Continuación y bibliografía
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Continuación y bibliografía
Capítulo 500 Tumores poco frecuentes & e500-1 TUMORES TIROIDEOS MALIGNOS © ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito. Los cánceres tiroideos infantiles son tumores infrecuentes como el carcinoma medular de tiroides (CMT) y los carcinomas diferenciados de tiroides (CDT): carcinoma papilar de tiroides (CPT) y carcinoma folicular de tiroides (CFT). La inmensa mayoría de los cánceres tiroideos infantiles son CPT. El principal factor de riesgo medioambiental conocido para la aparición de CDT es la exposición a la radiación ionizante. El CMT es una enfermedad muy infrecuente en la infancia que casi siempre aparece en el contexto de un síndrome de neoplasias endocrinas hereditarias tipos 1 o 2 secundaria a mutaciones activadoras del protoncogén RET (REorganizado durante laTransfección);neoplasiaendocrinamúltipletipo2A(MEN2A) y tipo 2b (MEN2B). Además de la penetrancia casi completa de CMT, el 50% de los pacientes con MEN2A y MEN2B presenta feocromocitomas (FEO) y hasta el 30% de los pacientes con MEN2A tiene hiperparatiroidismo primario. Los pacientes con MEN2B tienen un fenotipo distintivo con un aspecto facial característico, hábito corporal marfanoide y una ganglioneuromatosis generalizada, cuya manifestación más aparente es la presencia de neuromas en la mucosa oral. Los niños con cáncer tiroideo consultan habitualmente por una masa tiroidea asintomática acompañada o no de adenopatía cervical. Las metástasis en ganglios linfáticos están presentes en la mayoría de los casos de CPT y hay metástasis pulmonares hasta en el 20% de los casos. Las metástasis son infrecuentes en otras localizaciones. A pesar de la presentación más avanzada, los niños con cáncer de tiroides tienen habitualmente un pronóstico excelente con una previsión de supervivencia durante décadas. La tiroidectomía total y la disección ganglionar linfática orientada al compartimento, según esté indicada, deben realizarla cirujanos con amplia experiencia en el tratamiento de cánceres tiroideos. En el CDT se administra radioyodo (I131) varias semanas después de la cirugía para destruir el tejido tiroideo normal residual y tratar el cáncer tiroideo residual que capta yodo; los niños con CMT no se benefician de la ablación con radioyodo. La concentración de TSH se anula con dosis suprafisiológicas de levotiroxina en el CDT, pero la TSH se mantiene normal en CMT. El seguimiento a largo plazo consiste en vigilancia de los marcadores tumorales (tiroglobulina en CDT y calcitonina/antígeno carcinoembrionario en CMT), así como en estudios de imagen según la extensión inicial de la enfermedad. La ecografía del cuello suele ser el estudio de imagen más útil. En general, la quimioterapia tradicional no ha sido efectiva en el cáncer tiroideo y nuevos fármacos antineoplásicos, como los inhibidores de la tirosina cinasa orales, están siendo prometedores en el tratamiento de niños con enfermedad inadecuada o sin respuesta a las medidas terapéuticas convencionales. En MEN2 hay una correlación entre genotipo y fenotipo, y la agresividad biológica del CMT depende del contexto hereditario en el que aparece. Con la llegada de las pruebas genéticas para las mutaciones RET, el CMT se ha convertido en uno de los pocos cánceres que puede prevenirse o curarse mediante tiroidectomía profiláctica antes de adquirir relevancia clínica. Las guías clínicas recientes han actualizado las recomendaciones sobre la edad de la tiroidectomía profiláctica en niños portadores de una mutación RET. BIBLIOGRAFÍA Cooper DS, Doherty GM, Haugen BR, et al: Revised American Thyroid Association management guidelines for patients with thyroid nodules and differentiated thyroid cancer, Thyroid 19:1167-1214, 2009. DeLellis RA, Lloyd RV, Heitz PU, et al: Pathology and genetics of tumours of endocrine organs World Health Organization classification of tumours (vol 8), Lyon, France, 2004, IARC Press. Grubbs EG, Rich TA, Li G, et al: Recent advances in thyroid cancer, Curr Probl Surg 45:156-250, 2008. Kloos RT, Eng C, Evans DB, et al: Medullary thyroid cancer: management guidelines of the American Thyroid Association, Thyroid 19:565-612, 2009. Waguespack S, Wells S, Ross J, et al, editor: Thyroid cancer. In Bleyer A, O’Leary M, Barr R, et al, editors: Cancer epidemiology in older adolescents and young adults 15 to 29 years of age, including SEER incidence and survival 1975-2000, Bethesda, MD, 2006, National Cancer Institute. Waguespack SG, Sherman SI, Williams MD, et al: The successful use of sorafenib to treat pediatric papillary thyroid carcinoma, Thyroid 19:407-412, 2009. Ying AK, Huh W, Bottomley S, et al: Thyroid cancer in young adults, Semin Oncol 36:258-274, 2009.