El libro rojo del Putumayo, precedido de una
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El libro rojo del Putumayo, precedido de una
ilUí: p il-^ irí fi* . : 1 Mi ir \^ a primera edición inglesa. Abril de 1913 EL LIBRO ROJO DEL PUTUMAYO PRECEDIDO DE UNA INTRODUCCIÓN SOBRE EL VERDADERO ESCÁNDALO DE LAS ATROCIDADES DEL PUTUMAYO PUBLICADO EN INGLES POR 27, N. THOMSON & Co. CANNON STREET, LONDON, EDICIÓN ESPAÑOLA DE ARBOLEDA <fi E. VALENCIA. BOGOl C. 'Uí EL LIBRO ROJO DEL PUTUMAYO PRECEDIDO DE UNA INTRODUCCIÓN SOBRE EL VERDADERO ESCÁNDALO DE LAS ATROCIDADES DEL PUTUMAYO ll^j'?{f^dQ :con[ fnsp-'^/pppgs]-,'; PUBLICADO EN INGLÉS POR N. 27, THOMSON & Co. CANNON STREET, LONDON, EDICIÓN ESPAÑOLA DE ARBOLEDA & E. C. VALENCIA. BOGOTÁ. 1913 O A D. K. PREFACIO Este pequeño volumen Libro Azul publicado en sirve el complemento de pasado mes de al su julio: contenido va seriamente encaminado a perseguir los que no logró realizar fines humanitarios Afirma Sir Roger Casement que la el Libro Azul. única esperan- za para los indios que sirven de víctima a los caucheros peruanos en o mejor dicho, en el la Putumayo está en la "clausura," suspensión de la producción de caucho en esas regiones por un período no menor de dos años. Con esto establecerse cauchera podría la industria sobre sólidas bases económicas, y se podría dar tiempo suficiente también a los indígenas para que emprendieran cultivos que aseguraran subsistencia y para que pudieran ponerse bajo su la in- " fluencia benéfica de la civilización. Llegar a ese fin ne este pequeño es el libro. único objeto que se propo- Colombia y el Perú se dis- inmensas regiones del Putumayo. Una y otra nación han reconocido su neutralidad, mientras putan el las de arbitraje resuelve, definitivamente, sus cuestiones límites. No hay probabilidad de que ninguno de los dos países presente dificultades insuperables para solución arbitral de sus antiguos Mientras se espera la litigios la limítrofes. decisión de los arbitros, podría PREFACIO VI hacerse efectiva la Grey ha dicho en propuesta "clausura." Sir Edward la Cámara de cuestión de suspender bía tenerse muy la los Comunes que la exportación del caucho de- en cuenta. La lectura de estas páginas demostrará la prioridad de los derechos de Colombia. En ellas se verá que el de Colombia ha sido usurpado por territorio el Perú por vado a la Iquitos, fuerza de las armas, y que se han como lle- muchos de los coPutumayo. Colombia po- prisioneros, lonizadores colombianos del dría indudablemente pedir la introducción de reformas efectivas como preliminar a una "clausura" de dura- ción razonable. Digna de atención es la siguiente recomendación hecha por Mr. Bryce, Embajador de Inglaterra en Washington, en carta dirigida a Sir Edward Grey con fecha 12 de enero de 1912: "Es mi creencia que este seria el momento de que el Gobierno de sugiriera a los Estados Unidos una línea de acción definida, acuerdo por los dos Gobiernos, con todas, la supresión de las tiempo han existido en "La presión de M. da asegurar, una vez por la opresión que por tanto Putumayo. Inglaterra y de los Estados Unidos sobre el Gobierno podría obligarlo no solamente a perfeccionar sus títulos en del Perú esa región, mediante traje, sino parte de el el fin crueldades y de S. tomada de la negociaciones con Colombia o mediante el arbi- también a establecer una administración correcta sobre esa misma región que pueda declararse peruana." Fácil es explicar el origen de este pequeño volumen. La lectura del Libro Azul me convenció de que era imposible esperar reformas efectivas del Gobierno peruano. Afirmaban esta convicción las res- PREFACIO puestas dadas a mara de las interpelaciones Comunes, los presentadas en la así como vil hechas en las la Cá- declaraciones investigación general. La contro- versia que resultó del propósito de enviar una Mi- sión protestante al Putumayo dio peso mayor a las conclusiones alcanzadas por mí. En una o dos car- por mí, hice ver que el Perú no tenía derecho legal para ejercer jurisdicción en esa región, tas dirigidas y que, por consiguiente, no tein'a porqué intervenir en el establecimiento de una Misión protestante. La simple aseveración de un hecho, sin ninguna desde clase, el comprobación de no convence a nadie. Vi claramente, principio, la necesidad de presentar los hechos comprobados y en su totalidad. Los datos publicados en el presente volumen no son, en manera alguna, completos, y han sido reco- gidos en las fuentes este país. A de información existentes en ese respecto he sido muy afortunado. Camacho, autor de un libro titulado Las crueldades en el Putumayo y en el Cagueta, publicado en Bogotá en 1910, vino a Europa a fines del aíio pasado. Obtuve de él un ejemplar El doctor Vicente Olarte de su obra. El doctor Olarte Camacho es autor también de otro libro importante titulado Los convenios con el Perú. En esos libros he encontrado numero- sos documentos oficiales. De fuentes innumerables he logrado adquirir grande acopio de datos. Después de volumen, la llegar a la decisión de publicar este Comisión Parlamentaria sobre gación de las atrocidades del Putumayo ha investiilustra- PREFACIO VIII do considerablemente las al condiciones reinantes en timos años. Es cosa sufrían la misma con público, el probada que que suerte referencia a Putumayo en los los úl- colombianos los indígenas. El Libro Azul hace apenas referencia a asaltos ocasionales de los peruanos contra los colombianos: ciones de detalles la Comisión Parlamentaria hacen conocer que se explican ampliamente en estas pá- que no tienen, ginas, las declara- sino hacer público el sin embargo, por único objeto daño sufrido por los manos peruanas. Este punto de puede, en manera alguna, importarme. Mi bianos, de ésta: suspendida la exportación de caucho, colomvista-no tesis es las atro- cidades cesarán automáticamente. El objeto de estas páginas es el de señalar la manera sencilla, natural y práctica de efectuar esa suspensión. Ellas van en- caminadas también a desvanecer que el Putumayo la idea errónea de es territorio peruano. N. T. CONTENIDO PÁGS. Prefacio Mapas: : . Principales secciones caucheras Regiones habitadas por las principales TRIBUS indígenas . . xi . XIII Regiones productoras de caucho Introducción I. III. IV. . ... ... La región del Putumayo Primera ocupación del Putumayo El diario de un misionero Tratamiento de los indios en Colom. V. VIL VIII. IX. X. XI. Tratamiento de los indios en el Perú Los INDIOS DEL PUTUMAYO Historia de las atrocidades El informe del Juez Paredes Las declaraciones DE Mr. Hardenburg Las revelaciones de Mr. Paternóster ... . . XIII. 22 Revelaciones hechas en el 34 38 . 42 . 86 91 97 Parla- mento XII. 1 6 28 bia VI. xv xix Capítulo. II. v 101 Derechos de soberanía de Colombia 103 .119 Neutralidad del Putumayo . El arbitraje como Apéndice: Investigaciones de la Comisión única solución XIV. Selecta . 125 131 Principales secciones caucheras. Regiones habitadas por las principales tribus indígenas. Regiones productoras de caucho. INTRODUCCIÓN Desde Azul la publicación en julio pasado del Libro británico, se ha arrojado considerable luz sobre de la historia mayo en mente a los atrocidades cometidas en últimos años. investigación de la taria que, las el Putu- Débese esto principalComisión Parlamen- la en los interrogatorios que ha hecho a los testigos, ha logrado, indirectamente, adquirir nuevos informes sobre puntos numerosos e importantes. Es uno de ellos la que se refiere a los cuestión internacional: derechos es territoriales decir, la de Colom- bia y del Perú sobre las regiones yacentes al Norte del Amazonas. Esta cuestión, de importancia capi- tal, que no puede separarse de investigación com- prensiva ninguna que se emprenda sobre las atroci- dades cometidas con los indios del Putumayo, no ha sido estudiada detalladamente en este país. El bienestar futuro de las innumerables bitan las vastas regiones del tribus que ha- Putumayo depende del arreglo definitivo de los límites entre Colombia y el Perú. Es pues de esperarse que estas páginas sean suficientemente completas para claridad los títulos república sobre el hacer aparecer con de jurisdicción de una y otra territorio en cuestión. 2 INTRODUCCIÓN XX Otro punto de grandísima importancia es que el se refiere a las medidas adoptadas por las autorida- des peruanas para ganar ascendiente sobre las tribus que habitan esas regiones y para adquirir soberanía sobre el territorio y control de una industria que prometía grandes utilidades financieras, no solamente para aquellos que actualmente también para el explotaban, sino la Gobierno del Perú. Es esa de un grave escándalo que envuelve que es tan deshonroso como del Perú y hayan sido en lo informe al la historia de la base buen nombre el los que más En su las naciones. Foreign Office Sir Roger Casement hizo definidos cargos criminales contra algunos de los em- pleados de la nombrada por Peruvian la Amazon Cámara de atrocidades vestigar las del Comunes para inPutumayo averigua si los Directores de cae alguna responsabilidad sobre los dicha Compañía. se ha pretendido saber asunto. No pretendemos ninguno; pero no es posible, de los límites al en territoriales emitir al adverso juicio estudiar cuestión la de Colombia y el Perú y recopilar los resultados de una investigación so- bre la historia comercial del Putumayo, descuidar o no tener en cuenta la parte que corresponde, en los crímenes del Putumayo, a na. si Gobierno peruano tiene alguna responsabilidad el el No La Comisión Co. En la Administración otras palabras, el papel activo y riosamente pasivo representado por el el perua- papel cu- Gobierno pe- ruano en los acontecimientos del Putumayo, desde los primeros años de este siglo, constituye un es- INTRODUCCIÓN xxi cándalo infinitamente más grande que aquel que deriva su origen de la explotación comercial de las re- giones caucheras por individuos que con ello perse- guían ganancias puramente personales. Por una parte tenemos un grupo de aventureros sin escrúpulo que no vacilaron ante crimen ni brutalidad ninguna, con el fin de enriquecerse; por otra parte, una nación que, con pleno conocimiento de los terribles crímenes que se cometían, se aprovechó deliberadamente de ducta criminal de sus la con- ciudadanos y agentes para usurpar una gran porción de territorio que estaba en litigio, pero que estaba, también, ocupada por ciu- dadanos y autoridades de otra nación. Estas páginas demuestran que en 1907 no peruano tenía conocimiento Arana Hermanos ejercía Caraparaná. En ese año del diera la prueba el la Gobier- Casa de dominio comercial sobre zona cauchera situada entre Exteriores de que el la los ríos Igaraparaná y Ministerio de Relaciones Perú pidió a su Representante que documentada de sesión de la Casa Arana, con el derechos de Colombia sobre ese ocupación y pofin de discutir los la territorio. En otras palabras, las Autoridades peruanas, en su exceso de celo para medio de adquirir soberanía la sobre esa región por decantada empresa patriótica de los ne- gociantes peruanos, o por los medios diferentes del arbitraje, no solamente han tolerado indios, sino litares, que, con han contribuido las matanzas de el apoyo de sus fuerzas mi- al despojo de los propietarios colombianos. Es evidente que el Gobierno peruano XXII INTRODUCCIÓN consideraba que la selvas haría fácil remota soledad de esas el vastas evadir las quejas que pudieran levantarse. Esa distancia podría hacer también inno- cua toda acción por parte del Gobierno de Colombia. Desde los tiempos de la independencia surameri- Perú ha reconocido y admitido repetidas veces que las vastas regiones situadas al Sur de Cocana el lombia, Norte del al Este del Ecuador, rreinato de la 1873, sin Perú, al formaban Oeste del Brasil y Nueva Granada, hoy Colombia. En embargo, una Comisión peruano-brasileiía un lindero situado a noventa y tres millas de fijó boca del río Putumayo: el Putumayo, que mide, según datos fidedignos, mil millas. tarde el General Dos años Reyes, ex-Presidente de Co- lombia, estableció un servicio de vapores en Putumayo: hasta la Perú quiere hoy ejercer jurisdicción sobre todo el curso del más al antiguo Vi- parte del fines del siglo el río pasado Colombia go- zó posesión tranquila de las regiones discutidas. La ocupación peruana data del año de 1900, época en que los <:olomb¡anos no como Iquitos, fueron atacados y llevados a prisioneros de guerra sino como competidores comerciales de los negociantes peruanos. En el año siguiente la Casa Arana Hermanos logró adquirir dominio completo sobre la zona cau- chera: los caucheros colombianos que prestaban pro- tección a los desventurados de zon las indios garras de los capataces de la que escapaban Peruvian Co., fueron encarcelados o asesinados. Ama- INTRODUCCÍON No puede ser más desagradable atrocidades reveladas en el la xxiii historia Libro Blanco publicado recientemente por no de los de esas Libro Azul inglés, en Estados Unidos, en el el Gobier- inglesa Truth, la revista en los periódicos de Iquitos La Sanción y La Felpa y en Crueldades en las el Putumayo y en el Cagueta, publicado en Bogotá en 1910. El Gobierno peruano permanece inconmovible ante en esas publicaciones. Las por el los hechos relatados representaciones hechas Foreign Office no han producido acción efec- tiva ninguna. bia han ridades Las protestas del Gobierno de Colom- servido para animar el ardor de peruanas en sus conquistas las auto- inicuas. La re- velación del tratamiento que se da a los trabajadores en el cial, Perú tiene porque que serle, los capitalistas a la larga, perjudi- y negociantes extranje- ros de quienes depende en gran parte económico de las Repúblicas garán a prestar apoyo a las el desarrollo suramericanas se ne- empresas de ese país rehusando identificarse con una nación que ha perla civilización, y que pretende, únicamente, aprovecharse de su influencia benéfica. dido todo derecho a EL LIBRO ROJO DEL PUTUMAYO CAPITULO PUTUMAYO LA REGIÓN DEL El Putumayo bañada por el I nombre que Putumayo y sus es el río recibe región la afluentes, y com- prende una extensión más grande que aquella en que la Casa Arana Hermanos, y posteriormente viart Amazon Co., han efectuado la Pem- sus operaciones caucheras. Esta área, comparativamente limitada, se la región situada entre el Igaraparaná y Caraparaná, los dos principales afluentes del Putu- confina a mayo, y se extiende desde este ta. Este importante afluente del nea que divide do al Norte y gio entre el el la el hasta el Amazonas Caquees la vasta región del Putumayo, en el lí- colombiano no disputa- territorio Colombia y Sur hasta río liti- Perú, que se extiende por Amazonas y afluente. Mientras viene el hasta arbitraje el río Ñapo, su que defina derechos respectivos de ambas Repúblicas para los ejer- cer soberanía en esa región, su neutralidad ha sido declarada en cierto número de convenios firmados EL LIBRO ROJO DEL 2 PUTUMAYO por ambas naciones durante los ocho años que minan en IQIL La región ter- Putumayo abraza un del área calculada aproximadamente en 200,000 millas cuadradas. La zona en donde Arana Hermanos llevaron a cabo sus infames operaciones comerciales abraza de diez a doce mil millas En prospectos de cuadradas. Pemvian Amazon Co. Limited mente que la la afirma ambigua- se Compaíiía tiene derechos sobre una gran región conocida con el nombre del Putumayo, que se estima en cerca de doce mil millas cuadradas; más adelante se verá que el Gobierno peruano se ha aprovechado hábilmente de que esa zona haya estado bajo el control comercial de Arana Herma- nos y posteriormente de la Pemvian Amazon Co. para reclamar y ejercer jurisdicción sobre toda la región del Putumayo que beceras del Poco río río se extiende hasta las ca- que lleva ese nombre. se sabe del vasto bañado por territorio el Putumayo. Los numerosos exploradores colom- bianos, misioneros, negociantes y colonos que desde el siglo XVI han viajado por esas regiones o en ellas se han establecido, no suministran datos geográfi- cos de importancia alguna. Gran lástima causa esto, porque es evidente, como las lo demuestran claramente desconcertantes declaraciones hechas por los tes- tigos interrogados por la Comisión con respecto a la dicho a de administración) en la falta del Putumayo Administración peruana (o mejor las selvas del Perú, que los recursos naturales de esas 200,000 mi- PUTUMAYO LA REGIÓN DEL cuadradas de Has hasta cuando territorio no podrán 3 conocerse peruana haya sioo to- talmente reemplazada por una administración más ci- la jurisdicción vilizada y humanitaria. Debe muy notarse, y esto es favorable a las actividades colombianas en la ocupa- ción y exploración de esta región, que ningún misio- nero o comerciante agentes de la con excepción de peruano, Casa Arana, se ha establecido en tumayo. Afortunadamente para las tribus el los Pu- aborígenes esparcidas en ese territorio, los agentes del crimen no han traspasado iniciado No el infame se conoce Putumayo, pero del río la zona en donde sus patrones han sistema de explotación cauchera. la las población india de tribus la que habitan Putumayo suman, según región del las riberas cálculos hechos hace algunos años, cosa de cien mil almas. Teniendo en cuenta la disminución considerable efectuada por los asesinatos incesantes de los agentes de Arana, fra si la ci- de población tiene que ser aún más considerable a ella se añaden las tribus que habitan las regio- nes interiores y las riberas de los treinta o cuarenta pequeños afluentes del río Putumayo. La obvia sig- hecho hace surgir pensamientos nificación de este siniestros. El conocimiento perfecto de los terribles crímenes resultantes de parte, la ocupación peruana de una pequeña afortunadamente, de tumayo, está en poder de todo páginas se revelará tados por territorio. el la historia el la región del Pu- mundo: en estas de los métodos adop- Perú para adquirir soberanía sobre ese EL LIBRO ROJO DEL 4 Es hecho reconocido que PUTUMAYO las atrocidades no han alguna y que las "posesiones" Putumayo no son un aislado "Pa- en manera cesado de Arana en raíso del el diablo" bajo yo de esta la vigilancia pueden traerse tesis peruana. En apodeclaraciones las presentadas por Sir Roger Casement y por Mr. Mit- Comisión del Putumayo, chell a la las cuales repro- ducimos más adelante. ¿Nos veremos nombre de pedir, en los derechos de obligados a la Humanidad, región del Putumayo, que cubren una extensión veinte veces mayor que que todas la de las selvas llamadas las en donde viven de la millares de aborígenes queden por siempre bajo yugo de el y de su Gobierno que, en toda tierras Aranas y ''posesiones" de los la indefensos, los peruanos extensión de las montañosas de esa República, no solamente como animales salvajes sino que tratan a los indios convierten a sus hijos en esclavos y a sus mujeres en concubinas? ¿Se permitirá que el asesinato, la de la zona central rapiña y la tortura se extiendan ocupada por agentes y empleados que gozan de la protección de las autoridades de Iquitos, a las más Putumayo? Ese vastas y remotas regiones del problema: amenos que es el la civilización y sus fuerzas sean un fraude, los hombres y las mujeres pensantes de este país no pueden dejar de aprovechar oportunidad de impedir la la continuación de las atro- cidades que se cometen sobre los pocos millares de indios que aún quedan en la agentes peruanos: es preciso zona dominada por los también impedir que LA REGIÓN DEL PUTUMAYO 5 se cometan estos crímenes con los desgraciados salvajes que habitan toda la región bañada por tumayo y sus afluentes. el Pu- CAPITULO II PRIMERA OCUPACIÓN DEL PUTUMAYO La región del Putumayo atrajo, por primera vez, como campo de empresas comerciales, cuando la demanda de caucho hizo que, debido al agotamiento de fuentes más accesibles, se especial atención, emprendiera su recolección en regiones remotas. El Brasil, Colombia y el Perú han sido por muchos años los centros principales de producción de cau- cho silvestre en Suramérica. Los caucheros de esas tres Repúblicas han tenido que penetrar en regiones inexploradas o poco conocidas, con el fin derarse de ese valioso producto. Fue esa ra como los caucho desde difícil y a mane- caucheros extendieron su esfera de ac- ción a regiones de acceso y de apola las lejanas menudo difícil. El transporte del colonias se hizo imposible. No costoso es extraño, pues, que en estas circunstancias los caucheros peruanos y colombianos entraran en contacto directo en esas vastas regiones desconocidas, que quedan al Sur de Colombia, al Norte del Perú y al Oeste del Brasil. muchos años después, cuando, seinforme de Sir Roger Casement, "se efectuó Sin embargo, fue gún la el primera invasión colombiana (a principios del 80) a las regiones del Putumayo. Fue entonces "cuando PRIMERA OCUPACIÓN DEL PUTUMAYO se estableció un gran 7 número de colonias colombia- nas en las riberas del Caraparaná y del Igaraparaná, y aun en la región situada entre este último río y el Caquetá, y en las cabeceras del Cahuinari. Los pri- meros caucheros colombianos que bajaban de las colonias establecidas en las tierras altas se establecieron en puntos diferentes sobre las cabeceras del Caraparaná y del Igaraparaná y entraron en que lo se llamó relaciones de comercio con esas tribus inocentes." Durante los primeros años de la ocupación los colonos colombianos gozaron de posesión tranqui- porque la, los peruanos no entraron a aquellas re- giones en número apreciable sino a principios del siglo, y cial no tomaron parte en explotación comer- de esa región sino en los últimos años del glo pasado los la (1). si- Durante los doce o catorce años que caucheros colombianos permanecieron en pose- sión completa de la región, su administración esta- ba directamente en poder del Gobierno bia. El de Colom- primer atentado de usurpación por parte del Gobierno peruano se efectuó en 1900, año en que una lancha peruana armada en guerra subió el Pu- tumayo y estableció una Aduana en un punto cercano a su desembocadura, llamado Cotuhé. Cuatro años antes J. C. Arana había entrado en negocios con los colonos colombianos. En su informe al Fo- (l) Sir Roger Casement asegura en su informe que en 1903 "la gión estaba principalmente ocupada por caucheros colombianos." re- EL LIBRO ROJO DEL 8 Roger Casement hace el siguiente circunstancias en que Arana y las au- reign Office sir relato de las PUTUMAYO toridades peruanas entraron por primera vez en contacto con los colombianos establecidos en el Putu- mayo: "A fines de 19D4 la Casa de Arana Hermanos no tenía dominio com- pleto sobre la región en que efectuaba sus negocios con los indios. mayoría de aquellos que explotaban a ellos eran colombianos que caucho de Putumayo y se habían habían venido al establecido en diferentes lugares sobre las riberas de sus afluentes Caraparaná y nos colombianos poseían concesiones otorgadas por su Gobierno. no era cosa fácil montañosa de del caucho la obtener víveres de Colombia, debido a región en que nace quedaba el Parece que en algunos casos esos colo- Igaraparaná. el La los indios y obtenían río abajo, sobre la Como naturaleza el Putumayo, y como el Amazonas, era más conveniente el mercado entrar en relaciones con los negociantes del Brasil o del Perú y obtener de ellos lo que se necesitaba que buscar víveres en Colombia, ha- ciendo uso de Hermanos en la larguísima y difícil Iquitos entró desde vía de Pasto. muy temprano La Casa de Arana en relaciones con los colonos colombianos, estableciendo una línea de vapores entre Iquitos y los dos tributarios del Putumayo arriba nombrados, proveyó a las necesidades de los colombianos y trasportó el al mercado de Iquitos todo caucho que producían. Poco a poco tales relaciones cambiaron : Ara- na Hermanos, de simples intermediarios se convirtieron en propietarios de la mayor parte de las empresas colombianas en esas regiones. El traspaso era hecho, en ocasiones, por compraventa, y algunas veces por otros medios." Más adelante dice el Informe: "Los caucheros que se establecían de esa manera tenían que apelar a los territorios peruanos y brasileños situados abajo del río para pro- veerse de víveres y de todo lo necesario, para una existencia civilizada, así como de las mercancías indispensables para sus tratos con los in- dios: era imposible dirigirse a las ciudades colombianas de donde vi- nieran originalmente. de Iquitos por Era cosa comparativamente la vía fluvial; Arana Hermanos con los fácil llevar víveres en esa forma, en 1896 abrieron negocios caucheros colombianos. Los tratos recíprcoos PRIMERA OCUPACIÓN DEL PUTUMAYO se hicieron cada dia 9 más grandes y terminaron en la adquisición hecha la mayor parte de las empresas colombia- por Arana Hermanos de nas" (1). Azul demuestra claramente que El Libro ra la prime- ocupación del Putumayo fue efectuada por ciuda- danos de la República de Colombia, quienes fueron los primeros en explotar las riquezas esa región que, como dice Sir Roger Casement, "no pertenecía, prácticamente, a nadie, y lejos caucheras de estaba situada de toda autoridad y de toda influencia zadora, figurando en los punto de El Libro litigio civili- mapas de Suramérica como de tres repúblicas suramericanas." Azul establece además el hecho de que las colonias fundadas por estos caucheros colombianos "se adquirían unas veces por compraventa y otras diferentes," y que un explorador francés por medios llamado Eugenio Robuchon "fue contratado en 1903 por el señor Julio C. Arana, en nombre del Gobier- no del Perú, para conducir una misión exploradora Casa Arana Her- a las regiones reclamadas por la manos," aunque en ese año región "estaba ocu- la pada principalmente por caucheros colombianos," y en 1904 "la Casa Arana Hermanos no tenía aún do(1) Se verá más adelante que según los informes publicados por Mr. W. Hardenburg, en su libro titulado El Putumayo, que, no obstante el precedente establecido por la Casa Arana con respecto al tratamiento criminal de los indios, no se pudo hacer cargo ninguno contra los colombianos que en la época de su visita tenían empresas en esa región. Por el contrario, Hardenburg claramente manifiesta que los colonos colombianos trataban a sus empleados indios caritativa y bondadosamente. El hecho es que los colonos colombianos sufrieron de manos peruanas el E. mismo tratamiento que los indígenas. EL LIBRO ROJO DEL 10 minio completo sobre Casement que PUTUMAYO región." Afirma Sir Roger la 'Mos colombianos que furtivamente ex- plotaban las posesiones de la Compañía. . . cuando . no eran asesinados eran llevados maniatados de tación en estación, en donde se es- insultaba, gol- les peaba y abofeteaba." En otras palabras, el Libro Azul prueba abundantemente que la Casa de Arana Hermanos, y más tarde los agentes de Pemvian Ama- la zon Co. Limited, emprendieron expediciones armadas contra los colombianos establecidos tanto en esa región como en el de Colombia situa- territorio Norte del Caquetá y que no está sujeto a discusión. Es éste un punto de importancia, pues debe do al recordarse que Pemvian Amazon Co. Limited como tal no solamen- la era una Asociación inglesa y te perpetuó atrocidades sobre aboríge- tribus las nes que habitan territorios no disputados de Colombia, así les por como sobre el regiones reconocidas como neutra- Perú en los convenios por éste firmados con Colombia, sino que también envió fuerzas armadas contra los ciudadanos de Colombia en esa República como claramente y a regiones que, prospecto de tre la Colombia y placablemente sado, la el al lo manifestaba Compañía, eran punto de Como Perú. estudiar el Times lo dijo im- Libro Azul en julio pa- el Casa Arana Hermanos "despojó a los colo- nos colombianos haciendo uso de los métodos mitivos de la exterminación y de notarse también que Compañía, tal como lo el el en- litigio la pri- conquista." Es digno llamado territorio de describía el Presidente la de PRIMERA OCUPACIÓN DEL PUTUMAYO en ella reunión anual de la 11 Compañía, efectuada la en diciembre de 1910, no existía, como se verá más adelante. NEGOCIANTES QUE PRECEDIERON A LOS CAUCHEROS El negocio de salvajes de caucho en remotas y regiones las América del Sur comenzó a la princi- pios de la penúltima década del siglo pasado; como lo explica Sir Roger Casement, fue entonces cuan- do entraron Putumayo lombianos. al No los primeros fueron ellos, sin caucheros co- embargo, prime- los ros explotadores de los recursos comerciales de esa región: diez años antes, en vas de Colombia y tural el la época en que las sel- Perú, debido a su riqueza na- en quina, ofrecían considerable atractivo a los negociantes emprendedores, gran número de colombianos invadieron región en busca la ducto que sirve de base a nina. El valor la de ese pro- fabricación de la qui- de ese artículo era entonces de diez chelines por onza: la explotación de las selvas, ri- cas en esos productos, era origen de cuantiosas fortunas. La prueba de esa ocupación del Putumayo los negociantes tas escritas por región en 1895. "Hace veinte años, la época de colombianos se encuentra en un misionero francés que De ellas (1875), había la cascarilla extractamos la no- visitó la lo siguiente: más blancos en Mocoa que hoy: era (corteza de quina). Los maron una compañía para por las hermanos Reyes explotación y exportación de la for- quina; 3 EL LIBRO ROJO DEL 12 PUTUMAYO durante muchos años efectuaron un activo negocio. Tres vapores subían regularmente por Amazonas y el el Putumayo hasta San José para Compa- recoger ese producto natural; las agencias establecidas por la La prosperidad, sin embargo, no fue larga, y todas las utilidades fueron para los intermediarios. El trabajo manual era ñía eran numerosas. La Compañía no pudo sostenerse. Uno de costoso. gó y los otros fueron los buques naufra- vendidos." "Los vapores pequeños pueden entrar por el Atlántico y subir por el Amazonas y el Putumayo hasta San José. Era aquí donde el Prefecto de la Provincia de Mocoa tenía un pequeño vapor construido especialmente para bajar el Putumayo y subir el Amazonas hasta Iquitos, en el limite con el Perú. Cuando llegué a San José (1895) el vapor había salido la semana anterior con el fin de recoger carga un poco más abajo." En SU libro denburg, al sobre el Putumayo, Mr. W. E. referirse a las exploraciones del Har- General Reyes en esa región, dice: "La Sofía era el centro de operaciones del General Reyes en la época en que se ocupaba en años. Era fue allí allí el el negocio de quinas en esta región, hace muchos centro de la donde se perdió el navegación de vapor en el Putumayo y vapor Tundama de propiedad Cuando Materón (colombiano) visitó aquel lugar, once de Reyes. meses antes, encontró todo cubierto de rastrojo y de vegetación tropical; los cios estaban casi Cuando completamente destruidos." se formó la Compañía de Reyes Herma- nos no había transitado aún ningún vapor mayo. Esa Casa estableció pores en ese lo edifi- río, el el Putu- primer servicio de va- y es digno de notarse que en nu- merosos puntos de su curso se encuentran lugares y puertos bautizados por el General Reyes: por ejemplo. Puerto Sofía se llama así en recuerdo de la es- posa del General. PRIMERA OCUPACIÓN DEL PUTUMAYO Como en ese entonces no existía 13 tratado de na- vegación y comercio entre Colombia y el Brasil, los hermanos