D:\Atlantis\Artículos para publicar 26.1\Editado por Ricardo y por mí
Transcripción
D:\Atlantis\Artículos para publicar 26.1\Editado por Ricardo y por mí
Carmen Valero Garcés, Guzmán Mancho Barés, Carmen Flys Junquera, and Esperanza Cerdá Redondo 2003: Learning to Write: Error Analysis Applied. Instrumentos didácticos, 15. Universidad de Alcalá: Servicio de Publicaciones. 234 pp. Patricia Plaza Escuela Oficial de Idiomas de Linares, Jaén [email protected] En esta época, que podríamos caracterizar de poscomunicativa y ecléctica en lo que a metodología de enseñanza de lenguas extranjeras se refiere, estamos sin embargo todavía sufriendo los efectos del boom de unos enfoques comunicativos frecuentemente mal interpretados y aún peor aplicados. Una de las secuelas es, sin lugar a dudas, la jerarquización de las habilidades debido a la primacía otorgada al lenguaje oral. Materias relativamente nuevas como el análisis del discurso y la pragmática han centrado su esfuerzo investigador en el discurso oral, tradicionalmente relegado a un segundo plano o simplemente confinado al olvido por el método gramática-traducción. Así, el análisis de la interacción verbal ha concentrado su atención en el habla, en el discurso social cara-acara, lo cual en el área de la lingüística aplicada ha supuesto en muchos casos que las destrezas de expresión oral y comprensión auditiva gocen de prioridad frente a las de expresión escrita y comprensión lectora en el contexto del aula. Las consecuencias en los niveles de competencia lingüística de la producción escrita de los alumnos no han tardado en dejarse sentir, y se hacen especialmente perceptibles en la transición al ámbito universitario de los estudiantes que acceden a la titulación de Filología Inglesa, propiciando que en muchos casos la clase de Lengua del primer curso se convierta en un módulo acelerado de remedial grammar para posibilitar la adaptación del objeto de estudio a medio de aula y de evaluación. En este contexto, de necesidad de revalorización de la destreza de expresión escrita en ESL y de frustración del profesor universitario de Filología ante los niveles lingüísticos del alumno tras el bachillerato, se publica en el año 2003, en el marco de la serie de Instrumentos Didácticos de la Universidad de Alcalá, el trabajo Learning to Write: Error Analysis Applied. Basada en las nuevas tendencias de tratamiento del error, que desde Corder (1967) dejó de ser considerado como obstáculo indeseable para pasar a convertirse en muestra de la contribución del estudiante al proceso de adquisición de una L2, la obra, sin embargo, no es tolerante con otro de los males resultantes de la aplicación viciada de este nuevo entendimiento: me refiero aquí al hecho de que, en muchos casos, esta reciente concepción del error se ha traducido en una constante y metódica ausencia de corrección para lubricar una comunicación que, sin embargo y paradójicamente, se verá a menudo interrumpida precisamente por la presencia de todos esos errores nunca corregidos. Learning to Write, en un acto de toma de conciencia de las características específicas que rigen el discurso escrito, concede al error su justo valor en el aprendizaje, sin restárselo por ello a la precisión gramatical y a la corrección lingüística: “In all, the correct construction of a sentence turns into gramatical accuracy, something necessary if a text is to communicate effectively” (2003: 15). Los autores, C. Valero, G. Mancho, C. Flys y E. Cerdá desarrollaron, desde 1997 y durante cuatro años, un proyecto de investigación de Análisis Informatizado de Errores (AIE) bajo el título de “ENWIL: English Written Interlanguage,” en el Departamento de Filología Moderna de la Universidad de Alcalá. Valero Garcés, et al., quienes consideran 136 Patricia Plaza el análisis de errores (AE) como una subárea dentro de la adquisición de segundas lenguas (ASL), lo definen como “una propuesta metodológica interesante para describir el proceso de esta adquisición lingüística” y “una herramienta valiosa para estudiar el proceso de adquisición de la SL” (2000: 50). Así, en su afán de acercar el campo de la investigación al de la enseñanza, ENWIL se ocupó del análisis de textos producidos por una promoción de alumnos españoles de Filología Inglesa y Turismo de la ya mencionada universidad con el objetivo de describir completa e íntegramente la interlengua de los aprendices objeto de estudio. Los errores localizados en la producción escrita de dichos estudiantes, su recurrencia y tipología, proporcionaron información al grupo de trabajo sobre el estado de su interlengua en distintos estadios del proceso de aprendizaje, así como datos para su descripción, a la vez que les permitieron diagnosticar áreas problemáticas que necesitan atención de aula. Fruto de esta diagnosis, surge Learning to Write, el cual, escrito en inglés, porque no podría ser de otra manera, viene a cumplir uno de los objetivos del grupo: el diseño y desarrollo de materiales curriculares destinados justamente a la reducción de errores en la producción escrita de los alumnos de estos niveles. El libro, que aboga por la validez comunicativa de la destreza de producción escrita, presenta, tras una justificada introducción, bien fundamentada bibliográficamente, una serie de unidades