La guerra civil en Siria comienza su cuarto año de duración
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La guerra civil en Siria comienza su cuarto año de duración
La guerra civil en Siria comienza su cuarto año de duración La guerra civil en Siria entra en su cuarto año de duración ante la incapacidad de la comunidad internacional de encontrar un modo de parar las muertes y las violaciones de los derechos humanos hacia la población civil. La incapacidad de los organismos internacionales de acceder al terreno hace imposible llevar el recuento de fallecidos. La oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha dejado de actualizar esta información desde febrero de este año y diversas fuentes sitúan el número de fallecidos en una cifra superior a los 140.000 muertos. El fracaso de la diplomacia Las rondas de negociación llevadas a cabo hasta la fecha (Geneva I y II) no han aportado soluciones al conflicto, quedando estancadas desde el origen en si el presidente Bashar al-Assad debe continuar o no al frente del país. Naciones Unidas es incapaz de autorizar cualquier intervención militar externa debido al continuo veto de este tipo de medidas por parte de China y Rusia y que junto con Irán son los principales aliados del régimen actual. Por su parte, el grupo de países denominado como “Amigos de Siria” cuyo objetivo era intentar ofrecer una solución al margen del bloqueo establecido en las Naciones Unidas tampoco está siendo efectivo. Las disputas entre los dos principales países miembros: Arabia Saudí y Qatar sobre las diferentes líneas de actuación y los diferentes grupos de la oposición a los que apoyan minan cualquier capacidad de avance en la búsqueda de la solución del conflicto. Las violaciones de los derechos humanos. Desde el inicio del conflicto el sufrimiento de la población civil ha sido desproporcionado. Además del número de fallecidos hay que sumar el de desplazados y refugiados que alcanza ya al 50% de la población del País. Según Human Right Watch, el gobierno de al-Assad ha llevado a cabo ataques indiscriminados contra la población civil así como arrestos arbitrarios, desapariciones y torturas. El régimen tampoco ha permitido hasta la fecha la entrada al país de personal y material humanitario, incumpliendo la resolución a este sentido adoptada por el consejo de seguridad el 22 de febrero de 2014. Según HRW, también los grupos armados opositores al gobierno están llevando a cabo violaciones y abusos sobre la población civil como ataques indiscriminados, ejecuciones extrajudiciales, secuestro y tortura. El colapso de la vida publica En este punto las instituciones y los servicios públicos están prácticamente colapsados, en particular los servicios sanitarios y los de mantenimiento de las infraestructuras. La economía sumergida y la corrupción están en sus niveles más altos, reduciendo la capacidad de país de importar bienes de primera necesidad y acceder al mercado de fuente de energía y crédito. Extensión del conflicto a otros países El conflicto se ha extendido a nivel militar a las vecinas Turquía e Israel, pero sobre todo hacia el Líbano, donde más desestabilizador puede llegar a ser. El Líbano se ha convertido en el país con mayor porcentaje de refugiados con respecto a su población. Al cerca de un millón de refugiados procedentes de Siria se unen los casi medio millón de refugiados palestinos. La participación en el conflicto sirio de Hezbollah no hace sino incrementar la división sunní-chií en el país, lo que unido a la creciente pobreza, pone al Líbano al borde de la fractura social. Pero Hezbollah no es la única fuerza militar extranjera operando en el conflicto. Más de 11.000 extranjeros de hasta 70 nacionalidades diferentes se han unido en la lucha contra Bashar al-Assad. Entre estos se encuentran yihadistas fundamentalistas que, según Human Right Watch, están generando los mayores abusos y violaciones de derechos humanos. Este fenómeno es muy similar al que aconteció durante la ocupación soviética de Afganistán en la década de los 80, cuando miles de voluntarios provenientes del mundo árabe (sobre todo Arabia Saudí y Argelia) se unieron a los muyahidines en la lucha contra la Unión Soviética, pasando a ser muchos de ellos, a su regreso a sus países, miembros de las diferentes ramas de Al-Qaeda. Estancamiento de la situación El apoyo firme de Irán, Rusia y China al régimen de al-Assad, la falta de consenso entre el grupo de “amigos de Siria” y la comunidad internacional, así como la incapacidad de integración de todos los grupos opositores (El Consejo Nacional Sirio abandonó la coalición opositora que participó en Geneva II) puede hacer que el conflicto se estanque indefinidamente y que el régimen existente se mantenga en el poder de forma indefinida. Por otro lado, el reciente conflicto en Ucrania está desviando la atención internacional que no ayudará en la supervisión el control de las violaciones y abusos contra la población civil. RD Fotografía: Syria Independence Flag Painted on Gov. School Wall por Freedom House (Se han realizado modificaciones).