Reyes tuvieron que obtener permiso del Gobierno del "para explotar un negocio de Brasil exportación e importación, en buques brasileños entre los puertos del dos en el interior la vía del río Iza Amazonas y o Putumayo." El permiso fue con- cedido en orden firmada por el 2 de septiembre de 1875 hermanos Reyes conti- licencia, los nuaron como dueños de mayo el Ministro'de Hacienda del Brasil. Provistos de permiso o este puertos situa- los de la República de Colombia, por la navegación en hasta 1884, año en que Putu- el Compañía entró en la liquidación. Es digno de notarse que el establecimiento de los vapores de Reyes Hermanos en sionó protesta alguna el Putumayo no oca- por parte del Gobierno pe- ruano durante los nueve años en que esos señores tuvieron en su poder lejos brado de eso, así el la navegación de ese hecho fue que por una provincia ¡quitos en su primer viaje las Muy de Boyacá) salió de con patente concedida por autoridodes peruanas. Los papeles del buque in- dicaban claramente que se el río. Tundama (nom- el Putumayo, situados en dirigía a puertos territorio fue sino hasta fines de 1900 cuando salió el No de Iqui- tos la lancha de guerra Cahuapanos, que fue mer barco peruano que navegó sobre colombiano. el pri- Putumayo. La lancha estaba adaptada para fines comerciales, pero llevaba a bordo una escolta militar que desembarcó EL LIBRO ROJO DEL 14 PUTUMAYO Cotuhé, a cosa de noventa y tres en millas de la desembocadura del Putumayo. El Cahuapanas por primera vez y el pabellón sirvió para establecer en Comisaría alguna a Colombia o al extraño oficial Brasil de ese procedimien- Circunstancia que hace extraño e insólito. to Cotuhé una aduana y una Perú no dio notificación fluvial. El llevó peruano a esas aguas más hecho de que dos años antes un perua- el no llamado Raategui, acompañado de un italiano de ocupaban en cauchar en las apellido Catta, que se vecindades de Coiuhé y que querían extender el campo de sus operaciones pretendieron subir el Putu- mayo en lancha peruana Tahuaya; pero la autoridades no brasileñas como las hubo de permitieran, lo registrarse la barca bajo pabellón brasileño. El General Reyes nos envía la siguiente relación referente a la Compañía formada en 1875 con el cabo operaciones de comercio en el fin de llevar a Putumayo y sus afluentes: "En el año de 1874 exploré el Putumayo en compañía de mis herma- nos Enrique y Néstor, Durants diez años exploramos Ñapo, el Caquetá y otros afluentes del el Amazonas. En Putumayo, el esos rios establecimos un servicio de vapores que se llamaban Apihi, Larroque y Colombia. Construímos caminos lombia. Abolimos en la el tráfico d3 esclavos parte inferior del río; en al el primero de Tandama, interior que se efectuaba con de Co- los indios muchas ocasiones combatimos con los entregamos a las traficantes de esclavos, y haciéndolos prisioneros, los autoridades brasileñas para que se les juzgara y castigara. Civilizamos muchas tribus salvajes tas mil almas. que en aquella época contaban más de doscien- Mantuvimos la soberanía de Colombia sobre yo, que le pertenece hasta la frontera del Brasil, el Putumaaunque actualmente Perú pretende avanzar hasta la cima de las montañas y hasta las mismas puertas de Pasto y Quito. Ef>;ctuámos esas exploraciones con el PRIMERA OCUPACIÓN DEL PUTUMAYO nuestro propio dinero; apoyo ni más de cuarenta nos costaron 15 mil libras, sin protección de gobierno alguno." La obra llevada a cabo por esos negociantes colombianos en la región del Putumayo mereció elogio de los Representantes suramericanos en cia la Conferen- Panamericana reunida en Méjico en 1902. forme de de los viajes del General Reyes, y el Delegado del Perú, manifestó minar la relación en cual figuraba la El in- Comisión especial nombrada para exa- la que "los hermanos Reyes fueron los primeros en su- en canoas y que más tarde introdujeron buques de vapor, abriendo así a la civilización y al bir el río comercio una inmensa región en la cual se encierran todas las riquezas naturales." En 1892, algunos años después de que entrara en Compañía de el hermanos Reyes en Putumayo, un peruano llamado Benavides propu- so al liquidación la los Gobierno del Brasil encargarse de otorgada a Reyes en 1875, con el fin la raciones de comercio entre los puertos del y Putumayo en los del la según 1892, el el el Gobierno del Brasil, Decreto número 99, de 17 de octubre de Presidente del Brasil confirmó ción del Congreso que autorizaba sileño para contratar con mercancías y el al Benavides establecimiento una resolu- Ejecutivo bra- el transporte de de vapores en Putumayo por un término de cinco años. to incluía Amazonas República de Colombia. La propuesta fue aceptada por y, concesión de efectuar ope- el El contra- una cláusula que liberaba de derechos de importación ''todos los productos naturales que vi- PUTUMAYO EL LIBRO ROJO DEL 16 nieran de Colombia'' y que fueran llevados en buques brasileños a los puertos de Manaos y Belén. A la muerte de Benavides concesión pasó a ma- la nos de un colombiano llamado Manuel Vélez Uribe, quien hizo dos viajes por vapor en 1890 y tres en 1900. Al efectuar su sexto viaje en 1901, Vélez Uribe, que estaba a bordo del remolcador Victoria, bijado por el tumayo, recibió una descarga de cual iba co- el 11 el Pu- peruanas las fuerzas acantonadas en Cotuhé. Esto sucedió ro de 1901, el pabellón brasileño y remontaba de febre- un año después del establecimiento de la aduana peruana en ese puerto. Debe recordarse la fecha de ese incidente memo- rable que no solamente fue la primera tentativa de- liberada entonces bajo sino que autoridades parte de las por usurpación de territorios la peruanas de que habían estado hasta exclusiva jurisdicción de Colombia, también facilitó que Arana Hermanos el iniciaran, bajo la administración peruana, las terribles atrocidades que todos conocemos. Es der que los grandes éxitos Uribe en sus empresas de comercio codicia y la fácil compren- alcanzados por Vélez despertaran ambición de los traficantes de entre los cuales se contaba el la Iquitos célebre Arana, que se había establecido en esa ciudad en 1898. Uno o dos años antes Arana había entrado en tratos con los colombianos: en 1903 quedó definitivamente establecida en Iquitos la infame Casa de Arana Hermanos. Queda, pues, demostrado que la llamada jurisdicción del Perú sobre las regiones del Putumayo tiene su origen en PRIMERA OCUPACIÓN DEL PUTUMAYO 17 codicia despertada en los traficantes peruanos por la los negocios de caucho establecidos por los colonos colombianos. Ya desde el año de 1835, y en años posteriores, muchos negociantes colombianos de Pasto bajaron por el Putumayo y por el Amazonas hasta Manaos y Belén, ciudades en donde se entregaban a un tráfico importante de zapatos, cigarros, barnices y otros productos manufacturados en Colombia. Esos negociantes regresaban llevando sal, hierro, licores y otros productos manufacturados en el Brasil o en Europa. PROPUESTAS COMERCIALES DE UN INGLES En de la 1899, o sea Peravían en que la ocho años Amazon antes de la formación Co. Limited, y en la época Casa de Arana Hermanos entró por mera vez en negociaciones con lombianos, las posibilidades los pri- caucheros co- comerciales de esa re- mota región, como fuente valiosa de producción de caucho, fueron reconocidas entonces en Thomson, por un inglés residente Colombia. Era éste quien, como el finado Robert Director de los jardines bo- tánicos de Jamaica, introdujo en 1876 el caucho Para en esa región, y seis años después, en 1882, fundó la primera plantación importante de caucho en Sur- américa, con 60,000 árboles. Robert Thomson fue, pues, uno de los zapadores del cultivo del caucho. Fue también autor de dos documentos publicados por el Foreign Office en 1894 y 1895, respectiva- PUTUMAYO EL LIBRO ROJO DEL 18 mente, sobre los Thomson caucheros de Colombia. recursos se proponía establecer un servicio de va- pores en el da para los Putumayo, y fue una lamentable pérdiintereses de la humanidad que los fi- nancistas de Londres, a quienes se dirigió, no atendieran sus propuestas. Es digno de notarse también que Sir Clements Markham, del Perú, al escribir en de la conocido explorador el I895aMr. Thomson, en nombre Real Sociedad geográfica, beceras colombianas se refería a las ca- Putumayo. del El pasaje en cuestión dice así: "¿Podría usted suministrarme una nota sobre Colombia, tanto con referencia a las re- como giones dignas de exploración, aquellas que ya exploradas pudieran visitarse nuevamente, con ventajas para adquirir importantes datos Imagino que existen sobre regiones del Japurá (o Caquetá) y el nocidas." Debe añadirse que la soberanía sobre extiende río. Así al lo Norte, allá cabeceras Putumayo, apenas co- región la más geográficos? las Perú reclama ahora el del de demuestra un mapa las Putumayo que se cabeceras de este oficial publicado en Inglaterra en 1993 por orden del Ministro de Rela- ciones Exteriores del Perú. PRIMERAS EXPLORACIONES A fines del siglo xvi y a principios del xvii al- gunos Capitanes españoles y algunos misioneros jesuítas y franciscanos, dependientes del Gobierno de Popayán, en Colombia, fueron los primeros expío- : PRIMERA OCUPACIÓN DEL PUTUMAYO 19 radores de las regiones de Mocoa, Sucumbios y Co- exploraron ellos Putumayo. Muchos de En esa época lejana los mide la Nueva Granada, hoy cabeceras del fanes, en las sioneros del el río. Virreinato Colombia, establecieron cristianismo y la instruc- el ción religiosa en las regiones del Putumayo. En 1541 una expedición Quesada, que fue rez de regiones bañadas por el dirigida por Hernán Pé- primero en descubrir el las Caquetá, salió de Santa Fe de Bogotá; poco después Pineda y otros españoles de Quito exploraron las regiones bañadas por el Amazonas, las cuales el Misiones de te. Ñapo Las tierras Putumayo, y entre este y Caquetá, eran conocidas con el nombre de situadas entre último y en 1548 constituían provincias dependientes de Quito. invariablemente el Mocoa (1) el y Sucumbios, respectivamen- Esas misiones dependían políticamente de Pasto. En 1609 el Capitán Juan de Sosa, a la cabeza de unos pocos soldados y aventureros, exploró las cabeceras del Putumayo haciendo de ello un curioso relato, que aún que Gobernador de Popayán el se conserva: positiva en las regiones del en él se demuestra ejercía jurisdicción Putumayo. La descripPutumayo merece ción que hace de las fuentes del citarse. "El Dice así tercer río que nace en la meseta citada es línea recta hacia el Oriente, cerca a (1) todo la En su el como ochenta ciudad de Agreeda, en Mocoa, libro Mr. territorio del el Caquetá. Corre en millas de su fuente, pasando la cual está situada en una Hardenburg se refiere a Mocoa como Putumayo, lo cual es indiscutible. capital de PUTUMAYO EL LIBRO ROJO DEL 20 zona montoñosa, contiene mucho de Oriente al oro, Gobernación de Popayán. Saliendo de allí atravesamos las direción oriental y llegamos a San Juan de Pasto, en la ción. La distancia de esa región suelo El la cordillera. aunque de calidad pobre. Agreeda depende de como de es llegar a Pasto se encuentra la montañas en misma Goberna- setenta millas. Diez y seis millas antes de un cubierto de praderas sin árboles, valle llamado Sibundoy. Tiene ocho millas de largo por cuatro de ancho, en cuyo extremo nacen tres ríos Quinchoa o Santiago. En la se encuentran esos tres ríos, te, llegan a la En 1639 " A payán, pues la montaña per nombre de Putumayo." extractamos río Putumayo, antes de llegar al razón por la bien el Oriente, el orien- siguiente pasaje: el en el lado del Norte, queda conocido en Amazonas Los habitantes baja de las cordilleras de Pasto mucho el el ella treinta grandes ríos. tiene el diez y seis leguas de estas aldeas, por boca del gran hacia Acuña hizo una interesante relación Amazonas, que fue traducida en Clements Markham, para la Sociedad 1859, por Sir la San Pedro y el valle, P. el De San Francisco, el que atravesando llanura y reciben de un viaje por Hakluyt. : extremidad de ese recibe la Provincia de Po- las aguas de otros del país lo llaman el Yza. El río Nuevo Reino de Granada, con- el oro, y sus riberas, según dicen, están cual los españoles que por allí pobladas de infieles, bajaron hace pocos años tuvieron que retirarse apresuradamente." En nota hace la a esta traducción Sir Clements siguiente cita de un llavicencio: "El Aguarico nace Cayambe y forma el límite de Markham informe del señor Vien las montañas de las modernas Repú- Ecuador y Nueva Granada (Colombia). Es famoso por la cantidad de oro que allí se lava." La importancia de esta afirmación consiste en el blicas del hecho de que del Perú, el Aguarico, según las reclamaciones queda dentro de su jurisdicción, así como PRIMERA OCUPACIÓN DEL PUTUMAYO la zona que está en poder de la 21 Pemvian Amazon Company. En el siglo xviii los franciscanos fundaron algunas aldeas en el de Colombia Putumayo, como San- San Pedro y Mocoa. Otros franciscanos que viajaban por el Fragua y el Orteguaza fundaron las tiago, aldeas de Tunguillo, riberas del Caquetá. Oficiales del En un Descanso y Simón sobre las En compañía de los frailes iban Gobierno capítulo civil de Colombia. posterior se verá que en 1873 el Perú puso unos linderos en Cothué, a 93 millas de distancia de la desembocadura del Putumayo. CAPITULO III EL DIARIO DE UN MISIONERO En la última parte bianos establecieron del el anterior se dice capítulo del que hace uno o dos siglos franciscanos colom- los cristianismo en las regiones Putumayo. Veremos ahora, en los extractos que reproducimos de notas hechas por un misionero francés que visitó el Putumayo en 1895, que los colom- bianos habían fundado innumerables iglesias en esa región y que los negociantes colombianos, lejos de maltratar a los aborígenes, los plimiento de los ritos de la ayudaban en el cumLas iglesia cristiana (1). notas en cuestión fueron publicadas en 1909 en un periódico católico francés: en ron redactadas (1895) posesión exclusiva de frecuentemente el la época en que fue- la colombianos estaban en los región; territorio el autor considera como colombiano. Se verá que las tribus aborígenes cumplían con los ri- tos del cristianismo. Las notas prueban los grandes esfuerzos hechos por Colombia para llevar tianismo a esas regiones. (1) nero. Mr. Hardsnburg confirma plenamente Como su visita ss verificó doce años nero francés, los hachos por te, Además, él las la cris- del afirmaciones del misio- después que relatados, y que se leerán tienen importancia y significación. el relación la del misio- más adelan- UN MISIONERO EL DIARIO DE sacerdote francés confirma, Casement Foreign Office al la parte superior con abundancia de depor Sir Roger general hecha afirmación talles, la del 23 al Putumayo la "en de que efecto instrucción giosa y las prácticas cristianas aparece que reli- fueron establecidas por colonos colombianos." Cuando comparamos peruanos con los las prácticas criminales de presencia inofensiva de los ne- la gociantes colombianos que iban acompañados y pre- cedidos por la avances de tar los podemos menos de lamen- Cruz, no la jurisdicción peruana en la re- gión del Putumayo. Publicamos a continuación los extractos de tas del misionero francés el Putumayo; en las líneas verá que cita se munidades el entre no- con que concluye nuestra autor deplora los las que vivió cinco meses en indios del la ausencia de co- Putumayo, pensa- miento que dice mucho en favor de la fe y confian- za que ese misionero tenía, después de una prolon- gada excursión en esas regiones, en el pueblo co- lombiano: "Pasto, cuyos habitantes pasan de 23,000, es una de las ciudades más grandes de Colombia. Tiene un Obispado, dos seminarios y un Colegio dirigido por los religiosos de San Felipe, quienes tienen también un convento. Al Oriente de Pasto, y después de un lago no muy distante de allí, vive una importante tribu de indígenas llamados "Lagunos." "Al día siguiente, por que queda situado en po tuvo la primera vez, de vi a los indios la cordillera; bondad de visitarme en los indios de esa te o la la falda el hospital: esa de Santiago, misma tarde el Obis- hablamos largamente de inmensa región de su Diócesis que se llama Caquetá y que está completamente abandonada." el Orien- PUTUMAYO EL LIBRO ROJO DEL 24 "Esa región que bañan dos graneles Amazonas, tributarios del merosos indios que habitan la Putumayo y ríos, el es tan grande como Caqueta, el Entre los nu- Francia. muchos blancos. Como el Obispo— vaya que usted permanezca entre esas selva virgen hay usted quiere visitar a los indios de Santiago— me dijo hasta Mocoa. Con unos pocos buenas gentes les días hará un bien inmenso. Esas palabras confirmaron mi resolución de emprender una misión por Caquetá. el "El domingo 20 de octubre llegué a Lagunos, en donde celebré querían cargarme de regalos: misa. Esos buenos indios patatas, huevos, etc. Como yo la panes, maíz, presentara dificultades por temor de au- mentar mi equipaje, ofrecieron acompañarme hasta Santiago, la de las aldeas que pertenece a los indios orientales. Partimos primera al día si- guiente después de la misa. Cosa de sesenta personas, buenas gentes, que aman al sacerdote y lo reconocen como su mejor amigo, me acompa- ñaron hasta Devisadero. "Ese encuentro con los indios en mitad del desierto es uno de mis recuerdos más agradables. Conversamos por mucho tiempo alrededor del fuego y nos acostamos después de rezar nuestro rosario. Al día si- amontonando mi equipaje, fabriqué un altar a cuyo alrededor se reunieron los indios con mucha calma. En las grandes y hermosas guiente, muy catedrales las ceremonias religiosas son cha a unos pocos salvajes, en cuatro mil la bellas; pero esta misa, di- inmensidad del desierto y a más de metros de altura, parecióme espectáculo de un la mayor majestad. "Continuamos nuestro viaje al través de estrechas trochas cubiertas de heléchos, que en Colombia suben a la altura villosa la vista de las selvas y del alto valle en yo. Ese una inmensa cuenca, húmeda, en valle es rabies arroyuelos tándose, forman pronto la gran como abandona la cual el Putuma- nacen innume río que se precipita al través de la montaña, tan las llanuras. la iglesia estaba reunida aldea: de un lado las mujeres, de otro los hombres. como entramos, todos alabado sea Es mara- la rodilla. que corren con lentitud indescriptible hasta que, jun- el "Al día siguiente llegamos a Santiago. En toda de donde nace se postraron y dijeron en español: Tan pronto 'Bendito y Santísimo Sacramento del altar y María concebida sin pecado original.' Después de una corta oración, dirigí algunas palabras a el esos buenos indios que a mi alrededor se agrupaban en la nave. " Los indios de Santiago son en su mayoría grandes y fuertes y vi- ven en relaciones tranquilas con sin embargo, vivir con ellos. los blancos, a quienes no Reconocen la permiten, autoridad de un Goberna- UN MISIONERO EL DIARIO DE 25 dor a quien nombran cada año y a quien asiste un Consejo de muchos miembros, elegido también anualmente. " Hace cosa de cuarenta años Santiago ; que Actualmente sólo reciben ellos les dieron. del bautismo y como los misioneros, así las capillas rústicas y las En En Santiago encuentra una cruz. instrucción la Sacramento el vasos sagrados y los ornamentos de los habitación de los sacerdotes. la aldea, del último de embargo, en Santiago, San Andrés, del matrimonio. Sin el Sibundoy y Mocoa conservan la compañero Desgraciadamente poco aprovecharon esos misioneros. religiosa vivían con los indios de jesuítas los encontré un indio que había sido el sale de centro pequeñas casas para las plazas se todas una procesión, por las calles cruz de madera mientras que los otros cantan munidad que Una rosario. el sola co- residiera bastaría para que al cabo de dos o tres ge- allí neraciones esos indios sacramentos y de ser, de estuvieran en posibilidad como " La iglesia de Santiago es recibir todos los buenos cristianos. los lagunos, muy grande paredes son de barro sus ; y están rodeadas con una galería fabricada con troncos de árboles. un hermoso altar y todo allí "Durante concluía con lo necesario para semana que estuve en Santiago la tantemente a Jefe de todos los domingos, a cuya cabeza va un indio joven con una la misa por mañana, y por la bendición del la Santísimo. acompañado de todos sus la Al el Hay servicio. los indios acudían cons- tarde a la enseñanza que caer la noche llegaba el sirvientes. "En alguna ocasión bauticé hasta treinta en la sacristía: el mayor de esos niños tendría tres años. Que lástima no haber podido regresar o permanecer más tiempo! Un mes niños todo lo necesario para la dantes obtuve en otro campo: por matrimonios. Era cosa sumamente cesarias, puesto seis. que Los cónyuges, tivo: al menos "San Andrés los sin así lo habría bastado para enseñar a esos primera comunión. Cosechas más abun- apellidos la tarde efectuaba gran difícil de la número de hacer las investigaciones nealdea se reducían a cinco o embargo, no tenían nunca parentesco prohibi- aseguraban. Putumayo queda situado sobre la fuente de ese menor distancia que Santiago del primitivo lago de del gran río y está a Coucha. Hay quienes suponen que esta pequeña tribu es todo queda de de allí la desaparecida de los sucumbís, que emigraron o perseguidos por enemigos que común, mente a sin la embargo, es la misma que tribu les hacían la guerra. lo que huyeron La opinión de que los putumayos pertenecen absolutael pueblo de Santiago, cuyo lenguaje ha- EL LIBRO ROJO DEL 26 blan, a la usando mismas costumbres y las PUTUMAYO vestidos. Su iglesia es casi igual de Santiago. Tres días después decidí emprender viaje a Sibundoy. "La aldea de Sibundoy contiene una considerable población blanca. Hay allí dos escuelas, una para indígenas y otra para blancos. Además del Jefe, a quien reconocen los indios, hay un Alcalde para los blancos nombrado por "Mocoa el Gobierno de Colombia. En seguida consiste en una gran plaza en cuyo Las casas son todas de guadua, y de centro está casa cural, y a la menos adornada que "Después de dos neo, En capilla, la la la la iglesia, En el que es espaciosa pero de Santiago. días de viaje saliendo de Mocoa, llegamos a Gui- cumbre de una pequeña colina los indios han edificado su cortando los árboles en una extensión de quinientos o seiscientos metros, alrededor. La capilla está en el Mocoa. hay una cruz. plaza salen dos calles. la derecha visité a centro cementerio y en el otro el "Después de permanecer una canoa en el el centro; en uno de los extremos convento. tres días en San Vicente, nos embarcamos en Putumayo, que es en aquel punto excesivamente rápido. Al cabo de un día de viaje llegamos a San Diego. Los indios de San Diego y de San José no pertenecen a la misma tribu que los mocoas. Los del Putumayo forman una tribu separada: usan el cabello corto, se arrancan las cejas y pestañas y llevan generalmente pantalones. Adornan sus cabezas con gorras formadas de hermosas plumas de loro o de brillantes plumas. guacamayo; llevan también algunas veces tocas de Atraviesan sus narices y orejas con el fin de poner en ellas varillas pe- queñas o plumas y alas de insectos. Juntando cocos pequeños o semillas, hacen cinturones. Finalmente, usan collares de jaguar o de mono, etc. Sus armas son lanzas con puntas de hierro o de guadua, con les las cua- no vacilan en atacar a los jaguares. Intrépidos, valientes, activos e inteligentes, activas: son grandes cazadores y pescadores. Las mujeres son del trabajo de la casa y del sembrado, tienen gran ha- además bilidad en la fabricación da hamacas y de loza, sobre cuyo fondo, de un rojo obscuro, se destacan claramente blancos dibujos. toza es de un negro brillante y permanente. El interior de la Los indios conocen algu- nas palabras españolas dal Padrenuestro y del Avemaria. neros vivieron entre ellos hace cosa de sesenta años. Los misio- Desde entonces han sido visitados raras veces, y es de admirar que hayan logrado preservar lo poco que saben. Generalmente hacen bautizar a sus hijos por los negociantes y sacerdotes barqué para San José. que por allí pasan. Poco después me em- EL DIARIO DE UN MISIONERO 27 "San José, como San Diego, queda sobre la ribera izquierda del Puallí ancho y majestuoso. En San José se nos esperaba, tumayo, que es y los indios hicieron a nuestra llegada grandes manifestaciones de gozo. Bauticé niños y bendije muchos matrimonios. Recordé indios el Padrenuestro y la mañana el a esos pobres Avemaria, que ya habían casi olvidado. En del 12 de diciembre celebré la misa en la vasta ramada que servía de capilla. "Deseaba yo, viajar aún más por esas encantadoras riberas del Putuma- cuyo clima, aunque ardiente, es sano. Esa fértil tierra podría ali- mentar poblaciones numerosas. Sus aguas son abundantes y su riqueza extraordinaria. Como el Putumayo tiene sobre el carriles en aquellas vastas regiones sería juego tar Caquetá la ventaja de La construcción de ser navegable, los transportes serían fáciles. ferro- de niños. Es de lamen- que no se establezcan con esos benévolos indios comunicaciones que faciliten la evangelización lles del Putumayo. hoy, desde el el de los numerosos Caquetá y punto de vista el infieles que pueblan los va- Ñapo, regiones más abandonadas religioso, que el mismo centro de África!" CAPITULO IV TRATAMIENTO DE LOS INDIOS EN COLOMBIA En las rígenes, Repúblicas suramericanas medianamente las tribus abo- como civilizadas, así aquellas completamente salvajes, reciben tratamiento muy verso de manos de las autoridades di- y de los ciuda- danos. Es éste un hecho que no se debe perder de vista, porque la ignorancia general que prevalece sobre este punto hace que se apliquen las condicio- nes conocidas que rigen en una República a las de la nación vecina. El Perú está hoy deshonrado ante el mundo civilizado. Es, por consiguiente, de la ma- yor importancia hacer diferencia entre los métodos (o ausencia de tratos con otra nación rígenes. des métodos) usados por las tribus y los Perú en sus que posee también gran número de abo- Tanto Colombia como el selvas y tribus innumerables los cuales se el métodos adoptados por Perú tienen grande indios, entre encuentran salvajes feroces y hombres perfectamente civilizados. El autor posee algún co- nocimiento personal de Colombia, y tiene también medios suficientes para adquirir toda clase de datos imparciales respecto de micas de esa República. las Con condiciones econótan ventajosos me- TRATO DE LOS INDIOS EN COLOMBIA 29 dios de información, puede asegurar sin vacilación y con el mayor énfasis posible que, en proporción a sus mundo recursos financieros, ningún país del poder con mayor eficacia en el sentido ejerce su de mejorar las condiciones de las tribus aborígenes, dentro de su jurisdicción, que la República de Colombia. Debe recor- darse también que, debido a su extensión, a la natu- raleza montañosa de su suelo y a la falta completa de ferrocarriles, no hay país del mundo en donde las comunicaciones más sean A difíciles. pesar de tan grandes desventajas naturales, los esfuerzos de Colombia para llevar la civilización a sus razas in- han tenido resultados benéficos y prácticos. Grandes regiones de Colombia, con el nombre de feriores, Territorios nacionales, mente para la están muchísimas escuelas para rígenes. reservados población india. En toda la la exclusiva- Se han fundado allí educación de los abo- extensión de República en- la cuéntranse misiones y misioneros, y el Gobierno no ahorra esfuerzos para ver de llevar las ventajas de la civilización a esos seres que por vivir en las pro- la selva quedan fuera de su influenHace pocas semanas supo el autor, por que ha viajado por muchos años en Co- fundidades de cia benéfica. un inglés y que formó parte como misionero de expedición formada para buscar a Livingston en lombia África central, que, en su. opinión, Colombia llevaba su celo por un extremo ridículo. El inglés los el la el Gobierno de aborígenes hasta atribuía esto a en alguna época se había decidido que el que Gobierno PUTUMAYO EL LIBRO ROJO DEL 30 prestara especial protección a los indios, y que esto no solamente formaba parte del sistema constitucional de gobierno, que se había convertido en sino verdadera pesadilla de Sea de tá. ello se en cuenta el tiguamente por de 6,000 de tener- suma votada anlos indios, que era ha sido aumentada última- libras. Simons, subdito inglés que vive en Co- F. A. conocimiento el la Congreso para lombia desde 1882, nos sobre digno es de que hecho el Administración de Bogo- fuere, libras esterlinas, mente a 20,000 Mr. la que lo envía la personal tiene y sobre el tratamiento que siguiente relación que de los indios dan las autori- les dades: "Colombia, al contrario de la mayor parte de americanas, ha mostrado invariablemente interés las Repúblicas sur- profundo y benévolo por los indios que están bajo su jurisdicción. Las leyes del país pres- mayor protección a los indios que a los mismos blancos. En 1882 Gobierno de Colombia me comisionó para que levantara el mapa del tan el Estado del Magdalena y para que rindiera un informe sobre el territorio nacional de la Goajira. Permanecí seis meses en la Goajira, en donde habitan veinte o veinticinco mil indios que, en esa época, no Vivían habían sido completamente subyugados. tosas con los mas con el Oficiales colombianos, y el Gobierno propósito de civilizarlos. colombianos con civilizadoras, pero era el fin había Habíanse de llevar a los muy poco lo sí en relaciones amis- gastado grandes suenviado innumerables indígenas influencias que se había logrado. La Sierra los indios arhuacos, Nevada de Santa Marta está habitada por tán civilizados y cuyos hijos aprenden a leer y a escribir. ocasiones se me invitó a los notablemente la inteligencia Sebastián, viejo de la el exámenes de maestro de escuela Todos sabían leer y me es- sorprendió de los jóvenes indios. Cuando visité a San escuela de indígenas. Permanecí agradable. las escuelas, que En muchas muy me allí bien, invitó a la inspección anual durante un día, que fue muy aunque repetían como loros la TRATO DE LOS INDIOS EN COLOMBIA materia aprendida. un indiecito que Vi por encima del hombro pude el rápidamente leía mirarlo al : 31 convencerme, sin embargo, de que tenia Evidentemente su memoria era mejor que su lectura. libro al revés. "La enseñanza toda se hace en español y comprende escritura, lec- tura y rudimentos de aritmética. Los colombianos se jactan de que en la nación no hay un solo hombre, mujer o niño que no sepa leer o es- cribir. El blica Gabinete comprende siempre un Ministro de Instrucción pú- que gasta en escuelas anualmente una suma enorme, la cual, si se tienen en cuenta las finanzas del pais, está perfectamente justificada. chimilas que habi- "Existe otro pequeño grupo de indios llamados número no creo pase tan las faldas inferiores de la Nevada, pero cuyo Son de quinientos. casi salvajes y carecen en absoluto de educación, pero cuando entran en contacto con los colombianos son benévolos. Se les trata siempre muy bien. "Los motilones habitan el oriental de los contrafuerte Andes en la región del Golfo de Maracaibo: han sido siempre fuente de grandes in- quietudes para muy tratara la nación. Como durante la dominación española se mal, no ha sido posible a los colombianos ciones con ellos. Repetidas veces se han les