didácticas precedidas por un capítulo titulado “Writing Effective Texts.” Me parece indispensable resaltar la elección del adjetivo effective en este título pues viene a resumir la filosofía del texto. De hecho, a mi juicio, hubiera sido éste un título más apropiado para el conjunto del manual ya que se exhibe aquí el valor comunicativo de la destreza de escribir que la obra viene a recuperar. Se trata, pues, no simplemente de escribir sino de “writing effective texts,” donde no se interrumpa la comunicación; donde el objetivo último de todo acto comunicativo, es decir, el de la transmisión del mensaje, se lleve a cabo de manera efectiva; y donde, sobre todo, no se excluya al ejercicio escrito del repertorio de tareas comunicativas. Este último aspecto cobra especial relevancia en un tiempo en que gran parte de las comunicaciones que se producen en la vida diaria ha pasado a ser en modo escrito debido a la presencia de las nuevas tecnologías, que han modificado sensiblemente el carácter, e incluso la frecuencia, de los intercambios verbales: estamos en la era de la comunicación escrita, y si me apuran, escrita en inglés. El capítulo “Writing Effective Texts,” breve y conciso, viene a enfatizar la necesidad de consideración del receptor del texto y establece desde el principio el registro de producción escrita que pretende mejorar, el “English Academic Writing,” lo cual lo convierte en recurso didáctico apto para cursos universitarios de las titulaciones de Filología Inglesa o de Traducción e Interpretación, bien para la propia clase de lengua, bien para cursos especializados de escritura. Igualmente, es recomendable como manual de autoinstrucción para todos aquellos alumnos que hayan de someterse a evaluaciones formales en lengua inglesa del tipo exámenes o ensayos, e incluso en un momento dado podría constituir un buen curso de perfeccionamiento y reciclaje para profesorado de lengua extranjera. La sección que nos ocupa discurre a través de cuatro apartados, el primero de los cuales, “Writing a Good Paragraph,” desarrolla en tono pedagógico cinco líneas de actuación a la hora de escribir un buen párrafo: presencia de topic sentence (i.e. subject + controlling idea), completo, orden, coherencia y conclusión. De la estructura del párrafo se pasa a la de un buen ensayo en el segundo de los apartados del capítulo, “Writing a Good Essay,” donde se exponen brevemente técnicas ensayísticas al tiempo que se apunta Reviews 137 la diferencia funcional entre la información y la persuasión en el ensayo. “Patterns of Development,” la tercera de las partes, se dedica a convenciones de organización retórica tales como narración, descripción, comparación y otras. Por último, estas reflexiones sobre la efectividad de los textos concluyen con una breve sección, “Rewriting the Text,” referida al objetivo y manera de re-escribir un texto que viene a introducir el modus operandi de las unidades didácticas que siguen. Pese a que el capítulo que acabamos de sintetizar peca tal vez de ser algo normativo, no podemos olvidar que se trata tan sólo de una sección preparatoria al grueso del libro y no constituye en sí mismo el objetivo del trabajo. Igualmente, dicha dosis de prescripción queda sobradamente compensada en un manual que se caracteriza por partir precisamente de lo contrario, del hecho descriptivo, de la descripción de la interlengua (ni siquiera de la L2) de estudiantes universitarios de EFL. El bloque principal del libro queda constituido por doce unidades didácticas, graduadas según su nivel de complejidad de menos a más, que contienen textos auténticos producidos por estudiantes de lengua inglesa con los errores originales por ellos cometidos, seguidos de un repertorio de actividades, con el objetivo de que el alumno revise el texto en cuestión para llegar a producir al final de cada unidad una versión mejorada del pasaje. Cada una de las unidades se presenta estructurada en tres secciones: organización del texto, lengua del texto —que a su vez está subdividida en vocabulario, gramática y discurso— y, por último, la actividad de reescribir el texto. Para acercarse al empeño de esta última sección, los ejercicios se enfocan a la consecución de determinadas competencias comunicativas, tales como la gramatical y la textual, donde aspectos de ortografía, morfosintaxis, vocabulario, cohesión y organización retórica, son estudiados en el contexto del discurso escrito. Se adapta así el método al papel de interlocutor adoptado por el profesor en el aula comunicativa, fomentando paralelamente la autonomía del alumno y el desarrollo de competencias estratégicas en su proceso de adquisición de la L2. Tanto es así que, como ya hemos apuntado, el texto podría utilizarse no sólo como material didáctico sino también como manual de autoaprendizaje. La colección de textos se organiza en torno a tareas que incluyen prácticamente todas las convenciones de organización retórica introducidas en el capítulo teórico (“describe,” “compare,” “analyze,” “discuss,” “criticize”). Algunos de los enunciados para las tareas se repiten (textos uno al tres, cuatro al seis, y diez y once) en detrimento de la variedad de áreas temáticas (que no puede obviarse en un momento en que el diseño curricular es fundamentalmente topic-based), siendo sin