Síndrome de Klinefelter
Transcripción
Síndrome de Klinefelter
Síndrome de Klinefelter (Información para varones XXY) En 1942, el Dr. Harry Klinefelter y sus colaboradores, en el Massachussets General Hospital (en Boston), publicó un trabajo presentando nueve hombres con mamas aumentadas de tamaño, disminución del vello, testículos pequeños, y la ausencia de espermatozoides. A fines de la década del ’50, se descubrió que este tipo de pacientes descripto (conocidos como portadores del síndrome de Klinefelter), tenían un cromosoma sexual extra: XXY en vez de XY. Esta anormalidad cromosómica es una de las anormalidades genéticas más frecuentes conocidas, dándose en 1:500 a 1:1000 de los niños (varones) nacidos. A pesar de que la causa del síndrome (un cromosoma sexual extra) es común, los síntomas y signos característicos del síndrome son poco comunes. Muchos hombres viven sus vidas sin sospechar que tienen un cromosoma extra. Por este motivo, el “síndrome de Klinefelter” es un término que no se utiliza entre los investigadores, que prefieren describir a los hombres y a los niños con esta anormalidad como “varones XXY.” Causas No se sabe qué es lo que determina el riesgo de concebir un hijo XXY. Tanto los espermatozoides, como los óvulos, atraviesan por un proceso denominado meiosis. En este proceso, los 46 cromosomas de la célula se separan, finalmente dando origen a dos nuevas células con 23 cromosomas cada una. Antes de que se complete la meiosis, sin embargo, los cromosomas se aparean con sus correspondientes cromosomas e intercambian algo de material genético. En las mujeres, los cromosomas X se aparean; en los hombres, el cromosoma X y el cromosoma Y se aparean. Luego del intercambio, los cromosomas se separan, y la meiosis continúa. En algunos casos, los Xs o el cromosoma Y y el cromosoma X no se aparean y no intercambian material genético. Ocasionalmente, esto resulta en que se trasladen, en forma independiente, hacia la misma célula, dando origen a un óvulo con dos Xs, o a espermatozoides que contienen tanto un cromosoma X como un cromosoma Y. Cuando un espermatozoide como estos (X-Y) fertiliza un óvulo con un solo cromosoma (X), o un espermatozoide normal (Y) fertiliza a un óvulo con dos cromosomas (X-X), se produce la concepción de un varón XXY. Diagnóstico Debido a que los varones XXY, generalmente, no se diferencian del resto de los varones normales, nunca se enteran de su “cromosoma extra”. Sin embargo, los momentos con más chances de llegar al diagnóstico ocurren en ciertos períodos de la vida: antes o durante el nacimiento, infancia temprana, adolescencia, y vida adulta (como resultado de un estudio de fertilidad). En esta última situación, el médico puede notar los testículos pequeños, característicos de los hombres XXY. Además de los estudios de fertilidad, es común evaluar las hormonas (gonadotrofinas), que, con frecuencia, se encuentran elevadas. Con el cariotipo (examen de sangre) se confirma el diagnóstico. Variantes cromosómicas Pueden ocurrir, ocasionalmente, variantes del conteo cromosómico XXY, siendo el más común el mosaico XY/XXY. En esta variante, algunas de las células del cuerpo del varón tienen un cromosoma X adicional, y el resto, un conteo cromosómico normal (XY). El porcentaje de células que contienen el cromosoma extra varía entre los casos. En algunas ocasiones, los mosaicos XY/XXY pueden tener un número normal de células funcionantes en el testículo, para permitirles embarazar a través de una relación sexual normal. Existen otras variantes, que por ser extremadamente infrecuentes, no justifican su comentario. Reemplazo hormonal con testosterona Algunos varones XXY con hipogonadismo (hormona masculina baja) asociado, requieren la administración de testosterona para incrementar los caracteres sexuales secundarios (vello, barba, libido, masa muscular, fuerza, erecciones, etc.), y es importante como medida preventiva para la osteoporosis, que ocurre con mayor frecuencia en hombres con bajos niveles de testosterona. Hoy en día, existen alternativas de administración (inyección intramuscular, gel transdérmico, parches), y la elección dependerá de las preferencias del paciente. Otros hombres XXY no tienen hipogonadismo asociado, al momento del diagnóstico por infertilidad, pero requieren de un monitoreo hormonal a lo largo de la vida, ya que sí tienen una gran predisposición a que ocurra en el futuro. Infertilidad La gran mayoría de los hombres XXY no producen espermatozoides en cantidad adecuada para tener hijos por la vía natural. Sin embargo, existen algunos pocos casos en los que esto sí ha sido posible. En los pacientes en los cuales esto es más probable es en aquellos con mosaicismo (XY/XXY). El cariotipo, que es el método tradicionalmente utilizado para evaluar la constitución cromosómica de un individuo, puede no identificar el mosaicismo, por lo que no debería utilizarse este estudio, para predecir si un paciente puede o no ser fértil. Desde la aparición de la ICSI (inyección intracitoplasmática de espermatozoides), que es un grado más sofisticado de fertilización in vitro, se han obtenido embarazos y nacimientos con hombres XXY, inclusive en algunos con azoospermia, en quienes los espermatozoides se han obtenido mediante un procedimiento quirúrgico. Es por ello, que los hombres XXY deberían ser evaluados por un especialista en el tema, antes de considerar la adopción o la inseminación artificial con semen de donante. *Si Ud. padece azoospermia y desea hacer una consulta para evaluar sus posibilidades de acceder a este procedimiento, solicite una consulta con el Departamento de Andrología o comuníquese con el Dr. Raymond Osés por e-mail a [email protected] Consideraciones de salud Comparados con otros varones, los varones XXY tienen levemente incrementado el riesgo de padecer enfermedades autoinmunes. En este grupo de enfermedades, el sistema inmune, por causas desconocidas, ataca a los órganos o tejidos propios. Las enfermedades más conocidas son la Diabetes Mellitus tipo I (insulino-dependiente), la tiroiditis autoinmune, y el lupus eritematoso sistémico. La mayoría de ellas pueden ser tratadas con medicación. Los varones XXY con ginecomastia (crecimiento anormal de las mamas) tienen un riesgo aumentado de cáncer de mama: igual al de una mujer y 50 veces más que el de un hombre de la población general). Por último, los varones XXY que no reciben testosterona, pueden tener un riesgo incrementado de padecer osteoporosis, a edad más avanzada.