entrar en rela- enviado comisiones con el fin de entablar comunicación con esos indios, pero no se ha logrado éxito en ello, debido do niños con al el antiguo resentimiento. objeto de enseñarles bus. El Gobierno de Colombia nicación con esas tribus, con el Muchas veces se han captura- español y devolverlos a las tiene grandes deseos de entrar en tri- comu- de civilizarlas. El fracaso de los co- el fin lombianos es tanto más extraordinario cuanto que los venezolanos de Maracaibo han tenido a grandes intervalos relaciones de comercio con los indios. Por esta razón indiqué al Gobierno de Colombia viara comisiones en busca de los indios por lo que pude saber, tuada sobre invitados alli una granja, a llamas trescientos si- septentrional de la Sierra negra. Los indios fueron a una fiesta, y se les hizo entrar, por la que en- lado de Venezuela. Por resentimiento se originó en Villanueva, ciudad el la falda el cual se prendió fuego, medio de engaños, a haciendo hombres con sus mujeres y sus claramente que existían relaciones perecer niños. entre las Esto indica de comercio y que, a causa tal vez del asesinato de algunos negociantes, los españoles se vengaron de esa manera. Sea como fuere, desde esa época los indios hacen los colombianos. como do de Las ciudades colombianas en Becerrill, Jobo, sitio. el la guerra a valle del Cesar, tales Palmira y Espiritusanto, están en perpetuo esta- Los colombianos que viajan por aquellas regiones tienen EL LIBRO ROJO DEL 32 PUTUMAYO que hacerlo en compañía para defenderse de emboscadas de las los indios. "Hace dos años viajé con el jefe principal de los indios de San Blas, quien había ido a Bogotá a ofrecer sus servicios y los Gobierno de Colombia con el fin de su tribu al de rescatar a Panamá. Los indios de San Blas son muy belicosos y viven en las montañas que separan el Atrato del Istmo. Son medianamente civilizados, tienen leyes propias y obedecen a sus jefes, pero aman a los colombianos. "Los indios de viven en estado las regiones superiores del absolutamente salvaje: no han logrado entrar en tratos con ellos. El Opón Sogamoso y del obstante, los colombianos muy Gobierno de Colombia es no permite represalias y prohibe allí la venta de bebidas alcohólicas. En el caso de la muerte violenta de un colombiano o de un inestricto, comisiones que investiguen dio, se envían invariablemente "Los indios que habitan la región grandes ríos que desembocan en parte de otro territorio nacional. el situada entre Orinoco y en Se les el el el asunto. Putumayo y los Amazonas, forman gobierna directamente desde Bogotá. El Territorio Nacional es independiente del Gobierno nacional, pero sus empleados son nombrados en Bogotá, y consisten generalmente de un Prefecto y su Secretario, quienes nombran los diferentes sarios de las aldeas y distritos. La religión es absolutamente comi- libre en Colombia." La siguiente relación suplementaria de un inglés que vivió muchos años en Colombia y que dirigió muchas expediciones en diferentes partes de la República, suministra pruebas evidentes sobre las didas tomadas por el Gobierno de Colombia defender los intereses y promover indios en toda la nación: "He vivido el mepara bienestar de los dos años en Colombia, y en ese espacio de tiempo he el país, inclusas las regiones de Tierra viajado extensamente por todo Adentro y del río Meta, y puedo decir que en todas partes encontré a los indios salvajes viviendo en paz, felices y contentos. En muchos dis- Gobierno ha establecido escuelas, y en todas partes se encuentran misiones religiosas sostenidas con fondos del Estado. Los aborígenes se ocupan en agricultura y minería, siendo además grandes catritos el TRATO DE LOS INDIOS EN COLOMBIA 33 zadores y pescadores. El Gobierno ejerce sobre ellos autoridad paterque está a su alcance para promover su bienestar. nal y hace todo lo Una legislación especial exige he oído decir que se "En las regiones que se dé buen trato a pobladas de nación existen territorios la mismo que indios civilizados, quienes visten lo bianos, los indios. Jamás les trate mal. los para los ciudadanos colom- hablan solamente español y gozan de muchas por garantías parte del Gobierno. Esos indios son en su mayor parte ciudadanos pacíficos y trabajadores que gozan de derechos iguales a los de español. Ortega y Cozaima son ejemplo de esos las tes de origen rios. Colombia se ha manifestado eminentemente bondadosa en nera como los la ma- trata a los indios." En. las mismas páginas se encontrará que gen- territo- la prueba de colombianos tratan con humanidad a los dios del Putumayo. Sir hecho de que Roger Casement los indios huían registra inel de los peruanos en busca de colombianos que los protegieran. Es cosa sabida que un atravesó número de aborigénes considerable Caquetá en el nocidamente colombiano. dirección a territorio Sir reco- Roger Casement hace referencia en su informe a las invasiones efectuadas más allá del Caquetá con felices salvajes peruana. el fin de apresar a los que habían huido de Hoy mismo los periódicos la de Lima dan pú- blica cuenta de los grandes preparativos los agentes de Arana en trabajadores en las Norte del Caquetá. el in- persecución hechos por Putumayo para exhaustas regiones reclutar situadas al CAPITULO V TRATAMIENTO DE LOS INDIOS EN EL PERÚ En si, al páginas anteriores nos hemos preguntado las agotarse de recursos los permitirá en lo porvenir que civilización, la se Perú maneje los des- el tinos de las hordas de tribus salvajes esparcidas en regiones vastas las no tienen facultad tranjeras venir por bailadas negocios en los ni Putumayo. Se el inconscientemente que contestará naciones ex- las derecho para inter- de esa República. internos Puede que esto parezca como argumento ese fuera el final: si caso, preciso sería confesar que habían llegado a un término fatal los recursos de la diplo- macia. Algún conocimiento reflexivo del asunto hace ver claramente autor que al la diplomacia tiene aún en sus manos armas efectivas. El Perú ha reconocido y declarado que como neutral: tal, el Putumayo no tiene sobre él es un territorio derecho esta- blecido para ejercer jurisdicción. Colombia está dis- puesta a someter nía, y el al arbitraje meter su litigio cuestión de sobera- Colombia a con tribunal independiente. donde puede entrar de la Perú ha expresado también la civilización, tante y a la la Hé la el deseo de so- decisión de un ahí la puerta abierta por diplomacia, en representación para que ponga fin al brutalidad sistemática. crimen cons- TRATO DE LOS INDIOS EN EL PERÚ En nombre de civilización pretende el la 35 Perú que ha hecho uso de esa puerta introduciendo reformas En importantes. otras llevadas palabras, al último han lanzado más de dos- extremo, las autoridades cientas órdenes de arresto contra gentes criminales de Amazon Peruvian la contra otra cosa ñar a la según se asegura, Co., y, mismo Arana. No el naturalmente, es esto; que una maniobra inteligente para engacivilización, porque el Perú es absoluta- mente incapaz de efectuar reformas en esa región. Este hecho evidente lo prueban las declaraciones del doctor Paredes, quien, do por el mas en en como Comisionado nombra- Gobierno peruano para efectuar el Putumayo, dice en su pasado "que entre julio la informe las refor- rendido mayoría de los pe- Putumayo el asesinato como crimen." Sir Roger Casement confirma la aceptación general de esa idea en el Perú. Según ruanos no se las considera en el declaraciones de este testigo Selecta (1), el Putumayo no se ante la Comisión diferencia esencial- mente de otras regiones en que ejerce jurisdicción el Perú ; alH es común, en todas de trabajo forzoso ; partes, el sistema dondequiera que se encuentran aborígenes en estado salvaje o semicivilizado se efectúa corrientemente la trata no consideran como delito los indios en la selva. (I) Las declaraciones de encontrarán en el las declaraciones Apéndice, Sir el presentadas a peruanos de indios ; los punible el asesinato de En apoyo de sus informacioRoger Casement sobre cual la el particular se contiene un extracto de parte de Comisión. PUTUMAYO EL LIBRO ROJO DEL 36 Roger Casement presentó a la Comisión número de periódicos peruanos y de declaragran ciones que demuestran que los métodos usados por nes, Sir los peruanos con los indios despoblaban que en muchas ocasiones pais, el representantes de los han protestado contra esos métodos. Iglesia católica y han solicitado suscripciones de fondos con de suprimir la trata de indios. Gobierno ha prometido El profundas en y la el del territorio el fin emprender reformas Putumayo. ¿Se han efectuado esas reformas ? ¿ Es posible que se efectúen alguna territorio vez? ¿Las condiciones que peruano indican que la na haya llegado a una altura rigen en el civilización perua- que permita la reali- zación de esas reformas? ¿El hecho de que esa re- gión esté en entre litigio mite suponer que el Perú y Colombia per- el Perú haga el más pequeño necesarias ? La fuerzo para introducir las reformas respuesta a estas preguntas es es- vital para el futuro bienestar de los indios del Putumayo, y debe darse antes de que cese la influencia tenido entre nosotros la Gobierno peruano, como El inquietante que ha publicación del Libro Azul. lo probaremos, no pue- de pretender ignorar los crímenes dos en el Putumayo en su brutales cometi- nombre y desde princi- pios de este siglo. Como nueva esperar que del los el prueba de la inutilidad absoluta de Perú efectúe reformas en el territorio Putumayo, estamos autorizados para reproducir siguientes párrafos de cartas publicadas en el TRATO DE LOS INDIOS EN EL PERÚ 37 Times y en el Manchester Guardian por el TenienCoronel Fawcett, R. A., distinguido Oficial inglés te que ha viajado extensamente por "Ahora que pública sobre que la las Perú: atrocidades del Putumayo han llamado tráfico el el cauchero de los peruanos, me la atención atrevo a sugerir investigación se haga extensiva a todas las selvas del Perú: las condiciones que hoy dominan la cauchera hacen industria pensar que escándalos no se confinan solamente a las regiones conocidas y ac- los Amazonas y sus afluentes. Además de las tribus del Putumayo hay muchas otras sometidas a la esclavitud, y aunque muchos peruanos inteligentes miran esos escándalos con horror, la nación, como cesibles del comunidad, estima demasiado la floreciente industria preocupa por los métodos que aseguren "Es obvio que la inmunidad y las cauchera y no se éxito de esa empresa. el grandes ganancias pueden tentar a propietarios o agentes avaros a emprender una explotación barata de riquezas caucheras haciendo las uso de los indios salvajes hasta el punto de obligarlos a trabajar gratis y a matarlos de hambre. No existe inspección gubernamental ninguna, ni creo que ella pudiera ser efec- allí tiva. la Además, no creo que haya un solo oficial del Perú que no tenga convicción sincera de que los indios sólo sirven para ser esclavos o para ser fusilados. Tal ha sido me tengo de muchas tribus los indios es el la política tradicional. El hace opinar que el conocimiento que mejor método de tratar a de dejarlos en territorios propios en donde puedan gozar de protección efectiva. "Por qué da libre el Perú este ejemplo único de barbarie? El Brasil está de tales horrores. En Bolivia no hay idea de ellos. El reciente e interesante relato que Mr. Lange hace de sus expediciones en zonas superior demuestra que es el petua hostilidad hacia los indios, se ha captado su odio. En nicie del Perú se venden haciendas; en toros, en tanto el el los indios salvajes que otras repúblicas vas para fabricar vino. la ¿Qué Ama- las la altipla- como semovientes de Perú despiertan todavía entusiasmo Perú no causa escándalo el peruano quien, a causa de su per- las las corridas de han suprimido por salvajes; en industria atroz de desollar las cabras vile pasa a ese país? Las clases superiores sufren de la inevitable atrofia moral de una raza híbrida nacida y edu- cada sobre el nivel del tes del país son por las glo XVI. mar, cerca al Ecuador. Las nueve décimas par- un desierto. Las minas del viejo Perú han sido vencidas de Bolivia, el Ecuador y Colombia. No es éste el Perú del si- CAPITULO VI LOS INDIOS DEL PUTUMAYO Se ha dicho que región la sobre dominio pública del Perú ejerce un área de comparativamente tierra gan en las la peruanos de los Poco grandes sin las tribus indias que Ñapo y el adonde rara vez soledades, los indígenas como habitan el Ca- se sabe de las tribus que habitan esas Conócense, co. Re- la limita a ilegal se vastas regiones situadas entre quetá. cual pequeíia y que graves temores y grandes explotación que en lo futuro ha- no es posible pensar inquietudes la sin llega blan- el embargo, algunos detalles sobre que habitan las "posesiones" de Arana; vimos en un capítulo anterior, un misionero francés relata hechos interesantes referentes a los lo aborígenes que habitan las regiones superiores del Putumayo. El relato hecho por Eugenio Robuchon, explora- rador francés que visitó las "posesiones" de Arana en 1904, por cuenta del Gobierno peruano, Casa Arana, contiene pero con dinero de santes. Sin embargo, por Gobierno peruano y editado bajo la direcempleado del Ministerio de Relaciones el la como detalles intere- ese relato fue publicado ción de un Exteriores del Perú, no sabemos hasta qué punto LOS INDIOS DEL PUTUMAYO sea correcta reproducción de la El explorador chon. hacer una Delegado nombrado por el los doc- el Perú para el las atrocidades sobre investigación Putumayo, niega pecto, dice notas de Robu- asegura, por ejemplo, que son caníbales, en tanto que indios hüitotos tor Paredes, las 39 A hecho enfáticamente. del ese res- doctor Paredes en su informe: el "Esas humildes gentes a quienes se ha prohibido el uso de sus armas primitivas son nobles, generosas y desinteresadas, no obstante el hecho de que sus verdugos, con como depravados y presentan el fin lo contrario Me fue imposible, a pesar de un solo caso de canibalis- descubrir una investigación cuidadosísima, mo. Los que digan de atenuar sus crímenes, los re- caníbales. son culpables de falsedad voluntaria." Esto contradice directamente lo dicho por Robu- chon y confirma las notas del misionero francés a que arriba se hizo referencia. Robuchon desapareció misteriosamente en 1905. El primer capítulo de su libro, que fue publicado en 1907 por el Gobier- no del Perú, y cuyo contenido fue reproducido un año más tarde en la colección de documentos oficiales referentes a Loreto, se titula Entre los indios caní- Refiriéndose a los bales. buchon indios hüitotos, dice Ro- : " Los hüitotos tienen piel cobriza, y su cabello largo y abundante es negro y a que liso. Se cortan o arrancan pertenezcan, los las cejas y pestañas. hombres se mutilan Según los labios o las la tribu narices. Los del Igaraparaná superior se perforan la nariz, atravesando en ella un pequeño tubo de junco que adornan con plumas de colores. En el labio inferior insertan un clavo de metal. el Casi todos tienen perforado lóbulo de la oreja, que adornan con grandes pedazos de madera in- crustados de concha. PUTUMAYO EL LIBRO ROJO DEL 40 '\Los huitotos usan con las cuales lanzan como armas cerbatanas de dos metros de largo, pequeñas saetas de veinticinco centímetros de inocentes en apariencia pero envenenadas con curare, y cuya longitud, menos de un minuto. Usan también saetas envenenadas llamadas morucos, que tienen una longitud de un metro herida produce la muerte en y ochenta centímetros y son llevadas en carcajs de nen a vez ocho o diez de la Los indios ellas. de veinte metros, y hacen uso de cia ellas bambú que las arrojan a contie- una distan- con gran destreza en la caza macanas o mazos de madera durísima que semeuna grande espada son su arma guerrera. y en jan la guerra. Las " Los huitotos no tienen religión propiamente dicha. Creen, em- sin bargo, en un ser superior, a quien llaman Usinamú; en un ser inferior, Taifeno, a quien consideran como espíritu del mal. Creen en la inmor- alma y en una vida futura. Rinden homenaje al sol bajo el nombre de Itoma, y a la luna bajo el nombre de Fuei. Queman a los talidad del muertos envolviéndolos en una hamaca nueva con todas sus propiedades. No usan ceremonias donde vive la El futuro novio visita la casa nupciales. mujer de su elección; cava un hoyo; corta leña en que de su futuro suegro, y obsequia tabaco. Dos semanas después se le al jefe entrega esa forma. Allí no existe la poligamia. el en bos- con un saco de cacao o de la mujer que ha pedido en Es muy raro el jefe que tiene dos esposas. "El vestido de chama, la cual, semejante al los huitotos consiste en un cinturón de fibra de lian- una vez triturada, lavada y secada, forma un material paño. Se le corta y se usa envuelta en dada por delante. Los hombres acostumbran envolverse la cintura y anu- los brazos fuerte- mente. Lo mismo hacen las mujeres con las piernas. "En las se pintan el danzas y ceremonias que se efectúan anualmente los indios cuerpo con dibujos complicadísimos. No hay espectáculo más pintoresco que el que presentan los hombres y las mujeres ador- nados con coronas de plumas vistosas, con collares de dientes humarodillas. Danzan compás con el pie derecho y cantantando a la vez y en coro un himno festivo. Esa música extraña va acompañada por golpes acompasados en la mangada. Las danzas terminan generalmente con una orgía canibalesca acompañada de ritos y nos y con campanillas que resuenan en sus cinturas y con ritmo uniforme, marcando ceremonias religiosas." el LOS INDIOS DEL PUTUMAYO No tratamos en el 41 presente volumen de los terri- bles crímenes cometidos con los indios del Putuma- yo. Del región que se efectúa en de esclavos tráfico podemos esa que nos comunica un co- citar lo rresponsal que dice que ha visto los papeles de los caucheros, en los cuales se menciona dios como un negocio rentes a ese negocio lícito. de la trata Los documentos son apenas in- refe- legibles a causa de los innumerables traspasos y endosos de propie- dad de esclavos transcritos en to mencionarse merece mercio y navegación taña y el Perú el A ellos. ese respec- tratado de amistad, el celebrado entre 10 de abril de 1850, co- Gran Bre- la el cual dice en su artículo 14: "La República del Perú se compromete a cooperar con S. M. Británica para la abolición total todas las del tráfico de personas que esclavos, habitan el prohibiendo a territorio de la República o que están sujetas a su jurisdicción, ocuparse en ese tráfico o. tomar parte en él de cual- quiera manera, bajo penas severísimas". Es por consiguiente se muy curioso que en el mercado de Iquitos vendan públicamente niños indios importados Putumayo. del CAPITULO HISTORIA Vil DE LAS ATROCIDADES. RESPONSABILIDAD DEL GOBIERNO DEL PERÚ Se ha dicho, según que sement, negocios la con que en 1904 Casa de Arana Hermanos entró en colonos colombianos en 1896, y Casa habia adquirido dominio com- los la pleto de la región. que en 1903 testimonio de Sir Roger Ca- El Libro Azul informa además región estaba ocupada principalmen- la por caucheros colombianos, y que desde la primera invasión de los caucheros colombianos, a prin- te cipios de 1880, la Casa Arana, cheros de la hasta la llegada de los agentes la explotación de los región estaba en colombianos. En otras palabras, biana de la comerciales región del allí de recursos cau- manos de colonos la ocupación colom- Putumayo y derechos los establecidos por ciudadanos colom- bianos han sido violentamente usurpados por el Go- bierno del Perú, por ciudadanos peruanos y por Peruvian Amazon Co. Según los peruanos, sión de dominio sobre esa región y la la la pose- explotación fructuosa de las selvas caucheras envolvía no sola- mente el asesinato de los indios sino también exterminación de los colonos colombianos. la HISTORIA DE LAS ATROCIDADES Uno de los actos el primeros documentos oficiales en que los consta que el 43 Gobierno peruano tenía conocimiento de de vandalismo que cometían los peruanos en Putumayo puede encontrarse en cruzadas en 1891 entre En ese año del Perú. de notas la serie Gobierno de Colombia y el Gobierno de Colombia tuvo el el ocasión de presentar una reclamación ante el Gobier- no del Perú contra ciertos actos de vandalismo cometidos por un peruano establecido en territorio colombiano (el Putumayo). En su respuesta de Colombia, Ministro de el al Gobierno Relaciones del Perú aseguró que se habían hecho investigaciones sobre la supuesta venta de indios colombianos en mayo, pero que el Putu- "el criminal, al verse perseguido, había huido a Aguarico, que queda en territorio colombiano." (1) Un año después el Gobierno de Colombia in- Ecuador y del Brasil para Gobiernos que protestaran conjuntamente contra los crímenes vitó a los del indios por aventureros peruanos perpetrados en los sin conciencia. En 1889 Julio C. en 1898 se abrió tarde, el la Arana principió sus negocios, y Casa de ¡quitos. Un año más Gobierno de Colombia, alarmado por los actos de vandalismo que con los indios del Putuma- yo ejecutaban ruanos, llamó (i) las al autoridades y los ciudadanos pe- efecto la atención del Gobierno pe- Es digno de tenerse en cuenta cial del el hecho de que en un mapa ofi- Perú, publicado en Inglaterra en 1903 por orden del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú, se considera ciudad como situada bajo jurisdicción del Perú. EL LIBRO ROJO DEL 44 PUTUMAYO En ese mismo año se presentó al Congreso de Colombia un denuncio sobre el tráfico vergonruano. zoso de indios, que fue publicado en cial Diario Ofi- el La respuesta recibida del Gobierno del Perú no contenía negativa ninguna de las afirmaciones explícitas del Ministro de Relaciones Exteriores de Co- lombia "sobre premeditado proyecto de apode- el rarse gradualmente del Putumayo." La fecha de esta correspondencia es terior a la primera explotación años pos- tres emprendida por Arana en las riquezas caucheras del Putumayo. Es evidente que al hacer esta afirmación referente colombianos, el despojo de al Gobierno de Colombia se daba cuenta perfecta de los designios del Gobierno peruano so- bre adquisición de soberanía en de litigio entre las dos naciones. siguientes una prolongada impidió que el materia el territorio En los cuatro Colombia en revolución años Gobierno prestara atención a sucedía en ese territorio restante. En 1903 lo la que Casa Arana Hermanos estableció su centro de negocios en Iquitos. En el Libro Azul se encuentran pruebas evidentes de los ataques hechos por Arana Hermanos contra colombianos establecidos tanto en en el territorio del Caquetá. el Putumayo como netamente colombiano situado al Norte Esos ataques fueron frecuentemente apo- yados por autoridades civiles y militares del Perú. Víctimas de los crimeneb hoy conocidos fueron no solamente los indios sino también colombianos. Esto lo corroboran los las ciudadanos declaraciones HISTORIA DE LAS ATROCIDADES de los testigos interrogados por del Putumayo y entre los la la 45 Comisión Selecta correspondencia cruzada en 1903 gobiernos de Colombia y Perú, en el cual se trata detalladamente de los crímenes de la que habían sido víctimas ciudadanos colombianos. El 18 de febrero de 1903, por ejemplo, lombia en Lima presentó la el Ministro de Co- sígnente Nota al Ministro de Relaciones Exteriores del Perú: "Mi Gobierno tiene conocimiento de que, desde hace algún tiempo, autoridades del Departamento de Loreto vienen ejerciendo actos de las dominio y jurisdicción en los territorios situados en la margen septentrional del Amazonas en las hoyas de los rios Ñapo, Putumayo y Caquetá o Yapurá, territorios que Colombia considera como suyos y cuya propiedad definitiva está sujeta a lebrada en esta capital el 15 Convención de Arbitramento, la de diciembre de 1894, entre ce- Colombia, Perú y Ecuador. "La Cancillería colombiana no había querido tomar en seria consi- deración dichos procedimientos porque creía que ellos podían obedecer a un excesivo celo de parte del mento para favorecer ma Prefecto de aquel lejano Departa- comerciales de esa vasta y riquísi- región, pero hechos recientes han venido a comprobar, de una nera evidente, tomadas con torios, para el fin indicado, sino de un plan perfectamente preconce- lo cual se ellos comisarías el objeto de los ir tomando posesión de esos terri- han establecido en distintos puntos avanzados aduanillas, en fluviales, autoridades militares, todo aquello que constituye comprueban ma- que no se trata en modo alguno de medidas aisladas bido y combinado con de los intereses perfecta y absoluta soberanía, como fin, lo hechos que paso a enumerar. "En septiembre de 1333, el señor Prefecto de Loreto dictó una Re- solución respecto a la navegación del río Putumayo e introducción de mercaderías en esa región. En septiembre de 1903 establecióse una Comisaría fluvial en al el río Ñapo, nombrándose para el desempeño de ella señor don Manuel Carrillo. "En noviembre del mismo año zarpó de peruano Cahuapanas con destino al río Iquitos el aviso de guerra Putumayo, conduciendo don Francisco Zapatero y a otros empleados con el al señor objeto de estable- PUTUMAYO EL LIBRO ROJO DEL 46 como también cer una Aduanilla en dicho río, así González con tropa armada con Juan M. el fin Comandante don al de fundar allí una Co- misaría fluvial. "En julio de 1931 llegó a Iquitos la lancha peruana yendo a su bordo, en calidad de presos, a los Putumayo tra- colombianos Rafael To- bar Cabrera, Cecilio Plata Rojas, Juan de Jesús Cabrera y Aquiles Torres, quienes fueron tomados en Igaraparaná, en la margen en un punto izquierda, sados de un delito cometido en el Caquetá, región colombiana, y cuyo juzgamiento, por Estos toridades de Colombia. afluente de! Putumayo, denominado La Chorrera, acu- lo sin disputa alguna correspondía a las au- tanto, puestos en individuos fueron la cárcel pública de Iquitos, y sólo por instancias del Cónsul de Colombia en esa ciudad se les dio libertad. "En septiembre de 1901 fue nombrado jefe de la Comisaría fluvial en el río Putumayo el señor don Ildefonso Fonsecas, quien se dirigió a tomar posesión de su destino, acompañado de cinco soldados. En enero de 1992 zarpó de la ciudad de Iquitos lancha del Estado ¡qui- la tos conduciendo en comisión del Gobierno peruano al G. M. von Hassel con el nera de abrir un camino o vía de comunicación río Ingeniero señor objeto de levantar planos y ver con la la mejor ma- parte del alta Putumayo. "En marzo del mismo año el señor Prefecto del Departamento de Loreto, Coronel don Pedro Portillo, se dirigió personalmente con algu- nos oficiales y quince hombres de tropa a los ríos Ñapo, Putumayo y Caquetá con el objeto de establecer en ellos nuevas oficinas y autori- dades peruanas. "En noviembre del mismo año salió de Iquitos en la lancha Putumayo el Oficial Albarracín con algunos soldados con el objeto de reforzar la guarnición establecida en Igaraparaná, afluente del Putumayo. "Podría, señor Ministro, citar muchos otros hechos, pero juzgo suficientes los que he mencionado para demostrar autoridades peruanas están procediendo con posesión, no sólo de territorios situados en entre Colombia y tible el el la el empeño con que deliberado fin las de tomar zona oriental disputada Perú, sino aun en regiones de absoluta e indiscu- propiedad de Colombia. "Por lo expuesto se convencerá V. E. de Gobierno para llamar la la justicia atención del del Perú acerca que asiste a dimientos que constituyen una infracción del statu quo derivado de Convención tripartita de límites. mi de estos procela HISTORIA DE LAS ATROCIDADES "Esta ocupación que viene haciendo Perú en toda el 47 región la en como no se escapa a la penetración de V. E., de consecuencias tanto más trascendentales para Colombia, cuanto que aquel pacto de arbitramento faculta a S. M. el Rey de España para que diri- litis ma es hoy, las cuestiones de limites entre Diez días después teriores del "Tengo el así: honor de acusar recibo de la cual se Ex- Ministro de Relaciones Perú contestaba de los corrientes, en las el las tres repúblicas." Nota de la S. E. actos ciertos refiere a de fecha 18 cometidos por autoridades del Departamento de Loreto en regiones que S. E. cree están sujetas al Convenio de Arbitraje celebrado en Lima ciembre de 1894 entre el Perú, Colombia y el el 15 de di- Ecuador. Manifiesta S. E. su desaprobación por tales actos que tienden a alterar la amistad leal y sincera que existe y debiera siempre existir entre "He pedido cuidadosamente el detalles referentes a este asunto con la gurar a S. E. que Perú y Colombia. el fin de estudiar protesta presentada por S. E. Puedo, entretanto, aseel Perú no olvida ni traicionará la amistad leal que hasta hoy ha existido entre nuestras dos naciones." Ocho meses después de cruzada cia anterior entre los la corresponden- Gobiernos de Colombia y el Perú, el Ministro de Relaciones Exteriores del Perú envió la siguiente comunicación a los señores Hermanos, de Iquitos, Arana ordenándoles que hicieran uso de los servicios del explorador francés Eugenio Ro- buchon: * "Señores J. C "Lima, noviembre 4 de 1903 Arana y Hermanos— Iquitos "Tiene conocimiento este Ministerio de que miembro de la la el señor E. Robuchon, Sociedad Geográfica de París, y*antiguo explorador de zona oriental de América, salió del Havre para Iquitos en mayo del año pasado. "Dirijo, pues, esta carta a ustedes con el objeto de sible, que, si es po- empleen, por cuenta del Gobierno del Perú, a dicho señor Robu- PUTUMAYO EL LIBRO ROJO DEL 48 chon con el fin de que efectúe, en propiedades de ustedes, la zona en que están situadas las las investigaciones de que tratan las adjuntas instrucciones. "El Gobierno considera que es deseable principiar nes en esa zona, y espera que ustedes facilitarán todo lo al las investigacio- señor Robuchon necesario para que logre cumplido éxito en su empresa. "Tengan suma de 35 la bondad de pagar mensualmente libras, además de al señor Robuchon la que en concepto de ustedes pueda lo necesitar para su mantención, para el transporte de su equipaje y para compra de los efectos que le sean necesarios. "En vista del reconocido patriotismo de ustedes, espera terio que presten al asunto la atención que requiere." la este Minis- Diez meses más tarde Arana Hermanos enviaron la siguiente contestación al Ministro de Relaciones Exteriores del Perú: "Iquitos, septiembre de 1904 "Tenemos el honor de enviar copia del contrato que por cuenta del Gobierno del Perú hemos celebrado con acuerdo con la atenta el señor Eugenio Robuchon, de nota de ese Ministerio de 4 de noviembre pasado. "Tenemos también mucho gusto en informar Casa ha resuelto tomar a su cargo todos los a 8. E. que nuestra gastos que requiera la misión del señor Robuchon, pues deseamos ardientemente contribuir, aunque sea en pequeña escala, a los patrióticos designios de nuestro Gobierno." En el contrato se explica que el objeto del viaje de Robuchon era la exploración de los ríos en la región del Putumayo y de las tierras adyacentes a ellos, situadas entre el Ñapo y el Caquetá. Robuchon tenía orden de tomar fotografías de los puntos más notables que visitara, "de los indígenas y de todas las estaciones caucheras." Era cosa convenida que indicaría las reformas extender la que explotación le ocurrieran "para mejorar y de dicha región, principal- HISTORIA DE LAS ATROCIDADES