Herramientas para Excavar más Hondo Esencial del Mensaje

Herramientas para Excavar más Hondo Esencial del Mensaje

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Elías: Un Hombre Como Nosotros
Un Hombre de Dios… Una Promesa de Dios
1 Reyes 18:41 – 46
Esencial del Mensaje
En el Monte Carmelo, el pueblo de Dios vio y sintió el calor del fuego de Dios, que era una
imagen viva del carácter santo de Dios. Nada como esto se había visto desde lo ocurrido en
el Monte Sinaí, cuando Israel presenció las llamas y truenos de la presencia de Dios. Antes
de cruzar a la Tierra Prometida, Moisés les advirtió una cosa con respecto a Dios: “Porque el
SEÑOR vuestro Dios es fuego consumidor, un Dios celoso” (Deuteronomio 4:24). Cuando
el fuego de Dios consumió el sacrificio de Elías junto con las piedras del altar, el profeta
no tuvo que decirle al pueblo cómo debía responder. Ellos, por instinto, cayeron postrados
rostro a tierra delante de Jehová diciendo: “El Señor, Él es Dios”. El arrepentimiento de Israel
señaló el fin de los tres años de juicio sobre la tierra. Muy pronto, la disciplina de Dios en
forma de sequía terminaría, y la lluvia de bendiciones refrescaría a Israel una vez más.
Porque volvería muy pronto a llover, tal como el Señor lo había prometido.
Explorando el Camino
1. ¿Promesas Personales o Universales?
La Biblia es la Palabra infalible y confiable de Dios. Él la ha preservado para revelarnos
su voluntad agradable y perfecta, para ayudarnos en nuestras luchas, consolarnos en
nuestras aflicciones y equiparnos para que permanezcamos firmes en las pruebas. Sin
embargo, no todas y cada una de las promesas que se encuentran en la Biblia fueron
escritas para que las reclamemos como nuestras y dependamos de ellas.
2. ¿Promesas Condicionales o Incondicionales?
Cada promesa tiene que ser debidamente estudiada verificando si es condicional o
incondicional. Si es que se trata de una promesa condicional, no será cumplida, aunque
esta promesa sea universal, sin antes cumplir con la parte que nos corresponde.
3. La Promesa de Dios para Elías (1 Reyes 18:41)
Aquí encontraremos a un hombre que reclamó una promesa personal, una promesa
que ya no está vigente en nuestros días; esta promesa fue condicional, es decir, no
fue diseñada para que nosotros la reclamáramos, sino para que Elías la reclamara
cumpliendo la condición correspondiente.
4. De Rodillas Frente a la Promesa (1 Reyes 18:42 – 46)
Si leemos esto con cuidado, encontraremos cinco maravillosos componentes en la
oración de Elías al reclamar la promesa de Dios: Elías. . .
• Se apartó a un lugar solitario. • Fue persistente.
• Se humilló.
• Se mantuvo a la expectativa.
• Fue específico.
Emprendiendo Su Propio Viaje
Dos lecciones para aprender de 1 Reyes y de Santiago 5:
1. La oración es emocionante, pero nunca es glamorosa.
2. Muchas promesas están a nuestra disposición, pero no nos llegan automáticamente.
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El mensaje y el bosquejo copyright ˝ 2011 por Charles R. Swindoll, Inc.
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