Historia Natural de Puertollano y el Campo de Calatrava

Transcripción

Historia Natural de Puertollano y el Campo de Calatrava
Historia Natural de Puertollano y
el Campo de Calatrava
Margarita Costa, Agustín Pieren,
José Luis Viejo (Eds.)
ISSN: 1132-0869
ISBN: 978-84-936677-3-3
Memorias de la Real Sociedad Española de Historia Natural
Segunda época, Tomo VI, año 2009
Memorias de la Real Sociedad Española de Historia Natural
Las Memorias de la Real Sociedad Española de Historia Natural constituyen
una publicación no periódica que recogerá estudios monográficos o de síntesis sobre
cualquier materia de las Ciencias Naturales. Continuará, por tanto, la tradición
inaugurada en 1903 con la primera serie del mismo título y que dejó de publicarse
en 1935.
La Junta Directiva analizará las propuestas presentadas para nuevos
volúmenes o propondrá tema y responsable de la edición de cada nuevo tomo.
Cada número tendrá título propio, bajo el encabezado general de Memorias
de la Real Sociedad Española de Historia Natural, y se numerará correlativamente a
partir del número 1, indicando a continuación 2ª época.
Correspondencia:
Real Sociedad Española de Historia Natural
Facultades de Biología y Geología.
Universidad Complutense de Madrid.
28040 Madrid
e-mail: [email protected]
Página Web: www.historianatural.org
© Real Sociedad Española de Historia Natural
ISSN: 1132-0869
ISBN: 978-84-936677-3-3
DL: XXXXXXXXX
Fecha de publicación: 13 de mayo de 2009
Composición: Alfredo Baratas Díaz
Imprime: Fotoimpresión RM. 28890 Loeches Madrid
Memorias de la Real Sociedad Española de Historia Natural
Segunda época, Tomo VI, año 2009
Historia Natural de
Puertollano y el Campo de
Calatrava
Margarita Costa,
Agustín Pieren,
José Luis Viejo (Eds.)
Real Sociedad Española de Historia Natural
Facultades de Biología y Geología
Universidad Complutense de Madrid
28040 - Madrid
2009
ISSN: 1132-0869
ISBN: 978-84-936677-3-3
Nos encontramos ante un nuevo volumen de las Memorias de la Real
Sociedad Española de Historia Natural, en este caso dedicado a Puertollano
y a su comarca. Se edita esta publicación con motivo de la celebración de la
XVIII Bienal de nuestra querida Sociedad en la ciudad de Puertollano y con
ella se pretende divulgar algunos de los numerosos valores naturales de este
enclave geográfico. Muchos son los aspectos naturales dignos de estudio que
ofrecen el Campo de Calatrava y el Valle de Alcudia, tierra de volcanes y de
minas, de huertas y de dehesas, de encinares y de sotos, y sería inútil intentar
resumir en un solo volumen la enorme riqueza natural de este rincón meridional
de la meseta. Hemos elegido únicamente cuatro aspectos con la idea de que
representan otras tantas facetas igualmente interesantes, como son la base
geológica, el paisaje vegetal, la fauna de vertebrados y los aspectos históricos
y sociales derivados de la explotación minera de Puertollano. Entroncan los
temas tratados en este volumen con la más noble y clásica tradición de nuestra
Sociedad, en la que desde su fundación hemos tratado de afrontar el estudio
conjunto del mundo natural, que ahora llamamos multidisciplinar, pero que
antes sencillamente se conocía como Historia Natural, y que incluye también
las implicaciones sociales de la explotación de los recursos naturales, sean las
minas, sean los bosques, los pastos o la caza.
Los autores a los que se propusieron los capítulos de este volumen
de Memorias son científicos de toda solvencia en sus respectivos campos
de especialidad, y con acreditada experiencia en el estudio del Campo de
Calatrava y del Valle de Alcudia. Todos ellos son doctores y profesores,
bien en institutos, bien en universidades, y han vertido en su trabajo para la
Real tanta solvencia, como entusiasmo. A todos ellos queremos agradecer
los editores su valiosa colaboración. Igualmente queremos mostrar nuestra
profunda gratitud al Ayuntamiento de Puertollano por acoger, patrocinar y
sufragar esta edición, y la Bienal en la que se integra, en especial a su Alcalde,
D. Joaquín Hermoso, y a su Concejal de Cultura, D. Luis Pizarro.
Los editores
Madrid 30 de abril de 2009
Índice
Fuentes de energía y su incidencia en el desarrollo demográfico,
3
económico, político y social: el caso de Puertollano (1873-1982),
por Modesto Arias Fernández.
El paisaje vegetal del Campo de Calatrava, por Alejandro Quintanar,
35
Carlos J. Martín-Blanco y María A. Carrasco
Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición biogeográfica: el
55
borde meridional de la Meseta Sur en el entorno de Puertollano,
por R. U. Gosálvez Rey, E. Ayllón López y T. Flores Polanco.
Rasgos geológicos de la comarca de Puertollano y del valle de Alcudia
(Ciudad Real, España), por Agustín Pedro Pieren Pidal
95
Fuentes de energía en Puertollano (1873-1982)
3
Fuentes de energía y su incidencia en el desarrollo
demográfico, económico, político y social: el caso de
Puertollano (1873-1982).
Energy sources and their incidence in the demographic, economic,
political and social development: the case of Puertollano (1873-1982).
Modesto Arias Fernández
IES “Leonardo da Vinci”. Puertollano - Ciudad Real
Palabras
clave: Fuentes de energía. Carbón. Pizarras bituminosas. Refinería de
petróleo. Complejo Petroquímico. Sociedad Minero Metalúrgica de Peñarroya. Empresa
Nacional Calvo Sotelo. ENPETROL. Restauración. Dictadura de Primo de Rivera.
Segunda República. Guerra Civil. Franquismo. Transición Democrática. Puertollano.
Key words: Energy sources. Coal. Bituminous slates. Oil refinery. Petrochemical
Complex. Mining Metallurgical Society of Peñarroya. National Company Calvo Sotelo.
ENPETROL. Restoration. Primo de Rivera Dictatorship. Civil War. Franco Period.
Democratic Transition. Puertollano.
Resumen
El trabajo expone la influencia que el hallazgo de determinados yacimientos
energéticos, y las posteriores actividades derivadas de su explotación, tienen en un lugar
concreto y en su área de influencia, afectando a aspectos tan señalados como el demográfico,
el económico, el político y el social.
Las siguientes páginas intentan reflejar este hecho, centrándonos en la evolución
seguida por Puertollano a lo largo de más de un siglo de su existencia, concretamente entre
1873 y 1982, tiempo que coincidió con el transcurrir de distintas fases históricas, caso de
la Restauración, la Dictadura de Primo de Rivera, la Segunda República, la Guerra Civil,
el franquismo y la Transición Democrática. Cada una de ellas, en mayor o menor medida,
repercutió y dejó su peculiar impronta en el desarrollo de los acontecimientos.
Abstract
The work explains the influence which the discovery of certain energy deposits, and
the activities derived from their explotation, have in a concrete place and its area of influence,
affecting to aspects as remarkable the demographic, economic, political, and social ones.
The following pages try to reflect this fact, concentrating on the evolution followed
by Puertollano during more than one century of existence, specifically between 1873 and
1982, time which coincided with different historical periods, such as the Restoration, Primo
de Rivera Dictatorship, the Second Republic, the Civil War, the Franco period and the
Democratic Transition. Each of them, to a large or small extent, had repercussions and left its
mark on the development of the events.
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
Modesto Arias Fernández
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1. Introducción
Este artículo pretende mostrar, basándonos en el caso concreto de
Puertollano, las repercusiones que, tanto los yacimientos energéticos, como las
tareas encaminadas a obtener rendimiento productivo de los mismos, tienen en la
evolución de los espacios naturales y urbanos y, primordialmente, en las sociedades
que en ellos se desarrollan.
Muestra evidente de lo señalado es el de este enclave, un lugar ubicado
en el sur de la provincia de Ciudad Real, y del que vamos a tratar su evolución
demográfica, económica, política y social en el período comprendido entre 1873 y
1982.
El punto de partida es 1873, año en que, merced al descubrimiento de carbón
en su término municipal, dio comienzo un proceso que transformó un entorno rural,
en el que predominaba una economía de subsistencia, fundamentada en la agricultura
y la ganadería, en un núcleo minero y, con el tiempo, en una factoría industrial de
primer orden, que se convertiría en centro de atracción de un amplio espacio del que
incorporó abundante población y, en el que, de rondar los tres mil habitantes en los
años previos al hallazgo del mineral, llegó a superar los cincuenta y siete mil en la
década de los sesenta del siglo XX, etapa de su mayor expansión, coincidiendo con
el pleno auge de la industria petroquímica.
Tras ésta, llegó una fase de estancamiento, que tuvo que ver con el cierre de
las minas de carbón, hecho acaecido en 1975, y que supuso un punto de inflexión en
la trayectoria de la ciudad, que, a partir de entonces, quedó en manos casi exclusivas
del Complejo Industrial, el cual tampoco se vio libre de una serie de vicisitudes que
le obligaron a llevar a cabo distintas modificaciones, con el fin de adaptarse a la
evolución de los mercados y a sus demandas y necesidades.
El trabajo, siguiendo un eje cronológico a través de las distintas etapas
históricas, se ha dividido en cuatro apartados: la Restauración (1874-1923) y la
Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930); la Segunda República (1931-1936) y la
Guerra Civil (1936-1939); el franquismo (1939-1975) y la Transición Democrática
(1975-1982), respectivamente.
2. La época de la Restauración (1874-1923)
Dictadra de Primo de Rivera (1923-1930)
y de la
A mediados del siglo XIX, la villa de Puertollano mostraba una economía
predominantemente agropecuaria. La propiedad, concentrada en pocas manos, y
el terreno, que era de secano, pedregoso, sin bosques, con monte bajo y dehesas
de pastos, originaba una agricultura y una ganadería con escaso rendimiento.
Contribuían a mejorar la situación las blondas, elaboradas para los almacenes de
Almagro, así como fábricas de vidriado, hornos de teja y ladrillo, molinos harineros
y de aceite y, sobre todo, las actividades derivadas de los visitantes que, cada año,
acudían a tomar las aguas de sus fuentes minerales y balneario, generalmente en la
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Fuentes de energía en Puertollano (1873-1982)
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temporada comprendida entre el 15 de junio y el 31 de agosto, y que ascendieron a
553 en 1861 (De Hosta, 2008).
Existía el desempleo, dándose el mayor número de parados entre los
braceros, 99 en 1868, a los que el Ayuntamiento, cuyo alcalde era José Domingo
Maestre, procuraba atender en la medida de sus escasas posibilidades. De 2.979
habitantes, en 1860, se había pasado a 3.348 una década después (Quirós, 1976).
En junio de 1873, fecha en la que en España estaba instaurada la Primera
República, se produjo un acontecimiento que marcó el devenir de la localidad: el
comienzo de los registros mineros, tras haberse encontrado carbón, el mes anterior y
de manera casual, a pocos kilómetros del núcleo urbano.
Sobre el hecho hay dos teorías. Una señala que el hallazgo provino de un grupo
de cazadores, quienes, al improvisar un hogar con piedras oscuras, comprobaron que
ardían largo tiempo, hasta extinguirse. La otra, tal vez con más fundamento, tiene que
ver con unos ingenieros de la Casa Loring-Heredia y Larios que, mientras llevaban a
cabo reconocimientos mineros en el Valle de Alcudia, observaron, en los escombros
del pozo de una noria que se estaba construyendo, fósiles vegetales pertenecientes
al Carbonífero, tras lo que siguieron profundizando y, a los treinta metros, cortaron
algunas capas de carbón de hulla. La cuenca tenía una extensión que oscilaba entre
30 y 74 km2, según las apreciaciones de los geólogos, y la primera mina registrada
fue La Extranjera, cuya concesión se hizo en 1874 (Ramírez, 1994).
El descubrimiento originó que la población comenzase a crecer, por la
llegada de un amplio contingente de inmigrantes, que la mayoría de las actividades
giraran en torno al carbón y que la distribución por sectores económicos tendiese
a evolucionar, pasando el secundario del 7 por ciento, en 1871, al 32 en 1884
(Rodríguez, 1985).
Durante los primeros tiempos, la producción no fue excesivamente alta,
4.800 toneladas en 1881, aunque, ya en 1895, se llegó a 111.175 (Cañizares, 2001),
obtenidas de siete minas en las que trabajaban 620 personas, 130 de ellas mujeres
y niños. Desde un principio, los capitales franceses fueron mayoritarios, caso de la
Compagnie Française des Mines et Usines d’ Escombreras Bleiberg y de la Societé
des Charbonnages de Puertollano. Hubo huelgas, en 1881 y 1891, que afectaron a la
cuenca minera, buscando mejorar las condiciones de trabajo, y una manifestación, en
1898, contra el impuesto de consumos y la carestía de las subsistencias, pero, pese
a ello, se puede afirmar que aún no existía una resistencia obrera organizada en la
localidad.
Ese año, a raíz de la guerra contra Estados Unidos, enmarcada en el conflicto
cubano, se crearon nuevos mercados y aumentó la producción de carbón, que llegó
a 201.097 toneladas, en tanto que dicha tarea ocupaba a 759 obreros (Cañizares,
2001), el 40 por ciento de la población activa (Rodríguez, 1985). Para entonces, el
aumento del número de habitantes ya se dejaba notar, pues de 3.545, en 1877, llegó
a 7.548 en 1900, si bien la villa presentaba múltiples carencias, como un hospital y
una escuela municipales (Ramírez, 1995).
En 1895, bajo la alcaldía de Fulgencio Arias Cabañero (1894-1897), se creó
la Feria de Mayo. El Ayuntamiento, al incrementarse la población, creó una Comisión
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Modesto Arias Fernández
de Ensanche, que concedió licencias de obras y calles en diversas zonas, entre ellas
las situadas al este de la Fuente Agria. Hacia 1900, en que echó a andar Eléctrica
de Puertollano, se podían considerar tres distritos en la localidad: los barrios de la
Soledad y del Duque, y la zona que iba de la plaza del Ayuntamiento a la Virgen de
Gracia, respectivamente.
Durante este tramo finisecular se crearon algunas asociaciones civiles. La más
antigua, el Círculo de Recreo (1885), tenía por objeto “facilitar un centro de reunión
para todas las clases sociales, donde encontrar distracción, estrechar relaciones y
facilitar los negocios”. Le siguió la muy importante, y aún en activo, si bien sus
fines fueron cambiando con el paso del tiempo, Sociedad Benéfica La Esperanza,
fundada el 8 de abril de 1894, en la plaza de Palacio nº 7, con Eduardo Pastor Gijón
como presidente, y con un Reglamento de acuerdo a la Ley de Asociaciones de 1887,
que había aparecido durante la etapa conocida como el Parlamento Largo, con los
liberales de Sagasta en el poder. Su objetivo fue lograr una mejor instrucción para los
componentes y familiares y, sobre todo, la beneficencia, consistente en dar un socorro
diario a los socios que cayesen enfermos, quedasen inválidos o se jubilasen y, en
caso de fallecimiento, aportar una cantidad de dinero para el entierro. Se trataba, en
realidad, de suplir, con los propios medios de los integrantes, unas carencias de tipo
social que la legislación vigente no contemplaba, ya que ni siquiera el Trabajo tenía
el rango político-jurídico de Ministerio. Otras entidades posteriores, como el Círculo
Obrero, el Círculo Artístico, el Círculo Agrícola Mercantil, el Círculo Minero y el
Casino de la Unión, presentaron un carácter básicamente recreativo (Gascón, 1983
y 1984). En aquellos años, las fiestas de Carnaval estaban muy arraigadas entre la
población, organizando bailes, mediante un organillo, la mayoría de estas entidades.
A comienzos de 1904, Alejandro Lerroux, entonces diputado por Barcelona
y que había participado en la fundación de Unión Republicana, cuyo presidente
era Nicolás Salmerón, visitó la villa. Tal partido, que no era turnista, tenía bastante
arraigo entre los obreros de Puertollano, como, posteriormente, lo tendría el Radical,
del que ya Lerroux fue la cabeza visible. En octubre de ese año se celebró un mitin
en el local de La Esperanza, seguido de una manifestación en la que los participantes
protestaron por la subida del pan y otros artículos básicos de consumo, y por el
mal estado del camino que, partiendo de la calle Cervantes y pasando por delante
del antiguo Cementerio Viejo, llegaba hasta las minas. La ideología republicana y,
posteriormente, la socialista fueron llegando a través de los trabajadores que acudían
a desarrollar sus tareas en las minas.
El año de 1910, cuando el número de habitantes llegó a 10.503, de los que el
75 por ciento no sabían leer ni escribir (Ramírez, 1995), y el de mineros a 1.640, cifra
que representaba más de la mitad de la población activa, supuso para Puertollano una
fecha clave en el desarrollo del movimiento obrero, apareciendo diversas sociedades
de resistencia, como El Porvenir del Trabajo, formada por albañiles y evidencia del
continuo crecimiento urbano; La Precisa, compuesta por mineros y que fue la más
significativa de la década, y El Bien, integrada por obreros metalúrgicos. Su número
de socios era de 130, 1.050 y 160, respectivamente (Fernández, 1981). Salvo La
Precisa, que tenía local propio en la calle Bajada del Pilar nº 2, las restantes ocuparon
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dependencias alquiladas en distintos lugares de la localidad.
Algo más tarde, aparecieron El Buen Vivir, también de resistencia; La
Confianza, una sociedad de previsión; La Igualdad, a la que pertenecían los
panaderos; La Buena Fe, dedicada a los productos ultramarinos; el Círculo Industrial
y el Círculo Artístico y Comercial, de índole recreativa; El Porvenir, que alternaba el
carácter de ocio con el de propaganda republicana, y la Comunidad de Labradores,
de naturaleza conservadora. En 1912, aprovechando la presencia de Pablo Iglesias en
Ciudad Real, se organizó la Agrupación Socialista de Puertollano (Barreda, 1980).
Al margen de sus propósitos específicos, algunas Sociedades crearon
cooperativas para vender productos. En ocasiones, sólo abrían los días de pago en
las minas, señal de que la vida de la localidad estaba articulada, en gran medida, en
torno a ellas.
Entre 1910 y 1913 hubo abundantes conflictos y huelgas. Destacados
dirigentes obreros fueron Servando Monroy, que fue concejal, presidió La Esperanza
y ocupó cargos importantes en La Precisa y en la Agrupación Socialista; José
Guerrero, primer presidente de esta entidad; Teodoro Carrión, fundador, en 1921,
de la Agrupación Comunista, y Eduardo Gómez, trabajador del metal y alcalde de
Puertollano entre 1914 y 1916, algo reseñable y, a la vez, poco usual en aquella
España de la Restauración, ya que, hasta entonces, el cargo siempre había estado
en manos de las elites locales. El hecho se debió a que en el Ayuntamiento, por
entonces, estaban presentes siete concejales que procedían de distintas agrupaciones
obreras, tras un previo acuerdo electoral entre ellas.
En 1912 se instaló la Sociedad Minero Metalúrgica de Peñarroya (SMMP),
que se convirtió, hasta el cierre de la minas, en 1975, en la Compañía más influyente,
controlando, en ocasiones, hasta el 75 por ciento de los recursos de la cuenca.
Los años de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) fueron de gran
crecimiento, debido a que, al no poder importarse carbón de Gran Bretaña, sumida en
el conflicto, aumentó la demanda del de Puertollano y, a su vez, el precio del mineral.
Estos factores hicieron incrementar la producción y el número de empleados, que pasó
de 369.375 toneladas y 2.084 obreros en 1913, a 978.745 y 5.195, respectivamente,
en 1918, fecha en la que había veinticinco minas funcionando. Sin embargo, las
empresas se limitaron a aprovechar la coyuntura del momento, no invirtiendo los
beneficios en adecuar la industria con vistas a un futuro que, inevitablemente, habría
de llegar, una vez finalizase la contienda. En 1916, la SMMP descubrió, bajo las capas de carbón, otras de pizarra
bituminosa, las más importantes del país, por lo que construyó una fábrica
de destilación que entró en servicio dos años más tarde y que permaneció en
funcionamiento hasta 1955, siendo este pequeño complejo industrial el embrión del
que se levantaría más tarde.
Juan Samper Gómez llegó a la alcaldía en 1920, fecha en la que, durante
la Feria de Mayo, se inauguró el Gran Teatro, obra encargada por Adolfo Porras
Delgado, y en la que el número de habitantes llegó a 20.083, es decir, casi había
duplicado su número en una década. El porcentaje de analfabetos, aunque mejoró
algo, situándose en el 65 por ciento, reflejaba la coyuntura de la villa en éste y otros
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campos, pese a los esfuerzos de la ya creada Junta Local de Reformas Sociales.
Dicho año, La Precisa y El Bien dieron origen al Sindicato Minero Metalúrgico y
Similares, integrado en la UGT, mientras que Reivindicación, creada en 1917, se
vinculó a la CNT. Con ello, las dos tendencias más importantes del movimiento
obrero español en aquellas fechas, la marxista y la anarquista, quedaron claramente
arraigadas en la población. Líderes obreros destacados eran Leonardo Rodríguez
Barrera, Benito Bonales Gijón, Ponciano Amaro y Antonio Picó (Barreda, 1980).
Acabado el conflicto mundial, disminuyeron los pedidos a las Compañías
locales, y el carbón inglés, más barato y de mejor calidad, volvió a los mercados
españoles (Ramírez, 1994). Muchas empresas quebraron, siendo algunas de ellas
absorbidas por la SMMP.
Los años veinte fue de crisis para Puertollano, que pagaba que su economía
estuviese en manos de la minería, hacia la que mostraba una dependencia total.
Al reducirse la demanda de carbón, bajó la producción y, como consecuencia, la
falta de trabajo hizo que se acortaran las jornadas, apareciendo el paro, aunque, a
partir de 1923, la situación mejoró algo, merced al mayor desarrollo de la actividad
industrial en el país, lo que originó nuevos pedidos a las minas. En esa fecha entró en
funcionamiento la Casa Consistorial, convertida, desde 1992, en Museo Municipal.
Durante buena parte de la década, en concreto, entre 1923 y 1930, España se
encontró bajo la dictadura de Primo de Rivera. La conflictividad laboral, frecuente
en los meses previos al golpe de Estado, disminuyó de manera drástica. La UGT fue
permitida, en tanto que la central anarquista debió pasar a la clandestinidad, por lo
que Reivindicación, en 1926, acordó disolverse. Ese año fue creada la Asociación
Comercial e Industrial, originando la nueva condición política que se vivía que a
todas las Juntas Generales celebradas por las distintas Sociedades en funcionamiento,
tuviese que acudir un delegado gubernativo. A lo largo de este tiempo fueron alcaldes
Samuel Palomo Ángel, Enrique Martínez Pontremuli, durante el que su mandato
Puertollano recibió el título de ciudad, concedido por Alfonso XIII, Eduardo Porras
Martín-Duarte y José García Castañeda.
Al llegar 1930, la población había descendido a 19.275 habitantes. Las
secuelas de la depresión económica mundial y el agotamiento de las primeras capas
de carbón contribuyeron a que el sector de la minería no acabase de remontar. Las
toneladas obtenidas fueron 422.673, y los trabajadores 2.361. Hubo intentos de
ampliar la extracción y destilación de pizarras bituminosas, que ese año produjo
55.147 toneladas, dando empleo a 78 personas y, aunque se hicieron reconocimientos
en la cuenca por parte del Instituto Geológico, la falta de agua se vio como un
problema de difícil solución.
Desde la caída de Primo de Rivera, a quien, en enero de 1930, sustituyó
el general Berenguer, y hasta la llegada de la Segunda República, algo más de un
año después, por la alcaldía pasaron Santos González García, nuevamente Samuel
Palomo Ángel y Florentino Rodríguez Gómez. Presidido por éste, el 15 de marzo
de 1931 se celebró el que sería el último Pleno reinando Alfonso XIII. En él se dijo,
de cara a las Elecciones Municipales del 12 de abril, convocadas por el Gobierno
del almirante Aznar, que el número de residentes en Puertollano era de 19.809, que
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Fuentes de energía en Puertollano (1873-1982)
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la ciudad se dividiría en cinco distritos electorales y que el número de concejales a
proclamar sería de veintidós.
A los comicios, en realidad y según muchos, un plebiscito entre Monarquía y
República, concurrieron, por una parte, la Comunidad de Labradores y la Asociación
Comercial e Industrial, entidades en las que radicaban las fuerzas principales de la
primera opción, y, por otra, la Alianza Republicano-Socialista. Ésta, que organizó un
mitin al que acudió Rodolfo Llopis, del PSOE, centró la campaña en el descrédito de
la institución regia y en la crítica al sistema caciquil que había imperado en España
desde los inicios de la Restauración.
3. Los años de la Segunda República (1931-1936) y de la
Guerra Civil (1936-1939)
Celebrada la consulta el 12 de abril de 1931, el triunfo correspondió a la
coalición formada por socialistas y republicanos, que obtuvo quince concejales, doce
de ellos del PSOE. Los monárquicos lograron siete, de los que cuatro eran de la
Comunidad de Labradores y tres de la Asociación Comercial e Industrial. Pese a
la abrumadora victoria socialista, se daba la paradoja de que la Agrupación Local
contaba con pocos militantes, hecho que también se produciría años después, tras la
muerte de Franco, una vez recuperadas las libertades en nuestro país, pues el fuerte
apoyo que, en esa época, iba a recibir en las urnas no se correspondía con el número
de afiliados, habitualmente escaso.
Los veintidós concejales elegidos fueron Antonio Cañizares Peñalva, Rafael
Meneses Pavón, Julio Guzmán Izquierdo, Cecilio López Mozos, Antonio Agudo
Delgado, Leonardo Rodríguez Barrera, Florentino Rodríguez Gómez, Francisco
Rodrigo Rayo, Ángel Vallejo Recuero, Emilio Porras Rivilla, Juan Gregorio Cabañero
Fernández, Ramón Ramírez Villalón, Antonio Arcas Arcas, Carmelo Moreno Pareja,
Vicente Lacunza Subinza, Benito Bonales Gijón, Tiburcio Morales Cañizares, José
Álvaro Martín, Antonio Rubio Pujol, Julio Hernández Novas, Gilberto Sánchez
Barrilero y Andrés Cardeñoso Negretti.
El 14 de abril, en distintos lugares de España fue proclamada la Segunda
República. En Puertollano, el hecho ocurrió a las 17 horas, cuando el socialista
Antonio Cañizares Peñalva, seguido de otros concejales y de buen número de
personas, se dirigió al Ayuntamiento para ocupar, provisionalmente, el poder local,
tras entregarle el anterior alcalde la vara que simbolizaba el cargo, y anunciar, desde
un balcón, el advenimiento del nuevo régimen.
Dos días más tarde, tomó posesión la Corporación Municipal. La convocatoria
la hizo “el alcalde provisional de la República Española de esta ciudad”, Antonio
Cañizares, quien fue propuesto para el cargo, aún sin carácter permanente, por Julio
Guzmán Izquierdo, y elegido por aclamación. El recién nombrado se congratuló de
la “correcta actitud de la minoría monárquica”, terminando la sesión con un “¡Viva
la República!”.
El Ayuntamiento se constituyó, de manera definitiva, el 21 de abril, siendo
nombrado el alcalde por los concejales presentes en el acto, mediante votación por
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Modesto Arias Fernández
papeletas. Antonio Cañizares obtuvo dieciséis votos, y hubo cuatro en blanco. A
continuación, fueron elegidos los cargos de teniente de alcalde y de regidor síndico
y, posteriormente, se designaron las distintas Comisiones Municipales.
Durante la sesión, el concejal Juan Gregorio Cabañero Fernández, que
se había sentido aludido por la referencia del alcalde en el Pleno anterior, cuando
mencionó “la minoría monárquica”, manifestó que, en adelante, se les considerase
con la filiación política por la que llegaron a la Corporación, la de Concejales
Independientes Agrarios. Al parecer, recién proclamada la República, eran tiempos
en que nadie deseaba ser tildado bajo la denominación monárquica, aunque, hasta
pocos días atrás, hubiese estado adscrita a ella, tal era el desconcierto en que,
momentáneamente, habían caído sus partidarios.
De este modo, llegadas las primeras Elecciones Generales, que se celebraron
el 28 de junio, en la provincia de Ciudad Real votó el 71’30 por ciento del electorado,
produciéndose una alta abstención monárquica. La Conjunción Republicano
Socialista obtuvo ocho diputados (tres, el PSOE; dos, el Partido Radical; dos, el
Radical-Socialista, y uno, Acción Republicana), por dos la Derecha Republicana
(Sánchez, 1986).
Al ser elegido Antonio Cañizares miembro de las Cortes, debió dimitir de
alcalde, ocupando el cargo, en funciones, el republicano Antonio Agudo Delgado,
hasta que, el 31 de agosto, fue elegido por unanimidad Leonardo Rodríguez Barrera,
del PSOE, pues los diecinueve asistentes le otorgaron el voto. Es decir, cuatro más de
los que podía esperar de su propia candidatura, muestra de que, hasta entonces, los
problemas entre los integrantes de la Corporación no eran graves, si bien se cambiaron
los nombres de varias calles y se anuló el nombramiento de algún hijo adoptivo,
como el de Calvo Sotelo, acordado durante la Dictadura, aunque, paradójicamente,
sería este el nombre que iba a recibir el Complejo Industrial levantado en la ciudad
durante el franquismo.
Con la llegada del nuevo régimen, tanto el país como la propia localidad,
heredaron los graves problemas que, durante décadas, el sistema liberal, no había
podido solucionar. En Puertollano, las carencias eran enormes en cuanto a medios
sanitarios, educativos, agua potable, alcantarillado, pavimentación y alumbrado
eléctrico, aunque hubo algunas mejoras, pues se puso en funcionamiento un Hospital
Municipal, un Centro de Higiene Rural, una Biblioteca y Hemeroteca y se hicieron
varias escuelas.
Importante fue la creación, en 1932, del Instituto de Bachillerato, llamado,
en un principio, Colegio Subvencionado de Segunda Enseñanza. Se ubicó en la
calle Torrecilla y contó con la ayuda económica del Estado y del Ayuntamiento, que
facilitó un edificio de dos plantas, con capacidad para doscientos alumnos. El primer
año de funcionamiento, el curso 1932-1933, con Enrique Aguado y Felipe Ros como
directores, la matrícula fue de sesenta y un alumnos, la mayoría varones, y a poco de
iniciarse el siguiente, ya fue considerado Instituto Elemental de Segunda Enseñanza,
vinculado al Nacional de Ciudad Real, lo que, en adelante, permitió impartir el
Bachillerato en su totalidad.
El panorama laboral estuvo lleno de dificultades, pues, mientras se realizaban
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Fuentes de energía en Puertollano (1873-1982)
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nuevas prospecciones en las minas, el número de trabajadores en paro llegó,
aproximadamente, a quinientos, intentando el Ayuntamiento paliar el desempleo a
través de diversas obras públicas.
Volvió a surgir el asunto de las pizarras bituminosas, y aunque, el 25 de
mayo de 1932, Antonio Cañizares presentó en el Congreso de los Diputados una
interpelación, solicitando una destilería en Puertollano, e igual hizo, el 9 de marzo de
1934, Enrique Izquierdo Jiménez, del Partido Radical, insistiendo en que el material
tenía un alto coeficiente de destilación, no se llegó a logros concretos.
Algunas de las Sociedades creadas tiempo atrás no fueron ajenas a los
problemas por los que atravesaba la ciudad, caso de La Esperanza que, al comenzar
1932, tenía 686 afiliados y, meses después, había perdido más de 200. Fueron tales
sus dificultades económicas que se vio obligada a suspender, por tiempo indefinido,
los socorros, algo que ocurría por primera vez en casi cuarenta años de existencia
(Arias, 1999).
Pese a que la llegada del nuevo régimen favoreció la situación de los obreros,
se trató de una época con intensa conflictividad social. Las huelgas fueron abundantes,
sobre todo en el sector de las minas, algo lógico en el caso de Puertollano, convocadas
por la UGT y la CNT, en pos de mejoras en los salarios y en las condiciones laborales,
o por solidaridad con otros trabajadores. El sindicato Reivindicación, que editaba el
semanario Tiempos Nuevos, volvió a aparecer, en tanto que el órgano difusor del
PSOE era Emancipación.
En 1932, al llegar el Primero de Mayo y anunciarse la convocatoria de dos
manifestaciones diferenciadas, a cargo de la CNT, por un lado, y del PSOE y la UGT,
por otro, entidades entre las que hubo frecuentes desacuerdos a la hora de plantear las
acciones reivindicativas, el Ayuntamiento, para evitar conflictos, decidió suspender
ambas (Ladrón de Guevara, 1993). No obstante, fue a comienzos de septiembre
cuando se produjeron los hechos más graves, que ocasionaron tres muertos y
numerosos heridos, como consecuencia del enfrentamiento entre fuerzas del orden
público y manifestantes anarquistas, a lo que siguió un paro en la cuenca minera,
que se extendió, prácticamente, por toda la ciudad. Aquel año hubo varios mítines,
organizados, respectivamente, por el PSOE, en el que intervino Margarita Nelken,
la UGT, con Antonio Cabrera, y la CNT, participando Vicente Orobón (Fernández,
1981).
El 19 de noviembre de 1933 se celebraron las segundas Elecciones
Legislativas, a las que ya sí concurrieron los monárquicos, absteniéndose, en
cambio, los anarquistas. En la provincia, los electores representaron el 82’30 por
ciento del censo. La CEDA y el Partido Radical obtuvieron tres escaños cada uno, y
el PSOE, el Partido Republicano Conservador, el Partido Republicano Progresista y
el Partido Agrario, uno. Ese año, en el Paseo San Gregorio de la ciudad, se inauguró
el monumento a Pablo Iglesia, fundador del PSOE y de la UGT.
La Revolución de Octubre de 1934 tuvo escaso eco en la localidad. A ello
contribuyó la actitud del Ayuntamiento, que, tras recibir órdenes del gobernador civil,
Pérez Moya, publicó una nota para que fuesen atendidos los servicios públicos. A
pesar de todo, se produjeron algunos paros en las minas y en las industrias eléctricas
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
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Modesto Arias Fernández
y pequeños incidentes en la estación de tren. La reacción de la autoridad provincial
fue clausurar los locales de las organizaciones obreras, detener a sus dirigentes y
ordenar el cese del alcalde en sus funciones de orden público.
Con motivo de los sucesos ocurridos, el gobernador civil dio un paso más,
pues acordó suspender la Corporación Municipal y nombrar una nueva a la que, el
11 de diciembre de 1934, dio posesión el delegado gubernativo, Manuel Rufilanchas
López-Peláez, compuesta por doce miembros del Partido Radical y diez de la CEDA
y que, por tanto, no era representativa de la soberanía popular. La integraron, por el
Partido Radical, Dimas Cortés Acero, que quedó como alcalde, Francisco Martínez
Gil, Gumersindo Castilla Rubio, Secundino García Acevedo, Antonio Rodríguez
Pedrero, Doroteo Almodóvar Mosqueda, Leonardo Gil Sánchez, Casto Ruiz Díaz,
Nicolás Rodríguez Mozos, Luis Dorado Guerrero, Francisco Mozos Mora y Andrés
Sánchez Mena, y por la CEDA, Miguel Belló Chinchilla, que estuvo al frente
del Ayuntamiento en los primeros tiempos del franquismo, Clemencio López de
Lerma, Rafael Fernández Serna, Escolástico Olmo Mora, Daniel Ruiz Calatrava,
Pablo Mozos Sánchez, Patricio León Alcaide, Vicente Lacunza Subinza, que había
abandonado, previamente, la Corporación elegida en 1931, Gregorio Delgado Ureña
y Francisco Díaz Nieto.
Esta composición varió pronto, porque, en el Pleno del 28 de febrero de 1935,
los diez concejales de la CEDA presentaron la dimisión por no estar conformes con
la votación efectuada para sacar un concurso-oposición de plazas auxiliares. Tras no
ser aceptada, en un principio, por el gobernador civil, éste, el 15 de abril, anunció
la entrada, en su lugar, de otros miembros. Eran Manuel Delgado Tercero, Jacinto
Hernández Bravo, Vicente Gimeno Aznar, Agustín Villanueva Pavón, Gordiano
Arias Pérez, José Espinosa Moya, Manuel Barrajón Escobar, Vicente Castedo Pérez,
Bernardo Alcázar Limón y Andrés Lérida Garrido.
Además de en lo anterior, los sucesos de octubre de 1934 incidieron en que
las huelgas disminuyeran a lo largo del año siguiente. En julio, José Antonio Primo de
Rivera dio un mitin en la plaza de toros, detallado en el semanario local Mentalidad.
El líder falangista achacó la escasa asistencia, apenas un millar de personas, “a la
presión de los dirigentes marxistas y a que los trabajadores estaban hartos de que
no hubiera respuesta a sus demandas”. La UGT, por su parte, organizó otro, con
la presencia de Ramón Almoneda, e igual hizo el PCE, interviniendo Francisco
Galán. En esas fechas, la producción de carbón y de pizarras bituminosas fue de
359.219 y 70.647 toneladas, empleando, cada actividad, a 1.872 y 92 trabajadores,
respectivamente.
Las terceras, y últimas, Elecciones Generales celebradas durante la República
tuvieron lugar el 16 de febrero de 1936. En la provincia de Ciudad Real acudieron
a las urnas el 73 por ciento de los votantes. La CEDA logró cinco representantes;
el PSOE, dos, y Renovación Española, el Partido Radical y el Partido Agrario, uno
cada uno. Sin embargo, a nivel nacional, el triunfo lo obtuvo el Frente Popular, por
lo que, cuatro días más tarde, el 20 de febrero, la Corporación constituida en abril de
1931 volvió al Ayuntamiento y el socialista Leonardo Rodríguez Barrera recuperó
la alcaldía.
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A finales de mayo, hubo un enfrentamiento entre miembros de grupos de
izquierda y falangistas, produciéndose un tiroteo que hirió de gravedad a uno de
éstos, José Hernández Novas, quien falleció el 14 de junio.
Un mes más tarde, el 18 de julio, se llevó a cabo el levantamiento militar
contra el Gobierno de la República, dando comienzo una guerra civil que se prolongó
a lo largo de tres años. En la ciudad, ese día ya hubo un enfrentamiento armado, pues,
nada más conocerse la sublevación, los mineros organizaron patrullas e hicieron
registros en los domicilios de los vecinos considerados de derechas. A las 23’30,
llegaron al de la familia Cabañero, en la calle Pi y Margall, y al pedir que entregasen
las armas que tuvieran, los de la casa iniciaron un tiroteo que se prolongó hasta las
14 horas del día siguiente, a raíz del que murieron el padre, Juan Gregorio, y sus tres
hijos, Juan, Fernando y Eugenio, y un militante socialista, José Belda (Alía, 1994).
También en esos primeros momentos de la contienda que se avecinaba, las iglesias
de la Asunción y de la Virgen de Gracia fueron incendiadas, y la de la Soledad sufrió
daños (Mondéjar, 1992).
Las instalaciones de la SMMP quedaron bajo la autoridad del Gobierno
republicano, al igual que el tramo ferroviario que iba desde la ciudad a Villanueva del
Duque. Las autoridades locales desarmaron a los guardas de la empresa y requisaron
los automóviles, y el Sindicato Minero se apoderó del depósito de dinamita. Por su
parte, la UGT y la CNT se hicieron cargo de la mayor parte de la actividad económica
del municipio, siendo gestionada por los trabajadores y suprimiendo la iniciativa
privada.
