková siempre había dormido bien (de cinco a siete horas por noche, a pesar de trabajar diferentes turnos) el sueño se hizo más corto y agitado con despertares frecuentes llenos de pensamientos vívidos sobre el futuro, que parecían desesperanzadores. Su sueño se vio también afectado por calambres dolorosos en la pierna, dolor en el hombro derecho y temblor de la mano. La sospecha del Parkinson fue planteada por un neurólogo y se inició tratamiento con levodopa, aunque éste no fue bien tolerado y tuvo que ser interrumpido a causa de sensación de mareo. 47 Finalmente, a los 54 años, la Sra. Nováková fue remitida al Centro de Trastornos del Movimiento en Praga donde se confirmó el diagnóstico del Parkinson y se inició tratamiento con un agonista de la dopamina y alprazolam. Por lo tanto, su movimiento y el sueño mejoraron. También se evaluó el estado de la Sra. Nováková en un laboratorio del sueño, donde se llevó a cabo una polisomnografía (supervisión del sueño durante la noche). Ésta mostró una estructura del sueño anormal con sueño de ondas delta (profundo) casi ausente, una disminución considerable del sueño REM, y múltiples despertares. El tratamiento con pramipexol 0,7 mg tres veces al día, con la adición posterior de una dosis gradualmente aumentada de levodopa hasta 100 mg cinco veces al día, se tradujo en que que la paciente pudo suspender el alprazolam y dormía regularmente entre cuatro y cinco horas por noche. Sin embargo, dos años después, aparecieron las fluctuaciones motoras y la Sra. Nováková fue incapaz de tolerar una dosis más alta de pramipexol debido al edema severo de la pierna y la aparición de ataques imperativos de sueño. Se la cambió a ropinirol de liberación estándar y esto mejoró la inflamación de las piernas, aunque los problemas relacionados con el sueño persistieron. En los años posteriores, la Sra. Nováková experimentó una notable progresión de la enfermedad con el desarrollo de estados frecuentes de “inmovilidad” y discinesias de efecto máximo de la dosis. Su sueño también se deterioró. Aunque no experimentó ningún problema para conciliar el sueño, se despertaba después de una hora o dos y no podía volver a dormirse. Se ponía a leer o a hacer crucigramas durante la noche o se tumbaba en un sillón cómodo para ver la televisión en la sala de estar, aunque siempre estaba preocupada de que podría despertar a su marido. A veces, el estado nocturno de “inmovilidad” era tan grave que necesitaba su ayuda para salir de la cama. Por el contrario, durante el día la Sra. Nováková se dormía cuando no hacía ninguna actividad y siempre se quedaba dormida en cualquier medio de transporte, pero incluso el sueño diurno no duraba más de 10 minutos y por lo tanto no era regenerador. Todo intento de aumentar la dosis del agonista de la dopamina llevó a un aumento insostenible de la somnolencia diurna excesiva, por lo que se añadió entacapona a cada dosis de levodopa con el fin de prolongar su efecto. Recientemente, a raíz de un cambio de ropinirol de liberación prolongada 16 mg al día, se produjo una mejoría en la calidad del sueño y una reducción de la somnolencia diurna. Se inició tratamiento con el antidepresivo hipnótico trazodona 50 mg y el sueño mejoró aún más en cierta medida. Quince años después del diagnóstico, la Sra. Nováková ya puede dormir durante tres horas seguidas. CONCLUSIÓN A pesar de dormir solo durante períodos cortos por la noche, esta mejoría relativa ha permitido a la Sra. Nováková ser muy activa en el grupo local de pacientes del Parkinson, incluso actuando como Presidenta de la Sociedad de Parkinson Checa durante un año. INTRODUCCIÓN: PARKINSON Y SUEÑO Los trastornos relacionados con el sueño afectan aproximadamente entre un 50 y un 60% de personas con Parkinson y son uno de los principales factores responsables de la disminución de la calidad de vida. La Sra. Nováková sufre trastorno de la arquitectura del sueño, que es un problema no motor común asociado al Parkinson causado por la degeneración de ciertos núcleos del tronco encefálico. Se presenta habitualmente como insomnio por dificultad de mantenimiento del sueño y va generalmente acompañado de somnolencia diurna excesiva, que es causada por el proceso neurodegenerativo junto con los efectos secundarios del tratamiento dopaminérgico. 48 Los tres casos siguientes no son típicos, pero se incluyen para mostrar las consecuencias potencialmente graves de los síntomas no motores severos. UN CASO DE MEDICACIÓN INSUFICIENTE Por Per Odin MD, PhD, Presidente, Departamento de Neurología, Klinikum-Bremerhaven, Alemania y Departamento de Neurología, Hospital Universitario, Lund, Suecia INTRODUCCIÓN Harry Becker nació en 1953. Trabajó como actor en el Teatro Estatal de Viena hasta 2008. Está casado y tiene dos hijos, de 15 y 18 años, que viven todavía en casa. Su esposa trabaja a jornada completa como periodista. DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO La enfermedad de Parkinson del Sr. Becker fue diagnosticada en el 2000 cuando tenía 47 años. Mostraba lentitud y rigidez en el lado derecho, pero muy poco temblor. Leyó sobre la enfermedad y su tratamiento y, debido al riesgo de fluctuaciones motoras y discinesias con el uso de levodopa a largo plazo, aceptó iniciar un tratamiento con un inhibidor de la MAO-B (selegilina), amantadina y el ropinirol de agonista de la dopamina. Esto dio buenos resultados durante cuatro o cinco años y el Sr. Becker pudo continuar con su trabajo y su vida social. Después de cinco años, los síntomas se acentuaron más y el Sr. Becker fue ingresado en el hospital para optimizar su tratamiento del Parkinson. Una prueba de levodopa mostró que podía obtener un mayor efecto contra sus síntomas de Parkinson, pero se mantuvo muy escéptico con respecto a la levodopa y solo accedió a tomar una dosis muy baja de un total de 150 mg durante el día. También se le dotó de un bolígrafo de inyección de apomorfina para usar cuando necesitara rápidamente un mayor efecto, por ejemplo al actuar en el escenario. La enfermedad avanzó y el Sr. Becker desarrolló lentamente varios síntomas no motores, entre ellos, hipersecreción salival, inicialmente solo por la noche pero posteriormente también durante el día. Le parecía embarazoso y empezó a pensar en dejar de trabajar. Paralelamente, notó también dificultades para deglutir determinados tipos de alimentos, como carne y pan y, más tarde, dificultades para beber. En una ocasión, se le quedó atascado en la garganta un gran trozo de pan con un efecto bastante dramático y hubo que llamar a un médico de urgencias para que le tratase. El Sr. Becker también notó cada vez más problemas de estreñimiento (estreñimiento agudo). Esto fue rápidamente reconocido y tratado por su neurólogo, pero el Sr. Becker continuó considerándolo como uno de sus principales problemas ya que le causaba dolor y malestar. 