mente en ros." Su que se lo recursos cauche- de investigación debía limitarse a cua- viaje En tro meses. refiere a sus contrato figura el la cláusula de que como mapas todos los trabajos de Robuchon, tales como dos y fotografías, así copias de su informe, que debería publicarse en español y en rían 49 propiedad del Gobierno del Perú. que fue fechado inglés, se- El contrato, 30 de agosto de 1904 en Iquitos, el Robuchon y de Arana Hermanos. Robuchon permaneció en el Putumayo hasta 1906, aíio en que desapareció misteriosamente. En julio de 1906, se firmó en Lima un convenio entre el Gobierno del Perú y el Ministro Plenipotenciario de Colleva las firmas de lombia por dades el "todas cual civiles y militares país hubieren establecido en tiradas. Al efecto, el res guarniciones, autori- las y aduanas" que uno u otro Putumayo el serían re- Ministro de Relaciones Exterio- de Colombia, en despacho dirigido un año des- pués (1907) Encargado de Negocios de Colombia al en Lima, daba las siguientes instrucciones: "Posteriormente a la aprobación de los tratados dichos, nuestro el 6 de julio del año pasado, un acuerdo sobre modas vivendi en el Putumayo y sus afluentes, acuerdo por cuya cláusula segunda se comprometieron los dos Gobiernos a retirar Plenipotenciario en Lima celebró, de ese río y sus afluentes transitoriamente todas las guarniciones, autoridades civiles y militares, aduanas que allí tuvieran establecidas. El Gobic^rno de Colombia dio su aprobación al acuerdo dicho y lo ha cum- plido religiosamente. "Ahora bien : al aprobar ese acuerdo sobre modus vivendi, tuvo Gobierno de Colombia en cuenta parte del Congreso ponían en peruano de camino de llegar a la los una probable tratados sobre solución el próxima aprobación por arbitraje que nos definitiva y amigable de nuestras controversias sobre bado aún los PUTUMAYO EL LIBRO ROJO DEL 50 peruanos en niciones manera rios, limites. Pero lieclio el Congreso del Perú esos tratados, el el territorio disputado y autoridades colombianas, la de no haber apro- continuado avance de el amparo de al necesidad la falta de proteger de guarde una eficaz a nuestros compatriotas establecidos en aquellos territo- ponen al Gobierno de Colombia en caso de ordenar a usted, el como lo hago por la presente, el inmediato denuncio del acuerdo sobre modas vivendi existente. Ese denuncio lo hará usted en debida forma, dejando constancia de él, en nota oficial Ministerio al de Relaciones Exteriores del Perú, y se servirá dar aviso por cable a este Ministerio una vez que lo haya hecho. "Se servirá usted manifestar en que se halla tal Gobierno del Perú al la imposibilidad nuestro de convenir en que nuestro territorio orien- el siga convertido, en virtud del modus vivendi, en un asilo de bando- que se roba y se asesina impunemente y en donde no ha quedado otra ley que la del más fuerte." leros en La nota está fechada nueve días antes a en Londres la Peruvian la Amazon cuando rante el verano de 1907 Director de 17 de septiembre de 1907, el fecha en que fue registrada Co. Limited. Fue duel intrépido Rocca, La Felpa y La Sanción, hizo conocer del público los terribles crímenes que se cometían en Putumayo. En la el Revista inglesa Truth se publicaron hace tres años extractos de esos periódicos. Rocca envió números de sus publicaciones a los Presidentes de los Tribunales, etc., de Lima. En La Felpa correspondiente encontramos el "Los asesinos de digo asesinos de vendido sus la al el número de 3 de diciembre de 1907, siguiente párrafo: la Casa Arana continúan su obra de carniceria, y Casa Arana, porque aunque su socio principal ha propiedades a un Sindicato inglés, J. C. Arana y sus pa- rientes son todavía los accionistas principales del Sindicato y tienen en el Putumayo sus antiguos agentes." HISTORIA DE LAS ATROCIDADES Para probar que Colombia y entre terior reproducimos Iquitos, convenio el la firmado Perú el siguiente en La Sanción correspondiente al al 51 año an- conocido era en página publicada 10 de octubre de 1907: "Los asesinos de la Casa Arana Hermanos continúan su obra de criy maldad. Nada se ha ganado con las declaraciones que hemos hecho sobre los crímenes innumerables que se cometen diariamente. El robo, el asesinato, el incendio siguen adelante y nada hacen nuestras men autoridades judiciales para impedir que te el castigo el Juez posponga indefinidamen- de los criminales, e inspirado sabe Dios por qué influencia, Suprema con el fin de que modas vivendi existente entre se dirige a la Corte del Convenio de Putumayo es territorio neutral, y cer jurisdicción si, ésta decida si, en vista Perú y Colombia, el por consiguiente, puede o no ejerel allí. "Buena pregunta! "¿Olvida después de que el Juez que el la la Corte principió sus augustas labores mucho firma del famoso primer acto de la modas Corte fue el vivendi ? ¿Olvidaba tan pronto de nombrar todos los Magistra- dos que debían obrar dentro de su jurisdicción y que ese nombramienCasa Arana o sobre Macedo, to recayó sobre los agentes asesinos de la ¿Dónde está, pues, la jurisdicción? "La Corte Suprema no puede contradecirse abiertamente Loaisa, etc? prueba tan palpable de incompetencia. No creemos que ni dar los Magistra- dos se equivoquen y muchísimo menos en asuntos internacionales que presentan tan pequeñas dificultades. Si distrito es neutral, de dos cosas: o parcialidad o error trito sobre el cual la Corte decide ahora que ese semejante decisión puede significar solamente una el al n mbrar Magistrados en un dis- Perú había perdido todo derecho de soberanía. Lo repetimos: no creemos que la Corte Suprema llegue a Lo dicho por La Sanción demuestra del crimen ante quien tal que decisión." el Juez Rocca había presentado un denuncio referente a los crímenes del Putumayo, se dirigía a la Putumayo Corte Suprema con caía bajo su el fin jurisdicción. de saber si el En otras pala- EL LIBRO ROJO DEL 52 PUTUMAYO bras, el Juez evitaba, ante todo, llegar a decisión nin- guna ^obre En la Roger Casement ante Sir Putumayo se hace cuando se urgía a notar las el la Putumayo era neutralidad de Comisión Selecta del hecho de que en 1910, autoridades judiciales de ¡quilos criminales peel hecho de que neutral y quedaba, por refugiaban en ruanos, aquéllas se la declaración rendida por que procedieran contra tos para el debido a los criminales, región en cuestión. la territorio consiguiente, fuera de la jurisdicción del Perú. Sobre ese punto insiste con énfasis en su informe nombrado por tor Paredes, Delegado del Perú para investigar El los asuntos del denuncio presentado por Rocca men de Iquitos es un doc- el Gobierno el Putumayo. Juez del al cri- documento de considerable ex- tensión, del cual extractamos lo siguiente: "Yo, Benjamín Saldaña Rocca, residente en me permito del Próspero, humanidad por afluentes me los el número 38 de desgraciados indios que habitan el Putumayo y sus obligan a denunciar ante S. E. a los célebres malhechores Víctor Macedo, Miguel Loaisa. . . . Los acuso de haber cometido críme- nes de asesinato, incendio, estafa y robo, agravados las la calle informar a S. E. de que los sentimientos de por la práctica de más crueles torturas y martirios, cometidos con agua, fuego y látigo. "Los crímenes de que acuso a estos hombres fueron cometidos en los afluentes del río Putumayo, es decir, éntrelos ríos Igaraparaná, Ca- raparaná, Cahuinari y otros ríos en los cuales los señores Vega, Arana y Compañía y J. C. Arana y Hermanos efectúan la industria cauchera. Las propiedades se llaman La Chorrera y El Encanto y están divididas en numerosas haciendas que se denominan "secciones" (Oriente, etc.) Macedo es administrador de La Chorrera y Miguel Loaisa de Macedo y Loaisa, su rival, se complacen en asesinar y en quemar vivos a los pobres indígenas, indefensos e inofensivos que Víctor El Encanto. habitan esa región. El peor de todos los actos cometidos por esos dos criminales ocurrió en 19J3. En ese año llegaron a La Chorrera más de HISTORIA DE LAS ATROCIDADES 800 indios de Ocaima, que iban allí con de entregar el fin Después de pesar y de entregar habían recogido. la el 53 caucho que goma, Fidel Ve- larde, Subadministrador de la sección a la cual pertenecían los indios, apartó 25 de éstos so pretexto de que eran demasiado perezosos en el trabajo. Víctor Macedo y su cómplice Loaisa dieron orden de que cada indio fuera envuelto en un saco empapado en petróleo, al cual se pren- dió fuego inmediatamente. Pronto se incendiaron las desventuradas víc- timas de tan atroz crueldad, y emprendiendo cercano río con la la fuga se arrojaron en el esperanza de salvarse, cosa que no lograron, pues todos se ahogaron. Esas eran las diversiones habituales de Macedo y de sus compañeros infernales. "Otra de asesinó tal espantado y las hienas del Patumayo se llama Miguel Flórez, el cual número de hombres, mujeres, viejos y niños, que Macedo, temeroso de que despoblara totalmente la región, le dio or- den expresa de que no matara por diversión sino solamente en el caso de que los indios no llevaran caucho. Flórez obedeció las órdenes de su superior, y en dos meses no mató más que 43 indios. A pesar de todo, las torturas con que los castigaba eran constantes y las mutila- manos y pies a un ocupaciones favoritas ciones terribles, porque les cortaba orejas, narices, número considerable de víctimas. Tales eran del empleado modelo de la Casa Arana. las "La sección de Abisinia ha sido también teatro de escenas horribles. Abelardo Agüero, en compañía de su segundo Augusto Jiménez, tiene la costumbre de practicar el tiro al blanco con los indígenas que mantiene presos. Tienen también niños el hábito de hacerlo con los viejos y con los pequeños. La sección de Matanzas es la peor de todas. Allí se ocultan los esqueletos de los millares de victimas del terrible Normand, oven que no ha cumplido aún veintidós años." El denuncio hace también referencia de dos ne- gros de Barbados llamados Stanley y Lewis, quie- nes, para cumplir las órdenes del Subdirector de la Sección, dieron ciento cincuenta y cinco azotes a una india, hasta el seguida la punto de despedazarle los muslos. En fusilaron. viajes periódicos Rocca describe también los que esa cuadrilla de malhechores EL LIBRO ROJO DEL 54 PUTUMAYO Hé aquí hacía en persecución de los indios. Después de ordenar re- Jefe de la Sección a sus el subordinados que se armen, emprenden busca de el viaje en término de diez días. Se dirigen casa en donde la el de indios y del caucho que de- las tribus ben entregar en a el de una de esas correrías: lato indios los caucho, y proceden a dictar el deben entregar el número de kilos de caucho que cada indio debe entregar. Al pesar las cantidades entregadas se nota que algunos no han logrado presentar la cantidad entregada: en esas circunstancias reciben veinticinco azotes de los ne- gros barbadenses que han sido llevados fin de que sirvan de verdugos. único azote la veces que en la víctima pierde el tres e cuatro correría, En ese caso exigida. orden a cuatro civilizados para otras dejan de aparecer porque no han podido recoger tidad de caucho el décimo Sucede sentido. indios con allí Al el la can- Jefe da que interroguen a diez indios hostiles a los que hacen falta para que digan dónde se ocultan. pectáculo más horrible. Verifícase en donde se ocultan esos de fuego; fuga son los indios fusilados que ancianos, niños recen bajo el El desgraciados se el En las es- la choza le pren- pretenden emprender inmediatamente. se ocultan la chozas y enfermos. Todos pe- bárbaro machete del putumayo. denuncio de Rocca está fechado de 1907. entonces Después de rodear el 9 de agosto : HISTORIA DE LAS ATROCIDADES Como Azul, lo dice Roger Casement en Sir Gobierno peruano publicó en 1907 el de Eugenio Robuchon. maneció dos anos en Como antes, desapareció misteriosamente. Sir ment reproduce en posesiones de Arana cias en que fue hecha nifiesto en la Libro notas se ha dicho Roger Case- Libro Azul uno o dos pasajes el hecha por Robuchon en del relato de la excursión las el las explorador francés per- El Putumayo. el 55 Hermanos. Las circunstan- la publicación quedan de ma- correspondencia cruzada entre señor el Carlos de Castro, Cónsul General del Perú en naos, y el Con fecha 4 de abril de 1907 dirigió Relaciones Exteriores del Perú, seíior de la el al Castro "El 30 de agosto de Robuchon, por 1934, los señores Arana Hermanos, obrando por el cual ese caballero se y etnográfico en tumayo y sus afluentes que ocupan los señores Aranas. "Sírvase obtener de los señores Aranas todo por el señor Robuchon, así el señor Euge- comprometía a efectuar una exploración de carácter geográfico vado a cabo Ministro de siguiente carta cuenta del Gobierno del Perú, celebraron un contrato con nio Ma- Ministro de Relaciones Exteriores del Perú. como el la región del Pu- trabajo original los planos, mapas lle- y fotografías referentes a su exploración. "Me permito informarle que los señores Aranas, con triotismo, se han encargado de cubrir todos la expedición de Robuchon. Usted los laudable pa- gastos que demande no tendrá que hacer, pues, gasto ninguno. "Tan pronto como esté en poder de usted el original de los trabajos mencionados, sírvase traerlo a esta ciudad (Lima), tomando todas las precauciones necesarias para que llegue a poder del Gobierno." La especial significación de este documento consiste en que el Gobierno del Perú daba la mayor PUTUMAYO EL LIBRO ROJO DEL 56 lo complementa siguiente comunicación, que la Eso Robuchon. de informes importancia a los prueba la anterior, y con la misma fecha, lleva como titulo: Ampliación de las anteriores instrucciones paro otros documentos referentes a Perú sobre la los derechos territoriales del región del Patumayo. "Tiene conocimiento este Ministerio de que manos, de Iquitos, tienen en su poder al Magistrado del Bajo Amazonas, con chos sobre las tierras que mayo y de sus "Como el Arana Herpresentado las riberas del río Putu- afluentes. alegato es de la mayor importancia debido a que contiene con referencia a nuestros lombia, sírvase escrito de establecer sus dere- fin el ocupan en ellos los señores alegato el hacer lo posible litigios por las pruebas de fronteras con Co- conseguirlo, si no original, al menos en copia legalizada, que usted entregará aquí en la misma forma que los documentos de Robuchon mencionados en mi despacho de esta fecha." Sería tan instructivo como interesante saber por medio de qué sistema de razonamiento inductivo se proponía rechos en la el Gobierno el del Perú establecer sus de- Putumayo basándose en el alegato de Casa Arana Hermanos, referente a sus derechos en la región del Putumayo por ella de propiedad reclamada. Las "posesiones" de Arana comprendían, de acuerdo con el to de la Peruvian llas avalúo que figura en Amazon Co. Limiied, cuadradas, en tanto que tumayo abraza más de 200,000 se también que el la prospec- el 12,000 mi- región toda del Pu- millas. Presidente de la Debe recordar- Compañía, en reunión anual verificada en 1910, declaró que la la Com- pañía no poseía títulos sobre esa región, que cual- HISTORIA DE LAS ATROCIDADES quiera otra petencia Compañía que se organizara allí 57 en com- gozaría iguales derechos a los de las de- más sociedades de comercio que explotaran giones caucheras. Sin embargo, los re- las llamados dere- chos de propiedad fueron arrebatados por una sola Compañía de comercio y adquiridos por una organización ilegal compuesta de mil empleados que go- zaba del apoyo de la soldadesca peruana y cuyo objeto final era despojar a los colombianos de sus propiedades. El Gobierno peruano tenía conocimien- de to tales hechos. Las comunicaciones arriba das prueban abundantemente que gó Gobierno peruano a usar de al Robuchon fue simplemente dio da una táctica artera, en el la la el cita- razón que obli- de los servicios de adelantar, por me- avance de sus derechos Putumayo. La siguiente nota del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú, fechada en Lima el 23 de septiembre de 1907, da instrucciones sobre la publicación que, a costa del Gobierno, debe hacerse del informe de "En de vista Robuchon: despacho enviado a este Ministerio por don Carlos del Castro, Cónsul General instrucciones a él Robuchon sobre el río gato al J. presentado del Perú en enviadas, y en el Manaos, de acuerdo con se incluyen cual Putumayo y sus tributarios, Magistrado del Bajo C. Arana y Hermanos, con el fin los informes junto con el las de ale- Amazonas presentado por de probar su derecho de propiedad sobre dicho río y sus afluentes, ordenamos que los informes de Robuchon se publiquen a costa de este Gobierno, bajo la vigilancia de dicho Cónsul General, quien gozará de su sueldo hasta que termine el trabajo." PUTUMAYO EL LIBRO ROJO DEL 58 El informe fue, pues, editado tiene por de Castro, y con- un prólogo suyo, muchas fotografías tomadas por Robuchon y un retrato de J. C. Arana. Se im- primieron 20,000 ejemplares de la obra. La nota an- terior, fechada el 23 de septiembre de 1907, tres días antes de efectuarse Amazon ruvian Debe tenerse registro en Londres de la Pe- el Co., figura en las páginas del libro. en cuenta que el Una de publicarse en inglés. pecialmente significativa: se celebrado contrato con Robuchon especifica claramente que las titula la obra debe fotografías es es- En marcha hacia los hüitotos y representa un grupo de veinte blan- cos armados con Según el editorial del imLa Prensa correspondiente al rifles. portante diario limeño 8 de julio último, las fotografías por Robuchon son muy tomadas inéditas conocidas y representan es- cenas verdaderamente espantosas. En su prólogo a obra de Robuchon, el Cónsul General del Perú manifiesta su pesar por la muerte la prematura que alcanzó el explorador francés en mi- tad de sus estudios de exploración. Asegura tor que las el edi- posesiones de los señores Aranas ocupan un área grandísima del Putumayo, y que la Casa ha invertido más de trescientas mil libras con el fin de civilizar, de alguna manera, "a los salvajes que ha- bitan esas regiones, entre los cuales níbales." Concluye el hay muchos ca- prefacio diciendo que el informe de Robuchon "tendrá indudablemente valor grandísimo, porque probará, en caso de que necesaria, la aplicación de la tal cosa fuere actividad peruana a re- HISTORIA DE LAS ATROCIDADES 59 giones que ciertas naciones vecinas reclaman hoy de nosotros." El prólogo está fechado en Lima en 1907. Estamos perfectamente de acuerdo con Castro en la el señor de parte final de su prólogo, siempre que Robuchon" por tendría idea más se cambien las palabras "informe de de "Libro Azul inglés": así se las clara y completa de los fines a que se encaminaban las actividades peruanas. La gravedad de Putumayo en 1906 el Go- los asuntos del y 1907 fue causa de serias inquietudes para Ya bierno de Colombia. época en Bogotá de Putumayo. el de febrero de El 20 Presidente de se tenía conocimiento en esa los crímenes la legrama, referente cometidos en 1907, por República recibió al el el ejemplo, siguiente te- asesinato del jefe de los indios huitotos: "Diariamente tenemos conocimiento de el las atrocidades cometidas en Igaraparaná por los peruanos. Obedeciendo órdenes de Arana, hicie- ron preso en Barcelona, hace tres meses, a huitotos, y después de darle una cadena al cuello. cien principal de los Ifes, jefe azotes lo colgaron boca abajo con Las víctimas son muchísimas. Ciudadanos respe- tables se apresuran a informar a S. E." A principios de 1908 la prensa conocer los crímenes de mayo de 1908 el la de Bogotá hacía Casa Arana. Ministro de Relaciones de Colombia, en nota dirigida al El 19 de Exteriores Ministro de Colom- bia en Riojaneiro, deploraba el exterminio de los in- dios del Putumayo y protestara ante el le daba instrucciones para que Gobierno del Perú contra esos crí- PUTUMAYO EL LIBRO ROJO DEL 60 menes y contra los ataques dirigidos por Arana Hermanos con apoyo de las fuerzas peruanas contra los colonos colombianos. La nota en cuestión dice así: *Me refiero al cablegrama de usted del dice así: 'Informan Manaos verificóse mes en curso, que 17 del nuevo encuentro Argelia entre pe- ruanos y colombianos; tropas peruanas por orden Prefecto Loreto prepararon emboscada para capturar David Serrano y veinticinco Colombia- Nada nos. Prepáranse peruanos invadir Caquetá. Es inútil reclamar Lima.' En respuesta los corrientes, el siguiente grama al con fecha 14 de despacho: 'Impuesto. Sírvase Gobierno peruano, protesta contra atentados Unión, contra nuevo Ministro Perú. sé de dirigí a usted, dirigir cable- en La 12 enero ataque colombianos, contra ocupación territorio colombiano tropas Perú, destrucción vidas, propiedades colombianos. Pida usted evacuación, órdenes autoridades civiles y Loreto militares responsables, indemnización vícti- respetar nuestros derechos, castigo mas. Diga usted retardo protesta sólo por necesidad informes completos y, anuncio hecho por Gobierno peruano de que venía representante Perú ésta con encargo discutir bases de un modas vivendi. Esperaba su llegada para exponerle toda gravedad correo. Términos protesta a juicio Ofrezca ampliaciones agravios. de usted expresen procede expresa orden Gobierno.' "Como usted sabe, cuando se efectuaron mientos de enero pasado, se encontraba en Legación al digno cargo de usted, láez, a quien se dio el los deplorables aconteci- Lima el de Secretario la malogrado doctor Ramírez Arbe- orden de presentar inmediatamente una protesta formal contra los atentados perpetrados por oficiales y tropa peruanos en La Unión. El doctor Ramírez preparaba esa protesta cuando prendió la en los primeros días de mayo Europa, vía para Colombia, tor Ernesto de el se había Tezanos Pinto, a quien su peruano para presentarle la modas la documentación la doc - pro- vivendi en las regiones lo más completa la posible protesta y de las gravedad del atentado requería. Pero como nada ha vuel- Tezanos Pinto, no obstante haber transmás de dos meses desde su salida de Buenos Aires, y como e to a saberse aquí del señor de currido el llegada del Plenipoten- sobre los acontecimientos de enero, acompañada de demandas que del Perú, señor Gobierno enviaba con Putumayo. Resolvióse entonces aguardar ciario sor- embarcado en Buenos Aires para nuevo Plenipotenciario pósito de proponer las bases de un nuevo del le muerte. Al mismo tiempo recibió aviso este Ministerio de que HISTORIA DE LAS ATROCIDADES me cablegrama de usted, a que 61 comienzo de este refiero en el oficio, hace comprender que continúan y continuarán los atentados contra nuestra soberanía en las regiones del dir el Caquetá, más tiempo no ha creído el Putumayo, y que aun se intenta inva. Gobierno que pueda deferirse ya por formal protesta del caso, protesta que sólo un espíritu la exagerado de cordialidad había podido suspender hasta ahora. Siendo como y el es usted el órgano natural de comunicación entre este Gobierno del Perú, se ha creído también que esa protesta debía ser presen- tada por usted. Nadie mejor que usted conoce los sucesos su excepcional gravedad ni la de que ha como usted podrá sido teatro nuestra región oriental, y nadie forma en que la apreciar protesta debe estar con- cebida. El Gobierno, con razón, ha creído conveniente dejar a juicio de usted los términos en que "De las ha de ser presentada. protesta referida la informaciones recibidas en este Ministerio de individuos que fueron testigos presenciales y víctimas de las tropelías de los agentes, podido deducir jefes militares y tropas peruanos, he expongo a usted en resumen, a fin de que lo siguiente, que vea usted hasta dónde es- tán de acuerdo esas informaciones con las que había obtenido la Legación al digno cargo de usted. "El 14 de diciembre del año pasado en Juvineto, a tumayo, el Pu- orillas del río señor Gabriel Martínez, Inspector de Policía del Putumayo, con unos once soldados de su dependencia fue sorprendido por una fuerza peruana que llegó en allí la lancha de guerra Callao, de pro- piedad del Gobierno del Perú. La fuerza estaba comandada por Ca- el pitán Bartolomé Zumaeta. Los soldados de Martínez, que se encontra- ban casi moribundos por efecto de pudieron defenderse, de la y, las fiebres y de las privaciones, no una vez aprisionados, fueron conducidos a bordo misma lancha Callao al piedad de los señores Arana establecimiento de El Encanto, de pro- á Compañía, en donde fueron despojados de cuanto tenían, aun de sus papeles enteramente particulares. "El 12 de enero del año- en curso fuerzas peruanas en número consL derable, al mando de los jefes Benito Lores y Carlos Zubiano, llegaron a bordo del vapor Liberal, de propiedad de la Casa J. C. Arana nos, y de la lancha de guerra Iquitos, del Gobierno del Perú, al denominado La Unión, en la Hermapunto ribera occidental del río Caraparaná: ata- caron a los habitantes de establecimientos colombianos existentes asesinaron al señor Prieto, colombiano que allí residía, y a allí; varios de sus compañeros; incendiaron las casas de los señores Ordóñez y Martí- mismo nombre, y, después de consumados estos hechos y otros más vergonzosos aún, embarcaron nez, dueños de la agencia comercial del ; PUTUMAYO EL LIBRO ROJO DEL 62 en las embarcaciones nombradas los ganados, máquinas y productos almacenados, conduciéndolos a Iquitos. "En el punto denominado La Argelia, en margen la oriental Caraparaná, los mismos jefes ya nombrados aprisionaron Orjuela, Inspector de policía del papeles que tenía, lo por Liberal, y en éste Putumayo, le del río señor Jesús al despojaron de dinero y pusieron en un infecto calabozo a bordo del valo condujeron preso a Iquitos, en donde el Prefecto no se dignó recibirlo. Ham- "El mismo procedimiento se adoptó con otros colombianos. brientos y casi desnudos se pasearon por las calles de la población pe- ruana quienes tan iniíumanamente fueron conducidos gunos de ellos pudieron, mediante el auxilio allí, hasta que al- privado de generosos com- patriotas, venir a dar cuenta a este Gobierno de los crímenes perpetrados otros han perecido, otros sufren aún en tierra peruana las consecuencias de los atroces hechos a que nos referimos. "Fuera de hechos que a grandes rasgos he referido aquí, los el Go- bierno tiene noticia de otros igualmente crueles perpetrados contra ciu- dadanos colombianos en sus personas y bienes, unas veces por las mismas autoridades civiles y militares del Perú, otras por los empleados de la Casa Arana, que goza de Gobierno y de la franca e incondicional protección del autoridades peruanas. las "Debe también tenerse en cuenta terminio, que se lleva a cabo centra la persecución, por no decir la^ tribus el ex- indígenas colombianas, persecución y exterminio que recuerdan y superan a las de igual carác- de épocas ter pasadas, que anatematiza la historia de la humanidad. "Los atentados aquí expuestos constituyen gravísima ofensa a nuestra soberanía nacional en sus más esenciales derechos. La usurpación de territorio consumada ya; colombianos, y día más la el ataque a las personas y bienes de los tentativa de llevar esa usurpación y ese ataque cada adelante, todo aquello efectuado por agentes, autoridades y tropas peruanos, agravios son de aquellos que no pueden menos de perturbar profundamente y el biano en el el orden internacional y Perú. Ellos han herido más lo más el las relaciones entre Colombia sentimiento nacional del pueblo colom- vivo y han sido calificados por la opinión pública como ultrajante desconocimiento de nuestros derechos de nación so- berana. "Aun en el supuesto de que hubiera existido un entre las dos Repúblicas, los hechos perpetrados por en las regiones del Putumayo son de tal naturaleza estado de guerra tropas que peruanas la ley de las naciones y las prácticas civilizadas, en solemnes acuerdos consignadas, HISTORIA DE LAS ATROCIDADES las condenan unánimemente. Usted se servirá a este propósito recordar a la Cancillería peruana los términos de la Convención Haya la 63 el La suscrita en 29 de julio de 1599 para reglamentar las leyes y costumbres de guerra en tierra, y especialmente los términos del artículo 23, que prohibe en absoluto herir o matar a traición a individuos pertenecientes al ejército enemigo, herirlos o matarlos cuando han rendido y no pue- se den ya defenderse, negarles cuartel, destruir o aprisionar propiedades enemigas, salvo reglas que el el caso de que Perú aceptó dicha de La Haya, que al al la guerra adherirse lo exija. como prevalecen aun en casos de guerra y enemigo armado, ¿cómo puede concebirse amparo de Ahora bien: las relaciones estas si se adhirió a la Convención el que se protegen les atropelle al de amistad no interrumpidas entre las dos Repúblicas y que se las haya atropellado y que se las siga atropellando, no para destruir a enemigo armado sino a pacíficos habitantes co- lombianos de las regiones del Putumayo, a cultivadores indefensos y a desgraciados indígenas cuya condición se ha hecho las allí inferior a la de bestias? "El Gobierno de Colombia cree que ción actual en las regiones del la Putumayo misma gravedad de será un motivo la situa- para que se trate cuanto antes de ponerle fin. "Como la protesta que usted habrá por cable necesita dirigido la correspondiente ampliación, he querido exponer a usted las ideas del Gobierno acerca de esta delicada cuestión, a de que fin la ampliación que usted haga se conforme a dichas ideas, pero dejando siempre al acer- tado criterio de usted y a su reconocida discreción los términos de las comunicaciones que dirija al señor Ministro de Relaciones Exteriores del Perú." Esta ella se comunicación no desprende comentarios: requiere claramente que el de Gobierno de Colombia se anticipó, en tres años, al Foreign Office para buscar la diabólicos de datos que ella manera de poner los en fin el a los crímenes Putumayo. Los contiene referentes a los ataques he- chos a ciudadanos adelante. peruanos colombianos se estudiarán más PUTUMAYO EL LIBRO ROJO DEL 64 LA PERUVIAN AMAZON COMPANY LIMITED que fue registrada Esta Compañía, el 26 de sep- tiembre de 1907, inició sus suscripciones públicas en diciembre de 1908. Sir Sus primeros Directores fueron John Lister Kaye, Baronet; el Sousa Barón de Henry M. Read, John Russell Gubbins, Henry Bonduel, Julio C. Arana y Abel AlarDeiró, y los señores de 1.000,000 de libras co. El capital era del cual recibieron esterlinas en acciones. El ción dice que la esterlinas, Arana Hermanos 780,000 memorándum de Compañía libras asocia- la se formó "para comprar, tomar en arrendamiento o adquirir en cualquier otra forma las fincas caucheras que hoy son propiedad de Hermanos y que quedan situadas en ¡quitos y Manaos (Suramérica) y son cono- la Casa J. C. Arana y nombres de Colonia indiana, El En- cidas con los Argelia, Pevas y Nanay, asi canto, de propiedades cualquier otra como todas especie que las posea dicha Casa." En prospecto de el ella se formaba para la Compañía se afirmaba que además de las hacienderechos que la Casa Ara- adquirir, das y propiedades, los na Hermanos tenía sobre cido con te que el "el gran distrito nombre de Putumayo, situado en bañan los superiores del afluentes conola par- Amazo- nas y cuya área se calcula en 12,000 millas cuadradas. Los señores Arana han establecido allí cuarenta y cinco centros para la extracción de caucho, HISTORIA DE LAS ATROCIDADES rodeándolos de tierras cultivadas. 