Durante la guerra, la ciudad permaneció en la retaguardia y alejada de las
operaciones militares. El mando militar estableció un Destacamento de Defensa
Antiaérea y, en octubre de 1936, se creó el Batallón “Puertollano”, con 236 miembros,
procedentes de los sindicatos UGT y CNT, y que, organizado por el sargento Lorenzo
García Gómez, del Regimiento Nº 2 de Infantería, acudió a los frentes cordobés,
extremeño y valenciano, para dedicarse, cuando regresaba a la localidad, a vigilar
las entradas y salidas de la misma y a custodiar los trenes de carbón. En enero del
año siguiente hubo ataques aéreos que provocaron sólo destrozos materiales. Los
bombardeos se repitieron el 6 de marzo, en esta ocasión a cargo de la aviación
alemana, originando varios heridos graves (Alía, 1994). La alarma creada hizo que
se construyeran tres refugios subterráneos, ubicados en el Paseo San Gregorio, junto
a la iglesia de la Asunción y en la confluencia de las calles Ave María, General
Aguilera y San Gregorio, respectivamente.
Aunque se pretendió que los organismos e instituciones continuaran
funcionando dentro de la mayor normalidad posible, el ritmo de la vida diaria,
como es lógico, se alteró en gran medida. Ejemplo de que se vivía una situación
extraordinaria fue que, pese a no mermar el número de matrículas del Instituto, que
en el curso 1936-1937, ya en pleno conflicto, tuvo 144 alumnos, apareció en el mismo
la figura del comisario director. El año académico siguiente, con una mujer, Ana
Fernández, por primera vez como responsable del Centro, disminuyó algo la cifra de
estudiantes, algunos de los cuales, con 18 ó 19 años, debieron causar baja a lo largo
del curso, por tener que incorporarse al frente, situación que se repetiría hasta el final
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Modesto Arias Fernández
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de la contienda. También faltaron profesores, e incluso uno que iba a ser director,
Edgar Agostini, ni siquiera pudo tomar posesión del cargo, al ser movilizado.
A la localidad llegaron refugiados procedentes, en su mayoría, de las zonas
limítrofes de Córdoba y Extremadura, muchos de los cuales fueron volviendo a sus
lugares de origen conforme se vislumbraba el final de la contienda.
El 3 de mayo de 1937 se creó el Consejo Municipal, compuesto por seis
miembros de la UGT, seis de la CNT, tres del PCE, dos del PSOE, dos de Izquierda
Republicana y uno de Unión Republicana, continuando como alcalde Leonardo
Rodríguez Barrera.
La producción media de carbón y de pizarras durante los años de la Guerra
Civil, tan necesarios para la causa republicana, sobre todo tras caer, en octubre de
1937, la cuenca asturiana en manos de los nacionales, fue de 360.000 y 72.000
toneladas, respectivamente, en medio de unas condiciones laborales difíciles, pues
muchos de los trabajadores, además de mal alimentados, apenas tenían experiencia
en estas tareas.
En el otoño de 1938, las perspectivas para República eran poco favorables,
evidenciándose una desmoralización en la mayor parte de los habitantes. De cara a la
ciudadanía, las autoridades procuraron dar una imagen de esperanza, pues, incluso,
en la sesión del 29 de noviembre, elaboraron el Presupuesto Municipal para 1939,
cifrado en 1.693.489 pesetas, pensando en que, tal vez, se llevase a la práctica, algo
que, obviamente, no ocurrió.
4. La etapa del Franquismo (1939-1975)
Entre 1939 y 1975 estuvo instaurado en España un sistema político dictatorial,
surgido de la Guerra Civil, y que supuso un corte drástico y profundo con el pasado
más reciente de la historia de nuestro país.
En la ciudad de Puertollano, el nuevo régimen se inició a finales de marzo
de 1939, tras ser ocupada la población por las fuerzas nacionales, y cuando ya los
frentes republicanos se habían desplomado por completo, ordenando el comandante
militar de la plaza, Álvaro Rivero Dávila, mediante un Bando, la entrega de armas y
explosivos en el Parque de Artillería, que durante la contienda se había instalado en
la sede de la Sociedad Benéfica La Esperanza.
Un serio problema que se planteó, al haber permanecido la localidad en
territorio de la República, fue que gran parte de la población no disponía de la
moneda que, en adelante, tendría carácter legal, es decir, la peseta de lo que había
sido zona nacional, e, igualmente, también debieron adquirirse nuevas banderas,
tanto de España como del Movimiento, para que ondeasen en los edificios y lugares
públicos, y algunas calles y colegios cambiaron de nombre, adoptando, en bastantes
casos, los de militares y personalidades del nuevo régimen.
Para guarnecer la ciudad se destinaron diversas fuerzas, entre ellas un Tabor
de Regulares, que permaneció hasta 1948, alojándose las tropas en dependencias del
Gran Teatro, de la avenida José Antonio y de las escuelas del Ave María.
Muy pronto comenzó la incautación de bienes a entidades políticas y sindicales
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Fuentes de energía en Puertollano (1873-1982)
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adheridas al Frente Popular, así como las depuraciones en los puestos de trabajo y
las detenciones, siendo apresadas unas seiscientas personas, de las que la mitad,
aproximadamente, fueron ejecutadas, con una fecha especialmente significativa, la
del 13 de junio de 1939, en que se produjo el fusilamiento de cuarenta de ellas.
Aunque escaseaban los alimentos y las materias básicas para el normal
desenvolvimiento de la vida cotidiana, algunos comerciantes estuvieron dispuestos
a reanudar la vida mercantil por su cuenta, ya que pensaban, optimistamente, que
ese trance sería temporal, cuando, en realidad, hasta 1952, se mantuvo la cartilla de
racionamiento.
La falta de comida llevó a que, en ocasiones, la ciudad estuviese varios
días sin pan y sin repartirse los alimentos previstos en las raciones, por lo que fue
necesario suspender el trabajo en algunas minas. Pese a la vigilancia en el mercado
de abastos, entonces instalado en la plaza del Generalísimo, y en la estación, a la
salida y llegada de los trenes, intentando erradicar el estraperlo, era tanta la carestía
y la penuria que resultaba muy difícil atajar este problema. Se crearon comedores de
Auxilio Social y, hasta comienzos de 1941, se puso en vigor el Día del Plato Único
en las comidas y cenas de los jueves, pero la coyuntura siguió sin mejorar. Aquel
verano se produjo una epidemia de tifus, que no se erradicó hasta marzo del año
siguiente, y, a lo largo de la década, se dio con frecuencia el paludismo.
Faltaron lámparas para sustituir a las que se fundían, quedando muchas
calles a oscuras; tinta de escribir para los escolares; carburas para los mineros;
papel, publicándose, en bastantes jornadas, el periódico provincial Lanza, con sólo
cuatro páginas; gasolina, incluso para el tanque municipal contra incendios, y agua,
suministrada por fuentes durante varias horas al día, en las que había guardas y se
formaban largas colas. En agosto de 1943 se logró aportar más caudal, desde el Pozo
de la Rincona, tras ímprobos esfuerzos para conseguir arena, cemento, tuberías y
grifos, aunque la escasez de precipitaciones provocó que la situación empeorara,
llegando, en el verano de 1950, a secarse la Fuente Agria durante unos meses.
Tras la contienda, la principal actividad laboral continuó relacionada con
el carbón, siendo la Sociedad Minero Metalúrgica de Peñarroya la empresa más
significativa. En 1949 había once compañías mineras, con 4.600 asalariados que
produjeron 900.000 Tm. de carbón, y en cuanto a la agricultura y la ganadería, con
el paso del tiempo, cada vez tuvieron menor importancia.
A poco de iniciarse la autarquía económica, las autoridades locales solicitaron
la instalación de una destilería de pizarras bituminosas de mayor envergadura que
la que funcionaba en Peñarroya, con el fin de obtener carburantes líquidos sin
necesidad de importarlos. De este modo, en noviembre de 1939, el general Varela,
entonces al frente de la cartera del Ejército, recibió a una representación municipal,
con el compromiso de llevar el asunto al Consejo de Ministros, mostrándose también
interesado el propio Caudillo, quien, de manera inesperada, y sin detenerse en la
ciudad, el 15 de febrero de 1940, visitó las Destilerías ya existentes, acompañado del
general Saliquet y de los ministros de Industria y Comercio, Luis Alarcón de Lastra,
y de Obras Públicas, Alfonso Peña Boeuf. Pero, pese a las expectativas creadas,
pasó más de un año y no se produjeron avances concretos, por lo que, al conocerse
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que la Compañía Anónima del Ázoe pensaba invertir cien millones de pesetas en
una factoría, incluso se designó la fecha del 12 de octubre de 1941 para colocar la
primera piedra (Arias, 2005).
Esta iniciativa, sin embargo, no llegó a fructificar, pues los acontecimientos
pronto dieron un giro que, con el tiempo, se iba a mostrar crucial en la trayectoria de
la población. En septiembre de ese año fue creado el Instituto Nacional de Industria
y, en febrero de 1942, acudió a Puertollano el presidente de dicho organismo, Juan
Antonio Suanzes, quien, posteriormente, se trasladó a Alemania y gestionó que,
en julio, unos técnicos de ese país, visitasen la cuenca minera y los lugares donde
se pensaban ubicar las futuras instalaciones. En noviembre se fundó la Empresa
Nacional Calvo Sotelo y pronto comenzaron las obras, entre las que se incluía la
destinada al abastecimiento de agua procedente del río Montoro, por lo que fue
necesaria la construcción de una presa. El primer director de ENCASO fue Joaquín
Muñoz Amor, y el subdirector Camilo Rambaud Portusach.
La única actividad política permitida estuvo a cargo de Falange Española
Tradicionalista y de las JONS, de su Sección Femenina y de las agrupaciones
juveniles de ambas, siendo algunos de los dirigentes, durante los años cuarenta,
Francisco Romero Ballesteros, Félix Belló, Donato Luján, Paulina González y
Sacramento Rodríguez. El monumento a Pablo Iglesias fue demolido a comienzos
de 1940, cuando de él ya sólo quedaban unos restos, y, junto a la iglesia de la Virgen
de Gracia, se levantó el que homenajeaba a los Caídos en el lado vencedor de la
reciente guerra civil.
El 25 de julio de 1943, en la plaza de toros, se recordó el octavo aniversario
del discurso que, en ese lugar, pronunció José Antonio Primo de Rivera. Durante
el conmemorativo, con el recinto lleno, el jefe provincial del Movimiento, José
Gutiérrez Ortega, señaló que “en esas fechas, la Falange estaba pletórica de vida”,
apreciación ya sólo relativamente cierta, pues su etapa de mayor hegemonía en el
entramado del régimen acababa de finalizar.
La evolución de la Segunda Guerra Mundial y el temor a que los aliados
atacasen nuestro territorio hizo que se tomasen algunas medidas preventivas, como,
en Puertollano, la puesta en marcha de una Junta Local de Defensa Pasiva contra
Aeronaves, y la revisión periódica de los tres refugios existentes. Acabado el
conflicto, en la Conferencia de Potsdam se recomendó la no inclusión de España en
la recién creada Organización de las Naciones Unidas, dando comienzo una etapa de
aislamiento internacional. Las manifestaciones de apoyo al sistema se sucedieron en
todo el país, celebrándose la de Puertollano en la tarde del 10 de diciembre de 1946,
en la que se pronunciaron consignas a favor de Franco y contrarias al comunismo.
El 6 de julio del año siguiente se llevó a cabo el referéndum para aprobar
la Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado, en el que, además de amenazar con
sanciones a quien no acudiese a las urnas y de efectuarse sin ninguna garantía, la
propaganda oficial se volcó en la petición del voto afirmativo, contribuyendo a
enardecer el ambiente previo la visita de Eva Perón a España, mostrada como una
salida del ostracismo internacional, al igual que, en el caso concreto de la ciudad, el
mitin que, el día anterior, pronunció en la plaza de toros el ministro de Trabajo, José
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Antonio Girón de Velasco. Los resultados de la consulta dieron un apoyo masivo
a la Ley, si bien hay que indicar que el 25 por ciento de los votos negativos de la
provincia se dieron en Puertollano y que la prensa señalaba que “la trascendencia de
la jornada era similar a la del 18 de julio de 1936”.
En esta época, la oposición al régimen provino del maquis, en torno al Partido
Comunista, y bajo las directrices de Ramón Guerreiro y Luis Ortiz de la Torre.
Al necesitar dinero, en septiembre de 1946, la organización atracó la sucursal del
Banco Español de Crédito de la ciudad, haciéndose con un botín de 250.000 pesetas
(Moreno, 2001). Sin embargo, a partir del año siguiente, la actividad guerrillera
descendió notablemente en la zona, tras ser abatidos varios de sus miembros en una
casa de labor situada en las afueras de la localidad, en la carretera a Almodóvar del
Campo.
Recién entradas las tropas nacionales en Puertollano, fue nombrada una
Comisión Gestora, con Toribio Mora García como alcalde, a quien sucedieron,
hasta 1951, Miguel Belló, Martín Garrido, Félix Belló, Enrique Porras y José León.
Corporación como tal no hubo hasta 1948, tras las primeras elecciones municipales
organizadas por el franquismo, mediante el peculiar sistema de tercios familiar,
sindical y de entidades.
En mayo de 1939 fue suprimido el Instituto de Bachillerato, si bien gestiones
de las autoridades locales ante el subsecretario del Ministerio de Educación Nacional,
Jesús Rubio, lograron su restablecimiento, siendo designado, desde marzo de 1947,
con el nombre de “Fray Andrés”. Por su parte, el Colegio María Inmaculada y la
Escuela de Trabajo comenzaron a funcionar en el curso 1942-43.
Uno de los campos en los que más se notó la nueva situación política fue en
el de la cultura, siendo eliminados de la Biblioteca Municipal los libros “de ideología
marxista” y los que, a juicio de las autoridades, “atentaban contra la moral y la
religión católica”, y adquiridos, en cambio, los que “encarnaban la espiritualidad
e ideas del Movimiento Nacional”. Salvo contadas ocasiones, fueron personas y
entidades de la localidad las que realizaron actividades de tipo cultural, interpretando
y representando algunas zarzuelas y obras teatrales.
La mayor parte de la Iglesia se mantuvo identificada con el sistema,
produciéndose una sacralización de la vida española que afectó a casi todos sus
ámbitos e instituciones. Los templos de la Virgen de Gracia y de la Asunción fueron
restaurados y, en 1948, se consagró el de Santa Bárbara.
Al iniciarse la década de los cincuenta, la ciudad de Puertollano era una pura
contradicción, al estar convirtiéndose en una factoría industrial de primer orden,
pero, con tales carencias en el ámbito de los servicios, que hacían de ella un lugar en
el que algunas de las caras más evidentes del subdesarrollo se mostraban con toda
su crudeza.
Las jornadas conmemorativas eran muy abundantes, destacando la del 18 de
julio, aniversario de la sublevación militar; la del 29 de octubre, en que se constituyó
la Falange, y la del 20 de noviembre, que evocaba la muerte de su creador, José
Antonio Primo de Rivera.
En octubre de 1953, al cumplirse veinte años de su fundación, la Falange
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Modesto Arias Fernández
celebró en Madrid su primer y único Congreso Nacional tras la Guerra Civil. Con
anterioridad, en julio, se realizaron en Puertollano el Local y el Comarcal, y en
septiembre, en Ciudad Real, el Provincial, donde el gobernador civil, José María del
Moral, dijo, del mismo, que había sido “un acto de fe y esperanza, con sentido de
continuidad”, y aunque la organización era consciente de que no podría lograr una
mayor influencia, siguió siendo útil y leal a Franco, pues su única razón de existencia
era la que el propio régimen le suministraba.
Las dificultades para los vecinos continuaron siendo abundantes, aunque
el entorno tendió a mejorar. Paulatinamente, fueron acabando las restricciones
eléctricas, del pan, del tabaco y de la gasolina, y la llegada de agua, procedente del
pantano de Montoro, alivió esta penuria, instalándose nuevas fuentes y creciendo las
acometidas a particulares.
La mayoría de la población activa tuvo que ver con las labores del carbón
y de las industrias de ENCASO. En mayo de 1952, Franco, acompañado por siete
ministros, inauguró el Complejo Industrial, en concreto, la factoría de destilación de
pizarra. Previamente, en el Ayuntamiento, le fue impuesta la Medalla de Oro de la
Ciudad, concedida por la Corporación, que calificó de “período de paz octaviana el
que, desde el 1 de abril de 1939, disfrutaban los españoles”.
ENCASO vivió tiempos de continua expansión, contando con todo tipo
de dependencias El Poblado que había ido creando. El carbón, en cambio, vio sus
primeras dificultades en 1953, en la mina San Francisco, resurgiendo los problemas
del sector seis años después, y manifestados en una posterior visita del Caudillo, en
noviembre de 1959, realizada para inaugurar los nuevos edificios del Instituto de
Bachillerato y de la Escuela de Maestría Industrial, así como la fábrica de abonos
nitrogenados del Complejo, pues bastantes pancartas, en su recibimiento, aludían a
un asunto cuya problemática se vislumbraba que no había hecho más que comenzar.
Esta época fue pródiga en accidentes laborales. Los más graves ocurrieron en
octubre de 1953 y 1958, por explosiones de grisú en el pozo Calvo Sotelo, causando
once y doce muertos, respectivamente.
El aumento de población hizo que la falta de viviendas se convirtiese en
un obstáculo de gran envergadura, debiendo vivir numerosas familias en casas de
alquiler con pésimas condiciones de habitabilidad, y recurriendo otras a cuevas,
chozas y chabolas. Más de la mitad de los habitantes no había nacido en la localidad,
prueba del aluvión de personas que llegó a la misma, las cuales, en un porcentaje
bastante elevado, no sabían leer ni escribir.
También tuvo difícil solución la escasez de colegios, por la incesante
llegada de jóvenes en edad escolar. Pese a arbitrarse soluciones, como levantar
aulas prefabricadas o habilitar dependencias en doble sesión, de mañana y tarde,
con alumnos y maestros diferentes en cada turno, en 1959 había 6.200 niños sin
escolarizar. En enero de 1953 fue inaugurado el Colegio Salesiano y, en marzo, el
Hogar Infantil Virgen de Gracia.
Entre los años 1950 y 1952, la alcaldía la ocupó José León Gascón, que mejoró
la situación económica del Ayuntamiento y creó la guardia urbana de circulación,
“comprobado el alto número de vehículos que circulan por la ciudad y que, con
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tanta frecuencia, ponen en peligro la seguridad de los transeúntes”, afirmación que
se hacía en 1950. Desde 1952, y hasta 1965, al frente de la Corporación estuvo
Emilio Caballero Gallardo, quien, al igual que sus antecesores, tuvo que afrontar
las múltiples dificultades que acarreaba una ciudad en la que, durante aquel tiempo,
su población y necesidades crecieron a un ritmo bastante mayor del que lo hicieron
los recursos económicos disponibles en el Consistorio, pues, aunque el Presupuesto
Municipal pasó de tres millones de pesetas en 1950 a dieciocho en 1959, se trataba
de cantidades a todas luces insuficientes para los muchos menesteres que había.
Durante esta etapa se celebraron sendas ediciones de la Feria Oficial de
Muestras de la Provincia; se levantó la iglesia de San José, en la Barriada 309;
el Pabellón de Música, instalándose en sus bajos, posteriormente, la Biblioteca
Municipal; el mercado de abastos; los monumentos a Fulgencio Arias y Ricardo
Cabañero, fundadores de la Feria de Mayo y de la Cruz Roja de la localidad,
respectivamente, y a los Caídos en el Trabajo, con proyecto de Marino Amaya, y
que inauguró, en julio de 1958, el ministro secretario general del Movimiento, José
Solís Ruiz, mientras que el mayor barco de la flota mercante española de aquella
época, botado en 1955, recibió el nombre de “Puertollano”, y un nacido en la ciudad,
Manuel Fernández-Conde y García de Rebollar, a comienzos de 1959, fue nombrado
obispo de Córdoba, e investido por el papa Juan XXIII en Roma.
En octubre de 1953 echó a andar el Aula de Cultura, dependiente de Falange,
patrocinada por el Ayuntamiento y dirigida por Tomás García de la Santa, posterior
director del Instituto Fray Andrés. De la entidad, que no disponía de un lugar fijo
e idóneo para celebrar sus actos, desarrollados en medio de un panorama cultural
paupérrimo y en el contexto de la época, surgieron agrupaciones de tipo musical
y fotográfico, y la organización de exposiciones de pintura y de charlas que, entre
otros, dieron Francisco García Pavón, Gerardo Diego, José Hierro y Álvaro de la
Iglesia.
Conviene mencionar el paso, en 1958, por algunas barriadas periféricas, de
la Cátedra Ambulante “Francisco Franco”, perteneciente a la Sección Femenina;
la prohibición de los Carnavales, para lo que se publicaba un Bando indicador de
sanciones; la emisora Radio Parroquial, fundada por el sacerdote Pedro Muñoz
Fernández; las pinturas de Fernando Gómez Cuadra, Manuel Prior y Daniel Ciudad;
la presencia, por primera vez en la población, de los Festivales de España, evento
que se produjo en la Feria de Mayo de 1956, con la obra teatral La fierecilla domada,
de William Shakespeare, en versión de José Luis Alonso y a cargo de la Compañía
de María Jesús Valdés, y que, en 1954, la nueva coyuntura internacional y los
acuerdos firmados por nuestro país, hicieron que aterrizasen en las proximidades de
la localidad, para repostar, dos helicópteros de las Fuerzas Aéreas norteamericanas,
hecho que despertó el interés y la curiosidad de la ciudadanía, acercándose bastantes
personas para verlos de cerca.
Los años sesenta coincidieron con la fase desarrollista que pasó el país y
de la que Puertollano participó plenamente, alcanzando, en 1964, la mayor cifra de
habitantes de su historia, casi 58.000, lo que significaba que, desde el año 1940, la
población había crecido un 135 por ciento y, pese a que, en algunos comentarios
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Modesto Arias Fernández
sobre la ciudad, se afirmaba que “tenía un aire de nueva California”, era evidente que
las carreteras que la rodeaban se encontraban en mal estado, y que carecía de medios
urbanísticos imprescindibles, como agua, alcantarillado y pavimentación, además de
viviendas y escuelas, aunque, con el tiempo, se notaron importantes mejoras.
En 1960, había casi 14.000 trabajadores y 1.705 empresas, de las que 43
eran talleres artesanales, mientras que 150 familias vivían de la ganadería y 96 de la
agricultura. Siete años después, la renta por habitante de la ciudad casi duplicaba a
la provincial.
Continuaron las inversiones en ENCASO, a cuyo frente estuvieron Pedro
Lloret y Julio de los Cobos. Ya a comienzos de la década, y debido a las nuevas
circunstancias por las que pasaba nuestro país, era poco rentable la destilación de
pizarras bituminosas y el tratamiento de los aceites, al resultar más barato obtener
del petróleo los productos que, hasta esa fecha, aquí se elaboraban, por lo que, en el
Consejo de Ministros celebrado en San Sebastián el 11 de agosto de 1961, se confirmó
algo que se esperaba desde tiempo atrás y que tantas expectativas había creado, pues
fue aprobada la instalación de una refinería de petróleo y la construcción, para su
transporte, de un oleoducto que partía de Málaga.
En diciembre de 1964, el príncipe Juan Carlos de Borbón, aún no presentado
a las Cortes por Franco como su sucesor, a título de rey, estuvo en la empresa, a la
que, en septiembre del año siguiente, llegaron los primeros crudos procedentes del
puerto malacitano.
Franco inauguró la refinería en junio de 1966, en la que fue su cuarta y última
visita a la población, ya con 73 años de edad, si bien el despegue de la industria
petroquímica forzó el cierre de los pozos de pizarra y que casi 700 trabajadores
quedasen sin empleo. En esa fecha, el petróleo representó el 47 por ciento de la
demanda con fines energéticos del país, mientras que, en 1945, sólo había sido del
1´6, dando lugar las nuevas explotaciones a que, en sus alrededores, apareciesen
otras factorías, como Alcudia, Calatrava, Butano y Paular.
Por contra, los cambios en la orientación de los mercados y la entrada en
vigor del Plan de Estabilización de 1959 provocaron que el sector minero del carbón
iniciara un retroceso del que ya no logró sobreponerse. Entre 1960 y 1967 se perdieron
1.600 empleos, surgiendo en la localidad el paro, un fenómeno inédito durante las
décadas anteriores. La medida más factible que se vislumbró fue el establecimiento
de una central térmica que absorbiese las disponibilidades de hulla, comenzando las
obras en julio de 1968, aunque el problema no pudo solucionarse.
Si en el ámbito económico hubo transformaciones importantes, el político,
en cambio, permaneció inmutable, prosiguiendo las conmemoraciones, los ciclos
de conferencias, en los que, de forma continua, se hacía mención a la “revolución
pendiente”, y los homenajes. De este modo, en 1959 se descubrió una lápida a José
Hernández Novas; en 1962, se levantó un monumento a los cuatro miembros de
la familia Cabañero, y en septiembre de 1967, se erigió un busto a Juan Antonio
Suanzes, como agradecimiento a su labor en la instalación del Complejo Industrial.
En mayo de 1964, en la Jefatura Local del Movimiento, se inauguró una
exposición de ciento cincuenta carteles, cedidos por el Ministerio de Información
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Fuentes de energía en Puertollano (1873-1982)
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y Turismo, y enmarcada en los fastos con los que el régimen conmemoró los
autodenominados XXV Años de Paz, a los que dio gran pompa y propaganda, fecha
en la que el Caudillo aseguraba que “no era necesario cambiar de doctrina, pues el
pluripartidismo estaba en crisis”.
El 14 de diciembre de 1966 fue sometida a referéndum la Ley Orgánica del
Estado, con la que se pretendió consolidar el sistema político por el que se regiría
el país cuando Franco desapareciera. Días antes, en el Gran Teatro, se celebró un
acto, en el que, entre otros, intervino Emilio Romero, director del diario Pueblo, y
en el que se dijo que dicha Ley significaba “la auténtica continuidad histórica de
España”. En cambio, Andrés Cejudo Cano, miembro de Comisiones Obreras, fue
detenido cuando portaba ejemplares del periódico Mundo Obrero, en el que se pedía
a los lectores la no participación en la consulta. Efectuada la votación, el porcentaje
de papeletas afirmativas fue muy mayoritario, si bien las circunstancias en que se
desarrolló el proceso no ofrecieron garantía alguna.
Esta fue la etapa de mayor oposición al régimen, centrada en la labor llevada
a cabo por el Partido Comunista y Comisiones Obreras. La oleada de huelgas que,
en distintos lugares del país, se produjo en la primavera de 1962 tuvo repercusión
en la ciudad, extendiéndose el paro por la cuenca minera y el Complejo Industrial, y
acudiendo a sofocarla ochocientos guardia civiles venidos de fuera. El conflicto se
inició el 9 de mayo, en la parte final de la Feria, y concluyó el 18, tras la amenaza de
las fuerzas del orden de cargar contra los trabajadores si no regresaban a la ciudad,
ya que, durante el paro, habían permanecido en los aledaños de sus centros de trabajo
(Ruiz, 1993). Finalizada la huelga, se organizaron, de manera estable, la central
sindical Comisiones Obreras y el Comité Comarcal del Partido Comunista, ambas
entidades encabezadas por Pedro Ruiz García. En las elecciones sindicales de 1966,
la central presentó una candidatura encubierta, que obtuvo un claro triunfo y motivó
que, en el entramado vertical, el número de infiltrados de ideología contraria a la
oficialista fuera muy numeroso.
Desde 1965, la alcaldía la ocupó Millán Aguilar Mazarro, quien estuvo
en el cargo hasta abril de 1979, fecha de la constitución de los Ayuntamientos
democráticos. Los problemas urbanísticos que heredó fueron ingentes, intentando
resolverlos en la medida de las siempre menguadas arcas del Consistorio.
A finales de la década, con la construcción de nuevas unidades, quedó
resuelto el problema de niños sin escolarizar, acudiendo a los colegios de Primaria,
en el curso 1967-68, casi 9.000 alumnos. En cambio, el Instituto Fray Andrés, ante
la masiva incorporación de estudiantes a las Enseñanzas Medias, se había quedado
pequeño.
En 1960 se creó el arciprestazgo de Puertollano, puesto que ocupó D. José
María Gómez, y síntomas de modernidad fueron la instalación de los primeros
semáforos, en la confluencia de las avenidas de José Antonio y de los Mártires;
del Servicio Urbano de Autobuses; de un repetidor de televisión, y de una central
telefónica automática. Adversidades también hubo, como las frecuentes inundaciones,
siendo la más dañina la que se originó el último día del año 1961, al desbordarse, por
las lluvias, el río Ojailén, que anegó varios pozos mineros y asoló la Barriada María
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Isabel.
Modesto Arias Fernández
En su tramo final, la crisis por la que, a nivel estatal, pasó el régimen
franquista, pareció afectar, en igual medida, a la ciudad de Puertollano, en la que
el número de habitantes tendió a decrecer, hasta quedar en poco más de 49.000 a la
conclusión de esta etapa. El problema de la escasez de viviendas desapareció, tanto
por la pérdida de población como por el cada vez mayor afán constructor.
La economía quedó supeditada, en gran medida, a las empresas establecidas
en el Complejo Industrial, ante el declive definitivo de la minería. El 30 de junio
de 1969, Peñarroya creó HUCESA, Hullera del Centro, Sociedad Anónima, y
desligó la explotación del carbón del resto de su patrimonio industrial y metalúrgico,
para, el 10 de marzo del año siguiente, anunciar que, el 31 de ese mes, promovería
expediente de crisis por motivos económicos, con vistas al cierre total de sus minas
e instalaciones en Puertollano. Ante esa noticia, los días 15 y 16, los obreros,
acompañados de sus mujeres e hijos, se manifestaron, siendo duramente reprimidos
por la policía, en tanto que las jerarquías locales y el jurado de empresa enviaron
telegramas a distintos organismos y personalidades y acudieron en Madrid a varios
Ministerios, regresando con la promesa de que, al menos, el 31 de marzo, las minas
continuarían en explotación. Sin embargo, la decisión ya estaba tomada y, en el
Consejo de Ministros del 27 de noviembre de 1970, se dispuso el cierre escalonado,
en cinco años, de todas las dependencias, perdiendo su empleo las 2.500 personas
que aún quedaban en la empresa.
Respecto a ENCASO, en 1969, contaba con 4.200 trabajadores, poniendo
en marcha, en fechas posteriores, nuevas plantas de etileno y de ácido nítrico. La
recesión económica surgida en 1973 se hizo notar, pues, en un año, el precio del
petróleo casi cuadruplicó su importe. En agosto de 1974, con la intención de lograr
una mayor eficacia, el Gobierno aprobó la fusión de la Compañía a otras firmas,
surgiendo ENPETROL, en la que el capital del INI suponía el 72 por ciento. A las
Sociedades instaladas en el Complejo se añadieron Montoro y Enfersa, mientras que
Sevillana de Electricidad se encargó del funcionamiento de la central térmica, una
vez ésta se puso en marcha.
En el plano político, y paralelo al Consejo Local del Movimiento, al que, por
entonces, se pretendía no asociar con la Falange, estaba formado el Círculo Doctrinal
José Antonio, que editaba un Boletín Informativo en el que los asociados exponían
su ideario y credo.
El domingo 20 de diciembre de 1970, con motivo del Consejo de Guerra
desarrollado en Burgos contra dieciséis miembros de ETA, se celebró una
manifestación en Puertollano, en la que se volvió a hablar del “patriotismo que
llevó a la victoria del 18 de julio”. Exactamente tres años más tarde, el asesinato
del presidente del Gobierno, Luis Carrero Blanco, a manos de dicha organización
terrorista, hizo que, en el Ayuntamiento, se colocase un pliego de firmas para mostrar
la condolencia por esa muerte y la adhesión a las autoridades del Estado, y que, el 22,
en la iglesia de la Asunción, se celebrara un funeral, oficiado por el nuevo arcipreste,
Jesús Jiménez-Ortiz.
El 20 de noviembre de 1975, fecha de a muerte de Franco, transcurrió con
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Fuentes de energía en Puertollano (1873-1982)
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normalidad en la población. Dos días después, a las 5 de la tarde, también en el templo
de la Asunción y a cargo del arcipreste, junto a ocho sacerdotes representantes de
las parroquias de la localidad, se celebró otra solemne función religiosa en honor del
Caudillo, leyendo el alcalde, al final de la misma, su testamento espiritual.
En el siguiente Pleno Municipal, se acordó erigirle un monumento por
suscripción popular, apareciendo incluso un Bando que lo anunciaba, pero esta
iniciativa, al igual que otra anterior, de poner el nombre de Carrero Blanco al próximo
colegio que se construyese en la ciudad, no llegó a materializarse, tal vez porque la
situación política pronto cogió unos derroteros muy diferentes a los de la etapa que
acababa de finalizar.
Mientras, la oposición al régimen continuó centrada en el Partido Comunista
y Comisiones Obreras, aunque sin alcanzar la pujanza de la etapa anterior. Entre agosto
y octubre de 1970, la policía detuvo a cuarenta militantes de ambas organizaciones
y destrozó las multicopistas donde se elaboraba Mundo Obrero, cuyos clichés eran
enviados desde Madrid. Los principales dirigentes lograron salir de la ciudad y
trasladarse a la capital de España, donde vivieron en la clandestinidad, pasando,
posteriormente, a Francia. Todo esto motivó que las acciones opositoras se redujeran
considerablemente, aunque ya en las vísperas del Primero de Mayo de 1971 hubo
siembra de octavillas por las calles.
En julio de 1974 fue creada en París la Junta Democrática, organización que, a
finales de ese año, inició sus actividades en la localidad, contando entre sus miembros
con Agustín Fernández Calvo, Manuel Caballero Vigara y Pilar Sierra Tapiador.
En junio de 1975, la policía de Ciudad Real desarticuló la estructura provincial,
coordinada por José Antonio García Rubio, pero, al no caer varios dirigentes de
Puertollano, el Partido Comunista pudo mantenerse activo en la población.
En otro orden de cosas, la Residencia Sanitaria Santa Bárbara fue inaugurada,
en febrero de 1973, por el ministro de Trabajo, Licinio de la Fuente, y, tiempo después,
comenzaron a funcionar el nuevo edificio del Ayuntamiento, la Casa Municipal de
Cultura y la Estación de Autobuses. Desaparecieron, en cambio, la plaza de toros y
la Feria de Ganados, la “Cuerda”, como era conocida popularmente.
5. El período de la Transición Democrática (1975-1982)
A la muerte del Caudillo, una gran parte de la sociedad española se encontraba
muy alejada de los valores propugnados por un sistema que, en 1975, hacía de
nuestro país el único de Europa Occidental en el que no estaba instaurado un modelo
representativo de la soberanía popular.
Comenzaba, de este modo, una época que la ciudad vivió intensamente,
pues, en plena efervescencia democrática y en medio de las dificultades económicas
que tuvo que afrontar, siempre asistió a los hechos que se sucedieron con un alto
compromiso en pos de la libertad y del logro de derechos fundamentales para la
persona humana, no en vano estaba avalada como un bastión importante en su
oposición al régimen de Franco.
En el aspecto demográfico, entre 1975 y 1982 hubo 9.058 nacimientos y
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Modesto Arias Fernández
3.023 defunciones, por lo que llegó a 6.062 el crecimiento natural, si bien la población
de derecho sólo aumentó en 523 habitantes, prueba de los numerosos vecinos que, en
medio de la recesión, tuvieron que dejar la localidad.
En 1981, el porcentaje de analfabetos era del 11’1 por ciento, y los
escolarizados entre 6 y 13 años, del 97’29. La incorporación de la mujer a la actividad
económica había ido aumentando, hasta llegar, ese año, al 12’45 por ciento, y en
cuanto a la población ocupada, por sectores, se repartía así: agricultura, 1’6 por
ciento; energía y agua, 12’8; industria, 31’1; construcción, 12’3, y servicios, 42’2.
De ella, el 86’6 por ciento era asalariada.
El 31 de diciembre de 1975 todavía quedaban 442 trabajadores en Hucesa,
pasando 145 a la jubilación anticipada y 297 a la situación de despedidos. Cerradas
las minas, la dependencia de la ciudad hacia el Complejo Industrial fue notable, e
incluso de la comarca, ya que, en 1982, 467 empleados procedentes de los pueblos
limítrofes desempeñaban sus tareas en él (Arias, 2001).
Los momentos para la industria petroquímica fueron poco favorables, pues,
si hasta 1973, había dispuesto de materia prima abundante y barata, desde esa fecha
ya no fue así, como consecuencia de la crisis del petróleo, agravada, en 1979, por la
situación en Irán, donde fue derrocado el sha y, a partir del año siguiente, por la guerra
entre este país e Irak. Ante esta coyuntura, los países acomodaron la producción a sus
necesidades de financiación, más que a satisfacer la demanda del mercado mundial.
En Puertollano, Enpetrol continuó siendo, con diferencia, la sociedad más
destacada. Se invertía en ella, pero los problemas del sector eran obvios y, como
consecuencia, generaba poco empleo. En 1975, el volumen de sus beneficios fue de
1.014 millones de pesetas, ocupando el segundo lugar de las empresas del INI, tras
Enher, que tuvo 1.058. Tres años después apareció el Real Decreto que autorizaba el
montaje de la planta de Cracking Catalítico en la ciudad, a la que se destinarían, en
un principio, 19.000 millones de pesetas, y que sirvió, al menos, para consolidar el
Complejo Petroquímico, dándole una estabilidad mayor de la que tenía. Este lugar
fue visitado por los reyes de España, Juan Carlos I y Sofía, durante su estancia en
la localidad, el 9 de noviembre de 1978. Tres años después, las producciones de la
empresa, en toneladas métricas, llegaron a 5.424 de crudo destilado; 88 de aceites
lubricantes; 298 de olefinas, y 48 de aromáticos.
Otras entidades destacadas eran Alcudia, orientada a la fabricación de plásticos
en polietileno de baja densidad, polipropileno y polioles, y que, en 1982, tuvo un
déficit de 448 millones de pesetas; Calatrava, dedicada al polietileno de alta densidad,
y que debía hacer un esfuerzo considerable para poder sobrevivir; Montoro, que
producía estireno monómero y óxido de propileno, y a la que la entrada de empresas
norteamericanas en los mercados europeos había ocasionado dificultades; Enfersa,
que creaba amoníaco a partir de gas natural; Encasur, dedicada a la explotación de
carbón a cielo abierto; Sevillana de Electricidad, que originaba unos 1.300 millones
de kw/h al año, y Tamoin, dedicada a montar plantas en Enpetrol.
Junto a ellas se encontraba Paular, con 552 trabajadores en 1979, pero en plena
crisis. Ésta se había precipitado por la creación de una planta de acrilonitrilo, para
cuya financiación recibió un préstamo de seiscientos millones de pesetas del Banco
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de Crédito Industrial, inversión que no se rentabilizó porque había un excedente
de mercados. El asunto preocupaba a la población, celebrándose, el 1 de febrero de
1980, una manifestación a la que acudieron 8.000 personas y, del 16 al 18 de marzo,
una huelga general en la ciudad y la comarca, convocada por UGT y Comisiones
Obreras, seguida muy mayoritariamente. Al final, la empresa no pudo mantenerse,
y 41 trabajadores pasaron al centro de Morell, en Tarragona, repartiéndose el resto
entre Alcudia y Enpetrol.
Sin duda, la más importante dificultad por la que Puertollano tuvo que pasar
en esta etapa fue el paro, algo que se podía hacer extensivo a bastantes lugares
del país. En 1978, los desempleados de la ciudad eran 2.288, llegando a 3.876 en
1981. Si en 1960, 4.900 personas desarrollaban sus tareas en las minas y 5.614 en
el Complejo Industrial, es decir, 10.514 trabajadores, veintidós años más tarde, las
cifras eran 238 y 4.125, respectivamente, proporcionando un total de 4.363 operarios,
dato elocuente de por sí.