49 Durante los dos años anteriores también había perdido peso lentamente, alrededor de un kilo al mes, cosa que no entendía, porque aunque no tenía mucho apetito, creía que comía mucho; desde luego, más que su esposa. También trató de asegurarse de que consumía la mayor cantidad posible de calorías comiendo pasteles y usando mucha nata y azúcar al cocinar. Sus problemas con la deglución fueron confirmados en una visita al logopeda, quien le recomendó una terapia dopaminérgica más adecuada así como una serie de citas con el logopeda para mejorar la técnica de deglución. El mayor problema para el Sr. Becker era el dolor que sentía, más o menos constante. Estaba difusamente distribuido por todo su cuerpo y decía que sentía como si proviniera de los músculos. Mejoró en cierta medida tras las inyecciones de apomorfina, pero la duración de esta mejoría era solo de 10 a 20 minutos. Los analgésicos normales no tenían ningún efecto en el dolor, solo experimentó efectos secundarios. El Sr. Becker comentó: “Todo esto me hace sentir muy deprimido. Ya no siento placer con nada y he perdido interés en hacer cosas. Esta es la razón principal por la que dejé de trabajar hace dos años. Hoy en día, solo me quedo en casa y no hago gran cosa. Me pregunto por qué contraje esta enfermedad. No he hecho nada malo…” El neurólogo del Sr. Becker decidió que había llegado el momento de asegurarse de que recibiera una terapia dopaminérgica adecuada. El Sr. Becker fue ingresado en el hospital para optimizar su dosis de levodopa y, aunque se mostró reacio, acabó por aceptarlo. Se ajustó gradualmente la dosis de una combinación de levodopa y benseracida hasta una dosis diaria total de 900 mg y las dosis del agonista de la dopamina inhibidor de la MAO-B y la amantadina se mantuvieron sin cambios. CONCLUSIÓN La duración del efecto de la levodopa se limita a unas tres horas, de modo que el Sr. Becker tiene que tomar seis dosis diarias, pero no tiene discinesias ni otros efectos secundarios y está bastante sorprendido de lo bien que se siente. “No es solo que me puedo mover mucho mejor, sino que también han mejorado otras cosas: tengo menos problemas con la saliva y la deglución, y el dolor ha disminuido. En realidad, casi ha desaparecido. Mi estado de ánimo es mejor, me siento más satisfecho y estoy más activo durante el día. Incluso el estreñimiento ha mejorado. ¡Es estupendo!”. El Sr. Becker es consciente de que las dosis relativamente altas de levodopa pueden provocar problemas de fluctuaciones motoras y discinesias, pero está dispuesto a pagar este precio para sentirse mucho mejor. “Y después de todo, hay varias opciones de tratamiento, como las bombas y la estimulación cerebral profunda, si aparecen esos problemas”. Repercusiones económicas de la enfermedad de Parkinson del Sr. Becker Cese laboral del Sr. Becker ......................60.000 EUR/año Visitas hospitalarias .................................. 9.000 EUR/año 50 EFECTOS SECUNDARIOS DE LA MEDICACIÓN E HIPOMANÍA Por Per Odin MD, PhD, Presidente, Departamento de Neurología, Klinikum-Bremerhaven, Alemania y Departamento de Neurología, Hospital Universitario, Lund, Suecia INTRODUCCIÓN Klaus Bauer, nacido en 1950, era profesor de alemán e historia. Reside en Dresde, Alemania, y está casado con Sara. Tienen dos hijas, Ingrid y Kirsten, de 20 y 18 años. DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO El Sr. Bauer desarrolló síntomas del Parkinson a los 45 años. Comenzó con temblor en el lado derecho y dificultades con las funciones motoras finas. Esto pronto redujo su capacidad para trabajar como profesor, aunque continuó durante algunos años. El efecto inicial de la medicación del Parkinson fue bueno, pero después de cinco años desarrolló fluctuaciones motoras, y un año más tarde, discinesias. El Sr. Bauer estuvo en contacto con un neurólogo y especialista en Parkinson, y se le hizo un seguimiento de cerca mediante un moderno y optimizado tratamiento oral para el Parkinson. El Sr. Bauer quería obtener el máximo beneficio de su medicación y siempre tenía tendencia a tomar dosis más altas de las que le habían recetado sus médicos. A partir de los 55 años, este comportamiento se acentuó más. El Sr. Bauer tomaba levodopa hasta 15 veces al día y su dosis diaria de levodopa podía llegar a los 3 a 4 g. Su médico comprendió que esto no era normal y lo calificó como síndrome de desregulación de la dopamina. Hizo todo lo que pudo para limitar el uso de levodopa del Sr. Bauer, sin mucho éxito ya que el Sr. Bauer obtuvo recetas de diversos médicos. Cuando se le preguntó por qué tomaba tantos comprimidos, dijo: “No tomo más de lo que necesito. Cuando tomo menos me siento horrible, deprimido y asustado”. Solo admitió que tomaba aproximadamente 2 g al día, cuando su consumo estimado era de 3 a 4 g cada día. Comenzó a experimentar alucinaciones visuales (animales y pequeñas figuras humanas) y ya no podía hacer frente a su trabajo y dejó de trabajar completamente. En este momento, el Sr. Bauer desarrolló también otro nuevo comportamiento. Siempre había estado interesado en las cosas técnicas, como las radios y los relojes, pero ahora comenzó a pasar horas y horas desmontando equipos que luego intentaba volver a montar, sin ningún propósito real. Su esposa decía que podía pasar una gran parte del día desarmando su reloj Rolex y después era incapaz de volver a montarlo para que funcionara. Su neurólogo habló de un fenómeno llamado “hipomanía”. Cuando el Sr. Bauer tenía 56 años, cambió su comportamiento sexual. Se masturbaba varias veces al día y comenzó a llamar a servicios sexuales telefónicos. Algunos meses más tarde, comenzó a visitar a prostitutas, en un principio una o dos veces al mes, pero después de unos seis meses, iba casi a diario. También comenzó a visitar el casino local donde perdió grandes cantidades de dinero. 51 Esto fue demasiado para su esposa y sus hijas quienes abandonaron el domicilio familiar. Esto fue también demasiado para la economía familiar: tuvieron que vender la casa y sus dos coches, y designaron a un tutor legal para controlar las finanzas del Sr. Bauer. Llegado a este punto, el Sr. Bauer había interrumpido las visitas con su neurólogo y visitaba diversos médicos, principalmente para obtener recetas. El Sr. Bauer fue remitido a un psiquiatra que le recomendó encarecidamente que redujera la dosis de su medicamento para el Parkinson, pero este consejo fue ignorado. El Sr. Bauer decidió por su cuenta qué medicamentos iba a tomar y utilizó principalmente una mezcla de pramipexol, levodopa, entacapona y amantadina. En este momento, volvió a entrar en contacto con su anterior especialista en Parkinson que sabía que era preciso hacer algo. El Sr. Bauer fue ingresado en el servicio de neurología para visitas repetidas, lo que supuso casi un total de seis meses. El Sr. Bauer fue diagnosticado con hipersexualidad y ludopatía patológica, así como alucinaciones visuales frecuentes. Se interrumpieron todos los medicamentos para el Parkinson, excepto la levodopa, y se prescribió el neuroléptico quetiapina. Esto condujo a una mejoría de las alucinaciones del Sr. Bauer, pero no influyó en su uso excesivo de levodopa, su hipersexualidad o su ludopatía. Se prescribió Clozapina en lugar de quetiapina, pero se observó muy poca mejoría, por lo que el neurólogo convenció al Sr. Bauer de que era preciso introducir cambios más radicales. El Sr. Bauer tendría 59 años cuando se le introdujo una bomba portátil de levodopa/carbidopa y se suspendió todo el tratamiento oral del Parkinson, excepto la clozapina 25 mg. Esto tuvo un efecto