La amenaza del terrorismo islamista en España
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La amenaza del terrorismo islamista en España
LA AMENAZA DEL TERRORISMO ISLAMISTA EN ESPAÑA Juan Avilés Catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) En los últimos meses se han manifestado temores a que se produzcan atentados islamistas en suelo europeo y es posible que algunos se hubieran producido ya de no haberlo evitado oportunas actuaciones policiales. Tales temores tienden a incrementarse ante la perspectiva de una posible intervención occidental en Irak. Este ensayo, que se basa en fuentes abiertas, examina la gravedad que pudiera tener esta amenaza. EL SALTO CUALITATIVO DEL NUEVO TERRORISMO España, al igual que otros países europeos como Gran Bretaña e Italia, cuenta con una larga experiencia de lucha antiterrorista. Esto sin duda es una ventaja, pero puede con- EL DESAFÍO DE LA SEGURIDAD 150 ducir a creer que el nuevo terrorismo al que nos enfrentamos es cualitativamente semejante a aquel que hasta ahora hemos padecido, es decir el del IRA, ETA, las Brigadas Rojas o las organizaciones palestinas que en ocasiones han atentado en suelo europeo. Desde ese punto de vista los atentados del 11 de septiembre sólo se habrían distinguido de aquellos a los que estábamos acostumbrados por un factor cuantitativo, el número de víctimas que produjeron. No parece que sea así. Lo que vino a confirmar el 11 de septiembre es algo que ciertos analistas habían apuntado a raíz de diversos atentados de los años noventa, como la voladura de un edificio federal en Oklahoma City o el ataque con gas sarín en el metro de Tokio. Estamos ante un cambio cualitativo en la naturaleza de la amenaza terrorista. El nuevo terrorismo es distinto por su capacidad tecnológica, por su motivación y por su modelo organizativo. El incremento de la capacidad tecnológica Es un lugar común afirmar que en los últimos años estamos viviendo una aceleración del progreso científico y tecnológico, que se traduce en una efectiva democratización de los recursos, pues pone a disposición de pequeños grupos o incluso de individuos lo que antes sólo era accesible a los Estados o las grandes organizaciones. Esto representa una considerable fuente de progreso, pero tiene una contrapartida: también los terroristas se benefician de ese avance tec- LA AMENAZA DEL TERRORISMO ISLAMISTA EN ESPAÑA 151 nológico. Sobre todo en dos campos: en el del armamento, que cada vez resulta más sofisticado, menos costoso y más pequeño, más fácil de camuflar por tanto, y en el de las comunicaciones. Instrumentos como los teléfonos vía satélite, y muy especialmente internet, permiten mantener contactos fluidos a gran distancia y facilitan por tanto la aparición de grupos terroristas que operan a nivel transnacional e incluso mundial. La posibilidad de que agentes terroristas puedan llegar a dotarse de un armamento químico o biológico resulta especialmente preocupante, aunque de momento los obstáculos tecnológicos parecen excluir la posibilidad de que esta amenaza se materialice, a no ser en el caso de organizaciones respaldadas por algún Estado. La secta japonesa Aum Shinrikyo, responsable del citado ataque en el metro de Tokyo, realizó una considerable inversión para dotarse de este tipo de armamento, con unos resultados afortunadamente bastante limitados (Tucker 2000). De la motivación política a la motivación religiosa El terrorismo de los años setenta y ochenta del pasado siglo era mayoritariamente de inspiración política, ya fuera revolucionaria, contrarrevolucionaria o política. En los últimos años las acciones terroristas más peligrosas han tenido por el contrario una inspiración religiosa, vinculada al Islam en casos como el de Al Qaida; al judaísmo en casos como el de Baruch Goldstein, autor de una matanza en una mezqui- EL