3. Discurso M.C. Miguel Angel Aguayo López - unites
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3. Discurso M.C. Miguel Angel Aguayo López - unites
Discurso del Maestro en Ciencias Miguel Angel Aguayo, Rector de la Universidad de Colima, Coordinador de la Red UNITeS – Latinoamérica Pernambuco, Recife, Brasil 3 de noviembre, 2005 “Dios no juega a los dados” dijo Einstein, por ello los encuentros y las conexiones no son casualidad, forman parte de un plan concebido en perfecta armonía. Hoy es un día especial. Estamos iniciando nuestra segunda reunión anual de trabajo con ustedes colegas entusiastas, representantes de las once universidades integradas en UNITeS. Nos sentimos apoyados con la presencia de los funcionarios del Programa de Voluntariado de Naciones Unidas, André Carvalho, Rita Tsering y Douglas Evangelista y profundamente agradecidos con la anfitrionía del Prof. Emanuel Dias de Olivira e Silva, Rector de la Universidad de Pernambuco y sus colaboradores que hoy nos reciben. El Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, ha dicho: “Las TICs son herramientas poderosas y tienen diversidad de aplicaciones. Nuestro reto es llevar esa capacidad al servicio de toda la humanidad” En coincidencia con ello, ya desde la primera reunión de UNITeS – Latinoamérica del año pasado en Colima –a la cual tuve la afortunada coincidencia de asistir siendo entonces Secretario General de la Universidad de Colima— este grupo planteaba ya sus expectativas con respecto a las Tecnologías de Información, expresando su visión de contar con infraestructura robusta pero sobre todo con un fuerte componente de servicios de valor y contenidos para la sociedad, que sea espacio para la creación de redes de conocimiento que potencialicen las actividades de las comunidades, que se traduzcan en calidad en los trabajos de los voluntarios, y que impacten en proyectos de salud, cultura y mejoramiento social. Estos criterios se definieron frente a la convicción de que la mejor tecnología del mundo mundo está perdida si: • • No se utiliza a su máximo potencial Si no las ponemos a trabajar para nuestras instituciones • Y más que nada... si no preparamos a los jóvenes y a las comunidades para el futuro. Por ello, como lo he señalado en otras ocasiones, ante los cambios radicales en la educación que las nuevas generaciones plantean y que no deben perderse de vista, ante la revolución científico tecnológica que nos ha llevado velozmente a lo que es ya una sociedad de la información y del conocimiento, ha generado una reestructuración de muchas de las formas presentes en las relaciones humanas y por lo tanto de las universidades1. A propósito, cito a Manuel Castells, reconocido investigador del cambiante orden socioeconómico de la Sociedad de la Información, quien señaló: “mi apuesta es que todas estas pequeñas actividades aisladas (refiriéndose a las acciones de la sociedad civil en torno a nuevas formas de expresión política) que involucran cientos de miles de personas gradualmente se irán uniendo para formar redes. Espero que el crecimiento de las redes ha de incluir eventualmente aquellas que desean combatir los efectos dañinos de otras redes. Que junto con las redes del dinero, la tecnología y la información, se desarrollen redes alternativas pero asimismo poderosas (y tan eficientes) que llevarán valores alternativos que construirán firmemente nuevas estrategias políticas globales”2. Y es aquí que encontramos como una de las bondades más importantes de la tecnología la formación de redes y no solamente redes informáticas y de telecomunicaciones, sino más importante aún: redes de personas, redes que valiéndose de cables y computadoras, y quizás de manera un tanto informal están poniendo en mutua conexión a quienes poseen talentos, intereses y objetivos complementarios… “las redes promueven los enlaces y contactos de sus miembros con otras gentes, con otras redes” 3 Desde esta perspectiva las redes tienen una gran fuerza como instrumento de transformación, como una nueva versión de la tribu, como una aldea amplificada por la informática y las transmisiones a distancia, con la suficiente energía para remodelar la sociedad, como un hogar invisible y con una gran capacidad para alterar el curso de las instituciones: entre ellas las nuestras, las universidades. Así en nuestros días la educación en su conjunto y particularmente la educación superior supone una actitud vital para el desarrollo social y económico de los países, ya que nuestra responsabilidad no se limita sólo a formar profesionistas Aguayo López, Miguel Ángel. Discurso de toma de protesta como Rector de la Universidad de Colima. 