muy positivo en los síntomas del Sr. Bauer. Su estado motor mejoró significativamente y en vez de pasar el 80% del día con discinesias o síntomas de “inmovilidad”, ahora podía realizar bien sus funciones durante el 80 % del día. La hipersexualidad desapareció y el paciente dejó de visitar prostitutas, admitiendo que a pesar de que a veces las echaba de menos, en realidad ya no sentía la misma necesidad. También dejó el juego y experimentaba solo alucinaciones de menor importancia. CONCLUSIÓN En pocos años, el Sr. Bauer había perdido las cosas más valiosas de su vida: su esposa, sus hijas, su casa y la mayoría de sus amigos. Afortunadamente, ha reanudado el contacto con su esposa y aunque viven separados, ahora se ven regularmente. El Sr. Bauer cree que ha recuperado su personalidad normal y que está volviendo lentamente a su calidad de vida anterior. Repercusiones económicas de la enfermedad del Parkinson del Sr. Bauer y complicaciones del tratamiento Medicación y visitas al médico desde los 45 años........................................................................10.000 EUR/año Pérdida de días de trabajo desde los 55 años ..................... 70.000 EUR/año Gastos incurridos debido a la hipersexualidad y la.............. 400.000 EUR, a lo ludopatía (estimación de la pérdida de la casa y coches) largo de dos años Seis meses de tratamiento hospitalario en un departamento de neurología aguda .................................. 80.000 EUR Tratamiento de un año en una residencia de cuidados de enfermería ................................................ 40.000 EUR Tratamiento desde los 59 años........................................ 50.000 EUR/año CONDUCTAS OBSESIVAS Por Per Odin MD, PhD, Presidente, Departamento de Neurología, Klinikum-Bremerhaven, Alemania y Departamento de Neurología, Hospital Universitario, Lund, Suecia INTRODUCCIÓN Christina Keller nació en 1949 y trabajaba de farmacéutico. Está casada con un arquitecto y la pareja tiene dos hijas, de 22 y 25 años, ya independizadas. DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO La Sra. Keller fue diagnosticada con la enfermedad de Parkinson a los 45 años. Era una combinación de sintomatología mixta del lado derecho. Aunque su respuesta inicial a la medicación para el Parkinson fue excelente, en los últimos seis años ha experimentado complicaciones motoras con fluctuaciones y discinesia frecuente en el estado de “movilidad”. Durante los períodos de “inmovilidad”, la Sra. Keller no solo tiene rigidez y lentitud notables, sino también pensamientos depresivos y ansiedad. Le desagradan profundamente sus períodos de “inmovilidad” y prefiere las discinesias. Debido a las fluctuaciones motoras, se le dio tratamiento con bomba de apomorfina hace tres años y esto sigue funcionando relativamente bien. Actualmente está tomando apomorfina 5,5 mg cada hora y 50 mg de levodopa/ benseracida cada tres horas durante el día. 53 Hace aproximadamente cuatro años, la Sra. Keller comenzó a experimentar problemas con su estado de ánimo y sentía que ya no podía disfrutar realmente de la vida. Explicó lo siguiente: “No es que no quiera vivir, sino que tengo dificultad real para ver el significado de todo esto. Mi marido intenta convencerme de la alegría de ver a los hijos felices y sanos, y por supuesto que tiene razón, pero hoy por hoy siento que soy una carga cuando estamos juntos. Están tan limitados por mí y no pueden hacer las cosas que más les gusta hacer”. El neurólogo de la Sra. Keller ha intentado tratarla con pramipexol y con diversos antidepresivos, incluido escitalopram y mirtazapina, pero el tratamiento farmacológico no ha sido particularmente eficaz hasta la fecha. La Sra. Keller se ha negado a contactar con un psicólogo diciendo: “Tengo la enfermedad de Parkinson, no estoy loca”. Otro problema es que la Sra. Keller se está volviendo cada vez más celosa. Hace tres años, era solo un sentimiento difuso, pero hoy está convencida de que su marido le engaña. Cree que oye a otras mujeres en su casa y ve a otras mujeres meterse en la cama de su marido por la noche. Su marido lo niega rotundamente y el comportamiento de su mujer lo fastidia cada vez más. La Sra. Keller, por el contrario, está convencida de que tiene razón y cree que debe seguir a su marido a todas partes para controlar la situación. Dice: “Claro que están ahí y me me siento terrible que pueda hacerme esto después de todos estos años juntos”. CONCLUSIÓN Hace seis meses, el Sr. Keller redujo su compromiso de trabajo a tiempo parcial con el fin de proporcionar más atención a su esposa. El tratamiento con clozapina de la Sra. Keller ha ayudado en cierta medida, por lo que continúa tomando 25 mg al día, pero el problema dista mucho de haberse resuelto. Recientemente, su marido decidió que ya no podía sobrellevarla solo y la Sra. Keller va a ir a vivir a una residencia de cuidados de enfermería cada dos semanas, lo cual detesta profundamente. Repercusiones económicas de la enfermedad de Parkinson de la Sra. Keller Reducción de horas laborales del Sr. Keller......................52.000 EUR/año Visitas hospitalarias .........................................................6.000 EUR/año Residencia de cuidados de enfermería, 50% del tiempo ...... 36.000 EUR/año 54 PREGUNTAS MÁS FRECUENTES ACERCA DE LOS SÍNTOMAS NO MOTORES 1. ¿QUÉ SON SÍNTOMAS NO MOTORES? Los síntomas no motores de la enfermedad de Parkinson son los que no están relacionados con dificultades de movimiento. Si bien el Parkinson se ha definido tradicionalmente como un trastorno del movimiento, también se asocia con un amplio espectro de síntomas conductuales/ neuropsiquiátricos y físicos que pueden afectar gravemente a la calidad de vida. Éstos pueden aparecer en cualquier momento de la enfermedad, desde los estadios iniciales, incluso antes de que se reconozcan los síntomas motores, hasta el último estadio del Parkinson. Los síntomas no motores pueden a la larga llegar a dominar la enfermedad a medida que evoluciona. 2. ¿QUÉ PROVOCA LOS SÍNTOMAS NO MOTORES? Las causas de los síntomas no motores no se conocen bien todavía. Se cree que la degradación de los sistemas dopaminérgico y no dopaminérgico puede contribuir a su desarrollo.1 En el Parkinson, las células nerviosas productoras de dopamina en varias zonas cerebrales que regulan las funciones conductuales y físicas se degeneran progresivamente y más repentinamente que en el curso normal del envejecimiento. En consecuencia, la cantidad de dopamina en el cerebro disminuye continuamente, creando un déficit. Esto no solo interfiere con los movimientos del cuerpo, sino que también puede afectar a los nervios que controlan otras funciones corporales, tales como el sueño y la capacidad de sentir dolor, provocando el desarrollo de ciertos síntomas no motores.1 Existen pruebas de reciente aparición que apuntan al papel de otros mensajeros en el cerebro (es decir, síntomas no asociados a dopamina), que pueden provocar otros síntomas no motores, como depresión e incontinencia. 