Las AFP discriminan a las mujeres

Transcripción

Las AFP discriminan a las mujeres
Análisis
Las AFP
discriminan
a las mujeres
M
aría Teresa Gómez, de 62 años,
jubiló con una pensión de 104 mil
pesos. Recuerda que ella y sus compañeras
fueron presionadas por su empleador para
cambiarse al sistema de Administradoras de
Fondos de Pensiones (AFP) implementado
en 1981 por el ministro de Pinochet, José
Piñera, que echó abajo el sistema solidario de
pensiones. Las AFPs prometieron pensiones
de hasta el 70% de la última remuneración,
pero no han superado el 30%.
La privatización del sistema previsional,
que reemplazó el sistema de reparto solidario
por uno de capitalización individual, eliminó
la contribución patronal, permaneciendo
solo el aporte del trabajador, que quedó en
aproximadamente 13% del salario. El sistema
de AFPs privatizó la seguridad social y convirtió los ahorros de los asalariados en capital
de especulación financiera. Fue creado en
paralelo a un mercado laboral precario, sueldos bajos e inestables, donde las mujeres han
resultado las más perjudicadas, con pensiones
un 30% inferiores a las de los hombres, lo
que constituye una arbitraria discriminación
de género por parte del Estado.
María refleja la cruda realidad de miles de
mujeres que al jubilarse a través de una AFP
quedan bajo la línea de pobreza. Y es que
en el antiguo sistema público de pensiones,
todavía vigente para las personas que en la
década del 80 lograron resistir las presiones
para cambiarse al sistema de AFPs, una
mujer tiene derecho a jubilar a los 60 años,
con una pensión vitalicia idéntica a la de un
hombre de 65 años con el mismo sueldo y
número de años contribuidos, cualquiera
sea su estado civil y número de cargas. En
las AFPs, en cambio, el hombre soltero de
65 años obtiene aproximadamente un tercio
más de pensión que la mujer. Aún si ella
renuncia a jubilar a los 60 años y posterga
esta decisión a los 65, la pensión del hombre
resulta aproximadamente un sexto mayor(1).
PENSIONES DE HAMBRE
Existe un sistema especial de seguridad
social para las fuerzas armadas y unos cien
mil civiles están en el sistema previsional antiguo. Pero más de diez millones de afiliados
están obligados a pertenecer en las AFPs. A lo
que se sumarán dos millones de trabajadores
independientes que no cotizan pero que
estarán obligados a hacerlo a contar de 2015.
El Banco Central informó a principios de
año que el 60% de los primeros cotizantes
de las AFPs no obtendrían pensiones superiores a 150 mil pesos. De aquí a 2050, más
14
PUNTO FINAL junio de 2013
MUJERES
trabajadoras:
perjudicadas
por las AFP.
de la mitad de los cotizantes de las AFPs
dependerán del aporte del Estado por la baja
densidad de cotizaciones.
Un pensionado del ex INP obtiene una
pensión cuatro veces superior a la de un
jubilado de AFP. Las cifras oficiales de la Superintendencia de Pensiones muestran que
50% de los pensionados de AFP obtienen
jubilaciones de 121.000 pesos mensuales en
promedio, y eso que han recibido el Bono
de Reconocimiento pagado por todos los
chilenos y que representa cerca del 40% de
los fondos acumulados por los pensionados.
Otro medio millón recibe 221.000 pesos
mensuales(2).
Las cifras son desalentadoras y la situación
de las mujeres es más dramática. Ricardo
Hormazábal, abogado y presidente de Acusa AFP, afirma que “en el sistema AFP un
hombre necesita 93 millones en la cuenta
para tener derecho a una pensión de 500 mil
pesos mensuales, en tanto que las mujeres
necesitan cerca de 118 millones.
El sistema AFP acentúa la inequidad de
género porque considera las cotizaciones de
toda la vida laboral activa, en vez de tomar
en cuenta los últimos años, como hacen los
sistemas públicos; y porque son aplicables
factores de tablas de mortalidad diferenciadas por género (en las rentas vitalicias y en
los retiros programados). De modo que la
suma acumulada en la cuenta individual es
dividida por el promedio de expectativa de
