DISCURSO DEL MINISTRO DE LA PRESIDENCIA GUSTAVO
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DISCURSO DEL MINISTRO DE LA PRESIDENCIA GUSTAVO
DISCURSO DEL MINISTRO DE LA PRESIDENCIA GUSTAVO MONTALVO Iniciativa para una Educación de Calidad (IDEC) Distinguidos integrantes de la mesa principal, Distinguidos señoras y señores: Sin lugar a dudas, fortalecer la calidad de nuestro sistema educativo es un compromiso nacional y, al mismo tiempo, uno de los mayores consensos logrados en la historia contemporánea de nuestro país. No es para menos, como ha dicho reiteradamente el Presidente Medina, “la educación es el otro nombre de la libertad”. O para decirlo con palabras del maestro Juan Bosch, “la educación es el traje de gala para asistir a la fiesta de la vida”. El compromiso del actual Presidente con este tema clave no es nuevo, sino que nace de una profunda convicción. Ya hace tres años que un equipo técnico trabaja junto al Presidente Medina en la formulación de lo que primero fue su propuesta programática en la campaña electoral, después se convirtió en la base del plan de Gobierno y hoy está camino de convertirse en la transformación más profunda que ha vivido nuestro sistema educativo en las últimas décadas. El punto de partida básico fue y sigue siendo la necesidad de superar la perversa paradoja entre el crecimiento económico y la escasa reducción de la pobreza y exclusión social. En los últimos 30 años hemos sido uno de los países con mayor crecimiento del PIB per cápita en el continente, pero no hemos logrado reducir la pobreza y la exclusión social en correspondencia con tal crecimiento, ni hemos logrado estabilizar nuestra clase media. Aun hoy, alrededor del 40% de nuestra población es considerada pobre desde la perspectiva de sus ingresos. Pero, además, una 1 proporción mayor, incluyendo importantes sectores de nuestra clase media, sufren de severas restricciones, tanto materiales como no materiales, que afectan considerablemente su calidad de vida y comprometen sus posibilidades de construir un mejor futuro. Tenemos, por tanto, que dar respuesta a estas necesidades e iniciar la transición hacia un nuevo modelo de desarrollo, que supere estas deformaciones y garantice que el crecimiento sostenido se convierta en mejor calidad de vida para todos, de forma incluyente y justa. Las metas sociales más generales para lograrlo son la reducción de la pobreza y la ampliación y defensa de la clase media. Para sentar estas bases e iniciar tal transición, el primer paso es fortalecer el aparato productivo de bienes, con énfasis en la pequeña y mediana empresa y en la economía solidaria. Y los sectores clave para lograrlo serán el turismo y la agropecuaria, con un mayor impacto en el desarrollo local. Simultáneamente, nos hemos propuesto redefinir progresivamente las políticas sociales, implementando un enfoque de derechos, bajo criterios de universalidad y calidad. Y en tercer lugar, pero no menos importante, estos objetivos están siendo acompañados de serios esfuerzos para trasformar la gestión pública, para lograr la mayor transparencia, austeridad y efectividad posibles. El país ha sido testigo del inicio de estos esfuerzos en las últimas semanas, los cuales continuarán y serán profundizados. Este es el contexto en que asignamos altísima prioridad a la transformación del sistema educativo, como uno de los ejes clave en la construcción de ciudadanía, el desarrollo de competencias y valores de las comunidades y el fortalecimiento de la productividad. 2 El desarrollo del sistema educativo no puede desvincularse del modelo de desarrollo y de sociedad que aspiramos a construir. No está al margen de la vulnerabilidad social de nuestras familias y comunidades empobrecidas y de clase media. Estructurar un sistema educativo con calidad supone avanzar en la construcción de una sociedad basada en la equidad y la solidaridad, así como en el fortalecimiento de la productividad y la competitividad sistémica de nuestra economía. Convencidos de esto, valoramos altamente la movilización social y el amplio consenso que se articuló alrededor del llamado “Compromiso Político y Social por la Educación”. Por eso, el Presidente Medina hizo suyo ese compromiso con la firma del mismo hace poco más de un año y ha asumido la responsabilidad de asignar, en el presupuesto nacional del año 2013, el 4% del PIB para la educación preuniversitaria. Hoy, una vez más, ratificamos ante este calificado auditorio, que no obstante las dificultades fiscales, cumpliremos con la palabra dada. Por tanto, es justo decir que el 4% ya no es sólo una demanda justa del pueblo dominicano. Ahora es una decisión firme tomada por el Gobierno y en enero será una realidad, que será posible gracias a la determinación de nuestro Presidente. Así mismo, por instrucciones del Presidente Medina, cumplimos, a fines del pasado enero, el compromiso de hacer entrega de los principales lineamientos del Programa de Gobierno en el área educativa, y hemos mantenido desde entonces un diálogo franco con los actores sociales. Porque estamos convencidos de que transformar el sistema educativo es una tarea que requiere la participación de toda la ciudadanía, en un ejercicio de corresponsabilidad. 