DESAFÍO DE LA SEGURIDAD 152 ta de Israel en 1994; a una versión racista del cristianismo en el caso del movimiento “patriota” de los Estados Unidos, en el que hay que encuadrar a Timothy McVeigh, el responsable del atentado de Oklahoma City; o a cultos de origen reciente, en el caso de los Rajneeshees, que en 1984 lanzaron un ataque con bacterias en una pequeña ciudad de Oregon, o de la citada secta japonesa Aum Shinrikyo. En un libro publicado antes del 11-S, un destacado estudioso del tema, Bruce Hoffman, ponía ya en relación el carácter religioso del nuevo terrorismo con la aparición de atentados mucho más letales que los del pasado (Hoffman 1998). Convencido de actuar en consonancia con un mandato trascendental, el terrorista religioso no se ve limitado por las consideraciones prácticas, políticas e incluso morales que llevaban a los terroristas tradicionales a matar a pocos para aterrorizar a muchos. En el nuevo terrorismo las matanzas masivas se justifican en el terreno teológico y la acción del terrorista suicida se eleva a la categoría de un martirio que conduce directamente a los goces celestiales. Algo que no tenían garantizado quienes mataban en nombre de la revolución social o de la independencia nacional. Cabe añadir que el terrorismo inspirado en una interpretación distorsionada de alguna de las grandes tradiciones religiosas de la humanidad resulta más peligroso que el vinculado a una pequeña secta, en razón de la inmensa base social en la que puede buscar apoyo. Por ello Al Qaida representa un fenómeno mucho más inquietante que Aum Shinrikyo. LA AMENAZA DEL TERRORISMO ISLAMISTA EN ESPAÑA 153 Los nuevos modelos organizativos la estructura en red Las organizaciones que protagonizaron el terrorismo de los años setenta y ochenta tenían una organización jerárquica de tipo piramidal. Hubo casos de colaboración entre algunas de ellas, por ejemplo entre grupos europeos de extrema izquierda y grupos palestinos, pero básicamente cada grupo actuaba por su cuenta, con unos objetivos propios (Moniquet 2002). La gran novedad organizativa del nuevo terrorismo es la denominada estructura en red, basada en la cooperación entre distintos grupos que comparten una ideología y unos objetivos, colaboran en el terreno logístico y pueden montar incluso operaciones conjuntas, pero conservan su autonomía (Arquilla, Ronfeldt y Zanini 1999). EL TERRORISMO ISLAMISTA Un factor tecnológico, las facilidades de comunicación que han traído consigo las nuevas tecnologías de la información, y otro religioso y político, la difusión del islamismo radical en toda la extensión del mundo musulmán (Kepel 2000), han proporcionado las condiciones favorables para la formación de la compleja estructura en red cuyo nudo central es Al Qaida. Lo que ha ocurrido en los últimos años ha sido la confluencia en una lucha terrorista global de organizaciones surgidas en el marco de conflictos locales, desde la rebelión musulmana del sur de Filipinas hasta la rebelión islamista contra el régimen argelino. EL DESAFÍO DE LA SEGURIDAD 154 Rohan Gunaratna, investigador del centro de estudios sobre el terrorismo de la universidad escocesa de Saint Andrews, ha escrito que la red de Al Qaida está integrada por un núcleo central, encabezado por Osama Bin Laden, por células satélites distribuidas por todo el mundo y por un conglomerado de organizaciones islamistas, en buena medida independientes, con las que colabora. Algunas de ellas manifestaron públicamente sus vínculos con Al Qaida, cuando en febrero de 1998 se anunció la creación de un Frente Islámico Mundial para la Lucha contra los Judíos y los Cruzados, integrado por la propia Al Qaida, dos organizaciones egipcias, Jamaat al Jihad y Al Gamaa al Islamiya, otra pakistaní, Jamiat ul Ulema e Pakistan, y otra de Bangladesh, Harkat ul Jihad al Islam. Pero se estima que