3. ¿QUÉ FRECUENCIA TIENEN LOS SÍNTOMAS NO MOTORES? Los síntomas no motores pueden estar presentes en todos los estadios del Parkinson y su frecuencia aumenta con la duración de la enfermedad. Algunos síntomas son más frecuentes que otros. La complejidad del reconocimiento y la comprensión de los síntomas no motores hacen que sea difícil determinar su frecuencia.2 Los médicos pueden no reconocer los síntomas no motores en hasta un 50% de los casos.2,3 Por ejemplo, el dolor, uno de los síntomas no motores más frecuentes, puede afectar a entre un 40 y 75 % de las personas con Parkinson. Encuestas recientes han demostrado que cerca del 90% de las personas con Parkinson tiene al menos un síntoma no motor, y aproximadamente un 10% presenta hasta cinco síntomas no motores.4 4. ¿CÓMO SABER SI DETERMINADOS SÍNTOMAS NO MOTORES ESTÁN ASOCIADOS A LA ENFERMEDAD DE PARKINSON? En los estadios iniciales del Parkinson, puede ser difícil saber si un síntoma individual está asociado a la enfermedad, especialmente si no hay síntomas motores patentes. Muchos otros factores, especialmente los efectos secundarios de los medicamentos y otras afecciones médicas, pueden causar síntomas similares a los síntomas no motores del Parkinson. Si se sospecha la presencia de síntomas no motores, es importante consultar con un especialista que pueda investigar esto más a fondo. 55 5. ¿ES POSIBLE HACER UN DIAGNÓSTICO DEL PARKINSON ÚNICAMENTE EN FUNCIÓN DE LOS SÍNTOMAS NO MOTORES? El Parkinson es, por definición, un trastorno del movimiento. Aunque los síntomas no motores son una parte importante de la enfermedad, los criterios diagnósticos actuales se centran en la identificación de los síntomas motores clásicos del Parkinson, es decir, rigidez, temblor de reposo y lentitud de movimiento.5 Los síntomas no motores como anomalías olfativas, trastornos del sueño (comportamiento del sueño REM en particular), estreñimiento y depresión pueden a menudo preceder a los síntomas motores y pueden actuar como un marcador precoz que puede ayudar a dirigir a los médicos hacia un diagnóstico del Parkinson, pero actualmente no pueden utilizarse por sí solos para hacer un diagnóstico.6 6. ¿QUÉ SÍNTOMAS TIENDEN A PRESENTARSE EN CADA ESTADIO DEL PARKINSON? Existe la idea errónea generalizada de que los síntomas no motores se presentan solo en los últimos estadios del Parkinson. Muchos síntomas, como las anomalías olfativas (cambios en el sentido del olfato), la depresión, el estreñimiento, ciertos trastornos del sueño y la disfunción eréctil, pueden preceder a los síntomas motores y el diagnóstico del Parkinson en muchos años.7,8 Los síntomas como, por ejemplo, la demencia, el deterioro cognitivo (lentitud en el pensamiento, el razonamiento y la percepción) y la hipotensión ortostática (un descenso repentino de la presión arterial), se observan con mayor frecuencia en los últimos estadios de la enfermedad.7 Todos los síntomas no motores, independientemente de cuándo aparecen por primera vez, tienen tendencia a agravarse a medida que evoluciona el Parkinson.7 7. ¿ESTÁN LOS SÍNTOMAS NO MOTORES SIEMPRE PRESENTES EN EL PARKINSON? Todavía no es posible predecir qué síntomas afectarán a un individuo y la intensidad de los síntomas puede variar considerablemente de una persona a otra. Los síntomas también pueden presentarse en cualquier estadio del Parkinson. Esto, combinado con la dificultad para reconocer y comprender los síntomas no motores, hace que sea difícil determinar si todas las personas con Parkinson los experimentarán. Sin embargo, las pruebas disponibles hasta la fecha indican que los síntomas no motores son una característica universal del Parkinson.6 Es importante para los médicos prestar atención a las señales de advertencia que podrían indicar el inicio del Parkinson y conducir a un diagnóstico, ya que se ha demostrado que el tratamiento precoz es beneficioso.9,10 8. ¿ESTARÁN PRESENTES LOS SÍNTOMAS NO MOTORES DURANTE TODA LA VIDA CON PARKINSON? Los síntomas no motores tienen tendencia a hacerse cada vez más frecuentes y establecidos durante todo el transcurso del Parkinson.6 Los síntomas, por lo general, no remiten con el tiempo, sino que tienden a agravarse con la duración de la enfermedad.7 Todavía no es posible predecir qué síntomas no motores afectarán a una persona con Parkinson o cuándo lo harán, y la gravedad de los síntomas varía de persona a persona. 9. ¿PUEDE PREVENIRSE O RETRASARSE EL INICIO DE LOS SÍNTOMAS NO MOTORES? Al igual que es difícil predecir si y cuándo surgirán los síntomas no motores, prevenir o retrasar su aparición también es problemático. Sin embargo, una vez reconocido un síntoma, se pueden reducir sus efectos con el tratamiento disponible adecuado. 56 Ciertos estudios han demostrado que algunos tratamientos pueden ayudar a retrasar la progresión del Parkinson. Estos estudios han utilizado la UPDRS como una medida de mejora.11 La escala UPDRS tiene en cuenta los efectos del tratamiento en los síntomas motores y no motores, y en la calidad de vida general. Los estudios han demostrado hasta ahora que estos tratamientos, si se administran de forma temprana, pueden ayudar a retrasar la progresión de la enfermedad en general.9,12,13 10. ¿QUÉ TRATAMIENTOS HAY DISPONIBLES PARA LOS SÍNTOMAS NO MOTORES? Muchos de los síntomas del Parkinson, en particular los motores pero también algunos síntomas no motores, son causados por una reducción patológica de la dopamina en el cerebro.15 La mayoría de los tratamientos para el Parkinson actúan para corregir este desequilibrio. Sin embargo, no todos los síntomas no motores son dependientes de la dopamina, por lo que cada síntoma debe atenderse con el tratamiento adecuado. La depresión en el Parkinson, por ejemplo, puede a veces tratarse con antidepresivos, tales como inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y antidepresivos tricíclicos, y con tratamientos no farmacológicos. Sin embargo, todavía no existen pruebas suficientes que apoyen la seguridad y eficacia de estos tratamientos para la depresión en el Parkinson. Preocupa también que algunos antidepresivos pueden empeorar los síntomas motores o reducir la eficacia de otros tratamientos del Parkinson.5 Del mismo modo, hay escasas pruebas a favor o en contra del tratamiento del dolor, la somnolencia diurna excesiva y la demencia en el Parkinson mediante tratamientos de referencia.5 El tratamiento eficaz de cada uno de los síntomas debe ser gestionado caso por caso ya que los individuos responden de diferente manera a los distintos medicamentos en cuanto a eficacia y posibles efectos secundarios. 11. ¿HAY TRATAMIENTOS QUE SEAN EFICACES PARA LOS SÍNTOMAS MOTORES Y LOS NO MOTORES? Debido a que algunos síntomas motores y no motores se producen por la misma causa subyacente, es decir, la reducción de dopamina en el cerebro, es posible que el tratamiento que resuelve este desequilibrio comporte una mejoría de ambos tipos de síntomas. Algunos síntomas no motores responden a este tipo de tratamiento, a saber: cansancio, depresión, apatía, ansiedad, disfunción eréctil, algunas anomalías urinarias, dolor, estreñimiento, piernas inquietas y movimientos periódicos de las extremidades.13,14,15 Otros síntomas no responden y pueden incluso empeorar con la terapia de reemplazo de dopamina. Éstos incluyen: síndrome de hiperpirexia de Parkinson (un aumento brusco de la temperatura corporal), edema de la pierna (inflamación de las piernas), complicaciones cardíacas, alucinaciones, delirios, somnolencia diurna excesiva, insomnio, náuseas, diarrea, estreñimiento e hipotensión ortostática (un descenso repentino de la presión arterial).15 Un médico especialista en Parkinson podrá recomendar qué tratamientos son adecuados para tratar los síntomas individuales de cada persona. 