vida, por lo tanto, las pensiones de las mujeres son menores que las de los hombres”,
señala Hormazábal.
Para Gonzalo Cid, economista del Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo
Alternativo (Cenda), incorporar la variable
de expectativa de vida en función del género
constituye una discriminación arbitraria
contra las mujeres, la cual ha sido denunciada ante organismos internacionales como la
OIT. Según el economista, “los hombres que
viven en Las Condes tienen una expectativa
de vida 8,74 años mayor que los que viven
“Para que una persona
pueda tener en una
AFP cotizaciones
ininterrumpidas durante
cuarenta años, nunca
debería estar cesante.
El modelo neoliberal
promueve flexibilidad y
precariedad laboral, y
bajos ingresos. De esta
manera, el sistema de AFPs
es incapaz de entregar
pensiones dignas”.
en Osorno, y 6,79 años más que los de Lo
Espejo. Las personas con enfermedades del
sistema circulatorio ven reducida su esperanza de vida en 2,48 años, aquellas con
males del sistema digestivo en 1,45 años y
así sucesivamente. Sin embargo, todas estas
diferencias se pasan por alto al momento de
calcular las pensiones, aplicando la misma
tabla de esperanza de vida. Con lo cual los
habitantes de Osorno y Lo Espejo, por ejemplo, subsidian las pensiones a los habitantes
de Las Condes. Las mujeres son el único
grupo al cual se discrimina en razón de su
mayor expectativa de vida”.
LAGUNAS PREVISIONALES,
MUJERES LLEVAN LA DELANTERA
El presidente de la Asociación de Administradoras de Fondos de Pensiones, Guillermo
Arthur, señaló que las bajas pensiones se originan por defectos del mercado laboral y no del
modelo de cotización. Agregó que el monto
de la pensión depende de la regularidad con
la que un trabajador hizo cotizaciones.
Cuando se gestó el sistema de capitalización individual en 1981, se previó que con
cuarenta años cotizando regularmente, con
el 10% de ahorro obligatorio de la remune-
ración bruta, respecto a una tope imponible
del sueldo -que hoy es de 70,3 UF-, se lograría una tasa de reemplazo de un 70%. Sin
embargo, un estudio de la Subsecretaría de
Previsión Social revela que a la edad de pensión de los hombres, a los 65 años, registran
en promedio 21,8 años de cotizaciones, y las
mujeres, a los 60 años, 15,4 años. De acuerdo con la Superintendencia de Pensiones,
1,5 millones de afiliados a AFP registra más
de nueve años sin cotizaciones, las llamadas
“lagunas previsionales”.
Ricardo Hormázabal afirma que “todas las
fuentes serias confirman que la densidad de
cotizaciones, esto es, el tiempo que un afiliado
cotiza, no alcanza al 50%, lo que indica que
los trabajadores, en promedio, imponen sólo
la mitad de su vida laboral, situación que
efectivamente se origina en las modalidades
de trabajo impuestas por el modelo neoliberal,
en el cual la mujer es la más perjudicada”.
Al respecto, Gonzalo Cid señala que “para
que una persona pueda tener en una AFP cotizaciones ininterrumpidas durante cuarenta
años, nunca debería estar cesante, algo que
el modelo económico no garantiza sino más
bien impulsa hacia lo contrario. El modelo
neoliberal promueve flexibilidad y precariedad laboral y bajos ingresos. De esta manera,
el sistema de AFPs es incapaz de entregar
pensiones dignas, lo cual se demuestra con
las tasas de reemplazo que están en alrededor
del 35%, y en el caso de las mujeres como
lo ha admitido la Superintendenta de Pensiones, Solange Berstein, son del 25%”. En
una sociedad machista, la mujer siempre es
postergada y son mayormente llamadas, ante
situaciones de crisis, a abandonar el trabajo
o a dejarlo por algunos periodos.
En este sentido, la socióloga Teresa Valdés
Echenique, coordinadora del Observatorio
Género y Equidad, sostiene que “las mujeres trabajadoras de clase media estamos
condenadas a la pobreza. La inserción de
las mujeres en el mercado de trabajo está
marcada por su condición de género. La

Documentos relacionados