MODULO II: LENGUAJES ESPECIALES (Ia PARTE)

Transcripción

MODULO II: LENGUAJES ESPECIALES (Ia PARTE)
docente: Gabriel Andrés
8.03.2013
1
curso de Lengua española 2
Triennale 2012-13
1. Pragmasintaxis: cuestiones previas.
En las gramáticas tradicionales de lenguas como el español y el italiano se ha ligado desde siempre a las categorías de
sujeto (S) y predicado (PR), de raigambre aristotélica, un principio de distribución de los constituyentes oracionales por
el que se consideraba como orden natural, innato al pensamiento humano, éste de S + PR; de modo que, aun
reconociendo a ambas lenguas una notable libertad en la colocación de los constituyentes dentro de la oración, cualquier
desorden se condenaba en principio como anomalía.
(1)
(2)
El resto lo hice para taparla a ella.
Tutto il resto l’ho fatto per proteggere la donna.
A la policía le he dicho lo que me interesaba que
Alla polizia ho detto quel che volevo che sapesse.
supiera.
(3) Tal vez le interese a usted coleccionar historias de
Forse vuole fare la raccolta di storie di naufraghi.
náufragos.
Tradicionalmente se ha venido atribuyendo a estas “anomalías” sintácticas propósitos de contraste y de énfasis,
clasificándolas como fenómenos estilísticos más que gramaticales, en los que se hace recurso al hipérbaton en unos
casos, o bien a un ordo artificialis de los constituyentes, contrario al orden lineal natural del discurso. Hacia los años 70
del pasado siglo este tipo de explicaciones se empezó a reconsiderar de forma sistemática, ya sea en ámbito español
como italiano, extendiendo a ambas lenguas los incipientes análisis sobre cuestiones como tema, topic, foco, etc., que
con anterioridad se venían aplicando para el inglés. Resultaba evidente que construcciones como las aquí ejemplificadas
no podían ser en ningún caso fenómenos estilísticos ocasionales, pues la mayoría de los hablantes las repiten
continuamente en diferentes niveles de habla y de contextos; no eran, pues, ajenos a la propia estructura gramatical de la
lengua.
Desde nuevas bases teóricas, los desórdenes en el entramado morfosintáctico del español o del italiano permitían
evidenciar un alcance de estos fenómenos que iba más allá de la mera distorsión normativa. Bases nuevas hasta cierto
punto, puesto que con ellas se retomaban en realidad los principios teóricos sobre el estudio del theme, formulados
precedentemente por el Círculo Lingüístico de Praga, primero en afrontar estas cuestiones; o el del topic por parte de sus
continuadores en la lingüística anglosajona1. Con ellos se evidenciaba la existencia de una estructura en la frase no sólo
fonética, morfosintáctica o semántica, sino también de distribución informativa, por la que se podía caracterizar al
constituyente (o conjunto de elementos) que ocupa la posición inicial de la oración como aquél que transmite la
información dada o conocida del mensaje, que de alguna forma establece un vínculo con el discurso previo sin añadir
nada que no sepamos (o porque se ha dicho ya –cotexto– o por inferencia del contexto); mientras los constituyentes
sucesivos representarían lo que el destinatario no conoce, lo nuevo, los que hacen avanzar la información, aportando
datos nuevos de forma clara, sin necesidad de deducirlos por el contexto.
(4a)
(4b)
Ha cogido el asunto
un juez cabezota
Un juez cabezota
ha cogido el asunto
TEMA
REMA
TEMA
REMA
Ha preso in mano la questione
un giudice capoccione
Un giudice capoccione
ha preso in mano la questione
De modo que en (4a), respecto al esperado modelo de ordenación lineal (4b), no varían las funciones gramaticales, sí
en cambio la relevancia informativa de los constituyentes oracionales; las categorías de dado / nuevo, o mejor, de tema /
rema, auténticas funciones organizadoras de la información, ayudan, pues, a determinar y gobernar el orden de los
sintagmas dentro de la frase.
Se trata de categorías muy productivas, por un lado, para el análisis de las tipologías existentes entre las lenguas
naturales respecto a sus modelos de organización morfosintáctico-informativa. El español o el italiano, en concreto,
expresan estas categorías mediante variaciones entonativas y/o variaciones del orden de los constituyentes, con la
tendencia a hacer coincidir el tema con el sujeto de la predicación. Esta tendencia es la que justifica el criterio de validar
como no marcado el orden S + PR, cfr. (4b), aplicando así otro principio estructuralista praguense, el de la distinción
entre forma lingüística marcada y no marcada. Al mismo tiempo se les reconoce a estas lenguas mayor libertad que a
otras para volver temáticos o remáticos diversos constituyentes oracionales, con la posibilidad de construir secuencias de
PR temático + S remático, cfr. (4a).
1
Cfr.: http://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/diccio_ele/diccionario/tema.htm

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