57 12. ¿CUÁNDO SE DEBE INICIAR EL TRATAMIENTO DE LOS SÍNTOMAS NO MOTORES? Cuanto antes se traten eficazmente los síntomas, menores repercusiones tendrán en la calidad de vida, aun cuando se tengan en cuenta los posibles efectos secundarios. Las personas que no están siendo tratadas por sus síntomas de Parkinson obtienen una puntuación inferior en las pruebas de calidad de vida.16 También hay cada vez más pruebas que indican que determinados tratamientos para el Parkinson pueden ser eficaces para retrasar la progresión de la enfermedad,17,18 permitiendo una mejor calidad de vida durante más tiempo.9,12 Se espera que una mejor comprensión de los síntomas no motores ayude a hacer un diagnóstico precoz y por lo tanto a acceder antes al tratamiento. 13. ¿EXISTEN ALTERNATIVAS A LOS TRATAMIENTOS FARMACOLÓGICOS DE LOS SÍNTOMAS NO MOTORES? El ejercicio y los cambios en el estilo de vida pueden mejorar la salud y el desempeño en las personas con Parkinson, tanto en el caso de los síntomas motores como no motores. Se cree que los cambios en el estilo de vida, como el ejercicio regular y la fisioterapia, ayudan a mejorar los síntomas motores, lo cual a su vez es eficaz para abordar los sentimientos de depresión y la ansiedad. Asimismo, para determinados síntomas no motores, la adopción de medidas tales como seguir un régimen de alimentación rico en fibras puede ayudar a mejorar el estreñimiento. Sin embargo, la cantidad de investigaciones en este campo ha sido limitada y es posible que con más estudios se descubran tratamientos no farmacológicos adicionales. 14. ¿PODRÍA UN EFECTO SECUNDARIO DEL TRATAMIENTO PARA EL PARKINSON ESTAR PROVOCANDO MIS SÍNTOMAS NO MOTORES? Algunos medicamentos para los síntomas motores pueden provocar síntomas no motores como efecto secundario. Éstos pueden incluir, en diversos grados: síndrome de hiperpirexia de Parkinson (un aumento brusco de la temperatura corporal), edema de la pierna (inflamación de las piernas), complicaciones cardíacas, alucinaciones, delirios, somnolencia diurna excesiva, insomnio, náuseas, diarrea, estreñimiento e hipotensión ortostática (un descenso repentino de la presión arterial).10 Una combinación de distintos tratamientos y otros factores pueden contribuir a provocar un determinado síntoma.5 Es importante leer el prospecto para el paciente que acompaña a cada medicamento para obtener más información y consultar con un especialista para determinar la causa real subyacente de cada síntoma. 15. ¿SE ESTÁN REALIZANDO INVESTIGACIONES SOBRE LOS SÍNTOMAS NO MOTORES? Ha habido un creciente interés y reconocimiento de que los síntomas no motores son un aspecto importante y significativo del Parkinson. Como resultado, se han tomado medidas para aumentar la comprensión, con la esperanza de descubrir tratamientos eficaces y exitosos. La investigación de medicamentos es una labor que se realiza constantemente. Varios medicamentos nuevos para el Parkinson se encuentran actualmente en desarrollo9,13,14 así como nuevas técnicas quirúrgicas y tratamiento génico. 58 16. ¿DÓNDE PUEDO ENCONTRAR MÁS INFORMACIÓN ACERCA DE LOS SÍNTOMAS NO MOTORES? Hay muchas fuentes útiles de información dirigidas específicamente a los síntomas no motores. Visite estos sitios Web para obtener más información: – The Parkinson’s Disease Non-Motor group (PDNMG): www.pdnmg.com – European Parkinson’s Disease Association (Asociación Europea de la Enfermedad de Parkinson) (EPDA): www.epda.eu.com – Rewrite tomorrow (Reescribir el mañana): www.rewritetomorrow.eu.com – Coping Strategies (Estrategias para hacer frente a los problemas): www.epda.eu.com/copingstrategies – Medication and Surgical Information (Información sobre medicación y cirugía): www.epda.eu.com/medinfo – EPDA Partners and Sponsors (Socios y promotores de la EPDA): www.epda.eu.com/partners – Parkinson’s Decision Aid (Ayuda a la toma de decisiones para el Parkinson): www.parkinsonsdecisionaid.eu.com – My PD Info (Información sobre la enfermedad de Parkinson): www.myPDinfo.com REFERENCIAS 1. Chaudhuri KR, Healy DG, Schapira AH. Non-motor symptoms of Parkinson’s disease: diagnosis and management. Lancet Neurol 2006;5(3):235-45 2. Merello MJ, Fernandez HH. Message from your medical editors: September 2008: Movement Disorders Society 3. Williams DR, Lees AJ. How do patients with Parkinsonism present? A clinicopathological study. Internal Med J 2009;39(1):7-12 4. Weintraub D, Comella CL, Horn S. Parkinson’s disease – part 1: pathophysiology, symptoms, burden, diagnosis, and assessment. Am J Manag Care 2008;14(2 Suppl): S40-8 5. Parkinson’s disease: national clinical guideline for diagnosis and management in primary and secondary care. National Institute for Health and Clinical Excellence, London, 2006 12. Olanow CW, Hauser RA, Jankovic J, Langston W, Lang A, Poewe W et al. A randomized, double-blind, placebo-controlled, delayed start study to assess rasagiline as a disease modifying therapy in Parkinson’s disease (the ADAGIO study): rationale, design, and baseline characteristics. Mov Disord 2008;23(15):2194-201 6. Poewe W. Non-motor symptoms in Parkinson’s disease. Eur J Neurol 2008;15(Suppl 1):14-20 7. Antonini A. Non-motor symptoms in Parkinson’s disease. European Neurological Review 2009;4(2):25-27 8. Chaudhuri KR. Non-motor symptoms of Parkinson’s disease. Oxford: Oxford University Press, 2009 13. Poewe W, Hauser R, Lang A for the ADAGIO investigators. Rasagiline 1 mg/day provides benefits for non-motor symptoms in patients with early Parkinson’s disease. Neurology 2009;72 (11 Suppl 3):A321 (P154) 9. Olanow CW, Rascol O, Hauser R, Feigin PD, Jankovic J, Lang A et al. A double-blind, delayed-start trial of rasagiline in Parkinson’s disease. N Engl J Med 2009;361(13):1268-78 10. Parkinson Study Group. A controlled trial of rasagiline in early Parkinson’s disease. Arch Neurol 2002;59:1937-1943 11. Goetz CG, Tilley BC, Shaftman SR. Movement Disorders Society-sponsored revision of the United Parkinson’s Disease Rating Scale (MDS-UPDRS): scale presentation and clinimetric testing results. Mov Disord 2008;23(15):2129-2170 14. Stocchi F for the ADAGIO investigators. Benefits of treatment with rasagiline in fatigue symptoms in patients with early Parkinson’s disease. Neurology 2009;72 (11 Suppl 3):A321(P2559) 15. Chaudhuri KR, Schapira AH. Non-motor symptoms of Parkinson’s disease: dopaminergic pathophysiology and treatment. Lancet Neurol 2009;8(5):464-74 59 16. UK PD Non Motor Group. Report of the fourth meeting of the UK PD Non Motor Group: Non-motor symptoms of PD: what’s new? UK PD Non Motor Group, London,2009 17. Findley L and Baker MG for European Parkinson’s Disease Association. Impact of Parkinson’s disease on patient participation in daily life: results of an international survey (1999). www.epda.eu.com/ pd-resources (accessed 6th June 2010) 18. Rahman S, Griffin HJ, Quinn NP, Jahanshahi