World Youth Movement for Democracy t for Democracy

Transcripción

World Youth Movement for Democracy t for Democracy
World Youth Movement for Democracy
Essay Contest Latin America & Caribbean Regional Winner
t for Democracy
Cameroon
David Emmanuel Vásquez Mateo
República Dominicana
Para muchos, la dem
Democracia es simplemente el poder del pueblo. Sin embargo, para mí es mucho más
que eso: es la máxima representación de que mi opinión cuenta y de que yo, como individuo, tengo
derechos que me asisten y deberes que cumplir… ¡Es la máxima representación de que yo soy
importante, al igual que todos los demás!
La democracia me da la libertad de ser quien soy y esto, a su vez, me permite llegar a ser lo que mi
potencial me permita; lo cual está íntimamente relacionado con los Derechos Humanos. Porque en la
medida en que tengo libertad, en esa misma medida puedo llegar a ser lo que quiera… Y si alcanzo mi
máximo potencial (lo que algunos denominan autorrealización), entonces puedo contribuir con el
mejoramiento y el avance de la sociedad.
Como puede verse en la historia de la humanidad, los últimos cuatro siglos han sido considerados como
los de mayor y más rápido avance, en comparación con todos los siglos anteriores. Y no es de extrañar
que el inicio de éste avance se haya dado con el comienzo de los Derechos Humanos y,
consecuentemente, de la democracia. Más aún: mientras los países que se rigen por un sistema
democrático, por lo general tienen ciudadanos que buscan su desarrollo; algunos países regidos por una
dictadura, tienen ciudadanos preocupados por su libertad, por la libertad del “Ser,” y esto no les permite
desarrollarse.
De esta manera, sólo cuando la persona siente que su opinión tiene importancia, sólo entonces tendrá
el impulso de auto-desarrollarse y, por ende, permitir el desarrollo de la sociedad misma (progreso); si
sienten que su opinión no vale, lucharán hasta conseguirlo (estancamiento). En tal tenor, además de
considerársela como facilitadora del crecimiento del Ser Humano, la Democracia misma es parte de este
proceso de crecimiento.
¿Cómo aporta la democracia en el desarrollo de la Humanidad? Sencillo: permite que los individuos se
expresen en todos los sentidos… desde su yo más íntimo (sus deseos, metas y aspiraciones), hasta sobre
las injusticias que sufre el colectivo. De esta forma, cuando protestamos por las injusticias, se produce
un cambio en la sociedad que va encaminado al mejoramiento de ésta y, por ende, al progreso de la
misma. He aquí un ejemplo de mi vida personal, que ocurrió hace poco tiempo e involucró a todos los
estudiantes de mi Universidad:
Recientemente, los créditos de la Universidad a la que pertenezco subieron de precio. Mas ese aumento
no estaba justificado, pues la infraestructura de ésta no es adecuada para dar clases: las aulas tienen
filtraciones de agua, las butacas están rotas, algunas calles están sin pavimentar e, incluso, han
aparecido ratones en los techos de algunas aulas. Por lo tanto, los estudiantes decidimos hacer una
protesta pacífica y recolectamos firmas para que: (1) La Universidad nos explicara el motivo del aumento
de los créditos o que, en su defecto, (2) No aumentara los créditos. Sin embargo, esa recolección de
firmas no le pareció correcta a la Universidad y decidieron suspender las matrículas de todos aquellos
que hubiesen firmado la carta. Yo fui de aquellos que firmé, pero por alguna razón (la cual desconozco)
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no me suspendieron la matrícula; no obstante, a muchos de mis amigos sí. Aquellos que fueron
suspendidos se dividieron en dos grupos:
1- Aquellos que pidieron “excusas” al Rector Magnífico por el suceso y, por ende, tiraron por la
borda todos sus derechos a protestar y a la libertad de expresión; por temor, básicamente, a
perder sus años de estudios (la mayoría).
2- Aquellos que siguieron haciendo uso de la democracia y de sus derechos, y acudieron a la
justicia en búsqueda de ayuda (gran minoría).
A la Universidad, por disposición del Tribunal, se le ordenó que reinscribiera a los alumnos de éste
último grupo inmediatamente y, en caso de no hacerlo, pagaría RD$16,000 por cada día de
incumplimiento. Aunque éste caso no involucra directamente al Gobierno Dominicano, por lo menos
demuestra que nosotros, como ciudadanos, tenemos derecho y libertad de expresarnos en contra de
aquellas cosas que consideremos injustas; poniendo, de este modo, el ejemplo de cómo debe ser
nuestra Participación Democrática en nuestro país y los recursos que tenemos disponibles para hacer
valer nuestra opinión.
“Vota por Ninguno” Vs. “Yo sí voy a Votar”
Para nadie es un secreto que el buen ejercicio de la Democracia debe tener como base un buen nivel
educativo por parte de los ciudadanos, pues dar un voto sin conciencia es dar un voto que no te
representa. Cuando votamos por un candidato por la simple razón de que “me va a dar un puesto en el
gobierno” o “porque mis padres me dijeron que lo hiciera,” estamos haciendo que nuestra opinión
(personal) no se tome en cuenta y que nuestros objetivos últimos (mejor calidad de vida, mayor acceso
a la salud, etc.) nunca se logren.
Yo me voy más lejos: Si no se cubren las necesidades básicas de los ciudadanos (alimento, vivienda,
salud, etc.), tampoco hay una democracia como tal. ¿Por qué? Porque el voto puede estar sesgado por
estas carencias; es decir, la persona votaría por aquel que le dé comida, le ofrezca una casa o le
proporcione medicinas. Cuando alguien vota basándose en esas cosas, demuestra una gran ignorancia,
pues el Estado no está para satisfacer las necesidades básicas del pueblo, sino para proveer los medios
o recursos que le permitan a la persona cubrirse sus necesidades.