En cuanto a la vida municipal, en 1975 la Corporación la integraban Millán
Aguilar Mazarro, que continuaba como alcalde, y dieciocho concejales. Para el
domingo 25 de enero de 1976 estaban convocadas elecciones a las alcaldías de la
mitad de los municipios del Estado, entre ellos Puertollano, según el Estatuto de
Régimen Local, aprobado por la Ley 41/1975, de 19 de noviembre, que señalaba
que los concejales, mediante votación secreta, elegirían al alcalde. Sin embargo, en
la ciudad no hubo necesidad de celebrarlas, porque la única candidatura presentada
fue la del propio Millán Aguilar.
Hubo que esperar hasta el 3 de abril de 1979 para la realización de las
primeras elecciones municipales democráticas, por lo que la ciudad, al igual que
las del resto de la nación, ya pudo contar con un Ayuntamiento decidido por sus
ciudadanos. En ellas venció el Partido Socialista Obrero Español, que obtuvo doce
concejales, por siete Unión de Centro Democrático y seis el Partido Comunista de
España, quedando como alcalde Ramón Fernández Espinosa, del PSOE.
La llegada de esta Corporación hizo que hubiese debates y confrontación
de opiniones entre sus miembros, algo no muy habitual hasta entonces, y que,
mostrando un gran dinamismo, abordase múltiples temas y aspectos, pues no había
asunto, a nivel nacional e internacional, además del local, evidentemente, sobre el
que no opinara y diese su versión. Muchas calles y colegios cambiaron de nombre,
respetando, de manera general, las denominaciones que tenían antes de la Guerra
Civil. También dio un fuerte impuso al asociacionismo vecinal, sumándose, en los
distintos barrios de la ciudad, nuevas entidades a las ya existentes, con lo que este
movimiento alcanzó un auge sin precedentes. La noche del 23 de febrero de 1981,
durante el intento de golpe de Estado, el alcalde y varios concejales permanecieron
en el Consistorio, a la espera de la evolución de los acontecimientos, en la que fue la
más dura prueba que la entonces joven democracia tuvo que afrontar.
Los presupuestos municipales pasaron de 158.150.952 pesetas, en 1975,
a 686.768.000, en 1982. El 14 de septiembre de 1981, un Pleno Extraordinario
aprobó el Plan General de Ordenación Urbana, que sustituía al elaborado en 1968.
La estructura que definía estaba determinada por la red viaria y la clasificación del
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Modesto Arias Fernández
suelo en urbano (sobre el que se asentaba la ciudad), urbanizable (al margen del
crecimiento de la ciudad) y no urbanizable (el resto del suelo municipal).
Cuestión destacada fue la evolución política, pues, lógicamente, se trató de
una época con grandes cambios.
Ya conforme se acercaba el 29 de octubre de 1976, aniversario de la fundación
de la Falange, existía cierto interés por comprobar cómo se desarrollaría, pues era
la primera ocasión en que se iba a realizar sin el Generalísimo en la Jefatura del
Estado. En Madrid, la conmemoración estuvo llena de incidentes, sobre todo cuando
Sigfredo Hillers atacó la figura del Caudillo y al régimen surgido el 18 de Julio; en
Ciudad Real, Federico Castejón se refirió, una vez más, a la revolución pendiente
y al desarrollo de las Leyes Fundamentales aparecidas durante el franquismo, y en
Puertollano ocurrió algo tan significativo como que no se celebró acto alguno.
El 20 de noviembre sí hubo un funeral por el Caudillo, organizado por
el Ayuntamiento, aunque con la ausencia de bastantes concejales, y otro por José
Antonio Primo de Rivera, convocado por militantes del partido que creara, pero no
tuvo lugar la tradicional conferencia que se daba por la tarde.
El 1 de abril de 1977 desapareció el Movimiento Nacional, y los militantes
falangistas se dispersaron en varias tendencias. Falange Española de las JONS
Auténtica presentó candidatura en las Elecciones Generales de 1979 y 1982, pero
con resultados muy pobres en la localidad. Igual ocurrió con Fuerza Nueva, cuya
sede inauguró Blas Piñar en mayo de 1981, hasta su disolución a finales del año
siguiente.
A la muerte de Franco, el PCE y Comisiones Obreras eran las fuerzas más
estables y preparadas para la lucha por las libertades que se avecinaba. En 1976, al
ser amnistiados, volvieron los dirigentes de estas organizaciones que se habían visto
obligados a huir seis años antes, lo que era un símbolo más de una época que acababa
y de otra que comenzaba.
Pronto, sin embargo, a las dos agrupaciones se fueron incorporando otras.
Así, el 1 de febrero de 1976, comenzaron las inscripciones en el PSOE y el 5 de
marzo, el secretario de Organización a nivel estatal, Nicolás Redondo, en una carta
enviada desde Madrid, les invitaba a crear una sección, al objeto de integrarla en
el partido, por lo que un día más tarde, el 6, se constituyó la Agrupación Local, la
única en la provincia por entonces, y el 8 se formó la Comisión Ejecutiva, presidida
por Cipriano Morales Liñán, un veterano militante socialista, lo que se comunicó al
secretario general, Felipe González, quien, el 21 de septiembre, acudió a Puertollano.
Igualmente, el 1 de febrero de 1976 dio sus primeros pasos la Unión General de
Trabajadores que, en agosto, contaba con cincuenta y tres inscritos, también los
primeros de la provincia.
En abril de 1976 se había creado, en París, Coordinación Democrática, que
agrupaba a la Junta y a la Plataforma. Organizado por ella, el 14 de julio, con Adolfo
Suárez recién llegado al frente del Gobierno, se celebró en Puertollano un acto que,
en su momento, tuvo especial relevancia y significado: una manifestación en la que
se abogó por la amnistía, algo que, en aquellas fechas, se había convertido en un
auténtico clamor popular. Asistieron unas dos mil personal y, en el Pabellón de la
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Música, Eduardo de la Orden, concejal y militante del PSOE y la UGT, durante los
cinco minutos permitidos, pidió libertad y la desaparición de las dos Españas que
habían coexistido durante las últimas décadas, además de la salida de la cárcel de los
presos por razones políticas.
Los acontecimientos se sucedían en la ciudad y, el 15 de agosto, Comisiones
Obreras llevó a cabo, en las Pocitas del Prior, su primera Asamblea Provincial, sin
permiso gubernativo. El 28 de noviembre constituyó la Unión Sindical Comarcal y,
el 19 del mes siguiente, la de la provincia de Ciudad Real, en sendos actos también
celebrados en Puertollano. Finalmente, el 9 de enero de 1977, en el despacho de
abogados laboralistas de la calle Atocha, en Madrid, donde, días después, fueron
asesinados cinco afiliados por miembros de la extrema derecha, creó la de Castilla la
Nueva, con Pedro Ruiz García como secretario general, persona que, en la localidad,
había llevado a cabo una labor muy importante en el sindicato durante buen tramo
del régimen anterior, hasta que se vio obligado a huir de la misma y a vivir en la
clandestinidad.
Legalizados los partidos políticos, cada uno siguió su propia andadura. El 25
de marzo de 1977, en el Gran Teatro, hizo su presentación el PSOE, con la leyenda
“Socialismo es libertad”. Era su primer acto público en Puertollano desde los años
de la Segunda República, y la expectación que despertó hizo que hubiese personas
hasta en el vestíbulo. El partido, muy pronto, se consideró una alternativa de poder
que le llevó a debates internos, como el de la conveniencia o no de la reafirmar el
término marxista, y a mostrar discrepancias, sobre todo en los primeros momentos,
con algunas decisiones tomadas a nivel provincial, consciente de su peso y, sobre
todo, de los votos que en la ciudad proporcionaba, pues ganó con claridad en todas
las citas electorales celebradas durante este período.
El PCE ya se había hecho notar en diciembre de 1976, cuando, tras la
detención en Madrid de su secretario general, Santiago Carrillo, los militantes se
repartieron por la población, en grupos de dos, llenándola de pintadas que reclamaban
su puesta en libertad. El partido fue legalizado el 9 de abril de 1977, Sábado Santo,
volviendo a salir, esa noche y a la mañana siguiente, sus afiliados a la calle para
celebrarlo. El 28 hizo su presentación en el Gran Teatro, que, una vez más, se quedó
pequeño, con el lema “Por la democracia”. Aunque sus posteriores resultados en las
urnas no obtuvieron cotas brillantes, se trató de un partido que siempre tuvo gran
presencia y poder de convocatoria y movilización en la localidad.
UCD se vio obligada a nacer de forma rápida, a partir de los organismos e
instituciones, ante la proximidad de las primeras Elecciones Generales. En este caso,
fue el gobernador civil, Eduardo Ameijide Montenegro, quien se puso en contacto con
Pedro Muñoz Arias para que fuese el encargado de organizar la agrupación y, aunque
su incidencia en la ciudad fue escasa, ya que el mayor protagonismo lo acapararon
las entidades de izquierda, fue un partido fundamental a la hora de entender lo que
representaron aquellos años en que se iniciaba la andadura democrática en nuestro
país.
Los primeros pasos de Alianza Popular estuvieron llenos de dificultades, con
muy escasa militancia, sin directiva y sólo varias personas integrando una Comisión
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Gestora de Organización, con Julián Díaz Alcázar a la cabeza. Tales eran sus problemas
de implantación que no presentó candidatura a las Elecciones Municipales de 1979,
y no dispuso de sede propia hasta 1982. Con el paso del tiempo, y de forma paralela
al declinar de UCD, sus expectativas electorales crecieron, hasta convertirse, en la
cita electoral de 1982, en la segunda fuerza más votada de la población.
Hubo otros partidos con una presencia menor, como el Partido Socialista
Popular (PSP), que en 1978 se integró en el PSOE; el Partido del Trabajo de
España (PTE), la Organización Revolucionaria de Trabajadores (ORT) y el Centro
Democrático y Social (CDS).
Entre 1975 y 1982, los ciudadanos fueron convocados a las urnas en los
referéndums sobre la Ley para la Reforma Política (1976) y la Constitución (1978);
en tres Elecciones Generales (1977, 1979 y 1982), y en unas Municipales (1979).
El referéndum sobre la Ley para la Reforma Política se celebró el 15 de
diciembre de 1976, y fue la última ocasión en que se pidió parecer a los españoles sin
haberles permitido la realización de actos o propaganda de signo contrario a lo que
desde el poder establecido se preconizaba, aunque la permisividad con la oposición,
todavía ilegal, fue mayor que en ocasiones precedentes. Así, el 8 de diciembre, durante
el recital que dio Rosa León en el Gran Teatro, dos asistentes subieron al escenario
y colocaron una pancarta en la que figuraba “Ante el referéndum, la abstención es la
mejor canción”. Los portadores fueron detenidos a la conclusión del acto, pero media
hora después salieron de la Comisaría, adonde se habían dirigido bastantes personas
para interesarse por su suerte. El domingo 12, en el Paseo San Gregorio, un grupo
desplegó varios carteles y repartió octavillas pidiendo, igualmente, la abstención, y
repitiéndose, como días atrás, su detención y, doce minutos después, su puesta en
libertad, en medio de aplausos de los que les esperaban fuera. En Puertollano, los
votos afirmativos alcanzaron el 96’92 por ciento, mientras que a nivel nacional y
provincial llegaron al 94’2 y 94’8, respectivamente.
Las Elecciones Generales del 15 de junio de 1977 eran las primeras que se
celebraban en nuestro país en cuarenta y un años, eligiéndose los representantes para
el Congreso de los Diputados y el Senado. La campaña electoral se desarrolló con
normalidad y con una asistencia masiva de los ciudadanos a los actos y mítines de los
distintos partidos políticos, tratándose de una auténtica fiesta democrática. Además,
la apertura y los cambios hacía ya meses que afectaban a otros ámbitos, como el de
las costumbres, la libertad de expresión, con masiva publicación de libros y estreno
de películas prohibidas, o la libre crítica al Gobierno y a las instituciones. Celebrados
los comicios, a nivel nacional y provincial venció UCD, mientras que en la localidad
fue claro el triunfo del PSOE, que duplicó en votos a la segunda fuerza, el partido
centrista, en tanto que dos puertollanenses obtuvieron escaño, Pedro Muñoz Arias,
por UCD, en el Congreso, y Cipriano Morales Liñán, por el PSOE, en el Senado.
Las Cortes Constituyentes surgidas de estas elecciones elaboraron una Carta
Magna, que fue aprobada, por las dos Cámaras, el 31 de octubre de 1978, y votada,
en referéndum, por los ciudadanos, el 6 de diciembre. El índice de participación,
a nivel estatal, provincial y local fue del 67’1, 70’1 y 71’7 por ciento, y el de las
papeletas afirmativas del 87’7, 85’1 y 94´1, respectivamente, prueba de que los
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Fuentes de energía en Puertollano (1873-1982)
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votantes siguieron las consignas dadas por los partidos mayoritarios, favorables a su
aceptación.
Ratificada la Constitución, las Cortes fueron disueltas y, para el 1 de marzo
de 1979, se convocaron nuevas Elecciones Generales, en las que se volvieron a
repetir, casi con exactitud, los resultados de 1977. Es decir, tanto en el país como en
la provincia, ganó UCD, mientras que en Puertollano volvió a vencer el PSOE.
Poco después, el 3 de abril, se desarrollaron las primeras Elecciones
Municipales, largo tiempo esperadas, originando una Corporación que integraron,
por el PSOE, Ramón Fernández Espinosa, que fue nombrado alcalde, como se
mencionó anteriormente, José Andrés Martínez, Vicente Cachero Buitrón, Rufino
Duque Duque, Jesús Jiménez Fernández, José Piedrabuena Fernández, Herminia
Vicente Rodríguez-Borlado, Francisco Navarro Villanueva, Germán Díez Viñuela,
Eduardo Quesada Fernández, Antonio Hidalgo Ramos y Antonio Mansilla Vigara;
por UCD, Eduardo Mora Soler, Fernando Bermejo Romero, César Martín-Duarte
Delgado, Nicolás Palomo Viñas, Filiberta Bueno Martín, Sotero Bernal Morales,
Fermín Hurtado de Mendoza Casermeiro, y por el PCE, Agustín Fernández Calvo,
Manuel Caballero Vigara, Dolores Adámez Ortiz, José Manuel García Cañuelo,
Felipe Montes Belmonte y Isabel Ana Rodríguez Blanco.
La última cita electoral de este período tuvo lugar el 28 de octubre de 1982,
presentándose bajo unos auspicios distintos a las precedentes, ya que UCD, el partido
en el Gobierno, se encontraba en plena fase de desmembración. Por ello, en esta
ocasión, sí coincidieron los resultados a nivel nacional, provincial y local, pues en
todos ellos ganó el PSOE, siendo abrumador en el caso de Puertollano, con el 65’9
por ciento de los votos, y donde un vecino, Fernando Sanz Alonso, obtuvo plaza en
el Senado.
En lo que concierne a las organizaciones sindicales, hasta 1977 mantuvo
su presencia el sistema vertical, siendo catorce los sindicatos constituidos en
Puertollano.
Las centrales fueron legalizadas el 28 de abril de 1977. Comisiones Obreras
se presentó el 20 de mayo, en el Gran Teatro, en un nuevo acto multitudinario. Tras
ello, fue formando las distintas Comisiones de Empresas, llegando a tener, en abril
de 1979, la notable cifra de 3.495 afiliados, de los que un elevado porcentaje, el 41’5
por ciento del total, pertenecían a la Rama de Químicas, reflejo de la importancia
que, en éste y tantos otros ámbitos, tenía el Complejo Industrial. En cambio, la
otrora tan destacada de la Minería sólo alcanzaba el 4’8 por ciento. Con el tiempo, el
número de militantes fue disminuyendo, pues permanecieron, únicamente, los más
implicados en el proyecto.
El peso de la UGT fue menor. Una vez legalizada, comenzaron a constituirse
las distintas Federaciones, siendo también la de Química la que contaba con más
inscritos. Su cifra más elevada de asociados se dio en agosto de 1978, sobrepasando
los 2.700, número que también fue descendiendo de manera paulatina.
Otras centrales reseñables fueron Unión Sindical Obrera (USO), con cierta
implantación en el sector sanitario; la Confederación Nacional del Trabajo (CNT),
que dispuso de un Ateneo Libertario, y el Sindicato Independiente de Trabajadores
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
Modesto Arias Fernández
30
(SIT), cuya sede provincial se encontraba en Puertollano. También desarrollaron su
labor la Central Obrera Nacional Sindicalista (CONS), en línea con el desaparecido
vertical; Fuerza Nueva del Trabajo (FNT), vinculada al partido ultraderechista de
Blas Piñar, y el Sindicato Unitario (SU), alineado con la ORT y el PTE.
Hubo elecciones sindicales en 1978, 1980 y 1982, algo que, igualmente,
contribuyó a consolidar el sistema democrático. En todas venció Comisiones Obreras,
seguida, a cierta distancia, de la UGT, siendo obvio que la central, al contrario que
el PCE, en las Elecciones Generales y Municipales celebradas en la población,
recogía lo que había sembrado durante el franquismo, al ser, prácticamente, y pese
a su carácter clandestino, la única fuerza sindical organizada opositora al régimen
establecido.
Hasta 1978 no se autorizó la celebración del Primero de Mayo, debiendo
recurrir los organizadores, hasta entonces, a las concentraciones en el Parque de la
Rincona, como tantas veces habían hecho durante la etapa anterior. Una vez permitida,
la manifestación pudo recorrer las principales calles de la ciudad, concluyendo en el
Pabellón de Música del Paseo San Gregorio.
En el aspecto cultural y educativo, destacó la entrada en funcionamiento,
durante el curso 1976-77, del Instituto Dámaso Alonso, ante la imposibilidad del
Fray Andrés de acoger a todos los estudiantes que deseaban cursar Bachillerato. En junio de 1976 terminó sus estudios la primera promoción de la Escuela Femenina
de Ayudantes Técnicos Sanitarios, ubicada en la Residencia Santa Bárbara, y que
desapareció a comienzos de la década siguiente. En marzo de 1981, se acordó crear
la Universidad Popular, la segunda que echó a andar en España, tras la de San
Sebastián de los Reyes, y el 26 de abril de 1983 fue inaugurado el Conservatorio de
Música Pablo Sorozábal, una vez concluidas las adaptaciones hechas en la Casa de
Baños.
6. Conclusiones
Lo anteriormente expuesto es un recorrido, a través de algo más de un siglo,
en el que, tomando como referencia la ciudad de Puertollano, se ha analizado la
trascendencia que, en distintos ámbitos, tienen las fuentes de energía y las labores
relacionadas con las mismas.
Durante este período, es decir, entre 1873 y 1982, transcurrieron diversas
fases históricas y, cada una de ellas, por sus características, aportó una serie de
circunstancias al propio desarrollo de los acontecimientos.
Así, en un principio, desde 1874, estuvo instaurado un sistema liberal,
con predominio de las oligarquías, y que confluyó en una dictadura populista y
demagógica. La villa que inició la etapa, poco tuvo que ver con la que, en 1930, la
terminó, pues el hallazgo de carbón en sus alrededores, transformó un entorno rural
en otro minero que, en esos años, multiplicó por seis el número de sus habitantes,
que pasaron de tres mil a casi veinte mil. El aumento demográfico siempre estuvo
supeditado a los vaivenes en la demanda del mineral, con momentos álgidos, como
los que coincidieron con el conflicto cubano (1895-1898) y con el desarrollo de la
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
Fuentes de energía en Puertollano (1873-1982)
31
Primera Guerra Mundial (1914-1918), y complicados, caso de buena parte de la
década de los veinte. La llegada de tal aluvión de personas, caótico y apresurado,
provocó múltiples carencias y, a la vez, forjó una idiosincrasia y unas peculiaridades,
en muchos de sus moradores, distintas a la del entorno que lo rodeaba, pues el arraigo
de las tendencias republicanas, socialistas y anarquistas dio origen a una conciencia
de clase y a un movimiento obrero que creó diversas sociedades de resistencia.
Concluida la Dictadura de Primo de Rivera y, poco después, la Monarquía
de la Restauración, arrastrada, entre otras causas, por el desprestigio de aquélla, se
produjo en España un serio intento democratizador y reformista, el de la Segunda
República, que desembocó en una contienda civil. En Puertollano, siguieron
predominando las tareas extractivas del carbón, pero el agotamiento de las primeras
capas del mineral y la crisis económica, surgida en 1929, provocaron un escenario
de paro y abundante conflictividad social. A partir de 1936, la vida en la localidad
estuvo mediatizada, lógicamente, por el desarrollo del conflicto, si bien, al estar en la
retaguardia, sólo la afectaron algunos hechos bélicos aislados. Acudieron numerosos
refugiados de las zonas limítrofes y la producción de carbón, artículo considerado
prioritario para abastecer los mercados republicanos, aun debiendo sobreponerse a
múltiples dificultades, se mantuvo en términos relativamente aceptables.
La Guerra Civil dio origen a un largo régimen autoritario que, como todos
los de tipo personalista, y pese a sus esfuerzos por perpetuarse en el tiempo, no pudo
hacerlo, ante una sociedad en pleno cambio. Durante el mismo, convergieron las
labores mineras, si bien cada vez en mayor declive, con el nacimiento y desarrollo,
a gran escala, de la industria. Fue innegable la repercusión que, para la localidad,
tuvo la instalación, en la misma, de la Empresa Nacional Calvo Sotelo, provocando,
a partir de entonces, y en cierto modo, una especie de simbiosis entre ambos entes.
El número de habitantes creció sin cesar, hasta llegar a casi cincuenta y ocho mil
en los años sesenta, algo desmesurado para un lugar que no contaba con medios
para acogerlos, lo que siguió ocasionando enormes deficiencias urbanísticas y de
infraestructuras, algo crónico, en realidad, desde bastantes décadas atrás, y que,
poco a poco, intentaron ser paliadas. Durante esta fase desarrollista, la ciudad,
simultáneamente, se convirtió en un firme foco opositor contra el poder establecido,
con movimientos huelguísticos tan señalados como el de la primavera de 1962.
Finalizado el franquismo, llegó al país un modelo democrático, tras un
camino que no fue fácil de recorrer. El nuevo sistema, que trajo notables cambios,
y en el que, para su logro, la mayoría de los habitantes de Puertollano estuvo
implicado, coincidió con una época en que, desaparecida la actividad minera, las
entidades fabriles aquí ubicadas, debido al cambio de tendencia en algunos sectores
productivos, pasaron por dificultades, manifestadas en el paro, cuyo índice creció sin
cesar, y en el estancamiento del número de habitantes, ya que fueron numerosas las
familias que se vieron obligadas a abandonar la población, en busca de un trabajo
que habían perdido o que no encontraban en ella.
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
Modesto Arias Fernández
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Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
El paisaje vegetal del Campo de Calatrava
35
El paisaje vegetal del Campo de Calatrava
The vegetation at the Campo de Calatrava
Alejandro Quintanar1, Carlos J. Martín-Blanco2 y María A. Carrasco3
1
Real Jardín Botánico, CSIC. Plaza de Murillo, 2. 28014 Madrid.
2
IES Maestro Matías Bravo, Avda. Mar Egeo s/n. 28341 Valdemoro, Madrid.
3
General Pardiñas, 118. 28006 Madrid
Palabras clave: Vegetación, Paisaje, Campo de Calatrava.
Key words: Vegetation, Landscape, Campo de Calatrava.
Resumen
El Campo de Calatrava es una comarca situada en el extremo suroccidental de
la meseta castellana en la que predominan suelo ácido y clima mediterráneo, aparte de la
variabilidad edáfica o microclimática que ocasionalmente proporcionan tanto otro tipo de
suelos --básicos y/o volcánicos-- como la propia orografía. En aquellos lugares donde la
vegetación natural ha logrado sobrevivir, más o menos intacta, a la intensa acción humana,
podemos encontrar formaciones con una composición florística característica de la región
biogeográfica en la que nos encontramos, la luso-extremadurense, con plantas propias,
cuando no endémicas, del suroeste de la Península Ibérica. Podemos destacar los encinares
de Quercus ilex subsp. ballota con piruétano (Pyrus bourgaeana), orlados por jarales de
Cistus ladanifer con Genista hirsuta. En emplazamientos xerotérmicos aparecen coscojares
de Quercus coccifera, mientras que, en aquellas estaciones más húmedas y umbrías crecen
quejigares de Quercus faginea adscribibles a ambas subespecies (subsp. broteroi y subsp.
faginea). La formación típica de las riberas es la fresneda de Fraxinus angustifolia, substituida
por tamujares de la euforbiácea Flueggea tinctorea en lugares xerotérmicos de suelos
pedregosos. Además de bosques y arbustedas, aparecen en el territorio una rica variedad de
pastizales y comunidades de pequeños sufrútices muy favorecidos por la actividad agrícola y
ganadera.
Abstract
Calatrava’s Land is a region located at the southwestern extreme of the Castilian
tableland, where acid soil and Mediterranean climate are predominant, besides of either
the edaphic or the microclimatic variability that, from time to time, are provided by both
other kind of soils -basic and/or volcanic ones- and orography. In those places where natural
vegetation has got to survive, more or less intact, over the intense human action, we can
find formations with a characteristic floristic composition from the biogeographic region
where we are, the luso-extremadurense region, with characteristic and/or plants from the
southwestern Iberian Peninsula. We can point the oak forests of Quercus ilex subsp. ballota
with piruétano (Pyrus bourgaeana) up, surrounded by jarales of Cistus ladanifer with Genista
hirsuta. In xeric places, coscojares of Quercus coccifera appear, whereas in more humid and
shady places quejigares of Quercus faginea (subsp. broteroi and subsp. faginea) grow up.
The typic river formation is the fresneda de Fraxinus angustifolia, substituted by tamujares
of Flueggea tinctorea (Euphorbiaceae) in more xeric places on stony soils. Besides of forests
and shrub lands, there is, scattered throughout the territory, a rich variety of grasslands and
small shrub communities very favoured by farming and livestock.
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
A. Quintanar, C. J. Martín-Blanco, M. A. Carrasco
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1. Introducción
La comarca del Campo de Calatrava se asienta, en su mayor parte,
sobre una penillanura que está constituida por formaciones silúricas del
Ordovícico. Los límites del territorio cuyo paisaje vegetal se aborda a
continuación, a pesar de no ser muy precisos, se ajustan a los delineados en
la fig. 1 y abarcan una extensión de más de 6500 Km2, en el que alternan las
pizarras en los valles con las cuarcitas, más duras, que afloran en las serretas y
que, en muchas ocasiones, dan lugar a rañas. A medida que nos desplazamos
hacia el E, los relieves van desapareciendo y el paisaje se convierte en una
gran llanura. Las diferencias altitudinales no son muy marcadas, aunque en la
comarca casi se llegan a alcanzar de forma puntual los 1000 msm (990 msm
en el Collado de las Cruces en la Sierra de Calatrava), mientras que y en las
depresiones apenas se llega a los 400 msm.
Figura 1. Comarcas naturales de la provincia de Ciudad Real.
- Natural region of the province of Ciudad Real.
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
El paisaje vegetal del Campo de Calatrava
37
Sin duda, la característica más acusada y original de esta comarca
son los fenómenos volcánicos que tuvieron lugar desde el Plioceno hasta el
Cuaternario y que se manifiestan por la presencia de lavas, lapillis, capas de
cenizas, coladas y mantos de rocas eruptivas, así como por depresiones que
fueron cráteres, en los que actualmente se instalan lagunas y charcas.
La vegetación está condicionada por múltiples factores, entre los que
destacan tres: clima, sustrato y acción humana. Las características climáticas
de esta comarca se ponen de manifiesto por la presencia de taxones de óptimo
andaluz que consiguen extender sus áreas de distribución hacia el norte,
remontando Sierra Morena y acomodándose en las sierras calatraveñas y
también de plantas más propias de Extremadura que penetran por la vecina
comarca de Los Montes.
Pese a que el relieve de la provincia de Ciudad Real no ofrece fuertes
contrastes, introduce numerosas modificaciones microclimáticas que han
permitido el desarrollo de enclaves de tendencia atlántica en las comarcas
vecinas. Sin embargo, el Campo de Calatrava tiene un clima muy homogéneo,
con temperaturas moderadas y precipitaciones escasas.
El sustrato rocoso tampoco aporta grandes fuentes de variación a los
suelos, que generalmente son ácidos (pobres en nutrientes) en las sierras
y presenta acumulaciones de sales en alguna de las cubetas (ocupadas por
pequeñas lagunas y navajos de agua salobre).
Sin embargo, la acción humana sí ha jugado un papel fundamental en
el desarrollo de la vegetación. La mayor parte de los terrenos situados en las
cubetas de los ríos Tirteafuera, Guadiana y sus tributarios, han sido utilizados
con fines agrícolas y ganaderos. Es por ello que buena parte de la comarca
se encuentra deforestada o presenta una cubierta vegetal formada por plantas
de pequeño porte. No siempre los usos del suelo por parte del hombre han
sido tan drásticos con la vegetación, así las dehesas de encinas suponen una
forma de explotación más armónica con el medio. Este tipo de formaciones se
extiende aquí y allá por el valle del río Tirteafuera en los términos municipales
de Abenójar, Cabezarados, Tireteafuera, Villamayor de Calatrava y Corral de
Calatrava.
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
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A. Quintanar, C. J. Martín-Blanco, M. A. Carrasco
2. Encuadre biogeográfico del Campo de Calatrava
La adscripción biogeográfica de la vegetación de la comarca del
Campo de Calatrava es la siguiente:
Reino Holártico
Región Mediterránea
Subregión Mediterránea occidental
Superprovincia Mediterráneo-Iberolevantina
Provincia Castellano-Maestrazgo-Manchega
Sector Manchego
Subsector Manchego guadianés
Superprovincia Mediterráneo-Iberoatlántica
Provincia Luso-Extremadurense
Sector Toledano-Tagano
Subsector Oretano
Sector Mariánico-Monchiquense
Subsector Marianense
3. Los encinares y sus matorrales de sustitución.
Pese a que la vegetación arbórea es actualmente escasa, en el Campo
de Calatrava aún se pueden encontrar algunos bosquetes en un estado
de conservación aceptable e incluso bueno. Los encinares prosperan
fundamentalmente en las serranías, donde la pobreza del suelo, unida a la
pendiente, han hecho estos terrenos poco aptos para el cultivo. Son muy
interesantes desde el punto de vista biogeográfico, pues son encinares lusoextremadurenses, que aquí se encuentran en su límite de distribución oriental
procedentes de su óptimo extremeño.
El encinar luso-extremadurense (así llamado por los fitosociólogos)
es una formación vegetal dominada por la encina (Quercus ilex subsp.
ballota). Las encinas viven sobre los suelos preferentemente ácidos del piso
mesomediterráneo en el cuadrante suroccidental de la Península Ibérica, donde
representan la vegetación climax. A pesar de desarrollarse sobre suelos pobres,
(por ejemplo, en los coluviones cuarcíticos de las laderas de las sierras), es
una formación rica en especies y que alberga numerosos endemismos. Una
de los árboles que acompaña a la encina en estos bosques es el piruétano o
galapero (Pyrus bourgeana) que permite distinguir este encinar de otros tipos.
No es el galapero un arbolito fácil de ver en las sierras calatraveñas, ya que
disminuye su presencia de O a E. Otro arbolillo presente en esta formación
el arce de Montpellier (Acer mosnpessulanus), que acompaña a las encinas
en las posiciones más húmedas y frescas en las sierras. Otras dos especies
que forman parte de estos bosques son dos oleáceas: la olivilla o labiérnago
(Phyllirea angustifolia) y el acebuche (Olea europaea var. sylvestris). Son
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
El paisaje vegetal del Campo de Calatrava
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arbustos de gran talla, que a veces llegan a ser arbolitos, y que, al igual que la
encina, tienen hojas perennes. Estas dos oleáceas suelen estar acompañadas
del torvisco (Daphne gnidium), la esparraguera (Asparagus acutifolius),
el jazmín silvestre (Jasminum fruticans), la rubiácea Rubia peregrina y el
madroño (Arbutus unedo). Este último es más frecuente en el occidente del
territorio y su presencia se hace cada vez más rara hacia oriente.
La orla espinosa de estos encinares está formada por especies de la
familia rosáceas como el majuelo (Crataegus monogyna) y rosales de Rosa
pouzinii junto a lianas (Tamus communis y Bryonia dioica) y madreselvas
(Lonicera implexa y Lonicera etrusca).
Podemos encontrar ejemplos de estas formaciones en la Umbría del
Cerro Herranderos y Cerro de Las Lagunas.
Una familia típicamente mediterránea que aparece muy bien
representada en estos encinares es la de las cistáceas. Están representadas en
el Campo de Calatrava por cuatro géneros (Cistus, Halimium, Helianthemum
y Xolantha). A destacar, una especie muy característica y frecuente: la jara
común o jara pringosa (Cistus ladanifer), que forma los jarales. Es la jara
pringosa planta muy común en la mayor parte de las sierras, su distribución
geográfica mundial está restringida a la Península Ibérica y el Sur de Francia,
viviendo siempre sobre suelos silíceos por lo que aparece en casi todo el
territorio, ya que incluso las depresiones rellenas de materiales terciarios
carbonatados están frecuentemente acidificadas por los derrubios cuarcíticos
o pizarrosos de las laderas. Aparece en casi todos los lugares de la comarca
(laderas de solana, cumbres, taludes, etc), bien formando jarales o al menos
de modo aislado; sólo está ausente de los lugares umbrosos que reciben poca
insolación.
Cuando el bosque sufre alteraciones, se aclara progresivamente y es
sustituido finalmente por un matorral dominado por las especies arbustivas
que acompañan a la encina. De este modo, sobre suelos ácidos, se desarrolla
un jaral con aulagas en el que, acompañando a la jara pringosa (Cistus
ladanifer) y a la jara blanca (Cistus albidus), cobra gran importancia en
el paisaje una leguminosa espinosa llamada ahulaga, (Genista hirsuta).
Esta especie se distribuye por el C y O de la península, por lo que es un
endemismo que permite caracterizar bastante bien el territorio del encinar
lusoextremadurense, al que también acompaña. En las zonas venteadas, la
ahulaga adopta un porte almohadillado y cobra mayor protagonismo en las
formaciones que, por efecto del viento, están empobrecidas en plantas de mayor
porte. Allí donde las poblaciones son densas, la abundancia de flores amarillas
producidas por las ahulagas hace de su floración un auténtico espectáculo en
la primavera calatraveña. A veces acompaña en estas formaciones la labiada
Teucrium fruticans.
En el Macizo de Calatrava encontramos encinares con jara en la Sierra
de la Higuera y encinares con jara blanca en el Cerro de la Vaqueriza.
En localidades más expuestas y áridas, preferentemente en cresteríos
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
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cuarcíticos y laderas más rocosas, el encinar se empobrece en especies
acompañantes y se hacen más presentes los enebros (Juniperus oxycedrus
subsp. badia) de la familia de las cupresáceas, que es la única conífera que
vive silvestre en el Campo de Calatrava. No llegan a formar bosques, excepto
en las sierras orientales. En el resto de la comarcalos enebros, habitualmente
de porte arbustivo, sólo son acompañantes de los encinares. Únicamente en los
lugares más abruptos, sobre suelos esqueléticos o muy poco desarrollados, se
comporta como dominante y puede llegar a formar pequeños bosquetes ante
la ausencia de especies competidoras. En estas situaciones extremas, como
especies acompañantes del enebro encontramos a la encina, (Quercus ilex
subsp. ballota), a la jara común (Cistus ladanifer), y al romero (Rosmarinus
officinalis). La presencia de enebros en estas estaciones pone de manifiesto la
continentalidad del clima. El porte y el aspecto de esta gimnosperma confiere
una personalidad especial a estos encinares.
Ejemplos de estos enebrales con encinas y con jara aparecen en la Sierra
de la Higuera, en el Macizo de Calatrava.
Otra especie arbustiva que acompaña a los encinares es la coscoja
(Quercus coccifera), de aspecto muy parecido al de una encina arbustiva, con
la que podría confundirse de no ser por sus hojas, totalmente lampiñas por
ambas caras, mientras que las hojas de la encina tienen el envés cubierto de
pelos.
En las estaciones más continentales, con una mayor insolación y
termicidad, el matorral que sustituye al encinar no es un jaral sino un
coscojar. Estos coscojares se desarrolla en las zonas bajas del territorio, entre
los 500 y los 700 m, donde la insolación es alta y las precipitaciones escasas,
frecuentemente en solanas, donde tienen ventaja sobre otros competidores.
En este matorral es significativa la presencia del espino negro (Rhamnus
lycioides) y de especies muy conocidas, como el espárrago triguero (Asparagus
acutifolius) y el romero (Rosmarinus officinalis) mucho más abundante en los
terrenos calizos pero que también consigue medrar en estas comunidades,
junto a la anacardiácea Pistacia lentiscus y a la santalácea Osyris alba.
Hay coscojares en Cerro Herranderos y cerros al N de la Laguna de las
Carboneras.
Los derrubios de las sierras acumulados en la base de algunas de las
laderas, unido a una mayor humedad y una menor probabilidad de helada,
lleva a la formación de suelos más profundos. Estos suelos son aprovechados
por otras plantas acompañantes de los encinares que dan un aspecto distinto
al bosque. Se trata de leguminosas de aspecto retamoide, profusamente
ramificadas, con ramas áfilas o con escasas hojas, como la retama (Retama
sphaerocarpa), la retama de escobas o escoba amarilla (Cytisus scoparius) y
la escoba blanca (Cytisus multiflorus). Ésta última es otra planta endémica,
propia del NO y del C de la Península Ibérica, de apetencias oceánicas en lo
que al clima se refiere. Alcanza el Campo de Calatrava a duras penas, siendo
mucho más abundante cuando nos desplazamos hacia occidente.
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El paisaje vegetal del Campo de Calatrava
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Cuando el bosque desaparece de estos lugares, es reemplazado
inicialmente por un escobonal dominado por estas leguminosas y en el
que destacan además el tomillo blanco (Thymus mastichina) y el cantueso
(Lavandula stoechas subsp. pedunculata), las dos son endémicas de la
Península Ibérica y muy apreciadas por el agradable aroma de sus aceites
esenciales.
Se pueden ver escobonales en los cerros en la laguna de las Carboneras.
Finalmente podemos encontrar una cuarta variante del encinar que
ocupa los terrenos más termófilos del Campo de Calatrava, en los que
aparecen especies más frecuentes en el S de España que en estas latitudes.
Así, acompañan a la encina arbustos como el mirto (Myrtus communis), y
dos anacardiáceas: el lentisco (Pistacia lentiscus) y la cornicabra (Pistacia
terebinthus). En estos encinares termófilos también se hacen más abundantes
especies de las que ya hemos hablado como el acebuche, la olivilla o el
madroño.
El matorral de sustitución de estos encinares es en primera instancia un
madroñal, o un jaral con ahulagas si la alteración sufrida ha sido mayor. En
estos jarales con ahulagas aparecen nuevas especies de jaras más termófilas
como la estepa blanca (Cistus albidus) y la estepa negra (Cistus monspeliensis)
y otra oleácea: el jazmín silvestre (Jasminum fruticans).
Figura 2. Facies y matorrales de sustitución del encinar lusoextremadurense
- Facies and scrub oak replacement at the lusoextremadurense region.
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Las especies Cytisus multiflorus, Pyrus bourgeana y Genista hirsuta
son indicadoras de las condiciones climáticas y edáficas de este territorio y su
presencia caracteriza el dominio del encinar luso-extremadurense.
Figura 3. Matorrales de sustitución del quejigar.
- Scrub oak replacement.