M. Quality of life in Parkinson’s disease: the relative importance of the symptoms. Mov Disord 2008;23(10): 1428-34 DOCUMENTACIÓN DE UTILIDAD INCIDENCIA Y REPERCUSIONES Adler CH. Nonmotor complications in Parkinson’s disease. Mov Disord 2005;20 (Suppl 11):S23-29 Barone P, Antonini A, Colosimo C et al. The PRIAMO study: a multicenter assessment of nonmotor symptoms and their impact on quality of life in Parkinson’s disease. Mov Disord 2009;24(11):1641-1649 Carter JH, Stewart BJ, Lyons KS, Archbold PG. Do motor and nonmotor symptoms in PD patients predict caregiver strain and depression? Mov Disord 2008;23(9):1211-1216 Chaudhuri KR, Healy DG, Schapira AH. Non-motor symptoms of Parkinson’s disease: diagnosis and management. Lancet Neurol 2006;5(3):235-245 Chaudhuri KR, Martinez-Martin P, Schapira AH et al. International multicenter pilot study of the first comprehensive self-completed nonmotor symptoms questionnaire for Parkinson’s disease: the NMSQuest study. Mov Disord 2006;21(7): 916-923 Chaudhuri KR, Naidu Y. Early Parkinson’s disease and non-motor issues. J Neurol 2008;255 (Suppl 5):33-38 Chaudhuri KR, Schapira AH. Non-motor symptoms of Parkinson’s disease: dopaminergic pathophysiology and treatment. Lancet Neurol 2009;8(5):464-474 Cheon SM, Ha MS, Park MJ, Kim JW. Nonmotor symptoms of Parkinson’s disease: prevalence and awareness of patients and families. Parkinsonism Relat Disord 2008;14(4):286-290 Cheon SM, Park MJ, Kim WJ, Kim JW. Non-motor off symptoms in Parkinson’s disease. J Korean Med Sci 2009;24(2):311-314 Cubo E, Martin PM, Martin-Gonzalez JA, Rodriguez-Blazquez C, Kulisevsky J. Motor laterality asymmetry and nonmotor symptoms in Parkinson’s disease. Mov Disord 2010;25(1):70-75 Dotchin CL, Jusabani A, Walker RW. Non-motor symptoms in a prevalent population with Parkinson’s disease in Tanzania. Parkinsonism Relat Disord 2009;15(6):457-460 Martinez-Martin P, Schapira AH, Stocchi F et al. Prevalence of nonmotor symptoms in Parkinson’s disease in an international setting; study using nonmotor symptoms questionnaire in 545 patients. Mov Disord 2007;22(11):1623-1629 Muzerengi S, Contrafatto D, Chaudhuri KR. Non-motor symptoms: identification and management. Parkinsonism Relat Disord 2007;13 (Suppl 3):S450-456 O’Sullivan SS, Williams DR, Gallagher DA, Massey LA, Silveira-Moriyama L, Lees AJ. Nonmotor symptoms as presenting complaints in Parkinson’s disease: a clinicopathological study. Mov Disord 2008;23(1): 101-106 Pfeiffer RF. Parkinson disease. Nonmotor symptoms in Parkinson disease: the PRIAMO study. Nat Rev Neurol 2009;5(10):531-532 Poewe W. Non-motor symptoms in Parkinson’s disease. Eur J Neurol 2008;15 Suppl 1:14-20 Rodriguez-Oroz MC, Jahanshahi M, Krack P et al. Initial clinical manifestations of Parkinson’s disease: features and pathophysiological mechanisms. Lancet Neurol 2009;8(12):1128-1139 60 Simuni T, Sethi K. Nonmotor manifestations of Parkinson’s disease. Ann Neurol 2008;64 (Suppl 2):S65-80 Stacy M, Hauser R. Development of a Patient Questionnaire to facilitate recognition of motor and non-motor wearing-off in Parkinson’s disease. J Neural Transm 2007;114(2):211-217 Zesiewicz TA, Sullivan KL, Hauser RA. Nonmotor symptoms of Parkinson’s disease. Expert Rev Neurother 2006;6(12): 1811-1822 SÍNTOMAS COGNITIVOS Y PSIQUIÁTRICOS Aarsland D, Beyer MK, Kurz MW. Dementia in Parkinson’s disease. Curr Opin Neurol 2008;21(6):676-682 Barbas NR. Cognitive, affective, and psychiatric features of Parkinson’s disease. Clin Geriatr Med 2006;22(4):773-796, v-vi Galvin JE. Cognitive change in Parkinson disease. Alzheimer Dis Assoc Disord 2006;20(4):302-310 Goetz CG, Emre M, Dubois B. Parkinson’s disease dementia: definitions, guidelines, and research perspectives in diagnosis. Ann Neurol 2008;64(Suppl 2):S81-92. Jones CA, Pohar SL, Patten SB. Major depression and health-related quality of life in Parkinson’s disease. Gen Hosp Psychiatry 2009;31(4):334-340 Martinez-Martin P, Rodriguez-Blazquez C, Abe K et al. International study on the psychometric attributes of the non-motor symptoms scale in Parkinson disease. Neurology 2009;73(19):1584-1591 Montel S, Bonnet AM, Bungener C. Quality of life in relation to mood, coping strategies, and dyskinesia in Parkinson’s disease. J Geriatr Psychiatry Neurol 2009;22(2):95-102 Verbaan D, Marinus J, Visser M et al. Cognitive impairment in Parkinson’s disease. J Neurol Neurosurg Psychiatry 2007;78(11):1182-1187 Verbaan D, van Rooden SM, Visser M, Marinus J, Emre M, van Hilten JJ. Psychotic and compulsive symptoms in Parkinson’s disease. Mov Disord 2009;24(5):738-744 Pacchetti C, Manni R, Zangaglia R et al. Relationship between hallucinations, delusions, and rapid eye movement sleep behavior disorder in Parkinson’s disease. Mov Disord 2005;20(11): 1439-1448 Weintraub D, Comella CL, Horn S. Parkinson’s disease--Part 3: Neuropsychiatric symptoms. Am J Manag Care 2008;14(2 Suppl):S59-69 Reijnders JS, Ehrt U, Lousberg R, Aarsland D, Leentjens AF. The association between motor subtypes and psychopathology in Parkinson’s disease. Parkinsonism Relat Disord 2009;15(5):379-382 Wolters E. PD-related psychosis: pathophysiology with therapeutical strategies. J Neural Transm Suppl 2006(71):31-37 Richard IH. Depression and apathy in Parkinson’s disease. Curr Neurol Neurosci Rep 2007;7(4): 295-301 Stamey W, Jankovic J. Impulse control disorders and pathological gambling in patients with Parkinson disease. Neurologist 2008;14(2):89-99 61 TRASTORNOS DEL SUEÑO, CANSANCIO Comella CL. Sleep disorders in Parkinson’s disease: an overview. Mov Disord 2007;22 Suppl 17:S367-373 Gunn DG, Naismith SL, Lewis SJ. Sleep disturbances in Parkinson disease and their potential role in heterogeneity. J Geriatr Psychiatry Neurol 2010;23(2):131-7 Hagell P, Brundin L. Towards an understanding of fatigue in Parkinson disease. J Neurol Neurosurg Psychiatry 2009;80(5): 489-492 SÍNTOMAS AUTÓNOMOS, DOLOR Beiske AG, Loge JH, Ronningen A, Svensson E. Pain in Parkinson’s disease: prevalence and characteristics. Pain 2009;141(1-2):173-177 Defazio G, Berardelli A, Fabbrini G et al. Pain as a nonmotor symptom of Parkinson disease: evidence from a case-control study. Arch Neurol 2008;65(9): 1191-1194 TRATAMIENTOS Chan DK, Cordato DJ, O’Rourke F. Management for motor and non-motor complications in late Parkinson’s disease. Geriatrics 2008;63(5): 22-27 Coelho M, Ferreira J, Rosa M, Sampaio C. Treatment options for non-motor symptoms in late-stage Parkinson’s disease. Expert Opin Pharmacother 2008;9(4): 523-535 Fujimoto K. Management of non-motor complications in Parkinson’s disease. J Neurol 2009;256 (Suppl 3):299-305 Honig H, Antonini A, Martinez-Martin P et al. Intrajejunal levodopa infusion in Parkinson’s disease: a pilot multicenter study of effects on nonmotor symptoms and quality of life. Mov Disord 2009;24(10):1468-1474 Nebe A, Ebersbach G. Pain intensity on and off levodopa in patients with Parkinson’s disease. Mov Disord 2009;24(8): 1233-1237 Evatt ML, Chaudhuri KR, Chou KL et al. Dysautonomia rating scales in Parkinson’s disease: sialorrhea, dysphagia, and constipation – critique and recommendations by movement disorders task force on rating scales for Parkinson’s disease. Mov Disord 2009;24(5): 635-646 Poewe W. Dysautonomia and cognitive dysfunction in Parkinson’s disease. Mov Disord 2007;22 (Suppl 17):S374-378 Merello M. Sialorrhoea and drooling in patients with Parkinson’s disease: epidemiology and management. Drugs Aging 2008;25(12):1007-1019 Horstink M, Tolosa E, Bonuccelli U, Deuschl G, Friedman A, Kanovsky P, Larsen JP, Lees A, Oertel W, Poewe W, Rascol O, Sampaio C; European Federation of Neurological Societies; Movement Disorder Society-European Section. Review of the therapeutic management of Parkinson’s disease. Report of a joint task force of the European Federation of Neurological Societies (EFNS) and the Movement Disorder Society-European Section (MDS-ES). Part II: late (complicated) Parkinson’s disease. Eur J Neurol. 