65 La población pasa de cuarenta mil indios, a los cuales se enseña gra- dualmente la manera de mejorar métodos primi- los tivos usados por ellos para la extracción del caucho, logrando así producción. mejorar En calidad y la cantidad de la la encuentra gran canti- el distrito se dad de empleados europeos y peruanos. Existe actualmente entre los Gobiernos del Ecuador, Colombia y el Perú un litigio de límites cuya resolución, aunque afectara políticamente una parte del Putu- moyo, no podrá afectar en manera alguna los derechos legales de los colonos. Por esta razón, sin embargo, los derechos de Casa en la el Putumayo, aunque son propiedad de territorio la del Compañía, han sido excluidos del cálculo de utilidades y ganancias a que se hace referencia. Los señores Ara- na y Alarco, dos de los Directores, afirman que solamente en el distrito del Putumayo se han gastado más de 500,000 libras esterlinas, exclusivamente de las suma que proviene utilidades obtenidas en esa región." El año de 1909 recibió la Compañía 887,012 libras de caucho. El informe anual publicado en diciembre del mismo año ese año las dice que "durante la primera parte de operaciones un grave atraso en el de Compañía la sufrieron Putumayo, debido a una demia de viruela que embargó la rección, obligándola a entrar en atención de la epi- Di- mayores gastos en forma de trabajo adicional." No sabemos si la Compañía fue registrada en PUTUMAYO EL LIBRO ROJO DEL 66 de Robuchon que en cuenta Lima, pero debe tenerse fue publicado a Gobierno el momento en que efectuaba Compañía en Londres. Las leyes peruano en de tro la caucho que se extraigan. debe pagarse en to portación del caucho, plo, Aduana la como curioso el otra parte, el caso de cuando ba en Iquitos, se Como Putumayo, es Amazon el im- Co. Por Sin emCompañía estamanifestó que el Congreso del comisión le Perú tenía facultad para sobre las tierras la de documentos que daban la de Colombia. la otorgar Compañía. la ocupación, y se dijo títulos perfectos Se prueba de al la presentaron explotación Gerente que era urgen- tísimo no perder tiempo. Se calculaba que para obtener esta ex- sido contrario a los habría convenios con la" el haga efectivo Peruvian la impuesto términos de los y la ha hecho, por ejem- lo su Gobierno no que puesto en bargo, impues- El Inambary Rubber Company Limited. la Perú por cada efectuarse al Perú reclama jurisdicción sobre el regis- el del estipulan un impuesto de cuatro chelines cien libras de informe el costa del concesión no En mil libras esterlinas. el pasaría de costo cuatro otras palabras, esta fue otra maniobra inteligente de parte del Gobierno peruano como suyo para que se reconociera En 1911 Putumayo. convenio En el con Colombia caso, pues, de que lombiano, es claro sería inútil. que el territorio Perú admitió en el el que el la un del nuevo región era neutral. territorio se declare co- gasto arriba mencionado HISTORIA DE LAS ATROCIDADES Como toda libra de caucho exportada en 67 Iquitos tiene que pagar un impuesto de dos peniques y cuar- to, como y las exportaciones del Putumayo últimos siete años han bras, esto representa li- Gobierno del una renta para Perú de 60,000 a 100,000 momento en los pasado de un millón de el desde libras esterlinas el en que los Aranas principiaron sus opera- ciones en Putumayo. En el que terminan el los ocho años y medio 30 de junio de 1908 las exporta- Putumayo subieron a 6.332,932 libras de caucho. En 1908 el Cónsul General del ciones totales del Perú en Londres decía en una Revista inglesa "que el caucho era la Departamento de Aduana de terlinas." principal fuente de rentas Loreto y que el Iquitos en 1906 subía a 166,791 La imaginación se pasma del rico producto al de la libras es- pensar en los crímenes necesarios para obtener esa suma. No debe olvidarse que los derechos de importación pagados sobre rifles, carabinas y cartuchos han debido au- mentar, en no poca, suma, las rentas del Perú. En diciembre de 1908, cuando se pidió al público inglés que comprara la empresa de la Casa Arana, el Cónsul General de Colombia en Londres, por conducto del abogado de su Gobierno, llamó atención de los Directores y abogados de vian Amazon región del ción el hecho de que Putumayo no quedaba bajo del Perú, y que, por consiguiente, ciones de la la Peru- Co. y también del Secretario de Esta- do de Relaciones Exteriores sobre la la las jurisdic- opera- Compañía en esa región no podían ser PUTUMAYO EL LIBRO ROJO DEL 68 legales. El Cónsul indicadas en Foss, dres. General copia de al efecto, protesta partes Edward jurada de Mr. declaración la una presentó cual fue enviada a las la abogado del Gobierno de Colombia en LonHé aquí copias de la protesta y de la declaración: "Por medio de este instrumento público de protesta se hace saber a todos aquellos a quienes concierna, que en este día 8 de diciembre de 1903, ante mí, John Heathcote James, de la ciudad de Londres, y No- debidamente admitido y juramentado, compareció personalmente Mr. Francisco Becerra, Cónsul General de la tario público por autoridad real, República de Colombia en Londres, quien anunciado la me que, habiendo declaró prensa de Londres una emisión de acciones de la Peruvian Amazon Company Limited, abierta a suscripción pública desde diciembre de 190?, él la República de Colombia reserva sus derechos sobre tumayo, por cuanto a que a tal 7 de el por eso interpone su protesta declarándome que ella le región del Pu- la pertenece, y que en consecuencia región no puede ser explotada mientras no se cumplan las formali- dades respectivas prescritas por "El mismo demandante me la ley de Colombia. declaró también como a Notario que la de su Gobierno en Londres comunicará esa protesta Legación al Se- Exteriores de S. M., y que ha dado instruccio- cretario de Relaciones nes a sus abogados, señores Foss, Bilbrough, Plaskitt, Foss & Bryant, de esta ciudad, para que envíen una copia de esa protesta a cada uno de los Directores de la Peruvian pañía y a los abogados de "Por tanto, dicho Amazon Company demandante declara que protesta, tario protesto a petición suya, contra la bién contra cualquier Limited, a la Com- ella. y yo como No- mencionada Compañía y tam- persona o personas que sean responsables por cualquier pérdida o perjuicio que su Gobierno haya sufrido o sufra de- bido a la contravención de sus defechos en la mencionada región. "Así se hizo y protestó en Londres, como queda dicho, en y año indicados. "(Firmado) el día, mes Fco. BECERRA, Cónsul General de Colombia "(Firmado) Jonh H. James, Notario Público HISTORIA DE LAS ATROCIDADES 69 "Sea también sabido por todos aquellos a quienes interese, que hoy, nueve de diciembre de mil novecientos ocho, ante mí, Jonh Heathcote James, Notario público por autoridad real, debidamente admitido y juramentado, compareció personalmente Mr. Edward Foss, socio de la firma de Foss Bilbrough, Plaskitt, Foss & como Bryant, de esta ciudad, abogados del Gobierno de Colombia, quien me declaró que el día ocho de diciembre de mil novecientos ocho hizo once copias del instrumento notarial de protesta adjunto, con ratificadas el a cada uno de los día como sigue Company Limited, así Limited, A : de los Directores expedido bajo mi mismo y remitidas por Directores de la Peruvian la en mismo el Amazon Company Peruvian Amazon Y a los abogados de la Y al Secretario de dicha Compañía, así Peruvian Amazon Company Limited.— Salis- .... : para ser sello oficial, registro postal .... :. . . . bury House, London Wall, E. C. mismo demandante me presentó como a Notario once certifipostal de paquetes dirigidos como ya se ha dicho. "En fe y testimonio de esto, yo he puesto en ello mi mano y mi "Y el cados de registro sello oficial para mes y año que sirva y valga donde sea necesario. Londres, Hemos horrorizo de me cartas de los Compañía. Dice uno de pensar haya sido utilizado en y número de recibido un gran accionistas de esta pantan día, JONH H. JAMES, Notario Público. (Firmado) "Me el escrito antes al principio. ellos: que parte de mi dinero fines tan horrendos. Me es- crueldades horribles que se han cometido, las llena de cólera ver que los culpables han es- capado a su merecido castigo." Otro escribe: "Cuan- do invertí zon Co., mi capital en acciones de pensé que camente en el las la contribuye a que se haga El señor Juez Swinfen la Peruvian Ama- caucho." Otro accionista firma aceptará gustosamente se efectuara la utilidades se obtendrían úni- pérdida de su dinero que si ella justicia. Eady dio orden para que liquidación obligatoria de la Peruvian EL LIBRO ROJO DEL 70 Amazon Co., talladísima. PUTUMAYO después de hacer una investigación deEsa orden fue dictada el marzo 19 de último. PROTOCOLO DE EL En 1909 se firmó en 1909 Lima un Protocolo entre el Gobierno del Perú y el Ministro Plenipotenciario de Colombia en Lima: en él se hace referencia a los Putumayo en acontecimientos sucedidos en el los cuales fueron puestos en conocimiento del Go- bierno del Perú en de una protesta Firmóse el mayo oficial Protocolo del mismo año por medio Gobierno de Colombia. del de 21 el 1908, abril de 1909; ya en marzo de ese mismo año el Ministro de Colombia en Lima protestó nuevamente contra estos actos de violencia y crueldad cometidos en el Putumayo por agentes y autoridades peruanas. Los artículos publicados en Truth hace tres años hacían referencia a este Protocolo y daban la mayor importancia al hecho de que "los actos efectuados en esa región" quedaban sujetos, públicas, a una según convenio entre investigación. El pasaje las dos Re- del Proto- colo citado por Truth dice así: "Los Gobiernos de Colombia y Perú el de profunda pena por los acontecimientos pasado en convienen misión la ftn región del constituir, Internacional, manifiestan su sentimiento efectuados durante el año Putumayo, y en prueba de mutuo acuerdo, por medio de una Convención especial, una Co- que investigue y ponga en claro todo lo sucedido HISTORIA DE LAS ATROCIDADES 71 en esa región, dando cuenta de sus trabajos por medio de un informe. Si los dos Gobiernos no lograran ponerse de acuerdo sobre las respon- sabilidades que incumben a dichos actos, arbitramento. Tan pronto como nados, sufrirán los castigos que les el las familias asunto será sometido a hayan sido determi- prescribe, después de seguírse- la ley correspondiente proceso. Además, frido perjuicio material recibirán el los responsables todos aquellos que hayan su- una indemnización equitativa, El escritor de Truth hacía uso de la del como cláusula del Protocolo arriba citada para probar que no así de las víctimas de los actos punibles." el Gobier- Perú tenía pleno conocimiento de los críme- nes cometidos por los peruanos en respuesta a esa acusación, el el Putumayo. En Encargado de Nego- cios del Perú en Londres envió la siguiente carta al Director de Truih: "Esta Legación niega categóricamente que los sucesos que usted describe y que la ley castiga severamente hayan podido efectuarse sin conocimiento de mi Gobierno en tiene autoridades el río Putumayo, en donde nombradas directamente por el el Perú supremo Gobierno y en donde existe además una respetable guarnición militar. Iquitos está unido por telégrafo inalámbrico con Lima, y es imposible suponer que pudieran cometerse actos de sin que naturaleza de los la los criminales fueran pronta y que usted describe severamente castigados por las autoridades." El Encargado de Negocios pretendía también des- mentir a los periódicos de Iquitos 'la Felpa y La Sanción, que eran citados en los artículos de Truth. Esto demuestra que y la por la existencia de esos periódicos naturaleza de su contenido eran bien conocidos el Encargado de Negocios en Londres. En otra misma carta dice con justicia que el exter- parte de la minio de los indios era una pésima política comer- EL LIBRO ROJO DEL 72 cial. Al comentar las autor de los PUTUMAYO palabras de ese empleado, Truth afirmaba que jamás artículos de había dicho que los sucesos por él mencionados se hubieran efectuado sin conocimiento "Por del Perú. cierto que el el Gobierno del contrario, decía, es absolutamente el Gobierno del Perú tiene conocimiento de muchos de esos actos." En respuesta a esto y el Encargado de otros comentarios semejantes, decía Negocios: "Los conflictos en cuestión se efectuaron entre autoridades de las ambos países con respecto a límites que aún no han sido fijados es a esos conflictos, y en manera alguna a crímenes de ninguna clase, : a lo que hacía referencia mi Gobierno en la cláusula del tratado que usted cita. "No hay absolutamente base efecto de que se castigara alguna para nombró una Comisión la sugestión de usted al Internacional que investigara y crímenes comunes, tanto más cuanto que los crímenes que usted denuncia se supone que fueron cometidos en territorio peruano, en donde rigen, naturalmente, leyes peruanas." El autor de los artículos de conclusiones sobre ruano basándose en Los lectores de la el las Truth Protocolo arriba mencionado. páginas anteriores pueden, sin embargo, usar de pruebas mayores en de sus opiniones sobre la Encargado de Negocios ocurrieron conflictos en Amazon que la la formación culpabilidad del Gobierno peruano en los crímenes cometidos en El llegaba a sus culpabilidad del Gobierno pe- del Perú el Putumayo. confiesa región en que la que Peruvian Co. efectuaba sus operaciones, pero afíade ellos se referían "a cuestiones de límites aún no determinadas." La primera de esas afirmaciones HISTORIA DE LAS ATROCIDADES no está de acuerdo con los hechos, hoy su fesará indudablemente como misión Selecta, así numerosos sometidas a la en Co- imparcial de los relato el con- lo autor. Encontrará Libro Azul las declaraciones el como 73 cometidos con los colonos. La ultrajes segunda afirmación es una confesión de que el terri- Encargado de Negocios torio está en litigio. El nie- ga que una Comisión Internacional pudiera castigar crímenes en territorio peruano en donde rigen leyes peruanas, pero había admitido previamente que los límites no habían sido aún Sin embargo, en fijados. año siguiente se firmó en Bogotá un Convenio entre las dos Repúblicas, en el cual se especificaba que el Comisión debía decidir la de someterse a El si la ley habían colombiana. [Encargado de Negocios del Perú parece norar que en Inglaterra todos aquellos una afirmación por medio de que hubiera verdad en burg sobre las que hacen prensa están sujetos dicho por Mr. Harden- lo atrocidades del Putumayo. En julio de 1912, después de nifestó la ig- En 1909 negó categóricamen- a una responsabilidad. te criminales los peruana o la ley publicado el Libro Azul, ma- públicamente que los crímenes habían sido cometidos antes de 1907. Enfrentado con las de- claraciones de Sir Roger Casement, creyó conveniente hacer poco caso de período anterior a la ellas, relacionándolas con un formación de la zon Co. Debe tenerse en cuenta que ingleses de las la Peruvian Ama- los Directores Compañía afirmaron enfáticamente que negativas de ese caballero en 1909 los obligaron PUTUMAYO EL LIBRO ROJO DEL 74 a pensar que las acusaciones de Mr. Hardenburg no tenían base ninguna y que, por consiguiente, no habían tomado medidas activas para iniciar una inves- como tigación, lo habrían hecho en el caso contra- En tanto que es fácil suponer que el Encargado de Negocios del Perú no tenía conocimiento de los rio. terribles acontecimientos del en que se hizo Truth, es evidente, el como la época artículos Gobierno del Perú tenía pleno conocimiento de crímenes cometidos en el Putumayo, medida ninguna para castigar a poner fin de hemos demostrado en desde muchos años atrás lo páginas anteriores que, las Putumayo en publicación de los la sin los que tomara los criminales o para ocho meses pa- a las atrocidades. Diez y saron después de las publicaciones de Truth sin que una comisión investigadora, se enviara nombrada debido gracias bre la al a la presión del la cual Foreign fue Ofiice, informe rendido por su Comisionado so- parte tomada en los crímenes por los negros de Barbados. La responsabilidad del Gobierno del Perú en los crímenes del Putumayo será un borrón eterno en su historia, porque comprueba que lombia decía la el Gobierno de Co- verdad cuando prevenía de Relaciones del Perú en 1899 que peruanas en al Ministro las actividades las re'giones septentrionales del Amazo- nas tenían por objeto "apoderarse gradiiamente del Putumayo." En 1909, dos años después de negocios de Arana en Iquitos, el la iniciación de los caucho sacado por HISTORIA DE LAS ATROCIDADES 75 Putumayo alcanzaba apenas a la canEn 1903 subió a 450,000 libras y en 1906 a 1.400,000. Es decir, hasta el momento en que se clavó la bandera peruana en el Pulos indios del tidad de 33,600 libras. tumayo, en Cotuhé, en 1900, y hasta cuando Arana principió la explotación de esta región, la produc- De de caucho era insignificante. ción aquí se de- duce que, aunque en esa época había muchos caucheros colombianos establecidos en esa región, la pro- ducción combinada de todos ellos alcanzaba apenas, en 1900, a 33,600 libras. Como caucho depende directamente producción la del trabajo, y del como una pequeña propiedad de cien acres de árboles perfectamente desarrollados produce a cantidad anual, es claro que los que habitan mil indios los la como los menos esa sesenta u ochenta zona que más ocuparon Aranas no hubieron de época en que estuvieron lo sufrir nada durante los colombianos. colombianos establecidos en el la Además, Putumayo poseían grandes plantaciones de caucho, es evidente que no se proponían obtener ganancias inmediatas sino fundar futura prosperidad. En 1900 un colombiano llamado Larrañaga, menciona el Libro Azul com.o uno de caucheros colombianos que invadieran 1880, formó una Compañía con J. C. a quien los primeros la región en Arana para la explotación del negocio de caucho. La Chorrera fue una de las agencias establecidas por este colombia- no, la cual sirvió de base para los futuros negocios de Arana. Larrañaga murió con todos los síntomas 7 PUTUMAYO EL LIBRO ROJO DEL 76 envenenamiento por arsénico; su del ro fue puesto en la hijo y cárcel en Iquitos, y pués desapareció, según se poco des- entre los indios (1). dijo, Debe recordarse que durante mucho tiempo la cár- de Iquitos se llamaba irónicamente Oficina de cel Casa Arana, pues "O nos venden allí irremediablemente. su tierra por tanto (aquí la cárcel. Una vez proponía negocio en esta forma: la cárcel, se les mueren en la colombianos que no eran ase- los sinados eran llevados en herede- "Es inútil decir el precio) o se que casi todos pre- ferían la primera de estas alternativas. Otros, temero- sos de males mayores, vendían voluntariamente Por estas razones todos sus propiedades en la (2). los colombianos perdieron región dominada por Arana. La firma de Larrañaga, Arana y Compañía se disolvió en 1904, ocupando su lugar la firma de Arana, Vega y Compañía. (1) Es preciso advertir que didas a Arana por una fuerte linas. No podemos decir si el las propiedades de Larrañaga fueron ven- suma que pasaba de pago fue hecho al 13,000 libras ester- contado o en qué for- ma. Se aseguraba que muchas otras propiedades colombianas habían sido vendidas a Arana. Esto prueba simplemente que en una región en la cual no existían títulos de ninguna clase era preciso que Arana com- prara las propiedades de los colombianos para hacerse señor de la región. Como hemos visto, Sir Roger Casement afirma que " los traspa- sos de propiedades se hacían por (2) Sir Roger Casement dice en compraventa y por otros medios." el Libro Azul que hay uno o dos colombianos tan culpables como los peruanos. Cita el caso de Aquileo Torres, a quien se mantuvo preso durante un año, con una cuello, y cadena al de quien se aseguraba que había sido ahogado en diciembre de 1910. Los colombianos que no eran asesinados o enviados a Iquitos se veían forzosamente obligados a ponerse na, de la cual eran víctimas inocentes. al servicio de la Casa Ara- HISTORIA DE LAS ATROCIDADES Las autoridades de Iquitos y el 77 Gobierno del Perú cerraron los ojos ante todo lo que estaba sucediendo, y muchas veces prestaron su apoyo. En esa época empezaron a aparecer en las selvas del Putuma- yo los llamados pertenecían tenía y soldados caucheros, hombres al ejército del Perú. El derivaba de ellos grandes Gobierno que los sos- utilidades. Eran caucheros por su propia cuenta, pero trabajaban también muchas veces por cuenta de la Casa Arana. Los últimos negociantes colombianos que permanecieron en el Putumayo fueron Serrano, González, Ordóñez y Martínez (1). En enero de 1908 fue atacada la empresa de La Unión, propiedad de Ordóñez y Martínez. Londres Ya en ese año había sido registrada en Peruvian Amazon Co. Limited, y uno de vapores de esa Compañía, El Liberal, los la la así como lancha de guerra peruana Iquitos, que llevaba 85 hombres de la guarnición militar de Iquitos, seis ca- ñones y dos ametralladoras, tomaron parte en el ataque. Parece que los agentes de la Peruvian Amazon Co. ofrecieron a esos colombianos doscientos mil soles (20,000 libras esterlinas) por su empresa, con condición de que se retiraran de la la región. Al princi- pio rehusaron la oferta, pero la prudencia les obli- gó a demorar su resolución hasta tanto que la Compañía hubiera entregado en cambio de caucho algunas mercancías que necesitaban para los indios. Los (1) Mr. Hardenburg, que presenció el asesinato y captura colombianos, hace un relato gráfico de esa E! Putumayo. de esos escena en su libro titulado EL LIBRO ROJO DEL 78 PUTUMAYO colombianos recibieron como respuesta un verdadeentregaban todo ro ultimátum: o beral se apoderaría de mente efectuóse el por él la el caucho o El LiInmediata- fuerza. ataque. Ordóñez logró escapar y Martínez fue llevado prisionero a Iquitos. Haciendo Oriente, brado por para que Paredes, nom- Gobierno peruano como Comisionado el investigara los indicara las El un periódico de Iquitos, referencia que era propiedad del Juez crímenes del Putumayo e reformas indispensables, decía que ''el único deseo de esos jóvenes patriotas era el de hacer avanzar siquiera una pulgada la tierra de ría la bandera del Perú en conquistad El mismo periódico se a ese asalto llamándolo ''acto patriótico y espléndido," y trataba enérgico, varonil refe- y moral, a los otros periódicos de Iquitos de traidores porque decían que" las fuerzas del ejército en ese asalto, en el peruano hablan tomado parte cual habían figurado también la cañonera y sus ametralladoras. Refiriéndose a ese asalto decía de Castro, Cónsul General del Perú en Manaos y Abogado de se reducía a que el la Casa Arana: '* que todo Presidente Pardo había resuelto enviar una guarnición al Putumayo." La soldadesca peruana ocupa hoy La Unión. Allí se colocó una guarnición inmediatamente después de verificado el asalto contra los colombianos. No figura en el informe de Sir Roger Casement el colombianas se contaban hecho de que las víctimas por centenas, cosa que los peruanos atribuyeron a los indios caníbales que tanto figuran en el libro de HISTORIA DE LAS ATROCIDADES Robuchon. Tampoco el hace notar el Libro 79 Azul que exterminio de los colombianos significaba aumen- aduana de Loreto. to de rentas en la En las llamadas posesiones de la Casa Arana ha- uno en La ChoPemvian Amazon Co. bía dos establecimientos principales: rrera y otro en El Encanto. La estaba dividida, en la época en que se formó, en cuarenta secciones, a cargo cada una de diez a veinticinco El empleados civilizados. Encanto estaba dividido en quince secciones, con ciento diez empleados había de una de En Andoques civilizados. sesenta a ochenta, y veinticinco en cada secciones denominadas Entrerrios, Provi- las Boras y Ca/minarí. número total de los empleados dencia, El la de civilizados Amazon Co., en 1907, era de mil, poco menos. No era parte de sus funciones hacer Peruvian más o cultivos de tenía idea) árboles de caucho (cosa (1) o emplear su tiempo de que no se sangrando los árboles que a largas distancias se encuentran en fondo de las selvas. Correspondía este trabajo a el los desventurados indios, cuyo número, en 1906, según Robuchon, pasaba de 50,000 y no subía, cinco años después, según Sir Roger Casement, de 7,000. Esta disminución debe ser mayor aún hoy. Es tener en cuenta que la Casa Arana preciso principió sus Debe tenerse en cuenta que Mr. Hardenburg asegura que Serrano, el Putumayo, había sembrado muchos miles de árboles de caucho que tenían entonces de (1) uno de los últimos propietarios colombianos en dos a cuatro años de edad v estaban en muy buena condición. PUTUMAYO EL LIBRO ROJO DEL 80 operaciones en 1900. La destrucción de los indios, quienes debido a su dócil naturaleza presentaban una rica presa a enorme en Arana y a los peruanos, ha debido ser doce primeros años de este siglo. Es los de suponer que las autoridades peruanas tenían ra- zones para creer que su dominio sobre la región era simplemente transitorio, y que, por consiguiente, era necesario obtener los mayores beneficios en el menor tiempo posible. Si queremos saber las si atrocidades han termina- do debemos ante todo tener en cuenta los siguien- tes hechos: (1) Más de dos años han pasado desde en que Sir Edward Grey amonestó al fecha la Gobierno del Perú; sin embargo, Miguel Loaisa, uno de los peores criminales del Putumayo, dirige aún sección la de El Encanto. Ninguno de los criminales ha sufri- do castigo alguno. como dicial propietario del periódico de Juez Paredes, (2) El Iquitos que consideró los asesinatos de colombianos acción patriótica y moral, domina nombrado por y ha sido el el Gobierno poder del ju- Perú para efectuar las reformas. (3) La región está bajo la administración del Go- bierno del Perú. (4) El actual administrador de La Chorrera fue an- teriormente jefe de según él bía tenido tumayo." la policía de Iquitos, en donde, mismo informó a Sir Roger Casement, "ha- conocimiento de los A pesar de crímenes en el Pu- que este señor ha estado al . HISTORIA DE LAS ATROCIDADES servicio de la Peruvian bre de 1909, tenemos Amazon la 81 Co. desde noviem- certeza de que las atroci- dades continuaron mucho después de esa fecha. Además, en septiembre de 1909 envió a El Comercio de Lima una carta que era un simple tejido de falseda- Según el doctor Paredes, a juicio de dicho ad- ministrador el bandido O'Donnell "era una persona des. estimabilísima a quien amaban los indios por su bon- dadoso corazón." Se nota un considerable aumento en (5) tación de caucho, a pesar de que los tenido que agotarse y que el la expor- árboles han número de indios ha disminuido enormemente. Es cosa sabida que en (6) Perú se las selvas del esclaviza a los indios y se les trata como a bestias feroces. (7) El Cónsul inglés, Mr. Mitchell, quien confiesa visita al Putumayo se le ocultaron muchas cosas, asegura que no hay probabilidad de que en su última que hayan cesado Los (8) las atrocidades. colombianos son arrestados mayo y encarcelados Los peores criminales, en (9) los en el Putu- en Iquitos. el pasado, fueron soldados caucheros peruanos. (10) Nombróse Amazon Co. con peruana en el a Arana Liquidador de el fin de mantener la la Peruvian jurisdicción Putumayo. Pablo Zumaeta, cuyos servicios, según Sir Roger Casement, no debía aceptar en manera algu(11) na la Compañía, dirige aún sus negocios en Iquitos. : PUTUMAYO EL LIBRO ROJO DEL 82 Roger Casement afirma en (12) Sir que porvenir comercial el el Libro Azul Putumayo depende del principalísimamente del apoyo extranjero, del inglés principalmente, puede obtenerse. cual el Con fecha 5 de (13) febrero de 1912 dice Sir Ro- ger Casement dirigiéndose a Sir sabido que de sustituir cultivo la Edward Grey: "Es obra de plantar árboles de caucho y con los métodos más humanitarios del la explotación individual sido suspendida por orden de la de los Compañía, volviéndose a establecer la como tarea única de las diversas genas del Putumayo, las cuales se la la Compañía." La nueva recolección comunidades indí- consideraban 'des- moralizadas' por mis visitas y las del de indios, ha dirección local de comisionado iniciación de la recolec- ción de caucho, en las antiguas condiciones, se con- sideraba como hacer volver explotación claro que la al primer paso administrativo el Putumayo para a su condición normal de sana y provechosa. Era perfectamente Compañía o sus representantes en el Putumayo habían resuelto forzosa de los indios continuar la explotación como un derecho de conquis- como manera de obtener utilidades rápidas. Con fecha 27 de junio de 1912 decía Sir Edward Grey al Embajador inglés, en Washington "En el pasado abril fueron embarcadas en Iquitos más de setenta y cinco toneladas de caucho como ta y (14) resultado de una de las des hechas del Putumayo exportado desde el 1.