otras organizaciones afines no suscribieron el acuerdo simplemente por no dar pistas a los servicios de inteligencia (Gunaratna 2002). La propia Al Qaida tuvo desde sus orígenes una dimensión internacional, debido a que surgió en el entorno de los voluntarios musulmanes de diversos países que en los años ochenta acudieron a Afganistán para la jihad contra el invasor soviético. Luego Bin Laden ofreció su concurso al régimen saudí para luchar contra Saddam Hussein cuando éste ocupó Kuwait, pero fue la decisión saudí de admitir tropas norteamericanas en su territorio con ocasión de la guerra del Golfo la que dio origen a la orientación antisaudí y antiamericana de Al Qaida. El primer documento en el que Bin Laden expuso sus objetivos, la “Declaración de guerra contra los americanos que LA AMENAZA DEL TERRORISMO ISLAMISTA EN ESPAÑA 155 ocupan la tierra de los dos lugares sagrados”, también conocida como “Epístola ladenesa”, está fechada en agosto de 1996, dos meses después de que un atentado de Al Qaida hubiera matado a 19 soldados americanos en la base de Khobar, en Arabia Saudí. En ella y en documentos posteriores, Bin Laden anunció una guerra terrorista a escala mundial cuyo objetivos serían: • la retirada de las tropas americanas de la península Arábiga; • la destrucción del Estado de Israel; • la victoria de los musulmanes en los conflictos que les oponen a otras comunidades, desde Chechenia hasta Filipinas; • el derrocamiento de todos los estados musulmanes que no se basen exclusivamente en la shariah (la ley de Mahoma). Estamos pues ante un desafío de proporciones colosales del que los países europeos no pueden quedar al margen, debido a sus vínculos con Estados Unidos, con el mundo árabe y con Israel. Los ataques del 11-S contra Nueva York y Washington probablemente pretendían demostrar la vulnerabilidad de América y generar una gigantesca espiral conforme al conocido modelo de acción-represión-acción. La facilidad con que fue derrocado el régimen talibán y la limitadísima efectividad de la solidaridad con aquél entre las po- EL DESAFÍO DE LA SEGURIDAD 156 blaciones musulmanas significa que Bin Laden no logró ese objetivo. Pero la guerra no ha terminado. LA PENETRACIÓN DEL TERRORISMO ISLAMISTA EN ESPAÑA A juzgar por las células hasta ahora desarticuladas en distintos países, especialmente en Gran Bretaña, Países Bajos, Francia, España e Italia, la penetración de la red de Al Qaida en territorio europeo se ha producido sobre todo a través de dos organizaciones, Takfir wal Hijra y el Grupo Salafista de Predicación y Combate. Es difícil establecer la relación precisa que existe entre ellas, pero todo parece indicar que están actuando en estrecha conexión. Takfir wal Hijra (Anatema y Exilio) es el nombre que la policía y la prensa egipcia dieron a un grupo surgido en los años setenta, cuya verdadera denominación era Jamaat al Muslimin. Su dirigente carismático era Shukri Mustafa, quien elaboró una doctrina según la cual las sociedades musulmanas habían renegado en la práctica del Islam, lo que equivalía a lanzar un anatema contra el conjunto de los musulmanes, excepto sus propios seguidores. Estos últimos debían afrontar pues el exilio, como hicieron Mahoma y sus compañeros en Medina, aunque en este caso se trataría de un exilio interior, consistente en el rechazo total de las leyes e instituciones del Estado impío. Estimaban que sería necesaria una larga preparación antes de afrontar la lucha armada contra el Estado, pero un asesinato atrajo sobre ellos la represión y el propio Shukri Mustafa fue ejecutado en 1978 (Zeidan 1999). LA AMENAZA DEL TERRORISMO ISLAMISTA EN ESPAÑA 157 En las décadas siguientes, el Takfir se fue difundiendo por otros países, incluidos los norteafricanos e incluso algunos europeos, aunque no es fácil detectar a sus miembros, debido a su extremada