Páginas: 243-247 - Amigos de Santa Amalia

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Páginas: 243-247 - Amigos de Santa Amalia
NUEVA INSCRIPCIÓN ROMANA EN SANTA AMALIA
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cierta la noticia comunicada á la Real Academia, personándome
cu caso necesario, en el mismo pueblo de Santa Amalia.
Pero me parece que esta noticia ha sido equivocada y desfiffLirada. Equivocada, en cuanto habrán querido decir en Santa
Eulalia, y lo han equivocado con Santa Amalia] porque, en
efecto, cerca de mi parroquia de Santa Eulalia, extramuros de
esta ciudad, se hallaron, hace tres meses, bastantes restos y vestigios de sepulcros; y convendría averiguar del que haya dado
la noticia (i), si se refiere á estos descubrimientos que se hicieron junto á la parroquia de Santa Eulalia, y conocer por aquí si
se ha equivocado y confundido la voz de Santa Eulalia con la
de Santa Amalia.
La noticia digo también que es desfigurada; porque, si es
referente á lo que ha aparecido en esta ciudad junto á la parroquia de Santa Eulalia, no hay ni tal columna, ni lápidas con inscripciones, ni restos de esqueleto agigantado. El dueño de un
cortinal, ó suerte de tierra que, contigua con dicha parroquia,
trató de levantarle un vallado por el mes de Noviembre anterior;
y á una corta excavación que hizo, tropezó con un sepulcro de
piedra (2)...
Dios guarde á V. S. muchos años. Mérida, y Eebrero 5
de 1831.
Gregorio Fernández Pérez (rúbrica).
Sr. D. Diego Clemencín, Secretario de la Real Academia de
la Historia.—Madrid.
5.
Medellín, I I Febrero 183L Carta del Alcalde mayor de esta villa á
D. Gregorio Fernández, Correspondiente de la Academia.
(Al margen.) Medellín.—S. t a Amalia.
Acabo de recibir el oficio de Ymd., fecha ocho del corriente*
en que se sirbe decirme le manifieste si es cierto que en la nueba
d) Bien averiguado resulta de la carta 1; pero con callárselo el cauteloso Clemencín, hizo que el Sr. Fernández gastase la pólvora en salvas.
(2) Sigue describiendo los objetos arqueológicos hallados en Mérida.
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BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA
Población de S. ta Amalia se han aliado antigüedades Romanas y
un esqueleto de dimensiones mayores que las ordinarias.
Aunque S. ta Amalia sólo dista de aquí una legua corta y que
sus vez. os están en esta villa á todas horas por no tener otra justicia ni Ayuntam. 1 0 , no ha llegado á mi noticia el allazgo del Esqueleto y antigüedades Romanas, de que Vmd. me abla; por esto
y porque hace mucho tiempo he prevenido á diferentes colonos
me den parte de cualquiera descubrim. t 0 de esta especie, no lo
habiendo hecho hasta ahora, me inclino á creer no se han aliado
ningunas antigüedades, ni esqueleto; particularidad que no podía
ignorarse aquí. No obstante, para satisfacer á Vmd. en todo,
pasaré á S. ta Amalia á la mayor brevedad, no pudiendo hacerlo
ahora por que boy á - salir en comisión del servicio; y le daré noticia circunstanciada de cuanto pueda descubrir.
Habrá cosa de dos anos me dieron abiso de que se habían
aliado una losa de mucho mérito. En cumplim. to de la ley y
por afición á este ramo de conocimien. tl s la hice traer aquí, ereyendo fuese una antigüedad Romana ó Árabe; pero á pesar de
mi ignorancia en estas materias, conocí que aquella piedra se
había trabajado muchos años después de la dominación de aquellas dos Naciones en esta Provincia, y que no tenía ningún mérito Artístico. Era una piedra, ó tal vez escudo, de más de bara
de largo y como dos tercias de ancho, de mármol blanco muy
basto, en la que estaban Arboles y algunas otras figuras insignificantes, y unas cruces como las de Alcántara, aunque bastante
diferentes; al rededor tenía una media caña que salía cosa de
una pulgada, sin duda para asegurarla en alguna pared. Se halló
entre ruinas poco profundas de un edificio, compuesto de muchas
pequeñas abitaciones, todo de materiales comunes. También se
hallaron algunas pilas de piedra como de labar y dar pienso á las
reses, y unas llaves; por todo lo que me inclino á creer que allí
hubo un combento, Priorato ó granja de algunos Religiosos, tal
vez templarios, pues no hay memoria de que en aquel sitio existiese Pueblo alguno, ni existía en efecto hace más de quatro siglos
á que alcanzan algunos documentos que hacen mención de
D. u Llórente que ya muchos años desapareció. Después de haber
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tenido la referida piedra en mi poder algunos meses, la debolví
al dueño por suponerla de ningún mérito por su antigüedad y
tosco trabajo, salba siempre mi ignorancia en estas materias.
Dios gue á Vmd. m. s a.s Medellín, 11 de Febrero de 1831.
Fem.dú
de la Laguna
(rúbrica).
S.01' D. n Gregorio Fernández, individuo correspondiente de la
R.1 Academia de la Historia.
6.
Mérida, i.° de Marzo de 1831. Carta de D. Gregorio Fernández á Clemencín.