° consignaciones más granen los últimos años. Lo de enero de este año hasta HISTORIA DE LAS ATROCIDADES de fines cuartas partes de abril iguala a las tres producción de 1911 total 83 la a esta cifra se puede lle- los antiguos métodos de las opiniones : gar solamente siguiendo trabajo forzoso." Como prueba de que por nosotros en muy también a personas producimos publicado riódico "No se han Lima, re- párrafos de un editorial importante de Lima: descrito en este país los crímenes en proporciones porque nos falta los a la cara al de pasado en La Prensa, pe- 8 de julio muy importantes siguientes los el expresadas páginas anteriores pertenecen las Gobierno, verdaderas sus valor moral necesario para arrojárse- el aunque tenía pleno conocimiento de el cual, tan vergonzosos sucesos^ dejó, sin embargo, que siguiera adelante con el fin de apoyar los intereses de la Casa Arana o con el de obedecer a razones de política internacional vergonzosas e indignas de nosotros. Hace más de Rocca años que seis el pública, ante las autoridades Benjamín Saldaña peruano periodista una campaña vigorosa ante inició Gobierno, ante el la opinión y ante la prensa con el objeto de poner a esas atrocidades. Sus esfuerzos fueron inútiles porque cuando el fin oro de la hecho de Casa Arana no ponía obstáculos invencibles existir un litigio derechos de soberanía en a su acción, el Colombia y el Perú respecto a sus Putumayo, obligaba aun a las gentes entre el honradas a callar por motivos patrióticos. " Todo esto se ha mantenido en la por los la vida porque obscuridad ha cimentado su línea de conducta sobre una falta humana. Esa misma obscuridad cubrió denuncios y la muerte del francés Robuchon en el Gobierno absoluta de respeto las exploraciones, el Putumayo." De otro artículo publicado en La Prensa, tomamos lo siguiente: " Es preciso poner fin a semejante estado de cosas. Según el De- recho Internacional, se ignora aún, de manera definida, cuáles son los derechos que el Perú posee en las regiones mayo. El Gobierno, en vez de examinar el del Caquetá y del Putu- asunto de manera racional PUTUMAYO EL LIBRO ROJO DEL 84 con de tomar el fin que realmente posesión de lo le pertenece, ha confiado esa misión delicada y responsable a aventureros criminales. Son ellos quienes fijan los limites bre los derechos de jurisdicción sin consultar, ni territoriales y quienes que posee el por asomo, los intereses de deciden so- Perú en esas regiones, la esos rapaces que pretenden no solamente saber Nación. el si ¿Quiénes son Perú posee dere- chos legales sobre esa región, sino que pretenden que, sin tenerlos, le conviene adquirirlos? El hecho es que ellos obran por cuenta del Perú y con consentimiento del Gobierno. Su sistema de colonización conel caucho que ellas contienen y siste en destruir las selvas para sacar en despoblar las aldeas indias para satisfacer sus apetitos criminales. Esos nuestros novísimos diplomáticos creen que brutalizar a un pueblo de indígenas, y no civilizarlo, constituye pleno derecho de propie- dad sobre esas regiones. "Esas gentes han mentido demasiado. Nuestras regiones orientales mal y un peligro, no una tierra de promisión, mientras no descubramos manera de enviar allí colonos que serán siempre, para nosotros, un la civilicen, y no aventureros que "Procedamos tencia, de lo con conocimiento y con que nos pertenezca y de El Libro la devasten. a delimitar nuestras fronteras con prontitud y justicia. lo Tomemos compe- posesión solamente que pueda convenirnos." Blanco publicado por Gobierno de el los Estados Unidos en 7 de febrero último arroja uueva luz sobre la "esclavitud en el Perú." Tomamos lo siguiente de los informes presentados por Mr. Fuller, el en Cónsul americano el Putumayo "Un empleado de el la que acompañó a Mr. Mitchell año pasado: Compañía es Juez de paz en toda la región del Putumayo. Esto prueba claramente que las autoridades locales no nen intención verdadera de llevar mejora ninguna a que reina en el "Lamento que tanto "La agitación el tie- atroz Putumayo." la Compañía como pedido hacer un estudio serio de Es más la situación verificada en el lo el Gobierno nos hayan im- que verdaderamente sucede." Exterior ha causado gran sensación. temor que se tiene de que nazca la soberanía peruana en HISTORIA DE LAS ATROCIDADES esa región que la so'.ic-.tud que se manifiesta por los 85 pobres indios vic- timas de los atropellos." "El énfasis con que se comenta tadas eran colombianas me el hecho de que colombianos en el personas arres- métodos usados por niones d3 Sir Roger Casement sobre los buenos los las hace creer que en Lima se conocian las opi- gobierno de esa región. . . . Puede que exista la idea de que los Estados Unidos piensen intervenir en las cuestiones de límites entre el Ecuador, Colombia y el Perú." CAPITULO VIII EL INFORME DEL JUEZ PAREDES Tenemos a la vista un sentado por el ejemplar del informe pre- Juez Paredes a su Gobierno con cha 14 de junio último. Es un fe- extenso documento que contiene millares de palabras cuyo único objecontra to, lo que quería el es autor, que las condiciones que prevalecen en son las mismas que allí "Los el Putumayo reinaban antes de da de Sir Roger Casement. Dice el probar de el la llega- doctor Paredes: criminales fueron reemplazados por otra clase de hombres, ignorantes y mal remunerados, los cuales, si no continúan ejecutando bles de sus predecesores en el los actos abomina- exterminio de los indios, no harán, ciertamente, nada en favor de ellos." adelante aíiade: *'En vista de todo lo que Más sucedió en tiempos pasados, es de justicia declarar que antes de la actuación iniciada por el actual Gobierno nadie pretendió reprimir los crímenes cometidos en el Putumayo, la condición desventurada de los indios, a pesar de ni castigar a los criminales, ni mejorar que se habían hecho repetidas acusaciones y de que la opinión pública en el Departamento de Loreto tenía conocimiento de los crímenes estaban cometiendo." horribles que se EL INFORME DEL JUEZ PAREDES Las instrucciones dadas al 87 Juez Paredes por su Go- bierno antes de que emprendiera viaje al Putumayo ordenaban "proceder con prudencia y discreción para no hacer daño a la Compañía Arana ni alterar le obra de nuestras guarniciones, que estaban cum- la pliendo un deber patriótico defendiendo esas remotas fronteras de nuestro territorio." Esta cláusula re- fuerza lo dicho anteriormente sobre existencia de una conspiración general basada en motivos ya honrados, ya viles, por parte de todos aquellos que quieren man- tener la jurisdicción peruana en Putumayo. Ade- el más, debe recordarse que las guarniciones en cuestión estaban formadas por hombres a quienes men- cionamos con En el nombre de soldados caucheros. otra parte de su informe, refiriéndose a los ne- gros de Barbados, el doctor Paredes los llama hie- nas del Putumayo. Esto no exige comentario, pero el pasaje en que figura merece copiarse, pues debe recordarse que Sir Roger Casement se comprometió a poner a los negros bajo la jurisdicción de los tri- bunales de Iquitos (estuviera esto o no de acuerdo con la legislación inglesa), con tal que los agentes peruanos fueran igualmente procesados. Se contestó que, como el territorio estaba en litigio entre Co- lombia y el Perú, las autoridades judiciales no podían obrar en regiones que quedaban fuera de su jurisdicción. El pasaje citado dice así: "Una de las razones que hicieron inútiles los esfuerzos del Gobierno fue la exportación de los negros barbadenses, inglés Sir Roger Casement. Con ello ordenada por el Cónsul perdieron los tribunales peruanos PUTUMAYO EL LIBRO ROJO DEL 88 una importante fuente de información, pues no se puede -negar que testimonio de esos hombres habría arrojado muchísima luz en el el juicio, iluminando puntos oscuros del proceso. El apoyo que se prestó a esos negros — hienas verdaderas del Putuniayo — fue el primer paso hacia la disolución de esas cuadrillas de asesinos." El Juez propietario de un periódico en que se ha- blaba de los asesinatos de colombianos como de ac- tos "patrióticos y morales," dice también: "Había una especie de convenio tácito para negar los hechos, a pe- sar de que habla certidumbre sobre ellos. tismo, la Una especie de falso patrio- estúpido y erróneo, y cierto respeto basado en adulación a la opulencia de la Casa Arana, hicieron el servilismo y que las cosas mantuvieran ocultas durante mucho tiempo y que se llegara hasta negar absolutamente la existencia del mal." se Se hace referencia también a que los jefes de las tropas estacionadas castigan a los indios con látigo. En muchas partes el informe del Comisionado pe- ruano admite que los esfuerzos de su Gobierno han fracasado, y lamenta al sión de que hace parte mismo tiempo que la Comi- no hubiera llegado aja gión algunos años antes, pues con ello se re- habrían muchísimos crímenes y se habrían podido sacar grandes riquezas. Se asegura que con el lanevitado zamiento de doscientas quince órdenes de arresto, de ve, las cuales se sitos laudables taurar la han hecho efectivas solamente nue- "se llevan a cabo satisfactoriamente el del Gobierno." Con el los propó- fin de res- orden y de conciliar los sentimientos de humanidad, en tanto que es cosa sabida que por menos uno de los peores criminales— el famoso Loaisa— tiene a su cargo una de las dos empresas lo ; EL INFORME DEL JUEZ PAREDES Paredes informa que "no hay hoy, centrales, el Juez en servicio, ninguno de los nistradores de la objeto las a todo las citas anteriores de demostrar la in- el revelaciones de La La Sanción convencieron Hemos hecho el antiguos jefes o admi- Compaiiía Arana." Además, forme dice claramente que Felpa y de 89 poca el mundo. únicamente con que merece fe el Comisionado. De nada serviría comentar línea por línea el informe, pero que a sin ello nos creemos obligados a decir, nos mueva ningún sentimiento de animadversión, que el informe del Comisionado del Gobierno del Perú, sobre asuntos de tan portancia, es un El informe del doctor nas de un periódico con el vital im- modelo insuperable de hipocresía. Paredes figura en pági- las publicado en inglés, en Lima, nombre de Perú To-day. La Legación del Perú en Londres distribuye ejemplares de ese periódico en el mismo número en que figura el Informe apa- rece un editorial extraordinario sobre los indios caníbales del Putumayo. Sin embargo, el doctor Pa- redes, en su informe, afirma enfáticamente que quie- nes digan que los indios del Putumayo son caníbales, ''se hacen culpables de falsedad voluntaria," Otro número rrible del periódico reproduce una fotografía ho- de una india asesinada, según se afirma por los colombianos. Es importante anotar, cosa curiosa, el hecho dé que suelto, últimamente, los encarcelar en allí, como peruanos han reIquitos a ciuda- danos colombianos por crímenes cometidos en el Putumayo. Aparentemente, no ha llenado aún el Perú EL LIBRO ROJO DEL 90 la copa de la iniquidad. Como PUTUMAYO arriba dijimos, se han hecho efectivas solamente nueve órdenes de Personas bien informadas opinan que es prisión. más que probable que no se efectúe castigo alguno. Se sabe, además, que Pablo Zumaeta, antiguo Administrador de la Pemvian Amazon Co. en Iquitos, está en litoma parte activa en los negocios públicos bertad, de esa ciudad, y dirige nuevamente de la Compañía en Iquitos. las operaciones CAPITULO IX LAS DECLARACIONES DE MR. HARDENBURG Profunda deuda de gratitud debe W. E. el Hardenburg, porque, debido a nes por hechas él al editor de Truth, público a Mr. las revelacio- el Ministerio de Relaciones Exteriores de Inglaterra trar resolvió en- en acción, haciendo una investigación indepen- diente sobre En su libro verdadera la titulado El Putumayo. situación del Putumayo figura un relato detallado de sus viajes sensacionales en esa región en 1907 y 1908. Aunque recomendamos vivamente a nuestros lectores ponemos remos a indicar de base a el estudio de ese libro, no nos pro- analizarlo aquí detalladamente. las Nos limita- hechos y opiniones que sirvan afirmaciones que hemos hecho en eslos tas páginas. Menciónanse allí especialmente los esfuerzos he- chos últimamente por los colombianos para llevar el cristianismo a esa región. Allí se describe a Santia- go como una aldea de cincuenta chozas alrededor de una iglesia construida por los la capuchinos para conversión e instrucción de los indios, en dirigen el servicio cinco o seis religiosos. la cual En Sibun- doy hay un convento de Capuchinos; allí ha establecido su residencia el Padre Prefecto, jefe de las 8 PUTUMAYO EL LIBRO ROJO DEL 92 misiones capuchinas en los territorios de Caquetá y Putumayo. En 1937 se construía otro convento. Los Mocoa, ciudad que menciona Mr. Harden- indios de burg como capital del fesan Con el fin de de Mocoa se del castellano. religiosos los Guineo, te a Putumayo, pro- territorio del cristianismo y tienen conocimiento limitado el lugar del Alto predicar a los indios, dirigen frecuentemen- donde Putumayo, en una iglesia y un convento. Los indios de esa región reciben el nombre de dones; como se levantan prueba de que en región esa se han negocios con blancos, debe mencionarse efectuado el hecho de que esas tribus llevan machetes y escopetas, troducidos allí cuerpos con cuentas y baratijas de dencia. Añade el in- colombianos, y adornan sus por los la misma proce- "Esos indios son hoy viajero: in- dolentes y pacíficos; las guerras intestinas, antes frecuentes y terribles, han desaparecido hoy, gracias a enseñanza de los religiosos." En la dea de San Diego todos recibir a rón, la Mr. los la pequeña habitantes al- salieron a Hardenburg y a su compañero Mate- colombiano que había figurado como socio de Casa colombiana Martínez y González, y que era, lo que parece, muy popular entre los indios. por Mr. Hardenburg describe el establecimiento de Ma- terón diciendo que constaba de una casa grande de dos pisos donde reinaba González no permitía la allí más estricta moralidad. que se cometiera ningún abuso con los indígenas. vivían tranquilos y contentos; allí Según el autor, los "toda la peones región DECLARACIONES DE HARDENBURG colonizada había sido desde un principio 93 por los colombianos, quienes fueron despojados por los pe- ruanos" hasta el punto de que en enero de 1908 so- lamente quedaban en pie tres empresas colombianas. Cuando la noticia de los crímenes llegó por primera vez a oídos de Mr. Hardenburg, éste inte- muy rrogó a su guía, que era persona quien inteligente, contestó *'que los peruanos trataban malí- le simamente a matándolos." los indios, azotándolos, mutilándolos y El guía aseguraba además, volunta- riamente, que los colombianos no hacían uso de tales prácticas, y trataban siempre a los indios con la mayor benevolencia. El viajero hace un relato sensacional del rapto de la esposa de Serrano, dado a este que éstos le así como del pésimo trato colombiano por los peruanos y del robo hicieron de mercancías por valor de sabuyanos que Serrano tenía en La Reserva, dice Mr. Hardenburg, nos sirvieron admirablemente, porque eran benévolos, alegres y honrados. Serrano los trataba con tanta bon- "Los mil libras esterlinas. indios dad, que mereció de ellos Cuando llegaron al lombianos, enfermos mente recibidos por y el sin de padre." título Putumayo los dinero, primeros co- fueron cordial- los indios huitotos, quienes les suministraron toda clase de víveres. Mr. Hardenburg declara que los empleados de Serrano dormían en hamacas, en tanto que los desventurados que esta- ban en servicio de la Peruvian obligados a dormir en el Amazon suelo. Co. se veían Los indios emplea- EL LIBRO ROJO DEL 94 PUTUMAYO dos por este colombiano usaban ropa extranjera, como lo hacían también los que estaban al servicio de Ordóñez y Martínez. Esto debe tenerse muy en cuenta, puesto que demuestra que en la misma época en que a pocas millas de distancia se cometían los más atroces quedaban en crímenes, los pocos colombianos que Putumayo trataban el a sus dores con las mayores consideraciones. esto es, además, daban a el los indios que Serrano y sus compañeros tiempo suficiente para que cul- tivaran y cosecharan que los indios trabaja- Prueba de víveres abundantes, en que esclavizaba Peruvían la tanto Ama- zon Co. morían muchas veces de hambre. El autor describe detalladamente los pleados por a los la métodos em- Casa Arana Hermanos para depojar colombianos, robándoles sus asesinándolos, esposas y esclavizando sus empleados. Allí se da cuenta gráfica del ataque contra La Unión en enero de 1908 Muchas páginas de El Paiumayo das a los crímenes terribles indios; es un libro fos que debe verificado (1). están consagra- cometidos contra leerse. que a continuación copiamos, el De los los párra- primero apoya simplemente nuestro argumento principal; el segun- do nos da materia para profundas meditaciones, y el tercero, debido a su aplicación personal, impone a la humanidad un deber imprescindible: (I) Tenemos en nuestro poder gran número de decumentos sobre como no se refieren directamente al fin que éste y otros puntos, pero nos proponemos, nos abtcnemos de publicarlos. DECLARACIONES DE HARDENBURG "En los 95 tiempos en que los colombianos dominaban en esa región, acostumbraban religiosos llevar de Pasto y A'locoa, para que convir- tieran a los huitotos y los iniciaran en los caminos y costumbres de la civilización cristiana." "El número de indios disminuye de manera alarmante, y a menos que se haga algo para protegerlos, pronto desaparecerá completamente esa noble raza de aborígenes, como ha sucedido con muchas otras en las regiones del Alto Amazonas." " Pjeblo de Inglaterra! ¡Pueblo justo i siempre el generoso que y centinela avanzado del cristianismo y has sido la civilización, consi- dera a las pobres víctimas de esos crímenes inenarrables, liberta a los " indios de la cruel esclavitud en que gimen, y castiga a sus opresores! Mr. Reginald Enock, en su introducción al relato de Mr. Hardenburg, hace revelaciones importantes. Dice Mr. Enock que el Gobierno del Perü y la prensa de esa República han tenido siempre conocimiento del tratamiento brutal que se daba a los indios, a quie- nes consideraban como animales. Cita un pasaje de un volumen que contiene documentos ferentes 1905, la oficiales re- Departamento de Loreto, publicados en al que demuestran el exterminio de los indígenas y venta y compra que de éstos se hacía como de mercancías ordinarias. Mr. Enock menciona también un número de El Comercio de Lima correspondiente a febrero de 1905, en que se dice que y la esclavitud son parte el asesinato integrante de las costum- bres del Perú en otras regiones de su territorio. Se- gún el mismo escritor, en la Revista de Revistas americana correspondiente a septiembre de 1912, se dice que bible de el Juez Paredes tuvo manifestar atrocidades se la públicamente debían a la osadía inconce- que Compañía las peores inglesa cau- EL LIBRO ROJO DEL 96 chera. El caso es, clara Mr. Enock, como muy que PUTUMAYO inteligentemente lo de- Compañía fue recibida por el Perú, como garantía la tal con los brazos abiertos segura del dominio del Perú sobre un territorio en La introducción nos informa, además, que la producción de caucho en Iquitos, de 1911 a 1912, litigio. fue muy superior a la de 1910 a 1911. CAPITULO X LAS REVELACIONES DE MR. PATERNÓSTER Cuando Mr. Hardenburg llegó a Londres en agos- to de 1909, se dirigió a las Oficinas de Truth, don- de tuvo una entrevista con Mr. Sidney Paternóster, Subeditor de esa Revista. Convencido de del que relato extraordinario le hacía la verdad su visitante, Mr. Paternóster principió a revelar semanalmente ante los cjos del mundo sos verificados en aterrorizados los terribles suce- el ''Paraíso del Diablo." Corres- ponde, pues, a Mr. Paternóster y a Mr. Hardenburg el hon^r de haber hecho esas revelaciones excep- cionales, haciéndose acreedores a la gratitud pública. Hace poco publicó Mr. Paternóster un libro interesante sobre las atrocidades del Putumayo. En esa obra, cue fue editada por Stanley Paul con el título de Los dueños del Paraíso del Diablo, encontramos datos Ltilísimos sobre la verdadera situación del Pu- tumayo durante muchos años. Opina Mr. Paternóster que los colombianos tra- generalmente a los indígenas con bondad, y añade que "con la desaparición de los colonos co- taban lombian)s y con la iniciación Casa peuana principiaron el Putunayo." Allí se de los negocios de los orgías confirma el la de crueldad en dicho de Mr. Har- PUTUMAYO EL LIBRO ROJO DEL 98 denburg, quien asegura que mientras permaneció en verdaderamente colombiano fue bien territorio además que bido, notando reci- se trataba a los indíge- nas bondadosamente. ciudadano americano y compañero de Mr. Hardenburg en sus viajes por el Putumayo, Mr. Perkins, cuando estuvo en dice que El Encanto "fueron captu- rados veintinueve colombianos por una fuerza considerable de peruanos que los engaños, a que depusieran obligó, por medio de armas. Esos prisioneros, las atados e inermes, fueron asesinados con pistolas y machetes. Algunos de los peruanos, más valientes que muertos los otros, mutilaban a los cortándoles cabezas y los brazos." Dice también el americano que Rocca, Director de La Felpa y de La San- las ción, abandonó a Iquitos en 1908 y se dirigió a Li- ma, en donde formó parte de Dirección de Lo Pren- la periódico importante de esa ciudad y que reprodujo la mayor parte de los artículos publicados en sa, los dos periódicos mencionados. En el libro de Mr. Paternóster encontrarán nues- tros lectores un comentario severo sobre la conducta del Encargado de Negocios Dice Mr. Paternóster que del Perú en Londres. verdaderamente ver- ''es gonzoso que, una nación que se considera se entregue al prevaricato y a la civilizada mentira con el fin de impedir que se castigue a los criminales." Mr. la S. Bell, Compañía, tiva del que formó parte de demuestra que Gobierno del la Comfeión de la intervencióii Perú en la ejecu- supresión de las REVELACIONES DE MR. PATERNÓSTER atrocidades es tan nula hoy gura iMr. que Bell la como 99 anteriormente. Ase- única persona que ha recibido castigo alguno de las altas autoridades del Perú ha sido el Juez del crimen de Iquitos, a quien se des- tituyó por haber lanzado órdenes de arresto contra Compañía. los principales agentes de la pecto dice Sir Roger Casement en "El Tribunal Superior anuló Zumaeta y destituyó tra al el A ese res- Azul: Libro orden de prisión con- la Juez, doctor Valcárcel, so pretexto de que había abandonado su puesto. Ese mismo día tuvo conocimiento cio iniciado por el Zumaeta contra Tribunal de un el a quien acusaba de 'revelación de jui- doctor Valcárcel, documentos ofi- ciales.'" Dice Mr. Paternóster: "Podría haber de poner la las vidas recolección de que tuvieran con peto que exije El primer de los indígenas empleados en manos de individuos caucho en ellas las posibilidad consideraciones y res- el la civilización." capítulo de la obra se titula Acusa- ción: en ella nos recuerda el autor que el único re- medio que tienen esas abominaciones está en la fuerza de la opinión pública, la cual, aunque irresistible, no ha despertado aún. De parte del Perú nada puede esperarse. Su buena fe es más que dudosa. Sir Edward Grey publicó la el Libro Azul para apelar ante opinión pública contra los métodos falaces del bierno del Perú. Mr. Paternóster, cia, con mucha pide a sus lectores que consideren para que juzguen por sí los Go- justi- hechos solos de la inacción de ese PUTUMAYO EL LIBRO ROJO DEL 100 Gobierno. Acusa criminales, Gobierno peruano de ocultar a al los de perdonar sus delitos y de no hacer nada para impedir "La sangre de la los renovación de las atrocidades. asesinados y torturados indios pide justicia— dice Mr. Paternóster— pero es preciso mirar al más futuro bien que pasado." El Gobier- al no del Perú, añade, tenía conocimiento, en 1907, por la prensa peruana, de las atrocidades, las cuales se efectuaban todavía en tuvo glés No la de las últimas ellas. Putumayo. Mr. situación, y asegura el verda- que en vista inmensas consignaciones de caucho, métodos, "se ha vuelto a los antiguos medio al vez sobre Paternóster insiste una y otra la público in- inmediatamente antes de de Sir Roger Casement dero estado de el conocimiento de por prim.era vez había cesado en 1910, visita cuando 1909, del látigo, el machete y el y que por revólver, se obli- ga a los indígenas a trabajar por sus patrones hasta derramar por ellos la última gota de sangre." Re- petimos con Mr. Paternóster que ''en ese hecho debe buscarse te libro." la justificación final de la publicación de es- CAPITULO XI REVELACIONES HECHAS EN EL PARLAMENTO En la época en que se publicó chos miembros de la Cámara de el los Libro Azul, mu- Comunes hicie- ron interpelaciones referentes a los crímenes del Pu- tumayo. La siguiente servirá para mostrar cuál es el sentimiento que prevalece en ese país con respecto Putumayo: "Se servi- rá mi honorable colega, preguntaba Mr. Hall, tomar a la soberanía peruana en el medidas serias para considerar hacen los Estados Unidos a de saber fin nación que deba tener dominio si recomendación que la Perú es si el sobre esa región o se la debe despojar forzosamente de ese domi- nio?" Sir Edward Grey declaró en munes que el relato hecho por Cámara de los CoRoger Casement de las atrocidades del Putumayo era la lectura más horrible que hubiera hecho en su vida, y "que el Gobierno haría todo y apoyaría todas lo la Sir que estuviera a su alcance de las -demás Po- las indicaciones tencias para llegar a la certidumbre de que do de cosas había terminado." El mismo Grey hizo Cámara de la Sir tal esta- Edward siguiente declaración importante en la los Comunes el 1.° de agosto pasado: "Hemos hecho todo plomática a que PUTUMAYO EL LIBRO ROJO DEL 102 fin lo que a nuestro alcance estaba de probar que era esencial para Gobierno de esta nación el tomara castigara los criminales e impedir en delitos. placer nos Grandísimo lo difícil saber sencia de Sir Roger la ni Gobierno nosotros del que go, es muy allí ni los el la poder promover o apo- Putumayo. situación del sucede hoy. No dudo que allí ejerce el —y creo remota, y la intermitente. Estoy la pre- vista de Gobierno del Perú, ¿qué sucederá Estados Unidos tengan Perú afirma criminales cuyos medidas necesarias para las ocasionará que atrocidades pertenecen definitivamente e la vía di- Casement impediría todo abuso, pero, en poca autoridad que cuando lo en buen nombre del Perú futaro la renovación de esos yar medidas que aseguren un cambio total en "Es muy el al lo allí representante? El haga de buena acción del Gobierno peruano ha sido seguro de que a — que fe menos que se allí tenue castigue a los nombres son conocidos y que fueron responsables de esos horrores, no se puede tener la seguridad abstengan de cometer nuevas atrocidades con de que otras gentes se la esperanza de quedar impunes. Mientras no se castiguen esos criminales conocidos, no atrevería, a las pasado. La región, sin embar- menos de tener informes me directos, a cargar con la respon- sabilidad de dar seguridad alguna o de expresar opiniones sobre la si- tuación actual del Putumayo. "Se ha llamado mi atención sobre otra medida que consiste en impedir la exportación de caucho del Putumayo, cosa que sólo puede hacer el Brasil. Al efecto, he llamado la atención del Gobierno de los Es- tados Unidos, pues el asunto merece considerarse, y resuelto a dar algún paso en ese sentido, nada sería si más el Brasil está eficaz. Si al- go se resolviere en este particular, debería hacerse, una vez que los Estados Unidos se convencieran de cidieran a prestarle apoyo." la necesidad de esa medida y se de- CAPITULO XII DERECHOS DE SOBERANÍA DE COLOMBIA La simple tenencia del suelo no constituye propiedad Aunque, como lo hemos visto, los Colombia sobre el Putumayo son, en anteriores a los del Perú, Colombia no territorial. derechos de ese sentido, como derecho válido para sobre el Putumayo y sus afluen- presenta ese argumento ejercer jurisdicción debe hacerlo, empero, puesto que tes: dona el principio del ut¿ possidetis de yéndolo con legalizar su de el Perú aban- jwe, sustitu- fado con el fin de Tomando, pues, esta base uti possidetis usurpación. el de argumentación, encontramos que la ocupación constante del Putumayo por Colombia hasta 1900, fue usurpada en ese año por una Casa de comercio peruana que se convirtió, más tarde, en compañía inglesa. Esa organización comercial principió sus tra- bajos asesinando millares de indígenas colombianos y muchos ciudadanos de esa misma nación. En tanto que el mundo entero protesta, el usurpador extranjero, es decir, el criminal con el de retener a otra nación. Es éste tión, sigue adelante Perú, fin el tierras su campaña que pertenecen aspecto general de de cuya consideración debe alejarse pio del üti possidetis de fado, puesto que la el cues- princi- el Perú PUTUMAYO EL LIBRO ROJO DEL 104 reconoce que el tamente el uti Por territorio en cuestión es neutral. mayor importancia possidetis de jure. Con esta razón es de la nuestros lectores se den cuenta clara estudiar atenel de que fin de los dere- chos de soberanía que Colombia posee sobre ese territorio, es mención de necesario hacer breve los de Colombia que acreditan ese derecho. títulos Antes del descubrimiento de América el imperio de los incas no se extendió jamás en dirección oriental y mucho menos por el Norte hacia El reino indígena de Quito ción de las llanuras orientales Conquistados por tañas. del siglo XV, ese reino fue el Amazonas. no se extendía en direc- más allá de mon- las incas hacia mediados subyugado cincuenta años los después por Belalcázar; y Orellana, partiendo de QuiÑapo, descubrió y na- to y descendiendo por el río vegó el el importante río Gobierno de Quito cias, a saber: tioquia; en ñaris, el en el que lleva su nombre. En 538 1 incluía cinco Norte, centro, Quito, Calvas y Ayavaca; en grupos de Provin- Pasto, Popayán y An- Tacunga, Puruhá, Cael Sur, Huancabamba, Jaén y Yaguarsongo; en Occidente, Atacama, Caras, Babas, Túmbez, Paita, Piura y Póseos; en Orien- el Macas, Canelas y Quijos. En 1541, sin embargo, cuando Carlos V decretó el establecimiento del Go- te, bierno de Quito, separó las tres Provincias septentrionales (Pasto, Popayán y Antioquia), y las aña- dió a Santa Fe de Bogotá. Separó también algunas de las Provincias occidentales y meridionales y las agregó a Lima, fijándoles como límite los ríos Túm- soberanía de COLOMBIA bez y Macara. En das." el lejano Oriente se suponía que regiones " aún no conocidas existían En el 105 mismo año ni conquista- de Santa Fe salió la expe- dición dirigida por Hernán Pérez de Quesada, quien fue el primero en descubrir los ríos las regiones bañadas por Caquetá y Putumayo. Al mismo tiempo Pi- neda y otros españoles, partiendo de Quito, exploel Amazonas, las cua- raron las tierras bañadas por les, en 1548, constituían provincias dependientes exclu- sivamente de Quito. Ñapo y Pu- Las regiones situadas entre los ríos tumayo, y entre éste y el Caquetá, eran conocidas con el nombre de Misiones de Mocoa y Sucumbios y dependían invariablemente del hecho por nadie discutido época primitiva principiaron ni Cantón de Pasto, contradicho. a fundarse En esa aldeas en esas regiones; en 1635 llegaron religiosos francisca- nos de Popayán y Neiva y autoridades civiles que formaron colonias en diferentes puntos. En 1717 y 1739 se constituyó el Virreinato de la Nueva Granada, en el cual quedó incluida la Presidencia de Quito. Limitaba la Nueva Granada con el Virreinato del Perú por el río Túmbez y por el río el Amazonas. Un Vaca había partido de Loja acompañado de muchos misioneros con el fin de subyugar a los indios maynas; después de viajar por los ríos Ucayali, Huallaga y Yavarí, puso a la región el nombre de Maynas, e hizo de ella una Provincia de- Macara, en su desembocadura en siglo antes .De pendiente de Quito. Entre los años de 1616 y 1760 PUTUMAYO EL LIBRO ROJO DEL 106 los misioneros jesuítas y los oficiales daron veintidós ciudades en políticos fun- las riberas de esos ríos y conquistaron cuarenta tribus de indios. Debido a la expulsión de los jesuítas en 1767, las misiones fueron abandonadas, resultando de ello la vuelta de los indios al estado salvaje. No existe ley ninguna paña en la cual, tácita forme o modifique el 1739 que marcaba o expresamente, se cancele, re- Real Decreto de 20 de agosto de la línea territorial entre los Virreinatos de Ese que emane del Rey de Es- la Decreto establece a de jurisdicción Nueva Granada y el Perú. Popayán y a Quito como Nueva Granada, y de acuerdo con él, Corona de España, cuyos títulos a las regiones septentrionales del Amazonas quedaban claramente Provincias de la definidos en las del te el Tratado de San Ildefonso, hacía que regiones del Putumayo formaran Virreinato de Santa momento en que parte integran- Fe de Bogotá. Hasta se verificó la el independencia sur- americana, las autoridades del Virreinato de Santa Fe ejercieron jurisdicción pacífica sobre toda la región septentrional del Después de la Amazonas. emancipación de Suramérica nuevas Repúblicas aceptaron y proclamaron cipio del utí possidetis juris de 1810 el las prin- como base de sus límites territoriales. Es decir, convinieron en garantizar la tal como ma forma integridad de sus respectivos dominios había existido hasta ese año y en la mis- en que había sido establecida por las cé- dulas de los Reyes de España que crearon los Vi- SOBERANÍA DE COLOMBIA Generales o Presidencias rreinatos, Capitanías más tarde Constitución del Congreso de Angostu- razón ra de 1818 dice que la Colombia "será fijarán el de el territorio la República de mismo que antiguamente forma- Capitanía General de Venezuela y la nato d2 la que vinieron a ser Estados Soberanos. Por es- ta ban 107 Nueva Granada, cuyos posteriormente, en circunstancias rables." La el