2006;13(11):1186-1202 Kim HJ, Park SY, Cho YJ et al. Nonmotor symptoms in de novo Parkinson disease before and after dopaminergic treatment. J Neurol Sci 2009;287(1-2):200-204 62 Winge K, Fowler CJ. Bladder dysfunction in Parkinsonism: mechanisms, prevalence, symptoms, and management. Mov Disord 2006;21(6):737-745 Lou JS, Dimitrova DM, Park BS et al. Using modafinil to treat fatigue in Parkinson disease: a double-blind, placebo-controlled pilot study. Clin Neuropharmacol 2009;32(6):305-310 Stacy MA, Murck H, Kroenke K. Responsiveness of motor and nonmotor symptoms of Parkinson disease to dopaminergic therapy. Prog Neuropsychopharmacol Biol Psychiatry 2010;34(1):57-61 Nyholm D, Scott B. Patient-perceived outcome of duodenal levodopa infusion in advanced Parkinson’s disease. European Neurological Journal 2010; 2(1):1-8 Witjas T, Kaphan E, Regis J et al. Effects of chronic subthalamic stimulation on nonmotor fluctuations in Parkinson’s disease. Mov Disord 2007;22(12):1729-1734 Reichmann H, Ziemssen T. Treatment strategies for nonmotor manifestations of Parkinson’s disease. Expert Opin Pharmacother 2009;10(5):773-784 Zibetti M, Torre E, Cinquepalmi A et al. Motor and nonmotor symptom follow-up in parkinsonian patients after deep brain stimulation of the subthalamic nucleus. Eur Neurol 2007;58(4):218-223 Rektorova I, Balaz M, Svatova J et al. Effects of ropinirole on nonmotor symptoms of Parkinson disease: a prospective multicenter study. Clin Neuropharmacol 2008;31(5):261-266 Lemke MR. Dopamine agonists in the treatment of non-motor symptoms of Parkinson’s disease: depression. Eur J Neurol 2008;15(Suppl 2):9-14 Verbaan D, Marinus J, Visser M, van Rooden SM, Stiggelbout AM, van Hilten JJ. Patient-reported autonomic symptoms in Parkinson disease. Neurology 2007;69(4): 333-341 GLOSARIO Calidad de vida relacionada con la salud (Health-Related Quality of Life, HRQoL) Una medida que evalúa los efectos de enfermedades crónicas. Se utiliza para comprender mejor cómo una enfermedad interfiere en la vida cotidiana de una persona Acetilcolina Un neurotransmisor del sistema nervioso central y el sistema nervioso periférico Agonista de la dopamina Un tipo de medicamento que activa los receptores de la dopamina en ausencia de dopamina Clozapina Un neuroléptico de clase atípica que se utiliza para tratar la psicosis Alprazolam Un ansiolítico de la clase de las benzodiazepinas Cognición El proceso de pensamiento Amitriptilina Un antidepresivo de la clase de los tricíclicos Cuerpos de Lewy Una masa anormal de proteína que se desarrolla dentro de las células nerviosas en la enfermedad de Parkinson y algunos otros trastornos Anhedonia La incapacidad de experimentar emociones placenteras con actividades normalmente agradables Delirio Un estado de confusión aguda Anticolinérgico Una sustancia que bloquea el neurotransmisor acetilcolina Diplopía Visión doble Disfagia Dificultad para deglutir Apomorfina Un medicamento antiparkinsoniano de la clase de los agonistas de la dopamina Domperidona Un antidopaminérgico que se utiliza para tratar las náuseas, los vómitos y la gastroparesis Biorregulación Una técnica que utiliza equipos electrónicos de control para obtener información sobre una función involuntaria del sistema nervioso autónomo. La biorregulación se puede utilizar para enseñar a un individuo a controlar las funciones corporales que son normalmente automáticas Dopamina Un neurotransmisor que se produce en varias zonas del cerebro, incluyendo la sustancia nigra. Cuando se administra la dopamina como un fármaco, no afecta directamente al sistema nervioso central porque no puede cruzar la barrera hematoencefálica. Para aumentar la cantidad de dopamina en el cerebro en el Parkinson, se puede utilizar levodopa, el precursor de la dopamina, porque puede cruzar la barrera hematoencefálica Bradicinesia Lentitud anormal del movimiento; lentitud de las respuestas físicas y mentales 63 Escala Unificada de Evaluación de la Enfermedad de Parkinson (UPDRS) Una escala que se utiliza para seguir la progresión de la enfermedad de Parkinson. La versión recientemente actualizada de la escala se divide en cuatro secciones: Parte I: aspectos no motores de las experiencias de la vida cotidiana Parte II: aspectos motores de las experiencias de la vida cotidiana Parte III: examen motor Parte IV: complicaciones motoras Hipomimia Disminución de la expresión facial Escala UPDRS para los síntomas motores La parte de la escala UPDRS que evalúa los síntomas motores y sus complicaciones Levodopa/benseracida Esta combinación de medicamentos también se denomina algunas veces co-beneldopa. Se utiliza en el Parkinson para aumentar los niveles de dopamina en el cerebro Hipotensión ortostática Un descenso repentino de la presión arterial al ponerse en pie que causa sensación de mareo. A veces conocido como hipotensión postural Levodopa Precursora de los neurotransmisores dopamina, noradrenalina y adrenalina; la levodopa se utiliza en el tratamiento clínico del Parkinson y la distonía sensible a dopamina Estimulación cerebral profunda (ECP) Un tratamiento quirúrgico que consiste en la implantación de un dispositivo médico que estimula partes específicas del cerebro con impulsos eléctricos Marcha El patrón de movimiento de las extremidades. La marcha parkinsoniana se caracteriza por pequeños pasos arrastrados y una lentitud general de movimiento o incluso ausencia de movimiento Gastroparesis Vaciamiento gástrico retardado Mosaprida Un medicamento que acelera el vaciamiento gástrico Gastrostomía endoscópica percutánea o catéter PEG Un tipo de catéter de alimentación que se inserta a través del abdomen, directamente en el estómago Motilidad La capacidad de transportar los alimentos a través del tubo digestivo Higiene del sueño Comportamientos o factores medioambientales que pueden afectar a la capacidad de una persona para conciliar el sueño Neuroléptico Un tipo de medicamento que se utiliza principalmente para tratar la psicosis, tales como delirios, alucinaciones y trastornos del pensamiento Hipomanía Una fascinación compulsiva con tareas repetitivas y mecánicas, tal como montar y desmontar artículos, agrupación o clasificación de objetos domésticos, y la ejecución de éstas Obstipación Estreñimiento agudo Olfato El sentido del olfato 64 Parasomnias Un tipo de trastorno del sueño que consiste en movimientos, comportamientos, emociones, percepciones y sueños anormales y antinaturales. Pueden ocurrir al quedarse dormido, al