cautela, que les lleva a fingir costumbres no islámicas e incluso a ocultar su religión. Se ha afirmado que en Argelia se incorporaron en buen número a los GIA (Grupos Islámicos Armados). De acuerdo con las declaraciones de algunos detenidos, los miembros del Takfir y los GIA comenzaron a colaborar en Francia después de la represión policial que siguió a los atentados de 1995, y finalmente toda la red europea del Takfir se incorporó al Frente Islámico Mundial fundado por Bin Laden en 1998 (Le Nouvel Observateur 18/10/2001). Hay incluso indicios de que Al Zawahiri, el dirigente de Jamaat al Jihad y principal colaborador de Bin Laden en Al Qaida se ha convertido también en el jefe del Takfir (Gunaratna 2002: 115). El Grupo Salafista de Predicación y Combate, un grupo islamista argelino rival de los GIA, puede haber estado vinculado a Bin Laden desde sus orígenes. Los GIA, que han llevado a cabo la campaña terrorista más feroz que haya padecido ningún país musulmán, tuvieron en su inicio un amplio apoyo en los sectores más violentos del islamismo internacional. Su boletín semanal, Al Ansar, que les proporcionaba cobertura doctrinal de cara al conjunto del mundo islámico, se publicó en Londres desde 1993, bajo el impulso de dos destacados ideólogos, el sirio nacionalizado español Abu Musab y el palestino Abu Qatada. Pero la creciente radicalización de los GIA, que culminó con las horrendas matanzas de civiles de 1997, terminó por enajenar- EL DESAFÍO DE LA SEGURIDAD 158 les muchas simpatías. Al Qaida rompió con la dirección de los GIA y estimuló la decisión de Hassan Hattab, jefe de la red europea de los GIA, de pasarse a una nueva organización, el Grupo Salafista de Predicación y Combate, fundado en mayo de 1998 (es decir unos meses antes de que se anunciara la creación del Frente Islámico Mundial). A comienzos del año 2002 se estimaba que el GSCP contaba con 1.800 hombres en Argelia, frente a unos 800 de los GIA (Gunaratna 2002: 137-139). En España las células terroristas islámicas hasta ahora desarticuladas parecen estar vinculadas o bien directamente a Al Qaida o bien al GSPC. A continuación se resumen las principales detenciones realizadas y los datos que de ellas pueden deducirse. 10/5/1997. Desarticulación en Valencia de una célula de los GIA, encabezada por Noureddine Salim Adoumalou, alias Nourreddine de España. Seis de sus miembros fueron condenados por la Audiencia Nacional en junio de 2001. En julio de 2002 el Tribunal Supremo confirmó su condena por pertenencia a banda armada, pero redujo sus penas a 9 años (El País 20/7/2002). Participaban en tareas de apoyo a la lucha de los GIA en Argelia y tenían relaciones con Afganistán. 22/6/2001. Detención en Alicante de Mohamed Bensakhria, supuesto dirigente del comando Meliani del GSPC. Dicho comando preparaba un atentado en Estrasburgo y fue desarticulado en Frankfurt en diciembre de 2000. Bensakhria ha sido extraditado a Francia. (Gunaratna 2002: 129) LA AMENAZA DEL TERRORISMO ISLAMISTA EN ESPAÑA 159 26/9/2001. Desarticulación de una célula del Grupo Salafista de Predicación y Combate, dirigida por Mohamed Boualem Khouni, alias Abdallah. La integraban seis miembros, todos ellos argelinos, residentes en distintos lugares de España. Fueron detenidos en virtud de una comisión rogatoria de un tribunal de Bélgica, donde unos días antes había sido detenido el tunecino Nizar Trabelsi, miembro del Takfir, con el que aparentemente estaban en contacto (Gunaratna 2002: 118). Uno de los detenidos, Mohamed Belaziz, un inmigrante irregular que había sido anteriormente detenido por robo y residía en Cascante, fue visitado por Trabelsi en el verano de 2001, y tenía una agenda en la que anotó su vocación de terrorista suicida. Se ha supuesto que Mohamed Belaziz y Nizar Trabelsi estaban designados para un ataque suicida a la embajada