al gobierno, al pueblo de merida ya los universitarios merideños

Transcripción

al gobierno, al pueblo de merida ya los universitarios merideños
AL GOBIERNO, AL PUEBLO DE MERIDA Y A LOS
UNIVERSITARIOS MERIDEÑOS.
Los ex-Rectores de la Universidad de Los Andes que suscribimos, hondamente tocados por los
sucesos que han sacudido a Mérida en el transcurso de este mes de enero y por las implicaciones de los
mismos en la tranquilidad ciudadana y en el desempeño de las actividades ordinarias de nuestra
Primera Casa de Estudios, en cumplimiento de lo que hemos aceptado como una obligación ética,
derivada de la circunstancia de haber desempeñado la Rectoría de la Universidad en distintos
momentos de su historia más reciente, hemos creído pertinente comunicar a la ciudadanía, a la
comunidad universitaria, al gobierno y a las instituciones más representativas de nuestra sociedad las
siguientes reflexiones:
1. Como la gran mayoría de los universitarios ulandinos y el pueblo de Mérida, somos demócratas
convencidos y decididos defensores de la democracia. La Constitución Nacional y las Leyes
aún vigentes autorizan a los venezolanos a manifestarse en defensa de la democracia y de los
derechos que ella consagra cuando son conculcados por los Gobernantes. Desde esta
perspectiva, hemos participado activamente e invitado a marchas de protesta organizadas por
los universitarios y por entidades representativas de la sociedad.
2. Consideramos que los merideños y los universitarios tenemos motivos suficientes para
reclamar, en la calle, derechos y conquistas logrados. El cierre del teleférico y del aeropuerto
Alberto Carnevali, con el consiguiente aumento de las dificultades para acceder a Mérida,
atentan contra el turismo; recursos presupuestarios insuficientes para la Universidad, es un
elemento fundamental que impide el desarrollo de la docencia, la investigación y la extensión
universitaria y el ingreso de mayor número de aspirantes a las aulas universitarias. Estas dos
fuentes de ingresos, junto con la producción agrícola y pecuaria que también ha sufrido daños
por las medidas gubernamentales adoptadas, constituyen la principal actividad económica y
fuente de empleo en la región. La inseguridad, el desempleo y la inflación crecen en forma
incontrolable y atentan contra los de menores recursos, creando un clima conflictivo que debe
ser tratado con mucha prudencia. Pero la gota que derrama el vaso, es la situación del sector
eléctrico, donde el propio gobierno ha reconocido la falta de planificación en los cortes de
electricidad en este estado y también que han sido excesivos, cuando se les compara con otros
estados o con la capital de la República. En consecuencia, el merideño protesta porque tiene
motivos y no porque este intentando desestabilizar al Gobierno.
3. Quienes conocemos Mérida y somos merideños por nacimiento o por adopción, recordamos
que siempre en nuestra ciudad han ocurrido protestas estudiantiles. Es una condición
intrínseca de la juventud protestar y exigir. La historia merideña muestra que esas protestas
han sido unas pacificas y otras violentas y que se han desarrollado siempre a lo largo y ancho de
la ciudad. Hoy solo encontramos dos diferencias con el pasado. Una, que al igual que en la
época de la dictadura del General Marcos Pérez Jiménez, no se permite el paso de
manifestaciones de la oposición por la Plaza Bolívar. Otra, que ahora las manifestaciones han
tenido lugar en espacios del Estado Mérida donde la Universidad de Los Andes no tiene
dependencias, lo cual identifica claramente la naturaleza específica de las más recientes
manifestaciones. La historia también nos enseña que con el fin de pacificar la ciudad y por el
bien de los estudiantes y de los merideños, han sido indispensables canales de comunicación y
acuerdos entre el Gobierno y la Universidad. Así se han evitado males mayores y así se ha
logrado superar dificultades, aún cuando quienes dirigían al Gobierno y a la
Universidad, hubiesen sido adversarios políticos. Para ese liderazgo, la Universidad y
la Ciudad estaban por encima de sus intereses políticos o personales.
4. Las acusaciones de dirigentes gubernamentales contra las Autoridades Universitarias
señalándolas de permitir en el recinto universitario, la presencia de individuos encapuchados y
armados, además de injustas, no contribuyen a la solución del problema de fondo. Endosar la
responsabilidad del orden público a quienes no tienen posibilidad de enfrentar a colectivos
que se encuentran armados y protegidos por personas y grupos extraños a la Institución, es un
procedimiento francamente cínico de evadir las obligaciones propias. Recordemos que la
Universidad carece de cuerpo de vigilancia armado y en consecuencia la única arma que tiene
una Autoridad Universitaria es su poder de convencimiento a través del ejemplo y la palabra.
5. El Gobierno Nacional y el Estadal deben interpretar las protestas, no como un intento de
desestabilización, sino como lo que efectivamente son: el clamor de un pueblo descontento
porque no ha logrado solución a sus problemas, que en muchos casos se han agravado.
Recordemos que este Gobierno hizo de la cuestión social el gran tema de los venezolanos y su
lucha contra la pobreza como objetivo esencial. Ese mismo pueblo hoy con mayor autoestima es
más exigente y se siente frustrado en sus expectativas.
6. El Señor Presidente de la República en acto celebrado ayer en Miraflores, expresó entre otras
palabras, las siguientes: “Si siguen así (con las protestas) me obligarán a tomar decisiones
radicales”. Estas afirmaciones solo estimulan más protesta y más violencia. Estamos seguros
que si por el contrario modificara su vocabulario y señalara, como y cuando va a solucionar los
problemas que originan la protesta, volvería la paz a Venezuela.
7.
Somos contrarios a la violencia, venga del sector que venga. Expresamos nuestro sentimiento
de solidaridad universitaria a los familiares y amigos de los jóvenes fallecidos, como lo hemos
hecho en el caso de las decenas de jóvenes que en las calles de Mérida perdieron su vida en los
últimos 50 años. Nuestras plegarias para que los jóvenes Guardias Nacionales heridos se
recuperen satisfactoriamente.
8. Hacemos un llamado a los estudiantes y al pueblo de Mérida, para que cuando realicen protestas
justificadas, alejen a los violentos y mantengan una actitud que no perjudique a la colectividad,
transportistas y otros sectores. A los Gobernantes que tengan en cuenta que Mérida es
diferente y como tal debe ser tratada, en consecuencia debe utilizarse la inteligencia y el
control para enfrentar las manifestaciones, impidiendo daños a personas y propiedades y
garantizar los derechos humanos a todos los ciudadanos. A las Autoridades Universitarias,
prever situaciones explosivas por causas intra o extra universitarias, tomando medidas
precautelativas que eviten daños a la Institución y a los miembros de la Comunidad
Universitaria.
9. Finalmente expresamos nuestro respaldo a las Autoridades Universitarias, elegidas
democráticamente por el voto directo y secreto de una amplia mayoría del Claustro
Universitario. En consecuencia repudiamos las campañas que pretenden desacreditarlos, las
solicitudes de renuncia y las acusaciones infundadas, pues en conjunto, solo pretenden eliminar
a unas autoridades legítimas escogidas en acto democrático, para intervenir a la Universidad
con pérdida absoluta de su Autonomía.
En Mérida a los veintinueve días del mes de enero del año dos mil diez.
José Mendoza Angulo
Néstor López Rodríguez,
Miguel Rodríguez Villenave
Genry Vargas Contreras,

Documentos relacionados