He recibido el oficio de V. S., de 12 de Febrero último, y con
él la satisfacción de haber visto con gusto la Real Academia lo
que manifesté en mi exposición de 5 del mismo.
Consiguiente á lo que ofrecí en ella, no he omitido diligencia
para averiguar la noticia del descubrimiento de antigüedades
romanas en la población de Santa Amalia; pero á cuantas personas he preguntado, todas ignoran tal descubrimiento, y creen
no haberse verificado. Me dirigí también al Alcalde mayor de la
villa de Medellín, sabedor de que la población de Santa Amalia
dependía de su jurisdicción, y me contestó el oficio que original
incluyó á V . S., y habiendo estado esperando su último aviso,
según me lo ofrece, no me ha llegado aún; por lo que, y por
ocuparme algún tanto las obligaciones de Quaresma (i), no me
he determinado á pasar á Santa Amalia, que dista de aquí seis
leguas, por no exponerme á un viaje inútil. Continuaré practicando diligencias hasta saber con toda certeza el hecho; y entretanto pido á Dios guarde á V. S. muchos años. Mérida, y Marzo i.° del 1831.
Gregorio Fernández
Pérez (rúbrica).
S.01' D. n Diego Clemencín, Secretario de la Real Academia de
la Historia.
(1) El miércoles de Ceniza había caído en 16 de Febrero.
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BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA
H5 %
La Academia, en la sesión del 4 de Marzo, se declaró enterada
de estas dos cartas (5 y 6); y en las sesiones posteriores no aparece ninguna mención del punto que tratan. Ni al Alcalde de
Medellín, ni al Correspondiente D. Gregorio Fernández preocuparía más el asunto, al que, por lo visto, se echó tierra encima.
Los objetos arqueológicos delineados por D. Félix del Arco,
eran realmente auténticos; y para recobrarlos en todo ó en parte,
y estudiarlos convenientemente, mucho espero de la infatigable
y docta laboriosidad de D. Mario Roso de Luna.
Asombra la frescura con que tanto el cura de Mérida como el
alcalde mayor de Medellín respondieron que el territorio de Santa
Amalia era incapaz de contener y descubrir antigüedades de
época muy remota. No hay noticia que en tiempo alguno haya
sido poblado, escribía D. Gregorio Fernández á Clemencín. Algún
correctivo puso á esta afirmación el alcalde D. Fernando de la
Laguna. «No hay memoria, decía, de que en aquel sitio existiese
pueblo alguno; ni existía, en efecto, hace más de cuatro siglos, á
que alcanzan algunos documentos, que hacen mención de Don
Llórente, que ya ha muchos anos desapareció.» De su empeño
habrían desistido, por poco que hubiesen leído, ó recordado, la
Historia de Medellín, escrita y publicada en 1650 y en Madrid,
por D . J u a n Solano de Figueroa, Este Autor, en la página 112
produce el encabezamiento y el remate de un ordenamiento, que
en 1462 dirigió el corregidor de Medellín, D. Juan de Orozco, á
los alcaldes de Valdetorres, Garueña (i), Mengabril, Don Benito,
Don Llórente^ Rena y Miajadas, poblaciones dependientes del señorío y jurisdicción del conde D. Rodrigo Portocarrero. El mismo Autor, en la página 115, añade: «Don Llórente. Era aldea de
Medellín y de 150 vecinos; y hoy es villa del Marqués de Loriana con litigio del Conde de este Estado (Medellín); pero tan des"
^1)
Hoy Guareña.
REPRESENTACIÓN DE OBRAS CLÁSICAS EN EL TEATRO ESPAÑOL
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poblada, que no tiene más de la Casa del Señor del lugar. La
jplesia es anexa á la de Santiago de Medellín.»
La inscripción romana que ha motivado el presente Informe,
y las dos que en nuestro BOLETÍN publicó el Sr. Marqués de Monsalud, han venido á confirmar la verdad del descubrimiento de
Jas tres que diseñó D. Félix del Arco en 1831, y de otras muchas
piedras con rótulos, que al fundarse la nueva población se hallaron y ojalá reaparezcan.
Madrid, 10 de Febrero de 1912,
FIDEL FITA.
IV
REPRESENTACIÓN DE OBRAS CLASICAS EN EL TEATRO
ESPAÑOL
Con fecha 9 del mes que fenece dirigió a esta Real Academia
el Presidente del Tribunal provincial una comunicación pidiendo
que, como elemento pertinente de prueba, en el recurso contencioso-administrativo que de él depende, deducido por el A y u n tamiento de esta capital con la Administración provincial, y
como coadyuvante D. Federico Oliver, sobre renovación del
acuerdo del gobernador civil de la provincia, fecha 10 de Enero
último, por el que se resuelve otro de dicha Corporación, declarando rescindido el contrato de arrendamiento del teatro Español, que tenía celebrado con el referido D. Federico Oliver, la
Academia se sirviese informar, con vista de los elementos escénicos que fueron suministrados por el guarda-almacén del teatro
Español, acerca de decoraciones, trajes, mobiliario y demás
utensilios para la representación de las obras denominadas La
Celestina, El Alcalde de Zalamea y La Urna de la Sierra, respecto
de si los indicados elementos pueden estimarse como fiel repro-
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