4. Los quejigares
Los bosques de quejigo lusitano (Quercus faginea subsp. broteroi) están
muy bien representados en las zonas serranas más próximas al Campo de
Calatrava como la comarca de Los Montes y en la Sierra de Alcudia, así
como en Sierra Madrona. Sin embargo, son pocos los lugares propicios
que esta fagácea encuentra en las tierras de Calatrava. El quejigo busca el
abrigo de exposiciones húmedas y un tanto umbrías, por lo que se sitúa en
los valles abrigados en donde la mayor parte de sus acompañantes, aparte
del arce de Montpellier (Acer monspessulanus), son especies herbáceas y
helechos. Más que quejigares propiamente dichos, lo que encontramos son
formaciones aclaradas de quejigo resguardadas en algunas vaguadas de las
sierras elevadas periféricas de la comarca, preferentemente sobre substratos
silíceos. El matorral de sustitución de los quejigares está dominado por
ericáceas, acompañadas de especies de apetencias más umbrófilas que las
presentes en los encinares y sus matorrales de sustitución (jarales, madroñales
y escobonales). Las especies dominantes en estas formaciones son el brezo
blanco (Erica arborea) y el labiérnago (Phyllirea angustifolia). En situaciones
menos umbrófilas aparecen el brezo rojo (Erica australis) y la brecina
(Calluna vulgaris).
Todas estas especies son las que tienen mayor repercursión en el aspecto
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El paisaje vegetal del Campo de Calatrava
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de la formación a la que se suele denominar brezal-jaral o sólo brezal cuando
apenas hay jaras. Otra jara que aparece en las zonas más umbrosas de estos
matorrales es la jara cervuna (Cistus populifolius). Cuando los quejigares
están instalados en pedrizas o lugares con algo más de insolación, aparece el
madroño (Arbutus unedo), especie más termófila y cuya abundancia origina
bosquetes mixtos en los que ambas especies, quejigo y madroño, comparten
la dominancia.
Formando pequeños rodales, en las formaciones más aclaradas de los
quejigares, crecen especies de la orla espinosa en la que podemos encontrar
Figura 4. Relaciones dinámicas entre los matorrales de sustitución del encinar
lusoextremadurense
- Dynamic relationships among the scrub oak replacement lusoextremadurense
el majuelo (Crataegus monogyna), los escaramujos (Rosa canina y Rosa
pouzinii), y la zarzamora (Rubus ulmifolius). Creciendo entre ellas pueden
encontrarse lianas como la madreselva (Lonicera periclymenum subsp.
hispanica), la nueza negra (Tamus communis), la nueza blanca (Bryonia
cretica subsp. dioica) y la zarzaparrilla (Smilax aspera). También aparecen
el torvisco (Daphne gnidium), el rusco (Ruscus aculeatus) y, sobre todo,
helechos.
5. Otro matorrales
Cuando el estado de degradación del habitat es bastante acusado,
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
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A. Quintanar, C. J. Martín-Blanco, M. A. Carrasco
pueden aparecer pequeñas formaciones de vegetales leñosos de escaso
porte que suponen un estado un poco más avanzado estructuralmente que
los pastizales. Estas formaciones reciben diversos nombres genéricos
dependiendo de cuáles sean las especies más significativas en la fisonomía de
la comunidad. Cabe destacar, entre ellos, a los tomillares y a los cantuesares.
Los tomillares albergan pocas especies leñosas entre las que destacan
los dos tomillos propios de la zona, el tomillo blanco (Thymus mastichina)
y el tomillo salsero (Thymus zygis). Éste último es de tendencia basófila y
está muy bien distribuido por los suelos de origen calizo de la zona oriental
de la provincia; su presencia en el Campo de Calatrava queda relegada a los
afloramientos volcánicos en los que el sustrato de partida para la edafogénesis
no es ácido. En estos tomillares puede aparecer otra mata de tendencia basófila:
Hippocrepis commutata, leguminosa endémica de la Península Ibérica.
Los cantuesares están dominados por Lavandula stoechas de la familia
de las labiadas, planta aromática denominadas genéricamente cantueso
o lavanda. Suele verse acompañada por la bolina u ontina (Santonina
rosmarinifolia), de la familia de las compuestas, de llamativas cabezuelas
de color amarillo y también aromática. Otra compuesta frecuente en estas
comunidades es la siempreviva amarilla (Helichrysum stoechas).
Podemos encontrar cantuesares en las sierras de Villamayor de Calatrava,
en zonas de pastoreo acusado.
En las cuencas nitrófilas se desarrollan, habitualmente, comunidades de
plantas herbáceas, pero en ciertos casos pueden llegar a formarse matorrales
dominados por quenopodiáceas como el sisallo (Salsola vermiculata) y la
barrilla (Salsola kali) acompañadas por la artemisa (Artemisia campestris), de
la familia de las compuestas, y la harmaga (Peganum harmala).
6. Riberas y lagunas
En los lugares donde la capa freática aflora o se encuentra muy próxima
a la superficie, tanto si se trata de aguas corrientes o estancadas o de suelos con
una elevada hidromorfía, se desarrollan comunidades vegetales de aspecto
muy diferente al del entorno circundante y de gran originalidad biológica y
paisajística. Son formaciones que requieren un aporte de agua elevado para su
desarrollo y cuya composición y hábito dependen, en gran medida, del nivel
y de la estacionalidad del agua del que disponen. Esta mayor disponibilidad
de agua hace que la evapotranspiración vegetal sea alta y que la humedad
ambiental en el seno de estas comunidades sea también mayor que la del
entorno circundante lo que, a la vez, atempera las oscilaciones térmicas y
disminuye las máximas del estío. En toda la región mediterránea y, por tanto
también en el Campo de Calatrava, las comunidades higrófilas contrastan
visualmente con el resto de formaciones aledañas de carácter esclerófilo,
puesto que son formaciones arboreas caducifolias con una composición
florística diferente y que recuerdan a las propias de territorios con un clima
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
El paisaje vegetal del Campo de Calatrava
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más húmedo y fresco que el que domina en esta zona.
La avidez del ser humano por la explotación de los recursos
hídricos, ha provocado que la vegetación higrófila y acuática haya estado,
ya desde muy antiguo, sometida a la destrucción de su hábitat a causa de
la sobreexplotación de los sistemas acuíferos y fluviales, la captación de
manaderos, las infraestructuras de canalización de las aguas, los drenajes, las
desecaciones, la contaminación y un largo etcétera.
A lo largo de los cursos fluviales de buena parte del Campo de Calatrava
se asientan, o deberían harcerlo, fresnedas de Fraxinus angustifolia. Estos
bosques riparios flanquean los cursos de agua, principalmente en altitudes
medias, y están sometidos a un régimen de estacionalidad muy variable
debido a la sequía estival. Lamentablemente, actualmente estas formaciones
son algo escasas debido a que al desarrollarse sobre suelos arenosos o limosos
de vega, gran parte de su hábitat potencial se ha transformado en áreas de
cultivo o dehesas.
Se pueden encontrar fresnedas en el río Guadiana.
Entre los árboles y arbustos que acompañan al fresno, aparecen la
encina (Quercus ilex subsp. ballota), el olmo (Ulmus minor) y matorrales
espinosos como el majuelo (Crataegus monogyna), la zarzamora (Rubus
ulmifolius) y otras especies de los géneros Rubus y Rosa. A mayor altitud
también aparece como acompañante el quejigo (Quercus faginea). Las lianas
son abundantes: Vitis vinifera var. sylvestris, Clematis campaniflora, Bryonia
dioica, Tamus communis, Rubia peregrina y, en lugares de más termicidad,
Smilax aspera. En el estrato herbáceo podemos encontrar Ranunculus ficaria,
Arum italicum, Aristolochia paucinervis, Galium aparine, etc. También
pueden estar presentes el brusco o rusco (Ruscus aculeatus) y Osyris alba.
Localmente, más cercanos al cauce, en los arroyos y ríos de caudal
menos estable, aparecen saucedas, formaciones que son generalmente de
porte arbustivo y en las que predominan los sauces Salix atrocinerea y Salix
salviifolia, siendo menos abundante Salix purpurea var. lambertiana. Los
sauces también crecen a menudo mezclados en las fresnedas. En las zonas
más alejadas del agua, los fresnos se mezclan, muy ocasionalmente, con
choperas de Populus alba.
Los tamujares, matorrales espinosos riparios de la euforbiácea
Flueggea tinctorea, también aparecen ligados a cursos de agua con
estacionalidad muy marcada, sobre suelos pedregosos y silíceos en altitudes
medias. El tamujo es endémico del SO de la Península Ibérica, por lo que su
presencia en el Campo de Calatrava es de especial interés biogeográfico. Forma
comunidades generalmente muy densas y pobres, a veces monoespecíficas,
con apenas plantas acompañantes o con algunas especies propias de las
fresnedas; en zonas más térmicas puede aparecer junto a la adelfa (Nerium
oleander). Esta última especie, de la familia de las apocináceas, también de
cursos de agua con elevada estacionalidad, conforma adelfares propiamente
dichos. Estas comunidades, de apetencias marcadamente termófilas, aparecen
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
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A. Quintanar, C. J. Martín-Blanco, M. A. Carrasco
generalmente por debajo de los 700 msm, y con frecuencia, constituyen
formaciones mixtas con Rubus ulmifolius (zarzamora).
Existen tamujares en las riberas del río Tirteafuera.
En los humedales y en las lagunas endorreicas donde se acumulan
sales, aparece un tarayal presidido sobre todo por Tamarix gallica.
La orla de degradación de de estos bosquetes y matorrales riparios son
espinares y zarzales de Rubus ulmifolius con Clematis campaniflora, Lonicera
peryclymenum subsp. hispanica (madreselva), Crataegus monogyna y varias
especies de Rosa.
Al degradarse las saucedas que se asientan en los bordes de los ríos,
en remansos y márgenes de aguas tranquilas y en lagunas que soportan
una ligera sequía estival, aparecen los carrizales y espadañales. Cerca
del borde del agua, hacia el interior con la parte basal sumergida, se situan
Typha angustifolia, Typha domingensis y Typha latifolia (las tres especies
denominadas espadañas), seguidas hacia fuera de un cinturón de Phragmites
australis (carrizo), además de Sparganium erectum y Scirpus tabernaemontani.
Si la corriente de agua es más rápida, aparecen Roripa nasturtium-aquaticum,
Apium repens, Apium nodiflorum y Veronica anagallis-aquatica.
Ligados a suelos más profundos, pisoteados, frescos o temporalmente
encharcados, se desarrollan los vallicares o gramadales. Forman
comunidades herbáceas vivaces de carácter higrófilo y generalmente de origen
antropozoógeno, ya que son pastos muy apreciados por el ganado y, por tanto,
muy protegidos por el hombre. En estos herbazales, juncales y céspedes
húmedos, están presentes muchas gramíneas, como Cynodon dactylon (grama
dura), Molinia caerulea, Agrostis castellana, Holcus setiglumis, Alopecurus
arundinaceus, Holcus lanatus, Agrostis pourretii y Anthoxanthum aristatum,
junto a especies higronitrófilas de otras familias, como Verbena officinalis,
Hypericum humifusum, Geranium dissectum y Ranunculus muricatus.
Si la alteración del medio es mayor, aparece una comunidad ruderal
pero exigente de humedad, constituída por hierbas de gran porte, como
Conium maculatum (cicuta), Arctium minus (arrancamoños) y Galium
aparine subsp. aparine.
Los suelos aún más nitrificados, son colonizados por las altas hierbas
de la familia de las compuestas Silybum marianum (cardo mariano) y Carduus
bourgeanus (cardo común).
Las aguas tranquilas, tanto las de lagunas como de los remansos de
arroyos y ríos, están tapizadas por comunidades flotantes de lentejas de agua
(Lemna minor y Lemna gibba).
Enraizados en en fondo de arroyos y charcas son frecuentes
Ranunculus peltatus subsp. peltatus, Ranunculus peltatus subsp. fucoides,
Zannichellia palustris, Zannichellia obtusifolia, Potamogeton pectinatus,
Callitriche brutia, Callitriche stagnalis y Glyceria declinata.
También fijas a los fondos de las aguas tranquilas, pero sin alcanzar
jamás la superficie, aparecen algunas algas carófitas muy apreciadas como
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
El paisaje vegetal del Campo de Calatrava
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Figura 5. Esquema de la vegetación de la laguna de Caracuel. 1. praderas
subacuáticas de carófitos; 2. Zannichellia obtusifolia; 3. Ranunculus peltatus
subsp. fucoides; 4. Potamogeton pectinatus; 5. Lentejas de agua; 6. Scirpus
maritimus; 7. Scirpus lacustris; 8. Carrizo; 9. Espadaña; 10. Juncus maritimus;
11. Lythrum flexuosum (Modificado de Cirujano & Medina, 2002).
- Outline of the vegetation of Lake Caracuel. 1. underwater meadows of
carófitos 2. Zannichellia obtusifolia 3. Ranunculus peltatus subsp. fucoides
4. Potamogeton pectinatus; 5. Lentils water 6. Scirpus maritimus 7. Scirpus
lacustris; 8. Carrizo 9. Espadaña 10. Juncus maritimus, 11. Lythrum
flexuosum (Modified from Cirujano & Medina, 2002)
alimento por las anátidas, son sobre todo Chara connivens y Chara galioides.
En los bordes del agua, sobre substrato silíceo y generalmente
oligotrófico, se instalan los juncales, comunidades estrechamente ligadas
al agua, con óptimo primaveral y apetencias heliófilas. Los forman
especies de pequeño porte y con la parte basal sumergida, como Scirpoides
holoschoenus (junco churrero), Eleocharis palustris, Cyperus longus, Juncus
conglomeratus, Veronica anagallis-aquatica, Rorippa nasturtium-aquaticum,
Oenanthe croccata, Glyceria declinata, etc.
Cuando los bordes de las charcas están sujetos a variaciones del nivel
de agua, sobre todo debido al estiaje y a las lluvias, aparecen comunidades
anfibias con aspecto de juncales enanos, formadas por terófitos de óptimo
mediterráneo entre los que abundan los juncos de pequeña talla como
Juncus bufonius, Juncus pygmaeus y Juncus capitatus, a los que acompañan
frecuentemente Montia fontana subsp. amporitana, Trifolium strictum y
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
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A. Quintanar, C. J. Martín-Blanco, M. A. Carrasco
Elatine alsinastrum.
Dispersos por la mitad occidental del Campo de Calatrava existen
humedales estacionales oligotróficos que también desarrollan una vegetación
herbácea de borde y fondo de charcas compuesta por plantas anfibias, sobre todo
anuales, como Preslia cervina, Eryngium galioides, Eryngium corniculatum,
Pulicaria paludosa, Baldellia ranunculoides, Antinoria agrostidea, etc.
orladas por Isoetes hystrix, Crassula vaillantii, Lotus angustissimus, Lotus
conimbricense, Elatine macropoda, Juncus pygmaeus, Juncus bufonius,
Juncus hybridus, Lythrum borysthenicum, etc., de ecología más amplia, o por
vallicares anuales de Agrostis pourretii, Trifolium cernuum, Chamaemelum
nobile, Chamaemelum fuscatus, Lotus parviflorus y otras propias de los
pastizales anuales propios de la zona.
7. Los pastizales
Bajo este nombre general agrupamos una gran variedad de tipos de
vegetación, que aunque menos llamativos que los bosques y matorrales, son
muy interesantes porque su composición responde fielmente a las diferentes
condiciones de los suelos en los que se instalan. Así, los pastizales que
aparecen en los claros de encinares, quejigares, o entre los matorrales como
última etapa en la serie de degradación de los bosques, son muy diferentes de
los que se instalan en suelos muy nitrificados por el paso de ganado o entre
los cultivos. En el Campo de Calatrava, dado que la vocación del territorio
es mayoritariamente agrícola y ganadera, la acción humana es responsable
de la abundancia de pastizales que han sido favorecidos por el hombre.
Aproximadamente el 50% de la superficie del Campo de Calatrava está
labrada y distintos tipos de pastos ocupan casi el 30% del total de su territorio.
La degradación de los jarales y matorrales de pequeña talla como
los cantuesares, da lugar a la aparición de unos pastizales de hierbas altas
denominados lastonares. Están formados fundamentalmente por gramíneas
y presididos por Melica magnolii y el berceo (Stipa gigantea).
En los claros de los encinares y quejigares, sobre suelos silíceos
con muy poca o nula nitrificación, aparecen pastizales efímeros de tendencia
termófila que se desarrollan en primavera. Son muy ricos en especies, de
familias muy diversas y siempre de ciclo anual (terófitos). Los forman
plantas pequeñas, entre las que destacan por su abundancia la hierba turmera
Xolantha guttata, a la que acompañan otras especies como Plantago bellardi,
Helianthemum aegyptiacum, Corynephorus fasciculatus, Pterocephalidium
diandrum, Asterolinon linum-stellatum, Teesdalia coronopifolia, Cardamine
hirsuta, Rumex bucephalophorus, Euphorbia exigua, Coronilla repanda y
algunos tréboles, como Trifolium cherleri, Trifolium arvense, Trifolium
campestre, Trifolium stellatum y otras muchas.
Estos pastizales, cuando son pastoreados y por tanto aumenta la
nitrificación, lo que generalmente ocurre en el Campo de Calatrava, son
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
El paisaje vegetal del Campo de Calatrava
49
sustituídos por majadales.
Los pastizales denominados majadales, están formados por plantas
que requieren un mayor aporte de nutrientes y tienen mayor rentabilidad
como alimento para el ganado, por lo que son favorecidos por el hombre.
Predominan la gramínea Poa bulbosa, la cariofilácea Paronychia argentea,
compuestas como la margarita Bellis annua y muchas leguminosas como
Astragalus pelecinus, los tréboles Trifolium subterraneum, Trifolium
tomentosum, Trifolium campestre y Trifolium glomeratum, además de la
alfalfa Medicago sativa y otras especies de arvejas, como Medicago doliata,
Medicago lupulina, Medicago minima y Medicago polymorpha.
El pastoreo moderado es beneficioso, porque permite la diversificación
del medio, favorece el encharcamiento del suelo, posibilita la polinización
entomófila que tiene que llevarse a cabo en áreas despejadas y permite la
penetración de especies acuáticas y propias de lugares húmedos (hidrófitos y
helófitos) en las pozas y lugares encharcados.
El sobrepastoreo, que en el Campo de Calatrava es sobre todo
ovino y caprino, afecta al suelo y a la cubierta vegetal. La acumulación de
excrementos hace aumentar las poblaciones de especies nitrófilas, además el
suelo se endurece mucho lo que impide o al menos disminuye la capacidad de
expansión y regeneración de muchas especies, deteniendo o ralentizando los
ciclos de la materia orgánica y disminuyendo la capacidad de absorción de
agua en el suelo. En suelos muy compactados por pisoteo, aparece otro tipo
de pastizal formado por especies de ciclo anual, que en muchas ocasiones
son reptantes, tienen hojas en roseta y crecen aplicadas al suelo, como la
poligonácea Polygonum aviculare y varias especies de la familia cariofiláceas,
como Polycarpon tetraphyllum, Spergularia rubra, Spergularia purpurea,
Stellaria pallida y Herniaria cinerea. Son tambieén frecuentes las gramíneas
Vulpia myurus, Vulpia ciliata y Vulpia membranacea, el llantén Plantago
coronopus y la euforbiácea Chamaesyce canescens.
Estos pastizales se pueden considerar como parte de la vegetación
edafófila.
8. Vegatación edafófila
Es la vegetación que depende de especiales condiciones edáficas
especiales más que de ningún otro factor. Los medios en los que se desarrollan
son muy diferentes por lo que separamos dos grupos: vegetación rupícola y
saxícola y vegetación ruderal y arvense. La vegetación acuática e higrófila,
la hemos presentado en el apartado de riberas y lagunas.
8.1. Vegetación rupícola y saxícola
Los roquedos y taludes: los taludes, derrubios, pedregales y las
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
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A. Quintanar, C. J. Martín-Blanco, M. A. Carrasco
fisuras anchas de las rocas silíceas sueltas, son colonizados por plantas
generalmente perennes, con cepas más o menos fuertes que se introducen
entre las piedras buscando la humedad y los nutrientes del escaso suelo. Son
plantas de mediano porte como la poligonácea Rumex induratus, la compuesta
Phagnalon saxatile y el clavel Dianthus lusitanus.
En las oquedades, rellanos y fisuras de los roquedos aparece,
además de Dianthus lusitanus, la dedalera endémica Digitalis mariana subsp.
mariana, la crasulácea Umbilicus rupestris (ombligo de Venus), algunos
helechos como Ceterach officinarum, Asplenium billotii, Annogramma
leptophylla, Cheilanthes tinaei y Cheilanthes hispanica, la crasulácea Sedum
mucizonia y las campanuláceas Jasione crispa subsp. tomentosa y Jasione
crispa subsp. mariana, esta última es endémica del Centro-Oeste español.
En muros y paredones húmedos y nitrificados se instala la urticácea
Parietaria judaica, la escrofulariácea Cymbalaria muralis, la compuesta
Sonchus tenerrimus y a veces incluso la higuera Ficus carica.
Al resguardo de muros, rocas y en oquedades y pequeños enclaves
muy abrigados de bosques y matorrales, aparecen comunidades escionitrófilas
y humícolas de pequeñas plantas anuales que se desarrollan en primavera
y se extinguen en cuanto el verano hace disminuir la humedad de estos
lugares. Son propias de estas comunidades: Geranium purpureum, Geranium
lucidum, Viola kitaibeliana, Anthriscus caucalis, Torilis nodosa, Myosotis
ramossisima, Galium aparine, Valerianella microcarpa, Aphanes microcarpa
y Centranthus calcitrapae.
8.2. Vegetación ruderal y arvense
Está muy extendida en el territorio debido a la acción humana. Las
explotaciones antrópicas del medio crean condiciones favorables para la
vida de plantas de apetencias nitrófilas, que de otra forma, apenas tendrían
oportunidades de prosperar en estos suelos. Las separamos en: comunidades
que viven en terrenos removidos, caminos y cunetas, malas hierbas de cultivo
y las que viven el lugares muy frecuentados por el ganado.
En terrenos removidos, caminos y cunetas, se instalan herbazales
de apetencias nitrófilas, representados por distintas comunidades vegetales
cuya composición varía según avanza el año y el grado de nitrificación del
suelo.
En lugares donde la nitrificación no es alta, aparecen pastizales de
aspecto graminoide formados por plantas anuales (terófitos) de pequeña talla y
tendencia subnitrófila. Empiezan a aparecer, en campos abandonados y bordes
de caminos a finales del invierno llegando a vivir hasta principios del verano,
cuando se agostan. Las especies que dominan en estas comunidades son las
gramíneas Taeniatherum caput-medusae, Avena barbata, Aegilops triuncialis,
Aegilops geniculata, y Aegilops neglecta, las leguminosas Medicago rigidula,
Medicago minima, Trifolium cherleri, Trifolium glomeratum, Trifolium
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
El paisaje vegetal del Campo de Calatrava
51
striatum, Trifolium angustifolium, la cariofilácea Petrorhagia nanteuilii y las
compuestas Filago pyramidata y Leontodon longirostris.
Cuando la nitrificación aumenta en zonas de alta influencia humana,
estos pastizales viarios forman comunidades densas de óptimo primaveral,
presididas por Rumex pulcher subsp. woodsii y Papaver rhoeas (amapola),
junto a gramíneas como Hordeum leporinum (cebadilla loca), Avena barbata
subsp. lusitanica (avena), Bromus sterilis, Bromus rubens, Bromus matritensis
y Bromus tectorum, compuestas como Anacyclus clavatus, Crepis vesicaria,
Carduus tenuiflorus, Scorzonera laciniata, Calendula arvensis, crucíferas
como Eruca vesicaria, Diplotaxis virgata, Descurainia sophia e Hirschfeldia
incana, además de otras como Euphorbia serrata, Medicago orbicularis,
Fumaria officinalis y Salvia verbenaca.
Algo más de nitrificación exigen las comunidades que se instalan
sobre zonas más degradadas. En ellas son frecuentes las quenopodiáceas
Chenopodium murale y Atriplex postrata, las malváceas Malva sylvestris
y Malva parvifora, además de Urtica urens (ortiga), Xanthium spinosum y
Ecbalium elaterium (pepinillo del diablo).
Según avanza el verano, en escombreras, reposaderos de ganado,
cunetas y otros lugares antrópicos y removidos, se instala otro tipo de
vegetación nitrófila, que es muy llamativa debido al tamaño de las especies
que la conforman. Son megaforbias con aspecto de grandes cardos que están
acompañadas por plantas anuales, bienales o vivaces con hojas arrosetadas
y floración estival. Estos cardunales incluyen muchas especies de la familia
compuestas como las cardenchas Onopordon illyricum y Onopordon nervosum,
Carduus tenuiflorus (cardo), Cichorium intybus (achicoria), Chondrilla
juncea, Scolymus hispanicus (cardillo), Silybum marianum (cardo de María),
Carthamus lanatus, Echinops strigosus, Cynara humilis, Anacyclus clavatus,
Carlina corymbosa, Carlina racemosa, Centaurea calcitrapa, Centaurea
cordubensis, Centaurea melitensis, Centaurea ornata var. macrocephala, las
escrofulariáceas Verbascum rotundifolium subsp. haenseleri e Hypericum
perforatum.
Malas hierbas de cultivo: durante la primavera aparecen comunidades
que invaden los cultivos de cereales, leguminosas de secano, viñedos y
olivares. Es la vegetación arvense, es decir, de malas hierbas que viven
infestando estos cultivos y desaparecen con las cosechas. Entre las especies
invasoras hay varias de la familia papaveráceas, como Hypecoum imberbe,
Roemeria hybrida (amapola morada), Fumaria officinalis y Papaver rhoeas
(amapola), a las que acompañan las crucíferas Biscutella auriculata y Neslia
paniculata, además de Erodium cicutarium, Anchusa azurea, Anacyclus
clavatus, Ranunculus arvensis, Euphorbia serrata y Scandix pecten-veneris.
Al avanzar el año, en cultivos de secano no cerealistas (olivares y
viñedos) y también en los barbechos, aparecen comunidades arvenses de
fenología estival y otoñal. En el Campo de Calatrava están presentes las
boragináceas Heliotropium europaeum y Heliotropium supinum acompañada
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
A. Quintanar, C. J. Martín-Blanco, M. A. Carrasco
52
por las amarantáceas Amaranthus retroflexus, Amaranthus blitoides,
Amaranthus albus, Amaranthus hybridus y Amaranthus deflexus, por las
quenopodiáceas Salsola kali, Chenopodium opulifolium, Chenopodium
vulvaria y Chenopodium album, además de Xanthium spinosum, Chondrilla
juncea, Polygonum aviculare, Convolvulus arvensis, Cucumis myriocarpus,
Tribulus terrestris (abrojos), Xanthium spinosum y Portulaca oleracea subsp.
oleracea.
También en verano, en los cultivos de regadío o sobre suelos húmedos
y nitrificados, se instala una comunidad en la que abundan las gramíneas como
Setaria verticillata, Setaria adherens, Setaria viridis, Echinochloa crus-gallii,
Eragrostis barrelieri y Digitaria sanguinalis a las que acompañan Solanum
nigrum, Portulaca oleracea y Amaranthus hybridus. Estas formaciones
vegetales llegan a su óptimo en otoño.
9. Vegetación de los volcanes.
En el Campo de Calatrava existen numerosos afloramientos volcánicos,
que al ser de pequeña extensión y estar dispersos no albergan una vegetación
propia. La vegetación que presentan está muy influída por la del entorno,
lo que hace que su cubierta vegetal no sea muy diferente a la ya descrita.
Se trata, además, de zonas que siempre están muy alteradas o incluso han
desaparecido por completo debido a que, desde antiguo, han estado sujetas
a una continua explotación por parte del hombre para cultivos, minería,
extracción de áridos y canteras. A pesar de todo ello, los materiales volcánicos
aportan cationes basificantes a los suelos que son por ello más ricos que los
estrictamente ácidos del resto del territorio que los circunda. Esto permite
que en las zonas volcánicas, aunque nunca llegando a formar comunidades
propias de suelos básicos, aparezcan algunas especies calcícolas, basófilas o
indiferentes edáficas con apetencias por los suelos básicos. Así son frecuentes,
intercaladas en las comunidades que hemos descrito anteriormente, la labiada
Thymus zygis, las papaveráceas Hypecoum imberbe y Platycapnos spicata, la
ranunculácea Adonis annua, las campanuláceas Campanula erinus y Legousia
hybrida, las cistáceas Helianthemum ledifolium, Helianthemum hirtum y
Helianthemum salicifolium y las leguminosas Hippocrepis commutata,
Trigonella monspeliaca y Medicago coronata.
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Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición
55
Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición
biogeográfica: el borde meridional de la Meseta Sur en
el entorno de Puertollano.
Terrestrial vertebrate fauna in an area of biogeographic transition: the
southern edge of the Southern Meseta at Puertollano.
R. U. Gosálvez Rey1; E. Ayllón López2 y T. Flores Polanco3.
Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio (UCLM),
[email protected]; 2Asociación Española de Herpetología,
[email protected]; [email protected].
1
Palabras clave: Vertebrados, Biogeografía, hábitats, Península Ibérica, Meseta Sur.
Key words: Vertebrates, Biogeography, habitats, Iberian Peninsula, Southern Meseta.
Resumen
Puertollano y su entorno constituye una zona de transición entre dos unidades
naturales muy singulares de la Meseta Sur: el Campo de Calatrava y el “Valle de Alcudia y
Sierra Madrona”.
En el ámbito de estudio se pueden distinguir seis importantes hábitats para la fauna
vertebrada a partir de sus manifestaciones paisajísticas: el monte mediterráneo y las dehesas;
los pinares; los cultivos cerealistas extensivos; los paisajes ligados al agua; los roquedos y los
medios urbanos. Se describe cada uno de ellos, así como se destacan aspectos llamativos de
una serie de especies de vertebrados características, adaptadas a las condiciones ambientales
propias de cada tipo de hábitat.
Tras recopilar los datos sobre los vertebrados terrestres de las 45 cuadrículas UTM
de 10x10 km que cubren el área, se han obtenido citas recientes de presencia de 273 especies
(14 anfibios, 19 reptiles, 193 aves y 47 mamíferos), lo que constituye alrededor del 50%
de los vertebrados de la Península Ibérica y confirma el alto valor ecológico del entorno de
Puertollano.
Abstract
Puertollano and around it make up a transition area between two very special natural
units in the Southern Meseta: Campo de Calatrava and “Valle de Alcudia y Sierra Madrona”.
In the study area is possible the distinction between six significant habitats for
vertebrates by means of its landscapes: Mediterranean shrub and dehesas; pine woods;
extensive herbaceous crops; water landscapes; rocky areas and urban environments. Each
one is described, furthermore are reviewed some aspects of a series of representative species,
which are adapted to own conditions of each type of habitat.
By collecting data about vertebrates at the forty five 10 km UTM grids that cover the
area, current presence data set was recorded for 273 species (14 amphibians, 19 reptiles, 193
birds and 47 mammals), which set up about 50% of the vertebrates in the Iberian Peninsula
like confirmation of its high ecological value.
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
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R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco
1. Introducción
Los vertebrados están jugando un papel importante en la toma de decisiones
de conservación de la biodiversidad en nuestra sociedad actual. Esto se debe, en
especial, a que es el grupo taxonómico para el cual existe mayor información
generada y divulgada, algunas especies suelen requerir grandes territorios para su
supervivencia, por lo cual se les considera especies “paraguas” (su conservación
implica la conservación de muchas especies más) y son grupos carismáticos para el
público en general (educación ambiental y turismo).
La heterogeneidad del hábitat es el principal factor determinante de la
biodiversidad, aunque otros factores influyen en la riqueza de especies de vertebrados.
Este es el caso del espacio geográfico analizado en este trabajo, Puertollano y su
entorno, zona ecotónica entre dos unidades naturales muy singulares de la Meseta
Sur: el Campo de Calatrava y el Valle de Alcudia y Sierra Madrona. En el primero,
cabe destacar la existencia de la región volcánica más importante de la Península
Ibérica, generando un complejo palustre de excepcional valor ambiental, al tratarse
de las únicas lagunas de origen volcánico de toda la Península (Gosálvez, 2003).
Por su parte, el Valle de Alcudia y Sierra Madrona albergan algunas de las mejores
dehesas y serratas paleozoicas de la Meseta Sur, constituyendo un espacio de primer
orden para la fauna vertebrada a escala europea. Así ha quedado reconocido en la red
de espacios naturales de la Unión Europea, NATURA 2000, al quedar incluido gran
parte de este territorio en la misma.
Este trabajo recopila los datos sobre los vertebrados terrestres en Puertollano
y su entorno y constata la presencia de alrededor del 50% de los vertebrados de la
Península Ibérica, lo que convierte a este territorio en una de las áreas de mayor valor
ecológico en Europa.
2. Área de estudio.
La Península Ibérica se halla encuadrada en el extremo más occidental de
la región Paleártica, ejerciendo de puente para la fauna vertebrada entre el Norte de
África y el suroeste de Europa.
En el contexto europeo destaca la riqueza faunística ibérica dentro de la
uniformidad del Paleártico, resultado de una compleja interacción entre procesos
geológicos y bioclimáticos, además de una tradicional intervención humana sobre el
territorio.
La cuenca mediterránea ha sufrido una intensa acción humana a lo largo
de toda la historia, y la Península Ibérica no ha escapado a ello. Ganadería,
agricultura, carboneo, construcción naval, incendios, caza y minas han empobrecido
progresivamente la riqueza faunística en vertebrados, sobre todo en lo referente a
depredadores (osos, linces, lobos, etc.).
A finales del siglo XVI, las llamadas Relaciones Topográficas de Felipe
II (Viñas Mey et al., 1971), dan una idea de los montes y la caza de entonces en
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición
57
las principales villas de su reino. Veamos ejemplos de ello en dos municipios del
territorio estudiado en esta contribución:
Puertollano:
“Que la dicha villa es abundosa de leña y aunque vale algo cara y se proveen
de la dicha leña de montes de la dicha villa como son xara, madroño, quexigo,
labernago, chaparro, y coscoja y otro monte y que no hay otras arboledas mas del
dicho monte y que en los dichos montes hay perdices y conejos y muchos lobos”.
Fuencaliente:
“Que la tierra es muy abundante de leñas de muchas y diversas montañas
como es robles, alcornoques, quexijos y encinas y otros montes comunes como
son jarales, romero, arraigan brezales, ladiernagos y madroños y hay animales
de diversos generos fieros, como son: osos, lobos, zorros, cazas, ciervos, corzos;
puercos jabalies y cabras montesas, perdices, conejos y tienen salvajinas, gatos
salvajes y jinetos y tejones y garduñas, las cuales dichas salvajinas se crian y hayan
en esta tierra”.
Evidentemente, destaca la otrora abundancia de lobos y la presencia de osos.
Centrándonos en el territorio de estudio, destaca su particularidad
biogeográfica, al tratarse de una zona de transición entre dos de las unidades naturales
más interesantes del borde meridional de la Meseta Sur, el “Valle de Alcudia y Sierra
Madrona” y el Campo de Calatrava, que hacen de frontera entre las comunidades
autónomas de Castilla-La Mancha y Andalucía (Figura 1).
Las 45 cuadrículas UTM de 10x10 km que cubren el área constituyen un
total de 4.500 km2 en los que se tienen citas recientes de presencia de 273 especies
de vertebrados terrestres.
“En Sierra Madrona y su entorno están representados 25 hábitats de interés
comunitario, por lo que posee el 40,3%, 22,5% y 12,6% de los tipos existentes en el
conjunto de Castilla-La Mancha, España y Europa, respectivamente” según García
Río (2006:184), lo cual da idea de la diversidad de medios de los que dispone la
fauna.
El Valle de Alcudia, Sierra Madrona y el Campo de Calatrava albergan en
la actualidad poblaciones importantes de varias especies de vertebrados amenazados
entre las que destacan el águila imperial ibérica, la cigüeña negra, el águila-azor
perdicera, el lince ibérico, el lobo o el galápago europeo, entre otras.
La importancia faunística y botánica ha motivado la declaración de unas
200.000 has. de espacios protegidos incluidos en la Red Europea NATURA 2000 y
en la Red de Áreas Protegidas de Castilla-La Mancha.
3. Los paisajes, base de
Puertollano y su entorno.
la diversidad de vertebrados de
En el ámbito de estudio podemos distinguir a modo de síntesis siete grandes
manifestaciones paisajísticas que dan lugar a seis importantes hábitats para la fauna
vertebrada (Figura 2): el monte mediterráneo y las dehesas; los pinares; los cultivos
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco
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Figura 1. Localización del área de estudio: Puertollano y su entorno.
Líneas negras discontinuas: ríos; manchas grises: lagunas y embalses;
círculos grises con punto negro: principales núcleos urbanos; Líneas negras
continuas: carreteras.
- Location of the study area: Puertollano and its environment.
Discontinuous black lines: rivers; gray spots: lakes and reservoirs; gray
circles with black point: major urban, continuous black lines: roads.
cerealistas extensivos o pseudoestepas; los paisajes ligados al agua; los roquedos y,
por último, los medios urbanos. En cada uno de ellos vamos a encontrar a una serie
de especies de vertebrados características, adaptadas a las condiciones ambientales
concretas de cada tipo de hábitat, junto a una lista más extensa de especies que no
son exclusivas de él.
La utilización del término monte mediterráneo se justifica por la
degradación fisionómica a la que ha sido sometido el bosque mediterráneo por la
acción del hombre, lo que ha favorecido la aparición de áreas de arbolado claro
o con porte arborescente, formaciones arbustivas, matorrales y pastizales. Existen
pocos lugares en que el bosque no haya sido intensamente transformado. El monte
mediterráneo, tal vez el mejor y más representativo hábitat en extensión del área
estudiada, sigue siendo extraordinariamente rico a pesar de las múltiples agresiones
sufridas. Encinas, robles, quejigos, alcornoques, enebros, brezos, jaras y tomillos,
son las especies botánicas más representativas que lo caracterizan. Majestuosos en
porte y dimensiones, las distintas especies del género Quercus, suponen un auténtico
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición
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Figura 2. Paisajes/hábitats del área de estudio: Puertollano y su entorno.
- Landscapes / habitats in the study area: Puertollano and its environment.
manto protector durante todo el año.
Otra variante singular de la degradación del bosque mediterráneo lo
proporciona la dehesa. Los árboles de una dehesa son preservados de forma
selectiva y una vez liberados de la competencia de otros congéneres reciben cuanta
luz, agua y nutrientes necesitan, desarrollando los fustes más gruesos, los follajes
más tupidos y las fructificaciones más abundantes. A esta singularidad se suma la
continua intervención humana, en su búsqueda de los mejores frutos, realizando
podas que favorecen ramas más bajas y horizontales. Esta abundancia y calidad de
alimento es aprovechada por un gran número de especies salvajes que se suman
a las domésticas, sobre todo en otoño. En el suelo de la dehesa se encuentra el
complemento productivo de los árboles, el pasto, que es favorecido mediante el
ganado para evitar su embastecimiento por especies no deseadas y para mantener a
raya el matorral.
En los pinares, dominados por el pino resinero Pinus pinaster, encontramos
numerosas especies de aves casi exclusivas como el piquituerto común Loxia
curvirostra, el herrerillo capuchino Parus cristatus o los reyezuelos Regulus sp..
Entre los mamíferos destaca un especialista como la ardilla roja Sciurus vulgaris.
El predominio del estrato arbóreo es la principal característica de este hábitat, cuya
extensión se ha visto favorecida por la mano del hombre en Puertollano y su entorno
a través de numerosas plantaciones forestales, intensificadas a mediados del siglo
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
60
R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco
XX. No podemos dejar de mencionar que recientemente se ha demostrado el carácter
autóctono de una población relicta de pino resinero en el paraje de Burcio del Pino
(Charco y Gil, 2005).