dormir o al despertarse Parestesia Una sensación punzante, de hormigueo o de entumecimiento de la piel. En términos coloquiales se describe a veces como “hormigueo” Polisomnografía Un registro completo de los cambios biofisiológicos que se producen durante el sueño Pramipexola Un medicamento antiparkinsoniano de la clase de los agonistas de la dopamina Psicosis Cualquier forma de trastorno mental grave en el que el contacto del individuo con la realidad alcanza un nivel alto de distorsión. Las personas que experimentan psicosis muestran a menudo cambios de personalidad, comportamiento inapropiado y un deterioro del funcionamiento social normal Rasagilina Un medicamento antiparkinsoniano de la clase de los inhibidores de la MAO-B (monoaminooxidasa tipo B) de la segunda generación Ropinirol Un medicamento antiparkinsoniano de la clase de los agonistas de la dopamina Seborrea Excreción excesiva de sebo o una alteración de su calidad que produce una capa grasienta, costras o escamas en la piel Selegilina Un medicamento antiparkinsoniano de la clase de los inhibidores de la MAO-B (monoaminooxidasa tipo B) Sistema nervioso autónomo Parte del sistema nervioso periférico que controla el funcionamiento que se localiza muy por debajo del nivel de la conciencia, por ejemplo la frecuencia cardíaca, la digestión, la salivación, la transpiración, el diámetro de las pupilas, la micción y la excitación sexual Sistema nervioso central (SNC) Contiene la mayor parte del sistema nervioso y consta del cerebro, la médula espinal y la retina Sueño con movimientos oculares rápidos (REM) Una fase normal del sueño caracterizada por los movimientos rápidos de los ojos. Es fisiológicamente diferente de las otras fases del sueño y es la fase en la que tienen lugar en su mayor parte los sueños que se recuerdan más vívidamente Sustancia nigra Una estructura cerebral que se localiza en el mesencéfalo y que tiene un papel importante en la recompensa, la adicción y el movimiento. La enfermedad del Parkinson es causada por la muerte de las neuronas dopaminérgicas de la sustancia nigra Trastorno del comportamiento del sueño desincronizado REM Un trastorno del sueño que se caracteriza por un comportamiento anormal durante la fase de sueño REM así como por la ausencia de parálisis muscular normal. Se asocia con un movimiento que va desde simples fasciculaciones en las extremidades hasta una actividad más compleja y a veces violenta en la que las personas parecen estar representando inconscientemente sus sueños Trastorno neuropsiquiátrico Una enfermedad del sistema nervioso 65 66 AGRADECIMIENTOS La EPDA reconoce con gratitud la colaboración y el apoyo de todos los que han contribuido a la producción de La Vida con Parkinson – Síntomas No Motores y sus esfuerzos por ayudar a la EPDA a fomentar la toma de conciencia sobre las repercusiones que el Parkinson tiene en la calidad de vida: Abbott Products Operations AG, Association of Physiotherapists in PD Europe (APPDE), The Cure Parkinson’s Trust (CPT), European Federation of Neurological Associations (EFNA), European Federation of Neurological Societies (EFNS), Medtronic, Medtronic Foundation, Merck Serono, National Tremor Foundation (Reino Unido), St. Jude Medical, UCB Pharma S.A, World Federation of Neurology (WFN) y WHO Working Group on PD. ILUSTRACIONES E IMÁGENES ESPECIALISTAS EN PARKINSON Australia Anne Atkin Heather Eager Alemania Heinz Reichmann Grecia Elias Kontogiannis Italia Angelo Antonini Fabrizio Stocchi Israel Tsipi Shaish Países Bajos Bastiaan R. Bloem Luxemburgo Sylvie Mersch Jean-Michel Schmartz Pierre Schreiner Reino Unido Chandni Chandiramani K. Ray Chaudhuri Kartik Logishetty Suecia Harold Berglund Annika Laack Kristina Löfdahl Pär Ohrberg República Checa Petr Dušek Evžen Růžička CONCEPTO Y DISEÑO GRÁFICO AGRADECIMIENTO ESPECIAL Boyplaygirl (B.P.G. diseño HB), Estocolmo, Suecia La EPDA quisiera expresar su especial agradecimiento a H. Lundbeck A/S y a Teva Pharmaceutical Industries por su permanente colaboración y apoyo sustancial al desarrollo y lanzamiento de la campaña de concienciación La vida con Parkinson – Síntomas No Motores y a todas las personas que han aportado sus historias personales. Suecia Per Odin DVD Y FOTOGRAMAS Animech AB, Uppsala, Suecia 67 VISIÓN LA VIDA CON PARKINSON La campaña La vida con Parkinson tiene por objeto reducir la carga económica fomentando la toma de conciencia para garantizar que todas las personas con Parkinson y sus familias tengan acceso a una atención adecuada y a un tratamiento adecuado a su debido tiempo. Los materiales de la campaña contienen historias personales que describen las dificultades experimentadas por personas con Parkinson y sus familias de distintas partes del mundo y sus consecuencias para la vida cotidiana. Permitir una vida plena con Parkinson apoyando al mismo tiempo la búsqueda de una cura Para obtener más información sobre la labor de la EPDA, visite www.epda.eu.com o póngase en contacto con: [email protected] Copyright © 2011 European Parkinson’s Disease Association (EPDA). Todos los derechos reservados. Todas las marcas registradas reconocidas. La Parte 1 pone de relieve la importancia de un diagnóstico y tratamiento tempranos para retrasar la progresión de la enfermedad y prolongar una buena calidad de vida. Ilustra la gran repercusión del Parkinson en los últimos estadios en que las repercusiones en la sociedad alcanzan su punto álgido. La Parte 2 se centra en los síntomas no motores para demostrar las dificultades con las que tienen que enfrentarse las personas con Parkinson diariamente y continúa destacando las repercusiones en la sociedad. Todos los materiales están disponibles en múltiples idiomas en www.parkinsonsawareness.eu.com Todos los derechos reservados. Por el presente medio, la EPDA concede permiso para el uso no comercial, parcial o completo, de esta publicación, textualmente con el debido reconocimiento a La vida con Parkinson y a la EPDA. También se concede permiso para la distribución a través de transmisión electrónica o enlace con la versión no alterada en archivo PDF Adobe Acrobat® de esta publicación almacenada en el sitio web Parkinson’s Awareness de la EPDA (www.parkinsonsawareness.eu.com). No se concede ningún permiso para trabajos derivados que puedan realizarse en cualquier forma, reproducción de impresión o para su inclusión en cualquier labor comercial, sin el consentimiento previo por escrito de la EPDA. ACERCA DE LA EPDA La EPDA cuenta con 45 organizaciones miembros y es el defensor de los derechos y las necesidades de 1,2 millones de personas con Parkinson y sus familias en Europa. Su objetivo es fomentar la toma de conciencia para garantizar que todas las personas con Parkinson y sus familias tengan acceso a una atención adecuada y a un tratamiento adecuado a su debido tiempo. La EPDA es una organización marco no política, no religiosa y no lucrativa para las organizaciones europeas de pacientes con Parkinson. La Asociación es una organización benéfica registrada en Bruselas (Numéro de l’association: 8727/2000, No TVA ou no entreprise: 465299201) y regida por la legislación Belga del 25 de octubre de 1919, modificada por la Ley del 6 de diciembre de 1954. 68