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 EL ROL DEL ASESOR A lo largo de este documento, reflexionaré acerca del rol del asesor, ámbitos e introduzco la mejora. Mediante reflexiones de diferentes autores y propias. Comienzo por analizar una de las frases de la definición de Aubrey: “El asesoramiento es un servicio indirecto que tiene lugar entre profesionales de estatus coordinado”. ¿Que significa que es es un servicio indirecto? “… Se suele definir como un servicio indirecto , porque no recae en los clientes de la institución, estudiantes, ancianos o enfermos, sino que incide indirectamente sobre éstos al servir al profesional que trata con la clientela” Rodríguez Romero, Mª.M. Es decir, en el asesoramiento éste afecta a los agentes sobre los que tiene que actuar el asesor; el profesor actuará asesorando a alumnos, otros profesores… De esta forma, el asesoramiento como nos comenta también esta autora en su libro, “… repercute en el poder que tienen los grupos que participan en el proceso de asesoramiento para organizar su acción profesional comforme a sus puntos de vista, sus necesidades y sus posibilidades de desarrollo. Se entiende que siempre pensando en los últimos y principales beneficios, los estudiantes”. Por otro lado, ¿a qué se refiere cuando dice que el asesoramiento tiene lugar entre profesionales de estatus coordinado? Se refiere a que tanto asesor como asesorado pertenecen a profesiones entre las que no hay diferencias de posición y de poder. Es decir, están en el mismo nivel. Así ocurre entre el asesor de un centro y los profesores. Debemos de pensar en el asesoramiento desde un estatus coordinado, en el que no existen diferencias de posición ni poder entre asesor y asesorado, de forma que defiendo el enfoque constructivista del asesoramiento, como nos explican en esta cita se en un capítulo del libro escrito porM. Marrodán Sáenz y M. Olivén Plazaola en el que los autores defienden el enfoque constructuvista sobre el asesoramiento. “El constuctivismo es un enfoque teórico que permite la reflexión sobre el diseño, planificación y organización de los procesos de enseñanza y aprendizaje de las interrelaciones existentes entre profesor, alumno y contenido. Pero creemos que es más, que puede ser un marco de referencia para organizar las relaciones entre asesores, profesores y objeto de asesoramiento”. Marrodán Sáenz y Oliván Plazaola. En algún lugar que ya no recuerdo, he leído “el fin último del asesor es desaparecer” y considero que esta afirmación es totalmente cierta ya que esto querrá decir que ha realizado satisfactoriamente su trabajo dotándole autonomía al asesorado. Tratando ahora en este documento también sus ámbitos de actuación, analizo algunos de los factores que nos ayudan a definir el rol del asesor y que contribuyen positivamente a ir configurando el contexto de colaboración que proponen Marrodán Sáenz y Oliván Plazaola: ‐ Favorecer un cierto grado de clima afectivo, de aceptación y confianza mútua entre profesor y asesor. ‐ Ayudar a atribuir sentido a la tarea objeto de la colaboración. ‐ Potenciar una estructuración clara de las situaciones asesoras: explicitar la demanda, definir cuál es la tarea concreta de cada uno… ‐ Posibilitar la participación y las aportaciones de todos los integrantes en la tarea. ‐ Establecer relaciones claras y explícitas. ‐ Estimular y apoyar la autonomía progresiva de los equipos de profesorado. Marrodán Sáenz y Oliván Plazaola. Opino que estas nociones que proponen los autores son muy acertadas y además, como he mostrado en documentos anteriores, las situaciones en las que puede y debe intervenir el asesor son muy amplias; desde la formación en centros hasta el desarrollo organizativo; desde el desarrollo profesional hasta el diseño curricular,… y todo esto con un propósito central, la mejora de la escuela. En cuanto a que el propósito central del asesoramiento ha de ser la mejora, nos dice Escudero: “ La mejora de la educación merece ser considerada como un punto de referencia y destino del apoyo o asesoramiento pedagógico (…) El modo de entender y realizar el asesoramiento ha de asociarse a la mejora de la educación; el modo en que la entendemos y las decisiones, condiciones y contribuciones que estimemos relevantes y oportunas para que pueda ocurrir serían, desde este punto de vista, algo así como un marco de orientación y referencia para el sentido y aportaciones del asesoramiento, e incluso un criterio para valorar y validar su razón de ser y sus posibles contribuciones”. Escudero A continuación nos centramos en uno de los elementos que atañen también al quehacer del asesor: el desarrollo organizativo. El asesor debe conocer esta organización ya que entre sus funciones está el incidir también sobre ella para la mejora de la misma. Así, nos dice Escudero: “ Si la mejora tiene que construirse en la definición de sus propias finalidades, contenidos, nortes de referencia y aspiraciones, también ha de hacerlo indagando sobre el tipo de estructura, de muy diversas naturalezas, que son necesarias como soportes para su ocurrencia. (…). Algunas de tales estructuras van desde la disponibilidad de puestos escolares, hasta los tiempos de escolarización; desde la organización de los estudiantes, hasta la misma organización del profesorado (…) Por tanto, en el caso de pretender una mejora como la provisión y garantía de una buena educación para todos‐ y sería difícil otro tipo de mejora desde un punto de vista social y político de progreso educativo‐ no bastará idear grandes aspiraciones, currículos consecuentes y modelos acordes de enseñanza‐aprendizaje. Es ineludible también el plantearse si la arquitectura de nuestra educación, en lo que se refiere al aprendizaje de los estudiantes, así como al de los docentes y su trabajo, es realmente propicia como está en su diseño fundamental, requerirá retoques parciales, o incluso habría de ser drásticamente alterada para que llegue a ser facilitadora del aprendizaje en lugar de uno de los obstáculos del mismo”. Escudero. Por último en este documento, dejar otra de las reflexiones acerca de qué hacer para asesorar que defiendo: “Para poder asesorar correctamente es imprescindible equiparse con buenos argumentos y buenas evidencias, si no, no tendremos nada que aportar” Andrés Suárez Yánez