Las zonas intensamente intervenidas por el hombre, como son los espacios
dedicados a los cultivos cerealistas y a los pastos, son el lugar óptimo para la
especies de aves propias de ambientes esteparios, tales como el aguilucho cenizo
Circus pygargus, el sisón común Tetrax tetrax, el alcaraván común Burhinus
oedicnemus, la ganga ibérica Pterocles alchata y la avutarda común Otis tarda. El
principal problema de conservación de las especies que residen en este tipo de hábitat
es la reducción cada vez más acusada del mismo por la intensificación agrícola y,
en menor medida, por el desarrollo urbano y las infraestructuras de comunicación
(aeropuertos, autovías, etc.). En este tipo de paisajes, se establece un interesante
mundo de relaciones entre animales que dependen de un mismo recurso y que, por
tanto, oscila al ritmo impuesto por el calendario agrícola.
En los márgenes de los cultivos o en el interior de ellos, el amontonamiento
de piedras retiradas de los campos de labor (majanos) permite que la humedad
se conserve por más tiempo, lo que favorece el crecimiento de especie vegetales
autóctonas. Estos majanos sirven también de oteadero para algunas aves, como
trigueros, mochuelos y collalbas, así como un lugar de asolamiento para el lagarto
ocelado y un refugio para las culebras bastarda y de escalera. En la estación fría, esas
mismas grietas acogen el letargo invernal de erizos, musarañas, culebras, lagartos y
lagartijas.
Junto a los majanos, no podemos dejar de mencionar la presencia, cada vez
menor, de las lindes entre las distintas parcelas de labor y las cunetas de los caminos,
constituyendo minúsculos hábitats lineales, no siempre respetados por el arado, y
que dan cobijo a especies vegetales eliminadas de los alrededores, donde encuentra
refugio la fauna.
Por último, este tipo de paisajes es clave para la supervivencia de las especies
ligadas al monte mediterráneo, pues constituyen espacios alternativos de campeo y
alimentación de numerosos consumidores primarios, sobre todo rapaces.
En cuanto a los paisajes ligados al agua, no podemos dejar de advertir que
muchos de ellos se encuentran en un grave estado de degradación, sobre todo los
de menor entidad, a pesar de constituir lugares ricos y frágiles del que dependen un
gran número de especies de invertebrados, así como de peces, anfibios, galápagos
y aves acuáticas. Patos nadadores, garzas y aves limícolas aprovechan las escasas
lagunas y ríos que sobreviven milagrosamente en Puertollano y su entorno, mientras
que los anfibios aprovechan las pequeñas charcas temporales o semipermanentes
para poder reproducirse. Aunque muchos mamíferos necesitan la cercanía del agua
en su vida diaria, aquí podemos encontrarnos con dos especies que tienen una clara
dependencia de ella, la nutria y la rata de agua.
El curso medio de los ríos, como son los que drenan el territorio estudiado,
se caracteriza por un escaso caudal y una baja velocidad del agua. Distintas especies
de peces con un elevado número de individuos se desplazan por su interior, mientras
las algas y ranúnculos proliferan. La orilla pone en contacto dos medios muy
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición
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diferentes, el acuático y el terrestre, creando un ambiente singular rico en formas de
vida, animales y vegetales, resultando notable la capacidad de adaptación de muchos
de ellos a vivir en ambos medios.
Una tupida vegetación protege comunidades de animales más o menos
ligadas al agua. Las principales especies botánicas que pueblan los cursos fluviales de
nuestro territorio son los tamujos, juncos, fresnos, sauces y alisos, configurando unas
formaciones de galería singulares en estas latitudes. La combinación del arbolado
con espacios abiertos, los frecuentes huecos en los troncos y el agua favorecen la
instalación de una fauna abundante y variada.
Los roquedos, formados mayoritariamente por cuarcitas muy diaclasadas
y fracturadas de la Era Primaria, son el soporte de colonias de aves gregarias como
el buitre leonado y el lugar de nidificación de un elevado número de especies, entre
las que cabe destacar el águila real, el alimoche común, el halcón común o la mítica
cigüeña negra. La cabra montés Capra pyrenaica encuentra refugio entre los riscos
más inaccesibles. Aquí, los reptiles con tendencias más rupícolas utilizan sus grietas
como refugio y lugares de caza.
Por último, no nos podemos olvidar de las especies animales que se
encuentran ligadas a nuestros pueblos y ciudades, pues con ser los hábitats menos
ricos en diversidad no deben ser olvidados. Aquí encuentran un buen óptimo
ecológico especies como la cigüeña blanca Ciconia ciconia, las lechuzas Tyto alba,
salamanquesa común Tarentola mauritanica y los vencejos Apus sp. o las golondrinas
Hirundo sp., que tanto alegran el ambiente y tan buen servicio realizan en la captura
de invertebrados voladores, especialmente mosquitos. Menos reconocida es la labor
de los pequeños murciélagos que se alimentan al anochecer de las polillas que acuden
a la luz de las farolas.
Podemos concluir afirmando que la fauna de Puertollano y su entorno
está estrechamente relacionada con la diversidad de paisajes y, por lo tanto, de los
hábitats con que cuenta, siendo esta diversidad el resultado de una combinación
de los distintos factores ambientales que convergen en el espacio geográfico. En
este contexto, la actividad humana ha jugado un papel trascendental, modelando
unas veces los paisajes primitivos o generando otros nuevos, los llamados paisajes
culturales, a los que la fauna se ha ido adaptando paulatinamente y cuando no
lo ha podido hacer, ha reducido su área de distribución, desplazándose o incluso
extinguiéndose.
4. La fauna vertebrada terrestre: catálogo y especies de interés.
4.1. Catálogo de vertebrados
El número total de vertebrados terrestres identificados en el territorio
estudiado asciende a 273 especies, de las cuales 14 son anfibios, 19 son reptiles,
193 son aves (entre residentes, migratorias, invernantes y estivales) y, finalmente, 47
mamíferos.
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
62
R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco
A partir de datos de campo y bibliográficos se ha elaborado el presente
catálogo, que se estructura en una serie de tablas en las que se caracteriza taxonómica
y ecológicamente las especies identificadas en el ámbito de estudio, realizándose al
mismo tiempo un diagnóstico de su estado de conservación a partir de su estatus
legal y de su inclusión en alguna categoría de amenaza o prioridad (Libros Rojos y
Catálogo Regional de Especies Amenazadas).
El contenido de cada columna de las tablas que organizan este catálogo de
vertebrados terrestres se explica a continuación, así como las abreviaturas utilizadas
en cada caso.
 Orden/Familia/Nombre científico/común: Estructura taxonómica de todas las
especies identificadas en el territorio.
 Estatus fenológico (Aves): Utilizamos las seis clases fenológicas del Anuario
Ornitológico de la provincia de Ciudad Real (Casas et al., 2007):
- Residente (R): Habitual a lo largo de todo el año con cifras importantes.
(r): Habitual a lo largo de todo el año con cifras reducidas.
- Estival (E): Habitual en primavera y verano con cifras importantes.
(e): Habitual en primavera y verano con cifras reducidas.
- Reproductor ocasional (ro): No se reproduce todos los años.
- Invernante (I): Habitual en otoño e invierno con cifras importantes.
(i): Habitual en otoño e invierno con cifras reducidas.
- Migrante (P): Habitual durante los pasos migratorios con cifras importantes.
(p): Habitual durante los pasos migratorios con cifras reducidas.
- Accidental (A): Se presenta con muy poca frecuencia.
 Hábitats: Para cada especie indicamos los hábitats más característicos ya
mencionados.
MD: Monte mediterráneo y Dehesas
P: Pinares
C: Cultivos cerealistas y pastizales
A: Hábitats acuáticos
R: Roquedo
MU: Medio urbano
U: Ubiquista, estos taxones pueden distribuirse por la mayoría de los hábitats
identificados
 Estado de conservación: Considerando los libros rojos de vertebrados de
España y el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Castilla-La Mancha se
pueden distinguir las siguientes categorías:
Libros Rojos:
- Extinto (EX): Un taxón se considera extinto cuando no queda ninguna duda
razonable de que el último individuo existente ha muerto, tras la realización
de prospecciones exhaustivas de sus hábitats, conocidos y/o esperados, en
los momentos apropiados (diarios, estacionales, anuales), y a lo largo de su
área de distribución histórica.
- Extinto a nivel regional (RE)
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición
63
En peligro crítico (CR): Taxones que se enfrentan a un riesgo
extremadamente alto de extinción en estado silvestre. La probabilidad de
extinción es de por lo menos un 50% en los próximos 10 años.
- En peligro (EN): Taxones que se enfrentan a un riesgo muy alto de extinción
en estado silvestre. La probabilidad de extinción es de por lo menos un 20%
en los próximos 20 años.
- Vulnerable (VU): Taxones que se enfrentan a un riesgo alto de extinción en
estado silvestre. La probabilidad de extinción es de por lo menos un 10% en
los próximos 100 años.
- Casi amenazado (NT): Taxón que ha sido evaluado y no satisface,
actualmente, los criterios para En peligro crítico, En peligro o Vulnerable;
pero está próximo a satisfacer los criterios, o posiblemente los satisfaga, en
el futuro cercano.
- Preocupación menor (LC): Taxones evaluados que no cumplen ninguno
de los criterios de las categorías anteriores. Se incluyen en esta categoría
taxones abundantes y de amplia distribución.
- Datos insuficientes (DD): No estamos ante una categoría de amenaza,
simplemente se trata de taxones para los cuales son hay información para
realizar una evaluación adecuada.
- No evaluado (NE): Taxones a los que todavía no se les ha aplicado estos
criterios de evaluación.
Catálogo Regional de Especies Amenazadas:
Según el Decreto 33/1998 por el que se crea el Catálogo Regional de Especies
Amenazadas de Castilla-La Mancha, se distinguen las siguientes categorías legales:
- En peligro de extinción (EX): Reservada a aquellas especies cuya
supervivencia es poco probable si los factores causales de la actual situación
siguen actuando.
- Vulnerable (VU): Destinada a aquellas especies que corren el riesgo de
pasar a las categorías anteriores en un futuro inmediato si los factores
adversos que actúan sobre ellas no son corregidos.
- Interés especial (IE): Aquellas especies que sin estar contempladas en
ninguna de las categorías precedentes sean merecedoras de una atención
particular en función de su valor científico, ecológico, cultural o por su
singularidad.
-
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco
64
Tabla 1. Anfibios identificados en Puertollano y su entorno.
— Identified amphibians at Puertollano and its surroundings.
Nombre común
Nombre científico
Hábitat
Estado de
conservación
Libro rojo
Cat Reg
Orden Caudata
Familia Salamandridae
Gallipato
Pleurodeles waltl
U
NT
IE
Salamandra común
Salamandra salamandra
A, MD
VU
IE
Tritón ibérico
Lissotriton boscai
A, MD
LC
IE
Triturus pygmaeus
A, MD
VU
IE
Alytes cisternasii
MD
NT
IE
Discoglossus galganoi
A,C,MD
LC
IE
Pelobates cultripes
U
NT
IE
Pelodytes punctatus
C, MD
LC
IE
Sapo común
Bufo bufo
U
LC
IE
Sapo corredor
Bufo calamita
U
LC
IE
Ranita de San Antón
Hyla arborea
A, MD, C
NT
IE
Ranita meridional
Hyla meridionalis
A, MD, C
NT
IE
Pelophylax perezi
U
LC
-
Tritón pigmeo
Orden Anura
Familia Alytidae
Sapo partero ibérico
Sapillo pintojo ibérico
Familia Pelobatidae
Sapo de espuelas
Familia Pelodytidae
Sapillo moteado
Familia Bufonidae
Familia Hylidae
Familia Ranidae
Rana común
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición
65
Tabla 2. Reptiles identificados en Puertollano y su entorno.
— Identified reptiles at Puertollano and its surroundings.
Estado de
conservación
Nombre común
Nombre científico
Orden Chelonii
Familia Bataguridae
Galápago leproso
Mauremys leprosa
A
VU
IE
Emys orbicularis
A
VU
VU
Blanus cinereus
U
LC
IE
Hábitat
Libro rojo
Cat Reg
Familia Emydidae
Galápago europeo
Orden Squamata
Familia Blanidae
Culebrilla ciega
Familia Scincidae
Eslizón ibérico
Chalcides bedriagai
MD, C
NT
IE
Eslizón tridactilo
Chalcides striatus
MD, A
LC
IE
Familia Gekkonidae
Salamanquesa común
Tarentola mauritanica
U
LC
IE
Salamanquesa rosada
Hemidactylus turcicus
U
LC
IE
MD
LC
IE
U
LC
IE
Familia Lacertidae
Lagartija colirroja
Acanthodactylus erithrurus
Lagarto ocelado
Timon lepidus
Lagartija ibérica
Podarcis hispanica
U
LC
IE
Lagartija colilarga
Psammodromus algirus
MD, P
LC
IE
Lagartija cenicienta
Psammodromus hispanicus
C,MD
LC
IE
Familia Colubridae
Culebra de herradura
Hemorrhois hippocrepis
U
LC
IE
Culebra de escalera
Rhinechis scalaris
U
LC
IE
Culebra lisa meridional
Coronella girondica
MD, P
LC
IE
Culebra bastarda
Malpolon monspessulanus
U
LC
IE
Culebra de cogulla
Macroprotodon brevis
MD,C,P
NT
IE
Culebra de collar
Natrix natrix
A, MD
LC
IE
Culebra viperina
Natrix maura
A
LC
IE
Vipera latastei
R, MD
NT
-
Familia Viperidae
Víbora hocicuda
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco
66
Tabla 3. Aves identificadas en Puertollano y su entorno.
— Identified birds at Puertollano and its surroundings.
Nombre común
Nombre científico
Fenología
Hábitat
Estado de
conservación
Dir Libro Cat
aves rojo
reg
A
NE
IE
A
NE
IE
Orden Podicipediformes
Familia Podicipedidae
R. Reproductor,
I, P
R. Reproductor,
I, P.
Zampullín común
Tachybaptus ruficollis
Somormujo lavanco
Podiceps cristatus
Zampullín cuellinegro
Podiceps nigricollis
E reproductor, i, P.
A
NT
VU
Phalacrocorax carbo
r reproductor, I, P.
A
NE
IE
Martinete común
Nycticorax nycticorax
E reproductor, p.
A
NE
VU
Garcilla bueyera
Bubulcus ibis
R reproductor.
A,C
NE
IE
Garceta común
Egretta garzetta
R reproductor.
A
NE
IE
Garza real
Ardea cinerea
e reproductor, P, i.
A
NE
IE
Garza imperial
Ardea purpurea
e, p.
A
I
NE
VU
e reproductor, i, p.
A, R
I
VU
EN
R, P, I.
U
I
NE
IE
A
A
I
VU
VU
A
A
I
NT
VU
i, p
A
II/1
NE
R reproductor, i.
A
Orden Pelecaniformes
Familia Phalacrocoracidae
Cormorán grande
Orden Ciconiiformes
Familia Ardeidae
I
I
Familia Ciconiidae
Cigüeña negra
Ciconia nigra
Cigüeña blanca
Ciconia Ciconia
Familia Treskiornithidae
Espátula común
Platalea leucorodia
Orden Phoenicopteriformes
Familia Phoenicopteridae
Flamenco rosa
Phoenicopterus roseus
Orden Anseriformes
Familia Anatidae
Ánsar común
Anser anser
Tarro blanco
Tadorna tadorna
Ánade friso
Anas strepera
r reproductor, I, P.
A
II/1
NE
Cerceta común
Anas crecca
e reproductor, I, P.
A
II/1
VU
Ánade azulón
Anas platyrhynchos
R reproductor, I.
A
II/1
NE
Ánade rabudo
Anas acuta
ro, i, P
A
II/1
VU
Cerceta carretota
Anas querquedula
ro, P
A
II/1
VU
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
NT
VU
Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición
Nombre común
Nombre científico
67
Estado de
conservación
Dir Libro Cat
aves rojo
reg
Fenología
Hábitat
r reproductor, I, P.
A
II/1
NT
Cuchara común
Anas clypeata
Pato colorado
Netta rufina
R reproductor.
A
II/2
VU
Porrón europeo
Aythya ferina
R reproductor,
I, P.
E
II/1
NE
Porrón moñudo
Aythya fuligula
i, p
A
II/1
NE
Abejero europeo
Pernis apivorus
ro, P.
P,MD
I
NE
IE
Elanio común
Elanus caeruleus
R reproductor
MD,C
I
NT
VU
Milano negro
Milvus migrans
e reproductor, P.
U
I
NT
IE
Milano real
Milvus milvus
r reproductor, I, P.
MD
I
EN
VU
Alimoche común
Neophron percnopterus
e reproductor, p.
R
I
EN
VU
Buitre leonado
Gyps fulvus
R reproductor.
R
I
NE
IE
Buitre negro
Aegypius monachus
R reproductor
MD
I
VU
VU
Orden Falconiformes
Familia Accipitridae
Culebrera europea
Circaetus gallicus
e reproductor, p.
MD
I
NE
VU
Aguilucho lagunero
cccidental
Circus aeruginosus
r reproductor, I, P.
A
I
NE
VU
Aguilucho pálido
Circus cyaneus
ro, I, P.
C
I
NE
VU
Aguilucho cenizo
Circus pygargus
E reproductor, P.
C
I
VU
VU
Azor común
Accipiter gentilis
R reproductor.
P
NE
VU
Gavilán común
Accipiter nisus
R reproductor, i, P.
P
VU
VU
U
NE
IE
Busardo ratonero
Buteo buteo
R reproductor,
I, P.
Águila imperial
ibérica
Aquila adalberti
r reproductor
MD,P
I
EN
EN
Águila real
Aquila chrysaetos
r reproductor.
R
I
NT
VU
Aguililla calzada
Hieraaetus pennatus
e reproductor, P.
MD,P
I
NE
IE
Águila-azor
perdicera
Hieraaetus fasciatus
r reproductor.
R
I
EN
EN
Pandion haliaetus
r no reproductor
A
I
CR
VU
Cernícalo primilla
Falco naumanni
E reproductor, i
muy escaso.
MU,C
I
VU
VU
Cernícalo vulgar
Falco tinnunculus
R reproductor, I.
U
NE
IE
Esmerejón
Falco columbarius
i, P.
C
NE
IE
Familia Accipitridae
Águila pescadora
Familia Falconidae
I
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco
68
Nombre común
Nombre científico
Fenología
Hábitat
Estado de
conservación
Dir Libro Cat
aves rojo
reg
NT
VU
VU
Alcotán europeo
Falco subbuteo
e reproductor, p.
C,R
Halcón peregrino
Falco peregrinus
r reproductor, i.
R
I
NE
R reproductor
MD,C
II/1
DD
E reproductor, i, p.
C
II/2
DD
R reproductor.
A
II/2
NE
Orden Galliformes
Familia Phasianidae
Perdiz roja
Alectoris rufa
Codorniz común
Coturnix coturnix
Orden Gruiformes
Familia Rallidae
Gallineta común
Gallinula chloropus
IE
Focha común
Fulica atra
R reproductor, I.
A
II/1
NE
Grus grus
I, P.
MD,C
I
RE
VU
Familia Gruidae
Grulla común
Familia Otididae
Sisón común
Tetrax tetrax
R reproductor,
I, P.
C
I
VU
VU
Avutarda común
Otis tarda
R reproductor.
C
I
VU
VU
Orden Charadriiformes
Familia Recurvirostridae
Cigüeñuela común
Himantopus himantopus
E reproductor, i, P.
A
I
NE
Avoceta común
Recurvirostra avosetta
E reproductor, i, P.
A
I
NE
Burhinus oedicnemus
R reproductor, i, P.
C
I
NT
Glareola pratincola
E reproductor, p.
A,C
I
VU
Chorlitejo chico
Charadrius dubius
e reproductor, i, p.
A
NE
IE
Chorlitejo grande
Charadrius hiaticula
i ocasional, P
A
NE
IE
Chorlitejo patinegro
Charadrius alexandrinus E reproductor, p, i.
A
I
VU
IE
Chorlito dorado
Pluvialis apricaria
i, p.
A
I
NE
IE
Avefría europea
Vanellus vanellus
R reproductor,
I, P.
A,C
II/2
NE
VU
Familia Burhinidae
Alcaraván común
Familia Glareolidae
Canastera común
Familia Charadriidae
Familia Scolopacidae
Correlimos común
Calidris alpina
i, p.
A
Combatiente
Philomachus pugnax
i, P.
A
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
II/2
NE
IE
NE
IE
Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición
Nombre común
69
Estado de
conservación
Dir Libro Cat
aves rojo
reg
Nombre científico
Fenología
Hábitat
Agachadiza común
Gallinago gallinago
I, P.
A
Aguja colinegra
Limosa limosa
i, P.
A
VU
Zarapito trinador
Numenius phaeopus
p.
A
NE
Zarapito real
Numenius arquata
i, p.
A
NE
Archibebe común
Tringa totanus
ro, i, P.
A
Andarríos chico
Actitis hypoleucos
I, P.
A
Gaviota reidora
Larus ridibundus
r reproductora,
I, P.
A
II/2
NE
Gaviota sombría
Larus fuscus
I, P.
A
II/2
NE
e reproductor, p.
A
I
VU
VU
ro, p.
A
I
EN
VU
II/1
II/2
EN
IE
VU
IE
NE
IE
Familia Laridae
Familia Sternidae
Fumarel cariblanco
Chlidonias hybridus
Fumarel común
Chlidonias niger
Orden Pterocliformes
Familia Pteroclidae
Ganga ortega
Pterocles orientalis
R reproductor
C
I
VU
VU
Ganga ibérica
Pterocles alchata
R reproductor.
C
I
VU
VU
Paloma bravía
Columba livia
R reproductor
MU
II/1
NE
Paloma zurita
Columba oenas
U
II/2
DD
Paloma torcaz
Columba Palumbus
MD,P
II/1
NE
Tórtola turca
Streptopelia decaocto
R reproductor.
MU
II/2
NE
Tórtola europea
Streptopelia turtur
E reproductora, P.
MD
II/2
VU
Orden Columbiformes
Familia Columbidae
r reproductora,
I, P.
R reproductor,
I, P.
Orden Cuculiformes
Familia Cuculidae
Críalo europeo
Clamator glandarius
E reproductor, i
ocasional.
MD
NE
IE
Cuco común
Cuculus canorus
E reproductor, P.
MD,C
NE
IE
R reproductor.
MU
NE
IE
NE
IE
NE
VU
Orden Estrigiformes
Familia Tytonidae
Lechuza común
Tyto alba
Familia Strigidae
Autillo europeo
Otus scops
E reproductor, P.
A,MU
Búho real
Bubo bubo
R reproductor.
R
I
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco
70
Nombre común
Nombre científico
Fenología
Hábitat
Estado de
conservación
Dir Libro Cat
aves rojo
reg
Mochuelo europeo
Athene noctua
R reproductor.
U
NE
IE
Cárabo común
Strix aluco
R reproductor.
A,MD
NE
IE
Búho chico
Asio Otus
R reproductor, i.
A,MD
NE
IE
Búho campestre
Asio flammeus
ro, i, p.
C
I
NE
MD
I
NE
Orden Caprimulgiformes
Familia Caprimulgidae
Chotacabras
Caprimulgus europaeus
europeo
Chotacabras
Caprimulgus ruficollis
cuellirrojo
Orden Coraciiformes
Familia Coraciidae
e reproductor, P, i
ocasional
E reproductor, p,
i ocasional.
IE
C,MD,P
NE
E reproductor, P.
C
VU
IE
Upupa epops
R reproductor
U
NE
IE
Pito Real
Picus viridis
R reproductor.
MD
NE
IE
Pico Picapinos
Dendrocopos major
R reproductor.
A
NE
IE
Carraca
Coracias garrulus
Familia Upupidae
Abubilla
Orden Piciformes
Familia Picidae
Orden Passeriformes
Familia Alaudidae
Calandria
Melanocorypha caladra
R reproductor, I.
C
I
NE
IE
Terrera común
Calandrella
brachydactyla
E reproductor, P.
C
I
VU
IE
Cogujada común
Galerida cristata
R reproductor.
C
NE
IE
Cogujada montesina
Galerita theklae
R reproductor.
C,R
NE
Totovía
Lullula arborea
R reproductor.
C
I
NE
IE
Alondra común
Alauda arvensis
r reproductor, I.
C
II/2
NE
IE
Avión roquero
Ptyonoprogne rupestris
R reproductor.
R
NE
IE
Golondrina común
Hirundo Rustica
E reproductor, P.
MU
NE
IE
Golondrina dáurica
Hirundo Daurica
e reproductor, p.
R, A
NE
IE
Avión común
Delichon urbica
E reproductor, P.
MU
NE
IE
Bisbita campestre
Anthus campestris
e reproductor, p.
C, MD
NE
IE
Bisbita común
Anthus pratensis
I, P.
C
NE
IE
Familia Hirundinidae
Familia Motacillidae
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
I
Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición
Nombre común
Lavandera boyera
Nombre científico
Motacilla flava
71
Fenología
Hábitat
Estado de
conservación
Dir Libro Cat
aves rojo
reg
E reproductor, P.
A
NE
IE
R reproductor,
I, P.
A
NE
IE
Lavandera
cascadeña
Motacilla cinerea
Lavandera blanca
Motacilla alba
r reproductor, I, P.
U
NE
IE
Cinclus cinclus
r reproductor.
A
NE
VU
Troglodytes troglodytes
R reproductor,
i, p.
A
NE
IE
I, p.
R
NE
IE
Familia Cinclidae
Mirlo acuático
Familia Troglodytidae
Chochín
Familia Prunellidae
Acentor común
Prunella modularis
Familia Turdidae
Alzacola rojizo
Cercotrichas galactotes
e reproductor, p.
C
EN
IE
Petirrojo
Erithacus rubecula
r reproductor, I.
MD,P,A,O
NE
IE
Ruiseñor común
Luscinia megarhynchos
E reproductor, P.
A
NE
IE
Colirrojo tizón
Phoenicurus ochruros
e reproductor, I, P.
MD,P,C,O
NE
IE
Colirrojo real
Phoenicurus
phoenicurus
e reproductor, P
MD,P,C,O
NE
IE
Tarabilla norteña
Saxicola rubetra
P.
C
NE
IE
Tarabilla común
Saxicola torquata
R reproductor,
I, P.
C,O
NE
IE
Collalba gris
Oenanthe oenanthe
e reproductor, P.
C
NE
IE
Collalba rubia
Oenanthe hispanica
E reproductor, P.
C
NT
IE
Collalba negra
Oenanthe leucura
r reproductor.
R
NE
IE
Roquero solitario
Monticula solitarius
R reproductor.
R
NE
IE
Mirlo común
Turdus merula
R reproductor,
I, P.
U
II/2
NE
IE
Zorzal común
Turdus philomelos
r reproductor, I, P.
MD,P,O
II/2
NE
IE
Zorzal alirrojo
Turdus iliacus
i, p.
MD,P,O
NE
IE
Zorzal charlo
Turdus viscivorus
R reproductor, I.
MD,P,O
NE
IE
I
II/2
Familia Sylviidae
Ruiseñor bastardo
Cettia cetti
R reproductor.
A
NE
IE
Buitrón
Cisticola juncidis
R reproductor.
A
NE
IE
Carricero común
Acrocephalus scirpaceus
E reproductor, P.
A
NE
IE
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco
72
Nombre común
Carricero tordal
Nombre científico
Acrocephalus
arundinaceus
Fenología
Hábitat
Estado de
conservación
Dir Libro Cat
aves rojo
reg
E reproductor, p.
A
NE
IE
e posible
reproductor, p
muy escaso.
A
NT
IE
E reproductor, P.
A
NE
IE
R reproductor.
MD
NE
IE
Zarcero pálido
occidental
Hippolais pallida
Zarcero común
Hippolais polyglotta
Curruca rabilarga
Sylvia undata
Curruca tomillera
Sylvia conspicillata
e reproductor, p.
MD
DD
IE
Curruca
carrasqueña
Sylvia cantillans
E reproductor, p.
MD
NE
IE
Curruca cabecinegra
Sylvia melanocephala
R reproductor.
MD
NE
IE
Curruca mirlona
Sylvia hortensis
e reproductor, p.
MD
NE
IE
Curruca zarcera
Sylvia communis
e reproductor
probable, p.
MD,C
NE
IE
Curruca capirotada
Sylvia atricapilla
e reproductor, I, P.
MD
NE
IE
Mosquitero papialbo
Phylloscopus bonelli
e reproductor, P.
P
NE
IE
Mosquitero común
Phylloscopus collybita
I, P.
MD,P,O
NE
IE
Mosquitero musical
Phylloscopus trochilus
P.
MD,P
NT
IE
Reyezuelo sencillo
Regulus regulus
i, p.
P
DD
IE
Reyezuelo listado
Regulus ignicapillus
probable
reproductor, I, P.
P
NE
IE
Papamoscas gris
Muscicapa striata
e reproductor, P.
P
NE
IE
Papamoscas
cerrojillo
Ficedula hypoleuca
e reproductor, P.
MD,P,C,O
NE
IE
Aegithalos caudatus
R reproductor.
FA,MD,P
NE
IE
Herrerillo
capuchino
Parus cristatus
R reproductor.
P
NE
IE
Herrerillo común
Parus caeruleus
R reproductor
P,MD,O
NE
IE
Carbonero común
Parus major
R reproductor.
P, MD,O
NE
IE
Sitta europaea
R reproductor.
P,MD
NE
IE
R reproductor, I.
P,MD
NE
IE
I
Familia Muscicapidae
Familia Aegithalidae
Mito
Familia Paridae
Familia Sittidae
Trepador azul
Familia Certhiidae
Agateador común
Certhia brachydactyla
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición
73
Fenología
Hábitat
Estado de
conservación
Dir Libro Cat
aves rojo
reg
Oriolus oriolus
E reproductor.
A
NE
IE
Alcaudón real
Lanius meridionalis
R reproductor.
MD,C
NE
IE
Alcaudón común
Lanius senator
E reproductor, p.
C,MD
NT
IE
Nombre común
Nombre científico
Familia Oriolidae
Oropéndola
Familia Laniidae
Familia Corvidae
Arrendajo
Garrulus glandarius
R reproductor.
P,MD
Rabilargo
Cyanopica cyana
R reproductor.
P,MD,O
Urraca
Pica pica
R reproductor.
U
Chova piquirroja
Pyrrhocorax
pyrrhocorax
r reproductor, p.
Grajilla
Corvus monedula
Corneja común
Cuervo
II/2
NE
NE
IE
II/2
NE
IE
R
I
NE
IE
R reproductor.
R
II/2
NE
Corvus corone
r reproductor.
P,C
II/2
NE
Corvus corax
R reproductor,
i, p.
R
NE
IE
Familia Sturnidae
Estornino pinto
Sturnus vulgaris
I, P.
MU,C
II/2
NE
Estornino negro
Sturnus unicolor
R reproductor.
MU,C
NE
Gorrión común
Passer domesticus
R reproductor.
MU
NE
Gorrión moruno
Passer hispaniolensis
R reproductor, I.
U
NE
IE
Gorrión molinero
Passer montanus
R reproductor.
MU
NE
IE
Gorrión chillón
Petronia petronia
R reproductor.
R
NE
IE
Pinzón vulgar
Fringilla coelebs
R reproductor,
I, P.
MD,P,O
NE
IE
Pinzón real
Fringilla montifringilla
IE
Familia Passeridae
Familia Fringillidae
Verdecillo
Serinus serinus
Verderón serrano
Serinus citrinella
Verderón común
Carduelis chloris
Jilguero
Carduelis carduelis
Lúgano
Carduelis spinus
i, p.
P,O
NE
R reproductor,
I, P.
U
NE
i.
P
NE
U
NE
C
NE
C
NE
R reproductor,
I, P.
R reproductor,
I, P.
I, P.
IE
IE
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco
74
Nombre común
Fenología
Hábitat
Estado de
conservación
Dir Libro Cat
aves rojo
reg
R reproductor,
I, P.
C
NE
Nombre científico
Pardillo común
Carduelis cannabina
Piquituerto común
Loxia curvirostra
r reproductor, i, p.
P
NE
IE
Camachuelo común
Pyrrhula pyrrhula
i, p.
P
NE
IE
Picogordo
Coccothraustes
coccothraustes
R reproductor,
p, i.
A,MD,O,P
NE
IE
Escribano soteño
Emberiza cirlus
R reproductor.
A, C
NE
IE
Escribano
montesino
Emberiza cia
R reproductor.
MD
NE
IE
Escribano hortelano
Emberiza hortulana
p
MD
NE
IE
Triguero
Miliaria calandra
R reproductor.
C
NE
IE
Familia Emberizidae
I
Tabla 4. Mamíferos identificados en Puertollano y su entorno
— Identified mammals at Puertollano and its surroundings.
Nombre común
Nombre científico
Hábitat
Estado de
conservación
Libro
Cat reg.
rojo
Orden Erinaceomorpha
Familia Erinaceidae
Erizo europeo
Orden Soricomorpha
Familia Soricidae
Musaraña gris
Erinaceus europaeus
MD, C
LC
IE
Crocidura russula
MD, C, P
LC
IE
Suncus etruscus
MD, C
LC
IE
Murciélago grande de
herradura
Rinolophus ferrumequinum
MD, R, C
NT
VU
Murciélago pequeño
de herradura
Rhinolophus hipposideros
MD, R, A
NT
VU
Murciélago
mediterráneo de
herradura
Rinolophus euryale
MD, R
VU
VU
Murciélago mediano
de herradura
Rinolophus mehelyi
MD, R
EN
VU
Musgaño enano
Orden Chiroptera
Familia Rhinolophidae
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición
Nombre común
75
Nombre científico
Estado de
conservación
Hábitat
Libro
rojo
Cat reg.
Familia Vespertilionidae
Murciélago ratonero
grande
Myotis myotis
MD, R
VU
VU
Murciélago ratonero
mediano
Myotis blythii
MD, R
VU
VU
Murciélago ratonero
pardo
Myotis emarginatus
MD, R
VU
VU
Murciélago ratonero
gris
Myotis escalerai
MD, R, A
NT
VU
Murciélago ratonero
ribereño
Myotis daubentonii
MD, A
IE
Murciélago hortelano
mediterráneo
Eptesicus isabellinus
R, MU, A
Murciélago de cueva
Miniopterus schreibersii
MD, R
VU
VU
Murciélago enano
Pipistrellus pipistrellus
U
IE
Murciélago de Cabrera
Pipistrellus pygmaeus
MU, R, A
IE
Orejudo gris
Plecotus austriacus
MD, R, C
NT
IE
Tadarida teniotis
R, C, MU
NT
IE
Lobo
Canis lupus
MD, P
NT
EX
Zorro
Vulpes vulpes
MD, P, C
Nutria
Lutra lutra
A
VU
Familia Molossidae
Murciélago rabudo
Orden Carnivora
Familia Canidae
Familia Mustelidae
Garduña
Martes foina
U
IE
Tejón
Meles meles
MD
IE
Comadreja
Mustela nivalis
MD, C, A
IE
Turón
Mustela putorius
U
NT
IE
Herpestes ichneumon
MD
IE
Genetta genetta
MD, A
IE
Gato montés
Felis sylvestris
MD, C
NT
IE
Lince ibérico
Linx pardinus
MD
CR
EX
Familia Herpestidae
Meloncillo
Familia Viverridae
Gineta
Familia Felidae
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco
76
Nombre común
Estado de
conservación
Nombre científico
Hábitat
Libro
rojo
Cat reg.
Orden Artiodactyla
Familia Bovidae
Arrui
Ammotragus lervia
R
Cabra montés
Capra pyrenaica
R
NT
Muflón
Ovis aries
P, MD, R
Corzo
Capreolus capreolus
MD
Ciervo
Cervus elaphus
MD, C
Gamo
Dama dama
C, MD
Sus scrofa
MD
Ratón de campo
Apodemus sylvaticus
MD, C
Ratón casero
Mus musculus
MU
Ratón moruno
Mus spretus
MD, C, R
Rata parda
Rattus norvegicus
MU, A, C
Rata negra
Rattus rattus
MD, C,MU
Arvicola sapidus
A
VU
IE
Lirón careto
Eliomys quercinus
MD, R, P
Topillo mediterráneo
Microtus duodecimcostatus
MD, C
Sciurus vulgaris
P
IE
Liebre ibérica
Lepus granatensis
MD, C
Conejo
Oryctolagus cuniculus
MD
VU
Orden Artiodactyla
Familia Cervidae
Familia Suidae
Jabalí
Orden Rodentia
Familia Muridae
Familia Cricetidae
Rata de agua
Familia Gliridae
Familia Sciuridae
Ardilla roja
Orden Lagomorpha
Familia Leporidae
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición
77
4.2. Especies de interés.
4.2.1. Especies vinculadas al monte mediterráneo y las dehesas.
Salamandra común Salamandra salamandra (Linnaeus, 1758)
Urodelo de tamaño mediano a grande, de coloración compuesta de manchas
amarillas y rojizas sobre fondo negro, en cabeza, cuerpo y extremidades. En la zona
de estudio aparece una subespecie propia de Sierra Morena y Valle de Alcudia:
Salamandra salamandra morenica, fácilmente identificable por presentar manchas
amarillas y rojizas con forma de coma o redondeadas. Aparece en las áreas más
húmedas y mejor conservadas de Sierra Madrona, ligada al bosque mediterráneo
y otros hábitats con suficiente humedad ambiental (bosques de ribera, pinares y
melojares). Al ser una especie de requerimientos ecológicos muy selectivos (zonas
frescas, aguas limpias, terrenos forestales) se muestra muy sensible a la alteración
del hábitat. También se ve afectada por los atropellos y la persecución directa del
hombre al ser considerada por mucha gente como una especie venenosa.
Sapo partero ibérico Alytes cisternasii (Boscá, 1879)
Sapo endémico de la Península Ibérica, en Ciudad Real está presente en las
comarcas de Montes de Ciudad Real, Valle de Alcudia y Sierra Morena, Montes de
Toledo, Campo de Calatrava (parte más occidental) y citas aisladas en el Campo
de Montiel que marcan el límite oriental de su distribución peninsular. Los hábitats
donde aparece de forma más abundante son encinares y bosques de ribera, pero
está también presente en secanos, matorrales, quejigares, pinares y pastizales,
ligado siempre a arroyos o ríos de aguas limpias donde depositar sus huevos. La
destrucción y contaminación de los lugares que utiliza para la reproducción, así
como la introducción de peces alóctonos que compiten y/o predan sobre sus larvas
como el pez sol, la gambusia, y el black-bass, son las principales amenazas para la
especie.
Lagartija colilarga Psammodromus algirus (Linnaeus, 1758)
Especie distribuida por toda el área de estudio, abunda en biotopos de monte
mediterráneo, siendo especialmente abundantes en encinares, matorrales acidófilos
montanos y jarales. También es frecuente en bosque de ribera. Como especie muy
ligada al monte mediterráneo, cualquier actuación que suponga la destrucción del
mismo tal como incendios, infraestructuras, excesiva presión de herbívoros, etc.,
afecta a su supervivencia. Por su distribución en el territorio, se aprecia claramente
cómo le influye la pérdida total de la cobertura arbórea.
Culebra lisa meridional Coronella girondica (Daudin, 1803)
Resulta bello contemplar los movimientos y las evoluciones de esta culebra,
seguramente la más grácil y esbelta de los ofidios ciudadrealeños a lo que se une
su temperamento apaciguado y nada agresivo. Especialmente dotada cuando adulta
para la captura de reptiles, destacando pequeños saurios (lagartijas, eslizones, etc.) y
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco
78
en menor medida micromamíferos e invertebrados. Presenta una distribución escasa
en Ciudad Real, apareciendo en el Valle de Alcudia y Sierra Morena. Sus selectivos
requerimientos ecológicos la hacen circunscribirse a hábitats bien conservados, con
cobertura vegetal suficiente, prefiriendo encinares, matorral mediterráneo y pinares.
Los atropellos en carretera, junto con la alteración del medio en que vive, suponen
las principales amenazas de esta especie poco frecuente en nuestra región.