1º. de febrero, 2005. 2 Castells, Manuel. La era de la información. V.1, cap.5 3 Ferguson, M. La conspiración de acuario. 1999. p. 241 1 altamente calificados en un área específica, sino aeducar auténticos ciudadanos responsables y comprometidos éticamente con la realidad social que los rodea, capaces de insertarse en un ambiente laboral cambiante y que se mantengan permanentemente actualizados4. Esto, por supuesto, implica tomar riesgos. Tenemos la capacidad de crear espacios y proponer prácticas novedosas y en nuestro caso particular como UNITeS tenemos la capacidad de plantear una dinámica de fortalecimiento de nuestra red basado en una estrategia sólida. Observemos con atención la experiencia del año anterior, analícémosla e intégrémonos a participar intensamente estos días compartiendo sus ideas con el resto del grupo. Tomemos los riesgos. La divisa principal de nuestro programa Unites-Latinoamérica es el liderazgo juvenil, su esencia es crear actitudes en los futuros profesionales que les sensibilicen con la sociedad, que participen en el cambio, que estén comprometidos con su medio ambiente. Como Rector, pero sobre todo a nivel personal creo mucho en los jóvenes, creo en la fuerza que los impulsa a transformar el mundo para mejor, creo en su inteligencia, en su entrega, en su compromiso; lo se como profesor, como universitario, como padre de familia. Esa fuerza es como un huracán y debidamente canalizada proporcionará nuevas bases para que la comunidad estudiantil desarrolle redes de solidaridad social, una red grande de miembros con una educación superior, que sean muy activos, con capacidad de negociación, de liderazgo, familiarizados con los temas del desarrollo sustentable y sensibles a lo humano. Hace un año como resultado de la primera reunión de nuestra red se firmó la DECLARATORIA COLIMA 2004 en la cual se expresó la confianza en los resultados del trabajo en red, responsable y comprometido, con objetivos basados en la reflexión, en la certeza de que el voluntariado despierta la conciencia para ver más allá de las propias necesidades y brinda con ello mejores oportunidades para resolver la problemática de las comunidades. Expresábamos entonces nuestra responsabilidad de propiciar la nueva cultura global, incluyente, comprometida con el bien común, respetuosa de los valores de cada persona y del entorno y nos comprometimos a crear las condiciones para el desarrollo sustentable, visualizando la reducción de la brecha digital. Desde aquella ocasión estuvimos de acuerdo con los elementos de definición de la Red Latinoamericana de Voluntarios Universitarios en UNITeS y por ello, nos motivamos con el potencial de transformación de los jóvenes líderes, con la capacidad de nuestras instituciones y expresamos la determinación para encontrar las soluciones que nuestras sociedades requieren, nos sumamos para conformar una red responsable y dinámica solidaria con los compromisos de dicha declaratoria. 4 Aguayo López, Miguel Ángel. Ibidem. Estamos conscientes de que esto solamente se logrará con acciones de colaboración entre nuestras instituciones que desean sumarse a la causa por la reducción de brechas en América Latina. La revolución de la tecnología de información ha transformado nuestra manera de pensar, consumir, comprar y vender, educarnos, comunicarnos y como el mismo Castells señala: “ha transformado nuestra manera de vivir, morir y hacer el amor.”5 Esto último se puede interpretar de muchas maneras, el día de hoy les propongo que lo entendamos como un concepto muy amplio, como amor por lo que se hace, como compromiso, como estrategias de trabajo. La gran impulsora y líder moral del programa de voluntarios que fue Sharon CapelinAlakija, estaría muy complacida y seguramente nos estaría diciendo: ¡Adelante! 5 Lefot, Rene. “Entrevista a Manuel Castells” En El correo de la UNESCO¸1999.