norteamericana en París (El País 10/10/2002). La célula enviaba además material electrónico y de alta tecnología a Argelia y Chechenia. Por otra parte se supone que Ahmed Ressam, un argelino probablemente implicado en los atentados de los GIA en París en 1995, que fue detenido en diciembre de 1999 cuando cruzaba la frontera entre Canadá y Estados Unidos con un automóvil cargado de explosivos (Moniquet 336-337), se entrevistó con Abdallah durante una visita a España (El País 2/12/2001). Desde mayo de 2002 los seis presuntos salafistas se hallan en libertad provisional y recientemente la justicia belga ha anunciado que no solicitará su extradicción (13/2/2002). 13/11/2002. Desarticulación de una célula de Al Qaida integrada por Imad Edin Barakat Yarkas, alias Abu Dahdah, y otros diez miembros, nueve de ellos residentes en Madrid. EL DESAFÍO DE LA SEGURIDAD 160 Su origen está en la acción del palestino Chej Salah, quien en 1994 fundó un grupo islamista que repartía propaganda de grupos armados islamistas a los fieles de la mezquita madrileña de Abu Baker, en el barrio de Tetuán, sin autorización del imán. Eran los años de la guerra de Bosnia y uno de los principales cometidos del grupo era reclutar mujahidines para combatir allí (entre los enviados a Bosnia se hallaban cuatro de los miembros de la célula detenidos en noviembre). En 1995 Chej Salah se trasladó a Pakistan para integrarse en la organización MAK, precursora de Al Qaida, que se encargaba de encaminar a los voluntarios extranjeros hacia Afganistán, pero permaneció en contacto con la célula española, a cuyo frente quedó Abu Dahdah, un sirio nacionalizado español. Las actividades que realizaba la célula eran el reclutamiento de mujahidines (se estima que reclutó a veinte), el envío de dinero (que en parte fue obtenido mediante la utilización fraudulenta de tarjetas de crédito), el apoyo logístico y la difusión de propaganda. Durante un tiempo el responsable del reclutamiento fue Anwar Adnan Mohamed Saleh, luego jefe de un campo de entrenamiento en Afganistán. La importancia de Abu Dahdah dentro de Al Qaida se pone de manifiesto por sus numerosos viajes: más de veinte al Reino Unido, donde contactó con el conocido ideólogo islamista Abu Qatada, y varios a Bélgica, Dinamarca, Suecia, Turquía, Jordania, Malasia e Indonesia. Ciertas conversaciones telefónicas que mantuvo en agosto y septiembre, llenas de alusiones crípticas, hacen sospechar que recibió información previa de los atentados del 11 de septiembre. Uno de los miembros de la célula, el converso español, Yusuf Galán, siguió un curso de entrenamiento militar LA AMENAZA DEL TERRORISMO ISLAMISTA EN ESPAÑA 161 en un campo de Indonesia durante el verano de 2001. (Valenzuela 2002) 20/1/2002. Detención en L’Hospitalet de dos presuntos miembros de Al Qaida: Najib Chaib Mohamed, español de origen marroquí, y Atmane Resall, argelino. (El País, 20/1/2002). 13/4/2002. Detención de Ahmed Brahim, argelino residente en Mallorca, presuntamente implicado en la financiación de la red de Al Qaida. Ingeniero y hombre de negocios de formación occidental, converso al fundamentalismo, tenía residencia en España desde 1992. Del 9 al 13 de septiembre de 2001 alojó a Mamdouh Mahmud Salim, alias Abu Hajer al Iraqi, uno de los organizadores de los atentados contra las embajadas USA en Kenya y Tanzania. (El País 15 y 16/4/2002). 23/4/2002. Detención en Madrid de Muhammed Galeb Kalaje Zouaydi, alias Abu Talha, ya detenido en noviembre de 2001 en la operación contra la célula de Abu Dahdah y luego puesto en libertad. Se le considera implicado en la financiación de Al Qaida. Al día siguiente fue detenido su socio Ghasoub Al Abrash Ghalyoun, luego puesto en libertad. (El País, 24 y 25/4/2002). 