Virrei- límites precisos se más favo- misma cláusula figura en la Constitución el Congreso de Cúcuta. Una y otra que dictó en 1821 se refieren a la Real Cédula de 1739 que sirve de base a los derechos de Colombia en relación con el Perú. En 1824, en una ley aprobada por Colombia sobre afirmaba "que el de el Congreso de territoriales, se Departamento de Azuay incluye las No te- fijación límites Provincias de Cuenca, Loia, Jaén y Maynas." nemos tra noticia de que esa ley que definía el Perú protestara jamás consoberanía de Colombia so- la bre Jaén y Maynas. En una ley aprobada por greso de Bogotá en 1830 se repite la las diciendo que "el territorio de la el Conmisma fórmu- Colombia Provincias que antiguamente constituían incluye el Vi- Nueva Granada y la Capitanía General de Venezuela." Nueva prueba de lo dicho se enrreinato de cuentra en los artículos í y 3 de las Constituciones de 1853 y 1863, respectivamente, que dicen: *'E1 antiguo Virreinato de la Nueva Granada, que formaba Colombia y que ha República de la Nue- parte de la antigua República de venido a formar últimamente la 9 EL LIBRO ROJO DEL 108 PUTUMAYO va Granada, se constituye en República democráti- y soberana, independiente de toda autoridad, dominación o potencia extranjera. Las fronteras ca, libre del territorio de los Estados las Unidos de Colombia son mismas que en 1810 separaban rreinato de Nueva Granada de el territorio las del Vi- Capitanías Gene- Venezuela y Guatemala y de las posesiones portuguesas del Brasil. Por el Sur, los límites serán, rales de provisionalmente, los mismos que define celebrado con el Ecuador el Tratado el 9 de julio de 1856. Las demás fronteras serán las que hoy separan al Ecuador y a Colombia del Perú." Ese mismo artículo figura en la Constitución de 1886. Los textos que hemos citado de las varias Constituciones prueban que Colombia ha mantenido persistentemente tradición de la sus derechos, sin que en ello hayan tenido influencia sus muchos cambios la políticos. Es, menor además, evidente que cuando las Constituciones arriba men- cionadas decretaron que lombia fuera el Granada esto se mismo nacional de Co- Virreinato refería a los límites de la cepción de la frontera la la Nueva de fronteras Real Cédula de 1739, con dicados en Después de el territorio del la in- sola ex- ecuatoriana. independencia ningún territorio del continente suramericano quedó a despota, es decir, sin propietario, de adquirir tal manera que ningún Estado podía territorio como quistador. Ese principio su descubridor o con- particular del Derecho In- ternacional americano fue espontáneamente aceptado en su origen, siendo corroborado más tarde portra- soberanía de COLOMBIA tados. Fue uno de ellos la alianza firmada en Panamá blea Internacional de el 109 la Asam- 15 de julio de 1826 por los Plenipotenciarios de Colombia, Perú, Méjico y América Central. En 1848 se firmó también un tratado de federación por los Plenipotenciarios de la Nueva Granada, Perú, Ecuador, el Solivia y Chile, en cual se declaraba que las Repúblicas confederadas " tenían derecho para mantener los límites de sus rritorios tal como se libertaron de ellos existían en la España y en que te- época en que existían mu- los chos Virreinatos, Capitanías Generales o Presidencias en que se dividió Ministro peruano el la América española." En 1853 Tirado declaró que admitía principio del uti possidetis que expresaba el el estado de cosas que existía con respecto a los límites te- en 1810 y que está vigente en los asuntos referentes a derechos territoriales entre las na- rritoriales ciones americanas. Puede aducirse prueba mayor mismo efecto para demostrar que nocido en sustancia y en hecho possidetis de 1810, pero como base el como el el al Perú ha reco- principio del uti esas pruebas tienen reconocimiento y admisión por parte del Perú, es inútil estudiarlas. En 1822 el Gobierno del Perú incluyó en un De- creto sobre circunscripciones electorales las Provincias de Jaén, Quijos y Maynas. Esto, naturalmente, no indicaba intención alguna de incluirse las situadas al Norte del Amazonas, pues aun en de tierras el caso que se supusiera que Maynas formaba parte del antiguo Virreinato del Perú, su jurisdicción nunca se EL LIBRO ROJO DEL lio extendió más allá Sin embargo, río. de el la ribera PUTUMAYO septentrional de ese Gobierno de Colombia protes"que tó contra ese procedimiento del Perú, diciendo consentía, si el para reclamar Perú se apoyaría en título 5 de julio de 1822 anuló las circunscripciones Dando el de su empeño, y el Decreto que incluía en electorales a Jaén así satisfacción conocía tarde de soberanía sobre esa región." Gobierno del Perú desistió El más ello plena a Colombia, y Maynas. el Perú re- derecho de soberanía de esa nación so- el bre tales Provincias. Un año más Lima un convenio según el cual tarde se firmó en ambas Repúblicas aceptaban "como límites de sus respectivos territo- mismos que primitivamente pertenecieron a de la Nueva Granada y el Perú." La situación del Perú en esa época era sumamen- rios los los Virreinatos debido a su guerra de independencia con- te crítica, tra España. sufridos A por consecuencia las tropas de los graves peruanas, el reveses Gobierno del Perú se vio obligado a pedir ayuda a Colombia. Bolívar consintió en enviar 6,000 Perú; al bia cumplirá su deber con pas al el el del "Colom- Perú enviando sus tro- Potosí. Volverán nuestros soldados a sus ho- gares y a su patria trayendo sa hombres en apoyo hacerlo, manifestó así su opinión: como recuerdo del apoyo que ruanos en la conquista de única recompen- prestaron a los pe- la libertad. Colombia no exige una sola pulgada de suelo peruano, porque su seguridad, su gloria y su felicidad consisten en preservar su propia libertad, dejando que sus hermaiías soberanía de COLOMBIA repúblicas gocen 111 Cumplié- independencia." de su ronse tales aspiraciones, y las victoriosas tropas co- lombianas regresaron a los laureles alcanzados negó a pagar la patria llevando tan sólo por su heroísmo. El Perú se los gastos hechos por Colombia, que constituyeron sencillamente precio de su indepen- el dencia. Fue entonces cuando Bolívar, ansioso de evitar una guerra con Perú, envió a el Lima una Comisión de paz que no fue recibida por el Gobierno peruano. El Perú en seguida bloqueó a Guayaquil, y dice la como lo Mariscal Sucre, "invadió con 8,000 soldados el tierra de sus libertadores, pero fue derrotado por 4,000 colombianos el 27 de febrero de 1829," en la batalla de Tarqui. Posteriormente el Mariscal Sucre, como en la época se dijo, "firmó con una pluma de paloma un tratado de paz que debiera haber arrancado, como conquistador, con la punta de su espa- da." En vez de seguir adelante y de destruir com- pletamente a los invasores, planteando en Lima las condiciones miento de la Maynas y al de paz, que se reducían al reconoci- soberanía de Colombia sobre Jaén y pago de las costas de la guerra de la Independencia, Sucre se limitó a nombrar delegados por cuenta de Colombia para que suscribieran convenio de Jirón, en límites el cual se estipulaba que de ambas naciones serán arreglados por una Comisión que tomará como base de dichos la el "los límites demarcación política que existía en agosto de 1809 entre los Virreinatos de la Nueva Granada y el Perú." EL LIBRO ROJO DEL 112 PUTUMAYO Pocos meses después firmóse un nuevo tratado que fue promulgado ese mismo año como definitivo ley colombiana. Era el tratado de Guayaquil, en cu- yos artículos 5, 6 y 7 se estipulaba que los limites de los respectivos territorios serían los mismos que los la de los antiguos Virreinatos antes de verificarse independencia suramericana. Ese tratado constitu- ye un título incontrovertible, lombia y Ecuador con el el y fue formado por Cofin defenderse con- de proditorios de los peruanos. Ese tra- tra los actos tado da fuerza al batalla de Tarqui. statu quo que existía antes de la Además, en vista del hecho que esa batalla debía decidir, a falta de un arreglo por ja vía diplomática, sobre cuál de los beligerantes de- bía ser propietario de las dos Provincias de Jaén y Maynas, es claro, aun pretendiendo que los títulos anteriores no poseyeran suficiente validez, que la Colombia presupone un derecho incues- victoria de tionable. En ese entonces, naturalmente, nadie poque años después día suponer risdicción sobre regiones tensión de tierra que va desde nas hasta la Durante cima de las mucho tiempo Perú reclamara el ju- que comprenden una exel Norte del Amazo- montañas vecinas a Pasto. el Perú negó el derecho que Colombia tuviera para inmiscuirse en las cuestiones de límites entre el Ecuador y el Perú, dando como razón que, como las fronteras del Perú no coexistían con las de Colombia, el asunto concernía Perú y al Ecuador. Convengamos teóricamente en que Colombia no posee una frontera únicamente al soberanía de COLOMBIA común con arreglar el Perú y que es teóricamente sus el 113 Ecuador quien debe de límites con litigios el Perú, cosa que no puede afectar en manera alguna territorio del el Putumayo. La Nueva Granada y el Ecuador se separaron en 1832, y de esa fecha en adelante, desgraciadamente los dos Gobiernos no han adoptado una actitud igual con respecto a sus controversias de límites con En ció la acción Perú. el Perú no ejer- alguna, de. hecho o palabra, situadas tierras el primera mitad del siglo xix Norte del Amazonas. al de 1829 estableció el sobre las La guerra derecho de Colombia sobre las Provincias meridionales de Jaén y Maynas. Sin em- bargo, en 1853, cuando Gobierno del Perú dictó el un Decreto para establecer política la Gobernación de Loreto, que abrazaba todo que comprendía la el militar y territorio antigua Provincia de Maynas, Co- lombia protestó inmediatamente, basándose en de- el recho del üti possidetis. Años más tarde el Perú, sin tener en cuenta el Tratado de 1777 entre España y Portugal, celebró un tratado con el Brasil para la delimitación de fronteras, que fue la línea la cambiado más tarde cuando se de demarcación desembocadura del río Apaporis a otro punto tuado cincuenta millas arriba de del el Putumayo. Según Perú cedía la que no le como soberano de desembocadura pertenecían: su se- creta intención era, indudablemente, reconociera si- de ese 'tratado, los términos territorios fijó desde un punto cercano a la la de que se región situada le al EL LIBRO ROJO DEL 114 Occidente de línea la PUTUMAYO indicada. El no tratado fue puesto en conocimiento de Colombia, pero posterior- como fue descubierto, Colombia ambos Gobiernos, haciendo mención de mente, tan pronto se dirigió a los derechos que Como le asistían resultado de tales sobre esos territorios. gestiones, Brasil decla- el que no tenía conocimiento de que ró territorio el en cuestión hubiera sido transferido al Perú, y que Colombia lograba hacerlo reconocer como propio si Brasil aceptaría esa solución. el Teniendo conocimiento de la como Ministro de Relaciones el cuenta el Perú se preparaban a llevar a cabo delimitación de fronteras sobre se dirigió tenía de su Gobierno y de que tanto las protestas Brasil el Colombia de que no se Exteriores de el terreno mismo, nuevamente a esos Gobiernos presentan- do una protesta más fuerte aún. No por eso se obtuvo que los dos Gobiernos no llevaran a efecto la delimitación actual de fronteras, porque en 1873 una comisión nombrada al ca de lindero en la y Putumayo Con (1). efecto plantó un poste o mar- confluencia de los ríos el fin Cotuhé de llegar a ese punto, Comisión tuvo que pasar adelante del lugar ocupado por un oficial del Gobierno de Colombia, cuya la casa y oficina estaban situadas un poco más abajo, (1) El Perú reclama hoy jurisdicción Putumay.). 12-Long. mite del Las inscripciones 6')^ 41 10; Perú— 26 de Manuel Pardo." (2) al Norte de Limito do Brazil— 23 de julio de (1) julio 1873— Presidente de cabeceras del las de los postes decían: la de "Lat. 2« 53, 1873; (3) Li- República, don soberanía de COLOMBIA en Putumayo. La jurisdicción que por cuenta de el empleado se extendía has- su Gobierno ejercía ese ta la el desembocadura Comisario del Putumayo; por esa razón del Brasil, en nota dirigida a que "había observado que taba 115 mucho más arriba del sitio en él, decía de frontera es- la línea que habitaba ese empleado y desde el cual ejercía jurisdicción por cuenta del Gobierno de la Nueva Granada, ya para inspeccionar esa parte del chos de exportación sobre cobrar dere- o para río que bajaban los artículos al Brasil"; en conclusión, advertía solemnemente al empleado colombiano "que debía abstenerse de continuar en el ejercicio de dichos poderes en la región Putumayo desde el punto en que éste entra al Amazonas hasta el punto en que había colocado la marca del lindero." En otras palabras, la nota cladel ramente establece 1873 hecho de que hasta el el año de Colombia había gozado pacífica posesión de la confluencia del Putumayo con Amazonas, ya fuera para la inspección de la parte inferior del Putumayo, o para el cobro de derechos esas regiones hasta el de exportación sobre los artículos que bajaran sil." Esto prueba además que tuado más allá del Posteriormente res de río el el Brasil Brasi- Putumayo. Ministro de Relaciones Exterio- Colombia, en nota dirigida Brasil, protestó al quedaba contra la al Gobierno del demarcación de fronteras mencionada y declaró que el Gobierno de Colombia no tenía conocimiento de que el Brasil tuviera derecho para proceder de esa manera. El Presidente EL LIBRO ROJO DEL 116 Estado del Cauca dirigió también del nota al las fuerzas que ocupan los colonos extensión de a todos los colonos y léales en voz alta Secretario de la tierra cabeza de dichas la extranjeros. memorándum de el 3. Reúna nuestro Relaciones Exteriores. Corte en seguida los árboles, cuidado de llevar a que contenga A 2. desplegadas y a tambor batiente, recorra toda la 4. siguiente que he mencionado. los árboles de que tenga necesidad. fuerzas, con banderas niendo la Prefecto del Caquetá: "Proceda inmediatamente a cortar Tome 1. PUTUMAYO la señal la capital de la región la parte de que habia servido para demarcar te- del árbol la frontera. Levante un acta en que conste que se dio cumplimiento estricto a las instrucciones anteriores, colonos. 5. abandonar alli y hágala firmar por los prominentes de los Notifique inmediatamente después a los colonos que deben el territorio sin demora, y que si quieren autoridad nacional y de que gozan posesión de Estados Unidos de Colombia. los seguir viviendo deben prestar juramento de que reconocerán y obedecerán nuestra la tierra en nombre de Esto debe constar en un documento firmado por dichos colonos, a quienes leerá usted en voz alta nuestra Constitución Nacional y la del Estado Soberano del Cauca. Si hubiere en esas regiones una fuerza o guarnición extranjera, envíe notificación escrita a su Jefe para que desocupe el territorio de que ofrezca resistencia o de que desobedezca hacer uso de dirija la fuerza una protesta armada que a! Jefe de lo sin la demora. En caso orden, usted debe acompaña. En caso contrario, las fuerzas hostiles, dando cuenta de ello Debe usted también enviar un informe dede cuanto suceda. Debe usted también tomar las precauciones a esta Oficina sin demora. tallado más estrictas para impedir que se cometa ningún otro acto de usurpa- ción contra nuestro territorio. Informe inmediatamente a esta Secretaría de cuanto suceda." Después de que fueron cortados tes ra, que sirvieron para las partes de demarcar los árboles o posla ñales mencionadas iueron llevados a de permanecieron muchos ron. El línea de fronte- aquellos en que figuraban las se- aíios, Mocoa, en don- hasta que se pudrie- Gobierno de Colombia, pues, no se protestar por escrito, sino que replicó al limitó a acto de la soberanía de COLOMBIA Comisión de fronteras destruyendo linderos y restaurando la las 117 marcas de que había sido interrumpida, aunque solamente hasta papel, el el los de Colombia jurisdicción en Amazonas. La conducta del río Perú y del Brasil es tan absurda como el caso imaginario de Alemania y Austria al fijar límites propios dentro de los territorios británicos en tral. Además, hoy nía sobre el el África Cen- el Perú pretende poseer sobera- Putumayo hasta Pasto. Colombia pue- con igual razón y justicia, establecer su derecho de soberanía hasta Cuzco, y, en verdad, con mayor de, justicia, puesto que el dominio del Perú sobre región que forma parte de Maynas la antigua como ya está sujeto, hemos lo la Provincia de visto, a un litigio. Para reforzar los derechos de soberanía que Co- lombia ha reclamado siempre sobre Putumayo, copiamos nota dirigida en 1875 por territorio del el tomado de una siguiente, lo Ministro de Relaciones el Exteriores de Colombia con referencia a ción de marcas de lindero en ella se de la el río la coloca- Putumayo. Por verá que en ningún tiempo, desde la época independencia, ha dejado Colombia de mante- ner y defender esos derechos: "La pretensión para establecer una de Colombia sin el sus derechos soberanos, contra la cual "Desde el línea de fronteras en territorio permiso de esta nación constituye una violación de me veo en el año de 1855, y especialmente durante plomática que se verificó entre sentantes del Imperio del Brasil, de 1S37 y 1839, se demostró que deber de protestar. la controversia di- Gobierno de Colombia y los repreen la ciudad de Bogotá, por los años el la jurisdicción de Colombia se exten- EL LIBRO ROJO DEL 118 PUTUMAYO Amazonas, es decir, hasta el Avatiparaná. Como Putumayo en toda la extensión de su curso corre por territorio día hasta la ribera del el río colombiano, cualquier alteración en la línea de fronteras es un proce- dimiento que no va encaminado ciertamente a promover relaciones cordiales y corteses entre los dos países." En los archivos mentos oficiales de Lima existen muchos docu- en que se reconoce que Colombia ejerce jurisdicción sobre las riberas del Amazonas. CAPITULO XIII NEUTRALIDAD DEL PUTUMAYO Solamente como materia de interés académico y como prueba de que el Perú ha reconocido en los últimos años mayo, sobre la de neutralidad la cual, sin la región del Putu- embargo, pretende hoy ejer- cer jurisdicción exclusiva, los varios convenios pro- Colombia y Perú son de poca importancia y no merecen es- visionales celebrados desde 1904 entre el tudiarse detalladamente. La ocupación por una compañía dad territorial. ruanos en el Esa es la Putumayo. base de los Si la territorio derechos pe- forzáramos un poco argumento podríamos decir que dicho tenece a de no constituye propie- comercial Gran Bretaña, puesto que el territorio per- tales derechos fueron propiedad de una compañía inglesa. Los con- venios de modas vivendi a que pronto haremos re- ferencia no afectan en manera alguna la cuestión de propiedad. En mayo de 1904 entre bia, ción el en se firmó un convenio Gobierno del Perú y el el en Lima Ministro de Colom- que una y otra naautoridades que habían esta- cual se especificaba mantendrían las blecido en los ríos Caquetá y Ñapo, respectivamente. Dicho convenio fue revisado en Bogotá en 1905. PUTUMAYO EL LIBRO ROJO DEL 120 resolvió que Entonces se de línea Putumayo río el divisoria entre las zonas que mente debían ocupar sirviera provisional- dos Repúblicas, convinién- las dose además en establecer una doble aduana en desembocadura de Cotuhé, en la la cual debería situar- se un Inspector colombiano. Los impuestos de exportación sobre el caucho y los de importación sobre mercancías extranjeras de- bían dividirse por partes desde ciones convenio. día en el iguales entre las dos na- que entrara en vigencia Cada nación debía el de cubrir los gastos sus propios empleados en do que al la la aduana, y era entendimercancía importada no pagaría derechos pasar por la aduana de Iquitos. Una y otra nación gozarían de iguales facilidades de comercio en la re- gión, y sus buques podían navegar libremente en Putumayo. El convenio en cuestión no implicaba el re- nuncia o reconocimiento de derechos territoriales por parte de una nación en favor de estipulaba que los intereses la otra; en él se de los negociantes pe- ruanos o colombianos serían respetados o protegidos. El 6 de julio de 1906 se firmó un nuevo conve- nio en Lima, y en vista del tratado de arbitraje ce- lebrado en Bogotá el año anterior, los nos convinieron en mantener tumayo. Ambas el dos Gobier- statu quo en el Pu- naciones convinieron en retirar du- rante la situación temporal así creada todas las guarniciones, autoridades civiles o militares establecidas en la región. El y aduanas nuevo convenio no im- NEUTRALIDAD DEL PUTUMAYO plicaba reconocimiento ni de una rritoriales 121 abandono de derechos nación en favor de te- Am- la otra. bas Repúblicas gozarían de iguales derechos de co- mercio y los ríos navegables serían igualmente abiertos a sus buques. Como resultado mero de Colombia convenio, del Oficiales, en tanto sus que el Perú aumentó greso del Perú no aprobara y como los el nú- y más en su animándolos más los suyos, obra de usurpación. Posteriormente, retiró el como el Con- Tratado de Arbitraje, peruanos continuaran avanzando en te- Gobierno de Colombia se se- rritorio discutido, el paró del convenio de modas vivendi de 1906 e in- formó al Gobierno del Perú que no podía permitir que en virtud del modas vivendi el territorio oriental de Colombia fuera convertido en asilo de ban- didos. En abril de 1909 se firmó en Lima el célebre pro- tocolo a que hacen referencia los artículos de Trath. Se convenía en nombrar una Comisión internacional que investigara sobre los crímenes del Putumayo indemnizara a los damnificados y a las víctimas. Como efecto, se firmó en abril el el e familias de protocolo no fuera llevado a Bogotá un nuevo convenio en de 1910, según cional debería fijar las el cual monto de una la Comisión interna- indemnización paga- dera por uno de los dos países al otro por los daños causados a sus ciudadanos, a sus autoridades y a sus propiedades hasta la fecha del convenio. De- bería también iniciarse una investigación judicial con objeto de que el PUTUMAYO EL LIBRO ROJO DEL 122 fueran juzgados y criminales los castigados. La Comisión internacional debía reunirse cuatro meses después de firmado el convenio y es- taba facultada para nombrar y despachar comisiones a donde fuera necesario en busca de datos. Con de decidir cuál de fin cargarse oficiales del o las de los criminales, fueran éstos juicio particulares, delitos ¡labían sido ninguna de las convino en se cometidos en que si la juzgados de acuerdo época, los criminales serían con leyes de la nación a las que pertenecieran. Este Convenio tampoco fue El último los territorio *en el cual dos partes contratantes tenía autori- dades constituidas en vado a efecto el dos naciones debería en- lle- (1). convenio lleva fecha de 19 de julio la de 1911, y fue firmado en Bogotá. Su única importancia es la de que en la época en que fue celebrado, el Gobierno peruano despachaba tropas organi- zadas en Lima para que atacaran lombiana de La Pedrera. En la guarnición co- convenio se estipu- dos naciones admitía los laba que ninguna de las derechos de el la otra sobre el Putumayo. del Perú se comprometía, además, a La Pedrera acto ninguno de El Gobierno no cometer en hostilidad contra los co- lombianos. (1) casti.10 El convenio de contenía los criminales, vista de las protestas que las el mismas cláusulas, con referencia al protocolo de 1939, que fue firmado en de Colombia ante el Gobierno del Perú en VM^ y 1JJ3 contra los crímenes que se cometían en el Putumayo. NEUTRALIDAD DEL PUTUMAYO 123 TRATADO DE ARBITRAJE Como se ha dicho anteriormente, se firmó en 905, un gotá, en setiembre de para la definición de h'mites, el cual fue mente confirmado en Lima por dus vivendi de 6 de nombrar como que decidiera Su Santidad fronteras a sustancial- convenio de mo- el de 1906. Se convenía en julio arbitro Bo- tratado de arbitraje el la cuestión de Papa. PROPOSICIÓN DEL SENADO DE COLOMBIA En setiembre del año pasado el Senado de Co- lombia aprobó unánimemente una proposición en que como Gobiernos de Inglaterra y de los Estados Unidos, creyendo erróneamente que el Perú decía que, soberanos sobre tenía títulos bían dirigido que pusiera los al fin el Putumayo, se ha- Gobierno del Perú con el objeto de a las atrocidades cometidas por los peruanos con los indígenas del bia proclamaba una vez jurisdicción sobre el Putumayo, Colom- más su derecho único de territorio en cuestión, y declara- ba que, aunque del año de 1901 en adelante los cau- cheros peruanos hubieran despojado y robado a los colonos colombianos, no por eso renunciaba a su dominio sobre esas regiones. Tal vez no esté lejano los derechos el de Colombia, día en que, reconocidos el actual conflicto de in- tereses entre las dos Repúblicas pueda convertirse en rivalidad benéfica que fomente la obra de la ci10 EL LIBRO ROJO DEL 124 vilización en esas lejanas PUTUMAYO comarcas. A ello contri- buiría eficazmente la celebración de un convenio ar- mónico con naciones que, como Bolivia, Brasil y el Ecuador, tienen intereses en hoya zonas. la De la concordia, realizándose así Humboldt, quien previo Amazonas dría añadirse ejemplo de el la cazmente cooperó a profecía que la del poderosas y sería Amapaz y gran las riberas del común de muchas libres, que nada la día en el serían herencia y centro de ciudades guir del río esa manera podrían cimentarse razas ricas. más hermoso que Legión Británica, que tan la Poseefi- independencia de Colombia, haciendo que los zapadores del progreso completaran ticia la obra de esa independencia estableciendo jus- igual para cuantos habitan las regiones del tumayo. Pu- CAPITULO XIV EL ARBITRAJE COMO ÚNICA SOLUCIÓN Gobierno del Perú asegura que ejerce El ción sobre Putumayo, el menes cometidos con de — dice Sir jurisdic- relato de los crí- prueba evidente "Llevaba conmigo dominio. Jorge Casement en su informe— una carta de autorizaciones dirigida por vincia de Loreto a los nía el el los indios es ausencia de ese la pero el Prefecto de la empleados que, según Gobierno del Perú en confesar que no encontré allí el Pro- él, te- Putumayo. Debo autoridades ningunas Gobierno peruano." del Es cosa sabida que Sir publicación del Libro Azul vamente de que el Edward Grey ordenó al convencerse la definiti- Gobierno peruano no tomaba me- alguna para castigar a los criminales o para impedir que se renovaran las atrocidades. Con ese dida fin inició enero negociaciones diplomáticas con de 1911 el el Perú en Secretario de Relaciones Exterio- demorando la publicación del Libro Azul hasta julio de 1912. En un telegrama que con fecha 21 de res, abril de 1911 dirigió teriores a la el Secretario de Relaciones Ex- Legación inglesa en Lima, encontramos las siguientes palabras: EL LIBRO ROJO DEL PUTUA4AY0 126 "El Gobierno de mado por el M. no duda que S. el Gobierno del Perú está deseo de investigar plenamente criminales a quienes se menciona en los peores delitos, pero ción piensa iniciar el querría el Parlamento al la mayor brevedad, qué ac- de arrestarlos. Tie- el fin seguridad de que Perú está resueltamente determinado a poner del ani- conducta de aquellos telegrama como culpables de saber, a la Gobierno del Perú con ne esto por objeto dar la fín a los el Gobierno excesos co- metidos contra los indígenas y a impedir su renovación." En pruebas que vista de la ausencia absoluta de demostraran por parte del Gobierno del Perú intención verdadera de castigar a los culpables, se orde- nó la publicación del Libro Azul, como primera me- dida para introducir las reformas en Termina ese libro Putumayo. el con una carta dirigida nio de 1912 por Sir Edward Grey al el 27 de ju- Embajador in- Washington, y en la cual dice, entre otras cosas, lo siguiente, que no puede ser más significaglés en tivo: "Más de setenta y cinco toneladas de caucho fueron embarcadas en Iquitos, en el abril pasado (1912), como resultado de una de más las grandes consignaciones individuales extraídas del Putumayo en los timos pocos años. La cantidad exportada del l.o de enero al de abril de este año (lyl2), ¡guala a las tres cuartas partes de úl- último la pro- ducción total de 1911. Ese resultado puede alcanzarse únicamente con la continuación del antiguo sistema de trabajo forzoso." Esto no exige comentario, pero cordar que inmediatamente antes cionada figura en sidente en el del el sí de debemos recarta men- la Libro Azul un Decreto del Pre- Perú, fechado el 22 de abril de 1912, cual se hace referencia a los crímenes cometi- dos en el Putumayo antes de 1907. Nada se dice de COMO SOLUCIÓN EL ARBITRAJE los crímenes de 127 cometidos durante ese año o después él. Al rendir declaración ante la de los Comunes, Mr. Cubbins, antiguo Presi- Cámara dente de Peruvian la hecho de que hiciera Comisión Selecta de la el Amazon una reclamación ante manifestó que el Co., Gobierno de Estados Unidos los Gobierno el Perú para del que se indemnizara a su ciudadano Mr. Hardenburg por las pérdidas sufridas por ba que cía el que samente Gobierno de el la en él los Putumayo, indica- el Estados Unidos recono- Putumayo pertenecía aplicación de ese que sirve de base al al Perú. Es preci- de lógica sistema lo Perú en sus afirmaciones sobre su pretendida soberanía en laciones sensacionales Putumayo. Las reve- el hechas en el informe de Sir Roger Casement, han hecho patente ante la opinión que una Casa peruana organizó y llevó a cabo un sistema de crueldades increíbles contra los pobres indios que habitaban la región cauchera por pública, ellos explotada. Formóse una Compañía inglesa para aprovechar ese sistema, pero como los agentes de la Compañía eran ciudadanos peruanos, su castigo al Gobierno del Perú. En tales circuns- correspondía tancias no es sorprendente, en ausencia de decla- raciones en contra, que rado y descrito el territorio que se acentuó aún más con envío de las fuera conside- generalmente como peruano, cosa la publicidad dada dos misiones religiosas enviadas con de que se establecieran en el actuación del Foreign Office Putumayo. Además, facilitó al al el fin la Gobierno del EL LIBRO ROJO DEL 128 Perú proclamación de sus pretensiones en la En terior. PUTUMAYO julio de 1911, cuando se negociaciones diplomáticas entre Gobierno del Perú, se especificaba que la el el Foreign Putumayo. En el Perú reconocerían que ción, y do con las leyes el ni el año an- Colombia ni el de una u otra na- país en que hubieran nacido. del hiciera justicia y de los criminales peruanos sirvió de Perú para formular planes de Gobierno al Putumayo, bajo el cual serían juzgados de acuer- natural de que se que se castigara a en que jurisdicción la el derecho adquirido so- convenio firmado los criminales Un deseo pretexto el también terior se estipulaba Office ocupación peruana no signi- ficaba en manera alguna un bre Ex- Ministro del Perú en Bo- y gotá firmaba un convenio con Colombia en el el efectuaban las la presión internacional y con propósito aparente de salvar a los indios de ma- nos de sus propios nacionales. Nadie que el Perú ha perdido que región. El hecho de el puede dudar derecho de gobernar esa los criminales estén impu- nes es un argumento formidable en favor de un arbitramento que determine las fronteras del Perú y de Colombia, decidiendo a cuál de debe corresponder el indios esparcidos en manejo de las las dos Repúblicas los destinos de los vastas regiones del Putu- mayo. Eso precisamente formaba tido por Mr. Brys, ton, a sir 1912, en la base del consejo emi- Embajador inglés en Washing- Edward Grey, con fecha el cual decía: 12 de enero de COMO SOLUCIÓN EL ARBITRAJE "Tengo para que el convencimiento de que ha llegado el Gobierno de nea de acción común con M. sugiera S. el fín 129 momento oportuno el a los Estados Unidos una de acabar, de una vez por todas, con régimen de crueldad y de oprobio existente hace tiempos en lí- el Putu- el mayo. "La el presión combinada de Inglaterra y de los Estados Unidos sobre podría obligarlo no solamente a regularizar sus Gobierno del Perú títulos de propiedad sjbre esa región, ya por medio de arreglo direc- to o de arbitraje con Colombia, sino blecimiento de que también propendería una administración correcta sobre gión que correspondiera al la parte Times al el esta- la re- Perú." Ese mismo consejo figuraba en una carta da al de 23 de último, julio dirigi- firmada con el seudónimo O. La carta, que ocupaba lugar preferente en las columnas del célebre diario inglés, decía entre otras cosas: "Colombia tiene danos establecidos un derecho anterior sobre antes de alli la el Putumayo. Sus ciuda- llegada de los agentes del Sindicato Arana fueron despojados y asesinados por éstos. "Que las pretensiones de Colombia sobre el Putumayo sean sometidas 1 al arbitraje, y que, mientras el Tribunal emite su juicio, os Estados Unidos y nosotros insistamos en que como territorio rf/scuí/cfo, la vigilancia local de conjunta de la civilización, asegurando el la el Brasil región sea considerada bienestar de sus habitantes con las tres potencias. El Brasil, como representante podría vigilar efectivamente, por medio de sus cañoneras, las vías fluviales que dan acceso o salida a esa región, ha- ciendo cumplir estrictamente la "clausura" de la extracción de caucho por medio de esas desgraciadas tribus, hoy casi exterminadas." De las la Comisión Roger Casement, se deducía clara- declaraciones presentadas en Selecta por Sir mente que el bienestar futuro de los indios en el Putumayo dependía directamente de la suspensión forzosa, durante dos aiios, de toda recolección de caucho. Es ese el objeto que se propone el presente volumen, 130 EL LIBRO ROJO DEL PUTUMAYO porque estamos seguros de que bajo biano se suspendería tumayo, dando darse que el la el régimen colom.