3 Por nuestra parte, asumiremos y cumpliremos el marco constitucional y legal, incluyendo la Estrategia Nacional de Desarrollo y también el Plan Decenal de Educación, aunque estamos abiertos a considerar las mejoras y actualizaciones que en forma consensuada se considere deban ser introducidas. Estamos comprometidos a asignar los recursos necesarios, con la mayor prioridad; eso significará que en 2013 prácticamente se duplicará el presupuesto asignado a la educación preuniversitaria. Con esos recursos sólo el año 2013 se construirán 10,000 aulas en todo el país, se contratarán centenares de maestros y se ampliará significativamente el programa de tanda extendida. Sin embargo, este no es sólo un asunto de asignar más recursos. Estamos convencidos que esta es la mayor oportunidad que nuestro país tiene para avanzar en una transformación profunda del sistema educativo. Es una oportunidad para generar nuevos enfoques y para superar viejos problemas. Para asegurar que el Ministerio de Educación se concentre en su responsabilidad principal que no es otra que mejorar la calidad de la educación dominicana, el Gobierno ha dispuesto que las edificaciones escolares sean transferidas al Ministerio de Obras Públicas y las responsabilidades de bienestar estudiantil sean atendidas por una entidad descentralizada del Ministerio. Ambas medidas reducirán significativamente el tiempo de los funcionarios del Ministerio en asuntos administrativos y operativos que bien pueden ser atendidos por otras instancias gubernamentales. Entre las prioridades que ya están identificadas en nuestro Programa de Gobierno y en los planes operativos para el actual periodo, destacamos: a) Fortalecimiento y Modernización del Ministerio de Educación. Para hacerlo más eficiente y efectivo, favorecer la desconcentración y descentralización, fortalecer las 4 escuelas y el proceso de aprendizaje como eje de toda la gestión, así como la interacción con las comunidades. b) Fortalecer la Carrera Docente. Esto incluye mejorar la formación, reclutamiento, remuneración, certificación y permanencia del maestro, para el ascenso continuo de la calidad educativa. c) Cumplimiento y ampliación de la jornada. Nuestro propósito es avanzar progresivamente hacia una jornada de 8 horas, con un currículo enriquecido y diversificado, que aproveche las especificidades y las posibilidades locales de las comunidades. Esto requerirá, además, la construcción de unas 28,000 nuevas aulas, miles de comedores, canchas deportivas, espacios de encuentro comunitario, y la reparación y acondicionamiento de muchas de las actuales. d) Superación del analfabetismo en jóvenes y adultos. Mediante el Plan “Quisqueya Aprende Contigo” estamos promoviendo una amplia movilización nacional, de todo el Gobierno y de toda la Sociedad, en la que tienen cabida todas las personas, instituciones y organizaciones interesadas. Juntos lograremos la meta de que alrededor de 800,000 personas jóvenes y adultas, tengan acceso al sistema educativo, y la oportunidad de avanzar en la educación básica, con un modelo flexible, capacitación para mejorar su empleabilidad o sus emprendimientos solidarios y otras oportunidades. e) Educación inicial y atención de la primera infancia. Nos proponemos ampliar la cobertura de la educación inicial escolarizada, pero también desarrollar un modelo de atención integral que asegure a nuestros niños y niñas, desde la concepción hasta los 5 años de edad, una atención integral que garantice la salud, la nutrición y el desarrollo de 5 sus potencialidades psico-motoras, en un entorno de amor y seguridad. Para lograrlo será necesario combinar varias estrategias y, una vez más, necesitaremos de la alianza entre Estado y Sociedad y de la corresponsabilidad social. Articularemos las estancias, los hogares de cuidado, las capacidades de las familias y de las personas a cargo del cuidado de los niños y niñas, y la educación inicial escolarizada, de manera que todas estén orientadas a asegurar que nuestros niños y niñas puedan desarrollar sus potencialidades y ser felices. f) Fortalecimiento de la educación para el trabajo, avanzando hacia un sistema de formación técnico profesional, promoviendo la recuperación de quienes han abandonado el sistema educativo y garantizando el fortalecimiento y diversificación de la educación secundaria. Para monitorear los avances y cumplimiento de las metas propuestas, se ha desarrollado, con el apoyo técnico del PNUD, y ya está en operación, un Sistema de Metas Prioritarias Presidenciales, bajo la coordinación del Ministerio de la Presidencia. Este sistema permite, al más alto nivel de conducción del Gobierno, a la Ministra de Educación y al Presidente de la República, mantener una apreciación permanente del grado de avance de las operaciones que conducen al cumplimiento de las metas, así como las restricciones financieras, legales, políticas o de cualquier índole, que puedan entorpecerlos, a fin de adoptar decisiones oportunas y efectivas. Aspiramos a que en el marco de esta iniciativa, IDEC, se logren unificar criterios, que eviten duplicar esfuerzos en el proceso de monitoreo, lo que significaría dispendio de tiempo y de recursos que necesitamos concentrar en la misión de fortalecer el sistema educativo. 6 Nos congratulamos y respaldamos con entusiasmo por la Iniciativa por una Educación de Calidad (IDEC) a la que hoy damos inicio. Pondremos todo nuestro esfuerzo para que lo que hoy es una iniciativa poco a poco sea la realidad cotidiana de nuestro país. Valoramos que esta iniciativa haga posible importantes acuerdos entre el Gobierno, la cooperación internacional y organizaciones empresariales y de la sociedad civil, en la definición de los principales ejes que deben ser monitoreados y en los indicadores correspondientes, en cuyo cumplimiento nos comprometemos desde ya. La transformación del sistema educativo es un compromiso histórico que el Presidente de la República ha asumido desde el primer día y que velaremos por cumplir a cabalidad. Juntos podemos lograr el sistema educativo con equidad y calidad que todos y todas merecemos y deseamos. Ahora es la gran oportunidad. Manos a la obra!!!. 30 de octubre del 2012 7