16 y 17/7/2002. Detención en Madrid y Castellón de cuatro presuntos miembros de la célula de Abu Dahdah. Uno de ellos, Ghasoub Al Abrash Ghalyoun, alias Abu Masub, de origen sirio, que había ya sido detenido en abril, grabó en vídeo EL DESAFÍO DE LA SEGURIDAD 162 las Torres Gemelas y otros posibles objetivos en Estados Unidos en el verano de 1997, quizá como preparativo para los atentados del 11-S. (El País 20/7/2002). 26/12/2002. Detención en la localidad riojana de Tudelilla del argelino Abdelkrim Hammad, alias Abdelnasser, llegado a España en 2001, con experiencia de combate en su país, en Afganistán, en Bosnia y en Kosovo, reclamado por homicidio por las autoridades argelinas. (El País 28/12/2002). 24/1/2003. Detención de 16 presuntos miembros del GSPC argelino en las provincias de Barcelona y Girona. Se les incautó importante material electrónico y de telecomunicaciones. Estaban en relación con una célula desarticulada en diciembre en Francia (ABC 24/1/2003). Las sospechas de que habían elaborado productos tóxicos están pendientes de comprobación mediante análisis químicos. Estos datos sugieren dos comentarios: • En primer lugar se advierte que los presuntos terroristas islámicos detenidos en España tienen dos orígenes geográficos principales. Por un lado hay un grupo de sirios, integrados en la célula de Abu Dahdah y vinculados directamente a Al Qaida, y por otro lado numerosos argelinos, inicialmente vinculados al GIA y luego al GSPC. Pero debe recordarse que las conexiones entre Al Qaida y el GSPC parecen ser muy estrechas. Por lo demás, algunos de los detenidos eran recién llegados, mientras que otros llevaban largos LA AMENAZA DEL TERRORISMO ISLAMISTA EN ESPAÑA 163 años en España e incluso habían adquirido la nacionalidad española. Sólo uno de ellos era un converso de origen español. • En segundo lugar hay que destacar que no se han detectado en ningún caso planes específicos para cometer un atentado en España. Parece que se trataba esencialmente de células dedicadas a tareas de apoyo logístico a grupos que operaban en otros países. Por otra parte las visitas a España de miembros destacados de Al Qaida y otras organizaciones afines han sido frecuentes. Recordemos entre otras las de Mohamed Atta, supuesto jefe de los comandos suicidas del 11-S, que viajó a España en enero y julio de 2001, y de su colaborador en Hamburgo, Ramzi Bin al Shibh, quien visitó España en vísperas del 11-S, visitas que hacen sospechar que el territorio español fue utilizado en los preparativos de los atentados de Nueva York y Washington (El País 10/9/2002). En realidad, la extrema movilidad que manifiestan los miembros de la red de Al Qaida prueba que las fronteras nacionales tienen muy poco significado para ellos. EL FACTOR IRAQUÍ Debemos plantearnos en qué medida una posible intervención militar en Irak incrementaría la amenaza de ataques terroristas en territorio europeo. De hecho la supuesta conexión entre el régimen de Saddam Hussein y Al Qaida EL DESAFÍO DE LA SEGURIDAD 164 ha sido uno de los argumentos que se han esgrimido en favor de dicha intervención. Sin embargo, las pruebas de que se dispone acerca de esa conexión son bastante tenues, según han argumentado recientemente expertos en la organización de Bin Laden como Peter Bergen (The Guardian 30/1/2003) y Rohan Gunaratna (The International Herald Tribune 19/2/2003). En realidad habría sido sorprendente que fuera de otra manera, ya que el de Saddam Hussein es un típico ejemplo de los regímenes que los islamistas condenan como contrarios a la ley coránica y el propio Bin Laden se ofreció a participar en la defensa de Arabia Saudí contra un posible ataque iraquí tras la ocupación de Kuwait. A pesar de ello no se puede ser optimista. Por un lado el régimen iraquí tiene una larga tradición de apoyo a grupos terroristas y por otro es indudable que Al Qaida y sus organizaciones afines considerarían cualquier ataque occidental a Irak