embargo los textos presentados distintos, producidos por diferentes sujetos. El primer lote de preguntas en cada unidad, “Text Organization,” lleva al alumno a reflexionar sobre elementos estructurales en la construcción del texto, le invita a hacer predicciones, a medir en qué grado el texto cumple la finalidad comunicativa, y a ponerse en el papel de audiencia. El segundo bloque de preguntas, “Language of the Text,” incluye una gran diversidad de ejercicios tales como elección múltiple, localización en el texto, breve creación, rellenar huecos, sustitución, etc. Dentro de este bloque, las cuestiones de vocabulario, orientadas a la adquisición de riqueza léxica así como de cohesión y coherencia textual, trabajan aspectos de la palabra como signo lingüístico que comprenden fenómenos de homonimia, sinonimia, antonimia, polisemia, false friends y creatividad léxica. Las preguntas de gramática que siguen a las de vocabulario animan frecuentemente al estudiante a recurrir a gramáticas de consulta, e insisten en la necesidad de sobrepasar el nivel de la palabra y prestar atención a lo que 138 Patricia Plaza definen como syntactic environment, el nivel sintagmático. Por último, la sección dedicada al discurso, se detiene en diferentes aspectos de la competencia textual y de la sociolingüística, tales como el registro o el estilo, obligando a situar el texto en contexto. Bien estructuradas, las doce unidades muestran un claro sentido de progresión, y como ya hemos indicado, concluyen todas con un ejercicio de producción de una versión mejorada del texto tras la reflexión. El manual incluye un solucionario, pero como bien se advierte en la introducción, se sugiere recurrir al mismo tan sólo como guía, pues en muchos casos no habrá una respuesta única y dogmática, sino varias posibilidades para idealmente ser negociadas en el contexto del aula. Una serie de expresiones y palabras resaltadas en negrita a lo largo del libro nos remiten asimismo a un glosario que se incluye en la parte posterior del mismo, donde se definen los términos metalingüísticos de los que se hace uso tanto en el capítulo introductorio como a lo largo de los ejercicios. Una bibliografía breve (se echa de menos alguna referencia al debate Truscott-Ferris y alguna contribución del Journal of Second Language Writing) pero relevante, viene a subrayar el vacío que existía en el mercado en este sentido. Efectivamente, si existen en el mercado manuales destinados al fomento de la destreza de expresión escrita, éstos normalmente son extremadamente vagos a la hora de especificar niveles y audiencias, suelen presentar un popurrí de registros, no se detienen en absoluto en la distinción entre ESL y EFL y, ni que decir tiene que obvian la cuestión de la lengua materna para favorecer una potencial publicación internacional. Learning to write viene a suplir estas deficiencias, ofreciéndonos un instrumento didáctico específicamente destinado a niveles universitarios, alumnos españoles, lengua inglesa y registro académico. Investigaciones recientes sobre el papel del inglés como lengua en la clase universitaria de Filología Inglesa subrayan que tareas tales como “taking notes in class, expanding on outlines related to the different topics of the syllabus, extracting the main ideas from set readings, writing papers to be handed and writing in exams,” exigen la enseñanza formal de la habilidad comunicativa de la escritura: “writing has to be taught, especially advanced academic writing and, obviously, practised” (Bueno 2003: 258). Ya V. Colwell había detectado la necesidad de desarrollar modos más efectivos y eficientes de mejorar la precisión en la producción escrita al subrayar que “work on errors needs to be carried out beyond correction and feedback. It is crucial that more effective and efficient repair techniques be developed” (2003: 16). Learning to Write: Error Analysis Applied viene, por una parte, a ocupar la laguna existente en metodología de enseñanza y práctica de destrezas avanzadas con fines académicos y, por otra, a llevar a cabo un proyecto de investigación de análisis de errores centrado en el estudiante. Obras citadas Bueno González, A. 2003: “The Rationale for Acquiring the Communicative Skills and the Methodology for Using Them in EFLT in the Degree of English Philology.” Luque Agulló y Bueno González 253–60. Colwell O’Callaghan, V. 2003: “Action Research into Learner-Centred Error Analysis.” Luque Agulló y Bueno González 15–19. Corder, S. P. 1967: “The Significance of Learners’ Errors.” International Review of Applied Linguistics 5: 161–69. Reviews 139 Ferris, D. R. 1999: “The Case for Grammar Correction in L2 Writing Classes: A Response to Truscott (1996).” Journal of Second Language Writing 8: 1–11. Luque Agulló, A. y A Bueno González, eds. Las lenguas en un mundo global. Jaén: Universidad de Jaén-AESLA. Valero Garcés, C., C. Flys Junquera, E. Cerdá Redondo y G. Mancho Barés 2001: “ENWIL: un corpus computerizado de errores de estudiantes de EFL.” La lingüística aplicada a finales del siglo XX: ensayos y propuestas. Ed. I. de la Cruz y C. Santamaría, et al. Alcalá de Henares: Universidad de Alcalá-AESLA. 419–25. ———, G. Mancho Barés, C. Flys Junquera y E. Cerdá Redondo 2000: “Análisis informatizado de errores: ENWIL.” Sintagma 12: 49–59.