Lamentablemente, todo eso ocurre en mi país. Empero, no todo es negativo. En cambio, pienso que está
surgiendo una Nueva Clase Inteligente de jóvenes, quienes buscan contrarrestar los ataques indirectos a
la democracia y a los derechos de las personas. Ésta nueva clase la he dividido en dos sub-grupos y yo
pertenezco al segundo.1
Al primer grupo lo he denominado “Vota por Ninguno.” Lo he llamado así fruto de un movimiento
creado en mi país, titulado así mismo, con el cual proponían a Ninguno como candidato. Ellos decían (a
manera de sátira): “¿Por qué votar por Ninguno? Porque Ninguno es transparente, Ninguno es honesto,
Ninguno dice la verdad, etc.”. En este grupo se encuentran aquellos que consideran que en el país no
hay ningún político que valga la pena y, por ende, se abstienen de votar.
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Aunque ambos grupos se crearon en mi país y en realidad existen, he querido englobar la mentalidad que, desde
mi perspectiva, tienen los dominicanos con respecto a la política. Por tanto, aunque millones de dominicanos no
son “miembros” de éstos grupos, su forma de pensar sí se puede englobar dentro de esas dos filosofías.
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Mi mamá, por ejemplo, pertenece a este grupo y ella tiene una frase que representa mucho al pueblo
dominicano: “Yo creo que mi papá es uno de los hombres más serios del mundo, pero si se mete a
político… ¡Es un sinvergüenza!” Esta mentalidad, sin embargo, acarrea consecuencias negativas para la
democracia.
En primer lugar, hace que los demás decidan por nosotros. Cuando elegimos a “Ninguno,” puede que
Ninguno gane; no obstante, será otro quien recibirá el Poder. ¿Y quiénes votaron por el otro?
Probablemente la clase cuyas condiciones no le permiten pensar: los que no tienen casa, no tienen
comida, los corruptos, los comprados (vendieron su voto), los que no tienen criterio, etc. Entonces,
tendríamos en el Poder a alguien claramente inadecuado para gobernar.
Por otro lado, cuando decimos que todos los políticos son corruptos, nuestra visión es empañada por
unos lentes enlodados y no podemos ver la realidad tal cual es: no podemos ver a ese pequeño grupo de
políticos que quizás valgan la pena; incluso, podríamos hacer que aquellas personas rectas y con buenas
intenciones dejen de postularse, por temor a ser tildados de corruptos y/o porque lleguen a
convencerse de que ya no hay solución.
Por tal motivo, considero que el grupo de protesta “Vota por Ninguno” resulta en irrevocablemente
inefectivo y, en cambio, recomiendo al grupo “Yo sí voy a Votar.” Éste último nació como descontento
con el primero y plantea que todos debemos de votar, pues esto constituye un derecho y un deber.
Planteamos que debemos votar por el candidato que más llene nuestras expectativas, aunque no sea
completamente; y que, en caso de que se cometan injusticias y/o se violen algunos derechos al
ciudadano, debemos utilizar los Recursos Democráticos para remediar las situaciones conflictivas que se
presenten o las injusticias que observemos.
Nuestra mentalidad es: “Cada gobierno tiene responsabilidades con el pueblo y debe buscar la mejoría
de éste. Por tanto, cada medida que se tome, cada resolución que se adopte debe ir encaminada al
bienestar de la mayoría y, en caso de que no suceda así, es responsabilidad de nosotros (el pueblo)
reclamar por todo acto que no vaya orientado hacia nuestra mejoría”. Nosotros vemos a los Gobiernos y
los Ministerios como empleados, que deben trabajar para el crecimiento general de la nación.
De ahí que las personas con nuestra mentalidad, alcancemos cierto grado de unión y nos congreguemos
para conseguir el bienestar de todo el pueblo dominicano. Por ejemplo: conseguimos firmas cuando
aumentan injustificadamente los créditos universitarios; otros se manifiestan en contra de la Cementera
en el Parque Nacional de Los Haitises y, aunque en un principio fueron ignorados, consiguieron el apoyo
de la ONU para evitar el horrendo crimen; otras personas, que todavía no han sido bien escuchadas,
protestan sobre el daño ambiental que produce la Barrick Gold en la República Dominicana; los médicos,
por otra parte, se han sometido a Encierros Voluntarios con el fin de que sus sueldos sean aumentados
(son los profesionales peores pagados en R.D.); entre otras.
De esta manera, aunque todavía falta mucho por perfeccionar, los dominicanos estamos aprendiendo a
utilizar la Democracia como recurso para que se nos escuche, como recurso para alcanzar el bienestar
general. Cada día utilizamos nuevos medios para expresarnos, de manera conjunta, sobre las injusticias
que se nos presentan (como el internet, los medios de comunicación, recolección de firmas, iniciativa
ciudadana, etc.).
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Y yo sé que todavía nos faltan millones de situaciones negativas para observar, decenas de políticos
corruptos que enfrentar y, tal vez, cientos de ciudadanos que no entiendan la importancia de votar y/o
de expresar nuestras opiniones. Sin embargo, también sé que seguirán apareciendo personas que
lograrán contrarrestar estas injusticias y motivarán a los demás a votar y a ejercer la democracia en
todos los aspectos en que sea posible. Yo planeo poner mi granito de arena. Y no importa qué tan lento
sea el crecimiento de estos “nuevos ciudadanos,” porque así como los árboles de madera más fuerte
tardan más tiempo en crecer, así nosotros iremos creciendo: con una fuerza tal, que terminaremos
ejerciendo la democracia en su más sublime nivel, logrando así una verdadera mejoría en la República
Dominicana y, quizás, un ejemplo vivo para el resto del mundo.
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