como una nueva manifestación de la “cruzada” supuestamente lanzada contra el mundo islámico*. Recuérdese que Bin Laden lanzó la jihad contra Estados Unidos a raíz del establecimiento de tropas norteamericanas en la península Arábiga. El 11 de febrero la cadena Al Jazira difundió una cinta sonora en la que una voz que era aparentemente la de Bin Laden denunciaba “los preparativos de los cruzados de invadir la tierra iraquí”, recordaba “el deber de todo musulmán” de tomar las armas y subrayaba “la importancia de los ataques suicidas”. Existe pues la posibilidad de * Nota del editor. Esta ponencia fue presentada en fechas anteriores (4-III2003) a la intervención norteamericana en Irak (20-III-2003). LA AMENAZA DEL TERRORISMO ISLAMISTA EN ESPAÑA 165 que la conexión finalmente se produzca, lo que evoca la inquietante posibilidad de que Saddam Hussein pudiera proporcionar armas químicas o biológicas a Al Qaida. En consecuencia cabe esperar un recrudecimiento de la amenaza terrorista si es que se produce la guerra contra Irak, una amenaza que afectará preferentemente a los países que participen en ella. CONCLUSIONES Después del 11 de septiembre los atentados perpetrados por grupos islamistas han venido sucediéndose a lo largo del planeta. Han tenido lugar en Túnez, en Kenya, en Israel, en las costas del Yemen, en Rusia, en Pakistán, en la India, en Filipinas y en Indonesia. Entre sus víctimas se cuentan, entre otros, alemanes, franceses, kenyatas, israelíes, rusos, pakistaníes, hindúes, filipinos y australianos. No ha habido atentados en el territorio de la Unión Europea, gracias en buena medida a la labor de nuestra justicia, nuestras fuerzas de seguridad y nuestros servicios de inteligencia, pero han muerto europeos en África y en Asia. Tampoco tiene mucha importancia establecer el grado de conexión con Al Qaida que tienen cada uno de los grupos que han perpetrado los atentados. Estamos ante una red difusa que protagoniza una lucha global, por lo que ciudadanos residentes en España y originarios de distintos países están colaborando en la lucha terrorista que los chechenos libran contra el dominio ruso o los islamistas argelinos contra el régimen del EL DESAFÍO DE LA SEGURIDAD 166 FLN. Y para al terrorismo islamista los enemigos son todos los infieles y los malos musulmanes, es decir todo el que se oponga a su sueño de establecer en todo el mundo musulmán una dominación teocrática. Ante una amenaza de ese tipo las fronteras nacionales tienen poca importancia. Puede haber un atentado islamista en España, como ya lo hubo en un restaurante de Torrejón en 1985, con un balance de 18 muertos y un centenar de heridos. Puede haberlo igualmente en Italia, en Francia, en Gran Bretaña o en cualquier otro país europeo. El territorio español puede ser utilizado para preparar atentados en Estados Unidos, en Rusia o en Argelia. Y turistas españoles pueden ser víctimas del terrorismo islamista en cualquier centro de vacaciones, como ocurrió hace unos años en Marrakech. La amenaza es global y la respuesta también debe serlo. La colaboración internacional resulta imprescindible e impedir atentados en otros países resulta por ello tan importante como impedirlos en el propio. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS – ARQUILLA, J., RONFELDT, D. y ZANINI, M. (1999): “Networks, netwar and information age terrorism”. En LESSER, Ian O. et al. : The new terrorism, Santa Monica, Rand, 153 págs. – GUNARATNA, Rohan (2002): Inside Al Qaeda: global network of terror. 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PUBLICACIONES DEL AUTOR EN www.realinstitutoelcano.org – ¿Es Al Qaida una amenaza para Europa? Documento de trabajo 2002/03. 15/7/2002. – Al Qaida y la matanza de Bali. Análisis del Real Instituto. 17/10/2002. – Nuevas amenazas de Al Qaida. Análisis del Real Instituto. 30/11/2002.