Cigüeña negra Ciconia nigra (Linnaeus, 1758)
Mucho más escasa y esquiva que la cigüeña blanca, evita la presencia humana
buscando zonas recónditas y tranquilas tanto para anidar como para alimentarse.
Quizás con suerte pueda verse algún ejemplar pescando en algún arroyo o charca,
aunque lo más probable es que se la vea en vuelo. Durante los pasos migratorios
se puede disfrutar de la observación de varios individuos, incluso algunas decenas,
volando camino de sus zonas de reproducción en primavera, o hacia el sur en otoño
buscando el Estrecho de Gibraltar para pasar a sus cuarteles invernales africanos.
Sus colores no pasan desapercibidos, principalmente en los adultos, con un plumaje
blanco y negro azabache con irisaciones verdes y violetas y un rojo brillante en
pico, anillo ocular y patas. Es una especie muy escasa, con un mínimo de 10 parejas
reproductoras, encontrándose en el Valle de Alcudia y Sierra Morena la mayor parte
de la población provincial.
Águila imperial ibérica Aquila adalberti (C.L. Brehm, 1861)
El territorio estudiado es uno de los últimos refugios de la rapaz más
amenazada de Europa y el ave más representativa de los ecosistemas mediterráneos
de nuestro país. Algunas parejas se reproducen en Puertollano y su entorno, un
mínimo de 4, no siendo raro también observar individuos, inmaduros principalmente,
desplazándose entre áreas de dispersión de la especie. Muchas veces se unen en
vuelo a los grandes bandos de buitres, incluso participan junto a ellos en carroñadas
de cadáveres de ganado y/o reses cinegéticas. Su distribución esta muy ligada a la
base de su dieta alimenticia, el conejo; siendo la principal amenaza de esta especie la
muerte por choque o electrocución con tendidos eléctricos.
Grulla común Grus grus (Linnaeus, 1758)
Por octubre, las grullas llegan a las zonas de pastizal y de dehesa (la bellota
es su alimento preferido en las zonas de invernada) de nuestro territorio anunciando
con su escandaloso canto, parecido a un trompeteo, que el invierno está a punto de
llegar. El número de ejemplares dependerá de la climatología que encuentran estas
aves a lo largo de su ruta migratoria. Hay años en los que se pueden concentrar en la
zona unas 2.000 aves, existiendo a lo largo del Valle de Alcudia varios dormideros.
Es una especie bastante ruidosa, lo que facilita enormemente su localización, tanto
en vuelo como en las zonas de alimentación.
Meloncillo Herpestes ichneumon (Linnaeus, 1758)
Este carnívoro mediano prefiere las manchas más densas de monte
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición
79
mediterráneo, pero la presencia de un superpredador como el lince ibérico puede
desplazarle a áreas menos apropiadas. Las hembras acostumbran a desplazarse en fila
con sus crías, lo que unido a su aspecto alargado, de cabeza puntiaguda, patas cortas
y cola ancha en la base, ha dado lugar a extrañas historias sobre serpientes peludas.
Al ser el carnívoro ibérico más claramente diurno, su observación es frecuente
cuando atraviesa algún claro. Único representante europeo de los herpéstidos, su
distribución está limitada actualmente al cuadrante ibérico sudoccidental, sugiriendo
la falta de registro fósil reciente una introducción histórica de ejemplares procedentes
de África.
Conejo Oryctolagus cuniculus (Linnaeus, 1758)
En Castilla-La Mancha se acaba de declarar (Decreto 10/2009, de
10/02/2009) el conejo Oryctolagus cuniculus como especie cinegética de interés
preferente y se ha aprobado el Plan General de la especie. Esta declaración supone
su reconocimiento como eslabón básico dentro de los ecosistemas mediterráneos,
formando parte de la dieta de más de 30 especies de mamíferos carnívoros y aves
rapaces en la Península Ibérica. Dos enfermedades víricas, primero la mixomatosis
y después la NHV, han llegado a extinguir poblaciones locales y actualmente se
puede considerar que la mayoría de poblaciones están todavía en regresión. Su fuerte
declive durante varias décadas no ha impedido que haya sido la pieza de caza menor
más frecuentemente cobrada por los cazadores en Castilla-La Mancha. Aunque la
provincia de Ciudad Real tiene una de las mayores densidades de la Península,
es necesaria una mejora apreciable en los manejos de hábitat, que parecen ser las
medidas más acertadas para la recuperación del conejo.
Lince ibérico Linx pardinus (Temminck, 1827) y lobo Canis lupus
(Linnaeus, 1758)
Estamos ante los dos superpredadores por excelencia, teniendo en común la
falta de confirmación de presencia reciente en la Comunidad de Castilla-La Mancha,
aunque con núcleos de población cercanos al área de estudio. Por ello, se han incluido
en el Catálogo Regional en la categoría de en peligro de extinción.
El lince ibérico es una especie exclusiva de la Península Ibérica desde la
reciente aceptación internacional de su categoría taxonómica a nivel molecular y
morfológico, siendo considerado a partir de entonces por la UICN como el felino
más amenazado del planeta, con sólo dos núcleos de población estables (Doñana y
Sierra de Andújar) y menos de 200 individuos.
El lobo, Canis lupus, tal como se refiere a él la última edición del Atlas y
Libro Rojo de Mamíferos de España, ha perdido su tradicional consideración de
subespecie ibérica diferenciada como Canis lupus signatus, lobo, por la falta de
base científica reconocida internacionalmente. Aunque la subpoblación principal del
cuadrante noroccidental peninsular no sufre amenazas actualmente, el aislamiento
de la reducida subpoblación de Sierra Morena, sí está bajo inminente riesgo de
inviabilidad.
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
80
R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco
4.2.2. Especies vinculadas a las llanuras cerealistas y pastos.
Gallipato Pleurodeles waltl (Michaelles, 1830)
Con una longitud de hasta 30 cm., se trata del urodelo de mayor tamaño
de la Península Ibérica, siendo un endemismo ibero-magrebí. Es muy abundante,
encontrándose ampliamente distribuida por toda la zona de estudio. Ocupa cualquier
hábitat con el único requerimiento de que exista una zona húmeda apropiada para
vivir. El principal problema de conservación del gallipato es la pérdida efectiva de
sus lugares de reproducción, ya sea por desecación directa o por sobreexplotación
de acuíferos y bajada de niveles freáticos. También sufre numerosos atropellos en
carreteras. Por otro lado, la proliferación de charcas ganaderas en zonas agrícolas
puede estar favoreciendo a esta especie que se muestra poco selectiva a la hora de
elegir lugar de puesta y no parece afectarle en demasía la eutrofización y turbidez del
agua.
Lagarto ocelado Timon lepidus (Daudin, 1802)
Conspicuo y llamativo reptil, el más grande de los saurios de la herpetofauna
ciudadrealeña, llegando a sobrepasar los 60 cm. de longitud. Con frecuencia nos
sorprende su quietud o mas bien su rápido movimiento en el borde de los caminos y
carreteras. Especie abundante, se distribuye por toda la zona de estudio, escaseando
en las áreas donde la agricultura intensiva alcanza su máxima expresión. Ocupa
multitud de hábitats, prefiriendo zonas abiertas y de monte mediterráneo. Aparece
habitualmente en linderos y majanos. Esta especie, aún siendo frecuente, ha
experimentado un notable descenso de adultos de gran tamaño en los últimos años,
sin poderse definir una causa clara que explique este suceso. El uso de productos
biocidas podría ser una de las principales, junto con los atropellos en carretera y la
persecución directa de que es objeto por el odio totalmente infundado que genera en
gran parte del entorno rural y cinegético.
Culebra de escalera Rhinechis scalaris (Schinz, 1822)
No resulta difícil identificar esta agilísima culebra dado el diseño
inconfundible de dos nítidas líneas longitudinales oscuras que transitan el dorso
paralelamente (en los adultos) o formando, por adición de franjas transversales, la
figura de una “escalera” (en los jóvenes y algunos adultos). De temperamento bravo y
nada dócil, buenísima escaladora y trepadora, a causa de su querencia por calentarse
en el asfalto de las carreteras y el firme de los caminos sufre mortalidades muy altas.
Los adultos incorporan a su dieta especialmente pequeños mamíferos y aves. La
culebra de escalera se distribuye de forma homogénea y abundante por toda la zona
de estudio. Su presencia es sumamente plástica ya que aparece en áreas de monte
mediterráneo, campos de cultivo, linderos e incluso en medios urbanos e interior de
viviendas rurales. El atropello en carretera constituye la principal amenaza para su
conservación junto a la persecución directa por el hombre.
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición
81
Cernícalo primilla Falco naumanni (Fleischer, 1818)
La más pequeña de las aves rapaces diurnas de la Península Ibérica,
antiguamente era una especie frecuente en las torres de las iglesias de muchos de
nuestros pueblos y en casas de labor en el campo, pero actualmente sus poblaciones
son cada vez más escasas. Aún hoy, en Puertollano y su entorno existen algunas
colonias de cría, resultando fácil verlos durante la primavera-verano cazando en
zonas de erial y de cultivo de cereal, principalmente en el valle del río Tirteafuera.
Cuando la agricultura se realizaba de forma tradicional, la gente del campo respetaba
a la especie por ser un “insecticida natural”, que protegía sus cosechas. Actualmente,
con las nuevas políticas agrarias se está destruyendo el hábitat de estas pequeñas
rapaces, usando insecticidas químicos, eliminando las lindes y destruyendo los
tejados y tapando los mechinales que constituyen su tradicional lugar de nidificación.
Avutarda común Otis tarda (Linnaeus, 1758)
A pesar de ser el ave voladora más pesada del mundo, hasta 18 kg en el
caso de algunos grandes machos, y una de las mayores de Europa, es un ave que
por su plumaje críptico, por sus costumbres y su hábitat puede pasar fácilmente
desapercibida. Muchos agricultores conocen a esta especie con el nombre de
“avetarda”, quizás por lo pausado de su vuelo debido a su envergadura y a su gran
peso. La podemos encontrar en los cultivos cerealistas de secano del norte del
territorio de estudio, zonas dedicadas principalmente a la cebada. En primavera
se producen las ruedas de los machos, comportamiento de exhibición para atraer
a las hembras con fines reproductivos en los que los machos “dan la vuelta a su
plumaje” convirtiéndose en una gran bola blanca que destaca sobre los cultivos. La
primera cita por la que se tiene constancia de la especie en el entorno de Puertollano
se corresponde con la aldea de Tirteafuera, donde se menciona su presencia en las
Relaciones Topográficas de Felipe II, respondidas en esta aldea en 1575 (Viñas y
Paz, 1971).
Carraca europea Coracias garrulus (Linnaeus, 1758)
No puede pasar desapercibida un ave de tonos azulados metálicos posada en
un poste junto a la carretera o sobre algún gran árbol seco junto a alguna casa vieja
de una finca. Cría en huecos de grandes árboles, cada vez más escasos e incluso en
oquedades de algún cortijo. Aunque no es rara de observar, en los últimos años es una
especie cada vez más escasa, posiblemente por la pérdida de lugares de nidificación
y por la pérdida de hábitat.
Liebre ibérica Lepus granatensis (Rosenhauer, 1856)
Aunque Cabrera (1914) consideraba a las liebres dentro de los roedores, actualmente
se clasifican junto a los conejos en el orden Lagomorpha, lo cual no significa que estén
aclaradas sus relaciones filogenéticas. La liebre ibérica, de las tres presentes en la
Península, es la única con distribución en Puertollano y su entorno. Este endemismo
peninsular, aunque de aspecto similar a su pariente el conejo, se distingue fácilmente
por su mayor tamaño, sus orejas más largas y con las puntas negras, además de
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco
82
un mayor desarrollo de sus extremidades posteriores como adaptación a la carrera.
Cuando nos limitamos a verlas fugazmente desde atrás, podremos distinguirlas
fácilmente de un conejo porque no dejan ver el color blanco de la parte inferior de
la cola.
Ratón moruno Mus spretus (Berkenhout, 1769)
Este pequeño roedor es de hábitos silvestres, no conviviendo nunca con el
hombre, a diferencia del ratón casero. Además, es algo menor que su congénere y su
cola es más corta que la longitud cabeza-cuerpo. Aunque puede habitar en cultivos
herbáceos, no llega a constituir una plaga. Es un micromamífero de actividad
esencialmente nocturna, presa habitual de mamíferos carnívoros, rapaces nocturnas
y culebras.
4.2.3. Especies vinculadas a hábitats acuáticos.
Tritón ibérico Triturus boscai (Lataste, 1879)
Urodelo de pequeño tamaño, fácilmente reconocible por su llamativo
vientre anaranjado, con o sin manchas negras. Estamos ante un endemismo ibérico
que aparece en multitud de hábitats, siendo más abundante en zonas de matorral
y bosque mediterráneo, siempre vinculado a arroyos de aguas limpias, fuentes y
manantiales. Es una especie que vive continuamente en el agua, la cual debe tener
una buena calidad, por lo que es muy vulnerable a la alteración de las condiciones de
los medios acuáticos, viéndose afectada principalmente por la contaminación debida
a vertidos y a las desecaciones de éstos. Las poblaciones más orientales de la zona de
estudio merecen una especial atención pues nos encontramos ante uno de sus límites
de distribución peninsular. Estas poblaciones son escasas y están muy localizadas, lo
que las hace especialmente vulnerables.
Sapo común Bufo bufo (Linnaeus, 1758)
Este es el sapo más grande con el que nos podemos topar, llegando algunas
hembras a superar los 20 cm. de longitud. De hábitos muy terrestres es inconfundible
su aspecto masivo y robusto. En el entorno de Puertollano está ampliamente
distribuido, tratándose de una especie de carácter ubiquista. Se localiza tanto en
ambientes naturales como antropizados, siendo indiferente a la orientación y al
grado de humedad ambiental. Se trata de una de las especies más afectadas por
los atropellos, pudiendo llegar a alcanzar una mortalidad muy elevada en tramos
puntuales de carreteras. Es el anfibio que más rechazo social provoca debido a su
aspecto y tamaño y al considerársele erróneamente como venenoso, siendo habitual
darles muerte por ello. Por lo demás, comparte factores de amenaza comunes al resto
de anfibios y su escasez en diversas zonas es debido a la intensificación de las tareas
agrícolas y a la drástica disminución de los medios acuáticos.
Galápago europeo Emys orbicularis (Linnaeus, 1758)
De querencias totalmente acuáticas, se le sorprende la mayoría de las veces
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición
83
soleándose en las orillas de los ríos y arroyos o asomando la cabeza y parte del
espaldar en la superficie del agua. Muy ágil buceando, se desenvuelve bien en tierra.
Predomina la componente animal en su dieta. En Puertollano y su entorno está bien
distribuida, siendo sus poblaciones, junto a las de Sierra Morena de Jaén, las más
surorientales de la Península Ibérica. Se distribuye en tramos lentos de ríos y arroyos,
principalmente en riberas y áreas de monte mediterráneo, apareciendo también en
lagunas permanentes y embalses. Es una especie muy sensible a la alteración de
su hábitat, viéndose afectada por la contaminación de los ríos, las canalizaciones,
la destrucción de la vegetación ribereña, la construcción de infraestructuras (sobre
todo, grandes embalses) y la extracción de áridos.
Culebra viperina Natrix maura (Linnaeus,1758)
Es la típica culebra de agua, habitante de áreas húmedas, ya sean ríos,
charcas, lagunas o acequias, aún cuando estos medios se sequen temporalmente,
siendo común y familiar en muchos de ellos, mostrando una excepcional capacidad
de dispersión. Su parecido externo con la víbora hocicuda la puede confundir
fácilmente con aquella. Es una habilísima nadadora y también buceadora. En
el entorno de Puertollano es abundante, estando muy ligada al medio acuático.
Aparece en formaciones de ribera, monte mediterráneo, pastizales, ríos, manantiales,
lagunas, balsas terrizas, albercas y pozos someros, depósitos de agua municipales y
piscinas. Su principal amenaza ha sido la destrucción y modificación del hábitat, la
contaminación y la persecución directa, a pesar de ser considerada mayoritariamente
como inofensiva.
Pato colorado Netta rufina (Pallas, 1773)
Las poblaciones de esta anátida están en regresión por la pérdida y deterioro
de los humedales, lo que le valió su designación como ave del año en 2008 por
parte de la Sociedad Española de Ornitología (SEO). En Puertollano y su entorno
encuentra y utiliza algunas lagunas y embalses donde invernar. La reproducción de la
especie en nuestra zona es más rara ya que muchas de las lagunas que usa en invierno
se encuentran secas, pero cuando se mantienen los niveles de agua en primavera
las lagunas de Cabezarados son un buen lugar para ver a los adultos de esta especie
acompañados de sus pollos.
Fumarel cariblanco Chlidonias hybrida (Pallas, 17811)
Es de gran interés observar cómo un grupo de fumareles cazan insectos
acuáticos de forma cooperativa y a escasa altura sobre el agua, manteniéndose
separados entre sí unos 2 a 3 metros. Es un nidificante escaso, siendo más fácil
observarlos en los pasos migratorios. Para reproducirse selecciona lagunas y charcas
de aguas someras con abundante vegetación acuática. Debido a las condiciones
climáticas de nuestro territorio, son frecuentes los fracasos reproductivos debidos a
la sequía. Las lagunas del entorno de Cabezarados y de Villamayor de Calatrava son
los lugares más idóneos para su observación.
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
84
R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco
Martín pescador Alcedo atthis (Linnaeus, 1758)
A pesar de su pequeño tamaño, por su coloración no pasa desapercibido
en absoluto. Sus colores azules metálicos destellan sobre arroyos, ríos y colas de
embalses cuando vuelan rasantes sobre el agua. Pesca pequeñas presas al acecho
desde un posadero. Permanece a la espera en una rama sobre el agua zambulléndose
con fuerza y capturando con gran precisión a sus desprevenidas presas. Con el pez en
el pico, sale del agua para regresar al mismo posadero donde lo coloca para engullirlo
entero. Teóricamente, la presencia de esta especie es un indicador de la calidad de las
aguas, pues precisa de una alta claridad para poder ver y acechar a sus presas, aunque
la realidad no siempre confirma esta idea.
Nutria Lutra lutra (Linnaeus, 1758)
Este mustélido semiacuático es capaz de sobrevivir en un clima tan irregular
como el mediterráneo, con ríos y arroyos de cauces intermitentes que llegan a
secarse largas temporadas. En la Península Ibérica sufrió una importante regresión
desde 1950 hasta mediados de la década de 1980, desapareciendo de muchos ríos de
régimen mediterráneo. La lenta recuperación general a partir de 1980 puede peligrar
si no se controla la contaminación de las aguas, su sobreexplotación y la destrucción
de las riberas.
Rata de agua Arvicola sapidus Miller, (1908)
Este es nuestro único roedor permanentemente ligado al agua, aunque la
ubiquista rata parda Rattus norvegicus puede llegar a desplazarlo. Sólo tiene dos
requisitos a la hora de elegir su hábitat, que los caudales sean lentos y que las orillas
sean accesibles y excavables. Las nutrias y turones ejercen de predadores principales
de la especie, siendo menos habituales los zorros y garduñas. En otra época más
necesitada de aporte proteico fueron un alimento apreciado, como reflejó Miguel
Delibes en su novela Las ratas.
4.2.4. Especies vinculadas a roquedos.
Lagartija ibérica Podarcis hispanica (Steindachner, 1870)
Frecuentemente encontrada en edificios, majanos y cantiles rocosos, muestra
un despliegue de destrezas escaladoras sin parangón entre nuestros pequeños
saurios, solo superada por las salamanquesas. En la zona estudiada escasea en el
Valle de Alcudia, siendo común en el resto del área. Abunda en zonas de monte
mediterráneo, apareciendo también en cultivos de secano, encinares, melojares y
pinares. Claramente rupícola y fisural, presenta un carácter antrópico asociado a viejas
edificaciones en núcleos urbanos y también en edificios y construcciones de piedra
seca. Aparentemente no presenta ningún problema importante de conservación. Se
encuentra afectada únicamente por la reducción del número potencial de presas
que conlleva el uso generalizado de insecticidas en tareas agrícolas y forestales, la
supresión de construcciones rurales tradicionales y de setos en los campos cultivados.
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición
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Vibora hocicuda Vipera latasti (Boscá, 1878)
La cabeza triangular, los ojos con pupila vertical, el hocico prominente y el
cuerpo grueso y recorrido dorsalmente por una traza ancha en zig-zag o formando
rombos continuos ponen en conocimiento del observador que delante de sus ojos
posa la serpiente venenosa por excelencia de la fauna ciudadrealeña. Injusta y
obsesivamente perseguida por este hecho, siempre que puede evita el contacto con el
hombre. Muestran los adultos una gran preferencia en cazar roedores y otros pequeños
mamíferos. Es el único ofidio ibérico, junto con las otras dos especies de víboras
(no presentes en Ciudad Real), que no pone huevos y en cambio pare a las crías.
Buena nadadora y trepadora, el veneno sólo es fatal en circunstancias excepcionales.
Se trata de una especie escasa, mucho más de lo que popularmente se piensa, que
habita en zonas de monte mediterráneo, pinares, quejigares, melojares y también
en mosaicos de secanos y matorral. Hemos constatado su predilección por zonas de
pedrizas o “casqueras”. Considerada como un verdadero “enemigo público”, se la ha
perseguido hasta el exterminio. Presenta poblaciones muy fragmentadas debido a la
pérdida de hábitats favorables y a la extensión de los cultivos agrícolas.
Águila real Aquila chrysaetos (Linnaeus, 1758)
La mayor de nuestras águilas, utiliza como zona de campeo una amplia
variedad de hábitats, aunque son las grandes crestas cuarcíticas de nuestras sierras
donde construye sus nidos. Su envergadura le permite capturar, aunque solo de forma
muy esporádica, alguna cría de corzo o cabra montés, pero sus presas habituales son
conejos, liebres, córvidos, palomas,... Es la rapaz rupícola más abundante y más
ampliamente distribuida en Puertollano y su entorno.
Buitre leonado Gyps fulvus (Hablizl, 1783)
El Valle de Alcudia y Sierra Madrona han sido conocidos desde antiguo por
sus ricos pastos, por lo que la cabaña ganadera ha sido siempre bastante importante.
Como las aves carroñeras y la ganadería extensiva están íntimamente relacionadas,
Puertollano y su entorno es sin duda de las mejores áreas de campeo a nivel nacional
para la especie. Además, la zona de sierra está dedicada en su mayor extensión a la
actividad cinegética, actividad ésta que también aporta un importante porcentaje de
los recursos tróficos que requiere la especie. En los últimos años, desde la aparición
de la Enfermedad Espongiforme Bovina, la legislación obliga a la recogida de los
cadáveres de ganado (bovino, ovino y caprino), hecho que está afectando de forma
importante a la especie. Es prácticamente imposible moverse en la zona sin observar
varios individuos de buitre leonado, ya sea en vuelo o si hay más suerte posados o
incluso dando cuenta de algún cadáver.
Alimoche común Neophron percnopterus (Linnaeus, 1758)
También conocido en la zona como quebrantahuesos, nombre que puede
hacer dar un vuelco al corazón a los aficionados a la ornitología que hablan de pájaros
con los paisanos si no conocen este detalle. Muy posiblemente esta denominación
se la han dado por su comportamiento trófico, ya que aprovechan los pocos restos
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
86
R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco
que dejan las otras carroñeras de mayor tamaño, en muchas ocasiones lo que puedan
encontrar pegado a los esqueletos de los cadáveres. Puertollano y su entorno no solo
es importante para la especie por tener varias parejas reproductoras sino por ser un
lugar de vital importancia durante los pasos migratorios, ya que existen zonas de
concentración en esta época donde se pueden reunir para descansar y dormir más de
170 individuos. Es un ave fácil de observar en todo el Valle de Alcudia y en muchas
zonas de sierra, siendo los puertos de montaña un buen lugar para su observación.
Cabra montés Capra pyrenaica (Schinz, 1838)
Esta especie ha sufrido fuertes regresiones locales que han hecho peligrar
muchas de sus poblaciones, unas veces por caza abusiva y otras por enfermedades
parasitarias. Aunque actualmente la situación en general es de recuperación,
poblaciones como la de Sierra Madrona se encuentran en una situación de amenaza
para su supervivencia a largo plazo por su aislamiento y escaso número de individuos.
4.2.5. Especies ligadas a pinares.
Piquituerto común Loxia curvirostra (Linnaeus, 1758)
Especie gregaria, inconfundible por el entrecruzamiento de las mandíbulas
del pico, de ahí el nombre vulgar, que se encuentra completamente ligada a los pinares
localizados en Puertollano y su entorno, no desdeñando los parques y zonas verdes
urbanas. Estamos ante un auténtico especialista en el aprovechamiento de los piñones
de las coníferas. Es una especie muy desconocida, pues sus efectivos son difíciles
de estimar debido a su carácter errático, presentando poblaciones reproductoras
muy localizadas en pinares de repoblación en Sierra Morena. Las poblaciones del
área estudiada son fundamentalmente sedentarias, aunque las poblaciones de la
mitad septentrional de la Península tienden a desarrollar movimientos dispersivos
relacionados con la disminución de la producción de piñones.
Carbonero garrapinos Parus ater (Linnaeus, 1758)
Párido especialista de las coníferas, de ahí su denominación vulgar,
presentando densidades máximas en pinares, aunque también es común en
eucaliptales, robledales de melojo, quejigares y encinares bien desarrollados y
conservados. En cualquier caso, la presencia de coníferas y las precipitaciones son
dos factores ambientales limitantes de su distribución.
Ardilla roja Sciurus vulgaris (Linnaeus, 1758)
Destaca en los pinares este mediano roedor de larga y peluda cola que suele
mantener erguida cuando está en reposo. La especie se ha extendido rápidamente
durante el siglo XX, a veces a partir de introducciones, gracias a las plantaciones de
pinos que durante décadas han transformado el paisaje peninsular. Las poblaciones
de Sierra Morena forman un núcleo aislado, aunque no sufren amenazas conocidas.
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición
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4.2.6. Especies ligadas a hábitats urbanos
Salamanquesa común Tarentola mauritanica (Linnaeus, 1758)
En plena época estival nos resultan familiares unas siluetas que trepan hacia
un lado u otro en una pared sembrada de pequeños insectos atraídos por la luz. Se
trata de un pequeño reptil, denominado popularmente como lagartija o salamandra,
pero que en realidad forma un grupo propio y diferenciado, los gecónidos o
salamanquesas. Esta especie presenta una elevada querencia hacia los núcleos
habitados por el hombre pero también cualquier otro medio que le ofrezca roquedo,
pedreras o paredes donde desplegar sus excepcionales aptitudes trepadoras. Está
presente en toda la zona de estudio. Su principal amenaza es la persecución por
repulsión y por considerarla venenosa, además del uso generalizado de plaguicidas
sobre sus presas potenciales.
Cigüeña blanca Ciconia ciconia (Linnaeus, 1758)
Es una especie muy abundante en la zona, nidificando tanto en áreas urbanas
(iglesias, antiguos silos, chimeneas de antiguas industrias y minas,...) como en
plena naturaleza (grandes árboles y apoyos de tendidos eléctricos), creando en estas
zonas colonias que pueden llegar a varias decenas de parejas. El Valle de Alcudia
y el entorno de Cabezarados son lugares propicios para observar estas colonias. A
pesar de que tradicionalmente se le ha considerado como una especie migratoria,
en la actualidad parte de la población inverna o incluso se ha vuelto sedentaria en
la Península Ibérica al encontrar comida durante todo el año (sobre todo por los
vertederos de residuos sólidos urbanos), de manera que podemos observar a esta
especie durante todo el año en nuestro territorio.
Lechuza común Tyto alba (Scopoli, 1769)
Por las noches, se puede ver cruzar el cielo a un fantasma blanco y sigiloso,...
la lechuza. Es la rapaz nocturna más ligada a nuestros pueblos. Además de las ruinas
de viejos caseríos en el campo, todavía utiliza los campanarios de las iglesias y
otros edificios apropiados de nuestros pueblos como lugares de nidificación. Por
el diseño de su plumaje, su vuelo no hace ningún ruido. Sin embargo, en el nido,
tanto los adultos como los pollos emiten una gama de sonidos guturales a modo de
susurros y ronquidos, que en muchas ocasiones se están convirtiendo en un problema
de conservación. Ello es debido que esos sonidos que emite resultan molestos para
los humanos, especialmente en noches calurosas de verano, lo que lleva a tapar los
huecos donde cría, algo que resulta paradójico en una sociedad de “ruidos” como
es la actual. Esta especie supone un control natural de las poblaciones de roedores,
evitando que se conviertan en plaga y dañen los cultivos cercanos a sus nidos.
Golondrina común Hirundo rustica (Linnaeus, 1758)
Posiblemente una de las aves más ligadas al medio urbano. Si se duerme en
cualquiera de nuestros pueblos o casas de campo, te despertará en primavera y verano
el insistente “parlancheo” de las golondrinas desde algún cable o pared cercana. Para
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R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco
hacer sus curiosos nidos de barro y saliva en forma de cuenco abierto, aprovechan
cualquier balcón, voladizo o interior de naves o pasillos abiertos. A última hora de la
tarde, las golondrinas junto con los vencejos, cubren los cielos de nuestros pueblos
con sus rápidos vuelos y sus ruidosos cantos.
Rata parda Rattus norvegicus (Berkenhout, 1769)
Mucho mayor y más agresiva que la rata negra Rattus rattus, tiene orejas más
pequeñas y la cola más corta que el cuerpo. En pueblos y ciudades puede alcanzar
elevadas densidades, lo que llega a provocar serios problemas sanitarios al ser vector
de graves enfermedades infecciosas. También existen poblaciones silvestres ligadas
al agua. Posee escasos enemigos naturales y en estado adulto sólo el búho real puede
capturarla.
Murciélago de Cabrera Pipistrellus pygmaeus (Leach, 1825)
En Castilla-La Mancha su distribución llega a solaparse con la del murciélago
enano Pipistrellus pipistrellus, especie gemela de la que se separó como taxon la
última década del siglo XX. Es el murciélago más pequeño de Europa, pudiendo
llegar a volar portando a sus crías. Se refugia en grietas y oquedades de árboles,
rocas y construcciones humanas, prefiriendo áticos y falsos techos cálidos o lugares
cercanos al agua como puentes. Se conocen casos de mortandad por colisión en
parques eólicos, aunque la contaminación de las aguas y la restauración de edificios
suponen las amenazas más habituales.
5. Áreas
de interés para la conservación de los vertebrados
terrestres en Puertollano y su entorno.
El Valle de Alcudia y Sierra Madrona y el Campo de Calatrava constituyen
uno de los territorios peninsulares mejor conservados para los vertebrados. A nivel
europeo, la Red Natura 2000, cuyo diseño y aprobación definitiva depende de la
Unión Europea, consta en nuestra zona de dos ZEPAs y cinco ZEC/LIC. A nivel
autonómico, la Red de Áreas Protegidas de Castilla-La Mancha, diseñada por el
gobierno autonómico a través de la Ley 9/1999, de Conservación de la Naturaleza,
consta de nueve espacios naturales protegidos.
En ambas redes de espacios protegidos, Puertollano y su entorno se haya
bien representado con unas 200.000 ha reconocidas a nivel europeo y autonómico
como áreas de importancia para la conservación (Figura 3), no solo de las aves, sino
también de mamíferos, anfibios y reptiles, peces, invertebrados, plantas e incluso
elementos y recursos geológicos y geomorfológicos de interés (volcanes, pedrizas,
crestas cuarcíticas, etc.).
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Figura 3. Áreas protegidas en el área de estudio: Puertollano y su entorno.
- Protected areas in the study area: Puertollano and its environment.
5.1. Red Natura 2000: LICs y ZEPAs.
La primera norma legal que tiene como objetivo garantizar la conservación
de la naturaleza en el ámbito de la Unión Europea se remonta a la Directiva Aves,
aprobada en el año 1979 por el Consejo de la Comunidad Económica Europea.
Los antecedentes de esta Directiva se encuentran en la Declaración del Consejo
de 22 de noviembre de 1973, por la que se expresaba la necesidad de poner en
marcha un Programa de Acción de las Comunidades Europeas en materia de medio
ambiente. Este programa preveía unas acciones específicas para la protección de las
aves, acciones complementadas por la Resolución del Consejo de las Comunidades
Europeas de 17 de mayo de 1977, relativa a la realización de una política y de un
programa comunitario medioambiental.
La Directiva de Aves identifica 200 especies y subespecies amenazadas que
necesitan una especial atención, debiendo los Estados miembros de la UE designar
zonas de protección especial para ellas. La lista de especies de aves que precisan
medidas de protección específicas queda recogida en el anexo I de la Directiva, de
las cuales contamos con 53 especies en Puertollano y su entorno.
Hay que señalar que la protección de los hábitats es uno de los elementos
cruciales de la Directiva Aves, de manera que los territorios más apropiados, en
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
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R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco
número y tamaño para la conservación de este grupo de vertebrados, deben ser
designados como zonas de protección especial, lo que se conoce con el acrónimo
castellano de ZEPA. En el territorio estudiado son dos los espacios que han merecido
la consideración como Zonas de Especial Protección para las Aves: Sierra Morena y
la Sierra de los Canalizos.
Por su parte, cinco espacios se han incluido en la Red Natura 2000 en la
categoría de LIC/ZEC. Nos referirmos, además de a Sierra Morena y la Sierra de los
Canalizos, a los ríos Quejigal, Valdeazogues y Alcudia; los ríos de la Cuenca Media
del Guadiana y laderas vertiente y las lagunas volcánicas del Campo de Calatrava.
ZEPA / LIC Sierra Morena
Extenso territorio de gran interés para la conservación, incluyendo la
totalidad del área probable de distribución de la población de lobo y del lince ibérico
en la Sierra Morena ciudadrealeña. La crítica situación actual de ambas especies,
tal vez ya extintas, confiere a esta zona un especial valor de cara a mantener la
viabilidad de sus poblaciones.
Además, esta zona sustenta extensos hábitats bien conservados de monte
mediterráneo, que constituyen el hábitat de especies amenazadas de aves tan valiosas
como el águila imperial ibérica, el águila perdicera o la cigüeña negra, entre otras. A
lo largo de los cursos de agua (ríos Guadalmez, Montoro, Tablillas, Fresnedas, etc.),
se desarrollan formaciones de sotos fluviales con alto grado de conservación, que
sustentan poblaciones de nutria, tritón pigmeo y diversas especies de ciprínidos de
gran interés. Finalmente, existen importantes refugios de reproducción e invernada
de quirópteros, destacando por su importancia el Túnel de Niefla y las minas de
Valmayor, Las Lastras y de los Pontones.
ZEPA / LIC Sierra de Los Canalizos
Estas sierras y macizos montañosos son de especial interés para la avifauna,
por lo que también ha sido declarados como ZEPA al albergar importantes núcleos de
nidificación y campeo de águila imperial ibérica, buitre negro y cigüeña negra. En sus
laderas y rañas se asientan formaciones vegetales con alto grado de conservación de
bosque y matorral de quercíneas, existiendo manifestaciones de bosque galería bien
conservadas en los cursos fluviales (fresnedas, saucedas) e interesantes poblaciones
de nutria y tritón pigmeo.
LIC Ríos Quejigal, Valdeazogues y Alcudia
Estos ríos albergan una ictiofauna de enorme interés, con poblaciones bien
conservadas de jarabugo, calandino, boga de río, pardilla, barbo comiza y blenio,
entre otras especies de ciprínidos, así como importantes poblaciones de nutria y tritón
pigmeo. Por otro lado, estos cauces fluviales sustentan valiosas formaciones vegetales
riparias (fresnedas, saucedas, adelfares, tamujares, juncales, etc.), constituyendo el
territorio de nidificación y alimentación de la cigüeña negra, así como importantes
zonas de concentración premigratoria de esta especie.
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
Fauna vertebrada terrestre en un espacio de transición
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LIC Ríos de la Cuenca Media del Guadiana y Laderas Vertientes
Este territorio presenta un alto grado de conservación y naturalidad, con
bosques de galería y otras formaciones vegetales riparias de gran calidad, destacando
fresnedas, saucedas, alamedas, olmedas, juncales, tamujares, tarayales e incluso un
avellanar relicto (Finca El Campillo). Asociada a estos ecosistemas fluviales, aparece
una interesante fauna, con buenas poblaciones de nutria, galápago europeo, galápago
leproso, tritón pigmeo y distintas especies de ciprínidos de gran interés. Por otro
lado, se ha reconocido un importante refugio de quirópteros en el entorno próximo a
Puertollano: la Cueva de los Muñecos, en Abenójar.
LIC Lagunas Volcánicas del Campo de Calatrava
Conjunto de lagunas que tienen su origen en el contacto de un magma
ascendente con agua subterránea, produciendo una erupción muy explosiva y
violenta (freatomagmática). En el área de estudio aparecen protegidas las lagunas
de la Carrizosa y la Perdiguera tratándose de grandes depresiones (1.000-1.500
m de diámetro) circulares o semielípticas, labradas unos 10 ó 20 m por debajo
de la superficie topográfica. Estas lagunas temporales tienen gran interés para la
conservación de una gran comunidad de anfibios, pero sin lugar a dudas es el hábitat
por excelencia de los vertebrados alados, destacando las poblaciones de fumarel
cariblanco, cigüeñuela, aguilucho lagunero, zampullín chico y cuellinegro, además
de diversas especies de anátidas, que encuentran en estos humedales un refugio para
la invernada y la reproducción.
5.2. Red de Áreas Protegidas de Castilla-La Mancha.
La Red de Áreas Protegidas de Castilla-La Mancha nace con la Ley 9/1999,
de 26 de mayo, de Conservación de la Naturaleza, configurándose en una doble
vertiente: por una parte, los espacios naturales protegidos sensu stricto en los que
se incluyen parques nacionales, parques naturales, reservas naturales, monumentos
naturales, microrreservas, reservas fluviales, paisajes protegidos, parajes naturales y
zonas periféricas de protección y, por otra parte, las denominadas zonas sensibles,
que incluyen a todos aquellos espacios que se encuentren sometidos a Planes de
Ordenación de los Recursos Naturales, a los que son de aplicación la legislación
sectorial de caza y pesca de Castilla-La Mancha (Refugios de Caza y Refugios de
Pesca), a los espacios que integran la Red Natura 2000 y, finalmente, las Áreas
Criticas de especies amenazadas (águila imperial ibérica, buitre negro, lince ibérico).
Dentro del territorio estudiado en este trabajo tenemos como figuras de protección
integradas en la Red de Áreas Protegidas de Castilla-La Mancha los siguientes
espacios, junto a las zonas designadas en el marco de la Red NATURA 2000 ya
mencionadas:
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
R. U. Gosálvez, E. Ayllón, T. Flores Polanco
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PARQUE NATURAL
- Valle de Alcudia y Sierra Madrona. Acuerdo de 01-06-2004, del Consejo de
Gobierno. Espacio en tramitación como Parque Natural.
MONUMENTOS NATURALES
- Laguna Volcánica de Michos, en el término municipal de Abenójar. Decreto
209/1999.
- “Los Castillejos Volcánicos de la Bienvenida” en el término municipal de
Almodóvar del Campo. Decreto 208/1999.
- “Laguna Volcánica de la Alberquilla”, en el término municipal de Mestanza.
Decreto 211/1999.
MICRORRESERVAS
- Túnel de Niefla, en el término municipal de Brazatortas. Decreto 114/2002.
- Mina de los Pontones, en el término municipal de Mestanza. Decreto 311/2003.
- Refugios de Quirópteros de Fuencaliente, en el término municipal de
Fuencaliente. Decreto 282/2003.
- Túneles del Ojailén en los términos municipales de Calzada de Calatrava,
Mestanza, San Lorenzo de Calatrava y Villanueva de San Carlos. Decreto
320/2003.