- explotación cauchera del Pu- así libertad a los indios. Debe recor- Gobierno de Colombia ha buscado hace mucho tiempo manera de poner fin a los crímenes del Putumayo, sufriendo en ello un fracaso parecido al alcanzado con el mismo objeto por Foreing Office. APEÍsTOICE INVESTIGACIONES DE LA COMISIÓN SELECTA Una Comisión Selecta nombrada por la Cámara de Comunes con el fin de investigar si los Directores ingleses de la Peruvian Amazon Co. tienen reslos ponsabilidad en las atrocidades cometidas en tumayo, se reunió bajo la Roberts, tomando declaraciones a SIR muchos opinaría que el la Pu- testigos. ROGER CASEMENT Este testigo dijo que presumía que basándase en el Presidencia de Mr. Charles informe que él le el Foreign Office, había presentado, Casa Arana era culpable cauchero establecido en el del sistema Putumayo. Según sistema no era simple efecto de la él, ese casualidad o del descuido y obedecía a planes deliberadamente concebidos. Después de formada la Compañía los agentes de ella efectuaron invasiones contra las propie- dades de ciudadanos colombianos, asesinándolos, in- EL LIBRO ROJO DEL 132 PUTUMAYO cendiando sus casas y confiscando sus propiedades. caucho encontradas en una de Veintitrés toneladas de esas empresas colombianas fueron llevadas a Londres como propiedad de no pudo encontrar despojaran las Compañía. la prueba de que propiedades de tendieran atacarlas. Por nocimiento de que Roger Casement la el Sir pre- contrario, tuvo pleno co- invasiones las por Arana Hermanos con colombianos los Compañía o la el fin organizadas eran de despojar a los colombianos, quienes no solamente eran competidores sino que también ofrecían refugio a que huían de las persecusiones de tras existieron los indios la opinaba que todo lo refugiarse en indios el Putumayo, ellas. El testigo empresas colombianas en pudieron los Compañía. Mien- que se había llevado a cabo en esa región constituía actos de perfecto vandalismo. Al preguntársele los ruano para el apoyo del Gobierno pe- desarrollo de sus empresas en el Pu- Sir filibusteros de el suponer que tenía razón para Roger Casement contestó afirmativamenañadiendo que los Aranas iban al Putumayo como tumayo, te, si Aranas contaran con la despojando a los estafa y del ataque. del ejército peruano y de la colombianos por medio Arana gozaba del apoyo simpatía de ese Gobierno. TRATAMIENTO DE LOS INDIOS EN EL PERÚ En posteriores declaraciones, llamó la atención de la Sir Roger Casement Comisión acerca de dos pu- blicaciones religiosas hechas en Lima, que contenían afirmaciones específicas hechas por los misioneros APÉNDICE 133 católicos del territorio oriental del Perú sobre tráfi- co de esclavos y trato bárbaro que se daba a los indios. Sir Roger Casement decía que aunque tales aseveraciones eran de carácter general, ellas arroja- ban mucha luz sobre peruanos para el sistema adoptado por los esclavización de los indios y para la su venta. El testigo tenía seguridad de que el Go- bierno peruano tenía conocimiento pleno de esos escándalos. La Prensa de Lima, en uno de sus núme- ros de noviembre pasado, rrería efectuada con el que se destinaban para •presentado que los por el fin la daba cuenta de una code dar caza a los indios venta. Otro documento demostraba testigo métodos usados en el indios despoblaban la región claramente de los tratamiento rápidamente. El testi- go aseguró que estaba en posesión de muchos otros documentos que probaban lo mismo. Los indios de montaña carecen de derechos humanos y se les trata simplemente como a bestias feroces. Sir Roger Casement citó las palabras del doctor Paredes, en la que éste afirmaba que mayo no constituían un los asesinatos crimen. Es en esa el la Putu- máxima que rige en toda aquella desgraciada región. MR. BARNES Este testigo, que hizo parte de la Comisión de la Compañía como experto en agricultura tropical, convino con Sir Roger Casement en que Arana era el organizador del sistema criminal vigente en tumayo. el Pu- EL LIBRO ROJO DEL 134 PUTUMAYO MR. MITCHELL Este declaró testigo ocupa que actualmente el puesto de Cónsul inglés en Iquitos, y que había hecho un viaje al Putumayo por cuenta del Foreign Office en agosto y setiembre pasados. Opinaba que se daba pésimo trato a los indios en todo Afirma Mr. Mitchell que oriental. si Arana vuelve considera en Iquitos le A como un buen pa- dinero con fin el lioso territorio. ni de adquirir para su patria un va- Una vez que pública, era evidente el los que no había economizado salud, fuerzas triota, al indios. Putumayo, sólo Dios podrá salvar a Arana se Perú el caso de que se se distrajera la opinión que se apelaría adelante llevara a la fuerza en la explotación cauchera. MR. GUBBINS La Comisión llamó e interrogó a Gubbins, Presidente de la Peruvian Mr. Jonhn Russell Amazon convino en que su Compañía no tenía la Co., quien título sobre propiedad del Putumayo, aunque esto no consti- Arana tuía ausencia de derechos. que Gobierno el del cesión de esas tierras Perú le le había informado había prometido la con- siempre que pagara un impuesto de 5,000 libras esterlinas. Considerábase a Arana como una especie de símbolo de la región del lombia. de la la Putumayo que soberanía del Perú en está en litigio con Co- Era cosa segura que no se daría posesión zona cauchera a un liquidador inglés. Si las APÉNDICE 135 propiedades del Puíumayo no eran entregadas a la Compañía o a Arana, podrían caer en otras manos sobre las cuales la Compañía no ejercería dominio La prensa local del Perú debía entregarse a los entrar en comunicación con evadiendo el No cosas se arreglarían. el a él la allí el les creía el testigo que hu- arbitraje, al con los respectivos territorios el tivamente bajo insinuó que indios. el fin el Putumayo de determinar colombianos y perua- territorio en cuestión estaba la de informe presentado por el Compañía en 1910 decía que nos, pero que tráfico Arana estaba mayor número posible de el 100,000 garantizara que interés de el testigo que en estaba sujeto allí había dicho que Putumayo ningún escfavos puesto que en Añadía le listos a adelantar que se libras esterlinas siem.pre mantener no Gobierno de Colombia Roger Casement algunos amigos ricos estaban biera continuado en territorio el porque éstos podían soberanía peruana. Afirmaba e tal vez la testigo que Sir las que decía ingleses efec- ocupación del Perú. Mr. Malcolm el territorio no pertenecerá al Perú hasta tanto que no se llegue a un arreglo por arbitraje entre Colombia y sabía si el prueba de que ción hecha del el Perú. El testigo contestó que no Perú se sometería al el al arbitraje, territorio era efecto por el peruano, y dio, la como declara- Encargado de Negocios Perú en Londres. Mr. Malcolm dijo que durante dos en 1908, las siete años termina- empresas de La Unión y La Re- serva habían estado en posesión indiscutible de los PUTUMAYO EL LIBRO ROJO DEL 136 colombianos. El testigo contestó que no creía que hubiera prueba ninguna que demostrara que tumayo pertenecía Colombia: a el hecho de que el Pulos colombianos vivieran en esa región no probaba que ella fuera colombiana. En posteriores declaraciones hecho de que el testigo el reveló maeta había presentado una reclamación contra colombianos por 898,934.5.7 juicios. daiio al De el 22 de setiembre de 1910 Pablo Zu- libras esterlinas esta suma, 160,000 libras causado por la los por per- correspondían fuga de los indios a quie- nes favorecían las autoridades colombianas y en gastos de las comisiones empleadas en perseguir á los indios que se fugaban, etc. que El testigo aiíadió Colombia se sometiera a el Perú no confiaba en que la decisión de los arbitros. Era preciso arreglar cuanto antes límites. Refiriéndose al liquidador, dijo que era de corresponder la difícil Al ser interrogado J. sar el saber a quién había LISTER-KAYE por Comisión la Kaye, quien formaba parte de la haber confiado en que obraría rápidamente. Había el el Sir J. Lister- Dirección inglesa la Compaíiía, dijo que era para de que cuestiones de posesión efectiva del Putumayo. SIR de las nombramiento de Arana como él motivo de pe- Gobierno tenido del Perú plena seguridad Gobierno del Perú habría acabado con Putumayo hace tres años. los horrores del APÉNDICE Al rendir declaración el autor 137 del presente volu- asunto en un pun- men, declaró que consideraba el to de vista internacional, pero que deseaba presen- algunos tar ción de de él la copia documentos referentes a la investiga- Comisión. La Comisión recibió de manos de los convenios entre Colombia y el Perú y otros documentos. En contestación a una pregunta de Lord Alexander Thynne, el autor dijo que del la si se declaraba Putumayo, explotación el como colombiano el territorio Gobierno de Colombia acabaría con cauchera, gravándola de exportación prohibitiva. con derechos El Pütuiíío y [mím la eolfe Por En todos al Clemens Markham, K. C. B. documentos los Putumayo región del lo Peii y [oloiia el oficiales F. R. S. sobre los asun- Putumayo, se ha dado por sentado que tos del dose Sir le límites es territorio Gobierno peruano ocurrido. Sin responsabilidad de todo la embargo, la peruano, cargán- en cuestión territorio el es motivo de reclamación entre la República de Co- lombia y Perú. Colombia, es cierto, ha protestado el únicamente contra lo que consideraba como inva- sión de sus derechos. La cuestión de rresponde el los límites entre las naciones co- dominio de al geografía la política. caso presente, tenemos que apelar a nes hechas trativos. desde Cuando en 1548, éste tiago y el xvi se organizó incluía Morona; siglo a a el Macas el las divisio- con fines adminis- Gobierno de Quito entre los Canelos entre los y Pastaza; a Quijos entre En Pastaza y ríos ríos el San- Morona Ñapo; las APÉNDICE 140 Misiones de Mocena y Sucumbios entre el Ñapo, Putumayo y el Caquetá. Esas Misiones dependían de Pasto, de donde partían ios religiosos jesuítas y franciscanos. Toda la región fue erigida en Provincia dependiente de Quito en 1616. Llainósele Mayel nas. En 1739 nato, convirtióse que abrazaba la la Nueva Granada en Virrei- Presidencia de Quito con la Provincia de Maynas. El Gobierno de Colombia re- clama todo el territorio incluido Nueva Granada correspondiente Ecuador, de acuerdo con que representa límites actuales el de en a el Virreinato de Colombia y uii possidetis el al de 1810, principio que sirve de base a los las repúblicas suramericanas. Los derechos del Perú tienen como base una Real Cédula cuya validez niega Colombia. Parece que de 1616 a 1767 los jesuítas fundaron veinte aldeas en las márgenes de los dos de allí, ríos. Cuando fueron expulsa- los indios convertidos volvieron ai es- tado salvaje. Para remediar semejante mal, don Francisco Requena, uno de los comisionados para arreglar las cuestiones de límites entre España y Portugal, propuso que se fundara una Diócesis en Maynas. A raíz chada de ese consejo lanzó el una 15 de julio de 1802, por ba una Gobernación que incluía Maraiión y las Uyacali, Yavarí, quetá, hasta hoyas de los ríos cual se forma- las dos riberas del Morona, Pastaza, Ñapo, Putumayo y Ca- ellos fueran navegables. La ad- Huallaga, donde Real Cédula fe- la ministración civil y militar quedaba a cargo del Vi- APÉNDICE rrey del Perú y el 141 Obispo que era sufragáneo del Ar- zobispo de Lima. En esa Real Célula basa el Perú sus derechos soel Putumayo y los demás ríos que quedan al bre Los peruanos no han espera- Norte del Marañón. do una solución amigable del asunto y han tomado con posesión forzosa los resultados descritos en el Libro Azul y en las declaraciones de Mr. Hardenburg. Colombia niega la de validez 1802, so pretexto de que Real Cédula de la nunca entró en vigencia, y por consiguiente carece de existencia. Como prueba de ello se hace referencia a la Guía de Forasteros de 1788 del Virreinato de cual Quijos y Maynas quedan Nueva Granada, en la incluidas en el terri- torios de ese Virreinato. Colombia refuerza sus derechos sobre yo con el Putuma- Cédulas Reales de 27 de mayo de 1717 las y de 20 de agosto de 1739, documentos en los cuales se definen los límites del Virreinato de la Nue- va Granada. Aparte de bia sostiene la cuestión estrictamente legal, Colom- que tiene derecho a un Amazonas por uno de montañas. No los ríos libre acceso que nacen en al las sirve para ello el Caquetá, debido al obstáculo que presenta tumayo es el único al Amazonas. el río Salto de Araraucara. El Puque da a Colombia acceso Los colombianos se han establecido siempre en las cabeceras del Putumayo, en por los indios cionis. Allí se la región encuentran habitada haciendas APÉNDICE 142 como La So- y empresas perfectamente establecidas, fia. Mr. Hardenburg asegura que los indios allí felices viven y contentos, y que no se cometen con abusos de ningún género. Los peruanos, por ellos su parte, hacían invasiones contra los colonos, despojaban cuando gaban al tráfico tal los cosa era posible y se entrela forma descrita en de indios, en Libro Azul. el Parece que se ha querido ignorar sistemáticamente el del punto de vista de Colombia en Putumayo. El la cuestión Congreso de Colombia acaba de presentar una protesta formal contra el mal trato que gentes extrañas dan a los indios de territorio co- lombiano. (Del Geographical Journal correspondiente a febrero de 1913). ASUNTOS DEL PUTUMAYO LA SOBERANÍA DE COLOMBIA En el curso de sus declaraciones ante Selecta de manifestó el Cámara de la el los Comunes, el la Comisión señor Arana 10 del presente, que en el año de 1907 Gobierno peruano había requerido su apoyo para rechazar una invasión efectuada por colombianos en territorio bates y truida peruano, que tuvo asesinatos, la como después de los resultados comcuales fue des- avanzada colombiana de La Unión, pere- ciendo diez colombianos. Este desagradable incidente, que es uno entre muchos, arroja abundante luz sobre un asunto que, en vista del escándalo suscita- do por revelaciones del Putumayo, las no deja de tener grande interés. El Gobierno inglés, Sir Casement, la rido suponer, tidas en el prensa y el Roger público en general han que- con referencia a las atrocidades come- Putumayo, que esa región es territorio peruano y que por consiguiente el Gobierno peruano es responsable por la buena marcha de su administración. Poco trabajo ha costado a las autori- dades de Lima repudiar tal responsabilidad. qué no? Nada más enojoso que someterse a insultos; ¿Por recibir nada más fastidioso que inquietarse por APÉNDICE 144 como asuntos tan triviales los supuestos maltratos de que han sido víctimas caníbales Los pe- infieles. ruanos son, sin embargo, diplomáticos por tradición, y considerarían todas esas pequeñas incomodidades como precio que bien podía pagarse por cimiento implícito de derechos que, al fin recono- el y al cabo, son, por lo menos, dudosos, y que han sido materia de litigios interminables desde mucho antes que se efectuara separación de la Gran Colombia. la La suposición, que tan agradable es para es, Colombia, con razón o cual, la beranía sobre todo ve el Perú, por esa misma razón, profundamente ofensiva para Putumayo, el el territorio Maynas, Ñapo con todo el afluentes y la ribera septentrional del forma con el límite Amazonas que las presentes controversias en oficiales y en publicaciones por colombianos en la que el hechas prensa y en folletos diversos. Se argumentaba, con apariencia perfecta de dad, aunque con inclusi- sistema de su Perú. Esos derechos han sido el proclamados durante comunicaciones reclama so- sin ella, del fundamentos pacífico desarrollo de la sinceri- de apreciar, difíciles región del Maynas, colombiana por derecho de tratados y por colonización anterior, se habría efectuado tranquilamente, si no hubiera sido por ruanos que obligó órdenes de eran bien la conocidos. el espíritu agresivo de los pe- gobierno peruano a ponerse a Casa Arana, cuyos idea clara y bien Colombia, el al Con el fin fines y propósitos de dar documentada sobre la al mundo actitud de Boletín del Ministerio de Relaciones Ex- APÉNDICE 145 tenores de Colombia publica en sus números 8 y correspondientes al último trimestre del año pasado, un artículo titulado Soberanía d3 Colombia en tumayo. Los documentos Putumayo, y de el Pu- publicados son de alli importancia, en lo que se refiere a del 9, tal la cuestión toda interés tan grande, que bien me- recen amplia publicidad. Allí se encuentran, además de los decretos que crean nas del las Comisarías colombia- Caquetá y del Putumayo, a remos referencia más adelante, el los cuales ha- discurso del Se- nador Uribe Uribe en el Senado de Colombia, de septiembre pasado; la circular del Ministro, señor Urrutia, sobre Crímenes del Putumayo; y los informes de viada a levantar la Caque- Comisión de Longitudes en- mapas los 26 los informes del General Valencia, Comisario Judicial del tá, el del Huila, Tolima, Cal- das y Antioquia. En esos datos se basa el examen que en seguida hacemos. DERECHOS TERRITORIALES Para comprender los derechos de soberanía que el Perú o Colombia puedan tener sobre debe recordarse que son sucesoras de las el Maynas repúblicas latinoamericanas americanas de la Monarquía española, cuyas cédulas, anteriores a la las provincias declaración de independencia, son aún válidas en materia de 1810, en límites. Ese principio quedó establecido en' que nuevas repúblicas reunidas en Con las APÉNDICE 146 mutuamente en reconocer el uti Colombia basa, pues, sus derechos en greso convinieron possidetis. Reales Cédulas de 1717 y 1739, que crean las el Vi- Nueva Granada y que constituyeron a Maynas como cantón de Pasto, en la Gobernación rreinato de la de Popayán, que hoy pertenece a República de la Colombia. En contra de esa pretensión la Cédula de 1802, cuya tiene interés especial. el Maynas, con grande historia, De 1616 con Perú aduce a verlo, a 1760 se ejerció en de influencia, la actividad misiones de los padres jesuítas en nas, pero el como vamos región del la las May- expulsión de esos religiosos en 1767, la la comarca volvió a su primitivo estado de barbarie. A instancias de nombrado para las don Francisco Requena, Comisario delimitación de los linderos entre la posesiones de España y del Portugal, España, con el fin de reparar el una Cédula en 1802, que constituía Capitanía del Maynas, Amazonas y sus el afluentes hasta Rey de Gobierno y cual abrazaba la el mal causado, lanzó el la Marañón o el punto en que los saltos y cataratas de los ríos no permitieran su nave- gación. La administración quedó bajo la cuyo cargo quedaban de la civil y militar en dependencia del Perú. El las Diócesis de Lima. misiones, cuestión Obispo a era sufragáneo Colombia pretende que Cédula es de dudosa autenticidad, puesto que sus la ori- ginales no se encuentran en los archivos de España; que nunca fue confirmada; que los Virreyes de Quito ignoraron su existencia; que no hace mención de APÉNDICE Real Ordenanza ella la sobre 147 Intendencias y Dele- gaciones de Indias, lanzada en 1803; y finalmente, que los peruanos renunciaron formalmente a sus de- rechos después de la derrota que sufrieron en Jar- como de ello quedó constancia en el tratado de A todos esos arj^umentos replica el Perú qui, Guayaquil. diciendo que Cédula es válida, la y que Colombia no puede, en ningún caso, pretender que representa los derechos de tres repúblicas, ante valor el Gran Colombia, dividida hoy en la argumento éste absolutamente Derecho Internacional. A grandes son los neas, tales spñor Ilrihi' llriht' t-n argumentos un (iiscurso ARGUMENTOS GEOGRÁFICOS Si examinamos el gran mapa presentados por lie V grande sin lí- el interés. ECONÓMICOS del Ecuador, publi- cado en 1906 por Fray Ezequiel Vacas Galindo, de Orden de Predicadores, veremos que de los grandes afluentes del Amazonas, dos tienen nacimiento la en las cordilleras colombianas, que son el Yapurá o Caquetá y el Putumayo o Iza. El Caquetá en sus aguas superiores recibe al Orteguazaque, que corre el hacia el Norte hasta cerca a Florencia, en donde se encuentra con la el antiguo camino indio que atraviesa cordillera colombiana, y hasta el paso de yán. Sobre dad del el las que sigue hacia mismo nombre; de Norle dirección a Popa- de Mocoa, queda la ciu- Papas, en rio tributario el allí parte un camino que APÉNDICE 148 atraviesa la que se dirige a Pasto y cordillera y a demás ciudades del interior. El Putumayo tiene origen en las montañas que dominan a Pasto; su las afluente, el Guames, nace en el lago de San Pablo, que poco más abajo. En sus aguas inCaquetá recibe las grandes ríos del Yari está situado un feriores el con su tributario Caguán, y en el Uno Apoporis. Brasil, el y otro río, afluentes numerosos, tienen origen en la frontera del como sus así la cordillera de Colombia. Desde el punto de vista colombiano, es que en tanto que man importantes vías fluviales para interna, el do a las aguas ideal tas Caquetá y sus afluentes forla comunicación el al Amazonas grandes cataratas del inferiores. El un río el acceso colombiano acceso es, Como Putumayo es el el señor Uribe Uribe, el los estadis- como entre éste y Ñapo el único río verdaderamente nave- gable, es deber imprescindible de las sus Caquetá no es navegable mar sus derechos sobre ese son en Amazonas, por medio de según por buques de vapor, y el al es imposible debi- Araraucara que nunca debieran abandonar colombianos. esencial lo río. Colombia procla- Creemos que esas razones indudables que determinan tud del Gobierno de Colombia. Una leyenda la acti- nacida en fuentes alemanas y acogida por los diarios pe- ruanos El Comercio y Perú To-clay, pretende que Sir Roger Casement fue un simple instrumento de un poderoso sindicato que quería arrojar a los peruanos del Putumayo apoderándose así de la floreciente APBNDICR L.uKiRTa mLÍiisiii;i 149 ül* L'^ci rc¿;i.)ii. i:s liiiiíii que ucv."ir no existe prueba ninguna sobre cosa semejante. En cuanto caucho, los documentos publicados en al Bolelin no ciertos distritos dice el General Valencia damente gracias a colección y í'ti que la caucho está en vía de desaparecer tencia de íli'sfriiír el dan mayor importancia. Hablando de le los interés al rápi- métodos empleados en la renatural que tienen los indios de imu^.t la exis- ^ii-^ tnrtitras LA MISIÓN DEL GKNERAL VALENCIA Como de abril resultado de la convenció;i de 1910 entre Colombia y el firmada Perú, se el 13 nom- bra una comisión internacional para que investigara la el verdad sobre los crímenes atroces cometidos en Putumayo. KI Gobierno de Colombia nombró como Comisionado especial judicial al General Gabriel Va- como guardia a un peque- lencia, quien llevó consigo ño cuerpo de Gendarmería Nacional. Posterior- mente lo manejar la acompañó una pequeña las Pedrera en fuerza destinada a aduanas nacionales de Colombia en La el bajo Caquetá. El relato General Valencia de su expedición de la que hace la capital el de República a sus fronteras meridionales ilustra ad- mirablemente los obstáculos que para ción se encuentran en esa región. la comunica- Sería imposible hacer aquí una relación detallada de tan penoso viaje. Baste decir que la única vía práctica es la de Bar- APÉNDICE 150 bados, en donde tocan los buques que hacen el salió de Bogotá diezmada por en el 10 de la fiebre a su destino En número una lista los ultrajes de diciembre de 1910; amarilla en Manaos y General Valencia publicados juradas referentes a declaraciones las de que fueron primera de «la. La la segunda víctimas los ciudadanos Citaremos serie: del señor Félix Mejía Peláez, biano Emilio Gutiérrez, presa, fue llegó del Boletín arriba mencionado, figura colombianos por parte de los peruanos. la viaje 10 de marzo de 1911. el los informes del el el Amazonas y Nueva York. La expedición entre sobre el asesinato del colom- de su emcompuesta de más de cuarenta personas (blancos), crimen que se su esposa y todos los habitantes asegura fue cometido a insinuaciún de los peruanos.» De interés más permanente son nes hechas por ción de la el las recomendacio- General Valencia sobre coloniza- comarca. La colonización del Caquetá es cuestión que se divide en dos secciones: organización de la región superior a las cataratas del Ararau- cara y organización de las regiones correspondientes al bajo Caquetá y sus afluentes. Dice el General la región abunda en caucho y presen- Valencia que taría campo de acción suficiente para los caucheros colombianos que hoy emigran al Brasil. Los colo- Orteguaza y en la región situada entre su confluencia con el Caquetá y nos que se establezcan en las cataratas del cultivar el Araraucara, tendrían forzosamente que relaciones de comercio con las Provincias cisandinas del Huila y Nariño. La comunicación con APÉNDICE el interior tendría 151 que hacerse por medio de los ca- minos que pasando por Florencia y Mocoa se dirigen al centro de la República. El General Valencia menciona la construcción y conservación de esos caminos como asunto de necesidad primordial. Ase- gura que Florencia y Tresesquinas deben ser asiento principal de la administración, y prefiere mo por encontrarse en principales arterias de tráfico: tablece el la comunicación con Caquetá con Nariño y nas. En cuanto da por opina a la las cataratas el de confluencia la el el la al las últi- tres Orteguaza, que es- provincia del Huila; Caguán, con el Amazo- parte del bajo Caquetá separa- de comunicación con General Valencia que ella el Norte. debe pertenecer comercialmente a Manaos y debe tener organización especial. Sugiere dad en el punto también la fundación de una ciu- comparativamente sano de Puerto Córdoba, construyendo habitaciones a prueba de mosquitos, como caucheros gran en Panamá, en donde puedan vivir los dedicándose a la año en la porción del causadas por el agricultura cual invierno hacen lección del caucho. Con ello la las durante la inundaciones imposible la reco- población dispersa actualmente encontraría asilo seguro y permanente. Los indios numerosos del Caguán, del Apoporis, etc., suministrarían bajo la brazos suficientes para los trab.ajos, Su civilización queGobierno, que no podía encontrar dirección de los blancos. daría a cargo del colaboración mejor que la de las cas. Refiriéndose a las atrocidades misiones evangéli- cometidas por los APÉNDICE 152 peruanos, afirma el General Valencia que no hay peores conquistadores de esas tribus de salvajes que tales negociantes. Es preciso convenir en eso. ACTITUD DEL GOBIERNO DE COLOMBIA Como lencia, el resultado de los informes del General Va- Gobierno resolvió emprender la organización de esas inmensas regiones. El 7 de marzo del año pasado se dictó un decreto por cual se establecía el una Comisaría permanente del Putumayo con resi- dencia en Mocoa. El 17 de junio dictóse otro decreto (modificado cía la rencia, el 10 de agosto) por el cual se estable- Comisaría del Caquetá con residencia en Flo- que era elevada a la Se resolvió, además, activar no de Florencia con lo posible, las el fin categoría de municipio. la construcción del cami- de hacer más rápidas, en comunicaciones con el Gobierno Las descripciones que de ese camino hace en letín central. el Bo- citado la Comisión de Longitudes, son particular- mente interesantes. En ese informe, que está absoluta- mente desprovisto de las exageraciones líricas de que tanto gustan los latinoamericanos, hay datos de gran- dísimo valor. Encontramos tan el país en toda su allí cuadros que represen- realidad: campos inmensos ganado que no tiene quien lo cuide; plantaciones de cacao abandonadas y perdidas. Allí vemos la descripción de Altamira, en donde las mujeres se dedican a tejer sombreros, en tanto que sus mallenos de APÉNDICE ridos pasan el día tendidos y "tienen poca afición pital 153 fumando tabaco porque trabajo"; de Medellín, la ca- de Antioquia, con sus grandes factorías y fá- al bricas de tejidos; de Neiva, antigua ciudad floreciente, destruida hoy por las guerras civiles y por las epi- demias; de El Magdalena, cuya miseria las riberas del no se atreve a describir el autor. Gobierno de Colombia merece felicitaciones muy grandes por esa publicación. En cuanto a los detalles de la cuestión principal no se atreve presente escrito a emitir opinión. el autor del De una cosa sí está seguro, y es de que será una gran cosa, no solamente para los indígenas del Amazonas lización latinoamericana, el que los sino y de Colombia dejen la política de ras y emprendan una para la civi- gobiernos del Perú rivalidad de amenazas guerrebuenas obras en esas regiones lejanas en los términos arriba indicados. (Turnado de The Times South American Supplement, del 29 de Abril de 1913). i^^y^V' '^'- v^ff ?;^N%?:'^ • BOSTON PUBLIC LIBRARY 3 9999 06561 011 3 Boston Public Library Central Library, Gopley Square División of Refer^nce and Research Services The Date Due Card in the pocket indi- which this book should be returned to the Library. cates the date on or before Please do not remove cards from this pocket. IV^v C3 1914