REFUGIOS DE CAZA
- Cerro de Brezalón y Collado del Valhermoso, en el término municipal de Solana
del Pino. Resolución de 19-05-98 de la Dirección General del Medio ambiente
Natural.
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Rasgos geológicos de la comarca de puertollano
95
Rasgos geológicos de la comarca de Puertollano y del
valle de Alcudia (Ciudad Real, España)
Geologic features of the Puertollano shire and Alcudia valley (Ciudad
Real, Spain)
Agustín Pedro Pieren Pidal
Departamento de Estratigrafía.
Facultad de Ciencias Geológicas e
Instituto de Geología Económica CSIC-UCM.
Universidad Complutense de Madrid. 28040 Madrid
Palabras clave: Estratigrafía, Geología Regional, Puertollano, Anticlinal de Alcudia,
Ciudad Real, España.
Key words: Stratigraphy, Regional Geology, Puertollano, Alcudia Anticline, Ciudad
Real, Spain.
Resumen
Se presentan los rasgos geológicos más importantes de la comarca de Puertollano
y de los sectores central y oriental del anticlinal de Alcudia por su transcendencia
suprarregional, enfatizando las aportaciones recientes más destacadas. Se trata de una región
de un especial interés geológico porque además de tener magníficas exposiciones de los
rasgos más habituales de la Zona Centroibérica Meridional, presenta caracteres exclusivos,
geológicos y mineros, como el carbonífero superior productivo del sinclinal de Puertollano,
la minería metálica del Valle de Alcudia y de la mina Diógenes, el volcanismo fini-terciario
de Campo de Calatrava y una serie de rasgos geomorfológicos muy particulares.
Abstract
The more important geologic characteristics of the region of Puertollano and the
central and eastern sectors of Alcudia anticline are here reviewed for their superregional
importance, emphasizing the recent more outstanding contributions. It is a special geologic
interest area because besides to have magnificent exhibitions of the most habitual characteristics
of the Southern Central Iberian Zone, exclusive geologic and mining characters can be found,
like the productive Upper Carboniferous of the of Puertollano syncline, the metallic mining
of Alcudia Valley and “Diogenes” mine, the late tertiary volcanism of the Calatrava shire and
several interesting geomorphologic characteristics.
1. Introducción
La presente memoria, redactada con motivo de la Bienal que la Real
Sociedad Española de Historia Natural realiza en 2009 en la localidad de Puertollano,
resulta necesariamente variada debido a la gran cantidad de elementos geológicos
significativos que se agrupan en este marco geográfico. La memoria se estructura
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
96
A. P. Pieren Pidal
con una componente estratigráfica y de geología regional que corresponde a la
especialización del autor, pero contemplando necesariamente los importantes
elementos estructurales, mineros y geomorfológicos característicos de la zona
además de la singularidad que supone el volcanismo del Campo de Calatrava que
se extiende en toda la región desde las inmediaciones de Ciudad Real al N hasta el
valle de Alcudia al S.
La geología de la zona ha sido realizada en etapas relativamente recientes
en el plan nacional de cartografía geológica a escala 1/50.000 (Plan MAGNA).
La hoja 809, Tirteafuera, se entregó en 1983 por el equipo de Minas de Almadén;
posteriormente, realizadas en dos fases en 1994 y 1996, y basadas en la Tesis de
Palero (1991) se entregaron las hojas 835 Brazatortas, 836, Mestanza, 861, Solana
del Pino y 862 Santa Elena. La hoja 810, Puertollano no está publicada y se está
revisando actualmente pero hemos tenido acceso a ella para la redacción de esta
memoria. Los trabajos geológicos recientes que revisan la geología de la zona son la
mencionada Tesis de Palero (1991) que se centra en la estructura y minería de la zona
y aporta la cartografía de base, Palero (1993) que aporta datos fundamentales de la
deformación prevarisca (o prehercínica) que afecta a los materiales ante-ordovícicos
y la Tesis de Pieren (2000) que aunque se centra en Badajoz, incluye el estudio
estratigráfico del anticlinal de Alcudia y ahonda en la cartografía, discriminación y
caracterización de unidades y su correlación. El volcanismo de Campo de Calatrava
fue objeto de la Tesis de Ancochea (1983) que ha participado además en una gran
parte de las hojas geológicas de Ciudad Real, presentando el estado de la cuestión en
la memoria de la hoja de Puertollano (in litt.) o en Ancochea (2004).
Desde el punto de vista estratigráfico este área puede considerarse bastante
representativa del conjunto de la Zona Centro-Ibérica (Z.C.I.) meridional, con la
excepción del Carbonífero Superior productivo, específico de Puertollano, y el
volcanismo reciente, peculiar de este entorno.
El anticlinal de Alcudia es una gran estructura alargada, de hasta 150 km
de longitud, con un núcleo anteordovícico, principalmente precámbrico, que
aparece en un afloramiento lineal de más de 120 km. Este anticlinal constituye una
estructura llamativa en las imágenes de satélite, donde destaca haciendo un doblete
de estructuras paralelas con el batolito de los Pedroches. Aparecen en el anticlinal
de Alcudia, de muro a techo, materiales turbidíticos del Proterozoico Terminal, de
una somera plataforma marina que incluye los albores del Cámbrico y parte del
Cámbrico Inferior, y fluviales o litorales del Ordovícico basal. Aparecen pues tres
conjuntos diferenciados en los anticlinales bajo la Cuarcita Armoricana. La presencia
de Carbonífero superior en las proximidades de Bienvenida, dentro del valle de
Alcudia, es un elemento distintivo en esta zona cuya transcendencia se estudiará
más adelante.
El sinclinal de Puertollano tiene las características de la mayoría de los
sinclinales de la Zona Centroibérica con el aditamento especial de que además tiene
un Carbonífero superior post-hercínico, productivo. Sobre las rocas anteordovícicas
se inicia en discordancia angular y/o cartográfica un importante ciclo sedimentológico
que comienza con la gran transgresión del Ordovícico Inferior y con sedimentos
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
Rasgos geológicos de la comarca de puertollano
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conservados en esta zona hasta el Silúrico Inferior. La sedimentación del Paleozoico
muy probablemente continuó por lo menos hasta el Devónico inferior, como
atestiguan las sucesiones próximas de los Sinclinales de Herrera del Duque y
Guadalmez en Badajoz, o el de Almadén en Ciudad Real aunque este último con
la particularidad de un volcanismo en el Silúrico Inferior, origen del Mercurio que
ha hecho mundialmente conocida la región de Almadén. La sucesión muestra una
pizarras bastante fosilíferas en las que aparecen bancos de areniscas y cuarcitas. Esto
responde a la existencia de una serie de ciclos de colmatación y variaciones relativas
del nivel del mar, que explicaron acertadamente por primera vez Portero y Dabrio
(1988).
Las rocas del Carbonífero Superior representan los sedimentos más antiguos
posteriores a la estructuración del orógeno hercínico o varisco y aparecen en la
cuenca hullera de Puertollano, que forma una cubeta sinclinal alargada de dirección
aproximadamente EO. Los depósitos conservados alcanzan un espesor de 475 m
(Alvarado y Meléndez, 1930), posteriormente cifrado en 625 m (Wagner et al.,
2003, los cuales aparecen casi completos en el llamado “Ovalo Sur” y se encuentran
casi totalmente cubiertas por materiales recientes, pero gracias a la actividad
extractiva de carbones se dispone de abundante información (Alvarado y Meléndez,
op.cit.; Wagner, 1983). En la actualidad, la minería a cielo abierto por transferencia
ha removido una gran parte de estos depósitos y la explotación está agotando el
yacimiento.
La sucesión estratigráfica, las relaciones geométricas entre los conjuntos
tectonoestratigráficos denota la existencia de una deformación finiprecámbrica
(cadomiense) que da lugar a la discordancia entre los materiales finiproterozoicos y
los del Cámbrico inicial afectados por fracturación y basculamiento preordovícicos
como demostró Palero (1993). La deformación varisca se produce durante el
Carbonífero Superior, mientras que los materiales productivos de la Cuenca de
Puertollano, todavía carboníferos son ya posteriores a esta deformación. La ulterior
deformación alpina es difícil de detectar y datar, al no haberse depositado sobre
esta zona del Macizo Hespérico materiales mesozoicos ni cenozoicos anteriores al
Plioceno, sin embargo, es la responsable de la elevación que ha formado los niveles
de cumbres y, sobre todo, del relieve actual.
La Geomorfología de la zona muestra en Alcudia, al Sur de Brazatortas,
paisajes vestigio del relieve terciario, con glacis formados desde los piedemontes
prácticamente sin depósito, directamente sobre pizarras en la divisoria de aguas entre
las cuencas del Guadalquivir, con afluentes muy encajados en esta zona, frente a
los del Guadiana, que prácticamente no erosionan. En otras zonas son las rañas las
que vestigian estos paisajes finiterciarios. Esta diferencia ha provocado capturas de
algunos ríos, antiguos afluentes del Guadiana. Adicionalmente, se aprecian niveles
de cumbres en la Cuarcita Armoricana con cotas que descienden hacia el Suoeste
marcando un reciente basculamiento de la península, también observable en la
región de los Montes de Toledo. (Fig 2)
Considerando las aplicaciones mineras e industriales en el sector de
Puertollano, existen numerosos estudios y libros, entre ellos la Tesis doctoral de F.
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
A. P. Pieren Pidal
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Fotografía 1. El chorro estuvo expulsando agua y gas desde Agosto hasta Septiembre
de 2000. En la foto aparecen numerosos socios de la RSEHN, incluyendo a
varios expresidentes, y a su secretario D. Antonio Perejón a la izquierda.
- This jet was expelling water and gas from August to September from
2000. In the photo are several members of the RSEHN, including several
ex-presidents, and its secretary Mr. Antonio Perejón standing at left.
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
Rasgos geológicos de la comarca de puertollano
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Palero (1991), que analiza la minería metálica en los filones del valle de Alcudia y
del sinclinal de Solana del Pino. Los mapas geológicos 1/50.000 de esta zona (Serie
MAGNA) muestran que el núcleo precámbrico y cámbrico inicial está desgarrado
por numerosísimas fracturas SW-NE, muchas de las cuales están mineralizadas.
De ahí el “Plan Alcudia de investigación minera” que en los años 1970 ahondó
significativamente el conocimiento geológico de esta región. (Palero 1986, 1991).
Desde el punto de vista histórico Hevia (2003) revisa el “patrimonio minero del Valle
de Alcudia y Sierra Madrona”. Tan sólo en la minería metálica han existido cientos
de indicios y pequeñas explotaciones entre las que ha tenido particular interés la
mina Diógenes en el Sinclinal de Solana del Pino y luego ya más local “La Gitana”,
en Alcudia, al NE de Mestanza, “El Encinarejo”.
La explotación minero-medicinal del “agua agria” fue un recurso de
Puertollano; se trata de un agua mineral carbonatada con propiedades terapéuticas.
Esta agua, de la que existían tres manantiales estaba relacionada con el vulcanismo
cuaternario. El “chorro” que brotó recientemente durante varias semanas al Sur
de Almagro en el fin del Verano de 2000 parece ser otra manifestación del efecto
del vulcanismo reciente en las aguas subterráneas (Foto 1). El descubrimiento
del yacimiento de carbón en 1873 por ingenieros de la sociedad asturiana “Casa
Loring Heredia”, que vieron casualmente fósiles de vegetales carboníferos con
lo que profundizaron un pozo de investigación cuando regresaban de estudiar la
minería metálica de Alcudia, pone en marcha la minería energética en la cuenca
de Puertollano y modifica significativamente la actividad de la ciudad (Cañizares,
2005). Las pizarras bituminosas de Almodóvar del Campo contribuyeron a este
desarrollo de la industria energética mediante el procesos de industrialización para
la obtención de aceites industriales que puso en marcha en 1917 otra de las empresas
históricamente significativas en toda la región: la Sociedad Minero-Metalúrgica de
Peñarroya (Cañizares, 2003).
Existe un reducido número de canteras que han aprovechado los basaltos
de los volcanes terciarios, aunque la mayoría se hallan inactivas o han agotado el
material volcánico. En la zona de Brazatortas la más importante ha sido la del volcán
del Retamar, realizada para la obtención de basaltos para balasto de ferrocarril. En
los años 80 se cerró la cantera que existía en la misma entrada a Puertollano y que
explotaba la zona de aporte al volcán de la Valona.
2. Marco Estructural y Estratigráfico
En toda esa zona, tanto el relieve como su marco estratigráfico y estructural
están marcados por la presencia de la “Cuarcita Armoricana” que forma las cumbres
más elevadas y particularmente las cuerdas que separan las estructuras y valles. Por
lo tanto, aunque no sea lo más correcto desde el punto de vista estructural, solemos
denominar como sinclinales a los valles que quedan comprendidos entre dos
cuerdas de Cuarcita Armoricana, con materiales posteriores, depositados sobre ésta,
pero que actualmente y por efecto de la estructura original y de la acción erosiva
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
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A. P. Pieren Pidal
posterior aparecen topográficamente más bajos que los flancos. Los anticlinales que
corresponden a los núcleos constituidos principalmente por materiales pizarrosos
menos competentes y resistentes, que se encuentran estratigráfica y estructuralmente
bajo la cuarcita Armoricana, han visto sus cúpulas erosionadas, exponiendo los
materiales más antiguos de la región y formando valles como el de Alcudia, que
constituye un referente. Presentamos un mapa en el que, utilizando esta distinción, se
presentan las principales estructuras anticlinales y sinclinales de la zona meridional
de la Zona Centroibérica, las principales fracturas y los grandes cuerpos plutónicos,
con la situación de las localidades más importantes como referencia (Fig 1).
En cuanto al marco estratigráfico del área, Vilas y San José (1.990)
dividen los sedimentos presentes en la Zona Centroibérica del Macizo Hespérico en
cuatro macro-conjuntos sedimentarios que usaremos como referencia para nuestra
descripción, separados por tres importantes discontinuidades: Estos conjuntos son
(1) Alcudiense Inferior, la secuencia sedimentaria más antigua cuya base no es visible
; (2) Alcudiense Superior - Pusiense, que comprende varias unidades separadas por
discontinuidades de menor rango; (3) Ordovícico Inferior - Carbonífero Inferior,
que puede ser también dividido en subunidades mediante discontinuidades, limitado
a techo por discordancias angulares relacionadas con las principales fases de
deformación varisca o hercínica, y (4), el Carbonífero Medio y Superior, asociado
con las fases hercínicas tardías, o post-tectónico.
- Alcudiense Inferior: Presenta una gran uniformidad litológica aparente, y
predominantemente corresponde al relleno turbidítico de una cuenca cuya extensión
debía ser netamente superior a la de los actuales límites de la Zona Centroibérica.
Su límite inferior y yacente se desconocen en la Zona Centroibérica, pero engloba
en sus conglomerados cantos de rocas plutónicas metamórficas, metasedimentarias
(liditas) y abundante cuarzo filoniano procedente de un basamento, del que una parte
podría corresponder a la “Serie Negra”, término creado por Carvalhosa (1965)
difundido por Alía y su escuela y posteriormente utilizado por numerosos autores
(Vegas 1971, Chacón 1974, ...) y que actualmente aflora mucho más al S.
- Alcudiense Superior - Pusiense: Presenta mayor variedad litológica y sus depósitos
varían entre sedimentos de turbiditas profundas a depósitos progradantes de
plataforma en los que se reconocen episodios de emersión. Predominan los depósitos
de plataformas siliciclásticas y carbonáticas, siendo estas últimas características
del Alcudiense Superior de la parte meridional de la Zona Centroibérica. Esta
macrosecuencia incluye, de acuerdo con las escalas cronoestratigráficas más
recientes, la parte basal del Cámbrico Inferior. Pieren et al. (1991) describen en la
Serena (Badajoz) materiales de abanicos aluviales, fluviales, fan-delta y litorales
que corresponden al límite SW de esta cuenca
- Ordovícico Inferior - Carbonífero Inferior: Esta megasecuencia comprende la mayor
parte del Paleozoico post-Cámbrico y comienza con depósitos fluviales o fluviomareales como en el caso de Alcudia, seguidos consecutivamente de depósitos de
plataforma siliciclástica proximal y distal, con muy escasos sedimentos carbonáticos,
que se repiten en sucesivas secuencias durante el Paleozoico Inferior y Medio, y
que culmina con turbiditas pre y sin-orogénicas, durante el Devónico Superior y
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
Rasgos geológicos de la comarca de puertollano
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Figura 1.Mapa regional de las estructuras variscas de la Z.C.I. meridional con sus
nombres
- Regional map of southern Central Iberian zone variscan structures with
their name.
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
A. P. Pieren Pidal
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Carbonífero Inferior. Dicha megasecuencia presenta numerosas características
comunes con sus equivalentes en otras Zonas del Macizo Hespérico, y también con
el Macizo Armoricano (en Bretaña, Francia), al que durante esta etapa geológica
muchos autores suponen vecino. En nuestra zona, los materiales sólo alcanzan el
Silúrico inferior, habiendo sido erosionados los términos más altos.
- Carbonífero Medio y Superior: Comprende depósitos continentales ciclotemáticos,
conservados en cuencas intramontanas, sintectónicas tardías o postumotectónicas,
límnicas. Estas se han preservado a lo largo de bandas de cizalla o formando semigrábenes. El Carbonífero de Puertollano se sitúa temporalmente en el límite más
alto de este rango, alcanzando el Autuniense (Pérmico) y de ahí la mencionada
especificidad.
La macrosecuencia 1 y parte de la macrosecuencia 2, forman el anteriormente
denominado “Complejo Esquisto-Grauváquico “ante-Ordovícico” (Carrington
da Costa, 1950; Teixeira 1954, 1955) o “Hispaniense” (Teixeira (1979), mientras
que las otras dos secuencias, 3 y 4, forman un hiperciclo sedimentario distinto, con
ciclos transgresivo-regresivo sucesivos y subordinados (Gutiérrez Marco et al.,
1990, Portero y Dabrio 1988), con las lagunas estratigráficas y disconformidades
correspondientes, que reflejan variaciones eustáticas asociadas a diferentes
fenómenos y episodios diastróficos.
Encontramos además en esta comarca los depósitos pliocuaternarios que
forman las rañas y los glacis además de los materiales de los volcanes del “Campo
de Calatrava” (Ancochea 1983, 2004), desarrollado en dos fases y cuya edad varia
entre 8,7 y 6,4 M.a para la primera y desde los 3,7 M.a. hasta menos de 0,7 M.a.
para la más reciente. En Alcudia se ve, al Sur de Mestanza, como alguno de estos
volcanes se dispone sobre las rañas.
En el mapa geológico simplificado que acompaña a este trabajo se han
diferenciado el Alcudiense Inferior en claro, el Alcudiense Superior (muy oscuro), el
Cámbrico (2º gris más oscuro), la sucesión paleozoica que comienza en el Ordovícico
inferior (gris medio), los cuerpos plutónicos, la cobertera post paleozoica (blanco) y
las rocas de la región volcánica del Campo de Calatrava (negro; Fig 2).
3. Estratigrafía
del
Valle de Alcudia
El anticlinal de Alcudia es una gran estructura varisca con más de 150 km
de continuidad, desde su entronque con la Serena en Badajoz (Pieren y Herranz
1988) hasta desdibujarse en las inmediaciones de la Sierra de Cazorla al Este. La
correlación entre los términos valle de Alcudia y anticlinal de Alcudia es válida para
su núcleo anteordovícico, principalmente precámbrico, que se extiende desde un
cierre periclinal marcado por los conglomerados de San Lorenzo, al Este de San
Lorenzo de Calatrava, hasta la misma terminación occidental.
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
Rasgos geológicos de la comarca de puertollano
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Figura 2. Mapa geológico regional, modificado a partir del Mapa geológico de
España 1:1.000.000, y actualizado con la nueva información, con tonos
divididos en función de las divisiones en hiperciclos mencionadas.
- Regional geologic map, modified from the geologic Map of Spain
1:1.000,000, and updated with the new information. The grey shading is
divided after the divisions of the mentioned hypercycles.
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
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A. P. Pieren Pidal
3.1. Alcudiense Inferior
Esta unidad, cuyo rango es de grupo o supergrupo, está formada en el
anticlinal de Alcudia, por grauvacas, micrograuvacas y limolitas. Se desconoce
su base en toda la parte meridional de la Zona Centroibérica así como su yacente.
En esta zona está prácticamente exenta de niveles guía, como pudieran ser gruesos
niveles de grauvaca, o conglomerados y presenta una compleja deformación lo que
dificulta su estudio estratigráfico y macroestructural (Fig 2).
Se trata por lo general de una monótona alternancia de niveles milimétricos
o centimétricos de grauvacas, micrograuvacas y limolitas. En algunas ocasiones, se
engrosan siendo entonces métricos los niveles basales grauváquicos (a y b) y los
demás niveles de la secuencia son entonces decimétricos. Generalmente los mejores
afloramientos corresponden a aquellos niveles en los que predominan los gruesos
bancos grauváquicos, condición que ha limitado el desarrollo de la esquistosidad. Las
secuencias más finas son prácticamente inabordables para un estudio estratigráfico
convencional por su alto grado de deformación (fracturación, esquistosidad y relleno
por pequeñas venas de cuarzo). El grado de metamorfismo es muy bajo situándose
en la anquizona media y eventualmente en la superior.
La potencia de esta unidad es difícil de evaluar por la falta de niveles
guía, el desconocimiento del muro y techo de la unidad, y su compleja deformación
pero se suelen contemplar valores que oscilan entre los 4000 y los 6000 m; estos
deben ser en realidad valores de la progradación del medio y no espesores reales. La
existencia de valores mayores citados por algunos autores, pese a la gran extensión
cartográfica de la unidad, no es avalada por los bajos valores de metamorfismo
encontrados. Designada inicialmente por Bouyx (1970) como “Esquistos de
Alcudia”, desde los trabajos de Crespo y Rey (1971) y Crespo y Tamain (1971)
se denomina a esta unidad regionalmente como “Alcudiense Inferior”, tomando
el nombre del Valle de Alcudia y en referencia a los afloramientos del entorno de
Cabezarrubias. Recientemente también se han utilizado otros nombres como “Grupo
Domo-Extremeño” (Álvarez-Nava et al. 1988) que tienen ciertos problemas en su
definición (lo que se denomina Grupo Domo-Extremeño se define en el anticlinal de
Valdelacasa, siendo la correlación con Alcudia dudosa o por lo menos arriesgada).
Dado que nos encontramos exactamente en su lugar de definición, utilizaremos
siempre el término Alcudiense Inferior.
Los mejores afloramientos se encuentran en el Valle del Río Montoro, muy
encajado respecto a los restos de la superficie de erosión, o en la carretera MestanzaEl Hoyo. También hay cortes representativos de la unidad en la carretera que va desde
la confluencia del Chorrillo a San Lorenzo de Calatrava. Estos materiales fueron
estudiados con un enfoque sedimentológico y paleogeográfico por Puigdefabregas
(1981) en el embalse del Río Montoro en la carretera de Mestanza a Solana del Pino
(hoja de Mestanza): las tendencias secuenciales muestran un claro dominio de las
organizaciones estrato crecientes.; abundan los flute cast en la base de los tramos a
de las secuencias.
Las secuencias reconocidas corresponden a secuencias de Bouma,
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
Rasgos geológicos de la comarca de puertollano
105
Fotografía 2: Afloramiento típico de niveles gruesos de turbiditas del Alcudiense
Inferior en la zona central del anticlinal de Alcudia. Los niveles finos no
suelen presentar afloramiento natural.
- Typical outcrop of Lower Alcudian coarse turbiditic layers in the central
part of Alcudia anticline. The fine levels usually do not outcrop naturally.
generalmente incompletas; las más frecuentes son las secuencias truncadas ta-c y tbd. Se reconocen en afloramientos distintos dos asociaciones de facies: las primeras
se caracterizan por tener un mayor desarrollo de los términos a, b y c, con bancos de
grauvaca correspondiendo a los niveles a y b que superan el metro de potencia aunque
los valores más normales varían entre 15 y 40 cm. Corresponden a las litologías más
gruesas descritas en la parte occidental del valle del Río Montoro. Por otra parte,
y con mayor distribución geográfica, tenemos las facies “finas”, constituidas por
alternancias de micrograuvacas y limolitas, milimétricas o centimétricas. Predominan
las secuencias incompletas tc-e tb-e e incompletas truncadas tc-d y tb-d. Éstas son
más frecuentes en el borde septentrional de la unidad, por ejemplo en el barranco
de la Gargantilla. Sin embargo, no está clara de momento una relación cartográfica
entre los dos conjuntos de facies, por lo que no se ha podido precisar una distribución
cartográfica (Fotos 2 y 3).
Los dos tipos de asociaciones de facies descritos corresponden a facies
de lóbulos turbidíticos. No se han reconocido en esta zona facies de interlóbulo
también características de esta unidad en otros lugares en el extremo occidental del
anticlinal de Alcudia y en otras estructuras (Pieren y Herranz 1988). Se distinguen
además intercaladas posibles facies de talud (5). Estas últimas se han podido a veces
diferenciar cartográficamente (Palero, 1993).
Es difícil establecer con exactitud una edad para el Alcudiense Inferior, dada
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
A. P. Pieren Pidal
106
Fotografía 3: Corte de carretera con una buena exposición de las turbiditas del
Alcudiense Inferior en el Km 130 de la N-420.
- Lower Alcudian section along the highway N-420, in the km 130, with a
good exhibition of the turbidites
la práctica inexistencia de microfósiles. Tan sólo la presencia local (un sólo registro)
de los acritarcos Orygmatosphaeridium sp. y Protosphaeridium sp. (Mitrofanov y
Timofeiev 1977 en San José, 1984) en la parte central del Valle de Alcudia, permitió
su atribución al Rifeense en un sentido amplio (San José 1983, 1984), sin que se
pudiera descartar la posibilidad de que los niveles más altos alcancen el Vendiense
Inferior dado el amplio rango de distribución de ambos taxones (San José et al
1990). Desde entonces la definición de estos sistemas ha sido ampliamente revisada
(Knoll et al. 1995)
Este registro de acritarcos procede precisamente de una muestra tomada
en el anticlinal de Alcudia, en afloramientos próximos al cruce de la carretera de
Almadenejos a Almadén con el Río Valdeazogues, a unos 6 km de esta última
localidad, dando una edad Rifeense segura para Mitrofanov y Timofeiev (op. cit).
Otros autores, (Palacios, 1989, 1993; Vidal et al 1994) han propuesto una edad
Vendiense Superior, para materiales supuestamente del Grupo Domo Extremeño del
Anticlinal de Valdelacasa mediante acritarcos, negando en unos casos la existencia
de una discordancia intra-alcudiense, o sin contemplar su existencia en otros. Más
recientemente estos mismos autores (Palacios et al., 1996), con base en niveles
fosfatados en el valle del Río Montoro, en la hoja de Mestanza (836) proponen que
el límite entre el Vendiense Superior y el Cámbrico Inferior pudiese estar dentro
del “Conjunto Alcudiense Inferior”, considerando ya el Alcudiense Superior en
su totalidad como Cámbrico Inferior, en concreto desde el Nemakit-Daldyniense
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
Rasgos geológicos de la comarca de puertollano
107
(un nuevo piso propuesto para el Cámbrico Inferior, bajo el Tommotiense) hasta el
Atdabaniense.
Como es más que dudosa la pertenencia al “Grupo Domo Extremeño” de
los materiales en los que se tomó la muestra de Valdelacasa, y además es también
discutible su correlación con el Alcudiense Inferior del Anticlinal de Alcudia,
hacemos referencia al hallazgo local atribuyendo estos materiales al Rifeense
Superior?- Vendiense Inferior. Respecto a la propuesta de PALACIOS et al. (1996)
ésta consiste en considerar en su conjunto más alto a todos los materiales anteordovícicos, estando el límite Cámbrico-Precámbrico dentro del Alcudiense Inferior.
3.2. Alcudiense Superior
Como se precisará más adelante, el Alcudiense Superior de Alcudia se
dispone sobre el Alcudiense Inferior mediante discordancia angular y tiene una
traza cartográfica subparalela respecto a la del Ordovícico Inferior suprayacente.
Este hecho, inicialmente revelado por Redlin (1955), observado por Bouyx (1970)
descrito por Crespo y Rey (1971) y largo tiempo debatido, fue confirmado por
Palero (1993) en el anticlinal de Alcudia, y se extiende a toda la zona meridional de
la Zona Centroibérica (Pieren 2000).
Existe un hito importante surgido durante la realización de las Hojas
MAGNA de Brazatortas y Mestanza, que fue la asignación del Macizo de Valdoro
considerado tradicionalmente como Ordovícico al Alcudiense Superior por su
contenido en facies, ichnofósiles y carbonatos. Los afloramientos de Alcudiense
Superior conocidos con anterioridad se ubicaban en el flanco Norte del Anticlinal
de Alcudia donde al Oeste de un desgarre, en Puertosuelta, dichos los afloramientos,
subparalelos al Paleozoico, están controlados por la primera fase varisca, que es
la que estructura el anticlinal de Alcudia. Al Este del mencionado desgarre, la
interferencia con un sinclinal de dirección N-S forma una cubeta. Este sinclinal de
dirección N-S, se extiende hasta el flanco Sur de Alcudia, donde aparece otra cubeta
que denominamos Macizo de Valdoro-Montoro. La interferencia de dicho sinclinal
de dirección N-S, con el eje del anticlinal de Alcudia, de dirección N 120º, forma una
estructura en silla de montar. Hasta la cartografía realizada por el plan Magna, (Pieren
et al 1997, Palero et al. 1997, Pieren 2000), se consideraba el Macizo de ValdoroMontoro como “Tremadoc”, con lo que la estructura era forzada y difícil de explicar
ya que aparecía dicha “silla de montar”, con una cubeta formada por materiales del
Alcudiense Superior al Norte, y otra cubeta con materiales del “Tremadoc” al Sur.
Esta solución requeriría una fase de plegamiento posterior al Ordovícico basal y
previa a las fases variscas. (Fig 3)
Esta extraña estructura es la que aparece en el Mapa Geológico de España
a Escala 1/1.000.000 (ITGE, 1994). La primera cartografía geológica de la zona
es la de De La Rosa et al. (1929) quienes realizaron la hoja de Mestanza de la
1ª serie. Posteriormente esta zona fue reconocida en la tesis de Redlin (1955),
recogida en la síntesis de las tesis de los alumnos de Lotze realizada por Walter
(1977). La síntesis de la cartografía a 1/200.000, (Fontboté, 1970) desconoce el
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
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Figura 3. Mapa geológico de la parte central de Alcudia.
- Geologic map of the central part of Alcudia anticline.
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Rasgos geológicos de la comarca de puertollano
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trabajo de Redlin (1955) y para el estudio del precámbrico se basa en los trabajos de
Bouyx (1966, 1969, 1970), quién tampoco cita a Redlin en su Tesis Doctoral. Pese
a basarse en el trabajo de Bouyx (1970), no se hace ninguna discriminación en el
núcleo del valle de Alcudia, siendo el origen de la cartografía trabajos inéditos del
IGME, y los de Richter (1967) en la terminación oriental. El trabajo de Fontboté
(op. cit.) sí distingue dentro de lo que denominamos Macizo de Valdoro materiales
precámbricos, pero cartografía el conjunto como Cámbrico/“Tremadoc”.
Amor y Ortega (1987) realizan la cartografía MAGNA de la hoja de
Tirteafuera. Hay otra cartografía realizada con concepto MAGNA, inédita y recogida
por Palero (1991, 1993), de Gil Toja et al (inédita) en la hoja de Brazatortas y de
Lorenzo (inédito) en una pequeña zona de la de Mestanza, pero que corresponde
a los afloramientos de Alcudiense Superior de Cabezarrubias-Hinojosas. Palero
(1991), presenta en su Tesis Doctoral un mapa completo a escala 1:50.000, que
recoge el material de todos los trabajos mencionados y cartografía propia, de toda la
zona central y oriental del anticlinal de Alcudia.
Con posterioridad, la zona vuelve a ser investigada en una campaña
organizada en dos fases (1994 y 1996) para la realización de la Cartografía MAGNA
de las hojas de Brazatortas, Mestanza, Solana del Pino y Santa Elena (Lillo et al.
1997, Palero et. al.1997; Pieren et al. 1997). Estas hojas se sintetizan en la Hoja a
escala 1/200.000 de Linares Nº 70 (López Sopeña et al. in litt.), que al incluir ocho
hojas nuevas y revisar las restantes, constituye un importante aporte al conocimiento
regional, pero que de cara al presente apartado, simplifica demasiado la distribución
del Alcudiense Superior, llegando incluso a provocar incongruencias en la estructura
del cierre periclinal del núcleo pre-ordovícico de Alcudia (Fig 4).
La estratigrafía del Anticlinal de Alcudia fue estudiada por Pieren y GarcíaHidalgo (1999 a y b) quiénes propusieron la división del Alcudiense Superior de
Alcudia en cinco unidades con rango de Formación. En la Tesis de Pieren (2000)
se presentaron nuevos datos adicionales, como la existencia de una importante
discontinuidad en la base de la Fm Conglomerados de San Lorenzo y la existencia
de un surco subsidente en el que aparecen los mayores espesores de sedimentos,
relacionado con la falla del Guijo (Palero 1991) en Mestanza. Dentro de lo posible,
Pieren (2000) mantiene las formaciones previamente propuestas con modificaciones
introducidas necesariamente a la luz de los nuevos descubiertos, y que son las
siguientes (Fig 5).
Formación Tamujar:
Se caracteriza por su contenido en grauvacas, limolitas arenosas
(micrograuvacas) y litoarenitas. Como en la zona de Mestanza existe un importante
surco, las facies son mucho más similares a ambos lados de este surco, en las zonas de
Cabezarrubias-Hinojosas, Macizo de Valdoro-Montoro y San Lorenzo de Calatrava.
En la zona de Mestanza hay un importante cambio de facies, que responde a la
generación en esa época de un considerable espacio de acomodación que no existe
más al Este.
El límite inferior de la formación Tamujar es una discordancia angular, con
paleoalteración asociada en la zona de Cabezarrubias-Hinojosas, ya descrita por
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
A. P. Pieren Pidal
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Figura 4. Mapa geológico de la parte oriental de Alcudia.
- Geologic map of the Eastern part of Alcudia anticline.
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
Rasgos geológicos de la comarca de puertollano
111
Figura 5: Correlación de ciclos sedimentarios utilizando las columnas
estratigráficas del Alcudiense Superior del anticlinal de Alcudia, con tonos
en función de las Formaciones aquí descritas.
- Correlation chart of the sedimentary cycles using Alcudia anticline
Upper Alcudian stratigraphic logs , with the grey shading based on the
Formations described in this paper.
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
112
A. P. Pieren Pidal
Peláez et al. (1986). Refleja un notable paleorrelieve. Su corte tipo se define en el
del Arroyo del Tamujar, al sur de Cabezarrubias, del que la unidad toma nombre. El
límite superior de la unidad es una transición gradual a la Fm Hinojosas cuando ésta
no falta por erosión. En la zona de San Lorenzo de Calatrava se pasa también de
forma gradual a la Fm de Pizarras de Cabezarrubias.
La unidad presenta 50 m de potencia en el corte tipo, 72 m sería el espesor
máximo en la columna del Arroyo Venero - Mina La Gitana, mientras que en la
zona de San Lorenzo de Calatrava varía entre 5 y 12 m. Sedimentológicamente las
facies descritas corresponden a medios submareales someros en una plataforma
siliciclástica de energía relativamente elevada. En esta unidad no se han encontrado
fósiles.
Fm. Hinojosas:
La formación fue propuesta en el mencionado trabajo de Pieren y GarcíaHidalgo (1999). El nombre corresponde al pueblo de Hinojosas en el Sector Central
del anticlinal, y pretende respetar el término “Serie de Hinojosas” de Bouyx (1970),
aunque éste era utilizado englobando todo el Alcudiense Superior de la zona de
Cabezarrubias-Hinojosas.
Esta unidad es muy variada litológicamente y se caracteriza por la
presencia de lentejones de carbonatos, niveles de conglomerados más o menos
persistentes (lentejones en Cabezarrubias-Hinojosas, niveles con gran continuidad
y poco desarrollo vertical en el Macizo de Valdoro-Montoro, y niveles de mayor
consideración en Mestanza). Pese a ello, predominan los depósitos arenosos ya
sean grauváquicos, de grauvacas arcósicas o areniscas cuarcíticas, (estas últimas de
morfología canalizada), frecuentemente, de grano grueso a microconglomerático. En
la zona de Mestanza no aparecen carbonatos, que son la característica más importante
de la unidad en las otras dos localidades. El corte tipo sería el del Camino a Cotofía
al SW de Cabezarrubias, mencionado en el trabajo pionero de Crespo y Rey (1971).
El límite inferior es un tránsito que se realiza mediante “pizarras bandeadas”,
que incluimos totalmente en esta misma Fm. Hinojosas. Estas pizarras bandeadas,
que constituyen un mero nivel de tránsito en Alcudia Central, presentan un gran
desarrollo en Mestanza, donde llegan a tener más de 30 m, aunque se intercalan
con cuerpos de conglomerados. El límite superior es un tránsito a las pizarras de la
unidad superior, gradual pero rápido. Los espesores son de 80 m en Cabezarrubias,
50 en Mestanza y la unidad desaparece al Este, en la Zona de la Gargantilla-San
Lorenzo de Calatrava.
Interpretamos sedimentológicamente la unidad como generada en ambientes
de plataforma siliciclástica somera. Primero aparecen sedimentos de menor energía
(las pizarras bandeadas) que corresponden a medios probablemente más profundos,
que pasan hacia techo a niveles de mayor energía, más someros. Los carbonatos
aparecen relacionados geométricamente con estos medios de mayor energía; sólo
localmente se dieron las condiciones para la formación de bioconstrucciones
orgánicas que deben corresponder a medios submareales, siempre sumergidos, de
baja energía, muchas veces desmantelados con posterioridad. Así aparecen asociadas
a los cuerpos de conglomerados, a veces con morfología de canal. Hacia el Este, en
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
Rasgos geológicos de la comarca de puertollano
113
Fotografía 4. Taphhelmithopsis, un ichnofósil característico del Alcudiense Superior
e Alcudia, procedente del nuevo afloramiento reconido como tal, el “Macizo
de Valdoro”
- Taphhelmithopsis, a characteristic Lowermost Cambrian ichnofósil, coming
from the new Upper Alcudian area recognized: “Valdoro massif”
la Zona de Mestanza, las facies de pizarras bandeadas están asociadas a cuerpos de
conglomerados. La tasa de sedimentación es mucho mayor y no se dan las condiciones
para el crecimiento de los carbonatos en este surco subsidente. Al Este del surco que
estaría condicionado por la Falla del Guijo, la Fm Hinojosas desaparece, tal y como
se puede observar en el esquema de correlación de las columnas estratigráficas de
Alcudia que presentamos.
El contenido fósil de esta unidad es el más amplio y variado en el anticlinal
de Alcudia: En los afloramientos de Cabezarrubias-Hinojosas aparecen Planolites,
Hormosiroidea canadensis y Monomorphichnus lineatus. En el Macizo de Valdoro
aparecen Planolites muy abundantes asociados a zonas intensamente bioturbadas
próximas a los carbonatos y conglomerados. En la parte más alta de la unidad de
predominio grauváquico y “micrograuváquico” aparecen Taphrhelminthopsis y muy
abundantes ejemplares de Gordia Molassica (Foto 4).
Fm. Pizarras de Cabezarrubias”
Esta unidad, originalmente llamada Formación Pizarrosa Inferior por
Pieren y García-Hidalgo (1999), se encuentra muy bien representada al W y SW
de Cabezarrubias donde aparecen los mejores cortes pese a la existencia de intensa
esquistosidad normal a la dirección, y también en el valle del Río Montoro en el
Macizo de Valdoro. Dado que consideramos que tiene rango de Formación, Pieren
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
114
A. P. Pieren Pidal
(2000) propuso el nombre de Fm. Pizarras de Cabezarrubias, incluyendo el nombre
de la localidad donde mejor se aprecian.
En esta unidad incluye, además de los depósitos de su zona tipo en
Cabezarrubias-Hinojosas, las “Pizarras acintadas de la zona de la Mina de la Gitana
y las “Pizarras Inferiores” de San Lorenzo de Calatrava. La unidad comienza con
alternancias de pizarras con finas capas centimétricas de microconglomerados o
de areniscas de grano grueso que suelen presentar ripples; posteriormente pasa a
pizarras masivas o microbandeadas con finas intercalaciones locales de capas de
1-2 cm de areniscas grauváquicas de grano grueso. En esta unidad es donde se ha
recolectado la mayor cantidad de pistas fósiles en el muro de las capas arenosas.
El límite inferior es gradual y corresponde a un contacto rápido pero
transicional desde las areniscas y conglomerados de la parte alta de la Fm. Hinojosas.
Este contacto se puede ver muy bien en el “Camino de Cotofía”. El contacto superior
está frecuentemente cubierto por derrubios de los materiales Ordovícicos o de los
conglomerados suprayacentes. Cuando es visible, este contacto parece conforme con
los Conglomerados de San Lorenzo, pero estudiado en detalle (por ejemplo en la
zona de Mina la Gitana) puede reconocerse que es erosivo.
La unidad supera los 120 m en Cabezarrubias, alcanza 390 m en la zona
de Mina La Gitana, en el término de Mestanza, y presenta espesores variables en
la zona de La Gargantilla - San Lorenzo de Calatrava que van desde 30 m al Oeste
hasta 75 m al Este.
Sedimentológicamente los depósitos corresponden a los de una plataforma
siliciclástica de baja energía; son de mayor profundidad que los infrayacentes y siempre
bajo el nivel de base del oleaje; habría una zona tranquila donde la proliferación
de organismos sería más favorable. La Fm. de Pizarrosa de Cabezarrubias ha
suministrado abundantes Planolites y Bergaueria aff. langi (García-Hidalgo, 1993),
en la zona de Cabezarrubias. En Mestanza no se han encontrado pistas ni restos
fósiles, quizás por las limitaciones de los afloramientos, o quizás por la importante
tasa de sedimentos en este surco activamente subsidente.
“Fm. Conglomerados de San Lorenzo”.
Esta unidad fue propuesta con rango de Formación por Pieren y GarcíaHidalgo (1999). Está compuesta casi en su totalidad por conglomerados masivos,
ortosostenidos, de cantos de cuarzo centimétricos de distinto tamaño (1,2 a 5 cm).
Solamente al Este, éstos presentan intercalaciones de “pizarras acintadas”.
Pieren (2000) considera englobadas en esta unidad además de los
conglomerados del corte tipo de San Lorenzo de Calatrava, los “Conglomerados
de las casas del Ahorcado” de Alcudia Central, y los “Conglomerados de la
Alberquilla” de Mestanza. El corte tipo, sería el del Barranco de la Gargantilla (Fig
6), aunque puede no recoger la parte más alta de la unidad. En otras zonas en las
que sí se aprecian con claridad los dos límites, como en San Lorenzo de Calatrava,
la silicificación es tan intensa que no permite un estudio estratigráfico de detalle y
mucho menos sedimentológico de la unidad (Foto 5).
De nuevo el espesor máximo se sitúa en la zona de Mestanza donde los
“Conglomerados de la Alberquilla” alcanzan 250 m. Al este, al SW de Brazatortas,
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
Rasgos geológicos de la comarca de puertollano
115
se han conservado 40 m y en el
Conjunto de Afloramientos de San
Lorenzo los espesores varían entre
95 y 120 m.
El límite inferior, como
queda
demostrado
por
las
observaciones realizadas en la
zona de Mina La Gitana, es una
discontinuidad con erosión asociada,
y como puede observarse en los
gráficos de correlación de columnas
adjuntos, la unidad se apoya de
hecho sobre distintos niveles de las
unidades infrayacentes, e incluso
sobre unidades distintas, por lo que
la laguna estratigráfica y la erosión
asociada son importantes. El límite
superior es rápido y gradual con
una rápida disminución de energía
y de tamaño de grano (paso de
conglomerados y pelitas).
Las
estructuras
sedimentarias son muy escasas en
los cuerpos conglomeráticos de
esta unidad, que suelen presentarse
como muy masivos y homogéneos.
Simplemente se observan algunas
estructuras de corte y relleno, y en
las areniscas microconglomeráticas
se han apreciado “lags” de cantos.
Únicamente en la zona de Mestanza,
la morfología lenticular de los
cuerpos sedimentarios parece indicar
que corresponden a rellenos de canal,
aunque dada la mencionada escasez
de estructuras preservadas es difícil
precisar el tipo de depósitos. Sin
embargo, es clara una progradación
Figura 6. Corte geológicos del Arroyo de Fuentepizarra en San Lorenzo de Calatrava,
desde el Alcudiense Inferior a la izquierda hasta la Cuarcita Armoricana a la
derecha.
- Geologic section along Fuentepizarra Stream in San Lorenzo de Calatrava,
from the Lower Alcudian in the left to the Armorican Quartzite in the right
upper part.
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
A. P. Pieren Pidal
116
Fotografía 5. Los conglomerados de San Lorenzo de Calatrava del Alcudiense
Superior (Cámbrico basal), en las inmediaciones de esa localidad
- The Upper Alcudian San Lorenzo de Calatrava conglomerates (Early
Cambrian) in the environs of that town.
de medios someros sobre los sedimentos de plataforma infrayacentes, pero la calidad
de los afloramientos, a la que se asocia la falta de estructuras sedimentarias, impide
precisar si estamos contemplando la progradación de un delta o fan-delta sobre las
facies finas del prodelta, o de una plataforma externa, o bien si de trata de otro medio
sedimentario.
En esta unidad hemos encontrado en San Lorenzo de Calatrava Anabarella
plana y latouchélidos, estos últimos aún en estudio y pendientes de figurar.
“Fm. de Pizarras Superiores con Anabarella”.
Esta es por el momento la unidad datada más alta del Alcudiense Superior,
no sólo en el Anticlinal de Alcudia, sino en toda la zona meridional de la Zona
Centroibérica al N del batolito de Los Pedroches. Solamente unos depósitos de
arenisca y conglomerados en la Sierra de Puebla de Alcocer (Badajoz) podría ser
equivalente o más alta, siempre dentro de los que consideramos Alcudiense Superior,
pero esta última no tiene elementos de datación (Pieren, 2000).
Como su nombre indica, la unidad es fundamentalmente pizarrosa, aunque
se pueden reconocer tres tramos dentro de ella: el más bajo está formado por una
alternancia de grauvacas de grano muy fino y limolitas (“grès rubannés” de los
autores franceses que trabajaron en la zona), el segundo está formado por pizarras
con presencia de niveles con fosfatos y gran acumulación de small shelly fossils, y
el tercero es fundamentalmente pizarroso (ver corte del Arroyo de Fuentepizarra).
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
Rasgos geológicos de la comarca de puertollano
117
La unidad se ha reconocido cartográficamente tan sólo en dos localidades,
e la zona de Mestanza, y en el arroyo de Fuentepizarra al E y cerca de San Lorenzo
de Calatrava, es decir tan sólo se ha detectado la existencia de la unidad en el Sector
de Alcudia Oriental (ver mapa adjunto). El corte tipo es el del mencionado Arroyo,
donde se encontraron inicialmente los ejemplares de Anabarella, y que es además
uno de los pocos sitios en los que la unidad presenta continuidad. El espesor total
en esta zona es 155 m, y según nuestras estimaciones en Mestanza sólo se han
conservado excepcionalmente 40 m. En otros lugares pueden haberse conservado
espesores mayores que este último, pero la unidad suele estar recubierta por los
derrubios de la Cuarcita Armoricana o por los del Arenig basal, hecho por el que no
se ha reconocido cartográficamente en más lugares.
El límite inferior es un tránsito rápido pero gradual desde la Fm. de
Conglomerados de San Lorenzo, y no hemos detectado en ningún sitio afloramientos
del límite superior, que en cualquier caso parece corresponder al contacto discordante
de las cuarcitas o conglomerados del Ordovícico basal sobre estas pizarras superiores.
Desde el punto de vista sedimentológico, esta unidad corresponde a una
clara profundización desde los medios de influencia continental de la unidad anterior
pasando a facies de plataforma siliciclástica. El tránsito se realiza en los niveles de
grauvaca de grano fino y las alternancias basales.
Discontinuidades y discusión:
En su Tesis, Pieren (op.cit.) caracteriza 3 de las 5 discontinuidades que
afectan al Alcudiense Superior enumeradas por Vilas et al (1987) San José et al
(1990), siendo algunas de ellas discordancias angulares (la 1ª o 2ª) o discordancias
erosivas. Estas quedan patentes en el gráfico de correlación de ciclos sedimentarios
identificándose una discordancia angular basal y la discontinuidad (erosiva) que
aparece en la base de los conglomerados de San Lorenzo y niveles equivalentes.
Rodríguez-Alonso et al. (2004) y Díez-Balda et al. (2004) presentan una reciente
actualización de la correlación suprarregional de las unidades del NeoproterozoicoCámbrico Inferior para el conjunto de la Zona Centro-Ibérica Meridional con una
tabla de correlación en la que se utilizan como referencia las unidades aquí descritas.
4. El Paleozoico
Solana del Pino.
de los
Sinclinales
de
Puertollano
y de
El sinclinal de Puertollano tiene las características de la mayoría de los
sinclinales de la Zona Centroibérica con la excepción de que además tiene un
Carbonífero superior post varisco, productivo.
Las características comunes del Paleozoico que aparece sobre el Cámbrico
Basal o Inferior en los Sinclinales que flanquean el anticlinal de Alcudia, es decir
el de Puertollano, en el que nos centraremos, y en el de Solana del Pino, se han
recogido en varios trabajos importantes de síntesis de la Geología del Macizo
Hespérico o de la Península como son Gutiérrez Marco et al (1990), San José et al
(1992) resumidas más recientemente (y con mucho menos detalle por la limitación
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
118
A. P. Pieren Pidal
en extensión del trabajo) por Martínez Poyatos et al (2004) refiriéndose al muy
apropiado nombre de “la secuencia paleozoica postcámbrica” que corresponde
a la megasecuencia Ordovícico Inferior – Carbonífero Inferior citada en el punto
2. También recientemente y de manera más extensa, en el libro “The Geology of
Spain” que está estructurado por Sistemas, encontraremos esta información en
el “Ordovícico” (Gutiérrez Marco et al, 2002), y en el “Silúrico” (Robardet y
Gutiérrez Marco, 2002).
El Devónico aparece en muchos de los sinclinales de la Zona Centroibérica
Meridional, como Almadén, Guadalmez y El Centenillo, con características similares
y presentando en todos ellos una laguna mesodevónica de amplia transcendencia
paelogeográfica y tectónica. Por ello, y aunque no se hayan conservado o estén
ocultos bajo el Estefaniense discordante, en el centro del sinclinal de Puertollano, se
puede deducir que hubo sedimentación en la zona de Puertollano y aledaños durante
el Devónico Inferior, y puede que también en el Devónico Superior, pero estos
últimos depósitos habrían desaparecido, al menos en su mayor parte, en la erosión
previa a la sedimentación de los depósitos fini-carboníferos.
Los depósitos del Ordovícico basal (incluyendo a veces, posiblemente, la
parte más alta del Cámbrico Superior), previos a la transgresión materializada en
los depósitos de la Cuarcita Armoricana, son probablemente los más variados de
la secuencia paleozoica postcámbrica de la Zona Centroibérica Meridional. Pueden
variar desde depósitos conglomeráticos de más de 800 m en los Montes de Toledo,
a 400 m de litoarenitas de color púrpura en la zona del Parque de Cabañeros (Navas
de Estena, Anchuras, el Zumajo) hasta reducirse a unas decenas de metros (Orellana,
Fuenlabrada de los Montes, flanco Sur del Sinclinal de Almadén) o desparecer
totalmente, como en una gran parte del Sinclinal de Herrera del Duque (Pieren, 2000).
Esto se debe a que rellenan fosas o semi-grábenes creados en la etapa de rifting final
del Cámbrico, y a que son parcialmente erosionados por la base de la transgresión
de la “Cuarcita Armoricana” que según los lugares, se apoyará sobre distintas facies
y medios del Ordovícico Basal, sobre depósitos del Cámbrico Superior, o incluso
directamente sobre el Alcudiense Inferior como en la parte occidental de Herrera del
Duque o el flanco Sur del Anticlinal de Alcudia (Fig.2). Existe una asimetría en el
yacente de los anticlinales variscos en los que aparecen los materiales más antiguos
al S y SW, y los más recientes al NE, que delata como mínimo un basculamiento
pre-ordovícico.
En el flanco Norte del Anticlinal de Alcudia, la variación de estos materiales
es muy interesante, y aparecen diferentes facies bajo la “Cuarcita Armoricana2 en
la zona próxima a Cabezarrubias o Mestanza y en la terminación oriental, próxima
al cierre periclinal del núcleo ante-ordovícico en San Lorenzo de Calatrava. En
la zona próxima a la Mina de la Gitana, en las inmediaciones de la laguna de la
Alberquilla aflora una sucesión que se apoya sobre el Alcudiense Superior, en la
que aparecen conglomerados y protocuarcitas. En la laguna de la Alberquilla, estos
conglomerados canalizados y bien lavados llegan a presentar centiles que superan los
25 cm (cantos rodados de cuarcita como “melones”) y se interpretan como depósitos
fluvio- mareales a fluviotorrenciales.
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
Rasgos geológicos de la comarca de puertollano
119
Por el contrario, en la zona de San Lorenzo de Calatrava, la sucesión del
Ordovícico basal que aparece bajo la “Cuarcita Armoricana” está formada por barras
de areniscas cuarcíticas o cuarcitas en delgados niveles, que se encuentran totalmente
bioturbados por Skolithos sp., de mayor potencia que los niveles mencionados y
que se interpretan como depósitos litorales afectados por la acción del oleaje. Estos
niveles se han denominado en esta zona como “Formación de Base”, y por su gran
variación en facies y espesores serán objeto de trabajos específicos.
Por encima encontramos, con una gran homogeneidad en distribución facies
y espesores, al resto de la secuencia paleozoica postcámbrica, cuyo rasgo de mayor
variación es la amplitud de la laguna estratigráfica del Ordovícico Terminal, que se
encuentra frecuentemente erosionando, incluso en su totalidad, a la Caliza Urbana
y a los Bancos Mixtos (El Centenillo) o a las Alternancias Superiores (AlmadénGuadalmez). La laguna estratigráfica está sellada según las zonas por las “cuarcitas
de base del Silúrico” (Cuarcita del Criadero, o del Castellar), por las “pelitas con
fragmentos”, que denotan la glaciación del Ordovícico Superior, o por niveles más
bajos como las Pizarras del Muro o Pizarras Chavera (Gutiérrez Marco et al, 1990).
En resumen, las formaciones que encontramos en los sinclinales de
Puertollano y de Solana del Pino sobre la “Formación de Base”, son la “Cuarcita
Armoricana”, de edad Arenigiense s.l., los “Estratos Pochico”, de edad Arenigiense
Superior Oretaniense Inferior, los “Esquistos de Río”, cuya edad es Oretaniense
Dobrotiviense Inferior, las “Alternancias de Canteras”, del Dobrotiviense Inferior
Dobrotiviense Medio, la “Cuarcita de Canteras”, atribuible al Dobrotiviense Mediosuperior, los “Bancos Mixtos”, que comienzan en el Berouniense y terminan en
el único episodio carbonatado reconocido de la sucesión paleozoica y cuya edad
es Kralodvoriense. Sobre la mencionada laguna estratigráfica del Hirnantiense
aparecen los “Esquistos Chavera”, de edad Hirnantiense Superior Llandoveriense
Inferior, La “Cuarcita del Criadero”, del Llandoveriense, las “Alternancias
Volcanosedimentarias”, de edad Llandoveriense Medio y que probablemente no
superan el Wenlockiense y que son el nivel más alto conservado en estos sinclinales.
La Cuarcita Armoricana”, que puede encontrarse sobre la “Formación de Base”
sobre una base erosiva, está formada por una potente alternancia de gruesos paquetes
de ortocuarcitas blancas que, por su gran competencia, da lugar a los relieves más
importantes de toda la región. Es singular que no forme una sierra en el collado
en el que se asienta Puertollano y de ahí el nombre de la localidad. La “Cuarcita
Armoricana” se puede subdividir en tres tramos, los cuales son reconocibles en toda
la Sierra Morena y que ya fueron distinguidos por Bouyx (1970) y Tamain (1972):
Un tramo inferior formado por una alternancia de paquetes decimétricos y métricos
de ortocuarcitas blancas con finas y escasas intercalaciones pizarrosas de 125 a 175
m de espesor. El tramo intermedio de 50 a 75 m, con malos afloramientos formado
por alternancias de paquetes centi a decimétricos de ortocuarcitas con delgados
niveles de pizarras grises. En las cuarcitas aparecen estratificaciones cruzadas de
bajo ángulo, que dan lugar a geometrías lenticulares y a frecuentes acuñamientos.
Aparecen abundantes ichnofósiles, como Cruziana furcífera y Cruziana goldfussi. El
tramo superior, de 150 a 200 m, está constituido por paquetes decimétricos y métricos
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
120
A. P. Pieren Pidal
de ortocuarcitas blanquecinas, con escasas intercalaciones pizarrosas. Los estratos
cuarcíticos son potentes en bancos incluso superiores a los 5 m, especialmente en la
parte más alta. Se reconocen estratificaciones cruzadas de bajo ángulo: megarripples
y dunas submarinas (sand waves) siendo escasos los ichnofósiles. El medio de
sedimentación de esta unidad es de llanura mareal, probablemente en la zona
inmediatamente por debajo del nivel del oleaje. La alta pureza de las ortocuarcitas
indican que son sedimentos muy retrabajados y muchos autores consideran que son
depósitos que corresponden a una sedimentación multicíclica, no pudiéndose lograr
en un solo ciclo sedimentario tal pureza en el contenido en cuarzo.
A techo de esta unidad aparece una alternancia muy regular de paquetes
centi a decimétricos de ortocuarcitas, arenisca y pizarras arenosas conocida con el
nombre regional de “Estratos Pochico”, término establecido por Tamain (1967) en
El Centenillo (Jaén) cuyo espesor varía entre 150 y 175 m. Presentan laminación
cruzada producida por ripples de oscilación, así como localmente estratificación
fláser. Cuando los paquetes alcanzan algunos decímetros, es frecuente observar
geometrías de sand waves. La unidad constituye una transición progresiva desde
un medio de llanura mareal somera a condiciones de sedimentación más profundas.
Respecto a la “Cuarcita Armoricana”, la base de los “Estratos Pochico” supone una
ligera somerización de la plataforma a niveles claramente afectados por el oleaje. En
esta zona sólo presenta restos de lingúlidos fosfatizados pero regionalmente presenta
en la base pistas como Cruziana goldfussi, Rouaultia rouaulti, Rhusophycus sp., etc.
que han permito la datación como Arenigiense Superior Oretaniense Inferior.
En tránsito gradual, pero rápido, los “Estratos Pochico” pierden los paquetes
arenosos pasando a una potente unidad de pizarras arenosas y pizarras negras
denominada por Tamain (1967, 1972) “Esquistos de Río”, equivalentes regionalmente
a las “Pizarras de Calymene Inferiores” de Almadén (García Sansegundo et al.,
1987). Se encuentran habitualmente muy recubiertos en la parte baja de los valles.
El medio de sedimentación de los “Esquistos de Río” es claramente de plataforma
profunda con condiciones fuertemente reductoras, suponiendo el máximo de la
transgresión ordovícica aunque presentan localmente somerizaciones denotadas por
sand-waves o facies de tormenta que aumentan al techo de la unidad cuyo espesor se
puede estimar en 350 m. Presenta graptolitos, trilobites y braquiópodos descritos en
Tamain (1972), Hamman (1973) y Rábano (1989) entre otros que han permitido la
datación como Oretaniense-Dobrotiviense.
Sigue una potente alternancia de areniscas silíceas y pizarras que culmina con
un tramo ortocuarcítico muy característico, conjunto que ha sido definido por Palero
(1992) como “Formación Canteras”, comprendiendo las unidades cartográficas
“Alternancias de Canteras” y la “Cuarcita de Canteras” cuyo nombre corresponde a
un nivel con canteras en el mismo Almadén (Almela et al., 1962). Este conjunto que
se reconoce en toda la zona Centroibérica meridional recibe distintos nombres como
puede observarse en Gutiérrez Marco et al. (1990), San José et al. (1992). Sobre
las alternancias de canteras que equivalen a las “Pizarras de Calymene Superiores”
la cuarcita de canteras está formada por una alternancia de 30 a 40 m. de espesor de
paquetes decimétricos y métricos de ortocuarcitas y cuarzoarenitas, separados por
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
Rasgos geológicos de la comarca de puertollano
121
finos niveles de areniscas micáceas, siendo característico el resalte de dos barras
cuarcíticas a muro y techo del tramo. Representan el máximo regresivo, originado
por el aumento generalizado de los aportes arenosos o por colmatación al cesar la
subsidencia de la cuenca, indicando las estructuras sedimentarias y las asociaciones
de facies medios de llanura mareal y la presencia de huellas de desecación citadas
por Tamain (1972) en El Centenillo, indicarían que en zonas se han dado condiciones
de llanura supramareal. Es el tramo pizarroso el que permite la datación de la unidad
por varios autores (Amor y Ortega, E. 1988), mientras que la cuarcita es azoica
y por posición estratigráfica se considera que representa el límite DobrotivienseBerouniense.
Recibe el nombre de “Bancos Mixtos” un conjunto de alternancias
arenosopizarrosas muy fosilíferas que termina a techo con el único episodio
carbonatado del Paleozoico Inferior de Sierra Morena y la banda meridional de la
Zona Centroibérica, la “Caliza Urbana” (Henke, 1926) y constituye el nivel guía mas
seguro de la serie paleozoica, que comienza en el Caradociense Inferior y termina
en el único episodio carbonatado reconocido de la sucesión paleozoica cuya edad
es Ashgilliense Inferior. El término “Bancos Mixtos” se debe a Tamain (1967 y
1972). Los “Bancos Mixtos” están constituidos por alternancias de paquetes centi y
decimétricos de areniscas silíceas de grano medio y/o fino, areniscas micáceas finas,
areniscas finas carbonosas y pizarras arenosas (lutitas) y la “Caliza Urbana” es un
tramo lumaquélico carbonatado datado por conodontos como Kralodvoriense.
En contacto neto se encuentran los “Esquistos Chavera”, Tamain (1967 y 1972)
que aparecen en malos afloramientos en el núcleo del sinclinal de Puertollano,
constituidos por pizarras ampelíticas, con aspecto satinado, bien esquistosadas,
que se vuelven algo arenosas hacia la parte alta de la unidad. Como corresponde al
ambiente reductor en el que se depositaron hay huellas de cubos diagnéticos de pirita
y nódulos ferruginosos además de la abundante materia orgánica característica de
las ampelitas. Entre los “Bancos Mixtos” y la presente unidad pizarrosa existe una
laguna sedimentaria presente en la mayor parte de la zona Centroibérica Gutiérrez
Marco et al. (1990) San José et al. (1992) y García Palacios et al.(1996) muestran
una edad Ordovícico terminal (Hirnantiense) para los “Esquistos Chavera” pero el
límite Ordovícico-Silúrico lo colocan en la unidad suprayacente la “Cuarcita del
Criadero”.
La “Cuarcita del Criadero”, definida por Almela et al., (1962) recibe su nombre
de la cuarcita productiva en la mina de mercurio de Almadén. Se conoce como la
“cuarcita del Silúrico” y regionalmente recibe otros nombre como la Cuarcita de
Castellar o de Las Majuelas (ver el cuadro de correlación en Gutiérrez Marco
et al. (1990, pp 162-163). Aquí la unidad, cuyo espesor varía entre 24 y 40 m y
es un referente en el paisaje de los sinclinales por sus crestones, está formada por
una alternancia de paquetes de espesor variable de ortocuarcitas blancas o grises.
A grandes rasgos se reconocen dos tramos de paquetes de espesor decimétrico a
métrico, situados respectivamente en la base y en el techo de la unidad. Estos dos
tramos están separados por otro de alternancias centimétricas a decimétricas. Las
estructuras sedimentarias reconocidas y la geometría de los paquetes indican un
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
122
A. P. Pieren Pidal
medio de una llanura mareal, representando los tramos de muro y techo episodios
intramareales, inmediatamente por debajo de la zona afectada por el oleaje.
Considerada tradicionalmente como azoica a escala regional, fueron hallados restos
fósiles a techo de la unidad indicando una edad Llandoveriense Inferior (GutiérrezMarco y Pineda, 1988; García Palacios et al. (1996)
Finalmente, como unidad más alta de este hiperciclo aflorante en el Sinclinal de
Puertollano, recibe el nombre “Alternancias Volcanosedimentarias” un conjunto de
materiales volcanosedimentarios con intercalaciones de pizarras grafitosas (García
Sansegundo et al. 1987). Esta unidad comprende a los “Esquistos con Monograptus”
de Tamain (1972) y a las “Pizarras de Techo” de almadén (Almela et al., (1962).
Los materiales que integran las “Alternancias Volcanosedimentarias” en esta zona
son volcánicos casi en su totalidad, encontrándose principalmente tobas bien
estratificadas y localmente niveles de pizarras ampelíticas intercaladas. Las rocas
volcánicas son principalmente tobas, bien estratificadas, con colores pardos y ocres
de alteración que corresponden a rocas volcánicas básicas sin clasificar debido a
una muy intensa carbonatización. Alternando con las rocas puramente piroclásticas,
aparecen estratos que contienen numerosos elementos detríticos, principalmente
granos de cuarzo, y que presentan estratificación paralela y cruzada de bajo y gran
ángulo. La datación se hace en función de los niveles fosilíferos encontrados en los
tramos ampelíticos de la unidad, pero la parte más alta de la unidad, que aquí no
aflora alcanza en Almadén la base del Devónico. El espesor que aparece es parcial
ya que falta el techo por erosión.
5. El Carbonífero: Estratigrafía
y transcendencia de ciertos
afloramientos
Como ya se ha mencionado en la introducción, la existencia de Carbonífero
productivo se conoce en la Cuenca de Puertollano desde 1873. Esta cuenca lacustre
y deltaica con componentes volcánicos fue estudiada por Wallis (1983). Se trata
de un Carbonífero superior y post-varisco datado como Estefaniense B (Wagner
y Utting, 1967) pero que más recientemente Wagner et al. (2003) lo datan como
finicarbonífero, es decir Estefaniense C, equivalente en parte a un antiguo Autuniense
Inferior, es decir prácticamente en el límite Carbonífero-Pérmico.
En el trabajo de Palero (1993) se da un dato importante de cara a las
reconstrucciones paleogeográficas y a la historia geológica de la región, y es la
presencia de una sucesión con conglomerados del Carbonífero superior o Pérmico
Inferior en las proximidades de Bienvenida, denominados en la memoria de la hoja
835 de Brazatortas (Pieren et al 1997) como “Conglomerados de Mina Riquilla”. En
conjunto se trata de unos megaconglomerados muy peculiares que en una primera
impresión pueden ser considerados como rañas pero que se presentan estratificados
y ligeramente plegados (buzamientos del orden de 10-15°), mientras que las rañas
aparecen horizontales o fosilizando algunos paleorrelieves. Además el tamaño de
algunos de los bloques de estos extraños conglomerados es enorme, absolutamente
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
Rasgos geológicos de la comarca de puertollano
123
impropio de los depósitos tipo raña y más aun teniendo en cuenta que los relieves
ortocuarcíticos se encuentran a más de 2 Km de distancia en mapa. Finalmente, una
gran cantidad de bloques y cantos están fracturados y tectonizados, en especial cerca
de los bordes, lo que quiere decir que hay fallas que afectan de forma notable a estos
conglomerados. En estas fallas se encuentran inyectados diques de composición
básica anfibolítica. La deformación de los cantos es claramente posterior a su
depósito, pues sus superficies redondeadas aparecen rotas. No presentan fósiles por
lo que se han correlacionado con unos depósitos muy similares que afloran en el
sinclinal de Almadén, los cuales han sido considerados como carboníferos (García
Sansegundo et al., 1987). En ellos fueron encontrados restos de Neuropteris, lo
que permitió datarlos como Westfaliense Estefaniense Medio. En la parte norte del
afloramiento de Mina Riquilla presentan una sucesión basal con conglomerados
redondeados cuarcíticos (pudingas de 4 a 12 cm) y areniscas grauváquicas semejante
a la base de la sucesión de la Cuenca productiva de Puertollano.
Destacamos aquí este hallazgo puesto que es un rasgo muy importante
ya que denota una intensa erosión post-varisca, ya que estos conglomerados del
Carbonífero de Mina Riquilla, se encuentran depositados directamente sobre el
núcleo precámbrico del anticlinal de Alcudia, lo que hace suponer que se produjo
una rápida erosión de los relieves asociados a los anticlinales recién creados por el
orógeno varisco, y también aprovechando zonas de fractura, o semi-grábenes. Es
decir, que los miles de metros de toda la sucesión paleozoica prehercínica ya habían
sido erosionados en ciertas zonas durante el Carbonífero Superior, muy poco tiempo
después de la creación de los relieves.
Pero volvamos a la cuenca productiva de Puertollano. Aquí los depósitos
finicarboníferos prácticamente no están plegados, y presentan buzamientos muy
suaves; a su vez están revestidos por un fino recubrimiento Neógeno. Los antiguos
pozos atraviesan esta cobertera terciaria para llegar al Carbonífero productivo,
pero a partir de los años 90 se han aplicado los métodos de una moderna minería
de transferencia, y la explotación se ha realizado mediante una corta multicapa
explotada por Encasur, la descubierta “Emma”.
La sucesión carbonífera, que corresponde a lutitas, lutitas carbonosas,
pizarras bituminosas y alguna arenisca, y que corresponde a un medio de
sedimentación lacustre, presenta varias intercalaciones de tobas volcánicas que
aparecen como constituyente principal en los primeros 170 metros de la sucesión,
aunque luego entre los depósitos lacustres y las capas de carbón también aparecen
cenizas volcánicas. Esta asociación, característica de una zona pantanosa o lacustre
con la participación en reiteradas veces de tobas, brechas y cenizas volcánicas, es
analizada en la contribución de Wagner et al. (2003) al libro de Patrimonio geológico
de Castilla-La Mancha con el sugestivo nombre de “una Pompeya Paleobotánica”.
En este trabajo se revisa la sucesión estratigráfica del Carbonífero de Puertollano, el
medio sedimentario en el que se produjo y se hace un especial y exhaustivo estudio
del contenido fósil de esta cuenca, por lo que al tratarse de un trabajo tan reciente nos
remitimos a él.
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
A. P. Pieren Pidal
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Fotografía 6. La descubierta Emma vista hacia el Este, con la cuerda de Cuarcita
Armoricana al fondo (flanco Norte del sinclinal de Puertollano), y la localidad
de Puertollano. Foto cedida por ENCASUR.
- Emma mine, as seen towards the East, with the Armorican Quartzite ridge
in the horizon (North flank of Puertollano Syncline), and the locality of
Puertollano. Photo yielded by ENCASUR.
Fotografía 7. La descubierta Emma vista hacia el Oeste, con la cuerda de Cuarcita
Armoricana del flanco Norte del anticlinal de Alcudia a la izquierda y al
fondo. Foto cedida por ENCASUR
- Emma mine open pit, as seen Westwards, with the Armorican Quartzite
ridge at the left and in the horizon (North flank of Alcudia Anticline). Photo
yielded by ENCASUR.
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
Rasgos geológicos de la comarca de puertollano
125
6. Los sedimentos terciarios y los volcanes del Campo de Calatrava
El Macizo Hespérico estuvo emergido durante la mayor parte del Mesozoico
y por lo tanto expuesto a erosión. Desde los materiales del límite PaleozoicoMesozoico de la Cuenca Carbonífera de Puertollano no se registran sedimentos hasta
los del Plioceno que forman parte de la terminación meridional de la cuenca terciaria
de la Llanura Manchega-Campos de Calatrava. Este último nombre geográfico esta
geológicamente asociado y da el nombre más conocido a la Región Volcánica Central
Española (Ancochea, 1983, 2004).
El terciario está constituido por arcillas limos arenas y gravas de un espesor
de hasta 18 m, que por correlación con la cuenca terciaria de los campos de Calatrava,
donde se localiza el yacimiento de mamíferos de Valverde de Calatrava (Molina,
1975), puede atribuirse una edad Pliocena. Por encima se han medido se han medido
1,5 m de margas calcáreas blancas de aspecto pulverulento, sobre las que yacen 2 m
de calizas blancas con caráceas y que constituyen el techo de la sucesión terciaria.
Esta aflora cubriendo gran parte del núcleo del Sinclinal de Puertollano y por lo tanto
recubriendo la mayor parte de los sedimentos del Carbonífero productivo.
De los depósitos recientes hemos de destacar por su transcendencia
geomorfológica en Alcudia las rañas. Allí se da un caso curioso en la que se encuentra
en la proximidad del embalse del Rio Montoro, ya que presenta un metamorfismo de
contacto por la acción del volcán que se encuentra sobre ella.
Las manifestaciones volcánicas en la región de Puertollano, y particularmente
las que se encuentra al N y NE de la localidad han tenido gran importancia, siendo
ésta una de las áreas más representativas de la Región Volcánica Central Española,
de la que constituye en buena parte su zona occidental. La Región Volcánica Central
Española que se extiende entre los Montes de Toledo y Sierra Morena, en la zona de
borde de la cuenca manchega es una región formada por unos 200 centros de emisión
puntuales y dispersos, que se reparten por un área de 5000 km2 (Ancochea, 2004).
En el ámbito de nuestro trabajo es el mencionado del embalse del Rio Montoro el
más meridional y el volcán de Bienvenida, cuya forma de volcán es aún reconocible,
el más occidental.
Las primeras referencias a la existencia de vulcanismo en Campos de
Calatrava son de la primera mitad del siglo XIX y corresponden a Maestre (1836) y
Ezquerra del Bayo (1844), y es Hernández Pacheco (1932) quien proporciona una
primera visión de conjunto.
La actividad volcánica ha sido estromboliana o hidromagmática. Cuando has
sido estromboliana se han formado pequeños conos piroclásticos que la erosión ha
degradado hoy a cerros redondeados condiámetros del centenar de metros y alturas
que raramente superan el centenar de metros y que reciben localmente el nombre de
cabezos. Las coladas alcanzan has 6-7 km (Ancochea, 2004). Atendiendo a criterios
vulcanológicos, se pueden distinguir en esta región: lavas, piroclastos de caída y
piroclastos hidromagmáticos. En cada uno de ellos se puede, además, especificar
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
126
A. P. Pieren Pidal
la composición: melilititas olivínicas, limburgitas, nefelinitas olivínicas, leucititas
olivínicas, basanitas y basaltos; aunque no en todas las hojas aparecen todos los tipos
vulcanológicos o composicionales.
En el caso de los depósitos hidromagmáticos, la naturaleza de los mismos,
compuestos esencialmente por fragmentos no volcánicos, o incluso volcánicos,
pero con dudas con respecto al origen juvenil (del mismo magma), o accidental (sin
relación con él), no permite hacer diferencias en cuanto a la composición.
Desde el punto de vista vulcanológico en la zona de Puertollano afloran tanto
lavas, como productos piroclásticos y, entre estos, tanto piroclastos estrombolianos,
como hidromagmáticos. En cuanto a composición están representados todos los tipos
litológicos, siendo la zona de Puertollano la única en la que aparecen las leucititas
olivínicas (Ancochea, In Hoja de Puertollano, MAGNA, in litt.). Se han diferenciado
así: por un lado lavas basálticas (incluyendo las basaníticas), lavas de nefelinitas
olivínicas (incluyendo las limburgíticas), lavas de melilitíticas olivínicas y lavas de
leucititas olivínicas, por otro lado piroclastos basálticos, piroclastos nefeliníticos
y piroclastos melilitíticos, finalmente piroclastos hidromagmáticos y piroclastos
estrombolianos indiferenciados. Aunque existen piroclastos de composición
leucitítica, no tienen expresión cartográfica.
En este apartado dedicado a los depósitos más recientes, no queremos dejar de
señalar que la zona se encuentra geomorfológicamente en el límite entre las cuencas
del Guadalquivir encajado y del Guadiana que prácticamente no erosiona. Esto genera dos tipos de relieve toalemente distintos: Penillanuras que contrastan en pocos
kilómetros con redes fluviales encajadas, con la capturas de ríos que eran antiguos
afluentes del Guadiana.
En la zona de Alcudia próxima a Brazatortas encontramos paisajes vestigio
del relieve terciario, con glacis y rañas no erosionadas y niveles de cumbres en la
cuarcita armoricana que corresponden a antiguos niveles de arrasamiento destacados
por erosión diferencial. Sus cotas que descienden hacia el Sur-Oeste marcando un
basculamiento reciente de la península.
7. Conclusión
Por limitaciones de espacio y de la especialidad del autor no se pueden
abordar muchos otros temas de interés geológico en la zona de Puertollano. Hemos
querido mencionar el interés histórico de la Minería en el Valle de Alcudia y en
el sinclinal de Solana del Pino. Este condujo al desarrollo del Plan Alcudia de
investigación minera en los años 70. Los resultados de este plan en la geología
regional resultaron trascendentes para la geología de la parte meridional de la
Zona Centroibérica acuñándose los términos, esquistos de Alcudia, posteriormente
Alcudiense, y a continuación, al reconocer la discordancia intra-alcudiense (que ha
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
Rasgos geológicos de la comarca de puertollano
127
Fotografía 8. La antigua central térmica de Puertollano con su parque de carbones y
la corta de la Mina Emma al Fondo.
- Puertollano’s older thermal power station, with its coal park and the Emma
open pit in the horizon.
sido y es aún hoy origen de debates) el término Alcudiense Inferior y Superior, cuya
descripción en este, su sitio de origen son el núcleo de este trabajo (Pieren, 2000). Se
resumen las características del ciclo paleozoico que comienza en el Ordovícico basal
y que está representado por formaciones que alcanzan el Silúrico, reconociéndose la
laguna estratigráfica regional en el límite Ordovícico – Silúrico.
Se considera también el Carbonífero Superior productivo y la importancia
de la minería energética de la cuenca de Puertollano en el desarrollo de la Ciudad
y en su tradición industrial, que se refleja aún hoy con la descubierta Emma, la
central térmica clásica y la central piloto en España de las de ciclo combinado. La
minería del carbón de Puertollano y posteriormente la explotación de las Pizarras
bituminosas de Almodóvar del Campo son las que convirtieron al pueblo conocido
por las calidades terapéuticas del “agua agria” en una ciudad industrial que por ello
acogió a la refinería de petróleos (Cañizares, 2005). Hasta hace poco Puertollano
también ha contado con una Cantería que aprovechaba los basaltos del volcán de la
Valona en las proximidades de la ciudad. Finalmente y aunque no se han desarrollado
se apuntan lo que consideramos como interesantes rasgos en la morfología de la
Memorias R. Soc. Esp. Hist. Nat., 2ª ép., 6, 2009
A. P. Pieren Pidal
128
región, destacando la singularidad del vulcanismo terciario de Campos de Calatrava.
Agradecimientos: El autor quiere agradecer la revisión de este trabajo a D. Miguel
Ángel de San José, y a Eumenio Ancochea la provisión de datos recientes no
publicados de los volcanes terciarios de la zona de Puertollano. Este trabajo se ha
podido realizar gracias a datos de la campaña MAGNA y al proyecto CGL200612245.
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